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* El autor ha sido miembro de la Comisión Redactora del Anteproyecto de la Nueva Ley General de Sociedades
La importancia del Libro I de la Nueva Ley General de Sociedades, en el cual se regulan un conjunto de reglas aplicables a todas
las sociedades, se advierte fácilmente de la lectura de sus artículos, ya que se trata, podría decirse así, de principios rectores
que se deberán tomar en cuenta durante toda la existencia de las sociedades. Por la misma estructura de la Ley, los cuatro libros
adicionales se comprenden mejor cuando se asimilan adecuadamente las reglas básicas contenidas en el Libro I.
Como se sabe, la Ley anterior contenía un Título Preliminar conformado por 24 artículos. Si bien ahora son 49 artículos,
esencialmente los temas tratados son los mismos, pero consideramos que en la nueva ley se definen y solucionan muchos
problemas que se han venido suscitando desde la vigencia de la Ley Nº 16123 y su modificatoria producida por el Decreto
Legislativo Nº 311.
Para fines didácticos, hemos dividido la exposición en 20 sub-temas, como sigue a continuación:
De la lectura del artículo primero, se advierte que la nueva ley se cuida de no calificar a la sociedad como un contrato, a
diferencia del artículo primero de la ley anterior que específicamente se refería al «contrato de sociedad».
Dentro de nuestro ordenamiento legal, tanto el Código de Comercio de 1902 como la Ley de Sociedades Mercantiles 16123
modificada por Decreto Legislativo Nº 311, calificaban a la sociedad como un contrato. En nuestra opinión, el hecho que en la
nueva Ley no se precise la naturaleza jurídica de la sociedad, no niega su carácter contractualista; se ha optado más bien de no
calificarla normativamente.
En Derecho Societario, uno de los tantos temas sobre los cuales se sigue discutiendo por los especialistas, es el relacionado con
la naturaleza jurídica del acto constitutivo por medio del cual se crea una sociedad, existiendo dos posiciones antagónicas al
respecto, de un lado la corriente contractualista que se sustenta en el carácter especial del contrato con rasgos característicos
que lo convierten en un contrato «sui generis», y de otro la corriente institucionalista en la cual se le niega la calidad de contrato
al acto constitutivo de una sociedad.
En nuestra opinión, la sociedad nace de un contrato producto del acuerdo de voluntades destinado a crear una relación jurídica
de carácter patrimonial, siendo el único contrato del cual nace una persona jurídica distinta a los sujetos participantes de dicho
contrato, convirtiéndola en un sujeto de derechos y obligaciones, dotadas de una composición orgánica con voluntad propia y
con un patrimonio autónomo. Esta vieja discusión sin embargo, no ha quedado solucionada con el artículo primero de Ley,
subsistiendo el tema en debate, para que sea materia de discusión doctrinaria y jurisdiccional.
El texto definitivo del artículo primero, contiene una diferencia con el artículo primero del Anteproyecto que presentó la
Comisión. En efecto, en este último se hablaba del ejercicio en común de actividades preponderantemente económicas,
«perciban o no fines de lucro».
Es cierto que, el tema del lucro fue uno de los primeros temas debatidos en el seno de la Comisión y al final, se priorizó a la
sociedad como un vehículo jurídico, reconocido y respetado por su eficiente organización, y con la permeabilidad suficiente para
utilizarse en cualquier proyecto empresarial, tenga o no fines de lucro. Asimismo se tomó en cuenta que según el derecho
comparado de España, Italia y Chile, entre otros países, las sociedades se constituyen con total abstracción del fin lucrativo.
El texto definitivo de la Ley al respecto, simplemente, prescinde de toda referencia al lucro.
2. Modalidades de Constitución:
El artículo tercero hace una diferenciación importante, con la cual se aclara definitivamente cualquier duda al respecto. En
efecto, este artículo precisa que la sociedad colectiva, la sociedad en comandita, la sociedad comercial de responsabilidad
limitada y las sociedades civiles, sólo pueden constituirse simultáneamente en solo un acto, en cambio la sociedad anónima es la
única que permite dos modalidades distintas de constitución, de un lado la constitución simultánea en un solo acto por los socios
fundadores que cubren con sus aportes el íntegro del capital social, o en forma sucesiva mediante oferta a terceros contenida en
el programa de fundación otorgado por los fundadores. Adviértase que en este artículo se alude a la «oferta a terceros» que no
necesariamente es equivalente a la llamada oferta pública, ya que tratándose de este último caso, según el artículo 56º, 2do
párrafo de la nueva Ley, cuando la oferta a terceros tenga la condición legal de oferta pública le es aplicable la legislación
especial que regula la materia, que no es otra que la Ley del Mercado de Valores y sus normas reglamentarias y
complementarias.
3. Pluralidad de Socios:
La nueva Ley en su artículo 4º ha establecido como regla general que para constituir una sociedad se requiere cuando menos de
dos socios, que pueden ser personas naturales o jurídicas, eliminándose como consecuencia de ello, el requisito de tres socios
que exigía la ley para la constitución de sociedades anónimas.
