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70 Educación y Sociedad Revista Foro

Martha Cecilia Herrera, Doctora en Filosofía e


Historia de la Educación. Profesora-Investigadora
Universidad Pedagógica Nacional.
Alexis V. Pinilla Díaz, Magíster en Historia de la
Educación Investigador Universidad Pedagógica
Nacional.

Cultura política
en el contexto educativo
Martha Cecilia Herrera
Alexis V. Pinilla Díaz

El mapa de este viaje se ha trazado pro- za de sociedades organizadas bajo el concep-


curando clarificar cómo lo pedagógico to de estados nacionales. Dentro de este con-
y lo político se juntan en sitios que las
texto se dio paso, a su vez, a la conformación
escuelas frecuentemente ignoran; en e~~
caso, sitios donde la lucha por el cono-
de los sistemas educativos nacionales (léase,
cimiento, el poder y la autoridad se con- estatales) como dispositivos que integraban,
vierten en una batalla más amplia acer- pretendiendo homogenizar, la diversidad de
ca del significado del placer, la manifestaciones culturales sometidas a la vi-
autoformación y la identidad nacional.
sión hegemónica del Estado-Nación. Desde
(Henry Giroux, Placeres inquietantes:
aprendiendo la cultura popular, Barce-
este enfoque, el éxito de una educación polí-
lona, Paidós, 1996, p. 13).

Elementos iniciales para la 'Este ensayo hace parte de los proyectos que lleva a
reflexión sobre educación y cabo el grupo de investigación en Educación y
Cultura Política de la Universidad Pedagógica
cultura política Nacional. Fue socializado en diversos escenarios que
permitieron confrontar las ideas aquí desarrolladas
El modelo de sociedad occidental, ca- con miembros de la comunidad educativa, estos
racterístico de los últimos siglos, ha coloca- escenarios fueron: Simposio para la democracia y
socialización política en la escuela, Bogotá,
do en el centro de la reflexión las relaciones
Universidad de los Andes, julio 6 y 7 de 2001; Cátedra
que se tejen entre la esfera educativa, la so- en Educación y Comunicación, Universidad
ciedad y las necesidades surgidas dentro de Pedagógica Nacional, agosto 11 de 2001; Tertulias
los estados nacionales 1. En el siglo XIX Pedagógicas, Viva la Ciudadanía, septiembre 27 de
Durkheim fue uno de los intelectuales que 2001.
formuló la idea de la educación como factor
1 Usamos el concepto de necesidad, en la acepción
fundamental, en la labor de orientar los pro-
que le da Castoriadis, como una construcción de
cesos de socialización de los individuos, con
carácter histórico y social, es decir, como una
el fin de modelarlos de acuerdo a las carac- construcción cultural y no como una categoría que
terísticas de la sociedad en la que estaban se impone desde el orden de la naturaleza. Cornelius
insertos; lo anterior desde una visión orgá- Castoriadis, La institución imaginaria de la
nica que articulaba al Estado como la cabe- sociedad, Buenos Aires, Tusquets, 1999.
~ista Foro Educación y Sociedad 71

