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v

EL MAHĀVASTU
VOLUMEN II
PREFACIO

ÍNDICE

Contenidos
ÍNDICE..................................................................................................................................................vi
ABREVIACIONES AL PIE DE PÁGINA* ............................................................................................... viii
PREFACIO..............................................................................................................................................x
EL NACIMIENTO DE GOTAMA ............................................................................................................. 5
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA .............................................................................................................. 27
LA JUVENTUD DE GOTAMA ................................................................................................................. 5
MANJARĪ JĀKATA................................................................................................................................. 5
EL GODHĀ JĀTAKA ............................................................................................................................... 5
EL REGALO DE UN COLLAR A YAŚODHARĀ.......................................................................................... 6
YAŚODHARĀ COMO UNA TIGRESA...................................................................................................... 5
EL CORTEJO DE YAŚODHARĀ ............................................................................................................... 7
LA HISTORIA DE DHARMAPĀLA ........................................................................................................... 7
LA FLECHA QUE FUE TIRADA LEJOS .................................................................................................... 8
AMARĀ JĀTAKA .................................................................................................................................. 5
ŚIRI JĀTAKA ......................................................................................................................................... 9
EL KINNARĪ .......................................................................................................................................... 5
LA GRAN RENUNCIA ........................................................................................................................... 5
LOS SUEÑOS DE ŚUDDHODANA Y OTROS.......................................................................................... 5
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO ......................................................................................................... 9
ŚYĀMĀ JĀTAKA ................................................................................................................................. 29
CAMPAKA JĀTAKA ............................................................................................................................ 11
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA .................................................................................................. 5
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA ........................................................................................................................ 18
ŚIRIPRABHA-JĀTAKA......................................................................................................................... 19
LA TENTACIÓN POR MĀRA ................................................................................................................. 9
ŚAKUNTAKA-JĀTAKA .......................................................................................................................... 5
KACCHAPA-JĀTAKA ............................................................................................................................ 6
El MARKATA-JĀTAKA .......................................................................................................................... 5
El ŚAKUNTAKA-JĀTAKA (2) ................................................................................................................. 8
SURŪPA-JĀTAKA ................................................................................................................................. 5
vii

EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA........................................................................................................... 5
ANANGANA-JĀTAKA ......................................................................................................................... 12
EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA (CONTINUACIÓN)............................................................................. 8
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA ....................................................................................................... 5
La última derrota de Māra ................................................................................................................. 5
El Kuśa-jātaka...................................................................................................................................... 5
PREFACIO

ABREVIACIONES AL PIE DE PÁGINA*

A. = Anguttara Nikāya

Avś. = Avadāna-śataka

Bu. (Budv.) = Buddhavaṃsa

Cpd. = Compendio de Filosofía

D. = Dīgha-Nikāya

Dial. = Diálogos del Buda

Divy. = Divyâvadāna

Dh. = Dhammapada

DhA. = Comentario sobre Dh.

Dhs. Trsl. = Manual budista de ética psicológica

D.P.N = Diccionario Pali de Nombre Propios (G. P. Malalasekera)

Grad. Sayings = Dichos graduales

J. = Jātaka

J.P.T.S. = Diario de la Sociedad de Textos Pali

Khp. = Khuddakapāṭha

KhpA. = Comentario sobre Khp.

KS. = Dichos emparentados

Kvu. = Kathāvatthu

Lal. Vist. = Lalita Vistara

M. = Majjhima-Nikāya

Mhvu. = Mahāvastu

Miln. = Milindapañha

Nd. = Nidessa

Pali Dict. = Diccionario Inglés-Pali (T. W. Rhys Davids y W. Stede)

Pv. = Petavatthu

PvA. = Comentario sobre Pv.

S. = Saṃyutta-Nikāya
ix

Sn. = Suttanipāta

S.B.E. = Libros Sagrados del Este

ThigA. = Comentario sobre Therīgāthā

V. = Vinaya

VA. = Comentario sobre Vi.


PREFACIO

PREFACIO

El segundo volumen del Mahāvastu corresponde a la segunda de las tres secciones en las que, por
analogía con el Nidāna-kathā, todo el texto ha sido dividido. En efecto, tenemos en este volumen lo
que corresponde al Avidūre-nidāna, o la historia más reciente de Gotama el Buda, comparado por
una parte con su historia en el lejano pasado cuando él fue proclamado como el futuro Buda por
Dīpaṃkara, y por otra parte con el más reciente establecimiento de la Orden Budista contada en la
última parte del tercer volumen.

El primer volumen ya nos habrá mostrado, sin embargo, que no debemos esperar encontrar en esta
sección un recuento conectado y lineal de la carrera de Gotama. Hemos visto en ese volumen
abundantes ejemplos de la propensión de los compiladores del Mahāvastu de incluir en su obra
canónica de su secta cada pieza posible de tradición que implique el tema. Como esto es evidente,
podemos decir que el trabajo tiene un cierto patrón, a pesar de la caótica acumulación de todo tipo
de ciencia budista, Jātakas, Avadānas y Sūtras. Cada incidente, por ejemplo, en la carrera de Gotama
se utiliza para relatar un edificador Jātaka o Avadāna, que recurrentemente se repite en distintas
versiones. Cual sea el tiempo que haya entre los primeros y los últimos compiladores, el objetivo de
la comprensión siempre se buscada, tanto así que en ese proceso el Mahāvastu perdió casi todas
las características de un Vinaya, que se supone es.

Esta característica del Mahāvastu le da aún más atractivo para los estudiantes del budismo y su
literatura. Porque de este modo entrega material instructivo para el estudio del crecimiento de la
leyenda del Buda. Un análisis cuidadoso de las variadas y repetitivas versiones, junto con una
comparación crítica de las versiones en otros textos recurrentemente se mostrará útil para
determinar la forma original de la tradición.

Más de un crítico del primer volumen de esta traducción remarcó en la preponderancia de


referencias a textos Pali en las notas al pie de página. Esta dependencia de los textos Pali se asume,
pero no fue producto de ninguna noción preconcebida de la gran antigüedad o importancia de los
textos Pali comparados con el Sanscrito, sino solamente debido al hecho de que estos textos más
nuevos no estaban disponibles para el traductor. Él pudo en una ocasión pedir prestado una copia
de Lalita Vistara, pero solo por un periodo limitado de tiempo. Por el resto del tiempo no tuvo más
opción que depender de los textos Pali, todos los que fueron publicados por la Sociedad de Textos
Pali, ya que siempre estaban a la mano.

El traductor opina que el estudio comparativo del Mahāvastu, como el de otros textos budistas,
debe proceder de un supuesto de que ambos textos, Pali y Sanscritos, se preservan como un núcleo
importante de una tradición muy primitiva. Esta tradición, ya sea escriba o hablada, fue
originalmente preservada en un lenguaje muy relacionado con, pero no completamente igual, al
Pali o Sanscrito Budista. Es más, en todos los textos, independiente del lenguaje, se debe distinguir
entre estratos más nuevos y más antiguos. Es solo un accidente de la historia que algunos de los
textos Pali fueran arreglados y codificados primero, y, por lo tanto, se vieron menos expuestos a la
modernización y a la corrupción. Pero los últimos escritos de los Comentarios en los textos Pali no
tenían tanta restricción, y es a menudo en sus obras que tenemos más posibilidad de encontrar
paralelos con muchos de los variados contenidos del Mahāvastu, pero nunca todos.
xi

Este, sin embargo, no es el momento de instituir una detallada comparación. Como dijimos en el
Prefacio del primer volumen, se debe esperar a la finalización del tercer volumen de la traducción.
Pero unas pequeñas pistas sobre la naturaleza de los problemas críticos del Mahāvastu pueden ser
dada acá.

Uno de las partes del estudio comparativo del Mahāvastu tiene que ver con los numerosos Jātakas,
muchos de los cuales, aunque no todos, pueden ser encontrados también en Pali. Aquí solo se puede
sugerir que, cuando el estudio comparativo se logra, habrá sido imposible encontrar una declaración
general, y decir de todo el conjunto de los Jātakas Pali, que son más antiguas y más originales que
las versiones del Mahāvastu. Por el contrario, hay suficiente evidencia en este volumen de que
algunos de sus Jātakas son más originales, porque son más coherentes, que los análogos en Pali. De
la misma forma, algunos de los últimos han sido mejor preservados.

El largo Kuśa Jātaka es interesante respecto a esto. El segundo volumen del Mahāvastu tiene una
versión que es mayoritariamente en prosa, y muestra muchas diferencias con la versión Pali. Sin
embargo, el tercer volumen, tiene otra versión mayoritariamente en prosa, y está más un poco más
parecida al Pali. Ahora, la primera versión es obviamente una elaboración de una forma más
primitiva de la historia, y esta elaboración está en el estilo peculiar del Mahāvastu. No solo es un
cuento popular para explicar el nombre de Ikṣvāku como él que había nacido de una caña de azúcar
(ikṣu) sino que cada oportunidad se usa para entregar muchos detalles. Cuando Kuśa, por ejemplo,
está tratando de acceder a su esposa perdida Sudarśanā mostrando su destreza en varios oficios, el
narrador del Mahāvastu no se contenta con los cuatro oficios mencionados en el Jātaka Pali, sino
que prolonga el cuento haciendo que Kuśa pruebe una docena de distintos oficios. Y más que eso,
toda la mercancía que puede ser producida en cada oficio debe ser mencionada – tan detallado de
hecho, que en esta historia algunas de las mercancías tienen nombres desconocidos para los
diccionarios.

En un incidente en la vida de Gotama, que puede tener un núcleo de hecho histórico, encontramos
en la historia de Asita otro ejemplo de la ansiedad de los compiladores del Mahāvastu por incluir
cada versión de la historia que ellos conocían. Hay una versión en prosa de ello, seguida por la
versión métrica. E. J. Thomas en su Life of the Buddha as legend and history ya ha hecho un estudio
sugerente de las variadas versiones de este cuento. Él concluye que la versión en el Nālaka-sutta
del Sutta-nipāta es la más antigua. Las afinidades de las versiones del Mahāvastu son más bien con
este que con el Nidāna-kathā.

En ambos textos Pali, el sobrino de Asita se llama Nālaka, mientras que en Lalita Vistara su nombre
es Nāradatta. Pero el Mahāvastu necesita terminar con la relación añadiendo a la versión métrica
otro fragmente de otra versión en la que el sobrino se llama Nārada, y, además, como en una versión
tibetana, se identifica con Kātyāyana. (Ver Rockhill The Life of the Buddha, p. 18, citado por E. J.
Thomas, p. 43.)

De otras instancias de versiones repetitivas del mismo episodio, será descubierto que algunas tienen
obvias afinidades con Lalita Vistara y otras con textos sánscritos, y otras con textos Pali. Ese es el
caso, por ejemplo, de las diferentes versiones de la historia de Sujātā.

Estas instancias han sido presentadas más o menos al azar para dar alguna indicación de los
problemas implícitos en estas versiones, y de la importancia de su solución para el entendimiento
PREFACIO

de la composición del Mahāvastu. Un análisis minucioso, una examinación cuidadosa del lenguaje y
la métrica, y una detallada comparación con otras versiones en otros textos, será necesaria antes
de que estos problemas puedan ser resueltos. Porque no todas las variaciones de la forma
tradicional que los compiladores juntaron han sido preservadas en otra parte. Algunas no tendrán
paralelos. Otras, sin embargo, estaban tan arregladas al momento en que fueron incorporadas en
nuestro texto que ya se les ha dado un nombre. El Dhammapada, por ejemplo, es citada por
nombre, aunque no siempre de la versión conocida por nosotros en Pali. Pero el destacado ejemplo
de la incorporación de una obra nombrada es la del Avalokita-sūtra. Hay en realidad dos sūtras de
este nombre llamadas así expresamente en sus colofones. El segundo tiene un cierto grado de
parecido con el Avalokana-sūtra citado como un trabajo independiente por Śāntideva en el Śikṣā-
samuccaya. El primero dice también ser independiente. El tema de ambos sūtras es prácticamente
idéntico, o sea, los eventos que pasaron inmediatamente antes de la iluminación, la derrota de
Māra. Hay variaciones respecto de cómo se trata el tema, por supuesto, suficientes como para hacer
cada uno un trabajo independiente. Además, la ocasión en la que cada uno ha supuestamente sido
entregado por el Buda no son idénticos. El segundo se caracteriza también por largos pasajes
métricos proclamando los méritos que se acumulan por hacer muchas ofrendas o hacer muchos
actos de adoración en estupas del Buda. En este pasaje la adoración religiosa del Buda parece
alcanzar la cima de su desarrollo.

Por muy interesantes e importantes que sean estos problemas literarios, no se debe asumir que son
todo el valor del Mahāvastu. Primariamente, esta obra debe ser considerada como las escrituras
religiosas de una rama de la más antiguas de las sectas budistas. Desde este punto de vista contiene
mucho de su valor para los estudiantes de religión y moral. Puede que no haya mucho en la obra
que nos recuerde que originalmente el budismo era un código de moralejas, aunque su enseñanza
moral a menudo se muestra en versos de belleza singular. Pero, como un ejemplo de cómo la
admiración por un gran hombre y su enseñanza se desarrolló en una adoración de un hombre como
una divinidad de un infinito poder y bondad, el Mahāvastu es merecedor de cuidadoso estudio. Si
algo del lenguaje en él parece extravagante, eso siempre pasa cuando se intenta expresar en infinito
en términos de los finito.

Solo falta ahora reconocer con mucha gratitud nuevamente la ayuda generosa dada al traductor por
la Señorita I. B. Horner. Las referencias frecuentes a ella en las notas al pie de página, son pocas
comparadas con su contribución al trabajo. Ella leyó toda la obra en manuscrito, la editó e hizo
numerosas sugerencias para su corrección y mejora. También, ayudó motivándome a seguir cuando
las dificultades parecían insuperables.

El traductor está feliz de reconocer también la bondad del Dr. W. Stede al entregarle su
interpretación de la difícil palabra ovāha (p. 278) – una de las muchas palabras en este volumen que
por el momento debe permanecer enigmática.

J. J. JONES.

Aberystwyth,

Octubre, 1951
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 4
5

EL NACIMIENTO DE GOTAMA1

Un Bodhisattva en el momento de su ida de Tuṣita hace sus cuatro grandes estudios, o sea,
del tiempo en que renacerá, el lugar, el continente, y la familia.
Bodhisattvas nacen en una de las dos clases de familias, ya sea una familia noble2 o
brāhmana. Cuando los nobles dominan la tierra, los Bodhisattvas nacen en una familia noble.
Cuando los brāhmanes dominan la tierra, nacen en una familia brāhmana. Y monjes,
cualquier familia en que nazcan los Bodhisattvas está dotada con sesenta cualidades. ¿Cuáles
sesenta? La familia es distinguida. No tiene nada que ver con lo trivial.3 Es de alta alcurnia y
linaje, con muchos y distinguidos ancestros. Es rica en mujeres y hombres. No es avara, y no
tiene defectos, bajeza ni maldad. Es sabia y virtuosa; no busca el honor, pero utiliza su
riqueza. Es firme en la amistad, agradecida y devota. Su conducta no es motivada por el
favoritismo, malicia, locura o miedo. Es irreprochable4 y hospitalario.5 Es inteligente, firme,
noble y supremamente heroico. Honra los templos, devas y viejos amigos. Es entusiasta en
su deber y en la caridad. Disfruta la continuidad,6 es reconocida, y de buena reputación entre
los devas. Es principal, suprema, eminente entre las familias, y tiene ascendencia sobre otras
familias. Tiene gran poder, y tiene un largo, incansable, fiel y leal séquito. Respeta a las
madres, padres, reclusos, brāhmanes y nobles. Es rica en riquezas, tesoros, y granos, en
elefantes, caballos, cabras y ovejas, en esclavos mujeres y hombres, y en hombres sirvientes.

1
Este relato de nacimiento del Buda Gotama es prácticamente idéntico, cada palabra, con el relato en Vol. I
(pp. 197 ) del nacimiento del hijo del Rey Arcimat, el Buda Dīpaṃkara.
2
Kṣatriya.
3
Akṣudrāvacara. El Vol. 1 tiene akṣundrāvakāśa.
4
Anavadyabhīru, para avadyabhīru. El ultimo compuesto significa “con miedo de lo que es malo.”
Formalmente, el primero debiera significar exactamente lo contrario “con miedo de lo que no es malo,”
pero, si la lectura es correcta, debe ser tomada como un negativo directo del último compuesto como un
todo, an-avadyabhīru, que puede ser interpretado como “no (teniendo razón para) tener miedo de nada
malo,” o sea, no culpable de ningún acto malo.
5
Sthūlabhikṣa. Ver Vol. 1, p. 127 n. 6.
6
Atmapūrvāpara en el texto. Vol. 1, p. 198, (texto) sin embargo, tiene labdhapūrvāpara. Senart, por lo
tanto, sugiere la corrección de ātma en ātta (ā – dā), que daría el mismo sentido de labdha. Para la
interpretación ver Vol. 1, p. 127 n. 7
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 6

Es inviolable1 por extraños, rivales y enemigos. Cual sea la familia en que nace un
Bodhisattva está dotada con estas sesenta cualidades.2 Todos aquellos seres que renacen en
tal familia tienen ‘Gran Compasión’.3
Luego, cuando era el momento de que el Bodhisattva se fuera de Tuṣita él hizo una gran
preparación. Miles de devas, incluyendo los devas Cāturmahārājika, 4 y todos los devas
Kāmāvacara5, se juntaron en Tuṣita al momento de la ida de Bodhisattva. Bimbisāra6 fue el
primero al que se le habló, y así se le ordenó, “Renace en Rājagṛiha. Como has sido entrenado
en la Disciplina,7 la gran multitud tomará el camino.” De la misma forma, el mercader
Abhaya8 y los otros ricos laicos y brāhmanes rápidamente se levantaron y se fueron de Tuṣita.
Luego Udayana,9 el rey de los Vatsas fue así ordenado, “Renace en Kauśambī. Como has
sido entrenado en la Disciplina, la gran multitud tomará el camino.” De la misma forma, el
laico Ghoṣila10 y los otros ricos nobles y brāhmanes fueron ordenados. De esta forma miles
de devas acompañaron al Exaltado mientras pasaba a su nueva vida, y renacieron en las
dieciséis grandes provincias de Jambudvīpa,11 en las familias de ricos
nobles, brāhmanes, y laicos. Se dijeron unos a los otros, “Sin duda, ya que tú has sido
entrenado en la gran Disciplina, la gran multitud también tomara el camino.”
El bodhisattva consideró el problema de lugar en el que debería renacer. “Este rey
Śuddhodana,” pensó, “merece ser mi padre.” Luego buscó una madre que fuera elegante, de
alta alcurnia, de pasión tierna, y con poca esperanza de vida, que solo le quedaran siete noches
y diez meses.
Las madres de todos los Bodhisattvas mueren en el último de los siete días después
del nacimiento del Supremo de los Hombres. ¿Cuál es la razón por la cual las madres
de un Omnisciente mueren tan pronto nace el Mejor de los Hombres?
Mientras todavía reside en Tuṣita el Bodhisattva se preocupa de esto mientras busca
una madre cuyo karma sea bueno.

1
Apradharṣya. Comparar con duṣpradharṣya de Vol. 1, p. 198 (texto). El P.E.D., ṣ.v. appadhaṃsa, equipara
eso con Sk. Apradhvaṃsa, “no ser destruido,” citando J. 4. 344, donde la lectura variante es suppadhaṃsa.
El mismo diccionario, sin embargo, s.v., dhaṃsati, mientras que relacionando este verbo al védico
dhvaṃsayati, “cayendo en la ruina,” etc., y su causativo dhaṃseti a Sk., dhvaṃsayati, añade que el causativo
es probablemente el equivalente al Sk., dharṣayati “infestar, molestar, etc.” Las formas del Mhvu., parecen
apoyar la última sugerencia.
2
Aproximadamente, por supuesto.
3
Ver Vol. 1, p. 127 n. 9
4
Ver Vol. 1, p. 20 n. 3
5
Ver Vol. 1, p. 101 n. 2.
6
O sea, Śreṇiya Bimbisāra. Ver Vol. 1, p. 169 n. 3 Bimbisāra y la otra persona nombrada aquí, son, por
supuesto, devas que todavía llevan los nombres que tenían cuando eran seres humanos en la tierra.
7
Vinaya.
8
Ver Vol. 1, p. 141. Si los dos son idénticos.
9
El Udena de los textos Pali, rey de Kauśambī (Kosambī), la capital de los Vatsas (D.P.N.).
10
En Pali Ghosaka o Ghosita, que se convirtió en el tesorero del rey Udena (D.P.N).
11
Ver Vol. 1. P. 6. N. 1
7

“Descenderé,” dice él, “en el vientre de una mujer a quien le queden solo siete
noches y diez meses de vida.”
¿Y por qué? “Porque,” dice él, “no es adecuado que aquella que lleva a un
Incomparable como yo luego se permita el amor.”
Porque si las madres de un Sugata1se permitieran los placeres del amor, los grupos
de devas dirían que el rey estaba violando su deber.2
El exaltado, siempre proclama la privación de los deseos sensuales. ¿Debería
entonces la madre del Salvador complacerse con los placeres de los sentidos?
(Tomando el ejemplo) del cofre de joyas que se encuentran en los palacios de las
princesas, el Mejor de los Hombres es la joya, la madre el cofre.
Mientras busca a su madre a quien le queda poco tiempo en la tierra, el Bodhisattva ve en
Kapilavastu a la reina principal de Śuddhodana. Y ella era elegante, de alta alcurnia, de
cuerpo puro, con pasión tierna, y de vida corta; ya que solo le quedaban siete noches y diez
meses. Luego el Bodhisattva pensó, “Ella es digna de ser mi madre.”
Mientras él contempla el mundo, en la corte de Śuddhodana él observa a Māyā, una
mujer como la consorte de un inmortal, radiante como un rayo.
Observando en ella a su madre, le dice a los inmortales, “Me voy. Por última vez
tomo residencia en el vientre de una mujer por el bien de los devas y hombres.”
Los grupos de devas, vestidos con finas joyas, elevan sus manos unidas y le hablan,
diciendo, “Oh Supremo Hombre, cuya belleza es sublima, que tu promesa prospere.
“Nosotros, también, por el bien del mundo, y para honrarte, oh Sin Culpa3,
renunciaremos a el dulce disfrute de los placeres sensuales, e iremos a vivir en el
mundo de los hombres.”
Felizmente, hacen llover flores brillantes del árbol de coral, y lo alaban con dulces
palabras: “Que maravilloso es,” dicen, “él que no desea las residencia de los
inmortales, donde una dulce paz reina y donde no hay aflicciones ni dolor, y no desea
el placer de los sentidos.
“Es maravilloso también que, superando a los grupos de devas y brillando como una
montaña de oro, Oh valiente Sura,4 tu iluminas los diez cuartos del mundo.

1
Ver Vol. 1, p. 4, n, 3
2
Ver Vol. 1, p 128, n. 2.
3
Ver Vol. 1, p. 129, n. 1.
4
Ver Vol. 1, p. 43, n. 4.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 8

“Tú, cuya inteligencia es infinita superas a los devas Maheśvara 1 y Dānava2, a los
grupos de Māra3, y a las estrellas que se mueven en el cielo.
“Como entonces podemos no estar dispuestos a partir de aquí, Oh Maestro de todo
lo que hay.4 Tú, además, Oh Ojos de Loto, te convertirás en el destino de hombres y
devas.”
Así, en esa época y en esa ocasión de la partida de él cuyos ojos eran brillantes como
el loto de mil pétalos, gritaron los felices grupos de devas a través de los diez cuartos
del mundo.
Así era la conversación en la ciudad de Tuṣita mientras la incomparable Māyā, la
reina principal de Śuddhodana, iba donde el rey y le decía-
Ella, con ojos como los de un joven ciervo, radiante como una esposa de Gandharva5,
habló honestamente6 y dulcemente a Śuddhodana:
“Adornado con joyas, usando mi más selecta vestimenta, y atendida por mis amigas,
deseo pasar la noche lejos de ti que eres la alegría de los Śākyanos.7
“Oh rey, iría a la parte más alta del hermoso palacio de Dhṛitarāśtra8, para
descansar ahí en la residencia pura como un loto.”
Feliz con el encantador discurso de su reina, el Rey Śuddhodana con alegría les habló
a sus cortesanos, diciendo,
“Rápido, díganme donde está Dhṛitarāśtra. Envuélvalo en hermosas flores, y
cúbranlo con miles de flores, que sea como la morada de un deva en el cielo.
“Rápidamente hagan que Dhṛitarāśtra resplandezca con adornos de tela brillante.
Cúbranlo con una malla de oro, para que en apariencia sea como la hermosa cima
de Sumeru.9
“Hagan que un ejército entero,10 llevando lanzas, flechas y arpones, monten guardia
en el imponente pilar de Dhṛitarāśtra.”11

1
Ver Vol. 1, p. 144, n. 6
2
Ver Vol. 1, p. 43, n. 1.
3
Ver Vol. 1, p. 26 n. 4.
4
Bhūtasanghaguru.
5
Ver Vol. 1, p. 79, n. 3
6
Sahitam. Ver Vol.1 p. 92, n. 2
7
Ver Vol. 1, passim.
8
Aquí no es el nombre de uno de los “Cuatro Grandes Reyes”, sino el de algún lugar o palacio desconocido.
9
Ver Vol. 1, p. 61, n. 2.
10
Literalmente, “de cuarto extremidades o partes,” caturanginī, o sea, guerreros en elefantes, caballo, en
carros, o a pie.
11
Manojñasaṃghāta. Comparar con Vol. 1, p. 130, n.2
9

Las órdenes del rey fueron ejecutadas, y cuando todo estaba listo sus cortesanos1 se
acercaron al rey y le dijeron:
“Que nuestro gran protector proteja a la raza de los hombres por miles de años más.
Todo está listo. La noble mansión está resplandeciente, y te hará muy feliz.”
Luego Māyā, como la consorte de un inmortal, se levantó de su fino asiento, y le dijo
al rey justo cuando el sol se escondía, “Cultivaré el no hacerle daño a ninguna
criatura viviente, y la vida casta. Me abstendré del robo, intoxicación y el discurso
frívolo.
“Me abstendré, mi señor, del discurso malvado2 y de la calumnia. Me abstendré, Oh
rey, del discurso abusivo. Esta es mi decisión.
“No tendré envidia de los placeres de los demás, ni le causaré dolor a las criaturas
vivientes. Y renunciaré a las creencias falsas.
“Seguiré, Oh rey, estas once reglas de conducta moral.3 Toda la noche se ha movido
esta decisión en mí.
“No me desees4, te pido, Oh rey, con pensamientos de deleite sensual. Procura que
no seas culpable de ninguna ofensa contra mí, ya que seré casta.”
El rey respondió, “Cumpliré tus deseos. Ve en paz, tú que has entrado en la vida
noble. Yo y todo mi reino estamos a tu servicio.”
Entonces ella tomó a sus mil doncellas, fue al castillo, y se recostó, con su querido
deseo cumplido.
Y luego en esa cama del color del loto blanco como la nieve, esperó en silencio, calma
y auto controlada.
Descansó su hermoso cuerpo en el lado derecho, agarrándose a la cama como una
enredadera floreada se agarra a un árbol.
Luego, espiando a la reina en su cama, hermosa como una doncella celestial, miles
de devas bajaron de sus casas en Tuṣita y se pararon en la terraza.
Todas estas inmortales inclinando sus cabezas, levantando sus manos unidas,
elogiaron a la virtuosa Māyā, la madre del Conquistador, mientras yacía recostada
en su cama.
Luego llegó un gran grupo de doncellas-devas, con gran alegría y llevando hermosas
guirnaldas, para ver a la madre del Conquistador, y se pararon en la terraza.

1
Leyendo svakulam, como en Vol. 1, p. 201 (texto), para sakuśalam en el texto.
2
Akhila. Ver Vol. 1, p. 130 n. 4.
3
Ver Vol. 1, p. 92, n. 3.
4
El locativo mayi se usa aquí como el objeto de pratikānkṣi. Probablemente el escriba accidentalmente
copió mayi de la siguiente línea, donde ocurre con su uso común.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 10

Cuando hubieron ido y visto a Māyā en su cama, con una belleza que impresionaba
como la de un rayo, estaban felices con mucha alegría, y la bañaron con flores del
cielo.
Habiendo contemplando tan hermosa y maravillosa forma humana, dijeron entre
ellas,1 “No hay nadie como ella que se encuentre entre las esposas de los devas.
“¡Ah! Queridas amigas, observen la soledad de esta mujer. ¡que digna de ser la
madre del Conquistador es! Mientras se recuesta en su cama está radiante, atractiva
y brillando con el brillo del oro.2
“Ella llevará a un Gran Hombre3 que siente gran deleite en la caridad, auto control
y moralidad, que pone fin a todos los āśravas,4 y que está libre de pasión. ¿Qué más
puedes querer, Oh reina?
“Oh mujer, cuyo vientre, con su brillante línea de vello suave, curvas como la palma
de la mano, de ti nacerá él cuyo pensamiento no tiene ataduras, que es siempre
inmaculado, nunca corrompido por lo que es malo.
“Gran virtud sin comparación ha sido obtenida por esta mujer en un largo tiempo,
que llevara a él cuyo mérito no tiene límites y quien es fuerte con el mérito que ha
ganado por un largo tiempo.
“Tú eres una mujer digna, suprema entre las mujeres. Y tu hijo será el Pre eminente
de los Hombres, que ha abandonado la lujuria y está libre de pasión. ¿Qué más
puedes querer, Oh reina?”
Luego, Rākṣasas5 de varias formas fueron mandados así; “ustedes, portadores de
valientes armas, rápido tomen posesión en todos los cuartos del cielo, y limpien todos
sus espacios de obstáculos.”
Junto a estos la horda de Nāgas6, cuya furia se convierte en llama por la más ligera
briza que escucha, se pusieron en guardia en las regiones del cielo.
Junto a estos los Yakṣas,7un monstruoso grupo con cresta flameantes, estaban al
corriente, y se les ordenó alejar a todos los que fueran malvados, pero que no
mataran a ninguno.
Y luego la numerosa banda de Gandharvas, lindos de forma, con arcos brillantes,
montaron guardia para cuidarlo a él, cuya mente es pura, al momento del descenso.

1
Antarato. Ver Vol. 1, p. 93, n. 1
2
Leyendo kanakamarīci, para kanakaīti, “rio de oro.”
3
Mahāpuruṣa. Ver Vol. 1, p. 25, n. 3.
4
Ver Vol. 1, p. 37, n. 2
5
Ibid., p. 73, n. 5.
6
Ibid., p. 35, n. 4.
7
Ibid., p. 25, n. 1.
11

Los Cuatro Señores del mundo, también, se montaron en el aire junto con su séquito.
“Porque hoy,” dijeron, “el Exaltado está bajando a la tierra para traer bienestar,
felicidad y prosperidad al mundo.”
Junto con los Treinta y Tres1 devas su jefe,2 el que lleva la rueda, se montaron en el
aire, diciendo, “Pronto, el Exaltado en su búsqueda de la felicidad suprema del
mundo hará su último descenso.”
Un gran grupo de devas, elevando sus manos unidas e inclinándose a los pies de
Māyā, observaron la venida del Conquistador desde Tuṣita y dijeron estas dulces
palabras, diciendo,
“Oh tu que eres fuerte con el mérito ganado por la purificación, ahora es tiempo de
que tu entres3 en tu última existencia. Tu madre está lista. Ahora ten piedad de la
afligida humanidad.”
“Así, me voy.” Así habló el Exaltado y dijo la feliz palabra. Y en ese mismo momento
la madre del Conquistador vio en un sueño a él que había ganado la maduración de
la realización.
Entrando en su4cuerpo en la forma de un noble elefante, de paso ligero, de
extremidades perfectas, brillando como la plata blanca, con seis colmillos, una
elegante trompa y cabeza carmesí.
Los Bodhisattvas no descienden en los vientres de sus madres durante dos semanas oscuras,
sino en la noche de la luna llena en el mes de Pauṣa.5 Los Bodhisattvas entran al vientre de
una madre que hace ayuno, que se resalta por sobre otras mujeres, que es feliz, distinguida,
sin relacionarse con lo que es malvado, que es elegante, pura de cuerpo, de pasión tierna, de
buen nacimiento y familia, linda, hermosa, reconocida, alta y bien proporcionada, y que está
en lo mejor de la vida, educada, sabia, consciente, auto poseída, en todas las formas correcta
y perfecta – la mejor de las mujeres.
Un resplandor salió del Bodhisattva que iluminó un campo Buda completo.6 Luego un deva
le preguntó al otro:

1
Ibid., n. 2.
2
O sea, Śakra (Sakra) o Indra.
3
Para el esperado infinitivo upetum que depende de Samaya como en Vol. 1, p. 204, el texto tiene aquí un
imperativo independiente upehi. Un eco de la antigua lectura parece ser encontrada en la lectura upeti de
uno de los MS aquí.
4
El texto tiene me “mí” para se (ver n. 5, p. 13) “ella.”
5
Ver Vol. 1, p. 132, n. 5.
6
Ver Vol. 1, p. 77, n. 1
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 12

“¿Por qué un resplandor fue derramado por el excelente Sura que es más sereno que
el rayo de la luna y que es puro como el oro y que hace feliz a los señores de los
Asuras1 y de hombres, y a los fieros infiernos flameantes?”
Y ese deva responde:
“El resplandor se entrega como un saludo por la gloria liberadora y sin pecado de
aquellos que socorren en todas partes a los hombres que están atrapados por los
esfuerzos del renacimiento y sobrepasados por la intoxicación.”
El Bodhisattva dijo:
“Dejen sus ciudades, inmortales. Verdaderamente, este no es momento para sus
deleites. Es el momento para cortar las fortalezas de la vejez y la muerte con los
vientos del conocimiento.”
El Bodhisattva entró en el vientre de su madre, considerado, en posesión de si mismo, y
correcto.
El hombre con corazón de león, rugiendo con un rugido de león, cuando es el
momento de que él se vaya lo hace instantáneamente, y re aparece en la casa de un
rey.
Que ilumina Tuṣita con un hermoso resplandor, y ahora deja las ciudades de los
devas, él, el Conquistador insuperable, a él alabo.
Esta incomparable Luz del Mundo ilumina con toda su belleza a todo el mundo,
incluyendo al mundo de los Brahmā, y toda la raza de hombres, brāhmanes y
reclusos.
Miren esta maravilla y belleza, que el poderoso Maestro, consciente y en posesión de
sí mismo, ha entrado en el vientre de su madre.
Que el Mejor de los Hombres, llevando las marcas de la excelencia, consciente y en
posesión de sí mismo, ha tomado lugar en el vientre de su madre.
Tan pronto como el Bodhisattva había descendido, esta gran tierra tembló violentamente seis
veces. Había algo emocionante2 en este temblor, algo feliz, admirable, contento, elegante y
sereno, que no causaba dolor ni miedo. Porque mientras la tierra temblaba no destruyó
ninguna vida, ni animal ni planta.
Luego esta tierra rodeada por océano y el Monte Meru tembló seis veces. Y los
mundos brillaron y se volvieron hermosos por el esplendor de él que disipa la gran
oscuridad.
Todos los reyes Nāga y señores se juntaron ansiosamente para montar guardia.

1
Ibid., p. 24, n. 2.
2
Ver Vol. 1, p. 132, n. 6.
13

Los Cuatro Grandes Señores del mundo, también, cuidaron al Salvador del mundo,
para que ningún se malévolo le hiciera daño a él que iba a derrotar el poder de
Namuci.1
Śakra, también, señor de devas, y los devas Suyāma, Santuṣita y Sunirmita,2 el deva
Vaśavartin,3 Gran Brahmā, y los devas Suddhāvāsa4 se apuraron ansiosamente para cuidar al
Bodhisattva cuando hubo entrado en el vientre de su madre.
Luego miles de koṭis de devas felices vinieron a Kapilavastu a cuidarlo a él cuya
sabiduría es selecta.
La ciudad de Kapilavastu se convierte en la principal de las ciudades, como la ciudad
de los devas. Está toda radiante con los grupos de inmortales que entran y cuya
venida es rápida como el pensamiento.
Miles de grupos señoriales,5 completamente puros6, tomaron rápidamente sus
estaciones en el cielo para esperar a Māyā.
Detrás de ellos, miles de jefes devas con crestas sin manchas, tomaron sus estaciones
en el cielo para cuidarlo a él cuyo mérito es grande.
Detrás de los señores deva, miles de nayutas de devas Kāmāvacara toman sus lugares
en el aire.
Detrás de estos grupos de devas, Asuras, miles de Asuras, Yakṣas de extrañas formas,
y hordas de Rākṣasas toman sus lugares.
De esta forma el aire, lleno de cientos de miles de inmortales, fue glorificado y
purificado completamente, porque era grande la virtud del Benefactor.7
Cuando el poderoso y consciente partió de su residencia en Tuṣita, tomando la forma
de un elefante de color blanco,
Consciente, en posesión de sí mismo y virtuoso descendió en el vientre de su madre
mientras ella descansaba en el palacio,8 en ayuno y vestida con ropajes puros.
Al amanecer ella le dijo a su esposo, “Noble rey (en mi sueño vi) un elefante blanco
y señorial que entraba en mi vientre.”

1
Ibid., p. 165, n. 3.
2
Ibid., p. 165, n. 4.
3
Ibid.
4
Ibid., p. 28, n. 4.
5
Maheśvaras. Ver Vol. 1, p. 144, n. 6.
6
Vigatamalamakhila. Un compuesto más bien irregular.
7
O sea, el Bodhisattva.
8
Leyendo vīrāsane por vīraśayane.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 14

Cuando el rey escuchó esto llamó a los adivinadores1 y les ordenó interpretar el
sueño.
Los adivinadores le dijeron al rey, “Aquel que lleva las treinta y dos marcas ha
entrado en el vientre de la reina.
“Oh rey, debería regocijarse por aquel que ha aparecido en su familia. Oh soberano
en la tierra, el heroico niño en el vientre es el incomparable Gran Ser.
“De acuerdo a lo que he aprendido de mis antiguos maestros, una de las dos carreras
alternativas se presenta ante él, Oh valiente rey.
“Si se queda en el mundo, se convertirá en un señor poderoso, que posee tesoros,
siempre victorioso, y con miles de reyes en su poder.
“Pero si toma la vida religiosa y renuncia a la soberanía de los cuatro continentes,
se convertirá en un Buda, la guía de hombres y devas.”

La2 señora Śākyana le contó su sueño a su esposo. “Vi,” dijo, “a un elefante blanco
y señorial que entraba en mi vientre.”
Cuando el rey escuchó esto juntó a los adivinadores y les dijo, “Interpreten este
sueño.”
Los adivinadores le respondieron al rey, “él que lleva las treinta y dos marcas ha
entrado en el vientre de la reina.
“Si, por una parte, continúa viviendo en casa, conquistará toda la tierra. Tendrá
como hijos miles de Suras, que serán héroes.3
“Pero si renuncia a su dominio, que está lleno de riquezas, y toma la vida religiosa,
se convertirá en un Buda, que todo lo sabe y todo lo ve.”
El Gran Brahmā dijo:
“La mujer que en su sueño ha visto al sol de cielo entrar en su vientre dará a los a
uno que la joya de la mujer, el tesoro de su esposo. Será un rey universal.
“La mujer que en su sueño ha visto a la luna del cielo entrar en su vientre dará a luz
a un hijo que es tanto hombre como deva. Será un poderoso rey universal.
“La mujer que en su sueño ha visto al sol del cielo entrar en su vientre dará a luz a
uno que lleva las marcas de la excelencia. Será un poderoso rey universal.

1
Vaipañcika. Ver Vol. 1, p. 134, n. 2.
2
Una repetición de la historia de arriba tomada de otra fuente. Su fragmentación se ve traicionada por el
ilógico uso de punar “nuevamente, “por otra parte.”
3
Etādṛiśāṃ vīrāṃ. Senart sugiere que sería más natural leer etādṛiśo vīro, nom-sg., junto con el sujeto.
15

“La mujer que en su sueño ha visto a un elefante blanco entrar en el su vientre dará
luz a un ser tan selecto como el elefante es entre los animales.1 Será un Buda que
conoce el Bien y la Verdad.”
A la reina se le pregunta, “¿a quién llevas?” y ella dice, “a un rey universal.”
“Llevo a un rey universal, a un hombre selecto, un valiente rey, que ilumina mi
vientre con su belleza dorada, y que está dotado con las marcas de la excelencia.”
Pero los devas en el cielo lo aclaman con el título del Exaltado, diciendo, “Se convertirá en
un Buda, no en un rey universal.” Y el Gran Brahmā recita este verso:
“Tu llevas a uno que es un elefante entre los hombres, el mejor de los tesoros, el que
destruye las fuerza y la violencia de la intoxicación, el que disipa la oscuridad y la estupidez,
el almacén de buenas cualidades, el poseedor de riquezas sin límites, un sabio real, cuyas
ruedas del carruaje no tienen obstáculos, cuya radiancia es inmortal.”2
La reina respondió:
“Como la pasión y la maldad ya no están en mí que he concebido la semilla del rey
de los hombres, no hay duda del esplendor del que tú hablas.”
Nuevamente, cuando el Bodhisattva hubo entrado en el vientre de su madre, su madre3 se
siente cómoda ya sea que se mueva, se pare, siente o recueste, por el poder del Bodhisattva.
Ningún arma puede penetrar su cuerpo, ni el veneno, fuego o espada le hacen daño, por el
poder del Bodhisattva. Las doncellas deva la atienden con preparaciones 4 hechas en el cielo
para limpiar y masajear su cuerpo. Está vestida con ropajes celestiales y adornada con joyas
celestiales, por el poder del Bodhisattva. Obtiene perfumes celestiales, guirnaldas,
cosméticos e inciensos, por el poder del Bodhisattva.
Nuevamente, Mahā-Maudgalyāyana,5 cuando el Bodhisattva ha entrado en el vientre de su
madre, debido a su poder toda su6 escolta la considera merecedor de perfecta obediencia y
lealtad, y le ofrecen sus servicios. El Bodhisattva es capaz de ver a su madre. Nada, ni siquiera
un pájaro pasa sobre ella. Se vuelve muy saludable. Disfruta un calor digestivo que es estable,
ni tan frio ni tan caliente y así asegura una digestión regular. Recibe la comida más selecta
de los mejores sabores. Se vuelve libre de pasión y vive una incomparable, perfecta, pura,
sin tachas vida casta. En el corazón de esta mujer principal no existe pasión por ningún
hombre, ni siquiera por el Rey Śuddhodana. Vive de acuerdo con los cinco preceptos
morales,7 cumpliéndolos completamente.8

1
Literalmente, “un elefante, el selecto de los seres,” gajasattvasāra.
2
Leyendo amararuci para samaruci; o quizás, asamaruci, “cuya radiancia es incomparable.”
3
Senart utiliza la forma de mātu; para el nom., que, dice, ‘ n’ a rien d’invraisenblable.’
4
Leyendo pariṣkārehi para pariśeṣehi del texto.
5
Introducido aquí de Vol. 1, p. 211 (texto), donde el dice lo mismo del nacimiento de Dīpaṃkara.
6
Se = asyā:
7
Ver Vol. 1, p. 136, n. 4.
8
Leyendo sampūrṇasamādinnāni, como en Vol. 1, p. 211 (texto), en vez de sapūrva-.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 16

Nuevamente, cuando el Bodhisattva hubo entrado en el vientre de su madre todos los reyes
Nāga y señores, ya sea que hayan nacido de un huevo o un vientre, o de la humedad, o
espontáneamente,1 entran en su residencia y la bañan con su polvo celestial de sándalo, con
polvo celestial de las hojas de tamāla2, con polvo celestial de aloe, con polvo celestial del
keśara3 y flores celestiales. La alaban con perfectas alabanzas, con alabanzas consumadas.
Y cuando la han bañado con el polvo celestial de sándalo, la bañan con polvo celestial de
aloe, polvo de keśara y polvo de tamāla. Y cuando la han bañado con brotes celestiales y
alabado con perfectas y consumadas alabanzas, saludan tres veces a la madre del Bodhisattva
desde la derecha y se van. (Y todo esto es) por el poder del Bodhisattva.
Nuevamente, cuando el Bodhisattva ha entrado en el vientre de su madre todos los reyes
Suparṇa4 y señores, los devas Caturmahārājika, los devas Trāyastriṃśa5, los deva Yāma6, los
deva Tuṣita, los devas Nirmāṇarati7, los devas Paranirmitavaśavartin8, y los devas Brahmā
entraron en su residencia y la rosearon con polvo celestial de sándalo y aloe. La rosearon con
polvo celestial de las hojas de tamāla, con duchas celestiales de brotes y la alabaron con
perfecto, consumado y absolutamente puras alabanzas. Luego saludándola tres veces desde
la derecha se fueron. (Todo esto) por el poder del Bodhisattva.
Nuevamente, cuando el Bodhisattva entra en el cuerpo de su madre no ocupa una posición
que sea ni muy alta ni muy baja. No se apoya en su cabeza, ni en su espalda, ni en el lado
derecho, ni agachado en sus talones.9 Sino que se sienta en el lado derecho de su madre con
sus piernas cruzadas. No está contaminado por bilis, flema, sangre ni ninguna otra cosa, sino
que se mantiene limpio. Porque mientras el Bodhisattva está en el vientre de su madre su
cuerpo es limpiado y ungido con perfumes. Es capaz de ver a su madre, mientras ella a su
vez puede ver al Bodhisattva en su vientre como un cuerpo de oro puro y se emociona al
verlo.
Justo como una gema de berilio en un cofre de cristal fuera puesto en sus piernas,
así la madre ve al Bodhisattva como un cuerpo de puro oro iluminando su vientre.
Grupos de devas vienen en la noche y en el día para preguntar por su bienestar. Y el
Bodhisattva se alegra porque lo hacen, y los saluda levantando su mano derecha, sin dañar a
su madre. Ni los devas, ni los Nāgas, ni los Yakṣas, ni los Māruts10, ni los Rākṣasas, ni los

1
Comparar con M. 1. 73.
2
Ver Vol. 1, p. 137, n. 2.
3
Ibid., p. 32, n. 3.
4
El texto tiene Suvarṇa. Ver Vol. 1, p. 134, n. 5.
5
Ver Vol. 1, p. 20, n. 3.
6
Ibid., p. 28, n. 1.
7
Ibid., n. 3.
8
Ibid., n. 4
9
Utkuṭuka. Ver Vol. 1, p. 137, n. 3.
10
Mārutas. Esta forma del nombre denota los Mārutas, “dioses de los vientos” como los hijos de Diti (M.W.).
Pero el presente pasaje parece ser solo puesto en Mhvu. donde son mencionados junto con los demonios o
espíritus como Nāgas, Yakṣas, etc. En Vol. 1 marutas se usa por lo menos dos veces como sinónimo de
devas. Ver p. 104 n. 2.
17

Piśācas1 lo dejan ni de día ni de noche. Ni hay conversaciones sobre problemas ahí, ni de


placeres sensuales, ni ninguna otra conversación trivial. Sino que solo se habla de la belleza
del Bodhisattva, su lindura, su ser, su poder, su complexión, su gloria y la raíz de su virtud.
Esta alabanza del Bodhisattva en el vientre de su madre no cesa. Instrumentos musicales
celestiales se tocan, esencias celestiales de aloe flotan por el aire y flores y polvos celestiales
caen. Y miles de Apsarás2 cantan y bailan alrededor. La madre del Bodhisattva se ríe y habla
con miles de doncellas devas. Y cuando se duerme las doncellas devas rápidamente la
abanican con sus adornos de coral. (Todo esto es) por el poder del Bodhisattva.
Así es el perfecto descenso en el vientre, insuperable en el gran sistema de los tres mil
mundos.
Y ahora miren la maravilla, la maravilla de la conversación, que provoca el extasis
más perfecto, que había entre los devas.
La suya no era una conversación sobre los deleites sensuales, ni de Apsarás, ni de
canción, ni de música instrumental, ni de comida o bebida.
La suya no era conversación de joyas, ni de vestidos. Ni era conversación de jardines
del placer ocurrían en sus mentes. “¡Oh! Buena es la luz inimitable del Líder que es
fuerte por su mérito. Eclipsa los mundos de los hombres y devas.” Así es la
conversación que se da ahí.
“¡Oh!” Dios es la concepción que favorece al karma de él que ha ganado la
perfección.” Así es la variada conversación que se da en esta junta.
Con estos puros3salmos de aclamación para él cuya sabiduría es excelente mientras
esperan. Así es la conversación que se da en esta junta.
Y así los devas se regocijan mientras relatan estos variados temas, hablando de su
belleza, su complexión, su poder, su excelencia y su variada conducta.
Las madres de todos los Bodhisattvas dan a luz cuando se completan los diez meses.
El Śākyano Subhūti4 envió un mensaje al rey diciendo, “Deja que la reina venga; debe dar a
luz aquí”. El rey respondió que ella debía ir y romper la rama del árbol Sāl.5
Rápido dejen lista la arboleda de Lumbinī limpiando el pasto, basura y hojas. Hagan
una masa de frescas y aromáticas flores, y hagan que huela bien con agua con olor.

1
Ver Vol. 1, p. 58, n. 5.
2
Ver Vol. 1, p. 21, n. 3.
3
Ver Vol. 1, p. 138, n. 3.
4
Ibid., p. 301.
5
Osea, la madre del Bodhisattva dará a luz mientras se aferra a la rama de este árbol. Pero en el Mhvu. (Vol.
1. P. 118) e incluso en la secuela, era la rama de un frondoso hijo (plakṣa) al que Māyā se aferraba. J. 1. 52
tiene la misma tradición que el pasaje presente que la rama era un árbol Sāl.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 18

En la arboleda Lumbinī, que las brisas juguetonas con aromas de hojas de tamāla
difundan el aroma. Que la brisa escandalosa se vaya.
Que las nubes llenas de fragancia de aloe se rápidamente1 desciendan del cielo para
darle sobra a la arboleda Lumbinī, para que esté llena de aroma de exquisitos polvos.
Adorna cada camino con telas yute, y lana y seda, que sean como los árboles
kalpavṛikṣa de los señores devas en el cielo.
Devas y doncellas devas llevando guirnaldas aromáticas llegan a la arboleda de Lumbinī.
Usando aros de gemas de cristal y ropas resplandecientes, y llevando guirnaldas
fragantes vienen flotando por los caminos del cielo.
Algunos llevan canastas2 llenas de flores del coral, otros, canastas llenas de flores
amarillas de sándalo, o, nuevamente, cosas tejidas.
Con alegría en sus corazones las Apsarás, llevando guirnaldas de flores de tierra y
agua, y gemas y joyas, dirigen sus caras hacia Jambudvīpa.
Las doncellas deva vienen flotando por el aire, llevando ochenta y cuatro mil
sombrillas y oro y joyas.
El aire, con miles de banderines de tela tejida volando alto, está lleno como si tuviera
pináculos brillantes con cristales y gemas y coral.
Y nubes de vapor como el aliento de los elefantes brillan en el aire con su aroma
floral, una mezcla de loto, lirio de agua, y campaka.3
Felices señores esparcen nubes de vapor aromático en el aire.4 Y había otros miles
de maravillas, además.
Cuando Māyā, la madre del Conquistador, acompañada de sus amigas, entra en esta
hermosa arboleda, ella va en su hermoso5 carruaje, una reina como la consorte de
un inmortal, conocedora de la regla de la alegría.
Ella, se apoya con su mano en una rama de un frondoso higo, y juguetonamente se
estira al momento de dar a luz al Glorioso.
Las noventa mil doncellas devas rápidamente se acercan y con sus manos unidas, se
dirigen a Māyā con devoción en sus corazones.

1
Leyendo kṣipram como en el MSS. El texto tiene kṣiptaṃ
2
Śangeriyas. Ver Vol. 1, p. 139, n. 3.
3
Ver Vol. 1, p. 140, n. 2.
4
Leyendo gaganam, para nagaram.
5
Leyendo citra, para citta.
19

“Hoy, Oh reina, darás a luz a él que aplasta a la vejez y la enfermedad, un noble


joven de mérito inmortal, honrado y amado en el cielo y la tierra, un benefactor de
devas y hombres.
“No te rindas a la ansiedad, porque te cuidaremos. Solo dinos que debemos hacer, y
se hará.”
Luego los Cuatro Grandes Señores del mundo con sus anchas trenzas celestiales de
cabello1, atendidos por su séquito, se reunió rápidamente ahí, y se acercó a la reina
desde la derecha.
Y todos los grupos de devas flotando en el aire mientras atendían a Māyā, llevando
guirnaldas aromáticas en sus manos, y con sus escoltas, presentaban un orden
brillante.
Nuevamente, la madre de un Bodhisattva no da a luz mientras está acostada o sentada, como
lo hacen otras mujeres, sino parada. Y el Bodhisattva, consciente y considerado, sale del lado
derecho de su madre sin causarle daño.
Por qué el Supremo de los Hombres nace del lado derecho de su madre; es ahí donde
todos los valientes hombres residen cuando están en el vientre.
¿Por qué no se daña ese lado de la madre del Conquistador mientras da a luz al
Mejor de los Hombres, y por qué no causa daño?
Los Tathāgatas2 nacen con un cuerpo que está hecho de mente,3 y por lo tanto el
cuerpo de la madre no se daña ni siente dolor.

Cansado por la estadía en el vientre, el Bodhisattva da siete pasos.


Tan pronto como nace da siete pasos sobre la tierra, analiza la región y se ríe fuerte.
Ahora escucha lo que dice la tradición de por qué toma siete pasos y no ocho o seis.4
Cuando el Sabio, benefactor de todo el mundo, estaba cansado de su estadía en el
vientre de su madre, salió ansiosamente, porque era su última estadía aquí.
Cuando hubo dado sus siete pasos miles de devas vinieron flotando, y el Sabio fue
tomado en los brazos de los Señores del mundo.
Luego cayó una lluvia de brotes celestiales mezclados con el polvo del coral y con el
del sándalo.

1
Divyapraveṇihasta. Ver Vol. 1, p. 141, n. 1.
2
Ver Vol. 1. P. 1, n. 3.
3
Manimayena rūpena. Ver Vol. 1, p. 141, n. 2.
4
Pero es el hecho y no la razón de la que se habla.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 20

Por un largo tiempo los devas difundieron el más divino incienso para alabar el
esplendor del supremamente Inteligente.
Deberé contar aquí también, la tradición, la doctrina edificante de por qué el Hombre
sin Par analiza las regiones del mundo.
No encuentra entre los seres, ya sea devas o hombres, uno cuyo nacimiento sea como
el del él, cuya concepción sea como el de él.
Dorado es el costado de la madre del Conquistador de quien1el Omnisciente ha
nacido a su última existencia.
Tan pronto como él nace, el supremamente Elocuente piensa: “¿hay alguien que sea
mi par en inteligencia?
“¿Hay alguien que esté irritado2 por la maldición3 del renacimiento como yo?” Es
por este propósito, de resolver esta deuda4, que el Familiar del Sol examina todas las
regiones del mundo.
Luego el Príncipe de los Hablantes, examinando todas las regiones, espía a miles de
koṭis de devas, y por eso te ríe.
Tan pronto como él5 nace los devas del mundo de Māra le dicen “Te convertirás en
un rico rey universal sobre los cuatro continentes.”
Pero él se ríe de eso, y dice, “Ustedes no me conocen por lo que soy. Porque yo me
convertiré en el Supremo de los Hombres, que todo lo conoce y todo lo ve”.
Y los maestros están de acuerdo en esta eventualidad,6 porque esa era la enseñanza
del hombre con corazón de león.

El héroe,7quien su madre llevaba mientras se sostenía apoyando su cuerpo en el árbol


Sāl,8a él, al Conquistador sin par, yo alabo.
Que el Sugata que recién nació, se pare9en la tierra con pies equilibrados.10 Él ha
dado siete pasos y examinado las regiones.

1
Leyendo yasmā, para Yadā.
2
Artīyanti. Ver Vol. 1, p. 142, n. 2, donde Ārttiyante debe ser corregido por arttīyante.
3
Cāreṇa. Vol. 1, tiene pāśena, “por la trampa.”
4
Ver Vol. 1, p. 142, n. 2.
5
El texto tiene me (sic) en vez de se = asya.
6
Vipākam. Vol. 1 tiene viśeṣā, o sea, “distinguidos maestros están de acuerdo respecto a esto (etaṃ),”
7
Un número de versos insertados de otra fuente o tradición.
8
Ver n. 3, p. 116.
9
Avatiṣṭhe, comparar con el Pali tiṭṭhe. Vol. 1, p. 220 (texto) tiene avatiṣṭhet.
10
Ver Vol. 1 p. 142, n. 4.
21

Y mientras camina un abanico y una sombrilla lo siguen espontáneamente,1para que


los tábanos y los mosquitos no se paren en el cuerpo del Omnisciente.
Tan pronto como el Sugata nació los devas recibieron al Conquistador, y después los
hombres tomaron al Incomparable en sus brazos.
Las luces de los hombres se apagaron, porque el mundo estaba bañado en resplandor
tan pronto como el Sugata, el que lleva la luz de hombres y devas, nació.
Tan pronto como el Sugata nació, su gente fue en busca de agua. Y ¡saz! Pozos llenos
de agua, que rebozaba, aparecieron justo frente a sus ojos.
Dos jarras de agua aparecieron, una de agua fría, la otra de agua caliente, con la
cual bañaron el cuerpo dorado del Sugata.
Nuevamente, por el poder del Bodhisattva, inmediatamente después de que nació el Sugata,
la madre del Bodhisattva no tenía ningún dolor o cicatriz. El vientre de la madre del
Bodhisattva estaba ileso y en paz.2
De nuevo, inmediatamente después de que nació el Bodhisattva apareció entre los cuatro
millones de continentes3 una ramita del sagrado higuera,4 lo mejor de la producción de la
tierra. En el medio de la isla5, apareció, por el poder del Bodhisattva, un bosque de árboles
de sándalo que se convirtieron en el deleite y la alegría del Bodhisattva.
Luego miles de devas y miles de Apsarás llevando fragantes adornos llegaron a rendirle
honores al Bodhisattva. Un deva le pregunta al otro, “¿A dónde vas?” Y el otro responde;
“Ella, la consorte del reino, está a punto de dar a los al incomparable hijo que es
brillante como la flor del loto. Aquí en la tierra alcanzará el bien mayor, superando
a Māra y su poder. Es a donde este héroe a donde me dirijo.
“Su cuerpo está limpio de las impurezas del vientre, como el exquisito loto que nace
en el barro. Hermoso como el sol que sale, él supera a los inmortales en el cielo
Brahmā”.
Luego6 tan pronto como el nació en una familia de los Śākyanos, el Sabio dio siete
pasos. Examinando las regiones del mundo se rio fuerte, y dijo, “Este, por mucho, es
mi última existencia”.

1
Leyendo sāmam para ca-asya, como Vol. 1 p. 142, n. 5.
2
Literalmente “relajado,” “tranquilo,” anonaddha de an-ava-nah. El término correspondiente en Vol. 1, p.
221 (texto) es anārabdha, que Senart explica como “n’éprouve aucune fatigue.”
3
Literalmente “en medio de los cuatro mil koṭis de continentes,” caturṇāṃ dvīpakoṭiśatānāṃ madhye. Esta
enumeración de continentes no se encuentra en ninguna otra parte.
4
Aśvattha. Para Ficus religiosa.
5
Esto es un recuerdo de la historia de la isla que apareció milagrosamente en el relato del nacimiento de
Dīpaṃkara. Ver Vol. 1, p. 143, n. 2, y p. 176, n. 2.
6
Aparentemente un set de versos de otro relato del nacimiento del Buda. También se introducen en el
relato del nacimiento del Buda Dīpaṃkara.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 22

Y muchos devas se pararon en el cielo como brillantes sombrillas con gemas y perlas
y eclipsando a las otras en esplendor, y ondearon guirnaldas del árbol del coral.
Sostuvieron en el cielo una hermosa y dorada sombrilla que brillaba como una
concha al sol, mientras ondeaban abanicos es sus manos mientras abanicaban al
Conquistador.
Dos jarras de agua aparecieron rápidamente en el cielo, una fragante, tibia, y
beneficiosa para el hombre, la otra saludable, vigorizante y fría como el hielo.
Luego en la cima del Meru devas de varios tipos se quitaron sus túnicas que tenían
el aroma de todo tipo de perfumes y, parados en todos los lados, lo saludaron con
energía. Seis veces hicieron que la tierra firme temblara.
Devas en sus mansiones,1 resplandecientes en oro y playa y gemas, al sonido de los
instrumentos musicales miraron el auspicioso nacimiento del Conquistador.
Encendieron en el cielo con su luna, sol y estrellas.
“Este es el Gran Sabio quien, habiendo cruzado el gran océano de vida a través del
mundo de los devas, Nāgas y Yakṣas, conseguirá esa región en donde hay paz.” Así
los extasiados devas proclamaron.
Inmediatamente después de que nació el Bodhisattva quinientos jóvenes Śākyanos con
Sundarananda2 a su cabeza, quinientas doncellas con Yaśodharā3 a su cabeza, quinientos
sirvientes con Chandaka4 a su cabeza, quinientos caballos con Kaṇṭhaka5 a su cabeza,
quinientos elefantes con el joven elefante Candana6, y quinientas reservas de tesoros
aparecieron. Quinientos reyes enviaron mensajes para saludarlo.
Luego el Rey Śuddhodana dio órdenes, diciendo, “Ahora llévense a la reina de ahí”. ¿En que
será transportado el Bodhisattva? En un palanquín con joyas hecho por el deva Viśvakarma.7
¿Quién llevará al palanquín? Los Cuatro Grandes Señores están cerca y dicen “Nosotros
llevaremos al más selecto de los seres”. El Bodhisattva se sube al palanquín junto con Māyā,
su madre. Śakra, el señor de los devas, y Gran Brahmā como escolta.
El Rey Śuddhodana dio órdenes a sus ministros, diciendo, “Ahora lleven al niño, que es la
fuerza de los Śākyanos, al templo para adorar a los pies de la diosa Abhayā”.8 Obedeciendo
a las órdenes del rey los ministros lo hacen, diciendo, “Haremos que incline su cabeza a los
pies de la diosa Abhayā”. Pero cuando llegan a la presencia de la diosa fueron sus pies (y no

1
Vimāna.
2
O Nanda, simplemente, hijo de Śuddhodana y Mahāprajāpatī, y por lo tanto, medio hermano de Gotama.
3
Que se convirtió en la esposa de Gotama.
4
El acompañante de Gotama.
5
Su caballo. Ver Vol. 1, ibid.
6
Su elefante, que no es nombrado en los textos Pali.
7
El védico creador o arquitecto del universo aquí se convierte en un deva afamado por su trabajo.
8
Ver Vol. 1, p. 144, n. 2.
23

su cabeza) que el niño puso hacia adelante,1 mientras que la diosa Abhayā inclinó su cabeza
a los pies del niño.
Contra su voluntad el Héroe, el gran Salvador del mundo, el Maestro de reyes entró
al templo. Pero cuando lo iban a hacer saludar a la diosa con su cabeza, fueron sus
pies los que el mostró.
Luego la diosa Abhayā dijo, “no es adecuado que él me adore. Si el adorara a
cualquiera, la cabeza de esa entidad seguramente se partiría en siete.”
Cuando el niño nació todos los seres, incluyendo aquellos en Avīci,2 se volvieron prósperos
y felices. Los devas y la diosa Abhayā felizmente lo alabaron. Estrofas finales:3
Cuando el jefe de todo el mundo nació, todos los asuntos del rey prosperaron. Por lo
tanto, él que era la ayuda de los hombres4 fue llamado Sarvārthasiddha.5
Cuando el niño hubo entrado en el palacio real, el rey les ordenó a sus ministros que
buscaran enseguida a los hombres sabios que conocían las reglas y significados de
los signos.
Sabiendo esto, los santos devas, llamados Maheśvaras (llegaron a la escena) para
evitar que la multitud inexperta de doble nacidos6fuera a interpretar los signos.
Liberados de vanidad y orgullo y arrogancia ocho mil Maheśvaras, con sus manos
unidas, se acercaron al recién nacido y alabado por devas y hombres.
Ataviados con adornos puros y túnicas, se pararon tranquilamente en la puerta del
palacio del rey, y le hablaron al portero en un tono gentil, diciendo,
“Ve donde Śuddhodana y dile ‘aquí hay ocho mil hombres que conocen las reglas y
significado de los signos, y ellos entrarían si eso le place’.”
“Que así sea,” dijo el portero obedeciendo, y entró al palacio. Levantando sus manos
unidas, él le habló al señor en la tierra, diciendo,
“Oh rey, incomparable en excelencia, cuya gloria está en llamas, castigador de tus
enemigos, que tu reines por un largo tiempo. Hombre como los inmortales están en
tus puertas y piden entrar.
“por sus ojos completamente claros, sus suaves voces, sus cabellos como los del
elefante, me asalta la duda si estos son hombros y no hijos de los inmorales.

1
Literalmente “sus pies aparecieron,” pādā prādurbhūtā.
2
Ver passim.
3
Utthāpanīya gāthā. Senart cita a B.R s.v. utthāpanī ṛic, “beschlies-sender Vers.”
4
Leyendo naralañcaka para °lambaka. El uso de este epíteto en el presente contexto parecería apoyar la
explicación sugerida en la nota mencionada.
5
O sea, “exitoso en todas las cosas.”
6
O sea, los brāhmanes, entre quienes normalmente se buscaba a los expertos.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 24

“Mientras ellos caminan el polvo de la tierra no ensucia sus nobles pies. Ni dejan
huellas en el piso – esto también es una maravilla.
Imponentes y tranquilos son sus gestos, nobles sus cargas, y controlado el rango de
su visión.1Le dan gran deleite a cualquiera que los mire.
“Y aquí hay otra cosa maravillosa. No se proyecta ninguna sombra por sus cuerpos,
y no se escucha ningún ruido cuando se mueven.
“Oh rey, sin duda han venido a ver tu noble hijo. Deberías ver y recibir feliz a estos
devas, que no nacieron de un vientre.
“Traen hermosas y fragantes guirnaldas en sus manos. Sus gestos son elegantes, y
sus personas son encantadoras y gloriosas. Sin dudas estos son devas exaltados.”
Cuando Śuddhodana escuchó estas palabras su cuerpo se emocionó con alegría y
respondió, “Seguro, déjalos entrar rápidamente a este noble palacio.
“¿y por qué? Porque esas no son las formas de los hombres comunes. Los hombres
no tienen tanta majestuosidad como tú dices que tienen estas personas.”
Luego el portero volvió donde los Maheśvaras, e inclinándose con sus manos unidas,
feliz y alegre, les rindió homenaje, y dijo,
“Su majestad está feliz, señores, de que ustedes entren al palacio de este valiente rey
que es adecuado para ser el fuerte de los devas.”
Cuando escucharon esto los ocho mil Maheśvaras entraron al palacio real.
Y Śuddhodana, una figura imponente, viendo a los Maheśvaras cuando todavía
estaban un poco lejos, se levantó con su corte para encontrarlos.
El valiente rey les habló, diciendo, “Les doy2 una sincera bienvenida. Porque
estamos felices con su apariencia, su calma, su auto control y su fuerza.
“Aquí están nuestros más honorables asientos. Por favor, siéntense enseguida,
señores, para complacernos.”
Luego ellos que estaban libres de vanidad, orgullo y arrogancia, y que no tenían
culpa, se sentaron en esos asientos cuyas patas eran brillantes y con muchas gemas.

1
Praśāntadṛiṣṭipathā para °yathā del texto.
2
Bhavi sarveśām. La forma bhavi es inexplicable, aunque Senart no remarca en eso. El pasaje
correspondiente en Vol. 1, p. 225 (texto) tiene vas sarveśām, que parecería sugerir que bhavi esconde cierta
forma de bhavantas, “tu”. Dos MSS. leen bhava. Como un verbo bhavi puede ser interpretado como un
aoristo segundo, tercera singular, que podría permitir una versión como “ha habido una bienvenida a todos
ustedes,” o, dándole un potencial o fuerza optativa “Que haya una bienvenida.” Pero parece mejor atribuir
bhavi a un error del escriba, y referirse a ella como una forma truncada copiada de bavatām que está en la
siguiente línea.
25

Después de esperar un tiempo uno de ellos le habló al rey, diciendo, “Que su


majestad escuche cual es la causa de nuestra venida aquí.
“Un hijo tuyo ha nacido, Oh rey, que tiene un cuerpo perfecto, y que es considerado
hermoso por todo el mundo y posee a la perfección las marcas de la excelencia.
“Porque nosotros, hábiles en la ciencia de los signos, podemos reconocer las marcas
de la virtud o el vicio. Si no es problema para ti, nos gustaría ver a él que lleva las
marcas de un Gran Hombre.”
El rey respondió, “Vengan, vean a mi hijo, cuyo buen nombre está asegurado1, que
trae alegría a devas y hombres, y que posee las marcas de la excelencia a la
perfección.”
Luego tomando en sus manos al Virtuoso, envuelto en una lana delicada y con colores
suaves, trajo a él cuya elocuencia es clara2 a la presencia de los nobles Suras.3
Cuando los Maheśvaras observaron a la distancia el acercamiento del Daśabala,4
estaban felices e inclinaron sus cabezas coronadas con diademas brillantes al suelo.
Luego le dijeron al rey, “haz ganado gran mérito, Oh poderoso rey, porque nació en tu familia
un Gran Hombre que posee las treinta y dos marcas. Estas son5
Tiene pies con paso equilibrado.
Tiene diseño de ruedas en las plantas de sus pies.
Tiene largos dedos de las manos y pies.
Tiene talones anchos y largos.
Tiene pies muy arqueados.
Sus piernas son como las del antílope.
Su cuerpo está divinamente derecho.
Puede tocar sus rodillas con sus manos cuando está parado derecho.
Su órgano masculino está revestido en una funda.
Su cuerpo es proporcionado como el baniano.
Su manos y pies son suaves y tiernas.

1
Suvyapadeśkṣema. Ver Vol. 1, p. 120, n. 2.
2
Vādicandra. Ver Vol. 1, p. 180, n. 2.
3
Ver Vol. 1, p. 56, n. 1; pero aquí la palabra es meramente un título honorifico para estos devas.
4
Ver Vol. 1, p. 51, n. 2.
5
Estos versos enumerando las “marcas” son prácticamente idénticos con los que describen las “marcas” de
Dīpaṃkara en Vol. 1, pp. 226.7 (texto), donde las notas y referencias son dadas.
EL NACIMIENTO DE GOTAMA 26

Sus manos y pies son palmeados.


Su cuerpo está perfectamente formado.
El vello en su cuerpo crece en pelos solos, uno en cada poro.
El vello en su cuerpo crece hacia arriba.
Tiene una piel suave
Tiene una piel [ ].
Tiene el paso de un cisne.
No tiene un vacío entre sus hombros
Su cuerpo tiene siete superficies convexas.
Tiene un excelente sentido del gusto.
Su piel es del color del oro.
Tiene el busto de un león.
Tiene dientes regulares.
Sus dientes son perfectamente blancos.
Su busto es redondo.
Su lengua es larga y delgada.
Su voz es como la de Brahmā.
Sus ojos son azules.
Sus pestañas son como las de una vaca.
Entre sus cejas hay un lunar peludo.
Su cabeza tiene la forma de un turbante real.
Así es el Salvador con las treinta y dos marcas de excelencia.
27

ASITA Y EL JOVEN GOTAMA

En el país del sur había un joven brāhman, el hijo de un rico brāhman de Ujjenī.1
Asita2 era de complexión oscura, inteligente y hábil. Había aprendido los Vedas, los
mantras3 y los śāstras4 en la casa de su tutor.
Ahora cuando hubo completado sus estudios de los Vedas, dejó su casa, fue a las
montañas Vindhya y vivió la vida religiosa como un sabio, subsistiendo
austeramente5 de raíces, frutas y hojas. En las montañas Vindhya estableció una
ermita y con esfuerzo, aplicación y trabajo en las formas brāhmanicas6 de la vida él
alcanzó las cuatro meditaciones7 y ganó clara concepción de las cinco ramas del
conocimiento mayor.8 Y, habiendo dominado las cuatro meditaciones y obtenido las
cinco ramas del conocimiento mayor, y sabiendo y siendo competente en los Vedas,
Asita el sabio se hizo conocido y celebrado en todas partes.
Asita el sabio también era reconocido en el cielo. Él viajó por el aire, siendo poseedor
de gran magia y poder. Residió en su ermita en compañía de cinco mil pupilos y
Nālaka.9
En el nacimiento del Bodhisattva vio el temblor de la tierra y la gran radiancia.
Escuchó el divino sonido de las canciones y la música. Vio los baños celestiales de
flores que caían del cielo, y miles de koṭis de devas y miles de Apsarás llevando
guirnaldas y perfumes celestiales mientras flotan detrás y frente a los caminos aéreos.
Vio cientos de otras maravillas y estaba emocionado por lo que veía. Se preguntó a sí
mismo, “¿Qué pasa en Jambudvīpa hoy? ¿Por el poder de quien la tierra tiembla y
cientos de maravillas se manifiesta?” Y el sabio por su ojo-deva10 analizó todo

1
Ujjenī era la capital de Avanti, ‘uno de los cuatro continentes en el tiempo del Buda, también mencionado
entre los dieciséis grandes janapadas. Es idéntico con el griego Ozenī, aproximadamente 77°E y 23°N.”
(D.P.N.)
2
En los textos pali Asita, “el Simeón budista,” era el capellán de Siṃhahanu, padre de Śuddhodana, y
también su tutor. Ver D.P.N., donde se hace la referencia a E. J. Thomas: La vida de Buda (pp. 38 sgtes.)
sobre el crecimiento de la leyenda de Asita. Pero el Mhvu., como Lal. Vist., se ha confundido con el capellán
residencial un recluso del Himalaya, conocido como Asita Devala (Ver más abajo p. 35).
3
Los himnos y oraciones de los Vedas.
4
Los tratados religiosos estándar.
5
Rucchavṛittis. Ruccha es por el sanscrito rūkṣa. La forma Pali del último es lūkha, que, tanto como la forma
alternativa lūha, se encuentra muchas veces en el Mhvu. Pero la evidencia del manuscrito ha hecho que
Senart decida imprimir ruccha.
6
Vāhitakena (= bāhitakena o bāhirakena) [margena], “en una forma distinta a la forma budista” por lo
tanto, la forma “no ortodoxa” del punto de vista budista, especialmente con respecto a la religión
brahmánica y el ascetismo
7
Dhyāna. Ver Vol. 1, pp. 183 sgtes.
8
Abhijñā. “super conocimiento.” Ver Vol. 1, p. 201, n. 2.
9
Sobrino de Asita, quien le advirtió que debía prepararse para obtener alguna ganancia por la iluminación
del Buda.
10
Ver Vol. 1, p. 125.
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA
28

Jambudvīpa para ver que majestuosidad y poder había causado los sonidos divinos de
la música, que se escucharan los instrumentos musicales celestiales, que se vieran a
los devas y a las doncellas devas, que cayeran flores celestiales del cielo, que miles
de lunas y soles se vieran, que el fuego no ardiera en miles de infiernos, y que todos
los seres se volvieran extremadamente felices. Esto es lo que vio con su ojo-deva. En
la ciudad del este, llamada Kapilavastu, había nacido un hijo del Rey Śuddhodana,
que era virtuoso y poderoso, y fue por ese poder y majestad que cientos de maravillas
se manifestaron. Y Asita dijo, “Iré a ver al niño en el lugar y tiempo correcto.”
Cuando estuvo seguro que era el tiempo y la ocasión apropiada para ver al niño, él,
atendido por sus numerosos pupilos viajó por el cielo por su poder mágico y llegó a
la ciudad de Kapilavastu. Ahí se paró en la puerta del palacio del Rey Śuddhodana.
Los ministros y el portero al verlo se levantaron para encontrarlo, y preguntaron,
“Señor, ¿qué desea? ¿Cuál es el objeto, cuál es el propósito de su venida?” El sabio
respondió, “Aquí en la puerta de Śuddhodana está Asita el sabio, ansioso por ver a su
hijo.”
El portero le reportó esto al rey, diciendo, “Asita el sabio desea ver a su hijo.” Cuando
el Rey Śuddhodana escuchó de la venida del sabio Asita, que era reconocido,
estudiado y distinguido, le dijo al portero, “Deja que el sabio entre.” El portero corrió
y le reportó esto al sabio, diciendo, “Puede usted pasar.”
El sabio entró. El rey, con su corte, al verlo se levantaron y dijeron, “Lo saludamos,
señor. Por favor siéntese.” El sabio saludó al rey y se sentó. Luego el rey preguntó,
“Señor. ¿Cuál es la razón de su venida?” El sabio respondió, “deseo ver a tú hijo.”
En ese momento el niño había alcanzado una concentración tranquila y pensaron que
estaba durmiendo. Entonces el rey le dijo al sabio, “Señor, espere un poco. Justo ahora
el niño está durmiendo.” El sabio respondió, “Su majestad, el niño no está dormido.”
El rey se acercó al niño y vio que estaba despierto. Se maravilló por el sabio, y
concluyó que él debía ser un sabio de gran poder.
El rey entonces dio instrucciones de que el niño fuera traído al sabio. Y el niño,
envuelto en una suave manta de piel de antílope, fue traído. El sabio, percibiendo
incluso a la distancia las marcas de un Gran Hombre en el cuerpo del niño, levantó
sus manos unidas y se paró. Saludó al niño reverentemente e inspeccionó sus treinta
y dos marcas de un Gran Hombre.
Después en el palacio el sabio escuchó el reporte de que el niño se iba a convertir en
un rey universal, según lo que habían predicho los adivinadores. Pero el sabio pensó
para sí mismo, “Este niño no se convertirá en un rey universal. Se convertirá en un
Buda en el mundo.” Porque el sabio vio que esas marcas no pertenecían a un rey
universal sino a un Buda. “Él se convertirá en un Buda en el mundo,” dijo, “Pero
antes de eso alcanzaré el límite de mi vida, y no podré ver a esta joya. No escucharé
sus prédicas sobre el dharma. No veré a su excelente compañía de discípulos.” Y el
sabio lloró.
29

El rey, con su corte, al ver a Asita el sabio llorando, se angustiaron y le preguntaron,


“¿Señor, por qué lloras al ver al niño? Espero que no veas ninguna tragedia esperando
por él. Cuando nació la tierra tembló seis veces y una radiancia apareció en el mundo.
Fue adorado por miles de devas. Hubo baños de flores celestiales, y el sonido de miles
de instrumentos celestiales se escuchó. Cuando nació el niño también nacieron en
Kapilavastu quinientos niños, quinientas niñas, quinientos esclavos hombres y
mujeres, quinientos elefantes, y quinientos caballos. Se revelaron quinientos
almacenes de tesoros, y quinientos reyes enviaron mensajeros con saludos. Y hubo
otras maravillas, además. Y, aun así, señor, tú lloras al ver al niño. Asegúrame, por lo
tanto, que no ves ninguna tragedia esperando por él.”
El sabio respondió, “Su majestad, no es que yo vea una tragedia para el niño. En algún
momento u otro, en algún lugar u otro tales Grandes Hombres aparecen en el mundo.
Porque tu hijo se revela como un Gran Hombre. Se convertirá en un Buda en el
mundo. Pero yo estoy viejo y no viviré para verlo. Predicará el dharma que confiere
calma, que es noble y que lleva al Nirvana. Pero yo no lo escucharé. No veré a su
buena banda de discípulos, ni las maravillas que él hará como un Buda. Y entonces,
su majestad, es por mi mala suerte que yo lloro.”
Y el sabio, habiendo explicado una por una, los cuatro significados de las marcas, 1
proclamó, “Se convertirá en un Buda en el mundo,” y luego se fue.
Deja de lado todos los obstáculos, y escúchame calmadamente mientras
relato como Asita el sabio lloró en el nacimiento del niño Śākyano.2
Había un gran sabio, llamado Asita, que vivía en la región de Vindhyas. Su
riqueza de mérito estaba asegurada. Era magnánimo y brotaba de la gran
cabeza de Kapila.3
Él era competente en los āraṇyas4 y śāstras, y maestro de las cinco ramas del
conocimiento mayor. Él vivía en la cima del Kailāsa, como un señor de
riquezas, aunque era un señor de una cueva.
Él vivía en la cabeza de un bosque, viviendo austeramente5de raíces y frutas
salvajes, junto con su pupilo Nālaka y muchos otros.

1
Ver más abajo, p. 40.
2
Una versión métrica de la leyenda de Asita.
3
Mahākapila-uttamāñgaruja. Literalmente, “brotaba desde el cabello (uttamāñga, comparar con Pali) de
gran Kapila.” La leyenda parece ser particular al Mhvu. Senart compara el nacimiento de Kṛiṣṇa y Balarāma
de dos cabellos de la cabeza de Hari. Es importante mencionar que la casa de Asita es situada en Vindhyas,
no en el Himalaya, la casa usual de los ascéticos y sabios, incluyendo al mismísimo Kapila. Inmediatamente
más abajo, sin embargo, el mismo Asita dice que vive en Kailāsa (Kailāśa), una cadena del Himalaya.
4
Evidentemente para el usual āraṇyakas, “bosques” tratados.
5
Rucchaṃ vṛittim..
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA
30

Él seguía el camino de las diez moralidades,1 feliz en su calma y auto control


y exhortando a otros. Él era un sabio que había alcanzado la perfección de
todas las cualidades,2 y era dotado con la perfección de la moralidad.
En un momento hubo un destello de una rica radiancia, y los lugares más
lejanos del mundo estaban felices y sorprendidos. Todos los seres se volvieron
extremadamente benditos, y la tierra tembló.
Y el sabio mientras se sentaba ahí vio flores del árbol del coral y brotes
celestiales3 desde el cielo caían en la superficie de la tierra.
Asita vio el cielo adornado con cientos de joyas, y miles de doncellas devas
corriendo por los caminos del cielo.
En las grutas de las montañas escuchó las notas musicales de los Kinnarīs,4
que chequeaban los arroyos de la montaña mientras corren entre las orillas,
sus aguas llenas de flores.
Él vio una rica radiancia sobre los diez cuartos, como el esplendor del sol
que recién sale en todo su poder.
Cuando él vio esto y otras maravillas, Asita en su impresión se puso pensativo.
Pensó, “¿Por qué ahora la gran tierra tiembla, y por qué los tambores rugen
en los caminos del cielo? ¿Por qué está el mundo bañado en radiancia y por
qué caen flores del cielo?
“La luna y el sol no brillan5 y las aguas oscuras del océano tiemblan; las olas
cubiertas de flores parecen una extensión6de lotos.
“Y todos esos árboles hermosos estaban cubiertos con brotes de la
temporada, y dando al mismo tiempo la fragancia de flores y frutas.
“Hoy no arde ningún fuego en los miles de infierno, ni las regiones
deprimentes entre los mundos conocen la aflicción.
“Ni el hambre ni la sed aparecen en el cuerpo como antes. Mi corazón está
feliz. Me preguntó ¿qué pasa hoy?

1
Ver Vol. 1, p. 3, n. 4.
2
Leyendo sarvaguṇa para devaguṇa. También lo hace Senart.
3
El texto tiene kapapuśpāṇi, pero la palabra aparece en el índice de Senart al final del vol. 3 con un signo de
pregunta. Posiblemente el significado es simplemente “flores que duran un kalpa,” por lo tanto,
“celestiales.” Comparar con kalpavṛikṣa, en Pali kalparukkha, el nombre de un árbol en el cielo de Indra.
4
Mujeres Kinnaras. El Monte Kailāśa nuevamente es mencionado como la casa de los Kinnaras.
5
Na vibhānti, la conjetura de Senart para las lecturas imposibles MS. Como nava yatim, navaṃpatim y
nagapatim.
6
Uttarīyapaṭalā, “la cubierta de arriba,” o, quizás, padmottarīyapaṭalā significa “una superficie más azul que
(literalmente ‘más allá de’) los lotos.
31

“¿Por qué ahora esta risa excesivamente fuerte se escucha en el cuarto más
al este? ¿Por qué las doncellas deva corren con polvo de sándalo en sus
manos?
“¿Qué hombre poderoso ha nacido hoy en Jambudvīpa? ¿Por la gloria de
que hombre glorioso se revela tanto poder?
“De algo son signos estas cosas, está claro que esto ocurre al nacimiento de
los Budas.”
Escuchó a grupos de inmortales desde el cielo aterrizar en la tierra, y
diciendo, “El Salvador del mundo ha nacido. Se convertirá en un Buda que
es su propia guía.”1
Emocionado, entonces, al escuchar a los grupos de devas en el aire
proclamando, “Hoy, el Buda, un vástago de héroes, ha nacido en el mundo,”
El sabio, con su ojo deva, vio todo Jambudvīpa, y vio que había nacido un
hijo de Śuddhodana en el clan de los Śākyanos.
Y cuando hubo visto esto, el rumor de la iluminación apareció en las
regiones,2 y el sonido del nombre del Buda viajó hacia el extranjero. (Y él
dijo) “Lo veré en el tiempo correspondiente.”
Luego,3 llevando escotillas4 en sus manos, usando túnicas negras de piel de
antílope y abrigos de fibra negra, llegaron llevando frutas y agua.
El sabio viajó a través de aire en el camino del viento. Usando su poder
mágico llegó a Kapilavastu en un instante.
A los pies del Himalaya divisó una hermosa ciudad bañada en la luz del sol,
e impenetrable para los enemigos. Verdaderamente era una hermosa ciudad
como la de los Treinta y Tres devas. Y el sabio entró a la ciudad para ver al
Śākyano.
Entró a la ciudad que estaba radiante5 y cuyos mercados estaban ocupados
con la compra y la venta. Estaba lleno de gente feliz, guerreros a caballo, en
elefante, en carruajes o a pie.

1
Aneya, usualmente, ej. Vol. 1, p. 208 (texto), ananyaneya, “no llevado por otros.”
2
Diśasu es la enmendación de Senart para pañcasu, “las cinco (regiones),” basado en que la última
enumeración no es usual. Notar también que kaulīna “rumor” es aquí masculino en vez de neutral como lo
es siempre. Es más, Senart toma las palabras tatraiṣa buddhaśabda carati como siendo dichas por Asita,
pero parece mejor tomarlas como una continuación (tatra = “y después”) de la oración anterior. El texto de
todo el verso es sospechoso.
3
O sea, Asita y sus discípulos.
4
Kuṭhāri, en Pali kuṭhārī, Sánscrito kuṭhāra. El propósito del llevar escotillas no está claro.
5
Sannibhantam, para °bhāntam (posiblemente esta forma debiera ser leída aquí) pres. part. De san-ni-bhā
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA
32

Con el corazón contento1 se acercó y entró en las brillantes puertas – de la


residencia de Śuddhodana, una residencia como la del rey de los devas.
Vio la cámara de arriba2del palacio, con las hermosas ventanas del techo y
altillo,3 brillando como la cima de una montaña en el cielo.
En el frente de la mansión había pináculos resplandecientes con plata, y sus
esquinas brillaban como la flama del fuego sacrificial.
El interior de los apartamentos era hermoso como conchas brillantes.
Brillaban como pequeños soles o como adornos con forma de lunas.4
Se vieron rayos5 como flashes tirados6los paneles bien forjados7 de berilio y
por las columnas de cerrojos.8
Se vieron portales arqueados de oro como el fuego ardiente, como el sol, que
brillaba como los adornos con forma de luna.
Por todas partes, los elefantes, como las nubes monzónicas,9 como nubes que
llevan lluvia, llegaron a adornar con adornos con forma de estrellas.10

1
Laguna en el texto, que obviamente debe ser llenada con un adjetivo de tal significado para que combine
con manasā.
2
Harmiya, en védico harmya, BSk. Karmika (Divy. 244), en Pali hammiya, “dado normalmente como una
mansión con muchos pisos, que tiene una cámara en la punta.” (P.E.D.). Aquí está compuesto con prāsāda,
“terraza.”
3
Gavākṣavaraśaraṇapañjaravibuddha. Este es un compuesto difícil. Gavākṣa (en Pali gavakkha, Mhvs, x. 15,
17) literalmente “ojo de buey” denota “una ventana” especialmente una ventana de ático en un techo.
Vara, es un epíteto convencional, “hermoso.” Śaraṇa, “refugio,” también tiene el significado de
“apartamento privado,” o “closet” (ver M.W.). y hace alusión aquí al piso más alto del palacio (Asita,
además, venía desde el cielo) puede ser escrito como “ático.” Pero pañjara “jaula” solo puede ser cambio
por “ventana” en la analogía de su uso en el Pali en el compuesto sīhapañjara (“jaula de león”) para denotar
“ventana” y aparentemente especialmente de ático. (ver Mhvs. Xxvi, 16; J. 3. 379; DhA. 1. 191). Vibuddha
“florecido” se toma aquí en el sentido de “abierto.”
4
Literalmente “como hecho lunas,” kṛitā va candrāṇi, o, siguiendo una sugerencia de la Srta. I. B. Horner,
“como lunas formadas,” que puede ser entendido como adornos en forma de luna, ya sea creciente o llena.
Senart duda de la lectura, sin embargo, como una alternativa para kṛitā, uno podría sugerir kāntā, “como
hermosas lunas.” Aunque el compuesto vimalaraviprakāṣa parece referirse al sol real, es mejor hacer
alusión a los adornos con forma de sol “pequeños soles.” Para los adornos orientales con estas formas, ver
Isaiah 3. 18, donde la palabra traducida “membrana” es posiblemente tomada en vez del equivalente del
arábico shabīsā “pequeños soles.”
5
Literalmente “colores,” varṇāni.
6
Literalmente “esparcidos,” uptā, de vap “cubrir.”
7
Phalakehi. Comparar con Vol. 1, p. 154, n. 4.
8
Gṛihasūcīkāvalīhi. O, quizás, como sugiere la Srta. I. B. Horner, sūcīkā aquí detona las manillas para
asegurar los cerrojos.
9
La Srta. I. B. Horner señala que en la mitología india estas nubes se piensan como elefantes, que alguna vez
tuvieron alas y anduvieron por los cielos.
10
Niśritārkasadṛiśā, “como soles pegados,” o sea, en los cuerpos de los elefantes.
33

Por todas partes los gatitos caían de pronto, porque estaban asustados de los
pavos que andaban sueltos.
Por todas partes los cucos en sus pajareras llamaban dulcemente; en todas
partes loros y sārikas aleteaban como cuerdas de perlas.
Era una hermosa ciudadela construida en dirección a todos los puntos de la
brújula, bien diseñada,1 impregnable para los enemigos, y lleno de llevadores
de la cuerda sagrada.
En el piso con sus miles de joyas y pilas de otros esplendores se sienta un león
con miedo al sol saliente que ha sido visto.2
A este palacio, entonces, que no conocía vehículos llevados por animales,
pero que estaba bien abastecido de esclavos y cortesanos,3 y lleno de eunucos
en vestimentas rojas y blancas, entró Asita.
El palacio estaba lleno de sirvientes y cientos de carruajes, llenos de nobles,
y con una dulce fragancia, mientras el recluso alcanzaba la puerta sin
obstáculos.
Llenando el pasillo4vio a mujeres paradas o moviéndose, sosteniendo
cimitarras5en sus manos, y hermosamente bellas mientras conversaban.
Y Asita, sabio, profundo, y conocedor de las escrituras, le dijo al portero:
“Lleva este mensaje mío al rey de los Śākyanos.
“Soy Kāla6y soy del clan de Bhāradvāja.7 Soy de noble nacimiento y vivo en
una región en la cima de Vindhyas.”
“Así será, señor,” respondió el portero obedientemente, y fue a donde el rey
que escuchó todas sus palabras e hizo que Asita pasara.

1
El texto tiene suāviddham para su-ā-vyadh, pero en su nota Senart describe la forma susaṃviddham, “bie
percé,” o sea, con cabos sueltos. Pero él duda de la lectura. Se ha creído mejor, por lo tanto, corregirla a
suvibhaktam, en la analogía de vibhaktā en Vol. 1, p. 9 (texto), “dividido,” “diseñado.” Comparar con
vibhatta en el Pali (A. 1. 141, M. 3. 167).
2
Esta estrofa es muy dudosa. “León” es Sīha (Pali para siṃha). La obscuridad es peor si Sīha se toma como
un nombre propio, porque no hay nadie en la historia que se llame así. Viṣṭam del texto, que solo puede ser
construido como “(el sol) que ha entrado” (o sea pasado participio) ha sido corregido a dṛiṣṭam, “que ha sido
visto.” El Mhv. Casi invariablemente prefiere el compuesto para-viś al simple viś.
3
Velāsikā. La forma Vailāsikā se encuentra en Vol. 1, p. 348 (texto). Ver nota p. 294 de la traducción.
4
Osaraṇe bharitā. Senart explica la primera palabra con referencia al Pali osaraṇaṭṭhāna dado por Childers
como “pasillo”. Bharitā es usada figurativamente, siendo aplicada a lo que llena en vez de lo que es llenado.
5
Juguetes o adornos con forma de cimitarras.
6
Kāla, “negro,” un sinónimo de asita. Por eso Asita Devala es llamado Kāla Devala en el Nidāna – Kathā
7
Nombre de un clan Brāhman.
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA
34

Obedeciendo al rey, Asita entró a la residencia celestial de Siṃhahanu1, como


Indra entrando a Nandana2con su multitud de Apsarás.
Asita saludó al rey y le entregó las frutas. El rey las aceptó diciendo,
“Bienvenido, señor.”
Había un sillón especial con sus ocho patas de oro, con cojines brillantes,3y
llenos de gemas. En eso se sentó Asita.
El sabio, que era maestro de las cinco ramas del conocimiento mayor y tenía
gran poder mágico, se sentó en el sillón y el mismísimo Rey Śuddhodana lo
invitó a comer.
Cuando la comida se hubo terminado, Asita dijo, “Por favor escúcheme,
señor.” Asita dijo, “Deseo ver a tu hijo, si no te molesta.”
“Eres muy bienvenido,” dijo el rey, “Pero ahora el lindo niño está dormido.
Cuando despiertes lo verás como un cuerpo de puro oro.”
Y cuando el niño despertó, lo tomó de su madre y lo presentó con su cabello
en ocho trenzas, como el sol emergiendo por las nubes.
Cuando el noble sabio lo vio recostado como una joya4 en la manta de fina
tela, se levantó rápidamente y recibió al niño en sus brazos.
Y cuando lo hubo tomado en sus brazos y había visto que llevaba las treinta
y dos marcas de un Gran Hombre tanto como las características menores,
lloró.5
Viendo sus ojos llenos de lágrimas el Rey Śuddhodana le preguntó “¿Cuál es
la pena que te ataca al ver al niño?
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, que en el día que
nació, dio siete pasos al norte.
“¿Por qué lloras, brāhman, al verlo a él, quien en el día en que nació los
devas se pararon en el aire llevando sombrillas y abanicos?
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él quien, en el día en
que nació se hicieron dos pozos de agua en el cielo.”

1
Ver Vol. 1, p. 298.
2
O sea, Nandanavana, un parque en Trāyastriṃśa (Tāvatiṃsa).
3
O “mats,” kilañjaka.
4
Literalmente, “como un aro,” kuṇḍala.
5
El texto tiene ākhaṇḍalasamāno, que solo puede significar “como Ākhaṇḍala,” o sea, “el Destructor,” un
epíteto de Indra. Incluso si hubiera un episodio en el que Indra llorara, la similitud sería forzada y poco
natural. Ākhaṇḍalasamāno tiene por lo tanto que ser enmendada a āśrukaṇthasamāno, literalmente, “ser
con lágrimas en su garganta,” o sea, “sollozar.”
35

“Quiero escuchar, brāhman, porque lloras al verlo a él quien, en el día en


que nació los devas sostuvieron sombrillas en el cielo.
“Quiero escuchar, brāhman, porque lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació los devas esparcieron polvo de coral.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació la tierra tembló.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació el agua azul oscura del océano tembló.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació los tambores rugieron en el cielo.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació también nacieron quinientos Śākyanos.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació nacieron también quinientas doncellas Śākyanas.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació nacieron quinientos esclavos para mí.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació nacieron quinientos caballos.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació nacieron quinientos elefantes para mí.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació se revelaron quinientos almacenes de tesoros.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació quinientos reyes vecinos vinieron para inclinarse ante mí.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, quien, en el día en
que nació los maestros de los reyes vinieron a verme.
“Quiero escuchar, brāhman, por qué lloras al verlo a él, a quien los hombres
miran con alegría, felicidad y exaltación.
“Deja la pena, brāhman, sé feliz y vuelve a como estabas antes. Porque este
niño se convertirá en un rey que posee los siete tesoros,1un señor de los
hombres.

1
Ver Vol. 1, p. 85.
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA
36

Cuando esto se hubo dicho, Asita se secó las lágrimas y respondió estas
palabras bellas:1 [“No ha sido así”],2dijo “predicho por los sabios.
“Este hombre con corazón de león, que es como el fiero y alegre sol, no se
convertirá en rey, un señor de hombres. Se convertirá en un Maestro
insuperable.
“Porque él con tres pasos ha atravesado toda la tierra tres veces.3 Alcanzará
el mayor dharma, que es bendito, inmortal e irresistible.
“Soy viejo, mi vigor se ha ido, y justo ahora un niño ha nacido que se
convertirá en un Hombre Supremo. Pero yo estaré muerto cuando el niño
alcance la iluminación.
“Se convertirá en un Buda, omnisciente, con poder sobre todas las cosas4 en
su bien proclamado dharma y Disciplina. Pero yo estoy viejo, y por eso lloro.
“Y sin embargo no le tengo miedo a la muerte. Porque ¿Cómo puede una
persona nacer y no morir? Lloro porque no veré al incomparable Buda.
“Verdaderamente, no le temo a la muerte. Porque ¿Cómo puede alguien
nacer y no morir? Lloro porque no veré al Sangha5 con su océano de
virtudes.6
“Lloro porque él que se despertó a sí mismo, y quien despertará a esta raza
de hombres que ha estado dormida tanto tiempo con los disfrutes materiales,
ahora se revela cuando yo estoy viejo.
“Lloro porque él que se liberó a sí mismo, y que liberará a la raza de los
hombres que están amarrados con los grilletes de la pasión, ahora se revela
cuando estoy viejo.
“Lloro porque él que se liberó a sí mismo, y que liberará a esta raza de
hombres que están amarrados en los grilletes de la locura, ahora se revela
cuando estoy viejo.
“Lloro porque él que se liberó a sí mismo, y que liberará a esta raza de los
hombres de la pasión, odio y locura, ahora se revela cuando estoy viejo.

11
Esta es la interpretación de Senart de sitasāhvayam idamavocat. Si la lectura es correcta, hay en la
anterior palabra un juego con el nombre de Asita “negro.” Asita, aunque si nombre es negro, dijo palabras
que deberían ser llamadas (sāhvayam) blancas (sita.)
2
Laguna en el texto.
3
Ver Vol. 1, p. 78, n. 2.
4
Sarvadharmavaśavartin.
5
Ver Vol. 1, p. 31, n. 1.
6
Gyṇasāgaram. A menos de que se lea gaṇasāgaram, “un océano de una multitud,” o sea, el Sangha, una
multitud vasta como el océano.
37

“Lloro porque él que es saludable, y hará que otros estén saludables, se


revela ahora cuando estoy viejo.
“Lloro porque él que no tiene penas, y que hará que otros tampoco las tenga,
se revela ahora cuando estoy viejo.
“Lloro porque él que está libre del dolor, y que hará que otros estén libres de
él, se revela ahora cuando estoy viejo.
“Estos afortunados hombres y devas verán al Rey del dharma haciendo rodar
su rueda en la ciudad de Kāśi.1 Pero yo estoy viejo y por eso lloro.
“Estos afortunados hombres y devas verán la ambrosia siendo compartida
entre la noble multitud. Pero yo estoy viejo y por eso lloro.
“La enfermedad, la vejez y la muerte son grandes obstáculos2para los
hombres. Ahora uno que dará consuelo ha nacido. Pero yo no tengo consuelo
y por eso lloro.”
Cuando el sabio había penosamente3y trémulamente4 dicho estas
lamentaciones,5alabó al excelente, auto controlado Hombre al que había
recién visto.
“He venido al este,” dijo, “buscando al Hombre Supremo, ya que es rara6la
aparición de los Budas que doman lo indomable.”
Luego caminó alrededor del Bodhisattva muchas veces manteniéndolo a su
derecha. Al rey le dijo, “Me voy. Que su majestad cuide mi bienestar.”7
[Cuando el volvió a casa le dijo a Nārada:]8
“Cuando escuches noticias del Buda ve a la presencia de la Suprema Guía.
Vive la buena vida y deja que sus palabras sean tu consejo.