Consideramos que de esta manera se ha prescindido de una curiosa diferenciación que hacía la anterior ley, ya que únicamente
para las sociedades anónimas se les exigían 3 socios fundadores como mínimo, y para las demás solo dos.
Con la nueva ley para todos los modelos societarios bastarán 2 socios. Si se pierde esta pluralidad y no se reconstituye en un
plazo de seis meses se disuelve de pleno derecho al término de ese plazo, constituyendo ésta una causal de disolución recogida
en el inciso sexto del artículo 407º.
Hasta antes de la vigencia de la nueva Ley, muchos sostenían que las sociedades anónimas que necesariamente se constituían
con tres socios, cuando se quedaban únicamente con dos socios, incurrían en la causal de disolución, contra lo opinado por otros
abogados especializados y por la ex Junta de Vigilancia de los Registros Públicos al resolver procedimientos registrales
destinados a la inscripción de títulos específicos de modificación de estatutos, etc., en el sentido que el número de tres miembros
era únicamente un requisito de constitución y no de supervivencia de la sociedad, ya que al reducirse a dos se seguía
manteniendo la pluralidad exigida por la ley, situación que no se da cuando se quedaba únicamente un solo accionista.
Subsiste también en el segundo párrafo del artículo 4º, la norma por la cual no se hace exigible la pluralidad de socios cuando el
único socio es el Estado o en otros casos señalados expresamente por la Ley. En esta última parte se refiere por ejemplo, entre
otros casos a las constituciones de empresas subsidiarias por parte de las empresas del sistema financiero y de seguros a las
cuales no se les exige la pluralidad de accionistas, por así establecerlo la Ley Nº 26702.
4. Acto Constitutivo:
Conforme al artículo 5º, la sociedad se constituye por escritura pública en la que está contenido el pacto social, que incluye el
Estatuto, estableciendo además que para cualquier modificación de éstos se requiere la misma formalidad.
Con esta norma se ha precisado que el pacto social incluye el Estatuto, y que éste en consecuencia es extensivo y aplicable a
todas las formas societarias. Antes, con la Ley anterior, el Estatuto era una institución particular y privativa de la sociedad
anónima.
Sin embargo, como bien señaló el Dr. Enrique Normand Sparks en la exposición de presentación del Anteproyecto frente a la
Comisión Revisora del Congreso de la República, en nuestro país la realidad había rebasado esta limitación y en muchos casos en
el pacto social de una sociedad colectiva o de una sociedad comercial de responsabilidad limitada, se incorporaba un Estatuto.
Esta realidad ha sido reconocida y aceptada en el Anteproyecto y en la Ley.
Respecto a la inscripción de la escritura pública en el registro del domicilio de la sociedad a la que alude al artículo 5º, se debe
tomar en cuenta que el artículo 433º de la nueva Ley establece que toda alusión al término «Registro» corresponde al Registro
de Personas Jurídicas, específicamente a los Libros de Sociedades Mercantiles y de Sociedades Civiles, según sea el tipo de
sociedad que se requiera.
Por último, en el párrafo final del artículo 5º se consagra el derecho de cualquier socio a demandar el otorgamiento de la
escritura pública de constitución, cuando el pacto social no se hubiese elevado a dicha condición, lo cual se podrá lograr a través
del proceso sumarísimo.
5. Personalidad Jurídica:
El artículo 6º señala que la sociedad adquiere personalidad jurídica desde su inscripción en el registro y la mantiene hasta que se
inscribe su extinción, con lo cual prácticamente se consagra el carácter especial del acto constitutivo.
Es importante destacar que la Ley, en la sección cuarta del Libro IV, en forma sistemática, regula la extinción de las sociedades
como la fase final del proceso de disolución y liquidación de sociedades.
Sobre este tema es importante señalar la especial situación que se deriva de una sentencia firme que declare la nulidad del
pacto social, una vez que ha quedado inscrita la escritura pública de constitución por cualesquiera de las causales precisadas en
el artículo 33º.
Si bien conforme al artículo 36º, la sentencia firme que declara la nulidad, debidamente inscrita en el registro, disuelve de pleno
derecho la sociedad, ésta mantiene su personalidad jurídica sólo para los fines de liquidación, con el fin de proteger a los
terceros de buena fe que hubieren contratado con la sociedad.
Respecto a los actos anteriores celebrados en nombre de la sociedad antes de su inscripción en el Registro, en el artículo 7º de
la nueva Ley se supedita la validez de éstos al cumplimiento de dos condiciones: que se inscriba la sociedad en el registro y a
que sean ratificados por la sociedad dentro de los tres meses siguientes, estableciéndose que si se omite o retarda el
cumplimiento de estos requisitos quienes haya celebrado actos en nombre de la sociedad responden personal, ilimitada y
solidariamente frente a aquellos con quien hayan contratado y frente a terceros.
Con la anterior Ley, segundo párrafo del artículo tercero, referido a este tema, quedaba la duda si la ratificación debía ser
expresa o tácita, no resolviendo que sucedía si es que transcurría el plazo de tres meses y estos actos no se ratificaban ni se
impugnaban. La nueva Ley en su artículo 71, segundo párrafo, señala puntualmente que a falta de pronunciamiento de la
sociedad en el citado plazo de tres meses a que se refiere el artículo 7º, se presume que los actos y contratos celebrados por los
fundadores han sido ratificados.