tica acorde con la organización de la socie-


dad y el Estado occidental, se concibió como
la formación de ciudadanos democráticos y
participativos en asuntos públicos 2.
Es un hecho reconocido en la ac-
tualidad que la formación ciudadana no
tiene que ver, de manera exclusiva, con
el reconocimiento de ciertos deberes y de-
rechos de los individuos, en tanto actores
políticos y titulares de derecho, sino con la
construcción misma del sujeto y su acepción
dentro de las sociedades actuales. A su vez,
el proceso de construcción de sujetos está
cruzado y mediado por una serie de tensio-
nes y conflictos (políticos, culturales, econó-
micos, etc.), relacionados no sólo con el pla-
no individual sino también con el grupo so-
cial en el que éstos se encuentran inscritos.
Los fenómenos educativos y las prácti-
cas pedagógicas pueden ser entendidos como
parte de "un campo cultural donde el co-
nocimiento, el discurso y el poder se
interrelacionan con objeto de produ-
cir modos de autoridad y formas
de regulación moral y social his-
tóricamente específicos'", Estos
fenómenos conforman redes de
significación que inciden en la
constitución de pautas de cultura
política en los in~viduos y en los
grupos sociales~ntendemos por
cultura política el conjunto de prác-
ticas y representaciones en tomo al orden so-
cial establecido, a las relaciones de poder, a
las modalidades de participación de los suje- cesarias para la vida social (transmisión de
tos y grupos sociales, a las jerarquías que se la herencia cultural), hoy este papel compe-
establecen entre ellos y a las confrontaciones te también a la escuela, «cuyos juicios y
que tienen lugar en los diferentes momentos cuyas sanciones pueden confirmar los de la
históricos. De otro lado, sus únicos referen-
tes no se dan, únicamente, en tomo al Esta-
do nacional, pudiéndose identificar la expre- 2Patrice Canivez, Educar o cidadiio? Campinas,
sión de 'diversas culturas políticas dentro de SP, Papirus, 1991, p.31.
las sociedades, al tiempo que considerar ma- 3Henry Giroux y Ramón Flecha, Igualdad
nifestaciones culturales no relacionadas de Educativa y diferencia cultural, Barcelona,
manera directa con lo político pero con Roure, 1992, p.78.
implicaciones directas sobre este campo". 4 Martha Cecilia Herrera y Alexis Pinilla,
"Acercamientos a la relación entre cultura política
••. La formación de cultura política obede-
y educación en Colombia", en Martha Cecilia
ce a una lógica plural que tiene lugar en múl- Herrera y Carlos J. Díaz (comp.), Educación y
tiples escenarios de la sociedad. Así, si en Cultura Política. Una mirada multidisciplinaria,
principio la familia fue concebida como la Bogotá, Universidad Pedagógica Nacional, Plaza
institución encargada de formar las pautas ne- & Janés, 2001.
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familia, pero también contrariarlos u Un ser político no debe defmirse como ...
oponérseles, y contribuyen de forma abso- un ser abstracto y aislado portador de dere-
lutamente decisiva a la construcción de la chos, privilegios y exenciones, sino como una
identidad»>, Al mismo tiempo, es necesario persona cuya existencia se sitúa en un lugar
agregar que los procesos de formación de determinado y obtiene su sustento a partir de
cultura política trascienden el campo educa- relaciones'circunscritas: la familia, los ami-
tivo y se manifiestan también en otros esce- gos, la iglesia, el vecindario, el ámbito labo-
narios de socialización, modelando actitudes ral, la comunidad, el pueblo, la ciudad. Di-
y pautas de comportamiento en los indivi- chas relaciones constituyen las fuentes de las
duos y en los grupos sociales. que los seres políticos obtienen el poder -
simbólico, material y psicológico- que les per- Los fenómenos educativos
En dichos procesos de formación, se pre-
mite estar unidos. El verdadero poder político y las prácticas pedagógi-
senta una compleja relación entre el conoci-
implica no sólo actuar de modo que se lleven a cas pueden ser entendidos
miento del que se van apropiando los indivi- como parte de "un campo
cabo cambios decisivos, sino también supone
duos, su propia experiencia biográfica y las cultural donde el conoci-
la capacidad de recibir poder, de aceptar reac-
interrelaciones que se dan dentro de los gru- miento, el discurso y el po-
ciones contrarias a dicho poder, 'de cambiar y der se interrelacionan con
pos sociales en los que actúan, incidiendo en
de ser cambiado. Desde una perspectiva de- objeto de producir modos
su manera de asumirse y comportarse como
mocrática, el poder no constituye simplemente de autoridad y formas de
seres políticos. De esta manera, "resulta regulación moral y social
una fuerza que es generada; el poder es expe-
medular la comprensión del modo en que el históricamente específi-
riencia, sensibilidad, sabiduría, incluso melan-
conocimiento y la experiencia se estructuran cos". Estosfenómenos con-
colía destilada de las distintas relaciones y cír- forman redes de significa-
alrededor de formas particulares de regula-
culos en los que nos movemos'". ción que inciden en la cons-
ción intelectual, moral y social dentro de las
titución de pautas de cul-
diversas relaciones de poder que caracteri- En este sentido, los espacios educativos tura política en los indivi-
zan a las escuelas, las familias, los lugares y escolares son escenarios de lucha entre las duos y en los grupos socia-
de trabajo, el Estado y otras esferas públicas diferentes significaciones y modelos cultura- les. Entendemos por cultu-
importantes'". les vehiculizados por los diferentes grupos ra política el conjunto de
que tienen acceso a ellos, presentándose, más prácticas y representacio-
De otro lado, es necesario considerar que nes en torno al orden social
que un espacio armónico y homogéneo, un
en sociedades jerarquizadas, como la capi- establecido, a las relacio-
espacio conflictivo en el que los grupos do- nes de poder, a las modali-
talista, las instituciones sociales tienden a re-
minantes intentan imponer su visión de mun- dades de participación de
producir la visión de mundo de los grupos
do y las diferentes apropiaciones, luchas y los sujetos y grupos socia-
dominantes, que están interesados en impo- les, a las jerarquías que se
resistencias que se presentan por parte de los
ner sus pautas culturales para reproducir el establecen entre ellos y a
demás grupos sociales.
orden social. Por este motivo, como bien afir- las confrontaciones que tie-
ma Giroux, el conocimiento aprendido en la Se requiere, igualmente, trascender la nen lugar en los diferentes
escuela (o en otros .escenarios de socializa- mirada de la escuela y en general de la edu- momentos históricos.
ción) constituye una representación particu- cación, como un micro mundo social en el
lar de la cultura dominante, un discurso pri- cual tienen lugar fenómenos independientes
vilegiado que se construye mediante un pro- de los contextos en los que se inscriben los
ceso selectivo de énfasis y exclusiones. Por proceso de formación. Un análisis en esta
ello, el reto estriba en "poder desarrollar una perspectiva requiere un acercamiento socio-
pedagogía radical situada en un discurso que
reconozca los espacios, las tensiones y las
posibilidades de lucha en el funcionamiento
5 Pierre Bourdieu, "As contradicóes da heranca",
cotidiano de las escuelas'". Desde esta pers- en Daniel Lins (org,) Cultura e subjetividade:
pectiva, es preciso resignificar el concepto saberes námades, Sáo Paulo, Papirus, 1997, p. 8.
sobre lo político y sus expresiones, dándole
6 Henry Giroux, La escuela y la lucha por la
una acepción mucho más amplia, con el ob- ciudadanía, México, Siglo XXI, 1993, p. 61.
jeto de identificar sus diferentes formas de
7 Henry Giroux y Ramón Flecha, Op. cit.
estructuración a través de los procesos de
socialización. 8 Ibid., p.72.
Revista Foro Educación y Sociedad 73

