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ACTO I

Escena 1

Una soga pende del techo con un nudo de ahorcado.


Justo debajo, una silla. Y a un lado, algo apartada,
una mesa con papel y bolígrafo. Junto a ella, una
papelera. El lugar está vacío durante unos instantes.

Aparece GUSANO. Nervioso. Rabioso. Indeciso. Pasea


farfullando con rabia de un lado a otro mientras mira
la soga. Da un grito final y se dirige a la mesa,
dispuesto a escribir su nota de suicidio.

Va a comenzar, pero necesita sentarse para hacerlo.


Mira la silla bajo la soga y vuelve a gritar. Como si
mover la silla para sentarse significara que se está
echando atrás. Se lo piensa. Al final, enfadado, acaba
llevándola hasta la mesa y se sienta.

Escribe su nota de suicidio con rabia. La dobla y se


la guarda en un bolsillo. Vuelve a llevar la silla
bajo la soga. Se sube y llora silenciosamente mientras
enhebra su cabeza en el lazo de la soga.

GUSANO se recompone. Da un gran suspiro.

Va a suicidarse. Aunque no lo vemos.

Escena 2

Aparece el Limbo. El lugar queda dividido en dos por


una barra horizontal a media altura, sostenida por dos
soportes. En el lado izquierdo, tirado en el suelo,
está GUSANO. Lleva consigo los mismos elementos que
cuando se suicidó, incluida la soga alrededor del
cuello.

Al otro lado de la barrera, un atril y CALIMBO,


sonriente. Nervioso. GUSANO es el primer Llegado que
va a recibir, y quiere que todo salga perfecto.

CALIMBO
(Espera unos segundos a que GUSANO despierte. Como
esto no sucede, comienza a llamarlo.)
¡Chss, chss! ¡Eh! ¡Eeeeh!

CALIMBO da dos palmadas entran dos SOMBRAS. Las


sombras son entes totalmente negros al servicio de los
altos cargos del Paraíso.

Las SOMBRAS llegan zigzagueando hasta GUSANO y


comienzan a patearlo hasta que despierta, aturdido.
Las SOMBRAS huyen de la escena.

CALIMBO
¡Bienvenido!

GUSANO
¿Estoy muerto?

CALIMBO
(Emocionadísimo.)
¡Sí! ¿No es genial? ¡Llevaba dos meses esperando a que
alguien viniera!
GUSANO
¿Dónde estoy?

CALIMBO
¡En el Limbo!

GUSANO
(Empieza a caminar, mirando a su alrededor.)
¿En el Limbo?

CALIMBO
Es la frontera entre la Tierra y el Paraíso. Mi nombre
es Calimbo, seré tu guía de paso.

GUSANO
Ah.

GUSANO merodea un poco más por el lado izquierdo de


escena.

CALIMBO
Si tienes cualquier duda no vaciles en preguntar. Es
que verás, aunque ya llevo aquí dos meses, tú eres mi
primer Llegado, así que técnicamente ésta es la
primera vez que entro en acción. Y estoy algo
nervioso.

GUSANO se acerca al centro, y cuando intenta cruzar al


lado derecho de la escena, CALIMBO lo detiene.

CALIMBO
(Señala la barra que divide la escena.)
¡Eh, eh! Espera, espera. Que para pasar hay que
hacerlo por aquí. Es uno de mis toques. He pensado que
sería gracioso que para entrar al Limbo tuvieras que
pasar… jugando al limbo.

GUSANO
Ah. ¿Y tengo que pasar obligatoriamente?

CALIMBO
Hombre, obligatoriamente no. Pero había pensado que
podía quedar gracioso.

GUSANO
¿Paso entonces?

CALIMBO
No, a ver, que tampoco…

GUSANO
Hombre, si lo has preparado…

CALIMBO
Ya, bueno, pero…

Silencio incómodo. GUSANO hace un gesto contradictorio


y comienza a pasar por debajo de la barrera sin
demasiado ánimo. Mientras, CALIMBO baila al ritmo de
una bachata que él imagina en su cabeza y que tararea
en voz baja.

