Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
La idea central del concilio “koinonia” es tenida en gran honor. Hay un reconocimiento
claro de oriente y occidente.
Hablar de comunión nos lleva a pensar en una unión con Dios por medio de Jesucristo
en el E.S. Esa comunión se da de modo práctico en la palabra de Dios y en los
sacramentos como apertura a la vivencia de la gracia.
Esta comunión se empieza a vivir por el encuentro con la palabra, se acoge *la fe.
No se entiende la idea de comunión sin la palabra de Dios.
Y luego se vive a través de los sacramentos como apertura a la gracia de Dios.
El bautismo es la puerta y fundamento de la comunión con Cristo en la Iglesia. Esta
experiencia se convalida, revalida y nutre en la eucaristía.
Ratzinger en 1986, decía, surgió así una eclesiología eucarística, llamada eclesiología
de comunión (sinónimos) (Esta eclesiología de comunión llego a ser el corazón de la
doctrina eclesiológica del CVII. El elemento nuevo fue recordar una verdad olvidada de
los primeros siglos, que el concilio quiso dar.
En Redentoris Mater, afirmaba el papa JP II, que la Iglesia es una cuasi prolongación de
la encarnación del verbo. Por tanto no se puede entender la iglesia sin el misterio de la
encarnación.
La Iglesia es un misterio de comunión, existe para unir a los hombres con Dios. Es la
iglesia congregada que se une en Jesucristo y se sobrepone al acontecimiento
dramático de Babel. Pues es la posibilidad de un adecuado entendimiento de los
hombres porque surge de Dios.
Así como en la asamblea del Sinaí, Dios se hace consanguíneo con los hombres, así la
iglesia es el espacio donde los hombres se hacen consanguíneos entre sí y gracias a y
con Dios.
Koinonia es un conjunto de relaciones nuevas que a partir del bautismo unen a los
cristianos con Dios, y de los cristianos entre sí.
En el AT.
Descubrimos que la intención de todo sacrificio y de la comida sacrificial era unir a los
hombres con Dios. El modo de unirse con Dios era el sacrificio.
Así aparece la palabra “kaburah”, la que expresa la comunión con Dios que es iniciativa
divina. Existe la posibilidad de un encuentro del hombre con Dios.
En el N.T.
La comunión aplicada a la iglesia tiene que ver con la fracción del pan.
En Hechos
En el texto de Hch, muestra una comunidad que vive en torno a la doctrina, la oración,
la fracción del pan y todo esto se concreta en un afecto común - koinonia - no es solo
una experiencia afectiva sino real de compartir los bienes, de poner en común las
cosas, no solo es una solidaridad humana sino una experiencia teologal.
En San Juan.
Jn1, 1/ 4
En Juan lo propio del cristiano es permanecer en el amor del padre y del hijo. La
parábola de la vid y los sarmientos es expresión de ese dinamismo. Unidos con
Jesús, con el Padre. Cuando se da la comunión con Cristo, los discípulos hacen la
experiencia de la comunión trinitaria.
Y desde ahí se forma la unión entre los creyentes.
Por tanto esta comunión con Cristo, y trinitaria, se tiene que manifestar a través
del cumplimiento de los mandatos de Jesús.
Jn 17, 23.24
1 Jn 4, 12
La comunión con Cristo y con el Padre lleva al cumplimiento de los mandatos de Jesús
que se puede realizar solo con el poder el E.S.
Tillar afirma que, el Cap. 17 de San Juan, nunca habla en sí de tener la koinonia y la
comunión, sino que habla de ser uno. Que todos sean uno.
Este ser uno, debe ser considerado como el gran texto revelado sobre la profundidad
interior de la comunión que se consigue solo en la iglesia de Dios porque la gesta Dios.
Por tanto la finalidad de la iglesia es esta comunión que significa ser uno.
La unidad de los discípulos no tiene su fuente más que en Dios, y no puede derivar
más que del Padre.
Tiene su origen en la comunión de inmanencia recíproca entre el Padre y el Hijo.
Esa es la esencia de la comunión.
Jn 17, 14
Jn 17, 16
Jn 17, 18 / 21 /23
En conclusión:
La adhesión a Jesucristo.
Se da por medio de la adhesión a las enseñanzas de los apóstoles.
Se consolida en la vivencia de los Sacramentos.
Y se expresa entre otras formas mediante la caridad intra-eclesial, solidaridad, etc.
Por acción de Dios, por la palabra y amor de Cristo es llamada, reunida e invitada a
participar de la santidad de Dios.
