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II. ECLESIOLOGÍA DE COMUNIÓN.

1. La comunión, categoría fundamental de la eclesiología posconciliar.

La idea central del concilio “koinonia” es tenida en gran honor. Hay un reconocimiento
claro de oriente y occidente.

Desde el CVII se ha hecho mucho para hablar de comunión. Se trata de que se


considere a la iglesia como comunión. Pero conviene precisar que significa la palabra
comunión.

Algunos entienden la comunión como forma de globalización, democracia, etc. Pero


comunión nos habla de una realidad teologal, acción de Dios en el ser humano.

Hablar de comunión nos lleva a pensar en una unión con Dios por medio de Jesucristo
en el E.S. Esa comunión se da de modo práctico en la palabra de Dios y en los
sacramentos como apertura a la vivencia de la gracia.

 Esta comunión se empieza a vivir por el encuentro con la palabra, se acoge *la fe.
No se entiende la idea de comunión sin la palabra de Dios.
 Y luego se vive a través de los sacramentos como apertura a la gracia de Dios.
 El bautismo es la puerta y fundamento de la comunión con Cristo en la Iglesia. Esta
experiencia se convalida, revalida y nutre en la eucaristía.

1.1 La eclesiología de comunión es eucarística.

Ratzinger en 1986, decía, surgió así una eclesiología eucarística, llamada eclesiología
de comunión (sinónimos) (Esta eclesiología de comunión llego a ser el corazón de la
doctrina eclesiológica del CVII. El elemento nuevo fue recordar una verdad olvidada de
los primeros siglos, que el concilio quiso dar.

La iglesia es comunión en cuanto que es fruto de la encarnación del verbo. Y él único


fin es la comunión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí.

En Redentoris Mater, afirmaba el papa JP II, que la Iglesia es una cuasi prolongación de
la encarnación del verbo. Por tanto no se puede entender la iglesia sin el misterio de la
encarnación.
La Iglesia es un misterio de comunión, existe para unir a los hombres con Dios. Es la
iglesia congregada que se une en Jesucristo y se sobrepone al acontecimiento
dramático de Babel. Pues es la posibilidad de un adecuado entendimiento de los
hombres porque surge de Dios.

Así como en la asamblea del Sinaí, Dios se hace consanguíneo con los hombres, así la
iglesia es el espacio donde los hombres se hacen consanguíneos entre sí y gracias a y
con Dios.

Koinonia es un conjunto de relaciones nuevas que a partir del bautismo unen a los
cristianos con Dios, y de los cristianos entre sí.

 Dimensión vertical. Une a los hombres con Dios.


 Dimensión horizontal. Une a los hombres entre sí.
1.2 La comunión en la SSEE.

En el AT.

Descubrimos que la intención de todo sacrificio y de la comida sacrificial era unir a los
hombres con Dios. El modo de unirse con Dios era el sacrificio.

Participar de un banquete sacrificial mostraba la intención de aquel que participaba de


querer compartir la vida divina. / Sacrificio de comunión.

Así aparece la palabra “kaburah”, la que expresa la comunión con Dios que es iniciativa
divina. Existe la posibilidad de un encuentro del hombre con Dios.

En el N.T.

La comunión aplicada a la iglesia tiene que ver con la fracción del pan.

En Hechos

Hch 2, 42 / 46 muestra que la comunión va ligada a otras dimensiones de la vida


eclesial por ejemplo con la oración, con el compartir los bienes, con una doctrina que
se comparte, pero sobre todo con la fracción del pan. Configuradora de la comunión
de la iglesia.

En el texto de Hch, muestra una comunidad que vive en torno a la doctrina, la oración,
la fracción del pan y todo esto se concreta en un afecto común - koinonia - no es solo
una experiencia afectiva sino real de compartir los bienes, de poner en común las
cosas, no solo es una solidaridad humana sino una experiencia teologal.

Esta unidad es la característica fundamental de la iglesia. Así es la comunión con los


apóstoles que lleva a dirigirse a Dios vivo en la oración. Esa comunión con los apóstoles
genera constancia y perseverancia en la enseñanza. Así hay que tener en cuenta un
elemento interesante:

Aparece la enseñanza de los apóstoles.

 Todo empieza por la conversión de la mente, la doctrina forma el pensamiento.


 Y desde ahí se vive una experiencia orante.
 La cual desemboca en la eucaristía, y su efecto la vivencia fraterna.
El hilo transversal es la perseverancia y constancia en la fracción del pan y koinonia.
Esta comunión supone también una comunión disciplinar.

En esta experiencia comunional, la eucaristía se configura como el centro de la vida


eclesial. La eucaristía es la fuente interna de la comunión para el creyente. Sera
generadora de comunidad. Y así unirá comunión y comunidad.

 Comunión se entenderá mas como sacramento.


 Comunidad tendrá que ver más con la dimensión social.

Y ambas se van a unir en el término koinonia.

Hay una dimensión vertical que fundamenta la experiencia teologal. El referente es


Jesucristo. La comunidad eclesial mira a Jesucristo, y desde él se entiende todo, desde
ahí surge una espiritualidad de la comunión.

Ratzinger decía: Comulgar no es un acontecimiento grupal específico de una


comunidad, sino que es misión, representación, ir a los otros, a los que están fuera.

La comunión desde Hechos, supone comunión en la doctrina, disciplina, eucaristía y


misión.

En San Juan.

Juan se va a preocupar de la fuente de la comunión. Es relevante el aspecto vertical,


teologal, de la comunión.

 La fuente es el anuncio del verbo de la vida.


 Cuando se recibe el anuncio los discípulos entran en comunión con los testigos del
anuncio. Y por tanto con Jesús y por medio de él con el Padre. El dinamismo de
comunión se genera por el anuncio y viene de lo alto.

Jn1, 1/ 4

 En Juan lo propio del cristiano es permanecer en el amor del padre y del hijo. La
parábola de la vid y los sarmientos es expresión de ese dinamismo. Unidos con
Jesús, con el Padre. Cuando se da la comunión con Cristo, los discípulos hacen la
experiencia de la comunión trinitaria.
 Y desde ahí se forma la unión entre los creyentes.
 Por tanto esta comunión con Cristo, y trinitaria, se tiene que manifestar a través
del cumplimiento de los mandatos de Jesús.

Jn 17, 23.24
1 Jn 4, 12

La comunión con Cristo y con el Padre lleva al cumplimiento de los mandatos de Jesús
que se puede realizar solo con el poder el E.S.

Tillar afirma que, el Cap. 17 de San Juan, nunca habla en sí de tener la koinonia y la
comunión, sino que habla de ser uno. Que todos sean uno.

Este ser uno, debe ser considerado como el gran texto revelado sobre la profundidad
interior de la comunión que se consigue solo en la iglesia de Dios porque la gesta Dios.
Por tanto la finalidad de la iglesia es esta comunión que significa ser uno.