6. Convenios:
La nueva Ley en su artículo 8º le reconoce plena validez a los convenios suscritos entre socios o entre éstos y terceros, a partir
del momento que les sean debidamente comunicados a la sociedad, siendo por tanto exigibles en todo cuanto le sea
concerniente. Señala también que si hubiera contradicción entre alguna estipulación de dichos convenios y el pacto social o el
Estatuto, prevalecerán éstos últimos, sin perjuicio de la relación que pudiera establecer el convenio entre quienes lo celebraron.
Estas disposiciones constituyen una importante innovación de la Ley por cuanto hacen obligatorias los llamados convenios
parasociales o extra-societarios, adoptándose con ello la misma posición que las modernas legislaciones europeas, con lo cual en
el fondo se están beneficiando a las propias sociedades si es que tales estipulaciones de los convenios privados les son de
utilidad, reconociéndose además el pleno valor de la autonomía de la voluntad.
Respecto específicamente a las acciones de las sociedades anónimas, debe señalarse que en el artículo 101º de la nueva Ley se
establece que las limitaciones a la libre transmisibilidad de las acciones son obligatorias para la sociedad cuando estén
contempladas en el pacto social, en el Estatuto o se originen en convenios entre accionistas y terceros, que hayan sido
notificados a la sociedad. Tales limitaciones se deberán inscribir en la matrícula de acciones y en los respectivos certificados.
Ahora bien, cuando la Ley se refiere a las limitaciones que se originen en el convenio, se está refiriendo a los universalmente
conocidos como convenios de sindicación de acciones, relacionados con el ejercicio de un derecho de preferencia dentro de
grupos de accionistas y que con la Ley 16123 eran simples convenios privados frente a los cuales la sociedad no se sentía
involucrada. Con la nueva Ley, hay un reconocimiento real de la validez y eficacia de estos convenios, obligándose a la sociedad
que los haga respetar.
Finalmente en el tema de los convenios, es importante señalar que tratándose de sociedades anónimas abiertas, por disposición
específica del artículo 254º de la nueva Ley, en estas sociedades anónimas especiales no se reconoce los pactos de los
accionistas que contengan limitaciones, restricciones o preferencias vinculadas a la negociación o libre transmisibilidad de las
acciones, aún cuando se notifiquen o se inscriban en la sociedad, pero ésta, es una excepción a la regla.
Con la nueva ley, se ha ampliado la protección del nombre tanto de la denominación social como de la razón social. La Ley
anterior era muy restrictiva en este sentido, por cuanto sólo otorgaba protección a un nombre igual. Con la nueva Ley no se
puede adoptar un nombre igual o semejante, salvo que se demuestre legitimidad para ello, ni tampoco una denominación
completa o abreviada o razón social que contenga nombres de organismos o instituciones públicas o signos distintivos protegidos
por derechos de propiedad industrial o elementos protegidos por derecho de autor salvo que se demuestre estar legitimado para
ello. Asimismo, con el artículo 10º de la nueva Ley, se ratifica el derecho a reservar la preferencia registral de la denominación o
razón social a inscribir, recogiéndose con ello lo ya vigente por mandato de Ley Nº 26364. Es decir, mediante un trámite
registral se impide que terceros obtengan la inscripción del nombre o los nombres que se han escogido para incorporarlos como
denominación o razón social de una sociedad, operando este derecho tanto para las sociedades que recién se constituyan como
para las que opten por cambiar o modificar su pacto social o Estatuto, alcanzando esta protección a la denominación completa o
abreviada de la sociedad. Lo que se trata con dicha norma es que, quienes hayan elegido una denominación o razón social
podrán reservarla por 30 días, período dentro del cual deberán realizarse los actos necesarios para solicitar la inscripción
definitiva utilizando el nombre que han reservado.
8. Objeto Social:
El artículo 11º de la nueva Ley General de Sociedades establece como regla general que la sociedad circunscribe sus actividades
a los negocios o actividades lícitas detalladas como su objeto social, entendiéndose incluidos los actos relacionados con el
mismo, que coadyuven a la realización de sus fines, aunque no estén expresamente indicados en el pacto social o en el Estatuto.
El artículo 12º sobre Alcances de la Representación se ocupa de los actos conocidos como Ultra Vires, lo cual constituye también
una novedad legislativa, destacando la protección que imprime la ley al tercero de buena fe que contrata con la sociedad. En
efecto, si los representantes de una sociedad celebran determinados actos o contratos dentro de los límites de las facultades que
le han sido conferidas, pero comprometiéndola en negocios u operaciones no comprendidos dentro de su objeto social, aquellos
deben ser cumplidos por la sociedad. Esto en buena cuenta significa que si el directorio o la junta general de una sociedad
anónima faculta a su gerente o apoderados a celebrar actos que exceden su objeto social, éstos obligarán definitivamente a la
sociedad.
Al igual que la Ley anterior en su artículo 18º, el nombramiento de administradores, liquidadores o representantes requiere de
aceptación más inscripción en el Registro del lugar del domicilio de la sociedad. También su revocación, renuncia, modificación o
sustitución, bastando para todos los supuestos, copia certificada de la parte pertinente del acto.
