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as drogas —naturales y como la causal del conflicto urbano
sintéticas— han estado inmersas que se vive en las ciudades de
en el desarrollo de las culturas nuestro país, sino como una de las
y las sociedades a lo largo de la demandas comerciales que más le
historia. El avance y desarrollo de la ha posibilitado el lucro y la toma
Medicina como ciencia es muestra de poder a las bandas criminales al
de la interacción constante de una margen de la ley.
cultura con los diversos químicos que
componen el mundo; de igual modo, Esta densa y oscura realidad
el desarrollo de la Medicina también logra contemplarse en Balas por
ha estado ligado a la barbarie, la encargo: vida y muerte de los sicarios
guerra y la violencia, muestra de en Colombia, del periodista Juan
ello es el origen y el desarrollo de Miguel Álvarez, investigación que
la neurociencia, logrado a través resulta ser una contribución novedosa
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de los laboratorios y centros de al entendimiento del conflicto urbano
concentración nazi. que se ha desarrollado desde los
últimos veinte años en la capital
Sin embargo, para Colombia
risaraldense, que pone de relieve los
las drogas han representado a lo
principales actores de la violencia
largo de todo el siglo xx la causa
urbana de la ciudad: los sicarios.
de un sinnúmero de fenómenos
sociales como el conflicto urbano, Desde el libro No Nacimos
la delincuencia y la criminalidad; pa Semilla de Alonso Salazar
fenómenos que, a su vez — y al igual ([1990) 1993) y la obra de Carlos
que la Medicina—, se han tornado Mario Pereira (2007), Con el diablo
en temas de investigación por parte adentro, no se veía una investigación
de la Sociología, la Antropología, la interdisciplinar entre la Antropología
Historia y el Periodismo, pero que Social y la Historia que narrara la
poco han servido para dar plausibles violencia urbana desde un lenguaje
soluciones a estas problemáticas. tan ilustrativo y fiel de una realidad
densa, oscura y silenciosa como lo
No obstante, la droga no puede
hace Juan Miguel Álvarez.
ser —deliberadamente— considerada
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DOI: 10.17533/udea.espo.n48a15
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