cultural al campo educativo, que permita en- receptivo al cambio. Cultura


tender que en él existen diferentes formas de [...] y significados [...] son, por
relacionarse con el mundo social. En el mun- lo tanto, inherentemente polí-
do social coexisten, de un lado, las diversas ticos. Están centralmente
elaboraciones intelectuales que hacen los re- involucrados en la distribución
presentantes de los grupos sociales que hay y posible redistribución de las
en la sociedad, las prácticas a través de las diferentes formas de poder so-
cuales los sujetos encarnan sus identidades cial [...] Conocimiento es po-
individuales y sociales, así como las institu- der y la circulación del conoci-
ciones sociales, objetivadas, que garantizan miento es parte de la distribu-
la continuidad social: ción social del poder. La capa-
cidad discursiva para construir
En primer lugar, el trabajo de clasifica-
un sentido común que pueda in-
ción y de desglose que produce las configu-
sertarse en la vida cultural y po-
raciones intelectuales múltiples por las cua-
lítica es central en las relacio-
les la realidad está contradictoriamente cons-
nes sociales de poder".
truida por los distintos grupos que compo-
nen una sociedad; en segundo, las prácticas En lo concerniente a las
que tienden a hacer reconocer una identidad representaciones que se
social, a exhibir una manera propia de ser en hace de lo social a través
el mundo, significar en forma simbólica un de los diferentes proce-
status y un rango; tercero, las formas sos de formación, es I~
institucionalizadas y objetivadas gracias a las conveniente anotar que \ t, ~ll
cuales los "representantes" (instancias colec- uno de los elementos ¡-;' v~ \\W
tivas o individuos singulares) marcan en for- funda~tes de la vida en //~~(I ~', '. ~tL[
(l.-
ma visible y perpetúan la existencia del gru- c?~ullidad ~s l~ ~on~tru~-. I "({'l/¡¡}¡)' ~
po, de la comunidad o de la clase". cion y apropiacion simbóli- I f ((j ..
ea de los diferentes objetos y lf«(r
La coexistencia de estas tres dimensio-
nes genera luchas de representación, "cuya
experiencias en las que se des- ti;:
envuelven los grupos humanos. I{(
postura es el ordenamiento, y por lo tanto la
En este sentido, la dinámica del .'(¡
jerarquización de la estructura social en sí".
Por este motivo, un enfoque socio-cultural
mundo escolar se soporta, al igual 'Il.'
"fija su atención sobre las estrategias simbó- qu~ ?tros escenarios ?~
soci~li~ ~t\
zacion, en la construcción de SlID- -.
licas que determinan posiciones y relaciones
bolos y representaciones sobre los
y que construyen, para cada clase, grupo o
entornos sociales, políticos y económicos que
medio, un ser-percibido constitutivo de su
identidad" 10. rodean a la escuela. Para Norbert Elías exis-
te una compleja relación entre lo que se re-
Para Apple 11, como educadores estamos presentan los sujetos y lo que es representa-
comprometidos en una lucha por la construc- do, En sus palabras:
ción de significados, en torno a los cuales
Instituto de Estudi('~ r
distintos grupos sociales tienen intereses es- Irf Un;"! d rlr r "
pecíficos. En esta tensión por la construc-
ción de significados y representaciones so- 9 Roger Chartier, El mundo como representación.
bre la realidad, algunos grupos sociales lo- Historia cultural: entre práctica y representación,
gran imponer sus significados como los más Barcelona, Gedisa, 1995, p. 57.
legítimos debido a las relaciones de poder que 10 /bid.
manejan. A este respecto John Fiske anota
11 Paulo Gentili, Michel Apple, Tomaz Tadeu da Silva
que
(comp.), Cultura, política y currículo ensayos
Todo sistema social necesita un sistema sobre la crisis de la escuela pública, Buenos Aires,
cultural de significación que sirva para man- Losada,1997,p.29.
tenerlo, para desestabilizarlo o hacerlo más =iu«, p. 30.
74 Educación y Sociedad Revista Foro