Una innovación interesante se da en la precisión de que no se requiere inscripción adicional para el ejercicio del cargo o de la
representación en cualquier otro lugar, con lo cual se ha dado solución a otro viejo problema
Asimismo, reiterándose lo dispuesto por la Ley Nº 26539, el artículo 14º de la nueva Ley precisa que el sólo nombramiento del
Gerente General implica que éste goce de las facultades especiales de representación procesal establecidas en los artículos 74º y
75º del Código Procesal Civil.
Según el artículo 19º, la duración de la sociedad puede ser por plazo determinado o indeterminado, y que salvo sea prorrogado
con anterioridad, vencido el plazo determinado, la sociedad se disuelve de pleno derecho. Frente a ello, el acuerdo de prórroga
debe adoptarse antes del vencimiento del plazo de duración e incluso inscribirse en el Registro, lo cual constituye una novedad
legislativa, vencido el plazo, la sociedad queda incursa en la causal de disolución prevista en el inciso 1) del artículo 407º de la
nueva Ley, la misma que opera de pleno derecho.
11. Domicilio:
Respecto al domicilio, se establece en el artículo 20º que la sociedad tiene por domicilio el señalado en el Estatuto, donde
desarrolla algunas de sus actividades principales o donde instala su administración. En caso de discordancia entre el domicilio de
la sociedad que aparece en el registro, del que efectivamente ha fijado, se puede considerar cualquiera de ellos.
Al igual que en el artículo 15º de la Ley anterior, también se ha establecido que la sociedad constituida en el Perú tiene su
domicilio en territorio peruano salvo cuando su objeto social se desarrolle en el extranjero y fije su domicilio fuera del país.
12. Aportes:
Mediante el artículo 27º de la nueva Ley se generaliza como regla de los aportes no dinerarios que se realicen en todas las
sociedades, la necesidad de contar con un informe de valorización en el que se describan los bienes y derechos materia del
aporte, los criterios aplicables para su valuación y sus respectivos valores. Esa regla modifica a la antigua Ley de Sociedades
fundamentalmente para el caso de la Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, que dejaba únicamente para los socios,
según lo que acordara, la determinación del valor de los aportes no dinerarios, según puede verse en el inciso Nº 2 del artículo
275º de dicha Ley.
La voluntad de la Comisión que elaboró el anteproyecto no fue colocar un obstáculo a la formalización de los aportes de bienes
no dinerarios, ni elevar el costo de los mismos. El propósito fue conferir un nivel mínimo de seriedad al valor que se le asigne a
los aportes no dinerarios, haciéndose que se inserten en la escritura pública un informe de valorización respaldado
necesariamente con la firma de un especialista responsable. Subsiste sin embargo, el mecanismo de revisión de la valorización a
cargo del directorio, prevista en el artículo 76º y la contenida en el artículo 14º del Título Preliminar de la antigua Ley, por la cual
el patrimonio social responde por las obligaciones de la sociedad sin perjuicio de la responsabilidad personal de los socios en
aquellas formas societarias que así lo contempla, prescindiéndose en consecuencia de la enumeración de las mismas.
Se ha reiterado en el artículo 31º la norma contenida en el artículo 14º del Título Preliminar de la antigua Ley, por la cual el
patrimonio social responde por las obligaciones de la sociedad sin perjuicio de la responsabilidad personal de los socios en
aquellas formas societarias que así lo contempla, prescindiéndose en consecuencia de la enumeración de las mismas.
14. Nulidades:
Se han establecido en la nueva ley, una serie de reglas para preservar la sociedad ya constituida e inscrita. Como la sociedad es
un elemento en el tráfico económico, el tercero que contrata con una sociedad inscrita no tiene porque padecer la consecuencia
de una falla que acarrea la nulidad de la sociedad. Por ello en el artículo 33º de la Ley se ha establecido que si se declara la
nulidad de una sociedad inscrita por alguna de las causales previstas en dicho artículo, ello tiene como efecto que la sociedad
entra en liquidación. Si bien la nulidad hiere de muerte a la sociedad, ésta, que ha venido funcionando frente a terceros bajo la
fe de registro, tiene que seguir un proceso de liquidación que permita que la sociedad desaparezca ordenadamente, sin
perjudicar los derechos adquiridos por los terceros.
Respecto a las normas relativas a la nulidad de acuerdos societarios a la que se refiere el artículo 38º, considero que deben
analizarse cuidadosamente pero siempre en relación con las normas previstas en los artículos 139º al 151º de la Ley que son las
reglas específicas relativas a los acuerdos impugnables. Consideramos que este artículo 38º resulta innecesario y lo único que
hará será confundir ya que existe una normatividad puntual para tales situaciones.
Respecto a las pérdidas, si no hay pacto expreso, las pérdidas serán asumidas en la misma proporción que los beneficios, y sólo
se puede exceptuar de la responsabilidad por las pérdidas a los socios que aportan servicios. Al igual que en el artículo 7º de la
Ley anterior, están prohibidos los pactos leoninos que excluyan a algunos socios de la percepción de utilidades o que exoneren a
algunos socios de la asunción de las pérdidas, exceptuándose como ya hemos mencionado, a los socios que aportan servicios, si
el pacto social o el Estatuto así lo establece.