1
O sea, Benarés.
2
Literalmente “hacedores de piedras de tropiezos,” antarāyakarā. El cambio de antarāya como “obstáculo”
se debe a Lord Chalmers (Fruth. Dial. 1. 90). También ha sido adoptado por la Srta. I. B. Horner en Book of
Discipline (3.21), donde ella hace una valiosa nota a la palabra.
3
Karuṇāyanto, que debe ser tomado en un sentido medio.
4
Vepitvā, ver la nota anterior.
5
Ālapitvā bahūni.
6
Comparar con Vol. 1, p 42; Sn. 559, 560, 998
7
El texto tiene snigdhavatīm bhavāndetu. Es última palabra, como lo dice Senart, no le da ni sentido ni una
medida apropiada. La traducción de arriba se ha basado en una corrección tentativa a snigdhavṛittim, “una
forma de vida fácil y cómoda.” Comparar con el uso de snigdha en la frase pricchati snigdham en el
Rāmāyaṇa (1. 68. 4), “preguntar por la salud de.”
8No solo el siguiente verso, en el MSS, viene antes de la despedida al rey, sino que no contiene nada que indique que las palabras
fueron dichas a Nārada – tenemos que inferirlo del siguiente verso. No solo existe una anomalía textual, sino también una extraña
participación de Nārada (para la cual ver más abajo p. 50, n. 5; 52.) en la historia de Asita. Porque, como se ha visto (p. 27) el sobrino de
Asita a quien exhortó a aceptar la venida de las enseñanzas del Buda se llamaba Nālaka. Lal. Vist., lo llama Naradatta.
ASITA Y EL JOVEN GOTAMA
38

“Que así sea,” dijo Nārada cuando escuchó estas palabras. Tomó la vida
religiosa y se convirtió en el mejor de su clase, un Arhan1 que se había
despojado de su lujuria.
Canta las alabanzas del familiar de Kātyāyana,2que se llama Nārada, un hijo
del Conquistador, que vive en el bosque, el anciano que se ha ido
completamente.3
Canta las alabanzas de él que está liberado y despojado de las ataduras a la
existencia,4que está completamente en paz y libre, con cualquier rastro de
existencia5destruida – el anciano ha fallecido completamente.
El Bodhisattva fue proclamado por Asita a ser destinado a convertirse en Buda en
cada una de las cuatro bases. ¿Cuáles cuatro? La claridad, la regularidad, los
fundamentos6 y la incomparable excelencia de sus características.
Los Budas Exaltados tiene ochenta características secundarias.7 Tienen uñas largas,
de color cobre, y brillantes. Sus dedos son redondos, hermosos y regulares. Sus venas
no tienen nudos y están cubiertas. Sus tobillos están cubiertos y formados
compactamente. Tiene pies parejos. Los Budas Exaltados tienen órganos sexuales
perfectos. Su radiancia se extiende alrededor de ellos. Sus extremidades son suaves,
perfectas, supremas, bien formadas, y bien proporcionadas. Sus cuerpos son
incomparables y sin daños. Sus extremidades no tienen pecas ni pelo con rulos.8 Los
Budas exaltados tienen manos suaves como el algodón. Las líneas de sus manos son
profundas, sin quiebres9 ni interrupciones. Sus labios son rojos.10 Sus voces no llegan
muy lejos.11 Sus lenguas son suaves, finas y rojas. Los Budas Exaltados tienen voces
como el quejido de un elefante, bien entonado y agradable. Su paso es como el
movimiento de un elefante, un toro, o un león, siempre torciéndose a la derecha. Sus
protuberancias12 son iguales, y son hermosos en todas partes. Su comportamiento es
limpio. El vello de sus cuerpos es perfectamente limpio y puro. La radiancia alrededor
de ellos no se puede apagar. Los Budas Exaltados tiene derechas, suaves y regulares
extremidades. Sus panzas se curvan como un arco, son hermosas, grandes13 y

1 Ver Vol. 1, p. 1, n. 4.
2 También Nālaka es llamado Kātyāyana en las versiones tibetanas.
3
Estos versos están fuera de lugar aquí, y han sido evidentemente interpolados de un poema que celebra la muerte de Nārada.
4
Nirupadhi, o sea, sin ningún upadhi o base de renacimiento o atadura a la existencia. Comparar con Upādi.
5 Sarva-updahi. Ver la nota anterior.
6 Literalmente, “profundidad,” gambhīratā.
7
Anuvyañjana.
8 °tilaka-akala. O, quizás, tenemos aquí un error del escriba y deberíamos leer °tilaka, “pecas,” solo, como en el Dharmasaṃgraha sect.

84 (Citado de aquí en adelante como Dhsg.)


9 Abhagna. Parece mejor leer abhugna, “sin dobles,” que haría que esta característica correspondiera a la de No. 15, ajihmapāṇilekhā,

en Lal. Vist., p. 106 (Edición de Lefmann).


10 Literalmente “como la bimba,” la fruta del árbol Momordica monodelpha, que cuando está madura es roja.

11 Nābhyāyatana, “no más allá de su (debido) alcance,” abhi teniendo la fuerza de ati. Comparar con nātyāyata°
siguiente página, y nātyāyatavacanatā en Dhsg. (l.c.)
12 Utsada. Dhsg. Tiene utsāhagātratā “teniendo vigorosas extremidades,” mientras Mvyut. (No. 30) tiene utsadagātra

“con protuberancias en sus extremidades.”


13 Ukṣa. Este significado se le da en M.W., con un (¿)
39

regulares.1 Sus ombligos son profundos, regulares,2 en perfectas condiciones y girado


hacia la derecha. Sus rótulas son curvas.3 Los Budas Exaltados tienen dientes afilados,
regulares,4 y sin roturas y derechos. Sus narices son altas, pero no muy grandes. Sus
ojos son oscuros como el loto blanco-oscuro.5 Los Budas Exaltados tienen cejas
oscuras y brillantes y grandes6 orejas sin defectos. Los Budas Exaltados tiene sus
facultados incomparables, sin daños y bien controladas. Tienen las frentes mejor
proporcionadas. Su cabello es oscuro, grueso, brillante, cuidadosamente peinado,7
creciendo sin interrupción, suave, sedoso y fragante, con sus puntas onduladas.8
Tienen cabezas bien formadas y su cabello tiene la forma de9 los signos de Esvástica,
Nandyāvarta y Muktika.10
Estas son las ochenta marcas secundarias en el cuerpo del infinitamente sabio Buda,
y con esta el cuerpo del deva que está más arriba que todos los devas, el Hombre
Supremo, está siempre adornado.
Dado que en su cuerpo están las treinta y dos marcas y las ochenta características
secundarias, y dado que su radiancia se extiende por una braza completa,
verdaderamente ¿Cómo puede el sabio no tener fe en él como el Conquistador?
Si un hombre tuviera los méritos de todos los seres el no11 obtendría12 para su cuerpo
ninguna de estas características.

1 Leyendo ya sea abhugna “no dobladas” como en Dhsg., o abhagna “no rotas,” como en el texto.
2 El texto tiene abhagna, nuevamente. Lal. Vist. Tiene ajihma y Mvyut., tiene anupūrva.
3 Pariṇata, que sin embargo significa más bien “dobladas.” Pariṇāha(vat) o pariṇāhin, “grande,” “ancho,” parecería ser

una mejor lectura, y correspondería con pṛithu en Dhsg. Y Lal. Vist.


4 Leyendo abhugna para abhagna que es sinónimo con el siguiente acchinna. Lal. Vist. Y Mvyut. tienen anupūrva.
5 O, “como el loto blanco y negro,” la pupila siendo negra y la bola blanca. Ver Dhsg., n. p. 58 de “Anécdota Oxoniensia”

edición.
6 Aparītta. Parītta es BSk,, correspondiente al Pali paritta “pequeño,” “chico,” “inferior.” De acuerdo al P.E.D., “La forma

BSk., puede ser una retraducción del Pali paritta, que puede corresponder al Sk., prarikta, pp. De pra-ric, que significa
“ese que es excedido,” o sea, “dejado (de lado o detrás).”
7 Vivṛitta, “peinado en diferentes direcciones,” “partido ¿” interpretado así por Senart en la analogía de Lal. Vist. Anākula

“no confundido.” La lectura de Lal. Vist. Citada en las notas en Dhsg., p. 59, sin embargo, si alulita “sin perturbación
mental” que corresponde a asaṃlulita del Dhsg. mismo.
8 Leyendo vellita° (Vell), con dos MSS, para vallitāgrakeśa del texto. Comparar con el Pali vellitāgga, aplicado al pelo.
9 Literalmente “es como” sannikāsa. Lal. Vist. tiene saṃsthāna, “consiste de.”
10 El signo de la esvástica es muy conocido. El segundo se escribe Nandyāvarta en vez de °āvata como en el texto.

Comparar con la forma en Dhsg. y Lal. Vist. La forma de esta es discutida por Burnouf; Lotus, 626, y Colbrooke:
Miscellaneous Essays, ii. 211. En Dhsg. son las manos y los pies las que están marcadas con estos signos, pero en Lal.
Vist. las marcas están en el pelo, solo que aquí la marca Muktika es reemplazada por la Śrīvata, y se añade una cuarta
marca Vardhamāna.
11
Leyendo con un Ms, nāsya, para ser naasya para tenāsya del texto. Con el texto la traducción sería, “él no
obtendría ni siquiera una.”
12
Literalmente “traer de vuelta a su cuerpo,” kāye nivartaye.
5

LA JUVENTUD DE GOTAMA

El Rey Śuddhodana, su harén y un joven niño estaban caminando en el jardín. Mientras el


Bodhisattva paseaba en el jardín llegó a unas tierras embaldosadas donde vio a unos aradores
trabajando. Ellos tiraron a una serpiente1 y una rana. El joven niño tomó la rana para
comérsela, pero tiró la serpiente. El Bodhisattva vio esto, y se emocionó profundamente.
Placer, el cuerpo y la vida misma están juntos. Ahora debo alcanzar la
libertad inmortal de la existencia. Ya que no puedo chequear mi esfuerzo, que
es como el ritmo del agua del océano en la costa.
El Bodhisattva estaba sentado a la sombra de un árbol en la mañana, y la sombra no lo dejaba2
mientras los rayos de sol se movían. Se quedó ahí inmerso en su primera meditación,3que
está acompañada de pensamiento aplicado y sostenido.
Desde las cuestas del Himalaya cinco sabios vinieron viajando por el aire en su camino a
Vindhyas. Pero no pudieron pasar sobre el Bodhisattva.
Hemos pasado sobre la cima del Meru con sus preciosas piedras y diamantes tan
fácil como un elefante corta su camino a través de los densos árboles de Vṛindā4con
sus intricadas ramas.
Podemos pasar con seguridad sobre los fuertes de los inmortales, las residencias de
los devas y Gandharvas, apoyándonos en el aire. Pero cerca de este bosque hemos
llegado a tierra. ¿Por favor de quien es la presencia que tiene este poder mágico?5
Los Devas recitaron versos en respuesta;
Es el hijo del rey Śākyano, el vástago de una raza de reyes. Adornado con sus muchas
marcas que son excelentes y hermosas, él resplandece como el sol que recién sale.
Solo en el bosque, absorto en la meditación, está el príncipe. Este poder de magia es
el signo de que él que bendito con miles, o sea, koṭis de buenas cualidades.
Ya que él es la verdadera luz que ha aparecido en la cegadora obscuridad. Él
obtendrá el dharma que le dará consuelo al mundo de la vida.
El Gran Sabio ha aparecido en el mundo que estaba ardiendo por el fuego de la
lujuria. El alcanzará el dharma que alegrará al mundo.

1
Dīrghaka, “la larga.” Comparar con el Pali Dīgha en el mismo sentido.
2
Este milagro de la sombra que no se mueve también se encuentra en J. 1. 88. La Srta. I. B. Horner, que
llama la atención de traductor en este tema, también remarca que en ambos textos el fenómeno está
asociado, más o menos, con arar. En J. esta ara es un acto ritual. En ambos textos el Bodhisattva está a
punto de entrar en su primera meditación.
3
Dhyāna.
4
El bosque de Vṛindā cerca de Mathurā.
5
Literalmente, “cuyo signo es el poder de la magia,” kasya lakṣmī nivarteti ṛiddherbalam.
LA JUVENTUD DE GOTAMA
6

A través de los salvajes océanos de angustia se ha encontrado un buen camino. Él


obtendrá el dharma que guiará a los hombres a través del mundo de la vida.
El mundo estaba perdido en el salvajismo del nacimiento recurrente. Él, con su
visión, marcará el Camino más excelente.
Durante las largas noches los hijos de los hombres estuvieron atados a el
renacimiento. Pero él, el hijo del dharma, romperá los grilletes.

Cuando los hombres son abusados suplican por un valiente campeón. En consejo
piden a un hombre sabio, y a la hora de la comida amar honrar a un querido amigo.1
Cuando era tiempo de comer el rey le preguntó por muchacho, “¿Dónde comerá? Preguntó.
Cuando escucharon al rey, los chambelanes, eunucos, mozos y enanos corrieron en todas
direcciones en busca del niño. Un chambelán vio al niño meditando en la sombra de un árbol
de manzana, y a pesar de que los rayos de sol se movían, la sombra no abandonaba al niño.
Viendo esto, el chambelán estaba sorprendido, y pensó que el niño estaba muy bendito
porque cosas que no tenían vida como la sombra de un árbol no estaban dispuestas a dejarlo.2
El chambelán le reportó esto al Rey, diciendo,
La órbita del sol que disipa la oscuridad se mueve, Oh rey, pero la sombra del árbol
de manzanas no deja Siddhārtha, el poseedor de las puras, nobles y mejores marcas,
mientras él medita en las sombras de él,3inmovible como una montaña.
Y él dijo, “Seguramente es bendito él a quien las cosas inconscientes se someten
humildemente.” Entonces el Rey Śuddhodana se inclinó a los pies del Bodhisattva que estaba
sentado en la sombra del árbol.
El Rey Śuddhodana reflexionó, “Ya que el corazón del niño se deleita en calmadas
meditaciones, verdadera será la profecía del sabio Asita.” El rey preparó un espacioso harén
para el niño para que pudiera encontrar el deleite en casa. Para las mujeres él tenía varios
adornos de diferentes tipos preparados, e hizo que una proclamación se hiciera en la ciudad
de Kapilavastu ordenando a todas las mujeres jóvenes a ir al parque real, donde el joven
Siddhārtha distribuiría joyas entre ellas. Obedeciendo la orden del rey, muchos cientos de
doncellas corrieron al parque.
La hija del Śākyano Mahānāma, Yaśodharā de nombre, llegó con gran esplendor y acarició
tímidamente4 al niño.

1
Este verso, una suerte de refrán como dice Senart, es introductorio a lo que sigue, no teniendo conexión
con los versos anteriores.
2
Literalmente, “las sombras inconscientes no lo dejan,” acetanā, chāyā na jahāti.
3
Literalmente “con (en) luces oscurecidas,” dhyāma-āham. Comparar con Vol. 1 p. 36, n. 1.
4
O “abrazó” allīnā, literalmente “adhirió, agarró a,” Comparar la formula Pali alliyati kelāyati manāyati
mamāyati, o sea, M. 1. 260, allīyetha kelāyetha, “abrazar y apreciar” (Lord Chalmers), y S. 3. 190, donde la
traducción cambia los primeros dos verbos a “deleitarse en y entretenerse con.”
5

MANJARĪ JĀKATA1

Cuando el Exaltado había avanzado, había despertado a la insuperable y perfecta iluminación


y había hecho rodar la excelente rueda del dharma, llegó a los oídos del monje que cuando
era un niño y estaba repartiendo joyas a las jóvenes, Yaśodharā lo había acariciado
tímidamente. Un monje le preguntó al Exaltado, “Señor, ¿Cómo es que Yaśodharā te acarició
tímidamente cuando tú eras un niño?” El Exaltado respondió, “Monjes, verdaderamente, esa
no era la primera ocasión en la que Yaśodharā me acarició tímidamente. Hubo otra ocasión.”
Los monjes preguntaron, “¿Hubo? Señor” Y el Exaltado respondió, “Si, monjes.”
Una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés en la provincia de Kāśi había
un brāhman del clan Kauśika2. Él, viendo los placeres sensuales, se fue al Himalaya para
tomar la vida de un sabio. Ahí en el Himalaya, en las orillas del Ganges, construyó una ermita,
y por mucha devoción a la práctica de vigilia en la forma brāhman, 3 alcanzó las cuatro
meditaciones y alcanzó las cinco ramas del conocimiento mayor. Podía tocar la luna y el sol,4
y era, en resumen, un sabio de gran poder. Pero no tenía la virtud de la generosidad.
Ahora un pariente5 suyo murió y renació entre los devas Gandharva como un Gandharva
llamado Pañcaśikha. En su vida como deva recordaba a Kośika. “Me pregunto, decía, ¿en
qué región Kośika pasa su vida? ¿o habrá muerto?” Él concentraba su mente en esto, y luego
vio que Kośika había tomado la vida de un sabio y estaba viviendo en una ermita en el
Himalaya a las orillas del Ganges, pero que no tenía la virtud de la generosidad.
Pañcaśikha enseguida le contó esto a Śakra, señor de los devas, diciendo, “él, que cuando yo
era un ser humano, era un pariente querido por mí, ahora ha tomado la vida de un sabio y

1
Este Jātaka se llama así en el colofón (p. 64, texto) pero ninguno de los variados significados de mañjarī
parecería ser un título apropiado. La palabra debería ser cambiada a matsarī, “avaro,” (en pali maccharin).
Por que el tema de la historia es el vicio de la avaricia, y aparte de nidāna, este Jātaka corresponde con el
pali Sudhābhojana Jātaka, No. 535 Fausboll (J. 5. 382 sgtes.), que tiene las mismas características y
prácticamente idénticos gāthās.
2
El texto se refiere a él como “el Kauśikan,” o sea, un miembro del clan Kośika, pero simplifica la traducción
hablar de él como “Kośika,” llamarlo por el nombre de su clan. En el Jātaka pali el personaje correspondiente
es Kosiya o Maccharikosiya (el avaro Kosiya). Kośika (Kosiya) era el nombre de un clan brāhman, del cual
muchos miembros son nombrados en los textos pali (ver D. P. N.). Hubo uno que vivía en el tiempo de
Gotama que por su avaricia lo apodaron Maccharikosiya, el nombre exacto del personaje mítico en el
Sudhābhojana Jātaka.
3
Vāhitakena mārgena,
4
Esta es de los ṛiddhis (iddhis) en S. 5. 282, etc.
5
Jñātika, en Pali ñātaka. Pero en la versión pali Kosiya es el hijo de Pañcaśikha y su sucesor. En esa versión,
todos los personajes están relacionados. Kosiya era el quinto en descender de una familia rica que renació
como Sakka, y cuyos descendientes eran Canda, Suriya, Mātali y Pañcaśikha.
MANJARĪ JĀKATA
6

vive en el Himalaya en las orillas del Ganges. Pero no tiene la virtud de la generosidad. Por
su bien vamos y alentémoslo para que sea más generoso.”
Entonces por el bien del sabio Kośika, Śakra junto con Candrama y Sūrya,1 Mātali, su auriga2,
y el deva Pañcaśikha, se disfrazaron como brāhmanes. A la hora de la comida entraron a la
ermita de Kośika, uno detrás de otro. [Y Pañcaśikha, se transformó en] un perro y pasó por
varias metamorfosis.3
Kośika dijo4: -
Yo no compro ni vendo. No tengo comida. Lo que tengo es poco; es solo una pequeña
porción de grano y no es suficiente5 para dos.
El perro respondió: -
De lo poco uno debe dar un poquito, de lo que es moderado uno debe dar una porción
moderada. De mucho uno debe dar mucho. Nunca hay una ocasión para dar nada.
Te digo,6Kośika, que debes comer sólo después de compartir. Así entrarás al noble
camino. Él que vive para sí mismo no encuentra la felicidad.
Luego entró Candra, y Kośika dijo: -
Yo no compro ni vendo. No tengo comida. Lo que tengo es poco; es solo una pequeña
porción de grano y no es suficiente7 para dos.
Candra dijo: -
Él quien, cuando tiene a un invitado sentado junto a él, come su comida sin
compartirla, es como un pez que traga un gancho de metal.
Te digo, Kośika, que debes comer solo después de compartir. Así entrarás en el noble
camino. No encuentra felicidad él que vive solo para sí mismo.
Sūrya entró, y Kośika dijo: -

1
Los devas del sol y de la luna respectivamente, en pali Canda y Suriya. Ver la nota anterior.
2
Sangrāhaka, en pali sangāhaka.
3
Literalmente, “exponer variadas apariencias altas y bajas,” nānāprakārāṇi uccāvacāni varṇāni upadarśeti.
Como ninguna alusión se ha hecho a la transformación de Pañcaśikha, Senart asume una laguna en el texto.
Pero la comparación con J. hace obvio el echo de que esto no va ahí más que incompleto, y debiera ir en p.
52 (texto), donde Kośika se describe como siendo llevando por las muchas transformaciones de Pañcaśikha a
preguntar a sus visitantes quienes son realmente.
4
Lo escueta de esta versión comparado con la pintoresca y detallada versión del pali debe ser notada.
5
Leyendo nālam (na-alam), que se encuentra en un MS, y también en J., para nalam del texto.
6
El texto de esta estrofa empieza natvāham, que, si es correcto, pone el negativo requerido por el sentido
en un lugar extraño. El na es requerido más que el vindate en la siguiente línea. Siguiendo la analogía del pali
taṃ taṃ vadāmi, el texto ha sido, por la tanto, cambiado a tamtvaham (tam-tu-aham, “esto te digo”) con el
negativo antes de ekāṃśam. Como la palabra que procede a la última es -nno, la omisión descuidada de na
es fácilmente explicable como una pieza de hagiografía.
7
Leyendo nālam (na-alam), que se encuentra en un MS, y también en J., para nalam del texto.
7

Yo no compro ni vendo. No tengo comida. Lo que tengo es poco; es solo una pequeña
porción de grano y no es suficiente1 para dos.
Sūrya dijo: -
En vano es el sacrificio y el deseo2 de él quien, cuando tiene a un invitado sentado
junto a él, come su comida sin compartir.
Te digo, Kośika, que debes comer solo después de compartir. Así entrarás en el noble
camino. No encuentra felicidad él que vive solo para sí mismo.
Mātali, también llegó, y Kośika dijo: -
Yo no compro ni vendo. No tengo comida. Lo que tengo es poco; es solo una pequeña
porción de grano y no es suficiente3 para dos.
Mātali dijo:
Real es el sacrificio y cumplido es el deseo de él quien, cuando tiene a un invitado
sentado junto a él, solo come su comida después de compartirla.
Te digo, Kośika, que debes comer solo después de compartir. Así entrarás en el noble
camino. No encuentra felicidad él que vive solo para sí mismo
Śakra también entró, y Kośika dijo: -
Yo no compro ni vendo. No tengo comida. Lo que tengo es poco; es solo una pequeña
porción de grano y no es suficiente4 para dos.
Śakra dijo: -
Como uno que sacrifica a Sarasvatī y al profundo Gayā5 es él quien, cuando un
invitado se sienta junto a él, solo come después de compartir.

1
Leyendo nālam (na-alam), que se encuentra en un MS, y también en J., para nalam del texto.
2
Leyendo samīhita, como en J., para samāhita del texto.
3
Leyendo nālam (na-alam), que se encuentra en un MS, y también en J., para nalam del texto.
4
Leyendo nālam (na-alam), que se encuentra en un MS, y también en J., para nalam del texto.
5
El texto aquí es muy poco satisfactorio. Como se imprimió se lee, Sarasvatīṃ so juhoti cāhutāṃ gamaye
api. Esto, como Senart sugiere dudosamente, solo puede significar algo como “él sirve el Sarasvatī en
libaciones y hace que, después de ser servido, fluya nuevamente”. El pali correspondiente es:
Sarasañ ca yo juhati bahukāya Gayāya ca
Doṇe Timbarutitthasmiṃ sīghasota mahāvahe
Atra c’assa hutaṃ hoti atra c’assa samīhitam.
Esto es, como sugiere el Comentario, sacrificar una piscina trae su recompensa solo para el hombre que
caritativamente comparte su comida. En la analogía del pali, cāhutāṃ gamaye ha sido corregido a ca
bahukaṃ Gayām. Pero incluso con estas enmendaciones de Mhvu. le falta significado de j., por que no
expresa la idea de la efectividad del sacrificio en cuestión depende de la caridad (comparar con el
sentimiento del gāthā de Mātali), pero meramente la idea de caridad es tan efectiva como ese sacrificio.
(Para Gayā como el nombre de un estanque tanto como el de un pueblo, ver D.P.N.).
MANJARĪ JĀKATA
8

Te digo, Kośika, que debes comer solo después de compartir. Así entrarás en el noble
camino. No encuentra felicidad él que vive solo para sí mismo
Kośika dijo: -
Ustedes son augustos brahmanes, pero ¿por qué su perro muestra sus variadas
transformaciones? Ahora díganme, señores, quienes son cada uno de ustedes.
Śakra respondió: -
Candra y Sūrya, están aquí, este es Mātali, el auriga de los devas. Yo soy Śakra, el
señor de los Treinta y Tres devas. Y este aquí es Pañcaśikha.
El tambor,1y el sonido de los tamborines lo despiertan del sueño a él 2cuya comida y
bebida Pañcaśikha recibe, y cuando él despierta se regocija.3
En nuestras vidas pasadas,4tú eras nuestro familiar, pero ahora eres un avaro
pecador. Hemos venido por compasión a ti, para prevenir que por tus pecados te
vayas al infierno.
Aquellos que son avaros, dados a la cólera y el pecado, que desprecian a los
brāhmanes y reclusos, luego de sus vidas de malos actos pasan al infierno.
Pero aquellos que en este mundo sabiamente y con alegría le hacen regalos a los
brāhmanes y reclusos, luego de sus vidas de virtud aquí pasan a un estado de
felicidad.

1
Pāṇisvara – un instrumento musical que se toca con la mano.
2
Leyendo suptaṃ tam para suptam na. Comparar con J., suttaṃ etaṃ.
3
O sea, en la música. La alusión aquí es a las habilidades musicales de Pañcaśikha, el Gandharva. (Ver D.P.N
para referencias.) Él paga, o sea, por cualquier hospitalidad dada con su música. Por primera vez es Mhvu. es
más claro que J. El último dice: -
Pāṇissarā mutiñgā ca murajālambarāni ca
Suttaṃ etaṃ pabodhenti, paṭibuddho ca nandati.
Aquí el tambor, etc., despiertan a Pañcaśikha, que es exactamente lo opuesto a lo que dice el Mhvu. J.
introduce el verso como siendo el elogio de Pañcaśikha, pero no parece haber mucho mérito en ser
despertado por la música: uno no necesita siquiera un músico. Parecería, entonces, que el texto de J. es
defectuoso.
4
Senart asume una laguna ante de estas palabras, y remarca en la coincidencia que ambos aquí y
anteriormente (p. 49, texto) una laguna ocurre precisamente donde una referencia sería esperada para la
transformación de Pañcaśikha en un perro. Pero como ha sido sugerido, la última laguna es obviada por una
trasposición del texto, aunque quedaríamos sin una expresión explícita sobre la transformación. Respecto a
la segunda de las lagunas de Senart, una comparación con J. parecería sugerir que, si existe, no representa la
omisión de una referencia de Pañcaśikha siendo convertido en un perro. Realmente, sin embargo, no tiene
que ver con una laguna, sino con la desconcertante brevedad de la prosa que conecta los gāthās, que son
dejados para contar la historia por si mismos. En vista de lo repentino con lo que los gāthās son
introducidos, la segunda laguna necesita ser no más que la omisión de Pañcaśikha āha. Pero incluso esta
suposición no es innecesaria, y los siguientes versos pueden ser igualmente puestos en la boca de Śakra, el
hablante en los verbos anteriores. Porque, de acuerdo a J., Śakra era tan jñātin (“familiar”) de Kośika como
lo era Pañcaśikha.
9

Kośika respondió: -
Desde este día empezaré a vivir una vida de virtud y hacer regalos a los brāhmanes
y reclusos. Les daré1carne y bebida. No beberé ni siquiera ambrosia sin antes
compartirla.
Como yo daré todo el tiempo, toda mi riqueza será rápidamente gastada. 2 Entonces
pasaré a un estado de felicidad,3 habiendo alejado los desmesurados deseos míos.

En la señorial altura del hermoso Monte Gandhamādana4las hijas del señor de los
devas vivían en una alegría despreocupada.5
Allá venía un noble sabio universalmente honrado,6 llevando en sus manos un brote
sacado del mejor de los árboles.7
“Danos este brote, querido amigo,” dijeron ellas, “y serás para nosotras8 como lo
es el mismísimo Śakra.”9

1
Dadyād, tercera persona para la primera. Aunque sería igualmente fácil leer dadyām aquí, Senart apoya la
lectura del texto citando una inflexión similar en Vol. 1, p. 51 (texto), adrakśīt, que podría ser explicado, dice
él, por la morfología panscrita.
2
Kśipihanti, Pánscrito fut. Act. Para el pasivo.
3
Sugatim. Esta palabra es completamente una conjetura de Senart. Parece un poco fuera de lugar con el
verbo pravrajati, que en nuestros textos es invariablemente usado en el sentido de “avanzar como un
recluso,” etc., aunque el simple verbo vrajati es usado más arriba en su sentido ordinario, “ir” con sugatim.
En J. el verso correspondiente tiene tati aham pabbajissāmi Sakka, y posiblemente, por lo tanto, la
restauración correcta de nuestro texto sería una inserción de Śakra, luego de la lectura de tato aham
pravrahiṣyāmi de dos MSS., “por lo tanto, Śakra, iré y seré un religioso.” Comparar con nota 5.
4
Una de las cinco montañas que rodea a Anotatta. Ver D.P.N.
5
Otra instancia de abrupta introducción de gāthās sin prosa introductoria. En J. sin embargo, se nos dice
como Kośika se retiró al Himalaya donde vivió hasta una edad avanzada. Mientras tanto las cuatro hijas de
Sakka, Esperanza, Fe, Gloria y Honor vinieron al Monte Manosilā en Tāvatiṃsa, donde Nārada, un sabio
brāhman, había ido a descansar por el día. Las ninfas le pidieron una rama de un árbol de coral que él
sostenía en su mano.
6
Leyendo upāgato ṛiṣivaro sarvapūjito para upāgatā ṛiṣivara sarvipūjitum del texto. Comparar con J.,
athāgamā isivaro sabbalokagū.
7
O sea, el árbol de coral del cielo de Indra, pāricchatta(ka) en pali.
8
Literalmente, “de nosotras,” mo. Ver la nota de Senart en Vol. 1, p. 601, donde se dan instancias del uso de
esta forma para nom. Acc. Y gen. Pl. Pero deberíamos, quizás, leer no, como en J.
9
El texto de Senart es distinto con el de J., y, juzgando por las lecturas de los dos MSS. que el da en el
apparatus, con la MS. Tradición del Mhvu, mismo. Su lectura es śākhām dadensurnama astu māriṣa, “Dales
la rama, te pedimos; que así sea, señor.” Pero como J. explica y el contexto demanda, dadensu (3 plural=
debería ser cambiada a el imperativo o optativo singular. Los dos MSS, dicen que se debe leer
respectivamente tām hi śākhān dadet sarvaṃgamāsi mā° y tām hi śākhām dada sarvādgamāsi ma.° Sarvam
(-ād) gamāsi es obviamente un recuerdo de sabbagatī en J., dadāhi no sabbagatī ijjhantu, y parece ser la
base de la lectura de Senart °surnama astu. Sin el cotejo de todos los MSS, sin embargo, parecería poco
sabio intentar restaurar esta línea como una sola, y un sentido satisfactorio podría ser obtenido solamente
por leer dadet para dadensu. O sea, “Que nuestro amigo de y sea = Tú, querido amigo, da, y tu serás.”
MANJARĪ JĀKATA
10

El brāhman la miró1mientras ella rogaba, y luego dio una respuesta que provocó una
disputa. “No tengo necesidad de estas flores,” dijo, “que la mejor de ustedes las
amarre.2”
“Tú, brāhman,” dijeron ellas, “eres el que tiene que pensar en este asunto. Tú, señor,
decide cual de nosotras es la mejor. A quien le des la rama, será considerada la mejor
de nosotras.”
“Hermosas doncellas, esta conversación es innecesaria. ¿Qué3brāhman existe que
hablaría tan odiosas palabras?”4 Vayan donde el señor de las criaturas5y
pregúntenle a él, ya que él sabrá cual es la mejor de ustedes.”
Luego ellas, conscientes del bien mayor,6 orgullosas y deseosas de la palma de
belleza, fueron y hablar con el señor de los Treinta y Tres. “Señor” dijeron, “decide
cual de nosotras es la mejor.”
El que arrasa con los fuertes,7 viendo a las doncellas tan honestas8 en su búsqueda,
respondió, “Ustedes son parecidas en todas las cosas, Oh hermosas doncellas.
¿Quién entonces, ya ha9 comenzado esta disputa?”
“El gran sabio llamado Nārada, que recorre todo el mundo y que es valiente en la
verdad, nos dijo, en el Monte Gandhamādana ‘Vayan y pregúntenle al señor de las
criaturas.’”
[Śakra le dijo a Mātali:]10-

1
O sea, la vocera de las cuatro hermanas. La nota de Senart, en la cual demanda el sentido de “oferta” para
el yācamāna del medio, muestra que él entendió mal todo el pasaje.
2
Senart escribe gṛihṇātū (“deja que tome”) en paréntesis como e sustituto de la lectura MSS. de la cual él no
puede hacer nada. Es probable, sin embargo, que pi ta en la lectura MSS. so pi ta° es un recuerdo de una
lectura que corresponde a piḷayhatthā en J. Esta última forma es de piḷayhati, forma abreviada de apiḷayhati
o apiḷahati, en Sk. Apinahati, “amarrar,” “usar,” que a veces se encuentra abreviado a pinahyate. La lectura
original del Mhvu. puede haber contenido una forma de este verbo es o ḷ o n, y la traducción ha sido hecha
en esta suposición.
3
Leyendo ko, con J., para sa del texto.
4
Literalmente “un sonido de ira,” krodhaśabda.
5
O sea, Indra.
6
Paramārthadarśino. Este epíteto parece fuera de lugar aquí. J. tiene paramappakopitā, “extremadamente
emocionada.”
7
Puraṃdara. Es importante decir que este epíteto védico de Indra (Śakra, Sakka) como un dios que “rompe
los fuertes” o la nube, y así libera a la lluvia, ha sido distorsionada en los textos pali a purindada, que ha sido
interpretada como “un dador de limosnas en los tiempos pasados” (VvA. 151). “uno que entrega regalos de
dharma” (MA. 3. 98), o “un dador de regalos de pueblo en pueblo” (S. 1. 229). Para una nota interesante
sobre el término pali y su implicación en la creencia de una identidad del Buda y Sakka, ver Srta. I.B. Horner
en M. 1. 386 en la traducción venidera.
8
Leyendo āyattamanā como en J., para anāttamanā del texto.
9
Thehapūrvam = (a) tha-iha-pūrvam. Pero la lectura es sospechosa.
10
Los interlocutores son dados por J.
11

“En una región lejana, en las orillas del Ganges, en las cuestas del Himalaya, vive
Kośika, que tiene poca comida. A él. Oh auriga de los devas, lleva1 la ambrosia.
[Kośika le dijo:]2-
“Mientras me preparo para sacrificar a Agni vienes como una luz que disipa la
oscuridad del mundo, como un sol en el mundo. ¿Qué vienes a hacer aquí?
“Nunca antes mis ojos han visto algo así.3 Blanca como la perla, sin comparación,
fragante y hermosa a la vista. ¿Por qué has venido?
[Mātali respondió:] –
“Poderoso sabio, fui enviado por el gran Indra. Vine para traerte esta ambrosia. Yo
soy Mātali el auriga de los devas. Come de esto, la comida más selecta que uno
pudiera desear.
“Al comer esto destruirás4doce males, o sea, el hambre, la sed, el descontento, la
vejez, la fatiga, el enojo, la enemistad, los conflictos, la calumnia, el frio, el calor y
la pereza. Es la suprema esencia.”
[Kośika dijo:] –
“Oh Mātali, para mí no es decente comer solo. Aunque en el pasado yo sostenía que
comer sin compartir era la conducta ideal, ya no apruebo el comer solo.5Porque
aquel que come sin compartir no encuentra la felicidad.
“Los que traicionan a sus amigos,6bandidos, violadores de mujeres, y ladrones, con
estos, los avaros son comparados. Yo no probaría7la ambrosia sin antes
compartirla.”

1
Leyendo prāpaya (como en J.) devasārathi para preśayi devasārathis del texto, que después hará que el
mismo Mātali envia la ambrosia. Pero en J. leemos a Sakka decidiendo enviar a Mātali con la ambrosia.
2
O sea, a Mātali cuando él llegó con la ambrosia.
3
O sea, como la ambrosia.
4
Literalmente “destruir,” imperativo, sí, la laguna en el texto […] hi es entregada por jahi. J. tiene hanti.
5
Leyendo ekāsanam (con bhojanam entendido. Ver referencias en P.E.D.) para ekasya na del texto, que,
como muestra la traducción de Senart, da un sentido incongruente.
6
El texto tiene mitraṃ opayikam, que es obviamente incorrecto. El pasaje correspondiente en J. (5. 397)
enumera las cuatro clases de actos malos, a los que se les agrega como el quinto la avaricia. Que el Mhvu.
también intenta lo mismo parece ser indicado por la presencia de un adjetivo numeral pañcama en los dos
MSS. Mitraṃ opayikam, “un amigo adecuado,” por lo tanto, no puede ser la lectura correcta. Senart dice
que se lo sugirió un MS. (L); pero una mejor pista para las correctas conjeturas parece ser dada por otro MS.
( c ), que tiene mitra oparipattika. La última sugeriría el pali paripāṭeti o °paṭeti, causativo de paripaṭati, en
BSk. Paripāṭayati (Divy. 417), “destruir,” “arruinar.” El sentido, por lo tanto, se lograría por una forma del
causativo de pat, quizás, opātenta (=avapātentā), “aquellos que arruinan o traicionan a sus amigos.” Pero no
es seguro hacer una corrección definitiva sin la intercalación de todos los MSS. Se debe notar, además, que
para lectura del texto ye (a)paharanti artham, “ladrones,” dos MSS. tienen ye svaptanti artham, donde el
verbo parece ser un eco del Pali sapanti en el de J. sapanti subbate “maldición por hombres sagrados.”
7
Literalmente “comer,” nāse para nāśe de na-aś, “comer,” y no como dice Senart de naś “destruir” J. tiene
nāsmiye = na-asmiye, indic. Pres. mid de asati, “comer,” en sentido futuro.
MANJARĪ JĀKATA
12

Las cuatro doncellas, sus propias hijas, Fe, Esperanza, Gloria y Honor,1 en brillante
esplendor fueron enviados por los reyes de devas a la ermita donde vivía Kośika.
Cuando Kośika, el devoto y consciente sabio, vio a las cuatro doncellas paradas en
radiancia y sin soporte, cada una en su cuarto de los cielos, él les habló.
“Oh diosas que se para en el este como la estrella de la sanación2, con sus delgados
cuerpos todos dorados,3 les imploro que me digan quienes son.”
[Gloria dijo:]
“Soy Gloria, honrada por los hombres, siempre sirviendo a los grandes y buscando
su éxito. He venido ante ti, Oh sabio hombre, para pedir que me regales ambrosia.”
[Kośika respondió:]
“Aunque un hombre sea dotado con virtud, carácter, sabiduría, y habilidad en todo
lo que hace, [sin ti él no logra nada.]4Esto no es bien hecho por ustedes.
“Nuevamente, un hombre que es flojo, sin habilidades, con mala disposición y feo,
ayudado por ustedes, Oh Gloria, se vuelve rico y exitoso, y ordena a los hombres de
buen nacimiento5como esclavos.”
[Kośika luego le habló a Fe:]6

1
El texto tiene sudhām pi ādāya pratigrahārhām,” (las doncellas) trayendo esa ambrosia eran merecedoras
de aceptación.” Pero no fueron ellas las que trajeron la ambrosia a Kośika; ya había sido llevada por Mātali y
ellas mismas venían para pedir un pedazo de ella. La traducción, entonces, sigue J., el verso correspondiente
en el que se nombra a las cuatro doncellas, Āsā ca Saddhā ca Sirī Hirī tato. Los cuatro nombres Sk.
Correspondientes, aunque no en el mismo orden, podrían ser sustituidos por la lectura del texto. Sudhām y
ādāya, en cualquier caso, sugieren a Śraddhā y Āśā, y quizás todo el verso originalmente leía, Śraddhā ca
Āśa ca Śirī Hirī tathā.
2
Tāravarā oṣadhi. Ver references en P.E.D. (s.v osadhi).
3
Kāñcanavedivigrahe. Para vedi J. tiene velli, y el Comentario explica la palabra compuesta como kāñcana-
sadisasarīra, “cuerpos como la forma del oro.” Es interesante notar, sin embargo, que velli en J. 6. 456,
donde es similarmente aplicado para describir la delgada cintura de una mujer, es explicado en el
Comentario como vedi (“baranda,” “cornisa”), la actual forma en nuestro texto. Ver J. trans. (5, p. 213, nota
al pie de página) para referencias a pasajes que parecen hacer velli = una parte de un vestido.
4
El último pāda pero uno de esta estrofa está esperando. Lo que está escrito en su lugar es el duplicado del
tercer pāda en la siguiente estrofa. El pāda perdido se entrega en la traducción de J., tayā vihīnā na labhanti
kiñcanam. El último pāda está mal puesto como el último pāda de la siguiente estrofa, tadidamasādhu
yadidaṃ tvayā kṛitam, que corresponde al Pali tayidaṃ na sādhu yadidaṃ tayā katam, pero es aquí, para
esta traducción, restaurado a su lugar, reemplazando preśeti dāsaṃ viya bhogavām sukhī, que, en cambio,
se transfiere a su lugar como el cuarto pāda de la siguiente estrofa.
5
Leyendo jātimantaṃ pi para jātimantiyā (sic) del texto.
6
En J. Esperanza es la siguiente a la que se le habla.
13

“Tú que eres radiante y esplendida con gloria mientras te paras hacia el noreste,1con
tu delgado cuerpo dorado,2les ruego dime que diosa eres.”
[Fe respondió:]
“Soy Fe, honrada por los hombres, siempre sirviendo a los grandes y buscando su
éxito. He venido ante ti, Oh sabio hombre, para pedir que me regales ambrosia.”
[Kośika dijo:]
“Su3esposa puede ser del más alto grado,4 honorable, casta y devota, pero incluso
así un hombre puede dejarla, aunque sea hija de una buena familia5, y poner su fe en
una esclava.
“Aunque los hombres de fe a veces muestran moralidad, educación 6 y auto control.
Pero cuando la fe está mal, ¿no tiene la apariencia de un destructor?7 Esto que tú
haces no está bien hecho.
“Te lo digo a la cara. Te conozco por una loca y una apostadora. Alguien como tú
no merece un asiento, ni agua, ni hablar de ambrosia. Vete, tu no me complaces.”
[Kośika luego le habló a Esperanza:]
“Tú que te paras con tu delgado cuerpo dorado como una estrella de sanación
cuando la noche mangua8y el sol se eleva, te pido que me digas qué diosa eres.

1
Manorameśāhvayanāṃ diśam. Senart admite que su restauración del texto es muy dudosa aquí, y él puede
alegar en favor de ella, solo con la expresión eśānī diś, un término usado para “noreste.”
2
Ver nota 6 página anterior.
3
Leyendo se = asya para me.
4
Sadṛiśā, traducido así por la explicación del Comentario de sadisīsu en J., jātigottasīlādihi sadisīsu.
5
Leyendo sukulāṃ dhītaram para svakulaṃ dhītarā del texto.
6
Śrutam, a menos que leamos tyāgam (“caridad”), corresponde a cāgam en J. El texto del siguiente pāda
está muy corrupto. La traducción de lo dístico sigue J., en que el segundo pāda es ādāya saddhāya karonti
k’ekadā. Correspondiente a esto, nuestro texto tiene śradhā satī yatra [ ] ekadā. La similitud entre el Sk. Y
el Pali es suficientemente cercana para justificar la traducción de la última, pero el apparatus no contiene
nada para ayudar a la completa restauración del Sk. Pāda.
7
Naiṣa sāvadyena vighātadarśanā. Esto es más bien oscuro, pero la oscuridad es el resumido carácter del
Mhvu. texto más que un defecto en sí mismo. Es importante notar que sāvajja y anavajja son los adjetivos
usados por el Comentario en el pasaje correspondiente en J. para denotar el tipo malo (incorrecto) y el
bueno (corrector) de fe respectivamente. El tipo correcto ha sido ilustrado en la primera mitad de esta
estrofa, pero no hay ejemplo de su contrario en la segunda mitad, solo un dicho, casi una definición, de su
naturaleza, más bien como un pāda que se desarrolló de una glosa (sāvadya).
8
El texto aquí tiene jahāti rātrī, pero Senart duda de esta lectura, y deberíamos leer jaghanyarātrīm,
“cuando la noche es baja (en el oeste)”; todo el pāda entonces corresponde al Pali dihaññarattiṃ aruṇasmi
ūhate (J. 5. 403), que, sin embargo, introduce la aparición de Honor, no Esperanza, como aquí.
MANJARĪ JĀKATA
14

“Como una cierva extraviada, separada (de su manada) por el miedo a la flecha (del
cazador),1tu llevas tu tímida mirada hacia mí. Diosa de extremidades gentiles,
¿Quién ha venido contigo? ¿no tienes miedo de estar sola?”
[Esperanza respondió:]
“Ninguno de mis amigos ha venido aquí. Soy una diosa de Masakkasāra.2Soy
Esperanza, vine a pedir ambrosia. Oh, sabio hombre, dame un poco de ambrosia.”
[Kośika dijo:]
“Con esperanza los esposos labran sus campos, e hijos y esposas se reúnen para
ayudarlos. Pero la lluvia destruye su trabajo o el rayo viene para arruinarlo. Eso que
tú haces no está bien hecho.
“Con esperanza los hombres se embarcan en barcos en búsqueda de riquezas, y a
través de los mares. Pero se hunden con sus barcos3, o escapan miserablemente con
sus vidas, perdiendo todas sus ganancias.
“Te lo digo en tu cara. Te conozco por una loca y una apostadora. Alguien como tú
no merece un asiento, ni agua, ni hablar de ambrosia. Vete, tu no me complaces.”
[Kośika luego le habló a Honor:]

1
El texto tiene sara (= śara) bhāya varjitā. Es difícil, sin embargo, ver el punto de tirar un mṛiga como una
oración a śarabha, prácticamente un ciervo a otro. Viendo que una autoridad como Senart no vio la
posibilidad de esto, el traductor está inseguro de hacer lo que a él le parece la obvia conjetura de que
sarabhāya esconde una formea de sara (o śara-), “miedo de una flecha,” quizás el ablativo sarabhayā (para
sarabhayād). En cualquier caso, esto da un sentido más posible y ha sido adoptado para la traducción. Es,
además, parecido a la lectura de J., saracāpadhārinā virādhitā “perdido por uno que lleva un arco y una
fecha,” es decir, un cazador.
2
Senart deja una laguna aquí, leyendo [ ] pravarāsmi devatā pero como un MS. Lee masakkasāra
para° todo el pāda ha sido cambiado a masakkasāraprabhavāsmi devatā, que lo hace idéntico a J.,
masakkasārappabhav’ amhi devatā. Masakkasāra era el nombre dado a Trāyastriṃśa (Tāvatiṃsa). Ver
D.P.N.
3
Ālambane, literalmente “en lo que los sostiene,” si, es que, esta es la lectura correcta, de lo cual Senart no
está muy seguro. De cualquier forma, la traducción aquí dada parece mejor que lo que propone Senart para
ālambane tatra sīdanti, “ils sont uniquement appliqués a ce but,” a savoir, gagner de l’argent. J. tiene te
tattha sīdanti atho pi ekadā.
15

“Quien eres, que eres vista [ ]1 envuelta en grupos de brotes, con brazaletes de
león,2 cinturón bruñido,3 cabello llameante,4y con hermosos aros. Con tu complexión
como la de uśira5 tu eres hermosa al mirar.
“Tú que has venido como la planta en la temporada de lluvia, en otoño, con su corona
de hojas escarlata movidas por el viento,6 te pregunto a ti, la del cuerpo dorado
¿Quién eres?”
[Honor respondió:]
“Soy Honor, honrada por los hombres, siempre sirviendo a hombres de alto grado.
He venido ante ti para buscar ambrosia.7 Sin embargo, no puedo, poderoso sabio,
pedirte a ti.”
[Kośika respondió:]
“Ninguna mujer de baja alcurnia está acá, eso lo sé. Oh hermosa, recibirás8 lo que
te corresponde.9Aunque no pediste por ello, esta ambrosia la produciré para ti, esta
dosis que da vida te la doy a ti.
“Te invito a ti, la del cuerpo dorado, a entrar a mi hogar. Te honraría a ti con todas
las cosas buenas. Aunque me negué antes a compartir esta ambrosia, hay suficiente
de ella para los dos.”

1
Laguna en el texto.
2
Sīhāñgadā. Senart cree que Sīha está corrupto; pero uno puede compararlo con el Pali sīhakuṇḍala, “aro
de león” (J. 5. 348). Sīha se usa para siṃha arriba, p. 34, n. 5. J tiene cittañgadā, “brazaletes adornados con
lentejuelas.” Note que esta parte de la descripción de Honor se aplica en J. a Esperanza.
3
Kāñcipramṛiṣṭadhāraṇī, J. tiene kambuvimaṭṭhadhārinī, “usando brazaletes de conchas bruñidas.”
4
El texto tiene kuśāgraraktā, “pintado como la cola del pasto Kuśa,” que hace poco sentido aquí. J. tiene en
el pāda correspondiente, kusaggirattaṃ apilayha manjarim, “usando una espiga de color rojo entregado por
el pasto Kuśa.” Parecería fácil corregir kuśāgra° a kuśāgni, “el color de la llama de Kuśa,” y entender que se
aplica al pelo.
5
La fragante raíz de Andropogon Muricatum.
6
La descripción ahora viene de la Honor como en J. Nuestro texto tiene para el segundo pāda alaṃkṛitā
lohitamālinā, seguido por una laguna. El primer pāda se lee gate yathā prāvṛisī atra sārade. Algún sustantivo
evidentemente se necesita aquí para completar el símil implicado por yathā. J. tiene para el primer pāda
kālā nidāghe-r-iva aggijāt’ iva que J. trans., siguiendo el Comentario, lo toma como una referencia a una
planta que crece en un campo quemado e idéntico a una ipomoea. El segundo pāda en J. lee anileritā
lohitapattamālinī, correspondiente como anileritā lohitāpatramālinī. El último compuesto se toma para
calificar la palabra implicada “planta”, requerida para completar el símil. Ni J. ni Mhvu. parece estar bajo
sospecha, pero el Pali tiene en su primer pāda una alusión más definitiva a una planta específica.
7
Leyendo sudheṣinī por sukheṣinī del texto.
8
A pesar de lakṣate en p. 58 (texto), que Senart toma como el pasivo lakśyate, “est vu,” es mejor tomar
lakṣase aquí ya sea como un error de lapsyase (labh) o como una forma sánscrita del Pali lacchasi en el pāda
correspondiente en J. 5. 404. De otra forma el sentido no es claro.
9
Dharmeṇa.
MANJARĪ JĀKATA
16

Su casa estaba cubierta de flores y tenía ecos de dulces notas de pájaros. La hermosa
Honor luego entró a la casa que tenía mucha agua y abundantes frutas y raíces.
Aquí muchos árboles estaban floreciendo como el del árbol sāl, el piyal, el árbol del
pan, el tinduka,1 el śobhāñjana,2 el lodhra3 [ ],4 el árbol de trompetas de ángel,5y
el fragante mucilindaka.6
Cerca de la entrada estaba el árbol de la ciruela india, muchos tamālas, el sagrado
higo, la higuera de Bengala, el tilaka,7 el kadamba,8 el campaka9 y las plantas de
arroz y mijo.10
Había un sillón, hecho con fragante pasto Kuśa y cubierto con piel de ciervo. Kośika
le dijo a Honor,11”Por favor, hermosa, siéntate cómodamente en este sillón.”
Y mientras ella se sentaba en sillón de pasto Kuśa, Kośika, con el cabello
enmarañado y piel de antílope,12 con sus propias manos le llevó lo que ella
deseaba,13la ambrosia en hojas recién recolectadas, y felizmente14 el gran sabio le
presentó la ambrosia.15
Ella tomó el regalo con alegría y con entusiasmo le habló al recluso con el cabello
enmarañado, diciendo, “Oh Kośika, grande es el honor que me has mostrado. Ahora
iré a esperar a los Treinta y Tres.”

1
Diospyros embryopteris.
2
Hyperanthica moringa.
3
También rodhra, en Pali lodda. Symplocos racemosa.
4
Laguna en el texto, pero parece faltar solo una conjunción.
5
Pāṭalā. Bignonia suaveolens.
6
Barringtonia acutangula.
7
“una especie de árbol con hermosas flores, llamadas así ya sea por que es similar de alguna forma a la
planta del sésamo, o por que es usado como adorno en la frente.” (M.W.)
8
Nauclea cordifolia.
9
Michelia champaka.
10
El texto tiene prasātikā śyāmaka tatra taṇḍulā, literalmente “(un tipo de) arroz de grano pequeño, mijo
(Panicum grumentaceum), y grano (de arroz) (o, “una planta vermífuga”). La alusión es obviamente a ciertas
plantas, no al grano, pero no hay forma de asegurar a qué tipo particular de planta se refieren. Por lo tanto
el parafraseo de arriba.
11
Este pāda está demasiado corrupto para solucionarlo, e incluso restaurado por Senart – āśītakurvī harate
niśaṇṇo – no permite una traducción coherente. La traducción dada arriba es parte del pāda
correspondiente en J. (p. 407), Hirim etad abravi. El harate de nuestro texto parece sugerir que
originalmente el pāda contenía la palabra Hirīm, si no también etad. En cualquier caso, la traducción
asumida concuerda con el siguiente pāda, que es prácticamente idéntico con el correspondiente en J.
12
Leyendo jaṭājinaṃdhārin para jaṭāyantaṃ dhanena.
13
Leyendo yad icchamānāya para jayettamānaye.
14
Literalmente “rápidamente,” tvarito. Ver la siguiente nota.
15
Nuestro texto tiene sā adhyabhāṣi tvaritā mahāmunim, pero esto está obviamente incorrecto. Porque la
respuesta de Honor se da un poquito más adelante, cuando se dice que ella sostiene el regalo en sus manos.
Es simplemente un tema de cambiar este pāda a sudhāmbhyaharṣīt tvarito mahāmuni, en analogía con J.
sudh’ābhihāsi turito mahāmuni.
17

Orgullosa del honor dado por Kośika, fue donde los Treinta y Tres, ansiosa de
alabar. Y cuando se acercó le dijo a Śakra, el de los mil ojos, “Aquí está la ambrosia.
Esta es mi victoria, ¡Oh Vāsava!1”
El mensajero Mātali estaba ahí, habiendo regresado más temprano, y ahora se
paraba ante la asamblea de devas. A él [Śakra] le dijo, “Ve nuevamente y pregúntale
por qué Honor ganó2la ambrosia.”
Y Mātali tomó el carruaje de su lugar.3Era un carruaje dorado, de oro refinado,
brillando como el sol, y adornado con doradas imágenes.
Había elefantes, monos, tigres y leopardos llenos de vida,4 y antílopes llenos de
berilio aparecieron ahí también.5 Todos eran espléndidos, brillantes y hermosos,
como las piedras y el berilio.
Más abajo había un manesī6 y arriba un kupsara, y el carruaje también estaba
adornado con oro.7 Y mientras montaba el más fino carruaje Mātali hizo que la gran
tierra se regocijara en sus diez cuartos.
Toda la tierra tembló, con sus serpientes, rocas, bosques y océanos. Rápidamente
llegó al retiro donde vivía Kośika.
Luego Mātali [dijo…]8 “Soy su mensajero. El Arrasador de Fuertes te pregunta por
qué es que Honor es mejor que Gloria, Fe y Esperanza.”
[Kośika respondió…] “Oh Mātali, Gloria me parece un jade parcial.9 Fe, Oh auriga
de devas, es veleidosa, y Esperanza, me parece, propensa a romper su palabra.

1
Nombre de Śakra (Indra). Muchas explicaciones son dadas respecto a este título. Ver D.P.N.
2
Abhilabdhe. Si esta forma es inadmisible, Senart sugiere el pasado participio abhilabdhā en el sentido
activo.
3
(a)vatārād, o sea, donde los aurigas “se posaban” y donde se guardaban los carruajes.
4
Literalmente “fue”, gatās. El participio es tomado para implicar que las fotos o imágenes eran realistas y
que los animales se mostraban llenos de movimiento. Comparar con J. mig’ettha… yuddhāyutā, “Aquí
antílopes y ciervos son vistos como preparados para pelear.”
5
Upāgatā, ver la nota anterior.
6
Dos palabras inexplicables. J. no tiene ninguna pista para su interpretación.
7
Suvarṇacandra. J. tiene suvaṇṇacanda, que la traducción (5. P. 217) cambia a “pavos de oro,” aunque el
Comentario explica suvaṇṇamayā candakā ettha rathe. Los pasajes en J. trans. Son generalmente pobres
gruías para construir el texto, la precisión siendo sacrificada por el bien del estilo poético.
8
Laguna.
9
Laguna en el texto. Como, sin embargo, el epíteto es aplicado a los otros correspondientes tanto en J.
como en nuestro texto, es justificable entregar aquí el Sk. Equivalente del addhā de J., viz. Ardhā, “sueve.”
La expresión “jade parcial” es prestada de J. trans.
MANJARĪ JĀKATA
18

“Pero Honor es elegante y completamente pura. Cuando los hombres en lo más


terrible de la batalla han perdido todo corazón y están heridos,1 son dispersados2 y
atacados por flechas,3Honor inspecciona en los más profundos pensamientos de sus
corazones.
“Honor es la mejor entre los hombres, Oh Mātali. Es deseable para los jóvenes y los
viejos.4 Ella vuelve el odio del enemigo en amor. Ella inspecciona en los
pensamientos más profundos del corazón.”
“¿Quién te hizo creer5en esto, Kośika? ¿Fue el poderoso Indra o Sahāmpati?6 Oh
familiar de Indra,7 Indra te añora, Oh hermano menor de la compañía de su estado.”8
Luego Kośika, desasiéndose de su corporalidad,9 dotado con virtud y sin igual,10y
habiendo logrado ricos méritos en su hogar, en la disolución de su cuerpo pasó a las
alegrías del cielo.
Puede ser, monjes, que ustedes piensen nuevamente que en esa época y en esa ocasión el
sabio del clan Kauśika, llamado Nārada,11 era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué?
Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el sabio del clan Kauśika llamado Nārada.
Nuevamente, monjes, ustedes deben pensar que alguien más era en el ese tiempo y en esa
ocasión la hija de Śakra, señor de devas, llamada Honor. Pero no deben pensar eso. ¿Por qué?
Porque era Yaśodharā aquí quien en ese tiempo y en esa ocasión era la hija de Śakra, señor

1
Un parafraseo seleccionado para ajustarse al contexto, más que una traducción exacta de pravarjitā, una
conjetura de Senart, que él admite ser dudosa. Por que demanda una aplicación del sentido técnico de esta
palabra “ser puesto en el fuego” (en un sacrificio), de lo cual Senart deducirá el significado de “mis au feu,”
“éprouvé.” El MSS. tiene pravrajitā, que parece ajustarse al contexto, pero no es métrico. ¿No puede ser, sin
embargo, la forma causativa pravrājita “ahuyentado” (De la pelea), o sea, volando?
2
Leyendo vipadyamāna para vipaśyamāna, que es la conjetura de Senart para vipuny° del MSS., pero que el
admite es una expresión “d’excessive platitude.”
3
Leyendo śarair upadutā para surabhī upadrutā. Senart se esfuerza por probar que surabhī puede significar
“humilde” o “resignado.”
4
Mahallike. De acuerdo a P.E.D., mahallike es “un distorcionado mahariyaka > ayakka > allaka.” Tanto
mahallaka y mahallika se encuentran en Mhvu., ej. 1. 262, 302; 3. 206, 265. En 3. 265 mahallikā es una
forma femenina.
5
Leyendo dṛiṣṭim para dṛisṭam. Senart deja una laguna para el verbo, pero este parece ser entregado en la
traducción por odahi (< o = ava + dhā) del pāda correspondiente en J., el cual es idéntico con nuestro texto.
6
Un nombre para Brahmā o Mahābrahmā deva. (Ver DPN.)
7
Kauśika es un nombre conocido de Indra.
8
Tasyaiva bhāvasahavratānuja (voc.), pero el último compuesto es sospechoso. El apparatus criticus, sin
embargo, no ayuda a traer el pāda más cerca al que corresponde en J., que se leer ajjeva tvam
Indasahavyatāṃ vajā ti “hoy entro en amistad con Indra.” Quizás, deberíamos leer °vratāṃ vraja. Sahavratā
es, por supuesto, el BSk equivalente al Pali sahavyatā.
9
Ucchraya. Comparar con Samucchraya, Vol. 1, p. 134, n. 1.
10
Asadhuryabhūta. Interpretado así por Senart.
11
Eso implica que el sabio brāhman a quien se han referido por el nombre de su clan Kośika (Kauśika) tenía
como nombre de pila Nārada. Pero en J. el último es el nombre del sabio que primero causó la disputa entre
las cuatro ninfas al ofrecerles una rama del árbol Pāricchattaka a la mejor de ellas. El es identificado con
Sāriputta, no con el Buda aquí, mientras Kosiya (Kośika) es identificado con un dānapati bhikkhu sin nombre,
“un monje de señorial generosidad.”
5

de devas, llamada Honor. Luego, también, ella me acarició tímidamente como lo hizo en esa
otra ocasión.
Aquí termina el Manjarī – Jātaka.

EL GODHĀ JĀTAKA1

Los monjes le preguntaron al Exaltado, “Cómo era, Señor, ¿que Yaśodharā no podía ser
satisfecha? Porque cuando como un joven hombre tú estabas distribuyendo adornos2 entre
las doncellas y le diste a Yaśodharā un collar que valía cientos de miles de piezas, ella dijo,
‘¿Es solo esto lo que merezco? Y le diste un anillo que valía otros cientos de miles de piezas;
pero incluso así no estaba satisfecha. ¿Cómo es que Yaśodharā no podía ser satisfecha?”
El Exaltado respondió, “Esa no era la primera vez, monjes, que Yaśodharā estaba disgustada.
Había otra ocasión donde también estaba disgustada.

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés, en la provincia de Kāśi,
un rey llamado Suprabha. Él tenía un hijo llamado Sutejas, que era virtuoso, poderoso,
seguro,3 sociable,4 no muy hablador,5 pero de buena conversación; él era reverenciado y
respetado por los ministros, el comandante en jefe y cada hombre en la villa.
El rey pensó: “Aquí toda la gente está atraída por las virtuosas cualidad del joven príncipe.
Algún día ellos me matarán y lo pondrán a él en el trono.” Así que el rey hizo desaparecer al
príncipe.
Y el príncipe con su esposa hicieron una choza de pasto y hojas en el bosque en el Himalaya,
y vivieron de raíces, frutas y agua, comiendo carne de ciervo y cerdos salvajes cuando tenían
la suerte de encontrar. Una vez cuando el príncipe estaba ausente de su hogar un gato mató a
una gorda6 lagartija, la tiró frente a su esposa y se fue. Ella no podía tomar la lagartija con
sus manos.
El joven príncipe volvió a su retiro trayendo raíces y frutas y vio a la horrorosa lagartija. Le
preguntó a la princesa de dónde venía la lagartija. Ella respondió “la trajo un gato.” El
príncipe preguntó, “¿esta lagartija no está cocinada?” Ella respondió, “yo pensé que no era

1
J., 3. 106. (Fausböll, 333.)
2
Este nidāna está fuera de lugar, por que el incidente en el que se basa viene después en la historia de la
juventud de Gotama.
3
Nivāta, “que no le soplaba el viento,” es decir, protegido.
4
Sukhasaṃsparṣa, “de tacto agradable.”
5
Pūrvālāpin, “dejando que otros hablen antes que él” en analogía con pūrvaṃgama, en pali pubbangama,
“dejando que otros vayan antes.”
6
Vaṭhara, “corpulento, asqueroso.” Ver P.E.D., que se refiere a este pasaje en el Mhvu. y cita una raíz vaṭh
dada en Dhīm. 133 significando thūlattane bhave, es decir, “corpulencia.”
5

mejor que estiércol de vaca1, entonces no la cociné.” El joven príncipe dijo, “Esto no es
incomible, los hombres la comen.” Y el fileteó y cocinó a la lagartija, y cuando estaba
cocinada la colgó en la rama de un árbol.
Su esposa tomó una jarra y fue a buscar agua. “Voy,” dijo, “a buscar agua, luego prepararé
la comida.” Ella vio que la lagartija cuando estaba cocinada tenía buen color y olor, era
apetecible2 y fresco, y ella lo codició. Pero el príncipe pensó respecto a su esposa: “La
princesa no estaba dispuesta a tocar incluso con sus manos a la lagartija cuando no estaba
cocinada. Cuando, sin embargo, está cocinada, ella está feliz de comerla. Si tuviera un poco
de amor por mí ella habría cocinado a la lagartija cuando yo estaba recolectando frutas. Así
que no compartiré la lagartija con ella, la comeré yo solo.”
Se comió la lagartija cuando la princesa se había ido a buscar agua. Ella volvió trayendo una
jarra de agua y le preguntó al príncipe, “Señor, ¿Dónde está la lagartija? El príncipe
respondió, “Ha escapado.” La princesa luego reflexionó: “¿Cómo puede una lagartija que ha
sido cocinada y amarrada a la rama de un árbol escapar?” Y la hija del rey llegó a la
conclusión de que el joven príncipe no la amaba, y la tristeza entró a su corazón.

Todos los seres morirán, porque el fin de la vida es la muerte. De acuerdo a sus actos
recibirán un buen o mal premio.
Los malos irán al infierno, los buenos al cielo. Otros que han avanzado en el Camino3
se irán libres de los āśravas.
Ahora el Rey Suprabha sucumbió al destino de los morales. 4 Los ministros acto seguido,
fueron a buscar al joven príncipe Sutejas al bosque y lo consagraron al trono de Benarés.
Todo lo que el Rey Sutejas poseía lo puso a los pies de la reina. Todo en su reino que el
consideraba un tesoro, lo trajo a ella. Todos los exquisitos vestidos, joyas y collares los trajo
a ella. Pero él no podía satisfacerla, porque el problema con la lagartija aún dolía en su
corazón.
El Rey Sutejas reflexionó: “Le he mostrado a la reina mi buen carácter; le he mostrado todo
el cariño, pero no puedo satisfacerla.” Entonces le dijo, “Señora, te he mostrado mi buen
carácter; te he mostrado mi cariño, pero no puedo satisfacerte. No entiendo por qué es así. 5
Que la reina hable.”
La reina le respondió al Rey Sutejas con un verso:

1
Gomaya ti kṛitvā, una lectura que Senart adopta.
2
Alūha, negativo de lūha, BSk, para el védico rūkṣa, en Pali lūkha “duro,” “aspero,” “desagradable,” etc. Ver
P.E.D. La forma lūkha se encuentra en Mhvu. 3. 120, 178, 364.
3
Literalmente “desarrollaron el Camino,” mārgaṃ bhāvetvā.
4
Literalmente, “estaba amarrado a (por) las condiciones de temporalidad o mortalidad,” kāladharmeṇa
saṃyukta.
5
Kiṃ atra antaram? Comparar con Pali kiṃ antaram = kiṃ kāraṇā?
EL GODHĀ JĀKATA
6

Incluso hoyo, mi señor, todavía llevo en mi mente el comportamiento tuyo en el


bosque, cuando, aunque tenías un arco en tu mano y un carcaj a tu lado, una lagartija
cocinada colgando de una rama de un árbol escapó de ti.
El rey respondió:
Honra a el que te honra; comparte con el que comparte contigo. Haz bien con el que
te ha hecho bien. No compartas con el que no comparte contigo. No le sirvas al que
no te desea el bien.
Reniega del que te reniega; no tengas amistad con él.1Un pájaro que ve que un árbol
ha perdido su fruta pide la ayuda de otro. Porque el mundo es ancho.
Puede ser de nuevo, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión alguien
más era el rey llamado Sutejas. Pero no deben pensar eso. ¿Por qué? Porque yo en ese tiempo
y en esa ocasión era el rey de Benarés llamado Sutejas. Ustedes pueden pensar que la reina
del Rey Sutejas era alguien más. Pero no deben pensar eso. Porque Yaśodharā aquí, monjes,
era la reina del Rey Sutejas. En ese tiempo, también, estaba descontenta y no podía ser
satisfecha. Y en esta otra ocasión ella estaba descontenta y no podía ser satisfecha.
Aquí termina el Jātaka del Lagarto.

EL REGALO DE UN COLLAR A YAŚODHARĀ

Los monjes le preguntaron al Exaltado, “¿Fue cuando el Exaltado era un joven hombre
distribuyendo joyas a las doncellas en el parque, que él le dio muchas a Yaśodharā?” El
Exaltado respondió, “No, monjes, esta no era la primera vez, 2 que le di un número de joyas
a Yaśodharā.” Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión?” El Exaltado respondió, “Si,
hubo otra ocasión.”

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés, en la tierra de Kāśi, un
rey que era virtuoso y poderoso, que trataba a sus súbditos amablemente,3 que era generoso,
y poseía un gran ejército, tesoro, y muchas bestias a su disposición. Su reino estaba
floreciendo, era rico, pacífico, con mucha comida, y altamente poblado con súbditos felices.
Los castigos con el azote y la espada habían sido abolidos. Los robos estaban controlados y
el comercio prosperaba. El rey tenía quinientas mujeres en su corte. Ella que era la reina

1
El texto tiene satataṃ na gaccha, “siempre no” = “nunca vayas” (sc. A él.) Esto parece una expresión débil,
y, aunque aparentemente no hay justificación MS. Para hacer esto, satatam ha sido cambiado a sakhitām –
“no entres en amistad.”
2
Na idānīṃ eva.
3
O, “que controlaba a sus súbditos (bien),” sangṛihītaparijana. Generalmente sunigrihīta° ‘bien controlado”
o “gobernado” es usado en esta fórmula.
5

principal era, por sobre todas las mujeres de su corte, amable, hermosa, consumada, devota
y hábil en todas las artes.
El rey frecuentemente distribuía adornos y joyas a las mujeres de su corte. Tenía un collar
que valía cientos de miles de piezas. En el medio del collar había una piedra preciosa en la
que se podían ver los cuatro grandes continentes de Jambudvīpa, Pūrvavideha,
Aparagodānīya y Uttarakuru, como también Sumeru, el monarca de las montañas. Esta
preciosa joya en el medio del gran collar valía cientos de miles de piezas.
Mientras el rey estaba distribuyendo las joyas le preguntó a la reina, “Señora, me atraes
mucho. ¿Cómo lo haces para atraerme?” Y la reina1 respondió en verso:
Gestos, comportamiento displicente, la emoción de la atracción sensual 2 - por estos
tres, Oh rey, los hombres veleidosos se mueven.
Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en este tiempo y en esta ocasión el
rey de Kāśi era alguien más. De hecho, no deben pensar eso. ¿Por qué? Yo, monjes en ese
tiempo y en esa ocasión era el rey de Kāśi. Ustedes deben pensar que en ese tiempo y en esa
ocasión la reina principal del rey de Kāśi era alguien más. Eso, nuevamente, no deben
pensarlo. ¿Por qué? La elegante Yaśodharā aquí era en ese tiempo y en esa ocasión la reina
principal del rey de Kāśi. Entonces, también, le hice muchos regalos.
Aquí termina el Jātaka del Regalo de un Collar Yaśodharā.3

YAŚODHARĀ COMO UNA TIGRESA

Cuando el Bodhisattva había renunciado a la protección 4 de sus quejumbrosos, y llorosos


padres, su reino como un rey universal y su vida en su cómodo5 hogar, y se había ido desde
su casa a un estado de vagabundo, entonces Devadatta le habló a Yaśodharā, diciéndole, “Mi
hermano6 se ha convertido en un recluso. Ven, se mi reina principal.” Pero ella no consentiría,

1
El texto tiene hevī (sic) para devī.
2
Literalmente “atracción sensual por la emoción,” nimittasya grāhaṇaṃ kautūhālena. Para nimittasya
grāhaṇaṃ, comparar con el Pali nimittagāhin, “fascinados con” (especialmente con un objeto). Ver
referencias en P.E.D.
3
No está en J.
4
El texto tiene hastoktaṃ = hasta-uktaṃ, de la cual Senart remarca, “Je ne puis m’ expliquer hastokta que
dans le sens générique de ‘prédit,” primitivement announcé d aprés [les signes de] la main (¿)’” Esto es
obviamente una explicación tensa. Incluso si el compuesto pudiera tener este significado, faltaría todavía
explicar bodhisattvo en el nominativo, por que deberíamos esperar bodhisattvena “cuando fue dicho por el
B.” En estas circunstancias podríamos estar justificados al leer hastatvam (en Pali hatthattha o hattatthatā.
Comparar más abajo, p. 182) “poder,” “control,” o “protección.”
5
Alūha. Ver nota p. 63.
6
Estrictamente hablando, Devadatta era el primo de Gotama.
5

porque ella quería demasiado al Bodhisattva. Sundarananda también le dijo a ella, “Mi
hermano se ha vuelto un recluso. Ven, se mi reina principal.” Pero ella no consentiría porque
ella quería mucho al Bodhisattva.
Cuando el Bodhisattva había hecho rodar la rueda del dharma, esto llegó a los oídos de los
monjes. Le preguntaron al Exaltado, “Como es, Señor, ¿Qué Yaśodharā, aunque cortejada
tanto por Sundarananda como por Devadatta no los acepta, pero desea tanto al Exaltado?” El
Exaltado respondió, “Monjes, esta no es la primera vez que Yaśodharā es cortejada por
Sundarananda y Devadatta, pero los rechaza por su gran deseo por mí. Hubo otra ocasión
donde ella también fue cortejada por ellos, pero los rechazó por su gran deseo por mí.
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, una reunión de todos los animales de cuatro
patas a los pies del Himalaya. Y ellos dijeron, “No tenemos rey. Que se elija al rey de los
animales de cuatro patas.” Y ellos acordaron que sería muy bueno elegir a un rey de los
animales de cuatro patas. Entonces dijeron, “¿Quién será elegido como rey de los animales
de cuatro patas?” Y ellos decidieron así: “Quien sea que entre nosotros en siete días sea el
primero en alcanzar el Himalaya, el monarca de las montañas, se convertirá en el rey de los
animales de cuatro patas.”
Así hicieron su cita, y desde allí hicieron una carrera al Himalaya, el monarca de las
montañas. Una tigresa, dejando atrás a todas las otras, fue la primera en llegar al Himalaya,
el monarca de las montañas. Y cuando llegó al Himalaya, el monarca de las montañas, esperó
ahí a los otros animales de cuatro patas. Y a su debido tiempo todos los animales de cuatro
patas llegaron al Himalaya, el monarca de las montañas. Ahí vieron a la tigresa esperando
por ellos.
Y cuando los animales de cuatro patas vieron a la tigresa se enojaron. “Fuimos derrotados
por una tigresa. “y no hay en ninguna otra parte reyes mujeres. En todas partes los reyes son
hombres. Veamos cómo podemos no romper nuestra promesa,1 y aun así tengamos un rey
hombre.”
Y le hablaron a la tigresa, diciendo, “Señorita, al que elijas como pareja será el rey de los
animales de cuatro patas.” El toro acarició a la tigresa y le dijo, “Señorita, elíjame a mí. Yo
traigo buena suerte en todos los temas del mundo. Con mi inmundicia los templos de los
dioses son manchados y por eso sus transacciones funcionan.”2 La tigresa respondió, “No
podría desearte como pareja, porque tú siempre estás roto y estás atados a arado y carretas.”
Un elefante se le acercó a la tigresa y le dijo, “Señorita, yo soy fuerte y mi cuerpo es grande
e invencible en la pelea. Tómame.” Pero la tigresa respondió, “No, por que cuando un león
ruge, tu no pararás ni siquiera para relajarte, si no que huirás.”

1
Literalmente “que nada de nosotros sea falso,” yathā asmākaṃ na alikaṃ bhaveya. Alika, como el Pali,
para el Sk. Alīka, “falso,” “contrario,” “desagradable.”
2
Una alusión a el uso mágico de la basura en ritos religiosos primitivos.
YAŚODHARĀ COMO UNA TIGRESA
6

Luego un león, el señor de las bestias, acarició a la tigresa y le dijo, “Señorita, elíjame para
ser su compañero, todos los animales se impresionan al verme.” Y la tigresa respondió,
“Señor de las bestias, me inclino ante ti y te acepto.”
Hubo una gran concurrencia de animales de cuatro patas y dijeron: “Aquí estamos
sin un rey.1 ¿Quién será nuestro rey?
“Quien sea que, en siete días desde hoy, sea el primero en alcanzar el Himalaya, el
monarca de las montañas, será el rey.”
Leones, tigres, ciervos, elefantes, toros y lobos no pudieron ganar la carrera y ser
los primeros en alcanzar la montaña.
Fue una tigresa que llegó primero a la hermosa y gigantesca Himalaya. Ahí estaba,
esperando a los otros animales de cuatro patas.
Cuando estos llegaron, ahí vieron a la tigresa. Viéndola se sintieron enojados.
“Miren,” dijeron, “fuimos derrotados por una mujer.
“Las mujeres no pueden ser reyes. Pero no rompamos nuestra promesa. Quien sea
que la tigresa elija como pareja será nuestro rey.”
“Por medio de mi inmundicia,” dijo el toro, “los temas de los dioses se cumplen. Por
lo tanto, señorita, elíjame para ser su pareja.”
La tigresa respondió: -
“No elegiría como pareja a él que está constantemente ocupado por el arado y las
carretas y siempre cansado, dado que el viviría en el mundo de los hombres.”
Un elefante dijo: - 2
“Tengo a otros siendo entrenados por mí. Soy invencible en la batalla, un fuerte
elefante. Por lo tanto, señorita, elíjame.’”
La tigresa respondió: -
“Cuando el león ruge tú te asustas y escapas, incluso si es que en el momento te estás
relajando. No tendría a alguien, así como pareja.”
El león dijo: -
“Soy un león con hombros bien formados, y recorro las montañas como quiero.
Todas las manadas de bestias se impresionan por mí. Así que, señorita, elíjame.”
La tigresa respondió: -

1
Leyendo arājakaṃ para ārājakaṃ (sic).
2
Anucaropeta = anucara-upeta.
7

“Elegiría como pareja a uno como tú que está dotado con destacadas cualidades y
es independiente como una montaña. Me inclino ante ti y te acepto.”

Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el
león, rey de las bestias, era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? Yo, monjes, en ese
tiempo y en esa ocasión era el león, rey de las bestias. Ustedes pueden pensar que en ese
tiempo y en esa ocasión el toro era alguien más. De hecho, no deben pensar eso. ¿Por qué?
Sundarananda aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el todo. Puede ser de nuevo,
monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el elefante era alguien más.
De hecho, no deben pensar eso. ¿Por qué? Devadatta aquí, monjes, en ese tiempo y en esa
ocasión era el elefante. Puede ser de nuevo, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo
y en esa ocasión la tigresa era alguien más. Pero era Yaśodharā aquí. Entonces, también,
cuando fue cortejada por ellos ella no los aceptó por su gran deseo por mí. Y ahora, también,
cuando fue cortejada por ellos ella no los aceptó porque me desea mucho.
Aquí termina el Jātaka de Yaśodharā como una Tigresa.1

EL CORTEJO DE YAŚODHARĀ

Cuando el Bodhisattva estaba distribuyendo joyas a las doncellas en el parque, Yaśodharā


llegó última, cuando todas las cosas hermosas ya habían sido entregadas.2 Y cuando el joven
príncipe vio a Yaśodharā mantuvo su mirada en ella. Se quitó el caro collar que usaba y que
valía cientos de miles de piezas y se lo dio a Yaśodharā. Con una sonrisa ella dijo, “¿solo
valgo esto? El joven príncipe, riéndose, se quitó de su dedo su anillo, que valía cientos de
miles de piezas y se lo dio a ella. Y cuando hubo distribuido las joyas entre las doncellas se
fue a su palacio.
El rey les preguntó a sus ministros, “¿En cuál doncella el joven príncipe fijó su mirada?”
Ellos respondieron, “Su majestad, fue en la hija del Śākyano Mahānāma, llamada Yaśodharā.
Fue en ella que los ojos del joven príncipe cayeron.”
Por lo tanto, el rey envió un mensaje a Mahānāma pidiéndole que le entregara su hija a su
hijo Sarvārthasiddha. Pero Mahānāma envió un mensaje de vuelta diciendo, “No puedo darle
Yaśodharā al joven príncipe. Por qué el joven ha crecido entre mujeres no ha avanzado ni

1
No está en J.
2
Las dos frases interpoladas aquí desde el contexto de la siguiente página y encerradas con paréntesis son
omitidas en la traducción.
5

siquiera un poco en las artes, en la arquería, montar elefantes, en utilizar arco y espada ni en
logros de reyes. Es decir, el príncipe no ha hecho ningún progreso.”
Cuando el Rey Śuddhodana escuchó esto se sintió angustiado. “Es,” dijo, “justo como dice
Mahānāma. Por mi gran amor hacia él no lo he entrenado en ningún arte.” Y tristemente el
rey entró al palacio. El joven príncipe vio a su padre y preguntó, “¿Por qué estás tan triste?”
El rey respondió, “Nada, hijo. ¿Por qué te importaría a ti?” “No, padre,” dijo el joven,
“Verdaderamente debo saber la razón de tu pena.” Y el rey viendo al joven príncipe tan
preocupado, y siendo presionado por una respuesta, le informó la causa de su pena, diciendo,
“Esto es lo que el Śākyan Mahānāma me dijo cuando le pedí que te diera a su hija. ‘Su hijo,’
dijo él ‘ha crecido entre mujeres. No ha sido entrenado en las artes, en arquería, en la
habilidad con los elefantes, carruajes ni arcos. No le daré mi hija a él.’”
Al escuchar esto el príncipe le dijo a su padre, “No estés triste, padre. Por que se hará una
proclamación en los pueblos y provincias de que en el séptimo día el príncipe hará un torneo.1
Que vayan todos los que son hábiles, ya sea en el conocimiento de las artes, arquería, pelea,
boxeo, cortes, puñaladas, en rapidez, en proezas de fuerza,2 en el uso de elefantes, caballos,
carruajes, arcos y lanzas, o en debates.”3
Cuando el Rey Śuddhodana escuchó esto se puso contento, e hizo que se hiciera una
proclamación en la ciudad de Kapilavastu y en el país de que el príncipe haría un torneo en
el séptimo día. Todos los que fueran hábiles en el conocimiento de las artes o en la arquería
debían venir. Los mensajeros fueron enviados también a otros palacios para anunciar que en
el séptimo día el Príncipe Sarvārthasiddha, el hijo de Śuddhodana, haría un torneo, y que
todos los que fueran hábiles debían asistir.
Entonces la corrió hacia Kapilavastu, y la gente de las provincias fue también. De otros
lugares, también, los hombres empapados de curiosidad llegaron a ver los poderes del joven
príncipe Śākyano y ver las proezas de fuerza del Príncipe Sarvārthasiddha. Y muchos se
reunieron, y los príncipes corrieron a Kapilavastu.
Ahora un elefante que había estado paseando fuera de la ciudad entró a Kapilavastu. Tenía
60 años y dotado con perfecta fuerza. Justo entonces Devadatta iba saliendo de Kapilavastu
hacia el lugar del torneo, montado en un bello elefante. El elefante callejero se abalanzó sobre
él. Devadatta, furioso, le dio al elefante de 60 años un golpe con la palma de la mano, y el
animal cayó muerto justo en las puertas de la ciudad. Y Devadatta, habiendo matado al
elefante, salió por las puertas de la ciudad.
Un gran público incluyendo al Príncipe Sundarananda había llegado al lugar. Este último
preguntó, “Señor ¿qué hace ese grupo de hombres en las puertas de la ciudad?” El hombre
respondió, “Este elefante fue matado por un golpe de mano por Devadatta mientras él salía.

1
Literalmente, “hará una exhibición” darśanaṃ dāsyati.
2
El texto tiene bahāhukke, que es la lectura dudosa de Senart del MSS, pero que es una palabra inexplicable
para él. Una enmendación posible es balākāra, “uso de la fuerza.” En un contexto paralelo inmediatamente
abajo la palabra usada es balaparākrama.
3
Upavitarkeṣu de upavitarka.
EL CORTEJO DE YAŚODHARĀ
6

Ahora el elefante bloquea las puertas de la ciudad. Devadatta no lo pudo mover, sino que
pasó por encima.”
Luego Sundarananda se levantó de su carruaje y arrastró1 al elefante siete pasos. Cuando el
público vio esto, ellos gritaron, “¡Bravo! Miren la fuerza del Príncipe Sundarananda que
arrastró al elefante siete pasos de la puerta y pasó por ella.”
El Bodhisattva en gran majestad llegó al lugar y preguntó, “¿Qué hace este gran público en
las puertas de la ciudad?” Ellos respondieron, “Oh príncipe, Devadatta estaba saliendo de
Kapilavastu y un elefante llegó a la puerta y se abalanzó sobre él. Enojado Devadatta lo mató
con un golpe de su mano, y el elefante cayó bloqueando las puertas de la ciudad. Pero
Devadatta no fue capaz de sacar al elefante de las puertas y pasó por sobre él. Sundarananda,
sin embargo, lo arrastró siete pasos. Y ahora aquí está la gente reunida. ¿Cómo pueden salir?”
En ese tiempo y en esa ocasión Kapilavastu estaba rodeada de siete paredes. El Bodhisattva
se bajó de su carruaje y con su propia fuerza nativa2 lanzó al elefante por sobre las siete
paredes de la ciudad. Cuando vieron el poder del Bodhisattva muchos miles de devas y
hombres gritaron “¡Bravo!”
Y el Bodhisattva salió. También el Rey Śuddhodana con su séquito Śākyano y el Śākyano
Mahānāma.
Luego una exhibición fue dada por el Príncipe Sarvārthasiddha en la que el mostró sus
proezas en todas las artes. No hubo nadie igual a él en pelea o en boxeo. En la última
competencia3 tiraron flechas4. En un espacio de diez kos de largo había siete palmeras. Estas
siete palmeras habían sido puestas en intervalos de un kos. Al final de las palmeras había un
tambor colgado. Un hombre tiró a través del tronco de una palmera, otro a través del tronco
de dos. La flecha de Devadatta perforó los troncos de dos palmeras y se quedó en el tercero.
La flecha de Sundarananda perforó los troncos de tres palmeras, pero cayó en el suelo entre
la tercera y la cuarta.
Entonces el Bodhisattva tomó la flecha de su abuelo, Rey Siṃhahanu, de la raza de los devas.
Y él tiró el arco en la mitad de la arena, diciendo, “Quien pueda dibujar5 este arco lo tendrá.”
Todos los hombres trataron el arco en sus manos, pero ninguno pudo dibujarlo. Todos los

1
Kaḍḍhita pasado part. De kaḍḍhati- “un dialecto supuestamente igual al Sk. Harṣati, comparar con
Pánscrito kaḍḍhai “tirar, romper,” khaḍḍā [khaḍḍhā] “hoyo,” “desenterrar”: ver Bloomfield, J.A.O.S. xiv. P.
265” (P.E.D., el cual, sin embargo, no hace referencia a nuestro texto.). “arrastrar”, inmediatamente arriba,
es apakarṣayitum.
2
Mātāpitṛikena. Senart, sin escribe “fort comme pére et mére.”
3
Literalmente “exhibición,” nidarśana.
4
Bāṇā vidhyanti. Vidhyanti es de vyadh en la analogía del Pali vijjhati, que es tanto pasiva como activa.
Podemos esperar aquí bāṇais, es decir, “ellos tiraron con flechas.” Pero como vyadh, “perforar” es
especialmente usado en el sentido “tirar,” sc con flechas, bāṇā puede ser legítimamente nominativo como el
sujeto de vidhyanti tomado como la forma pasiva.
5
Literalmente “llenar,” pūrayitum. Comparar con Semitic (Hebrew y Syriac, ejemplo.) uso de la raíz ml’
“estar lleno,” causativo “llenar” para “dibujar” un arco.
7

príncipes Śākyanos trataron, los príncipes Koliyanos trataron, los príncipes Licchavi trataron,
y otros príncipes también trataron, pero nadie fue capaz de dibujar el arco.
Luego el Bodhisattva tomó el arco. Después de honrarlo con una guirnalda fragante por
reverencia a su abuelo, el dibujó el arco. Y mientras el arco estaba siendo dibujado todo
Kapilavastu escuchó el sonido, y los devas y hombres gritaron “¡Bravo!”
Con una flecha el Bodhisattva tiró a través de las siete palmeras y el tambor y luego la flecha
entró a la tierra.1 Devas y hombres gritaron “¡Bravo!” Una lluvia celestial de brotes cayó
desde el cielo por miles de devas. Cuando vieron las proezas de fuerza del príncipe y la fuerza
de su inteligencia, y se dieron cuenta que él estaba completamente entrenado en fuerza,
eficiencia2 y sabiduría, todo el reino de Śākya, y otros reyes también se regocijaron. Porque
grande era la buena fortuna ganada por los Śākyanos y el Rey Śuddhodana de quien tal Gran
Hombre había nacido.
Cuando el Bodhisattva se hubo ido a su casa, hubo despertado a la insuperable perfecta
iluminación y había hecho rodar la excelente rueda del dharma, el monje escuchó de su
actuación. Y ellos le dijeron al Exaltado, “Con el Exaltado los puños de los Śākyanos que se
habían perdido hace mucho se encontraron3 nuevamente.” El Exaltado respondió, “Monjes,
no fue solo ahí que yo recobré el puño de los Śākyanos. Hubo otra ocasión también.”

LA HISTORIA DE DHARMAPĀLA4
El Exaltado dijo: -
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés, en la provincia de Kāśi,
un rey llamado Brahmadatta. Él había derrotado a todos sus oponentes y enemigos y su
provincia estaba bien controlada. Él era liberal, generoso, virtuoso, poderoso y rico, teniendo
muchas bestias controladas. Su reino estaba prosperando, pacífico y con mucha comida, y
estaba densamente poblado.

1
La Srta. I. B. Horner ha llamado la atención del traductor a un artículo por A. K. Coomaraswamy, titulado “el
Simbolismo de la Arquería,” en Ars Islámica Vol. 10 (1943), donde se hacen alusiones a una competencia
similar en arquería en el Mahābhārata (1. 76. Sgtes.). Ahí, también, las flechas del ganador, Arjuna, no solo
penetraron el blanco, pero pasó a través y pegó en el suelo.
2
Ṛiddhi – no necesariamente “poder mágico” aquí.
3
Literalmente “fueron conocidos” jñāta. Es decir, antes de Siddhārtha nadie de los descendientes de
Siṃhahanu había tenido la fuerza de mano para dibujar el arco.
4
Comparar con el tema general y el lenguaje de alguno de los versos, el Mahādhammapāla Jātaka (J. iv. 50
sgtes).
5

El rey tenía un sacerdote llamado Brahmāyus, que era maestro de los tres Vedas, los índices,
el ritual y de las cinco ramas de estudio, o sea, la ciencia tradicional,1 y era perfecto2 en
fonología, etimología y gramática. Como profesor él era experto en los Brāhmaṇas y Vedas,
y también en los śāstras. Él era generoso y caritativo y vivía de acuerdo con el camino de las
diez moralidades. Tenía un joven hijo llamado Dharmapāla.
Luego Brahmāyus reflexionó: “Es tiempo de que mi hijo Dharmapāla estudie los Vedas, pero
no es bueno para él que los aprenda de mí. Siendo familiar de su padre no querrá estudiar.
Lo pondré en la familia de un gurú. En su ermita en el Himalaya este brāhman, que es perfecto
en los Vedas, está enseñando a cinco mil jóvenes brāhmanes a recitar los Vedas. Por lo tanto,
Dharmapāla, a su cuidado,3 aprenderá4 los Vedas de memoria.”
Ahora cerca de su ermita había un gran pozo de agua, y en el pozo vivía un demonio de agua5,
que cada cierto tiempo destruía a la gente que se bañaba ahí. El joven brāhman Dharmapāla
se bañaba seguido ahí.
Esto pensó su tutor; “Ahí en la poza de agua vive un demonio de agua que recurrentemente
destruye a los hombres, y este Dharmapāla, el hijo del sacerdote está acostumbrado a bañarse
en esa poza de agua. Ahora si el fuera devorado por el demonio de agua mientras se baña ahí,
el sacerdote estaría enojado conmigo y me preguntaría por qué no lo mantuve lejos de la poza
de agua.” El tutor, por lo tanto, llamó al joven Dharmapāla y le dijo, “No te bañes en la poza
de agua, en la que vive un cruel demonio, para que no te devore.”
En ese pozo de agua vivía también un poderoso Nāga con un gran séquito. Y el hijo de ese
rey Nāga era amistoso con el joven brāhman Dharmapāla, y le gustaba hablar con él. Llevó
al joven brāhman lejos al lugar donde vivían los Nāgas. Y ahí el joven Nāga disfrutó hablar
con el joven brāhman, y el joven brāhman Dharmapāla, explicó el camino de las diez
moralidades.
Ahora un cierto joven brāhman de la misma edad de Dharmapāla, y que se parecía a él, iba a
villa por el mismo camino, y se bañó en el pozo. Y fue matado por el demonio del agua. Su
cuerpo semi devorado fue visto flotando en la superficie del agua por otro joven brāhman. El
último volvió a la ermita y le dijo al tutor que Dharmapāla había sido devorado por el
demonio del agua. El brāhman, con sus quinientos estudiantes, fue al pozo y ahí vio el cuerpo

1
Literalmente “ciencia tradicional como una quinta,” itihāsapañāma. Nirghaṇtha, “los índices,” aquí son
obviamente un error textual de nighaṇṭha, en Pali nighaṇḍa. Ninguno de estos dos pasajes del Mhvu., dan
los términos en el mismo orden en el que están en la formula Pali, la que, además, incluye perfección en “la
ciencia de la especulación mundial y el conocimiento de los signos del Gran Hombre,” lokāyatamahāpurisa-
lakkhaṇesu anavayo ej. D. 1. 88. El Mhvu. parece ser demasiado parcial para permitir los últimos logros, tan
característicos de los expertos budistas, para ser compartido por brāhmanes.
2
Analpaka “no pequeño,” “no queriendo,” que lleva el significado dado por el término pali correspondiente
anavayo en P.E.D., aunque la etimología del último aún es dudosa.
3
Anuparītta, pasado part. de anu – pari – dā.
4
Senart imprime la forma causativa adhyāpehi, aunque dos MSS. tiene una forma basada en el radical. El
causativo se encuentra en otras partes en Mhvu. en el sentido de la forma primaria. Para “h” en el sufijo
futuro, comparar con kāhiti, Vol. 2, p. 41, y esas formas Pali como ehiti de i, y hehīti, heti, para bhaviṣyati.
5
Rākṣasa.
LA HISTORIA DE DHARMAPĀLA
6

de un joven brāhman medio devorado por el demonio del agua. Cuando lo vieron todos
lloraron. Lo sacaron del agua, hicieron una pira funeraria y lo quemaron. El brāhman puso
sus huesos en un jarro y con toda su compañía fue a Brahmāyus en Benarés. Llorando fue a
Brahmāyus y le dijo, “Dharmapāla ha sido asesinado por un demonio de agua. Aquí están
sus huesos.”
Pero Brahmāyus le respondió al brāhman, “No. Dharmapāla era un joven hombre, y en
nuestra familia los jóvenes no han muerto.” Y el brāhman Brahmāyus le habló al tutor de
Dharmapāla en versos: -
Ninguno de nosotros daña1a ningún alma, ni tomar lo que no es suyo. Ninguno de
nosotros peca en acto ni pensamiento. Todos rechazamos lo que no es correcto. Por
lo tanto, ninguno de nosotros muere joven.
Nunca hay ira entre nosotros; nunca estamos enojados. Ni cuando estamos enojados
desahogamos nuestra ira. Por eso nadie de nosotros muere joven.
Escuchamos el dharma del bueno y del mano, pero no nos deleitamos en el dharma
del malo. Ignoramos al malo y nos deleitamos en el bueno.2 Por lo tanto nadie de
nosotros muere joven.
Nuevamente y nuevamente damos muchos regalos, y un mendigo es siempre recibido
en nuestra casa. Y cuando le hemos dado nuestros regalos, no nos arrepentimos. Por
lo tanto, ninguno de nosotros muere joven.
Respecto a los brāhmanes y los reclusos3 que vienen rogando y llorándonos, estamos
felices de escucharlos y verlos. Por lo tanto, ninguno de nosotros muere joven.
A los brāhmanes y virtuosos reclusos que vienen rogando y llorando, los satisfacemos
con comida y bebida. Por lo tanto, ninguno de nosotros muere joven.
Los satisfacemos con comida y bebida a los que vienen rogándonos, los ciegos, los
indefensos, los pobres y los destituidos. Por lo tanto, ninguno de nosotros muere
joven.
No dejamos a nuestras esposas, y nuestras esposas no nos dejan. Y entonces vivimos
la vida casta.4

1
Los primeros tres verbos son en tercera persona optativa singular, literalmente “uno no debe dañar, etc.,”
es decir, “es nuestra regla que nadie debe dañar,” por lo que el cuarto verbo pasa a primera persona plural.
2
Leyendo asatāṃ hitvā satāṃ rocayāma: para asatāṃ hi tvasatāṃ rocayāma: Es extraño que Senart no
haya pensado en esta corrección, por que requiere juntar nuevamente las silabas, hitvā para hi tu-asa.”
¡Entonces es obligado a traducir su texto a “car aux méchants nous ne disons que ce qui convient aux
méchants!” J. 4. 53, tiene hitvā asante na jahāma sante.
3
Leyendo śramaṇa para śravaṇa del texto, que puede ser un error del copista por la proximidad de śravaṇa,
“escuchando” en el siguiente pāda.
4
Dharmacarya, aquí para el usual brahmacarya. Para la identidad de Brahmā y dhammā (dharma) ver el
artículo de I. B. Horner Early Buddhist Dhamma en Artibus Asiae, xi, pp. 115 sgtes.
7

Todos los que nacen entre nosotros se vuelven virtuosos, auto controlados, devotos y
piadosos; él se vuelve educado y perfecto en sus conocimientos de los versos. Por lo
tanto, ninguno de nosotros muere joven.
Madre y padre, hermana y hermano, y los leales1parientes, vivimos de acuerdo con
el dharma por el bien de ganar el cielo. Por lo tanto, ninguno de nosotros muere
joven.
Madre y padre, hermana y hermano, y aquellos que son sirvientes de la familia, todos
vivimos de acuerdo al dharma, con nuestra vista en el cielo. Por lo tanto, ninguno de
nosotros muere joven.
Porque el dharma lo protege a él que vive por el dharma, como un gran paragua que
nos protege en tiempos de lluvia. Esta bendición viene de la buena práctica del
dharma. Él que practica el dharma no pasa dolor ni enfermedad.
Aquel que no practica el dharma es un hombre indolente. Y por el mal por el que
pasa aquel que practica lo que no es el dharma, el pecado2que comité lo destruye
como lo hace una serpiente negra a la que él ha tomado con sus manos. Porque el
dharma que no es dharma no da la misma fruta. Lo que no es dharma te lleva al
infierno. El dharma gana el cielo.
El verdadero dharma lo protege a él que vive por el dharma, como un gran paraguas
nos protege de la lluvia. Mi Dharmapāla estaba asegurado por el dharma. Estos son
los huesos de otros. Mi niño está bien.
El brāhman y su compañía fueron alimentados, y luego el brāhman Brahmāyus los despidió.
Volvió a su ermita y ahí vio al joven Dharmapāla. Y todos se impresionaron porque el
sacerdote tenía razón.3
El Exaltado dijo, “Puede ser de nuevo, monjes, que ustedes piensen el brāhman llamado
Brahmāyus en ese tiempo y en esa ocasión era alguien más. Pero no debes pensar eso. ¿Y
por qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el brāhman llamado Brahmāyus.
Nuevamente, monjes, puede ser que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el
hijo del brāhman Brahmāyus era alguien más. No debes pensar eso. Rāhula aquí en ese
tiempo y en esa ocasión era el hijo de Brahmāyus, llamado Dharmapāla. Luego, también, yo
estaba seguro de la seguridad de Dharmapāla, justo como en otra ocasión yo estaba seguro
de que yo tenía el puño perdido de los Śākyanos.4
Aquí termina el Dharmapāla-Jātaka.