GUSANO termina su peripecia y se incorpora. CALIMBO lo


mira, esperando algún tipo de gesto por parte de
GUSANO. Sólo recibe incomodidad. Él también se
incomoda. Junta las manos, va directo al atril y saca
unos papeles.

CALIMBO
Bueno, ven por aquí. Te va a encantar el Paraíso, y
más ahora que estamos en época de elecciones
primarias. Y bien, ¿qué nombre vas a escoger para tu
estancia en el Paraíso?

GUSANO
¿Un nombre? ¿No vale el mío?

CALIMBO
No.

GUSANO
¿Por?

CALIMBO
Porque lo dice El Código.

GUSANO
¿El código? ¿Qué código?

CALIMBO
El Código Único y Bueno. El Artículo 12 dicta: Los
Llegados deberán elegir su nombre en el Paraíso.
Siempre que ese nombre no esté en uso por algún otro
ciudadano o institución del Paraíso, y siempre que no
sea el nombre que usaba en la Tierra; El Código es el
que dicta las normas del Paraíso.
GUSANO
Aaaah. ¿Y puedo coger el nombre que quiera? ¿El de un
animal, por ejemplo?

CALIMBO
Sí, claro.

GUSANO
Hmmm… Pues entonces me quiero llamar León.

CALIMBO
No, ése está cogido.

GUSANO
Ah. Pues… Águila.

CALIMBO
No, ése está cogido.

GUSANO
Tiburón.

CALIMBO
No.

GUSANO
¿Pues cuáles tienes libres?

CALIMBO
Pues deja que miro. Ahora mismo tengo libres Gusano y
Ornitorrinco.

GUSANO
(Tras pensarlo.)
Gusano.

CALIMBO
¿Quieres ser Gusano?

GUSANO
Sí, el gusano es un animal muy metafórico, ¿no?
Primero, en estado de larva, es un ser débil. Luego se
recubre a sí mismo con seda convirtiéndose en capullo,
haciéndose más fuerte. Y, finalmente, se transforma en
una bonita mariposa.

CALIMBO
Ya. O sea, primero eres un gusano, luego eres un
capullo, y luego una mariposa.

GUSANO
Eh… Hombre… Eh…

CALIMBO
No, no. Está bien. Lo apunto. Una aclaración antes de
continuar: estás muerto. Esto no es un sueño, ni fruto
de tu imaginación. Esto está pasando. No, lo digo
porque luego hay un montón de imbéciles que se creen
que estos es un sueño, y empiezan a hacer un montón de
salvajadas que en su mayoría conllevan bajarse los
pantalones.

GUSANO
Vale, vale.
CALIMBO
Los artículos más importantes de El Código Único y
Bueno: Primero, está prohibido decir palabrotas, bajo
pena de tunda; Segundo, en las elecciones primarias
votar es obligatorio, bajo pena de muerte. Tercero,
este punto es importante, debes conservar el mismo
atuendo que tenías en el momento de tu muerte, sin
variar ni uno sólo de los complementos, incluyendo…

CALIMBO sube la vista y ve a GUSANO a punto de


quitarse la cuerda.

CALIMBO
¿A ver, qué haces?

GUSANO
¿Perdona?

CALIMBO
¿No me estás escuchando? No puedes variar el atuendo
con el que llegaste.

GUSANO
(Ríe.)
Muy buena, ésa.

CALIMBO
Es lo que dice El Código.

GUSANO
Joder con El Código.
CALIMBO
¡Que tampoco puedes decir palabrotas!

GUSANO
¿¡Pero por qué!?

CALIMBO
¡Porque lo dice El Código!

GUSANO
¿Entonces tengo que estar el resto de la eternidad con
esto al cuello?

CALIMBO
No necesariamente. Una vez finalizado el periodo
estipulado, tienes derecho a deshacerte de una de tus
prendas o accesorios.

GUSANO
¿Y cuánto es el periodo estipulado?

CALIMBO
Un año.

GUSANO
¿¡Un año!? ¿¡Un año con esto al cuello!? ¿Qué pasa?
¿Eso también lo pone en el puto Código?