Y para esto recibe esta fuerza divina en el bautismo, eucaristía y perdón de los
pecados.
Esta comunidad se realiza mediante la koinonia. Es decir que en esta comunidad la
fuerza de la vida divina fluye y hace que se experimente como una. Así vive una
unidad que proviene de la vida divina. Y ese ser una, es una de las expresiones de
la comunión.
Luego aparecen en la patrística algunas expresiones, que son modos que hablan de
una comunión profunda:
Así, estos términos, expresan el ser más profundo de la iglesia. Son términos que se
van utilizando en diversos autores para poder expresar lo que la iglesia es.
Sentido Eucarístico: En el siglo II, aparece un vocabulario comunional. Cada vez que
se hable de comunión se va a relacionar esto con la eucaristía. La koinonia se va a
entender como comunión con los hermanos en el Señor. Ella será posible por la
eucaristía.
Sentido eclesial: La koinonia indica los vínculos de amor que se gestan en la iglesia.
Así koinonia se refiere fundamentalmente a los vínculos de amor que se dan entre
el obispo y los fieles. O entre los obispos entre sí. O entre los fieles.
Esta dimensión eclesial, se trabaja ahí donde se siguen normas del bautismo,
donde se sigue en la reconciliación con la Iglesia. Paz cum eclesia. Este sentido
eclesiológico de koinonia, también supone el cristológico y pneumatológico.
Muchas cosas cambian en la iglesia. La iglesia deja de ser perseguida. Con Constantino,
es lícita. Y con Teodosio, se convierte en religión oficial.
En ese sentido el pueblo de Dios será el populus cristianus. Ello supondrá un serio
cambio en las posiciones de las cosas. En tal sentido hablar de este pueblo de Dios,
significa que la iglesia es el pequeño rebaño que la iglesia tiene que proteger. Y será
@se;ora@, emperatriz, etc.
La iglesia que tenía un gran sentido escatológico, veía su salvación como una salvación
que tenía que ver con la eternidad, ahora empieza a mirar más lo temporal. Se va a ver
seducida por las cosas temporales, paulatinamente va a perder un poco la vivencia de
lo escatológico y a mirar más lo temporal. No es que se pierda lo escatológico, pero va
a mirarse más el aspecto temporal. Se va a conservar los 3 sentidos previos de la
koinonia, pero va a nacer un nuevo sentido.
Cirilo en su obra contra Nestorio 4,5. Afirma que la iglesia es el cuerpo de Cristo en
nosotros y nos vincula en la unidad. Somos conducidos a la unidad con Cristo y con
los otros. La comunio pasa por la theiosis.
Se le llama Koinonia, y es tal, pues que con ella entramos en comunión con Cristo y
luego en comunión unos con otros. La comunión siempre parte de una vertiente
vertical.
San Agustín
En el sermón 71, señala que el Padre e Hijo han querido que nosotros entrásemos en
comunión con nosotros mismos y con ellos. Y esto por medio de aquel que es común a
ellos, el ES. Y unirnos por medio de este don que ellos poseen juntos. Es en él que
nosotros somos reconciliados con la divinidad.
Este ES, hace que la comunión se vea como sacramento de unidad en el Espíritu. Desde
la unión con Cristo, por y en el E.S., se hace posible la comunión fraterna.
Romano Guardini, después de las dos guerras, suelta la frase: del despertar de la
iglesia en las almas. Él trabaja en el mundo juvenil universitario y descubre que lo que
más ayuda en la recuperación moral de Alemania es la experiencia comunitaria
cristiana. Pero ve que esta experiencia se va dando en otros ámbitos de la iglesia,
sobretodo en la acción católica.
Ante ello Guardini habla del “despertar de la vivencia comunitaria”. Expreso la realidad
que se iba viviendo. Dejo de ser un lugar de solo consumo sacramental y paso a ser un
lugar y espacio para vivir. Fue pues una frase que expreso una realidad que se vivía. Se
redescubre la Iglesia, y ello lleva a la toma de conciencia de un deseo. Es bueno vivir
esta comunión. Es el ES el que gesta esa unidad. Todo esto hizo que se vaya
descubriendo la importancia de la unidad interior o espiritual.
En tal sentido es importante descubrir que esta experiencia no fue solo de la Iglesia,
sino de alguna manera también esto se fue dando en otras confesiones cristianas.
Desde esta experiencia comunitaria va a ser importante el trabajar y vivir la
experiencia de comunión.
Empezó a ser una vivencia y todo ello llegó a pesar. Primero solo hubo una sensibilidad
para encontrarse, pero luego de la 2da guerra ello se vio reforzada por estudios, de
forma que lo que estamos viviendo es lo que la iglesia siempre fue.