"El mapa y la ciudad tienen una forma conocimiento. El último registro, permite de-
de existencia diferente pero no opuesta. Ni limitar las interacciones de orden social y pe-
s{qu{era las lenguasmá~ diferendada~ lo es- dagógico que 3tr3vies31l dk}]os procesos )'
\.án. \\.~':i';',~i\.l:.\.e1.\.\.e\>"M:O.\>~~\>~~Ü~1.\."M a l~s las ~elac\.~n.esde ~oder establecidas en tomo
que las usan un medio de comunicación con a ellos, para lo cual se debe analizar las rela-
símbolos lingüístico s preconcebidos de ele- ciones que dan sentido a la interacción de los
mentos que sean diferenciables sin que haya sujetos así como los modelos pedagógico -
entre ellos un antagonismo. Como mercan- comunicativos que los fundamentan 14. los espacios educativos y
escolares son escenarios de
cías, los planos forman parte del mismo ni-
A la luz de las tres dimensiones que he- lucha entre las diferentes
vel de realidad que la ciudad que represen- significaciones y modelos
mos señalado, es decir, estructuración de su-
tan. Como representaciones simbólicas de la culturales vehiculizados
jetos, relaciones sociales y pedagógicas y as-
ciudad, los planos de ésta están al mismo por los diferentes grupos
pectos cognitivos, se puede entrar a identifi-
tiempo separados de ella. Los individuos de- que tienen acceso a ellos,
car el universo de conceptos que son elabo- presentándose, más que un
ben ser capaces de distanciarse de la reali-
rados en el campo educativo, las estrategias espacio armónico y homo-
dad física de la población para elaborar y
a través de las cuales los distintos sujetos so- géneo, un espacio conflic-
utilizar un plano de ese tipo; deben, diga- tivo en el que los grupos
ciales difunden dichos conceptos, así como
mos, ascender mentalmente hasta un nivel dominantes intentan impo-
las prácticas que expresan las estrategias de
de síntesis situado por encima de su existen- ner su visión de mundo y
los sujetos y sus diversas apropiaciones. Es- las diferentes apropiacio-
cia inmediata como una masa de materia 13.
tas dimensiones se encuentran en estrecha nes, luchas y resistencias
Llevando este análisis a los escenarios relación y es sólo para fines analíticos que es que se presentan por par-
de formación podemos anotar que en ellos posible nombrarlas de manera independien- te de los demás grupos so-
ciales. Se requiere, igual-
se construyen mapas, "sentidos", que repre- te, puesto que los procesos de construcción
mente, trascender la mira-
sentan la realidad política y social en la cual de la realidad que tienen lugar en el campo da de la escuela y en ge-
están inscritos dichos escenarios y de los cua- educativo, están ligados tanto a la construc- neral de la educación,
les se derivan pautas de comportamiento y ción / apropiación del conocimiento como a como un micro mundo so-
acción. Estos mapas de significaciones que la interacción social cotidiana de los sujetos y cial en el cual tienen lugar
fenómenos independientes
los sujetos hacen en el escenario educativo a sus incidencias específicas sobre los suje-
de los contextos en los que
son, en última instancia, los que caracteriza- tos particulares. se inscriben los proceso de
rían las diversas formas que adquiere la cul- formación.
En síntesis, para concluir este primer ítem,
tura política, dentro de las cuales una de las
es necesario enfatizar que el análisis sobre
más enunciadas es la cultura política demo-
las distintas manifestaciones de cultura polí-
crática.
tica, de socialización política, trasciende el
Tratando de retomar la serie de conside- ámbito escolar, para 10 cual es preciso admi-
raciones hechas hasta el momento en cuanto tir "la existencia de varios modos de sociali-
a las relaciones entre educación y cultura zación política", provenientes "no de la in-
política, nos parece es posible aglutinar sus fluencia de uno o de otro agente privilegiado,
diversas manifestaciones a través de tres ti- sino de las interacciones de una multitud de
pos de registros. Uno, referido a los aspec- factores, de agentes y de circunstancias?".
tos de construcción de los sujetos y la mane-
ra como se decantan en ellos ciertas actitu-
des, normas de conducta, estructuras men-
tales y afectivas, que inciden en sus identi-
dades, en sus formas de participación social
13 Norbert Elías, Teoría del símbolo, Barcelona,
y política, tanto en los planos macro sociales Península, 1991, p. 34.
como micro sociales. Otro, relativo a los pro-
14 Henry Giroux y Ramón Flecha, Op. cit.; Henry
cesos cognitivos y a la serie de saberes y
Giroux, Placeres inquietantes Op. cit; Annick
nociones en tomo a su producción y difu-
Percheron, "L'ecole en porte a faux: Réalités et
sión, a sus contenidos, al tipo de legitima- limites des pouvoirs de l' ecole dans la socialitation
ción social que vehiculan, así como al lugar politique", en Pouvoirs, Review francaise d' etudes
que dentro de ellos se asigna a los actores constitutionnelles et politiques, No. 30, 1984.
sociales, a los/aprendices como sujetos de IS Percheron, Op. cit., p. 26.
Revista Foro Educación y Sociedad 75

