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CONTAMINACIÓN DEL SUELO Y DEL AGUA SUBTERRÁNEA POR

FERTILIZANTES Y PLAGUICIDAS
Edwar Rodríguez Rojas, Eráclides Jalca Cabañas, Luis Alberto Gonzales Urquia, Llandercita
Cuchca Ramos, Ruel Guevara Diaz
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Resumen
Los fertilizantes y plaguicidas son los medios más rentables de control de plagas de los cultivos
y por lo tanto contribuyen a la viabilidad económica. La preocupación por el impacto ambiental
del uso de plaguicidas ha llevado a la investigación sobre el destino ambiental de estos agentes,
que pueden emigrar al aire, la tierra y cuerpos de agua. Este artículo presenta una revisión de la
contaminación por fertilizantes y plaguicidas en el suelo y en las aguas subterráneas. Después
de la aplicación de estos compuestos, una mínima parte es absorbido por las plantas, el resto
pasa a formar parte del suelo, aguas subterráneas y aire, por medio de la lixiviación y
volatilización respectivamente, ocasionando pérdida de nutrientes, afectación a la vida acuática
y a la salud de la población.
Palabras clave: Contaminación; Fertilizantes; Plaguicidas; suelos; aguas subterráneas

I. INTRODUCCIÓN

A nivel mundial el uso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura, ha aumentado


significativamente en los últimos años, según la (Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), 2018), el uso de fertilizantes a nivel mundial sobrepasa
los 200 millones de toneladas en 2018. Su uso es debido a la baja fertilidad que tiene el suelo
para los cultivos, sin embargo, el uso excesivo o inadecuado que se les hace a estos compuestos
químicos ha aumentado y ha provocado consecuencias críticas en el aire, agua y suelo.
Los plaguicidas juegan un papel clave en la agricultura moderna siendo utilizados para el
control de plagas, en muchos casos, los niveles de productividad y rentabilidad de un cultivo
sólo se pueden alcanzar mediante la aplicación de plaguicidas (Stoorvogel, Jaramillo, Merino,
y Kosten, 2003). Algunos investigadores del medio ambiente como, Martín y Camazano
(1984), opinan que el uso de plaguicidas en agricultura debe ser reducido o prohibido, a causa
del riesgo de la retención de estos compuestos por las cosechas y suelos y de su posterior
incorporación a la cadena alimenticia y como son sustancias complejas de origen químico,
pueden ocasionar riesgos mayores a sus beneficios por su uso inadecuado (Campos, 2018).
Los plaguicidas pueden acumularse en el suelo, fijarse en las aguas subterráneas o evaporarse
y nuevamente volver al suelo, pueden afectar la biodiversidad de este recurso debido a su escasa
selectividad y por incorporarse a la cadena trófica (Silva y Correa, 2009). Además, los efectos
ambientales generados por el uso de pesticidas son promovidos por la intensificación y
extensión de la agricultura como base de la alimentación en la población mundial (Campos,
2018).
Este artículo tiene como objetivo primordial presentar una revisión bibliográfica sobre los
efectos que ocasionan los plaguicidas y fertilizantes, en el suelo y en las aguas subterráneas.
II. MÉTODOS
La estrategia que se usó para la búsqueda de información fueron diversas bases científicas
existentes tales como: Google académico, Scielo, Redalyc y Sciencedirect; en los idiomas
español e inglés.
Procesamiento y análisis de información.

1. Fertilizantes y plaguicidas
1.1. Fertilizantes
Cualquier material orgánico o inorgánico, natural o sintético, que se adiciona al suelo con la
finalidad de suplir en determinados elementos esenciales para el crecimiento de las plantas
(AEFA, 2017).

1.2. Plaguicidas
Según la FAO (2008), establece que un plaguicida es la “sustancia o mezcla de ellas, destinada
a prevenir, destruir o controlara plagas, incluyendo los vectores de enfermedad humana o
animal; las especies no deseadas de plantas o animales que ocasionan un daño duradero u otras
que interfieren con la producción, procesamiento, almacenamiento, trasporte y
comercialización de alimentos”. La toxicidad de los plaguicidas esta relacionada con la
capacidad propia de una sustancia química de producir efectos adversos en los organismos
vivos. Efectos de deterioro del tipo funcional, lesiones patológicas que afectan el
funcionamiento del organismo. De acuerdo con el tiempo de exposición se manifiesta el efecto
toxico y se dividen en toxicidad aguda y crónica (SCHAAF, 2013).

1.3. Contaminación del suelo y aguas subterráneas


Los tipos de actividades agrícolas que genera los problemas más serios de contaminación difusa
son los monocultivos, esto es especialmente cierto en áreas con suelos delgados y bien drenados
(Foster et al 2002), en cambio, los cultivos rotativos y cultivos de tipo permanente generan
menor carga y lixiviación de contaminantes a la superficie del suelo. Sin embargo, solo una
porción de los agroquímicos aplicados es lixiviada, ya que esto resulta de una compleja
interacción entre el tipo de cultivo, propiedades del suelo, régimen lluvioso, irrigación, manejo
de suelos y agroquímicos aplicados, además, existe una relación entre la cantidad de
fertilizantes y pesticidas aplicados y sus tazas de lixiviación desde los suelos hacia las aguas
subterráneas (López, 2010).