A partir de los años 30 De Lubac, Congar, etc. Empiezan a pensar en la comunión como
categoría eclesiológica. La Koinonia será la categoría complexiva que explica el ser de
la iglesia. No será solo una noción explicativa, sino va a ser la noción que expresa
mejor el acontecer del siglo XX.
El periodo entre las dos guerras, será el periodo de la reflexión. De Lubac, Congar,
Danielu, hurgan en la revelación. Guardini, Rahner, etc. Van a ser teólogos que
redescubren la importancia de la comunión, koinonia, como categoría eclesiológica.
Va a surgir con fuerza la teología kerigmática. Karl Barh será quien más insista en la
palabra. Se reclama el carácter absoluto de la palabra. La palabra relativiza toda
institución incluida la misma iglesia en su aspecto institucional.
Henry de Lubac, enriquece todo esto con una nueva sensibilidad. En su obra Corpus
Místico, ayuda al redescubrimiento de la unión de la iglesia con la eucaristía. Un
tratamiento de la unidad eclesial que proviene de la eucaristía. Pensar cualquier
intento de unidad eclesial pasa por la eucaristía.
Los ortodoxos van a contribuir mucho en este redescubrimiento, sobre todo los
teólogos rusos. Ellos ven la comunión desde la teología de la “sobornost”. La definición
más cercana es la conciliaridad en el señor. Se trata de la comunión fraterna animada
por el Espíritu del Señor. Tenemos algunos nombres como: Chomiakov, Bulgakof,
Afanassiaef (Maestro de Zizoulas). Que desarrollan esta teología.
En ese sentido se van a gestar los esfuerzos ecuménicos. La 1era intención fue poner
en común algunos temas y entre ellos el de la comunión. Surge una sensibilidad
ecuménica y en ella son relevantes los franceses Congar y Cerfaux. Para expresar esta
comunión eclesial, ellos utilizan dos categorías:
Comunión, koinonia.
Y por otra pueblo de Dios, como categoría que ayuda a afirmar el aspecto
comunional de la iglesia.
Años 50 - 60.
Van a crear una sensibilidad teológica en relación con la iglesia. Van a ser años donde
el tema teológico fundamental será la iglesia, que es vista como:
Sacramento de salvación.
Misterio de comunión.
Modelo de la comunión.
La iglesia se va a ver como una realidad no solo cerrada en sí, la idea de comunión la
hace trascender en su misión. Empieza a ser entendida como una realidad con origen
sobrenatural, con un fin sobrenatural y así se va acercando al CV II.
En esta época se rescata la religiosidad popular. Sin bien es cierto que esta visión la
llevan adelante ciertas teologías de la liberación, también surgen sesgos ideológicos,
buscándolo resolver como una vivencia alternativa.
Luego del 1er periodo de años entusiastas, viene una preocupación más serena, como
entender la iglesia al interior de lo institucional.
Pasada esa primera efervescencia, es bueno remarcar que nunca se pensó en una
iglesia, como paralela, popular sin jerarquía, etc.
Es así que el tema de la comunión sobre todo desde la 2da mitad de los 80 y pasando
por los 90, es un tema que entra con mucha paz en la vida eclesial. La eclesiología hoy
se ve y se vive fundamentalmente desde este misterio de comunión. Que nadie hoy
mira mal.
Desde 1927, se dio una experiencia de nivel ecuménico. Surgió un organismo llamado
Fe y Constitución. Su fin era restablecer la comunión entre las iglesias. Con la consigna
de que no es posible seguir al Señor estando separados. Todo esto da lugar a
encuentros que van a devenir en el Consejo Ecuménico de las Iglesias. En 1935, nace el
consejo ecuménico de las iglesias.
Todo esto va a dar surgimiento del movimiento ecuménico. Que no es otra cosa sino
un impulso serio y decidido para intensificar la comunión y convertirla en una
estrategia en la relación común entre las iglesias. Así, se reflexiona sobre el sentido de
la comunión. Se buscaba temas comunes que podían hacer más fácil el acercamiento
de las comunidades cristianas.
CV II.
Es importante señalar luces y sombras de CV II. Para algunos tuvo mucha acogida y la
eclesiología de comunión se ha implantado como la conciliar, pero uno no puede ser
tan optimista.