1
Literalmente “que no se junta con otros,” ananyapakṣika.
2
Adharma, “no-dharma.”
3
Literalmente “que lo hubiera sabido,” jñātam.
4
Literalmente “Dharmapāla era conocido por mi… justo como el puño hace mucho perdido… era conoció…”
La comparación entre la certeza de Brahmāyus del conocimiento sobre la seguridad de Dharmapāla y la
seguridad del Buda de que él podía extraer la habilidad nativa inherente a los Śākyanos. Comparar con n. 1.
p. 74.
LA HISTORIA DE DHARMAPĀLA
8

LA FLECHA QUE FUE TIRADA LEJOS

Los monjes le dijeron al Exaltado, “La flecha del Exaltado fue tirada lejos.” El Exaltado
respondió, “Monjes, esta no es la primera ocasión en la que yo tiro una flecha tan lejos.”
“¿Hubo otra ocasión, Señor?” El Exaltado respondió, “Si, monjes.”
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés, en la tierra de Kāśi, un
rey que era poderoso, rico, con muchas bestias controladas, virtuoso y majestuoso. Su reino
era grande, porque su poder se extendía hasta Takṣaśilā.1 Habiendo establecido a su hermano
menos en el trono dejó Benarés y volvió a Takṣaśilā y vivió ahí.
Ahora Benarés estaba sitiado por otro rey con un ejército de cuatro divisiones.2 El hermano
envió un mensaje a Takṣaśilā a decir “Ven, estoy sitiado por un ejército hostil.” Cuando el
rey que se estaba quedando en Takṣaśilā escuchó esto de la boca del mensajero, escribió en
un pedazo de corteza de abedul el nombre del rey por el cual Benarés estaba siendo sitiado.
Luego tiró la flecha hacia Benarés. Cayó a los pies del rey invasor y quebró su taburete.3
El rey estaba impresionado por tal hombre. “Mira su poder,” dijo, “y la ira de su puño. 4 Por
qué, estando en Benarés, tiró una flecha que vino hasta aquí y cayó a mis pies en mi taburete,
aunque no me pegó a mí.” Luego él tomó la corteza de abedul que contenía el mensaje5 y en
él estaba escrito:
Aquí estoy en Benarés, y aun así tu taburete está hecho pedazos. Si no quieres morir,
sal6 de mi reino.
Ese rey, acto seguido, se volvió más asustado y aterrorizado. “Sé,” dijo, “que esta flecha no
vino7 de Benarés. Por eso estoy impresionado. Fue un tiro desde un lugar en Takṣaśilā.” Y
en ese mismísimo lugar él hizo un templo para la flecha divina. 8 En él puso la flecha y la
adoró y le rindió culto. Luego se fue.
El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y
en esa ocasión el rey de Kāśi que tiró la flecha de Takṣaśilā era alguien más. Verdaderamente,

1
En pali Takkasilā, “la capital de Gandhāra. Es frecuentemente mencionado como un centro de educación,
especialmente en el Jātakas.” (D.P.N.)
2
Literalmente “un ejército de cuatro extremidades (caturanga),” es decir, infantería, caballería, auriga, y
guerreros en elefantes. Para una definición de cuatro divisiones ver V. 4. 105.
3
Literalmente “tabla para pies,” pādaphalaka.
4
Muṣṭisambandha.
5
Literalmente “la corteza de abedul que había sido hecha para hablar,” bhūrjaṃ vācitam.
6
Osakka, comparar con el pali osakkati = “o + sakkati “rodear,” del pali sakk = *Sk. ṣvaṣk, comparar con
Māgadhi osakkai; pero a veces, como aquí, confundido con sṛp., comparar con el pali osappati y Sk.
apasarpati.” (P.E.D., s.v.)
7
El texto no tiene negativo, na, pero el sentido lo demanda.
8
Devaśara.
5

no debes pensar eso. ¿Y por qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el rey de
Kāśi. También tiré una flecha lejos, justo como lo hice en esa ocasión.”
Aquí termina el Śarakṣepa-Jātaka.

AMARĀ JĀTAKA

Los monjes le dijeron al Exaltado, “Fue por sus habilidades que el Exaltado ganó a
Yaśodharā.” El Exaltado respondió, “Esta no fue la primera ocasión en la que gané a
Yaśodharā por mis habilidades. Hubo también otra ocasión.” El monje preguntó, “¿Hubo otra
ocasión?, Señor” El Exaltado respondió, “Si, monjes.”
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, una villa a media yojanade Mithilā llamado
Yavakacchaka. Justo afuera de Yavakacchaka había una villa de herreros. La hija del herrero
jefe, llamada Amarā, era amable, linda, inteligente y habladora. El hijo del capataz de
Yavakacchaka, llamado Mahauṣadha, era amable, lindo, virtuoso y de gran poder. Mientras
el cruzaba un campo vio a la hija del herrero caminando y llevando comida. Mahauṣadha le
preguntó, “Señorita, ¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre?” Amarā respondió, “Mi nombre es
donde está el Tathāgata.”1 Mahauṣadha preguntó, “Señorita, ¿Quiénes son tus padres2?” Ella
respondió, “Aquellos que…”3 Mahauṣadha preguntó, “Señorita, ¿A dónde vas?” Ella

1
Es decir, “la casa de los inmortales.” Amarā. Comparar con el acertijo en J. 6. 364, sāmi aham atītānāgate
va etarahi va yaṃ n’atthi taṃnāmika, “mi nombre es ese donde nadie es, nadie era y nadie será,” que
Mahosadha interpreta como, loke amaram nānu n’atthi, tvaṃ Amarā nāma bhavissasīti, “no hay nada en el
mundo inmortal, y tu nombre debe ser Amarā.”
2
Literalmente “¿de quien eres?” Keṣāṃ tvaṃ?
3
El texto aquí es muy corrupto. Se lee yehi oṣiṇo teṣāṃ ahaṃ, “pertenezco a aquellos oṣiṇo”. Senart no
puede darle sentido a esta palabra, y no hay nada en el apparatus criticus que podría sugerir una conjetura.
Obviamente esconde una expresión que describe la ocupación de un herrero, porque, como lo muestra el
verso que está inmediatamente abajo, es por esta respuesta que Mahauṣadha deduce que Amarā era la hija
de un herrero.
5

respondió, “Voy a…”1 Mahauṣadha preguntó, “¿En qué dirección? Señorita” Ella
respondió…”2
Luego el extremadamente inteligente Mahauṣadha le habló a Amarā la hija del herrero en
verso:
Seguramente Amarā es tu nombre, y eres hija de un herrero. En mi mente conozco3
la verdad, tu casa está al sur.
Ahora la joven tenía su cabeza y dos ojos, los tres, estaban untados con aceites. Su ropa estaba
pulcra, y en su mano tenía un jarro que contenía arroz.
Luego el extremadamente Mahauṣadha le habló a Amarā, la hija del herrero, en verso:
¿Por qué tu cara y tus ojos están ungidos de aceites? ¿Por qué tu ropa está tan
pulcra? ¿Y por qué tienes tan poco arroz?
Y Amarā, la hija del herrero le respondió al sabio Mahauṣadha en un verso:
Mi cabeza está bien ungida con aceites, mi ropa está pulcra, y mi arroz es poco,
porque no ha habido lluvia.4
Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha le habló a Amarā, la hija del herrero, en un verso:
Si ahora tu aceite está brillando5 y tu ropa era festiva, aun así, otras6 personas han
tenido lluvia.

1
Este pasaje también es corrupto, por que el texto yacchatraṃ tana gacchāmi, no tiene sentido. Un MS. lee
yavacchakam que podría ser una corrupción de Yavakacchaka, es decir, “Voy a Y.” Pero esto suena una
respuesta muy directa para ser un acertijo, aunque no necesariamente hay un acertijo en esta respuesta. En
el verso siguiente Mahauṣadha hace tres conclusiones de la respuesta de Amarā, es decir, el nombre de la
niña, la ocupación del padre y la dirección en la que está su casa. Del texto podemos leer yena kṣetraṃ tena
gacchāmi, “voy al campo” sc. Nuestro campo, nuestro hogar. La siguiente pregunta, entonces kahiṃgami
“¿A dónde vas?” o sea, en qué dirección, saca la respuesta saṃśritāyāṃtaṃ tahiṃgami.
Desafortunadamente, la primera de estas palabras está irremediablemente corrupta, pero, por la
interpretación de Mahauṣadha de la respuesta del verso, kṣetraṃ vo dakṣinādiśi, “Tu casa está al sur o a la
derecha,” debe esconder alguna expresión que puede ser interpretada en ese sentido. Comparar más abajo
p. 83.
2
Ver la nota anterior.
3
Leyendo prajānāmi para prajānāsi.
4
La traducción aquí es solo tentativa porque el texto está muy corrupto. No solo el pāda está incompleto,
sutailā… śīsaṃ (que, luego de la sugerencia de Senart, ha sido completado a sutailāñjitaṃ śīrṣaṃ), pero el
significado exacto de lāsaka no es seguro. La palabra es conjetura de Senart por alāsanam de los MSS. Él, sin
embargo, le da el sentido de “moverse rápidamente,” es decir, “desapareció rápido.” Pero las, la raíz de la
cual es derivativa, que significa “brillar,” “relucir,” etc. Por eso la traducción es “relucir.”
5
Leyendo lāsakā para lokikā del texto.
6
Leyendo, con Senart, anye para alpe. Incluso así su punto no es claro.
AMARĀ JĀTAKA
6

Ahora, la hija del herrero llevaba un jarro de sopa con comida, escondiéndolo de la lluvia
bajo su abrigo blanco.1 Y el sabio Mahauṣadha le habló a Amarā, la hija del herrero, en un
verso:
Respecto al jarro de comida que llevas protegido bajo tu abrigo blanco, te pregunto,
dulce señorita Amarā2, ¿para quién lo llevas?
Luego, monjes, Amarā, la hija del herrero, le respondió al sabio Mahauṣadha en un verso3:
Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha le respondió a Amarā, la hija del herrero, en un verso:
Tu padre tiene 30 años, tu abuelo es…4y tu tienes 10 años. Así, mi niña, lo he
adivinado.
Mahauṣadha preguntó:
¿A dónde se fue, Amarā, ese por el que tu madre está triste y desconsolada y lo está
buscando en todas partes?
Luego, monjes, Amarā, la hija del herrero, respondió al sabio Mahauṣadha en un verso:
Donde el muerto respira y el quemado se quema de nuevo, y el pariente ataca a su
familia, ahí fue mi padre.
Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha le respondió a Amarā la hija del herrero, en un verso:
Los fuelles del herrero soplan,5el carbón brilla nuevamente, el metal es acuñado por
metal – tu padre se fue a su herrería.
Dime, señorita, dime la verdad, el camino recto y fácil, y yo iré a Yavakacchaka.
Luego, monjes, la hija del herrero le respondió al sabio Mahauṣadha en un verso:

1
Esto es obviamente de otra historia o de otra recensión de la anterior. Definitivamente se nos dice en p. 84
que Amarā no llevaba sopa sino arroz en su mano; y no hay duda de que hay que esconderlo de la lluvia. En
el siguiente coloquio la pregunta de Mahauṣadha y la enigmática respuesta de Amarā sigue más o menos el
mismo patrón de los de la primera versión.
2
El texto tiene abhare (sic).
3
El texto aquí nuevamente está corrupto y Senart no intenta arreglarlo. Un pasaje parece haberse perdido
también, en el MSS. La pregunta de Mahauṣadha es acerca de la persona a la quien Amarā lleva la comida. El
apparatus criticus, sin embargo, no contiene nada que parece ser parte de una respuesta a esta pregunta.
Da una pista de una respuesta enigmática por Amarā en respuesta a la pregunta sobre las edades de
distintos miembros de su familia. Y las siguientes palabras de Mahauṣadha son la solución al acertijo.
4
Nelāyako, una palabra desconocida, pero posiblemente representado una corrupción de un compuesto
que termina en -āyuko, “viejo.”
5
Śvasanti, la misma palabra para “respirar” arriba.
7

Donde está la comida y arroz1y los árboles Judas2. Ve3por la mano con la cual yo
como, no con la mano con la que no.4
Este es el camino de Yavakacchaka; si eres inteligente encuéntrala.5
Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha le respondió a Amarā, la hija del herrero, en verso:
Donde la poca6 cebada crece y el ébano7está florecido, ese8camino seguiré y llegaré
a Yavakacchaka.
Luego, monjes, Amarā, la hija del herrero, le respondió al sabio Mahauṣadha en un verso:
Ve, brāhman, por el camino, ahí comerás tu comida.9Los hijos prosperan en sus
padres; tu comerás de su carne.
Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha le respondió a Amarā, la hija del herrero en verso:
Los brotes prosperan del bambú, aunque solo sea madera seca. Yo comeré de su
carne. Por lo tanto, iré a tu casa.10
Luego, monjes, Amarā, la hija del herrero, le habló al sabio Mahauṣadha en un verso:
Quédate, brāhman, dado que habrá un sacrificio en nuestra casa. Mi madre hará un
gran sacrificio al rey de los devas.11
Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha le habló a Amarā, la hija del herrero, en un verso:
Cualquier sacrificio que tu madre haga al rey de los devas, deberé tomar parte en él.
Y por eso iré a tu casa.

1
Senart imprime saptābhirangā, pero tiene que decir que abhiranga es una palabra desconocida para él. En
la base del acertijo de Amarā en J. 6. 365, sin embargo, parecería justificable corregir el texto a yena śaktū
viḍangā que correspondería exactamente al Pali yena sattu bilangā. El Comentario explica sattu por
sattuāpaṇaṃ y kañjiyāpaṇaṃ, “tienda de pasteles” y “tienda de arroz.” Viḍanga es la planta Embelia ribes, o
podemos leer vilanga, la planta Erycibe panniculatā, cualquiera de las formas, de acuerdo al P. E. D., puede
ser el origen del pali bilangā, “arroz agrio.”
2
Palāśa, “Butea frondosa.”
3
Leyendo vrajasi para vrajesi.
4
El texto de Senart es yena aśeśi na tena vrajesi na tena aśesi. Él dice aśeśi (aśesi) es obviamente corrupto.
Obviamente esconde, sin embargo, alguna forma de ad, “comer.” La traducción se ha hecho, por lo tanto,
en la restauración tentativa de la línea yena aśnāmi tena vrajasi na yena na aśnāmi.
5
Traducido como parte del verso en la analogía del pali correspondiente.
6
O “sabio,” kedājkyā, “teniendo un mal nombre.”
7
Kovidāra = Koviḷāra, Bauhinia variegata, y también uno de los árboles en el cielo.
8
Leyendo imam para vāmam, como lo sugiere Senart. Las direcciones de Amarā apuntan a la derecha, no a
la izquierda (vāma).
9
Leyendo bhaktam para bhakto.
10
Senart supone que el texto está correcto aquí, pero el significado es obscuro. La comparación del bambú y
sus brotes con un padre y su hijo es clara. Quizás, la idea es que Amarā dirige a Mahauṣadha al mismo lugar
enigmáticamente refiriéndose a un bambú que está creciendo aquí.
11
Es decir, Indra. Notar el extraño uso del instrumental devarājena para denotar el recipiente del sacrificio.
En el siguiente verso tenemos un genitivo regular devarājasya.
AMARĀ JĀTAKA
8

Luego, monjes, el sabio Mahauṣadha les preguntó a sus padres si podía darle a Amarā, la hija
del herrero, para casarse. Pero los padres de Amarā respondieron, “No le daremos nuestra
hija a alguien que no es un herrero.”
Ahora, monjes, el sabio Mahauṣadha era perfectamente hábil en todos los trabajos. Y él
preguntó a sí mismo, “¿Cuál es la pieza más delicada que los herreros hacen? Agujas. El
herrero que puede hacer agujas es un gran artesano.” Entonces Mahauṣadha hizo agujas y las
puso en una vaina. En una vaina siete agujas estaban guardadas. Y las ocho agujas eran solo
una.1 Y esa aguja era realmente ocho agujas.
Mahauṣadha llevó la aguja a la villa de los herreros para ofrecerla a la venta. Yendo a la calle
el gritó, “¡Agujas a la venta! ¿Quién comprará?”
Perfectas,2bien hechas, de punta afilada, y suaves3agujas vendo en la villa de los
herreros. Cómprenme.
Cuando la niña escuchó el grito de Mahauṣadha ella corrió y le habló en un verso:
Los cuchillos son hechos aquí, y flechas y lanzas. Agujas también4 se hacen aquí, y
anzuelos.
Estás borracho, amigo, o si no estás loco, si deseas vender agujas en una villa de
herreros.
Luego el sabio Mahauṣadha le habló a Amarā, la hija del herrero, en un verso:
Se necesita a un hábil hombre para vender agujas en una villa de herreros, porque
un gran artesano sabe cuando un trabajo está bien o mal hecho.
Si su padre, señorita, supiera que estas agujas fueron hechas por mí, él me invitaría
a casarme contigo5 y todo eso está en la casa de tu padre.6

1
Es decir, tan finas eran las agujas que la vaina que las contenía era lo suficientemente fina como para
formar una aguja si misma.
2
Nikkaaṭṭakacchā. Senart lo explica diciendo que kaccha denota algún tipo de defecto, mientras nikkaṭṭa es
de niṣ-kṛiṣ, “sacar.” Esto es muy problemático. El adjetivo correspondiente en J. (3. 282) es akakkasa
“suave,” es decir, a-karkaśa “no áspero” (ver P.E.D. y J. trans. p. 178). Pero el índice del Comentario –
paṭalassa vā tilakassa vā odhino vā abhāvena, parecería hacer “perfecto” una mejor traducción del pali. Es
solo con inseguridad, sin embargo, que se sugiere que nikkaṭṭakaccha en nuestro texto esconde algún
compuesto de karkaśa.
3
¿ vaṭṭayāsika. Senart está dudoso de la lectura e ignorante del sentido de la última parte del compuesto. Es
interesante notar, sin embargo, que el Comentario indica apharusam, el término correspondiente en J. por
vaṭṭatāya.
4
Leyendo iha eva dāni (= idāni) por – tāni del texto.
5
Leyendo tvayā ca me pravāreya para svayaṃ va me pra°, “él me presentaría contigo” o “invitarme a
tomarte.” J. 3. 284 tiene tayā ca maṃ nimanteyya. (Nimanteti “invitar,” con instrumental del objeto al que
uno es invitado.) Para este uso de pravāreti, pravārayati = nimanteti ver P. E. D. s.v., donde la presente
instancia y que en 1. 348 (texto) deben añadirse a las citas BSk.
6
La lectura es sospechosa aquí. Senart imprime prattaṃ te ca pitu varaṃ, y traduce “ton voeu serait
accordé par ton pére.” A esto se le puede objetar que pitu es genitivo o dativo, y también, que el único
9

Luego, monjes, Amarā, la hija del herrero, le habló a su padre en un verso:


Escucha, padre, lo que está diciendo este hábil hombre. Él es hijo de un herrero, un
diestro e inteligente creador de agujas.
Luego, monjes, el padre de Amarā, la hija del herrero, cuando vio la aguja estaba
impresionado. Tomó a su hija con él y le habló al sabio Mahauṣadha en verso:
Nunca he escuchado de, nunca he visto estas agujas. Estoy muy contento con tu
trabajo, y te doy esta niña mía.
El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y
en esa ocasión el sabio Mahauṣadha era alguien más. No debes pensar eso. ¿Por qué? Yo,
monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era él que se llamaba Mahauṣadha. Puede ser
nuevamente monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el jefe de la
villa de los herreros era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? Este Śākyano aquí,
Mahānāma, era en ese tiempo y en esa ocasión el jefe de la villa de los herreros. Puede ser
nuevamente, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión la hija del herrero de la
villa llamada Amarā era alguien más. No debes pensar eso. ¿Por qué? Yaśodharā aquí, hijos,
era en ese tiempo y en esa ocasión la hija del herrero. Entonces también la gané por mis
habilidades justo como lo hice en esa ocasión.
Aquí termina el Jātaka de Amarā la hija del herrero.

ŚIRI JĀTAKA
Los monjes le dijeron al Exaltado, “fue usando su energía que el Exaltado ganó a Yaśodharā.”
El Exaltado respondió, “Monjes, esta no fue la primera ocasión en la que gané a Yaśodharā
usando mi energía. También lo hice en otra ocasión.” Los monjes respondieron, “¿Hubo otra
ocasión? Señor” El Exaltado respondió, “Si, monjes.”
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Vāravāli1 vivía un brāhman que
era maestro de los tres Vedas, los índices, el ritual, y las cinco ramas de estudio, es decir, la
ciencia tradicional, y hábil en fonología, etimología y gramática2. Como maestro de los
Brāhmaṇas y Vedas él enseñó los Vedas y mantras a quinientos jóvenes brāhmanes. Este
brāhman tenía una hija llamada Śiri, que era amistosa, hermosa y dotada con agradable y
perfecta belleza y complexión.

deseo a la que se alude en la historia hasta ahora es que Mahauṣadha para ganar Amarā. Dos MSS. leen para
prattam, paṃca, que parecería ser un resto de un texto tradicional como es preservado en J. 3. 284, Yañ
c’atth’ aññaṃ ghare dhanaṃ ti. En esta analogía el texto de Senart ha sido corregido a yaṃ te ca pitu ghare.
1
No mencionado en los textos pali.
2
Para estos términos ver más arriba p. 74.
5

Ahora este brāhman, que era un preceptor,1 recibió un mensaje de alguien que estaba
haciendo un sacrificio en un pueblo más allá del mar. “Ven tu mismo,” decía el mensaje, “o
envía a alguien. Te recompensaré.”
El brāhman les preguntó a sus quinientos pupilos, “¿Quién de ustedes irá al pueblo más allá
del mar, donde un cierto mercante? A quien vaya le daré a mi hija Śirikā.”
Había un joven brāhman que era inteligente, activo y energético, y estaba profundamente
enamorado de Śiri. Estaba listo para ir, y dijo “Maestro, iré.” Y cuando el maestro le hubo
dado una carta se subió a un barco y se fue.
En su debido tiempo llegó al pueblo más allá del mar y le dio la carta al mercader. Cuando
el mercader había leído la carta del maestro le dio al joven hombre piedras preciosas, oro y
plata, y le pidió que se fuera. El último dejó el pueblo más allá del mar tan pronto como pudo
embarcarse en un barco a Vāravāli. En su debido tiempo llegó ahí. Cuando estaba a punto de
bajarse del banco,2 en la barrera su paquete se cayó al mar.
El joven brāhman reflexionó, “Después de que he comprado esto con tanto esfuerzo en el
pueblo más allá del mar, se cae en el mar mientras me estoy bajando del bote. ¿Cómo puedo
recuperar mi premio? No hay otro modo excepto que yo me meta en el mar.” Tomó un gran
balde de cobre,3 y fue a la costa. Dejó el balde en el borde del mar y se subió la túnica hasta
la cintura.
Algunos devas del mar vestidos como brāhmanes aparecieron en la escena y preguntaron,
“¿Para qué es esto?” El joven brāhman respondió, “Voy a secar el mar.” Los brāhmanes
respondieron, “El mar no puede ser secado.”
El joven brāhman dijo:
Los días y las noches son largas, Oh devas Brahmā4, y este balde es grande. Para un
hábil y diligente hombre, Śiri no es difícil de ganar.”

Listo para el cuento de la energía del Mejor de los Hombres,5 su poder, su fortaleza,
y su negocio, cuando como un joven brāhman en una vida pasada el cruzó el mar
para ganar su premio.

1
Del texto tiene tasya brāhmaṇasya… tasya uṣādhyāyasya (sic para upā°) – una torpe separación de dos
expresiones denotando la misma persona. Quizás el texto está malo.
2
Pratināva, una palabra desconocida, pero el contexto implica que significa un pequeño bote usado para
desembarcar de un gran bote.
3
Vaddhaka, pero no hay ni en Sk. ni en pali otra instancia esta palabra en este sentido. Debe ser notado, sin
embargo, que M.W. da como uno de los significados de vardhanī (de la misma raíz vṛidh) que “jarra de agua
de una forma particular.” En a la siguiente página la forma usada es vardha.
4
Brahmā, un vocativo plural de Brahmā = un deva Brahmā.
5
Es decir, el Bodhisattva.
ŚIRI JĀTAKA
6

Luego, cuando su tesoro se había perdido y él estaba a punto de secar el océano,1[él


le rogó a los devas del mar]. “Haz todo lo que puedas,” [dijo él], “para recuperar
mi tesoro. No seas descuidado para no hacerte daño.”2
Los devas Suvarṇa, Asuras, Yakṣas y Rākṣasas y todos los seres que viven en el mar
estaban aterrados, entonces las agua dieron un gran grito.
Luego un devā mujer emergió en terror desde el mar y miró en todas las direcciones.
Y vio a un joven brāhman intentando secar el océano.
Ella salió del agua y se paró frente a él y preguntó, “Joven hombre, ¿qué buscas en
el océano? Dinos, y te lo daremos, a menos que suframos un infortunio y seamos
destruidos.”3
“Oh devā,” dijo, “He perdido mi tesoro aquí, y lo estoy buscando en el mar. Estoy
tratando de recuperar sacando el agua. Por eso secaría todo el gran océano.”
Muchos hombres estúpidos viven en este mundo que están muy confundidos respecto
a lo que está bien y lo que está mal. Respecto a ti, joven hombre, ¿Cómo puedes ser
completamente inteligente cuando tú buscas una cosa tan difícil de encontrar en el
mundo?
“Si ochenta y cuatro pūgas4 de agua fueran sacados no haría una diferencia
perceptible.5Bajo la superficie hay agua infinita.6¿Cómo podrías secarla toda?
“Muchos arroyos llegan al océano y la lluvia cae en él. El océano es la casa de los
seres poderosos.7 ¿Cómo puede la ley8puede ser anulada?9
“Tú que en tu locura cometes este malvado acto pronto estarás afligido. No puedes
secar el océano como si fuera una piscina. Joven, este acto no va contigo.”

1
Literalmente “y él dijo “yo secaré,” etc.
2
Es decir, ellos sufrirían sí, para recuperar su tesoro, el hubiera drenado el elemento del agua en el que su
casa estaba.
3
Leyendo vihanyamānās pl, en vez de °mānas, sg.
4
Pūga, “masa,” “cantidad” también puede ser usado como un “volumen” de agua. B. R. cita varṣapūga
“Regenmenge.” 84 es una de las muchas figuras simbólicas para un número indefinido o infinito.
5
Literalmente “no es conocido por eso,” na tena jñāyati.
6
El texto aquí lee anantapāṇi, que Senart interpreta como “des êtres vivants sans nombre.” Pāṇin es el pali
de pāṇa = sk. prāṇa. Pero anantā no connota mucho “número” excepto con un sustantivo de multitud, y
anantapāṇin significaría más naturalmente “que tiene vida infinita,” o en plural, como aquí, “aquellos que
tienen vida infinita.” Pāṇī ha sido, por lo tanto, corregido a pāna “beber” = “agua.” El significado entonces es
que la cantidad de agua que es visible en la superficie es harta, pero no es nada comparada con el volumen
de agua que hay bajo la superficie.
7
Comparar con V. 2. 238, A. 4. 199, Udāna 53-44.
8
Dharmaśāstra, la ley contra matar.
9
Utsaryati, explicado así por Senart, quien, sin embargo, no hace comentarios sobre la extraña forma de
esta palabra. Deberíamos esperar utsāryati – pasivo causal con sufijo parasmai.
7

“Oh devā, conozco la razón por la que me censuras y me reprendes. Si el océano


fuera borrado no podría alimentar a un canal ni a los árboles. No existiría más un
obstáculo contra la costa.1
“No abandonaré mi tesoro por indolencia. Habiendo ganado el premio no amainaré
la energía con la cual la gané. Que los seres del mar hagan lo que yo ordeno. Esto y
nada más declararía.2 No desistiré incluso ante un fuego ardiente; yo volcaría la
tierra y la luna y las estrellas.”
Los devas reflexionaron, “debemos devolverle el tesoro a este joven hombre o él
secará todo el océano. Aquí toma este tesoro, y vete, joven, como alguien que ha
hecho un viaje provechoso.”3
Siempre los energéticos tienen éxito en la vida, pero la adversidad es el enemigo del
flojo. Y el joven hombre por virtud de su energía logró posesión de su premio.
El Exaltado, el Maestro, recordando una vida pasada le relató este Jātaka a sus
monjes.
Luego de una discusión de los skandhas, los dhātus, los āyatanas y el ātman,4 el
Exaltado explicó el significado de este Jātaka.
Cuando de antaño yo vivía en una de mis existencias que no tiene comienzo ni final,5
entonces yo era el joven brāhman y Yaśodharā era Śiri. Así entiendan su significado,
así lleven el Jātaka en sus mentes.
Y así el Exaltado, liberado de la vejez, del miedo y de la pena, le contó la historia de su vida
pasada a sus monjes, de su infinita tribulación, de sus idas y venidas de hace mucho tiempo.

El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y
en esa ocasión el joven brāhman cuyo tesoro cayó en el mar era alguien más. Pero no deben
pensar eso. ¿Por qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el joven brāhman.

1
Toda la estrofa es más bien oscura. El texto, sin embargo, parece estar bien, excepto que deberíamos leer
chinnasāgaro para °sāgaraṃ.
2
Tathā bhaṇeyaṃ na tathā bhaṇeyaṃ “Diría eso, no diría aquello.” Pero la lectura puede ser sospechosa.
3
Literalmente “cuyo barco ha sido exitoso,” siddhayānapatro.
4
Es decir, respectivamente, “elementos sensoriales,” “elementos físicos,” “elementos de sentido de
percepción” y “mismo,” o “alma.”
5
Anavarāgrasmiṃ saṃsāre. El adjetivo Anavarāgra como un epíteto de saṃsāra ocurre muchas veces en el
Mhvu. y también en Divy. 197. El P.E.D, que cita el último como una instancia BSk. describe la palabra como
una mala forma sanscrita del pali anamatagga. La derivación de la palabra pali es desconocida, y el P.E.D
basa su definición en su uso, es decir, “cuyo comienzo y final son ambos impensables” (ana-mat (de man) -
agga). Los acuñadores de la forma BSk. también parecerían tener la misma idea respecto al significado de
anamatagga (si es que, estaban trabajando desde esa forma), porque Anavarāgra significa literalmente “sin
un fondo (comienzo) o tapa (fin).” La Sra. Rhys Davids en K.S. 2. 118 versiona el pali como “incalculable es el
comienzo,” que puede ajustarse al contexto cuando el saṃsāra del Buda es aludido, pero es poco correcto
etimológicamente.
5

Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión la
joven hija del brāhman en la ciudad de Vāravāli era alguien más. Pero no deben pensar eso.
¿Por qué? Yaśodharā aquí, monjes, era en ese tiempo y en esa ocasión la hija del brāhman en
la ciudad de Vāravāli cuyo nombre era Śiri. En ese tiempo también ella fue ganada por mi
energía, justo como en esta otra ocasión ella había sido ganada.”
Aquí termina el Jātaka de Śiri.

EL KINNARĪ

Los monjes le dijeron al Exaltado, “Yaśodharā fue ganada por el Exaltado luego de mucha
fatiga.”1 El Exaltado respondió, “Esta no fue la primera vez que gané a Yaśodharā luego de
mucha fatiga. Hubo otra ocasión en la que ella fue ganada por mi después de mucha fatiga,
gran paciencia y esfuerzo.” Los monjes preguntaron “¿Hubo otra ocasión? Señor” El
Exaltado respondió, “Si, monjes.”
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en Hastināpura2, un rey llamado Subāhu. Era
virtuoso, majestuoso, poderoso, rico y con muchas bestias bajo su control, y era señor de
sesenta mil ciudades. Tenía un hijo, un niño llamado Sudhanu que era amable, hermoso,
lindo, virtuoso, distinguido, y obediente con su padre y madre. Había sido elegido como
heredero al trono por su padre Subāhu, y con los ministros él supervisaba el gobierno de las
mil ciudades de su padre.
El Rey Subāhu, renunciando a sus límites de sus deberes reales, se fue a una agradable terraza
en su palacio y se sentó para relajarse. Ahora el Rey Subāhu tenía como vecino a un rey
llamado Sucandrima, que tenía la misma edad que él, y con quien tenía cercana asociación.
El rey gobernaba en Siṃhapura,3 y él era virtuoso, majestuoso, poderoso y rico, con muchas
bestias bajo su control.
El Rey Sucandrima estaba preparando un gran sacrificio. Él dijo “ofreceré un sacrificio con
todo tipo de animales.” Le dio órdenes a todos los cazadores en su dominio, diciendo,
“Ofreceré un sacrificio con todo tipo de animal. Así que traigan todas las cosas que viven en
la tierra, los que no tienen pies, los que tienen dos, los que tienen dos y los que tienen
muchos.” Les dio instrucciones a los pescadores4 también, ordenándoles que le entregaran
todas las cosas vivas que viven en el mar.

1
Literalmente “por fatiga,” khedena.
2
Hathinipura en Pali. Esta ciudad es famosa por ser la casa de figuras prominentes en la épica Mahābhārata.
3
Tres ciudades de este nombre (es decir, Sīhapura) son nombradas en los textos pali (ver D.P.N.). Que, en
nuestro texto, parecería estar situado en Lāla (la actual Gujurāt) al norte de Kalinga.
4
Niṣāda, los nombres de tribus indias aborígenes, descritos como pescadores, cazadores, y ladrones, y
considerados de una casta muy baja. En J. 4. 364, nisāda es “ladrón.”
5

Los deseos de los devas eran cumplidos por sus pensamientos, los de los reyes por
orden, los de los hombres ricos son rápidamente cumplidos, y los de los pobres son
cumplidos por su trabajo.1
En cuanto escucharon las órdenes del rey, los cazadores y pescadores trajeron todas las cosas
vivas en la tierra y en el mar.
Construyeron una gran jaula en la que encerraron a todos los animales de tierra. Recolectaron
a los peces y los pusieron en un tanque. Todo tipo de criatura viviente estaba ahí, excepto el
Kinnarī.2
Y cuando el cercamiento3 del sacrifico del Rey Sucandrima estaba listo con todas las cosas
necesarias, el rey lavó su cabeza, se quitó su ropa y fue desnudo a la terraza de arriba. Ahí
con el incienso y las flores ofreció honor. Con sus manos unidas elevadas se inclinó a los
cuatro cuartos y dijo, “Invito al cercamiento del sacrificio a todos los sabios del Exaltado que
son maestros de las cuatro meditaciones, de las cinco ramas del conocimiento mayor, que
son grandes en la magia y pueden viajar por el aire, donde sea que eso sea, en el este, sur,
oeste o norte.”
Luego todos los sabios que habían logrado las cuatro meditaciones, que eran maestros de las
cinco ramas del conocimiento, que eran grandes en magia y de gran poder, escucharon las
órdenes y por sus poderes mágicos fueron al cercamiento volando por el aire. Y el Rey
Sucandrima, viendo a estos seres, en su alegría y satisfacción se inclinó a sus pies y les dijo,
“Que su señoría analice el cercamiento para ver si está completo o no.” Los sabios lo hicieron,
y le dijeron al rey, “Su majestad, el cercamiento está completo, excepto que le falta una cosa.”
El rey preguntó, “¿Qué falta?” Los sabios respondieron, “Señor, le falta un Kinnarī.”
Luego el Rey Sucandrima les dijo a los cazadores, “Estos honorables sabios dicen que falta
un Kinnarī. Así que vayan, y hagan un esfuerzo para traerme un Kinnarī.” Y el cazador que
era supremo entre los cazadores por su energía, fuerza y coraje, fue animado por el grupo de
cazadores. “Tú,” dijeron, “eres competente, y puedes traer un Kinnarī.” Y ese cazador,
animado por los otros cazadores y por el Rey Sucandrima, tomó su arco y carcaj de flechas
y fue al Himalaya.
Ahí en el Himalaya vio el agradable hogar de un sabio, que tenía muchas raíces, hojas y
frutas.
Se acercó al sabio, se inclinó a sus pies y se quedó de pie. El sabio le dio la bienvenida,
diciendo, “Eres bienvenido. Por favor siéntate en este sillón.” El sabio habló amablemente4
con el cazador, y como era la costumbre entre los sabios, le ofreció fruta y agua. Y el cazador
comió la fruta, bebió el agua y se sentó.

1
Esta estrofa ha ocurrido también en Vol. 1.
2
Es decir, un Kinnara mujer, ver Vol, 1.
3
Yajñavāṭa. En pali esto toma la forma de yañña-āvāṭa, “pira de sacrificio,” aunque J. 6. 215 tiene
yaññavāṭa, y Kern, Toev., sugiere que esta última forma debe ser leída en toda instancia. (Ver P.E.D., s.v.)
4
Sārāyaṇīyaṃ kṛitaṃ.
EL KINNARĪ
6

Mientras estaba en la presencia del sabio, el cazador escuchó un dulce canto que jamás había
escuchado. Le preguntó al sabio, “Señor, ¿de quién es esta agradable canción? ¿Es de alguna
de las deva o doncellas Nāga?” El sabio respondió, “Este no es canto de doncellas devas ni
Nāga, sino el de Kinnarīs.”
Luego, el cazador le preguntó al sabio, “Señor,” dijo, “Escucho el canto, pero no veo a quien
canta. ¿Dónde están cantando?” El sabio respondió, “En el lado norte de este hogar hay un
gran pozo de loto donde en todas las estaciones hay lotos olorosos de todos los colores.1 Allá,
la hija de Druma, rey de Kinnaras, llamada Manoharā, está acostumbrada a ir a montar
Kailāsa para divertirse en el pozo de loto, acompañada por muchos Kinnaras y Kinnarīs.”
El astuto cazador le preguntó hábilmente al sabio. “Señor,” dijo, “He escuchado que hay
algunos seres humanos que juegan y se divierten con las Kinnarīs. ¿Cómo los Kinnarīs
obtuvieron los poderes de los humanos?” El sabio respondió, “Están atados por un hechizo,2
y no pueden desaparecer.” El sabio le dijo esto sin pensarlo, y no sospechó que el cazador
iba tras una Kinnarī.
Luego el cazador habiendo saludado al sabio fue al pozo de lotos donde la hija de Druma,
rey de Kinnaras, se estaba divirtiendo. Y las Kinnarīs, absortas en su canto y sus juegos, no
vieron al cazador. Manoharā impresionaba ahí por su belleza y voz. Parado lo bastante cerca
para que ella lo escuchara, el cazador hechizó a Manoharā:
Tu eres la gloriosa hija del Rey Druma, rey de Kinnaras. Por este hechizo quédate
quieta; estás amarrada Kinnarī.
Como tú eres la hija del Rey Druma, educada por el Rey Druma, por este hechizo,
buena Manoharā, no te muevas ni un paso.
Entonces Manoharā fue atrapada por el cazador por medio de un hechizo, y ya no tenía el
poder de desaparecer. Pero las otras Kinnaras y Kinnarīs todos desaparecieron.
El cazador llevó a Manoharā a Siṃhapura, donde fue puesta en el cercamiento del sacrificio.
Cuando el Rey Sucandrima y la gente vieron a la Kinnarī, estaba feliz con el cazador, que
recibió un gran premio.3
Amarrada con grilletes Manoharā fue llevada a la ciudad de Sucandrima de Siṃhapura, que
se iba a convertir en una ciudad de brāhmanes,4 y llevada al cercamiento del sacrificio.
Cuando el Rey Sucandrima tenía todo listo para el sacrificio, le envió un mensajero al Rey
Subāhu en Hastināpura, diciendo, “Estoy haciendo un gran sacrificio con todo tipo de

1
El texto los nombra, utphala kumuda, etc.
2
Literalmente “por hablar verdadero,” satyavākyena, el hechizo consiste de, como dice inmediatamente
abajo, llamar a una Kinnarī por su nombre correcto. Eso, por supuesto, es un lugar común en la mitología de
las hadas.
3
Ācchāda. Para este sentido de la palabra, ver vol. 3 p. 35 (Texto).
4
Siṃhapura, siendo, por su puesto, “una ciudad de leones”; pero ahora está llena de brāhmanes por la
ocasión del sacrificio.
7

animales. Ven y disfruta.” El Rey Subāhu, sin embargo, envió a su hijo, diciéndole, “Ve a
Siṃhapura. El Rey Sucandrima va a hacer un gran sacrificio. Ve y disfrútalo.”
El príncipe Sudhanu fue a Siṃhapura, como también lo hicieron otros cientos de reyes.
Entre ellos el Príncipe Sudhanu era el más bello, más esplendoroso y mejor perfumado.
Entró al cercamiento del sacrificio escoltado por cientos de reyes. Ahí vio a muchos miles
de criaturas vivientes, tanto de tierra como de mar. Vio a la Kinnarī, también.
Tan pronto como el Príncipe Sudhanu vio a la Kinnarī, el concibió1 un noble amor por ella,
y ella concibió un amor por Sudhanu. Como el Exaltado dijo en un verso en uno de sus
discursos:
Viviendo juntos en el pasado, y por el cariño en el presente, así nace el amor,2
como un loto nace en el agua.
Así ellos se enamoraron a primera vista.
El Príncipe Sudhanu le preguntó al Rey Sucandrima, “¿Por qué estos miles de cosas
vivientes están confinados en ese lugar?” El rey respondió, “Con esto estoy ofreciendo un
sacrificio, habrá mucho para comer, tanto sólido como suave.”
El príncipe preguntó, “¿Qué se gana de este sacrifico? ¿Qué bien vendrá de él? ¿Qué bien
trae un sacrificio que consiste en asesinar a estas criaturas vivientes?” El rey respondió,
“Todas las cosas vivientes que serán matadas en este sacrificio se irán al cielo. Respecto a
mí, renaceré en el cielo un número de veces igual al número de seres que mataré en este
sacrificio.”
El príncipe respondió, “Su majestad, ¿no es esa una mala idea? Porque la primera regla del
dharma3 es no causar daño.4 Tomar una vida no es dharma; abstenerse de tomar una vida es
dharma. Robar no es dharma; abstenerse de robar es dharma. Ir detrás de los placeres
sensuales no es dharma; abstenerse de ellos es dharma. Beber líquido tóxico y espíritus no
es dharma; abstenerse es dharma. Decir mentiras no es dharma; abstenerse de decir
mentiras es dharma. Calumniar no es dharma: abstenerse de calumniar es dharma. La
ignorancia no es dharma; abstenerse de ser ignorante es dharma. Malas creencias no son
dharma; las buenas creencias son dharma. El camino de las diez acciones correctas es
dharma. Su majestad, aquellos que siguen el camino de las diez acciones malas renacen en

1
Literalmente “un noble amor se apoderó de él,” nipatitam.
2
Senart imprime sarvāntaṃ = sarva-anta que es la conjetura para sarvaṃ taṃ del MSS. La última es
también la lectura del verso en pali como Senart lo encontró en el Grammaire Pālie de Minayeff (traducción
de Guyard, p. xxxiii). Pero Senart dice que un epíteto más fuerte se requiere con premaṃ para que
corresponda con udāra en el pasaje de prosa que está inmediatamente arriba, y el dice que sarvāntaṃ
premaṃ puede denotar “une inclination impérieuse, soudaine, irrésistible.” El verso pali se encuentra
impreso en J. 2. 235 (= 3. 148, 185), y parecería mucho mejor adoptar la lectura encontrada ahí evam taṃ
jāyate, o, si no, la lectura evaṃ saṃjāyate de la versión de la misma estrofa como es entregada más abajo
en p. 168. Eso ha sido adoptado para la traducción.
3
Literalmente “el más alto dharma” paramaṃ dharmaṃ.
4
Ahíṃsā.
EL KINNARĪ
8

el infierno. Aquellos que siguen el camino de las diez acciones buenas renacen en el cielo.
En la presente instancia el camino tomado por ti no es el camino del cielo; es el camino al
infierno.”
Cuando el Rey Sucandrima escuchó esta exposición del dharma por el Príncipe Sudhanu, él
y los otros reyes, como también el público estaban felices. Luego de escuchar esto, dejó ir a
todas las criaturas de tierra y mar.
Manoharā, la Kinnarī, abrazó al Príncipe Sudhanu. Ella no pensó en el mundo de los
Kinnaras por su amor a Sudhanu. Y Sudhanu también, no tuvo más pensamientos de
deleite, por su amor a Manoharā.
Siguiendo las instrucciones del Príncipe Sudhanu el Rey Sucandrima ofreció un sacrificio
sin culpas e incuestionable. Cientos de miles de reclusos, brāhmanes, vagabundos y
viajeros obtuvieron comida y bebida y ropa y adornos. Cuando el sacrificio terminó, el
Príncipe Sudhanu con Manoharā montaron un elefante, y en gran pompa y esplendor
dejaron Siṃhapura para ir a Hastināpura.
Cuando el joven príncipe entró en la ciudad de Hastināpura estaba hermosamente adornada.
Había toldos sobre la ciudad. Estaba alfombrada con una brillante tela, cubierta con
guirnaldas de fina tela; estaba barrida y cubierta de flores. En todas las direcciones había
mimos, bailarines y atletas,1 luchadores, juglares2 y tamborileros. Entonces, el Príncipe
Sudhanu, junto con Manoharā, con gran pompa entraron Hastināpura montados en un
elefante. El príncipe echó a todas las doncellas reales y se entretuvo solo con Manoharā.
Los miles de deberes en las sesenta mil ciudades del Rey Subāhu fueron descuidadas;
muchas tareas3 fueron abandonadas.
Las ciudadelas y provincias se presentaron ante el Rey Subāhu. “Su majestad,” dijeron, “el
príncipe Sudhanu está completamente distraído por Manoharā, la Kinnarī. El no administra
los temas que se dejaron a su cuidado. Sus deberes como gobernador están abandonas y
miles de tareas en las sesenta mil ciudades están abandonadas.
El Rey Subāhu llamó al Príncipe Sudhanu y le dijo, “Mi hijo, mis súbditos están
protestando fuertemente. Dicen que no atiendes tus temas como lo hacías antes, sino que
pasas tu tiempo entretenido con Manoharā. Mi hijo, envía a esta Kinnarī lejos. Déjala ir.”
Pero el príncipe, atrapado en su deseo por Manoharā, no la dejaría ir. Nuevamente su padre
le dijo, “Mi hijo, envía a la Kinnarī lejos. Traeré doncellas reales4 tantas como desees.” El
príncipe, sin embargo, a pesar de que su padre se lo dijo muchas veces se negó a enviarla
lejos.

1
Ṛillaka.
2
Pāṇisvarya – el que toca el pāṇisvara, en pali paṇissara, un tipo de instrumento musical tocado con la
mano.
3
Entrega kāryāṇi como sujeto de nivartanti.
4
Literalmente “otras doncellas reales” anyāni rājakanyāni.
9

Los ministros, también, le reportaron muchas veces al Rey Subāhu, diciendo, “Su majestad,
el Príncipe Sudhanu se entretiene con la Kinnarī Manoharā y no cumple con sus deberes
como gobernador, y muchos deberes reales están desatendidos.” El rey ordenó a los
ministros a que encerraran al príncipe, y los ministros lo hicieron. Pero con el príncipe
encerrado la casa perdió su buena fortuna,1 y toda la buena suerte desapareció. El
mismísimo Rey Subāhu le ordenó a Manoharā a que fuera a Nirati,2 la ciudad de las
Kinnaras. “Manoharā,” dijo “ve. Te ordeno, ve donde están los bosques agradables y fríos y
a la presencia de tu padre y madre.”
Luego, vestido con las mejores ropas, salió del palacio. Y mientras lo hacían cientos miles
de mujeres Sudhanu lloraron por Manoharā. En Hastināpura los ciudadanos se reunieron en
una masa sólida,3 a mano derecha e izquierda, mientras Manoharā salía de la ciudad. Por
todos lados era saludada4 por miles de manos estiradas, y honrada con guirnaldas fragantes
por miles de mujeres y escoltada por un gran grupo de gente. Habiendo dejado Hastināpura
hace mucho tiempo, le pidió a la gente que se fuera, y, doblando hacia el norte donde estaba
el Himalaya, el monarca de las montañas, caminó hacia allá. Pero se daba vuelta de vez en
cuando para mirar hacia Hastināpura y Sudhanu.
Ahora ahí arriba en el Himalaya, en las orillas del río Sutlej, dos cazadores estaban cazando
un ciervo. Un cazador se llamaba Utpalaka, el otro Mālaka. Desde lejos vieron a Manoharā
la Kinnarī, adornada con mucha gala, muy adornada y llevando miles de guirnaldas
fragantes. Pero de vez en cuando se devolvía a mirar hacia atrás. La reconocieron como una
Kinnarī, e inclinándose ante ella con manos unidas le preguntaron,
Tu avanzas y miras alrededor; miras alrededor y avanzas. Señorita, ¿por qué miras
alrededor y a dónde vas?
Manoharā respondió: -
Busco dos cosas, [mi señor]5 y la casa de los hombres salvajes.6Miro hacia
Sudhanu, y aun así no llegaré de buena gana a Nirati.
Luego los cazadores dijeron: -
El Príncipe Sudhanu tiene mujeres entre las Kurus y Pañcālas. Se entretiene con
ellas; no te recordará.7

1
El texto aquí lee ni:śreyaṃ saṃvṛittaṃ. Pero ni:śreya solo puede significar “no tener mejor,” es decir,
“excelente” como la forma usual de ni:śreyasa. Decir que la familia “se volvió (saṃvṛittaṃ) excelente” es
contrario al sentido de este contexto. Ni:śreyaṃ ha sido corregida a ni:śrika, “sin felicidad,” etc.
2
No es mencionado en ninguna otra parte.
3
Literalmente “no había un intervalo de hombre,” janapadasya antaraṃ nāsti. Janapada aquí simplemente
significa “un hombre,” como en p. 113 más abajo la expresión similar, antaro janasya nāsti, ocurre.
4
Literalmente “recibido,” pratīcchamānā.
5
Laguna en el texto. Senart sugiere patiṃ.
6
Kimpuruṣa.
7
Notar tubhyam, dativo con smarati.
EL KINNARĪ
10

Manoharā respondió: -
Puedo llamar a Sudhanu con una mirada o una sonrisa. Aunque uno haya crecido
como un elefante aún tendré el poder de atraerlo.
Les dio a los cazadores un anillo que ella usaba, que costaba cientos de miles de piezas y
guirnaldas de tālīsa, diciendo, “Si el Príncipe Sudhanu viene a buscarme, denle estos
regalos y salúdenlo en mi nombre. Deben decirle ‘Vuelve en seguida, estás en un camino
muy difícil más allá de la guarida de los hombres.’ Porque es mi destino vivir lejos de los
hombres.”
Cuando instruyó así a los cazadores, Manoharā cruzó el río Sutlej sin tocarlo ni siquiera con
la planta de sus pies.
Cuando el Rey Subāhu supo que Manoharā se había ido, sacó al Príncipe Sudhanu, que fue
abrazado por su padre y madre. “Hijo,” le dijeron, “no pienses más en la Kinnarī. Tienes un
harén numeroso, y yo incluso obtendría miles de otras mujeres. Con ellas te divertirás,
deleitaras y entretendrás. ¿Qué significa la Kinnarī para ti? Tu eres un ser humano.”
Así el rey reconfortó al príncipe, y les dio órdenes a los ministros, diciendo, “Decora la
habitación del príncipe.” A las mujeres les dio instrucciones, diciendo, “Asegúrense que
deleiten bien al príncipe, para que no piense más en Manoharā.”
Por orden del rey la casa del príncipe fue tan decorada que podía parecer una mansión
celestial.1 En los pasillos de siete entradas jarrones con polvos aromáticos fueron puestos, y
nuevos granos2 y todas las otras cosas que son consideradas marcas de buena fortuna3 en el
mundo. Miles de brāhmanes fueron puestos a las puertas del príncipe, y otro largo grupo de
personas cuidaba al príncipe.
Cuando su padre hubo reconfortado al príncipe lo dejó ir. “Ve a casa,” dijo, “haz tu acto de
homenaje, báñate y úngete. Luego, vístete con guirnaldas, joyas, diviértete y administra los
temas reales.” Habiendo sido instruido así por su padre Príncipe Sudhanu le pidieron que se
fueron.
Luego de que dejó el palacio, con una compañía devota, Vasantaka, salió de Hastināpura y
caminó hacia el Himalaya, el monarca de las montañas, en busca de Manoharā. El príncipe
no pensó en las sesenta mil ricas ciudades, las villas y las provincias, y su espacioso harén.
Ya que extrañaba mucho a Manoharā.
Cuando4observó las lamentaciones del rey5 entonces el renunció a todo, y salió
usando ropa que estaban sucias y rotas.

1
Literalmente “como una mansión celestial que fuera decorada y [pudiera] en todas formas (sarva-) llamada
(saṃjñitaṃ. Comparar con saññita = saññāta).
2
Akṣatāni.
3
Mangalasaṃmatāni.
4
Una versión métrica de la parte del cuento.
5
El texto aquí es dudoso.
11

Llevó con él a un sirviente devoto y cariñoso, y caminaron hacia el monarca de las


montañas; al Himalaya fueron.
Antes de que pasara mucho tiempo llegó a las agradables cuestas de las montañas
del Himalaya, y ahí espió a los dos cazadores, Uppalaka1y Mālaka.
El vio, también, la corriente del Sutlej estando muy limpia y clara como un cristal…
2

El Sutlej, con su agradable y fría corriente fluyendo lentamente, frescamente corría


entre las orillas. Podría llevar a un ejército en su seno.3
Sudhanu dijo, “Cazadores, ¿vieron a una mujer de complexión moren pasando por
aquí, muy adornada, y llevando una guirnalda fragante?”
Ellos respondieron, “La mujer que buscan pasó hace mucho tiempo. Cruzó el río, y
para este momento ya debe haber llegado al Himalaya.
“Ella nos advirtió, diciendo, ‘Si un hombre, llamado Sudhanu, viniera por mí, Oh
cazadores, denle este regalo.
“’Denle este anillo mío y esta guirnalda olorosa de tālīsa. Él es mi marido, señor y
maestro.
“‘Oh cazadores, saluden a mi señor en mi nombre. Ordénenle que vuelva a
Hastināpura. Porque es mi destino vivir lejos de él’.”
Con alegría él tomó la guirnalda y tomó el anillo, y dijo, “Iré a mi muerte o a una
reunión con Manoharā.”
Los dos cazadores le respondieron Sudhanu, “Ahora,” dijeron “vuelven. ¿Qué
mujer en la ciudad de Hastināpura podría no ser devota4a ti?”
Pero hacer eso no estaba en su corazón, y él no escuchó sus palabras. Estaba
determinado a ir a pesar de todo,5 y cruzó el gran río de Sutlej.
Los cazadores, reflexionaron, “El rey se enojará con nosotros si dejamos que
Sudhanu haga eso.”
Así que ellos, también, cruzaron el rio, mientras manadas de tigres, leones y
elefantes rugían, y ciervos y pájaros siguieron su camino, y gansos rojos
cacarearan felices.

1
Llamado Utpalaka en la versión en prosa más arriba.
2
Laguna.
3
Vahanti akṣauhinyo. Pero, como dice Senart, la lectura es sospechosa. Un MS tiene akṣīṇyo, que puede
indicar a akṣīṇa, “no menguante,” es decir, “creciendo,” como parte de la lectura correcta.
4
Leyendo abhakta (para abhaktā, metri causa) para abhukta del texto. Dos MSS. tienen abhinna “firme,”
una lectura que demandaría un negativo na en la oración.
5
Yeva.
EL KINNARĪ
12

E inmediatamente cruzaron el gran río mientras sus aguas fluían1acompañado de


las canciones de cisnes, el sonido de las serpientes y el llanto de los Kinnaras.
Entonces el príncipe, su asistente Vasantaka y los cazadores Utpalaka y Mālaka, empeñado
en alcanzar a Manoharā, entraron al Himalaya, el monarca de las montañas a pie. Respecto
a Manoharā, ella avanzó haciendo guirnaldas para sí misma con flores de muchos colores
que crecían por el camino.2 Los otros, viendo las flores que dejaba atrás, la siguieron. Aquí
la señorita morena había parado a descansar, y luego había seguido nuevamente. Ahí se
había sentado por un momento, como lo probaba el montón de flores.3 Aquí había hermosas
y perfectas guirnaldas que ella había hecho, y ahí se encontraban los hermosos aros de
flores que había hecho.
Sabían que la señorita morena había seguido, y ellos también siguieron. Vieron adornos de
todo tipo en el camino, y algunos colgando de las ramas. También vieron otras señales.
Entre más adentro penetraban en el Himalaya, más numerosas eran las piedras preciosas
que veían. Vieron montañas con cumbres de oro; vieron montañas con cumbre de plata.
Vieron herreros trabajando en metal, cobre y bronce. Vieron montañas con cumbres de
zinc4; vieron montañas de antimonio5 y montañas de arsénico rojo.6 Vieron parejas de
Kinnaras entreteniéndose. Y muchos miles de otras maravillas. En todas direcciones se
escuchaba el sonido de los Kinnaras cantando, el rugido de leones, tigres y osos, y los
gritos de muchas otras bestias. Escucharon los gritos de Yakṣas, Rākṣasas, Piśācas y
Kumbhāṇḍas. Vieron miles de hierbas medicinales de todo tipo, y vieron brujos.
Mientras caminaban vieron el hogar del sabio Kāśyapa, que estaba bien provisto de muchas
raíces, hojas, flores y frutas, y tenía la sombra de miles de árboles que estaban bien
provistos de agua. Entraron a su casa, y ahí vieron al sabio Kāśyapa, venerable y
distinguido, sentado con sus sirvientes. Saludaron al sabio y a sus sirvientes y se pararon
frente a él.
El sabio pensó para si mismo, “Este ilustre príncipe debe necesitar ser bueno y virtuoso,
viendo que ha venido a este hogar. No es fácil llegar aquí.” Saludó al príncipe, diciendo,
“Bienvenido, príncipe, por favor siéntese. Aquí están los sillones.” El príncipe y sus
acompañantes se sentaron. El sabio puso frente a ellos frutas que eran tan puras como la
miel, y agua.
Cuando el príncipe se hubo comido las frutas y bebido el agua, el sabio le preguntó, “¿Por
qué viene el próspero príncipe?”

1
Leyendo prapātajalāṃ (> jala, “agua”) para °jālāṃ del texto que fuerza a Senart a una traducción muy
voluminosa
2
Literalmente “ponerse (probándose) las flores,” kusumāni olambamānāni ābandhamānā.
3
Literalmente “(porque) aquí estaba su montón de flores” ayamasyā puṣpanikara (para °nikaraṃ del texto,
el nom. Masc. se requiere).
4
Yaśada.
5
Añjana.
6
Manaśila.
13

El príncipe respondió, “Señor, ¿has visto a una hermosa mujer pasar?” El sabio respondió,
“Si, la vi. Vino y se quedó aquí. Luego se inclinó a mis pies y siguió caminando por las
montañas. Así que su alteza devuélvase. Fue una ardua tarea para el príncipe llegar hasta
este lugar. Pero ¿Cómo será para él seguir por este camino que no ha sido pisado por los
hombres? Devuélvase.” Pero el príncipe dijo, “Señor, no puedo devolverme. Por el mismo
camino por el que ha ido Manoharā iré yo.” El sabio dijo: “Los caminos de las Kinnarīs son
distintos a los de los hombres. Incluso los pájaros no son capaces de penetrar1 en los
caminos de las Kinnarīs. ¿Cómo entonces lo harían los hombres? Los pájaros, también, de
alguna forma llegan a este lugar. Donde los Kinnaras van a regocijarse y entretenerse, ese
lugar, Oh príncipe, es inalcanzable para los pies de los hombres. Por lo tanto, devuélvete.
Tu padre es señor de sesenta mil ciudades. ¿No debería el príncipe divertirse tomando parte
en nobles medios de entretención? Él no puede ir a este lugar inalcanzable. El príncipe, sin
embargo, respondió, “O moriré o la veré.”2
El sabio era un hombre muy talentoso, de un gran corazón amoroso, y compasivo. Él pensó
para sí mismo, “Si el príncipe va a ese lugar inaccesible, seguramente morirá.” Entonces
dijo, “Príncipe, quédate por esta noche3 aquí en la ermita hasta que los monos lleguen a este
lugar. El líder de su manada es devoto a mí y viene constantemente para honrarme y
traerme frutas tan frescas como la miel. Le haré una petición al rey de los monos, y él te
guiará a la ciudad, llamada Nirati, de Druma, rey de los Kinnaras.” El príncipe se quedó por
la noche. Cuando estaba amaneciendo escuchó un sonido como el de un león corriendo. Les
preguntó a los sirvientes del sabio, “¿A quién escuché correr?” Uno de ellos respondió “Ese
era el sonido del rey de los monos corriendo. A esta hora del día trae frutas tan frescas
como la miel, y corriendo de rama en rama viene a inclinarse a los pies de nuestro
maestro.”
El príncipe se levantó ansioso y notó de dónde venía el sonido de los monos. Y luego vio al
rey de los monos que venía pasando de una rama a otra.
El rey de los monos llegó a la casa, tiró frente al sabio las frutas dulces como la miel que
había traído, y se sentó. El sabio le dijo, “Oh rey de los monos, hazme un favor.” El rey de
los monos respondió, “Lo haré, señor. Ordéneme.” El sabio dijo, “Lleva al príncipe y sus
tres acompañantes a la ciudad, llamada Nirati, del Rey Kinnara Druma.” El mono
respondió, “Lo haré.”
El rey de los monos, entonces, subió al príncipe y a sus tres acompañantes a la espalda, y
dejó la ermita. Pasando de cumbre en cumbre y de bosque en bosque, no mucho tiempo
después llegaron a la ciudad de Druma, rey de los Kinnaras, en la cima del monte Kailāsa.
Y en la cima del monte Kailāsa vio la ciudad, llamada Nirati, de Druma, rey de los
Kinnaras.

1
Sambhuṇanti.
2
Literalmente “O es la muerte o tendrá que ser vista,” maraṇaṃ vā sā vā paśyitavyā.
3
Vītināmehi, en pali vītināmeti = vi – ati – nāmeti “pasar” (tiempo, etc)
EL KINNARĪ
14

La ciudad estaba finamente construida enteramente de oro. Estaba rodeada por miles de
parques y por pozos de loto adornados con todas las piedras preciosas, con escaleras hechos
de planchas de berilio y adornadas con todas las piedras preciosas, y peldaños de siete
piedras preciosas alrededor; estaban cubiertas de lotos fragantes azules, rojos, amarillos y
blancos, y rodeados en gemas. Los botes brillaban con muchas joyas, brillantes como la
primavera, y otros tipos de esquife. La ciudad estaba rodeada por miles de bosques llenos
de flores, hojas y frutas, y hermoseados por el atimuktaka, campaka, vārṣika1, el Jasmín
Arábico,2 el Jasmín de muchas flores,3 el Jasmín doble4 y el yūthika.5 Por todas partes veían
miles de parejas de Kinnaras entreteniéndose. Algunos tocaban pipas6 y otros en variados
instrumentos musicales, y otros cantaban con dulces voces alrededor de Manoharā. Dentro
de la ciudad se podía escuchar los cien sonidos de instrumentos musicales y los dulces
cantos.
Y luego, mientras se paraban ahí, fuera de la ciudad del rey de los Kinnaras, en una
arboleda, vieron a un grupo de Kinnarīs, que eran lindas, hermosas, muy adornadas y
espléndidamente arregladas, saliendo con jarras doradas para traer agua del pozo donde
Sudhanu estaba.
Sudhanu preguntó, “¿Qué festival hay en la ciudad que hay tanto regocijo?” Ellas
respondieron, “Hoy no hay festival ni fiesta. Pero la hija, llama Manoharā, de Druma, rey
de los Kinnaras, que fue llevada por los hombres, ha vuelto luego de muchos años. Y por su
llegada Druma, el rey de los Kinnaras y toda su ciudad se regocija. Por eso toda la
celebración.”
Sudhanu preguntó, “¿Dónde se debe llevar el agua?” Ellas respondieron, “Manoharā se va a
dar un baño para que el olor de los hombres se salga de ella.”
El príncipe puso el anillo en la última jarra, de tal forma que no fuera vista por las Kinnarīs.
Manoharā se bañó, y mientras lo hacía el anilló se cayó de la jarra en sus piernas. Cuando
vio el anillo lo reconoció. Y pensó, “El Príncipe Sudhanu ha venido a buscarme. Él fue
criado muy delicadamente.7 ¿Cómo pudo llegar a este lugar inaccesible?”
Luego con gran apuro se puso la ropa. Llorando se tiró a los pies de sus padres y les dijo,
“Él, que en Jambudvīpa era mi esposo ha venido. Se llama Sudhanu, es un príncipe, el

1
Jasminum Sambac.
2
Mallikā.
3
Sumanā.
4
Mālikā.
5
Jasminum auriculatum. ¿ Jasmín amarillo. Ver S.B.E. xxxvi. P. 224.
6
Jaladardaraka (comparar con jaladardura en M.W. = pipa de agua, o un tipo de instrumento musical.) Ver
también p. 97 (texto).
7
Sukumāra. La variante alternativa en pali es sukhumāla. Senart explica la última forma como un derivativo
secundario del pali sukhuma, Sk. sūkṣma, “fino,” “sutil,” etc. La forma Sk. sukumāra ha sido influenciado por
una falsa etimología, su + kumāra.
15

único hijo del Rey Subāhu.” Pero Druma, el rey de los Kinnaras, no le creyó1. “Mi hija,”
dijo, “no es posible que los humanos lleguen aquí.” Manoharā respondió, “No es así, padre,
porque él ha venido.” Druma, rey de los Kinnaras, preguntó, “¿Lo viste tu misma, o lo
escuchaste de otro?” Ella respondió, “No lo he visto ni lo he escuchado de otro. Pero
mientras me bañaba el anillo de Sudhanu cayó en mis piernas.”
Druma, rey de los Kinnaras, llamó a las que llevaban el agua y les preguntó, “Cuando
fueron a buscar el agua, ¿vieron a un hombre?” Ellas respondieron, “Su majestad, vimos a
un lindo y hermoso joven Kinnara con tres acompañantes a la orilla del pozo de loto.” Él
pensó. “Este es evidentemente el príncipe de Manoharā. ¿Cómo llegó hasta este lugar?”
Luego le preguntó a su hija, “Manoharā, ¿debería pedirle al príncipe Sudhanu que entre2 al
palacio?” Ella respondió, “Si, padre. Déjenlo entrar. Ha venido hasta aquí por su amor
hacia mí, y por lo que sé ya no tiene el favor de su padre, porque él lo hizo prisionero y lo
castigó. Pero él nunca se daría por vencido conmigo. Cuando el príncipe Sudhanu fue
confinado en su casa por el Rey Subāhu, me enviaron lejos. Tan pronto como lo soltaron
salió a buscarme.”
Druma, el rey de los Kinnaras, dio órdenes a sus ministros, diciendo “Rápido decoren la
ciudad, incluyendo el palacio real y los pozos de lotos de los asuras.3 Pongan un toldo y
cúbranlo de flores; límpienlo y cúbranlo con guirnaldas de flores y empapado con agua
olorosa. Que todos los jefes en la ciudad y el ejército, con carruajes con banderas, salgan a
encontrar a mi yerno.”
Todas las órdenes del rey fueron llevadas a cabo por los ministros y una recepción fue
planeada con gran pompa. Manoharā también, vestida con costosas telas y espléndidamente
adornada con todo tipo de accesorios, salió a encontrarlo, acompañada por cientos de miles
de Kinnaras y al ritmo de miles de instrumentos musicales. Cuando vio a Sudhanu se
inclinó a sus pies y los tocó con su cara y pelo.
Así, con gran esplendor y pompa Sudhanu fue llevado a la ciudad de Druma, rey de los
Kinnaras, y al palacio real. Ahí fue bienvenido, abrazado y confortado por el Rey Druma.
“Esta ciudad,” le dijo el rey, “que está hecha de oro, rodeada por miles de parques, e
infinitamente bellos, sean tuyos. Aquí, con mi hija Manoharā, entretente y disfruta.”
Ahora, cuando Sudhanu había vivido en la ciudad de los Kinnaras por muchos años,
disfrutando y entreteniéndose, comenzó a sentir un deseo de volver a casa.4 “Manoharā,”
dijo, “sabes que soy el único hijo de mis padres, querido y amado por ellos. Por mi amor a

1
Pattīyati, comparar con el pali pattiyāyati, forma denominativa pattiya para *pratyaya, paccaya, Sk. prati-i
“ir hacia,” “creer,” etc.
2
El original no es una pregunta, sino una orden, praviśatu “déjelos entrar.” Pero el contexto, como lo
muestra pṛicchati, requiere una pregunta, es decir, le preguntó si es que debería dar la orden de “Que
entre.”
3
Asurakā. En lenguaje “kinnara” esta palabra solo puede significar “divino,” o “divinamente hermoso.” Pero
la lectura de arriba no está bajo sospecha.
4
Literalmente “experimentó o sintió que debería volver a casa.” Samāvartanīyam (para saṃvartanīyam del
texto) anubhavitvā.
EL KINNARĪ
16

ti y sin el permiso de mis padres, abandoné todo e hice una renuncia voluntaria y vine aquí.
Y ahora han pasado muchos años desde que vine a vivir aquí. Por lo tanto, dile a tu madre y
padre que vuelvo a Hastināpura.”
Manoharā le contó a sus padres. Druma, rey de los Kinnaras, le preguntó a Sudhanu,
“¿Vuelves con tus padres?” El príncipe respondió, “Si, señor, tú lo apruebas iré.” Druma
dijo, “Te dejaré ir.” Ahora los Yakṣas que se llamaban Yambhakas1 estaban bajo la
autoridad2 de los Kinnaras, y el rey les dio órdenes, diciendo, “Lleven a mi yerno, sus
acompañantes y Manoharā a Hastināpura, y lleven con ellos una abundante provisión de
todo tipo de piedras preciosas.” Y levantaron al Príncipe Sudhanu, sus acompañantes y a
Manoharā, mientras dormían, y los llenaron de una abundante cantidad de piedras preciosas
de la ciudad de los Kinnaras. Los llevaron a Hastināpura, donde los sentaron en un palacio
real. Al amanecer, el Príncipe Sudhanu se despertó y escuchó el sonido de los tambores y el
ruido de la gente en Hastināpura. Se preguntó a si mismo, “¿Cómo fui traído a
Hastināpura?” Luego el reconoció el parque real, el palanquín con joyas como si estuviera
especialmente puesto ahí,3 y Manoharā y sus tres acompañantes y los abundantes tesoros.
Estaba feliz de haber vuelto a su querida ciudad.
El Rey Subāhu había ordenado una intensa búsqueda por el príncipe luego de que dejó
Hastināpura. Y cuando falló en encontrarlo dijo, “Mi hijo debe haber muerto en su
búsqueda por Manoharā.” Entonces el rey había ordenado que los ritos funerarios del
Príncipe Sudhanu fueran hechos. Y toda la gente en el palacio también había pensado que
Sudhanu estaba muerto.
Luego los guarda parques corrieron fuera de la ciudad para poner banderas en el parque real
cerca de la puerta principal. Y cuando llegaron al parque vieron a Sudhanu, Manoharā y los
tres acompañantes, los palanquines enjoyados, y el gran montón de piedras preciosas.
Cuando vieron esto todos corrieron devuelta y entraron a Hastināpura. La gente preguntó
“¿Está todo bien4?” Ellos respondieron, “Todo está bien. Porque el Príncipe Sudhanu ha
vuelto”. Y la gente estaba encantada de escuchar eso.
Los guarda-parques fueron al palacio real y le reportaron esto al Rey Subāhu. “Su
majestad,” dijeron, “El Príncipe Sudhanu ha vuelto.” El rey y su corte se regocijaron al
escuchar esto, y un generoso premio fue dado a los guarda-parques.
El Rey Subāhu, sus ministros y acompañantes, la reina, la madre de Sudhanu, y todas las
mujeres de la corta corrió al parque para ver al príncipe. Y todos los ciudadanos lo hicieron
también, cuando escucharon de la llegada del Príncipe Sudhanu y Manoharā. Había una
sólida masa de gente5 corriendo desde Hastināpura al parque real para ver al príncipe y
Manoharā.

1
No son nombradas en ninguna otra parte ni puede su nombre ser explicado etimológicamente.
2
Literalmente “hacedores de las ordenes de,” āṇattikarās.
3
Literalmente “como (asientos) señalados” yathā prajñaptāni.
4
Pṛicchati kṣemaṃ - “preguntaron, ¿hay paz?” o “preguntaron por paz.”
5
Antaro janasya nāsti, ver más arriba p. 98, n. 4.
17

Cuando Sudhanu vio a su madre y padre se inclinó a sus pies, y Manoharā, cuando vio a
sus suegros, hizo lo mismo. El príncipe, con su padre Subāhu, montaron a un elefante
vestido con malla de oro, y con gran pompa real y esplendor y magnificencia entraron a
Hastināpura.
Así que deja que todos los hombres, dejando la locura, sean unidos con todos los
que sean queridos para él, como en esta ocasión Sudhanu fue unido con la Kinnarī.
El Exaltado dijo, “Puede ser, monjes, que pienses que en ese tiempo y en esa ocasión el
príncipe llamado Sudhanu era alguien más. No debes pensar eso. ¿Por qué? Yo, monjes, en
ese tiempo y en esa ocasión era el príncipe llamado Sudhanu. Puede ser nuevamente,
monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el rey llamado Subāhu era
alguien más. Eso, tampoco lo deben pensar. ¿Por qué? El Rey Śuddhodana aquí, monjes, en
ese tiempo y en esa ocasión era el rey llamado Subāhu. Pueden pensar que en ese tiempo y
en esa ocasión la madre de Sudhanu era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? La
Reina Māyā aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era la madre de Sudhanu. Puede
ser nuevamente, monjes, que piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el sirviente de
Sudhanu llamado Vasantaka era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? Chandaka
aquí, monjes, era en ese tiempo y en esa ocasión el sirviente de Sudhanu. Deben pensar que
en ese tiempo y en esa ocasión el cazador llamado Uppalaka era alguien más. No deben
pensar eso ¿Por qué? Rāhula aquí, monjes, era el cazador llamado Uppalaka. Ustedes
pueden pensar que en ese tiempo y en esa ocasión el cazador llamado Mālaka era alguien
más. No deben pensar eso. ¿Por qué? El anciano Ānanda aquí, monjes, en ese tiempo y en
esa ocasión era el cazador llamado Mālaka. Pueden pensar que en ese tiempo y en esa
ocasión el sabio llamado Kāśyapa era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? El
anciano Mahā-Kāśyapa aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el sabio del clan
Kāśyapan viviendo en el Himalaya. Debes pensar que en ese tiempo y en esa ocasión el rey
de los monos en el Himalaya era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? Kaṇṭhaka
aquí, monjes, el rey de los corceles, en ese tiempo y en esa ocasión era el rey de los monjes
en el Himalaya. Deben pensar que el rey Kinnara, llamado Druma, viviendo en la cima del
Monte Kailāsa era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? El Śākyano Mahānāma
aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el Rey Kinnara Druma. Podrían pensar
que en ese tiempo y en esa ocasión la madre de Manoharā era alguien más. No deben
pensar eso. ¿Por qué? La madre de Yasodharā aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión
era la madre de Manoharā. Podrían pensar que en ese tiempo y en esa ocasión Manoharā
era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? Yaśodharā aquí, monjes, en ese tiempo y
en esa ocasión era Manoharā la Kinnarī. Luego, también, fue después de mucha fatiga que
la gané.
Él cuya elocuencia es brillante y profunda, cuya educación es grande, que destruye
la lujuria y aplasta a su oponente, él, monjes, brilla en su enseñanza del Exaltado
como la luna completamente orbitada brilla en el cielo.
Aquí termina el Kinnarī Jātaka.
5

LA GRAN RENUNCIA
El Exaltado, completamente iluminado y habiendo logrado la meta que el se había propuesto
lograr, se estaba quedando en Śrāvastī y enseñándole a devas y hombres. Dándoles un relato
detallado de los eventos les habló así a los monjes.
Yo fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras estaba siendo criado
delicadamente mi padre Śākyano mandó a construir tres palacios para mí, para el frío, el calor
y la lluvia, donde yo podía distraerme, disfrutar y entretenerme.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras estaba siendo criado
delicadamente mi padre Śākyano mandó a construir en esos palacios piezas en el último piso
con tejado a dos aguas, enyesados por dentro y por fuera, libres de aire, con puertas con
cerraduras1 con marcos bien ajustados, fumigados con inciensos y adornado con pedazos y
trenzas de telas de color y con guirnaldas de flores, donde yo podría distraerme, disfrutar y
entretenerme.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano hizo que en los cuartos de arriba se hicieran sillones de
oro, plata y piedras preciosas, cubiertos con dieciséis cubiertas lanosas,2 mantas blancas,3
colchas de muchos colores,4 con cobertores de lana bordados con flores,5 con cojines carmesí
y rojos en ambos lados, y con alfombras blancas, donde me podía distraer, disfrutar y
entretener.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano hizo que se pusieran toldos sobre estos sillones para alejar
el polvo y la luz, para que yo me divirtiera, disfrutara y entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano me dio muchos tipos de ungüentos, de aloe, sándalo, de
gomero y de la hoja de tamāla, para que me divirtiera, disfrutara y me entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano hizo para mí varios tipos de adornos de algodón de Benarés
y fina lana, para que me divirtiera, disfrutara y entretuviera.

1
Leyendo nivātāni āsparṣārgaḍāni para vātāsparṣārgaḍāni del texto. Dos MSS. tienen la lectura vātāni, y el
prefijo ni- ha sido eliminado por hagiografía, con la palabra anterior terminando en -ni. Para la secunda
palabra comparar con el pali phassitaggaḷa, A. 1. 101 y M. 1. 76.
2
Goṇika, BSk. = pali goṇaka, “una cubierta de lana con mucha lana.”
3
Leyendo paṭikāśtaraṇām para pattikā° del texto, comparar con D. 1. 7.
4
Citrāsstaraṇāṃ, comparar con Pali cittakā, D. 1. 7. Quizás deberíamos leer citrakā, como la analogía de los
otros términos parecerían requerir un sustantivo como primera parte del compuesto.
5
Leyendo paṭalikā para phalika (“cristal”) del texto. Comparar con D. 1. 7. Srta. I. B. Horner le ha dado estas
referencias pali al traductor relacionadas con las mantas, etc., V. 1. 192, 2. 163; M. 1. 76; A. 1. 180, 3. 50, 4.
94, 231, 394.
LA GRAN RENUNCIA
6

Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano me dio varios tipos de guirnaldas de las flores del
atimuktaka,1 el campaka2, el vārṣika3, el vātuṣkārin,4 el nenúfar azul,5 el donā,6 flores
cosechadas por los devas,7 para que yo me divirtiera, disfrutara y me entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano me proveyó una dieta variada, arroz del cual el grano negro
había sido cernido8 y curri de muchos sabores, para que yo me divirtiera, disfrutara y me
entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano me presentó inmediatamente después de que había
comido9 con un collar apropiado a un rey universal, para que me divirtiera, disfrutara y me
entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano mi padre me entregó los medios para disfrutar las cinco
variedades del placer sensual,10 es decir, la danza, la canción, la música,11 orquesta12 y
mujeres, para que me divirtiera, disfrutara y me entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano y me padre me proveyó varios tipos de trasporte, elefantes,
caballos, botes y palanquines, para que me divirtiera, disfrutara y me entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano con numerosas monturas, de piel de león, de tigre, de
leopardo y lana blanca, y hermosas banderas, para que me divirtiera, disfrutara y me
entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano ponía una sombrilla sobre me cuando iba al extranjero para

1
Ver más arriba, p. 105, n. 1.
2
Ver más arriba, p. 17, n. 3.
3
Ver más arriba, p. 105, n. 2.
4
Una flor desconocida, también mencionada en el Vol. 1.
5
Indīvara, Nymphaea stellata, o Cassia fistula.
6
Damanaka = damana, Artemisia Indica, llamada comúnmente donā.
7
Devopasaṃhitā. Ver también en el Vol. 1
8
Leyendo vicitakālaka para vicitra° del texto.
9
Bhuktāvisua, formado por el pali buttāvissa, gen. Y dat. De bhuttāvin.
10
O “las cinco hebras de los placeres sensuales,” pañca kāmuguṇā, es decir, los placeres derivados por cada
uno de los cinco órganos sensoriales. Pero los placeres aquí enumerados no están obviamente
correlacionados con cada uno de los cinco.
11
Vāditam, “instrumento musical.”
12
Tūryaṃ, un término general para los instrumentos musicales (en pali turiya, usualmente referido como
uno de los cinco tipos, Ver P.E.D. y Vol. 1, p, 135, n. 2.)
7

evitar que el calor, el polvo o la luz me atormentara, y así me divirtiera, disfrutara y me


entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano hizo jardines para mí, cada uno enfrentando los cuatro
puntos de la brújula, para que me divirtiera, disfrutara y me entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano hizo que en esos jardines que enfrentan los cuatro puntos
de la brújula, un pozo de loto cubierto con lotos azules y blancos y nenúfares blancos, para
que me divirtiera, entretuviera y disfrutara.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, mi padre Śākyano hizo que en esos jardines que enfrentan los cuatro puntos
de la brújula, se hicieran grandes, y altos palacios para que me divirtiera, disfrutara y me
entretuviera.
Fui criado delicadamente, muy delicadamente, monjes. Y mientras yo estaba siendo criado
delicadamente, este pensamiento se me ocurrió: “Esta vida está demasiado llena de
obstáculos.1 El camino de la vida religiosa es al aire libre. 2 No es posible para alguien que
viva en casa vivir una vida sagrada que es totalmente resplandeciente,3 sin culpa, puro y
limpio. Entonces, saldré de mi casa y pasaré al estado sin hogar.”
Luego, monjes, contra los deseos de mis padres, dejé mi suntuoso4 hogar y el reinado
universal que estaba en mis manos.5 Y ahora, siendo un viajero que pasa de hogar a un estado
sin hogar, me retiro hacia la ciudad de Veśālī y alcanzarla.
Ahora en ese tiempo y en la gran ciudad de Veśālī vivía Ārāḍa Kālāma,6 que era honrado,
reverenciado, respetado y alabado por trecientos discípulos. A sus discípulos7 Jain les
predicaba como su doctrina el dogma de lo que debe ser dudado. El los exhortaba así, “Vean,
vean; renuncien, renuncien.” Y sus discípulos respondían, “Vemos, vemos; renunciamos,
renunciamos, nosotros y los otros.”

1
O “confinados” sambādha, comparar con pali id.
2
Abhyavakāśaṃ pravrajyā, comparar con pali abbhokāso pabbajjā, D. 1. 62, etc. Dial lo traduce como “libre
como aire es la vida de él que a renunciado a todas las cosas mundanas.”
3
Leyendo śankhalikhita “pulido como una perla” para saṃlikhita; comparar con pali sankhalikhita en el
mismo sentido, ejemplo A. 5. 204. Saṃlikhita sería más naturalmente la forma adjetival correspondiente al
pali sallekha, “penitencia austera.” Pero el sentido de “resplandeciente” se requiere aquí.
4
Alūha, ver nota 1, p. 63 arriba.
5
Leyendo hastatvaṃ (= pali hatthattha) para hastoktam del texto. Ver más arriba p. 66 para una similar
corrección de hastokta, una palabra que Senart confiesa es inexplicable para él. Podríamos, quizás, escribir
“mis poderes y mi reinado universal.”
6
En pali Āḷāra Kālāma. Ver D.P.N. para referencias.
7
Jinaśrāvakā, aunque el término usual BSk. para un Jain era Nirgrantha (en pali nigaṇṭha).
LA GRAN RENUNCIA
8

Luego, monjes, se me ocurrió: “¿Y si yo practicara la vida sagrada como un discípulo de


Ārāḍa1? Así que fui donde Ārāḍa Kālāma y le dije, “Me gustaría seguir la vida sagrada como
un discípulo del venerable Ārāḍa.”
Cuando había hablado, Ārāḍa Kālāma respondió, “Hazlo, Oh Gotama. Esa es la doctrina y la
regla,2 que, si un joven noble practica la vida sagrada él obtendrá el estado de virtud.”
Este pensamiento llegó a mí, monjes: “Yo también tengo voluntad, fuerza y energía.
Entonces partiré y alcanzaré este dharma.” Y siendo solitario, diligente, honesto, resoluto y
recluso3 no me demoraré mucho en entender y obtener el dharma.
Luego, monjes, fui donde Ārāḍa Kālāma y le dije, “¿Es el dharma entendido, alcanzado,
predicado y prescrito por el venerable Ārāḍa solo eso?” Y Ārāḍa respondió, “Gotama, solo
eso es el dharma que yo he entendido, alcanzado, predicado y prescrito.”
Cuando hubo hablado así le respondió a Ārāḍa Kālāma y dije, “Entonces, Oh Ārāḍa, yo
también he entendido y alcanzado este dharma.”
Luego, monjes, Ārāḍa Kālāma me dijo, “Por lo tanto, Oh Gotama, el dharma que yo conozco,
lo conoce el valioso Gotama, y el dharma que el valioso Gotama conoce, yo también lo
conozco. Nosotros dos supervisemos este seminario.” Y así, monjes, Ārāḍa Kālāma me
mostraría su mayor honor y elogio. Porque, viendo que sostuve tal creencia, él pondría en mí
el mismo asidero4 que en sí mismo.
Pero, monjes, este dharma de Ārāḍa no funciona para aquel que practica en completa
disminución del mal. Así que dije, “Déjame buscar a mi padre.” Y así monjes, con esta idea
en mente, salí a la ciudad de Rājagṛiha, la alcancé y me quedé ahí.
Ahora en ese tiempo en Rājagṛiha vivía Udraka Rāmaputra,5 que era honrado, reverenciado
y respetado por setecientos discípulos. Les predicaba a sus discípulos Jain como su doctrina
el dogma que se refería a la esfera de lo que no es ni consciencia ni inconsciencia. 6 El
exhortaba a sus discípulos así, “Vean, vean: renuncien, renuncien.” Y sus discípulos
respondían, “Vemos, vemos; renunciamos, renunciamos, nosotros y los otros.”
Luego monjes, se me ocurrió: ¿Y si practicara la vida sagrada como discípulo de Udraka
Rāmaputra?” Así que monjes, fui donde Udraka Rāmaputra y le dije, “Oh Udraka, me
gustaría vivir la vida sagrada como tu discípulo. ¿Me dejará el digno Udraka?” Cuando había
hablado así, Udraka respondió, “Vive aquí, Oh Gotama, reside aquí, Oh Gotama. Tal es esta
doctrina y regla mía, que si un joven noble practica la vida sagrada el obtendrá el estado de
virtud.”

1
Literalmente “en o bajo Arāḍa,” Ārāḍe.
2
Dharma y Vinaya.
3
Vyapakṛiṣṭa, BSk., comparar con pali vūpakaṭṭha que puede ser ‘una re traducción de eso.” (ver P.E.D.).
4
Literalmente “en imparcialidad,” samānārthatāye. M. 1. 165 lo expresa así, attano samasamaṃ.
5
En Pali Uddaka Rāmaputta. Ver D.P.N. para refencias.
6
Escrito así aquí.
9

Luego monjes, se me ocurrió esto, “También tengo voluntad, fuerza y energía. Déjame
entonces ser solitario, diligente, honesto, resoluto y recluso para obtener el dharma.” Y así,
monjes al ser solitario, diligente, honesto, resoluto y recluso para obtener el dharma, en poco
tiempo lo estaba entendiendo y alcanzando.
Luego monjes, fui donde Udraka Rāmaputra y le dije, “¿Es el dharma entendido, alcanzado,
predicado y prescrito por el digno Rāma solo eso, es decir la esfera de lo que no es ni
consciencia ni inconsciencia?”
Cuando hube dicho esto, monjes, Udraka Rāmaputra respondió, “Es eso, Oh Gotama, el
dharma entendido, alcanzado y prescrito por el digno Rāma es solo eso, la esfera de lo que
no es ni consciencia ni inconsciencia.”
Entonces, monjes, le dije a Udraka Rāmaputra, “Entonces Udakka, también he entendido y
alcanzado el dharma.”
Luego, monjes, Udakka Rāmaputra dijo, “Por lo tanto Gotama, el dharma que el digno Rāma
conoce el digno Gotama lo conoce también. Así que ahora que el digno Gotama se haga cargo
de este seminario.” En esta forma, monjes, Udraka Rāmaputra me mostraría el mayor honor
y al darse cuenta que yo sostenía tal creencia, me haría un profesor igual que él.
Pero luego, monjes, se me ocurrió: “Este dharma de Rāma no funciona para que practica en
completa disminución del mal. Déjame buscar a mi padre.”
Y, mojes, estando poco dispuesto a esa creencia, fui a la ciudad de Gayā, 1 lo alcancé y me
quedé ahí.
Mientras estaba en el Monte Gayāśīrṣa2 se revelaron para mí las tres similitudes,3 de las que
no he escuchado en vidas pasadas, que, de hecho, nunca han sido escuchadas, que eran
desconocidas para mí, y eran, de hecho, desconocidas antes. ¿Cuáles eran estas tres?
Todos los dignos reclusos y brāhmanes que viven con sus cuerpos y mentes no alejadas de
los placeres de los sentidos, y cuyos pensamientos para ellos, sus cariños por ellos, sus deseos
ardientes por ellos y su unión a ellos no han sido superados, aunque pasan por sentimientos
desagradables, crueles, amargos y severos que asaltan sus almas y sus cuerpos, sin aún
incapaces del estado de “hombres desarrollados,”4 de conocimiento, visión e iluminación.
Justo como un hombre que necesita un fuego, está buscando uno, fuera y se parara en agua,
frotara un frutara un pedazo de madera mojado con un pedazo de madera lleno de savia. 5 El
no podría sacar un destello ni producir una llama. De la misma forma, aunque estos dignos

1
Un pueblo en el camino entre el árbol bodhi y Benarés.
2
Una montaña cerca de Gayā.
3
Upamā. Comparar con M. 1. 241. No es correcto, como algunos traductores del pali lo han hecho, escribir
esta palabra como “alegoría.”
4
El traductor le debe esta versión de uttarimanuṣyadharma a Srta. I. B. Horner. Ver el índice de su Book of
the Discipline, Vol. 1, bajo Further. Comparar con V. 3. 91, donde hay una definición de
uttarimanussadhamma.
5
Leyendo, como sugiere Senart, ārdraṃ kāṣṭhaṃ sasnehaṃ, acc, para ārdre, etc.
LA GRAN RENUNCIA
10

reclusos y brāhmanes pasan por desagradables, crueles, amargos y severos sentimientos que
asaltan sus almas y sus cuerpos, son incapaces del estado de “hombre desarrollado” de
conocimiento, visión e iluminación.
Así entonces, mojes, fue revelado a mí mientras me estaba quedando en el Monte Gayāśīrṣa,
la primera similitud, que no había escuchado en vidas pasadas, que de hecho nunca había
sido escuchado, era desconocido para mí, y era, de hecho, desconocida antes.
La idea vino a mí, monjes, que todos los dignos reclusos y brāhmanes que viven con sus
cuerpos alejados de los placeres de los sentidos, pero no sus mentes, y cuyos pensamientos,
cuyo cariño, su deseo ferviente y su unión a ellos no se ha superado, aunque pasan por
desagradables, amargos, crueles y severos sentimientos que asaltan sus almas y sus cuerpos,
son aún incapaces del estado de “hombre desarrollado,” de conocimiento, visión e
iluminación. Justo como un hombre que necesita un fuego, está buscando uno, fuera y se
parara en agua, frotara un frutara un pedazo de madera mojado con un pedazo de madera
lleno de savia.1 Él no podría sacar un destello ni producir una llama. De la misma forma todos
los reclusos y brāhmanes que viven con sus cuerpos alejados de los placeres sensuales, pero
no sus mentes, y cuyos pensamientos de ellos, sus cariños por ellos, su deseo ferviente por
ellos y su unión a ellos no ha sido superada, aunque pasan por desagradables, crueles,
amargos y severos sentimientos que asaltan sus almas y sus cuerpos, son incapaces del estado
de “hombre desarrollado” de conocimiento, visión e iluminación.
Esto entonces, era la segunda similitud que fue revelada a mí cuando me quedé en el Monte
Gayāśīrṣa, que no había escuchado en vidas pasadas, que, de hecho, no se había escuchado
antes, que era desconocida para mí, y era, de hecho, desconocida antes.
El pensamiento vino a mí, monjes, que todos los dignos reclusos y brāhmanes que viven con
su cuerpo y mente alejadas de los placeres sensuales, y cuyos pensamientos hacia ellos, su
cariño hacia ellos, su deseo ferviente por ellos y su unión a ellos se ha superado, y que han
pasado desagradables, amargos, crueles y severos sentimientos que asaltan sus almas y sus
cuerpos, son capaces del estado de “hombre desarrollado,” en conocimiento, visión e
iluminación. Justo como si un hombre que necesita fuego, que lo busca, fuera y parado en un
piso seco, frotara un pedazo de madera seco con un pedazo de madera sin savia. Sería capaz
de sacar un destello y producir una llama. Es así el caso de esos dignos reclusos y brāhmanes
que viven con sus cuerpos y mentes alejados de los placeres sensuales, y cuyos pensamientos
de ellos, su cariño por ellos, su deseo ferviente por ellos y su unión con ellos ha sido superada.
Aunque pasan desagradables, amargos, crueles y severos sentimientos que asaltan sus almas
y sus cuerpos, son capaces del estado de “hombre desarrollado,” de conocimiento, visión e
iluminación.
Estas entonces, monjes, eran las tres similitudes que fueron reveladas a mí cuando me
quedaba en el Monte Gayāśīrṣa, que no había escuchado en vidas pasadas, que, de hecho, no
se había escuchado antes, que era desconocido para mí y eran, de hecho, desconocidas antes.

1
Leyendo, como sugiere Senart, ārdraṃ kāṣṭhaṃ sasnehaṃ, acc, para ārdre, etc.
11

El pensamiento llegó a mí, monjes, “Debo vivir con mi cuerpo y mente alejado de los placeres
sensuales, y con mis pensamientos de ellos, mi cariño por ellos, mi deseo ferviente por ellos
y mi unión con ellos superada. Aunque pase por desagradables, amargos, crueles y severos
sentimientos que atormentan mi alma y mi cuerpo, seré capaz del estado de “hombre
desarrollado,” de conocimiento, visión e iluminación.”
Luego, monjes, con esto en mente, me retiré hacia Uruvilvā, 1 la villa de Senāpati,2 y la
alcancé. Ahí vi bosques que eran hermosos, retirados,3 aislado, lejos del tumulto, lejos de los
hombres y creciendo en soledad entre hermosos lagos. Alrededor había villas de pastores, no
tan lejos ni tan cerca, pero accesible; una extensión nivelada y el rio Nairañjanā4 con su agua
pura corriendo tranquila y clara entre hermosas orillas.
Cuando vi esto mi mente se volvió extremadamente calma y me dije a mi mismo, “He tenido
bastante fe,5 como soy un joven noble que ha salido para conseguir algo.6 Déjenme entonces,
aquí y ahora, hacer un poco de esfuerzo solo.”
Entonces, monjes, he retraído y frenado mi cuerpo y mente con pensamientos. Y como he
retraído y frenado mi cuerpo y mi mente con pensamiento, transpiración salió desde mis
axilas7 y me sentí caliente y ardiente. Desde mi cara y mis cejas la transpiración salió y me
sentí caliente y ardiendo. Igual que, monjes, cuando un hombre fuerte ha tomado un hombre
débil por el cuello y lo retrae y lo limita, así, monjes, como yo retuve mi cuerpo y mi mente
con pensamiento, la transpiración salió de mis axilas, cara y cejas y me sentí caliente y
ardiendo.
Luego, monjes, me dije a mi mismo, “Ahora practicaré la meditación de sostener la
respiración.8” Entonces, monjes, paré de inhalar y exhalar a través de mi boca y nariz. Y
cuando había parado de respirar por mi boca y nariz y gran y fuerte rugido se sintió en mis
oídos. Justo como la herrería de un herrero es soplada se siente un gran rugido, así, monjes,
cuando yo paré de respirar, sentí un gran rugido en mis oídos.
Luego monjes, me dije a mi mismo, “Practicaré ahora la meditación de sostener la respiración
a un grado aún más grande.” Entonces monjes, paré de inhalar y exhalar por la boca, nariz y
ambos oídos. Y cuando hube parado de inhalar y exhalar por la boca, nariz y ambos oídos,
los vientos se alzaron y pasaron por mi cráneo. Justo como cuando un carnicero y su aprendiz

1
Uruvelā en pali, una localidad en las orillas del Nerañjanā, en el vecindario del árbol bodhi en Buddhagayā.
2
Senāpatigrāma. En pali es Senānīnigāma “la ciuda de Senānī, el padre de Sujātā, el lugar es también
llamado Senāpatigrāma en Lal. Vist. 311 (248).
3
Prānta, “borde,” “margen” en pali (= panta) significa “distante,” “remoto,” etc. P.E.D. Cita Mhvu. 3. 200.
4
El nombre pali era Nerañjarā.
5
Es decir, en las doctrinas de otros maestros como Ārāḍa y Udraka.
6
Prahāṇa, BSk. con el mismo significadao como en pali padhāna (< para-dhā), pero respecto a ser de para-
hṛi, pero inmediatamente después es el cognado acusativo con praharati, en la frase equivalente a pali
padhānaṃ padahati.
7
Kacchā, en pali = Sk. kakṣā.
8
Āsphānaka (sc. Dhyāna), en pali jhāna appānaka (comparar con M. 1. 242). El P.E.D. escribe el pali
appāṇaka, que deriva de a-prāṇa-ka “sin aire” pero en vista de la forma BSk. cuestiona si es que la forma
pali no debiera ser tomada como a-prāṇaka.
LA GRAN RENUNCIA
12

con un hacha afilada abren, perforan y penetran el cráneo de una vaca, de la misma forma,
monjes, cuando yo había parado de respirar por mi boca, nariz y ambos oídos, los vientos se
alzaron y sacudieron1 mi cráneo.
Luego, monjes, me dije a mi mismo,2 “Hay gente aquí que, prescribiendo lo que es puro,
hacen sus comidas de dátiles y de corteza; beben agua en la que los dátiles han sido hervido
y viven de estas y otras cosas hechas con dátiles. Ahora, tomaré un solo dátil3 para mi cena.”
Entonces monjes, tomé un solo dátil para mi cena. Luego este cuerpo mío se volvió
extremadamente delgado. Como las coyunturas de las enredaderas4 se convirtieron mis
extremidades. Mis glúteos5se parecían a los de las cabras o a las pezuñas de un búfalo. Igual
como en un establo ruinoso las vigas de adentro6 en ambos lados están descubiertas7 y están
expuestas y reveladas, así mis demacradas costillas están expuestas y reveladas. Como las
trenzas en el cabello8 que se curvan hacia un lado y hacia otro, era mi columna vertebral,
curvándose hacia un lado y hacia el otro. Igual que cuando en el último mes del verano las
estrellas que se reflejan muy abajo, profundo en el agua de un pozo parecen tenues a la vista,
así mis ojos, enterrados muy atrás en mis cuencas, podían ser vistos con dificultad. Igual que
cuando una calabaza otoñal que se arranca cuando está verde se marchita, se seca y se encoge,
así mi cuero se marchitó, se secó y se encogió. Trataría, monjes, de tomar el frente de mi
cuerpo, pero sería mi espalda la que estaría tomando. Trataría, monjes, de pararme derechos,

1
Samūhensu que Senart toma como sam-ūh- “reunir.” Sin embargo, esto no tiene un buen sentido aquí.
Este verbo debe ser enmendado a samūhanensu y analizado como samūhanati = Pali para ud-han
“deformar,” “agitar,” que es el verbo correspondiente al contexto en M. 1. 243.
2
Comparar con M. 1. 80 y 246.
3
Kolakamadvitīyaṃ - “un dátil sin repetición”
4
Kālaparvāṇi. Kāla aquí se refiere a kālavallī, “un tipo de enredadera” (Vism. 36, 183). En pp. 126 y 129, en a
la misma similitud, aśītakaparvāṇi y aśītaparvāṇi, son usados respectivamente; aśīta(ka) siendo el nombre
de la enredadera. La analogía en pali (M. 1. 8’, 245) se lee āsītikapabbāni vā kālāpabbāni vā, que MA. (es
decir, Papañcasūdanī, 2. 49) explica así: yathā āsītika valliyā va kāḷavaliyā vā, es decir, como la enredadera
āsītika y la enredadera kāla. Lord Chalmers (Further Dial. 1. 56), por lo tanto, expresa más de lo que se dice
explícitamente en el texto, cuando traduce “como coyunturas de las enredaderas.” En p. 231 de nuestro
texto, las extremidades del Bodhisattva son comparadas con la kālāśītaka, donde los nombres de dos
enredaderas parecer componer uno. Comparar con Lal. Vist. 319, 321 kālāśītaka.
5
Senart escribe parśukā, “costillas,” pero las describe como “une correction assez désesperée.” Es mejor
leer āniśadaṃ que puede ser provisto por anuśīdana en uno de los MS. M. 1. 80 tiene ānisadaṃ.
6
Gopānasīye antarāṇi. Si esta lectura es correcta las palabras solo pueden significar “lo que está dentro de
la viga,” pero el punto es que las vigas en sí mismas eran como las costillas, visibles. En p. 127 tenemos
gopānasīantarāṇi, pero, quizás, la mejor lectura sería gopānasīyo antarāṇi, con las dos palabras seria “las
vigas, las cosas adentro.”
7
Vivaṭa. Comparar con el Pali vivaṭa = vivṛita, “descubiertas.” El sánscrito regular vivṛita es usado en la
misma oración del descubierto, “ruinoso” establo, pero en los pasajes repetitivos en pp. 127, 128 y 129 la
forma usada es vivata. En p. 125 la condición de las costillas es descrita como vibaddha, traducido a
“demacrado.” En otros pasajes el estado de las vigas, establo y costillas es descrito indiferentemente por
vivaṭa, pero “demacrado” se mantiene a través de la traducción para describir a las costillas.
8
Vaṭṭanavenī. El pali correspondiente (M. 1. 80) tiene vaṭṭanā-vaḷī. Vaṭṭanā se encuentra solo en este
compuesto, que significa “una línea o cadena de bolas.” Pero la forma pali no es segura cuando se
encuentra. (Ver P.E.D. para referencias.) Quizás la forma del Mhvu. es más correcta, vaṭṭana (= vṛittana)
siendo simplemente “volteándose” y definido por unnatāvanatā, “arriba y abajo,” “de esta forma y de
aquella.”
13

pero inmediatamente me caería hacia adelante. Luego, monjes, habiéndome, después de un


vano intento1, parado bien y apropiadamente, rozaría mis extremidades con mi mano. Pero
luego los pelos de mi cuerpo, podridos en su raíz, se cayeron.2
Todo esto se supo3 en las provincias y aldeas, y mujeres y hombres hablaron sobre esto,
diciendo que el recluso Gotama era negro, diciendo que era café oscuro, y diciendo que tenía
el amarillento color de un madgura.4 Así de arruinada por mi austera abstinencia estaba la
habitual brillante y pura complexión de mi cuerpo.
Luego monjes, me dije a mi mismo, “Hay algunos dignos reclusos 5 y brāhmanes que
prescriben la pureza en una dieta de arroz. Se alimentan de arroz, beben agua de arroz y
sobreviven de varias cosas hechas de arroz. Ahora solo comeré un solo grano de arroz.”
Y, monjes, mientras yo me alimentaba solo de un grano de arroz, este cuerpo mío se volvió
extremadamente delgado. Como las coyunturas de las enredaderas6 se volvieron mis
extremidades, grandes o pequeñas. Igual que como en un establo arruinado las vigas de
adentro están en ambos lados descubiertas y están ahí reveladas y expuestas, así mis
demacradas costillas están reveladas y descubiertas. Los costados de mis glúteos se volvieron
extremadamente duros, como los de una cabra o las pezuñas de un búfalo. Como la trenza
del cabello, que se curva hacia un lado y al otro, era mi columna vertebral. Como en el último
mes del verano las estrellas que se muy adentro en el agua de un pozo parecen tenues a la
vista, así mis ojos, enterrados muy adentro en sus cuencas, podían con dificultad ser vistos.
Igual que como una calabaza otoñal es sacada cuando está verde y se marchita, se seca y se
encoge, así mi cuero se marchitó, se secó y se encogió. Trataría, monjes, de pararme derecho
e inmediatamente me caería hacia adelante. Luego, monjes, habiéndome esforzado en vano
bien y apropiadamente, rozaría mis extremidades con mi mano. Pero luego los pelos de mi
cuero, podridos en la raíz, se cayeron.
Todo esto se supo7 en las villas de los pastores, y mujeres y hombres hablaban de eso,
diciendo que el recluso Gotama era negro, diciendo que era café oscuro, y diciendo que tenía
el amarillento color de un madgura. Así de arruinada por mi austera abstinencia estaba la
habitual brillante y pura complexión de mi cuerpo.
Luego, monjes, me dije a mi mismo, “Hay algunos dignos reclusos y brāhmanes que
prescriben la pureza en una dieta de sésamo. Comen sésamo y beben agua en la que el sésamo
fue hervido y sobreviven con varias preparaciones basadas en sésamo. Ahora mi dieta será
una sola semilla de sésamo.”