Esta unidad no consiste en un vínculo de amor en los discípulos,... para el evangelio de


Juan:

 La unidad de los discípulos no tiene su fuente más que en Dios, y no puede derivar
más que del Padre.
 Tiene su origen en la comunión de inmanencia recíproca entre el Padre y el Hijo.
Esa es la esencia de la comunión.

Jn 17, 14

Jn 17, 16

Jn 17, 18 / 21 /23

En conclusión:

 La adhesión a Jesucristo.
 Se da por medio de la adhesión a las enseñanzas de los apóstoles.
 Se consolida en la vivencia de los Sacramentos.
 Y se expresa entre otras formas mediante la caridad intra-eclesial, solidaridad, etc.

Con respecto a la comunión, hay un nivel ontológico, y un nivel existencial:

 Hechos muestra la cara exterior de la comunión. La oración, la doctrina, la


disciplina, la misión, la solidaridad, pero sobretodo la eucaristía.
 Juan muestra la esencia interior de la comunión. Ser uno, es decir participar de la
Inmanencia recíproca entre el Padre y el Hijo, gracias al don del E.S.
1.3 La comunión en la tradición patrística.

Los padres de la iglesia permanecieron fieles al uso neo testamentario de la koinonia.


En los primeros 3 siglos la iglesia se entiende como misterio.

Y así la iglesia tiene conciencia de ser una comunidad que:

 Por acción de Dios, por la palabra y amor de Cristo es llamada, reunida e invitada a
participar de la santidad de Dios.
 Y para esto recibe esta fuerza divina en el bautismo, eucaristía y perdón de los
pecados.
 Esta comunidad se realiza mediante la koinonia. Es decir que en esta comunidad la
fuerza de la vida divina fluye y hace que se experimente como una. Así vive una
unidad que proviene de la vida divina. Y ese ser una, es una de las expresiones de
la comunión.

En esa dimensión la iglesia se experimenta como cuerpo de Cristo. Unidad espiritual


con Cristo. Es una unidad espiritual muy estrecha. Los cristianos se pueden llamar
miembros de esta iglesia, miembros de Cristo. La imagen del cuerpo de Cristo será una
imagen fundamental para la iglesia patrística. La iglesia se concibe como cuerpo de
cristo sin especificación. La noción de koinonia se edifica con ese término.

Luego aparecen en la patrística algunas expresiones, que son modos que hablan de
una comunión profunda:

 Sinfonía una única voz en la doctrina, alabanza.


 Eirene. Vinculo que produce la paz.
 Ágape. Lo que une es el amor reciproco, la búsqueda del bien.
 Paz, fraternidad.
 Concordia, un solo corazón.
 Corpus, mismo cuerpo.
 Societas, no es la sociedad perfecta, es el modo de hablar de una unión de amor,
sociedad conyugal. Unidad.

Así, estos términos, expresan el ser más profundo de la iglesia. Son términos que se
van utilizando en diversos autores para poder expresar lo que la iglesia es.

La koinonia en la patrística, tiene 3 sentidos:


 Sentido Cristológico: Es el sentido de la koinonia más presente en los primeros
siglos, sobre todo en los padres griegos. Significa afirmar que comunión se está
afirmando sobre todo como comunión con Cristo. Ireneo será el principal
representante. Él en su obra “Adversus Hereses”, repite 80 veces el término
koinonia. Comunión con Cristo en el E.S. Toda la historia de la salvación va a ser
una introducción progresiva en la comunión con Dios que solo será posible en la
comunión con Cristo.

 Sentido Eucarístico: En el siglo II, aparece un vocabulario comunional. Cada vez que
se hable de comunión se va a relacionar esto con la eucaristía. La koinonia se va a
entender como comunión con los hermanos en el Señor. Ella será posible por la
eucaristía.

Claro que la koinonia, trasciende el momento eucarístico. Ello no significa


únicamente el momento en el cual se celebra la eucaristía. La comunión eucarística
está inserta en la obra redentora de Cristo.

 Sentido eclesial: La koinonia indica los vínculos de amor que se gestan en la iglesia.
Así koinonia se refiere fundamentalmente a los vínculos de amor que se dan entre
el obispo y los fieles. O entre los obispos entre sí. O entre los fieles.

Koinonia es el modo de hablar entre sí. En este sentido está iluminis se va a


expresar en las reglas referidas al bautismo, a la reconciliación y a la hospitalidad
eucarística.

Esta dimensión eclesial, se trabaja ahí donde se siguen normas del bautismo,
donde se sigue en la reconciliación con la Iglesia. Paz cum eclesia. Este sentido
eclesiológico de koinonia, también supone el cristológico y pneumatológico.

Así encontramos 3 acentos de afirmar la koinonia.


1.4 La comunión a partir del siglo IV.

Muchas cosas cambian en la iglesia. La iglesia deja de ser perseguida. Con Constantino,
es lícita. Y con Teodosio, se convierte en religión oficial.

En ese sentido el pueblo de Dios será el populus cristianus. Ello supondrá un serio
cambio en las posiciones de las cosas. En tal sentido hablar de este pueblo de Dios,
significa que la iglesia es el pequeño rebaño que la iglesia tiene que proteger. Y será
@se;ora@, emperatriz, etc.

La iglesia que tenía un gran sentido escatológico, veía su salvación como una salvación
que tenía que ver con la eternidad, ahora empieza a mirar más lo temporal. Se va a ver
seducida por las cosas temporales, paulatinamente va a perder un poco la vivencia de
lo escatológico y a mirar más lo temporal. No es que se pierda lo escatológico, pero va
a mirarse más el aspecto temporal. Se va a conservar los 3 sentidos previos de la
koinonia, pero va a nacer un nuevo sentido.

 El sentido pneumatológico. Comunión en el ES, como respuesta a la tendencia


materialista. La comunio empieza a verse en oriente como theiosis, divinizacion…

Cirilo en su obra contra Nestorio 4,5. Afirma que la iglesia es el cuerpo de Cristo en
nosotros y nos vincula en la unidad. Somos conducidos a la unidad con Cristo y con
los otros. La comunio pasa por la theiosis.

Somos conducidos a la unidad con él y con nosotros. Nosotros todos recibimos un


mismo espíritu y somos reunidos los unos con los otros en Dios. Reúne muchos
espíritus distintos en la unidad con él.
En esa época, va a ser importante el planteamiento de diversos autores:

San Juan Damasceno.

Se le llama Koinonia, y es tal, pues que con ella entramos en comunión con Cristo y
luego en comunión unos con otros. La comunión siempre parte de una vertiente
vertical.

En el siglo IV, se unen algunos términos para hablar de comunión:

 Homo-fonía: La misma voz


 Homo-psiquía: Igual espíritu.
 Sinapheia: Unión con complacencia, con gozo.