Bedmar, Gianelli, Angelini, y Vigilianchino (2015), estimaron el riesgo potencial del proceso
de lixiviación y movilidad de los plaguicidas para llegar a las aguas subterráneas, a través de
índices conocidos como factor de retardo (RF) y factor de atenuación log-transformado (AFT),
además tomaron en cuenta los horizontes A, B y C del suelo, y obtuvieron como resultado que
la capacidad de lixiviar de los plaguicidas fue superior en el horizonte C, también indicaron
que, los plaguicidas con mayor movilidad fueron carbofuran, pirimicarb, metamidofós,
imidacloprid, tiametoxam, fosetil aluminio, Captan, zineb y carbendazim. Finalmente
concluyeron que el riesgo de contaminación potencial del agua subterránea varió en función al
tipo de plaguicida, la recarga neta del agua subterránea y el horizonte del suelo.
Los elementos contenidos en los agroquímicos al ser aplicados continuamente y en exceso,
llegan a generar un gran impacto dentro de un ecosistema. Estos elementos sufren
transformaciones, es así que cerca del 98% de los insecticidas y el 95% de los herbicidas no
cumplen con el rol de llegar a la planta y son dispersados a través del viento y el agua (Campos,
2018).

En general, existen dos clases de contaminación que el uso de agroquímicos puede originar. La
primera es la contaminación "puntual", originada por derrames accidentales durante el
transporte de envases y recipientes, o en la preparación, el manejo y la eliminación de las
mezclas aplicadas. La segunda es la denominada contaminación "no puntual o difusa", que se
produce como resultado de la presencia de residuos de plaguicidas después de las aplicaciones
convencionales sobre el cultivo (Stoorvogel et al., 2003).

Después de la aplicación de plaguicidas, parte de este se deposita en el follaje y el resto cae al


suelo, posteriormente pueden ser lavados hacia el suelo por la lluvia, en el suelo estos pueden
ser transportados por el agua e infiltrarse al subsuelo y pueden ser acarreados por escorrentía
superficial (Stoorvogel et al., 2003). Los componentes tóxicos como los residuos volátiles
pasan a la atmósfera y regresan al suelo a través de las lluvias para contaminar fuentes de agua
superficiales y subterráneas por medio de escorrentía, lixiviación o lavado (López J. A,
Martínez C, Moreno L y Navarrete P, 1992).

Dentro de los impactos negativos que ocasionan los plaguicidas debido a que tienen
características como persistencia, vida media y toxicidad, pueden nombrarse la reducción de la
actividad microbiana y edáfica del suelo, el crecimiento irregular, la pérdida de biomasa y
afectación en la salud de población (Silva & Correa, 2009). Asimismo, su acumulación también
ocasiona toxicidad en las plantas y en la fauna silvestre porque se ve afectada por la
contaminación de agua y escases de alimentos (Campos, 2018).

Para reducir la utilización es necesario establecer una reglamentación en el uso y aplicación de


fertilizantes y plaguicidas, sobre todo en los registros y programas de vigilancia sobre la
contaminación ambiental e intoxicación (Campos, 2018).

III. DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

Foster et al. (2002), consideraron que, a los métodos de evaluación de la vulnerabilidad de los
acuíferos por la contaminación de plaguicidas y fertilizantes, es necesario considerar factores
como: el espesor del suelo, textura y contenido de materia orgánica. Por otro lado, Bedmar,
Gianelli, Angelini, y Vigilianchino (2015) concluyeron que, el riesgo de contaminación
potencial del agua subterránea depende del tipo de plaguicida, la recarga neta de agua
subterránea y el perfil del suelo.
La contaminación por fertilizantes y plaguicidas presenta riesgos significativos para el medio
ambiente, para los microorganismos benéficos del suelo, insectos, plantas, peces y aves. Para
disminuir la presencia de trazas de fertilizantes y plaguicidas, se están desarrollando nuevos
grupos de fertilizantes nitrogenados de liberación lenta o fertilizantes estabilizados, para
proporcionar un suministro de nitrógeno que evite o minimice los procesos de contaminación.
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes. (2017). Fertilizante. Recuperado de,
https://aefa-agronutrientes.org/glosario-de-terminos-utiles-enagronutricion/fertilizante.
Bedmar, F., Gianelli, V., Angelini, H., & Vigilianchino, L. (2015). Riesgo de contaminación
del agua subterránea con plaguicidas en la cuenca del arroyo El Cardalito, Argentina.
Revista de Investigaciones Agropecuarias, 41(1), 70-82.
Campos, M. A. R. (2018). El uso de pesticidas en la agricultura y su desorden ambiental. Revista
Enfermeria A la Vanguardia, 6(2), 40.
Foster et al. 2002. Groundwater quality protection: A guide for water utilities, municipal
authorities, and environment agencies. Publicación del Banco Mundial. Washington,
D.C., USA.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (2018).
Tendencias y perspectivas mundiales de los fertilizantes para 2018.
López, A. M. (2010). Contaminación difusa en Acuíferos: Estudio de caso en la Comuna de
Colina, región Metropolitana. 104.
López J. A, Martínez C, Moreno L, Navarrete P. (1992). Las aguas subterráneas y los
plaguicidas. Instituto Geológico y minero de España. 149 p. Recuperado de
http://aguas.igme.es/igme/publica/libro28/lib28.htm
Silva, S., y Correa, F. (2009). Análisis de la contaminación del suelo: revisión de la normativa
y posibilidades de regulación económica. Semestre Económico, 12(23), 13–34.
Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/seec/v12n23/v12n23a2

Stoorvogel, J., Jaramillo, R., Merino, R., & Kosten, S. (2003). Plaguicidas en el medio
ambiente. En Los plaguicidas: impactos en producción, salud y medio ambiente en
Carchi, Ecuador (pp. 49-69).

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