CALIMBO
¡Cómo te atreves!
CALIMBO da dos palmadas y entran en escena las
SOMBRAS, que tiran a GUSANO al suelo y comienzan a
propinarle una buena tunda. GUSANO grita dolorido. Las
SOMBRAS se van. GUSANO se levanta entre quejidos.
Apenas puede sostenerse.

CALIMBO
¡Eso es lo que pasa cuándo desafías El Código! El
Código es uno y el Código es bueno. Es único porque no
hay otro código tan bueno. Y es bueno porque siempre
ha sido bueno. El Código no se cuestionó, no se
cuestiona y no se cuestionará.

GUSANO
Vale, vale…

CALIMBO
¿Qué tal voy? ¿Alguna crítica constructiva hasta ahora
a mi presentación?

GUSANO
(Se lo piensa. Querría insultarle.)
Un poco chillón, a lo mejor.

CALIMBO
Chillón.

GUSANO
Flipado.

CALIMBO
¿Flipado? ¿Qué es flipado?
GUSANO
¿Flipado? Pues… No, que genial todo.

GUSANO se recompone, y mientras se coloca la ropa,


nota en uno de sus bolsillos la nota de suicidio. La
saca. La mira extrañado.

CALIMBO
Continúo. En el Paraíso los años duran quince meses:
enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio,
agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre,
oncembre, docembre y el sexymes. Todos de veinticuatro
días, menos el sexymes, que dura dos, pero jo, ¡qué
dos días…! No me estás escuchando, ¿Eso es tu nota de
suicidio? Trae a ver.

CALIMBO quita la nota de las manos de GUSANO, pero


éste la recupera bruscamente.

GUSANO
¿No quieres que la lea porque afrentas en ella a todos
tus allegados?

GUSANO
¡No! Bueno, no sé, porque ni siquiera recuerdo haberla
escrito. Recuerdo llegar a casa y preparar todo, pero
no escribir la nota.

CALIMBO
Al llegar al Paraíso los últimos minutos de tu vida
son borrados de la memoria. Para que olvidemos el
trauma que supone morir. ¿Y no quieres saber lo que
pone en la nota?

GUSANO
(Mirando la nota unos segundos.)
No, creo que no.

CALIMBO
Vale, pero recuerda El Código: tienes que llevarla
contigo siempre. Aquí tienes tu DCI: documento
celestial de identidad. Ahora acompáñame. Vamos a ver
a Dios.

GUSANO
¿Cómo Dios? ¿Dios, Dios?

CALIMBO
Sí, claro. Dios, Dios.

GUSANO
¿Y va a… juzgar mis pecados? Llevo sin ir a misa desde
el funeral de mi tío Faustino. Que por cierto, lo
mataron y nunca supimos quién.

CALIMBO
No, hombre, no. El juicio final es un cuento que se
inventaron unos golfos. Simplemente te dará la
bienvenida. Si está de buen humor, claro. Porque
últimamente está pasando una racha difícil. Si me
acompañas.
CALIMBO sale. GUSANO queda rezagado. Mira un lado,
mira a otro y después comienza a quitarse la soga del
cuello. Las dos SOMBRAS aparecen a su espalda y
permanecen a unos metros tras él. GUSANO mira de reojo
y siente su presencia. Se queda petrificado. No sabe
qué hacer.

Tras unos segundos, abandona y deja la cuerda sobre el


cuello. Empieza a liar el resto de la soga sobre su
brazo. Las dos SOMBRAS se marchan.

GUSANO
(Farfullando.)
Mierda Código.

Las dos SOMBRAS entran corriendo a escena armadas con


sendas fustigas. GUSANO sale corriendo hacia el otro
lado. Las SOMBRAS lo persiguen. Desde fuera, suena un
grito desgarrador de GUSANO.

GUSANO
¡Si no he dicho palabrotas!

Escena 3

La escena está completamente a oscuras.

Narrador

En uno de los principios, estaba Dios… y ya.

Se enciende el foco central. Y bajo él está DIOS, de


espaldas.
Dios creó el cielo

Una SOMBRA cruza la escena con el cielo.

y la Tierra

Una SOMBRA cruza la escena con la tierra.

Y después, creó al hombre y a la mujer, sin seguir


ningún orden particular.