Finalmente, respecto de las normas de protección del capital en función a la distribución de utilidades, las normas restrictivas y
de responsabilidad contenidas en el artículo 40º son similares a las contenidas en el artículo 20º de la Ley anterior.
Se establece en el artículo 41º de la nueva Ley que los contratos preparatorios que celebren las sociedades, o los que tengan por
objeto las acciones, participaciones o cualquier otro título emitido por ella, son válidos cualesquiera que fuera su plazo, salvo
cuando esta Ley señale un plazo determinado. En ese sentido no alcanza a las sociedades, los plazos previstos en los artículos
1416º y 1423º del Código Civil.
Con esta disposición se sujetan todos lo compromisos de contratar, las opciones de compra y venta o la promesa de celebrar
cualquier clase o modalidad de contrato, a la autonomía de las partes, siendo la única restricción la que pudiere prever
excepcionalmente la Ley, como por ejemplo en el caso específico de las opciones que la sociedad otorgue a terceros o a ciertos
accionistas, para la suscripción de nuevas acciones en determinados plazos, términos y condiciones sujetas a un plazo máximo
de dos años establecido en el artículo 103º, debiendo estar previstas tales opciones en la escritura pública de constitución, o en
su efecto que sean producto del acuerdo de la Junta General adoptado con el voto favorable de accionistas que representen la
totalidad de las acciones suscritas con derecho a voto.
17. Publicaciones:
Como se sabe, el derecho societario no es un derecho de sanción o que sancione los incumplimientos, simplemente lo que hace
es atribuirle consecuencias a los incumplimientos. Consecuente con ese principio, el artículo 43º ha establecido, que la falta de
publicaciones dentro del plazo exigido por la ley, de los avisos sobre determinados acuerdos societarios en protección de los
derechos de los socios o de terceros, prorroga los plazos que la ley confía a éstos para el ejercicio de sus derechos, hasta que se
cumpla con realizar la publicación.
Otra novedad importante es la prevista en el artículo 44º en la cual se establece que dentro de los 15 primeros días de cada mes
la SUNARP publicará en el diario oficial una relación de las sociedades cuya constitución, disolución o extinción haya sido inscrita
durante el mes anterior con indicación de su denominación o razón social y los datos de su inscripción. En la misma oportunidad
se publicará una relación de las modificaciones del Estatuto o del Pacto Social inscrita durante el mes anterior, con indicación de
la denominación o razón social una sumilla de la modificación o los datos de inscripción de la misma. Obviamente la importancia
de esta publicación salta a la vista.
Todos los plazos de la Ley se han convertido en plazo de caducidad, eliminándose los plazos de prescripción. El Derecho
Societario es un Derecho dinámico por excelencia, claro y muy bien delimitado, en consecuencia sus normas no se condicen con
la institución de la prescripción que tiene elementos como la suspensión, la interrupción y la necesidad de ser invocada. Por el
contrario la caducidad anula el derecho y la situación queda terminada de manera clara y definitiva.
El artículo 46º establece como novedad que las copias certificadas a que hace referencia la Ley pueden ser emitidas por Notario
o por el administrador o Gerente de la Sociedad, salvo cuando se trate de copias certificadas que vayan a ser inscritas en los
Registros Públicos, caso en el cual sólo podrán ser certificadas por notario.
Así, si por ejemplo un socio desea contar con una copia certificada de una Junta de Accionistas, el Gerente General podrá
válidamente certificar la autenticidad de la copia que expide sin necesidad de recurrir al Notario. Pero si se trata del
nombramiento de un apoderado, se requerirá participación notarial, en la medida en que dicho nombramiento pretende
inscribirse en el Registro.
Respecto a la emisión de los títulos y documentos a que se refiere el artículo 47º de la nueva Ley, se puede utilizar, en lugar de
firmas autógrafas, medios mecánicos o eléctricos de seguridad.
20. Arbitraje:
Respecto al arbitraje queda establecido en el artículo 48º de la Nueva Ley que el Estatuto o pacto social puede contener en una
de sus cláusulas, un convenio arbitral, en virtud del cual todas la diferencias que se produzcan entre la sociedad y sus socios
aunque hubiesen dejado de serlo, o administradores, quedarán sometidas a dicha jurisdicción, quedando de esta forma excluidas
las acciones judiciales. El convenio arbitral contenido en el Estatuto o pacto social obliga incluso a los terceros que al contratar
con la sociedad se hayan sometido expresamente al citado convenio. Si bien hasta la entrada en vigencia de la Ley en nuestra
opinión era posible incluir cláusulas compromisorias o convenios arbitrales, es mucho mejor que taxativamente se haya
establecido esta posibilidad, lo cual es bueno para solucionar las desavenencias en la jurisdicción arbitral especializada.
SOCIEDAD ANÓNIMA
En la sociedad anónima el capital, que estará dividido en acciones, se integrará por las
aportaciones de los socios, quienes no responderán personalmente por las deudas
sociales.