Algunas observaciones sobre la Como se anotó con ante-


dinámica de las dos últimas décadas. rioridad, la educación, enten-
dida como un campo en el que
En lo relacionado con el caso colombia- se disputan significados e ima-
no, podríamos anotar que para inicios de los ginarios, se constituye en uno
90 se empezó a hacer evidente la puesta en de los ejemplos más claros del
circulación de un universo semántico ancla- cruce que existe entre lo cul-
do en los paradigmas de la democracia tural y lo político. A través de
participativa e imbuido de la lógica de la cons- las diferentes prácticas peda-
trucción de un Estado Social de Derecho. La gógicas y sociales que tienen
promulgación de la Constitución Política de lugar en la educación se re-
1991, entendida como el resultado de una crean constantemente sentidos
serie de tensiones y movilizaciones sociales y significados de lo social y lo
y políticas de la década de los 80, facilitó la político. En Colombia, desde
emergencia de este universo semántico en el principios de los 90, se han
que se enfatizó sobre el reconocimiento y promovido iniciativas tendien-
defensa de los derechos ciudadanos y en el tes al desarrollo de estrategias
compromiso social del Estado con toda la de participación ciudadana, de
población. Si bien es cierto que después de organización de gobiernos es-
diez años de su promulgación son aún bas- colares en las instituciones edu-
tantes las promesas incumplidas por la Cons- cativas, las cuales, de una u
titución Política, también lo es el hecho de otra forma, responden a los de-
que, en su momento, la Carta Constitucional sarrollos constitucionales y a
fue un punto de partida significativo, para la las tensiones y presiones de
reconstrucción de una cultura política demo- los sujetos sociales inscri-
crática, cuyas expresiones han sido las más tos en el campo educa-
de las veces contradictorias pero, simultánea- tivo.
mente, han dejado entrever interesantes for-
En primera instan-
mas embrionarias de dicha cultura democrá-
cia, estas estrategias ten-
tica.
dientes a la democratiza-
Así mismo, la educación jugó un papel ción del escenario esco-
fundamental en la consolidación de un mo- lar, buscaron disminuir
delo democrático. El concepto de cultura los índices de autoritaris-
política ingresó al campo educativo a tra- mo y violación de dere-
vés de la categoría de formación ciudada- chos fundamentales en la
na y, de manera más específica, de cultura educación. Efectivamen-
. democrática. Las luchas del magisterio y te, la institución escolar
de distintos movimientos sociales por la fue una de las instancias
defensa de la educación pública desde la con mayor número de tu-
década del 80, las reformas políticas de telas en el período 1992 - 1996, hecho que
finales de los 80 y principios de los 90, así contribuyó a que tanto el Estado como in-
como la necesidad de articular la educa- vestigadores y docentes, dirigieran su mirada
ción con el proyecto democrático nacional sobre el origen y circulación del poder en la
y de dar aplicación, mediante ella, a prin- escuela. Según Aguilar, "la preocupación fun-
cipios como la igualdad, la tolerancia, la damental de las instituciones escolares es el
multiculturalidad, entre otros, fueron fe- control de la conducta y el comportamiento
nómenos que ocasionaron una constante de los estudiantes, por lo cual el deber toma
referencia, tanto desde el gobierno como el mando en las exigencias de la vida cotidia-
desde el ámbito académico, a la necesidad na invisibilizando y negando los derechos de
In t t '0 de Es lo <; Po:íticos
de construir una cultura democrática en el los estudiantes, sea por acción o por omi- , [ ,r n ntaciót
escenario educativo. sión. La negación de los derechos de los ni-
76 Educación y Sociedad Revista Foro