Dos SOMBRAS van al centro, una con una careta de


hombre y otra con una careta de mujer.

Y mujer y hombre comenzaron a tener descendencia.

Las SOMBRAS sacan un montón de bebés que tenían


escondidos y después salen corriendo fuera de escena.

Una vez superados las atroces enfermedades y


malformaciones que la endogamia produjo durante las
primeras generaciones, Dios se puso a pensar.

DIOS se pone a pensar.

¿Cuál es el fin último del ser humano? Y Dios vio la


respuesta.

DIOS sale de escena y trae primero un caballete, con


un lienzo en blanco. Vuelve a salir y trae una
papelera.
A cada ser humano, le asignaría un destino. Y le
otorgaría libre albedrío para cumplirlo.

Coge varios trozos de papel, escribe en ellos


rápidamente y los pega en el lienzo.

Después, los observaría sin descanso, noche y día.

DIOS se asoma desde el borde del escenario al patio de


butacas.

Y cuando uno cumpliera su destino, le concedería el


descanso eterno

DIOS vuelve corriendo al lienzo, arranca uno de los


trozos de papel, sonríe, y lo tira a la papelera.
Después vuelve a asomarse al patio de butacas.

Y cuando otro cumpliera su destino, el descanso eterno


le concedería también.

DIOS vuelve corriendo al lienzo, arranca un trozo de


papel, sonríe y lo tira a la papelera. Pone los brazos
en asa y sonríe satisfecho. Se apagan las luces.

Los problemas empezaron cuando muchos de los seres


humanos morían sin cumplir su destino.

Se encienden las luces. Ahora el lienzo está poblado


por una gran cantidad de trozos de papel. De seres
humanos que murieron sin cumplir su destino. DIOS mira
el lienzo, preocupado.
Almas perdidas comenzaron a agolparse a las puertas
del Paraíso.

Un grupo de personas entran en escena. Todos parecen


desconcertados.

Para evitar que vagaran sin rumbo entre el Cielo y la


Tierra, Dios decidió hacerles un hueco allí dónde él
vivía,

DIOS sale de escena y vuelve a entrar con otro


caballete con un lienzo vacío.

y darles a aquéllos que la merecieran, una segunda


oportunidad en el Paraíso para cumplir su destino, y
así recibir el descanso eterno.

DIOS cambia varios trozos de papel de un lienzo a


otro. Las personas se marchan y DIOS las mira,
preocupado. Se apaga la luz.

Pero el plan no funcionó.

Se encienden las luces. DIOS está frente a los


lienzos, de brazos cruzados. Ambos lienzos están
plagados de trozos de papel.

Cada vez eran más almas que no cumplían su destino, ni


en la Tierra ni en el Paraíso. Y Dios ya no supo qué
hacer.

Se apagan las luces.


Pasaba el tiempo mientras el mundo perdía el rumbo. El
ser humano era malvado y codicioso. Hacía guerras,
mataba, violaba. Dios acabó por perder la fe en su más
grandiosa obra y decidió vivir su propia vida.

Se encienden las luces, M está con DIOS.

Dios se casó

Se apagan las luces. Se encienden las luces, M está


con un bebé.

tuvo descendencia

Se apagan las luces.

y se dedicó a ver la vida pasar.

Se encienden las luces. En escena, los caballetes con


los lienzos plagados de trozos de papel, la papelera y
DIOS tirado en una cama, durmiendo. Cerca, un botón
rojo gigante en el que puede leerse “Mandar Diluvio
Universal”. Entra M.

M
Dios, Dios…

DIOS
¿Qué pasa? ¿Ya son las dos?

M
(Señala los blocs.)
Sí, vamos, levanta. Tenemos que recoger todo esto.
DIOS
Ah, sí. Es verdad. Respecto a eso… Creo… Creo que los
voy a esperar un poco más.

M
Dios, ya discutimos esto y llegamos a la conclusión de
que lo mejor era deshacerse de todo esto.