Nacionalidad
Las Sociedades Anónimas serán españolas y se regirán por la presente ley todas las
sociedades anónimas que tengan su domicilio en territorio español, cualquiera que sea el
lugar en que se hubieren constituido.
Deberán tener su domicilio en España las sociedades anónimas cuyo principal
establecimiento o explotación radique dentro de su territorio.
Domicilio social
La Sociedad anónima fijará su domicilio dentro del territorio español en el lugar en que
se halle el centro de su efectiva administración y dirección, o en que radique su
principal establecimiento o explotación.
Los pactos que se mantengan reservados entre los socios, no serán oponibles frente a la
sociedad.
Mínimo de socios
En la Sociedad Anónima no existe ni mínimo, ni máximo.
Se puede constituir con un único socio fundador, en cuyo caso se considera “Sociedad
Anónima Unipersonal”.
Los socios fundadores de la Sociedad anónima pueden reservarse derechos especiales
de contenido económico cuyo valor no supere el 10% de los beneficios netos hechas las
deducciones obligatorias.
Escritura de constitución
En la escritura de constitución de la sociedad anónima se expresarán:
Los nombres, apellidos y edad de los otorgantes, si éstos fueran personas físicas, o la
denominación o razón social, si son personas jurídicas y, en ambos casos, la nacionalidad y
el domicilio.
La voluntad de los otorgantes de fundar una sociedad anónima.
El metálico, los bienes o derechos que cada socio aporte o se obligue a aportar, indicando
el título en que lo haga y el número de acciones atribuidas en pago.
La cuantía total, al menos aproximada, de los gastos de constitución, tanto de los ya
satisfechos como de los meramente previstos hasta que aquélla quede constituida.
Los estatutos que han de regir el funcionamiento de la sociedad.
Los nombres, apellidos y edad de las personas que se encarguen inicialmente de la
administración y representación social, si fueran personas físicas, o su denominación social
si fueran personas jurídicas y, en ambos casos, su nacionalidad y domicilio, así como las
mismas circunstancias, en su caso, de los auditores de cuentas de la sociedad.
Estatutos sociales
En los estatutos de la Sociedad Anónima que han de regir su funcionamiento de la
sociedad se hará constar:
La denominación de la sociedad.
El objeto social, determinando las actividades que lo integran.
La duración de la sociedad.
La fecha en que dará comienzo a sus operaciones.
El domicilio social, así como el órgano competente para decidir o acordar la creación, la
supresión o el traslado de las sucursales.
El capital social, expresando, en su caso, la parte de su valor no desembolsado, así como la
forma y el plazo máximo en que han de satisfacerse los dividendos pasivos.
El número de acciones en que estuviera dividido el capital social; su valor nominal; su clase
y serie, si existieren varias, con exacta expresión del valor nominal, número de acciones y
derechos de cada una de las clases; el importe efectivamente desembolsado; y si están
representadas por medio de títulos o por medio de anotaciones en cuenta. En caso de que
se representen por medio de títulos, deberá indicarse si son nominativas o al portador y si
se prevé la emisión de títulos múltiples.
La estructura del órgano al que se confía la administración de la sociedad, determinando
los administradores a quienes se confiere el poder de representación así como su régimen
de actuación, de conformidad con lo dispuesto en esta ley y en el Reglamento del Registro
Mercantil. Se expresará, además, el número de administradores, que en el caso del Consejo
no será inferior a tres, o, al menos, el número máximo y el mínimo, así como el plazo de
duración del cargo y el sistema de su retribución, si la tuvieren.
El modo de deliberar y adoptar los acuerdos los órganos colegiados de la sociedad.
La fecha de cierre del ejercicio social. A falta de disposición estatutaria se entenderá que el
ejercicio social termina el 31 de diciembre de cada año.
Las restricciones a la libre transmisibilidad de las acciones, cuando se hubiesen estipulado.
El régimen de prestaciones accesorias, en caso de establecerse, mencionando
expresamente su contenido, su carácter gratuito o retribuido, las acciones que lleven
aparejada la obligación de realizarlas, así como las eventuales cláusulas penales inherentes
a su incumplimiento.
Los derechos especiales que, en su caso, se reserven los fundadores o promotores de la
sociedad.
La creación de una página web corporativa deberá acordarse por la junta general de la
sociedad. En la convocatoria de la junta, la creación de la página web deberá figurar
expresamente en el orden del día de la reunión. Salvo disposición estatutaria en
contrario, la modificación, el traslado o la supresión de la página web de la sociedad
será competencia del órgano de administración.
Hasta que la publicación de la página web en el “Boletín Oficial del Registro Mercantil”
tenga lugar, las inserciones que realice la sociedad en la página web no tendrán efectos
jurídicos.
Los estatutos sociales podrán exigir que, antes de que se hagan constar en la hoja abierta
a la sociedad en el Registro Mercantil, estos acuerdos se notifiquen individualmente a
cada uno de los socios.
Sociedad en formación
Por los actos y contratos celebrados en nombre de la sociedad antes de su inscripción en
el Registro Mercantil, responderán solidariamente quienes los hubieren celebrado, a no
ser que su eficacia hubiese quedado condicionada a la inscripción y, en su caso,
posterior asunción de los mismos por parte de la sociedad.