Toda la importancia deriva de su conexión con Cristo. Sin Cristo la Iglesia pierde su
razón de ser. (No es una ONG). La Iglesia es desde el concilio pueblo de Dios, cuerpo de
Cristo, etc. Y ello ayuda a intentar comprender mejor el misterio de la Iglesia. No se
puede sustituir esta visión por una visión sociológica, unilateral de la Iglesia. Hay que
mirarla siempre desde Jesucristo, y desde ahí se abre el horizonte escatológico. Abierta
a lo trascendente. Ello evita reduccionismos y particularismos.
Es afirmar que la trinidad entra a través de Cristo en relación con el cristiano, y en ese
sentido surge la vocación a la santidad. Es una experiencia teologal. Esa experiencia es
una llamada a una vivencia coherente que se hace respuesta a ese don de amor, ese
esfuerzo de permanecer en el amor recibido, cooperación en la gracia y esfuerzo del
hombre. Es la santidad. Cumplimiento de los deseos más profundos del ser humano.
En ese sentido se invita a que la iglesia aprenda a vivir de la palabra de Dios y plasme
su vida desde esa palabra de Dios. La evangelización se inscribe como la naturaleza de
la iglesia. Ella vive para evangelizar. La evangelización hace a la iglesia misionera. Es el
primer oficio para todos, Ver Evangeli Nuntianti 14.
Así, la teología se inscribe como algo necesario en la vida de la iglesia, pero algo
necesario en orden a proponer el camino de la santidad. Hablar de eclesiología de
comunión es hablar de una reflexión teológica que apunta a descubrir la grandeza del
ser y hacer eclesial. Pero al mismo tiempo constituye la oportunidad de afirmar lo que
supone la conexión cristiana. Y toda la teología es una comprensión más profunda de
la fe y ello lleva necesariamente a la búsqueda de la santidad.
Los sacramentes y la palabra son los dos canales para vivir la comunión trinitaria. Por
tanto hablar de comunión no es cuestiones organizativas. Es primero afirmar esa
verticalidad, esa experiencia teologal que genera comunión. Obra que el Señor realiza
a través de la palabra y los sacramentos. Luego vendrá todo lo organizativo. Así la
eclesiología de comunión es el fundamento para el orden de la iglesia pero no es
simplemente una disciplina eclesial. La eclesiología de comunión es útil para la relación
entre unidad y pluriformidad en la iglesia.
3.4 Unidad y pluriformidad.
La Iglesia es una y única, en cuanto ella es sacramento, por tanto signo e instrumento
de la unión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. Es signo e instrumento
de unidad, reconciliación, paz, y ello a través de la unidad de los sacramentos y de la
comunión jerárquica. Es el pueblo mesiánico del que habla LG 9.
Pero hay otro elemento. Esta iglesia que es una, única, universal, es animada por el
único ES que obra en muchos suscitando variados dones y variados carismas. En la
teología oriental fue importante trabajar lo uno y lo múltiple. Viendo ambas como
suscitadas por el E.S. Una Iglesia y distintos carismas, ministerios, dones, etc. La Iglesia
única es una iglesia adornada por diversos carismas y ministerios: pastores, profetas,
curadores, etc.
Petrino: Unidad.
Paulino: Misión - diversidad.
Jacobino: Tradición.
Joánico - Mariano: amor, fidelidad a Cristo.
3.5 Colegialidad.
En el siglo XX surgió una institución que cobró fuerza que son las conferencias
episcopales. Es el conjunto de obispos unidos por una región. Recogido por el CV II.
Son una realización del afecto colegial. Más que una expresión jurídica, son una
expresión del afecto colegial. No se duda de su aspecto pastoral. Pero en el modo de
proceder puede haber pluriformidad. Por ello hay estatutos, etc. Lo importante es la
búsqueda del bien de la Iglesia.
Las conferencias episcopales están al servicio de la comunión eclesial, y desde el
aspecto colegial toman forma de la colaboración pastoral en una determinada nación o
región.
Colegialidad exactamente solo es la de los obispos. Sin embargo hay otros conceptos
que no son iguales pero que de alguna manera están emparentados y los van
entendiendo como colegialidad. Pero es corresponsabilidad.
Es responsable junto con otros siempre en estrecha relación con la jerarquía, que es el
principal responsable de la iglesia.
La eucaristía es el signo claro de esa acción divina que va generando unidad. Ese
misterio es el fundamento de la distinción dentro de la misma iglesia, por eso es
interesante notar que la consideración de la iglesia como pueblo de Dios viene después
del misterio de la iglesia y antes de la jerarquía. Es una ubicación intencional.
Jn 3, 5 -6
Este nuevo pueblo de Dios está constituido en orden a un testimonio común ante los
hombres.