DIOS
Sé lo que hablamos, pero… Es sólo que…

M
Dios, por favor, ¿cuánto ha pasado desde que un ser
humano recibió el descanso eterno? ¿Veinte años? Es
ridículo que sigas manteniendo esto aquí. Los seres
humanos ya no son capaces de cumplir sus destinos.
Tener esto aquí sólo sirve para recordarte que has
fracasado como Dios y Hacedor De Las Cosas, y eso no
es bueno para tu ya de por sí baja autoestima.

DIOS
Es sólo una mala racha. Sólo hay que esperar.

M
¿Una mala racha? ¿Te has asomado últimamente a tu
preciosa tierra?

DIOS
Reconozco que últimamente no he estado muy atento, la
verdad…

M
Pues si te asomaras te darías cuenta de que lo
necesitan es un buen remojo de aguas de justicia.
Ahora han inventando una cosa, a la que llaman
Internet, que sirve para procrear con cualquiera desde
cualquier parte del mundo. ¡Incluso con desconocidos!
Si yo no estoy diciendo que te deshagas de los que ya
están aquí en el Paraíso, y menos ahora, que andan tan
ilusionados con las elecciones primarias; Lo que estoy
diciendo es que vengas hasta este botón, lo pulses y
les mandes tus aguas purificadores. ¡Y esta vez ni
arca, ni Noé, ni animales, ni nada! Que la Tierra
quede desierta para siempre. Y bueno, respecto a los
que están aquí arriba en el Paraíso, si pasado cierto
tiempo prudencial las cosas siguen como hasta ahora,
pues chasqueas los dedos y todos desaparecen. Y
quedamos solos tú y yo. Y nuestro hijo JC. Disfrutando
del Paraíso por siempre jamás.

DIOS
No sé, M, no sé.

M
Vamos, es sencillo, es sólo un pequeño paso.

DIOS
Pero dije que no volvería a mandar un diluvio. Está
registrado en la Biblia. Sería faltar a mi palabra.

M
Si ya nadie se lee la Biblia. Seguro que la gente ni
lo nota. Yo te ayudo a pulsar, mira… y ahora…
CALIMBO entra en escena.

CALIMBO
¿Se puede?

M
¿¡Qué quieres!?

CALIMBO
(Dubitativo)
Tengo un recién Llegado.

M
Estábamos en mitad de algo.

DIOS
(Alejándose del botón.)
¿Todavía siguen llegando?

CALIMBO
Es el primero en dos meses. Perdóname, señora, por
haber hecho una entrada tan grosera.

CALIMBO se acerca hasta M y besa su mano.

CALIMBO
¿Cómo estás?

M
Bien, gracias. ¿Cómo es el Llegado?

CALIMBO
Un poco respondón. Lleva aquí apenas una hora y ya ha
mancillado El Código dos veces.

M
¿Qué? ¿Cómo se atreve? ¡Hazlo pasar!

CALIMBO
Pues venía justo detrás de mí…

Entra en escena GUSANO, con los brazos en jarra,


bastante dolorido.

CALIMBO
¿Qué te ha pasado?

GUSANO
(Se recompone.)
¿A mí? Nada.

M
¡Muestra un poco de respeto, pecador!

GUSANO
Ah, perdón. ¿Estabais echados a la siesta o algo? Iba
a llamar a la puerta, pero como no había pues he
pasado directamente. Pero puedo volver luego.

DIOS
(Sonríe.)
No. Está bien. Tranquilo.

GUSANO
(Se acerca a darle la mano. DIOS sonríe. GUSANO le ha
caído bien)
Genial. Tú debes ser Dios. Yo soy Gusano.

GUSANO
(Se acerca a M y la saluda.)
Señora.

GUSANO se acerca a CALIMBO.

GUSANO
(Susurrando.)
¿Ésta quién es? ¿Tu novia o algo?

M
¿¡Cómo!?

DIOS
No, ella es mi mujer. M.

GUSANO
Ah, pues encantado. Yo soy Gusano. (Señala los
lienzos.) ¿Y esto qué es?

CALIMBO
(Orgulloso de conocer la respuesta.)
En cada uno de esos trozos de papel está escrito el
destino de…

M
(Fulminante)
Cosas que no te importan.
CALIMBO
Cosas que no te importan.