1
Abhisaṃskāreṇa.
2
Śīryensu, pasivo de sṛī.
3
El texto tiene jitaṃ. Sic parar jñātaṃ. En página 127 la lectura variante es jinaṃ.
4
“Una especie de pez,” “una especie de siluro.” El término correspondiente en M. 1. 246 es mangura que
puede ser una forma de mangula, “tragar.” (Ver P.E.D.) Lord Chalmers traduce “moreno como un pez.”
5
Comprar con M. 1. 80.
6
7
Jitam, de nuevo. Ver n. 3.
LA GRAN RENUNCIA
14

Luego monjes, mientras vivía de una sola semilla de sésamo este cuerpo mío se volvió
extremadamente delgado. Como las coyunturas negras y marchitas de las enredaderas se
volvieron mis extremidades, grandes y pequeñas. Mi mandíbula se puso como las de una
cabra o las pezuñas de un búfalo. Igual que las vigas de un establo ruinoso están en ambos
lados descubiertas y están expuestas y reveladas, así mis demacradas costillas estaban
reveladas y expuestas. Como las tranzas del cabello que se curvan hacia un lado y hacia el
otro, así era mi columna vertebral. Igual que como en el último mes del verano las estrellas
que se reflejaban muy adentro en el agua de un pozo parecen tenue a la vista, así mis ojos,
enterrados muy adentro en sus cuencas, podían ser vistos solo con dificultad. Igual que una
calabaza otoñal, cuando está verde es sacada y se marchita, se seca y se encoge, así mi cuero
se marchitó, se secó y se encogió. Trataría, monjes, de pararme derecho, e inmediatamente
me caería hacia adelante. Luego monjes, habiendo en vano hecho el esfuerzo de pararme bien
y apropiadamente, rozaría mis extremidades con mi mano. Pero los pelos de mi cuerpo,
podridos en la raíz, se cayeron.
Ahora todo esto se supo1 en la villa de los pastores y mujeres y hombres hablaron sobre eso,
diciendo que el recluso Gotama era negro, diciendo que era café oscuro, diciendo que tenía
el amarillento color de un madgura. Así de arruinada por mi austera abstinencia estaba mi
habitual brillante y pura complexión.
Luego, monjes, me dije a mi mismo, “Hay algunos dignos reclusos y brāhmanes que
prescriben la pureza absteniéndose completamente de la comida. Ahora practicaré la
completa abstinencia de la comida.”
Y luego, monjes, mientras practicaba la completa abstinencia de comida mi cuerpo se volvió
extremadamente delgado. Mis extremidades, grandes y pequeñas, eran como las coyunturas
de una enredadera. Mi mandíbula se puso como las de una cabra o las pezuñas de un búfalo.
Igual que como en un establo ruinoso las vigas de adentro en ambos lados están descubiertas,
y están expuestas y reveladas, así mis demacradas costillas estaban expuestas y reveladas.
Como las trenzas del cabello que van hacia un lado y hacia el otro, era mi columna vertebral.
Igual que como en el último mes del verano las estrellas que se reflejan bien adentro en el
agua de un pozo parecen ser tenues a la vista, así mis ojos enterrados muy adentro en sus
cuencas eran difíciles de ver. Igual que como una calabaza otoñal que es sacada cuando está
verde se marchita, se seca y encoge, así mi cuero se marchitó, se secó y se encogió. Trataría,
monjes, de tomar la parte del frente de mi cuerpo, pero sería mi espalda la que estaría
tomando. Trataría, monjes, de pararme derecho, e inmediatamente me caería hacia adelante.
Y cuando, luego de un esfuerzo vano, me parara derecho y apropiadamente, rozaría mis
extremidades con mi mano. Pero luego, monjes, los pelos de mi cuerpo, podridos en su raíz,
se cayeron.
Ahora todo esto se supo2 en la villa de los pastores, y mujeres y hombres hablaban sobre esto,
diciendo que el recluso Gotama era negro, diciendo que era café oscuro, diciendo que tenía

1
Jitaṃ de nuevo. Ver nota más arriba p. 104 n. 3.
2
Jitaṃ de nuevo. Ver nota más arriba p. 104 n. 3.
15

el amarillento color de un madgura. Así de arruinada por mi austera abstinencia estaba mi


habitual brillante y pura complexión.
Luego, monjes, me dije a mi mismo, “Aquellos dignos reclusos y brāhmanes que pasan por
desagradables, amargos, crueles y severos sentimientos que asaltan sus almas y sus cuerpos
lo hacen para ganar la perfección, pero no la alcanzan. Aquellos dignos reclusos y brāhmanes
que han pasado, igual que como los que actualmente pasan, desagradables, amargos, crueles
y severos sentimientos que asaltan sus almas y sus cuerpos, lo han hecho, y lo hacen, para
ganar la perfección, pero no la han alcanzado.
“Ni yo, tampoco, con toda la práctica de las austeridades estoy consciente del estado de
“hombre desarrollado,” que le permite a uno darse cuenta del distintivo logro1 del
conocimiento y visión de un verdadero Āryan. Este no es el camino a la iluminación. Pero
ahora recuerdo, hace mucho tiempo, antes de que siguiera la vida religiosa, estaba sentado
con las piernas cruzadas en el suelo, en el jardín de mi Śākyano padre en la fría sombra de
un árbol de manzanas. Ahí entré y viví en la primera meditación2, que es alejada de los deseos
sensuales y de estados de mentes malvados y pecaminosos, en cambio, es acompañado por
un pensamiento aplicado y sustentado, nace de la soledad y está lleno de entusiasmo y
facilidad. Me pregunto, ¿podría ese ser el camino a la iluminación?”
Y, monjes, mientras me estaba dejando llevar por la memoria,3 vino a mí por la convicción
de que ese era el camino a la iluminación. Pero este camino no podía ser alcanzado si mi
cuerpo estaba demacrado, débil, adolorido y sin comida. Así que me dije a mi mismo, “Ahora
comeré una buena comida [de arroz y leche cuajada”]4.
[En ese tiempo algunos devas estaban5] en una visita6 a mí [y dijeron] “Puedes vivir en
completa consciencia a pesar de este difícil esfuerzo,7 por que haremos que absorbas fuerza
divina por los poros de tu cabello.”
Luego, monjes, me dije a mí mismo, “Ahora he aprobado la completa abstención de la
comida, y mujeres y hombres en las villas de los pastores piensan que el recluso Gotama es
un abstemio. Y aún así estos devas, aunque ellos mismos son devotos a la austeridad,8
infundirían fuerza divina en mí por los poros de mi cabello.” Entonces sería culpable de una
mentira deliberada. Y como, monjes, yo aborrezco la mentira deliberada, decidí que debería

1
Viśeṣādhigama, en pali visesādhigama.
2
Dyāna, en pali jhāna.
3
El texto lee tasya me bhikṣavo vasato tadanusāri vijñānaṃ. Senart no es capaz de darle sentido a vasato;
pero la frase completa podría probablemente ser corregida por la analogía de la frase pali en M. 1. 246,
tassa mayham satānusāri. Leer, entonces, tasya me bhikṣavo eva smṛitasya tadanusāri vijñānaṃ, “mientras
estaba así en conciencia plena, el conocimiento siguió.” Es fácil ver como vasato podría salir del original eva
satassa (pali de smṛitasya).
4
Laguna en el texto, pero odanakulmāṣa provisto por M. 1. 247, odanakummāsaṃ.
5
Laguna en el texto, pero devatā honti evaṃāhaṃsu puede ser provisto por el texto que sigue.
6
Praticāra, en pali paṭicāra, pero, Senart lo imprime con un signo de pregunta.
7
Lūha, “áspero,” “duro,” austero, etc., + prahāna = pali padhāna. Ver nota arriba, p. 63
8
Lūhādhimuktā lūhabhiprasannā.
LA GRAN RENUNCIA
16

evitarla, odiándola como lo hacía, y que rechazaría a aquellos devas, y tomaría una fuerte
comida de lo que me gustaba.
Y así, monjes, hice una comida de sopa de porotos, legumbres1 y guisantes. Luego, después
de que había ganado gradualmente el poder y fuerza de cuerpo, recibí una dulce leche de
arroz de Sujātā,2 la hija de un capataz de la villa, y en la noche, hacia el amanecer, 3 me
encaminé al rio Nirañjanā. Cuando hube enfriado mis extremidades en el río Nairañjanā fui
a Svastika Yāvasika.4 Le pedí un puñado de pasto, y luego seguí hasta el árbol bodhi. Frente
al árbol bodhi me hice un sillón con un poco de paja encima, y luego caminé alrededor del
árbol bodhi tres veces, manteniéndolo a mí derecha. Luego me senté con las piernas cruzadas,
mirando hacia el este, sosteniendo mi cuerpo derecho frente a él, 5 y comencé la consciencia
plena frente a mí.6
Así, monjes, entré y viví en la primera meditación, que está alejada de los placeres sensuales
y de estados mentales pecaminosos o malvados, en cambio, está acompañada por el
pensamiento aplicado y sostenido, nace de la soledad y está lleno de entusiasmo y facilidad.
A través de la eliminación del pensamiento aplicado y sostenido, por la tranquilidad interior,
y al fijar la mente en un punto, entré y viví la segunda meditación, que está libre de
pensamiento aplicado y sostenido, y nace de la concentración y está lleno de entusiasmo y
facilidad. Volviéndome indiferente a la pasión del entusiasmo residí consciente y auto
poseído, experimentando en mi cuerpo la facilidad de la cual los Āryans dicen, “Él que es
indiferente y consciente vive con facilidad.” Así entre y viví la tercera meditación. Alejando
la comodidad, alejando la enfermedad, pasando por los sentimientos de satisfacción y
malestar que estaba habituado a sentir, entré en y viví la cuarta meditación, es la pureza más
grande de ecuanimidad y consciencia y que está alejada de la comodidad y la enfermedad.
Luego, monjes, con mi corazón así compuesto [purificado, limpio,7 sin manchas, libre de
lujuria, suave, listo para actuar, firme e imperturbable, yo, en la primera guardia de la noche
puse y apliqué mi mente en el logro de la visión del ojo deva.] Con mi ojo deva, con mejor
visión que el rango de visión humano, miré a seres que se morían y volvían a vivir, seres
hermosos y feos, seres afortunados y desafortunados, seres altos y bajos. Reconocí como les

1
Kulaccha = kulattha. Senart compara icchatva para itthatva en Vol. 1, p. 53 (texto).
2
En los textos pali es la hija de Senānī, un terrateniente de la villa de Senāni, cerca de Uruvelā. En la
tradición pali (J. 1. 68.) de dice que ella le llevó la ofrenda a Gotama pensando que él era el dios de la
higuera de Bengala, a quien ella le había prometido leche de arroz a cambio del nacimiento de un hijo.
3
Nāganandīkālasamaya. Aunque es difícil de explicar, nāganandī como epíteto de noche debe significar
algo similar a nandīmukhī (en pali id.), que ya hemos encontrado en Vol. 1, p. 229 (texto), y que ocurre
nuevamente más abajo en pp. 133, 264 (texto).
4
El Sotthiya de J. 1. 70. Ver D.P.N. para más referencias.
5
Purimaṃ kāyam paraṇidhāya, es decir, ante el árbol (purimam).
6
Pratimukhāṃ smṛitiṃupasthāpayitvā = pali parimukhaṃ satiṃ upaṭṭhapetvā. Ver ej. S. 1. 170; M. 3. 89;
Manual of a Mystic, 1, y Vbh. 252. El último dice que la frase significar poner la consciencia plena (sati) ya
sea en la punta de la nariz o en la imagen de la boca (nāsīkāgge vā mukhanimitte vā), y la Srta. I. B. Horner,
en una nota al traductor, sugiere que significa entrecerrando los ojos con la visión hacia la punta de la nariz,
lo que restringiría el campo de visión.
7
El pasaje en paréntesis representa una laguna en el texto, pero la traducción es provista de la repetición
más arriba, y pasajes paralelos encontrados en otras partes.
17

iba a los seres de acuerdo a su karma. Aquí había seres que eran adictos a las malas conductas,
que se burlaban de los Āryans y tenían malas creencias. Y en retribución al karma de la
creencia incorrecta, por esa causa y esa razón, renacían, luego de la separación del cuerpo en
la muerte, en infiernos, en estado de angustia, miseria y desolación. Aquí, nuevamente, había
seres dados a la buena conducta en acción y pensamiento, que no se burlaban de los Āryans,
y que tenían buenas creencias. Y estos, de acuerdo al karma de la buena creencia, por esa
causa y razón, luego de la separación del cuerpo en la muerte, renacían en un estado de
felicidad en el cielo entre los devas.
Luego, monjes, con el corazón así compuesto, purificado, limpio, sin mancha, libre de lujuria,
suave, listo para actuar, firme e imperturbable, yo, en la segunda guardia de la noche, puse y
apliqué mi mente al conocimiento y discernimiento de recolectar mis vidas pasadas. Recordé
mis muchas vidas en el pasado, por ejemplo, un nacimiento, dos nacimientos, tres, cuatro,
cinco, diez, treinta, cuarenta, cincuenta, cien y mil; recordé un kalpa de la evolución del
mundo,1 muchos kalpa de su disolución,2 y muchos kalpa tanto de evolución como
disolución. Ahí, tal y tal era mi nombre, tal y tal mi clan, mi familia, mi dieta, el término de
mi vida, las alegrías y penas que experimenté. Luego pasé esa vida y renací en tal y tal lugar.
De ahí pasé y renací en este mundo. Así recordé mis vidas en el pasado con todos los detalles
y características.
Luego, monjes, con mi corazón así compuesto, purificado, limpio, sin mancha, libre de
lujuria, suave, listo para actuar, firme e imperturbable, yo, en la última guardia de la noche,
hacia el amanecer,3 despierto por la visión que vino en un pensamiento, un hombre elefante,
un hombre león, un hombre toro, un hombre terrible, un hombre destacado, un hombre loto,
un hombre de loto blanco, un verdadero hombre, un super hombre, un incomparable domador
de hombres, un hombre de buena conducta, un hombre consciente, un hombre inteligente, un
hombre firme, un hombre de luz, tiene que siempre y en todas partes conocer, alcanzar y
comprender perfectamente, la insuperable y perfecta iluminación.
Así habló el Exaltado, y los emocionados monjes se regocijaron por lo que dijo.

1
Saṃvartakalpa.
2
Vivartakalpa. Ibid.
3
Nandīmukhāyāṃ rajnyāṃ
5

LOS SUEÑOS DE ŚUDDHODANA Y OTROS

Ahora Śuddhodana tuvo un sueño: -


Mi hijo, en un sueño vi a un elefante emergiendo de una tina de piedras preciosas,
todas cubiertas en una red de joyas. En el medio de la ciudad mantenía su curso, y
luego, temblando corrió fuera de la ciudad en la noche.
Y cuando vi esto en mi sueño me dio mucha risa, y sollozo también. Mi cuerpo tembló
y estaba perturbado por tormentos y fiebres internas. Me pregunté ¿Qué puede pasar
hacia el día?
Luego los Guardianes del Mundo le dijeron al jefe de los hombres, “No temas, Oh
rey, deberías estar alegre. Ven, escucha el verdadero significado de tus sueños.
Significa que alguien se está levantando que traerá el despertar a las grandes
multitudes.
“Él, el poseedor de gran virtud, renunciado a su reino, con sus cuatro compañeras
mujeres1 y su gran grupo de gente, desatento a sus poderes, indudablemente se irá
de la hermosa ciudad. Que esto se dé a conocer.
“Por su ida será atacado por muchas formas de enfermedad. Ese es el verdadero
significado de la risa en tu sueño. Respecto al llanto en tu sueño, significa que la
interminable alegría será de ellos que escuchan al Conquistador, los vencedores de
los enemigos.
Su tía, también, tuvo un sueño: -
Su tía dijo, “mi niño, que es hermoso como una masa de oro, en mi sueño vi a un
noble toro, blanco, con una hermosa joroba,2con un cuerno extra3, cuyos
movimientos expresaban amor, y era de cuerpo muy delgado.
“El toro bramaba muy dulcemente, y salió de Kapilavastu, tomando el camino en el
que su corazón estaba inclinado. No hay nadie que pueda superar su bramido cual
el brame- el noble toro es como un montón de flores.”
Los señores de los devas dijeron al penoso rey,4 “No llores, tú cuyo cariño le da
alegría a la casa de Śākya. Te diré la verdad sin astucia. Emociónate con la felicidad
que nace de la alegría.

1
Dutiyā, pali para Sk. Dvitīyā. Comparar con V. 4, 225, 230, 270, 297, 315. Senart añade que la palabra tiene
el mismo sentido en varias inscripciones en las partes al oeste de India.
2
Leyendo kakudha (en pali = Sk. Kakuda, “joroba de un toro indio”) para kukubha del texto. Un MS. tiene
kakuda.
3
Atiriktaśṛinga, comparar con atiriktānga, “con una extremidad, dedo o dedo del pie redundante.”
4
Los devas le hablan al rey (rudantaṃ- masc.).
LOS SUEÑOS DE ŚUDDHODANA Y OTROS
6

“Oh, valiente rey, él que tiene una conducta excelentemente pura, repleta con
bondad,1inteligente en sus formas,2 y devoto, un noble hombre león que renuncia a
su pueblo y que deja su ciudad, desea el estado de un hombre toro.
“Él, el gran sabio de clara visión, apunta a los inmortales un inmovible, seguro e
incomparable nirvana. Cuando escuchan el rugido de un hombre león, una
muchedumbre de incrédulos avanzarán en su dirección.”
Yaśodharā, también, tuvo un sueño: -
Luego la madre de Rāhula, con su corazón atrapado en una pasión que era más
grande que la amistad, dijo, “Mi señor, escucha como yo, también, vi una hermosa
visión hoy, y espero que su realización también sea para mí.
“Porque, Oh señor de los hombres, en un momento una nube cubrió completamente
el palacio de Śuddhodana, y un destello de un rayo acompañado por un trueno y una
lluvia incesante, repetidamente encendió los tres mundos.
“La nube, sosteniendo un océano de agua, con un suave sonido, botando lluvia que
era fría e incomparablemente pura y clara, cayó, aunque era verano.3 Y
Sahāmpatīka4 también se sintió muy alegre.
Luego vino Brahmā y le dijo a la madre de Rāhula, “Escucha, no te desanimes. Este
sueño significativo presagia el cumplimiento de tu deseo. Rápido, recupera tu
alegría.
“Este hijo con hermosos ojos de Śuddhodana, como una nube de lluvia en los tres
mundos, le dará alivio a aquellos que están secos por los grandes fuegos de pasión,
trayendo el inmovible dharma, y una compasión sin comparación.”
El Bodhisattva, también, tuvo cinco grandes sueños, que él interpretó a los monjes en Śrāvastī
luego de que hubo alcanzado la suprema iluminación.
Monjes, dijo, antes de que el Tathāgata se hubiera despertado a la completa iluminación vio
cinco grandes visiones en sus sueños. ¿Cuáles cinco? Monjes, antes de que el Tathāgata había
despertado a la completa iluminación soló que esta gran tierra era una grande y vasta cama
para él. Sumeru, monarca de las montañas, era su almohada. Su brazo izquierdo descansaba
en el océano este, el derecho en el oeste, y las plantas de sus dos pies en el sur. Esto, monjes,
fue la primera gran visión que Tathāgata vio antes de que hubiera despertado a la iluminación.

1
Leyendo śuddhacaraṇo kuśalipeto, nom., para °caranaṃ °upetaṃ del texto.
2
Leyendo gatimatimān para °matinān (sic) del texto.
3
Leyendo samaye nidāghe para śayane nidāghaṃ del texto.
4
Comparar con Sahāmpati, p. 60, n. 9. Pero la alusión no es para nada obvia. Quizás deberíamos leer
mahāpratāpo, aludiendo a la naturaleza ‘seca’ de la tierra antes de la lluvia.
7

Cuando el Tathāgata, monjes, antes de que despertara a la iluminación, soló que el pasto
llamado kśīrikā1 brotaba de su ombligo y subía al cielo. Esta, monjes, fue la segunda gran
visión que el Tathāgata vio antes de que hubiera despertado a la iluminación.
Cuando el Tathāgata, monjes, no había despertado a la iluminación aún, soñó que las criaturas
rojizas con cabezas negras se pararon cubriéndolo con las suelas de sus pies. Esa, monjes,
fue la tercera gran visión que el Tathāgata vio antes de que hubiera despertado a la
iluminación.
Cuando el Tathāgata, monjes, no había despertado a la iluminación aún, soñó que cuatro
buitres de diferentes colores vinieron volando por el aire desde los cuatro cuatros, y había
besado las suelas de sus pies se fue todo blanco.
Esta, monjes, fue la cuarta gran visión que el Tathāgata vio antes de que hubiera despertado
a la iluminación.
Cuando el Tathāgata, monjes, no había despertado aún a la iluminación, soñó que caminaba
hacia adelante y hacia atrás sobre una gran montaña de excremento, sin ensuciarse. Esta,
monjes, fue la quinta gran visión que el Tathāgata vio antes de que hubiera despertado a la
iluminación.
Cuando el Tathāgata, monjes, aún no había despertado a la iluminación, soló que la gran
tierra era su cama. Sumeru, monarca de las montañas, era su almohada. Su brazo izquierdo
descansaba en el océano del este, y el derecho en el oeste, y las suelas de sus pies en el sur.
Ahora cuando el Tathāgata despertó a la perfecta iluminación, ahí su sueño se cumplió.
Luego, respecto a la visión del pasto llamado kṣīrikā que crecía de su ombligo y llegaba al
cielo, que el Tathāgata vio antes de que hubiera despertado a la iluminación. El Tathāgata,
monjes, con su conocimiento superior del mundo, del mundo más allá, del mundo deva, del
mundo de Māra, del mundo de Brahmā y de la raza de reclusos, brāhmanes, devas y hombres,
en el Parque Ciervo en Ṛiṣipatana en Benarés hizo rodar la incomparable rueda del dharma
y nunca fue rodada por ningún recluso, brāhman o deva, ni por Māra ni nadie más.
Nuevamente estaba él en el mundo con el dharma que consistía en las cuatro verdades Aryan,
la verdad Aryan de la enfermedad, la verdad Aryan del origen de la enfermedad, la verdad
Aryan sobre la cesación de la enfermedad y la verdad Aryan sobre el camino que lleva a la
cesación de la enfermedad.
Y monjes, cuando los devas de la tierra escucharon la proclamación de tal dharma por el
Tathāgata elevaron un grito, diciéndose el uno al otro, “Amigos, el Exaltado, en el Parque
Ciervo en Ṛiṣipatana en Benarés, había hecho rodar la incomparable rueda del dharma que
nunca había sido rodada por ningún recluso, brāhman, deva ni por Brahmā, Māra o nadie
más. Una vez más es él en el mundo con el dharma de lo que la maldad es, el origen de la
maldad, la cesación de la maldad, y el camino que lleva a la cesación de la maldad. Este

1
Evidentemente un pasto con una savia lechosa.
LOS SUEÑOS DE ŚUDDHODANA Y OTROS
8

significará que el bienestar y la felicidad de la multitud, compasión por el mundo, el bien de


la multitud y el bienestar y la felicidad de devas y hombres.”
Cuando escucharon el grito de los devas de la tierra, los devas de las regiones entre el cielo
y la tierra, los Cuatro devas Reales, los Treinta y Tres devas, los devas Yāma, los devas
Tuṣita, los devas Nirmāṇarati y los devas Paranirmittavaśavartin1, todos instantáneamente
elevaron un grito que llegó al mundo de Brahmā, diciéndose el uno al otro, “Amigo, en el
Parque Ciervo en Ṛiṣipatana en Benarés, el Exaltado hizo rodar la incomparable rueda del
dharma, y no había sido rodada por ningún recluso, brāhman, deva ni por Māra ni nadie más.
Nuevamente, es él en el mundo con el dharma de lo que es la enfermedad, el origen de la
enfermedad, la cesación de la enfermedad y el camino que lleva a la cesación de la
enfermedad.” Este era el cumplimiento de la gran visión.
Respeto, monjes, a la visión vista por el Tathāgata antes de que hubiera despertado a la
iluminación, entre criaturas rojizas con cabezas negras se pararon cubriéndolo desde las
suelas de sus pies hasta sus rodillas. Ahora, monjes, hay un gran grupo de personas que han
hecho actos de servicios al Tathāgata, y estos en la disolución del cuerpo en la muerte,
renacerá feliz, en el cielo entre los devas. Este es el cumplimiento de la visión.
Con respecto a la visión, monjes, vista por el Tathāgata antes de que se hubiera despertado a
la iluminación, vinieron cuatro buitres de diferentes colores volando por el aire desde los
cuatro cuartos, y habiendo besado la suela de los pies del Tathāgata, se fueron todos blancos,
esos cuatro colores, monjes, correspondían a las cuatro castas. ¿Cuáles cuatro? Kṣatriyas,
brāhmanes, vaiśyas y śūdras. Aquellos que vivían la vida sagrada firmemente2 bajo3 el
Tathāgata logran la liberación del corazón y emancipación a través de la sabiduría. Este es el
cumplimiento de una gran visión.
Respecto a la visión vista por el Tathāgata antes de que hubiera despertado a la iluminación,
donde él caminaba hacia adelante y hacia atrás en una montaña de excremento sin ensuciarse.
Ahora el Tathāgata mientras se queda en el este es honrado, reverenciado, estimado,
admirado y respetado. El recibe los requisitos de túnica, cuenco de limosnas, cama, asiento
y medicinas para usar en la enfermedad. Es libre de ataduras 4 y encaprichamiento5, y su
corazón está sin manchas. Mientras se queda en el sur el Tathāgata también es honrado,
reverenciado, estimado, alabado y respetado. El recibe los requisitos de túnicas, cuenco de
limosnas, cama, asiento y medicinas para usar en la enfermedad. Esta libre de ataduras y
encaprichamiento, y su corazón está sin manchas. Mientras el Tathāgata se queda en el oeste
también es honrado, reverenciado, estimado, alabado y respetado. recibe los requisitos de

1
Comparar con V. 3. 18 sgtes.
2
Akopya, en pali akuppa, a + gerundio de kup.
3
Literalmente “en el Tathāgata,” simplemente, Tathāgatae.
4
Anadhyavasita, comparar con el pali ajj hosita.
5
Anadhimūrchita (v.l. °mūcchita), comparar con pali adhimuccita y adhimucchita, “ya sea adhi + muc o
mūrch; sería más probable conectarlo con el anterior, comparar con adhimuccati y considera todos los vv.ll.
°mucchita como en falso, pero en vista de los muchos pasajes tenemos que asumir una analogía regular de
°mucchitā, comparar con mucchati, y también J.P.T.S. 1186, 109” (P.E.D.). La forma en nuestro texto parece
confirmar esta suposición.
9

túnicas, cuenco de limosnas, cama, asiento y medicinas para usar en la enfermedad. Está libre
de ataduras y encaprichamiento, y su corazón está sin manchas. Mientras el Tathāgata se
queda en el norte, también es honrado, reverenciado, estimado, alabado y respetado. Recibe
los requisitos de túnicas, cuenco de limosnas, cama, asiento y medicinas para usar en la
enfermedad. Esta libre de ataduras y encaprichamiento, y su corazón está sin manchas.
Ese, monjes, es el cumplimiento de la gran visión que el Tathāgata vio antes de que hubiera
despertado a la iluminación.
Así habló el Exaltado, y los emocionados monjes se regocijaron por lo que él dijo.
Aquí termina las cinco visiones de Śuddhodana.1

LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO2


Ahora este pensamiento se le ocurrió al Bodhisattva: “Es difícil para mí vivir la vida sagrada
que es completamente brillante,3 sin culpa, pura y limpia, mientras viva en mi casa. Ahora
me iré de mi casa a la vida sin hogar.”
Entonces el Bodhisattva le dijo al rey que iba a seguir la vida religiosa. El rey respondió: -
Por favor no lo hagas, mi hermoso y encantador hijo. Sufriría una gran pena si me
encontrara desprovisto de ti.
Tanto tu madre como yo nos moriríamos. ¿Qué especie de dicha especial es la que
por su bienestar me dejarías y a tu gente y a tu reino?
Porque todas las regiones4 parecen salvajes5, todos los seres caminan por la tierra
que está ahora fría, caliente e infestada con tábanos y mosquitos. Estarán asustados6
en los terribles bosques donde hay bestias salvajes que matan y los terribles gritos
de los chacales.

1
Sic.
2
Es decir, otro relato.
3
Leyendo śankhalikhita para saṃlikhita, ver más arriba, p. 114, n. 3.
4
Es decir, a las que vas.
5
Paryākulā mi diśatā pratibhānti sarve, donde mi es inteligible. ¿Es un error de hi, “para”?
6
Traso. O leer trāso “(hay) terror.” Dos MSS. tienen trosau y trāsau, respectivamente.
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
10

Mientras tanto, con el pensamiento de alcanzar la liberación constantemente en su


cabeza,1 vive la vida que tu padre vivió, mi hijo, y debes estar contento, mientras yo
viva o mientras ella vida, tu madre, vivirá. Porque viéndote2irte, seguramente moriré.
El rey entonces mandó un mensaje a quinientos reyes, diciendo, “Vengan, el príncipe está
ansioso para irse de casa.” Ellos vinieron y de muchas formas le imploraron al príncipe que
no dejara la casa.
Pero El Bodhisattva le dijo al rey, su padre, y a los otros reyes. “Si su majestad me diera una
garantía3 de cuatro puntos, le prometo, señor, que no dejaré esta hermosa ciudad.” El rey
respondió, “Te aseguraré en los cuatro puntos. Rápidamente dime cuales son, o pronto la
vida dejará mi cuerpo.”
El príncipe dijo: -
“Ahora estoy en mi juventud; que la vejez nunca llegue a mí. Ahora tengo salud; que
la enfermedad nunca llegue a mí.
“Ahora estoy en mi vida; que la muerte nunca llegue a mí. Ahora tengo gran
prosperidad; que la adversidad nunca llegue a mí.”
Luego los grupos de devas dijeron “¡Bravo! ¡bravo! Gran Ser, saluden al
incomparable Hombre.”
La compañía Brahmā estaba completamente emocionada, llena de alegría y felices
por sus palabras elocuentes.
Pero el Rey Śuddhodana, lleno de pena4 y con sus ojos llenos de lágrimas, le dijo al
Bodhisattva: -
“Mi hijo, tu sabes por que esto no es posible. La vejez, la enfermedad, la muerte y la
mala suerte no existen en mi provincia.”
El príncipe dijo: -
“Bueno, entonces que su majestad me asegure tres puntos. Solo así no nos
separaremos.”
El rey respondió: -

1
Nityāntareṇa manasā kṛitamokṣabuddhi: La primera palabra es difícil, pero Senart dice que la lectura
parece real. Él, sin embargo, toma nitya “permanente” como equivalente de nirvāṇa y antara parecido a
“obstáculo,” y lo traduce a “appliquant a l’idée de la deélivrance ton esprit (jusqu’ a présent) tenu a l’écart
du nirvāṇa.” Esto esta un poco tenso, y parece más simple mantener el sentido literal de nitya y antareṇa.
2
Niśāmya, “observando,” en pali nisamma.
3
Pratibhuko bhavati, “fuera una seguridad.” Más abajo en la misma página tenemos la forma regular de
pratibhū.
4
Duhkhaśalya. Comparar con el uso de salla en pali. Ver P.E.D. donde la referencia se hace a las siete
picaduras enumeradas en Nd. 59, rāgasalla, dosa°, moha°, māna°, diṭṭhi°, soka° y kathankathā°.
11

“Te doy, hijo mío, garantía1 en esos puntos. Por lo tanto, deja de lado el deseo en tu
corazón y quédate con él que te habla.”2
El príncipe dijo: -
“Déjame tener los modos de los placeres sensuales3que son disfrutados por los
devas; que sean siempre agradables, y permanentemente gentiles. Asegúramelo.
“Que las Apsarás, usando tobilleras finas, adornos y joyas, cantan en el aire
alrededor de mí, dulcemente, inteligiblemente, exquisitamente, dulcemente,4
alegremente,5 y harmoniosamente.”
Aun así, la mente del Verdadero Hombre no encontraba realmente6 deleite en las
intoxicaciones como sus palabras implicarían.7 Porque estaba listo para dejar esta
tierra que es como la bimba dorada, con su acumulación de varias riquezas.
El rey, con mucha pena, le dijo al príncipe, “Se feliz, hijo mío, porque los placeres
de los sentidos ya son agradables.”
El príncipe respondió: -
“Entonces, gran señor, mencionaré dos otros puntos. Si lo deseas puedes asegurarme
esos.”
El rey dijo: -
“Honestamente, prometo asegurarte los otros dos puntos. Dime cuales son, y no me
dejes.”
El príncipe respondió8: -
“Oh gran rey, asegúrame esto, que nunca se desarrollará en mí, las nociones, ya
sean grandes o pequeñas,9 de ‘yo soy el ejecutor’ y ‘mío es el ejecutor.’10

1
Pratibhutā, el sustantivo abstracto de pratibhū, pratibhuka, arriba.
2
Mūle udāharato bhava. Pero el texto es muy dudoso. Senart dice de esto, “bhava est si faible et cet emploi
de udāharati si forcé, que je ne crois guére á l’exactitude du texte.”
3
Kāmaguṇās, usualmente cinco, es decir, los placeres producidos por los cinco sentidos. Ver arriba p. 113.
4
Madhuraṃ repetido. Senart sugiere que la lectura correcta aquí o en la primera vez que ocurrió sería una
palabra que denota “canción.”
5
O “juguetonamente” salilaṃ = salīlaṃ metri causa. También lo traduce así Senart. ¿Deberíamos tomar la
palabra como saīila, “fluido,” es decir elocuentemente?
6
Na khu. Senart sugiere que este verso parece una interpolación para bajar el aparente deseo del
Bodhisattva por los placeres sensuales. Pero Srta. I. B. Horner hace la interesante sugerencia que es, al
contrario, muy directo, destacando como lo hace la humanidad del Bodhisattva al dar a conocer que conocía
la tentación del deseo.
7
Yāvadṛiṣamudāharati – “en la forma en que lo expresó.”
8
Omitido en el texto.
9
Leyendo mahantaṃ y alpaṃ para mahanto y alpo.
10
El cambio de ahaṃkāra y mamakāra ha sido adoptado de The Living Thoughts of Gotama el Buddha,
presentado por A. K. Coomaraswamy y I. B. Horner, pp. 62, 3, donde se encontrará una selección
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
12

Luego los devas Maheśvara parados en el cielo hicieron caer sus voces, diciendo,
“Verdaderamente, te convertirás en el Buda perfecto, el que rompe todas las
ataduras.
“Y porqué decimos que no ha habido un dicho de tantas palabras antes en el mundo
de devas y hombres como las palabras que tú en tu sabiduría has dicho.”
Luego el Rey Śuddhodana, lleno y pena y con sus ojos llenos de lágrimas, le dijo al
Bodhisattva: -
“Ni siquiera sé los nombres de esas cosas que tu alabas, Oh supremo de los hombres,
y no puedo asegurarte esas cosas.”
El príncipe dijo: -
“Suficiente de esta pérdida de tiempo.1Garantízame solo un punto. Entonces viviré
en Kapilavastu.”
El rey respondió2: -
“Lo haré hijo, te aseguraré un punto. Habla rápidamente y hazme saber lo que tienes
en mente.”3
El príncipe respondió: -
“Incluso mientras viva en este hermoso palacio, deja que mi corazón, libre de todo
obstáculo, esté en mi poder.”
Acto seguido devas, Yakṣas, Gandharvas y Dānavas4 y los grupos de Nāgas y
Rākṣasas gritaron, “¡Miren al dharma!5
“Miren que de la nada se han manifestado claramente las palabras consumadas de
él cuya elocuencia es perfecta y cuyo deseo es del bien mayor.”
Luego el desanimado rey le dijo al príncipe, “No tengo control sobre eso,”6 y rompió
en llanto.
El Bodhisattva, haciendo una solemne declaración que le trajo alegría a los devas y
hombres, y al mismo tiempo hablándole a su padre, dijo:

representativa de pasajes de los textos pali, en los que las nociones denotadas por los términos son
condenados como malos y dañinos.
1
Literalmente “suficiente de este largo rato,” alaṃ cireṇa.
2
Omitido en el texto.
3
Brūhi upagataṃ mayā saha. Senart interpreta upagataṃ en analogía con Abhyupagata =
cittaṃabhyupagata, ej. Vol. 1, p. 71; mayā saha – ‘junto conmigo.’ Es decir, hablar (y) compartir contigo.
4
Ver Vol. 1, p. 55, n. 2.
5
Aho dharmaṃ.
6
Leyendo nātravaśo para nātrāvaso del texto. Dos MSS. tienen nātravaso.
13

“Oh jefe de los príncipes, debo irme y encontrar al inmortal1que no conoce la vejez
o la enfermedad, está libre del desastre y el miedo.
“Oh rey, debo lograr por mí mismo lo que es permanente, feliz y justo. No hay duda
en eso. Aunque me dejes ir, te buen coraje.”
Luego, el Rey Śuddhodana, viendo que el príncipe estaba pensando en la sombra del
manzanero, se embarcó en un mar de pensamientos ansiosos. “Dado que,” pensó, “el príncipe
encuentra deleite en estas tranquilas meditaciones, debo procurar que la proclamación de
Asita el sabio no se vuelvan realidad. ¿Y si le diera al príncipe espaciosos lugares para sus
mujeres, y construyera varios parques en donde el príncipe pudiera divertirse, disfrutar y
entretenerse, y no se decidiera a dejar su hogar?”
Y entonces Śuddhodana le dio al príncipe espaciosos lugares para sus mujeres, le entregó
miles de mujeres, hizo parques con frescos arbustos, y los cubrió con finas telas y flores, para
que el príncipe pudiera divertirse, disfrutar y entretenerse y no pensar en irse. Y el Rey
Śuddhodana les ordenó a las mujeres que mantuvieran al príncipe entretenido con bailes y
música y canciones, para que el no piense en irse.
Pero el príncipe conocía los peligros de los placeres de los sentidos y no encontró ninguna
ganancia en el disfrute de ninguno de ellos. No se deleitó en aquellos parques, a pesar de que
eran como los parques donde viven los devas, ni en el harén que era como un harén de
Apsarás. En vez de eso, deleitaba su corazón pensando en irse de su casa. El Bodhisattva no
necesitaba que nadie le dijera que la ronda de renacimiento era un sufrimiento. Maestro de
todas las condiciones, se volvió libre de pasión por sus propios2 esfuerzos y la fuerza de su
propio corazón. Si, el mostró que el renacimiento era en su naturaleza una angustia sin limites
e involucraba cientos de infortunios.
El príncipe fue a su habitación de arriba y entró. Se sentó y pensó en la misma meditación
que él había alcanzado en la sombra del manzanero. No disfrutó el sonido de las canciones y
el baile ni la hermosa multitud de mujeres. Así de concentrado estaba.
El Rey Śuddhodana le preguntó a un cierto hombre, “¿Cómo es eso, mi hombre? El príncipe
escucha el sonido de la canción, el baile, del tambor, la flauta y el timbal en el harén. ¿Cuál
es la melancolía en el corazón del príncipe?” Pero luego las devas mujeres que viven en la
arboleda Lumbinī, flotando en el aire, le dijeron al Rey Śuddhodana, “Su majestad, reflexiona
acerca de tu hija. Por que él no tiene pasión por el disfrute de ninguno de los sentidos. No en
mucho tiempo romperá las ataduras de los antojos y no quedará ninguno. Irá al bosque de la
penitencia, y desarrollará el pensamiento que es bastante limitado.3 Y ahora, Oh re,

1
Amṛitaṃ, es decir Nirvāṇa. Para la descripción de Nirvana comparar con M. 1. 167.
2
Svayameva sāmato, donde sāmato es el equivalente de sāmaṃ.
3
El texto tiene suparīttam bhāvayiṣyati. Senart, citando a Childers s.v. paritto, asume que la alusión es a
dhyāna (jhāna). Es cierto que paritta se aplica al primer jhāna en Dhs. 181, pero solo es por un adjetivo
descriptivo, “limitado” o “restringido.” Está lejos de estar seguro, por lo tanto, que la alusión es a un modo
especial de meditación. Parītta podría referirse aquí a citta. En A. 1. 249 se nos dice que un hombre “que no
ha desarrollado su cuerpo, moralidad, pensamiento y visión” (abhāvitakāyo abhāvitasīlo abhāvitacitto
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
14

Siddhārtha, aunque tiene un linaje real y está rodeado en su hermoso palacio por una multitud
de mujeres, insulta lo que en su cuerpo es impermanente, enfermo e insustancial.1”
El Rey Śuddhodana, habiendo escuchado esto de la deva mujer, con su rostro decaído por la
pena, fue donde el príncipe y le dijo, “¿Por qué has venido aquí con tu rostro lleno de pena?2
¿Puede ser que hayas presenciado alguna aflicción del cuerpo o hayas perdido alguna riqueza,
o que temas que algún enemigo ha venido por ti? Dime rápido, hijo mío, cual es el significado
de esto.”
El príncipe respondió, “Sí, padre, veo aflicciones del cuerpo. La enfermedad anda siempre
cerca de la enfermedad y la muerte cerca de la vida. Y, padre, considero que un hombre viejo
es como un hombre muerto.3 Todos los saṃskāras pasaron, y los rodantes arroyos de las
montañas, las cosas que son sólidas como el mejor hierro, el ciclo de las estaciones, y la vida
misma ha muerto. La muerte avanza. Padre, es la aflicción del cuerpo físico la que veo. Si,
padre, veo el decaimiento de la riqueza. Todo es vacío, hueco, vano, ilusorio, engañoso y
falso. La riqueza no tiene permanencia. Es destruida o pasa de uno a otro. Veo decaimiento
en la riqueza, padre. Sí, veo el miedo de un armamento enemigo, el miedo a la corrupción de
los constituyentes de la criatura visible,4 el corte de manos, orejas y cabezas, y de muchas
enfermedades que de alguna u otra forma llegan a este cuerpo. Este miedo de un armamento
enemigo veo, padre.” El Rey Śuddhodana respondió, “Suficiente, hijo mío, no pienses más
en eso. Actualmente eres joven, en la flor de tu vida. Ve y cumple con tus deberes reales.
Tienes un gran harén de jóvenes mujeres. Con ellas diviértete, disfruta y entretente, y no
comiences a pensar en dejar la casa para convertirte en recluso.”
El príncipe respondió, “Si me ofreces ocho ayudas, entonces padre, no cultivaré esta
intención en mi mente.” El Rey respondió, “Dime rápido, hijo mío, cuales son estas ocho
ayudas que tu deseas. Si están en mi poder, entonces te las otorgaré. Porque, hijo mío,
abandonaría mi reino antes de no otorgarte estas ayudas.”
El príncipe respondió, “Otórgame padre, estas ocho ayudas: que la vejez no se lleve mi
juventud; que la enfermedad no opaque mi salud; que la muerte no se lleve mi vida; que no
quede desprovisto de tu compañía; que este harén de mujeres como las Apsarás y mi

abhāvitapañño) es paritta “limitado” o “finito,” mientras que el que lo ha hecho es aparitta. Comparar
también con M. 2. 262, aparittaṃ ca me cittaṃ bhavissati appamāṇaṃ subhāvitam, un pasaje que te tienta
a pensar que nuestro texto debería ser corregido para leer aparittaṃ [cittaṃ] subhāvayiṣyati. El pasaje A.
del que se habla dice que el hombre que se ha desarrollado a sí mismo es mahattā y también aparitta, así
que una suposición alternativa es suparīttaṃ, que en nuestros textos es referido como ātma. Pero
cualquiera sea el sustantivo, su omisión es muy extraña. (El traductor le debe estas interpretaciones a la
Srta. I. B. Horner.)
1
Nairātmya, sustantivo abstracto de *nirātman, en pali niratta, “sin alma.”
2
La aplicación de los mismos términos tanto para el padre como para el hijo es un poco extraña.
3
Jīrṇaṃ mṛitāntaraṃ. Senart dice que uno puede corregir la segunda palabra a mṛitāntaṃ, pero luego uno
tendría que asumir que los dos adjetivos jīrṇa y mṛita eran equivalentes a los abstractos jarā y maraṇa, “la
vejez tiene muerte en su final.”
4
Dharmasaṃskāra.
15

numerosa familia no desaparezca,1 que el reino no experimente ningún revés y otra mala
vicisitud, que aquellos que en mi nacimiento fueron invitados a participar del disfrute de la
ambrosia hayan sofocado su lujuria, y que por mí haya un fin al nacimiento, la vejez y la
muerte.”
El Rey Śuddhodana respondió, “Hijo mío, ¿Desde cuándo tengo yo tal poder que podría
otorgarte estas ocho ayudas? Hijo mío, los longevos reyes de antaño, los Reyes
Mahāsammata,2 Mahātejas, Dṛiḍhadhanu, Śatadhanu, Niśāntāyus, Yugandhara y los otros,
una noble línea de reyes, todos ellos, hijo mío, por la fuerza de la impermanencia, fueron
derrotados, dejando solo sus nombres como legado. ¿De dónde, hijo mío, puedo tener tales
poderes para ser capaz de otorgarte estas ocho ayudas?”
El príncipe dijo, “Si, padre, no puedes otorgarme estas ayudas, te invito a formar parte de un
estado que es el final de la vejez y la muerte.”3
El rey respondió, “Estoy viejo y tengo muchos años. Mi juventud ha pasado. Por lo tanto,
espera a que haya muerto antes de que dejes la casa.”
El príncipe dijo, “Se feliz, padre. Si tu vives, me verás nuevamente volver aquí liberado del
renacimiento, habiendo cortado todos mis antojos, libre de toda enfermedad, habiendo
superado todas las fieras lujurias,4 y liberado los tesoros de todos los bodhyangaś.”5
El rey le mostró la multitud de mujeres. “Aquí hay una noble visión para ti, hijo mío,” el dijo,
“lindas, perfectas, amorosas mujeres, con ojos brillantes como las joyas, con pechos llenos,
con extremidades brillantemente blancas, gemas brillantes, firmes y finas cinturas, suaves,
hermosas y con el pelo negro, usando ropajes rojos, brazaletes de gemas y collares de perlas,
adornos y anillos en los pies, y tobilleras, y tocando música en los cinco instrumentos.6

1
Vipraveśeyā. El contexto muestra que este debe significar algo así como “desaparecer,” pero no es fácil ver
como el compuesto de viś, “entrar”, incluso dándole una fuerza completamente negativa al prefijo vi.,
puede tener este sentido. La lectura debe ser considerada dudosa. El sentido del contexto puede ser
asegura por la simple corrección a vipraveseyā de vipravasati (pali vippavasati) “estar lejos del hogar,”
“estar ausente,” por lo tanto “desaparecer.” Esta corrección sugerida es debida a la Srta. I. B. Horner, que
compara V. 2. 197, ticīvarena vippavaseyya “(si un monje) fuera separado de sus tres túnicas.” Ver su Book
of the Discipline, 2, pp. 13, 14.
2
El fundador de la familia Śākyana real.
3
El texto aquí lee te nimantremi jarāmaraṇasya antobhaveyā, como dice Senart, el final de la frase está lejos
de estar claro. Nimantremi, por supuesto toma la idea de la invitación a las festividades por el cumpleaños
que se nombraron arriba. Como está la frase dice “Te invito a que habrá un fin a la vejez y la muerte” pero la
construcción no es fácil de entender. Como nimantreti, “invitar” es usado con el instrumental de lo que a
uno es invitado, se sugiere que la lectura correcta sea antobhāvena, y esto ha sido adoptado para la
traducción.
4
Hay un poco de incoherencia sintáctica aquí: drakṣyasi mama iha sarvagativimuktaṃ…
sarvajvalākleśāparītasya… bhāvayantasya. Deberíamos esperar °paritaṃ… bhāvayantaṃ para estar de
acuerdo, como los otros participios en la frase lo hacen, con el acusativo mama. Pero parece que el para el
final de la frase este pronombre ha sido tomado como un genitivo.
5
Bodhyanga, en pali bojjhanga, “un factor o constituyente de conocimiento.” En los textos pali (comparar
con Divy. 208) se conocen como siete. (Ver P.E.D.)
6
Pañcāngikā tūryāni.
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
16

Deléitate con estas, hijo mío, y no desees la vida religiosa de un vago.” El príncipe dijo,
“Verás, padre, un hombre puede tener consciencia de una mujer1 y estar excitado,
perturbado,2 e intoxicado por ella.” El rey dijo, “¿Cómo de tu consciencia sobre las mujeres?”
El príncipe dijo, “Es una consciencia de contrariedad.”3 El rey dijo, “Hijo mío, ¿Cómo es tu
consciencia de contrariedad?” El príncipe dijo, “Es la de que este cuerpo4 que va y viene
donde está fijado; donde se para, se sienta; donde está activo, esta quiero; donde es una cosa
externa,5 es un vacío, inactivo, fuerte o débil, un engaño, y poco fiable – eso dicen de la
completa totalidad de las cosas.”6 El Rey Śuddhodana dijo, “Si no te excita la belleza,
entonces ¿no te excita la belleza de una mujer?7¿Cuál es tu visión de las cosas?8” El príncipe
dijo, “Esto, es decir, que yo caracterizo la ronda de la vida como una obra, que con
consciencia9 como la máquina y los sentimientos como los actores produce sus variadas
escenas. El escenario de tres partes es la condición de los hombres en las diferentes seis
esferas de la existencia.10 Entran al escenario deseando y queriendo cariño, y cientos de
profundas lujurias.11 Desde hace un infinito tiempo pasado12 esta obra sigue,13 engañosa,
enredada y destructiva. No hay hombre o cuerpo de hombres que no haya sido seducido y
engañado por las saṃskāras, y así era entre nuestros ancianos.14 Así que padre, alégrate,
porque yo terminaré con esta obra de vida recurrente, y entraré a la ciudadela de calma y de
Nirvana,15 a la que la vejez y la muerte no asaltan. Y así seguiré el camino seguido por
antiguos Tathāgatas, Arhans y budas perfectos.”
El rey dijo, “Hijo mío, aquí tienes una mansión como la residencia de un deva. Tu palacio 16
es magnífico, y tú mismo eres hermoso, cargado con las marcas de excelencias y con mérito.
¿Cómo es que no encuentras placer aquí, sino que deseas dejar tu hogar y abandonar la
ciudad?”

1
Literalmente “puede haber alguno que tenga consciencia de una mujer,” strīsañjño bhaveya.
2
Leyendo kampeya para kalpeya.
3
Viparītasañjñā.
4
Literalmente “es como este cuerpo,” yathāyam kāyo.
5
Los adjetivos se vuelven neutros.
6
Sarvameva dharmakāyam. Pero como kāya en el sentido del cuerpo físico es el tema de este pasaje, podría
ser mejor leer, con un MS., sarvakāyadharmam, “el estado o condición de todo cuerpo.”
7
La lectura adoptada para esta traducción está basada en MSS. C. y B. El texto tiene kimidaṃ niṣpuruṣeṇa
rajyasi, “por lo tanto tu estás excitado por una mujer,” que está en contra del contexto. La lectura adoptada
es kimidaṃ puruṣa na niśpuruṣeṇa rajyasi. Nispuruṣa es usualmente un adjetivo (Ver, ej. Vol. 1, p. 183, n. 2)
y es fácil asumir que aquí califica rūpa entendido de la oración anterior.
8
Literalmente “que visión discriminas,” kam tvaṃ darśanamupalakṣayasi.
9
Vijñāna.
10
Gatis.
11
Kleśaśatānāṃ gābhīratā, “la profundidad de cientos de lujurias.”
12
Literalmente “el punto más lejano no es entendido,” purimā koṭi na prajñāyati.Comparar con S. 2. 179,
pubbākoṭi na paññayati.
13
Literalmente “(sigue) una tras otra,” parasparam. Pero no existe tal verbo.
14
Athāparaṃ gurujaneṣu,
15
Comparar con Miln. 333.
16
Leyendo con un MS., antahpuram para antarapuram del texto.
17

El príncipe dijo:
Con una mente atemorizada por las esferas de la existencia escucha, madre, mientras
te digo porqué no encuentro placer.
La vejez y la enfermedad, y el enemigo de la muerte como el tercero, me oprimen;
por eso no encuentro placer.
Si pudiera tener relajo continuo; si no supiera del poder de la enfermedad; si no
hubiera todo esto que descansa en lo que es condicionado,1 no habría razón para no
encontrar placer.2
Es cuerpo es como la piel de una serpiente; en el cuerpo es el año de una serpiente.3
Los skandhas son como un enemigo. ¿Entonces por qué encontraría placer?
Si el cuerpo no fuera como la piel de una serpiente, si en el no hubiera un año de
serpiente, entonces no habría razón por la que yo no encontrara placer.
…4
Si no hubiera nacimiento, vejez y muerte, entonces no habría ninguna razón para que
yo no encontrara placer en la ronda de existencia.
Si la residencia de uno no estuviera en la villa del vacío5; si no hubiera nada de eso
que destruya la poca pasión; si no existiera ninguno de los temidos elementos de los
saṃskāras, entonces no habría razón por la que no encontrar placer.
Si no hubiera nada de esto que motivara el aprendizaje6; si no hubiera miedo en el
palacio real; si no hubiera miedo en los tres mundos, entonces no encontraría placer
al dejar mi hogar.
Cuando no pudo disuadir de ninguna forma al príncipe, el Rey Śuddhodana reflexionó así:
“Ya que no puedo disuadir de ninguna forma al príncipe, ¿Qué pasaría si le mostrara a todas
las doncellas de Kapilavastu y viera si es que el corazón del príncipe encontraría deleite en
alguna de ellas?7

1
Saṃskṛitapratyayam. Saṃskṛita es en pali sankhata, “inventado,” “condicionado,” y por lo tanto transitorio
e impermanente.
2
Literalmente “¿Por qué no tendría placer?” atha kisya mamātu (= mamāto = mama) ratir na bhave.
3
Kāye ca sarpasamā. La figura es obscura. Sería posible enmendar a kayo ca sarpasamo, “el cuerpo es como
una serpiente,” pero esto sería una repetición debilitada del símil anterior. Además, en la repetición de la
siguiente página tenemos tatra (Ahí = en el cuerpo) sarpasamā. Probablemente la alusión es al hábito de
hibernación de la serpiente.
4
Este pāda contiene una laguna muy larga para traducirlo.
5
No hay duda con la referencia a la figura en S. 4. 174, suñño gāmo ti kho bhikkhave channaṃ ajjhatikānaṃ
adhivacanam, “la villa vacía, hermanos, es un nombre para la esfera personal.” Comparar con Vism. 484.
6
Śiṣyapratoda.
7
Leyendo na kvacidanyatarāyām kanyānām, etc., para kvacijjanatāyāh kanyānān kumārasya cittaṃ
abhiramet. Senart duda sobre la lectura del texto y es obligado a escribir, “non sans quelque violence,”
como “pour voir si dans toute la population il n’y aurait pas une jeune fille dont s’éprenne le prince.” La
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
18

El Bodhisattva le dijo a su padre que iba al parque. Luego el Rey Śuddhodana le dio ordenes
a los ministros, diciendo, “Ve que todo el camino desde el palacio real al parque está brillante
y barrido, lleno de hermosuras, rodeado de telas brillantes, cortinas con guirnaldas de fina
tela, fragante con el olor de los inciensos y lleno de montones de flores. Lleno de receptáculos
para sostener los inciensos y las guirnaldas, y lugares para las bailarinas, mimos y atletas,
luchadores, juglares y tamboriles y así proveyendo hermosas vistas, sonidos y aromas, para
que el príncipe en su camino desde la ciudad al parque no vea nada que no sea agradable.”
A la orden del rey los ministros prepararon el camino desde el palacio real al palacio del
príncipe en la manera ordenada por el rey. A intervalos pusieron hombres para que vigilaran
que mientras el príncipe caminaba hacia el parque, ningún hombre viejo o de muchos años,
nadie enfermo o con un ojo, o cojo, nadie que sufriera de lepra, comezón, costra o erupción
en la piel, y que nada desagradable se parara ante él. Así, el príncipe montó hacia el parque
en un costoso equipaje que brillaba con las siete piedras preciosas, con gran pompa real,
magnificencia y esplendor, los sirvientes reales fueron como escoltas a su derecha y a su
izquierda y cuidaron que el príncipe no viera nada desagradable.
Mientras el príncipe, viendo estas vistas, escuchando estos agradables sonidos, oliendo estos
agradables aromas y recibiendo desde ambos lados, desde la derecha y desde la izquierda,
cientos de miles de saludos y baños de variados polvos, estaba camino desde Kapilavastu al
parque, Ghaṭikāra el alfarero, que se había convertido en un deva Śuddhāvāsa y otros devas
Śuddhāvāsa conjuraron1 ante él a un anciano. Este anciano tenía muchos años, mucha edad,
un hombre que había vivido su vida2 y había pasado su primor. Tenía el pelo cano; su cuerpo
estaba lleno de manchas. Estaba doblado como las vigas de un techo; encorvado hacia
adelante el caminaba con la ayuda de palos. Cuando el Bodhisattva lo vio le preguntó a su
auriga, “¿Quién es ese detestable anciano, que tiene muchos años, mucha edad, que ha vivido
su vida y ha pasado su primor, que tiene el pelo cano, tiene su cuerpo lleno de manchas, que
está doblado como las vigas de un techo y que se encorva hacia adelante mientras tambalea3
con la ayuda de palos?”
El auriga respondió, “Oh príncipe,4 ¿Por qué te importa ese hombre? El es un anciano que ha
gastado su vida. Avancemos hacia el parque, y diviértase, disfrute y entreténgase con los
cinco placeres de los sentidos.” Pero el príncipe dijo, “Mi querido auriga, marca esto.
Nosotros también estamos sujetos a la vejez. No hemos superado a la vejez. Verdaderamente,
cuando se ve que la vejez llega a cada hombre que nace ¿Qué placer puede sentir un hombre
entendido?” Y añadió, “Auriga, devuelve el carruaje. No iré más al parque.]”

enmendación sugerida, además de contener la fuerza intransitiva de abhiramet, permire la versión más
directa de arriba.
1
Moldearon (milagrosamente), nirmita, usualmente usado en este sentido.
2
Adhvagata, BSk. = pali addhangata.
3
Prakhalati, BSk. = pali pakkhalati, Sk., praskhalati.
4
Leyendo kumāra para kumāro.
19

El príncipe volvió y se fue a su casa. El Rey Śuddhodana les preguntó a sus ministros,
“Señores, ¿Por qué el príncipe se devolvió en vez de ir al parque?” Los ministros
respondieron, “Su majestad, el príncipe vio a un anciano, y no quiso más ir al parque.”
El rey se dijo a sí mismo, “Debo asegurarme que lo que fue proclamado sobre el príncipe por
Asita el sabio no se cumpla.” Y le dio instrucciones al harén del rey, diciendo, “Diviertan,
deleiten y entretengan al príncipe con bailes y canciones y música, para que encuentre placer
en su hogar.” Y así había un canto tan hermoso en el harén del príncipe como en el mundo
de las devas. Aún así el príncipe no estaba atraído por el canto. Ya que su mente seguía
pensando en el anciano.
En otra ocasión el príncipe dijo, “Voy al parque.” El rey les dijo a los ministros, “Denle vistas
y sonidos agradables, para que el príncipe no vea nada desagradable en su camino.” Así que
a la orden del rey los ministros prepararon el camino desde el palacio real al parque del
príncipe como el rey lo había ordenado. Aquí y allí pusieron hombres para vigilar que, en su
camino al parque, no se parara ante él ningún anciano, nadie enfermo o con un ojo o cojo,
nadie que sufriera de lepra, comezón, costra o erupción en su piel, y que nada desagradable
se parara ante él. Entonces, mientras el príncipe con gran pompa real, magnificencia y
esplendor procedía al parque en un equipaje costoso brillando con las siete piedras preciosas,
los sirvientes reales fueron como una escolta a su izquierda y a su derecha para asegurar que
el no viera nada desagradable.
Mientras el príncipe, al ver agradables vistas, escuchando agradables sonidos, oliendo
agradables aromas y recibiendo a ambos lados, a la derecha y a la izquierda, cientos de miles
de saludos, estaba en su camino desde Kapilavastu al parque, Ghaṭikāra el alfarero, que se
había convertido en un deva Śuddhāvāsa, y otros devas Śuddhāvāsa conjuraron ante él a un
hombre enfermo. Este hombre tenía manos y pies hinchados. Su cara estaba hinchada y su
complexión con ictericia. Su panza estaba hidrópica1 y de su ombligo miles de moscas se
alimentaban. Era desagradable y detestable a la vista.
Cuando el Bodhisattva vio a este hombre le preguntó a su auriga, “Mi querido auriga, dime
quien es este hombre desagradable, que tiene complexión de ictericia, sus manos y pies
hinchados, su cara manchada,2 y con miles de moscas alimentándose en su panza hidrópica?
El auriga respondió, “¿Qué tiene que ver este hombre contigo? Su vida ha sido desgastada
por la enfermedad. Vamos al parque y diviértase, disfrute y entreténgase.” Pero el príncipe
dijo, “Mi querido auriga, marca esto. Nosotros también estamos sujetos a la enfermedad; no
hemos superado la enfermedad. Verdaderamente, cuando se ve que la vejez y la enfermedad
les llegan a todos los hombres ¿Qué placer puede sentir un hombre entendido? La enfermedad
significa la perdida de la belleza, el fin de la fuerza, la destrucción de las facultades, el
aumento de las penas, el fin de la alegría, concentración de los sentidos,3 la cesación del

1
Dakodarika. El término correspondiente en Lal. Vist., 228 es udarākula, es decir, “estomago hinchado.”
Daka, como en pali, es “una forma aphâeretica como sītodaka, que fue tomada de sīto-daka.” (Ver P.E.D.)
2
Bhinnamukhavarṇo, “complexión rota de la cara.”
3
Esta es una traducción libre de una expresión inusual, cittāśrayāṇāṃ nidhi, “el receptáculo de (= lo que
sostiene) el corazón y el cuerpo” es decir, “las emociones y los sentidos.”
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
20

dharma, y la preocupación con las cosas relacionadas al cuerpo.1 ¿Quién, que bebe el mundo
y siendo hermoso, lo traga, no se asusta cuando está enfermo?” Y añadió, “Auriga, devuelve
el carruaje. No iré más al parque.”
El príncipe se devolvió y entró a la casa. El Rey Śuddhodana les preguntó a sus ministros,
“Señores, ¿por qué se devolvió el príncipe en vez de ir al parque?” Los ministros
respondieron, “Su majestad, el príncipe vio a un hombre enfermo, y se devolvió y no irá más
al parque.”
El rey se dijo a sí mismo, “Deberé asegurarme que lo que fue proclamado por Asita el sabio
no se cumpla.” Y le dio orden al harén, diciendo, “Diviertan, deleiten y entretengan al
príncipe con sus bailes y canciones y músicas para que el encuentre placer en su hogar.” Y
así las canciones en el harén del príncipe eran tan hermosas como las de las residencias de
los devas. Pero el príncipe no se sentía atraído por el canto, por que pensaba mucho en el
anciano y en el hombre enfermo.
En otra ocasión el príncipe le pidió permiso a su padre, diciendo, “Padre, iré al parque para
vero.” El rey dio órdenes a sus ministros, diciendo, “El príncipe está camino al parque.
Adorna el parque, preparen el camino y decoren la ciudad. Hagan brillar y barran todo el
camino desde el palacio real al parque del rey, adórnenlo, cúbranlo con telas brillantes, con
cortinas de fina tela, que este fragante con el olor del incienso, y cubierto con miles de flores.
Aquí y allá hay receptáculos con flores, y bailarines, mimos, atletas, luchadores, juglares y
tamborileros. Entreguen agradables vistas, sonidos y aromas para que el príncipe en su
camino al parque no vea nada desagradable, ya sea un anciano, o un hombre enfermo, o un
hombre con un ojo, o un cojo, o a alguien que sufra de lepra, o comezón, costra o erupción
en la piel, o alguien que sea ciego y atrofiado.” A la orden del rey los ministros hicieron las
preparaciones como el había dicho. En la izquierda y la derecha, los hombres estaban parados
para formar una escolta y prevenir que el príncipe en su camino al parque viera algo
desagradable. Así, montando con un equipaje brillante con siete piedras preciosas, cubierto
con un dosel, con cortinas de fina tela, cubierto con una malla de oro, con banderas volando
al son del sonido hecho por las pezuñas de los caballos que eran como el coral rojo, 2 y con
banderas y pendones hacia arriba, el príncipe, con sus ministros y sirvientes, con gran
majestad, pompa, esplendor y disposición, y recibiendo de ambos lados, de la derecha y la
izquierda, cientos de miles de saludos, salió desde Kapilavastu al parque.

1
Otra expresión inusual, gātrāśritānāṃ gṛihaṃ, “la casa de las cosas que están relacionadas con las
extremidades y el cuerpo.” Senart se refiere a Burnouf: Introduction á l’histoire du buddhisme indien, p. 449,
para la explicación de términos como āśraya y āśrita y escribe “le réceptacle de la pensé et de sens… la
demeure des corps et des sensations.”
2
Sanandīghoṣena sakhurapravālena, “con un sonido feliz (hecho por) una pezuña que era un coral.” En
nuestro texto sanandīghoṣa es usualemente encontrado como un epíteto de ratha, “carruaje,” pero
sakhurapravāla debe obviamente aludir al caballo que lo hace, por que ninguna parte del carruaje puede ser
llamado khura. En p. 420 (texto) sakhurapravāla es un epíteto de nāga, “elefante,” aunque es aplicado casi
en la siguiente oración a ratha; pero se asume en la nota en el pasaje que es producto de un error del
copista.
21

Luego Ghaṭikāra el alfarero, que se había convertido en un deva Śuddhāvāsa, y otros devas
Śuddhāvāsa conjuraron ante el príncipe a un hombre muerto. El muerto fue puesto en una
litera y estaba rodeado por sus familiares, que sollozaban, lloraban, despeinaban sus cabellos,
golpeaban sus pechos y hacían penosas lamentaciones. Cuando él vio al hombre muerto, el
príncipe le preguntó a su auriga, “Mi querido auriga, dime, ¿no veo a un hombre ahí, que está
puesto en una litera y esta rodeado por sus familiares que sollozan, lloran, despeinan sus
cabellos, y golpean sus pechos?” El auriga respondió, “Príncipe, este es un hombre muerto
que es llevado por sus familiares, que sollozan, lloran, y despeinan sus cabellos y golpean
sus pechos.” El príncipe dijo, “Mi querido auriga, marca esto. Ese hombre no verá más a su
padre o madre, hermano o hermana, familiares, amigos o parientes, o la hermosa
Jambudvīpa.” El auriga respondió, “No, príncipe. Este hombre no verá más a su madre o
padre, hermano o hermana, o familiares, amigos o parientes, o la hermosa Jambudvīpa.”
El príncipe dijo entonces: -
La muerte es común a ti y a mí. No conoce ni amigo ni enemigo. Como las estaciones,
viene en su turno, invencible e inevitable.
No se fija en lo alto o en lo bajo, en la riqueza o en la pobreza.1Intrépido como el sol,
sigue su curso.
El auriga dijo: -
Los placeres, el éxito, la prosperidad real, la alegría, el honor, esas son cosas que
deberías pedir, las mejores cosas en el mundo. ¿Qué importa si haz visto a la muerte,
cuya raíz es la enfermedad y el sufrimiento, y que es la destrucción de los hombres?
El Bodhisattva dijo: -
Él que ha visto a un anciano, un enfermo y a un muerto, y no se estremece por la
ronda de renacimientos, está consumido por la estupidez, como un hombre ciego que
ha perdido su camino.
El príncipe dijo entonces, “Mi querido auriga, marca bien. También estamos sujetos a la
muerte. No hemos superado a la muerte. Verdaderamente, cuando la vejez, la enfermedad y
la muerte llegan a todo hombre que nace ¿Qué placer puede sentir un hombre entendido?
Devuelve el carruaje. No iré más al parque.”
Y así el príncipe se devolvió una vez más y entró a su casa. El Rey Śuddhodana les preguntó
a sus ministros, ¿Por qué el príncipe se ha devuelto en vez de ir al parque?”
El ministro respondió, “Señor, el príncipe vio a un hombre muerto en una litera rodeado por
sus familiares, que sollozaban y lloraban, despeinaban sus cabellos, golpeaban sus pechos y
se lamentaban penosamente, mientras lo llevaban al cementerio. El se emocionó por esto y
se devolvió.”

1
Leyendo nāthānāthan para nāthavantam.
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
22

El Rey Śuddhodana se dijo a sí mismo, “Debo asegurarme que las palabras dichas por
aquellos adivinadores brāhmanes1, que dijeron que el príncipe dejaría su casa como un
recluso, no se vuelvan realidad.” Y le envió un mensajero al harén del príncipe para ordenar
que los eunucos y chambelanes diviertan al príncipe con bailes y canciones y música, para
que el príncipe encontrara placer. Así que los oficiales del harén buscaron deleitar al príncipe
con danzas y canciones y música, pero el corazón del príncipe y su mente no estaban ahí si
no en otro lugar. Recordaba tan bien al anciano, al enfermo y al muerto.
En otra ocasión de nuevo el príncipe le pidió permiso a su padre, diciendo, “Padre, voy al
parque para mirarlo.” El rey respondió, “Como lo desees,2 hijo mío.” El rey le dio ordenes a
sus ministros, diciendo, “Adornen el parque y háganlo como la arboleda Nandana de los
señores de devas. Decoren la ciudad. Hagan brillan y barran el camino desde el palacio real
hasta el parque del príncipe, decórenlo hermosamente, lleno de brillantes telas, cubierto con
guirnaldas de fina tela, que tenga el aroma de los inciensos y cúbranlo con montones de
flores. Aquí y allá pongan receptáculos para las flores e inciensos, y bailarines, mimos,
atletas, luchadores, juglares y tamborileros. Asegúrense de todas las vistas, sonidos y aromas
sean placenteros, para que el príncipe en su camino desde Kapilavastu al parque no vea nada
desagradable, ya sea un viejo, un enfermo o un muerto, o un ciego, o un hombre con un solo
ojo o cojo, o a alguien que sufra de lepra, comezón, costra, o cualquier erupción en la piel.”
A la orden del rey, los ministros se aseguraron de que todo fuera hecho como el rey lo había
ordenado. Aquí y allá había hombres puestos para asegurar que el príncipe en su camino
desde Kapilavastu al parque no viera nada desagradable. Así que, montado en un equipaje
que brillaba con las siete piedras preciosas, cubierto con una malla de oro, bien decorado con
la bandera flameando, al son de los sonidos de las pezuñas de los caballos que eran como el
coral rojo, y con banderas y pendones en alto, el príncipe, acompañado por sus ministros y
sirvientes, con gran majestuosidad y esplendor real, salió desde Kapilavastu hacia el parque.
Y mientras iba en camino, Ghaṭikāra el alfarero, que se había convertido en un deva
Śuddhāvāsa, y otros Śuddhāvāsa devas conjuraron para que se parar frente al príncipe a un
viajero que usaba una túnica amarilla, cuyas facultades estaban bajo control, que había
dominado las cuatro posturas,3 que no veía más allá del largo de un arado4, en las populosas
calles reales de Kapilavastu.5 El príncipe vio al viajero y su mente se calmó al verlo. “Miren,”
dijo, “la sabiduría de alguien que se ha convertido en un viajero.”
Cuando lo hubo visto, el príncipe le preguntó, “Noble señor, ¿por qué te convertiste en un
viajero?” El viajero respondió, “Oh príncipe, me convertí en un viajero para ganar el auto
control, la calma, y la liberación suprema.”
Cuando el príncipe escuchó las palabras del viajero se llenó de alegría y dijo: -

1
El texto aquí tiene nimittika para naimittika.
2
Yasya… Kālam manyase.
3
Iriyāpathasampanno.
4
Yugamātraprekṣamāṇa.
5
Janasahasre kapilarājamārge.
23

“Verdaderamente, ahora, un viajero que, llamativo por su túnica amarilla flotante,


cruza las populosas calles reales,1 su cuerpo cubierto de lodo, polvo y suciedad, como
como el ganso rojo2 dentro de muchos.”
Mṛigī,3 una mujer Śākyana, era la madre de Ānanda. Cuando vio al príncipe yendo desde
Kapilavastu en tal gloria y esplendor, lo alabó en verso: -
Verdaderamente bendita es tu madre y bendito también tu padre. Bendita también la
mujer de quien tú serás su esposo.4
Cuando el Bodhisattva escuchó el sonido de la palabra Nirvana, 5 su mente se calmó con el
pensamiento del Nirvana, se puso de su lado y aspiró a lograrlo.6
“Cuando escuchó el sonido de la palabra Nirvana, escuchó con mucha atención.7
Habiendo visto un poco del incomparable Nirvana, meditó en él, no teniendo nada
más que temer.8
Mientras el príncipe pensaba en el Nirvana, él no le habló ni miró a la señorita Śākyana Mṛigī.
Y por eso ella se molestó y se dijo a si misma, “He cantado las alabanzas al príncipe en medio
de esta gran multitud, y aún así el no se digna ni siquiera a mirarme.”
El Rey Śuddhodana mandó a hacer una puerta llama Saḍvālaka que necesitaba a quinientos
hombres para ser abierta.9 El ruido que hacía cuando se habría se escuchaba alrededor de una
yojana. Puso a quinientos reyes alrededor de la ciudad. Tenía vasijas para ungir listas,
diciendo, “Nombraré al príncipe en un día sagrado.”
Pero el Bodhisattva reflexionó, “En el día sagrado debo irme de casa.” Y los devas
Śuddhāvāsa le dijeron “Oh Gran Hombre, cuando era el tiempo debido dejaste a los devas
Tuṣita, cuando era el tiempo debida bajaste al vientre de tu madre; cuando era el debido
tiempo naciste. Y ahora ha llegado el tiempo de que tú dejes tu hogar, Oh Gran Hombre, que

1
Literalmente, “las calles llenas de gente de uno que está relacionado a Indra, es decir, real” janavikīrṇe
aindramārge. Pero la lectura es muy dudosa y Senart admite que no se acerca a ningún MSS., os de los
cuales tienen janakapilena. La frase completa está obviamente relacionada y es prácticamente igual a la
expresión en prosa que está inmediatamente arriba, janasahasre kapilarājamārge.
2
Cakravāka, ver Miln. 401, donde hay un capítulo que exalta las cualidades de esta ave.
3
En J. 1. 60 se le llama Kisāgotamī, y de acuerdo al relato en Rockhill: Life of the Buddha, etc., p. 24, se
convirtió en la esposa del Bodhisattva siete días antes de que dejó su hogar. Ver E. J. Thomas: La vida del
Buddha, p. 54 (nota al pie de página).
4
Comparar con DhA. 1. 85; BudvA. 280.
5
Es decir, en el adjetivo nirvṛita (pali nibbuta) “liberado,” que por querer una mejor palabra ha sido
traducido a “bendito.”
6
Sampraskande, en pali sampakkhandati (Miln. 35). Para la expresión comparar con S. 3. 133 nibbāne
cittam na pakkhandati nappasīdati.
7
Literalmente, “puso su audición en (escuchar el) Nirvana,” nirvāṇe śrotamādade.
8
Akutobhayam, adverbio acusativo, “sin miedo de ninguna parte.”
9
Literalmente “era abierta por quinientos hombres,” apāvurīyati, BSk. = pali apāpurīyati, pasivo de
apāpurati, correspondiente a Sk. Apāvṛiṇoti.
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
24

has sido dotado con el conocimiento de la ocasión correcta.1 La gran multitud ansia por ti
como el labrador ansia una gran nube de lluvia.”
Un señor de devas recitó un verso: -
Reflexiona perfectamente, Oh Bodhisattva, por que así los conocedores reflexionan.
En la forma en que tu reflexionas, Oh sabio hombre, es claro que tu tienes la raíz de
la bondad.2
Un gran señor de devas recitó un verso: -
Vete de tu hogar, Oh gran héroe, vete, gran sabio. Por el bien de todo el mundo,
despierta al Camino inmortal.
El Gran Brahmā dijo, “Si, Oh Gran Hombre, no dejas tu casa hoy, en siete días los siete
tesoros del reinado serán producidos y tú te convertirás en un rey universal sobre los cuatro
continentes, triunfante, justo, la justicia de un rey, poseyendo los siete tesoros. Estos siete
tesoros aparecerán en el cielo, estos son, el tesoro de la rueda, del elefante, del caballo, de la
joya, de la mujer, de la casa, y del consejo. Y tú tendrás mil hijos que serán valientes, lindos,
que superarán los ejércitos de los enemigos y nobles. Tendrás un lugar en la justicia, sin
oposición, sin problema, sin utilizar la violencia o la opresión, estos cuatro continentes, es
decir Jambudvīpa, Pūrvavideha, Aparagodānika y Uttarakuru, todas unidas por montaña y
mar.
Rāhula, al irse de Tuṣita, entró en el vientre de su madre a la medianoche.3 El Bodhisattva
despertó y vio a las mujeres dormidas. Una estaba agarrando un vīṇa,4 otra un veṇu,5 otra un
nakula,6 otra un sughoṣa,7 otra un tūṇaka,8 otra un candīsaka,9 otra un sambhārikā,10 otra un
mahatī,11 otra un vipañcikā,12 otra un ḍhakkapaṭaha,13 otra un vallaki,14 otra un mṛidanga,15

1
Leyendo kālajñātāsampanno para kālanirnāma° que no parece hacer sentido aquí. Kālajña, en pali
kālaññū, “conociento el tiempo adecuado” es uno de los atributos de un rey “cakravartin” (A. 3. 148) y de un
buen hombre sappurisa (D. 3. 252, 283).
2
Este verso es más bien oscuro. Sería un poco menos oscuro si pudiéramos leer vitarkayasi para el
imperativo vitarkaya, pero, como señala Senart, la métrica está en contra del cambio.
3
De acuerdo a J. 1. 60, AA. 1. 82 Rāhula nació en el día después de que su padre se fuera.
4
Como no es posible discriminar entre estos instrumentos musicales sin una elaborada investigación, y con
ella tampoco, y además como los diccionarios no conocen algunos de estos nombres, ha sido considerado
mejor dar los nombres en su forma original, con la definición dada por los diccionarios, si es que están
disponibles, en una nota al pie de página. El vīṇa o el laúd indio es bien conocido.
5
Flauta.
6
Comparar con Lal. Vist. 252.
7
Comparar con Lal. Vist., 252 y 258.
8
Tuṇava en védico significa un tipo de instrumento de viento.
9
Una palabra dudosa.
10
¿
11
¿
12
Un laúd, idéntico (o similar al) vīṇa.
13
Dhakka, “un tambor grande o doble”
14
Laúd indio, otro nombre para vīṇa.
15
Un tipo de tambor.
25

otra un mukunda,1 otra un paṇava,2 otra un jharjharaka,3 otra un ālinga4 y otra un


parivādinī.5 Una tenía su mano en su garganta, y otra su cabeza en un tambor, otra tenía su
cabeza en el pecho de su vecina, otra su brazo en el hombro de la vecina, otra abrazaba a su
vecina, y otra tenía sus extremidades repartidas a izquierda y derecha. De las bocas de algunas
salía saliva.
Y cuando el Bodhisattva las vio a todas recostadas en el piso del harén apareció en él una
idea de un cementerio6. Se levantó y tomó de su baúl sus finas ropas de tela de Benarés. Su
sirviente Chandaka lo ayudó. “Chandaka,” le dijo, “tráeme mi caballo Kaṇṭhaka.” Chandaka
respondió, “Oh príncipe, ahora es medianoche. ¿Para qué necesitas el caballo a esta hora?
Tienes una mansión como la residencia de Kuvera.7 Tan feliz en él. ¿Para qué llamas a un
caballo? Tienes un harén de mujeres tan hermosas como las Apsarás. Se feliz en él. ¿Por qué
llamas a un caballo?” Así en ese momento habló Chandaka. “Oh príncipe,” añadió, “este no
es momento para un caballo. Este es tiempo para recostarse en las camas reales. ¿Para qué
necesitas un caballo justo ahora?”
El príncipe respondió, “Chandaka, ahora es el momento en que necesito un caballo. Así que
trae a Kaṇṭhaka.”
Chandaka pensó, “Dado que el príncipe pide a Kaṇṭhaka a esta hora de la noche, debe ser
que quiere dejar su casa mientras su gente está durmiendo pacíficamente.” Así que mientras
traía8 a Kaṇṭhaka, gritó lo más alto que pudo para que el rey y toda la gente en Kapilavastu
se despertada. Pero nadie se despertó al grito de Chandaka. Por que los devas habían puesto
a dormir profundamente a la gente, tanto a los que estaban dentro y fuera de la ciudad.
Kaṇṭhaka, también, mientras era llevado al Bodhisattva, relinchó fuerte, pensando que el Rey
Śuddhodana y toda su gente se despertaría por el sonido de su relincho. Pero, aunque el
sonido podía ser escuchado a una yojana alrededor, nadie despertó.
Miles de koṭis de devas se reunieron en Kapilavastu trayendo fragantes guirnaldas en honor
a la partida del Bodhisattva. Y cuando el Bodhisattva había montado a Kaṇṭhaka, el príncipe
de los corceles, los devas en el cielo hicieron llover flores del árbol de coral,9 del karkārava,
del gran karkārava, del rocamāna10, del gran rocamāna, del mañjūṣika,11 del gran mañjūṣika,

1
Un tipo de tambor.
2
Un tipo de instrumento musical, un tambor pequeño.
3
Un tipo de tambor.
4
Un tipo de instrumento.
5
Un vīṇa, un laúd de siete cuerdas.
6
Comparar con V. 1. 15, hatthappattaṃ susānaṃ maññe, “uno pensaría que su mano alcanzó el
cementerio” ( = “como un cementerio ante sus ojos.” Srta. I. B. Horner en su siguiente volumen del Book of
Discipline).
7
El dios de la riqueza, aquí llamado Vaiśravaṇa, el dijo de Viśravas.
8
Pallānayantena = parānayantena de pari-ā-nī.
9
Mandārava, pero aquí está escrito como maṇḍārava.
10
Desconocido, pero comparar con rocana, el nombre de varios arboles florecientes.
11
“Nombre de una flor celestial.”
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
26

de bhīṣma,1 del gran bhīṣma, del samantagandha,2 del gran samantagandha, del pārijāta,3
flores de oro y plata celestial, flores de gemas celestiales, polvo celestial de sándalo, de aloe,
de keśara, y de las hojas de tamāla, y celestial, fría y aromática agua. Por sesenta yojanas
alrededor de Kapilavastu había montones de flores celestiales que llegaban hasta las rodillas,
alrededor de sesenta yojanas todo se volvió limpio4 por el agua celestial aromatizada. Miles
de koṭis de notas celestiales sonaron. Había coros celestiales y miles de Apsarás gritaron y
cantaron. Los Cuatro Grandes Señores tomaron las pezuñas de Kaṇṭhaka.
Al escuchar a Kaṇṭhaka, el caballo Pelavaka, que había nacido al mismo tiempo, corrió para
ver a su igual en rapidez.5 También estaba un Yakṣa que había nacido al mismo tiempo que
Chandaka y se llamaba Supratiṣṭhita, y él y su compañía de discípulos y su compañía de
quinientos abrieron la puerta Saḍvālaka y suprimieron el ruido.
Entonces el Bodhisattva, dejando atrás de él su gran ejército de elefantes, caballería y
soldados, su gran riqueza, su gran soberanía y su gran familia, se fue de su casa y pasó al
estado sin hogar. El Bodhisattva, oprimido por el nacimiento, fue desde su casa hasta el
estado sin hogar para obtener el camino que te lleva más allá del nacimiento. Oprimido por
la muerte, se fue de su casa al estado sin hogar para obtener el camino que lleva más allá de
la muerte. Oprimido por la pena y los problemas,6 se fue de su hogar al estado sin hogar para
obtener el camino que lleva más allá de los problemas.
Y, monjes,7 no fue cuando estaba decaído8 que el Bodhisattva salió de su casa al estado sin
hogar, sino cuando estaba en el primor y perfección de su juventud. Nuevamente, monjes, no
fue cuando estaba derrotado por la enfermedad y el decaimiento que el Bodhisattva salió de
su casa al estado sin hogar, sino cuando estaba en el primor y la perfección de su salud.
Nuevamente, monjes, no fue cuando había sido derrotado por la perdida de la riqueza que el
Bodhisattva salió de su casa al estado sin hogar, sino que dejó atrás una gran acumulación de
riquezas. Nuevamente, monjes, no fue cuando estaba cansado por la perdida de familiares
que el Bodhisattva salió de su hogar al estado sin hogar, sino que dejó atrás de él una gran
familia de relaciones.
Las rocas temblaron, las aguas se ondearon, el océano, antes calmo, se sacudió. Los devas
esparcieron polvo celestial de sándalo, de aloe, de keśara y de las hojas de tamāla, y lluvias

1
Desconocido.
2
Nombre del árbol y sus flores en el Mvyut.
3
El árbol coral Erythma Indica, un árbol del cielo de Indra.
4
Leyendo akardamam “libre de basura” para kardamam (sic) del texto.
5
Yadi na samajavo tena bhavāmi. Pero no hay verbo en el que la clausula pueda ser debidamente
dependiente, ni siquiera en iti para marcar el “estilo indirecto.” La oración completa, como lo señala Senart,
es dudosa.
6
Upāyāsa BSk. Pali id.
7
Pareciera que esta parte de la narrativa ha sido insertada desde otra fuente, es decir de una de las muchas
historias dadas por el mismo Buda a los monjes. Hasta este punto la narrativa ha sido contada por un
narrador independiente.
8
Parijuññena pariūrṇa. Parijuñña aquí y en los compuestos más abajo debe ser tomado como un sustantivo
abstracto. Debemos esperar la forma pārijuñña, como en pali, con el sentido de “perdida,” “decaimiento,”
“pobreza.”
27

de aromáticas flores. Esta gran tierra se movió, tembló, y crujió violentamente seis veces por
el poder del Bodhisattva. Se manifestó en el mundo una gran, infinita y sublime radiancia. Y
las regiones entre los mundos, regiones de oscuridad cubierta por oscuridad, de penumbra
sobre penumbra, las oscuras regiones donde la luna y el sol, a pesar de lo majestuosos y
poderosos que son, con todo su resplandor no pueden hacer que su brillo penetre, con toda
su luz no pueden hacer que su luz se manifieste, de pronto se sofocaron con radiancia. Y los
seres que habían renacido ahí exclamaron el uno al otro, “Miren, hay otros seres renacidos
aquí.” Ahora todos estos seres fueron por un instante, por ese momento inmersos en felicidad.
Incluso aquellos renacidos en el gran infierno de Avīci superaron el esplendor de devas, de
Nāgas, y de Yakṣas. Los reinos de Māra fueron eclipsados, sin radiancia, felicidad o alegría.
Destrozados cayeron un kos, dos kos, tres. Destrozados cayeron incluso por yojanas. Sus
estándares, también cayeron y el malvado Māra era infeliz, disconforme, resentido y
torturado por sus picaduras.
Nuevamente, monjes, mientras el Bodhisattva avanzaba, los cuartos más al este del mundo
se volvían extremadamente brillantes y puros. Y también lo hacían los cuartos al sur, al oeste
y al norte, y las regiones de arriba y abajo.1 La luna y el sol a su salida, durante su tiempo, y
al ponerse se volvieron extremadamente brillantes y puros. Las constelaciones y las estrellas
se volvieron extremadamente brillantes y puras. Las residencias de los devas
Cāturmahārājika se volvió extremadamente brillante y pura, y también2 las residencias de los
devas Trāyastriṃśa, de los devas Yāma, de los devas Tuṣita, de los devas Nirmāṇarati y de
los devas Paranirmitavaśavartin. Las residencias de Māra se volvieron extremadamente
tristes. Los estándares de las compañías de Māra se volvieron aburridas y sin brillo. Y la
malvada Māra se volvió infeliz, disconforme, resentido, con una complexión oscura y
torturado por las picaduras. Las residencias de los devas Brahmā y los devas Śuddhāvāsa se
volvieron extremadamente brillantes y puras. Y similarmente los lugares donde los Budas
perfectos de limitado esplendor se paraban, caminaban, sentaban o recostaban entre estos
devas Śuddhāvāsa, se volvió extremadamente brillante y puro.3 Los devas Śuddhāvāsa se
volvieron extremadamente emocionados, felices y contentos.
Nuevamente, monjes, cuando el Bodhisattva se estaba yendo de su casa, todos los señores
Nāga y reyes, ya sea nacido de huevos o de un vientre, de la humedad, o sin relación de
padres, formaron un gran ejército de cuatro partes de elefantes, caballería, carrocería y
infantería, y así escoltaron al Bodhisattva mientras iba hacia el estado sin hogar.
Nuevamente, monjes, cuando el Bodhisattva estaba dejando su hogar todos los señores y
reyes Suparṇa, ya sea nacidos de huevos, o de vientres o de humedad, o sin relación entre sus

1
El texto repite la frase completa en cada caso.
2
Ver nota anterior.
3
Esta es una extraña doctrina o mitología. No se menciona ni podría mencionarse al perfecto Buda viviendo
entre los devas Śuddhāvāsa. Igualmente, extraño es hablar del perfecto Buda de esplendor limitado. Lo que
ha pasado es que de alguna forma y otra saṃyagsambuddhānām ha tomado el lugar de Devānām. Devas de
esplendor limitado (parīttābhā) eran clases especiales de devas cuya radiancia o esplendor era limitado
(parītta) porque, como humanos, se han contentado con absorber la idea de menor brillo. (M. 3. 147.)
Pertenecen al plano del segundo dhyāna (jhāna). Ver D.P.N. para referencias.
LA GRAN RENUNCIA DE NUEVO
28

padres, formaron un gran ejército de cuatro partes con elefantes, caballería, carrocería e
infantería, y así escoltaron al Bodhisattva.
Mientras en Bodhisattva avanzaba, la diosa de la ciudad1 se paró ante él, y tristemente dijo:
-
Oh Nāga, Oh Nāga, mírame. Oh león, Oh león, mírame. Oh el más selecto de los
seres, mírame, Oh líder de la caravana, mírame.
En su camino desde Kapilavastu el Hombre-León, que trajo alegría a los Śākyanos, miró
hacia la hermosa ciudad e hizo esta solemne declaración: -
Aunque me fuera a caer al infierno y obtuviera comida envenenada para comer, no
volveré a entrar a esta ciudad antes de que haya vencido a la vejez y la muerte.
Así, monjes, fue como el Bodhisattva cumplió su avanzada. El Bodhisattva, recibido por
miles de devas y por los Cuatro Grandes Reyes, montó doce yojanas hacia el sur desde
Kapilavastu hasta el distrito de Mallas, a un lugar llamado Anomiya,2 no lejos del sabio
Vaśiṣṭha. Ahí el Bodhisattva y Chandaka pararon. El Bodhisattva le entregó a Chandaka sus
joyas, su caballo Kaṇṭhaka, y su sombrilla con incrustaciones de gemas, y le pidió que
saludara a su padre, Mahāprajāpatī Gotamī3 y toda su familia. “Diles,” dijo, “que volveré
cuando haya cumplido mi deber y haya hecho rodar la noble rueda del dharma.” Chandaka
dijo, “¿No extrañas a tu madre y padre?” El Bodhisattva respondió: -
“Oh Chandaka, por lo que dices percibo que estás equivocado. Dejo a mi gente por
que busco la liberación, por que mi mente está dispuesta a la liberación. ¿Cómo en
la vida de un hijo4 puede haber separación de la familia?
“Si no hubiera para nosotros la muerte, el nacimiento, la enfermedad y la vejez y
esas cosas; si uno no tuviera que renunciar a lo que es deseable, si uno no tuviera
que recurrir a lo desagradable; si las esperanzas de uno no estuvieran incumplidas,
si la felicidad de uno no fuera pasajera, entonces ahí habría placer en las variadas
esferas de la vida de un hombre.”
Chandaka dijo, “Verdaderamente, señor, todos los sabios de las escrituras han pronunciado
que tu destino en convertirte en gobernante sobre los cuatro continentes.5 ¿no es eso verdad?”
El Bodhisattva respondió, “Oh Chandaka, ¿Qué más predijeron los supuestos sabios?” Ahora

1
Nagaradevatā. También aparece en Lal. Vist., 272.
2
En los textos pali en Lal. Vist., se nos dice que el Bodhisattva vino al rio Anomā, que estaba a treinta ligas al
este de Kapilavastu. Ver D.P.N. para más referencias.
3
La hermana menor de Māyā. (Suddhodana se casó con ambas.) Ella cuida a Gotama y lo amamanta luego
de la muerte de su madre.
4
Jātasya janmani. El verso completo, sin embargo, es oscuro, y Senart sugiere que una parte del texto en
que dan las razones de Chandaka de por qué Gotama no debería irse ha sido eliminado. Quizás, estas dos
palabras podrían ser tomadas como que implican que Chandaka urgió la necesidad del joven Rāhula por su
padre.
5
Literalmente “que tu gatis sobre los cuatro continentes,” cāturdīpagatis. Quizás debamos leer °patis, “te
convertirás en señor sobre los cuatro continentes.”
29

es el momento de decir la verdad si es que tienes un poco de cariño por mí.” Chandaka
respondió, “Bueno, te diré. Esta era la segunda alternativa. Si, dijeron, el Bodhisattva deja el
mundo y se convierte en un viajero, se convertirá en un omnipresente destructor de la pasión
por la existencia.”
Este pensamiento se le ocurrió al Bodhisattva, “¿Cómo puedo convertirme en un viajero con
esta mata de pelo en la corona de mi cabeza?” Así que el Bodhisattva cortó su cabello con
un cuchillo. Y fue tomado por Śakra, el señor de devas, y recibió alabanzas en Trāyastriṃśa,
donde el festival cūḍā es celebrado.
Al mismo tiempo, Kaṇṭhaka lamió los pies del Bodhisattva, pero él siguió su camino sin
prestar atención.
Canto las alabanzas del que avanza, como el Sabio salió de su hogar. Viendo al
anciano y al muerto, el Sabio se conmocionó mucho.
Profundamente movido, el gran sabio vio el sufrimiento del mundo y se fue al estado
sin hogar.
Dejó atrás a su madre y padre y a un grupo de familiares, salió de Kapilavastu
montando su caballo Kaṇṭhaka.
Y cuando hubo abandonado a su caballo y a Chandaka, rompió las ataduras que lo
ligaban a su hogar. Renunciando a todo esto, se fue sin remordimiento.
Ahora, cuando el Bodhisattva se había ido, Chandaka y Kaṇṭhaka volvieron de Anomiya, un
lugar no muy lejos de la ermita del sabio Vasiṣṭha. Chandaka le entró las joyas al Rey
Śuddhodana y le dio el mensaje de saludo, a Mahāprajāpatī Gotamī y a otros. Pero no tenía
ningún mensaje para Yaśodharā.
Los monjes escucharon de esto después de que el Exaltado había hecho rodar la rueda del
dharma, y le preguntaron, “¿Cómo es que el Exaltado se fue sin prestar atención a
Yaśodharā?” El Exaltado respondió, “Esa no fue la primera vez que me fui sin prestarle
atención. Hubo otra ocasión.” Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión, Señor?” El
Exaltado respondió, “Sí, monjes.”