San Agustín

Afirma la Koinonia, ante todo en su dimensión cristológica.

En el sermón 71, señala que el Padre e Hijo han querido que nosotros entrásemos en
comunión con nosotros mismos y con ellos. Y esto por medio de aquel que es común a
ellos, el ES. Y unirnos por medio de este don que ellos poseen juntos. Es en él que
nosotros somos reconciliados con la divinidad.

Afirma también que la comunión de los fieles brota de la comunión trinitaria


(experiencia teológica). La caridad substancial y consubstancial es el ES. Y es el ES
quien produce la comunión eclesial.

Este ES, hace que la comunión se vea como sacramento de unidad en el Espíritu. Desde
la unión con Cristo, por y en el E.S., se hace posible la comunión fraterna.

Agustín es importante por la eclesiología eucarística de comunión. Eclesiología de


comunión es lo mismo que eclesiología eucarística.

Agustín señala que el origen trascendente de la comunidad cristiana es la celebración


de la eucaristía. Ella inserta a la comunidad en un origen trascendente. Lo más
importante no es solo el hecho de la reunión de creyentes, ni el orar juntos, ni el
profesar la misma fe, lo propio es tomar parte en el cuerpo y sangre de Cristo. Y ello es
lo que efectivamente constituye la comunión. Si la iglesia es una, es esencialmente por
la eucaristía. Por el tomar parte en el cuerpo y sangre de Cristo.
SI quieres entender lo que es el cuerpo de Cristo, escucha al apóstol: 1 Cor 11, 25.
"ustedes son el cuerpo de Cristo y sus miembros". Lo que está en la Mesa es un signo
de ustedes mismos. Misterium vesti... Y lo que ustedes reciben es tu mismo emblema.
Así ustedes lo refrendan cuando dicen amén. Yo al decir amén refrendo que soy el
cuerpo de Cristo. Sean miembros de Cristo para responder con verdad amén.

La insistencia de Agustín es la insistencia en esforzarse por vivir la comunión para


legitimar la eucarística. Para Agustín decir cuerpo de Cristo es lo mismo que decir
cristianos. Y en San Pablo, es lo mismo que decir Iglesia.

El sacramento supone una ética, una espiritualidad de la comunión. En el Sermón 272,


dice Agustín: "somos un solo pan y un solo cuerpo" Un solo pan, formado de muchos
granos. “Sean lo que ven y reciban lo que son”. Este es el modelo que nos ha dado
Cristo. Misterio de paz y unión. Quien recibe el misterio de unidad y no tiene el vínculo
de la paz, recibe un sacramento que lo condena.

La comunión se gesta en la eucaristía. No vivirla es profanar la eucaristía. Participar de


ella rompiendo la unidad.
2. Algunos trazos del itinerario hacia la eclesiología de comunión.

El CV II postula una eclesiología de comunión, ella empieza a redescubrirse en el siglo


XX por la Novelle Teologi, que busco como fuente teológica la escritura y los padres. Y
desde ahí redescubre temáticas oscurecidas.

En ese sentido se debe poder mirar la realidad de la koinonia y el pensamiento sobre la


comunión tal como fue apareciendo en el siglo XX. Ahí se dan 3 situaciones que ayudan
al despertar de la eclesiología de comunión:

 El redescubrimiento teológico. Acogiendo el aspecto de la revelación en las SSEE y


los Padres.

 El movimiento ecuménico. No se llega a la eclesiología de comunión porque se


reflexiona teológicamente. Hay una vivencia más fuerte a los años 30 del
movimiento ecuménico. Este no surge en la Iglesia Católica, pero reclama a la
Iglesia Católica el esfuerzo por unirnos. El entrar no será irracional, sino que ha
obligado a pensar, buscar y mirar los fundamentos de ello.

 La experiencia de comunión fraterna al interior de la Iglesia sobre todo en las


postguerras. La importancia de la experiencia comunional luego del trauma de la
guerra. Se vive un asociacionismo, y de ello brota la experiencia de sentirse
hermanos y brota ir en contra del individualismo religioso de antes de la guerra.

Estos 3 elementos impulsan el redescubrimiento de la eclesiología de comunión.

La comunión de los santos expresa que la iglesia es comunión. Es la experiencia más


genuina, de ser comunión.

Sin embargo, muchas experiencias antiguas de comunión se habían abandona: como


los sínodos, etc. Pues la experiencia del 1er milenio es fuerte y fundamentalmente
comunional. En ese sentido, es importante redescubrir que la sinodalidad se perdió.

En el oriente cristiano prácticamente no se hace nada sin sínodos. No así en el


occidente, el cual en Trento intenta recuperar la sinodalidad. En ese concilio, donde se
planteó buscar sínodos cada dos años, se busca revivir la experiencia de sinodalidad
que se había abandonado. Sin embargo no hubo mucho eco a esa petición.

Romano Guardini, después de las dos guerras, suelta la frase: del despertar de la
iglesia en las almas. Él trabaja en el mundo juvenil universitario y descubre que lo que
más ayuda en la recuperación moral de Alemania es la experiencia comunitaria
cristiana. Pero ve que esta experiencia se va dando en otros ámbitos de la iglesia,
sobretodo en la acción católica.

Ante ello Guardini habla del “despertar de la vivencia comunitaria”. Expreso la realidad
que se iba viviendo. Dejo de ser un lugar de solo consumo sacramental y paso a ser un
lugar y espacio para vivir. Fue pues una frase que expreso una realidad que se vivía. Se
redescubre la Iglesia, y ello lleva a la toma de conciencia de un deseo. Es bueno vivir
esta comunión. Es el ES el que gesta esa unidad. Todo esto hizo que se vaya
descubriendo la importancia de la unidad interior o espiritual.

En tal sentido es importante descubrir que esta experiencia no fue solo de la Iglesia,
sino de alguna manera también esto se fue dando en otras confesiones cristianas.
Desde esta experiencia comunitaria va a ser importante el trabajar y vivir la
experiencia de comunión.

Empezó a ser una vivencia y todo ello llegó a pesar. Primero solo hubo una sensibilidad
para encontrarse, pero luego de la 2da guerra ello se vio reforzada por estudios, de
forma que lo que estamos viviendo es lo que la iglesia siempre fue.

Reflexión desde el campo católico.

A partir de los años 30 De Lubac, Congar, etc. Empiezan a pensar en la comunión como
categoría eclesiológica. La Koinonia será la categoría complexiva que explica el ser de
la iglesia. No será solo una noción explicativa, sino va a ser la noción que expresa
mejor el acontecer del siglo XX.