DIOS se acerca al lienzo de la Tierra y coge uno de


los trozos de papel. Lo lee y después mira a GUSANO,
que está observando el lugar. DIOS exhala una leve
sonrisa.

DIOS
Gusano, ¿puedes acercarte un momento? Sé que morir es
difícil de asimilar. Bueno, técnicamente, yo no lo sé
porque ni he nacido ni me he muerto nunca. Pero vamos,
lo sé. Tu vida ha acabado y ahora estás aquí, en el
Paraíso. Es un mundo parecido a la Tierra. Con sus
edificios, sus ríos y sus insectos. Lo hice así para
que resultara cómodo y conocido.

GUSANO
¿Entonces tú eres el Dios de la Biblia?

DIOS
Más o menos.

GUSANO
El que lo sabe todo.

DIOS
Sé algunas cosas.

GUSANO mira desafiante a DIOS.

DIOS
GUSANO
(A la vez.)
¿Qué voy a decir? ¿Qué estoy pensando? (Cantan.) Y a
ver qué me haces después, so’ payaso…

GUSANO
¿Y estás en todas partes?

DIOS
Estoy en algunas partes.

GUSANO
Pues vaya dios.

M
Uuuuh… Cómo te la estás jugando.

DIOS
Calimbo, ¿ya tiene asignado Gusano a la persona que le
mostrará el Paraíso?

CALIMBO
Sí. Felicia será la encargada.

DIOS
¿Puedes ir a buscarla?

CALIMBO
Por supuesto.

CALIMBO sale de escena, no sin antes besar la mano de


M.
DIOS
M, ¿podrías dejarnos un momento?

M
No.

DIOS mira contrariado a M, suspira, y después se lleva


aparte a GUSANO. M intenta espiar la conversación.

DIOS
Sé que tu vida no ha sido la mejor.

GUSANO
(Cogiendo la soga de su cuello.)
Tampoco hace falta ser omnisciente para darse cuenta
de eso.

DIOS
(Sonríe paternalmente.)
Sé que tu vida no ha sido la mejor. Que siempre has
hecho cosas que no querías hacer y que esas decisiones
te han llevado a… esto.

GUSANO
¿Eso lo pone en el papelito ése?

DIOS
Más o menos.

GUSANO
Ya.
DIOS
Lo importante es que aquí arriba tienes una segunda
oportunidad. Y debes aprovecharla. Por tu bien, y por
el bien todos.

GUSANO
Claro, claro.

Entra en escena CALIMBO, acompañado de FELICIA. La


chica va directa a besar la mano de M, al igual que
CALIMBO.

DIOS
Gusano, ella es Felicia. Te acompañará estos primeros
días en el Paraíso. Normalmente se encargaría Calimbo,
pero ahora mismo tiene otras obligaciones organizando
las próximas elecciones a Primer Ministro del Paraíso.

CALIMBO
Sí, esta tarde tenemos el acto inaugural. Su hijo JC
es el candidato perfecto para el Partido Celestial. Y
el Partido Demoníaco, con Satán a la cabeza, ha
realizado una magnífica precampaña. Estas elecciones
serán muy ajustadas, y espero poder cubrirlas de la
forma más objetiva posible, olvidando épocas más
obscuras periodísticamente hablando. (A GUSANO.) Es
que mi antiguo puesto estaba ocupado por Samael. Y
fíjate hasta que punto Samael sería ecuánime, que nada
más dejar su labor como periodista del Paraíso, se
convirtió en el número dos del Partido Demoníaco. Sin
ofender, Felicia. Que sé que tú también eres una
miembro activa del Partido.

FELICIA
No, tranquilo, no me ofendes. Eres libre de dar tu
opinión. (A GUSANO.) Soy Felicia. Perdona que nos
vayamos por las ramas, pero es que aquí la política se
vive intensamente.

DIOS
Felicia, ¿qué tal si le enseñas a Gusano los lugares
más emblemáticos del Paraíso, antes de que den
comienzo el acto inaugural de las elecciones?

FELICIA
Oh, sí, sí. Vente conmigo.

FELICIA besa la mano de M y después sale de escena.