ños, niñas y jóvenes asume la negación mis- Por otro lado, parece emerger lo que puede
ma del sujeto con sus sensibilidades, mani- llamarse una ciudadanía política. El segundo
festaciones culturales e intereses" 16. tipo de ciudadanía se refiere no tanto a la
"política institucionalizada" en el sistema po-
La negación de los derechos de niños y
lítico como a la acción colectiva de los pro-
jóvenes en la escuela está relacionada, entre
pios ciudadanos!".
otros fenómenos, con el concepto de ciuda-
danía que corrientemente circula en la edu- El concepto de ciudadanía, entonces, se
cación, concebido, por un lado, como un con- reviste de un significado distinto al asignado Se ha propuesto que lafor-
cepto que permite reconocer a la infancia y por parte de los ideólogos de los Estados - mación ciudadana en la
a la juventud como categorías sociales dife- Nación en su acepción moderna, en el que se educación esté basada en
renciadas de los adultos, lo cual justifica que caracterizaba por la adquisición, por parte del la participación, la tole-
rancia, el reconocimiento
éstos ejerzan un control sobre niños y jóve- individuo, de ciertos atributos políticos que de derechos y deberes ciu-
nes; y, por otro lado, una concepción de que le facilitaban su interacción en el mundo de dadanos, sin tener en
los niños y los jóvenes se encuentran en un lo público. En la actualidad se puede pensar cuenta que la educación,
estadio de preciudadanía, es decir, que és- en diferentes sentidos de lo ciudadano, en y por ende los sujetos que
tos no tienen aún las cualidades necesarias donde cobra gran importancia la forma en en ella se forman, se en-
cuentra en un contexto en
para ser ciudadanos. Las dos connotaciones que el sujeto asume y se representa lo global
el que pocas veces se tra-
anteriores de la ciudadanía en la educación y, además, la posibilidad que éste tiene de baja desde los parámetros
justifican, entonces, la existencia de meca- asumir posiciones propias frente a los pode- de la cultura política de-
nismos de control, vigilancia y castigo, dise- res establecidos. En esta perspectiva, la ciu- mocrática. Este distancia-
ñados y ejecutados por los adultos, de acuerdo dadanía puede ser apropiada desde diversas miento entre ser y deber
ser impide, en buena me-
a la idea de orden que éstos han construido, acepciones y, así mismo, ser reivindicada por
dida, que la educación
sin contar con la participación de niños y jó- los individuos o por los grupos sociales con cumpla con sufunción prin-
venes. intereses diferentes a los del status quo esta- cipal, cual es la de poten-
blecido. ciar la formación de los
Sin embargo, si bien en la educación se sujetos sociales y su capa-
continúan reproduciendo formas autoritarias Volviendo al caso del escenario educati- cidad de negociación cul-
de circulación del poder, en algunas institu- vo, anotemos que junto a los mecanismos de tural. De acuerdo a lo an-
ciones educativas los jóvenes se han inte- control diseñados para mantener el orden en terior, es necesario recono-
grando progresivamente a los procesos de las instituciones escolares, hay otro elemento cer los contextos socio cul-
turales en los que se ins-
participación y han promovido mecanismos que condiciona la democratización de dicho cribe la educación y reite-
de defensa de sus derechos fundamentales. escenario. Nos estamos refiriendo aquí a la rar que los procesos de so-
Al parecer, en la dinámica político cultural estructura misma de los procesos de ense- cializaciónpolítica desbor-
de los 90, ha tenido lugar un fenómeno de ñanza aprendizaje que, como ya menciona- dan los límites del escena-
reconstrucción / reconfiguración de la ciuda- mos en la primera parte, constituye una de rio educativo y, por tal ra-
zón, no es factible que su
danía. Siguiendo a Lechner anotemos que las dimensiones claves para el análisis de la
regulación y orientación
este fenómeno, propio del actual momento, cultura política. Según Noguera 18, la relación esté dada, exclusivamen-
puede ser analizado a partir de la identifica- entre educación y democracia pasa por cam- te, por los sujetos que
ción de dos tipo de ciudadanía: biar, también, los conceptos y prácticas pe- interactúan en la escuela.
dagógicas, el manejo del espacio y el tiempo
Por un lado, una ciudadanía que puede
escolar y las relaciones que se tejen entre es-
denominarse instrumental por cuanto consi-
tudiantes y docentes frente al conocimiento.
dera a la política como algo ajeno y, no obs-
La presión, el control y el autoritarismo en la
tante, se dirige al sistema político en tanto
solución a problemas sociales. No pretende
participar en la toma de decisiones ni mol-
dear la marcha del país. Al discurso abstrac- Juan Francisco Aguilar y José Javier Betancourt,
J6

to opone su mundo concreto y reclama una Construcción de cultura democrática en


gestión eficiente a favor del bienestar de la instituciones educativas de Santa Fe de Bogotá.
gente. Lo que cuenta son los servicios tangi- Bogotá. IDEP. INNOVE 2000, p. 74.
bles que presta. Dicho de modo esquemáti- J7 Norbert Lechner, "Nuevas Ciudadanías", Revista
co la "ciudadanía instrumental" descree de de Estudios Sociales. N° 5, Bogotá, enero de 2000,
la política y cree en la administración (...) p.28.
Revista Foro Educación y Sociedad 77

forma de desarrollar los procesos de ense- cultura política hegemónica. Analizando la si-
ñanza - aprendizaje, no estarían acor- tuación de los jóvenes este autor anota: "La
des con una escuela que pro- contracultura política apunta, de un lado, a la
pone, en su proyecto educa- experiencia de desborde y des - ubicación
tivo, afianzar una cultura de- que tanto el discurso como la acción política
mocrática. atraviesan entre los jóvenes.
La política se sale de sus
De la misma forma, otro
discursos y escenarios
aspecto de especial impor-
formales para
tancia para la democratiza-
reencontrarse en los de
ción del escenario escolar
la cultura, desde el
es el redimensionamiento
graffiti callejero a las
del debate sobre lo públi-
estridencias del rock.
co en la educación, el cual
Entre los jóvenes no hay
debe estar orientado ha-
territorios acotados para la
cia la recuperación de la
lucha o el debate político, se ha-
función social de la mis-
cen desde el cuerpo o la escuela:
ma. Se trata, en esta pers-
erosionando la hegemonía del dis-
pectiva, de fortalecer la
curso racionalistamente maniqueo
capacidad de apertura de
que opone goce a trabajo, inteligen-
la educación a la mayor par-
cia a imaginación, oralidad a escritu-
te de la población y asegu-
ra, modernidad a tradición".
rar el funcionamiento de-
mocrático del sistema En esta parte es conveniente
educativo, así como de anotar que a pesar del cambio de tra-
reconocer su papel en el tamiento a los análisis sobre la cate-
tipo de relaciones que goría de lo juvenil, no existe un con-
median la vida social de cepto homogéneo sobre la misma. La
los colombianos 19. diversidad de expresiones políticas y cultura-
les por parte de la juventud, impiden asignar
Paralelo a lo anterior, es conveniente in-
a la misma conceptos y categorías unificado-
dicar que las diferentes presiones sociales y
ras. Quizás uno de los puntos que definen
políticas de la década de los 90 han llevado a
con más acierto lo juvenil es, precisamente,
que, junto a los planes y proyectos de demo-
este carácter plural y diverso. Este hecho oca-
cratización del escenario escolar, haya tenido
siona, al mismo tiempo, que sean múltiples
lugar un progresivo reconocimiento de otros
los abordajes sobre el sentido y significado
actores sociales hasta ahora invisibilizados por
de lo juvenil en nuestra sociedad. De un lado,
parte del Estado. En este caso hacemos refe-
encontramos aún sectores que le satanizan y
rencia a la revaloración del papel de la mujer,
lo conciben como algo perverso que es nece-
de los jóvenes, de las minorías étnicas y del
reconocimiento hecho a poblaciones sociales
específicas como los desplazados, los
reinsertados, los niños de la calle, entre otros. 18 Carlos Noguera, "Educación y democracia: más
Estos fenómenos, si bien tienen una larga tra- allá de la escuela y el maestro", en Educación y
Ciudad, W 3, IDEP, Bogotá, 1997.
yectoria en nuestra historia, han adquirido un
contenido especial en la década de los 90 y 19 Gabriel Restrepo y Marco Raúl Mejía, Formación