El periodo entre las dos guerras, será el periodo de la reflexión. De Lubac, Congar,
Danielu, hurgan en la revelación. Guardini, Rahner, etc. Van a ser teólogos que
redescubren la importancia de la comunión, koinonia, como categoría eclesiológica.

Reflexión en el lado protestante.

Va a surgir con fuerza la teología kerigmática. Karl Barh será quien más insista en la
palabra. Se reclama el carácter absoluto de la palabra. La palabra relativiza toda
institución incluida la misma iglesia en su aspecto institucional.

Desde la palabra se propone un modelo de iglesia como comunión. La Iglesia es la


comunión siempre naciente de los hombres que oyen y expresan la palabra de Dios. La
iglesia es convocación desde lo alto por medio del anuncio de la palabra. Debe ser vista
como un ser en Cristo.

La teología liberal protestante, habla de comunión de ideas, de conciencias, etc. Habla


más de una comunión exterior.
Ambas experiencias sumadas, tanto del lado católico como protestante, hablan de la
conciencia que la dimensión interior, se debe mostrar en lo exterior. Así surgen
estudios de la koinonia sobretodo de orden exegético.

Reacción a la Eclesiología Juridicista.

Se ve que la Iglesia es mucho más que el derecho. La Iglesia no se puede resolver


solamente en formulas jurídicas. Se da un retorno a las fuentes descubriendo el tema
del cuerpo místico. Ello se confirma en la publicación de la encíclica Mistici Corporis.

Es un documento bisagra en el sentido que intenta abrir a la eclesiología de comunión


viva, pneumatológica, etc. Pero todavía queda con el lastre de una eclesiología
juridicista.

Henry de Lubac, enriquece todo esto con una nueva sensibilidad. En su obra Corpus
Místico, ayuda al redescubrimiento de la unión de la iglesia con la eucaristía. Un
tratamiento de la unidad eclesial que proviene de la eucaristía. Pensar cualquier
intento de unidad eclesial pasa por la eucaristía.

Se va a iniciar un estudio historiográfico sobre la comunión y las estructuras de


comunión en la iglesia. Y se va a llegar al redescubrimiento de la sinodalidad y la
conciliaridad.

Los ortodoxos van a contribuir mucho en este redescubrimiento, sobre todo los
teólogos rusos. Ellos ven la comunión desde la teología de la “sobornost”. La definición
más cercana es la conciliaridad en el señor. Se trata de la comunión fraterna animada
por el Espíritu del Señor. Tenemos algunos nombres como: Chomiakov, Bulgakof,
Afanassiaef (Maestro de Zizoulas). Que desarrollan esta teología.

Este camino se desarrolla la conciliaridad mostrándose como sinfonía. Diferentes


instrumentos pero expresan una misma voz la cual profesa una misma fe. Que se
realiza en comunión fraterna impulsada con el Espíritu del Señor. En la 2da post guerra
se consolida sobre todo ...

En ese sentido se van a gestar los esfuerzos ecuménicos. La 1era intención fue poner
en común algunos temas y entre ellos el de la comunión. Surge una sensibilidad
ecuménica y en ella son relevantes los franceses Congar y Cerfaux. Para expresar esta
comunión eclesial, ellos utilizan dos categorías:

 Comunión, koinonia.
 Y por otra pueblo de Dios, como categoría que ayuda a afirmar el aspecto
comunional de la iglesia.
Años 50 - 60.

Van a crear una sensibilidad teológica en relación con la iglesia. Van a ser años donde
el tema teológico fundamental será la iglesia, que es vista como:

 Sacramento de salvación.
 Misterio de comunión.
 Modelo de la comunión.

En campo católico se entiende el aspecto comunional y se va a ligar con el sacramento


(la iglesia remite a otra realidad más honda). Es decir esta comunión tiene que ver...

La iglesia se va a ver como una realidad no solo cerrada en sí, la idea de comunión la
hace trascender en su misión. Empieza a ser entendida como una realidad con origen
sobrenatural, con un fin sobrenatural y así se va acercando al CV II.

.... Falta una parte….

En esta época se rescata la religiosidad popular. Sin bien es cierto que esta visión la
llevan adelante ciertas teologías de la liberación, también surgen sesgos ideológicos,
buscándolo resolver como una vivencia alternativa.

Periodo de los 70.

Luego del 1er periodo de años entusiastas, viene una preocupación más serena, como
entender la iglesia al interior de lo institucional.

Está claro que el concilio no quiere ir en contra de lo institucional. Entonces si no se


quiere ir en contra de lo institucional, la pregunta es cómo vivir este espíritu al interior
de lo institucional. El espíritu tiene que ir... dentro.

Empiezan a desarrollarse algunos temas particulares relacionados con la comunión.


Ella es vista como el dinamismo que debe volver a ciertas realidades eclesiales.

 Surge la idea de colegialidad, que se va a ver reforzada por la experiencia del


sínodo de los obispos, que empiezan con Pablo VI.
 Se empieza a ver con entusiasmo, hacia finales de los 70 la experiencia de Puebla.
Que expresa un deseo de una vivencia que sobrepasa lo individual y se busca la
comunión de obispos.
 Se empieza a tratar el tema de la comunión jerárquica.
 Se empieza a tratar y estudiar la eclesiología de los ministerios y de la importancia
de los ministerios en la iglesia.
 Otro tema es la iglesia diocesana o local.
 También el tema de la fraternidad sacramental que surge del orden y constituye el
presbiterio diocesano.

Pasada esa primera efervescencia, es bueno remarcar que nunca se pensó en una
iglesia, como paralela, popular sin jerarquía, etc.

La comunión se vive dentro, todo se cristaliza con el Código de Derecho Canónico.

Tercer periodo - Años 80.

Se empieza a ver a la luz de la reflexión, que lo importante no es la reflexión teórica.


Que ya queda planteado con el Nro. 1 de LG. Ahora el tema es como vivir esta
comunión. Como potenciar la experiencia de comunión en la iglesia. El intento es ver a
toda la iglesia en su misterio de comunión.

Un documento emblemático es “Cristifidelis Laici”. El Cardenal Pironio, lo dijo: misterio


de comunión para la misión. La comunión es para impulsar, es una comunión
misionera. Así se va a volver a las experiencias de pequeñas comunidades cristianas. Ya
no a pequeñas comunidades de base.

Desde Alemania se va a trabajar de una noción de la pastoral de conjunto. Un modo


concreto de la comunión será buscar la pastoral de conjunto. Buscando lo que el Señor
quiere. La pastoral será el lugar esencial para experimentar la comunión.

Es así que el tema de la comunión sobre todo desde la 2da mitad de los 80 y pasando
por los 90, es un tema que entra con mucha paz en la vida eclesial. La eclesiología hoy
se ve y se vive fundamentalmente desde este misterio de comunión. Que nadie hoy
mira mal.