Por los actos y contratos indispensables para la inscripción de la sociedad, por los
realizados por los administradores dentro de las facultades que les confiere la escritura
para la fase anterior a la inscripción y por los estipulados en virtud de mandato
específico por las personas a tal fin designadas por todos los socios, responderá la
sociedad en formación con el patrimonio formado por las aportaciones de los socios.
Los socios responderán personalmente hasta el límite de lo que se hubiesen obligado a
aportar.
Una vez inscrita, la sociedad quedará obligada por los actos y contratos a que se refiere
el apartado anterior. También quedará obligada la sociedad por aquellos actos que
acepte dentro del plazo de tres meses desde su inscripción. En ambos supuestos cesará
la responsabilidad de socios, administradores y representantes a que se refieren los
apartados anteriores.
En el caso de que el valor del patrimonio social, sumado el importe de los gastos
indispensables para la inscripción de la sociedad, fuese inferior a la cifra del capital, los
socios estarán obligados a cubrir la diferencia.
Sociedad irregular
Verificada la voluntad de no inscribir la sociedad y, en cualquier caso, transcurrido un
año desde el otorgamiento de la escritura sin que se haya solicitado su inscripción,
cualquier socio podrá instar la disolución de la sociedad en formación y exigir, previa
liquidación del patrimonio social, la restitución de sus aportaciones.
Aportaciones dinerarias
Las aportaciones dinerarias deberán establecerse en moneda nacional.
1. No podrán ser emitidas las acciones por una cifra inferior a su valor nominal.
2. Será lícita la emisión de acciones con prima. La prima de emisión deberá satisfacerse
íntegramente en el momento de la suscripción.
1. En los términos establecidos en esta ley, y salvo en los casos en ella previstos, el accionista
tendrá, como mínimo, los siguientes derechos:
El de participar en el reparto de las ganancias sociales y en el patrimonio resultante de
la liquidación.
El de suscripción preferente en la emisión de nuevas acciones o de obligaciones
convertibles en acciones.
El de asistir y votar en las juntas generales y el de impugnar los acuerdos sociales.
El de información.
Los bonos de disfrute entregados a los titulares de acciones amortizadas en virtud de
reembolso no atribuyen el derecho de voto.
Cuando dentro de una clase se constituyan varias series de acciones, todas las que
integren una serie deberán tener igual valor nominal.
El mismo régimen establecido en el párrafo primero del presente apartado será aplicable
a las sociedades no cotizadas, salvo que sus estatutos dispongan otra cosa.
Título de la acción
Los títulos de la Sociedad anónima , cualquiera que sea su clase, estarán numerados
correlativamente, se extenderán en libros talonarios, podrán incorporar una o más
acciones de la misma serie y contendrán, como mínimo, las siguientes menciones:
1.
Transmisión de acciones
Mientras no se hayan impreso y entregado los títulos, la transmisión de acciones en las
Sociedad anónima procederá de acuerdo con las normas sobre la cesión de créditos y
demás derechos incorporales.
Tratándose de acciones nominativas, los administradores, una vez que resulte acreditada
la transmisión, la inscribirán de inmediato en el libro registro de acciones nominativas.
Una vez impresos y entregados los títulos, la transmisión de las acciones al portador se
sujetará a lo dispuesto por el art. 545 CCom.
Las acciones nominativas también podrán transmitirse mediante endoso, en cuyo caso
serán de aplicación, en la medida en que sean compatibles con la naturaleza del título,
los arts. 15, 16, 19 y 20 Ley Cambiaria y del Cheque.
Junta general
Los accionistas, constituidos en junta general debidamente convocada, decidirán por
mayoría en los asuntos propios de la competencia de la junta.
Todos los socios, incluso los disidentes y lo que no hayan participado en la reunión,
quedan sometidos a los acuerdos de la junta general.
Junta ordinaria
La junta general ordinaria, previamente convocada al efecto, se reunirá necesariamente
dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio, para censurar la gestión social,
aprobar, en su caso, las cuentas del ejercicio anterior y resolver sobre la aplicación del
resultado.
Junta extraordinaria
Toda junta que no sea la prevista en el artículo anterior tendrá la consideración de junta
general extraordinaria.
Convocatoria de la Junta
La junta general ordinaria deberá ser convocada mediante anuncio publicado en el
Boletín Oficial del Registro Mercantil y en uno de los diarios de mayor circulación de la
provincia, por lo menos quince días antes de la fecha fijada para su celebración.
1. Deberán, asimismo, convocarla cuando lo solicite un número de socios titular de, al menos,
un cinco por ciento del capital social, expresando en la solicitud los asuntos a tratar en la
junta. En este caso, la junta deberá ser convocada para celebrarse dentro de los treinta días
siguientes a la fecha en que se hubiese requerido notarialmente a los administradores para
convocarla.
2. Los administradores confeccionarán el orden del día, incluyendo necesariamente los
asuntos que hubiesen sido objeto de solicitud.