han cuestionado seriamente la estructura, or- y educación para la democracia en Colombia,


Bogotá, Unesco, Instituto para el desarrollo de la
'-, ganización y función social de la educación.
democracia Luis Carlos Galán, 1997.
1 Parafraseando a Martín Barbero, podríamos
anotar que los actores antes mencionados 20 Jesús Martín Barbero, "Jóvenes: des - orden
construyen, a través de sus prácticas cotidia- cultural y palimpsestos de identidad", en Viviendo
a toda. Jóvenes, territorios culturales y nuevas
nas, una contracultura política que ha esta-
sensibilidades, Bogotá, Universidad central, Siglo
do en constante choque con el modelo de del Hombre, 1998, p. 35.
78 Educación y Sociedad Revista Foro

sario corregir y castigar y, de otro lado, algu- va, se ha propuesto que la formación ciuda-
nos sectores que sobrevaloran su actuar po- dana en la educación esté basada en la parti-
lítico y social. No obstante, en el centro de cipación, la tolerancia, el reconocimiento de
estos dos extremos tiene lugar un buen nú- derechos y deberes ciudadanos, sin tener en
mero de acepciones en tomo a lo juvenil que cuenta que la educación, y por ende los suje-
vuelven aún más complejo la comprensión tos que en ella se forman, se encuentra en un
del fenómeno. contexto en el que pocas veces se trabaja des- La educación jugó un pa-
de los parámetros de la cultura política de- pelfundamental en la con-
De forma general, podríamos anotar que, solidación de un modelo
mocrática. Este distanciamiento entre ser y
al parecer, lo que está en juego en el escena- democrático. El concepto
deber ser impide, en buena medida, que la de cultura política ingresó
rio escolar, como en otros espacios de socia-
educación cumpla con su función principal, al campo educativo a tra-
lización política, en el momento actual, es la
cual es la de potenciar la formación de los vés de la categoría de for-
constitución de nuevos sujetos sociales que mación ciudadana y, de
sujetos sociales y su capacidad de negocia-
se relacionen con el universo de lo político y manera más específica, de
ción cultural".
lo social de una forma distinta a como lo cultura democrática. Las
hacían generaciones anteriores. En este in- De acuerdo a lo anterior, es necesario re- luchas del magisterio y de
distintos movimientos so-
tento por reorganizar los procesos de cons- conocer los contextos socio culturales en los
ciales por la defensa de la
trucción de sujetos en la educación, es nece- que se inscribe la educación y reiterar que los educación pública desde la
sario tener en cuenta que la subjetividad, si- procesos de socialización política desbordan década del 80, las refor-
guiendo la categoría analítica propuesta por los límites del escenario educativo y, por tal mas políticas de finales de
Zemelman y León, es polisémica (en la me- razón, no es factible que su regulación y los 80 y principios de los
dida en que tiene un amplio rango de orientación esté dada, exclusivamente, por los 90, así como la necesidad
de articular la educación
inclusividad de diferentes fenómenos), tiene sujetos que interactúan en la escuela. Este con el proyecto democráti-
referentes empíricos de distinta densidad so- reconocimiento de otros escenarios de socia- co nacional y de dar apli-
cial, un carácter eminentemente histórico y, lización política, tanto o más significativos que cación, mediante ella, a
finalmente, se reconstruye constantemente el escolar, toman más complejo el análisis principios como la igual-
a través de las prácticas cotidianas. Según sobre el proceso de constitución de sujetos dad, la tolerancia, la
multiculturalidad, entre
los autores mencionados sociales y de nuevas ciudadanías.
otros, fueron fenómenos
La articulación temporal, como devenir Dentro de tales escenarios podríamos que ocasionaron una cons-
enunciar la familia, los medios masivos de tante referencia, tanto des-
de la historicidad, eleva el papel de la subje-
de el gobierno como desde
tividad a un lugar central en cuanto sus me- comunicación, las redes telemáticas, los el ámbito académico, a la
diaciones imprimen direccionalidades poten- entornas de la ciudad, los partidos políticos, necesidad de construir
ciales a los modos de apropiación de la reali- las instituciones estatales y las organizacio- una cultura democrática
dad presente. Empero la transformación de en el escenario educativo.
esa potencialidad en realización concreta está
dada por la práctica (...) De lo anterior se
desprende que la subjetividad tiene el papel
de imprimir direccionalidades potenciales a
21 Emma León, "El magma constitutivo de la
la práctica y por tanto a los modos de apro- historicidad", en H. Zemelman y E. León,
piación presente". Subjetividad: umbrales del pensamiento social,
Anthropos, Universidad Nacional Autónoma de
Dentro de la dinámica de la socializa-
México, 1997, p. 57.
ción política en la educación en las últimas
décadas, ha sido constante el llamado a que 22 Marco Palacios, Parábola del liberalismo,
Bogotá, Norma, 1999. Fabio López de la Roche,
los procesos de constitución de los sujetos
"Tradiciones de cultura política en el siglo XX", en
se aleje de la lógica política y social caracte- M. E. Cárdenas (coord.), Modernidad y Sociedad
rística de los colombianos, la cual se define Política en Colombia, Bogotá, Fescol, 1993. Hans
por una creciente fragmentación social, - Joachim Konig, En el camino hacia la nación,
ineficiencia de los partidos políticos, escasa Bogotá, Banco de la República, 1994. Daniel Pecaut,
participación de la población en asuntos pú- Orden y Violencia, Bogotá, Norma, 2001. Miguel
blicos, ilegitimidad de los dirigentes, intole- Ángel Urrego, Mod¡rnización identidad nacional
y cultura política, Bogotá, Colciencias, 1996.
rancia política y por la incapacidad de reco-
nocemos como nación". En esta perspecti- 23 Gabriel Restrepo y Marco Raúl Mejía, op. cit.
Revista Foro Educación y Sociedad 79