ŚYĀMĀ JĀTAKA1
Una vez, monjes, hace mucho tiempo, había en el país del norte una ciudad, llamada
Takṣaśilā,2 donde vivía un mercante, llamado Vajrasena, que trabajaba a caballo. Él fue desde

1
El tema, con algunas variaciones interesantes de detalles, es el del pali Kaṇaverajātaka (No. 318 en
Fausböll).
2
En pali Takkasilā, capital de Gandhāra, y 120 yojanas de Benarés. El camino entre los dos lugares pasaba a
través de unas junglas infestadas de ladronas. Era antes de los tiempos budistas un centro educacional. Ver
D.P.N. para detalles y referencias.
5

Takṣaśilā a Benarés, llevando algunos caballos con él para vender. Ahora, mientras él iba en
camino él y el resto de la caravana fue atacado por unos ladrones cerca de Benarés. Todos
los comerciantes fueron golpeados y matados y se robaron a los caballos. Pero el líder de la
caravana se escondió detrás del cuerpo de un hombre muerto y no lo mataron. Cuando los
ladrones, asumiendo que el líder de la caravana había muerto, se fueron con su botín,
Vajrasena el comerciante de caballos, siguiendo el curso del agua, entró a Benarés y se quedó
en una casa vacía.
Ahora, en la noche los ladrones entraron al palacio del rey en la ciudad de Benarés y se
llevaron una gran cantidad de la propiedad. En la mañana, los ministros vieron que el palacio
del rey había sido saqueado, y le reportaron esto a su majestad el rey, “Su majestad,” dijeron,
“el palacio real ha sido saqueado.” El rey ordenó a que examinaran el palacio. Lo hicieron y
vieron cuanto había sido robado. Le informaron al rey, diciendo, “Su majestad, mucha
propiedad ha sido robada del palacio.” El rey les ordenó a sus ministros buscar a los ladrones.
Y ellos, por órdenes del rey, inmediatamente comenzaron la caza de ladrones en Benarés.
Todas las casas fueron escrudiñadas, incluyendo templos y casas vacías.
En el curso de su búsqueda los sirvientes del rey1 fueron a la casa vacía donde Vajrasena, el
jefe de hogar que había sido golpeado por unos delincuentes, estaba recostado. Él, cansado
por un largo viaje, una noche despierto, y la ansiedad, se había dormido, y aunque el sol había
salido no había despertado. Los hombres del rey que estaban buscando a los ladrones lo
vieron recostado ahí con sus extremidades y ropa cubierta de sangre y con dinero. Y dijeron
entre ellos, “Este es el ladrón que robó el palacio del rey.” Uno de los sirvientes del rey lo
sacudió con su pie e hizo que se pusiera de pie. “Párate, canalla,” dijo, “sin duda tú eres el
ladrón que se metió al palacio del rey.”
Luego el vendedor de caballos, con miedo y temblando, se paró y preguntó cuál era el
problema. Ellos respondieron, “No hay duda que eres tú, canalla, el que se metió al palacio
del rey.” Él les dijo, “Caballeros, cálmense. No soy un ladrón, sino un vendedor de caballos.”
Ellos respondieron, “Reconocemos a un vendedor de caballos cuando vemos uno, pero
sabemos que tú eres un canalla.”2 Y a pesar de sus protestas, le ataron sus manos detrás de él
y fue llevando ante el rey. “Aquí está, señor,” dijeron. “Fue atrapado durmiendo en su casa
vacía.” El rey estaba muy enojado y le dio una terrible sentencia. “Vayan,” ordenó, “llévenlo
al cementerio Atimuktaka3 y ensártenlo vivo.”
Así que, teniendo sus manos fuertemente atadas detrás de él, tomando intoxicantes y teniendo
un cabestro alrededor de su cuello, al son del duro4 sonido de los tambores, y rodeado por
verdugos armados con cuchillos, espadas y hachas, y por miles de personas, fue llevado a la
calle de los cortesanos. Ahí vivía la cortesana principal Śyāmā. Ella era rica, opulenta y

1
Bhaṭṭa para bhaṭa.
2
Literalmente, “un vendedor de caballos es así, lo que tu eres es un malvado ladrón,” edṛiśako aśvavāṇijako
bhavati yādṛiso tvaṃ pāpacauro tvaṃ.
3
En pali Atimuttaka, “un cementerio cerca de Benarés, donde los ladrones solían poner sus botines”
(D.P.N.).
4
Leyendo kharasvareṇa, como en J. 3. 59, para svarasvareṇa del texto.
ŚYĀMĀ JĀTAKA
6

millonaria, y tenía mucho oro y plata para vivir, y muchos esclavos hombres y mujeres y
mercenarios.
Ahora la cortesana principal Śyāmā vio que al mercante lo llevaban a la ejecución. Tan pronto
como lo vio, se enamoró de él. Como había sido dicho por el Exaltado: -
Al vivir juntos en el pasado y por la bondad en el presente, nace el amor tan seguro
como el loto en el agua.1
Al vivir juntos, por una mirada, o por una sonrisa, así nace el amor en el hombre y
la bestia.
Cuando entra la mente y el corazón se ponen felices, incluso los hombres inteligentes
siempre sucumben a él,2 porque significa que ha habido relación en el pasado.3
La cortesana había estado enamorada del vendedor de caballo durante cientos de vidas. Por
eso es que nació en ella un amor increíblemente grande. Se dijo a sí misma, “Si no gano a
este hombre moriré.” Entonces le dijo enseguida a una esclava de ella, “Tú, anda y diles a
los ejecutores de mi parte que les daré una gran cantidad de oro si no matan a este hombre.
Otro hombre vendrá con la misma complexión y apariencia. Que lo tomen a él y lo asesinen.”
La esclava fue y habló con los ejecutores como se le había dicho. Los ejecutores
respondieron, “Muy bien, que así sea.” Luego siguieron su camino al cementerio.4
Ahora en este tiempo había, en la casa de la cortesana, un hijo único de un mercante, que
había comprado acceso a la casa por doce años, de los cuales diez habían pasado y dos
quedaban. Como él dijo: -
Los nobles tienen cientos de artes, los brāhmanes doscientos, los reyes miles, pero
las artes de las mujeres son incontables.
Luego Śyāmā la cortesana, en la presencia del hijo del mercante, separó un poco de comida
y condimentos. El hijo del mercante le dijo, “Śyāmā, ¿para qué es eso?” Ella respondió,
“Señor, cuando vi a un hombre que iba a ser ejecutado me dio mucha lástima. Así que me
dije a mí misma, ‘tomaré un poco de comida para él.’” El hijo del mercante dijo, “No, no
vayas tu misma. Envía a una esclava.” Ella respondió, “¿Quién sabe si la esclava se la dará
o no? Tendré que ir y dársela yo misma.”
Luego el hijo del mercante dijo, “Dame la comida. Yo iré, para que no tengas que ir tu
misma.” Pero ella dijo muchas más excusas, “No. Tú, señor, no debes ir. Yo iré.” El hijo del
mercante dijo, “No, no irás tú. Yo iré.” La cortesana dijo, “Que sea como lo desees, señor. O
voy yo o vas tú.”

1
Esta estrofa se encuentra en J. 2. 235, y ya ha ocurrido en nuestro texto, ver arriba p. 95 y la nota ahí.
2
Literalmente “sucumbirán,” gacche.
3
Literalmente “habrá (= habrá habido) relación en el pasado,” saṃstavo vai pure bhavet.
4
Kṛitāntasūnikā, “el matadero de Yama (Kṛitānta),” pero Senart no está satisfecho con esta corrección del
texto.
7

Así el hijo del mercante tomó la comida y se fue. La cortesana le dijo a una esclava, “Ve, y
cuando el hijo del mercante haya sido ejecutado toma al otro hombre y escóndelo hasta que
el sol se esconda, para que nadie lo vea.”
Para ese momento toda la gente se había devuelto, y los ejecutores habían llegado al
cementerio cuando el hijo del mercante llegó con la comida. Le dio la comida al hombre que
iban a ejecutar. Luego los ejecutores mataron al hijo del mercante, y el vendedor de caballos
fue liberado. Él fue llevado secretamente por la esclava a la casa de la cortesana.
Luego el vendedor de caballos fue ungido con perfumes, 1 bañado, vestido2 con costosos
ropajes, y recostado en un gran sillón y le llevaron fragantes guirnaldas y comida. Se entregó
completamente a los placeres de los sentidos. Y los dos se divirtieron, deleitaron y
entretuvieron.
Ahora el hijo del mercante había ido ahí por diez años. Cuando fue ejecutado la deuda de los
otros dos años fue pagada por sus padres. Y cuando el vendedor de caballo vio lo que estaba
pasando se llenó de ansiedad y se puso pálido. No disfrutaba su comida, sino que la vomitaba3
por miedo a que pronto él sería destruido de la misma forma que el hijo del mercante.
Luego la cortesana le preguntó al vendedor de caballos, “Aunque, señor,” dijo ella, “has
estado aquí por algún tiempo, no te he visto feliz ni disfrutando. ¿Qué extrañas? ¿Qué deseas?
Cualquier cosa que tu desees lo tendrás.”
El vendedor de caballos respondió, “Mi ciudad de Takṣaśilā es brillante con parques y
piscinas de loto, y la gente frecuentemente se viste festivamente para disfrutar los parques.
Pienso en esos parques, en el entretenimiento de ellos y en las piscinas.”
La cortesana respondió, “Señor, aquí en Benarés también hay parques y piscinas de loto y
agradables jardines llenos de flores y frutas. Si deseas ir al parque, saldré para jugar ahí.” El
respondió, “Muy bien, vamos.”
Luego la cortesana hizo que un parque fuera barrido. Puso al vendedor de caballos en un
carruaje cerrado y llevando con ella comida, bebidas, perfumes y guirnaldas, salió, ayudada
por sus esclavas. Vajrasena, el mercante, le dijo a la cortesana, “Rodea4 la piscina de loto con
pantallas para que podamos jugar el juego de agua privadamente sin que nadie nos vea.” La
cortesana pensó, “Lo que dice el joven hombre es cierto. Debemos jugar privadamente y
nadie nos verá.” Así que la cortesana hizo que rodearan la piscina de loto con pantallas.
Luego los dos solo jugaron el juego de agua y disfrutaron y se entretuvieron.

1
O “rociado,” ucchāpito, una forma BSk. Del pasado participio pasivo del causativo de ut-sad, “ungir.”
Comparar con el sustantivo pali ucchādana.
2
Parihāpito, BSk. de paridhāpito, forma causativa en pasado participio pasivo de pari-dhā.
3
Chaḍḍeti como en pali, para chardayati y chṛiṇatti.
4
Pariveṭhāpehi, comparar con el pali pariveṭhita de veṭheti, Sk. Viṣṭ o veṣṭ. Inmendiatamente abajo tenemos
veṭhāpitā – causativo pasado participio pasivo.
ŚYĀMĀ JĀTAKA
8

Luego se le ocurrió al vendedor de caballos: “Si no me voy hoy, nunca seré capaz de hacerlo.”
Luego el produjo1 la bebida y le dio, diciendo a sí mismo, “Cuando ella beba seré capaz de
escapar.” La cortesana pensó, “Me está tratando con amor y me está dando de beber.” Ahora
mientras ella bebía se intoxicó. Luego el vendedor de caballos les dijo a los esclavos, “Vayan
a sentarse cerca de las jarras. Vamos a jugar el juego de agua en privado.” Los esclavos se
sentaron cerca de las jarras mientras los dos fueron a la piscina a jugar el juego de agua.
Luego el vendedor de caballos tomó a Śyāmā por el cuello y la sostuvo2 bajo el agua3 por un
instante. Luego la sacó. Śyāmā pensó que el joven estaba jugando al juego de agua. Vajrasena
el vendedor de caballos tomó a Śyāmā y la puso bajo el agua de nuevo y de nuevo, un poquito
más cada vez. Y Śyāmā comenzó a desmayarse. Finalmente la mantuvo bajo el agua
suficiente para que perdiera la consciencia.
Vajrasena luego pensó: “Śyāmā está muerta. Ahora puedo escapar.” Así que, pensando que
Śyāmā estaba muerta, se subió a las escaleras de la piscina de loto y mirando alrededor de él,
escapó sin que nadie lo viera.
Luego los esclavos pensaron entre ellos: “El caballero y la señora deberían estar tirándose
agua mientras juegan en el agua. Pero no escuchamos ningún sonido de juego. Vamos a ver.”
Se acercaron a la piscina y vieron a Śyāmā recostada como si estuviera muerta en un peldaño.
De alguna forma la revivieron. Los esclavos la sostuvieron por un momento con su cabeza
hacia abajo para que toda el agua saliera por su boca.
Tan pronto como se hubo recuperado les preguntó a sus esclavos, “¿Dónde está el caballero?”
Ellos respondieron, “Señora, el caballero no se encuentra en ninguna parte. Debe haber
escapado.” Ella dijo, “Apúrense, vayamos a la ciudad.” Así que ella fue a la ciudad.
Luego Śyāmā la cortesana inmediatamente mandó a llamar a algunos caṇḍālas4 y les dijo,
“Te daré suficiente oro para que vivas de él. Quiero que me traigas a un hombre
recientemente muerto que no haya sido mordido por un animal carroñero.” Ellos
respondieron, “Traeremos uno sin fallar.” Fueron al cementerio, y sin ser visto por nadie,
sacaron a un hombre recientemente muerto que no había sido mordido. Ella les dio su
recompensa a los caṇḍālas y les pidió que se fueran.
Śyāmā bañó al hombre muerto con aguas aromáticas, lo ungió con perfumes, lo vistió con
ricos ropajes y lo puso en un sudario herido.5 Luego le dijo a sus esclavas, “Con una voz

1
Agre sthāpayitvā. Senart pone la atención en la lectura ciṣṭayitvā de un MS., que se refiere al Māgadhan
ciṭṭhadi o ciṭṭhai.
2
Nivarteti. Más abajo tenemos las formas nivuṭṭiya y nivuṭṭāpiya con el mismo significado.
3
Literalmente, “cubriéndola,” vāretvā.
4
Un caṇḍāla era un miembro de la clase más baja y despreciable de la sociedad, de una casta mixta, siendo
los hijos de un śūdra y una mujer brāhmana.
5
Literalmente, “lo puso en un camu y lo amarró bien.” El significado preciso de camu aquí es desconocido.
(Cāmu es la jarra en la que el jugo soma se recibe desde la prensa.) Senart asume el significado de “cercueil,”
“ataúd,” pero este significado no encaja con el contexto más abajo donde los padres del joven, deseando ver
el cuerpo, les piden a los cuidadores apaharatha etaṃ camum, “saca el camu.” En la página 174 tenemos la
9

laméntense y griten, ‘el joven está muerto, el joven está muerto’” Y las esclavas se
lamentaron de la forma en que habían sido instruidas por Śyāmā. Un gran público de gente
escuchó los llantos en la casa de la cortesana Śyāmā de que el hijo del mercader estaba
muerto. Y los padres del joven mercader escucharon que su hijo estaba muerto. Ellos y todos
sus parientes llegaron llorando a la casa de la cortesana. Los habitantes de la Calle de los
Cortesanos se sentaron alrededor.
Los padres dijeron, “Saca el sudadero. Miraremos por última vez a nuestro hijo.” Pero la
cortesana pensó: “Si sacan el sudadero, lo descubrirán y me harán pedazos.”1 Así que les
dijo, “No le saquen el sudario.” Ellos preguntaron, “¿Por qué?” Ella respondió, “Cuando el
joven hombre estaba enfermo, le dije ‘ve a la casa de tus padres.’ Pero el respondió, ‘han
pasado muchos años desde que fui, no iré ahora. Cuando esté bien2 nuevamente iré a ver a
mis padres.’ Ahora cuando se dio cuenta que no estaba mejorando me dijo, ‘Cuando muerta,
no me muestres a mis padres ni parientes. Hazme este favor.’ Y le prometí al joven, diciendo,
‘Señor, no les mostraré tu cuerpo a tus padres o parientes’ Preferiría matarme3 que dejar que
vean el cuerpo del joven nuevamente. Por lo tanto, si ustedes sacan el sudario me destruiré.
Esa es la promesa que le hice al joven cuando murió.”
El mercante pensó, “Debe ser como ella dice. Porque ella era muy querida por mi hijo, viendo
que no la dejó ni siquiera cuando estaba muriendo, viendo que ella era devota y amable con
nuestro hijo. Ahora nuestro hijo está muerto. No sirve de nada4 sacar el sudario si no podemos
tener a nuestro hijo que está muerto.” Y el mercante dio órdenes, diciendo, “No quiten el
sudario. Dejen que se cumpla el último deseo de mi hijo.” Luego con gran honor el salió5 de
la ciudad.
Mientras tanto, la cortesana lloraba penosamente, se lamentaba y se quejaba, y sacó a relucir
sus muchas artimañas. A pesar de sus esfuerzos de retenerla, corrió a la pila funeraria,
intentando tirarse en ella, pero fue agarrada por la gente cuando estaba a punto de caerse.
Los padres del joven mercante pensaron, “Esta Śyāmā quería y cuidaba a nuestro hijo igual
como él la quería a ella. ¿Y si nos llevamos a Śyāmā a nuestro hogar6, donde servirá para

expresión apanetuṃ camum, “retirar el camu.” La traducción, “sudario” es adoptada puramente por que se
ajusta mejor al contexto.
1
Chindiṣyam, con la terminación pali Ātmane. En la siguiente oración “tú” es del pali tumbhe, como también
en la página siguiente.
2
Vārttin = vārtta.
3
Ātmānamupasaṃkrameyam. Senart cita Taittirīya Upaniṣad, ii. 8, ātmānamupasaṃkrāmati, “entrar en el
verdadero ātman,” sc. “morir.”
4
Alabhanīyo artho, “un objeto que no se debe tener” = “no digno de tener.”
5
Niṣkāsiya.
6
“Le presentamos nuestro hogar,” gṛihaṃ pravaśyāma:. Este verbo debe haber sido impreso erróneamente
por praveśayāma;. el causativo de praviś. Comparar con el pasado participio passivo praveśita
inmediatamente abajo.
ŚYĀMĀ JĀTAKA
10

recordarnos a nuestro hijo?”1 Y entonces, pidiendo permiso de la corte del rey,2 el mercante
se llevó a Śyāmā a su casa.
Y ella, dejando sus joyas y oro, vestida completamente de blanco, y con su cabello en una
trenza, se sentó llorando por Vajrasena el vendedor de caballos. Los padres del mercader
pensaron: “Está llorando por nuestro hijo.” Y el mercante y su esposa trataron a Śyāmā como
su hijo.
Luego un día unos actores llegaron desde Takṣaśilā a Benarés.3 Los jóvenes actores fueron a
la casa del mercader para pedir limosnas. Śyāmā se dio cuenta del acento del norte de estos
actores y les preguntó, “¿De dónde vienen?” Ellos respondieron, “Somos de las partes del
norte.” Ella preguntó, “¿De qué lugar?” Ellos respondieron, “De Takṣaśilā.” Ella preguntó,
“¿Conocen a un mercante en Takṣaśilā llamado Vajrasena, que vende caballos?”4 El joven
actor respondió, “Si, seguro.”5 Ella preguntó, “¿Pueden hacerme un favor?” Ellos
respondieron, “Si podemos, ¿Qué quieres que hagamos?” Ella respondió, “Reciten estos
versos cuando vean al mercader:
Śyāmā vestida de seda, a quien tu tomaste muy fuerte en tus brazos entre los
florecientes árboles de sāl,6 te envía saludos.
Pasado un tiempo, los jóvenes actores volvieron a Takṣaśilā, y, fueron donde Vajrasena y
recitaron: -
Śyāmā vestida de seda, a quien tu tomaste muy fuerte en tus brazos entre los
florecientes árboles de sāl, te envía saludos.
Cuando escuchó esta copla, Vajrasena el mercader les respondió a los jóvenes actores en
verso: -
Aquellos que están sobrepasados por la pasión y ansiosos de responder7no descansa.
Los hombres agradecidos no descansan; aquellos que son adictos a la venganza no
descansan.

1
Literalmente “será (como) una visión de nuestro hijo,” putrasya darśanaṃ bhaviṣyati.
2
Es decir, era necesaria la autoridad del rey para promover a Śyāma de una casta más baja a una más alta.
3
Desde este punto los detalles de la historia corresponden más al pali Kaṇaverajātaka.
4
El texto tiene yonaṃ pratyabhijānatha yūyaṃ… śreṣṭhiputro… yonam = yavanam, “un griego,” lo que es
por su puesto imposible. Senart siguiere que la palabra esconda algunas partículas como bho nam, “¡ah!
Entonces.” Sería mejor quizás bho tam, “¡ah! Lo conocen entonces.” El nom. Śreṣṭhiputre quizás podría ser
explicado como una aposición parcial a tam = “(me refiero) al hijo del mercader.” No puede ser objeto
directo de pratyabhijānatha.
5
Āma, en pali y BSk.
6
Esto parece ser un eco del pali u otra versión donde Syāmā fue estrangulada en las profundidades de los
arbustos kaṇavera, y no ahogada como en su historia.
7
Kṛītānukāraṃ pratikartukāmā. Comparar con el pali kiccānukubba (J. 2. 205).
11

No les puedo creer lo que dicen, es como si dijeran que el viento puede llevarse una
montaña.1¿Cómo esta mujer que está muerta puede mandarme saludos?
Los actores respondieron: -
La mujer no está muerta, y ella no desea a nadie más que a ti. Usa su cabello en una
trenza, y está destruida por su deseo por ti.
Vajrasena el mercader dijo: -
Ella no debería tomarme por alguien que no conoce a cambio2 de uno que conoce
hace mucho tiempo, un hombre inconstante a cambio de uno constante. 3Me iré aún
más lejos de aquí para que no tome a otro a cambio de mí.
Puede ser, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión el vendedor de
caballos llamado Vajrasena era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué? Yo monjes, en
ese tiempo y en esa ocasión era el vendedor llamado Vajrasena. Podrían pensar que en ese
tiempo y en esa ocasión la cortesana llamada Śyāmā en la ciudad de Benarés era alguien más.
No deben pensar así. ¿Por qué? Yaśodharā aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era
la cortesana principal llamada Śyāmā en la ciudad de Benarés. Entonces, también, yo era
indiferente a ella, igual como en esta ocasión.
Aquí termina el Śyāmā Jātaka.

CAMPAKA JĀTAKA4
Luego los monjes dijeron, “El Exaltado salvó a Yaśodharā justo cuando estaba siendo
alistada para la ejecución. Yaśodhara hizo mucho por el Exaltado cuando él era un
Bodhisattva pasando por sus muchas vidas.”
El Exaltado respondió, “Sí, Yaśodharā hizo mucho por el Tathāgata mientras él pasaba por
sus muchas vidas. Fui salvado por Yaśodharā en otra ocasión también, cuando caí en las
manos de un enemigo.” Los monjes dijeron, “¿Hubo otra ocasión, Señor?” El Exaltado
respondió, “Sí, monjes.”

1
El texto tiene simplemente vāto vā girimāvahe. J. 3. 62 da las similitudes más explícitamente. Aquí
nuevamente, sin embargo, la versión de gāthās en versos ingleses en J. trans. es muy inadecuada; no es ni
siquiera un parafraseo, simplemente un resumen.
2
El texto tiene nirmiṇeyā (nir-mā, “formar”). Esto debería ser obviamente cambiado a nimineyā. Comparar
con el pali nimini y nimineyya en el gāthā correspondiente (J. 3. 63), donde son de niminoti (ni-mi), “cambiar
por.” Esta forma corresponde al Sk. Niminoti (ni-mi), pero su significado está influenciado por ni-ma.
Comparar con Sk. Nimaya – “trueque,” “cambio.”
3
El contexto requiere el cambio de dhruvam adhruveṇa a adhruvaṃdhruveṇa, como en J. 3. 63.
4
Comparar con Campeyya Jātaka (J. 4. 454 sgtes.).
5

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés, en la provincia de Kāśi,
un rey que gobernada llamado Ugrasena, que era virtuoso y majestuoso, que trataba a sus
súbditos amablemente, era caritativo, y poseía gran riqueza y un gran ejército. Su reino era
próspero, floreciente, pacífico, con mucha comida y muchos súbditos felices. La violencia y
los problemas fueron reprimidos, los ladrones estaban controlados, y el comercio prosperaba.
Ahora en esta provincia vivía un rey Nāga1 llamado Campaka, que era virtuoso, había
acumulado mucha bondad,2 y tenía un séquito de muchos cientos de miles de Nāgas. La casa
de este rey Nāga, Campaka, era como la casa de un deva. Por todas partes había mansiones
construidas con las siete piedras preciosas, flores y frutas en todas las estaciones, y piscinas
de lotos con joyas, cubiertas con lotos de muchos colores.3 No lejos de estas piscinas había
una terraza enjoyadas hecha de coral blanco y con columnas de berilio. Y el rey tenía un
harén de dieciséis mil doncellas Nāga.
Él vivía feliz en su casa Nāga como un rey de los devas. Observando los tres días4 de la media
luna, el octavo, el catorceavo, el quinceavo, mantuvo el ayuno5 en el cruce. Vivía en liberad,6
observando las ocho reglas de un laico.7
Una vez, cuando el rey Nāga estaba ayunando en el cruce fue visto por un encantador de
serpientes. Y así fue que Campaka, el rey Nāga, fue atrapado en el cruce por el encantador
de serpientes, tirado en una canasta de serpientes y ahí se quedó. Pero el rey Nāga no estaba
enojado con el encantador, y aunque había encerrado al poderoso rey, no tenía deseos de
quemar Benarés y sus provincias hasta hacerlas cenizas.8 Ahí se quedó en su canasta
observando sus votos.
Ahora el rey Nāga había explicado ciertos signos a su séquito. “Si,” dijo, “me sucede algo
malo mientras ayuno en el cruce, aparecerán estos signos en las casas de los Nāgas. Si los
árboles y fragantes lotos en la casa de los Nāgas se marchitan, sepan por ese signo que el rey
de los Nāgas ha sido capturado. Si las hojas de los árboles se vuelven secas y las piscinas de
lotos se secan, sepan por ese signo que el rey de los Nāgas ha sido asesinado.”

1
Llamado rey serpiente en J. trans. Comparar con Vol. 1, p. 35, n. 4. “Nāga” es retenido aquí para darle más
verisimilitud al texto, por que las “serpientes” en todo propósito se comportan como seres humanos, y el uso
de “Nāga” evita repetir la alusión al real personaje.
2
Utsadakuṣalasaṃcayo.
3
El texto las enumera.
4
Literalmente, “siguiendo (haciendo) tres partes,” triṣkṛitva.
5
Upoṣadhaṃ upoṣati.
6
Literalmente “con el cuerpo libre,” osṛiṣṭakāya. Comparar con el pali osaṭṭhakāyo urago carātu, “dejen que
la serpiente se libere.” (J. 4. 460.)
7
Aṣṭāngasamanvāgata. En los textos pali esto es un epíteto de Uposatha, el ayuno en sí mismo, (ej. Sn. 401)
como lo es también en los textos BSk. de upavāsa (=upoṣadha, ver página siguiente). Pero nuestro texto
parece definitivamente aplicarlo a el sujeto personal de la oración. Upoṣadha es calificada así, como que en
el día de ayuno los laicos budistas debían observar el śikṣāpadāni (sikkhāpadāni). Es solo en esta conexión que
estos preceptos son conocidos como ocho. Usualmente son cinco o diez.
8
En la versión pali hay una historia preliminar que cuenta como el Bodhisattva había muerto y renacido como
un rey Nāga. También se contaban las torturas que le hicieron para domarlo; pero él no arriesgaría perder su
virtud al buscar venganza en su captor.
CAMPAKA JĀTAKA
6

Entonces cuando Campaka, el rey de los Nāgas, fue tomado prisionero por el encantador de
serpientes en su canasta de serpientes, estos signos aparecieron en las casas de los Nāgas.
Luego los Nāgas, hombres y mujeres, viendo estos signos en la casa de los Nāgas, todos
sintieron pena por que su rey había sido capturado. ¿Entonces qué? Cualquiera de ellos tenía
el pode de rescatar al rey Nāga de las manos del encantador de serpientes y aun así nadie lo
haría. Y la razón de esto era que el rey Nāga les había impuesto previamente a su séquito,
diciendo, “Si mientras estoy observando el ayuno alguien me capturara, no deben mostrarle
ninguna maldad o desagrado.1 Por que este es mi voto supremo.”
Luego la reina principal de rey Nāga, con su compañía de2 dieciséis mil Nāgas mujeres,
fueron a Benarés y le dijeron al Rey Ugrasena, que estaba sentado en su terraza, de la captura
del rey Nāga y sus circunstancias. Cuando el Rey Ugrasena escuchó a la Nāga mujer alabando
al digno rey Nāga se deleitó. El rey le dijo a la doncella Nāga, “Quédate o vete a tu casa hasta
que un confiable mensajero busque al rey Nāga y vuelva.” La Nāga mujer respondió, “Su
majestad, solo puedes entregar3 al rey Nāga compensando al encantador de serpientes con
una villa o con oro. No lo puedes hacer por orden real.”
El rey respondió, “Que así sea entonces, Oh Nāga. Compensaré al encantador de serpientes
con el regalo de una villa o de oro; liberaré a Campaka, el rey Nāga.” Luego la doncella Nāga
le dijo a Ugrasena, el rey de Kāśi, “Campaka, el rey Nāga, y sus dieciséis mil mujeres se
ponen bajo tu protección, Oh rey.” Y luego de decir esto la doncella Nāga se fue.
El Rey Ugrasena envió mensajeros en todas las direcciones, diciéndoles, “Campaka, el rey
Nāga, fue capturando mientras ayunaba por el encantador de serpientes. Tráiganlo.”
Los deseos de los devas se cumplen por sus mentes; los de los reyes por sus mandatos;
los de los ricos rápidamente; y los de los pobres por su propio trabajo.4
De acuerdo a las ordenes del Rey Ugrasena, los mensajeros le trajeron al encantador de
serpientes y al rey Nāga. El rey compensó al encantador de serpientes con una villa de oro, y
Campaka, el rey Nāga, fue liberado.
Inmediatamente al ser liberado Campaka, el rey Nāga, volvió a ser nuevamente como un rey
deva,5 y la residencia de los Nāgas volvió a ser como antes, como la residencia de los devas.
Y cuando la gente del rey Nāga vio sus casas como eran anteriormente se pusieron felices y
alegres, por que significaba que el rey Nāga había sido liberado.
Ahora, el rey Nāga estaba sentado en su sillón con Ugrasena, rey de Kāśi, y le dijo, “Su
majestad, deseo que tú y tu corte vean mi reino.” El rey respondió, “Ustedes Nāgas son
amargamente venenosas y fieras. No puedo ir al reino Nāga.” El rey Nāga le dijo, “Su
majestad, quien sea que actúe violentamente contra ti que has probado ser un benefactor

1
Apriya vipriya. Mucho menos, los moralistas budistas implican, debes hacerle un daño corporal.
2
Laguna en el texto.
3
El texto tiene el imperativo, mocehi.
4
Esta copla ocurre varias veces en el Mhvu..
5
Literalmente “volvió a tener los atributos de,” devarājaviṣayo samvṛitto.
7

nuestro, caerá con su cuerpo completo al gran infierno; que caiga al infierno vivo.1 La tierra,
con su luna y estrellas, colapsará y los ríos darán vuelta su corriente – verdaderamente digo
la verdad – antes de que olvide tu buen acto.” El rey respondió, “Que sea lo que el rey Nāga
desee. Iré al reino de los Nāgas.”
Y el Rey Ugrasena dio órdenes a sus ministros, diciendo, “Que los carruajes, elefantes,
caballos y muchos carruajes estén listos. Visitaremos el reino de los Nāgas.” A escuchar esto
los ministros se apuraron para cumplir las órdenes del rey. El rey, ayudado por sus ministros
y su séquito y por un ejército de carruajes, montó el mismo carruaje que Campaka el rey
Nāga. Con gran pompa real y magnificencia al compás de los gritos de la gente y el sonido
de los tambores y trompetas, dejó la ciudad de Benarés y se fue al reino de los Nāgas.
Procedió en su carruaje tan lejos como lo permitió el suelo, y luego, con su séquito, fue
caminando al reino de Campaka el rey Nāga.
Entonces vio el reino de Campaka, el rey Nāga, que era como la residencia de los devas,
hermoseado por árboles que tenían flores y frutas, cubierto con muchas guirnaldas, adornado
con piscinas de loto enjoyadas cubiertas con lotos de varios colores, 2 y conteniendo
habitaciones enjoyadas y terrazas con pilares de berilio y cielos de coral blanco. El rey de
Kāśi fue llevado por Campaka, el rey Nāga a un sillón enjoyado.
Las dieciséis mil doncellas Nāga fueron donde Campaka, el rey Nāga, y le preguntaron,
“¿Cómo te fue entre tus enemigos? ¿Cómo superaste el hambre y la sed? ¿Y como te
liberaste?” El rey Nāga respondió, “Me dieron tanta comida y bebida como era debido y fui
liberado por este rey de Kāśi.”
Luego las dieciséis mil doncellas Nāga del rey Nāga se pusieron contentas y felices y le
dieron al Rey Ugrasena miles de carretas de perlas mezcladas con berilio.
Campaka, el rey Nāga, se refería al reino del Rey Ugrasena como la residencia de los devas.3
El cuidó el palacio real y cuando un fuego comenzaba lo extinguía.
Aquí termina la introducción en prosa4 de la historia de Campaka, el rey Nāga.5
Luego,6

1
Leyendo jīvo para jīvaṃ.
2
El texto los nombra.
3
Un extraño final para la historia en prosa, conteniendo, como lo hace, una débil alusión a las riquezas
conferidas por el rey de Kāśi por los Nāgas como se describen en la versión Pali y en el verso más abajo. La
siguiente oración implica que Campaka continuó sus servicios a Ugrasena luego de que volviera Ugrasena a
su hogar.
4
Parikalpapada.
5
La redacción del verso termina abruptamente. En la versión pali estos versos están unidos en el marco de
la historia para forman una coherencia con la prosa. De hecho, la división de la historia en prosa y verso
parece un poco artificial.
6
Atha- implicando, por supuesto, algún asunto anterior que no aparece aquí. El lugar correcto de esta
pregunta sería en el pasaje en prosa que describe la apariencia de la doncella Nāga ante el rey.
CAMPAKA JĀTAKA
8

Dime, ¿Quién eres tú que brillas como un rayo, como una estrella que se refleja en
la piscina, o como la ramita de un árbol tāmra1 que florece en el bosque?
Tú naciste en Nandana o en la arboleda Citraratha.2Tú eres una deva o Gandharva.
Los humanos no son así.
La doncella Nāga respondió: -
No soy deva ni Gandharva, ni tampoco, su majestad, un ser humano. Señor, soy una
doncella Nāga, vine aquí en una búsqueda.3
El rey dijo: -
Tu corazón está en llamas. Tus sentidos están perturbados,4 y las lágrimas caen de
tus ojos. ¿Qué has perdido? ¿Qué buscas al venir aquí? Rápidamente dímelo.
La doncella Nāga respondió: -
Un hombre vino y atrapó a él a quien llaman una serpiente feroz, a él a quien llaman
un Nāga. Señor, suelte a mi esposo de sus ataduras.
El Nāga podría quemar esta ciudad hasta dejarla en cenizas, por que es muy
poderoso. Pero este Nāga, mientras buscaba5 el dharma, cayó en las manos de un
malvado.
El rey dijo: -
¿Cómo uno podría creer que un hombre tan feroz, fuerte y fornido como este Nāga
haya sido capturado,6 que una serpiente invencible e incomparable haya caído en las
manos de un malvado?
La doncella Nāga respondió: -

1
Tāmrapādapa, comparar con tāmrapādī, “un tipo de planta relacionada con la Mimosa púdica.” O, quizás,
la alusión es simplemente a cualquier árbol con ramas u hojas cobrizas o rojas.
2
Los nombres de dos parques en Trāyastriṃśa.
3
Avīcī para avīcid (comparar con kiṃcī abajo), avī siendo el adjetivo participio de av, “desear,” etc. La
expresión es más bien extraña, y quizás la lectura es incorrecta. Un MS. tiene acīnī, que puede sugerir que la
lectura correcta debiera ser arthinī, especialmente como el pali correspondiente (J. 4. 459) lee atthen(a)
amhi idhāgatā.
4
Viluta, para BSk. Vilulita = Sk. Vilolita.
5
Yācamāno, una aplicación un poco usual de este verbo, que originalmente significa “rogar.” Si la lectura
está correcta, podría ser, como sugiere Senart una antítesis de vaṇīpakasya (BSk. = Pali vanibbaka). Pero
quizás, ayam yācamāno en nuestro texto debería ser corregido a apacāyamāno “honrando” como en la
versión pali. Comparar con apacāyaka (Vol. 1, 198 texto) que es el BSk, para el pali apacāyika.
6
Senart toma gṛihīta como = nigṛihīta, “qui a réprimé le Nāga, qui a dissimulé sa forcé et son apparence de
Nāga,” y asume que osṛiṣṭakāyo en la siguiente estrofa se refiere a esto, es decir, que significa, “habiendo
abandonado (los normales poderes) de su cuerpo.” Pero osṛiṣṭakāyo parece significar “libre” o “en libertad.”
Ver n. 2 p. 192, abajo.
9

El rey Nāga iba cada día 14, 15 y 18 de la media luna al cruce, y mientras él se
quedaba ahí en libertad calló en manos de este hombre.
Por lo tanto, debes creer que el Nāga, feroz, fuerte y fornido como es, fue atrapado y
cayó en las manos de un malvado.
El rey respondió: -
Siéntate o párate, o doncella Nāga, o ve a tu casa, hasta que el mensajero al que he
enviado vaya1a buscarlo, y así encontrarás a tu gloriosa pareja Nāga.
La doncella Nāga respondió: -
Libéralo de forma justa y sin violencia. Con el rescate de una villa o de oro o de
cientos de familiares, deja que el rey Nāga que ahora está atrapado sea liberado
como uno que está deseoso de mérito.2
El rey dijo: -
Justamente y sin violencia lo liberaré, con el rescate de una villa o de oro o de cientos
de familiares. Que la serpiente sea liberada. Que el rey Nāga gane a través de la
alegría.
La doncella Nāga respondió: -
Dieciséis mil doncellas Nāga, felices con sus joyas y anillo, que hacen del agua su
hogar, vienen a ti, Oh señor, para pedir protección.
Los mensajeros del rey trajeron al encantador de serpientes y al rey Nāga. El Rey Ugrasena
dijo: -
Te doy, cazador,3 grandes aros de joyas, cientos de piezas de oro, un sillón de cuatro
esquinas,4 brillante como una guirnalda de flores, y una esposa como una diosa, si
el rey serpiente es liberado.
El encantador de serpientes dijo: -
Sin tus regalos, Oh rey, y solo por tu orden, lo libero. El rey Nāga es correcto, de
gran poder, y con la mirada en el otro mundo. Poderoso es él, y aún así no daña a
nadie.
Cuando hubo sido liberado, Campaka en Nāga le dijo al rey de Kāśi: -

1
Leyendo gatā para gato. Nīyatām ti, “déjalo que sea traído” para citar las palabras del rey.
2
Puṇyārthiko, es decir, no se usa violencia de parte de él ya que esto echaría a perder su chance de ganar el
mérito. J. trans. Tiene para puññathiko, “que ganará mérito por ti.” Esta versión no es ni gramaticalmente
correcta, ni está relacionada al contexto.
3
Leyendo ludda (en pali = Sk. Raudra), “cazador,” para labdham del texto.
4
Leyendo catutsada (catu:Utsada) para catu:śata, “cuatrocientos” del texto. J. trans, escribe el pali
catussada, “con cuatro cojines.”
CAMPAKA JĀTAKA
10

Honor a ti, Oh rey de Kāśi, honor a ti que trae la superación a Kāśi. Te saludo. Ven,
Oh rey, y conoce mi casa.1
El Rey Ugrasena dijo: -
Lo que hice por ti, Oh Nāga, fue difícil de hacer. Estabas en problemas. Ahora estás
libre de ataduras. Los hijos de este mundo son ingratos por lo que han hecho por
ellos. Pero tú, Oh Nāga, no olvides lo que he hecho por ti.
El rey Nāga respondió: -
Que viva mucho tiempo en el infierno, y que no experimente placeres corporales,
aquel que dañe al rey nuestro benefactor y que no sea agradecido contigo por lo que
has hecho por nosotros.2
El rey dijo: -
Ustedes Nāgas están llenos de amargo veneno; ustedes son orgullosos y poderosos y
se enojan rápidamente. Así que, oh Nāga, creo que ustedes, una criatura que no es
humana, están enojadas con los humanos.3
El rey Nāga respondió: -
Que caiga al infierno, donde el piso está hecho de cuchillos, y tenga sus pies arriba
y su cabeza abajo, aquel que hiera al rey nuestro antiguo benefactor que no sea
agradecido de ti por lo que has hecho por nosotros.
Aunque el viento mueva las montañas, y la luna y el sol se arruinen; aunque cada
arroyo viaje al revés de su corriente, nunca, Oh rey, podría decir una mentira.
El rey dijo: -
Como lo desee el rey Nāga, así será, Oh señor de las serpientes. Iré, como tu lo pides,
a ver tu residencia.
El Rey Ugrasena les dijo a sus ministros: -

1
Literalmente “ve nuestra casa,” paśya mo niveśanam. El pali correspondiente tiene passeyyam me
niveśanam – “iré a ver mi casa.” Pero el Mhvu. parece tener la lectura más correcta como el subsecuente
contexto muestra que se hizo una petición al rey de que visitara el hogar de los Nāgas.
2
Este debe ser el sentido, pero el texto es asmādṛiśo tuhya kṛitaṃ na jāne, “como nosotros no sea
agradecido, etc.” Esto no es inteligible, y parece que deberíamos cambiarlo a yo tādṛiśaṃ, etc., “que no sea
agradecido de ti por tal acto.”
3
No manuśasya, un substantivo singular en aposición a un pronombre plural, la explicación puede ser ya
que el último es un pluralis majestatis o que el primero es un sustantivo genérico con un significado plural.
11

“Que los brillantes carruajes reales y los bien entrenados caballos kamboyanos1sean
alistados. Asegúrense que los elefantes sean cubiertos con sus mallas de oro. Iré a
ver la residencia de los Nāgas.
Los ministros respondieron: -
Ahora están listos los brillantes carruajes y caballos. Los elefantes ya tienen puestas
sus mallas. El rey puede salir con toda su pompa.
Así el rey salió con un ejército de cuatro partes, servido por sus amigos y concejeros,
y seguido por su pueblo.
El tambor y laúd también, eran tocados en honor al Rey Ugrasena. Y avanzó con todo
su poder, honrado entre su grupo de mujeres.
Cuando el rey de los Kāśis llegó al hogar del rey Nāga, vio que el reino del rey Nāga
era como el de las devas.
El rey de los Kāśis vio que la residencia del rey Nāga estaba lleno de mangos y
manzanos, y era la guarida de muchos cucos.
En todas partes y en todas las temporadas los árboles del bosque estaban florecidos
y expelían aromas fragantes en la residencia del Nāga.
Había piscinas de loto bien hechas con estrellas de oro y plata y cubiertas con lotos
rojos y blancos y azules, la guarida de muchas aves.
Terrazas con columnas de berilio y techos cubiertos con coral vio el rey de Kāśi en
la residencia del rey Nāga.
Y cuando el rey de Kāśi entró en la casa del rey Nāga fue a recostarse en un
espléndido sillón de oro y plata.
Cuando los Nāgas vieron que él había venido con Campaka, el rey Nāga, con las
manos unidas y elevadas se inclinaron a los pies de su rey y del rey de Kāśi.
Y una doncella Nāga preguntó, “¿Cuándo estabas entre tus enemigos como superaste
la sed y el hambre?”
El rey Nāga respondió: -
Tenía bebido y comida suficiente para superar mi hambre. Y este rey de Kāśi me
liberó rápidamente de mis ataduras.
Luego las dieciséis mil doncellas Nāgas alabaron a Ugrasena, el rey de Kāśi: -

1
Kamboja (Kambojaka) “uno de los dieciséis Mahājanapadas que, con Gandhāra, pertenecían no a los
Majjhimadesa sino, evidentemente, a Uttarāpatha. Es mencionado frecuentemente como el famoso lugar de
nacimiento de los caballos ej. DA. 1. 124; 11. 1. 399; Vism. 332; también J. 4. 464.” (D.P.N.)
CAMPAKA JĀTAKA
12

Gloria entonces, Oh rey de Kāśi, a ti y toda tu gente, porque la alegría es nuestra,


este día al ver nuevamente a nuestro señor serpiente.
Gloria entonces a ti, Oh rey, y toda tu gente, porque la alegría en nuestra, en este día
en común con nuestro señor.
Le doy1al rey quinientas carretas de perlas mescladas con berilio. Cuando sean
puestas en el suelo de tu palacio cubrirás la tierra y el polvo.2
Luego el rey, viendo a estas mujeres se entretenerá con la multitud de mujeres y
gobernará sobre la próspera ciudad de los Kāśis.
El Rey Ugrasena dijo: -
Bien vestido con ropajes de algodón, tu podrías vivir ahí con belleza inimitable y en
posesión de los placeres celestiales. ¿Por qué vivirías en la tierra?3
El rey Nāga respondió: -
De ninguna otra forma uno se puede convertir en un ser humano o vida bajo el aire
libre del cielo ser concebida.4 Busco el nacimiento como ser humano, por eso
practico la austeridad.5
El Rey Ugrasena reflexionó: -
Ahora que he visto como los Nāgas, hombres y mujeres, desean la vida de un ser
humano, ¿Qué acto debo hacer para que me mantenga alejado de un estado de
angustia?6

El Exaltado, el Maestro, recordando una residencia pasada, un nacimiento pasado,


relató este Jātaka a sus maestros.
El Exaltado explicó el asunto de esto en una discusión sobre los skandhas, los dhātus,
los āyatanas y los ātman.

1
Leyendo dadāmi para dadāsi del texto.
2
Esta estrofa y la siguiente están obviamente fuera de lugar. Deberían estar al final de la historia cuando al
rey se le entrega un regalo de despedida. También, Senart no ha sido muy bueno con la construcción del
texto. Dadāsi para dadāmi ya ha sido notado. Su última copla en la primera estrofa se lee anta:puro bhūmi
samāstarā hi niṣkardamā tviṣimati nīrarāja, que solo podría significar “el piso de su palacio es grande y sin
suciedad, Oh enérgico rey del agua.” Senart está bajo la incorrecta impresión que la referencia es al rey de
los Nāgas.
3
Es decir, refiriéndose a vivir como una serpiente en el piso.
4
Una distintiva forma de la vida subacuática de un Nāga.
5
Aquí también las primeras dos líneas son distintas al pali (J. 4. 467), pero no tanto para pensar que ambos
derivan de un común original. El pali dice janinda nāññatra manussalokā suddhī ca saṃvijjati saṃyamo ca,
“un rey, en ninguna otra parte que no sea el mundo de los hombres puede encontrar pureza y control.” Dos
MSS. del Mhvu. al leer saṃyamo para saṃgamo parecerían implicar que el pali es más cercano al original.
6
Literalmente, “que vaya más arriba de un estado de angustia” apāyasamatikramam.
5

“Cuando hace mucho tiempo vivía una de mis vidas en la ronda del renacimiento que
no tiene ni principio ni final, cuando era Campaka, el poderoso rey Nāga, y
Yaśodharā era la doncella Nāga, así entiendo el Jātaka.”
Libre de la vejez, el miedo y la pena, les contó a sus monjes de su nacimiento, de sus
muchos e infinitos sufrimientos, sus idas y venidas en el pasado.
El Exaltado dijo, “Entonces, monjes, como el Nāga fui capturado por el encantador de
serpientes por mi carne, pero fui liberado por causa de Yaśodharā. Y cuando era un vendedor
de caballos en Benarés, también fui liberado por ella.”
Aquí termina el Jātaka de Campaka, el rey Nāga.

LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA

Cuando el Bodhisattva se había ido, Chandaka volvió a Anomiya, y él y Kaṇṭhaka fueron a


Kapilavastu. Cuando el Rey Śuddhodana escuchó que Chandaka había llegado con Kaṇṭhaka,
las sombrillas y las joyas, salió corriendo de su palacio al pasillo fuera de las puertas,
acompañado por sus mujeres. Y Yaśodharā se abrazó al cuello de Kaṇṭhaka, lloró y dijo, “Oh
Kaṇṭhaka, ¿Dónde has llevado al príncipe? ¿Qué ofensa les he hecho para que te llevaras al
príncipe mientras yo estaba durmiendo felizmente? Yo y las sesenta mil mujeres del palacio
estamos afligidas.”
Chandaka respondió, “¿Qué mal hemos hecho nosotros? Porque cuando el príncipe estaba
dejando su hogar yo grité y Kaṇṭhaka relinchó fuertemente, pero ninguno de ustedes despertó.
Miles de koṭis de devas se reunieron en el aire.
“El príncipe ha sido llevado a un lugar llamado Anomiya, en el país de Mallas, no muy lejos
de la ermita del sabio Vasiṣṭha. Le dio sus ropajes de tela de Benarés a un cazador a cambio
de una túnica amarilla. El mismo cortó un mechón de pelo de su cabeza con un cuchillo, y
este mechón fue tomado1 por Śakra, el señor de los devas.
“Luego el príncipe nos dio2 sus joyas, y nos devolvimos. Y él me dijo. ‘Saluda a mi padre
por mí,’ dijo, ‘y a mi tía y toda mi familia.’ Y yo iré cuando haya cumplido con mi deber y
logrado mi misión.”
Yaśodharā, las sesenta mil mujeres del palacio y el reino completo de los Śākyanos lloraron
y se lamentaron, y todos se fueron, cada uno a su propio hogar.

1
Praticchita, pali para BSk. Pratīcchita.
2
Mo, corregido por Senart de mām. Él, sin embargo, lo toma por el sujeto nominativo del verbo. Pero
parecería mejor tomar el genitivo, objeto de dattvā.
5

Cuando Chandaka entró en el palacio real, regia y selecta comida y bebida fue llevada a él.
En cuando a Kaṇṭhaka, dulces mesclados con la miel fueron puestos frente a él, y otras
comidas fueron amontonadas ante él. Pero Kaṇṭhaka no los comió. Recordó al Bodhisattva,
lloró todo el tiempo. Algunas mujeres del palacio con sus costosas vestimentas de tela, seda
y lana secaron las lágrimas de Kaṇṭhaka. Otras acariciaron su cabeza, otras su cuello, otras
su espalda, otras sus hombros, otras sus extremidades, otras su cola, y otras sus pezuñas.
Algunas sostuvieron bocados ungidas en miel en su boca, otros forrajes de varios tipos, otros
excrementos,1 otros dulces, otras bebidas en vasijas de oro y plata incrustadas con piedras
preciosas. Pero Kaṇṭhaka no comía. Se murió de hambre por la pena del Bodhisattva, y por
no poder verlo. Cuando murió su cuerpo fue honrado por el Rey Śuddhodana con
magnificencia real.
Inmediatamente después de su muerte, Kaṇṭhaka renació entre los devas Trāyastriṃśa,
convirtiéndose en el hijo del deva Śikhaṇḍi, llamado Kaṇṭhaka. El era un deva de gran poder,
y superaba a otros miles que habían estado ante de él como devas en los diez atributos devas
de longitud de vida, complexión, felicidad, autoridad, séquito, forma, voz, olor, sabor y
tacto.2
Cuando el Exaltado había hecho rodar la excelente rueda del dharma y estaba ocupado
exponiendo su doctrina,3 Mahā-Maudgalyāyana fue a una visita al mundo de los devas.
Mientras estaba ahí vio al deva Kaṇṭhaka, y habiéndolo visto le habló en verso.4
Como la luna en su quinceavo día, acompañada de sus constelaciones, ilumina todos
los cuartos, mientras las estrellas desaparecen del cielo,
Así esta casa celestial tuya en la ciudad de los devas, impresionante en su belleza,
brilla como el sol.
Bien hecho está el suelo del mismo, y brillante con cristal y perla y gemas carmesí, y
no sale nada de polvo de él.
Tus agradables terrazas son de berilio, oro, cristal y plata, con habitaciones de
elegante forma.
No muy lejos de las terrazas hay piscinas de loto finamente diseñadas con escaleras
de berilio cubiertas de arena dorada.
En sus orillas crecen árboles, con ramas que se elevan muy alto, desde el cielo a la
ciudadela de Brahmā. Motivados por los vientos, se mueven en todas las direcciones.5
En sus orillas crecen árboles con ramas que se elevan muy alto. Los cuatro cuartos
están felices con las flores y resuenan con la dulce canción de los pájaros.

1
Vistārikaśāsanasañjāta.
2
Comparar con Vol. 1, p. 25.
3
Vistārikaśāsanasañjāta.
4
Este es el tema de Vv. 81, también, pero hay notables diferencias en ambos textos.
5
Leyendo sarvadiśāṃ para °diśā.
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
6

Cada parte está cubierta con lotos rojos y blancos y azules y está fragante con el
aroma de varias flores.
Sesenta Apsarás bailan, cada una con un instrumento musical,1 y mientras estas
doncellas celestiales bailan en la arboleda un sonido celestial suena como una
bandada de aves.
Tú tomas tu alegría entre los grupos de cielos en un sillón con piedras preciosas, sus
pies de oro, bien hecho y bien diseñado.
Resplandeciente como Brahmā estás tú en este sillón con sus patas de oro y con
piedras preciosas, y tú miras a los cuatro cuartos.
Y mientras tú estás reclinado en este sillón con sus hermosos cojines, doncellas
celestiales bellamente ordenadas te abanican.
Por ti estos grupos de Apsarás vestidas en mallas de oro mueven sus brazos,2 bailan
y cantan harmoniosamente.
Algunas Apsarás aquí cantan y juegan en sus instrumentos, y otras bailan al son de
la música.
Otras, por todas partes, hacen agradables sonidos con sus manos y pies. Desde el
cabello de otras se expelen unos aromas divinos.
Esta residencia tuya está hermoseada por doncellas celestiales que son más
hermosas que los lotos. Ah, es una residencia enriquecida con oro y adornada por
las Apsarás.
¿Qué actos hiciste en tus otras vidas, por los cuales tu renaciste en Trāyastriṃśa?
¿Qué actos cometiste en una vida antigua como un ser humano por la raíz de cuyo
merito hiciste crecer este premio?
¿Cómo ganaste el dominio de la vida, esta gloria, este poder, esta prosperidad y
disfrutaste la compañía celestial?
¿Qué bien acto cometiste en una de tus vidas anteriores? ¿Por cuál acto meritorio
disfrutas este premio?
¿Por qué ser sagrado, por qué auto control, por qué acto de mérito te regocijas en la
comía del cielo?
¿Cómo encontraste este impresionante poder y belleza? ¿Por cuál acto meritorio
iluminas todos los cuartos? Te pregunto, Oh deva, dime de qué karma es esta fruta.

1
Literalmente “En (la que,) cada instrumento musical,” ekamekasmiṃ tūryasmiṃ.
2
Bāhā, pali para bāhu.
7

Y el deva, cuestionado por el mismísimo Maudgalyāyana, en respuesta le habló al


anciano – así he escuchado.
Viví en Kapilavastu, en la ciudad principal de los Śākyanos, con su montón de
edificios y castillas, y muchas fuertes puertas de acceso.
En la casa del jefe de los Śākyanos, rodeado de caballos, elefantes y carruajes, y con
sus puertas de firmes cerrojos y paneles, y pináculos de cabezas de lagarto.1
En esta bien hecha, populosa ciudad, yo era el corcel del hijo de Śuddhodana, y nací
al mismo tiempo que él.
Y cuando el Mejor de los Hombres se fue de casa y tomó la vida de un viajero, ahí él
dijo el mejor y más perfecto discurso.
Y tan pronto como escuché su discurso, emocionado y conmovido, obedientemente
llevé al Supremo de los Hombres.
Fuimos a una tierra de extraños, y al amanecer, me dejó a mí y a Chandaka y se fue.
Con mi lengua lamí sus pies con sus tostadas uñas, y mientras lloraba, al mirar hacia
arriba, vi al Supremo de los Hombres yéndose.
Al pensar que nunca más vería al reconocido hijo de los Śākyanos, crueles punzadas
me asaltaron, y decidí morir.
Y por virtud de eso, ahora vivo en esta mansión que es excelente, llena de hermosas
mujeres, y lleno de edificios.
Si, señor, debes ir a la presencia del león Śākyano, saluda al Supremo de los Hombres
en nombre de Kaṇṭhaka.
Y yo, también, sería feliz de saludar al Supremo de los Hombres. Verdaderamente, es
bueno ver a tan poderosos sabios.
Así gané la radiancia de esta vida, su gloria y su fuerza, su poder mágico, y su divina
compañía.
Como premio por mi vida sagrada, mi auto restricción, y mi auto control, he ganado
este poder mágico, infalible y más que humano.
Respecto al karma que he acumulado anteriormente, ahora solo estoy disfrutando su
fruto.
Todas las alegrías que son queridas en la mente son ahora mías. Los devas me rinden
culto, soy honrado2por ellos.

1
Barth compara las Makkaras en Bharhut.
2
Leyendo apacita para upacita, “almacenar,” que no hace sentido aquí y puede ser debido a su ocurrencia
en la anterior y siguiente estrofa.
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
8

Pongas sus corazones en él que es impresionante entre los que merecen las ofrendas.
Así se ve que un buen karma fue acumulado por alguien que era simplemente un
caballo.1
Aquí termina la exposición de Kaṇṭhaka en el Mahāvastu-Avadāna.
Luego, en los confines del bosque, los devas Śuddhāvāsa crearon un cazador vestido de
amarillo. Y el Bodhisattva lo vio.
Entonces vio en el bosque a un cazador vestido de amarillo. Fue donde él y dijo,
“Toma mis dos túnicas de tela de Benarés y dame tu ropa amarilla.” El cazador tomó
las dos túnicas de tela de Benarés y le dio su ropa amarilla.
Y cuando hubo toma el traje de tela amarilla se volvió feliz y emocionado, y dijo,
“Esta ahora es la excelente y prudente forma para que yo gane el bien mayor.”
El Bodhisattva entró en el bosque donde el dharma era enseñado,2 el hogar del sabio Vasiṣṭha.
Y cuando Vasiṣṭha el sabio vio al Bodhisattva se preguntó quién podría ser. ¿Era un hombre,
un deva, Śakra, o Brahmā que, con la radiancia de su cuerpo, el inundaría esta arboleda de
penitencia? Todos los estudiantes Brāhmanes, cuando vieron al Bodhisattva, corrieron
rápidamente cada uno a su propia casa, tomaron frutas de muchos tipos y bebidas y fueron a
ver al Bodhisattva.
Ahí vio al anciano, el gran sabio, el mejor de los sabios, llamado Vasiṣṭha por su
clan, y fue donde él.
Lo vio con el pelo enmarañado como una llama rojiza entre un humo negro, sentado
calmadamente como el océano sin viento.
El héroe Śākyano, cuyo mismo era el dharma,3 apareció ante el sabio y, pidiéndole
que entrara, entró en su hogar.
Cuando el sabio, profundo como el océano y poderoso como el Himalaya, vio al hijo
del rey Śākyano, se preguntó
¿Quién será él, con forma gloriosa, impresionando más que la luz de un rayo, todo
dorado, brillando como un fuego sin humo y ardiente?4
Tenía el pecho ancho, con poderosos brazos, y con manos y dedos admirables; con
su estómago compacto, con su figura delgada; su carruaje como el de antílope, y sus
caderas eran prominentes.5

1
Adoptando la conjetura de Senart que rakṣabhūtena (= por un rakṣa o rākṣasa) debería ser cambiado a
aśvabhūtena.
2
Dharmāraṇya, un compuesto inusual.
3
Dharmātmā, otro compuesto inusual.
4
Jotimāna, una forma pranscrita de jyoti°. También lo hace Senart.
5
Es estas estrofas tenemos una dura descripción de las mejores y peores características de un Mahāpuruṣa.
9

Era como un pilar de oro y sus ojos brillaban como los de un toro. Su busto era como
el de un tigre, sus pies y sus manos como las del loto.1
Su cuerpo era brillante con las marcas ganadas por las virtudes de cientos de vidas,
como la luna es brillante entre las estrellas.
No había adornos brillantes apropiados en sus extremidades; estas características
por sí solas adornaban el cuerpo del que tiene gran alma.
Mientras el verdadero hijo del círculo de Meru2 se movía como un caballo, la tierra
de pronto resonó al eco de sus pies.
Con su voz tierna, profunda y resonante era capaz de ordenar efectivamente los tres
mundos.
“Por todas las características secundarias y principales que he enumerado, está
marcado como el señor supremo de todos los seres en los tres mundos.
“Con la radiancia que fluye de su cuerpo entero3 el llena toda esta arboleda de
penitencia como el sol naciente.
“Dotado como está con las ochenta características menores y las treinta y dos
marcas de excelencia, este impresionante joven es como Sanatkumāra.”4
El gran sabio se acercó al joven tan dotado con todas las marcas, el más encantador
de todos los seres, diciendo,5 “Le preguntaré.”
“Joven,” dijo, “tú eres como un Gandharva, como la luna, como el hijo de un deva.
¿Por qué y con qué propósito vienes a esta arboleda de penitencia?”
Él, el hijo del rey, el hijo de todo lo que existe,6 respondió en palabras que estaban
relacionadas con la verdad, pero gentilmente, y con tono afectivo,

1
El texto aquí está corrupto. La última palabra es impresa con un signo de pregunta, y es conocida solo en el
compuesto naghamāra (ver B.R.). No da sentido aquí. La métrica está en contra de leer °karanakho, que le
daría sentido a “las uñas en sus manos y pies eran como los lotos.”
2
Merumaṇḍalasāra.
3
Śarīrasamucchrayā.
4
Uno de los cuatro hijos de Brahmā y el más viejo de los progenitores de la humanidad.
5
Adoptando una de las conjeturas de Senart, poniendo iti después de paripṛiccheyam y tomando upagamya
como siendo para upagame, un ejemplo de la ortografía ya para e que Senart también encuentra en la
página anterior. Aunque el pasaje anterior comienza como oratio obliqua depende de vismito abhūt, “se
preguntó,” antes del final pasa imperceptiblemente a voz directa.
6
El texto tiene sarvabhūtātmayā, que puede significar algo como “(en palabras, girā) concordante con la
realidad”. Pero un epíteto así no es apropiado para gir y Senart está obligado a interpretarlo como “qui
pénetre, qui va a tous les êtres,” una interpretación que parece ignorar -ātma. Srta. I. B. Horner lo toma, a
pesar de -jā, como una aposición a nṛīipātmaja, “el hijo del rey.” El epíteto es muy apropiado cuando
consideramos quien era el hijo del rey, por que puede ser tomado como una forma de expresar el echo de
que el Buda era la personificación de la verdad en todas las cosas.
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
10

“Soy el vástago de la familia de Ikṣvāku, el hijo del Rey Śuddhodana. Pero he dejado
el mundo y renunciado al reino, buscando la liberación.
“Porque vi al mundo oprimido con muchos males, nacimiento, enfermedades, vejez
y otros males, y por eso dejé mi hogar por el bien de la liberación.
“Donde todo no se convierte, donde todo se acaba, donde todo está parado, esa
región busco.”
Cuando se hubo dicho esto, entonces el gran sabio, magnánimo y verdadero sabio le
respondió al príncipe de los hablantes, el hijo del rey de los Śākyanos,
“Oh tú que estas grandemente bendecido por esta conducta, con este comportamiento
que te ha hecho ganar las marcas de la excelencia, y con sabiduría, no hay nada que
tú no logres.”
Luego el Bodhisattva fue a Veśālī y se amarró a Ārāḍa Kālāma.1 Pero percibiendo que esa
no era una forma de liberación,2 lo dejó y se fue a Rājagṛiha.
Él, que estaba cubierto con las bellas marcas de la excelencia fue a Rājagṛiha, y,
viviendo una fortaleza montañosa en Magadha, salió a pedir limosnas.
Śreṇiya,3 rey de Magadha, lo vio desde su terraza. Se puso contento al verlo y les dijo
a sus ministros,
“Señores, mírenlo a él que está cubierto en las bellas marcas de la excelencia. Alto
e imponente es él, pero no mira más allá de él más lejos que la longitud de un arado.4
“Considerado, con la mirada hacia arriba, no nace de cualquier familia. Que los
mensajeros reales lo sigan en su camino para ver a qué residencia va.”
Y los mensajeros ordenados así, lo siguieron por su camino para ver donde iría el
monje, a qué casa entraría.
Cuando hubo completado su ronda de limosnas, el sabio dejó el pueblo. Fue hacia
Pāṇḍava5, y ahí se encontraría su residencia.
Entendiendo que había llegado a su casa uno de los mensajeros lo siguió, y otro
rápidamente volvió y le dijo al rey.
“Su majestad,” dijo, “el monje está en Pāṇḍava, al este de aquí. Está sentado al pie
de un árbol, calmo y compuesto.

1
Ver más arriba p. 114.
2
Mārga nairyāṇika. Comparar con pali niyyānika.
3
Serṇiya Bimbisāra.
4
Yogamātramna prekṣati, una característica especial de Pratyekabuddhas..
5
Pali Paṇḍava, un cerro cerca de Rājagṛiha. Comparar con J. 1. 66, Sn. 414.
11

“Es ágil como una pantera, brillante como un tigre en una cadena de montañas, como
un león en una fortaleza de montañas – un león poderoso, rey de las bestias, es él.”
Entonces el rey habló rápidamente con sus ministros, “Rápido, despejen el camino.
Iremos a ver al Mejor de los Hombres.”
Y los sirvientes reales de alto rango y reconocidos rápidamente limpiaron el camino,
diciendo, “El rey mismo viene en camino.”
Los sirvientes reales de alto rango y reconocido fueron a reportarle al rey, “Señor,”
dijeron, “el camino a Pāṇḍava está despejado.”
Luego el rey partió con su ejército de cuatro partes, acompañado por sus amigos y
ministros y escoltados por una multitud de su gente.
El aterrizó de su carruaje y siguió avanzando a pie.1 El rey se acercó al Bodhisattva
solo, lo saludó cortésmente, se sentó frente a él y le habló:
“Eres feliz. Te ofrezco un reino con un ejército de caballería.2Puedes disfrutar las
riquezas. Te pido, dime quien es tu gente.”
El Bodhisattva respondió: -
“Oh rey, mi país está en la cuesta del Himalaya. Dotado con riqueza y fortaleza, yo
vivo entre los Kośalas. Soy un Ādityan3 por clan y un Śākyano por familia.
“Pero me fui de mi hogar, no para buscar placeres sino para renunciar a ellos y dejé
mi rico hogar.”
[El rey dijo:]
“Que así sea, entonces. Sigue y gana4 la liberación. Y cuando hayas alcanzado la
iluminación entonces ven nuevamente. Enséñame el dharma, Oh Gotama, que
escuchándolo quizás pase al cielo.”
El Bodhisattva respondió:
“Así, seguramente su majestad será. Alcanzaré la iluminación, de eso no tengo
dudas. Y cuando la haya ganado, volveré aquí, y te enseñaré el dharma. Te lo
prometo.”

1
Padasā.
2
Adoptando la conjetura de Senart de rājyam aśvāroham sainyakam para la lectura MS. rājna aśvāroha va
selako, que no se puede traducir.
3
Āditya, en pali Adicca, otro nombre para Sūrya (Suriya), el sol. Era también el nombre gotra de los
Śākyanos. (D.P.N.)
4
Spṛiśāhi. Comparar con el pali phusati en el sentido de “ganar.”
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
12

Cuando el Bodhisattva estaba con Udraka Rāmaputra,1 se dio cuenta que ese no era el camino
a la liberación.2 Así lo dejó y fue a Gayā.3 Y en el Monte Gayāśīrsa las tres similitudes4
aparecieron. De ahí fue a Uruvilvā, a la que entró buscando limosnas. Kāśyapa Pūraṇa
también había venido buscando limosnas.
Dejando de lado todos los obstáculos, escuchen todos con la mente atenta y escuchen
como el glorioso Bodhisattva pasó a las guaridas de antiguos Budas.5
Habiendo ido a vivir la vida religiosa con Ārāḍa y Udraka y no encontrando
satisfacción en sus hogares, avanzó hacia el sur, a la tierra habitada por antiguos
Conquistadores.
Pidiendo limosnas en el camino, él, brillante como un adorno de oro, llegó a
Uruvilvā. Con el paso del tiempo, llegó a la casa de un capataz de la villa que estaba
llena de hombres y mujeres.
El capataz tenía una hija llamada Sujātā,6 que estaba bien criada. Y cuando vio al
príncipe, se emocionó con la pasión del amor.
Lloró mientras se paraba ante él reverentemente y respetuosamente,7 y le habló al
príncipe, diciendo, “Noble señor, no te vayas hoy.
“Oh tú, cuya cara es como la media luna, no dejes este lugar para siempre. Mis ojos
no se cansan de mirarte, Oh valiente.
“Oh tú que eres amoroso y valiente, que llevas las hermosas marcas y finas joyas,8
¿Por qué pasas cuando mi corazón está supremamente ciego9 con amor no
correspondido?”10
Luego escuchó las voces de las devas en el cielo diciendo11 “Verdaderamente, él es
el hijo del Rey Śuddhodana de Kapilavastu.”
Pero ella, ansiosa por verlo, se escapó de la villa y elogió sus muchas virtudes,
diciendo como el noble hombre fue exiliado de parientes y amigos.

1
Ver arriba p. 116.
2
Mārga niryānika, ver arriba p. 116.
3
Ver arriba p. 117. Una versión de estos eventos ya ha sido contada (p. 126) como un relato dado por el
Buda a los monjes. La primera versión parecería ser más cercana a la tradición pali, mientras que la segunda
tiene más afinidad con Lal. Vist.
4
Ver arriba p. 117.
5
Purimajinasangamo.
6
Ver arriba p. 126, n. 7.
7
Sapatissa, métricamente para el pali sappaṭissa. La forma BSk. es sapratīśa.
8
Esto es inconsciente, porque ya se nos ha dicho que Gotama envió sus joyas de vuelta a casa con Chanda.
Pero esto es solo evidencia de que esta versión es de otra tradición.
9
Notar la discordancia de géneros en sarvāndhakṛito hṛidayam.
10
Literalmente “(el corazón) mío insatisfecho,” atṛiptāyā me.
11
Bhāṣantām, una forma irregular, demandada por la métrica, calificando a devatānām. Un MS. lee
narāṇām ca bhāṣatām, pero nabhagatānām y el contexto muestran que la alusión es a las devas.
13

Una multitud de mujeres lloraban con ellas, y seguían a él cuya belleza era dorada.
Y ella penosamente lamentaba a él que se había ido a vagar por el bosque.
“Afortunadas,” decía ella, “serán las bestias salvajes y sus camadas, y las devas, y
los señores de los bosques, que verán al valiente hombre vagando por los claros con
el paso de un señorial cisne.
“Con sus extremidades como flores delicadas, y pies como finas joyas del color de la
hoja del loro, ¿Cómo caminarás sobre tan difícil suelo enredado con pasto Kuśa y
hojas?
“Tú que creciste saboreando deliciosa comida, tu cuerpo prosperaba con finas
esencias. ¿Cómo vivirás en una dieta de raíces y frutas y hojas en el bosque con sus
poderosos arroyos de la montaña?1
“Estando acostumbrado a dormir en una cama con patas de marfil y oro, con finas
colchas, y cubierta con flores, ¿Cómo vivirás en un suelo cubierto con pasto Kuśa y
hojas?
“Oh noble hombre, en tu casa estabas acostumbrado a escuchar la música del
tambor, pero ahora escucharás el duro, espantoso y rugiente ronquido de un elefante
enojado.
“Que encuentres un lugar bien amueblado con raíces y hojas y frutas, y una guarida
de bestias que sean amables. Oh viajero de los bosques, que la roca no te atormente
cuando estés sediento y hambriento.
“Cuando estés quemándote por el calor del verano, que encuentres una arboleda con
un poquito de agua, y cuando esté frío en las cavernas, que haya un sol sin nubes.
“Que los Rākṣasas, Yakṣas y serpientes cuiden tu cuerpo, el delicado cuerpo del hijo
de los devas, que deleita el corazón y la vista más que las estrellas y la luna.”
Pero llegó a las cuestas más vayas del Vindhyas, como un noble elefante deseando el
loto. Escuchen la descripción de esta arboleda multicolor de penitencia en el bello
bosque.
Aquí hay plantas enredaderas con brotes rojos en un claro de jóvenes y hermosos
árboles florecientes. Aquí son quemado por un deva bosque, ahí rotos por el paso de
un elefante.
Aquí hay un árbol adornado con frutas inaccesibles colgando de un follaje denso e
impenetrable; ahí un viejo árbol hueco, su raíz cubierta con una gruesa maleza del
bosque.

1
Nirjharavana, “bosque de cascada.”
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
14

Aquí, mis hombres,1 está la extraña belleza de los lotos; ahí está rodeado2 por un
arroyo de montaña, y ahí el retiro del ermitaño hace eco en todas partes las canciones
de cucos, loros y pavos.
Aquí las junglas con mucho pasto y picado con hoyos [ ],3 hay muchas cañas;
aquí hay ciervos salvajes, bueyes y búfalos, y aquí y ahí hay tropas de tigres y leones.
Aquí hay enredaderas con brotes rojos que se amarran a jóvenes árboles, como
mujeres durmiendo, cansadas después de una caminata.
Aquí hay capullos de rojo claramente pasando a ser flores, como los ojos de una
mujer despertando de un sueño.
Aquí, movidos por una pequeña briza, las ramas de varios brillantes árboles
florecientes se acarician unas a otras como unas mujeres jugando.
Aquí las bailantes4 ramas del bosque que están florecidas se doblan bajo el peso de
su carga, como las vacas preñadas con el peso de sus panzas.5
Aquí hay florecientes árboles kimśuka6, en una fila en el bosque, como una deseable
mujer de grandes ojos, con vestimentas de azafrán, en la casa del maestro.
Aquí hay un lugar con muchas flores cubierta con flores recién salidas, como una
recientemente casada novia descansando en un montón de joyas.
Aquí hay enredaderas y espinas, llevando las marcas de las pezuñas de un ciervo,
búfalo y cerdo, y empapadas de la sangre de las bestias asesinadas por la flecha del
alpinista.
Aquí una manada de elefantes7 en el suelo,8 cubiertos de telas blancas; allá cerdos,
que, aunque capaces de ahuyentar a los hombres, caen9 asesinados por tigres y
leones.
Aquí está la conversación de los Rākṣasas, y los temerosos llantos de Piśācas y
Kumbhāṇḍas; ahí en la noche la conversación de Guhyakas nace en la briza.
Aquí en la noche las nubles rugen y las bestias se regocijan; ahí cosas temibles
asumen muchas formes.

1
Vīrās, voc. Pl. refiriéndose a la audiencia.
2
Literalmente “recibiendo,” °lābho.
3
La laguna representa una palabra inexplicable en el texto de MSS., viz, mṛiṣitā. Senart aquí pone la
atención en la naturaleza de muchas de sus restauraciones en el pasaje.
4
Kupyaka, comparar con el pali kuppa,
5
Pero hay una laguna en el texto y la interpretación debe seguir dudosa.
6
“Un árbol que tiene hermosas flores rojas, Butea frondosa.”
7
Gajakarankanikaro, a menos que sea tomado más literalmente, “una multitud de calaveras de elefante.”
8
Kṣitim gale del texto no parece hacer sentido y debería ser cambiado a kṣititale, “en la superficie de la
tierra.”
9
Viṣādi.
15

Aquí en este bosque de árboles reside él que desea el bienestar de todo el mundo y
que se regocija en el gran respeto que obtiene de bestias salvajes y de Rākṣasas.
Era una maravilla, entonces, que el señor de los animales, el más selecto de los seres,
buscara el bienestar de toda la creación igual que con la suya propia.
[Por que él dijo,] “Aunque he soportado los males de todos los hombres por un
incontable kalpa, mientras busco la liberación de ellos uno por uno, deberé liderar
sobre todos los seres. De eso estoy seguro.”
Luego, cuando el más selecto de los seres había vivido una vida de austeridad en el
bosque por seis años para asegurar la desaparición del karma, se dio cuenta que el
camino en el que estaba no era el camino a la liberación.
El pensó, “El camino a la iluminación demostrará ser el único que yo percibí
anteriormente cuando, en el jardín de manzanas rojas del rey Śākyano, practiqué mi
primera meditación.1
“Pero, débil y frágil como estoy, con mi sangre seca y mi piel marchita, no puedo
alcanzar la iluminación. Así que nuevamente me nutriré.”
La diosa del bosque le dijo, “No comas, a menos que quieras que tu gloria se
desvanezca. Reestableceremos la fuerza a tus extremidades.”
Luego pensó, “Donde sea que esté soy conocido como uno que ayuna
constantemente. Si me devuelven mi fuerza estas diosas, entonces todo será una
mentira.”
Afligido por estas palabras dijo, “Nada más de eso,” y rechazó a la diosa. Luego
comió arvejas, porotos, guisantes y sopa de melaza.
Gradualmente desarrolló la fuera de su cuerpo y vigor, y buscando comida hizo un
buen viaje a Uruvilvā.
Luego ella que en vidas pasadas había sido su madre, de nombre Sujātā, que era bien
criada, se paró a los pies de una higuera, con un poco de leche de arroz.
“Oh sagrado hombre,” dijo ella, “¿por qué tu cuerpo está tan delgado y cansado?”
Y le ofreció la leche de arroz al hijo del rey. Elogiandolo.2
El sabio real3 pensó, “Esta dulce leche de arroz está bien hecha,”4 y el hijo del rey
le dijo, “¿Por qué me das este regalo?”5

1
Ver arriba p. 44.
2
No hay un verbo después de sā, “ella,” sino solo los dos participios dadatvā y parikīrtaya. El último es una
forma anómala, ya que por las reglas de sanscrito deberíamos esperar parikīrtya.
3
Es decir, Gotama.
4
Sujāta, un juego de palabras con el nombre Sujātā, como lo sugiere Senart.
5
Como se ha dicho arriba (p. 126) la bebida era originalmente para el dios de la higuera para cumplir una
promesa.
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
16

Ella que había sido la madre de este puro ser en cientos de nacimientos dulcemente
le dijo, “Es mi deseo. Déjame hacerlo.
“En las cuestas más bajas del Himalaya hay una ciudad llamada Kapilavastu, que
es reconocida por todas partes.
“Un príncipe de esa ciudad, el hijo del Śākyano Śuddhodana ha dejado a su gente,
renunció a su reino, y se fue al bosque.
“Por seis años él ha sido un viajero en el salvaje y temible bosque de penitencias.
Por este regalo a él mi promesa está cumplida.1
“Que mi propósito prospere por la vida de austeridad que el excelente hombre busca.
Que yo, también, siga el camino con el más excelente Gran Hombre.”
Desde ahí una voz celestial salió del cielo diciendo, “Oh Sujātā, este es él, el sabio
hombre que se fue de la casa real Śākyana.
“Terribles austeridades de varios tipos, y difíciles de alcanzar, que secaron su sangre
y su carne, hizo él para pasar en el bosque de las penitencias.
“Pero ahora ha renunciado a esas prácticas inútiles, y está yendo hacia ese bello
árbol donde anteriores Budas perfectos alcanzaron la incomparable iluminación.”
Luego Sujātā lloró de alegría, y temblando alzó sus manos unidas hacia el Valiente
Hombre y le dijo,
“He visto, oh ojos de loto, que tu has pasados por grandes austeridades en el terrible
bosque, y viendo esto mi corazón que ha sido asaltado por la pena, siente alegría
nuevamente.
“Han pasado seis años desde que las camas en las que he dormido me han traído
relajo, porque estaba atormentada por las flechas de la angustia cuando pensaba en
tus austeridades.
“Pero ahora el reino completo, tu gente, tu padre, tus seres queridos, y tu tía estarán
felices y contentos cuando escuchen que tu penitencia ha terminado.
“En la ciudad de Kapila las casas resonarán a la música de cientos de instrumentos,
con grupos de hombres y mujeres riendo, ensimismados en su alegría.
“Toma un poco de esta dulce leche de arroz y convierte en el destructor del conducto
que anteriormente irrigaba existencia,2 y gana la inmortalidad, el estado sin penas,
en una arboleda que sea de dominio del rey.”3

1
Como lo nota Senart, esta es obviamente una interpolación de otra versión de la historia.
2
Purimabhavanetri. Con Bhavanetri, comparar con el pali bhavanetti.
3
Drumarājapṛithivīṣaṇḍa, el compuesto parece un poco irregular, pero la alusión es claramente al árbol
bodhi, que no crecía en territorio salvaje sino en uno civilizado.
17

La Luz de los hombres1 le declaró, “Por quinientos nacimientos fuiste mi madre. En


algún tiempo futuro serás un Pratyekabuddha,2 prometida a la vida de un
Conquistador.”
Aquí termina la predicción hecha a Sujātā en el Mahāvastu-Avadāna.
Luego el Bodhisattva, terminado su ronda de limosnas dejó la villa de Senāpati3 en Uruvilvā,
con su pocillo lleno de tortas de varios tipos. Pero Kāśyapa Pūraṇa se fue con su pocillo solo
con restos de comida.4 El Bodhisattva le preguntó, “Venerable Kāśyapa, ¿recibiste
limosnas?” Y Kāśyapa le respondió al Bodhisattva en verso: -
Praskandaka, Balākalpa, Ujjangala y Jangala,5 en esas malvadas villas no recibí ni
una limosna.
El Bodhisattva le respondió a Kāśyapa Pūraṇa en verso: -
Praskandaka, Balākalpa, Ujjangala y Jangala, por esas amables villas, mi pocillo
está lleno.
Cuando el Bodhisattva, en contra de los deseos de sus tristes padres dejó su hogar, el Rey
Śuddhodana envió hombres con instrucciones de traer diariamente noticias del príncipe. Por
lo tanto, recibió noticias el rey, cuando el príncipe fue a Anomiya al hogar del sabio Vasiṣṭha;
cuando dejó el hogar de Vasiṣṭha y fue a Veśālī; cuando se unió a Ārāḍa Kālāma en Veśālī;
cuando dejó Veśālī y fue a Rājagṛiha; cuando se unió a Udaka Rāmaputra en Rājagṛiha;
cuando Śreṇiya Bimbisāra le ofreció muchas riquezas; cuando dejó Rājagṛiha y fue al Monte
Gayāśīrṣa; cuando dejó el Monte Gayāśīrṣa y se fue al bosque en Uruvilvā a orillas del
Nirañjanā; cuando estaba practicando las duras austeridades en el bosque de Uruvilvā; y
cuando esforzó sus esfuerzos6 - en todas esas ocasiones las noticias llegaron a él.7
Cuando el Bodhisattva estaba practicando la “meditación de aguantar la respiración 8” y para
su gran incomodidad9 paró de inhalar y exhalar a través de sus fosas nasales y a través de los
pasajes internos de ambos oídos, aquellos hombres dijeron entre ellos, “El príncipe está
muerto, ni exhala10 ni inhala.” Y ellos fueron a Kapilavastu a decirle al Rey Śuddhodana. “Su
majestad,” dijeron, “el príncipe está muerto.” Pero el rey no lo creyó, 11 y les preguntó a los

1
Narapradīpa.
2
Aquí el sinónimo pratyekajina es usado.
3
Es decir, la villa del capataz al que se refieren arriba como el padre de Sujātā. Ver p. 126, n. 7.
4
Atiriktakena pātreṇa. Comparar con el pali anatiritta, de comida que no son los restos, es decir, comida
fresca.
5
Cuatro villas pertenecientes a Uruvilvā, mencionadas solo aquí.
6
Prahāṇa para pradhāna.
7
Este es un resumen hecho en la traducción; en el texto la oración “llegaron noticias a él” se repite después
de cada clausula.
8
Āsphānaka dhyāna, ver arriba p. 120, n. 4.
9
Lūkhatāya.
10
Uśvasati, de acuerdo a Senart, una forma falsa Sk. Producto de la noción errónea que el regular ucchvasati
era Pánscrito.
11
Pattīyati. Ver arriba p. 106, n. 2.
LOS PRIMEROS VIAJES DE GOTAMA
18

hombres, “¿Cómo saben que está muerto?” Ellos respondieron, “Su majestad, el príncipe está
muerto producto de sus severas austeridades y dieta escasa1. Ya no exhala ni inhala, sino que
está ahí como un leño de madera. Así que pensamos que, como el príncipe no inhala ni exhala
y su cuerpo está delgado y frágil, está muerto.”
El Rey Śuddhodana se dijo a sí mismo, “Tal honor era presentado al príncipe por miles de
devas cuando bajó2 al vientre de su madre, y cuando se movía3 en el vientre; nació tan
maravillosamente en la arboleda Lumbinī, y en cuanto nació dio siete paso sobre el piso,
analizó los cuatro cuartos del mundo, se rio fuertemente y dijo, “Soy el principal del mundo,
el mejor, el más excelente, para ser adorado por devas y hombre”; tales extrañas maravillas
fueron vistas en su nacimientos, por que esta tierra inmovible tembló y miles de devas lo
alabaron; y era tan su buena fortuna al dejar su casa que tal Gran Hombre no puede tener una
vida tan corta. Puede ser que el príncipe estaba inmerso en una calma concentración, justo
como lo hizo una vez anterior antes que se fuera como un recluso, cuando estaba sentado con
las piernas cruzadas en la fresca sombra del árbol de manzana. Es por eso que estos hombres
concluyen que el príncipe está muerto.” Les dijo, “Vayan donde el príncipe. No está muerto,
sino inmerso en una calma concentración. Y tráiganme noticias del príncipe diariamente.”
Así que fueron a Uruvilvā, entraron al bosque de las penitencias y vieron al príncipe con
buena salud, respirando nuevamente y habiendo salido de su concentración. Y se
maravillaron por el entendimiento del Rey Śuddhodana.
Los monjes escucharon de este incidente cuando el Exaltado había hecho rodar la noble rueda
del dharma, y le preguntaron, “¿Cómo fue que cuando el Rey Śuddhodana escuchó a estos
hombres en respuesta a su pregunta de que el príncipe estaba muerte el no creyó?” El
Exaltado respondió, “De hecho monjes, esta no era la primera vez que el Rey Śuddhodana
escuchando que yo estaba muerto no lo creyó. Hubo otra ocasión también en la que al
escuchar que yo estaba muerto, no lo creyó.” Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión?
Señor” El Exaltado respondió, “Sí, monjes, hubo otra ocasión.”

EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés en la provincia de Kāśi,
un cuerpo brāhman. Por cuarenta y ocho años4 él había vivido una vida casta, en celibato y
había aprendido los Vedas de memoria. Y cuando él había así vivido una vida casta de
celibato por cuarenta y ocho años y había aprendido los Vedas de memoria dijo, “No está

1
Lūha.
2
Leyendo avakrāntasya para avakrānti.
3
Garbhacankramasya. Senart compara el Lal. Vist. P. 76, por esta referencia a la adoración del Bodhisattva
por los devas cuando se movía en el vientre de su madre.
4
Un periodo de tiempo tradicionalmente prescrito, ver Āpastamba 2. 12 f. (=S.B.E. ii, 7) y otras referencias
en las notas al pie de página en G.S., 3. 164.
5

bien que uno no tenga descendencia en el mundo.”1 Entonces tomó a una esposa y tuvo un
hijo. Luego se dijo a sí mismo, “He disfrutado los placeres sensuales de los hombres. Ahora
es tiempo de tomar la vida de un recluso.” El brāhman le contó a su esposa esto, diciendo,
“Buena esposa, te digo que deseo tomar la vida religiosa.” Ella respondió, ¿Quién cuidará2
de nuestro hijo brāhman? ¿Quién cuidará de mí? Si deseas tomar la vida religiosa, yo también
la tomaré. Yo también viviré una vida de austeridad. Yo también viviré una vida casta. Igual
como tu vivirás una vida de austeridad, yo también lo haré.” El brāhman respondió, “Que así
sea. También toma tú la vida religiosa.” Así que dejaron Benarés.
En el Himalaya había un lugar llamado Sāhañjanī.3 Ahí un gran sabio llamado Gautama vivía,
con una compañía de quinientos. Él había dominado las cuatro meditaciones y logrado los
cinco super poderes.
Ahora el brāhman acompañado por la brāhmaṇī fue al hogar de Sāhañjanī y vivió una vida
religiosa con el sabio Gautama. Y la brāhmaṇī también tomó la vida religiosa. No muy lejos
de la casa construyó otra casa y una choza de paja y hojas. La reclusa Pāragā 4 también
construyó una choza de paja. Y así vivieron en su retiro, siguiendo las formas de los reclusos
brāhmanes,5 con esfuerzo, aplicación y fuerza. Experimentaron las meditaciones y los super
conocimientos; dominaron las cuatro meditaciones y alcanzaron los cinco super
conocimientos. Se volvieron benditos, dado las severas mortificaciones y la vida sagrada.
Cuando el sabio traía cualquier tipo de raíz o frutas, como kodrava,6Śyāmaka,7 mijo,8
cáñamo,9 prāsādika,10 vegetales verdes, o rojos, los compartía con Pāragā, que ya se había
embarazado. (Cuando el niño nació) se preguntaron “¿Cómo deberíamos llamar al niño?” Y
dijeron, “este niño es de complexión morena, así que llamémoslo Syāmaka.” Entonces los
padres le dieron el nombre Śyāmaka al niño.
El niño creció en el retiro. Después de un tiempo, mientras el niño crecía y era capaz de
caminar, jugaba con los jóvenes animales. Los sabios benditos tienen un carácter amable y
las bestias salvajes y los pájaros no les temen. Y esa ermita era visitada por miles de bestias
salvajes y pájaros. Cuando los jóvenes animales bebían de las tetas de sus madres, entonces
Śyāmaka también chupaba la teta de algún animal. Cualquier animal con el que asociara lo
alimentaría como si fuera su propio hijo.
Así Śyāmaka, el hijo del sabio, creció en el retiro entre las jóvenes bestias y los pájaros. A
donde sea que fueran las bestias y aves, ahí iba Śyāmaka el hijo del sabio. Y las bestias y
pájaros adoraban jugar con el hijo del sabio. Cuando el hijo del sabio estaba acostado en la

1
Literalmente, “No hay dharma de (=para) uno sin descendencia,” nāśti anapatyasya loke dharmo.
2
Viveṣyati, una forma irregular de viṣ.
3
BR. Le da el mismo nombre a una ciudad fundada por el príncipe, Sāhañjana.
4
Nombre de la brāhmaṇī o la esposa del brāhman.
5
Vāhirakena mārgeṇa,
6
“una especie de grano comida por los pobres, Paspalum Scrobiculatum.”
7
“un tipo de grano comestible, panicum frumentaceum o colonum.”
8
Priyangu.
9
Bhanga.
10
Prāsādika, ninguna planta de este nombre es conocida. La lectura está probablemente corrupta.
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
6

choza, entonces, muchas bestias y pájaros de varios tipos iban a recostarse en la puerta de la
choza hasta que Śyāmaka, el hijo del sabio saliera. Luego corrían alrededor de la ermita.
Śyāmaka adoraba jugar con las bestias y los pájaros en la ermita y las bestias y pájaros
adoraban jugar con Śyāmaka. Y cuando el hijo del sabio estaba recostado en cualquier parte
de la ermita, las jóvenes bestias, las bestias mismas y los pájaros, se sentaban para cuidarlo.
Cuando las jóvenes bestias y los pájaros querían correr, despertaban a Śyāmaka, el hijo del
sabio, con sus hocicos y picos. Y así el hijo del sabio creció en la ermita con las jóvenes
bestias y pájaros.
Cuando el hijo del sabio creció, se vistió y cubrió su piel con las pieles de animales salvajes.
Cualquier tipo de raíces o frutas que hubiera en la ermita, kodrava, Śyāmaka, cinnaka1, mijo,
cáñamo, prāsādika, vegetales y rábanos, los recolectaba y se los llevaba a sus padres. Les
llevaba agua y madera y construía chozas de pasto y hojas. El rastreaba y barría la ermita.
Atendía a2 sus padres con el más grande de los respetos. Primero le serviría a su madre y
padre y solo entonces comería él. Desde el momento3 en que el hijo del sabio alcanzó años
de discreción4 nunca más comió antes de darle a sus padres. El tiempo pasó deseablemente,
agradablemente, felizmente, con el hijo del sabio atendiendo a sus padres.
Ahora con el pasar del tiempo los padres envejecieron, sus cuerpos se pusieron frágiles,
enceguecieron, y tuvieron que ser guiados por otros. No podían preparar comida, ni buscar
agua, ni entrar a sus chozas de hojas y pasto. Pero Śyāmaka el hijo del sabio, siguió
atendiendo a sus padres cuando ya tenían una avanzada edad, estaban débiles, viejos y ciegos,
con muchos servicios. Él vivía siguiendo el camino de las diez virtudes. El hijo del sabio era
elegante, de aspectos agradables, sereno por su buen karma,5 considerado con sus padres,
viviendo la vida casta del celibato, haciendo grandes austeridades, contento con una cama
pequeña6 y silla, bendito y querido por los devas, Nāgas, Yakṣas, Rākṣasas, Piśācas,
Kumbhāṇḍas, Kinnaras y Kinnarīs, bestias salvajes y pájaros, querido, de hecho, por todas
las criaturas. Donde sea que fuera el hijo del sabio para recolectar raíces u hojas o flores o
frutas, siempre estaba acompañado por las bestias y pájaros, devas y Nāgas, Kinnaras y
Kinnarīs.
Un día tomó su jarro y, acompañado por bestias y pájaros, devas y Nāgas, Kinnaras y
Kinnarīs, fue al arroyo de la montaña para buscar agua. Ahí llenó su jarro.
Ahora el rey de Kāśi, llamado Peliyakṣa,7 que era poderoso, poseedor de gran riqueza y
muchas bestias, estaba afuera cazando y siguiendo a un ciervo en un caballo rápido como el

1
Senart cita a BR. Para cinna, denotando un tipo de grano.
2
Upasthihati, una forma híbrida, comparar con el Pali upaaṭṭahati y BSk. upasthita.
3
Yata upādāya… tata: upādāya.
4
Vijñaprāpta, “obtenido sabiduría,” posiblemente denotando la misma edad que fue denotaba por el pali
vayapatta, “cuando cumplió la edad para casarse” (es decir, 16 años) Ver J. 3. 39. Vijñaprāpta, “obtenido
sabiduría,” posiblemente denotando la misma edad que fue denotaba por el pali vayapatta, “cuando
cumplió la edad para casarse” (es decir, 16 años) Ver J. 3. 39.
5
Śubhena karmaṇā abhinirvṛitta.
6
Prānta, BSk. en significado del pali.
7
En pali Piliyakkha. Ver D.P.N. Algunos dicen que este es una forma del nombre Félix.
7

viento. Había sobrepasado a su ejército y nadie más había alcanzado ese lugar. Como dice el
Exaltado en el Dharmapada,1
El camino de las bestias salvajes es la madera, el aire el de las aves.2Dharma es el
camino de los Vibhāgīyas,3 y el Nirvana el de los Arhans.
El ciervo estaba perdido ahí en el claro del bosque. Ahí en el claro del bosque el rey escuchó
el sonido de Śyāma el sabio mientras llevaba el jarro con agua desde el arroyo de la montaña.
Y reflexionó, “Ese es el sonido hecho por el ciervo. Ningún hombre anda en este bosque.”
Así que tiró una flecha en la dirección del sonido hecho por el sabio Śyāma mientras llevaba
el jarrón de agua. Y la flecha entró en el corazón del joven sabio y lo envenenó. Las bestias
y aves escuchando el zumbido de la flecha envenenada y olfateándolo a él que estaba tirando
por un sonido,4 volaron en todas direcciones.
Śyāma el sabio bajó su jarra en la orilla del rio y lloró con pena. “Ciervos y berracos,” dijo,
“son matados por sus carnes; leones, tigres y leopardos por sus pieles; los yaks por sus colas
peludas; los elefantes por sus trombas, y perdices y faisanes son asesinados para generar
alimento. Pero yo, nadie puede usar mi carne, ni mi piel, pelo o dientes. ¿Con qué propósitos
somos nosotros tres,5 inofensivos, inocentes y sin culpa, asesinados por una flecha? ¡Ah!
¡Que injusticia!”6

Mientras el joven sabio Śyāma se lamentaba así, el rey de Kāśi llegó al lugar y vio al bendito
joven sabio, en su atuendo y con el pelo enmarañado, mientras lloraba y se lamentaba.
Cuando el rey vio que había flechado al joven sabio, se asuntó al pensar que el sabio, con
una imprecación lo reduciría a él, a su ciudad y a sus provincias a cenizas. Por lo tanto,
desmostó su caballo y postrándose ante el joven sabio le dijo, “Señor, fue por ignorancia que
tiré la flecha, por que yo quería matar al ciervo. Ruego por tu perdón. Esas lágrimas que caen
al suelo quemarán Jambudvīpa completa, ¿Cuántos más hombres estúpidos como yo? ¿Pero
por qué su reverencia dice que con una flecha se asesinó a tres personas? No entiendo. Su

1
Este verso no se encuentra en el pali Dhammapada, pero hubo versiones especiales de esta obra en BSk.
Mhvu. 1. 132 cita versos del Dharmapada idénticos con aquellos en el Canon pali, mientras que en p. 434 del
mismo volumen todo un varga (Sahasravarga) del Dharmapada es citado conteniendo 24 versos en contra
de los 16 del pali Sahassa-vagga. El núcleo de ambas versiones debe haber consistido en la misma colección
de versos, pero después fueron agrandados y circularon mucho por Asia Central, el Tíbet y China. Ver
Winternitz: A History of Indian Literature, Vol. 2, p. 237.
2
Comparar con A. 2. 33.
3
La alusión aquí es oscura. No se conoce a ninguna secta de ese nombre. Senart sugiere que hay una
conexión entre el nombre y el de los Vibhangas, o tratados de las reglas Pātimokkha del Vinaya, es decir,
que los Vibhāgīyas eran especialmente devotos o entendidos en esas reglas. Pero la sugerencia de la Srta. I.
B. Horner (comunicada al traducir) se ve más posible, es decir, que los Vibhāgīyas estaban conectados con
los Vibhajjavādines. Ella se refiere a Mahābodhivaṃsa, p. 95, vibhajjavādina munindena desitattā.
Vibhajjavādo ti’ ca vuccati.
4
Śabdavedhigandhena.
5
Implicando que con su muerte también sus padres morirían.
6
Literalmente “Como arde la injusticia.”
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
8

reverencia es una persona, no tres. ¿Cómo es que tres personas son asesinadas con una
flecha?”
El joven sabio respondió, “Su majestad, mis padres están viejos, de avanzada edad, con el
cuerpo frágil y ciegos, aunque son benditos y dignos de ofrendas 1 en este mundo y en el
mundo de los devas. Pero dependen de otros y yo era el que los atendía. Siempre les daba su
porción de comida primero, y luego comía yo. Hice todo lo que tenía que hacer para
cuidarlos.2 Y ahora no hay nadie que los cuide. Por lo tanto, cuando yo muerta, ellos también
morirán. Con mi muerte, no hay vida para ellos. Es por esa razón que digo que una flecha ha
matado a tres personas.”
El rey de Kāśi le dijo al ilustrado, joven sabio Śyāma, “Muy estúpidamente te disparé en el
corazón con una flecha afilada y envenenada, y ahora sé que no tienes oportunidad de vivir.
Pero deja que eso pase. Te hago una promesa y la cumpliré. Dejaré mi próspero y rico reino,
e iré a cuidar de tus venerables padres. Como tu los cuidaste, yo los cuidaré.”
El joven sabio respondió, “Su majestad, por eso la punzada de dolor ha sido quitada de mi
corazón. Como hiciste esta promesa trata bien a mis vulnerables padres. Oh poderoso
gobernador, gran mérito ganas. Su majestad, como has decidido servir y atender a estos
benditos, toma esta jarra de agua y sigue el camino hasta el retiro de mis padres. Salúdalos
poro mí, y diles, ‘El ilustrado Śyāma los saluda. Su único hijo está muerto, pero no deben
llorar ni lamentarse. Aquél que nace en este mundo de vida debe inevitablemente morir; es
imposible residir en el de forma permanente. Ni llorar ni lamentarse pueden asegurar que se
escapará de los resultados de los actos que ha cometido.3 La muerte no es particular a mí; es
para todas las criaturas. Por lo tanto, ni me lamenten ni me lloren. Debe haber necesidades
cuando llegue la separación de todos los seres queridos.’ Su majestad, lo que has prometido
hacer por mis venerables padres, hazlo.”
Habiéndole dado estas instrucciones, el joven sabio sucumbió y murió. Cuando el rey vio
que el joven sabio estaba muerto, lloró y se lamentó. Luego, secando sus lágrimas, tomó una
jarra de agua y fue a la ermita siguiendo el camino que había sido señalado por el ilustre
Śyāmaka.
Tan pronto como el rey de Kāśi se fue, el ilustrado Śyāmaka fue rodeado por cientos de miles
de bestias y aves, por devas, Nāgas, Yakṣas, Kinnaras, Kinnarīs y otras criaturas. Y cuando
se reunieron alrededor del gran sabio, hicieron una gran lamentación y dieron un gran grito.
“Ahora, dijeron, “que el malvado que le hizo daño a este inocente, sin culpas y que no hacía
daño, vaya de oscuridad en oscuridad, de angustia en angustia.” El bosque completo, todos
los arroyos, y las ermitas hicieron eco de grito de la criatura y se llenaron con el llanto de
bestias y aves.
Cuando los padres del ilustre Śyāmaka escucharon a estas criaturas y a las bestias y aves
empezaron a pensar. ¿Qué está pasando hoy? Dijeron ellos. Nunca antes habíamos escuchado

1
Dakṣiṇīya.
2
Literalmente “todo lo relacionado al cuidado de ellos,”
3
Comparar con m. 3. 180.
9

tales gritos de estas criaturas, ni tantos gritos de bestias y pájaros. ¿No será que el ilustrado
Śyāmaka fue herido por un león, un tigre, o por un ave carroñera? ¿Qué son estas señales?
¡Como están de preocupados nuestros corazones! ¡Como están de llenos de lágrimas nuestros
ojos!” Y con el cuerpo y mente enfermos, pensaron en el ilustre Śyāmaka.
El rey de Kāśi llegó a la ermita, donde cientos de bestias y aves, elevando gritos de terror,
volaron. Los sabios estaban aún más asustados. El rey amarró al caballo a una rama del árbol,
y llevando la jarra de agua, se acercó a los padres del ilustrado Śyāmaka, “Te saludo, señor,”
dijo. Con alegría le preguntaron, “¿Quién eres?” El rey respondió, “Señor, soy el rey de Kāśi,
llamado Peliyakṣa. Dudo, señor, si es que hay muchas comodidades1 aquí en esta arboleda
de penitencias que está acechada por bestias de carroña y donde no andan muchos hombres.
¿Produce raíces y frutas? ¿Se producen fácilmente2 kodrava, śyamaka y vegetales? ¿Se
enferman? ¿Tienen algún contacto con bichos, mosquitos y serpientes?” Ellos respondieron,
“Su majestad, de verdad vivimos cómodamente en el bosque, aunque esté acechado por
bestias y no vengan muchos hombres. En este lugar las raíces, hojas y frutas se obtienen sin
dificultad. No hay enfermedades ni contactos con bichos, mosquitos y serpientes. Puede ser,3
que tus ciudadanos disfruten la felicidad y la paz en tu palacio, entre tus príncipes y ministros,
en tú ejército, en tu casa de tesoros y granos? ¿Reyes hostiles no te molestan? ¿Los devas te
envían la lluvia en la temporada adecuada? ¿Crecen tus cultivos? ¿Tu reino es pacífico, con
mucha comida y seguro?” El rey respondió, “De verdad, señor, mi gente disfruta la felicidad
en el palacio, entre mis príncipes y ministros, en mi ejército, en mi casa de tesoros y granos.
Los reyes hostiles no me molestan. Los devas envían la lluvia en la temporada adecuada y
mis cultivos prosperan. Mi reino es pacífico, con mucha comida y seguro.”
Luego dijeron, “Su majestad, por favor, siéntese en esta silla hasta que el ilustrado Śyāmaka,
que ha ido a buscar agua, vuelva. Él traerá fruta y agua.”
Cuando los sabios hablaron así, el rey rompió en llanto. Le preguntaron, “¿Por qué llora su
majestad?” El rey respondió, “Señor, el ilustrado Śyāmaka quien, ustedes dicen, vendrá y me
traerá fruta y agua, ha muerto. Me dio la jarra de agua y me mandó sus saludos y un mensaje,
diciendo ‘No deben llorar por mí ni lamentarse. Nada se gana aquel a quien se le llora y
lamenta. Todo aquel que nace debe morir inevitablemente. La muerte no es peculiar a mí; le
pasa a todas las criaturas que nacen. Y no hay escape de los resultados de los hechos que un
hombre ha cometido.
Luego le preguntaron, “Su majestad, ¿Cómo murió el ilustrado Śyāmaka?” El rey respondió,
“Estaba cazando, y siguiendo a un ciervo en un caballo tan rápido como el viento. Llegué a
un lugar cerca del agua donde el ilustrado Śyāmaka estaba llenando su jarra. Y ahí en lo más
profundo del bosque, perdí al ciervo. Escuché el sonido del ilustrado Śyāmaka llevando su

1
Literalmente “¿puede haber comodidades?” Kaccid… sukham. Kaccid, como en el pali, es tomado en el
sentido del latín num o nonne, y se entiende como un introductor de las otras clausulas. De otra forma, se
vuelve una frase idéntica con la respuesta del sabio.
2
Literalmente “con poca dificultad,” alpakisareṇa. kisara = pali kasira, probablemente se refiere al védico
kṛicchara. (Ver P.E.D.)
3
Kaccid.
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
10

jarro y me dije a mi mismo, ‘Ahí está el ciervo moviendo el agua.’ Escuchando el sonido de
su movimiento, lancé una flecha envenenada en la dirección del sonido. La flecha llegó al
corazón del ilustrado Śyāmaka, y el joven sabio murió.”
Cuando escucharon esto el rey lloró, sollozó y se lamentó. “Su majestad,” dijeron ellos, “los
ciervos y berracos son asesinados por su carne; los leones, tigres y leopardos por sus pieles;
los elefantes por sus trompas, y las perdices y faisanes para proveer comida. Pero nosotros.
Ni nuestra piel, ni nuestra carne, ni nuestro cabello, ni nuestros dientes tienen ningún uso.
¿Por qué entonces nosotros tres que no hacemos daño, inocentes e inofensivos somos
asesinados con una flecha?”
El rey de Kāśi cayó a los pies de los sabios y rogó su perdón. “Señor,” dijo, “esas lágrimas
tuyas que caen al suelo quemarán todo Jambudvīpa, ¿Cuántos hombres estúpidos como yo?1
Abandonaré mi reino, mi gente y mi familia y vendré a servirles. Igual como el ilustrado
Śyāmaka les servía, así les serviré yo.”
Entonces ellos dijeron, “Somos ciegos y hemos perdido nuestra visión. No podemos ir a
ninguna parte sin una guía. Que su majestad nos lleve al lugar donde está Śyāmaka. Por unos
conjuros le daremos vida nuevamente al joven sabio, y por medio de unos conjuros
destruiremos el veneno que era para el ciervo.”
El rey reflexionó, “Que benditos deben ser los sabios, si es que tienen el poder de restaurarle
la vida.” Luego dijo, “Te llevaré, señor, donde está el ilustrado Śyāmaka.”
Pusieron sus manos en los hombros del rey y así fueron al lugar. Pāragā, la madre del
ilustrado Śyāmaka, estrechó la cabeza del sabio contra su pecho, limpió su boca con su mano,
y liberó su pena con variados llantos y lamentos. “Desprovisto del ilustrado Śyāmaka,” dijo,
“la ermita estaba desolada, la diosa del bosque andará llorando penosamente, como también
lo harán las bestias y pájaros, cuando fallen al intentar ver al ilustrado Śyāmaka, llorarán
penosamente y dejaran la ermita.”
El sabio dijo, “Pāragā, no llores ni te lamentes. ¿De qué le sirve que le lloremos y lo
lamentemos? Ahora hemos vivido la austeridad y la vida casta. Tenemos el poder de
devolverlo a la vida con un conjuro. Digamos el conjuro, destruyamos el veneno y
devolvámosle la vida.” Así destruyeron el veneno producto del conjuro, diciendo, “Hijo,
como tu nunca tuviste pensamientos injustos hacia otros, sino que fuiste amable con todas
las criaturas, deja que este veneno que está en ti sea destruido. Hijo, como nunca tomaste
comida para ti mismo antes de dárselo a tus padres, deja que el veneno en ti sea destruido.
Hijo, como siempre cuidaste a tus padres virtuosamente y sinceramente, deja que el veneno
en ti sea destruido.” Luego el joven sabio, por el poder de sus padres y la influencia del
conjuro y en virtud de su vida bien vivida, se paró bostezando, como un hombre que se paraba
de su cama.
11

El Exaltado dijo, “Puede ser, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa ocasión
el joven sabio Śyāmaka era alguien más. No deben pensar eso ¿Por qué? Yo, monjes, en ese
tiempo y en esa ocasión era el joven sabio llamado Śyāmaka. Pueden pensar, también, que el
sabio que era el padre de Śyāmaka, era alguien más. El Rey Śuddhodana era en ese tiempo y
en esa ocasión el padre de Śyāmaka. Pueden pensar que en ese tiempo y en esa ocasión la
madre de Śyāmaka, que se llamaba Pāragā, era alguien más. Pero era la Reina Māyā. Pueden
pensar que el rey de Kāśi, llamado Peliyakṣa, era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por
qué? El anciano Ānanda aquí en ese tiempo y en esa ocasión era el rey de Kāśi llamado
Peliyakṣa. Luego, también, monjes, el Rey Śuddhodana, al escuchar de mi muerte, se negó a
creerlo, sino que dijo, ‘Oh rey, el ilustrado Śyāmaka no está muerto, sino que simplemente
está insensible por el veneno.1 Llévanos al lugar y con un conjuro destruiremos el veneno y
traeremos a la vida al ilustrado Śyāmaka.’ Y ahora, también, el rey Śuddhodana, al escuchar
de mi muerte, se negó a creerlo.”
Aquí termina la versión preliminar del Jātaka de Śyāmaka.
Contaré2 de una vida anterior del virtuoso Exaltado, trascendental,3 y de infinita
gloria en el mundo, el salvador del mundo.
No es posible para nadie superar la vida de un Bodhisattva en el mundo de los
hombres, de devas o de Gandharvas. Por que el Daśabala es invencible.
Tanto como pueden recordar, los Tathāgatas han vivido sus variadas vidas
confiriendo compasión al mundo con amor y piedad,
Deberé avanzar en la buena vida del Exaltado mientras fue acumulando mérito
durando cientos de miles de kalpas. Presta respetuosa atención.
En ese tiempo el Exaltado, dotado con sabiduría, vino a la vida en una familia pura
ascética de brāhmanes reclusos.
Sus padres eran viejos y ciegos, y fue por su bien que el Trascendental vino a la vida.
Tenía un cuerpo perfecto, poseía gran poder mágico, era gentil y tenía grandes ojos.
Ahora su nombre en ese tiempo era Śyāma.
Cualquier deva o hombre que viera al maravilloso sabio no podía aburrirse de
contemplar su perfecta belleza y virtud.
El mérito que un Bodhisattva busca y encuentro, que era el puro dharma meritorio
en conformidad con cómo vivió.