Desde 1927, se dio una experiencia de nivel ecuménico. Surgió un organismo llamado
Fe y Constitución. Su fin era restablecer la comunión entre las iglesias. Con la consigna
de que no es posible seguir al Señor estando separados. Todo esto da lugar a
encuentros que van a devenir en el Consejo Ecuménico de las Iglesias. En 1935, nace el
consejo ecuménico de las iglesias.

Todo esto va a dar surgimiento del movimiento ecuménico. Que no es otra cosa sino
un impulso serio y decidido para intensificar la comunión y convertirla en una
estrategia en la relación común entre las iglesias. Así, se reflexiona sobre el sentido de
la comunión. Se buscaba temas comunes que podían hacer más fácil el acercamiento
de las comunidades cristianas.

Es así que la Iglesia Católica, va a entrar en el movimiento ecuménico, nacido en 1927,


recién en la década del 40. La idea será "el que todo sea uno para que el mundo crea".
Se busca unidad de doctrina, para ver luego posteriores acercamientos prácticos. Todo
ello lleva a reflexionar sobre la comunión.

La Comisión Teológica Internacional, en 1985, elabora un material: "Temas Selectos de


Eclesiología". Ahí hace una síntesis importante cuando habla de la teología del pueblo
de Dios. Se muestra desde la realidad evidente de que la iglesia es un sujeto histórico.
Pero trasciende lo meramente histórico. Es meta-histórico.

Así, la visibilidad en la iglesia hay que entenderla en orden a la pertenencia y a la


misión. En este documento se va a aportar a la eclesiología de comunión y se va a
relacionar la comunión en la línea patrística.

Algunos documentos que ayudan a entender esta eclesiología:

 CV II.

 Redacción final del sínodo de 1985. (Documento conclusivo). En un balance del


concilio, afirma: la eclesiología de comunión es la eclesiología del CV II.

 La exhortación apostólica post sinodal "Cristifidelis Laici", resultado del sínodo de


los obispos. Ahí se presenta toda la eclesiología de la noción de comunión. Se habla
de 3 categorías interpretativas: misterio de comunión para la misión. No es solo
sociedad perfecta, sujeto histórico, etc. Pues mirar solo lo humano y exterior lleva
a desviaciones.

 LG 8, es el punto de referencia fundamental. En la Iglesia se han de reflejar las


relaciones de las personas divinas en la vida intra-trinitaria. Comunión que tienen
su origen en la trinidad. No es solo una vivencia autocomplaciente. No es solo para
sentirse bien. La comunión lanza a la misión. Misión que procede de la trinidad. La
Iglesia es enviada al mundo para prolongar la obra de Jesús, obra salvífica que
responde al plan trinitario. Sin pretender la Cristifidelis Laici, al enmarcar el tema
laical de la eclesiología, hace una recepción oficial de la eclesiología de CV II.

 La exhortación Pastores Davo Vobis encuadra el ministerio presbiteral, dentro de la


iglesia comunión. Ella es el marco referencial en el que hay que entender la figura
del presbítero.
 También tenemos un folleto pequeño pero relevante. Es una nota de la
congregación para la doctrina de la fe de 1992. El texto: Communionis Notio. Que
busca aclarar la noción de comunión. Se afirma que es fácil errar en visiones
insuficientes al hablar de comunión. Sobre todo de cara a la horizontalidad. En ese
sentido lo que quiere este documento es precisar la comunión.

 El motu propio: Apostolos Suos. 1998. Es un documento importante sobre la


naturaleza de las conferencias episcopales. Busca una aplicación práctica de la
eclesiología de comunión. El posible magisterio de la conferencia episcopal está
supeditado al magisterio eclesial. (Clave hermenéutica oficial de la doctrina
eclesial). El papa con el colegio episcopal es el magisterio eclesial.

 La encíclica eclesia eucaristia. Tiene un capítulo dedicado a la comunión. Este tema


es un tema esencial en la visión eclesiológica del CV II. Y es un tema...
3. Algunas consideraciones teológicas sobre la teología de Iglesia comunión.

Es importante señalar luces y sombras de CV II. Para algunos tuvo mucha acogida y la
eclesiología de comunión se ha implantado como la conciliar, pero uno no puede ser
tan optimista.

La redatio del sínodo de 1985 señala sombras en la recepción de la eclesiología de


comunión. La comprensión y aplicación se considera defectuosa. En ese sentido hay
que mirar que lo que hoy se necesita es reflexionar más profundamente, conocer el
concilio más profundamente. (Doctrina, letra, etc.) En la medida que se conoce la letra
se va al espíritu del Concilio. Asimilar internamente el concilio. Hacer de esa doctrina
principio vital. Afirmar esa doctrina con amor. Profunda identificación con ella. Llevarla
a la vida. Este es el camino del sínodo para poder en verdad conocer, comprender y
vivir la eclesiología de comunión. Esta eclesiología supone unos temas fundamentales:

3.1 El misterio de la Iglesia.

Toda la importancia deriva de su conexión con Cristo. Sin Cristo la Iglesia pierde su
razón de ser. (No es una ONG). La Iglesia es desde el concilio pueblo de Dios, cuerpo de
Cristo, etc. Y ello ayuda a intentar comprender mejor el misterio de la Iglesia. No se
puede sustituir esta visión por una visión sociológica, unilateral de la Iglesia. Hay que
mirarla siempre desde Jesucristo, y desde ahí se abre el horizonte escatológico. Abierta
a lo trascendente. Ello evita reduccionismos y particularismos.

La iglesia por su relación con Cristo, siempre es santa. La Iglesia no va a fallar,


defeccionar, etc. Hay una dimensión que la hace indefectible. En la Iglesia no todo se
va a venir abajo, la unión con Cristo garantiza el camino eclesial. Pero ello no puede
llevar a creer que no tenemos nada que hacer. La Iglesia es “semper reformanda”. El
ES siempre suscitara la comunión pero siempre los hombres son los que la van
rompiendo.

3.2 Vocación a la Santidad.

Hablar de eclesiología de comunión supone comunión con Dios. Relación vertical. La


experiencia teologal de comunión me es dada, ella es la experiencia constitutiva. Es
afirmar ante todo una obra de Dios en el creyente.

Es afirmar que la trinidad entra a través de Cristo en relación con el cristiano, y en ese
sentido surge la vocación a la santidad. Es una experiencia teologal. Esa experiencia es
una llamada a una vivencia coherente que se hace respuesta a ese don de amor, ese
esfuerzo de permanecer en el amor recibido, cooperación en la gracia y esfuerzo del
hombre. Es la santidad. Cumplimiento de los deseos más profundos del ser humano.

En ese sentido se invita a que la iglesia aprenda a vivir de la palabra de Dios y plasme
su vida desde esa palabra de Dios. La evangelización se inscribe como la naturaleza de
la iglesia. Ella vive para evangelizar. La evangelización hace a la iglesia misionera. Es el
primer oficio para todos, Ver Evangeli Nuntianti 14.