nes no gubernamentales, las sectas religio- cientemente su pensamiento y actua-


sas, los grupos juveniles, las asociaciones de
vecinos y juntas de acción local, entre
Q . . \ \ l,~
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~\~~IdrJWj
\ - -- . ción, a través de un largo proceso
de descentración y reflexión crí-
otros. La dinámica que adquiere el pro- l \ l\\(\ \~v u. tica sobre la propia experiencia
ceso de socialización política en cada \\\\\\\( y la comunicación ajena".
uno de ellos merecería una referen- Ul\\~\\\~\~·11, f. • •

cia explícita y un estudio sistemático, ·lH.~~\\\\\\'" ~., ,,,,,\1I~\\ 1: .' Las anteriores considera-
objetivo que desborda las \~\~ ('.,',', -. 1\:~fl' 1h~/
11' \\ \ \ \~ ciones so~ algunos puntos de
intencionalidades del presente escrito. );l~( ,/i' :1 'IiII.,I/(, \\\\\\ \\\\\. referencia para pensar no
líj)'/,¡: d¡@ 1: /f, .' J 1, \\\\\, I\i\ sólo el papel de la educa-
Por lo pronto terminemos con las pala-
bras de Ángel Pérez al referirse a la ~:};!,:ll~¡\\\.l, ·III~. \\\\\\ 11'¡il ción, sino también d~ ~?S
función social y educativa de la es-
{¡,¡ (,/// ¡(;)\\I~ !'~i 1 docentes, en la proposición
,1, '~(n-¡Ii ({.I.I .... \\\~\\.. : I de nuevos horizontes de po-
cuela: ~ I/~' \\\\ ,.
~", (ti!,' / I \\,. . . lítica, cultura y construc-
Si la escuela pretende ejercer una l I',U '\ \ '\ ción de la nación en el con-
función educativa no será simple- texto colombiano de prin-
mente por el cumplimiento más per- , cipios del siglo XXI. Qui-
fecto y complejo de los procesos de zás un redimensionarniento
socialización (...) sino por su inten- de la potencialidad de trans-
ción sustantiva de ofrecer a las futu- formación política que tie-
ras generaciones la posibilidad de ne la educación y, en ge-
r-: "....-11.
cuestionar la validez antropológica de neral, los procesos
aquellos influjos sociales, de reconocer y ela- formativo s y, particularmente, la práctica
borar alternativas y de tomar decisiones rela- pedagógica, sería una buena medida de la
tivamente autónomas. Con esta intención capacidad de cambio y autoconstrucción
educativa, la escuela ha de ofrecer no sólo el de la sociedad colombiana. Así, la necesi-
contraste entre diferentes procesos de socia- dad de consolidar unas nuevas formas de
lización sufridos por los propios alumnos de cultura política, ha puesto en evidencia la
un mismo centro o grupo de aula, sino de potencialidad política de la práctica pedagó-
experiencias distantes y culturas lejanas en el gica y el papel fundamental que la educación
espacio y en el tiempo, así como el bagaje juega en la construcción de lo público y lo
del conocimiento público que constituyen las político.
artes, las ciencias, los saberes populares (...)
Solamente podremos decir que la actividad
de la escuela es educativa, cuando todo este 24 Ángel Pérez, "Socialización y Educación en la
conjunto de materiales, conocimientos, ex- época postmoderna", en J. Goikoetxea y J. García
periencias y elaboraciones simbólicas sirva (coord.), Ensayos de Pedagogía Crítica, Madrid,
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