GUSANO la sigue, pero M pisa la cuerda que pende de su
cuello para detenerle el paso.

GUSANO
(A M.)
Huy, se me ha enganchado la cuerda.

M levanta el dorso de la mano, esperando el beso de


GUSANO. Se acerca lentamente.

GUSANO
Es una mano muy bonita.

CALIMBO
Tienes que besarla.

GUSANO intenta besar en la boca a M.

GUSANO
¡A ella no, a la mano!

GUSANO
Ah, vale, vale.

GUSANO besa la mano de M y sale de escena.

CALIMBO
Yo también me marcho. Tengo que seguir con los
preparativos.

CALIMBO sale.

M
¿A qué ha venido todo ese interés por el Llegado?
Hacía siglos que no mostrabas tanto interés por uno de
ellos.

DIOS
Este recién Llegado es distinto.

DIOS se acerca a M y le enseña el trozo de papel. M lo


lee sorprendida.

M
Vaya, pues quién lo diría. De todos modos, lo que
ponga ahí no impide que tiremos todo esto a la basura.
DIOS
No.

M
¿Pero por qué? ¿Por lo de ese chico? No saldrá bien.

DIOS hace hueco en el bloc del Paraíso. Coloca el


trozo de papel de GUSANO en el espacio que ha dejado.

DIOS
Si esto no sale bien, lo haremos. Te lo prometo.

Escena 4

Aparece una plaza rebosante de gente. Tirada en el


centro, con un gorro para pedir limosna, POLY. POLY
lleva unas esposas en su mano izquierda. De ellas
cuelga un esqueleto humano. Entran en escena GUSANO y
FELICIA. FELICIA acompaña sus explicaciones señalando
a distintos puntos del horizonte.

FELICIA
Allí están las Siete Columnas, la urbanización más
prestigiosa del Paraíso, habitada sólo por acaudaladas
celebridades griegas: Zeus, Hera, Afrodita, Apolo...
Allí está la Boca del Infierno, la zona de fiesta más
importante del Paraíso. A varias millas hacia allá
está el Laberinto Nuboso, un laberinto gigantesco del
que es imposible escapar. Y ésta es la Plaza del
Profeta Enoc.
Se alza un enorme murmullo en escena, provocado por la
gente que está y que pasa. Entre todas las voces, se
alza un poco más la del VENDEDOR.

El VENDEDOR tiene atuendo y acento árabe, además de


las manos cortadas. Porta sus productos en una bandeja
de cartón que sujeta con una cuerda que le pende del
cuello.

VENDEDOR
(Cruzando la escena.)
¡Cocaína, tengo cocaína!

FELICIA
Éste es el centro del Paraíso, y el principal punto de
reunión para sus habitantes.

POLY
Hey, chavales. Echadme algo.

FELICIA saca una moneda y la echa al sombrero de POLY.

FELICIA
(A GUSANO.)
Soy una persona muy caritativa, como ves.

POLY
Gracias, maja. (A GUSANO.) Tú eres nuevo, ¿no? Soy
Poly, vagabunda. Éste es Jim.

POLY coge el brazo del esqueleto y se lo tiende a


GUSANO.
GUSANO
(A FELICIA.)
Ni loco toco yo eso.

FELICIA
Yo le diría la mano. Pobrecita. Soy una persona muy
empática, también.

GUSANO da la mano al esqueleto con repugnancia y


FELICIA y él se alejan de POLY, que vuelve a tenderse
en el suelo.

FELICIA
Y esto sería todo. ¿Tienes alguna pregunta?

GUSANO
Tú... ¿Cómo moriste?

FELICIA
¿Yo? Me tiré por la ventana de casa.

GUSANO
Oh.

FELICIA
Pero como vivía en un primero sólo me hice un poco de
daño en las rodillas. Así que subí a la terraza de mi
edificio, salté desde allí y cuando llegué al suelo sí
que me morí. El conserje del edificio, que andaba por
el tejado barriendo, intentó salvarme. Pero calculó
mal el salto y también cayó conmigo.
GUSANO
Vaya. Lo siento.

FELICIA
No pasa nada. Era un pederasta que había tocado a
varios niños del edificio.