Así, la teología se inscribe como algo necesario en la vida de la iglesia, pero algo
necesario en orden a proponer el camino de la santidad. Hablar de eclesiología de
comunión es hablar de una reflexión teológica que apunta a descubrir la grandeza del
ser y hacer eclesial. Pero al mismo tiempo constituye la oportunidad de afirmar lo que
supone la conexión cristiana. Y toda la teología es una comprensión más profunda de
la fe y ello lleva necesariamente a la búsqueda de la santidad.

3.3 La comunión como tal.

Lo que se llama eclesiología de comunión está sumamente presente en el concilio.


Pero no aparece el termino, pero si la doctrina. Koinonia, comunión, fundada en la
SSEE, son tenidas en reverencia por la Iglesia antigua y las orientales. Desde el CV II se
ha hecho mucho para entender y vivir ello. En Tercio Milenio Adveniente y Novo
milenio Ineunte, JP II, habla de una espiritualidad de la comunión.

 Ello supone comunión en la palabra de Dios. Creo en el anuncio y así entro en


comunión con la trinidad, con la iglesia, etc. La palabra se lee en la comunión de la
iglesia. La comunión se da primero en la palabra de Dios, la palabra me inserta en
todo el pueblo de Dios.
 La comunión se acentúa y profundiza en los sacramentos. Son aquella experiencia
de gracia que consolida, nutre y refuerza la comunión eclesial.

Los sacramentes y la palabra son los dos canales para vivir la comunión trinitaria. Por
tanto hablar de comunión no es cuestiones organizativas. Es primero afirmar esa
verticalidad, esa experiencia teologal que genera comunión. Obra que el Señor realiza
a través de la palabra y los sacramentos. Luego vendrá todo lo organizativo. Así la
eclesiología de comunión es el fundamento para el orden de la iglesia pero no es
simplemente una disciplina eclesial. La eclesiología de comunión es útil para la relación
entre unidad y pluriformidad en la iglesia.
3.4 Unidad y pluriformidad.

Cuando pensamos en la eclesiología de comunión hay un error frecuente. Buscar una


unidad que parte del creer en un solo Dios, una sola eucaristía, un solo bautismo. El
problema está cuando se entiende que la comunión niega la pluriformidad. Hay
visiones reductivas que entienden comunión como uniformidad.

La Iglesia es una y única, en cuanto ella es sacramento, por tanto signo e instrumento
de la unión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. Es signo e instrumento
de unidad, reconciliación, paz, y ello a través de la unidad de los sacramentos y de la
comunión jerárquica. Es el pueblo mesiánico del que habla LG 9.

Pero hay otro elemento. Esta iglesia que es una, única, universal, es animada por el
único ES que obra en muchos suscitando variados dones y variados carismas. En la
teología oriental fue importante trabajar lo uno y lo múltiple. Viendo ambas como
suscitadas por el E.S. Una Iglesia y distintos carismas, ministerios, dones, etc. La Iglesia
única es una iglesia adornada por diversos carismas y ministerios: pastores, profetas,
curadores, etc.

Este uno y múltiple se ve en la realidad de la iglesia particular. Se realiza, vive, subsiste


en cada iglesia particular. Y cada iglesia particular, tiene su diversidad. Y no obstante su
diversidad está formada a imagen de la iglesia universal.

Ese es el verdadero sentido teológico de la variedad en la unidad. En la Iglesia no debe


asustar la pluriformidad. Ella es una riqueza, y es una riqueza que afirma entre otras
cosas la catolicidad. La iglesia es pluriforme porque es católica. Esta pluriformidad no
es lo mismo que el pluralismo, ello lleva a la destrucción y pérdida de unidad. Ella
afirma como valor la singularidad que me distingue. Y en ese afirmar reiterativamente
la diversidad se afirma la unidad. La que se da en formas exteriores diversas. La
pluriformidad llama a la unidad, el pluralismo no. Porque la verdad es sinfónica.

Henry de Lubac habla de los principios fundamentales.

 Petrino: Unidad.
 Paulino: Misión - diversidad.
 Jacobino: Tradición.
 Joánico - Mariano: amor, fidelidad a Cristo.
3.5 Colegialidad.

La eclesiología de comunión ofrece el fundamento sacramental de la colegialidad. En


sentido estricto colegialidad solamente se utiliza para los obispos (colegialidad
episcopal). Pues tiene que ver con el colegio apostólico. Y los que continúan el colegio
son los obispos.

En ese sentido la teología de la colegialidad es más allá que un simple contrato


jurídico, como un directorio, etc. El fundamento de una corresponsabilidad de la iglesia
viene del sacramento. El sacramento del orden episcopal, viene de un colegio y le hace
surgir el aspecto colegial. El obispo es insertado en un colegio, y lo primero que debe
tener es afecto colegial. El sentirse parte de un colegio con una responsabilidad
común. Por ello el obispo, con el afecto colegial, tiene la sollicitudo omnium
ecclesiarum. Tiene la responsabilidad primera, fundamental, sobre su diócesis, pero
tiene que tener interés por todas las iglesias.

La colegialidad es una experiencia espiritual en cuanto la suscita el E.S. Es el alma de la


colaboración entre los obispos, nacional o internacional. Ello implica que el colegio
actúa unido juntamente con su cabeza cuando se trata de toda la iglesia.

 La expresión más nítida es el concilio ecuménico. Es el concilio la expresión


privilegiada de esta colegialidad.
 Luego en esta colegialidad no se puede entender jamás separados al romano
pontífice y al colegio episcopal. La verdadera colegialidad es la del romano
pontífice con el colegio episcopal. La expresión plena de colegialidad. Sin ello la
iglesia sufre.
 Hay luego realizaciones parciales de esta colegialidad. Como el sínodo de los
obispos, las conferencias episcopales, la curia romana, las visitas ad limina, etc.
Todas se rigen por el derecho eclesiástico pero que brotan de la verdadera
colegialidad. Y son un servicio importante para todo el colegio de los obispos.

3.6 Conferencias episcopales.

En el siglo XX surgió una institución que cobró fuerza que son las conferencias
episcopales. Es el conjunto de obispos unidos por una región. Recogido por el CV II.
Son una realización del afecto colegial. Más que una expresión jurídica, son una
expresión del afecto colegial. No se duda de su aspecto pastoral. Pero en el modo de
proceder puede haber pluriformidad. Por ello hay estatutos, etc. Lo importante es la
búsqueda del bien de la Iglesia.
Las conferencias episcopales están al servicio de la comunión eclesial, y desde el
aspecto colegial toman forma de la colaboración pastoral en una determinada nación o
región.