1
Estas palabras no estaban así en la historia.
2
Una versión métrica del mismo Jātaka, que, aparte de ser una introducción es una balada de origen pre
budista.
3
Lokottara.
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
12

El mismo vivió la perfecta, sin manchas y pura vida sagrada, que es difícil de lograr
por los flojos,1 y también urge a los que la buscan.
El era un héroe que atendía a sus padres y devotamente2cuidó de ellos. Vivió una
vida sagrada, observando su voto de castidad.
Y esto era un propósito que hizo por el bien de sus queridos y amados padres,
diciendo, “Verdaderamente, no debo ser negligente,3 por que ellos son ciegos y
necesitan ser guiados por otros.
“Debo recolectar frutas y raíces, con amor, respeto y honor atender a mis venerables
padres, que están enfermos, viejos y de avanzada edad.
“Les daré a mis padres comida y bebidas, medicina para sus enfermedades, ropa y
camas para dormir.”
Y a sus padres el Bodhisattva dijo, “Que no sea así;4 no deben sentirse ansiosos
mientras yo esté aquí para atenderlos.”
Luego Kṛiṣṇa,5 vestido en corteza, le dijo, “Que este pecado no sea tuyo. Que las
criaturas no se aterren6 por ti7mientras caminas por el camino.
“Que el rey de las bestias y los poderosos elefantes en busca de carne sangrienta,
pero no dejes que las criaturas te aterren.”
Con los jóvenes animales vivía en el agradable retiro. Como un animal vivía el joven
sabio con los animales del bosque.
Y mientras él vivía así en su retiro, en calma y auto control y renuncia, y por
compasión y piedad, sintiendo compasión por el mundo,
Llegó a la escena el rey de Kāśi, un poderoso señor de hombres, que aterraba a las
bestias y aves en el retiro.

1
Kuśida para kusīda, en pali kusīta.
2
O “celosamente,” tīvram, un uso de la palabra que Senart encuentra en los edictos de Piyadasi. Comparar
el uso de tibbam en pali.
3
O “no debo retrasar,” prapañcitavya, comparar con el pali papañceti.
4
Mā khu bhave, que parece sugerir que un incidente del poema original ha sido omitido aquí.
5
Literalmente, “el oscuro y claro,” syāma-sundari. Aquí nuevamente parece haber una omisión de algún
incidente original, posiblemente la llegada de Kṛiṣṇa a la escena cuando Śyāmaka estaba en el lugar de la
caza. Si syāma-sundari no alude a Kṛiṣna, debe ser tomado como “el bello Śyāma(ka).” Pero no hay formas
de identificar a la persona representada por taṃ el objeto del verbo avaca. Kṛiṣṇa aparece en los textos pali,
aunque solo débilmente en la figura de Vāsudeva que se le llama kaṇha (= kṛiṣṇa) y kesava, como en Jātaka
No. 454. (J. 4. 84. Comparar con J. 6. 421.) Pero ni siquiera Kaṇha en los textos pali está necesariamente
conectado con la legenda de Kṛiṣṇa, ni siquiera con Kaṇha del Ambaṭṭha-Sutta (D. 1. 81.), a pesar de lo que
dice Winternitz, op, cit., 2. p. 37. Ver también p. 119 ibid. y la nota al pie de página 2 ahí.
6
Trāsentu, casual para la forma radical. Pero la lectura es dudosa.
7
Tuhyam.
13

Dentro de los bosques el rey espió a la manada de ciervos, y cuando los hubo visto,
se apresuró a tomar su arco y arregló1 una flecha.
Persiguió al ciervo, subido en un caballo rápido como viento, un caballo
completamente excelente, con su melena volando mientras corría.
Justo en ese momento el joven sabio, habiendo ido ahí con su jarra para buscar agua,
había bajado desde el arroyo que corría entre los cerros, mientras las bestias y aves
estaban asustadas.
Y el rey, con gran furia persiguiendo al sabio con su arco posicionado, no percibió
al joven sabio.
Tomó2una flecha afilada y la puso en su arco, apuntando al ciervo, pero le disparó a
Śyāma, y él, amistoso como era, cayó impactado por la flecha llena de veneno.
Y cuando fue impactado gritó, ¿Por quién yo, inofensivo como soy, y mi madre y
padre, los tres, somos impactados por una flecha? Nuevamente la injusticia avanza.
“Los elefantes son asesinados por sus trompas y los ciervos por su carne; los yaks
por sus colas peludas y los leopardos por sus pieles.
Pero yo, no tengo trompa, ni cuero, no pelo, ni car. ¿Por qué entonces nosotros,
inofensivos como somos, fuimos disparados?”
Cuando escuchó estas palabras el rey fue donde el joven sabio y trató de calmarlo y
pedir su piedad, diciendo, “Señor, tiré sin pensarlo.
“Esta flecha no estaba puesta3 ni dirigida hacia ti. Yo no tenía idea que habías sido
disparado. Así que dame tu perdón por que te he hecho daño sin quererlo.
“Explícame, oh hombre sagrado, por qué lamentas que tres personas hayan sido
disparadas con una flecha.”
Luego el Bodhisattva, sintiendo piedad4 por sus queridos padres, le dijo estas
palabras en respuesta: -
“Por mucho tiempo mi anciana madre y mi padre han vivido una vida sagrada. Yo
era una guía en su ceguera.
“Ahora les espera una muerte indigente. Es por eso, Oh rey, que lloro. Sin mi
cuidado, tendrán una muerte indigente.

1
Sandahe, de sandahati BSk. y pali para Sk. Sandadhāti; usado en este sentido también en J. 4. 236, 258.
2
Sandahita, pasado participio de sandahati, ver la nota anterior.
3
Sandhita, Sk. Correspondiente al Sandahita (Ver arriba). Sin embargo, Senart prefiere el significado
“intencional” aquí. Pero no parece haber ninguna razón válida para variar el sentido de la palabra en
contextos similares.
4
Leyendo karuṇam para kāraṇam del texto.
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
14

“Es por esa razón que digo que tres personas fueron asesinadas por una flecha. Pero
si somos de alguna forma tomados bajo tu cuidado, no estaremos tan perdidos.”1
El rey de Kāśi, siendo amable e inteligente, entendió su significado, y haciendo una
pequeña reverencia al joven sabio dijo,
“Caeré al cielo porque he asesinado a un inofensivo sabio. Por qué los que han
matado a tales hombres no pueden evitar los infiernos.
“Y tú lágrima, la lágrima de un ser de extrema pureza, quemará el mundo entero.
¿Qué tanto más tontos pueden ser los hombres como yo?
“Lo que digo es la verdad. Si mi vida pudiera ser tuya, sacrificaría mi aliento. Pero
no es posible.
“Tú, oh sabio, has sido penetrado en el corazón por una afilada y envenenada flecha.
Sé que tu vida terminará, y eso no me agrada.
“Por eso, Oh glorioso, te hago una promesa, y créeme2. Porque la verdad, cuando
es establecida en este mundo de la vida, es el mayor bien.3
“Renunciaré a mi rico reino y a mis mujeres y places, e iré y recolectaré raíces y
hojas y atenderé a tus venerables padres.”
El Bodhisattva le dijo, “Oh rey, al decir estas palabras has sacado la amarga
ardiente flecha de mi pena.
“Así que ahora, toma esta jarra de agua, ve a nuestra ermita por ese camino, y habla
con mis padres en mi nombre.
“Saluda a mi madre y a mi padre una vez más, y diles, ‘Su hijo está muerto y les
manda saludos.
“Y dice que no deben llorar por él y que aquel que es llorado4 y lamentado no gana
nada por ello. Cada persona nacida en el mundo de la vida debe morir
inevitablemente.
“‘Por qué este es el orden de las cosas.5 La vida de un hombre no dura mucho y la
muerte es el final tanto para el pobre como para el rico.
“‘Tampoco es posible evitar los resultados de los actos cometidos por uno mismo.
Tanto el placer como el dolor le llegan a aquel que se mueve en el ciclo del
renacimiento.6

1
Una laguna en esta línea hacia una traducción exacta más difícil.
2
Pattīya.
3
Leyendo paramārtho para paramārthaṃ del texto.
4
Ruṇḍa.
5
Ānupūrvā, comparar con el Pali ānupubba, “regla, regularidad, orden.”
6
Cakraparivartaka, “darse vuelta en el círculo.”
15

“‘¿No he escuchado a hombres educados hablar de, y tampoco la conozco, la


inestabilidad de la impermanencia y los frágiles elementos que condicionan la vida?1
“‘No le tengo miedo a2la muerte, y una cosa como esa no es un mal para mí. Esa
lección la he aprendido3, la muerte no es evitable en el mundo.’
“Esta es la pena que me aquejaba, que mis viejos y ciegos padres fueran indignos y
sufrieran grandes penas. Pero esa preocupación mía ha acabado ahora que te
escuché.
“Entonces tú, que llevas prosperidad a Kāśi, entiende que has hecho una promesa a
Śyāma. Por esa promesa cuidarás de mis venerables padres.
“Los hombres sabios alaban este servicio al viejo y débil como un gran provecho.
Por qué, Oh rey, tres resultados vienen de él.4
“Habrá mérito, y gloria y fama, y la raíz de la virtud. Ve, Oh rey, pregúntales sus
órdenes y sírveles.”
“Que así sea,” dijo, cuando hubo escuchado esto, secando desconsoladamente sus
lágrimas. Y cuando vio que Śyāma estaba muerto, el rey de Kāśi partió.
Y tan pronto como el rey de Kāśi se hubo ido, muchas manadas de bestias y aves y
devas rodearon a Śyāma.
Cuando lo vieron recostado sin sensibilidad donde había caído, lloraron y dijeron,
“Ahora que aquel que cometió este terrible acto contra ti que no tienes pecado, vaya
de oscuridad a oscuridad, de angustias a angustias.”
El llanto de estas criaturas hizo eco en el aire y sobre la tierra, los vientos soplaron
hacia adentro. Con aprehensión, el sabio5 exclamó, “¿Qué pasa?
“Me temo que le ha pasado algo al joven sabio, por que escucho 6 tantos llantos
penosos como aquellos y repetidos sonidos de lamentos.
“El viento trae malas noticias. Hay una nota alarmante en el canto de las aves. Mi
corazón se mueve del lugar donde pertenece,7 y todo mi cuerpo está enfermo.”

1
Literalmente “de lo que se va a saṃskāra,” saṃskāragatasya. Sobre la impermanencia ver Dhp. 277. sabbe
sankhāra aniccā. Comparar también con D. 2. 156 y S. 5. 163.
2
Laguna.
3
Literalmente, “Esta cosa útil (provechosa) he experimentado,” anubhūto eṣa artho. Para este sentimiento
comparar con A. 3. 306; 4. 320.
4
Literalmente “Hay tres partes de esto,” trīṇi pi tasyāsti añgāni.
5
Es decir, el padre de Śyāma.
6
Literalmente, “son vistos,” dṛiśyanti.
7
La lectura aquí es dudosa. El texto de Senart es hṛidayaṃ ca vyutthasthāno, donde vyuttha evidentemente
representa una forma del pasado participio de vi-ud-sthā, quizás mostrando la influencia de una forma
Pánscrita.
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
16

Mientras estos pensamientos ansiosos pasaban por su mente, aquel que le llamaba
Peliyaṣa1llegó a la ermita. Ahí donde las aves y bestias estaban asustadas.
Aterrados volaron en todas las direcciones. Los devas percibiéndolos llenos de
terror, se sintieron aún más aterrados cuando vieron esta inesperada vista.
Porque ningún humano ni demonio venía jamás a estas regiones. Y los grupos de
bestias y aves nunca tenían miedo cuando venían al joven sabio.
Sin duda, pensaron, debe ser un ser grande, terrible y aterrado por el quien las
manadas de bestias y aves están asustadas.
Cuando el rey los había encontrado fue donde su madre y padre que estaban
inquietos por la ausencia de su hijo, y, aunque fuera el asesino, les habló con dulces
palabras.
Ellos respondieron, “Bienvenido, ¿de donde vienes? ¿o el mensajero de quien eres?
Somos ciegos, no tenemos vista, y Śyāma ha ido a buscar agua.”
El rey dijo, “Yo, que me llamo Peliyakṣa, había salido de la ciudad de Kāśi con mi
grupo de caza, y estaba persiguiendo a un ciervo.”
“Oh rey,” dijeron, “¿Te2 envían los devas lluvia en la temporada adecuada para que
tus cultivos crezcan?”3 El respondió, “Mi palacio está libre de enfermedades, y
también lo están mis príncipes y tropas.
“En mis ciudades y provincias hay paz, y mis súbditos son leales. Mis enemigos no
prosperan, y todos mis tesoros aumentan.
“En mis provincias la protección para los reclusos y brāhmanes nunca falla, y con
reverencia les otorgo sus regalos.
“En este bosque, también, infestado de ladrones como debe estar, tigres y muchas
bestias, ninguna criatura les hace daño.
“Abundantes flores y frutas y muchas śyāmaka y hierbas pueden ser fácilmente4
recolectadas. Y el cuerpo no se enferma.”
“Nuestro hijo,” respondieron, “no se ha ido lejos, así que por favor siéntate en esta
cama de hojas que le pertenece a él quien es bueno y correcto y con un corazón muy
amable.”
Luego el rey, llorando, le dijo las palabras que eran como veneno y destructoras.

1
Aquí Peliyakṣa.
2
Kacci,
3
Obviamente esto está resumido. Muchas más preguntas son hechas. Ver también la versión en prosa.
4
Alpakisareṇa.
17

“El sagrado, correcto y justo joven sabio de quien ustedes hablas está ahora muerto.
Les envía sus saludos, diciendo,
“Que no deberían llorar, por que no hay ganancia en ser llorando1y lamentado; todo
aquel que nace en el mundo de la vida debe morir inevitablemente.”
Cuando escucharon estas horribles noticias, dijeron, “Al hablar así tu haz,
verdaderamente, parado nuestras vidas.”
El respondió, “Esto pasó por una indiscreción.2 Dado que yo cometí este terrible
acto, por favor, oh buenas personas, perdónenme.
“Además, he venido a llevar la carga que el joven sabio llevaba, y les serviré, buenas
personas.”
La madre de él que tenía la rica complexión del loto azul lloró, sin importarle las
palabras que su hijo había dicho.
“Ah, mi querido y hermoso Śyāma,” lloro, “asociación con otro, porque te he
perdido,3 consumirán4 mi corazón como el fuego coma el pasto seco y la madera.
“Ahora sé que la ermita está vacía, temible y aterradora sin felicidad, despojada
como está de él que era bueno y correcto, el noble sabio.
“Dado que verdaderamente el era toda nuestra fuerza, nuestro deleite, y en él
teníamos paz, entonces sería más aceptable para mí una tragedia más aceptable que
una como esta.5
“Supongo que varias y muchas austeridades que nosotros practicamos fueron malas,
y el resultado ahora es que somos despojados de nuestro hijo.”
Siguieron preocupándose y lamentándose más, llorando y recordando los cientos de
buenas cualidades de su buen y correcto hijo.
Al rey de Kāśi ellos hablaron, y le rogaron, “Guíanos hacia allá. Porque estamos
ciegos y no vemos y no podemos ir solos.”
El respondió, “Los llevaré donde el joven sabio yace. Por que claramente era joven
cuando fue tomado por el veneno.”6
El rey de Kāśi, yendo por el camino que había venido, llegó rápidamente al lugar
donde estaba el joven sabio.

1
Ruṇḍa.
2
Eṣo artho (a)nayena jāto.
3
“Literalmente, “recuerdos por la separación de ti,”
4
Pūrvam, es decir, antes de que alguien pueda llenar el lugar de Śyāma.
5
El significado del segundo verso en esta estrofa es obscuro.
6
Mṛigaviṣa.
EL ŚYĀMAKA JĀTAKA
18

Cuando su madre lo encontró insensible donde había caído a la orilla del río, lloró,
y acarició su boca aperlada con su mano, diciendo,
“Oh querido hijo de pobres e indigentes padres, la familia de aquellos que no tienen
(otra) familia. Querido, ¿Cómo fuiste herido?
“Los devas del bosque fueron verdaderamente de poca ayuda, dado que, cuando
vieron a Śyāma entre los demonios, un cuerpo pequeño, no lo protegieron.1
“Cualquier comida que encuentren (para nosotros, aunque consista de) muchos
cientos de hierbas (será) intolerable (para nosotros), ahora que hemos sido
despojados de nuestro bueno y correcto hijo.
“Ahora las bestias y las aves de la ermita, al no ver al ilustrado Śyāma, su alegría,
lloran penosamente.”
“No tengas pena, Pāragā” (dijo su esposo). “No ganarás nada llorando y
lamentándote.
“Pero nosotros hemos vivido una vida casta y por mucho tiempo nos hemos
restringido de los encuentros sexuales. Pronunciaremos un hechizo, y por él
destruiremos el veneno.
“Como, oh hermoso Śyāma, tu corazón nunca se aferró al pecado, así este veneno en
ti será destruido. Por este hechizo levántate.
“Como su virtuosamente, constantemente y sinceramente protegiste a tus padres, así
este veneno en ti será destruido. Por este hechizo levántate.
“Como en ti no había nada que te llevará a otra existencia, ni orgullo, ni
intoxicación, ni hipocresía,2 así este veneno en ti será destruido. Por este hechizo,
levántate.”
Luego se levantó bostezando, el veneno en él se había ido, por el poder de sus padres
y de su vida bien vivida.
Cuando el rey lo vio levantarse por el hechizo se estremeció hasta las raíces de su
cabello. Cayó a sus pies y le pidió perdón.
El Bodhisattva le dijo, “Que seas bendito en tus carruajes, tu ejército, tu reina, tus
ciudades, villas y provincias.

1
Pero el texto de esta estrofa y la siguiente está muy corrupto, y sería mejor dejarlos sin traducir. La
segunda estrofa, además, tiene una laguna, y la traducción dada sigue la construcción de Senart del
contexto. Pero todo es muy confuso.
2
Mrakṣa, BSk. = pali makkha, notar también el pali makkha (probablemente makkha, pero diferenciado BSk.
con mrakṣya, Divy. 622, Trsl. Índice ‘malos sentimientos (¿)’ B.R. tiene mrakṣya, ‘wohlgefühl’), ‘enojo,’ ‘ira’.”
(P.E.D.)
19

“Mira, tú que eres el sostén de Kāśi, cual es el resultado de la reverencia mostrada


a padre y madre, y como el veneno fue disipado por el poder de mi propia conducta.
“Aquellos que tienen padres deberían rendirles obediencia, respeto y reverencia, si
van a ir al cielo.1
“Honra a tu padre y madre llevándoles todas las joyas de Jambudvīpa. Uno no
debería oponerse a sus padres. Así, Oh rey, tus padres no se opondrán a ti.
“Ten compasión de ellos como los ancianos maestros del mundo.2 Esta gente divina
deben ser honrados como devas; aquellos que honran a sus padres no tienen penas.”

Ella que era la madre en ese tiempo es ahora Māyā. El padre del Exaltado en ese
tiempo es ahora Rey Śuddhodana.
Él quien por su gran poder fue despertado por el hechizo era el Bodhisattva, porque
el Exaltado era en ese tiempo Śyāma.
El quien era el rey en ese tiempo era Ānanda, un pariente y servidor del Exaltado por
muchos miles de vidas.
Ese último no era aún un perfecto Buda, ni había roto sus ataduras.3 Pero incluso
entonces los resultados del dharma del Exaltado en una de sus vidas pasadas eran
reales.
Aquí termina el Śyāma-Jātaka.4

ŚIRIPRABHA-JĀTAKA

El Bodhisattva estaba viviendo una vida de dificultades en el bosque de las


penitencias cerca de Uruvilvā. Se mantenía en una dieta de jujubo por dieciocho
meses, subsistiendo en un jujubo al día. Se mantenía en una dieta de arroz por
dieciocho meses, subsistiendo en un grano de arroz al día. Por dieciocho meses
mantuvo un completo ayuno.

1
Svagam, sic para svargam.
2
Comparar con A. 2. 70. Brahmā ti mātāpitaro pubbācariyā ti vuccare “padres son llamados Brahmā y
ancianos maestros.” Comparar también con J. 5. 330, y Sn. 404.
3
Grantha, ‘usualmente se refiere y enumera como las cuatro ataduras corporales o nudos (kāyaganthā),
viz., abhijja (codicia) byāpāda (maldad) sīlabbataparāmasa (engaño en la suficiencia de buenos actos) y
idaṃsaccābhinivesa (inclinación al dogmatismo). Ver P.E.D. para referencias.
4
No en J.
5

Un jujubo era su cena, una semilla de sésamo, o un grano de arroz. Porque


cual sea un perfecto conocimiento del Buda,1 no está en un cuerpo vigoroso.2
Completamente como una enredadera seca3 se volvió su cuerpo, y su
mandíbula como las pezuñas de un búfalo en diámetro.
Sus costillas se volvieron como la viejas y marchitas vigas (dentro de los
edificios)4- tanto estaba el cuerpo del gran Sabio demacrado por sus
austeridades.
Como una larga trenza de pelo se curva hacia este lado y al otro, así su espina
y cuello se curvaban.
Sus ojos miraban como estrellas reflejadas en una piscina de agua; su
respiración era profunda como los fuelles de un herrero.
Como una calabaza de otoño5arrancado cuando está verde se seca, así la
cabeza del Gran Sabio comenzó a secarse.
Controlado de cuerpo era el gran héroe, no prestándole atención a sí mismo,
como siguiendo con sus austeridades por el bien de todas las criaturas.
Aunque uno usara todas las palabras que existen en el idioma,6no sería
posible entender las dificultades que el Héroe pasó luego de ver a los hombres
pasando miserias.
Como un pájaro no puede llegar al límite del cielo, y como el agua del mar es
una inmensurablemente poderosa masa,
Tampoco es posible, incluso con todas las palabras que existen, decir los
límites de las virtudes de las Luces del Mundo, los Budas, los familiares del
sol.
Su piel sin ungir se unía a su espalda. Todas sus extremidades colapsaron; no
había fuerza en él.
Cuando trataba de tomar el frente de su cuerpo, era su espalda la que tomaba;
cuando el Sabio trataba de pararse se caía hacia adelante.

1
Saṃśraya, interpretado así por Senart en la analogía de samucchrita y Samucchraya. Comparar con Divy.
70, 73. Pero la expresión es extraña.
2
Sya = syāt.
3
“Como un completo kālāśitaka,” kālāśītako sarvo, a menos que cambiemos sarvo a parva “como la junta
de un k.,”
4
Algo está mal con esta línea y Senart admite que es una restitución hipotética. Y lo más cerca que podemos
llevar a la idea expresada es trasponer pārśvakā (para pārśvake) y yathā.
5
Alambu, solo aquí para alābū, en pali alābu.
6
Literalmente “hablara con todas las palabras,” sarvavācāya bhāṣatas.
ŚIRIPRABHA-JĀTAKA
6

Cuando los cuatro devas1 vieron el débil cuerpo del Héroe exclamaron, “El
Sabio está muerto; no le quedan más fuerzas.”
Mientras el hombre Preeminente estaba practicando tales terribles
austeridades, los mundos de los devas, Asuras y hombres estaban
impresionados.

Cuando el Rey Śuddhodana escuchó de los hombres que habían cuestionado las
terribles austeridades que el príncipe estaba pasando, él, Mahāprajāpatī el Gotamid,
Yaśodharā, y todo el reino de Śākya se llenaron anhelo de que ahora al fin el príncipe
los abandonaría tranquilamente. Yaśodharā, también, reflexionó, “No está bien ni es
adecuado para él, mientras un noble hijo está sufriendo, viviendo una dura vida,
durmiendo en un colchón de pasto y subsistiendo en comida tosca, yo debería estar
comiendo comida real en el palacio real, tomando bebidas reales, usando ropa real y
teniendo camas reales hechas para mí. Ahora viviré de comida ligera, usaré ropa
común, y dormiré en una cama de paja.” Así que ella comió ligeramente, usó ropa
común e hizo su cama de paja.
Cuando el Exaltado, luego de hacer rodar la noble rueda del dharma, se estaba
quedando en Rājagṛiha con una compañía de trece y cincuenta monjes, el Rey
Śuddhodana envió a Chandaka y Kālodāyin2 a él con un mensaje, diciendo, “El
Exaltado ha mostrado compasión a devas y hombres; deja que también la muestre a
su familia. Lo que sea que el Exaltado te diga, eso haces.”
Se fueron de Kapilavastu y llegaron a Rājagṛiha. Acercándose al Exaltado, le
impartieron la exhortación del Rey Śuddhodana y toda su familia. Y el Exaltado, con
su sentido del tiempo, estación y ocasión correcta, sabía que había llegado el tiempo,
estación y ocasión de visitar su lugar nativo. El Exaltado le habló a Chandaka y
Kālodāyin, preguntándoles, “¿Tomarán la vida religiosa?” Ellos respondieron,
“Fuimos mandados por el Rey Śuddhodana a hacer lo que sea que el Exaltado nos
diga.” Y aunque no vieron ni ahí ni en otra parte3 ninguna túnica amarilla que se
pudieran poner cuando tomaran la vida religiosa, consintieron y le dijeron al Exaltado,
“Señor, tomaremos la vida religiosa.”
El Exaltado entonces pronunció la formula de la ordenación de ‘Vengan, monjes,’
diciéndoles, ‘Vengan, monjes, Chandaka y Kālodāyin, y vivan la vida religiosa bajo
el Tathāgata”. Y cuando la fórmula de “Vengan, monjes” había sido pronunciada
sobre ellos, toda marca, emblema, resguardo4 y uso de un laico desapareció de sus

1
Es decir, “los Cuatro Señores del mundo,”
2
Hijo de uno de los ministros de Śuddhodana. El Mhvu., parece ser el único texto que hace que Chandaka lo
acompañe. (Ver D.P.N.)
3
Nāpyatva nāpito.
4
Gṛihigupti, pero el significado exacto de gupti no está es claro; kalpa, “uso” en gṛihikalpa también es
inusual.
7

personas, y comenzaron a verse las tres túnicas; un pocillo fue traído, sus cabellos se
arreglaron por si solos,1 y su forma de conducta se estableció – en resumen, la
admisión y ordenación del venerable Chandaka y Kālodāyin como monjes era
exactamente la de los monjes que habían sido ordenados hace cientos de años.
El venerable Udāyin2 le dijo al Exaltado, “Señor, Yaśodharā era apasionadamente
devota al Exaltado. Mientras el Exaltado estaba viviendo una dura vida en el bosque
de las penitencias, Yaśodharā, también, estaba viviendo de ligera comida, usando
ropa común, renunciando a sus camas reales, y haciéndose camas de paja.” Los
monjes le preguntaron al Exaltado, "Señor ¿Cómo era que Yaśodhara era devota al
Exaltado?” El Exaltado respondió, “Monjes, esa no fue la primera vez que el
Yaśodharā fue devota a mí. Ella fue devota en otra ocasión también.” Los monjes
preguntaron, “¿Hubo otra ocasión?, Señor” El Exaltado respondió, “Si, monjes.”

Había una vez,3 monjes, hace mucho tiempo, en un cierto bosque un ciervo llamado
Śiriprabha, que era lindo, guapo, con buen cuerpo, con pezuñas rojas y piernas y ojos
brillantes. Tenía a cargo una manada de quinientos ciervos. Y este rey de los ciervos
tenía una reina que era apasionadamente devota y unida a él; ni por un instante ella
se separaba de él.
Había un cierto cazador llamado Nīlaka que ponía4 trampas para los ciervos en esa
parte del bosque. Como Śiriprabha, acompañado por la gran manada de ciervos estaba
paseando en esa parte del bosque, fue capturado. Y todos los ciervos y ciervas, al ver
al rey atrapado, corrieron. Pero esta cierva, siendo devota y muy unida al rey, se quedó
atrás y no escapó.
La cierva le habló a Śiriprabha en verso: -
Haz un valiente esfuerzo para escapar,5Oh Śiriprabha, haz un valiente
esfuerzo, Oh rey de los ciervos, ante el cazador que viene a poner trampas.
Rasga las trampas de cuero.6 No tendré alegrías lejos de ti.
Luego, monjes, Śiriprabha, el rey de los ciervos, le respondió al ciervo en verso: -
Estoy haciendo un valiente esfuerzo para escapar, pero no puedo, y caí
violentamente al suelo. Estas fuertes correas de cuero cortaron mis pies.

1
Es decir, en la forma en que era usado por los monjes.
2
Es decir, Kālodāyin. Ver D.P.N. para la explicación de ambos nombres.
3
Este es el Jātaka No. 359 (Fausböll).
4
Oḍḍita, pasado participio de pali oḍḍeti, ya sea una variante de uḍḍeti con el sentido especial de “poner
(trampas),” o, más probable, una forma causativa de ava (=o) + ḍī = lī “apegarse a,” etc. Ver P. E. D.
5
Vikramāhi, de vikramati, que connota al mismo tiempo, “esfuerzo,” “coraje,” y “escape” (vi).
6
Vāratraka, en pali vārattika, de varatta (comparar con el védico varatrā), “correa,” “correa de cuero.”
ŚIRIPRABHA-JĀTAKA
8

Buena dama, encontrarás alegría con otro señor en los agradables claros y
montañas y bosques.
Y, monjes, la cierva le respondió al rey ciervo en verso: -
Contigo disfrutaré los agradables claros y montañas y bosques, pero en otra
vida.
Cuando él los escuchó llorando y lamentándose, el malvado cazador con corazón de
piedra llegó a la escena.
Cuando el rey de los ciervos vio de lejos que venía el cazador, de complexión oscura,
con dientes blancos, ojos rojos, como un caníbal, en vestimentas de azul oscuro,
nuevamente le habló a la cierva en verso: -
Mira, aquí viene el cazador, un hombre negro vestido en azul, que rasgará mi
piel y mi carne, y me matará.
Pero cuando el cazador estaba cerca, la cierva se acercó a él y le habló en verso: -
Extiende las hojas, cazador, y saca tu cuchillo. Mátame primero, luego
practica tu violencia en el rey de los ciervos.
Pero, monjes, esta reflexión se le ocurrió al cazador, “Los ciervos escaparon cuando
me vieron de lejos, y desaparecieron, pero esta cierva, sin miedo, se sacrificó a sí
misma y vino a hablarme. Ella no tenía miedo, ni escapó.” Y el cazador estaba
impresionado y lleno de admiración al ver el comportamiento de la cierva. “Que
cierva es esta,” dijo. “Nosotros los hombres no tenemos virtudes como esta criatura.
No son ellos, que tienen tan magnificencia, fortaleza, tal gratitud y tal devoción, que
son bestias, aunque recolecten comida con sus bocas. Nosotros somos bestias, que
atacamos a tales magníficos ciervos y les hacemos daños. No1 más. Rescataré a este
ciervo de la trampa.” Y el cazador le habló al ciervo en verso: -
No he escuchado ni visto a un ciervo hablar como un humano. Relájate,
señora, liberaré al noble ciervo por ti.
Así Śiriprabha, el rey de los ciervos, que había sido atrapado en una trampa, fue
liberado por el cazador. Luego, cuando había visto al rey de los ciervos liberado, la
cierva, emocionada, feliz, y alegre le habló al cazador en verso: -
“Oh cazador, que tú y todo tu pueblo se regocije, como en este día yo me
regocijo al ver al gran ciervo liberado.”
El Exaltado, El Maestro, recordando una vida pasada, le relató este Jātaka a
sus monjes.

1
Mā, elipsis. No hay uso de mā gobernando el futuro que le daría sentido aquí tomándolo con vaheṣyam.
9

El Exaltado explicó este cuento con referencia a los skandhas, los dhātus, los
āyatanas, y los ātman.1
Cuando antes vivía en una de vidas que no tenía principio ni final, yo era
Śiriprabha, y Yaśodharā la cierva. Ānanda era el cazador. Así entiendan este
Jātaka.
Así, con la vejez, miedo y la pena lejos, relató a sus monjes este nacimiento,
su gran sufrimiento sin límites, sus idas y venidas en el pasado.
Aquí termina el Jātaka de Śiriprabha el ciervo.2

LA TENTACIÓN POR MĀRA3

Ahora mientras el Bodhisattva estaba viviendo su vida de austeridad en el bosque de


las penitencias cerca de Uruvilvā, en las orillas del río Nairañjanā, el malvado Māra
se le acercó y le dijo, “¿Qué ganarás con este esfuerzo?4 Ve y vive en tu casa. Te
convertirás en un rey universal. Haz los grandes sacrificios, los sacrificios de caballos,
los sacrificios humanos, el “tirar una estaca,”5 la “casa sin barrotes”,6 los sacrificios
de7el “loto rojo” y el “loto blanco.” Si tú haces estos sacrificios, cuando mueras te
regocijarás en el cielo y engendrarás gran mérito. El esfuerzo es difícil y difícil de
superar. Vivir una vida de castidad significa la perdida del mérito sin culpa.”
El Bodhisattva respondió, “No tengo uso para actos de mérito, tú malvado.”

1
Comparar con p. 90.
2
Un MS. añade “en el Mahāvastu-Avadāna.”
3
El relato de este episodio se parece mucho al padhāna- sutta (Sn. 424 sgtes.)
4
Prahāṇa.
5
Leyendo śamyāprāsa para somaprāsa. Divy. 634 tiene śamyaprāśa.
6
Nirargaḍa, en pali niraggala.
7
Padumaṃ puṇḍarīkam ca. Con la excepción de estos dos, estos sacrificios se mencionan juntos (ver ej. A. 2.
42; 4. 151; It. 21; S. 1. 76). El comentario en S. (SA. 1. 145 sgtes) dice que todos eran sacrificios inocentes y
sin sangre hasta el tiempo del rey Okkāka (Sn. 302 sgtes.). El assamedha era entonces sassamedha,
“sacrificio para la buena cosecha,” y purisamedha era un alimento general de seis meses. El “casa sin
barrotes,” y “tirar la estaca” sugiere un tiempo de festividad cuando todas las casas se mantenían abiertas y
se satisfacían con juegos. Los sacrificios del loto rojo y el loto blanco, sin embargo, no son mencionados en
ninguna otra parte, y no hay pista real sobre su naturaleza. Todo lo que uno puede decir es que el uso o
presencia del loto en rituales indios es bastante cercado al cariño indio por las flores.
5

Viendo estos agradables bosques cerca de Uruvilvā, yo hago los


esfuerzos.1Cuando había llegado al final de mis esfuerzos para el logro del
supremo bien, Namuci2 vino hablando palabras de conmiseración.
“Estás delgado,” dijo, “ojeroso, y la muerte está cerca de ti. Termina con
este gran esfuerzo, si no, no tendrás esperanza de vivir.
“La vida es el mayor bien para ti, porque al vivir puedes hacer actos de
mérito. Haz estos actos meritorios, así cuando mueras no tendrás penas.
“Viviendo una vida de brāhman3 y atendiendo al fuego del sacrificio,
engendrarás increíble mérito. ¿Pero qué lograrás con este esfuerzo?
“La esperanza está lejos del esfuerzo, que es una tarea difícil de superar.”
Estas palabras dijo Māra en la presencia de Bodhisattva.
Luego los Bodhisattva respondió, y le dijo a Māra,4 “Tú, hijo de la oscuridad5,
tu malvado, no he venido aquí en búsqueda de mérito.
“No tengo uso, Māra, para ni siquiera un poquito de mérito. Māra, ¿por qué
no hablas aquellos que necesitan méritos?
“No pienso que soy inmortal, porque la vida tiene la muerte como su fin.
Confiando en mi vida sagrada, iré donde no hay vuelta.
“El viendo puede secar los arroyos de los ríos; ¿Por qué no podría secar mi
sangre por mi esfuerzo?6
“Los cuerpos se seca, y su bilis, flemas y humor; deja que la carne y la sangre
también se sequen.
“Mientras la carne está fallando la mente se pone más tranquila; hay más
conciencia, celo y concentración.
“Aquel que vive así y que ha alcanzado el plano más alto no es este roto
cuerpo; mejor mira la pureza de estos seres.7

1
Prahāṇaṃ prahitaṃ mayā, donde prahitam es el Pali pahita, pasado participio de padahati. La traducción
ha sido adaptada de Minor Anthologies, III.
2
Es decir, Māra.
3
Brahmacaryam.
4
Taṃ tathā idāniṃ Māraṃ Bodhisattvo (a)dhyabhāṣata. Quizás deberíamos corregir las primeras tres
palabras a taṃ tathāvādinaṃ, “a Māra hablando así,” como en Sn. 430, por que esto da un texto más
simple.
5
Kṛiṣṇabandhu. Comparar con M. 1. 337, donde Māra es llamada Kaṇha, “el oscuro.”
6
Literalmente, “la sangre mía que soy resuelto,” mama prahitātmasya śoṇitam. Para el sentimiento
comparar con S. 2. 28; A. 1. 50; M. 1, 481. Con prahitātma comparar con el pali pahitattā.
7
Sn. Y Mhvu. difiere considerablemente aquí.
LA TENTACIÓN POR MĀRA
6

“Tengo voluntad, celo y sabiduría. No veo a nadie en el mundo que me


impediría esforzarme.
“[ ]1 Ese lujo es destructivo de la vida. Estoy harto de mi vida en la
casa.
“Por lo tanto, manteniéndose consciente, auto poseído y libre de ataduras [
]2
“Ahora aquí estoy, haciendo por mi lucha crecer las mentes de otros, y
habiendo por mi fuerza penetrado la jungla de pasiones he logrado lo que se
debe lograr.”3
“Desde abajo del árbol bodhi, antes de que hubiera alcanzado mi estado
inmortal, vi a los grupos de Māra acercándose con sus banderas al aire.
“(Y dije), avanzaré a la pelea; no me retiraré para encontrar otra posición.
Al poco rato repeleré a sus fuerzas.
“Tu primer ejército se llama deseo, y el segundo descontento, 4 el tercero se
llama hambre y sed, y el cuarto ansias.
“El quinto se llama pereza y letargo, y el sexto miedo,5 el séptimo la duda, y
el octavo el orgullo. Luego está la avaricia, el alago falsamente ganado,
estima y reconocimiento.
“Esto es el grupo abanderado de Namuci. Muchos reclusos y brāhmanes son
vistos en lo más profundo de la lucha.6
“Un cuervo no supera a su grupo, incluso si lo hace se va a arrepentir.7 Pero
yo lo destruiré tan fácilmente como el agua destruye un jarro de greda que no
ha sido cocido.8

1
Laguna.
2
Laguna.
3
No hay nada en Sn. que corresponde a estos últimos cuatro versos. En vanaṃ bhunditvā hay un juego con
los dos significados de vana, “bosque,” y (en pali) “lujuria,” “deseo.” Comparar también con Dh. 283, vanaṃ
chindatha.
4
Leyendo arati para ārati del texto. N. B. A Critical Pali Dictionary de la Academia Real Danesa cita el pasaje
como arati.
5
Bhīru, un sustantivo masculino, como en Sn. 427 (vl. Para ābhīru en el texto).
6
Literalmente “hundidos ahí,” pragāḍhā atra.
7
Jitvā vā anuśocati. Esto no hace buen sentido, pero el apparatus criticus no da ninguna pista respecto a su
corrección. Sn. 439 tiene jetvā ca labhate sukham, “él que ha conquistado gana la felicidad.”
8
Sn. 443 tiene āmaṃ pattaṃ va aṃkanā, “como (uno destruye) un pocillo no cocido, con una piedra.” Un
pali v.l. ambhanā sugiere que ambunā (como en Mhvu.) es la lectura original El agua es ciertamente más
natural como un destructor de pocillos sin cocer, y se encuentra en otras paren el Mhvu.
5

“Ganando control sobre tus astiles,1 haciendo consciente a mi buen sirviente,


viviendo en un acceso de celo, me ganaré incluso a tus discípulos.
“La gente loca y estúpida se entrega a la indolencia, pero iré, a pesar de
ustedes, al lugar donde el mal cesa.”2
“Luego, superado por la pena la lira de Māra se cayó desde su axila,3 y
desconsolado demonio se alejó.

ŚAKUNTAKA-JĀTAKA4
Cuando el Bodhisattva, afligido al pensar en esta falsedad deliberada,
hundiéndose por esa falsedad deliberada, había rechazado a los devas diciendo
“Suficiente con eso,” y había comido unas deliciosas comidas, entonces el
fino5 grupo de cinco discípulos lo dejó diciendo, “El recluso Gotama ya no
practica su concentración, se volvió negligente y está nuevamente comiendo
deliciosa comida.”
Y durante los seis años en que el Bodhisattva estaba viviendo una vida de
dificultades, Māra estaba siempre a su espalda buscando una oportunidad de
tentarlo.6 Pero, aunque lo siguió de cerca por seis años, no tuvo ninguna
oportunidad,7 y no tuvo acceso8 a él, y se fue.
Él, a quien Māra no podría superar igual como los vientos no pueden
superar el Himalaya, a él, el que repele de la muerte, los mundos de
devas y hombres adoran.
Los monjes le preguntaron al Exaltado, “¿El Exaltado vivió una vida de dificultades
por su deseo de liberación?” El Exaltado respondió, “Esa no fue la primera vez,
monjes, que viví una vida de durezas por mi deseo de liberación.” Los monjes

1
Vaśākaritvāna te śalyam. Sn. 444 tiene vasiṃkaritvā saṃkappam, “teniendo mi propósito en el control.”
Pero no hay pista respecto a la corrección de Mhvu.
2
No hay estrofa en Sn. que corresponda a esto.
3
El texto aquí claramente pide una enmendación. Como está impreso se lee tasya śokaparītasya vināśaṃ
gacchi ucchriti. Senart duda de esto y sugiere que ucchriti sea usado en sentido figurado. Pero incluso así es
difícil construir el genitivo tasya, etc. Ahora para gacchi ucchriti del texto el MSS. tiene gacchito (gacchoto,
sic) sṛita, que puede ser plausiblemente cambiado a kacchato osṛita (=ava° = apasṛita). La línea adoptada
para la traducción es entonces, tasya śokaparītasya vīnā kacchato osṛita. Para la lira de Māra ver S. 1. 122.
4
Fausböll 118, J. 1. 434.
5
Bhadra. Irónico.
6
Avatāra, BSk. en el sentido del Pali otāra, “acercarse, acceder, oportunidad,” solo en estos sentidos en el
mito de Māra; por lo tanto, la palabra connota la “oportunidad de tentar.” Ver P.E.D para más detalles. Sk.
Avatāra, “descenso” en el sentido de “encarnación,” es mucho más moderno.
7
Ālambaṇa, en pali ārammaṇa.
8
Abhiniveśana.
5

preguntaron, “¿Hubo otra ocasión? Señor” El Exaltado respondió, “Si, monjes,


hubo.”

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés, en la provincia
de Kāśi, había un cazador de pájaros acostumbrado a casar pájaros en los bosques con
redes y trampas. Encerrándolos en jaulas, los alimentaba con maíz y agua, y cuando
los engordaba1 los vendía a buen precio.
De esta forma un cierto pájaro fue atrapado y encerrado en una jaula. Pero este pájaro
era sagaz y vio a los pájaros que habían sido puestos en la jaula del frente habían sido
alimentados y engordados, y luego habían sido comprados por alguien más y sacados2
de la jaula. El sagaz pájaro entendió que el cazador no les daba comida y agua por su
bienestar, sino porque quería ganar con ellos, y que cuando estaban gordos eran
vendidos a un buen precio.
“Entonces,” dijo el pájaro, “actuaré para que nadie me compre y nadie me preste
atención a mí y no me elijan. Tomaré solo la suficiente comida para no morir, pero
no engordaré.” El pájaro comió la suficiente comida y tomó la suficiente agua para
no engordar, pero para seguir con vida.
Un hombre que compró pájaros vino, y ese pájaro estaba parado detrás de las puertas
de su jaula. El comprador puso su mano dentro de la jaula y sintió al pájaro, pero no
encontró mucha carne en él. Lo pesó y se dio cuenta que no pesaba mucho. Así que
tomó a otros pájaros, que eran gordos y pesados, a su hogar, y lo dejó atrás, pensando
que ese pájaro era demasiado delgado y enfermo y que nadie lo tomaría. El cazador
también vio esto y dijo, “Debe ser que este pájaro está enfermo. Pero si a este pájaro
enfermo se le libera, comerá más maíz y beberá más agua. Luego, cuando haya
engordado lo venderé. Debo asegurar que el pájaro no infeste a los otros con su
enfermedad. Lo sacaré3 de su jaula y lo mantendré afuera. Le daré maíz separado 4 y
agua separado, y al momento en que esté gordo será vendido.”
El sagaz pájaro, también, se ganó la confianza del cazador. Cuando abrió la puerta de
la jaula para darle a los pájaros maíz y agua, el pájaro entraría a la jaula incluso sin
que el cazador lo supiera. Y cuando estaba ausente, se iba a su jaula. Cuando deseaba
salir de la jaula saldría solo. Nadie lo paraba por que se le consideraba un pájaro
enfermo.
Ahora, como salía y entraba de la jaula abierta en la forma de un pájaro débil, la gente
no le prestaba atención, y lo trataba como un pájaro enfermo. Y cuando se dio cuenta

1
Vaḍḍa-vaḍḍā, de vṛiddh, “subir.” Senart cita Hemacandra, 4. 364, para un ejemplo de la misma forma en
Apabhraṃśa.
2
Kaḍḍiyanti, pasivo de kaḍḍhati.
3
Niṣkuḍḍiya. Posiblemente la lectura más correcta sería niṣkuḍḍhiya, y Senart sugiere que la raíz es kṛiṣ,
“arrastrar,”.
4
Pāṭiyeka, en pali (también pāṭekka) la forma de pacceka, “muchos,” “distintivos,” “único.” Ver P.E.D.
ŚAKUNTAKA JĀTAKA
6

que el cazador le tenía confianza, empezó a comer más maíz y beber más agua, para
que pudiera escapar. Entonces cuando estuvo seguro que era su tiempo para escapar,
se elevó en el aire y flotando sobre su jaula, le habló en verso a los otros pájaros.
El hombre que no reflexiona no alcanza la distinción.1 Vean como por la
distinción del pensamiento me libero de esta prisión.
Y cuando el pájaro hubo recitado estos versos, voló del lugar del cazador y volvió al
bosque.

El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes pensaran que en ese
tiempo y en esa ocasión el sagaz pájaro es alguien más. No deben pensar eso. ¿Por
qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el sagaz pájaro. Pueden pensar
que en ese tiempo y en esa ocasión el cazador era alguien más. No deben pensar eso.
¿Y por qué? El malvado Māra en ese tiempo y en esa ocasión era el cazador. Entonces
también practiqué las austeridades del deseo para ser liberado de la jaula de Māra el
cazador.
Aquí termina el Śakuntaka-Jātaka.

KACCHAPA-JĀTAKA2

Los monjes le dijeron al Exaltado, “Por medio de su inteligencia única el Exaltado,


cuando era un pájaro, escapó luego de haber caído en las manos, en el poder, y en la
jaula de Māra.” El Exaltado respondió, “En otra ocasión, también, por medio de mi
inteligencia única, escapé luego de haber caído en las manos, el poder y la canasta de
Māra.” Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión? Señor” El Exaltado respondió,
“Si, monjes.”
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, cerca de la ciudad de Benarés, en la
provincia de Kāśi, un rio llamado Paripātrika.3 En sus orillas había un campo que
pertenecía a un florista.4 Ahora pasaba que en ese tiempo esa florista llegó al campo
a buscar flores. Con su canasta llena de flores para hacer coronas se apuró hacia la
dirección de la villa.
Justo entonces una tortuga salió del agua y comenzó a comer excremento de vaca
cerca de la florista. Fue vista por la florista, quien pensó, “Esta tortuga me hará hoy

1
Viśeṣamadhigacchati. Comparar con BSk. viśeṣadhigama.
2
No está en J., pero la historia de la tortuga en S. 4, 177 tiene algún parecido.
3
Desconocido.
4
O “hacedor de coronas,” mālākāra.
5

una fina olla.”1 Así poniendo las flores a un lado de la canasta, tomó a la tortuga y la
puso en su canasta.
Pero entonces la tortuga le habló en voz humana, diciendo, “Mira, estoy lleno de
barro, así que cuida que el barro no eche a perder las flores. Lávame en el agua,
después ponme en la canasta. De esa forma las flores no se echarán a perder.” El
florista la miró y dije, “Esta, verdaderamente, es una fina tortuga. Iré y la lavaré en el
agua, y así estas flores no se echarán a perder con el barro.”
Tan pronto como estuvo en su elemento nativo la tortuga estiró sus cuatro
extremidades y su cuello,2 y se escapó de las manos del florista. Se hundió en el rio y
salió nuevamente a la orilla no lejos de la florista y le habló en verso: -
El Pāripātri3 está limpio, pero al hurgar en la tierra de sus orillas tanto como
puedo, estoy cubierto de barro. Lávame, florista, y ponme en tu canasta.
Y, monjes, el florista respondió a la tortuga en verso: -
El rey me ha dado muchas riquezas; he alcanzado las tres cosas preciosas en
abundancia.4 Ahí, mi fina tortuga serás feliz en mi canasta de guirnaldas.
Pero, monjes, la tortuga le respondió en verso al florista: -
El rey te habrá dado muchas riquezas; podrás haber logrado las tres cosas
preciosas en abundancia. Aun así, hablas como un borracho; ve y come tu
fina tortuga en aceite.
El Exaltado dijo, “Puede ser, monjes, nuevamente que ustedes piensen que en ese
tiempo y en esa ocasión la fina tortuga era alguien más. No debes pensar eso. ¿Y por
qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era la tortuga. Pueden pensar que en
ese tiempo y en esa ocasión el florista era alguien más. No deben pensar eso. ‘Y por
qué? El malvado Māra, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el florista.
Entonces, también, me escapé de las manos del florista por mi inteligencia única, y
ahora también he escapado del control de Māra por mi inteligencia única.”
Aquí termina el Kacchapa-Jātaka.

1
Olaṃka, en pali uḷuṃka, “cucharón, cuchara,” Sk., udanka, “jarro,” “balde.”
2
Literalmente “sus extremidades con su cuello como el quinto,”
3
Paripātrika, arriba.
4
La traducción sigue la interpretación ofrecida por Senart, que indica que trigaṇa es un sinónimo de
trivarga, es decir, dharma, kāma, artha. Pero es difícil ver su punto aquí. Uno se siente tentado de corregir
trigaṇo a triguṇam, “de tres partes,” “He encontrado tres veces eso.”
5

El MARKATA-JĀTAKA1

“Es más, monjes, estas no fueron las únicas ocasiones en que escapé de su control.
En otra ocasión también lo hice.” Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión?
Señor” El Exaltado respondió, “Si, monjes.”

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, un gran bosque cerca de la costa, un
bosque hermoseado por diversas arboledas, con árboles de varios colores cargados de
flores y frutas, incluyendo higos. En este banco había un mono, señor de una gran
manada de monos. Con esta manada él vivía ese bosque, que era pacífico y solitario,
la guarida de muchos miles de bestias y aves salvajes, pero poco frecuentado por
hombres.
Ahora el rey de los monos estaba en un higo muy alto, con muchas ramas y follaje y
comiendo higos. Y un gran cocodrilo2 emergió desde el mar y vino al lugar, y se
recostó en la playa. El rey de los monos lo vio, y cuando lo hubo visto sintió pena por
él. Se preguntó a sí mismo, “¿Dónde pueden estas criaturas de agua conseguir flores
y frutas? ¿Y si le doy hijos de este árbol?” Entonces tiró desde el árbol las gordas,
maduras, y hermosas frutas, y el cocodrilo se las comió mientras caían. El cocodrilo
vino de nuevo y de nuevo al lugar, y cada vez el mono le tiró los higos. El mono y el
cocodrilo se hicieron amigos.
La esposa del cocodrilo, extrañando a su esposo, comenzó a preocuparse. “Debe ser,”
pensó, “que mi señor ha tomado una amante. Así que me deja y va a vivir con ella.”
Y le preguntó a su esposo, “¿Dónde duermes cuando estás lejos de mí?” El cocodrilo
respondió, “Allá, en la costa, en el lugar donde hay un gran bosque. Ahí tengo un
amigo mono y con él duermo y converso.”
Luego el cocodrilo mujer pensó, “Mientras el mono viva, mi señor irá a él, y dormirá
y conversará con él. Así que mataré al mono, y entonces mi señor no irá más a ese
lugar.” Y se recostó y pretendió estar enferma. El cocodrilo le preguntó, “Mi señora,
¿Cuál es el problema? ¿Qué te duele? ¿Qué te gustaría? Dime que podría darte, solo
di la palabra.” Ella respondió, “Señor, anhelo el corazón de un mono. Si consigo el
corazón de un mono viviré; si no, moriré.” Él le dijo, “Sé sensata. ¿Cómo puede un
mono ser encontrado en el mar? Si anhelas cualquier cosa que esté en el agua te lo
traeré.” Pero ella respondió, “No tengo deseo por anda más que no sea el corazón de
un mono. Si deseas que viva, me lo traerás.” Intentó una y otra vez tranquilizarla. “Sé
sensible, mi corazón,” dijo él, “¿Cómo puedo encontrar un mono en el mar?” Ella
respondió, “Tráeme el corazón de ese mono amigo tuyo en la costa.” Él dijo, “Se
sensata. Ese mono es mi compañero y amigo. ¿Como puedo sacarle el corazón?" Pero

1
Fausböll, No. 208, Suṃsumārajātaka. J. 2. 158.
2
Śuśumāra, Sk. Śiśumāra, en pali suṃsumāra.
EL MARKATA JĀTAKA 6

ella respondió, “Si no me consigues el corazón de ese mono no podré seguir


viviendo.”
El cocodrilo, completamente bajo la influencia de su esposa, dijo, “Yo vivo en el
agua, mientras que el mono vive en la tierra y en el bosque. Donde va él no hay lugar
para mí. ¿Cómo traeré el corazón del mono?”
Pero, como el sabio ha dicho: -
Los nobles tienen cientos de artimañas, los brāhmanes doscientas. Las
artimañas de los reyes son miles; las de las mujeres no tienen números.
El cocodrilo mujer le dijo, “Estos monos se alimentan de frutas y les gustan mucho.
Así que dile al mono, ‘amigo, ve a la costa al otro lado del mar. Ahí encontrarás
distintos tipos de árboles de varios tipos llenos de flores y frutas, mango, manzana, la
bhavya,1el pālevata,2 el kṣīraka,3el tinduka, y el higo.4 Ven, te guiaré, y comerás de
estas variadas frutas.’ Luego con él en tú poder, mátalo, y tráeme tu corazón.”
El cocodrilo asintió, y dijo, “Te traeré el corazón de ese mono. Te lo aseguro. Y no te
preocupes más.”
Habiendo así consolado a su esposa el cocodrilo fue al lugar donde el rey de los
monjes vivía en el bosque. Fue visto por el mono, que estaba feliz de verlo, y le
preguntó, “Mi amigo, ¿Cómo es que no has venido a verme en tanto tiempo? ¿No
tenías tiempo o estabas enfermo?” El cocodrilo respondió, “Amigo, tengo tiempo y
no estaba enfermo. Pero he ido de visita a la costa al otro lado del mar.” El mono le
preguntó, “¿Cómo es esa costa?” El cocodrilo respondió, “Mi amigo la costa es
hermosa; está adornada con miles de variados árboles llenos de fritas, el mando, la
manzana, el bhavya, el pālevata, el cidro, el tinduka, el piyal,5 el madhuka,6el kṣīraka
y muchos otros árboles frutales que no se encuentran aquí. Si estás dispuesto, ven,
iremos juntos7 a disfrutar de las variadas frutas.”
Ahora, cuadno el mono, que vivía de frutas y las disfrutaba mucho, escuchó de estas
frutas, creció en él un deseo de ir a la costa. Y le dijo al cocodrilo, “Si soy un animal
de tierra ¿Cómo puedo cruzar el mar?” El cocodrilo respondió, “Yo te cruzaré. Puedes
subirte a mi espalda, recostarte ahí, y tomarte de mi cabeza8 con ambas manos.” El

1
Bhavya.
2
En pali pārevata, el árbol Diospyros embryopteris (P.E.D.).
3
Nombre de una planta = kṣīramoraṭa, “una enredadera.”
4
Pippila, el sagrado hijo, Ficus Religiosa. El hijo del mono era el udumbara, Ficus Glomerati.
5
El Buchanania latifolia, en bengalí llamado Piya o Piyal.
6
El Bassin latifolia.
7
Gamyate, pasivo impersonal, a menos de que leamos gamyaṃ te, “debes ir.”
8
Karkarīya. Senart asume que esta puede ser una protuberancia en la cabeza de un animal, karkari.
7

mono dijo, “Muy bien, iré si tu piensas que está bien.”1 El cocodrilo respondió, “Baja,
yo te llevo.”
Entonces el mono bajó y se subió a la espalda de cocodrilo y se tomó con ambas
manos de su cabeza. Y el cocodrilo, llevando al mono, comenzó a cruzar el mar. Pero
no había llegado lejos cuando tiró al mono al agua. El mono le preguntó, “¿Por qué
me tiras al mar?” El cocodrilo respondió, “Mi amigo, no sabes el real propósito por
el que te he traído aquí. Es porque mi esposa quiere tu corazón. Por eso te he traído.”
El mono dijo, “He dejado mi codiciado corazón en la higuera, para que pueda cruzar
el mar ligeramente y no ser una carga tan pesada. Por lo tanto, dado que tu tarea es
llevar un corazón de mono, devolvámonos, y luego bajaré el mi corazón desde la
higuera y te lo pasaré.”
El cocodrilo creyó lo que el mono le había dicho, y llevándolo de vuelta, se devolvió
y en poco tiempo llegaron al mismo lugar donde había salido. El mono saltó de la
espalda del cocodrilo y escaló el árbol. El cocodrilo dijo, “Amigo, baja y tráeme el
corazón.”
Pero monjes, el mono respondió al cocodrilo en verso: -
Tu eres gordo2 y grande, pero no tienes inteligencia. Tonto ¿no sabes que
nadie puede ir a ninguna parte sin corazón?
Uno no debe decir el propósito secreto de algo antes de cumplirlo. La gente
inteligente lo sabe, como el mono en el mar.3
No me interesa ninguno de esos mangos ni manzanas que están al otro lado
del mar. Este higo es suficiente para mí.
El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente monjes que ustedes piensen que en ese
tiempo y en esa ocasión el mono que vivía en el bosque en la costa era alguien más.
No deben pensar eso. ¿Y por qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el
mono que vivía en el bosque en la costa.
“Pueden pensar que el cocodrilo en el mar en ese tiempo y en esa ocasión era alguien
más. No deben pensar eso. ¿Por qué? El malvado Māra aquí en ese tiempo y en esa
ocasión era el cocodrilo en el mar. Entonces, también, luego de haber caído en sus
manos y en su poder, escapé de su control por mi inteligencia única. Y ahora también
he salido del control del malvado Māra.”
Aquí termina el Markaṭa-Jātaka.

1
Yadi manesi, pero esta forma verbal es extraña si viene de man. Quizás deberíamos leer maṃ nesi, “si me
guías.”
2
Vaḍḍa,
3
Esta estrofa es obviamente una enseñanza insertada por el narrador. Rompe la secuencia de la respuesta
del mono.
EL ŚAKUNTAKA – JĀTAKA (2) 8

El ŚAKUNTAKA-JĀTAKA (2)1

Los monjes le dijeron al Exaltado, “Vean como el malvado Māra se mantuvo cerca
del Exaltado cuando estaba en el bosque de la penitencia practicando austeridad, y
como él buscaba la oportunidad, pero al no conseguir la oportunidad se retiró.” El
Exaltado respondió, “Monjes, esa no era la primera vez que el malvado Māra se
mantuvo cerca de mí, tratando de encontrar una oportunidad de tentarme, y, al no
conseguirla, se retiró.” Los monjes le preguntaron al Exaltado, “¿Hubo otra ocasión?
Señor” El Exaltado respondió, “Si, monjes.”

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, cerca de la ciudad de Benarés, en la
provincia de Kāśi, un cazador que ponía2 trampas3 y esparcía cebos en el bosque para
atrapar pájaros. Luego se fue hacia un lado y se sentó donde pudiera ver las trampas.
En esa parte del bosque había un sagaz pájaro que tenía a cargo una gran bandada de
pájaros. Por la inteligencia única de su maestro, la bandada seguía agrandándose, no
se reducía. El protegía a los pájaros de los cazadores, de caṇḍālas,4 de cazadores, de
gatos y chacales, de hurones y mangostas.5
Ahora, cuando el cazador se había ido, el pájaro, andando por esa parte del bosque
con su gran bandada de pájaros, vino al lugar donde el cazador había puesto sus
trampas y esparcido sus cebos. Mientras paseaban por ahí los pájaros sintieron el
aroma del sésamo, arroz, kondrava y śyāma. Sintiendo el aroma del cebo, miraron
por todas partes. Finalmente lo vieron; lo pudieron ver por todas partes.
Los pájaros le reportaron esto al jefe de la bandada. “Maestro,” dijeron, “en este lugar
hay granos de sésamo, arroz, kodrava y śyāma, vayamos y comamos.” Pero el pájaro
les respondió, “No vayan. Esta es una extensión del bosque. El grano, ya sea arroz,
kodrava, o śyāma no crece naturalmente aquí. Estos y otros granos crecen en el
campo, no en el bosque. Ahora, lo que pasó aquí es que el cazador ha puesto trampas
y esparcidos cebos para atrapar a los pájaros. No se acerquen, síganme donde yo
vaya.”

1
Fausböll, No. 209 = J. 2. 160.
2
Oḍḍita.
3
El texto tiene kālapāśa, “el nudo de Yāma o la muerte.” J. tiene vālapāśa, “nudo de cabello,” una lectura
encontrada en nuestro MSS, como también en otros lugares. El simple sentido de “trampa” es adecuado
para la traducción, cualquiera sea la lectura que se adapte.
4
Miembros de una casta muy baja.
5
El texto tiene bhangakula, que es una palabra desconocida.
9

El cazador ha visto una gran bandada de pájaros en el bosque. Así que todos los días
se mueve de un lugar a otro.
Donde sea que los pájaros van, ahí, cada día, el ponía sus trampas y esparcía su cebo.
Y todo el tiempo y en todas partes los pájaros que era el jefe de la bandada mantenían
a los pájaros lejos de las trampas y cebos. Así se mantuvieron lejos de las trampas.1
El cazador comenzó a preocuparse mientras seguía al jefe de la bandada por el bosque
para esparcir el cebo. Atormentado por el hambre y la sed, se dijo a sí mismo, “En
algún momento estos pájaros serán atrapados; en un momento serán atrapados; caerán
en las trampas.” Pero los pájaros, siguiendo a su maestro, pasaban por las trampas, y
cuando veían el cebo, no paraban en el suelo donde estaban las trampas y el cebo. Al
alejarse siempre de las trampas y cebo se mantenían a salvo.
El cazador, de donde estaba parado,2 vio a los pájaros caminando alrededor de las
trampas, y se dijo a sí mismo, “Se acercarán en la tarde; serán atrapados; en un
momento serán atrapados.”
Así que el cazador, mientras perseguía a la bandada todos los días por el bosque, era
atormentado por hambre y sed. Su boca estaba seca y sus labios estaban hinchados.
Estaba atormentado por el frío cuando estaba frío y muriendo de calor cuando hacía
calor. Era quemado por los vientos calientes, y cada tarde estaba exhausto3, llegaba a
su casa desconcertada, con sus manos hinchadas.
Pero viendo a la bandada de pájaros nuevamente olvidaba sus preocupaciones,4 y
constantemente seguía a la bandada de pájaros, poniendo trampas y cebos. Luego,
cuando en el último mes del verano había ido al bosque para seguir a la bandada de
pájaros y había puesto nuevamente sus trampas y esparcido su cebo, se fue a un lado
y se sentó donde pudiera ver sus trampas. El pájaro que era el maestro y el guardián
de la bandada vino con su gran grupo y caminó alrededor de las trampas y los cebos.
Los pájaros nuevamente vieron el sésamo y el arroz, y cuando lo vieron le pidieron
permiso al maestro, diciendo, “Vayamos y alimentémonos de sésamo y arroz.” Pero
el maestro de la bandada dijo, “No se acerquen. ¿Cómo crece el sésamo y el arroz en
el bosque? El sésamo crece en campos y5 el arroz y otros granos en la tierra irrigada.
No se acerquen, manténgase lejos del lugar.”
Y el cazador se dio cuenta como eran las cosas. “Por mucho tiempo,” dijo “Me he
cansado en el bosque tratando de atrapar a estos pájaros, poniendo mis trampas y
esparciendo mi cebo. He pasado un largo tiempo poniendo trampas y esparcido el
cebo en este pequeño pedazo del bosque. Aún así, en ningún momento estos pájaros
se acercan a las trampas o se alimentan de los cebos. Por muchos años me he cansado,

1
Literalmente, “se fueron del espacio o área de las trampas,” kālāśokāsā (= kālapāśāvakāsāt) gacchanti.
2
Eko tāto.
3
Khijjitvā, BSk. pasado participio de khijjati.
4
Leyendo, con un MS. akhijjanto para akhijjantam del texto, “no estando preocupado.”
5
Leyendo, con dos MSS., ca para na del texto.
EL ŚAKUNTAKA – JĀTAKA (2) 10

siendo atormentado por el frio cuando estaba frio, y muriendo de calor cuando hacía
calor, golpeado por los vientos calientes, muriendo de hambre y de sed. Pero nunca
durante todos estos años ninguno de esos pájaros de esa gran bandada ha caído en mis
manos. ¿Cuál puede ser su truco, por el cual yo pueda atrapar a estos pájaros en mis
trampas?” Y él se dijo a sí mismo, “¿Y si me cubriera con hojas y ramas y así sedujera1
a los pájaros para que cayeran en mis trampas?”
Luego, monjes, en el último mes del verano, a pesar de estar atormentado por los
vientos calientes y sufriendo por hambre y sed, el cazador se cubrió de hojas y ramas,
para atraer la gran bandada de pájaros donde estaban sus trampas. Y, monjes, estos
pájaros vieron al cazador mientras se iban, moviéndose2 debajo de las hojas y ramas
de árboles, y se lo dijeron al maestro diciendo, “Maestro, aquí hay un árbol que se
mueve entre la bandada.”
Y así, monjes, el maestro de los pájaros le habló en el verso: -
En el bosque he visto árboles aśvakarṇa3, vibhītakas,4 karṇikāras, mucilindas5
y ketakas.6 Pero estos crecen rígidos. Este aquí se mueve. No puede ser un
árbol real; debe haber algo más ahí.
Luego, monjes, ese cazador, atormentado por los vientos calientes en el último mes
del verano, exhausto, roto y aplastado, en esa ocasión habló en verso: -
Este es un viejo faisán7que ha venido aquí escapando de su jaula. Es sabio
respecto a las trampas, sigue su camino8 y habla como un hombre.
El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente, monjes, que ustedes piensen que en ese
tiempo y en esa ocasión el maestro de la bandada, ese persuasivo9 y sagaz pájaro, era
alguien más. No deben pensar eso. ¿Y por qué? Yo, monjes, en ese tiempo y en esa
ocasión era el maestro de la bandada de pájaros, ese persuasivo y sagaz pájaro. Pueden
pensar que en ese tiempo el cazador era alguien más. No deben pensar eso. El malvado
Māra aquí, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el cazador. Entonces también
puso sus trampas y redes para mí, dejó sus cebos, y me siguió de cerca por mucho
tiempo, tratando de buscar una oportunidad para tentarme, y al no conseguirlo, se
retiró. Y entonces, también, cuando por seis años practiqué mis austeridades en el
bosque de las penitencias me siguió de cerca, tratando de encontrar una oportunidad
para tentarme, y al no conseguirla, se retiró.”

1
Ākāleyam, de kal, “incitar,” “urgir.”
2
Parisakkanta, del pali sakkati (= ṣvaṣk), “ir.”
3
Vatica Robusta W. y A.
4
Terminalia Bellerica.
5
Un tipo de árbol floral.
6
Pandanus Odaratissimus.
7
Tittirika. J. 2. 162, tiene kappara, “gayo salvaje,” pero J. trans. no deja clara la idea de la estrofa.
8
Leer apakramati, como en J., para apakramanti.
9
Literalmente “atrayente” (es decir de otros hacia él), parikaḍḍhaka, de kṛis, “arrastrar,”.
5

Aquí termina el Śakuntaka-Jātaka.

SURŪPA-JĀTAKA1

Los monjes le dijeron al Exaltado, “Por el bien de un sabio dicho2 el Exaltado


sacrificó carne y sangre.” El Exaltado respondió, “Esa no fue la primera vez que
sacrifiqué carne y sangre por el bien de un sabio dicho, también lo hice en otra
ocasión." Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión? Señor” El Exaltado
respondió, “Si, monjes.”

Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en el Himalaya un ciervo llamado
Surūpa. Era amoroso, encantador y lindo, tenía pezuñas rojas y astas, ojos negros y
cuerpo moteado. Estaba a cargo de una manada de ciervos, siendo inteligente, y fuerte
por la raíz de la virtud y el mérito.3 Por la acumulación de mérito del ciervo, toda la
manada de ciervos vivía cómodamente ahí en el Himalaya, alimentándose de comida
de todo tipo y bebiendo agua fría, sin miedo o terror. Siendo benditos con un buen
líder, no podían ser dañados por hombre o bestia. En el clima frio el ciervo guiaba a
su manada a regiones cálidas, y en climas cálidos los guiaba a climas fríos. Era
querido por devas, Nāgas, Yakṣas, Kinnaras, espíritus de los bosques, bestias salvajes
y otras criaturas.
Pero, monjes, Śakra, señor de los devas, para probar al ciervo, se vistió como un
cazador, fue al lugar donde el rey de los ciervos estaba y le dijo, "Tengo un verso de
un sabio dicho. Si te rindes, escucharás el verso.” Cuando escuchó las palabras del
cazador, el rey de los ciervos estaba feliz y se dijo a sí mismo, “Si a cambio de este
estado perecedero, puedo escuchar un sabio dicho, recibiré un gran beneficio.” Y al
cazador el rey de los ciervos le dijo, “Por el bien de un sabio dicho, me entregaré.
Déjame escucharlo rápidamente y sin demora." Śakra, señor de devas, estaba feliz por
el profundo respeto por el dharma mostrado por el rey de los ciervos, y le dijo, “El
fango y el polvo en los pies de los buenos hombres como estos4 es mejor que una
montaña de oro. Por que el fango y polvo en los pies de buenos hombres conduce a

1
No en J. Notar que la “ocasión” de esta historia no se da. El incidente principal de esta historia ha
aparecido en Vol. 1, p. 75, en una lista de ejemplos de auto sacrificios hechos por los Bodhisattvas.
2
Subhāṣitam. Comparar con subhāśitā gāthā, Vol. 1, p. 72, n. 2.
3
Sukuśalamūlapuṇya-upastabdha.
4
Refiriéndose, sin duda, a los Budas o Bodhisattvas. Senart compara el uso pali de tādi, sinónimo de
evaṃrūpa, como un epíteto del Buda, y a veces, de los Arhans. Pero es dudoso si es que, como sugiere
Senart, hay una conexión significativa entre este epíteto y Tathāgata.
5

la disminución de la pena, una montaña de oro al aumento de ellas.” Luego Śakra,


después de haber probado al rey de los ciervos desapareció de la vista.
Un cazador le dijo a un ciervo llamado Surūpa, “Tengo un verso de un sabio
dicho. Dame tu carne y me escucharás decirlo.”
[El ciervo respondió:]
Si a cambio de este estado perecedero puedo escuchar un sabio verso, te daré
mi carne. Rápidamente dime este sabio dicho.
El cazador respondió:
El polvo en los pies de un buen hombre es mejor que una montaña de oro. El
polvo disminuye las penas; la montaña las aumenta.1
El Exaltado dijo, “Puede ser nuevamente, monjes que ustedes piensen que en ese
tiempo y en esa ocasión el señor de la manada de ciervos en el Himalaya, el persuasivo
y correcto sabio, llamado Surūpa, era alguien más. No deben pensar eso. ¿Por qué?
Yo, monjes, en ese tiempo y en esa ocasión era el señor de la manada de ciervos en
el Himalaya, el persuasivo y correcto ciervo llamado Surūpa. Luego por el bien de un
sabio dicho entregué mi carne y mi sangre, justo como lo he hecho ahora.2
Aquí termina el Jātaka de Surūpa, rey de los ciervos.

1
Comparar con Vol. 1, p. 75.
2
Como se dicho en n. 4, p. 240, esta “ocasión” no es dada.
5

EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA1
Así lo he escuchado. En una ocasión el Exaltado se estaba quedando en Rājagṛiha en
el Monte Gṛidhrakūṭa2 con una gran compañía de quinientos monjes. Una vez, cuando
la noche ya estaba bien avanzada los devas Nanda, Sunanda, Sumanas, Iśvara,
Maheśvara3 y muchos otros de los devas Śuddhāvāsa, de belleza impresionante,
irradiando a todo el Monte Gṛidhrakūṭa con su esplendor, vino al Exaltado. Inclinaron
sus cabezas a sus pies y luego se pararon a un lado, respetuosamente y
deferencialmente,4 con sus túnicas puestas sobre un hombro y las manos unidas y
estiradas, haciendo honor al Exaltado.
Al deva Nanda, parado en un lado, llegó esta reflexión mental: “Sería bueno si el
Exaltado le diera sus monjes el discurso5 llamado Avalokita, que fue dada hace mucho
tiempo por los anteriores Tathāgatas, Arhans y Budas perfectos. Habiendo escuchado
y recibido de los labios del Exaltado, lo reconocerían como una verdad. Esto sería por
el beneficio y bienestar de la multitud, por compasión por el mundo, por el bien de la
gran multitud, por el beneficio y bienestar de devas y hombres.
El Exaltado en silencio aceptó.6 Luego los devas Nanda, Sunanda, Sumanas, Īśvara y
Maheśvara, viendo el consentimiento silencioso del Exaltado, inclinó su cabeza a sus
pies, lo rodeo tres veces por la derecha, y desapareció.
Luego cuando la noche pasó el Exaltado fue a su compañía de monjes y se sentó en
su asiento especial. Y cuando estuvo sentado les habló a sus monjes diciendo,
“Anoche, monjes, los devas Nanda, Sunanda, Sumanas, Īśvara y Maheśvara, de
belleza insuperable, fue donde el Tathāgata cuando la noche ya había empezado,
irradiando todo el Monte Gṛidhrakūṭa con su esplendor. Inclinaron sus cabezas a sus
pies, se pararon a un lado, respetuosamente y deferencialmente, con sus túnicas sobre
un hombro, haciéndole homenaje al Tathāgata. Y, monjes, mientras el deva Nanda se
paró a un lado, esta reflexión mental se le ocurrió, ‘Este7 discurso llamado Avalokita
fue dado anteriormente por antiguos Tathāgatas, Arhans y perfectos Budas.’
“Luego, monjes, el deva Nanda le dijo al Tathāgata, ‘Señor, este discurso llamado
Avalokita fue dado anteriormente por antiguos Tathāgatas, Arhans y perfectos Budas.

1
Este sūtra es dado en dos partes, aquí y en p. 293. Senart sugiere que hay interpolaciones en el texto,
porque obviamente rompen la continuidad del tema principal. Winternitz: A History of Indian Literatura, 2,
p. 245 (notas al pie de página) concuerda con Senart, y pone la atención en el hecho de que el sūtra, bajo el
título de Avalokana-Sūtra, es citado en Śikṣā-Samuccaya de Śāntideva como un trabajo independiente.
También se encuentra en el Tibetan como un trabajo independiente. En resumen, su presencia en nuestro
texto se debe a una interpolación de un tema Mahāyānista en el Mahāvastu.
2
Aquí el nombre se escribe Gṛiddhakūṭa.
3
Solo uno de estos nombres aparece en los textos pali, viz. Nanda en S. 1. 62, pero la ocasión no es idéntica,
y no hay razón para pensar que el mismo deva es referido en ambos pasajes.
4
Sapratīsa.
5
Vyākaraṇa, en Pali veyyākaraṇa “respuesta, explicación, exposición.”
6
Adhivāseti, en pali; BSk. adhivāsayati.
7
Notar ayam con el neutro vyākaraṇa.
EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA

Sería bueno si el Exaltado también se lo diera a sus monjes. Por que los monjes,
escuchándolo de los labios del Exaltado, lo tomarían como verdadero. Este sería por
el beneficio y el bienestar de la multitud, por compasión del mundo, por el bien de la
gran multitud, y por el beneficio y el bienestar de devas y hombres.’
“Por piedad, monjes, el Tathāgata intimó silenciosamente su consentimiento al deva
Nanda. Luego, monjes, cuando los devas Nanda, Sunanda, Sumanas, Īśvara y
Maheśvara vieron al Tathāgata consintiendo silenciosamente, estaban emocionados,
felices, deleitados, y contentos. Inclinaron sus cabezas a sus pies, lo rodearon tres
veces por la derecha y luego desaparecieron.”
Entonces los monjes le dijeron al Exaltado, “Sería bueno si el Exaltado relatara este
tema a los monjes, quienes, al escucharlo y recibirlo de sus labios, lo tomarían como
verdadero.”
Cuando esto fue dicho, el Exaltado les habló a sus monjes, “Escuchen, monjes, el
discurso que se llama Avalokita. Escuchen bien, estén atentos, y yo lo contaré.” “Muy
bien,” dijeron los monjes, en obediencia1 al Exaltado. Luego el Exaltado les dijo a sus
monjes: -

Monjes, cuando el Bodhisattva parado en esta costa examina2 la costa más allá, las
condiciones previas del examen estando presente ahora también, devas que tienen
gran poder le rinden culta al Tathāgata con el mayor honor. Y los devas Śuddhāvāsa
obtienen los dieciocho suelos para regocijarse.3 ¿Cuáles dieciocho? Los devas
Śuddhāvāsa consiguen un suelo para regocijarse en que el Gran Recluso tiene el
conocimiento de sus asociaciones con vidas pasadas.4 Tienen bases para regocijarse
en que él tiene conocimiento de sus nacimientos pasados;5 en que el obtiene
excelencia y preeminencia en el mundo; en que él tiene un nacimiento correcto,6 un
hermoso nacimiento, el nacimiento más importante, el mejor nacimiento, el mayor
nacimiento, el nacimiento como consecuencia de su previo voto;7 por que el tiene
resiliencia, un soporte y estadía,8 y las condiciones necesarias;9 en que el Recluso

1
Notar pratyaśroṣīt con el sujeto plural.
2
Abhiviloketi, por lo tanto, posiblemente, el nombre Avalokita del discurso.
3
No hay mención en ninguna otra parte de estos dieciocho dharmas.
4
Literalmente, “es dotado con una asociación pasada.” Purvayoga significa “asociación con alguien o algo en
tu vida pasada. Pero también se usa simplemente para “existencia anterior.” Aquí, sin embargo, el contexto
requiere el significado de “conocimiento (o memoria) de asociación en vidas pasadas.”
5
Literalmente, “dotado con nacimientos pasados,” pero la implicación es que tiene “conocimiento” de ellos.
Utpāda, “elevándose,” en esta expresión denota nacimiento “kármico”, obviamente, no solo un nacimiento.
6
Leyendo, como lo sugiere Senart, yugya° = yogya-utpāda para yoga°.
7
Paraṇidhipūrvotpāda.
8
Cual sea su significado preciso, estos términos parecen aludir a los recursos internos, individuales e
independientes del carácter del Buda.
9
Sambhāra, es decir, las condiciones para alcanzar la iluminación. Comparar con J. 1. 1, bodhisambhāra.
7

enseñará el dharma, el dharma de la salida,1 el dharma trascendental, en único, el


bueno y glorioso,2 el profundo3 y claro dharma, el dharma y que es perfecto y puro.
Estas son las bases para regocijarse en la que los devas Śuddhāvāsa tienen.
Cuando, monjes, los Bodhisattva desde está costa analiza la costa al otro lado, la
condición anterior del análisis estando actualmente presentes, los devas que tienen
gran poder le rinden culto al Tathāgata con el mayor honor y homenaje, mientras los
devas Śuddhāvāsa obtienen las dieciocho bases para regocijarse. Y los devas de Indra,
de Brahmā y de Prajāpati4 obtienen una gran base para regocijarse.
Ahora, monjes, mientras los Bodhisattvas no sean dotados con la constancia de acto,
discurso y pensamiento, mientras no sean dotados con todos los atributos, mientras,
monjes, los Bodhisattvas no puedan ir5 o pararse o sentarse en ese lugar de la tierra,
donde, cuando se hayan sentado en el, derrocan al gran Yakṣa,6 superan a su gran
grupo,7 cruzan el gran torrente, y alcanzan un control incomparable sobre los hombres
domables;8 incomparable supremacía en el mundo; incomparables bendiciones;
incomparable dignidad para recibir regalos;9 consistencia de palabras y autos sin
igual;10 buena fortuna sin igual; la idea11 del origen de los grandes nacimientos;12 la
idea del origen de los nacimientos de todas las criaturas; liberación de la carga de la
existencia;13 la descarga del deber; un estado de corazón como la tierra; 14 agua, fuego
y aire; un estado de corazón somo la piel de un gato, como el suave kācilinda;15un
estado de corazón como la columna de Indra, logro de facultades, de fuerza, de
resistencia, de riqueza, de descanso,16 de coraje;17 confianza en el acto, discurso y
pensamiento, y en temas en general; el logro de la sabiduría, y finalmente, el logro de
la perfecta maestría de todas las buenas cualidades.

1
Nairyāṇika, es decir, “la salida de saṃsāra, ‘renacimiento’.
2
Avyāvadhyayaśa. Para avyāvadhya.
3
Gambhīra, comparar con V. 1. 4; S. 1. 136; D. 2. 36; M. 1. 167.
4
En pali Pajāpati, uno de los reyes de los devas, aparentemente en segundo lugar a Śakra (Indra).
5
Niśrāya.
6
Es decir, Māra.
7
Camu = camū, en su tercer significado dado en BR.
8
Literalmente, “los conductores de los hombres domables.”
9
Dakṣiṇeyatā, abstrancto para dakṣiṇīya.
10
Yathākāritatathāvādita.
11
O “objeto de percepción.” Senart prefiere esta forma, aunque en el Vol. 1 estaba feliz con indicar la
influencia de la forma pali simplemente al escribir ṇ para n. Los MSS. varían entre āl- y ār-. (La Srta. I. B.
Horner, en una nota al traductor sugiere que ārambana aquí es posiblemente sinónimo de Ālambana en el
sentido de algún tipo de experiencia yogica, y que algún tipo de conocimiento super consciente está
implicado, parecido quizás a la visión deva.)
12
Posiblemente se refiere a los nacimientos descritos en V. 4. 6.
13
Literalmente “dejar la carga.”
14
Es decir, firme como la tierra sólida.
15
Una sustancia o material suave.
16
Literalmente, “cama,” śayyā.
17
Ātmavṛiṣabhitā.
EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA

Y monjes, desde el momento en que los Bodhisattvas se vuelven completamente


firmes de acto, discurso y pensamiento, van al lugar de la tierra donde se establecen
y destruyen al gran Yakṣa, superan a su séquito, cruzan el gran torrente, logran el
incomparable control sobre los hombres domables; incomparable importancia en el
mundo; incomparable bendición en el mundo; incomparable dignidad para recibir
regalos; incomparable y perfecta iluminación; consistencia de palabras y actos y de
actos y palabras; resistencia inigualable; inigualable buena fortuna; la idea de grandes
castas; la idea de castas de todas las criaturas; la idea del origen de grandes
nacimientos; un estado de corazón como la tierra, el agua, el fuego y el aire; la idea
del origen de los nacimientos de todas las criaturas;1 liberación de la carga de la
existencia; descarga del deber; un estado de corazón como la piel del gato; como el
suave kācilinda; un estado de corazón como la columna de Indra; logro de las
facultades, de fuerza, de resistencia, de riqueza, de descanso y de coraje; confianza
en el acto, discurso y pensamiento y en temas en general; el logro de la sabiduría y
finalmente, alcanzan la perfecta maestría2 de todas las buenas cualidades. El lugar de
la tierra donde los Bodhisattvas se sientan y destruyen al gran Yakṣa, etc.,3 tiene
dieciséis características. ¿Cuáles dieciséis? Al final del mundo4 ese lugar de la tierra
es el primero de todos en quemarse. Al principio del mundo5 ese lugar de la tierra es
el primero en ser establecido y se para conspicuo en el centro. Ese lugar de la tierra,
monjes, no está situado en las provincias barbareas, sino en las provincias centrales
habitadas por Āryans. Ese lugar de la tierra, monjes, es plano, con buena
conformación, no mala, y plano como la palma de la mano. En sus piscinas crecen
brillantes lotos de varios colores.6 Ese lugar de la tierra, monjes, es reconocido,
extraordinario y recurrido por gente poderosa. Es impregnable e invisible.
Nuevamente, monjes, en ese lugar de la tierra no hay nadie como el malvado Māra, o
ninguno de sus secuaces que buscan una oportunidad para tentar a la gente. Es
favorecido por los devas. Ese lugar de la tierra, monjes, comienza a ser mencionado
como un trono en el círculo de la tierra. Es como un diamante. Crece pasto en ese
lugar que tiene cuatro pulgadas de ancho, es azul oscuro y suave, como el cuello de
un pavo, colgante7 y rizado. Y, monjes, todos los que son reyes universales deciden
ese lugar, y no otro, para un monumento.
Así entonces, monjes, ese lugar de la tierra en el que los Bodhisattvas se asientan y
destruyen al gran Yakṣa, etc., tiene dieciséis características.
Luego, monjes, cuando el Bodhisattva había terminado de practicar sus austeridades
en Uruvilvā y había tomado un sorbo de hidromiel de Sujātā, la hija del capataz de la

1
La secuencia de estas expresiones no es tan lógica como en la página anterior.
2
Vaśitāpa.
3
Senart no escribe las repeticiones aquí no en la secuela.
4
Saṃvartamāne loke.
5
Vivartamāne loke.
6
El texto los nombra.
7
Esta parte del texto es inexplicable. La traducción asume que es un error para algún compuesto de
lambana, ejemplo abhi- o pralambana.
9

villa, llegó al rio Nairañjanā. En las orillas del rio Nairañjanā enfrió sus extremidades
y bebió el hidromiel dado por Sujātā, la hija del capataz de la villa. Dejó que el vaso
se lo llevara el rio, y luego preparé ahí un lugar para descansar de día, y comenzó a
reflexionar sobre su curso de acción.1
Luego, monjes, en la noche, hacia el amanecer,2 el Bodhisattva fue al rio Nairanjanā.
Habiendo enfriado sus extremidades en el rio Nairanjanā, se fue hacia el árbol bodhi.
En su camino entre el rio Nairanjanā y el árbol bodhi el Bodhisattva, el Gran Ser, vio
a Svastika Yāvasika llevando un montón de paja como un regalo.3 El Bodhisattva,
monjes, se acercó a Svastika Yāvasika y le pidió la paja. Y Svastika le dio la paja al
Bodhisattva.
Luego, monjes, el Bodhisattva, llevando el paquete de paja, fue hacia el árbol bodhi,
y la malvada Māra no lo vio irse. Pero inmediatamente después, monjes, la malvada
Māra se acordó. Y cuando lo hizo, vio al Bodhisattva avanzando sin miedo, valiente,
e irresistible; con el valor de un Nāga, de un león, de un toro, de un cisne; valiente en
su suprema y más excelente nacimiento; valiente en la virtud de su nacimiento previo
en el que había hecho un voto; con el valor de uno que es invencible, un hombre
destacad, de un Gran Hombre; avanzando al trabajo sin cesar en la búsqueda del
bienestar de otros, para triunfar en la gran pelea, y alcanzar la insuperable
inmortalidad.
Luego, monjes, mientras el Bodhisattva avanzaba, grande y valiente, quinientos pavos
se movían alrededor de él a su derecha mientras avanzaba y quinientos pájaros
carpinteros, quinientos hurones, quinientos faisanes, quinientas grullas, quinientas
jarras llenas de agua, y quinientas doncellas. Y, monjes, esto se le ocurrió al
Bodhisattva, “por estos augurios4 y presagios5 estoy destinado a alcanzar la
incomparable iluminación.” El rey Nāga, Kāla,6 monjes, vio al Bodhisattva
avanzando sin miedo y valientemente y viéndolo le dijo, “Avanza, Gran Recluso. Por
el camino que vas tú, fue también el Exaltado, el Gran Recluso Krakucchanda, y él
despertó a la perfecta iluminación. Oh Gran Recluso, también sigue este camino y
hoy habrás despertado a la insuperable y perfecta iluminación. El Exaltado, el Gran
Recluso Konākamuni también siguió por ese camino, y despertó a la insuperable
iluminación. Oh Gran Recluso, también ve por ese camino, y tú, también, algún día
despertarás a la perfecta insuperable iluminación. El Exaltado, el Gran Recluso
Kāśyapa, también siguió ese camino y despertó a la perfecta iluminación. Oh Gran
Recluso, también sigue ese camino y despertarás a la perfecta e insuperable
iluminación.”

1
Literalmente, “se hizo consciente de su conducta,” pero este no es el sentido usual de nīti.
2
Nāganandīkālasamaye.
3
Lancaka.
4
Pūrvotpāda, “apariciones previas.”
5
Pūrvanimitta.
6
Mahākāla en J. 1. 70, 72.
EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA

Cuando esto se hubo dicho, monjes, el Bodhisattva le dijo a Kāla, el rey Nāga, “Así,
Oh Kāla, así Oh Nāga, despertaré hoy a la insuperable y perfecta iluminación.” Luego,
monjes, Kāla, el rey Nāga, le habló al Bodhisattva mientras avanzaba, en apropiados
versos.
Como Krakucchanda fue, y Konākamuni y Kāśyapa, así ve tú, poderoso
héroe; este día te convertirás en un Buda.
Oh Hombre Supremo, por la forma en que levantas tu pie derecho, sin duda,
poderoso héroe, este día te convertirás en un Buda.
Por la forma en que la tierra resuena como un jarrón de bronce, sin duda,
poderoso héroe, hoy te convertirás en un Buda.
Por la forma en que esta noche como la boca de un lobo está llena de
radiancia, sin duda, poderoso héroe, este día te convertirás en un Buda.
Por la forma en que mi lugar de descanso está lleno de esplendor, Oh sabio,
sin duda, poderoso héroe, hoy te convertirás en un Buda.
Por la forma en que los vientos sobras y los árboles se mueven y los pájaros
cantan, este día te convertirás en un Buda.
Esta es la apariencia de los Budas, esas son las brillantes circunstancias de
la iluminación; sin duda, poderoso héroe, este día te convertirás en Buda.
Por la forma en que la superficie de la tierra está cubierta de flores, Oh sabio,
sin duda, poderoso héroe, este día te convertirás en Buda. Como1 quinientos
pavos te han saludado desde la derecha, sin duda, poderoso héroe, este día te
convertirás en Buda.
Como quinientos pájaros carpinteros te saludaron desde la derecha, sin duda,
poderoso héroe, este día te convertirás en Buda.
Como quinientos faisanes de saludaron desde la derecha, sin duda, poderoso
héroe, este día te convertirás en Buda.
Como quinientos hurones te saludaron desde la derecha, sin duda, poderoso
héroe, este día te convertirás en Buda.
Como quinientos cisnes te saludaron desde la derecha, sin duda, poderoso
héroe, este día te convertirás en Buda.
Como quinientas grullas te saludaron desde la derecha, sin duda, poderoso
héroe, este día te convertirás en Buda.

1
Yathā.
11

Como quinientas jarras llenas de agua te saludaron desde la derecha, sin


duda, poderoso héroe, este día te convertirás en un Buda.
Como quinientas doncellas te saludaron desde la derecha, sin duda, poderoso
héroe, este día te convertirás en un Buda.
Como las treinta y dos marcas del Gran Hombre son encontradas en tu
cuerpo, sin duda, poderoso héroe, este día te convertirás en un Buda.
Así, monjes, El Bodhisattva avanzó valientemente; con el valor de un león, un
elefante, un toro, un cisne; valiente en su supremo y más excelente nacimiento;
valiente en virtud de sus nacimientos pasado; avanzando para derrotar a sus enemigos,
y para ganar la invisibilidad; con el valor de un hombre fuerte, un Gran Hombre, para
trabajar sin cesar en la búsqueda del bienestar de los otros, para conquistar la gran
pelea y para lograr la insuperable inmortalidad. Avanzando con valentía, llegó al árbol
bodhi. Hizo su cama de paja en frente del árbol bodhi. Luego rodeo el árbol bodhi
tres veces, en memoria de los Budas pasados.1 Luego se sentó con sus piernas
cruzadas, sosteniendo su espalda derecha y mirando directamente al este, y puso la
consciencia en su cara.
Nuevamente, monjes, tan pronto como el Bodhisattva se sentó concibió cinco
pensamientos. ¿Cuáles cinco? El pensamiento de la paz, del bienestar, de la pureza y
la beneficencia, y el pensamiento del día en que él despertaría a la insuperable
iluminación. Tan pronto como el Bodhisattva se sentó concibió estos cinco
pensamientos.
Luego, monjes, el malvado Māra, derrotado y consumido por la ira, fue al árbol bodhi,
y parándose frente al Bodhisattva, una vez cantó su fuerte canción y otra ondeó su
túnica. El Bodhisattva no lo escuchó.
Luego, monjes, el malvado Māra, consumido por la irá, saltó hacia el Bodhisattva y
se rio. ¿Y cómo se rio Māra? Al decir, “Oh gran recluso, tengo gran magia y poder,
tu no escaparás de mí Recluso. Tengo gran majestad, Recluso, no escaparás de mí.
Tengo gran esplendor, Recluso, no escaparás de mí. Soy un poderoso toro, Recluso,
no escaparás de mí. Soy un gran conquistador, Recluso, no escaparás de mí. Soy un
gran conquistador, Recluso, no escaparás de mí. Tengo un gran ejército, Recluso, no
escaparás de mí. Tengo gran fuerza, Recluso, no escaparás de mí. Tu eres un ser
humano, Recluso, mientras yo soy un deva; no escaparas de mí. Un cuerpo de un
recluso nace de una madre y un padre, está lleno de arroz y leche, es sujeto a caricias,
masajes, dormir, disolución, desintegración y destrucción; mientras que mi cuerpo,
Recluso, está hecho de mente. No escaparás, Recluso, de mí.” De esta forma, monjes,
se rio el malvado Māra.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, le rugió al malvado Māra catorce veces. Y
fue de esta forma que el Bodhisattva, sin miedo le rugió al malvado Māra. “Ahora

1
Es decir, los pasados del kalpa, Krakucchanda, Konākamuni y Kāśyapa.
EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA

malvado Māra, te derrotaré. Como un fuerte luchador a uno débil, así te derrotaré,
malvado. Como un toro fuerte a uno débil, así te aplastaré. Como un elefante a un
débil antílope, así te derrotaré, malvado. Como un fuerte viento a un débil árbol, así
te derrotaré, malvado. Como el suelo que sale sobre las luciérnagas, así te superaré,
malvado. Como la luna que supera todas las estrellas, así te superaré, malvado. Como
el Himalaya, el monarca de las montañas, supera a todas las montañas, así te superaré,
malvado. Como el rey universal Pṛithu1 derrotó a los reyes regionales, así te derrotaré,
malvado. Como el fino caballo purasangre aterra a una manada completa de caballos,
así te aterraré, malvado. Como un león, rey de las bestias, rasga a todos los animales
más débiles, así rasgaré tu trampa de locura. Como el hombre fuerte (rompe) una
trampa débil, así quemaré tu trampa de locura, malvado. Como el combustible, así te
haré cenizas, malvado. Como estoy atado a este tema, así te superaré, malvado. Como
estoy atado a este propósito, así triunfaré sobre ti, malvado, te ataré, aterraré,
conquistaré y superaré. Y entonces no habrá más una esfera de vida para ti, Oh
malvado.”
Así, monjes, el Bodhisattva, sin miedo y sin temblar, le rugió al malvado Māra catorce
veces.