Presidencia de la junta
La junta general será presidida por la persona que designen los estatutos; en su defecto,
por el presidente del Consejo de Administración, y a falta de éste, por el accionista que
elijan en cada caso los socios asistentes a la reunión.
El presidente estará asistido por un secretario, designado también por los estatutos o por
los accionistas asistentes a la junta.
Derecho de información
Los accionistas podrán solicitar por escrito, con anterioridad a la reunión de la junta, o
verbalmente durante la misma, los informes o aclaraciones que estimen precisos acerca
de los asuntos comprendidos en el orden del día. Los administradores estarán obligados
a proporcionárselos, salvo en los casos en que, a juicio del presidente, la publicidad de
los datos solicitados perjudique los intereses sociales.
Esta excepción no procederá cuando la solicitud esté apoyada por accionistas que
representen, al menos, la cuarta parte del capital.
1. Podrán ser impugnados los acuerdos de las juntas que sean contrarios a la ley, se opongan
a los estatutos o lesionen, en beneficio de uno o varios accionistas o de terceros, los
intereses de la sociedad.
2. Serán nulos los acuerdos contrarios a la ley. Los demás acuerdos a que se refiere el
apartado anterior serán anulables.
3. No procederá la impugnación de un acuerdo social cuando haya sido dejado sin efecto o
sustituido válidamente por otro.
Si fuera posible eliminar la causa de impugnación, el Juez otorgará un plazo razonable
para que aquélla pueda ser subsanada.
Caducidad de la acción
La acción de impugnación de los acuerdos nulos caducará en el plazo de un año.
Quedan exceptuados de esta regla los acuerdos que por su causa o contenido resultaren
contrarios al orden público.
Cuentas anuales
Las cuentas anuales de las Sociedades de capital, han de ser formuladas por los
administradores de la sociedad en el plazo máximo de tres meses a contar del cierre del
ejercicio social, acompañadas de un informe de gestión y de la propuesta de aplicación
del resultado.
Irán firmadas por todos los administradores, serán revisadas por los auditores de cuentas
y se someterán finalmente a la aprobación de la Junta General.
Las cuentas anuales, que forman una unidad, deben ser redactadas con claridad y
mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la
sociedad. Comprenderán:
El Balance de apertura de un ejercicio debe ser igual al balance de cierre del ejercicio
anterior.
ACTIVO:
Fondos propios:
Capital suscrito
Primas de emisión
Reserva de revaloralización
Reservas
Resultados de ejercicios anteriores
Resultado del ejercicio
Provisiones para riesgos y gastos
Acreedores a largo plazo
Acreedores a corto plazo
2. Que el acuerdo se adopte de conformidad con los articulos 126 y 127, dejando
a salvo lo establecido en el articulo 120.
Con los mismos requisitos la junta general puede acordar delegar en el directorio
o la gerencia la facultad de modificar determinados articulos en terminos y
circunstancias expresamente señaladas.
Aquellos acuerdos que den lugar al derecho de separacion deben ser publicados
por la sociedad, por una sola vez, dentro de los diez dias siguientes a su
adopcion, salvo aquellos casos en que la ley señale otro requisito de publicacion.
Es nulo todo pacto que excluya el derecho de separacion o haga mas gravoso
su ejercicio.
TITULO II -
1. Nuevos aportes;
Articulo 205º.- Modificacion automatica del capital y del valor nominal de las
acciones
Por excepcion, cuando por mandato de la ley deba modificarse la cifra del capital,
esta y el valor nominal de las acciones quedaran modificados de pleno derecho
con la aprobacion por la junta general de los estados financieros que reflejen tal
modificacion de la cifra del capital sin alterar la participacion de cada accionista.
La junta general puede resolver que, en lugar de modificar el valor nominal de
las acciones, se emitan o cancelen acciones a prorrata por el monto que
represente la modificacion de la cifra del capital. Para la inscripcion de la
modificacion basta la copia certificada del acta correspondiente.
7. La fecha de emision; y,
2. El valor nominal de las acciones, las clases de estas, si las hubiere, con
mencion de las prefrencias que les correspondan;
4. Los estados financieros de los dos ultimos ejercicios anuales con el informe
de auditores externos independientes, salvo que la sociedad se hubiera
constituido dentro de dicho periodo;
TITULO III -
La reduccion del capital se acuerda por junta general, cumpliendo los requisitos
establecidos para la modificacion del estatuto, consta en escritura publica y se
inscribe en el Registro.
Se realiza mediante:
El acuerdo de reduccion debe publicarse por tres veces con intervalos de cinco
dias.
La reduccion del capital tendra caracter obligatorio cuando las perdidas hayan
disminuido el capital en mas del cincuenta por ciento y hubiese transcurrido un
ejercicio sin haber sido superado, salvo cuando se cuente con reservas legales
o de libre disposicion, se realicen nuevos aportes o los accionistas asuman la
perdida, en cuantia que compense el desmedro.
- No más de 20 accionistas
- Que más del 35% del capital pertenezca a 175 o más accionistas,
sinconsiderar dentro de ese número a aquéllos cuya tenencia
accionariaindividual no alcance el 2 por mil del capital o exceda del 5%
delcapital
- No tiene directorio