Las conferencias episcopales hicieron surgir una serie de cuestionamientos a cerca de


la relación uno - múltiple. De si eran solo instituciones jurídicas y no podían intervenir
en la plenitud del obispo. Y se determinó que la conferencia episcopal no elimina el
derecho inalienable de cada obispo de guiar su diócesis. Sirve en tanto cuanto ayuda a
esa responsabilidad inalienable.

3.7 La participación y la corresponsabilidad en la iglesia.

Colegialidad exactamente solo es la de los obispos. Sin embargo hay otros conceptos
que no son iguales pero que de alguna manera están emparentados y los van
entendiendo como colegialidad. Pero es corresponsabilidad.

La Iglesia es comunión y en ella la participación y la corresponsabilidad, desde la


perspectiva horizontal deben darse. Ello supone como principio general que en los
diversos ámbitos de la vida eclesial deben tomar parte de la misma los diversos
miembros del pueblo de Dios.

En términos humanos, la gestión de la iglesia no es una cuestión individual. Sino que


en llevar adelante la iglesia, además de la ayuda divina son necesarios diversos actores
cada uno con su don, carisma, posibilidades, fortalezas, etc. Todos ayudan a la
edificación del cuerpo de Cristo.

Así, entre obispo y presbiterio ha de existir una colaboración que supone la


participación de los obispos y de los presbíteros como próvidos colaboradores. Y en
ese colaborar se entiende una participación del presbítero en la tarea del obispo.

 Los presbíteros hacen presente la preocupación del obispo a través de ciertas


funciones o ministerios que el sacerdote ocupa. Pero ello no solo se puede limitar a
una participación de funciones. Los obispos serán agradecidos por sus presbíteros y
ellos serán agradecidos con sus presbíteros.
 Los diáconos asumen participación y corresponsabilidad en la cooperación con el
obispo en cuanto cooperan con los presbíteros.
 Los religiosos son invitados también a la participación en algunas de las funciones
del obispo y por otra parte a la colaboración del presbiterio diocesano con un
espíritu de fraternidad, de tomar parte de la vida eclesial y de sentirse responsable.
 Desde le CV II, se impulsó una especie de colaboración entre laicos y miembros de
la jerarquía. Ello supone un espíritu de disponibilidad mutua.
 Las mujeres en la iglesia han sido vistas como personas que han de participar en
ella y han de asumir una corresponsabilidad. Hay una sensibilidad cada vez mayor
después del concilio a la función de las mujeres.
 Y también se habló de los jóvenes llamándolos esperanza de la iglesia. Buscando
sentirse parte de la iglesia de la cual son responsables.

Así el espíritu de la comunión postconciliar es el espíritu que…

Es responsable junto con otros siempre en estrecha relación con la jerarquía, que es el
principal responsable de la iglesia.

El documento de puebla sintetiza todo este en la expresión comunión y participación.

3.8 La unidad de la iglesia católica.

La convicción teológica es que es el ES el que realiza la unidad de la Iglesia católica, él


va creando el sentido y experiencia de unidad en la interioridad de cada uno de los
cristianos. El ES motiva a que todos sean uno, que la unidad se dará a la multiplicidad.
Si la iglesia es llamada a la reconciliación y unidad, estas realidades las actúa el ES
obrando en los creyentes: reconciliación, unidad, entendimiento, comunión. Estas se
generan en la dialéctica de unidad y multiplicidad.

La eucaristía es el signo claro de esa acción divina que va generando unidad. Ese
misterio es el fundamento de la distinción dentro de la misma iglesia, por eso es
interesante notar que la consideración de la iglesia como pueblo de Dios viene después
del misterio de la iglesia y antes de la jerarquía. Es una ubicación intencional.

La iglesia como pueblo de Dios se da en el tiempo entre la creación y la parusía. La


iglesia toma lo que es común a todos los fieles. Esta perspectiva ayuda a mirar como
llamados a una misma meta los católicos, los cristianos no católicos y todos los
hombres. Pensar en el pueblo de Dios es pensar en toda la humanidad. Esta visión
invita a considerar la misión de la iglesia dentro del designio salvífico de Dios. Y dentro
de este designio la Iglesia es el centro operativo de este designio.

La Iglesia católica es preparada por el pueblo de la alianza. El hombre es elevado a lo


sobrenatural y esa antropología propia de los bautizados es constitutiva de la iglesia.
Lo que es común a todos los miembros del pueblo de Dios es la unidad en la existencia
cristiana en fe, esperanza y caridad. Ello es el denominador común de todo cristiano
previo a cualquier distinción y oficio eclesial.

Esa dimensión de igual dignidad es la dimensión fundante de la unidad de la iglesia.


Esa posibilidad de todos los hombres de ser elevados en fe, esperanza y caridad es el
fruto de la alianza fundada en Cristo. El cual, para constituir esa nueva alianza llamo a
hombres del pueblo judío y de todas las naciones con el fin que se unieran no según la
carne, sino según el ES. Son regenerados de semilla incorruptible.

Jn 3, 5 -6

Este nuevo pueblo de Dios está constituido en orden a un testimonio común ante los
hombres.

1 P 2, 9 – 10

Surge así el pueblo mesiánico que se hace germen y semilla de salvación.

 Que tiene como cabeza a Cristo.


 Que tiene como condición de vida la libertad y dignidad de Hijo de Dios.
 Que en todos los hijos de Dios habita el E.S., el cual hace templo en estos
miembros del pueblo de Dios.
 Que tiene como la ley el amor.
 Que tiene como fin el reino.
 Este pueblo es asumido como instrumento de la redención de todos los hombres,
se hace luz del mundo, sal de la tierra,… es uno.

En tal sentido el principio trascedente de la unidad es el E.S.

LG 13

Cada parte singular de este pueblo ofrece sus propios dones a las otras partes
singulares y a toda la iglesia. De este modo el todo y las partes singulares crecen con el
aporte de todos. Y tienden a la comunión de la unidad. En esa concepción de unidad el
principio trascendente es distinguible por sus frutos.

El ES queda libre de actuar más allá de cualquier expresión histórica. No está limitado,
ni condicionado a una determinada expresión histórica. Sin embargo actúa con una
expresión histórica la iglesia católica. Podría actuar fuera de la Iglesia.

Surge así la catolicidad. La unidad católica es fruto del E.S. En ese sentido fue
importante el famoso “subsisten in” de LG 8. Como reconocimiento de la acción del ES
fuera de la Iglesia, pero con la certeza firme que la acción del ES se da en la Iglesia.

En las redacciones previas la Iglesia católica romana es el cuerpo místico de cristo. Y


solo la católica romana tiene el derecho de ser llamada iglesia. Este texto se retiró, y el
nuevo esquema va por otra línea.
En ese sentido, se afirma muchos elementos de santificación que se pueden encontrar
fuera de la estructura de la iglesia católica. Pero todos ellos pertenecen ya a la iglesia.
El concilio no afirmo la reducción de la iglesia a solo la iglesia católica.