ANANGANA-JĀTAKA2
Los monjes le preguntaron al Exaltado, “Señor, ¿Cómo es que la casa de Jyotiska3
está bendita con tal prosperidad, si su riqueza es fuera de lo común? Él es honorable
e ilustre. Ha sido admitido a la Orden y ordenado, y ha ganado la liberación de los
deseos. Señor ¿La fruta de qué acto cometido por Jyotiska es esto?” El Exaltado
respondió: -
Había una vez, monjes, hace noventa y un kalpas, un rey llamado Bandhuma.4 Y,
monjes, la ciudad capital del Rey Bandhuma se llamaba Bandhumatī. La descripción
de una ciudad de un rey universal se aplicaba a esta en cada detalle.
El Rey Bandhuma, monjes, tenía un hijo llamado Vipaśyin. Ahora, Vipaśyin era un
Bodhisattva, que fue a un cierto lugar, avanzando como un viajero desde su hogar a
un estado sin hogar, y despertó a la insuperable y perfecta iluminación.

1
O Pṛithī. El primero en ser elegido como soberano de los hombres, intrudujo las artes de la agricultura;
enumerado entre los Riṣis, y se dice que es el autor de Rig-veda x. 148.
2
No hay razón aparente para la introducción de la historia aquí. No se encuentra en J., pero la historia de
Jyotiṣka (ver abajo) es dada en Divy., donde su riqueza, prosperidad y piedad son descritos en detalles, y,
como aquí, lleva a los monjes a preguntar al Buda que actos había hecho Jyotiṣka en su vida pasada para
ganar tan buena fortuna. En respuesta, como aquí, está el recuento de este Jātaka.
3
En pali Jotika o Jotiya. La historia de Jotiya es mayoritariamente post canónica.
4
Es decir, el padre del Buda Vipaśyin.
5

Una vez el Rey Bandhuma envió un mensaje al exaltado Vipaśyin, diciendo, “Ven,
Señor, a tu lugar nativo, por piedad a mí.” Luego, monjes, el exaltado Vipaśyin, al
recibir este mensaje, fue a su lugar nativo acompañado por sesenta y ocho mil Arhans.
Ahora en ese tiempo y en esa ocasión había en la ciudad capital de Bandhumatī un
mercante, llamado Anangaṇa, que era rico y millonario, con muchos medios para una
vida lujosa.1 De alguna forma y otra2 Anangaṇa escuchó que el exaltado Vipaśyin
venía con sesenta y ocho mil Arhans. Y pensó: ¿Y si fuera el primero en llegar e
inclinar mi cabeza a los pies del Exaltado?” Así que Anangaṇa, en un gran apuro, fue
a conocer al Exaltado e inclinarse a sus pies.
Anangaṇa vio al Exaltado venir cuando todavía estaba lejos, elegante y así hasta3
atendido por su compañía de discípulos. Luego Anangaṇa se acercó al Exaltado y así
hasta y le dijo al Exaltado, “Acepta, Señor, ser entretenido por mí por tres meses, tú
y tu compañía de monjes,” y así hasta (y el Exaltado) silenciosamente (aceptó).
De alguna forma y otra, el Rey Bandhuma también escuchó que el exaltado Vipaśyin
venía con su gran compañía de monjes, sesenta y ocho mil Arhans, y así hasta
“adornar la ciudad,” y así hasta con gran poder real, y así hasta lo vio, elegante, y así
hasta, lo invitó, y así hasta, “Su majestad, he aceptado la invitación de Anangaṇa para
ser entretenido por tres meses, yo y mi compañía de monjes.”
Cuando el rey escuchó esto se preocupó, “Anangaṇa,” dijo, “sin pedir u obtener mi
permiso,4 sin mostrarme el respeto debido, fue donde el Exaltado y le hizo una
invitación. Esto no está bien.”
Al Exaltado el rey le dijo, “Que el Exaltado coma conmigo por un día, y con él el
siguiente.” El Exaltado respondió, “Si Anangaṇa lo permite podría ser posible.”5
Luego el rey le envió un mensaje a Anangaṇa, y así hasta “ha venido.” El rey dijo,
“Has alcanzado el final de tu vida, Oh Anangaṇa, si te niegas a los deseos de tu rey.
Lo invitaste sin consultarme. No sabías que el que venía era Vipaśyin, mi hijo. Deja
la idea de entretener por tres monjes al Exaltado y su compañía de discípulos.”
Anangaṇa respondió, “No quise ser irrespetuoso contigo, su majestad. Además, su
majestad tiene más mérito que yo,6 y, además, yo invité al Exaltado pensando que
estaría haciendo lo que su majestad deseaba.”

1
Prabhūtacitropakaraṇa.
2
Evaṃ ca-evaṃ.
3
Es decir, yāvat, indicando que las palabras deben ser provistas de pasajes estereotípicos.
4
Anavaloketvā. Avaloketi es tomado como un equivalente al pali apaloketi que puede denotar “pedir o
conseguir permiso.”
5
La Srta. I. B. Horner, en una carta al traductor, remarca que la negación de Vipaśyin a aceptar la invitación
del rey luego de haber sido invitado donde Anangaṇa, se mantiene bajo la regulación en V. 3. 66, donde se
dice que los monjes no tenían permitido quedarse (senāsana) en ninguna otra parte que no fuera donde
habían sido invitado. La misma regulación se aplica a las comidas, ver V. 4. 77.
6
Literalmente “Su majestad tiene más mérito, yo (nosotros) no tenemos más.”
ANANGANA-JĀTAKA

Luego Bandhuma pensó, “Si dijo, ‘abstente, Anangaṇa,’ no me obedecerá; ni el


exaltado Vipaśyin estará contento conmigo, ni aceptará mi invitación.”
Reflexionando así le dijo a Anangaṇa, “En ese caso lo tendremos por turnos. Que sea
mi invitado un día, e invitado tuyo al siguiente.” Anangaṇa respondió, “Muy bien, no
hay razón por la cual eso no pueda ser arreglado.” Y así se concertó que el rey cuidaría
del Exaltado un día, y al otro lo haría Anangaṇa.
Ahora, cualquier hospitalidad que fuera dada por el rey un día, Anangaṇa
invariablemente la mejoraba en el día siguiente. Luego, el Rey Bandhuma le habló a
su primer ministro. “jefe,” le dijo, “los recursos de Anangaṇa son más que los míos,
y así ha sido mejor que yo a la hora de entretener. Cuando ve lo que el rey ha hecho
en un día, él va y hace algo mejor al siguiente. Por lo tanto, jefe, se debe hacer algo
para obstaculizarlo1.” Pero no se pudo hacer nada hasta que de los tres meses
quedaron solo dos días, el catorceavo día del mes cuando era el turno del rey, y el
quinceavo cuando era el turno de Anangaṇa.
Ahora, el Rey Bandhuma tenía un parque, llamado Munihata, que era grande,
espacioso, frio, fragante, agradable y hermoso. En el último día, es decir, el
catorceavo, hizo que todo el parque estuviera barrido, adornado con cortinas de tela
brillante, fumigado con incienso y cubierto con montones de flores. Para cada monje
había un asiento especial que valía cien mil piezas y estaban hechos de sándalo.
Cuatro jóvenes sirvientes estaban posicionados abanicando a cada monje con
abanicos que tenían mangos de oro y plata. En un lado y frente a las jóvenes doncellas,
todas vestidas finamente, con ungüentos de mezclas de aromas que valían cien mil
piezas. Detrás, elefantes señoriales finamente vestidos con mallas de oro sostenían
sombrillas blancas.
El rey hizo una ordenanza para Bandhumatī y alrededor de doce yojanas para que
nadie vendiera palos.2 “Quien los venda o compre,” dijo, “asegúrense de que sea
castigado. Bajo esta restricción ¿Qué hará Anangaṇa? ¿Cómo cocinará con esta
restricción? Nadie debe vender y así hasta castigado, y así hasta así restringido. No
podrá preparar su curro. ¿Dónde puede sacar Anangaṇa hermosos asientos para el
jardín, y así hasta y elefantes?”
Cuando Anangaṇa escuchó esto, su corazón fue perforado por una flecha de disgusto,
entró a un mar de reflexión y se sentó. Miserablemente pensó y reflexionó, “Si no
puedo conseguir madera, quizás aún pueda conseguir palos. Si no puedo preparar
curry, prepararé otros finos y exquisitos platos. Igual, no tengo parques de sándalos
como ese, ni mujeres especiales como sirvientas. Ni tendré elefantes señoriales.” Y
así se preocupó.
Por el poder de su mérito, Śakra, señor de los devas vino y se paró frente a él, diciendo,
“Oh Anangaṇa, no te preocupes. Dale una cena. Prepara una cena. Todo vendrá. Yo

1
Literalmente, “para que sea retrasado.”
2
Śalākā. En la siguiente página se usa el término usual para leña.
7

haré asientos especiales. Construiré una fina caseta.” Anangaṇa preguntó “¿Quién
eres? Señor” Śakra respondió, “Oh Anangaṇa, soy Śakra, señor de devas.”
Anangaṇa felizmente cocinó su plato sobre un fuego de sándalo. Trajo un pocillo de
arroz ghee y aceite de sésamo, y sacando algunos como uno saca el pasto
bhandramusta1del agua, preparó una cena.
Śakra, señor de devas, le ordenó al deva Viśvakarman,2 diciéndole, “Presenta al
Exaltado y su compañía de discípulos con este gran caseta y excelentes asientos.”
“Así será, señor,” respondió Viśvakarman, y así hasta Viśvakarman obedeció.
El deva Viśvakarman construyó con magia3 una gran caseta y una arboleda de sesenta
y ocho mil palmeras, las hojas, frutas y flores era de plata y los troncos de oro, y así
hasta de berilio cuando el tronco era de rubí y así hasta hizo asientos especiales para
cada monje. Cuatro devas fueron puestos a la izquierda y derecha de cada monje
sosteniendo abanicos de cola de pavo. Cuatro doncellas, todas finamente vestidas y
con ungüentos cuyos aromas inundaban el aire. Detrás de cada monje un elefante
como Eravaṇa4 sostenían cada uno una exquisita sombrilla hecha de las siete piedras
preciosas, con sus mangos de berilio. Y el elefante Eravaṇa mismo, sostenía una
sombrilla sobre el Exaltado. La caseta estaba cubierta hasta la altura de la rodilla con
flores celestiales y gentiles brizas la soplaban. Cuando la arboleda de palmeras fue
movida por los vientos se elevó un sonido celestial, y así hasta que anunciaron al
Exaltado que era tiempo para su cena, y así hasta, entró. El Exaltado se sentó, y
Anangaṇa le envió un mensaje al rey, diciendo, “Venga, su majestad. Hoy es el último
día. Sirvamos al Sangha juntos.”
El rey montó su fino carruaje y partió. Cuando todavía estaba lejos, el rey vio a un
elefante completamente blanco llegar, y cuando lo vio, se dijo a si mismo, “Sin duda
Anangaṇa mandó a hacer un elefante de arcilla blanca.” Pero cuando llegó y entró a
la caseta y vio tal belleza, se preguntó si esta maravilla había sido producida por el
mérito de Anangaṇa.
Ahora un villano5 llevaba un pocillo de cuajada como ofrenda. Se le pidió que la
vendiera por quinientas purāṇas. El villano estaba perplejo cuando lo vio…6 El
villano preguntó, ¿qué significa eso?” Ellos respondieron, “El exaltado Vipaśyin con
sesenta y ocho mil Arhans está comiendo.” El villano reflexionó: “Es rara la aparición
en el mundo de Tathāgatas y así hasta perfectos Budas. ¿Y si fuera yo a servirle al

1
“un tipo de pasto fragante (Cyperus rotundus).”
2
El arquitecto y artífica del panteón hindú.
3
Abhinirmiṇitvā.
4
En pali Erāvaṇa, el elefante de Śakra, y el mismo un deva. Ver D. P. N.
5
Grāmāluka. Senart se refiere a Hemacandra. 2. 163.
6
El resto del pasaje se deja sin traducir. Está hecho de incipientes frases resumidas por yāvad, es decir,
pretende ser un resumen de un pasaje. Pero nada como eso ha ocurrido en el Mhvu., y las pistas son
demasiado breves para permitir encontrar un pasaje paralelo en los textos pali.
ANANGANA-JĀTAKA

Buda y su compañía de monjes con mi pocillo de cuajada?” Así que atendió a toda la
compañía, pidiendo todo lo que deseaba.1
Luego, el Rey Bandhuma y Anangaṇa atendieron al Exaltado y su compañía de
discípulos con todo lo que tenían. Y cuando el Exaltado terminó de comer, se lavó las
manos y dejó de lado su pocillo, Anangaṇa hizo su voto, diciendo, “Como soy uno
que tiene tanto mérito de mis auto sacrificios al hacer regalos meritorios y tanta
bondad, que yo forme parte de una felicidad celestial que es única, y que gane el favor
de tal Maestro. Que enseñe el dharma. Que lo entienda, y, abandonando el mundo,
sea liberado de los deseos.”
El Exaltado dijo, “Puede ser, monjes, que ustedes piensen que en ese tiempo y en esa
ocasión el mercante llamado Anangaṇa era alguien más. No deben pensar eso. Este
Jyotiṣka en ese tiempo y en esa ocasión era el llamado Anangaṇa, y así hasta su
promesa fue completamente exitosa.”2

EL PRIMER AVALOKITA-SŪTRA (CONTINUACIÓN)

Luego el malvado Māra, abatido y consumido por la pena hizo sus dieciséis grandes
lamentaciones.3 ¿Y cómo se lamentó el malvado Māra? Diciendo, “Ay de mí, si el
Recluso me superara a mí que tengo gran poder mágico. Ay de mí, si el Gotama el
Recluso me superara a mí que tengo gran influencia. Ay de mí, si Gotama el Recluso
me superara a mí que tengo gran majestad. Ay de mí, si Gotama el Recluso me
superara a mí que tengo gran esplendor. Ay de mí, si Gotama el Recluso me superara
a mí que tengo gran coraje. Ay de mí, si Gotama el Recluso me superara a mí que
tengo gran valor. Ay de mí, si Gotama el Recluso me superara a mi que tengo gran
fortaleza. Ay de mí si Gotama el Recluso me superara a mí que tengo gran fuerza. Ay
de mí, si Gotama el Recluso que es simplemente humano, me superara a mí que soy
un deva. El cuerpo de Gotama el Recluso nació de una madre y un padre, depende de
su vientre, es un montón de arroz hervido y leche, es sujeto de masajes, sueño,
disolución, desintegración y destrucción, mientras que mi cuerpo está hecho de
mente; ay de mí, si Gotama el Recluso me superara. Todos estos hombres valientes y
heroicos no saben como tirar su rollo moral.4 Ay de mí, si Gotama el Recluso me
superara. Verdaderamente, justo cuando hoy estaba pensando que yo debería superar

1
La traducción de esta frase es conjetural. El texto solamente repite parte de un pasaje fragmentado al que
ya se han referido.
2
Se nota que las palabras tasya paraṇidhi sarvārthasiddhi: no ocurren en la historia.
3
Literalmente “lamentó sus grandes lamentaciones que eran de dieciséis tipos.”
4
Literalmente, “no saben deshacerse de su humanidad.”
5

a Gotama el Recluso, él rápidamente terminó con todo el respeto hacia mí; ay de mí,
si Gotama el Recluso me superara. Mi ejercito colapsa; ay de mi si Gotama el Recluso
me superara. Mis extremidades están fallando; ay de mi si Gotama el Recluso me
superara. Mi esfuerzo es en vano, agitado está mi intento; ay de mi si Gotama el
Recluso me superara. Todos los devas que estaban en mi dominio ahora son íntimos
amigos de Gotama el Recluso; ay de mí si Gotama el Recluso me superara.”
Así entonces, monjes, el malvado Māra, hizo sus dieciséis lamentaciones.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, libre de miedo y terror, concibió un orgullo
Āryan por treinta y dos razones.1 ¿Y como monjes el Bodhisattva concibió esto? (Al
ser capaz de decir) “El Bodhisattva aspira al bien mayor, al bien perfecto, al bien
sublime, al bien puro, el bien que no cambia, al bien sin precedentes, el bien es una
forma de escapar, el bien trascendental, el único bien, el bien beneficioso, el bien
futuro.” (Al poder decir) “No hay comodidad que no haya sacrificado para alcanzar
el bien, no hay comodidad en el mundo trascendental que no haya sacrificado para
alcanzar ese bien; no hay sufrimiento en el mundo que no haya pasado para adquirir
ese bien; no hay placer en el mundo que no haya sacrificado para adquirir ese bien:
no hay cosa bella en el mundo que no haya sacrificado para adquiere ese bien; no hay
soberanía en el mundo que no haya sacrificado para alcanzar ese bien.” El Bodhisattva
concibió un orgullo Āryan no por su deleite en los placeres sensuales, sino que lo hizo
así, diciendo, “Libre de todos los saṃskāras2 alcanzaré un estado más allá de todos
los saṃskāras.” El Bodhisattva concibió un orgullo Āryan porque estaba dotado con
el conocimiento de sus nacimientos anteriores,3 con el nacimiento excelente, con el
nacimiento en el que hizo su promesa;4 por que estaba dotado con resiliencia5,
comportamiento,6 apoyo, y con las condiciones necesarias.7 El Bodhisattva concibió
un orgullo Āryan porque podía decir, “Mi resolución es firme, y ahora poseedor de
todas las buenas cualidades no romperé la resolución que había hecho antes, soy
fuerte y forme de corazón, y yo alcanzaré ese estado8 que solo puede ser alcanzado
con firmeza y fortaleza de corazón. Soy el Gran Árbol, 9 de inteligencia infinita,

1
Literalmente “un orgullo Āryan de treinta y dos tipos.”
2
En pali sankhāra.
3
Pūrvotpāda.
4
Paraṇidhi, “voto,” simplemente.
5
Leyendo niśraya para ni:śraya.
6
Upacāra.
7
Sambhāra.
8
Bhūmi, no necesariamente refiriéndose a un bhūmi o estado en las carreras de los Bodhisattvas en
particular.
9
Mahādruma. No parece haber ninguna instancia en particular en la literatura budista del buda llamándose
a sí mismo, o siendo llamado, el Gran Árbol. Sin embargo, en vista de la parte integral jugada por el árbol
bodhi en el relato de la iluminación, la identificación simbólica del Buda con el árbol no es completamente
inexplicable. De acuerdo a MW., mahādruma era usado como una expresión para ficus religiosa. El árbol de
la sabiduría que mantiene al cielo y la tierra separados es mencionado recurrentemente en la literatura
védica y brahmánica, (ver Griggiths en RV. 1. 164), mientras en la literatura budista leemos sobre “el árbol
del conocimiento, “jñānadruma (Buddhacarita, xiii, 65). El traductor le debe esta referencia a la Srta. I. B.
ANANGANA-JĀTAKA

alcanzaré el estado que solo puede ser alcanzado por aquel que es el Gran Árbol, de
inteligencia infinita. Nuevamente, con el mayor grado de energía alcanzaré el estado
más alto; por que tengo el grado más alto de energía. Alcanzaré ese estado al alcanzar
lo que haré bien por la gran multitud.”
Así, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, libre de miedo y terror, concibió un orgullo
Āryan por treinta y dos razones.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, libre de miedo y terror, mostró la sonrisa
Āryana de cinco partes. ¿Y como el Bodhisattva mostró la sonrisa Aryana de cinco
partes? Fue así, estaba basa en voluntad, energía, conciencia, concentración y
sabiduría. Entonces, monjes, el Bodhisattva libre de miedo y terror mostró su sonrisa
Āryana de cinco partes.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, libre de miedo y terror hizo el análisis de
cuatro partes de un gran león Āryan. ¿Y cómo, monjes, el Bodhisattva hizo este
análisis del gran león Āryan? Así, analizó sin agitación, sin terror, sin miedo, sin
susto. Luego, monjes, el Bodhisattva, hizo su análisis de cuatro partes de un gran león
Āryan.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, bostezó el bostezo de cuatro partes de un
gran león Āryan. ¿Y cómo el Bodhisattva, sin miedo, bostezó el bostezo de cuatro
partes de un gran león Āryan? Bostezó sin miedo, sin agitación, sin terror, pero lo
hizo para inspirar terror en Māra y su séquito. Así, monjes, el Bodhisattva, sin miedo,
bostezó el bostezo de cuatro partes de un gran león Āryan.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, tosió la toz de un gran león. ¿Y como tosió?
Tosió sin miedo, sin agitación, sin terror, y sin consternación. Esa fue, monjes, la toz
de un Bodhisattva de un gran león Āryan. Toda la gente en el gran sistema de tres mil
mundos escuchó este sonido. Así entonces, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, sin
consternación, sin miedo o terror, tosió su toz de cuatro partes de un gran león Āryan.
Luego, monjes, el malvado Māra, armó su gran ejército de cuatro partes y avanzó
hacia el árbol bodhi. Parado frente al Bodhisattva dio un gran grito, un grito que
resonaba.1 “Tómenlo,” gritó, “llévenselo, mátenlo, ustedes el séquito de Māra.”
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, sacó su brazo dorado de debajo de su
túnica, y con su palmeada2 mano derecha, que tenía uñas de color cobre, y que era
suave como el algodón al tacto, y dotada con la raíz de la virtud alcanzada en muchos
koṭis de kalpas, él golpeó su cabeza tres veces; tres veces golpeó su sillón, y tres veces

Horner, que también remarca que en la iconografía el Buda es recurrentemente representado como un
árbol.
1
Leyendo śabda para śanda (sic) del texto.
2
Esta versión de jālin hasta es mejor como “como una red” en Vol. 1, p. 181, y las características parecen ser
razonablemente explicadas por A. K. Coomaraswamy cuando él dice (I. H. Q. viii (1931), p. 366) que el
significado es que los dedos del Buda eran tan perfectamente derechos que, cuando se juntaban y se
sostenían a la luz, una luz rosada se podía ver a través de ellos como una fina tela.
7

golpeó el piso. Y mientras lo hacía,1 esta gran tierra rugió e hizo un terrible y profundo
eco. Justo como, monjes, cuando un gran pocillo de bronce hecho en Magadha es
golpeado por una roca en una caverna en la montaña, un terrible y profundo sonido
resuena y hace eco, así, monjes, esta gran tierra sonó e hizo eco profundamente y
terriblemente, cuando el Bodhisattva con su mano derecha golpeó su cabeza, y sillón
y el piso. Y el séquito de Māra, magnífico y bien armado como era, se asustaron,
estaban aterrados, temblaron y se consternaron; temblando con terror se dispersaron.
Sus elefantes, sus caballos, sus carruajes, su infantería2 y sus carruajes colapsaron.
Algunos cayeron en sus manos, otros en sus cabezas,3 en sus caras,4 otros en sus
espaldas, otros en su lado derecho, y otros en su lado izquierdo. Y el malvado Māra,
se paró a un lado pensando mucho, y escribió en el suelo con una vara: Gotama el
Recluso pasará a mi poder.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, entró y residió en su primera meditación,5
distante de los deseos de los sentidos y de ideas pecaminosas y malvado, es atendido
por pensamiento aplicado y sustentado, nace de la soledad y está lleno de celo y
comodidad. Al suprimir el pensamiento aplicado y sustentado, entró y residió en la
segunda meditación, que nace de la concentración, está lleno de celo y comodidad, y
está libre de pensamiento aplicado y sustentado, por que la mente se vuelve calma y
concentrada en un punto. Indiferente al fervor del celo residió consciente y auto
poseído,6 y entró y residió en la tercera meditación,7 (y experimentó)8 esa comodidad
de la cual los Āryans declaran, “aquel que es indiferente y consciente vive en
comodidad.” Al dejar la comodidad,9 al dejar de lado la felicidad y la miseria que
anteriormente sentía, entró y residió en la cuarta meditación, que es la mayor pureza
de ecuanimidad10 y consciencia y es libre de maldad y comodidad.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, en la primera guardia de la noche puso su
mente en la consideración11 de la visión y el conocimiento conferido por el ojo deva.
Por medio del ojo deva, que supera al humano en claridad, vio seres muriendo y
renaciendo, siendo justos y viles, seres malvados y nobles, todos alcanzando un
estado de acuerdo a su karma. “Estos seres, amigos,” dijo, “que son culpables de

1
El texto, obviamente, repite todas las frases.
2
Padāta para el padāti más usual.
3
Omuddhaka, es decir, ava + muddha(ka) pali para mūrdhan.
4
Apakubjaka, en pali avakujjaka.
5
Dhyāna. El texto aquí es prácticamente idéntico con el del Vol. 1. Las pocas variaciones son escritas cuando
ocurren.
6
Como en Vol. 1, leyendo samprajāno para samprajānam.
7
Tṛitīyaṃ dhyānam solo, es decir, sin niṣprītikam, “libre de celo,” como en Vol. 1.
8
El verbo pratisaṃvedayati del Vol. 1 es omitido.
9
Du:khasya prahāṇāt, “dejando de lado la maldad” es omitido.
10
En vez de upekṣā como en Vol. 1, el texto aquí tiene upekṣya, que es aparentemente un adjetivo verbal
que gobierna a adu:khāsukham, es decir, ‘sin mirar’ o ‘indiferente a’ la maldad y la comodidad. Pero como
un MS. tiene upekṣā no puede ser asumido que hay una diferencia real en este punto entre los dos relatos.
Upekṣā, por lo tanto, es una restauración en la traducción.
11
Pratisankhāya, la restauración de Senart para la lectura imposible de pratisaṃlāya.
ANANGANA-JĀTAKA

malas conductas en acto, discurso y pensamiento, que son difamadores de Āryans y


que mantienen malas visiones, por que han contraído el karma de la herejía, por esa
causa y esa razón, cuando su cuerpo se disuelve al morir y renacen en formas
desoladas en nacimientos de maldad, en ruina, en infiernos. Por otra parte, amigos,
aquellos de buena conducta en acto, discurso y pensamiento, que no son difamadores
de Āryans, que sostienen visiones correctas, porque han contraído el karma de las
visiones correctas, por esa causa y esa razón, al disolverse su cuerpo al morir, renacen
en el cielo entre los devas.”
Así, con su ojo deva, que excede al ojo humano en visión, vio seres muriendo y
renaciendo, siendo justos y viles, siendo malos y nobles, todos alcanzar un estado de
acuerdo con su karma.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, en el guardia de la noche del medio, puso1
su mente en la memoria y el conocimiento de vidas pasadas. Recordó muchas vidas
diferentes, un nacimiento, dos nacimientos, tres, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta,
cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil. Recordó un kalpa de la disolución del mundo,
un kalpa de la evolución del mundo, de hecho, muchos kalpas de disolución, muchos
kalpas de evolución, muchos kalpas tanto de disolución como de evolución. (Recordó
así): “En tal y tal tiempo me llamaba así y así. Yo era el ancestro de tal y tal,
perteneciente a tal y tal familia. Comía tal y tal comida. Tuve tal y tal término de mi
vida, y experimentó tal y tal comodidad y maldad.” Así relató sus existencias
anteriores con lujo de detalle.
Luego, monjes, el Bodhisattva, sin miedo, en la última guardia de la noche, hacia el
amanecer, despertó al “verdadero hombre,”2 el “Gran Hombre,” el “hombre real,”3 el
“hombre heroico,” el “hombre valiente,” el “hombre elefante,” el “hombre león,” el
“hombre de loto rojo y blanco,” el “hombre de loto blanco,”4 el “noble corcel de
hombre,” el “hombre terrible, “el insuperable domador de hombres domables,” el
“hombre intrépido,” el “hombre corajudo,” el “hombre valiente,” el “hombre
benéfico,” el “hombre apasionado,” el “hombre resuelto,”5 el “hombre solitario,” el
Sugata,6 el “hombre consciente,” el “hombre firme,” el “hombre inteligente,” el
“hombre sabio,” tiene que siempre y en todas partes conocer, alcanzar, hacerse
consciente de; él despertó a la insuperable y perfecta iluminación por la visión ganada
en un pensamiento breve. Es decir [entendió] que esto es malo; que esto es el

1
Abhinirharati, en pali abhinīharati. Para una discusión de este verbo ver P. E. D.
2
Estas expresiones son escritas tan literalmente como es posible. Muchas de ellas han ocurridos en pasajes
paralelos. Pero de acuerdo con el estilo extravagante general del Avalokita-Sūtra la lista es mucho más larga
aquí y está elaborada al punto de ser en algunos casos, casi intraducible.
3
Puruṣadravyeṇa.
4
El texto tiene (puruṣa)kumudena y °puṇḍarīkena, pero como ambos denotan un loto blanco, solo uno ha
sido traducido.
5
Prahitātma.
6
Gatimant,
9

nacimiento de lo malo; que esta es la cesación de la maldad: este es el camino1 que


lleva a la cesación de la maldad. [Entendió] que estos son los āśravas; este es el
alzamiento de los āśravas: esta es la cesación de los āśravas; aquí los āśravas son
destruidos sin deshechos ni residuos; son sofocados, desaparecen. [Entendió] que
cuando esto existe, esto pasa; cuando esto no existe, eso no pasa; por el levantamiento
de esto, eso se levanta; por la cesación de esto, esto cesa.2 [Entendió] que como
resultado3 de la ignorancia de los saṃskāras; como resultado de los saṃskāras,
consciencia; como resultado de la consciencia, individualidad;4 como resultado de la
individualidad, las seis funciones5 de los sentidos; como resultado de las seis
funciones de los sentidos, contacto; como resultado del contacto, sentimiento; como
resultado del sentimiento, deseo; como resultado del deseo, codicia;6 como resultado
de la codicia, aparición; como resultado de la aparición, nacimiento; como resultado
del nacimiento, vejez, muerte, pena, lamentación, enfermedad, desesperación y
tribulación. De esa forma viene el alzamiento de esta gran masa de maldad. [Pero él
entendió también] que de la cesación de la ignorancia viene la cesación de los
saṃskāras; de la cesación de los saṃskāras la de la consciencia; de la cesación de la
consciencia la de la individualidad; de la individualidad la de los seis sentidos; de la
cesación de los seis sentidos la de contacto; de la cesación del contacto la de los
sentimientos; de la cesación de los sentimientos la del deseo; de la cesación del deseo
la de la codicia; de la cesación de la codicia la de la aparición; de la cesación de la
aparición la del nacimiento; de la cesación del nacimiento la de la vejez, muerte, pena,
lamentación, enfermedad, desesperación y tribulación. De esta forma viene la
cesación de la gran masa de maldad. Todos los saṃskāras son impermanente,
malvados; todas las cosas7 son sin uno. Este es el calmo, el exaltado, el verdadero e
incambiable estado,8 es decir, el rechazo de cada base de la existencia,9 la sofocación
de todos los saṃskāras, la disolución del fenómeno, el término de los deseos, y sin
pasión, cesación, nirvana.
Luego, monjes, en esa ocasión el Tathāgata dijo este solemne dicho: -

1
Pratipad BSk. = pali paṭipadā.
2
Esto es una explicación general del funcionamiento de causa y efecto, la aplicación particular de la cual la
ética budista se llama dhammā en M. 2. 32.
3
La reconocida fórmula paṭicca-samuppāda, ver V. 1. 1. El término BSk. para la fórmula es paratītya-
samutpāda, ver Divy. 300, 547. Pratyayā, en pali paccayā, se escribe aquí como “el resultado,”.
4
Nāma-rūpa, “nombre y forma.”
5
Āyatana, un término que, aplicado a la percepción, denota la interrelación de sentido-órgano y sentido-
objeto. No es fácil escribir este término con una palabra en inglés, pero “función” puede ser considerado
como la versión correcta, ya que el sentido-órgano solo funciona en la presencia en el correspondiente
sentido-objeto. Ver P. E. D. para referencias a las discusiones de este término.
6
Upādāna.
7
Dharmā, aquí prácticamente identificado con saṃskārā.
8
Comparar con A. 1, 133 y It. 44.
9
Sarvopadhipratini:sarga, comparar con pali sabbūpadhipaṭinissagga.
ANANGANA-JĀTAKA

Justo es el premio de lo honrado; su deseo es cumplido. Rápidamente pasa a


la perfecta paz, al nirvana.
Lo que sea que haga el séquito de Māra contra él1no pueden poner un
obstáculo2en el camino de la virtud.
Los obstáculos3 que se presentan en el camino de un hombre de virtud deficiente no
se presentan en el camino del virtuoso. La concentración última se vuelve fuerte a
través de la acumulación de méritos. A lo que sea que el hombre virtuoso apunte, ya
sea en el mundo de devas o entre los hombres santos, lo logra. O si apunta hacia el
nirvana, el camino inmovible y sin penas donde toda la maldad es sofocada, él lo
logra.
“Con poca dificultad”4 (dijo el Bodhisattva), “He alcanzado5 la suprema iluminación;
he dejado mi pesada carga y he ganado la omnisciencia. Māra fue derrotara, con todo
su séquito; fue reducido a cenizas, llegó a su final;6 mientras yo me paraba bajo el
incomparable árbol bodhi.
Por siete días mientras se sentí en su solitario asiento, miles de koṭis de devas le
rindieron homenaje. Sobre su asiento esparcieron polvo de sándalo y flores de coral.
Sobre eso, instrumentos musicales celestiales sonaban. Luego, los devas de arriba
esparcieron polvo de sándalo, de aloe, del celestial keśara del celestial tamāla.
Tiraron flores del coral, del celestial y gran coral, del gran rocamāna, del bhīṣma, del
samantagandha, del gran samantagandha, del manjūṣaka, el gran manjūṣaka, las
flores celestiales de pārijātaka, flores de oro,7 de plata, de todas las joyas preciosas.
Aparecieron en el cielo treinta mil celestiales y enjoyadas sombrillas 8 que le daban
sombra al cuerpo del Conquistador, que era como una roca cubierta con piedras
preciosas, como un pedazo de oro, bendito con la raíz de la virtud lograda en muchos
koṭis del kalpas.
Luego, monjes, un gran número de devas Śuddhāvāsa se acercó al Bodhisattva, y
habiéndose inclinado a sus pies, se paró a un lado. Reverentemente y
deferencialmente9 se pusieron sus túnicas sobre un hombro y alzaron sus manos
unidas, haciéndole homenaje al Tathāgata. Y, monjes, mientras se paraban a un lado
los numerosos devas Śuddhāvāsa le rugieron a Māra ochenta veces. 10 ¿Cuáles
ochenta) (Le rugieron diciendo) “Oh malvado, ¿no consideraste estas cosas y te las

1
Literalmente, “frente a él,” purato.
2
Antarāya.
3
Vighnā, para el término más usual nīvaraṇāni.
4
Sambhāra, otra expresión inusual. Más usual en nuestros textos es sañcaya y otro compuesto de -caya. El
pali usa abhisankhāra.
5
Sparśitā.
6
Antaka, también un epíteto de Māra; ver P.E.D. para las referencias.
7
Leyendo suvarṇa para suvana del texto.
8
Leyendo °chatra° para °chata° (sic) del texto.
9
Sapratīsa.
10
Literalmente “de ochenta formas.”
11

dijiste a ti mismo? ‘Verdaderamente, no veré nuevamente a nadie entre los devas u


hombres renunciando a Gotama el Recluso. Ahora me iré con Gotama el Recluso.1
Aquí todos los devas de mi dominio se vuelven íntimos compañeros de Gotama el
Recluso. Seres como él tienen conocimiento de sus vidas anteriores. Seres como él
están cerca del nirvana.2 Seres como él están rodeados con radiancia. Seres como él
son de conducta perfecta. Seres como él tienen la experiencia de descender al vientre
de su madre.3 Seres como él experimentan el pararse en el vientre.4 Seres como él
tienen la experiencia del nacimiento. Seres como él nacen en una familia (noble).
Seres como él tienen las (treinta y dos) marcas (de un Gran Hombre). Seres como él
tienen las (ochenta) características menores. Seres como él han cumplido sus deberes5
y están dotados con dharma. Seres como él están dotados con lo que es amoroso.
Seres como él están dotados con bellezas. Seres como él reciben culto y alabanza.6
Seres como él están dotados con buenos caracteres. Seres como él están dotados con
seres reales.7 Seres como él están dotados con completo esplendor. Seres como él
están dotados con la correcta acción de hecho. Seres como él están dotados de la
correcta acción del discurso. Seres como él están dotados con la correcta acción en
pensamiento. Seres como él están dotados con la esencia del ser. Seres como él están
dotados con la esencia más selecta.8 Seres como él están dotado con el infalible
dharma. Seres como él tienen la habilidad de embarcarse hacia la costa de más allá.
Seres como él están dotado con vitalidad.9 Seres como él están dotado con el buen
comportamiento.10 Seres como él están dotados con confianza.11 Seres como él están
dotados con el gran dharma. Seres como él son maestros del mundo.12 Seres como él
son maestros de la investigación del mundo.13 Seres como él son maestros a través de
la investigación14 del mundo. Seres como él están dotados con poderes mágicos. Seres
como él están dotados con condiciones secundarias a la iluminación.15 Seres como él

1
Esto se repite cada vez, pero se omite en la traducción.
2
Nirvāṇasantika.
3
Literalmente, “son dotados con [el atributo de] descender al vientre.”
4
Comparar con Vol. 1, p. 114.
5
Kṛitādhikāra.
6
Kāravarṇasampanna.
7
Sattvasampanna.
8
Sattvasāra. Comparar con M. 3. 69.
9
Yāpanaka, escrito así por Senart, que remarca que el sufijo -ka, como pasa siempre en BSk., tienen una
fuerza abstracta.
10
Cāritra, en pali cāritta.
11
Leyendo con Senart, āśvāsa para āvāsa.
12
Lokasampanna, “dotado con el mundo,” pero no está claro cual es el sentido exacto que se le da a loka
aquí, ya sea “universo,” “este mundo,” o “la esfera de la materialidad.”
13
Lokavicayasampanna, “dotado con la investigación del mundo.”
14
Pravicaya. Con estas dos expresiones, comparar con Dhs. 16 (p. 11) vicayo, pavicayo dhamm avicayo
(buscar el dharma).
15
Bodhipakṣikadharma. Estos dharmas, que en Abhidamma, son dados como 37 en número, son idénticos
con el bojjhangas. Se les menciona, pero no se enumeran en textos más antiguos. El término pakṣita (pali)
se toma como un derivativo de pakṣa, y ha sido versionado ya sea como “estando en el lado” o “formando
ANANGANA-JĀTAKA

están dotados con esfuerzo.1 Seres como él están dotados de energía. Seres como él
están dotados consciencia.2 Seres como él están dotados con concentración. Serse
como él están dotados con sabiduría. Seres como él están dotados con emancipación.
Seres como él están dotados con el conocimiento y la visión de la emancipación.3
Seres como él están dotado con buenos discursos.4 Seres como él están dotados con
(la habilidad) de enseñar el dharma. Seres como él están dotados con (la habilidad de)
enseñar el perfecto dharma. Seres como él están dotados con el conocimiento y la
visión. Seres como él están dotados con ser imperturbables. Seres como él están
dotados con (los poderes de) la protección. Seres como él tienen un nacimiento
adecuado.5 Seres como él tienen un hermoso nacimiento. Seres como él tienen un
excelente nacimiento. Seres como él tienen el mejor nacimiento. Seres como él tienen
el nacimiento más importante. Seres como él tienen un nacimiento pasado en el que
hicieron un voto.6 Seres como él están dotados con resiliencia.7 Seres como él están
dotados con la acumulación8 (de méritos). Seres como él está dotados con apoyo.9
Seres como él están dotado con las condiciones de la iluminación. 10 Seres como él
están dotados con la concentración de cinco partes Āryana.11 Seres como él están
dotado con la concentración de cinco partes Āryana. Seres como él están dotado con
los cinco conocimientos Āryanos.12 Seres como él están dotados con los grandes
cinco conocimientos Āryanos. Seres como él están dotado con la fijación de mente.13

las alas de.” Esta interpretación parece ser apoyada por el hecho de que en BSk. las formas bodhipakṣa y
°pakṣya son más frecuentes que °pakṣika.
1
Utthāna, en pali uṭṭhāna, frecuentemente sinónimo con vīrya (viriya).
2
La Srta. I. B. Horner remarca que en pali sīla, “moralidad” usualmente toma el lugar de sati (smṛiti) en esta
serie.
3
Vimuktijñānadarśana, comparar con el pali vimuttiñāṇa-dasshana, S. 1. 139.
4
Pratibhāna, en pali paṭibhāna.
5
Leyendo yugyotpāda para yogotpāda.
6
Paraṇidhipūrvotpāda.
7
Leyendo niśraya para ni:śreya.
8
Upacaya. No es probable que están palabra tenga el sentido técnico que tiene en la expresión rūpassa
upacaya, “integración de forma” (ver Cpd. 253, Dhs. Trsl. 195). El ítem correspondiente en la lista en p. 259
(texto) es upadhāna y en p. 280, Upacāra, y quizás, la palabra debería ser cambiada a una de esas.
9
Upastambhanakuśala. Kuśala, “con habilidades en,) puede ser tomado aquí prácticamente como sinónimo
de sampannā, “dotado con.”
10
Sambhāra
11
Mientras que los textos sánscrito budistas más modernos tienen la tendencia a multiplicar el número de
samādhis indefinidamente, los textos pali hablan solo de tres o cuatro tipos (ver P.E.D.). Posiblemente la
alusión aquí es a los cinco constituyentes o condiciones de samādhi.
12
El texto tiene jñāti, “realtivo,” pero desde el punto de vista de iluminación jñati es un obstáculo, y está
incluido entre los diez palibodha (Vism. 94). La sugerencia de Senart que jñāti debe ser una formación de jñā
y no de jan es, por lo tanto, plausible, y ha sido adoptada en la traducción. Posiblemente la alusión es a los
cinco súperconocimientos (Abhijñā). Igualmente posible puede ser a una división desconocida de los objetos
de conocimiento. Los textos pali los dividen en cuatro (Ver P. E. D.).
13
Ekāgramana. Comparar con el pali ekaggatā.
5

Seres como él están dotados con la quietud.1 Seres como él aseguran el triunfo sobre
los ejércitos de enemigos. Seres como él están dotados con auto dependencia.2 Seres
como están dotados con la ley3 de la autodependencia. Seres como él están dotado
con la excelente y perfecta ley. Seres como él tienen el logro de mérito a su crédito.4
Seres como él están dotados con el excelente y perfecto logro de belleza.5 Seres como
él están dotado con belleza.
“Oh malvado, estos seres no son fáciles de superar. Mira, Oh malvado, cuán grande
es tu pecado.”
Así, monjes, los devas Śuddhāvāsa, parados a un lado rugieron ochenta veces al
malvado Māra.
El Exaltado relató esto cunado se estaba quedando cerca de Rājagṛiha en el Monte
Gṛiddhakūṭa. Y mientras se estaba dando la exposición, los corazones de quinientos
monjes se liberaron tranquilamente de los āśravas, y felices se regocijaron con las
palabras del Exaltado.
Aquí termina el sūtra llamado Avalokita.

EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA


Así he escuchado. Una vez el Exaltado se estaba quedando en Veśālī en la arboleda
de Āmrapālī,6 con una gran compañía de monjes y una gran multitud de
Bodhisattvas.7 Luego un monje, llamado Viśuddhamati,8 se levantó de su asiento, y,
poniendo su túnica sobre un hombro, se arrodilló en el suelo con su rodilla derecha.
Extendió sus manos unidas para saludar al Exaltado, y le dijo, “Que el Exaltado
cuente lo que vio cuando, como un Bodhisattva, vino al árbol bodhi y se paró en el
trono bodhi9y, por el beneficio y el bienestar de todo el mundo, hizo su análisis.10

1
Araṇāsampanna. El uso de araṇa muestra la confusión entre dos etimologías. Puede significa “remoto,”
“solitario” de la raíz ṛi, donde el védico araṇya y el pali arañña, y así ha sido versionado en Vol. 1, p. 130.
Puede ser considerado como un compuesto de a y raṇa, “pelea,” y así significa paz.
2
Svayambhū.
3
Dharmatā, en pali dhammatā.
4
Kṛitapuṇyatā, en pali dhammatā. (D. 3. 276).
5
Belleza, varṇa, no parece están en ninguna otra parte como un logro (sampadās).
6
Ib., p. 216, n. 2.
7
Esto definitivamente marca el sūtra como una obra Mahāyānista.
8
Aparentemente no es mencionado en ninguna otra parte.
9
Bodhimaṇḍa, “la esencia de la iluminación,” pero posiblemente maṇḍa aquí es por maṇḍala.
10
El texto tiene simplemente “dijo lo que analizó.” El sūtra obviamente derita su título de avalokita en su
sentido primario de “analizar,” o “mirar.” Hay muchas alusiones en el Mhvu. a esta acción de parte del Buda
o Bodhisattva. Es también aludido a un comienzo del primer Avalokita – sūtra. Subsecuentemente la palabra
se volvió parte del nombre del gran Bodhisattva del budismo del norte, Avalokiteśvara, y la última por un
5

Esto será por el bien y la felicidad del mundo, conferirá compasión en el mundo, y
será por el bien de la gran multitud, y por el bien y el bienestar de devas y hombres
de los Grandes Seres, los Bodhisattvas. El gran mundo de dharma1 será establecido2
y la comodidad asegurada.”3
Y en esa ocasión el monje Viśuddhamati recitó estos versos: -
Oh Luz del mundo,4infinito, libre de pasión, ‘Cómo cruzaste el Nairañjanā
por el bien de todos los seres vivientes?
Declara, Oh poderoso héroe, Tathāgata, gran sabio, cuales presagios había
mientras el Mejor de los Hombres cruzaba.
Oh Luz del mundo, ¿Cómo era el trono de bodhi adornado por ti? Esto te
ordeno que me digas, Oh bueno y benévolo.
Y, Oh Monumento del mundo,5 dime como ganaste la suprema iluminación, y
como golpeaste al Hijo de la Oscuridad6 y su séquito.
Oh, auto dependiente, Verdadero Ser, sin superior, declara cuáles son tus diez
poderes…7
“Con8 el poder de tu magia iluminaste los diez cuartos del mundo, O líder de la
Caravana, Oh Gran Sabio, honrado miles de veces por hombre y dioses.9 Tu caminas
como el rey de los cisnes, blanco como la nieve, puro, de la familia de Dhṛitarāṣtra
de cisnes,10 el mejor de Suras cuyo cuerpo no conoce preocupación. Tú viajas de
región en región, vagando por los grupos de devas, Asuras, Nāgas, Yakṣas y las
residencias de los dioses, haciendo que sus pilares dorados se ven sosos. Igual que
como un disco de oro supera a un pilar quemado11 así el Maestro supera a todo el
mundo. Eres una flor en nacimiento; tu cuerpo está incrustado con las marcas de la
excelencia como el cielo está cubierto con estrellas. No hay límite12 para los cientos
de miles de méritos que se acumulan al decir el nombre de un Sugata, aunque sea una
vez. No hay nadie igual a él en todo el mundo. Entonces tu iluminas las diez regiones

proceso de interpretación se volvió al chino Kuan Yin. (Para discusiones y referencia ver E. J. Thomas: La
historia del pensamiento budista, p. 189, n., y Har Dayal, op. Cit., pp. 47-8.)
1
Dharmaloka.
2
Literalmente “hecho,” kṛita.
3
Literalmente “dado,” datto bhavati.
4
Lokapradyota.
5
Lokasya cetiya.
6
Kṛiṣṇabandhu, es decir, Māra.
7
Laguna.
8
El encomio de Viśuddhamati continuó en prosa.
9
Maru.
10
Refiriéndose a la familia de haṃsas, “cisnes” o “gansos” a los que pertenecía Dhṛitarāṣtra (Dhataraṭṭha),
rey de los haṃsas (Ver D. P. N.).
11
Yathaiva dagdhāṃ sthūṇāṃ suvarṇabimbaṃ abhibhavati. El simili es oscuro.
12
Koṭi parā na vidyati.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

por todas partes, como el sol en el cielo. Tu cuerpo, Oh Daśabala, libre de lo que es
asqueroso, está adornado con las treinta y dos marcas de excelencia como un abrigo
de malla, y es brillante como la luna en el mes de Kārtikka. 1 Como las estrellas con
miles de rayos son los seguidores del Maestro, por quien la voz del Exaltado, perfecta
en sus miles de tonos y dotada con cinco cualidades, y su discurso son comprendidos.2
Desde la boca del Exaltado sale un olor a sándalo. Mantiene el inmensurable, sin
límites e infinito campo Buda. Cura3 la aridez4 de la malicia y la estupidez. Si todos
los tres mil mundos estuvieran llenos de montañas de mostaza, sería posible, al
tomarlos uno a uno, contar las semillas. Pero no es posible contar las infinitas criaturas
en las diez regiones que huelen y perciben el aroma del sándalo del Exaltado. Tu estás
en un estado de paciencia;5 eres sabio, sin igual, un héroe con gran compasión,
majestuoso y poderoso, un sanador de los seres, un salvador, sin manchas, digno de
ofrendas de aquellos que vienen a tu refugio, un Conquistar eminente, uno con
Autodependencia.6 ¿Quién puede tener suficiente alabanza para ti? Tan inmensurable
es tu poder. Que vayamos al lugar de belleza innegable, donde la pasión está quieta,
donde el corazón está en paz, al refugio, a ti7 el victorioso, el invencible. Puede ser
posible para un viajero alcanzar el límite del8 aire y el del mar; no es imposible
alcanzar el límite de medida del poder del Conquistador. Así que instinto con poder
es el Buda perfecto. Te suplico, León, Señor de hombres, el Daśabala, en Infinito, Oh
héroe, cuya pasión está quita, explícame en una respuesta a mi pedida, que es el
corazón en paz por el conocimiento, y un mundo puro libre de ataduras.
Por miles de koṭis de kalpas, por un infinito e impensable tiempo, el
Omnisciente, el supremo de los bípedos, pasó en búsqueda del bien.
El siguió la caridad, moralidad, paciencia y las meditaciones, y practicó la
sabiduría en vidas pasadas por muchos miles de koṭis de kalpas.
El brillo de fieras gemas, de rayos de luz en el cielo y de las estrellas se
rompieron.9

1
Octubre-noviembre. Aquí escrito Kārtika.
2
Esta frase está tan corrupta que sería justificable omitirla en la traducción. La traducción ofrecida se basa
en el intento de Senart por restaurarla, el que él admite no lo deja satisfecho. Su corrección de pañcapurā a
pañcaguṇo parece ser justificada por la alusión en Vol. 1, p. 315 (texto) de las cinco cualidades de la voz de
Buda.
3
Literalmente “aliados,” sameti = śameti.
4
Khila, corregido a khīla, o, mejor quizás, unido al compuesto khiladoṣamosham. Para este uso de khila,
literalmente “tierra improductiva,” comparar con su uso similar nen pali, donde los khilas son tres en
número, rāga, “pasión,” siendo agregada a los dos de arriba y M. 1. 101, donde la alusión se hace a los cinco
cetokhilā.
5
Kṣāntibhūmi.
6
Estos epítetos son vocativos en el texto.
7
Tvā para tvām.
8
Kṣapetum, causativo de kṣip, una extensión del uso de esta forma para denotar el “pasar” del tiempo.
9
Jihmavarṇa, “ de color sucio.”
7

No hay deva, ni Nāga, ni Yaksa, ni Kumbhāṇḍa, ni Rākṣasa, cuyo cuerpo sea


como el mío, Oh Líder de hombres.
“Honrado por Suras y Asuras, venerado, alabado y reverenciado eres tú, Oh Gran
Sabio, que trae la Luz, Señor de los bípedos, noble esencia del ser, hombre Toro,
Monumento de hombre. El círculo de pelo en la frente del Exaltado, entre sus cejas,
brilla como el sol; es brillante como la luna en el mes de Kārtikka, cuando está llena.
Los ojos azules del Líder brillan como el brillo del loto azul, perfecto, brillante y
lustroso. Los dientes del Señor de hombres y mujeres, que son una alegría para la
vista1, perfectos y blancos, bien desarrollados y parejos, como la nieve pura,
encuentran un lugar adecuado2 en tu boca es limpio como un pétalo, Oh Daśabala. La
lengua del Maestro, del Líder, cubierta con líneas gentiles y delicadas, y que tiene un
excelente sentido del gusto, tiene el brillo de un joven capullo; es divino, y gratificante
para los hombres. Su ancha frente, sus cejas y su cara, brillan con radiancia como la
luna. Oh Daśabala, el cabello azul oscuro en la cabeza del Exaltado está bien
ordenado. Oh León Śākyano, tu cuello brilla como la concha dorada, como dividiendo
el cuerpo del Conquistador.3 El cuerpo del Exaltado, con su pecho como el de un
león,4 no puede romperse.5 Tu iluminas todas las regiones del mundo. Oh tú, cuya
elocuencia es inimitable, Oh tú, mar incomparable (de elocuencia), haznos entender
la maduración de nuestro karma mientras dices estas palabras. El mundo entero te
honra, yendo6 había ti en súplica con sus manos unidas.”
Cuando el monje Viśuddhamati hubo hablado, el Exaltado le dijo, “Es bueno para ti,
Oh monje, es bueno para ti que pienses que al Tathāgata se le debería pedir este favor.
Brillante es la radiancia de tu discurso, Oh monje, y buena es tu reflexión de lo que
te ocurrió7. Entonces, también, los frutos del karma se vuelven claros8 para estos
jóvenes caballeros9 que dominarán esta exposición del dharma. No caerán en los
poderes del malvado Māra. Ni los seres humanos ni los demonios tendrán una
oportunidad10 (de dañarlos). ¿Y por qué? Por que estos monjes, estos seres, en nombre

1
Literalmente, “que producen placer,” sukhajanana, sc. Para aquellos que los miran.
2
Saṃrocate, “elegido,” “encuentra placer en.” Comparar con el pali saṃrocate.
3
El texto aquí no puede estar correcto. Se lee yathā ovāha (v.l ovāhāya) ca jina samā, que puede ser
corregido a, “es (tu cuello), Oh Conquistador, es como el ovāha.” Pero no se conoce ningún sustantivo
ovāha. El Dr. W. Stede, que muy amablemente le permitió al traductor consultarle sobre este pasaje, hizo la
ingeniosa sugerencia que ovāha (ovāhāya) debería ser leído ovahā (ovahāya) e interpretado como “un
samprasāraṇa contaminado de vyavadhāya de la raíz dhā, “dividir.” Obviamente el Dr. Stede, obviamente,
no asume que su corrección sea completamente cierta. Pero definitivamente parecería estar en las líneas
correctas, por que necesitamos el segundo yathā en la oración de una expresión verbal que corresponde
más o menos a śobhe con el primero.
4
Siṃhārdhapūrva. Una de las “32 marcas.”
5
Literalmente “dividirse,” abhedya.
6
Āvarjita BSk. = Pali āvajjita.
7
Leyendo pratibhāyati = °bhāti, impersonal para °bhāsi, “aparecer” (en la mente), “parecer bueno.”
8
Pratibhāyanti, el uso personal del mismo verso.
9
U “hombres del clan,” kulaputra.
10
Avatāra.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

de quien tu preguntaste esto respecto a los Bodhisattvas, los Grandes Seres, han
acumulado1 una noble raíz de bondad. Es por el bien de todos los seres, monjes, que
tú piensas que debes preguntarle al Tathāgata acerca de los Bodhisattvas, los líderes
del mundo, que se paran entre todos los seres pre eminentes por conductas. Oh
monjes, es por bien de todos los seres vivos que tu cuestionas al Tathāgata acerca de
los Bodhisattvas, los Grandes Seres, líderes del mundo, que son los mejores en las
artes de disipar y esparcir por todas partes. Oh monjes, es por el bien de todos los
seres que tú preguntas al Tathāgata acerca de los Bodhisattvas, los Grandes Seres,
líderes del mundo, que son eminentemente devotos a la liberalidad, paciencia,
meditación y sabiduría.”
Y en la ocasión el Exaltado recitó estos versos: -
Cunado bajé desde Tuṣita, la residencia de los devas, y en la forma de
un elefante con seis trompas, entré al vientre de la reina jefa del rey,
entonces los tres mil mundos temblaron.
Entonces la dorada radiancia iluminó los tres mil mundos, incluso el
cielo más alto, cuando el Conquistador, en posesión de sí mismo, entró
al vientre.
Śakra, con sus cien mil, y koṭis de los reinos de Brahmā, vinieron a
rendirle honor de día y de noche, y nunca se iban sin que los echaran.
Cien mil instrumentos musicales tocaron en el cielo, que estaba lleno
de todos los devas. Dejaron caer polvo celestial de sándalo y otros
sostuvieron banderas y sombrillas en sus manos.
(Ellos)2 tiraron hermosas flores celestiales del loto azul, abejas y
faisanes, y guirnaldas doradas, cuando el Conquistador, auto poseído,
entró en el vientre.
Cuando el Buda, el más tranquilo de los seres, nació el señor de los
devas con entusiasmo le trajo una vestimenta especial, brillante,
sedosa, y que resplandecía como el oro de Jāmbūnada.3
Y cuando el Bodhisattva se paró en el suelo dio feliz siete pasos y dijo,
“Miren, pondré un final incomparable en el mundo a la vejez que trae
a la muerte en su tren.”
Entonces la tierra tembló seis veces, y una radiancia fue derramada
en todas las direcciones. Las voces celestiales cantaron en el cielo y
ocho mil devas aparecieron.

1
Literalmente, “vivido,” carita.
2
Hay una laguna en el texto aquí, que representa el sujeto del verbo pravarśi, “llovió.”
3
Nombre del oro que supuestamente se encontraba en el rio Jambu (Jambū), un increíble rio que sale del
Monte Meru. (M. W.)
9

Los devas tiraron desde el cielo polvo de sándalo, brillante y dorado.


Los devas,1 felices y emocionados, cubrieron al Bodhisattva con flores
del coral.
Cuando el Bodhisattva del mundo2tenía veintinueve años, y había
alcanzado la madurez,3 renunció a su reino y los siete tesoros,4 y se
puso la túnica amarilla.
El sabio Bodhisattva dejó su hogar, y por seis años vivió de
austeridades. Entró en el dominio de Magadha, y ahí la hija de un jefe
de la villa lo vio.5
Exultantemente el Bodhisattva tomó el jarro dorado, que brillaba con
las gemas, estaba perfectamente formado6 y completamente hermoso
y luego el Sabio enjuagó (su boca).
Ella le dio comida que era exquisitamente sabrosa y fragante. Luego
muy conmovida hizo una resolución7 diciendo, “Que me convierta en
un Buda equipado con las (treinta y dos) marcas.
“Abandonando este estado básico de deseo,8 que viva la pura y
sagrada vida. Que renuncie a los placeres de los sentidos, la fuente de
la maldad, la raíz de la pasión, y siga a los Budas que han destruido
la corrupción y están libres de deseos.”
Y cuando, feliz en su corazón, la hija de Senāpati dijo estas palabras
en verso, sostuvo sus manos unidas en adoración al Bodhisattva, lloró
y dijo: -
“Gran ganancia tiene Bimbisāra bien ganada, mi Señor; el ha ganado
libertad de su pena y tu conocimiento crece. Por que en su reino se
para hoy el Bodhisattva que ganará la incomparable iluminación.
“Después de comer la comida que le dí, Krakucchanda, el
autodependiente se fue al árbol, el monarca de todo lo que crece,
irradiando los diez cuartos alrededor como un poste de sacrificio
hecho del oro de Jāmbūnada.

1
Maru.
2
Jagad.
3
Paripācayitvā.
4
Es decir, de un rey universal o Cakravartin.
5
Es decir, Sujāta.
6
Aṣṭāngupeta, “teniendo ocho partes o esquinas,” es decir, estando completo. Comparar con el uso de
aṭṭhaṃsa en pali, “teniendo perfecta simetría.”
7
Chanda. Para ejemplos de mujeres, después, por supuesto, de un cambio de sexo, que se convierten en
Budas, ver Lotus c. 11 y el Karaṇḍavyuha, ambos citados por E. J. Thomas, op. Cit., pp. 183, 193.
8
Iṣṭibhāva.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“Y él que fue llamado Konaka y era muy digno de ofrendas, fue al


trono bodhi luego de comer mi comida, de corazón sublime, inmovible,
su cuerpo cubierto1 con las treinta y dos marcas.
“Él, también, que se llamaba entonces Kāśyapa, cuyo cuerpo era
como el oro Jāmbūnada, el sabio, la esencia del ser, autodependiente,
fue al noble árbol, el monarca de todo lo que crece, luego de haber
comido mi comida.
“Y todos los insuperables, dignos de ofrendas, que serán en un
auspicioso kalpa, sabios, con la corrupción destrozada y libres de
deseos, podré ser capaz de alabarlos a todos por mi incomparable
iluminación. No deseo nada más.”
Y los devas en el cielo cubrieron al Bodhisattva con (polvo) de sándalo
mientras la hija de Senāpati emocionada con alegría por lo que había
ganado, dijo (estos) versos.
Y Sujātā, concibiendo un amor puro por el Bodhisattva nuevamente
recordó2 sus vidas pasadas, y dijo, “Miles de koṭis de nayutas de
Budas comieron mi comida y siguieron a pie al árbol bodhi.”
Cuando el Bodhisattva había ido al rio Nairañjanā paró por un momento. Con las
parejas palmas de sus pies3, hizo la tierra temblar. Y en una ocasión el gran temblor
fue terrorífico, te ponía los pelos de punta. Por que por el gran temblor el gran sistema
de tres mil mundos fue aplanado como la palma de una mano. Y Sumeru,4 el monarca
de las montañas, las montañas de Cakravāḍa y Mahācrakavāḍa, las siete montañas,
Nimindhara, Yugandhara, Iṣāndhara, Khadiraka, Aśvakarṇa, Vinataka y Sudarśana,
sin el continente, y otras montañas Kāla5 descendieron al suelo por el poder del
Bodhisattva. Los grandes océanos fueron violentamente y perceptiblemente
movidos.6
Nuevamente, en esa ocasión el gran sistema de los tres mil mundos estaba cubierto7
con cientos de miles de lotos de oro de Jāmbūnada, del tamaño de una carreta, con

1
Sphuṭa.
2
Smaresi, tercera persona.
3
Una de las treinta y dos características de un Mahāpuruṣa.
4
Generalmente Meru en Vol. 1, una montaña en el centro del mundo. En Pali también se llama Sineru,
Hemamery y Mahāmeru (D.P.N.). Cada Cakravāḍa tiene su propio Sineru rodeado por siete montañas que se
llaman igual. Estos nombres también son dados en Divy. 217, y son prácticamente idénticos con los nombres
pali.
5
O “Montañas de tiempo,” montañas míticas, localizadas, en los textos pali en Himayā. (D.P.N.) El término
es versionado por Kern (S.B.E xxi, p. 33), “montaña Kāla,” pero en la página 286, “elevación de los puntos
cardinales,” la explicación siendo, de acuerdo a él que, “los puntos de elevación y reducción se llaman
parvata, giri, etc.”
6
Literalmente “se movieron (y) fue percibido.”
7
Sphuṭa. Esta palabra ocurre frecuentemente en lo que queda de este pasaje.
11

cientos de miles de hojas como el berilio azul, con flores del coral blanco (y)
amarillas1 śirigarbhas.2 Y una gran radiancia en forma de cuadrados apareció, y en
esta radiancia los terribles infiernos se volvieron tranquilos. Todos los habitantes del
infierno se pusieron felices. Todos los que renacieron como brutos se volvieron
felices. Todos los habitantes del mundo de Yama3 se volvieron felices y amistoso, por
el poder del Bodhisattva. El gran sistema de los tres mil mundos fue bañado por la
gran radiancia.
Nuevamente, en esa ocasión, todas las residencias de los señores de devas, Nāgas,
Yakṣas y Garuḍas, en el gran sistema de los tres mil mundos, radiantes como eran,
parecían faltos de luz.4 Por todas partes se hicieron conscientes del logro del
Bodhisattva de su verdadera personalidad.5
Nuevamente, en esa ocasión todos los devas, Nāgas, Yakṣas, Gandharvas, Asuras,
Garuḍas, Kinnaras y Mahogaras6 ya no encontraban alegría en sus propios hogares,
por el poder del Bodhisattva. Incapaz de soportar la radiante gloria del Bodhisattva,
fueron todos al trono bodhi llevando flores, guirnaldas, perfumes, sombrillas,
banderas, instrumentos musicales, incienso y ungüentos.
Nuevamente, en esa ocasión, en los incontables, infinitos campos Buda, los
Bodhisattvas de extremada hermosura se pararon en el cielo, usando vestimentas
celestiales y llevando lotos celestiales azules, rojos y blancos.
Nuevamente, en esa ocasión, este gran sistema de tres mil mundos, desde la superficie
de la tierra hasta las residencias más altas, estaban llenas de cientos de miles de lotos
de oro Jāmbūnada, del tamaño de una carreta, con palancas de berilio azul, y un sin
número7 de filamentos amarillos como la gema de acacia, y por la llegada de los
Bodhisattvas, Nāgas, Yakṣas, Asuras, Garuḍas, Kinnaras y Mahoragas. Luego el
Bodhisattva cruzó el rio Nairañjanā en frente del gran grupo de devas. Y en esa
ocasión ochenta koṭis de sombrillas hechas de oro de Jāmbūnada aparecieron y se
pararon sobre el Bodhisattva, y ochenta koṭis hechas de plata, ochenta koṭis hechas de
esmeralda, y ochenta koṭis hechas de “piedra elefante,”8 ochenta koṭis hechas de rubí,
y ochenta koṭis de hechas de gemas. Y ochenta koṭis de Nāgas, cada Nāga atendido
por ochenta koṭis de Nāgas que llevaban rojos jazmines se acercaron al Bodhisattva y
lo alabaron, por el mérito que habían acumulado anteriormente.

1
O “rojizas.”
2
Para śrīgarbha, nombre de una piedra preciosa, ver BR.
3
Yāmalaukika.
4
Literalmente “una radiancia (como eran) estaba sin radiancia.”
5
O “de la alcanzada personalidad del Bodhisattva.”
6
O “grandes serpientes,” y por lo tanto practicamente idénticas con las Nāgas.
7
Ayutaśo.
8
Hastigarbha. Este y otros nombres compuestos de piedras preciosas son analiticaménte versionados
cuando el nombre en inglés correspondiente no puede ser encontrado.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Luego Kāla, el rey Nāga, atendido por su gente, se levantó de su lugar, se acercó al
Bodhisattva, inclinó su cabeza a sus pies, extendió sus manos unidas hacia él y
mirándolo, le habló en verso.1
Cuando el Bodhisattva, confiado en su búsqueda por la iluminación, vino a
Nairañjanā alcanzo el pie del árbol bodhi,
En el que bandadas de varios pájaros estaban cantando; que estaba rodeada
por hermosas plantas y cubierto con flores y frutas, llegando al número de
tres mil.
Donde esas Luces del mundo,2 Krakucchanda, Konākamuni, y el gran sabio
Kāśyapa, vinieron y alcanzaron la iluminación.
A ese lugar ha llegado la Luz del mundo, la guía del Mundo, él que es el
principal sabio de los Śākyanos, familiar del sol.3
Los grupos de devas todos regocijándose y felices hicieron esta tierra una
ondulante nube de flores.
Los devas Śuddhāvāsa viniendo de sus propias residencias, se juntaron y
reverentemente adoraron al Bodhisattva, la guía del mundo.
Adornaron el árbol bodhi con flores celestiales y terrestres del coral.
Todos los árboles de enfrente alabaron y se incliinaron frente al trono bodhi,
porque es el noble lugar a donde iban los antiguos Budas.
Y las diosas que vivían en el árbol en el trono bodhi hablaron en la lengua de
las hadas4 cuando vieron al Bodhisattva.
Ella ondeó su vestimenta y dejó caer polvo celestial de sándalo; con un polvo
celestial de gema cubrió al valiente Hombre.
Los vientos que tenían su hogar en los cuatro cuartos, fragantes de varios
aromas celestiales y terrenales, soplaron en el trono bodhi.
Brillantes instrumentos musicales en el cielo tocaron diversas canciones,
haciendo hermosas y encantadora música.
Se hizo una gran radiancia por los rayos del trono bodhi, y dentro de poco
todo el mundo de los devas se bañaba en ella.

1
No estos versos que le siguen, que son un recuento tradicional de las maravillas que llegaron al bodhi. La
aparición de Kāla es, obviamente, un incidente en este episodio.
2
Lokapradyotā.
3
Ya sea figurativamente, como arriba, o literalmente “familia de Āditya” (= el sol), en pali Ādicca, el nombre
del clan de los Śākyanos. El epíteto se usa recurrentemente para referirse al Buda.
4
Ghoṣesi amānuṣam.
13

Las mansiones enjoyadas de los devas palidecieron1 por los dorados rayos
del Bodhisattva.
Miles de devas majestuosos, parados en el cielo, cubrieron al Bodhisattva con
flores del coral.
Escuchando la incomparable voz del gran Sabio, Kāla el Nāga, atendido por
sus doncellas Nāga, estaba feliz, agradecido y deleitado.
Abandonando su comodidad celestial y el disfrute de sus diversiones, vino y
escaneó los cuatro cuartos y miró al hombre Valiente.
Feliz adoró al Bodhisattva, que era como el sol que se elevaba en el cielo con
sus rayos, y le habló así: -
“Oh hombre Supremo, como eran las marcas de los antiguos Budas, las de
Krakucchanda, de Konākamuni, el supremo de los hombres, y de Kāśyapa,2el
Conquistador, Tathāgata, pre eminente de hombres.
“Los pies de estos grandes sabios eran parejos, cubiertos con diseños de
redes,3 bien formados, adornados con diseños de ruedas. Las plantas de sus
pies eran brillantes con esvásticas.
“Alzados con los dedos siempre hacia la derecha, los pies de los salvadores
del mundo iluminan la brillante tierra mientras ellos caminan.
“Sin ataduras en los pies eran los salvadores; sus tobillos y pies cuando
rozaban4 no brillaban.
“Los pies de los salvadores del mundo que pasean sobre la brillante tierra
tienen largos dedos, uñas color cobre, diseños de redes y (otras)
características.5
“Sus piernas eran como las del antílope, sus rodillas y tobillos bien cubiertos
tenían el color de la acacia; así eran los benefactores del mundo.
“Los brazos de estos grandes seres eran como la trompa de un elefante, sus
bustos como los de los leones, como la circuferencia de una higuera.

1
Literalmente “se pusieron pálidos.”
2
Estos nombres son locativos.
3
Jālāvanaddha.
4
Sughaṭṭita, puede ser un recuerdo del pali ugghaṭṭa, en la expresión ugghaṭṭapādo, “con el pie hinchado,”
en Sn. 980, J. 4. 29, 5.69, aunque Fausböll y Hare lo escriben como “pies hinchados.” P.E.D. remarca que
ugghaṭṭa debe ser cambiado a ugghaṃsati de ghaṃsati, Sk. Gharṣati, “frotar,” aunque Budhaghosa explica
la forma como participio o adjetivo de ghaṭṭeti, “tocar”; la forma del Mhvu, muestra la misma derivación. La
frase completa es obscura. Es posible que sea una alusión a la línea anterior, es decir, tobillos y dedos
“frotados” no brillan, por que no hay metal de los grilletes que lo provoque.
5
Utsada.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“El brillo de sus pieles doradas eran como el oro. Sin doblar sus cuerpos
podían tocar sus rodillas con las manos.
“Sus cinturas eran redondas y llenas como las de el rey de las bestias; sus
órganos masculinos eran cerrados como una vaina.
“Sus conductas eran limpias.1 Sus rodillas estaban bien hechas. Los Budas
tenían grandes ombligos.
“Sin polvo eran los cuerpos de estos grandes sabios; suaves de piel eran estos
salvadores. Y así es el Señor.
“Los pelos de sus cuerpos crecían hacia arriba en columas, cada pelo
separado, azul oscuro, creciendo hacia la derecha. Así tiene el Señor, el
Salvador del mundo.
“Sus hombres eran redondos, y sus cejas, igual como son las del Valiente. El
salvador tenía extremidades divinas; estas eran sus características.
“Sus brazos eran como una serpiente,2 se engrosaban gradualmente.3 Así
eran los grupos de Nārāyaṇa,4y así es el Señor.
“Tienen uñas largas y de color cobre, como la montaña del monte Kailāsa.
Sus cuerpos eran extremadamente brillantes con sus signos y marcas.
“Sus cuellos eran como conchas, gradualmente engrosándose.5 Estos
salvadores tenían las maldíbulas de un león, y tenían el más delicado sentido
del gusto.6
“Cuarenta dientes redondos tenían estos grandes sabios. Sus dientes eran
blanco brillante, igual como lo son los del Señor.
“Podían cubrir sus caras con sus delgadas y largas lenguas;7 con ellas lamían
las puntas de sus orejas y sus narices.

1
Odātaṃ ācāram. Como se están describiendo características físicas aquí podríamos esperar alguna palabra
como udaraṃ, “vientre,” en vez de ācāraṃ, especialmente como odāta, “blanco,” “limpio,” generalmente
se aplica a las cosas físicas. Pero debe ser notado que śucisamācāra, “conducta pura,” se encuentra entre
anuvyañjanāni.
2
Es decir de grosor más o menos similar.
3
Literalmente “elevándose grandualemnte,” anupūrvaṃ anuddhata.
4
Nārāyaṇa, hijo de Nāra, el hombre original, identificado con Brahmā, Viṣṇu o Kṛiṣṇa, debe ser aquí más que
un epíteto honorífico convencional.
5
Samudgata, ver n. 3.
6
Rasarasāgrin, comparar con el pali rasaggasaggita.
7
Comparar con Sn. 1022.
15

“Ocho cualidades1 tenían las voces de aquellos grandes seres, que tenían
completa percepción de las verdades que deben ser conocidas para todos los
seres vivos.
“Sus voces eran divinas;2sus voces eran como el llanto del cuco. El sonido de
sus voces era como el de una batería; sus voces eran agradables.
“Como brilla el loto dorado de miles de rayos, así brillan las caras de los
salvadores, los familiares del sol.
“Grandes y azules eran los ojos de los grandes sabios; sus narices
prominentes brillaban como postes sacrificiales.
“Entre las cejas de los grandes seres había brillantes lunares, suaves como
el algodón.
“Sus caras eran grandes (orbes de) fuego, como la luna cuando está llena o
como las gemas; todas las regiones se iluminaron por ellas.3
“Azules eran sus cabellos, y suaves como el kācilinda, cada cabello hacia la
derecha; también así es la del Señor, el Salvador del mundo.
“Los salvadores tenían turbantes en sus cabezas,4igual como la del Señor.
Sus cabezas no podían ser miradas por Suras ni Asuras.
“Los Budas con sus rayos superaban a los espléndidos,5como la luna es
superada en esplendor por el rey de la luz.”
Y cuando él6había visto estas y otras señales, y todas las marcas del
Bodhisattva, dijo estas palabras: -
“Dado que estos devas han emergido para hacerte honor, no hay duda, Gran
Hero, que este día te convertirás en un Buda.
“Con el arma de la sabiduría en tu mano, tu calmadamente romperas los
grilletes de Māra, la trampa insuperable, deseando, el conducto que lleva a
la existencia.7

1
Aṣṭānga.
2
O “como la de Brahmā,” brahmasvara.
3
Literalmente “brillaron por ello,” tāya, el pali de sā, aunque no hay un sustantivo femenino en la oración al
cual se pueda referir el pronombre.
4
Uṣnīṣaśīrṣa, la traducción en el Volumen 1, “sus cabezas tenían la forma de un turbante,” no parece
apropiada en vista de la siguiente oración.
5
Sc. Los devas.
6
Es decir, Kāla.
7
Bhavanetrī.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“Hoy, Oh Supremo de Hombre, habiendo alcanzado la iluminación, te


liberarás de la pasión que queda en todas partes.1
“Exactamente como la túnica,2 el manto,3el pocillo y el color de la túnica de
arriba4 que yo he visto que estos salvadores tenían, son tuyas, Oh Salvador
del mundo.
“Todos los hombres se vuelven hacia ti en saludos reverencias cuando tu te
muestre como un león. En este día te convertirás en un Buda.”
Parados en el árbol bodhi, firmemente y energéticamente produjo una
concentración que era inmovible como una roca y como la de un
Conquistador.
Y cuando él había escuchado estas palabras habladas por Kāla el Nāga, feliz
y emocionado fue al pie del árbol bodhi.

El poderoso Kāla, el Nāga, escuchando la incomparable voz del Bodhisattva,


se paró rápidamente de su lugar.5
Y levantando sus manos unidas,6 él alaba al heroico mientras iba hacia el
árbol bodhi.
“Que las brizas siempre soplen gentil y agradablemente, cargados con
aromas fragantes y encantadores, que no son ni muy calientes ni muy fríos.
“Que los devas hagan llover en él una lluvia de flores. Así será tu soledad,
Oh Sugata, mejor de los bípedos.
“Manteniéndote a tú derecha, avanza, Señor, feliz, emocionado,
regocijándote, alegre, radiando felicidad.
“Y casi mil instrumentos musicales eran tocados por las multitudes de devas
en el cielo, tú, emocionado, feliz, alegre y entusiasta te convertirás en un
Buda, único en el mundo.
“Y casi no había radiancia, y las mansiones celestiales palidecieron, y la
tierra tembló seis veces, este día te convertirás en uno que es
incomparablemente digno de ofrendas.

1
Literalmente, “cubierto en lujuria,” kilesapariveṣṭita.
2
Sanghāṭī, en Pali y BSk.
3
Paṭa.
4
Cīvara.
5
Un extracto de otra versión de la historia de Kāla.
6
Añjaliṃ pragṛihītvāna daśapūrṇāngulin, es decir, el añjali consistía en diez dedos, que es una descripción
de este saludo, es decir, los diez dedos juntos y levantados hacia su cabeza.
17

“Y casi como los devas ondeaban sus guirnaldas cuando las terribles filas de
Māra fueron rotas, y sostuvieron sombrillas y banderas, y no tengo duda que
hoy te convertirás en un buda.
“Y puesto que como los tambores resonaron suavemente a través del cuelo
así completamente lleno con sus prendas, y los grupos de devas hicieron
llover flores, te convertirás en un Sugata en el mundo de hombres y devas.
“Y puesto que como miles de devas en el cielo reverentemente te alababan, te
convertirás en un Buda, de radiancia dorada, única, digna de ofrendas, el
más elocuente de los hombres.”

Luego el Bodhisattva se acercó al pie del árbol Bodhi. Y en ese momento el árbol
bodhi se cubrió completamente de guirnaldas de fina tela. Sobre ellos había banderas.
Estaban adornados con un koṭi de sombrillas. Estaba decorado con cuerdas de gemas
y estaba fragante con incienso. Alrededor había árboles de joyas; estaba cubierta con
túnicas, y espolvoreada con polvo de sándalo. Brillaba como un mar de joyas.
En esa ocasión cientos de miles de devas tomaron sus lugares en el cielo arriba, y con
incienso en sus manos adoraron al Bodhisattva. Adoraron al Bodhisattva con
sombrillas y banderas en sus manos; con lotos celestiales, con polvo celestial de
sándalo; con polvo celestial de gemas; con flores celestiales; mirándolo sin parar
adoraban al Bodhisattva. Y así algunos devas veían el árbol bodhi como un árbol de
oro. Otros, de acuerdo a su carácter, lo vieron como un árbol de plata; otros como un
árbol de berilio; otros como un árbol de cristal; otros como un árbol de esmeralda;
otros como un árbol de siete piedras preciosas, y otros como un árbol de cientos de
miles de piedras preciosas. Y, de acuerdo a sus caracteres, otros devas vieron el árbol
bodhi como un árbol de sándalo rojo; otros como un árbol de aloe y sándalo: otros
como un árbol hecho de joyas deseables a uno y a otro; otros como un árbol de sándalo
amarillo; otros como un árbol de sándalo de león, y otros como árbol de sándalo
suculenta. Y, de acuerdo a sus caracteres, algunos devas vieron el árbol bodhi como
un árbol de sándalo de metal; otros como un árbol celestial de aloe y sándalo; otros
como un árbol de gemas preciosas. Otros lo vieron como el árbol bodhi adornado con
todas las joyas; otros lo vieron brillando con gemas preciosas; otros lo vieron
adornado con berilio azul celestial; otros lo vieron brillando con gemas de coral
blanco: otros con gemas de esmeralda; otros con gemas de “piedra-elefante; otros con
gemas de…;1 otros con gemas de Suprabhāsa;2 otros lo vieron adornado con gemas
de esmeralda; otros con piedra de luna llena; otros con “piedras de luna hermosa”:
otros con piedras de sol”: otros lo vieron brillando con cristal; otros lo vieron
adornado con “piedras de sol valiente”; otros con “piedra de luz de luna”; otros con
“piedras de luz brillante”; otros con piedras preciosas chispeantes en todas las partes;

1
Laguna en el texto.
2
“Brillantemente,” pero esto es aplicable a cualquier piedra preciosa.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

otros con piedras preciosas que brillan como las perlas; otros con piedras preciosas
de luz irresistible; otros con una masa de piedras preciosas; otros con piedras
preciosas que eran la más selectas en todo el mundo; otros con gemas preciosas de
śakrābhilagna;1otros con hojas de piedras preciosas; otros con gemas de “piedra
serpiente”: otros con Candana-prabha2, otros con “piedra de ojo rojo”; otros con
gemas preciosas de gajapati;3 otros con gemas de maheśvaradanta;4 otros con
rasakas;5otros con gemas preciosas de gomedaka;6 otros con gemas preciosas de
“piedra liebre”;7 otros con gemas preciosas de lālāṭika;8 otros con gemas preciosas
de śirigarbha; otros con gemas de tālika. Con estas y otras raíces preciosas vieron al
árbol bodhi adornado. Esos devas, cuyas raíces de virtudes en consecuencia de esto
serán maduradas, hasta que ellos ganen la iluminación suprema, vieron al árbol bodhi
de acuerdo a su raíz de virtud. Por que ellos vieron (variadamente) el árbol bodhi
adornado con cuerdas de perlas azules, rojas o blancas; o con collares que tenían
cuerdas doradas; o con aros; o con sellos; o con brazal; o con brazaletes; o con
tobilleras; o con tiaras; o con adornos de mano;9 o con pulseras10 o con coronas de
joyas, de finas telas, o de flores; o con bandas de oro para el antebrazo, collares de
joyas, adornos de oro para el cuello; coronas de flores corales; cuerdas de figuritas de
cisne o de león,11 diamantes o esvásticas. Con estos y otros adornos celestiales vieron
al árbol bodhi adornado.
Aquellos devas cuya raíz de virtud empezó cuando miraron el árbol bodhi, lo vieron
adornado con un adorno que se ajustaba su estado.12 Diferentes devas vieron el árbol
bodhi adornado con diferentes adornos, como han sido relatados.
Luego algunos devas vieron el árbol bodhi de una yojana de alto; otros lo vieron de
cinco yojanas de alto; otros diez; otros veinte; otros treinta; otros cuarenta; otros
cincuenta; y otros cien. La altura del árbol bodhi vista por ellos era en proporción a
su conocimiento.13 Algunos devas vieron el árbol bodhi de mil yojanas de altura.
Otros devas, que en el curso de sus largas vidas habían servido a otros
Conquistadores, vieron el árbol bodhi de cien mil yojanas de altura. Otros devas, que

1
El nombre de la piedra preciosa en Mvyut. 134. Ver B.R. y
2
O “piedras brillantes de sándalo.”
3
“Cuidador de elefantes.” Comparar con hastigarbha, 284, n. 1.
4
“El diente del señor.”
5
Un nombre inexplicable.
6
Comparar con el Pali gomattaka, “una piedra preciosa de colores rojo claro.”
7
Śaśa, “liebre.”
8
Lālāṭikā es un “adorno usado en la frente” (M.W.); posiblemente esta piedra preciosa se llamaba así por su
uso en tal adorno.
9
Mudrāhastika.
10
Āvāpa.
11
Haṃsadāma y siṃhalatā. Aquellos adornos se encuentran descritos en la arquitectura budista.
12
Literalmente, “(como) adornados por sí mismos.”
13
Literalmente, “veían al árbol bodhi de una altura acorde a su conocimiento.”
19

habían ganado el escape por la raíz de virtud que había adquirido, vieron el árbol
bodhi tan alto como el cielo más alto.1
Luego algunos devas percibieron al pie del árbol bodhi un trono de todas las piedras
preciosas, que era celestial, de muchas yojanas de altura, envuelto en tela celestial,
cubierto con una malla de oro y adornado con una malla de adornos tintineantes. Otros
devas percibieron el trono de cien mil yojanas de altura; otros de mil: otros de
doscientos cincuenta; otros de doscientos; otros de cincuenta; otros de cuarenta; otros
de treinta; otros de veinte; otros de diez; otros de cuatro; otros de tres; otros de dos, y
otros de uno. Otros devas percibieron el trono al pie del árbol bodhi de tres kos de
altura, otros dos, otros uno. Otros devas percibieron el trono de siete palmeras de
altura; otros seis; otros cinco; otros cuatro; otros tres; otros dos, y otros uno. Otros
devas percibieron el trono al pie del árbol bodhi tan alto como siete hombres; otros
tan alto como seis hombres; otros tan alto como cinco; otros tan alto como cuatro;
otros tan alto como tres; otros tan alto como dos, y otros tan alto como uno.
Luego los seres que tenían mal carácter percibieron al Bodhisattva sentado en una
alfombra de paja, y dijeron, “Mientras está sentado en esta alfombra de paja, el
Bodhisattva despertará a la suprema y perfecta iluminación.”
Luego, nuevamente, en la presencia del mundo de devas, hombres y Asuras, el
Bodhisattva se acercó al árbol bodhi, y lo rodeo tres veces, manteniéndolo a la
derecha. Recordando antiguos Tathāgatas se sentó con las piernas cruzadas,
manteniendo su cuerpo erecto, y con conciencia plena. Acto seguido, mientras el
Bodhisattva estaba sentado al pie del árbol bodhi, su cuerpo brilló, destelló y
resplandeció, como la orbe del sol que difumina su luz a través del gran sistema de
los tres mil mundos. En su esplendor todo el gran sistema de tres mil mundos
empalideció.2 Igual como un pilar quemado, negro y manchado, en frente de un disco
de oro Jāmbūnada, no brilla ni refleja luz, así el gran sistema de tres mil mundos fue
superado por el esplendor del Bodhisattva.
Luego los devas, incluyendo a los del cielo más alto3 arriba, vieron al Bodhisattva
sentado. Entonces, también los devas de la tierra lo vieron a él que era el Bodhisattva.
Entonces, también, los devas del cielo, incluyendo a los devas Cāturmahārājika, los
deva Trāyastriṃśa, los devas Yāma, los deva Tuṣita, los devas Nirmāṇarati, los devas
Paranirmitavaśavartin, y los devas en la residencia de Māra vieron al Bodhisattva en
el trono. De la misma forma, los devas Brahmā y aquellos en el séquito de Brahmā,
los devas que eran sacerdotes de Brahmā,4 los devas Mahā-Brahmā,5 los Ābhādeva,6

1
Bhavāgra, en pali bhavagga.
2
“Por belleza rota, color o luz.”
3
Akaniṣṭha.
4
Aquellos que ocupaban los más bajos pero uno de los mundos Brahmā.
5
Aquellos que ocupan los lugares más altos en los mundos Brahmā.
6
Devas ‘brillantes’ en general.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

los devas Ābhāsvara, los devas Śubha,1 los devas Parīttaśubha, los devas
Apramāṇaśubha, los devas Śubhakṛisna, los devas Bṛihatphala, los devas Avṛiha, los
devas Atapa, los devas Sudarśana, y los devas de Akaniṣṭha vieron al Bodhisattva en
su trono. Y todos esos seres parados en los confines del gran sistema de tres mil
mundos, que estaban dotados con la raíz de la virtud, vieron al Bodhisattva en su
trono. Aquellos que habían plantado la raíz de la virtud, dándole servicio a antiguos
Conquistadores, y que habían dominado completamente el mundo de deseo, 2 no
vieron o se dieron cuenta de Māra, como, por el poder del Bodhisattva, lo honraban
y le rendían culto.
Pero el malvado Māra percibió que su propio poder estaba eclipsado 3 y que todo el
gran sistema de tres mil mundos se estaba girando hacia el Bodhisattva. El Gran Ser
reflexionó sobre esto, y dijo, “No despertaré a la suprema y perfecta iluminación hasta
que derrote al malvado Māra que ha venido con ejército, para que sea bien entendido
por los hombres4 que Māra fue superado por él que ha ganado la iluminación, y que
el Bodhisattva está ansioso de mostrar su fuerza en una maravillosa osadía de magia
ante el mundo de hombres y devas, que dirán, ‘El Bodhisattva ha logrado firmeza,
fuerza y poder mágico.’ Aprendiendo de mí, ellos producirán el pensamiento de una
iluminación perfecta y suprema.”
Luego el malvado Māra, infeliz y considerando al Bodhisattva como un rey rival, 5
armó a su ejército de cuatro brazos, que ocuparon área de muchas yojanas, y
avanzaron al árbol bodhi a ver al Bodhisattva. Pero él no pudo soportar mirar al
Bodhisattva y su mirada vaciló, por miedo a que6 este último mostraría su cara con
todo el poder que era suyo. Si este gran sistema adamantino de tres mil mundos fueran
grandes montañas, el Bodhisattva haría temblar este sistema como si fuera el más
pequeño átomo de polvo, y arrojaría los incontables elementos del mundo para que ni
el más pequeño átomo de polvo colisionara con otro.
Pero luego el Bodhisattva vio que en el ejército de Māra muchos tenían las raíces de
la virtud. Porque ellos, al ver que el Bodhisattva poseía tal magia e increíble poder,
habían llevado sus pensamientos a la suprema y perfecta iluminación. Fue al ver estas
circunstancias que el Bodhisattva esperó y dijo que él no despertaría a la suprema y
perfecta iluminación mientras Māra y su grupo siguieran sin conquistar.

1
Un grupo de devas Brahmā, incluyendo a Parīttaśubhā, el Apramāṇā (Appamāna-)śubhā y Subhakṛitsnā
(Subhakiṇhā).
2
Kāmadhātuparyāpanna.
3
Dhyāma.
4
Literalmente “que no sea sujeto de pregunta.”
5
Literalmente, “causó una consciencia de que un rey rival estaba presente en el Bodhisattva.” La traducción
sigue la interpretación de Senart de la frase, pero puede, quizás, ser igualmente bien versionada con “se
mostró al Bodhisattva como un rey rival.”
6
Saced.
21

Y en esa ocasión el Exaltado habló en verso1: -


Como un Sugata, el rey de los Śākyanos, el más puro de los seres, hermoso
como un disco de oro Jāmbūnada y libre de toda la lujuria, se paró al pie del
árbol bodhi.
Las regiones del mundo estaban bañadas con radiancias, mientras Māra se
ponía aterrado y preocupado. “Verdaderamente,” dijo él, “¿Qué pasará
conmigo? No encuentro alegría en esta mansión mía.
“Una vez todas esas mansiones eran lo más finos palacios de sándalo, de
cristal y coral, con cuerdas de oro. Que no deje este lugar hoy.
“Las ventanas abundantes eran brillantes medias lunas; las piezas estaban
tapadas con coral blanco. Había una incomparable radiancia del sol del
mundo. ¿Pero qué pasará hoy?
“La diadema ha sido quitada de mi cabeza, y hoy se va mi hermosa radiancia.
Mis Apsarás se han quedado en sus coros. Que no deje este lugar hoy.
“Como las mansiones del cielo tienen su luz rota por el oro Jāmbūnada, así
son estas mansiones, estas mansiones celestiales eclipsadas ahora que el
Bodhisattva ha aparecido.”
Y Māra vio al Exaltado, el Sugata, sentado como un león irresistible, la
esencia de la pureza, el más selecto de los seres del mundo. Brilló como un
pilar de oro Jāmbūnada.
Los devas se pararon en el cielo, usando collares de perlas, brillando con
conchas doradas y hermoso. Extasiados trajeron cuerdas de adornos dorados
y adornaron el árbol bodhi del Exaltado.
En el árbol bodhi habían esvásticas brillantes y medias lunas entremezclados
con figuras de leones. Devas felices trajeron gemas de piedras de luz, con las
cuales adornaron el árbol bodhi.
Trajeron gemas de “piedra de luna,” de “sol de cristal” de “sol de piedra,”
y adornaron el árbol bodhi del Exaltado.
Trajeron piedras gemas de “piedra de luna llena” en una cuerda de joyas
brillante y hermosa. Trajeron gemas preciosas de gomedaka, y adornaron el
árbol bodhi del Exaltado.
Otros trajeron gemas preciosas de “piedra de ojo rojo” y gemas puras de
śirigarbha…2 y adornaron el árbol bodhi del Exaltado.

1
No el verso (o versos) siguientes, que son más que nada otro relato de los incidentes que pasaron durante
la iluminación, incluyendo el asalto de Māra.
2
Laguna.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Trajeron coral brillante y hermoso, y ellos, emocionados y extasiados,


adornaron el árbol bodhi del Exaltado.
Trajeron gemas preciosas de jyotika que sobrepasó en esplendor a la luna y
el sol; trajeron gemas preciosas de viśesaprāpta.1
Con visión clara y regocijándose, parados en el cielo lleno de poder mágico,
trajeron brillantes “piedras Nāga,”2 y adornaron el árbol bodhi del Exaltado.
Miles de Brahmās vinieron al trono bodhi, y el deva Śakra, señor de Guhyakas
también; los devas que habían visto salvadores anteriores del mundo vinieron
para inclinarse ante el Tathāgata.
Y los devas Ābhāsvara vinieron, los devas Śubha, los devas Subhakṛitsna…3,
los devas Bṛihatphala, los devas Atapa, los devas Sudarśana y los devas
Akaniṣṭha, y adornaron el árbol bodhi del Exaltado.
El árbol bodhi completo fue cubierto y desprendió miles de rayos infinitos.
Todo el campo Buda estaba en llamas con gemas celestiales y eclipsó los
miles de mundos del sistema.
Y este, dijeron, fue el pensamiento del Hijo de Perezoso:4 “Que no se mueva
de mi asiento. Entonces que sea el rey de los devas, porque no hay nadie que
sea su igual en todo el mundo.
“Que sea, también, el Buda, el soberano del dharma; que en las mansiones
no haya ningún deva.5 Porque él muestra el camino a la felicidad, la calma y
la paz. Que yo no tenga más la soberanía.
“Los campos Budas van a estar llenos.6Vosotros koṭis de Māras7que están
reunidas, con armas y no sean negligentes cuando comience la batalla.”
Y cuando el hubo animado a su ejército Māra avanzó al noble señor de los
árboles. Luego es Oscuro vio al Bodhisattva como miles de soles en el cielo.
Entonces reflexionó en su corazón vacilante: “No puedo vencerlo, porque él
ha traído al mundo la joya invaluable8y tiene un carácter que lo hace
indiferente a un reino.”

1
Significa algo como “(una piedra) de distinción.”
2
“piedra elefante.”
3
Laguna.
4
Pramattabandhu, es decir Māra, Comparar con BudvA. 288.
5
Es decir, vimānas eran lugares de residencia temporales hasta que el Nirvana descrito en la siguiente frase
se lograra.
6
Utsadaprāpta.
7
Es decir, los seguidores de Māra.
8
Sc. De dharma.
23

Luego trayendo polvo celestial de sándalo, piedras preciosas de Jāmbūnada,


y perfumes celestiales, los tiró sobre el Bodhisattva.
Poniendo su túnica sobre un hombre y elevando sus manos unidas, se
arrodilló a la derecha del Bodhisattva. Emocionada, pero mirándolo
fijamente, él en esa ocasión le cantó estas alabanzas al Bodhisattva.
“No tienes par en belleza, Virtuoso; nadie igual a ti en belleza puede ser
encontrado. Consciente, alabado por devas, el principal héroe del mundo, tú
te paras al pie del árbol.
“No hay nadie igual a ti en el mundo, ni mucho menos uno más grande que
ti, ya sea deva, Nāga u hombre. Tú dominas con tu gloria todos los cuartos
del mundo, como la luna en el cielo que emerge de una nube.
“Disfruta ahora las cosas que debes honrar, los siete supremos y más
excelentes regalos.1 Ejerce la soberanía, vive en la tierra como un rey sobre
los cuatro continentes, y trata la riqueza con desprecio.2
“Viendo las regiones que te has ganado, orgulloso y de poder infinito, tu
superas en resplandor a miles de devas, como un disco de oro supera un pilar
quemado.
“Un Ser Selecto, tu cuerpo cubierto con las treinta y dos marcas brilla.
Estando diligentemente en tu trono brillarás y gobernarás sobre los hombres
como lo hacen los padres sobre sus hijos.
“Tendrás control de tu soberanía sobre los cuatro continentes. Pero aquí no
tendrás dominación. Con el poder mágico a tu comando irás al mundo. Seré
tu discípulo, como un hijo único.
“Divirtiéndose con miles de mujeres, como un rey de devas que posee gloria
y poder mágico, te garantizaré los siete tesoros. Oh Sabio, conviértete en un
rey universal.
“Tendrás mil hijos, valientes, heróicos, poderosos, lindos, que vencerán a sus
enemigos, y conquistarás este mundo hasta los confines del océano.
“Y ahora mira como estas hijas de Māra3llevando flores de sándalo se paran
en el cielo frente a nosotros, vestidas con ropajes puros y conocedoras de la
música y las artes.

1
Los siete tesoros de Cakravartin.
2
Ratnā paribhavāhi. Si este sentido del verbo es el correcto, esperaríamos a primera vista el negativo mā,
“no desdeñes”; en este caso su significado debe ser que como un rey el Bodhisattva tendría tanta riqueza
que no necesitaría desear más. Pero, quizás, l verbo debe ser tomado en otro de sus sentidos, “cercar.”
3
Como remarca Senart en su Introducción la aparición de las hijas de Māra aquí no parece apropiado para el
contexto; es una interpolación, fuera de lugar, de la historia de la tentación de Buda hecha por las hijas de
Māra luego de que su padre fallara.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“Con flautas, timbales, tambores, trompetas, sambhārikas,1 nakulakas, y


kiṃphalas,2 y ahora cantan en coro al pie del árbol.
“Otros (devas) se paran flotando en el aire y hacen llover polvo de sándalo y
de piedras preciosas de Jāmbūnada. Todos son suyos.
“Oh príncipe, toma tu alegría en tu palacio supremo, entre los sonidos de
bravos, de tambores y timbales. Disfruta de las flores, perfumes y ungüentos,
y ahí seré tu sirviente.
“La rueda, el elefante, el caballo, la rara joya de berilio,3 la excelente mujer,
el tesorero armado, el consejero – estos tesoros son tuyos.
“Oh príncipe, viviendo bajo tu gobierno, estaré ansioso de escuchar tu gentil
discurso, y cuando haya escuchado tus palabras estaré feliz. En ese estado no
diré mentiras.
“Tomando mi lugar en la verdad me ganaré un hermoso cuerpo, distinguido
y cubierto en las marcas de la excelencia. Luego apareceré radiante y signos
y características, Oh tú que estás cubierto con las marcas de la excelencia.”
El Bodhisattva, mientras miraba todas las regiones, dijo su consumado
discurso en su dulce voz. “Escucha, Yakṣa,”4 dijo, “las palabras que digo.
“Me convertiré en el rey de todo el mundo cuando haya despertado a la
iluminación, que es autocontrolada, pacífica y calma. Mis hijos serán esos
hombres alertas que me escucharán y harán lo que yo les diga.
“Y tendré siete raros tesoros cuando haya despertados a la suprema
iluminación. Pero serán los siete bodhyangas enseñados por el anterior
Conquistador. El que los aprende se vuelve alerta.
“Y cuando haya conocido las cuatro bases del poder mágico, el correcto
estándar de la meditación,5 y haya alcanzado las verdades que todo lo conoce,
triunfaré sobre todas las regiones del mundo.
“Los placeres de los sentidos son despreciable, sin felicidad, y los hombres
inteligentes no verán ganancia en ellos. Porque ese es el camino al infierno
de los brutos, al mundo de Yama con sus muchos fantasmas.