GUSANO
Ah. ¿Y te lo has encontrado aquí arriba?

FELICIA
No, qué va. Él no subió. No tenía ningún destino
asignado. Aquí sólo suben los que tienen uno, y hay
mucha gente que no lo tiene. ¿Cuándo estabas vivo,
nunca pensaste que había gente que sobraba en el
mundo? ¿Que no aportaba nada, ni bueno, ni malo? Esa
clase de personas no suelen tener destino asignado.
Son sólo extras, la mayoría fruto de embarazos no
deseados. Son como pedos en el agua: salen, ocupan
algo de espacio, y después desaparecen para siempre.

GUSANO
¿Y por qué saltaste desde la terraza de tu edificio?

FELICIA
(Comienza a emocionarse)
Yo... quería estudiar arte, pintar, vivir una vida
bohemia, pero a los diecinueve mis padres me buscaron
un marido rico. Él me metió en una cocina para que le
tuviera la cena preparada todas las noches a su hora.
VENDEDOR
(Percatándose del llanto de FELICIA.)
¡Pañuelos, tengo pañuelos!

GUSANO
(Acercándose al VENDEDOR.)
Dame un paquete.

VENDEDOR
Un cristal de nieve.

GUSANO
¿Un qué?

VENDEDOR
¡Un cristal de nieve valer!

GUSANO
Yo no tengo... No sé que es un cristal de nieve.

VENDEDOR
Usted querer engañar a pobre vendedor sin manos, usted
no tener vergüenza.

GUSANO
No, espere...

GUSANO ve el gorro de POLY, y coge una moneda sin que


la vagabunda se dé cuenta. Se la da al VENDEDOR.

VENDEDOR
Eso valer, señor. Muchas gracias, señor.
GUSANO vuelve con FELICIA y le da el paquete de
pañuelos.

FELICIA
Gracias. Me suicidé porque era una desgraciada. Eso
sí, el día antes de saltar me lo hice con el conserje
del edificio, que no hacía ascos a nada. ¿Por qué te
colgaste tú?

GUSANO
(Tarda un poco responder.)
Porque odiaba mi vida. Porque era infeliz. Y porque
era un cobarde. Porque soy un cobarde aún, supongo.

FELICIA
¿Y escribiste nota de suicidio?

GUSANO
Eh... Sí. ¿Y tú?

FELICIA
Sí. Le puse a mi marido que me había gastado todos
nuestros ahorros en ayudar a los pobres. Él odiaba a
los pobres. Y que me había acostado con el conserje.
¿Y tú?

GUSANO
No lo recuerdo. La escribí en los últimos minutos de
mi vida, y esos minutos se han borrado, por lo visto.

FELICIA
Es una pena que no lo recuerdes. Aunque como nunca lo
sabrás supongo que no importa.

GUSANO
(Sacando la nota.)
En realidad, la nota la tengo aquí. La metí en mi
bolsillo antes de morir.

FELICIA
¿Y no la has leído?

GUSANO
No me atrevo. Tengo la sensación de que puse cosas
horribles sobre toda mi familia.

FELICIA
¿Y se las merecían?

Antes de que GUSANO logre contestar, VOTANTE EXCELSO


se acerca a ellos.

VOTANTE EXCELSO
¡Felicia, querida! Estarás nerviosa por el acto
inaugural. ¡La presentación oficial de Satán como
candidato a primer ministro! Yo tengo el corazón a
cien. Mira, toca.

FELICIA
Sí, yo también estoy emocionada por lo que pueda
pasar. Confío en que el Partido Demoníaco ganará estas
elecciones.
POLY
Antes estábamos comentando Jim y yo que el Partido
Celestial ha ganado ciento ocho elecciones seguidas.
Las ciento ocho que se han celebrado. Sólo porque
Satán haya ganado popularidad en los últimos meses no
significa que vaya a derrocar al Partido Celestial.

VENDEDOR
Partido Celestial no gustar a mí. Querer meter en la
cárcel sólo por vender cosas.

POLY
No. Querer meter en la cárcel por vender mercancía
robada.

VENDEDOR
¡Ser robada pero ser mía!

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