Se cambió el “est”, por el “subsistem in”.

“Est”:

La iglesia es única, y sobre esta tierra está presente en la Iglesia católica. Si bien fuera
de ella se encuentran elementos eclesiales.

“Subsistem In”:

La iglesia de cristo se hace presente, subsiste en (subsisten in) la iglesia católica. Pero
esa permanencia no es exclusiva. Se da una participación en la realidad católica
producida por el ES. Pero se puede encontrar fuera de los límites visibles de la Iglesia
católica.

UR 4.

3.9 Realidad de la única y una iglesia de Cristo.

El Concilio afirma que la iglesia conserva los medios de salvación y las propiedades
inalienables. Pero reconoce que la unidad de la católica se hace presente en diversa
medida en algunas otras comunidades que conservan ciertos elementos. Por eso la
iglesia universal es una comunión en varios niveles de plenitud.

 La comunión plena y total está en la iglesia católica.


 Pero otras confesiones están vinculadas al misterio de la iglesia de Cristo, no por
una vinculación jurídica porque les falta algo. Pero hay una comunión en diverso
nivel de plenitud eclesial.

La iglesia es más que un conjunto de gente que tiene una fe más o menos igual en
Cristo. La cuestión de unidad de la iglesia ayuda a comprender que la unidad católica
es fruto del ES, inseparable y que se expresa en la iglesia. Por eso la iglesia está abierta
a la libertad del ES. La iglesia será más una, católica, universal, en la medida que se
abre a la acción del ES y discierna los signos del ES.

Esa unidad no es uniformidad, sino que es riqueza de diversidad y de comunión. Esa


riqueza muestra la obra del E.S.

 Así como en el seno de la trinidad se da una perigoresis.


 Así también entre los bautizados como personas individuales, en las iglesias
particulares, y entre la iglesia católica y otras realidades eclesiales no católicas, se
da también esa unidad análoga a la perigoresis trinitaria, porque el ES crea unión
de unos con otros.

La unidad de la católica es gracia que libera, que ayuda a salir de uno mismo, gracia
que une, nunca es obstáculo siempre es posibilidad de una mejor vivencia al don de ES.

La eclesiología de comunión llevo a despertar el ecumenismo. Es una exigencia de la


esencia de la iglesia. Desde la conciencia que yo tengo todos los elementos de gracia y
santificación, desde ahí intento acoger a los demás. La unidad de la iglesia, no es solo
unidad organizativa. Sino que trasciende.

3.10 Eclesiología Eucarística y la unidad de la Iglesia Católica.

La Iglesia Católica es un misterio de unidad suscitada y alimentada por el único ES. Que
se hace presente suscitando la unidad y diversidad de los carismas y funciones. ¿Cómo
mantener esa unidad?

Para responder esa pregunta se debe entender la relación iglesia y eucaristía.

Eucaristía será aquel elemento que mantiene, promueve, genera la unidad eclesial. En
la perspectiva de la eclesiología eucarística, que parte de los padres, y mira a la iglesia
desde la eucaristía. La multiplicidad y unidad se corresponden en la unidad del cuerpo
de Cristo. Esta unidad y multiplicidad del cuerpo de cristo eclesial, tiene analogía con el
cuerpo sacramental de Cristo.

El cuerpo de Cristo es único, y por ello en el único cuerpo de Cristo hay una comunión
eclesial, una única iglesia de Dios. Así, cada asamblea eucarística tiene identidad con
las otras comunidades que celebran la eucaristía. Una comunidad que celebra la
eucaristía en lima, tiene identidad con las demás. Ello es porque todos en la misma fe
celebran el mismo memorial. Único memorial celebrado por todas.

Así, ese mismo memorial, celebrada por todas. Hace que todas coman el mismo
cuerpo y participen del mismo cáliz. Y comiendo del mismo pan y del mismo cáliz,
celebrando el mismo misterio, se hacen el mismo y único cuerpo de Cristo.

Cada comunidad que celebra la eucaristía se inserta en el cuerpo de Cristo, en el


cuerpo eclesial. La iglesia que celebra la eucaristía no es una sección del cuerpo de
Cristo. Cada comunidad que se reúne no es una sección de los demás, cada una hace
presente la unidad de la iglesia católica. Hay multiplicidad de comunidades que
celebran la eucaristía, pero cada una de ellas hace presente a toda la iglesia. Cada
asamblea eucarística es presentalizaciòn de toda la iglesia. La multiplicidad de sinapsis
eucarísticas no divida sino que manifiesta de modo sacramental la unidad.

Cada comunidad que celebra es una verdadera iglesia eucarística bajo la presidencia
de un obispo. En tal sentido es importante recordar una expresión de un oriental
llamado Afanassief: “La eclesiología eucarística es la forma más antigua de la
autoconciencia de la iglesia”. Es decir la iglesia toma conciencia de ser iglesia en la
eucaristía. Esa eclesiología tiene que iluminar cualquier concepción de iglesia universal.

La distorsión de acento se dio cuando se centró en el poder papal. El problema es que


Roma era un imperio y al llegar la iglesia ahí se impregno la noción del imperio, que
cada comunidad es una parte de la iglesia universal.

Cipriano de Cartago se inspiró en el imperio romano. La unidad de la iglesia se empezó


a mirar desde la unidad del episcopado. Pues en el imperio el emperador, tiene unidad
si los delegados imperiales estaban unidos entre sí y con el emperador. Por tanto se
pasa de centrar la unidad en la eucaristía en Cristo a centrarla en la unidad del
episcopado. Pues se habló de la unidad de los obispos entre sí y con el Papa. Así se
empezó a fundamentar la unidad del episcopado. La historia de la organización eclesial
fue hacia un universalismo.

La iglesia se manifiesta en toda su plenitud en la eucaristía. La iglesia local posee la


plenitud de la iglesia de Dios, porque es iglesia de Dios y no solo una parte de ella. La
eucarística presidida por el obispo con presbíteros, diáconos y el pueblo manifiesta la
plenitud de la iglesia. Es la iglesia de Dios en Cristo.

Por tanto la unidad de la iglesia no resulta de la suma de las partes. Es el misterio que
se hace presente totalmente en cada uno y en cada comunidad cristiana. Puede haber
pluralidad de manifestaciones pero permanece una. Ello no destruye la unidad sino
que integra, conserva la unidad de la iglesia de Dios en Cristo.

El que haya más o menos, no cambio o afecta la unidad de la iglesia. Variara el nro. de
sus manifestaciones, pero la iglesia no cambia. Ello porque el universalismo de la
iglesia es intrínseco. Que tendrá manifestaciones extrínsecas.

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