1 P 2, 9 – 10
LG 13
Cada parte singular de este pueblo ofrece sus propios dones a las otras partes
singulares y a toda la iglesia. De este modo el todo y las partes singulares crecen con el
aporte de todos. Y tienden a la comunión de la unidad. En esa concepción de unidad el
principio trascendente es distinguible por sus frutos.
El ES queda libre de actuar más allá de cualquier expresión histórica. No está limitado,
ni condicionado a una determinada expresión histórica. Sin embargo actúa con una
expresión histórica la iglesia católica. Podría actuar fuera de la Iglesia.
Surge así la catolicidad. La unidad católica es fruto del E.S. En ese sentido fue
importante el famoso “subsisten in” de LG 8. Como reconocimiento de la acción del ES
fuera de la Iglesia, pero con la certeza firme que la acción del ES se da en la Iglesia.
“Est”:
La iglesia es única, y sobre esta tierra está presente en la Iglesia católica. Si bien fuera
de ella se encuentran elementos eclesiales.
“Subsistem In”:
La iglesia de cristo se hace presente, subsiste en (subsisten in) la iglesia católica. Pero
esa permanencia no es exclusiva. Se da una participación en la realidad católica
producida por el ES. Pero se puede encontrar fuera de los límites visibles de la Iglesia
católica.
UR 4.
El Concilio afirma que la iglesia conserva los medios de salvación y las propiedades
inalienables. Pero reconoce que la unidad de la católica se hace presente en diversa
medida en algunas otras comunidades que conservan ciertos elementos. Por eso la
iglesia universal es una comunión en varios niveles de plenitud.
La iglesia es más que un conjunto de gente que tiene una fe más o menos igual en
Cristo. La cuestión de unidad de la iglesia ayuda a comprender que la unidad católica
es fruto del ES, inseparable y que se expresa en la iglesia. Por eso la iglesia está abierta
a la libertad del ES. La iglesia será más una, católica, universal, en la medida que se
abre a la acción del ES y discierna los signos del ES.
La unidad de la católica es gracia que libera, que ayuda a salir de uno mismo, gracia
que une, nunca es obstáculo siempre es posibilidad de una mejor vivencia al don de ES.
La Iglesia Católica es un misterio de unidad suscitada y alimentada por el único ES. Que
se hace presente suscitando la unidad y diversidad de los carismas y funciones. ¿Cómo
mantener esa unidad?
Eucaristía será aquel elemento que mantiene, promueve, genera la unidad eclesial. En
la perspectiva de la eclesiología eucarística, que parte de los padres, y mira a la iglesia
desde la eucaristía. La multiplicidad y unidad se corresponden en la unidad del cuerpo
de Cristo. Esta unidad y multiplicidad del cuerpo de cristo eclesial, tiene analogía con el
cuerpo sacramental de Cristo.
El cuerpo de Cristo es único, y por ello en el único cuerpo de Cristo hay una comunión
eclesial, una única iglesia de Dios. Así, cada asamblea eucarística tiene identidad con
las otras comunidades que celebran la eucaristía. Una comunidad que celebra la
eucaristía en lima, tiene identidad con las demás. Ello es porque todos en la misma fe
celebran el mismo memorial. Único memorial celebrado por todas.
Así, ese mismo memorial, celebrada por todas. Hace que todas coman el mismo
cuerpo y participen del mismo cáliz. Y comiendo del mismo pan y del mismo cáliz,
celebrando el mismo misterio, se hacen el mismo y único cuerpo de Cristo.
Cada comunidad que celebra es una verdadera iglesia eucarística bajo la presidencia
de un obispo. En tal sentido es importante recordar una expresión de un oriental
llamado Afanassief: “La eclesiología eucarística es la forma más antigua de la
autoconciencia de la iglesia”. Es decir la iglesia toma conciencia de ser iglesia en la
eucaristía. Esa eclesiología tiene que iluminar cualquier concepción de iglesia universal.
Por tanto la unidad de la iglesia no resulta de la suma de las partes. Es el misterio que
se hace presente totalmente en cada uno y en cada comunidad cristiana. Puede haber
pluralidad de manifestaciones pero permanece una. Ello no destruye la unidad sino
que integra, conserva la unidad de la iglesia de Dios en Cristo.
El que haya más o menos, no cambio o afecta la unidad de la iglesia. Variara el nro. de
sus manifestaciones, pero la iglesia no cambia. Ello porque el universalismo de la
iglesia es intrínseco. Que tendrá manifestaciones extrínsecas.