1
Una conjetura de Senart, el único mérito es, dice él, que se ajusta a la métrica.
2
No parece haber ninguna referencia en ninguna otra parte a un instrumento musical de este nombre.
3
La “joya,” que era el cuarto de los “siete tesoros,” de Cakravartin no parece estar especificadas en ninguna
otra parte.
4
Es decir, Māra.
5
Dhyānapramāṇa.
25

“Aquellos cuyos deseos están mal, que se deleitan en la lujuria, están


completamente hundidos en la oscuridad, no tienen visión y están
desprovistos de luz – así son los hombres que buscan el deseo sensual.
“Es una cosa mal oliente y fétida. Los hombres puros no se deleitan con eso.
Los tontos podrán llevar sus propios pensamientos a eso, pero los hombres
sabios no ponen su corazón en eso.
“Como cuando durante una tormenta un rayo cae sobre un campo de arroz,
así producto de los placeres sensuales los estados del bien mayor se vuelven
infructuoso.
“Las personas mundanas, de hecho, siguen lo básico: ciegos y dormidos se
emocionan con la pasión; se emocionan porque sus mentes no han
despertados. El Bodhisattva no se permitiré sentir los antojos del deseo.
“Como cuando en la disolución de un campo Buda, mientras el sol brilla en
el cielo, su calor lo convierte en polvo y cenizas, así los estados de pureza
destruyen los deseos de los sentidos.
“Como cuando un príncipe se ha deshecho de su enemigo él puede disfrutar
la libertad, la gloria y la prosperidad, así puede uno que no persigue la base
del deleite de los sentidos ganar el bien proclamado por el Conquistador.
“Como cuando el excremente seco se quema con un olor repulsivo y el hijo
de un rey no está feliz ahí, así los placeres sensuales son viles para el sabio.
“Como en el último mes del verano el agua salada puede causar sed en los
hombres, así el desdichado hombre, que persigue el placer de los sentidos, en
su ignorancia teje para sí mismo una red de deseos.1
“Respecto a los humores en el hígado, riñones y pulmones2 y otras
secreciones que salen del cuerpo y corren hacia la superficie, el hombre sabio
no tendrá3 alegría ahí.
“Hay mucosa, saliva, lagaña, flemas, bilis, acompañadas de dolor de cabeza;
fluyen sin cesar, sucias y viles; el hombre sabio no tendrá alegría ahí.
“Por el deseo sensual los hombres sufren muchas penas en una caída
precipitada4, a estados de enfermedad. Como los frijoles y las legumbres
cuando son juntadas en un pocillo, así los hombres se marchitan en los
infiernos.

1
Jālatṛiṣṇa, comparar con el pali jālataṇhā, Dhs. 1059, 1136.
2
Phuṣphasa para el Sk. Regular phupphasa.
3
“Engendrará,” jana (sic) para jane, como inmediatamente abajo en el mismo verso repetido.
4
Prapatiṣu. Senart asume aquí y más abajo una raíz, prapati, “cayendo,” como sinónimo de durgati.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“Sus cuerpos son perforados por todas partes con cuchillos, o, nuevamente,
partidos con flechas y lanzas. Los tontos cometen actos indeseables de tres
formas.1 Que el Bodhisattva nunca encuentre su placer ahí.
“Él que a través de falta de entendimiento genera un antojo por los placeres
sensuales, es llevado y engañado por formas. Así él mismo busca la fuente de
la enfermedad que trae el mal, igual como un chacal busca un cuerpo en el
cementerio.
“Oh Hijo de la Oscuridad, no cantes, para engañarme, las alabanzas de los
placeres sensuales que son tan odiados por los sabios. Como él lo haría con
una trinchera llena de carbón ardiente, así el Bodhisattva debería evitar el
placer de los sentidos.
“Porque si él hubiera perseguido los placeres de los sentidos no hubiera
ganado este lugar que está lleno de pájaros y árboles; ni tampoco podría él,
si hubiera perseguido los placeres de los sentidos, tener su cuerpo
cubierto2con las marcas de la excelencia.
“Pero al guardar su virtud y la perfecta vida sagrada y siguiendo a los Budas,
con la pasión extirpada, y libre de lujurias, y habiendo desarrollado, luego
de muchos koṭi de kalpas, paciencia, su persona se vuelve distinguida.
“En vidas pasadas tenía una virtud impecable y estaba dotado con calma,
estaba siempre alerta, limpiando el Camino de muchas partes e infinito, y hoy
ganaré la noble y suprema iluminación.”
Luego Sārthavāha,3 el hijo de Māra, que era bien dispuesto hacia el Exaltado,
y alerta, se paró frente a su padre y le dijo. “Escucha, padre,” le dijo, “las
palabras que digo. No alimentes un odio desconfiado.4
“Cuando este incomparable, hombre virtuoso nació, la tierra con sus rocas
tembló seis veces. Luego diez cuartos del mundo se iluminaron por completo.
Instrumentos musicales celestiales tocaron música sin que nadie los tocara.
“Los devas sostuvieron sombrillas celestiales, y los campos Budas se llenaron
de banderas. Grupos de dioses5y de devas ondearon sus prendas. Los hombres
nobles se volvieron alertas.

1
Trividham, sc. en acto, pensamiento y palabra.
2
Leyendo sphuṭaṃ para sphuṭa.
3
La introducción de este nombre, conocido en Lal. Vist. Como el hijo de Māra, alarga excesivamente el pāda,
y es probable que, como dice Senart, es una interpolación más nueva, siendo el sujeto de la oración
originalmente sa kṛiṣṇabandhu del siguiente pāda. La última es usualmente un epíteto de Māra mismo, pero
como Kṛiṣna a veces significa Māra, en este contexto Kṛiṣṇabandhu debe ser tomado como el hijo de Māra.
4
Doṣaṃ aprasādaṃ.
5
Marugaṇā.
27

“Él se convertirá en el ojo de todo el mundo,1 una luz que disipa la oscuridad.
El dispersará la oscuridad cubriendo a aquellos que están en miseria. No
albergues, en tu débil entendimiento, desconfianza hacia él.
“Porque él se convertirá en un refugio para el mundo, una protección, una
isla,2y un descanso.3 Aquellos hombres y devas que no ponen su confianza en
él pasan al terrible infierno de Avīci.
“Él no tiene a un igual en el mundo, digno de ofrendas. Él es siempre bueno
y compasivo con el mundo. Cuando todos los hombres y mujeres se den cuenta
de esto, se volverán benditos aquí en todo el mundo.
“Pero aquel que alberga una mente desconfiada de él que está dotado con
mérito, que se ha despojado de sus pasiones, el león Śākyano,
verdaderamente, no habrá estado próspero para esa persona. Y cuando el
muera pasará de inmediato a un estado de maldad.
“El podrá derribar a este valiente grupo4 y levantándote y tirándote al
océano, él podría sacudir incontables campos. No hay ejército igual a él en
fuerza.
“Él, firmemente resuelto y alerta, podría secar toda el agua del mar, el
océano que es el hogar de los Asuras, con todo su esplendor. Seguramente, él
puede triunfar sobre el ejército de Māra.
“Podría superar a Brahmā, Śakra, Guhyakas, Nāgas, Suras, hombres y
Mahoragas. Como un disco de oro (eclipsa) a un pilar quemado, así el
Conquistador con su gran cuerpo eclipsa a Nārāyaṇa.
“Podría tomar una noble montaña de Cakravāḍa en la palma de su mano y
hacerla polvo. El héroe, firmemente resuelto y alerta, que ha ido al pie del
árbol bodhi no puede ser derrotado.
“La luna caerá del cielo a la tierra, y la tierra se parará en el cielo; todos los
ríos correrán hacia arriba, antes de que este firmemente resuelto hombre
pueda ser derrotado.
“Como un Nāga de seis trompas, poderoso señor de elefantes, de sesenta
años, y de cuerpo firme puede con su pie fácilmente romper un pocillo de
arcilla, así puede él, el Bodhisattva, lidiar con el ejército de Māra.”

1
Cakṣur… sarvaloke.
2
Dvīpa.
3
Parāyaṇa (y parāyana) en Pali y BSk. Con estos pasajes comparar S. 4. 315.
4
Camū. Esta palabra se usa para referirse al ejército de Māra. Pero Senart dice que la restauración de esta
palabra es completamente conjetural.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Pero Māra, disconforme, le respondió así a Sārthavāha, “¿Por qué temes?


No seas uno de poco entendimiento. Mi ejército está equipado, armado y
escudado. Le pondremos un obstáculo en el camino del firmemente resuelto.
“Él quien por miles de años yo he criado, él, mi hijo mayor, ahora me deja.
Ahora es un seguidor de Gotama, listo para arruinar a Māra y su ejército.”
[Sārthavāha respondió:]
“Como la hermosa, brillante y aromática flor raramente1 crece en el higo, así
los Budas, que se han despojado de las pasiones y están libres de lujurias,
solo aparecen luego de nayutas de koṭis de kalpas.
“Es por piedad que haría que mi padre no creyente2que ha ido por el mal
camino, creyera.3 Porque está en la naturaleza de los hijos actuar así. Soy
compasivo, no cruel.
“Sería más fácil4 para un hombre que subió a la cima del Sumeru y desde ahí
se tiró hacia el suelo asegurar el bienestar de su cuerpo cuando cayó de lo
que sería para alguien que ha sido malvado con el Bodhisattva.
“Sería más fácil para un hombre de mente frágil que cayó en una trinchera
llena de carbón ardiente asegurar el bienestar de su cuerpo cuando cayó de
lo que sería para uno que fue malvado con el Bodhisattva.
“Sería más fácil para un hombre tomar un cuchillo afilado, ponerlo en su
boca y sacarlo y asegurar su seguridad y ganar buena suerte de lo que sería
para alguien que ha lidiado duramente con el Bodhisattva.
“Sería más fácil para un hombre que camina en un camino lleno de
rasuradoras por miles o por un koṭi de años asegurar su seguridad y tener
buena suerte, de lo que sería para alguien que ha lidiado duramente con el
Bodhisattva.
“Sería más fácil para un tonto hombre que bebió cobre derretido asegurar su
bienestar, aunque sus interiores, su hígado, riñones y pulmones estuvieran
perforados, de lo que sería para uno que ha lidiado duramente con el
Bodhisattva.

1
“Raramente” no está en el texto, pero es provisto por la frecuente comparación entre la rareza de las
flores de este árbol (udumbara) y la rareza de la aparición de los Budas.
2
Aśraddadhanta.
3
Literalmente “lo haría tomar fé.”
4
La comparación en el texto está expresada por el simple expediente de ambos cuadros, y dos declaraciones
lado a lado. Por lo tanto, “podría tirarse y ganar seguramente”, “(pero) no habiendo hecho cosas malas.” A
primera vista la cláusula negativa parecería ser condicional en fuerza, es decir, que un hombre podría hacer
malos actos con seguridad si no ha sido malvado con un Buda. Pero la interpretación ofrecida en la
traducción es más apropiada al contexto que para ver la alusión del milagroso poder de la fe. Su hijo está
preocupado de advertirle a Māra sobre los peligros que tienen atacar al Bodhisattva.
29

“Sería más fácil para un hombre que se ha tragado una pelota ardiente de
metal asegurar su bienestar, aunque su estómago estuviera ardiendo, y su
hígado, riñones y pulmones perforados, de lo que sería para uno que ha
lidiado duramente con el Bodhisattva.
“Sería más fácil para un hombre en el cual una roca tan grande como
Cakravāḍa hubiera caído desde el cielo, cayendo en su cabeza, asegurar su
bienestar y buena suerte, de lo que sería para uno que ha lidiado 1duramente
con el Bodhisattva.
“Sería más fácil para un hombre sobre cuyo cuerpo cuchillos y hachas fueran
tiradas desde el cielo asegurar su bienestar y tener buena suerte, de lo que
sería para uno que ha lidiado duramente con el Bodhisattva.
“Podrías poner al sistema de miles de mundos en su mano por koṭis de kalpas,
y conocer los variados pensamientos de hombres, más fácilmente de lo que
podrías sacar a este sabio de su asiento.
“Sería posible para una masa de fuego arder en medio del océano, con una
columna rojiza de humo tan alta como Sumeru, antes de que fuera posible
sacar a este sabio de su asiento.
“Dotado con virtud, sin par, habiendo alcanzado previamente la perfección
de la calma, en austeridades, y en devoción, el Conquistador, como un
impetuoso rey de las bestias, ruge su rugido al ejército de Māra.
“Como un hombre ciego de nacimiento da vueltas sin visión,2 ignorante de la
dirección, y cae en un gran hoyo, así, Oh Māra, le pasará a tu ejército.
“Mira, padre, como estos devas, lindos y dignos de karma, exultantemente
hacen llover sobre el Bodhisattva con polvo de sándalo.
“Todo el mundo está lleno de devas que dejaron sus mansiones y se reunieron
aquí. Parados en el cielo han esparcido polvo de flores; felizmente han hecho
llover sobre el Bodhisattva distintos polvos.
“No albergues, tú cuya inteligencia es grande, malos pensamientos. Porque
los grandes Líderes de Caravans3 son difíciles de atacar. Mi padre emergería
disconforme, con mala suerte, arruinado, hecho pedazos del polvo.
“Pero como para aquellos que engendran amor y reverencia por él y aquellos
que van a su refugio, todos ellos, antes de poco tiempo, dejando este plano de
angustias, lograrán ser siempre joven y sin penas.”

1
Phṛitva (sic) para kṛitvā.
2
Leyendo akṣī asamprāpto para samprāpto del texto.
3
Sārthavāhā, sc. Budas.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Luego Janīsuta,1de gran entendimiento, trajo brillantes y encantadoras flores


en sus manos y las espació sobre el Ser más selecto del mundo. Él le dijo a su
padre “Él podría reducir todo tu ejército a cenizas.
“Como cuando un hombre ciego, habiendo obtenido un tesoro, no tendría
alegría porque no podría verlo,2 así que habiéndo conocido3a él que es
grandemente digno de ofrendas, tú, Hijo de la Pereza, albergas desconfianza
hacía él.
“Como un hombre estúpido que, cuando una lluvia de oro en piezas del
tamaño de un dado cae sobre él en su casa, se pondría furioso y saldría,
diciendo, ‘Me matatán,’ así mi padre no aguantará al Gran Sabio.
“Como un hombre que, habiendo ganado una mansión de sándalo dulcemente
aromatizado, brillante y hermoso, debería salir y caer en un foso, así mi padre
no aguantará al Gran Sabio.
“Como un hombre que se levanta de su asiento en una mansión brillante y
radiante, y saliendo, se cae en una trinchera de carbón ardiente, así mi padre
no aguantará al Gran Sabio.
“Como un hombre que, teniendo un palacio de oro Jāmbūnada, brillante y
hermoso, sale a pasear y cae al mar, así mi padre no aguantará al Gran Sabio.
“Como un hombre que se saca su collar de oro de su cuello y usa uno de cobre
cuando va al extranjero, así Hijo de la Pereza, habiendo conocido al Sabio
que es digno de ofrendas, tu albergas desconfianza en él.
“Como un hombre que se niega a una copa de ambrosia y en su estupidez
bebe una copa de veneno, así tú, habiendo conocido a él que es grandemente
digno de ofrendas, en tu pereza, albergas desconfianza hacia él.
“Como un hombre que, teniendo ojos azules, se los sacara solo, así tú, Hijo
de la Pereza, habiendo conocido al Sabio que es digno de ofrendas, albergas
desconfianza hacia él.
“Oh Māra, cuida tu conciencia. Acepta a esta hermosa cuerda celestial de
perlas, que iluminan los cuartos del mundo con su radiancia. No albergues,
padre, desconfianza hacia él.
“(Mira) como él con su brillante belleza ilumina todo este mundo, penetrando
a Meru y el Gran Cakravāḍa; como él es una poderosa roca en medio del
océano.

1
Otro hijo de Māra, aparentemente mencionado solo aquí.
2
“No había alegría al no poder verlo.” Es extraño que Senart hubiera leído doṣa aquí para toṣa, lo que se
ajusta al contexto y es la lectura de al menos un MS.
3
“Recibido” labdhavā.
31

“(Mira) como él, parado al pie del árbol ha eclipsado a los devas en la cima
del Sumeru. No es por perseguir los placeres sensuales que él se para ahí. Oh
Hijo de la Oscuridad, no albergues desconfianza hacia él.
“No hay, padre, ser en los tres mundos que pueda ser tan virtuoso como él.
Como el señor de la luz que no puede ser mirado, así es el Sabio que se sienta
a los pies del árbol bodhi.
“Como el Conquistador Krakucchanda que se sentó al pie del árbol
irradiando los cuatro cuartos, así está su cuerpo cubierto con las marcas de
la excelencia. No albergues, padre, desconfianza hacia él “Y él, el salvado
del Mundo que fue llamado Konāka y que con su clara visión disipa la
oscuridad e irradia los cuartos con su gloria, se sentó ahí al pie del árbol. Y
él cuyo nombre era Kāśyapa, que todo lo veía y era digno, se sentó ahí y
despertó como un héroe a la iluminación suprema.
“Aquellos que en kalpas auspiciosos eran salvadores del mundo, habiendo
logrado la iluminación, que eran sabios, devas de devas, de viejos se sentaron
al pie del árbol y despertaron a la bendita y suprema iluminación.
“Cuatro mil Conquistadores se sentaron al pie del árbol, el señor de todo lo
que crece. Los futuros benefactores salvadores del mundo, también,
obtendrán aquí la noble y suprema iluminación.”
Cuando el hubo dicho este verso que se llama Mahāsmṛiti, él, emocionado y
movido por un buen impulso, le tiró una cuerda de perlas a Gotama.
Luego Vidyupratiṣṭha1, otro hijo de Māra, sosteniendo un adorno celestial y
mirando al Bodhisattva, el Sabio, emocionado lo alabó en su árbol bodhi.
“…2 No hay nadie igual a ti en el mundo. Así que, Oh gran Sabio, tú has vivido
en vidas pasado.
“Tú has vivido en negación por infinitos kalpas. Tú renunciaste a una
distinguida ciudad real, tu tropa de elefantes, tus caballos, y muchos buenos
carruajes. Por lo tanto, O el más selecto de los seres, tú iluminas los cuartos
del mundo.
“Renunciaste a tu esposa, e incluso a tú propia carne, tus hijos e hijos, tus
propios ojos, y una vez3a tu querida cabeza. Por lo tanto, tú iluminas todas
las regiones.

1
Aparentemente solo nombrado aquí.
2
Laguna en el segundo pāda, y el primero siendo dejado sin traducir.
3
Pūrvam.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“Renunciaste a brillantes joyas celestiales, y hermosas mansiones con


muchas gemas, brillando como las estrellas en el cielo e impresionantes como
los rayos. Ahora tú eres completamente radiante a los ojos del hombre.”
Cuando él hubo hablado así en verso, Vidyupratiṣṭha, el otro hijo de Māra,
motivado por un noble impulso, tiró sobre el Señor de los hombres miles de
koṭis de nayutas de adornos.
Otros amigos trataron de desalentar a Māra1de sentir desconfianza hacia el
Sugata. “Este Magnánimo de pura radiancia,” dijeron, “el Sabio, no puede
ser ya movido2 de este trono.”
Pero el perverso Hijo de la Oscuridad no escuchó3 sus palabras y continuó
alimentando su envidia e ira. Siendo de mente malvada y enojado él alimentó
aún más su desconfianza.
Armando miles de koṭis de sus seguidores,4 Māra preparó a su ejército.
Ansioso entonces para frustrar la iluminación, en su estupidez albergó
pensamientos malvados.
Miles de nayutas de koṭis de Yakṣas, Nāgas, Asuras, hombre y Mahoragas, e
hijos de Gandharvas, poderosos y fuertes, se acercaron al árbol, el señor de
todo lo que crece.
Con una gigante y aterradora roca en sus manos, armados y escudados, de
un aspecto muy terrorífico, Māra lanzó sus rayos y sus truenos mientras
avanzaban hacia el noble señor de los árboles.
Llevando espadas, flechas, hachas, cuchillos y navajas muy afiladas, con
banderas volando y con gritos de triunfo avanzaron contra el León (y) contra
el señor de los árboles.
Leones y tigres, caballos y elefantes, bueyes y toros, asnos y otras criaturas,
y serpientes mostrando sus dientes venenosos avanzaron en contra el
Bodhisattva.
Otros llevaban grandes antorchas en sus manos; sus cabezas estaban
completamente ardientes, sus formas5distorsionada, pareciendo planas y con
las narices rotas.6 El ejército de Māra se paró al pie del árbol bodhi.

1
Tam = él, sc. Māra.
2
Cāletum, act. (caus.) inf. en sentido pass. Pero munim, que es la aposición de mahatmā, es acc., o la m es la
una inserción para evitar la pausa.
3
Asaddadhāna, “increíble,” una formación mitad pali mitad sánscrito de śraddhā, comparar con el pali
saddahāna.
4
Literalmente “de Māras,” mārāṇa.
5
O “naturelezas,” vikṛīta- svabhāva.
6
Esta es una interpretación tentativa de la oscura línea. Kṣura ha sido tomada en el sentido de “pezuña” o
“pie,” y, asociada coom está con vibhagnanāsā, puede significar kṣuranāsā. La última es una expresión de
33

Había miles de carruajes cerca del árbol bodhi con banderas y tambores
brillando con sus mallas y haciendo hermosa música. Porque había tambores
sobre las banderas también.
Treinta yojanas alrededor se llenaron con miles de terribles Yakṣas. Arriba
en el cielo, también, en todas las direcciones habían Yakṣas de un aspecto
terrible.
Llevando su afilado cuchillo el Hijo de la Oscuridad avanzó el largo de un
surco, y desde su malvado corazón le habló al Bodhisattva. “Levántate
rápidamente de tu asiento,” dijo.
“Treinta yojanas alrededor están llenos de terribles Yakṣas. No puedes,
monje, escapar a ninguna parte. Hoy, te rasgaré como lo haría con un pedazo
de tela.”
Entonces el Bodhisattva dio un discurso que era perfecto1 gentil y dulce. “A
pesar de todos estos seres que son2criaturas de Māra, no pueden mover3un
pelo mío.
[Māra respondió:]
“Tú estás completamente solo, Monje, mientras te paras al pie del árbol. No
tienes un ejército como yo. ¿Por el poder de quien el ejército de Māra no
podría moverte un pelo?”
[El Bodhisattva respondió:]
“En caridad, moralidad, paciencia, energía, meditación, en la sabiduría
suprema, y en convertirse infinitamente por muchos koṭis de kalpas, no hay
nadie igual a mí en todo el mundo.
“Viviendo en amor y compasión, viviendo la vida que lleva a la iluminación4
por el bienestar de los hombres, cuando yo haya despertado a la iluminación
ganaré el conocimiento de un Buda y haré libres a los hombres.

“nariz afilada,” es decir, “con una nariz como una navaja,” como en J. 4. 139. Pero en vista del otro epíteto,
vibhagnanāsa, es más probable que sea tomada en el sentido de “naríz-pie” es decir, nariz plana,
especialmente como un MS. lee °nāsād (para nāsā (¿) ) yathā hastapādā. Esto parece ser un glosario
explicando que sus narices eran “como manos y pies,” es decir, planas. Pracārī, “apareciendo” o
“manifestando” continúa la idea de que tales características eran solo aparentes, por el resultado de una
distorsión producto del brillo de las antorchas.
1
Aṣṭāngupeta.
2
Siyu.
3
Injitum, en pali injati.
4
Bodhicaryā.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

“En mis vidas pasadas, Oh Hijo de la Oscuridad, tenía una virtud perfecta
por infinitos nayutas de koṭis de kalpas, firme, irrompible como un diamante.
Yo soy él hoy día, quien obtendrá la noble y suprema iluminación.
“Por muy grande1 que sea tu ejército, Oh hijo de la Oscuridad, y aunque
todos ellos estén bajo tu control y autoridad, aunque están parados en filas
armados como la cadena de Cakravāḍa, no pueden mover un pelo mío.
“Las señales hacia afuera están desprovista de realidad;2 mi voto ha sido
claro.3 En mí no hay consciencia de ser…4 no hay conciencia de Māra, ni de
daño, y como yo estoy condicionado así,5 tú no tienes poder sobre mí, tú
malvado.
“No tengo consciencia de forma, ni de sonido, ni de gusto, ni de aroma, ni de
tacto.6 Como yo estoy condicionado así tú no puedes hacer nada en contra
mío, Māra.
“No tengo consciencia de los skandhas ni de los elementos.7 Pero he hecho
clara mi consciencia sobre lo que está adentro.8 Como un firmamento no tiene
existencia, así es la naturaleza de todos los fenómenos.”
Luego el Bodhisattva con su brillante mano derecha le pegó al suelo. La tierra
completa tembló seis veces y hubo un terrible rugido.
Como si un hombre hubiera tomado un jarro de metal y lo hubiera golpeado,
así resonó todo el mundo cuando el Bodhisattva golpeó la tierra.
El ejército de Māra se asustó entonces, y en su pánico corrieron por muchos
yojanas, sin mirar en ninguna dirección, cuando vieron al Buda como un rey
de rayos.9
Algunos corrieron sobre el suelo en sus carruajes, como nubes volando por
el cielo. Como elefantes revolcándose en el mar, así estaban los asustados
ejércitos de Māra.
Los devas hicieron llover flores celestiales y polvo de sándalo. Esparciendo
sobre treinta yojanas alrededor rosearon con flores de coral al Bodhisattva.

1
Yavanti.
2
Śūnyā nimitta
3
Paraṇidhī vibhāvitā.
4
Laguna.
5
Sthitasya, “puesto.”
6
Praṣṭavya.
7
Dhātū.
8
Adhyātmasañkñā vibhāvitā.
9
Sc. el sol.
35

Miles de devas en el cielo ondearon adornos; algunos tiraron cuerdas de


perlas; otros lo alabaron en verso y canción, mientras el disconforme Hijo de
la Oscuridad rumiaba en silencio.
Después de siete días el ejército de Māra llegó con dificultad a la orilla del
bosque, mientras el Buda brilló como el rey de los rayos.
Miles de carruajes se hicieron añicos unos contra otros, y ahora vieron1a la
gran tierra subir y bajar. Se fabricaron para sí mismos cuerpos cambiados, y
atacaron al noble señor del árbol. Pero no alcanzaron las formas de los
héroes antiguos;2eran todos formas llenas de miedo.
Como un pájaro con las alas rotas en el suelo, así descansa el Hijo de la
Oscuridad en la superficie de la tierra. Por siete días completos él, con su
poder y su ejército, perplejo y aturdido, no tuvo fuerza para moverse.
Los devas asumiendo forma material,3todos en armonía y emocionados con
felicidad hicieron llover polvo de sándalo, del tamaño de un dado, celestial y
raro. Los devas en el cielo levantaron miles de nayutas de koṭis de banderas.
El campo Buda estaba lleno con banderas cuando el Bodhisattva golpeó la
tierra.
La música celestial se sintió en el aire, y había coros celestiales de devas;
devas en el cielo hicieron llover flores, cuando el Bodhisattva golpeó la tierra.
Y todos los árboles que crecen en la tierra brotaron con flores de un aroma
que se mantendría por siempre. “Las señales externas están vacías; mi
promesa ha sido clara.” Así fue el grito espontáneo que hizo.
En la mansión deva que está sobre las nubes, en la mansión de los Nāgas en
el mar, y en las fortalezas de los Asuras había sonidos fascinantes cuando el
Bodhisattva golpeó el suelo.
Cuando el Bodhisattva desprendió rayos desde la palma de su buena y
brillante mano sintieron en todo el mundo, excepto los infiernos, el mundo de
los brutos y los mundos Yama.4
Cuando vieron la tierra temblar, koṭis de seguidores de Māra cayeron al
suelo. Vieron al Sabio que había alcanzado la humanidad como miles de lunas
en el cielo.

1
Paśyitu, es decir paśyi, aor. 3ra persona singular para pl., + tu.
2
Purāṇāṃ rūpām.
3
Rūpadhāto upagātā. La primera palabra parece una forma imposible de °dhātu; un MS. tiene °dhātu. Leer
°dhātum.
4
Senart parece mal entender este pasaje. Él toma sthapetva, “exceptuando,” como “dejando,” y provee
como el sujeto de prapati, “caer sobre,” sattva, “seres.”
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Unos tras otros intentaron levantarse, pero nuevamente caían al suelo. Como
las telas de colores felices que caían del cielo, así, entonces, era el ejército de
Māra.
El noble Bodhisattva, sin temblor, libre de miedo, un incomparable campo de
mérito, que tenía mucha práctica en el noble dharma superior, brilló en el
mundo como el rey de rayos.
“Esto es la maldad,” (declaró él), “esto es el nacimiento del mal. Esto es la
cesación de esto y el mejor Camino. Cuando esto existe, esto aparece; cuando
esto se destruye eso desaparece.
“La ignorancia es la causa de la falsa transformación.1 Esto se vuelve la
causa de la consciencia.2 Porque de la consciencia viene3 la individualidad.4
Esto se vuelve la causa de las seis facultades de los sentidos.5
“Las seis facultades de los sentidos resultan en contacto.6 Y el contacto se
convertirá en la causa de los sentidos. Él que siente se vuelve ávido de antojos.
Porque los antojos se convierten en deseo.
“Porque por deseos los hombres pasan de una vida a la otra.7 Por lo tanto,
viene el nacimiento, la vejez, la muerte y la enfermedad. Viene la pena, las
lamentaciones, problemas,8 enfermedades y desesperación.”
Cuando el Bodhisattva hubo investigado el dharma de causalidad, 9 para su
perfecta omnisciencia la cesación de estas cosas se volvió clara. Viendo su
naturaleza ser así, alcanzó la incomparable, noble y suprema iluminación.
Y cuando el Conquistador hubo alcanzado la noble y suprema iluminación, la
clara, visión ilimitada, fue desde una región a la otra de los tres mil mundos
el grito sin impedimentos de aquellos que sabían.10
Incontables tambores fueron tocados, y el rugido de ellos era infinito.
Hombres y mujeres ganaron libertad de sus penas, y los devas, también
Nāgas, hombres y Mahoragas.

1
Bhavasaṃskṛitasya, un sinónimo de saṃskārā.
2
Jānana, un sinónimo para vijñāna, que se usa para retomar la “cadena” en la siguiente línea. El uso de este
sinónimo parecería enfatisar que vijñāna, aunque versionado como “consciencia” no es solo una condición
pasiva sino que representa la actividad de la vida embrional de conocer las cosas.
3
Bhave.
4
Nāmarūpa, “nombre y forma.”
5
Saḍindriya, “los seis controles (de los sentidos)”
6
Bhavati sparśajātam.
7
Bhavaṃ saṃsaranti.
8
El texto tiene āyāsā, lo que Senart imprime con un (¿). Deja la linea de una sílaba. Leer upāyāsā, el término
usual en esta fórmula.
9
Pratītyadharma.
10
Literalmente ‘el grito de conocimiento que estaba arreglaro” o “grito conocedor,” śabda pravṛittajñāna.
37

Los devas Śuddhāvāsa vinieron, miles de koṭis de ellos, infinitos nayutas.


Estirando sus manos unidas, alabaron al Daśabala que había ganado al
infinito.1
“Como el monarca de las rocas2 en la mitad del océano, como la bandera de
Indra, Vaijayanta, en la cima de Sumeru, como miles de soles en el cielo, así
brilla el Conquistador al pie del árbol bodhi.
“Tú, Oh Señor de los hombres, has alcanzado la iluminación para ganar lo
que regalaste en tus vidas pasadas, para ganar lo que guardaste con
moralidad impecable, para ganar tú que aseguraste la mayor sabiduría.
“Un hombre de visión, tú eres el disipador de la oscuridad, el que repone lo
que se puede destruir,3el más selecto de los seres, el ganador de auto
dependencia, el noble líder de la caravana para los hombres; no hay nadie
igual a él en todo el mundo.
“Toso el universo está iluminado por ti, como cuando la luna emerge desde
una nube. Así una radiancia celestial cae en los devas, Nāgas, Suras y
Mahoragas.
“Sería posible arrasar Sumeru, el monarca de las rocas, al suelo, haciendo
polvo de montañas, los fragmentos hechos igual a un grano de mostaza, pero
no es posible oscurecer el ilustre Buda de los Conquistadores.
“Uno puede ser capaz de contar las gotas en el gran océano de agua
tomándolos de la mano, aunque hubiera miles de koṭis de ellos, cientos de
nayutas, pero uno no puede distinguir al lustre de los Conquistadores.
“Sería posible conocer el sistema de tres mil mundos hasta el cielo más alto,
la tierra completa, árboles, viento y fuego y contar el pasto, las enredaderas,
hierbas y semillas, pero no es posible oscurecer al ilustre del Buda.
“Podría ser posible, perforando el firmamento de cientos o miles de veces,
determinar el punto más alto del cielo y todos los cientos de cuatro cuartos,
pero no es posible oscurecer al ilustre del Buda.
“Podría ser posible contar a todos los seres,4el cabello en sus cuerpos y el
pelo en su cabeza, y sus cuerpos, aquellos que han estado y aquellos que viene,
pero no es posible oscurecer el ilustre de los Conquistadores.
“Seres que han escuchado de tal gran valor como esto, recordarán
devotamente al Salvador del mundo. La comodidad será de ellos cuando

1
Pāraprāpta, o, “había ganado la perfección.”
2
Es decir, Sumeru.
3
Vināśadharmanidhāna.
4
Literalmente “el elemento de seres,” satvadhātu.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

hayan dejado la esfera de la angustia, y antes de poco tiempo la iluminación


los honrará.”

Nuevamente, monjes, cuando el Tathāgata había despertado a la insuperable y


perfecta iluminación, por siete días completo se sentó con las piernas cruzadas. Los
devas de la tierra, los devas del cielo, los devas Caturmahārājika, los devas
Trāyastriṃśa, los devas Yāma, los devas Tuṣita, los devas Nirmāṇarati, los devas
Paranirmitavaśavartin, los devas Mahābrahmā, los devas Brahmā, los devas que eran
sacerdotes de Brahmā, los devas Ābhā, los devas Parīttābhā, los devas Apramāṇābhā,
los devas Ābhāsvara, los devas Śubha, los devas Apramāṇaśubha, los devas
Śubhakṛitsna, los devas Vṛihatphala, los devas Avṛīha, los devas Atapa, los devas
Sudṛiśa1 y los devas Akaniṣṭha, por siete días completos honraron, reverenciaron, le
rindieron culto, y adoraron al Tathāgata en el noble trono bodhi. Y por siete días
completos el universo completo2 de tres mil mundos se convirtió en una visión de
esplendor.

En esa ocasión el Exaltado dijo estos versos: -


Por siete días completos el perfecto Buddha, el monumento de todo el
mundo, luego de despertar a la suprema iluminación no se levantó de
su asiento.
Miles de koṭis de devas se juntaron en el cielo, y por siete noches
completas hicieron llover flores.
Lotos azules, rojos, campaka, y lotos blancos, hermosos, con miles de
pétalos y brillantes, hicieron llover los devas.
Y Māra estaba confundido y con su ejército escribió en el suelo, “He
sido derrotado por el deva de devas, por el poderoso3león Sākyano.”
Los devas Trāyastriṃśa, los devas Yāma, los devas Tuṣita, los devas
Nirmāṇarati4, los devas Paranirmitavaśavartin, los devas que todavía
residen en el mundo de los deleites sensuales,

1
En pali Sudassā.
2
Sarvāvati, fem. de sarvāvant, BSk. = Pali sabbāvant.
3
Tāpin, en el texto. Pero la lectura de un MS., tāyi(ta), parece confirmar la afirmación de Kern que “la forma
tāpin dada en los diccionarios como un epíteto de Buda es solo una lectura tāyin, y más que eso es
radicalmente el mismo con el pali tādī (tādin).” Burnouf lo deriva de un suspuestro sánscrito trāyin, y lo
traduce como “protector.
4
Aquí denotado por el cuasi sinónimo Nirmitā, como los siguientes son denotados por Paranirmitā
39

Esparcidos en el cielo hay lluvias celestiales de brotes, sándalo rojo,


aloe celestial, y campaka. El campo buda floreció con una lluvia de
flores del tamaño de un dado.
Miles de koṭis de Brahmās reunidos en el cielo hicieron llover un fino
polvo de sándalo rojo celestial.
Con los devas en la tierra habían devas Śuddhāvāsa luminosos; cada
lugar, de un cuarto a otro, lleno de devas.
El aire estaba lleno de sombrillas y banderas, mientras le rendían
honor al glorioso y perfecto Buda.
Una rica radiancia salió desde dentro de los campos Budas. Las
partes más altas de los sistemas del mundo se volvieron del color del
fuego.
Los infiernos se volvieron tranquilos en todas partes en el campo
Buda; el carbón ardiente se enfrió, y los moradores se pusieron felices.
Aquellos seres en el infierno que habían trabajado en su pena de
angustias renacieron entre los devas.
En Sañjīva, Kālasūtra, Tapana, Pratāpana y Raurava el fuego era
sofocado por los rayos del Salvador del mundo.
En Avīci y en Sanghāta y en los infiernos separados1en todas partes el
fuego era sofocado por los rayos del Salvador del mundo.
En todos los infiernos separados que están en el sistema del mundo, el
fuego fue sofocado por los rayos del Salvador del mundo.
Aquellos que en la esfera de los brutos estaban costumbrados a
alimentarse en carne sangrienta fueron llenados de amor por el Buda,
y no se dañaron el uno al otro.
El árbol bodhi fue adornado con sombrillas, y banderas y cubierto con
alminar2 y hecho por los devas.
Alrededor en el suelo lejos del3 árbol bodhi había tocones de árboles,
espinas, tiestos, gravilla y piedras.
Pero el árbol bodhi estaba rodeado por suelo con joyas que los devas
del campo Buda habían puesto ahí.

1
Pratyeka.
2
Kūtāgarehi, o “por edificios con tejado a dos aguas.” Nirmitā, “hecho por,” por es nirmitehi.
3
Heṣṭā, “abajo,” pero debe tener aquí el significado modificado entregado en la traducción.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Miles de devas se pararon en el suelo llevando incensarios,1y les


rindieron culto al Guía del mundo.
Todo el suelo abajo2 estaba cubierto con lotos, del color de oro de
Jāmbūnada, que se esparcieron por el poder del Buda.
Y los seres que estaban enfermos, afligidos y sin esperanza se
volvieron completos y felices, bañados en los rayos del Buda.
Aquellos que eran ciegos desde nacimiento ganaron una visión segura
y fueron capaces de ver nuevamente. Se hablaron el uno al otro sobre
el poderoso3 que había ganado la iluminación.
La pasión, el odio y la estupidez fueron disipados cuando la
iluminación fue ganada por el León Śākyano, el gran Sabio.
Los palacios y las hermosas mansiones, con techos de dos aguas y
hermosos, todos se volvieron4 hacia el poderoso Bodhisattva.
Todos los hombres y mujeres y Kinnaras en el campo Buda se
volvieron hacia el poderoso Bodhisattva.
Devas, hombres y mujeres, hijos devas y hermosas doncellas devas
todos se volvieron hacia el árbol bodhi del gran Sabio.
Nāgas, Gandharvas, Yakṣas, Kumbhāṇḍas y Rākṣasas todos se
volvieron hacia el árbol bodhi del gran Sabio.
Jóvenes hombres y mujeres, acostados o sentados, todos se pararon y
miraron hacia el árbol bodhi del gran Sabio.
Todas las gemas de piedras preciosas, celestiales y raras, adornos de
devas, se volvieron hacia allá.
Las joyas de Nāgas, Yakṣas, Piśācas y Rākṣasas todos se volvieron
hacia el árbol bodhi.
Tobilleras, brazaletes y pulseras se volvieron hacia el palacio donde
colgaban los ropajes de azafrán del Buda que había ganado la
iluminación.
Cuerdas de perlas, brillantes adornos, aros de gemas, cadenas de oro
y anillos se volvieron hacia el inmovible árbol bodhi.

1
Dhūpanetra.
2
Heṭṭhā. En pali heṣṭā.
3
Tāyin.
4
Tatomukhā.
41

Todos los seres inconcebibles en el campo Buda, a sabiendas o no, se


volvieron hacia el inmovible árbol bodhi.
Vientos fríos, fragantes y deliciosos, soplaron alrededor del campo
Buda del Poderoso que había ganado la iluminación.
Todos los devas en el campo Buda, Nāgas, hombres, Asuras, Kinnaras,
y Yakṣas miraron hacia el Guía.
Llevando incensarios, y todos felices, alabaron a la Luz del mundo
mientras se paró en el trono bodhi.
Con las manos unidas hacia el cielo lo adoraron y alabaron en verso.
Le rindieron culto al Buda mientras se paraba cerca del trono bodhi.
Todos los miraron sentado ahí, el Salvador que trae la luz del mundo.
Nadie lo percibía a la distancia, incluso a una braza de distancia.
Nadie en el mundo vio al Buda desde atrás, pero en todos los cuartos
del mundo lo vieron cara a cara.
Nadie vio al Guía del mundo desde la izquierda o desde la derecha,
pero todos vieron al gran Héroe, justo en frente.
De inmediato, el incienso fue quemado en el campo Buda, y todos los
rincones de los campos Buda1se llevaron con su olor.
No es posible contar todos los koṭis que vieron la gloria del Buda
mientras caminaban hacia el árbol bodhi.
Pasto y madera, hierbas y árboles, todos se volvieron hacia el árbol
bodhi del gran Sabio.
¿Quién no estaría feliz habiendo escuchado tales increíbles
señales2dadas por el Guía del mundo? ¿Quién más que un seguidor
de Māra?
Toda la gloria que era el poderoso Buda cuando ganó la iluminación,
no pudo ser declarado, incluso en las palabras de uno dotado con
poderes mágicos de discurso.3
Cuando ellos vieron al perfecto Buda mientras se paraba en el árbol
bodhi y lo adoraban, oyeron sobre las señales se pusieron felices
porque lo entendieron.

1
El plural es importante aquí. Puede ser solo un poco de exageración poética. Porque cada Buda tenía uno, y
solo un campo Buda.
2
Idṛiśāndharmā.
3
O “uno que habla con mágia,” ṛiddhi bhāṣatas.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Y los monjes que eran firmemente establecidos en la moralidad1


sentirán una fina emoción cunado escuchen este sūtra.
Habrá felicidad para aquellos que están dotados con paciencia y
carácter gentil, que son activos de cuerpo y mente, y que desean el
conocimiento del Buda.
Habrá felicidad para aquellos que, despertados a la suprema
iluminación, reconfortan a hombres diciéndoles que los liberarán de
ser sujetos al renacimiento.2
Habrá alegría para aquellos que han honrado a previos Budas, el
mejor de los nacidos dos veces,3 cuando escuchan a este sūtra del gran
Sabio.
Aquellos que refrescan a los necesitados con comida y bebida le harán
referencia al Buda cuando escuchen este sūtra.
Aquellos que socorren a los pobres con su riqueza le harán reverencia
al Buda cuando escuchen este sūtra.
Aquellos que alzaban finas estructuras a los Budas se regocijarán
cuando conozcan los hermosos palacios4 de todos.
Aquellos que mantenían el verdadero dharma al Salvador del mundo
y renunciaron a la ganancia y reputación se regocijarán.
Aquellos cuyas vidas no pueden ser recompuestas y que están libres
de karma que demanda compensación, el querido5del Salvador del
mundo, le dará honor.
Habrá emoción para aquellos que, habiendo visto al benevolente y
perfecto Buda, el Mejor de los bípedos, le darán gran honor.
Habrá emoción para aquellos que, habiendo visto al León, el gran
Nāga, el monumento del mundo, le harán un gran honor.

1
Literalmente, “cuerpo de moralidad,” sīlaskandha, en pali sīlakkhandha, “todos los que pertenecen a las
prácticas morales, cuerpo de moralidad formando el primer constituente de los cinco khandhas.” (P.E.D.)
Estos khandas, que los textos pali enumeran como tres, sīlakkhandha, samādhi-, paññā-, o como cinco,
añadiendo vimutti- y vimuttiñāṇadassana-, deben ser distinguidos de los cinco khandhas (skandhas) o
“elementos de la existencia sensorial.”
2
Mociṣyi upapadyatām, siguiendo la sugerencia de Senart de que al proveer iti (entender) estas palabras
serían las palabras dichas por cada uno, “yo liberaré,” etc.
3
Dvijasattama, un extraño epíteto de Budas. Posiblemente debería ser cambiado a un dvipaduttama más
usual, “mejor de los bípedos.”
4
Leyendo, con un MS., prāsādā para prasādā. “Palacios” aquí, por supuesto, denotando las verdades del
budisma, muchos en la misma manera que ratana, “joya,” es usada. Además, prasādā parece ser requerida
para formar una antítesis de cetiyā.
5
Orasa, en pali, Sk. Aurasa, “estando en el pecho” (uras.).
43

Habrá emoción para aquellos quienes, ansiosos por el conocimiento


del Buda, le rendirán honor a la bandera del Salvador del mundo.
Habrá emoción para aquellos quienes, habiendo visto al Buda, el que
trae la luz, el invisible, le darán gran honor.
Habrá emoción para aquellos que, habiendo visto al buen Guía, la Luz
del mundo, lo alabarán con gran infinito honor.
Habrá emoción para aquellos quienes, cuando vieron a los dos
Salvadores del mundo, el Tathāgata llamado Kusuma,1 le harán
honor.
Habrá emoción para aquellos quienes, cuando vieron a Maru, el
perfecto Buda, el mejor de los Bípedos, el más selecto de los hablantes,
lo alabaran.
Habrá emoción para aquellos quienes, cuando vieron a Puṣpa,
supremo Buda, Mejor de los bípedos, le harán el mejor homenaje.
Habrá terror para aquellos quienes, siendo avaros, poniendo valor en
la reputación y descansando en conocimiento falso, escucharon este
sūtra con poca atención.
No habrá dolor para aquellos quienes, aunque se deleitan en la
sociedad2 y en residir entre la multitud, han escuchado el aislamiento
del Buda.
Incluso el inmoral, cuando hubieron escuchado al Buda hablando así,
se volverán a la Luz del mundo, y le darán ansiosa reverencia.
Habrá alegría para los futuros valientes y benditos Bodhisattva que
han sido proclamados por el Buda.
Aquellos que nunca fallan respecto a conocimiento sobre el Buda
serán benditos, cuando escucharon este sūtra.
Aquellos que, entrenados con mentes sumisas en conocimientos del
Buda, han reverenciado, honrado y alabado a Budas pasados, seres
selectos y señores de hombres, estarán emocionado cuando
escucharon de la belleza3 del Mejor de los Hombres.
Y aquellos que son perfectamente y enteramente puros, dotados con
cientos de koṭis de buenas cualidades; aquellos que, regocijándose en

1
Estos Budas futuros parecen ser aludidos solo aquí.
2
Sangaṇikā, BSk. y pali.
3
Leyendo, con los MSS., varṇam para varṇo; y así dos veces más abajo en la misma página.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

las enseñanzas del Sugata, mantienen1 el dharma cuando se está


rompiendo.2
Y aquellos que son constantes y devotos,3 que no son difamatorios ni
sueltos de lenguas,4 que no son dados al orgullo, estarán emocionados
cuando escuchen de la belleza del noble Conquistador.
Aquellos que no renuncia al conocimiento de un Buda; aquellos cuya
incomparable, infinita iluminación no tiene imperfección, y aquellos
que viven en devoción, se sentirán emocionado cuando escucharon de
la belleza del noble Conquistador.

Monjes, cuando, ya anciano, el Tathāgata estaba viviendo su carrera como


Bodhisattva, se levantó sobre el mundo al estar dotado con cuatro estados
morales.5 ¿Cuáles cuatro? Moralidad perfecta,6 …,7 un corazón benevolente8
a todos los seres, y un corazón devoto9 a todos los seres. Dotado entonces con
estos cuatro estados morales, monjes, el Tathāgata, cuando vivía su carrera
como un Bodhisattva, alcanzó una omnisciencia de este tipo.
Luego, en esa ocasión, el Exaltado dijo este verso: -
La moralidad es el mejor tesoro de la enseñanza del Salvador del
mundo. Ni oro ni plata es la riqueza alabada por el monje.
Dejen que el que sigue fielmente las enseñanzas del Maestro honre la
moralidad. El hombre inmoral es alejado; no es un discípulo del Buda.
El Mejor de los bípedos, el Salvador del mundo, el gran Héroe, que
están dotados con las treinta y dos marcas, miran a donde aquellos
que han mantenido sus moralidades impecables.10

1
Dharesi, “habitual.”
2
Lujyamāna.
3
Había una laguna antes de anubaddhā, que es evidentemente el miembro final de una palabra compuesta.
La traducción adopatada por la sugerencia de Senart de que el compuesto puede ser restaurado leyendo
vratānubaddhā.
4
Vikīrṇavāca.
5
Caturhi dharmehi samanvāgata.
6
Śīlaskhandha.
7
El segundo está perdido en una laguna, aunque un MS. retiene el final citratāya.
8
Hita.
9
Ohita, pali. BSk. generalmente tiene avahita o apahita, per el Mhvu. tiene ohita. Ambos hita y ohita son,
por supuesto, de la misma raíz.
10
La construcción aquí es extraña. Las palabras paśyanti rakṣitvā no dan la traducción de arriba, aunque el
contexto parece demandarlo. Senart solo puede construirlo tomando paśyanti como pasivo. Pero incluso
entonces la construcción a “son vistos que han mantenido” ( o “como han mantenido”) no es seguro.
45

Viviendo en el bosque, celoso1 por amor y moralidad, valiente y en paz


– este es el tesoro del recluso.
Deseando poco, y contento con poco, valiente y auto compuesto,
consciente y escrupuloso2 - este es el tesoro del recluso.
Porque todos los monjes son verdaderamente morales cuando
hubieron roto la atrapante red de deseo y desarrollo de los siete
bodhyangas – este es el tesoro del recluso.
El sabio sin pasión por la existencia desarrolla el vacío y la calma;
muchas enfermedades no son reales para él – este es el tesoro del
recluso.
Muy rico se vuelve aquel que persigue su camino: siguiendo este curso
de conducta incluso un monje es muy rico.
El monje que está dotado con moralidad es rico, porque no es por la
acumulación de perlas y corales que el monje se vuelve rico.
Dejen que el monje sea moral, viviendo en paz, y sin dañar a nadie.
No es por obtener una túnica que el monje vive una vida sagrada.
Por la perfecta práctica de la moralidad el evita todos los tiempos
inapropiados. El Maestro no elogia al monje que se precia de sus
posesiones.
Cuando él pone su mente en la moralidad, el cielo no es difícil de
ganar para él. Él es querido y agradable para todos donde sea que
vaya.
Cuida tu moralidad prudentemente mientras te diriges hacia las tres
cosas felices – alabanzas, riquezas, y cuando hayas muerto, felicidad
en el cielo.3 La moralidad es la mejor ropa y un adorno
resplandeciente. El monje que es conspicuo por su moralidad4 no es
obstruido por su caridad.5

1
Utsuka, en pali ussuka.
2
Hirī-ottappasampanna.
3
Esta estrofa es idéntica, palabra por palabra, con una en It. 72, excepto que esta última tiene vittalābha
para citta°, y la lectura ha sido adoptada aquí.
4
Literalmente, “brillante por su moralidad,” śīlena śobhito.
5
Pero lo correcto de este texto puede ser dudado, especialmente como, por estrictas rreglas monásticas, un
monje no tiene nada que dar. Aparte de dadanto, podría ser posible escribir “el monje está hecho para
brillar por su moralidad (y su luz) no se apaga” (vihanyati). La Srta. I. B. Horner, sin embargo, hace la
interesante sugerencia de que la caridad del virtuoso monje o regalo es la del dharma. Ella cita a A. 1. 91 y It.
P. 98, donde dos tipos de regalos están especificado, el de las cosas materiales y el del dhammā.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Su cuerpo es radiante con pura moralidad, y cuando viene la muerte


no hay incineración1 para él.
Cuando su moralidad es pura, el logro de la maduración no es difícil.
Entonces está cerca del cielo y ve al Salvador del mundo.
Conspicuo como es por su pura moralidad el monje es además sumiso,
y no se da a conocer por hablar fuerte.
Moral y sin miedo, él nunca está asustado. Ni nunca cae2 en
demasiado afecto, lo que lleva3 al nacimiento de la maldad.4
El hombre moral tiene pocos deseos y pocas preocupaciones, pero está
feliz con su virtud. Gana deseos rápidamente y continúa para ganar
serenidad.5
Con su moralidad bien cuidada el monje se siente confiado; ni se
ciega6cuando ha visto a los discípulos del Conquistador.
Para el monje que ha limpiado sus morales, siendo auto poseído y
consciente, recordó sus vidas pasadas durante miles de koṭis de
kalpas.
Es como resultado de su moralidad que el gran Héroe, el monumento
de todo el mundo, puede observar7el mundo Brahmā.
Por su moralidad pura su ojo-deva se aclara. Ningún lugar en los
campos Budas está fuera de su campo de visión.
Con la moralidad bien lograda, el infinito Tathāgata, el Guía, conoce
la muerte y la conversión de todos los seres.
El hombre moral pasará por el mundo alerta y energético; no es difícil
para él escuchar el agradable sonido del nombre del Buda.8

1
Dāgha, una forma prancrita, de acuerdo a Senart, para dāha, en pali ḍāha.
2
“Va a,” gacchati.
3
“Es,” bhūta.
4
Este pāda debe ser considerado dudoso. La evidencia MS, juzgando por los dos MSS. citados en el
apparatus, es muy consufa, y es dudoso ver como la lectura en el texto fue lograda por Senart. Él, sin
embargo, no hace ninguna nota en este pasaje. Su texto lee “nunca va a lo que está unido con pecado, que
es el nacimiento del mal.”
5
Prasādaṃ gacchati.
6
Literalmente “si ojo no es destruido,” na tasya hanyate cakṣum. La explicación es oscura, a menos de que
la alusión sea, como parece mostrar la secuela, a él siendo capaz de ver más objetos de los que están
alrededor de él.
7
Literalmente, “continúa observando.”
8
Literalmente, “El sonido Buda no es difícil de ganar para él.”
47

El hombre moral se vuelve querido y agradable para los hombres,


honrado en todas partes, reverenciado, y estimado, puro de corazón y
sin pecado.
Por su moralidad pura un hombre puede ver a alguien pasar a la más
alta y brillante mansión, el descanso de grupos de Apsarás.
Por su moralidad pura un hombre puede ver a uno pasando a la
brillante cima de Sumeru, la residencia de los devas Trāyastriṃśa.
Por su moralidad pura puede ver a los deva Yāma, y la ciudad celestial
que está llena de Apsarás.
Por su perfecta y pura moralidad él ve a los devas Nirmāṇarati, los
devas (llamados Sunirmita, que hacen sus propios adornos.1
Por su perfectamente pura moralidad él ve a los brillantes a los devas
Paranirmitavaśavartin parados en sus propias mansiones.
Por su perfectamente pura moralidad él ve la residencia de Māra2,
cubierto con un dosel de joyas y lleno de grupos de Apsarás.
Al poner sus mentes en la moralidad él ve a los devas Brahmā y sus
mansiones de oro Jāmbūnada lleno de joyas.
El monje moral ve a los devas en el tren de Brahmā, y los devas que
eran sus sacerdotes, parados en sus mansiones.
El monje moral ve parados en sus mansiones a los devas que son los
sirvientes de Brahmā3y los devas Mahā-Brahmā.
Dotado con moralidad él ve a los devas Ābhā y sus magníficas
mansiones enjoyadas.
El monje moral ve a los poderosos devas Śubha, el Śubhakṛitsna y los
devas Apramāṇabhā.
Al mantener su moralidad pura él ve a los devas Parīttaśubha, y miles
de devas parados en el mundo material.
Por su perfecta y pura moralidad él ve a los devas Vṛihatphala, los
devas Avṛiha, los devas Atapa, los devas Sudṛiśa y los devas
Sudarśana. Por su perfecta moralidad él ve a los devas Śuddhāvāsa.

1
Con alusión al significado del nombre Nirmāṇrati, “deleitándose en sus propias creaciones.” Sunirmita era
el nombre de un rey de estos devas.
2
Māra aquí no es tanto el “Malvado” de la teoría budista como es un summutidevā de la religión
convencional.
3
Brahmāpārṣadya.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Los monjes que han mantenido su moralidad brillando ven a aquellos


que han muerto completamente1 ahí como un fuego que ha sido
sofocado por el agua.
Él2que tiene las marcas de la distinción era siempre perfecto en
moralidad en sus vidas pasadas. Así, el pasó a ser el Daśabala, el
Maestro, y su cuerpo brilla con las marcas de la excelencia.
Siempre alerta en moralidad y en concentración el Conquistador viajó
por incontables kalpas en el pasado. Así se convirtió en el señor del
dharma en el mundo, como el sol es el señor de la luz.
Así practicando la moralidad pura por infinitos incontables kalpas, el
Sugata está adornado y brillando con las marcas. De su boca sale el
aroma del sándalo.
Siempre manteniendo en vista estas buenas cualidades y guardando la
moralidad encomendada por el Conquistador, residen en el
bosque3con corazones exultantes. Aquellos que honran al excelente
Sabio son elevados.
Los Budas vistos anteriormente eran líderes de Caravana, que habían
apagado sus pasiones, eran reverenciados y honrados e
independientes. Ellos engendran un deseo por la noble iluminación.
Cuando escucharon de estas buenas cualidades los Bodhisattvas se
sintieron elevados.4
Nuevamente, monjes, el Tathāgata es puro en moralidad, en concentración, en
sabiduría, en emancipación, en el conocimiento de la emancipación, en
paciencia, en dulzura de carácter, en amor, y en compasión. Y, monjes, el
Tathāgata siendo perfectamente puro, no es posible determinar el mérito de él
que haría honor con flores, guirnaldas, perfumes, banderas, músicas y
ungüentos. Su cuerpo de mérito no puede cansarse a menos de que sea por una
de las tres carreras5 hasta el final de eso llegue a Nirvana.6 ¿Por qué? Porque,
monjes, como el Tathāgata es infinito en todas las buenas cualidades, así,
monjes, las ofrendas hechas al Tathāgata son infinitas, interminable,
inconcebible, incomparable, inmensurable, sin límite y inefable. Nuevamente,
monjes es lo mismo si uno le rindiera culto al Tathāgata cuando está todavía

1
O “pasaron al Nirvana,” parinirvāyi.
2
El perfecto o buen monje y el Buda están mezclado en este pasaje.
3
Pavane, que Senart toma como “purificándote.”
4
Esta última frase no debería ser realmente parte de los versos, ya que es un comentario sobre la recepción
de los Bodhisattvas, que eran la audiencia del Buda, de los versos recitados por él. La estrofa completa es
notable por el número de formas sustanciales para ā mezclados con la forma plural regular.
5
Es decir, los tres yānas del budismo Mahāyāna – śrāvakayāna, pratyeka-buddhayāna y Buddhayāna.
6
Literalmente, ‘ hasta que llegue el Nirvana no es el final.”
49

vivo y se debe reverenciar, estimarlo y honrarlo con flores, perfumes,


guirnaldas, sombrillas, banderas, música, incienso, ungüentos, comida,
bebidas, carruajes y ropa, o si él lo ha honrado cuando ha muerto al descansar
sobre él una corona de flores de mostaza.1
Y en esa ocasión el Exaltado dijo estos versos2: -
Él, habiendo puesto sus pensamientos hacia la iluminación para el
bien de todos los seres vivos, reverentemente saluda al monumento del
Salvador del mundo, en todas partes y en todas sus vidas mientras
pasa por el camino de la iluminación se vuelve consciente,
considerado, virtuoso y asegurado.
Se vuelve en todas partes y en todas las vidas honrado por los devas,
Nāgas, Yakṣas, y Rakṣasas, que reverentemente saluda al monumento.
Él evita los ocho momentos inoportunos de los que he hablado, y
logra3 ese momento brillante en el que el Buda aparece.
Se vuelve dotado con belleza, adornado con las marcas de la
excelencia, benditos con complexión clara, y con mentes inteligentes.
Él, quien, al ver a la Luz del mundo, lo honra siempre, se vuelve rico
y afortunado, virtuoso y libre de envidia.4
Él no se confunde con las apariencias5 porque el aprecia la
insustancialidad6 y la desolación7 de ellos. Él rápidamente gana la
confianza y sabe el dharma.
Él renace en ricas y prosperas familias de mercantes. Se vuelve muy
caritativo, valiente, generoso, y poco mezquino.
Cualquier familia distinguida que viva en Jambūdvīpa, entre ellos
nace como un héroe; el evita las familias básicas.

1
Leyendo sarṣapaphulla para °phala.
2
Estos versos contienen algunos pasajes prácticamente idénticos con pasajes del avolakana-sūtra citados
por Śāntideva. Este hecho más la similitud de sujeto muetra que ambos Śāntideva y Mhvu. estaban citando
una obra que en ese tiempo circulaba bajo el título Avolakita-sūtra o Avalokana-sūtra. Pero el Mhvu.
muestra mucho más elaboración del detalle.
3
Ārāgeti, en otras partes en el Mhvu., como en BSk., generalmente ārāgayati, una distorsión del pali
ārādheti.
4
Anīrṣuka, parcialmente asimilado al pali anissukin.
5
Dharmehi.
6
Nairātmya.
7
Śūnyatā.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Él que ha saludo reverencialmente a un momento se vuelve en todas


partes un jefe de hogar afluente, ardiente con esplendor y gloria y
honrado.
Se vuelve un brāhman afluente, sabio y educado; un noble afluente y
rico.
Se vuelve, también, un rey correcto, un señor en Jambūdvīpa,
gobernándolo y a toda la montaña.
Se vuelve un poderoso rey universal, un soberano que posee los siete
tesoros. Firmemente establecido en su reino adora al Buda siempre.
Cuando muere, lleno de confianza en las enseñanzas del Buda, se va
al cielo. Incluso se vuelve Śakra, rey de los devas, un señor en la cima
del Meru.
Se vuelve un Suyāma, señor de devas, y también Santuṣita; y Nirmita
también, un señor de devas, un Vaśavartin, un soberano de devas.
Incluso se vuelve un Brahmā en el mundo Brahmā, un sabio soberano,
honrado por koṭis de devas, que ha saludado reverencialmente a un
monumento.
Uno no puede completar el cuento, incluso en cientos de koṭis de
kalpas, de aquellos que han saludado reverencialmente a un
monumento del Salvador del mundo.
Verdaderamente, él quien, poniendo sus pensamientos en la
iluminación, adora a un monumento del Maestro, no se vuelve, en koṭis
de kalpas, ciego ni de un ojo ni de ambos.
Él que ha saludado reverentemente a un monumento del Salvado del
mundo gana visión clara, grande, azul e ilustre.
Él que ha saludado reverentemente a un monumento se vuelve fuerte
y con energía; no cae en la indolencia, sino que está siempre alerta.
Él que ha saludado reverencialmente a un monumento, firme en
energía, firme en fuerza, resistiendo, y firme en coraje, rápidamente
gana la buena fortuna.
Verdaderamente él no muere por el fuego o por veneno o por un arma,
sino que muere como un hombre sabio, al final de su vida.
Él que ha saludado reverencialmente a un monumento se vuelve
reconocido en las ciudades capitales, reinos y pueblos, por su belleza,
prosperidad y riquezas.
51

Se vuelve limpio de cuerpo, limpio de adornos, y establecido en lo


correcto. Por eso, él no sigue los deleites sensuales de flores o lugares.
Porque cuando él muerte, va donde los devas Trāyastriṃśa, y
rápidamente obtiene una mansión brillante de joyas.
Y él que pone guirnaldas en un monumento disfruta entre los palacios
de los devas Trāyastriṃśa llenos de Apsarás.
El tendrá una piscina celestial de loto lleno de perfecta agua, con un
piso de arena dorada cubierta con berilio y cristal.
Y cuando, lleno de sabiduría, hubo completado su disfrute de
prosperidad celestial, él se va desde el mundo deva y se convierte en
un hombre de riqueza.
En virtud de su riqueza de mérito él gana1el favor del Tathāgata.
Ardiente y vigilante el alaba al Mejor de los bípedos.
Él quien ha alabado al Mejor de los bípedos no es superado por la
pasión, ni tampoco motivado por el odio; ni se encapricha.
Cuando él hubo alabado al Salvador del mundo se vuelve en todas sus
vidas libre de pasión, odio y estupidez, y tiene sus facultades bajo
control.
Él que ha puesto guirnaldas sobre un monumento, se vuelve en todos
los tiempos honrados, por miles de koṭis de vidas, por cientos de
nayutas de vidas.
Él que ha puesto un festón de fina seda en un monumento del Salvador
del mundo, prospera en todos sus objetivos, tanto entre devas como
entre hombres.
Él evita las familias básicas y no renace entre ellas. Sino que se vuelve
rico y afluente, un soberano en Jambūdvīpa.
Él que ha alabado a un Tathāgata se vuelve en todas partes distinguido
por su belleza, su riqueza, su complexión y su poder mágico.
Tiene una memoria de vidas pasadas y no se deja llevar por la pasión.
Entiende la deprivación de los placeres sensuales y toma la vida
sagrada.
El que ha alabado al Mejor de los bípedos no es superado en forma,
en sonidos o en gusto, y no comete actos malvados.

1
Ārāgeti.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Ni él se deja llevar por el olor ni el tacto, sino que se vuelve consciente


y considerado, si ha alabado al Guía.
Los reyes ladrones no le quitan la riqueza a uno que ha adorado al
Tathāgata, si el fuego lo destruye.
Él que le ha dado a la Guía del mundo un festón de sedas finas y flores,
no experimenta pena ni angustias.
Él que ha adorado a la Luz del mundo se vuelve en todas partes y en
todas sus vidas inmune a la pena y la opresión, un poderoso rey
universal.
Él que tiene manos bien tejidas1y pies ganan esplendor; él está dotado
con belleza, si es que ha alabado al Salvador del mundo.
El evita los actos malvados mientras pasa en el camino de la
iluminación. Él mira al Mejor de los Hombres que son tan raros en el
mundo.
Habiendo disfrutado el bienestar por miles de koṭis de kalpas, por
cientos de nayutas de kalpas, lleno de sabiduría despierta a la suprema
iluminación.
Habiendo hecho puesto de festón sobre las reliquias del Salvador del
mundo se vuelve un rey universal con un séquito leal.
Renuncia a aquellos estados malvados que son renunciados por los
Āryans, y asegura los buenos estados que son encomendados por los
Budas.
Se vuelve querido, honrado y estimado por devas y Nāgas y todos los
hombres sabios en el mundo.
Poderoso, con un gran y brillante séquito, honra al Mejor de los
bípedos en invencible y perfecto Buda.
En cualquier casa en la que él, glorioso con la gloria del mérito,
nazca, la familia se vuelve honrada en el reino y el pueblo.
Quien ponga sus pensamientos hacia la iluminación y haga puestos de
guirnaldas, se vuelve la buena fortuna que ha sido alabada por los
Budas.
Él no se vuelve jorobado, ni tonto ni calvo; pero camina firme,
adornado con las treinta y dos marcas, donde sea que renazca.

1
Dhātuṣu.
53

Cuando él ve a personas con necesidad los socorre con su riqueza, e


inviolable pasa por el camino de la iluminación.
En su inteligencia habiendo renunciando a la tierra se vuelve sublime
de corazón, y nunca se deprime.
Él que ha caminado hacia la iluminación va en su camino renunciando
a hijos, hijas y hermosas y buenas esposas.
De pocas palabras,1pero hermoso de cara no es atacado por los celos
ni la vanidad en ningún momento.
Él que ha caminado hacia la iluminación está libre de envidia, con
carácter amable, perfecto en paciencia, benevolente y dotado con
buenas cualidades.
Un raro tesoro es él en el mundo. Sin culpa es él y digno de ofrendas
él que ha caminado hacia la iluminación.
Sería más fácil para un infante contar las estrellas en el brillante cielo
de lo que sería decir en palabras el límite de las virtudes de un hombre.
Sería más fácil para un infante decir los números de los granos de
arena y los miles de koṭis de Nāgas en los cuatro grandes océanos, de
lo que sería reconocer la virtud de un hombre.
Sería más fácil contar en un momento los pelos de todas las criaturas
en los seis reinos en el universo,2 que reconocer la virtud de este
hombre.
Sería más fácil para un hombre educado contar los árboles,
comenzando con esos que crecen por un kalpa en el hogar de los devas,
luego esos que están aquí en la tierra en el presente y en el futuro, sus
flores y sus frutas, de lo que sería decir el límite de la virtud de estos
hijos del Buda.
Sería más fácil contar los agradables, dorados rayos de este sol de lo
que sería decir el límite de la virtud de un hijo de Buda.
Quien en el curso de cien vidas le haga3 alguna maldad está vetado de
la compañía de devas y hombres; el infierno es su futuro.
Se vuelve ciego y sin visión, desdichado y sin esperanza, quien en su
estupidez4 maltrata al Bodhisattva.

1
Pūrvālāpin, “dejando que otros hablen primero.”
2
Jage.
3
Se = asya.
4
Aviddasu, pali.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Cuando el muere debe ir al terrible y horrible Avīci, donde con su


gigante cuerpo1 el sufre amargos sufrimientos.
Renace ahí con un cuerpo de una yojana de largo, y en toda la vasta
extensión está atormentada por el fuego.
Hay cinco mil cabezas en su cuerpo, y en cada cabeza quinientas
lenguas.
En cada punta de cada lengua hay espadas.2 Este es el terrible
tormento que él pasa; este es el terrible fruto de su karma.
Cuando pasa a Avīci va a Tapana y Pratāpana, y ahí el hombre sufre
de sus pasados malos actos.
Verdaderamente, no es fácil para él que, en su estupidez, maltrata a
los hijos del Buda, recuperar su nacimiento como un humano.
Por cientos de miles, por cientos de nayutas de vidas el sufre amargos
sufrimientos. Y esa es la causa de su tormento.
Hay un terrible veneno, corrosivo y devorando la médula, esperando
a él que ha maltratado a los poderosos hijos de Buda.
El sufre de hambre y sed; este es el fruto del malvado karma.
E incluso cuando tiene algo para comer nunca lo disfruta.
Pasando de ahí, en el mundo de Yama es devorado por un gran
carroña. Ningún refugio gana aquel que ha maltratado a los monjes.
Pasando de ahí, nuevamente, cuando se ha cumplido su tiempo, y
viniendo al mundo de los hombres, nace ciego, tonto y loco.
Su discurso es no se entiende, es mentiroso, y de sonido malvado. Y
cuando pasa de este mundo de hombres él se va a la esfera de la
angustia.
Él quien, en su locura, ha maltratado a los hijos de Buda, nunca ver a
un Buda por miles de koṭis de kalpas.
Él que le da protección3 en su casa, evita toda esfera de angustia y
rápidamente pasa al cielo.

1
Un eco de la creencia premitiva que las “sombras” de los muertos son más grandes que los cuerpos de los
vivos. Aquí también se implica que entre más grande sea la víctima más numerosos serán los tormentos a
los cuales está sujeto.
2
Leyendo phalānam para halānam.
3
Rakṣa para rakṣām
55

Se vuelve rico y afluente, poderoso y seguro, dotado con consciencia


plena y sabiduría, bendito y libre de angustia.
Y cuando las Luces del mundo han pasado a Nirvana, él1adora el
monumento del Buda una y otra vez cuando lo ve.
¿Quién, escuchando esas verdades2dichas por el Buda, no mostraría
una y otra vez confianza en los hijos del Buda?
Quien honrará miles de Budas, cientos de nayutas de ellos, por tantos
kalpas como granos de arena hay en el Ganges,
Y quien apoyará el verdadero dharma predicado por el Salvador del
mundo, cuando se está rompiendo,3por, aunque sea una noche o un
día, será distinguido en mérito.
Él4se vuelve honrado y establecido en conocimiento del Buda; y los
Budas, también, son honrados cuando el dharma que se está
rompiendo, es apoyado.
Quien guarda las enseñanzas del Maestro cuando el verdadero
dharma se está rompiendo, nunca es dañado por miles de koṭis de
kalpas.
Él está cómodo con su cuerpo y no sucumbe a la enfermedad. No será
nunca destruido por miles de infortunios.
Él que ha guardado las enseñanzas del Maestro se vuelve dotado con
paciencia, gentileza, amabilidad, sumisión, y es amable con otros.
Sereno y feliz acepta el desprecio5evidenciado hasta ahora cuando el
dharma ha sido suprimido.6 Quien apoya al dharma del noble
Conquistador cuando se está rompiendo escapa de todos los
momentos inoportunos.
Quien apoya el dharma del noble Conquistador cuando se está
rompiendo, siempre obtiene las marcas de la excelencia como el cielo
que está lleno de estrellas.
Quien apoya el dharma del noble Conquistador cuando se está
rompiendo, escapa al nacimiento en familias básicas dentro de las
cuales no es fácil la bendición. Se vuelve rico, feliz y próspero.

1
El texto tiene el plural en esta estrofa.
2
Dharmā, pl.
3
Pralujjanta.
4
Aham = ayam.
5
Pratikrośa, “gritando en contra.”
6
Literalmente, “visto en pasada supresión.”
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Quien apoya el dharma del noble Conquistador cuando se está


rompiendo, por su energía logra mucha fuerza, y orgullosamente
mueve toda la tierra, honrando a cientos de miles de Budas.
Quien apoya el dharma del noble Conquistador cuando se está
rompiendo, comportándose consciente y virtuoso, se vuelve altamente
reverenciado entre hombres e inmortales, un hombre sabio muy
alabado en Jambūḍvīpa.
Quien soporta el dharma del noble Conquistador cuando se está
rompiendo, se vuelve hermoso en forma y querido por hombres,
mujeres y devas, brillante, alabado y virtuoso.1
Quien apoya el dharma del noble Conquistador cuando se está
rompiendo, por todos los miles de cientos de koṭis de kalpas está
dotado con la fortaleza de la virtud, y el conocimiento. Ni pierde toda
su estima.2
Aquellos hombres a los que el Maestro, el Daśabala,3el deva de deva,
ha dicho este sūtra tendrán felicidad inmovible cuando su última
muerte venga.
Ellos4dirán el dharma del noble Conquistador a aquellos en Nirvana.5
Lo sostuvieron con fe por respeto por ellos, y pusieron sus regalos en
incontables monumentos y honraron al Sangha por respeto al
Exaltado.
Cuando la enseñanza del noble Conquistador se está rompiendo
sostiene el camino del noble dharma6 del Maestro. Él que se niega a
hacer este justo y noble acto no tendrá un buen final.7
Todos los seres deben convertirse en salvadores del mundo, que todo
lo ven, con las pasiones y la lujuria destruida. Por miles de nayutas de
koṭis dirán la alabanza de una ofrenda de flores8 al noble
Conquistador.

1
Praśastu, para praśasta.
2
Ānuśaṃsa; también en la página siguiente. Ya sea un error o una versión BSk. del pali ānisaṃsa.
3
Aquí Daśabaladhārin, “poseedor de los diez poderoso.”
4
El objeto se vuelve singular nuevamente.
5
“Aquellos que murieron,” nirvṛitānām.
6
Dharmanetrī, para -īm.
7
Kālakarma, un sustantivo correspondiente a kālaṃ kṛi, “morir.”
8
Leyendo puṣpadāne para puṣpadinne.
57

A todo momento se abstiene de actos malvados y practica1 el excelente


dharma. Y cuando él por un largo tiempo ha perseguido en bien en
muchas vidas, se vuelve un Buda sin par en el mundo.
De corazón sereno y abandonando la lujuria, escúchame mientras
digo la alabanza de él que toma un pequeño incienso más fino que un
grano de mostaza y lo quema en el templo del Bendito.
Camina con virtud por las regiones del mundo, inmune a la
enfermedad, firmemente devoto y alerta. Y mientras va en su camino
él guía los mundos y se vuelve querido y amado por los hombres.
Cuando él haya logrado un reino, como un poderoso y sabio rey
universal, de belleza dorada, adornado con las marcas de la
excelencia, honra al Conquistador. A todo momento recibe fragantes
perfumes.
Para él no hay dolor físico ni mental. En sus varias vidas ha escapado
fortunas. Se vuelve rico, próspero y afluente. El pasa por todos los
mundos exitosos en todo.
Va a la gente cuando se le pregunta sobre el dharma principal
enseñado por el Conquistador. Disipa las dudas mientras dice estas
palabras, y él que escucha al dharma ganará la alegría.
No comete pecados por defecto de sabiduría, pero está distinguido por
conocer el conocimiento mayor. Su comportamiento es divinamente
puro, justo y amable. El aclara la vista y disipa la oscuridad.
En el mundo de hombres no se vuelve fiero con pasión, odio y
estupidez. Sino que viviendo la pura, perfecta vida sagrada él logra
infinito bien.
No se vuelve malo con nadie, ni sufre nunca de pérdida de su riqueza.
Ningún mal2viene a un hombre por él que ha quemado los inciensos
en el templo del Conquistador
Puro, perfecto, libre de pecado, calmo, sereno, tranquilo, luego de
pasar por cientos de nayutas de koṭis de kalpas, exaltado en su corazón
logra la incomparable iluminación.
Habiendo establecido en el camino perfecto y sin pena miles de
nayutas de koṭis de seres y ha hecho rodar la rueda incomparable, el
muere, sus pasiones sofocadas y su lujuria destruida.

1
Prakari; esta forma frecuentemente ocurre en las siguientes estrofas.
2
Nīgha, en pali nigha, y compuesto a veces anīgha.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

El quien ha puesto una bandera en los monumentos del Exaltado


tendrá que engendrar una resolución para convertirse en un Buda1 en
el mundo. Se vuelve honrado de hombres mientras el más noble pasa
por el camino del Conquistador.
Gana una gran reputación y se vuelve sabio y loable. Ganará un
limpio y puro cuerpo. Se vuelve un objeto de alto cariño de los
hombres, y reverenciado por devas y Nāgas.
Su cuerpo es siempre dorado, y se vuelve poseedor de brillantes
túnicas de algodón, lana, lino, yute2y seda.
Cualquier familia noble que haya en Jambūdvīpa, rica, educada,
poseedora de grandes riquezas, entre ellos él renace.3 Escapa del
nacimiento en familias bajas que son pobres.
Ningún ser que reconoce su soberanía se convierte en uno depravado
de corazón. Él censura4 los actos malvados de otros y se vuelve puro
en moralidad y siempre alerta. No es ni miserable ni avaro.5Se vuelve
completamente generoso y gana la alegría. No induce a otros a vivir
por ganancias. Se convierte en uno de buena reputación y es siempre
alabado.
Cuando él ve al Buda, el gran líder de la Caravana, feliz en su corazón
siempre lo honra con sombrillas, banderas, inciensos y guirnaldas,
siempre viviendo la perfecta vida sagrada.
Reverenciado y honrado en el mundo de hombres, entre los devas gana
una celestial y noble mansión, encantadora, brillante y hermosa, llena
de joyas, piedras preciosas y cristales.
Él gana la brillante soberanía en la cima de Meru. Todos los devas se
vuelven sus pupilos y se inclinan ante él. Al enseñar el dharma los
llena de alegría. Nunca se convierte en un negligente.
Saliendo de ahí, él, en el mundo de los hombres, se convertirá en un
noble rey universal, el rey principal. Ningún hombre alberga maldad
contra él. Se vuelve querido y amado por los hombres.
Luego de que por miles de cientos de nayutas de koṭis de kalpas ha
experimentado felicidad infinita en el mundo de los mortales, se va al

1
Literalmente, “la resolución (deseo, voluntad) de que soy un Buda.”
2
Dukūla.
3
Tasya bhavatopapatti. La última palabra solo puede interpretada como una abreviación corrupta de
bhavati upapatti. Dos MSS. tienen Bhagavato°, que no es ni métrico ni hace sentido con el contexto.
4
Garahati, pali id., Sk. Garhati.
5
El texto tiene anāgṛihīta, y la evidencia MS. parecer ser decisiva. Pero la palabra no tiene sentido aquí.
59

antiguo1lugar de los antiguos Conquistadores, y ahí el despierta a la


infinita, inmortal y siempre feliz iluminación.
Cuando un hombre le ha dado una bandera al más Selecto de los seres
cuya pasión es sofocada, no pasa mucho tiempo antes de que gane un
premio para él. Se vuelve rico en tesoros e incomparablemente sabio,
y su séquito estará orgulloso.
Habiendo ganado riquezas, las comparte y las usa. No conoce ni el
miedo ni el desánimo del espíritu. Progresa por sus villas y reinos
como un rey, y nunca tiene un pensamiento malvado en contra de ellos.
Se convierte en un mercante distinguido y rico, un jefe de hogar dueño
de increíbles tesoros, el hijo de un rey, un ministro o incluso un
poderoso rey universal.
Evita todas las familias básicas, logrando nacer en la mejor
familia,2que es distinguida por su riqueza. Se vuelve siempre alerta y
su corazón está libre de ataduras.3 Se despoja de los deleites sensuales
como lo haría con un pote de excremento.
Él gana la belleza principal y el tiempo oportuno, y se vuelve un señor
de la familia más importante. Sus seguidores se vuelven leales, y es
honrado por los hombres.
Nunca ocasiona ninguna pena en los corazones de otros, sino que está
siempre sereno y alerta. Ningún fuego ni arma tiene ningún efecto en
él. Siempre es admirado y virtuoso.
Siendo virtuoso no vive en la indolencia. Como un hombre siempre
está consciente y auto controlado y libre de corazón…4
Activo de corazón, se vuelve distinguido, puro de corazón, exaltado y
verdadero. Traerá la alegría a aquellos son acosados por los miedos,
y vivirá como un refugiado y un refugio para otros.
Establecido en el cuerpo del gran conocimiento y habiendo dado gran
servicio a la humanidad, verdaderamente irá al trono bodhi en el
árbol que es el señor de todo lo que crece, y ahí, sin un par, despertará
a la excelente y suprema iluminación.

1
Vuḍḍha, en pali id., Sk. Vṛiddha. La alusión es a la creencia que los Budas alcanzan la iluminación en el
mismo lugar.
2
Literalmente, “una gema de familia,” kularatna. Comparar con Miln. 262, dussaratana “un atuendo muy
fino.”
3
Alīnacitta.
4
Hay una laguna aquí que previene una cierta interpretación, “no hay fin a su dharma” (¿) Un MS. tiene
dhansya, “de su riqueza.”
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Si este campo Buda desde su base estuviera completamente lleno con


oro Jāmbūnada, sería más fácil destruir toda la gloria de lo que sería
destruir la gloria de uno que ha sostenido, aunque sea una luz sobre
el monumento del Buda.
Su cuerpo no se pone sin luz. Él se sienta1 en un firme trono de cristal.2
El que ha puta una luna en los templos del Exaltado pasará a través
del mundo con luz.
Y cuando un Conquistador aparece en el mundo, gana acceso al
Tathāgata, y también su hijo, su hermano, su padre y su familia. Antes
de poco tiempo obtendrá el cuerpo del conocimiento.
Si incontables miles de nayutas de campos Buda se llenan de semilla
de mostaza, sería más fácil contar o pesarlos de lo que sería decir la
gloria de uno que ha sostenido una luz sobre el monumento del Buda.
Muy digno es el Buda, muy digno de ofrendas, quien ha pasado por el
camino más noble. Él que le ha hecho honor, un océano de buenas
cualidades, tendrá el más grande, incomparable premio.
Si todo este universo habitable3 estuviera lleno de gemas preciosas de
berilio, sería más fácil destruir toda la gloria que la gloria de uno que
ha sostenido una luz sobre el monumento del Buda.
Si todo este universo habitable desde su base estuviera lleno de
dinero,4 sería más fácil destruir tal gloria que la gloria de uno que
sostiene una luz sobre el monumento del Buda.
Si miles de campos Buda desde su base estuvieran completamente
llenos con sándalo, sería más fácil destruir toda la gloria que gloria
de uno que ha sostenido una luz sobre el monumento del Buda.
Si miles de campos Buda estuvieran llenos con ropajes hechos con tela
que solo se encuentra en el brillante mundo deva, sería más fácil
destruir toda la gloria que la gloria de uno que ha sostenido una luz
sobre el monumento del Buda.
Entre los devas hay joyas celestiales y maravillosas y también entre
los Nāgas, Asuras, hombres y Mahoragas; sería más fácil destruir tal

1
Acchati, en pali id., Sk., āsyati, āste.
2
Senart admite una laguna en el texto, la lectura MS. siendo phalikamtu(°bhu) jo. Él sugiere que la primera
parte de esta sea phalika, “cristal,” Sk. Sphaṭika, pero el resto sigue obscuro.

4
O “monedas”
61

gloria que la gloria de uno que sostenido una luz sobre el monumento
del Buda.
Si la tierra1 estuviera llena de perfumes divinos que se encuentran en
el mundo de los hombres y devas, sería más fácil destruir toda esa
gloria que la gloria de uno que ha sostenido una luz sobre el
monumento del Buda.
Sería más fácil conocer los límites de los puntos de la brújula y los
puntos intermedios2 y decir “Tan grande es la esfera del espacio,” de
lo que sería decir el límite del cuerpo y el mérito de uno que ha
sostenido una luz sobre el monumento del Buda.
Una sombrilla fue dada por uno que ha puesto su confianza en el
Mejor de los Hombres, a él el exaltado entre los devas, el supremo de
los Budas, el devoto, el Hombre Valiente, para que el sol no queme el
cuerpo del Buda.
Yo soy él que hizo los nobles deberes.3Cientos de miles de veces he
sido4 Śakra entre los devas. Cientos de miles de veces, también, he sido
el Brahmā en el mundo Brahmā, porque le he dado una sombrilla al
Conquistador.
Cientos de miles de veces y más he sido un gobernador universal,
moviéndome sobre todas las regiones del mundo. He sido un rico
mercante con muchos almacenes, y un rico y virtuoso jefe de hogar.
Veinte koṭis de supremos Sugatas he estudiado.5 Les hago reverencia
y los honro con camas y sillones…6 Yo esparcí sus lugares de
residencia7con perfumes. Yo disipo todos los aromas y los cuido del
calor y el frío.
Yo era8 feliz y muy entusiasmado en el corazón mientras los honraba
y ponía una sombrilla sobre los templos de los Conquistadores.
Brillante es la persona de él que se convierte y con las treinta y dos
marcas de la excelencia. Su cuerpo siempre brilla con estas como un
magnífico pilar de oro. Su cuerpo está también cubierto con las

1
Sahā.
2
Literalmente, “en el punto de la brújula y en los puntos intermedios,” diśi vidiśāsu.
3
En estas estrofas el Buda cita sus propios actos pasados como un ejemplo de acciones meritorias.
4
Āhu, debe, como dice Senart, aquí ser equivalente a āsim (o āsi, la forma de la siguiente línea). Esto, dice
él, es altamente improbable, pero la forma Mhvu puede ser por la duración métrica de la forma pali ahí, que
es a veces una variante de la primera persona ahum.
5
Literalmente “fueron estudiados por mí,” āgamita para āgamitā, que es la lectura de un MS.
6
Laguna.
7
Vihāra.
8
Hosi en el texto, debe ser enmendado en homi, y karoṣi más abajo en la misma estrofa.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

características menos y es hermoso como un cuerpo de oro


Jāmbūnada.
Se convierte en un poseedor de super conocimiento, y un médico1
principal, mientras el pasa por los caminos del Conquistador. Nunca
pierde su riqueza. Se vuelve reverenciado y honrado por los devas.
Nunca se deleita en el disfrute de los placeres sensuales. Puro en
moralidad, siempre vive la vida sagrada. El pasea y toma la vida en el
bosque. Es diligente en la meditación y logra la distinción.2
Nunca hay se sale de la meditación, y nunca abandona el pensamiento
de la iluminación. Viviendo en amor y siempre emocionado en el
corazón es él que pone una sombrilla en los templos del Conquistador.
La pena no sobrevive en él que ha honrado al Valiente Hombre con
música. Se convierte en un hombre con voz agradable en el mundo de
los hombres, y su tono se vuelve puro.
Se vuelve bueno en escuchar y emocionado de corazón, de visión clara
y considerado. Se vuelve dotado con un buen sentido del aroma,3 quien
ha tocado un instrumento musical en los templos del Conquistador.
La delgada belleza de su lengua se pone como un lirio, como un loto
carmesí y rojo, como la de las devas, cuando hace su hermoso sonido.
No se vuelve estúpido,4ni en una criatura sin lengua,5 ni jorobado, ni
tonto, ni inválido. Él que toca un instrumento musical en los templos
del Conquistador se vuelve maravilloso, excelente de alma y de
cuerpo.
Nadie será malo con él, ni deva, Nāga, hombre ni Mahoraga. Dotado
con confianza pasará por el mundo, quien toca un instrumento musical
en el templo del Conquistador.
Nunca se desmayará, ni se pondrá débil ni enfermo, ni tampoco
leproso, ni su piel manchada. Él que ha tocado un instrumento musical
en el templo del Conquistador tendrá un cuerpo adorado.

1
Bhisa para bhisaj.
2
Suviśeṣaprāpta. Comparar con viśeṣādhigama.
3
Śrota aquí debe ser entendido como una forma sánscrita errónea del pali sota, “canal,” “pasaje,”
“apertura,” etc.
4
Jaḍa, pero Śikṣāsamuccaya tiene una palabra para “serpiente” aquí.
5
“Por ejemplo, como una rana,” pie de página ibid.
63

Con un corazón grande y extremidades derechas, de belleza radiante


como el amaranto dorado, firme en concentración se vuelve aquel que
ha tocado un instrumento musical en los templos del Conquistador.
Aquel que toca un instrumento musical en los templos del Conquistado
[ganará]1 soberanía entre los devas. Y cuando haya ido2al mundo de
los hombres se vuelve honrado, brillante de energía e invencible.
Nunca le dice algo desagradable a nadie, ni una palabra dura. Él que
ha tocado un instrumento musical en el templo del Conquistador, evita
toda calumnia y siempre dice la verdad.
Quien ha puesto adornos en el templo del Conquistados y limpia los
monumentos de Tathāgata, quien, limpio de discurso, ha limpiado un
monumento y sacado el polvo por él que no tiene manchas,3
Cuando ha hecho este deber, el acto de servicio, pasará por el mundo
disfrutando de la libertad de la enfermedad. El quien ha ofrecido
kārīṣi4 en los templos del Conquistador se vuelve un hombre exaltado.
Se convierte en una persona de moralidad impecable, firme en
meditación, que disfruta el servicio (de otros y) riqueza influyente.5El
quien ha ofrecido kārīṣi en los templos del Conquistador ejercita
órdenes sobre los hombres.
Cuando ve a mujeres agradables se acuerda del cementerio.6 No está
agitado por deseos de sentidos ni es feliz en el corazón. Él quien ha
ofrecido kārīṣi en los templos del Conquistador no se vuelve pobre ni
enfermo.
Ninguna facción es su enemigo. Siempre adora lealmente a los Budas,
el Buda, el dharma y los discípulos del Conquistador, que ha ofrecido
kārīṣī en los templos del Conquistador.
Si muchos miles de campos Budas estuvieran completamente llenos de
oro Jāmbūnada, sería más fácil destruir toda la gloria que la gloria

1
Laguna en el texto.
2
Gatu para gata.
3
Rajas, “polvo” en su sentido figurado o moral.
4
Una palabra desconocida, aunque los MSS. parecen concordar en la forma tanto aquí como en la secuela,
donde aparece varias veces. Es muy probablemente una palabra extranjera. Senart sugiere una conexión
con kārṣāpana. Uno también recuerda al Pali karīsa, una palabra prestada del tamil que denota un tipo de
medida.
5
Aprasahya, “irresistible.”
6
“De (en) mujeres él egendra una consciencia de un cementerio.” Iśitikā también es tomado como una
forma BSk, “deseable,” etc. Que parece ajustarse al contexto mejor que “ladrillo (para el altar sacrificial)”.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

de uno que ha ofrecido, aunque sea una gota de aceita en el


monumento del Conquistador.
En todo momento se vuelve auto controlado y nunca pasa por una
criatura de impulso. De manos y pies completos se vuelve quien ha
ofrecido kārīṣi en el templo del Conquistador.
El abandona todo mal camino que lleva al mal. Porque aquel que ha
ofrecido kārīṣi en el templo del Conquistado tiene para él el camino
claro.
No es posible destruir el cuerpo de mérito de él quien, poniendo sus
pensamientos en el Salvador del mundo,1le ofrecerá en el templo del
Conquistar una sola gota de aceite, incluso la décima parte de una
gota.
Si un hombre debe, para ganar mérito, tomar los ladrillos y llevarlos
al templo del Exaltado, nunca su olor será desagradable; su cuerpo
deberá tener la fragancia del sándalo.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo, se vuelve por
miles de nayutas de koṭis de kalpas magnífico de cuerpo y
extremidades, de voz claras, y poseyendo las marcas de la excelencia.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo gana una
noble fragante mansión, celestial, encantadora, un hermoso sándalo,
y nunca experimentarán ansiedad.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo gana miles
de koṭis de Apsarás, hermosas y olorosas, pero nunca siente lujuria
por ellas.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo gana los más
nobles o perfectos jardines, brillando con el agua de un loto y feliz con
lotos celestiales.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo gana un
séquito que le corresponde. Él escucha las claras voces celestiales, los
sonidos de los coros de Suras y Asuras.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo escuchará a
los devas hablar del dharma, (mientras dicen) “Todos los
componentes de la vida2 son malos e inestables. El regalo3 de los
nobles Benefactores debe ser aceptado.”

1
Sahaloka = sahāloka.
2
Saṃskārā.
3
Sc. las enseñanzas de los Budas.
65

Superando la vejez se va al cielo, y no pasa más a un estado de


enfermedad. Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo
ve al Buda en el mundo de los mortales.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre supremo declara que
la conversación de los devas es buena,1y, como un deva,2 hace muchos
monumentos por el Buda. Y luego cuando él ha cumplido su tiempo se
levanta en el mundo de los mortales.
Él que ha limpiado un monumento del Hombre Supremo, recuerda, tan
pronto como nació, a los Budas a los que había alabado anteriormente
y los honra por infinitos kalpas. Él recuerda sus nombres, sus
números3 y su dharma.
Él que, con ofrendas de ungüentos distinguidos, dulcemente fragantes4
alaba al Exaltado pasa exitosamente en todos los mundos, recibiendo
lo mejor, porque él ha dado el mejor de los perfumes.5
Y cuando la enseñanza del Conquistador se está quebrando no se
levanta aquí en Jambudvīpa. Pero en ese momento aquel que ha
ungido un monumento con perfume camina en el cielo.
Él que evita todos los distinguidos placeres de los sentidos, está
permanentemente establecido en el cuerpo de la moralidad. Él que ha
ungido un monumento con perfume, siempre vive la vida sagrada.
Cuando ha pasado al cielo, él cuenta6sus inmensas ganancias en
miles. Él que ha ungido un monumento con perfume le hace bien a
muchos devas.
Y cuando los hombres se vuelven prósperos, benevolentes, gentiles y
amables, entonces él que ha ungido un monumento con perfume se
para nuevamente en Jambudvīpa.
Escapando todos los caminos de la desolación, gana acceso al
Conquistador. Se pone feliz y amable, aquel que ha ungido un
monumento con perfume.

1
Kathāṃ kṛitvā śubha (para śubhām).
2
Leyendo devo para devā. También lo hace Senart.
3
Gaṇam, a menos que se lea como guṇam, “buenas cualidades.”
4
Leyendo, con un MS., sumanojñāgandhām, para °ghoṣām del texto.
5
Varagandha para varagandham.
6
Literalmente, “pesa,” tulayati. Pero la lectura necesita la enmendación de artha en arthām, dado que un
sustantivo acusativo requiere ir con aprameyām. El sentimiento concuerda con Śiksāsamuccaya, p. 205 (p.
273 -4, trans.). Senart, sin embargo, rechaza tulayati como ininteligible aquí y lo sustituye con tārayati, que
daría la traducción “el guía infinitos miles.” Esto parecería concordar mejor con la siguiente frase.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Se vuelve distinguido en discurso, y agradable en todo, querido,


amado y reverenciado por hombres. Tranquilo es el ser de él que ha
ungido un monumento con perfume.
Quien a ungido un monumento con perfume se convierte, también, en
un noble gobernador universal, un mercante, el ministro de un rey, un
virtuoso jefe de hogar, e incluso un Buda, que trae la luz, señor del
dharma.
Él quien, exultante, feliz y ansioso, ha puesto un collar de gemas en
los templos del Conquistador, se vuelve un rey, con las marcas de la
excelencia, un poderoso, honrado rey universal.
Recibirá una mansión de gemas, brillante y agradable, de
impresionante nacimiento, y hermoso de mirar, el mejor de los
palacios, hechos de piedras preciosas, e incrustados con caras
cornisas.1
Él gana una magnífica ciudad real llena de mujeres y de hombres,
nivelada, bien construida y planeada, con abundante riqueza en el
país de alrededor,2
Bien provisto de comida, pacífico, sin rocas peligrosas, cubierto con
flores, cubierto con festón de tela brillante, lleno de encantadores
sonidos, hermoso de mirar, buen cuidada, y entre los campos de arroz;
(Una ciudad que tiene) agradables parques haciendo eco con dulces
gritos, brillando con la red, con entradas espaciosas, hermosamente
cubierto con banderas y sombrillas. Una hermosa visión.
Ahí no hay ladrones, ni cuchillos ni granujas. En ese reino la gente no
trata de robar la riqueza de otros. Dotados3 con el comportamiento
correcto4siempre tienen un carácter amable hacia su dominio,5
Luego el hombre virtuoso va donde los devas, y en los cielos él es
cuestionado así: “¿Qué acto debemos hacer, y como debemos guiar
nuestras vidas cuando nos vayamos del mundo de mortales?”
Rápidamente el alcanzará a los Budas que son dignos de ofrendas, y
cuando él los ve adora a los Salvadores del mundo. Cuando él ha
realizado este acto de adoración él engendra el deseo de la

1
Sphuṭa vedikāhi, o “rodeado de barandas,” pero sphuṭa es “lleno con,” o “cubierto con” más que “rodeado
de.”
2
Prabhūtabhogām bahuśo samantā.
3
Upapeta = upapanna en significado.
4
Īryāpatha.
5
Literalmente “en su dominio,” vijite.
67

iluminación, y así los Budas, que están libres de pasión,1 proclaman


de él: -
“Se vuelve poseedor de gran conocimiento y poder, establecido en el
estado de distinción, el más importante de los seres. Él que le ha dado
un pensamiento de confianza al Exaltado escapará por miles de kalpas
los estados de maldad.
“Esto2 es lo que anuncio y digo. Que nadie dude de lo que digo, para
que no, perdiendo su conocimiento del Buda, luego en Avīci se
convierta en un malvado y miserable.”
Él que lleva cubiertas de redes a los templos de la Luz del mundo, que
es un gran campo de mérito, en su vigilancia escapa la red de Māra y
se convierte en un rey de hombres, un Daśabala, libre de lujurias.
En su vigilancia escapa los estados de desolación, y siempre honra al
Buda, que está libre de pasión.3 Él siempre se convierte en un fuerte
gobernador universal. Para todo el mundo el es un hombre virtuoso.
Entre los devas se vuelve un honrado señor de devas. Rápidamente
ganará ahí el tiempo de vida de devas, sus glorias, su belleza, su
comodidad y soberanía sin par.
Él ganará la visión, la audición, el olfato, y el tacto que los devas
tienen.4 Será admirado, y poderoso y no sentirá un deseo por el placer
con las Apsarás.
Saliendo de ahí el viene al mundo de hombres, donde se vuelve
fragante de cuerpo y distinguido en su belleza. El que ha puesto una
red en los templos de Conquistador nunca experimenta la pérdida.
Se vuelve valiente, firmemente devoto, alerta, y no siente deleite en el
disfrute de los placeres de los sentidos. Él que, habiendo puesto una
red sobre los templos del Conquistador, alejándose del mundo se
vuelve inteligente.

1
Hataraja para hatarajā.
2
Imu para imam, que es la lectura de un MS.
3
Hataraja, para hatarajam.
4
Choretvā, de chorayati, “embutir,” “encapar,” “poner adornos de mosaicos” (MW.). Senart cita Lal. Vist.
153, 284 (comparar con Divy. 6), donde el verbo significa “dejar” y asume que la idea dada por el verbo aquí
es la de traer una red y “dejarla” como una piadosa ofrenda. Pero es más probable que el verbo signifique el
efecto mosaico de una red puesta en un monumento. El pasado participio churita tiene el significado de
“esparcido.” Ahí ciertamente debe estar más implicado con el uso del verbo que con la simple idea de “dar,”
que Senart dice debe ser la traducción. Debe ser notado que alguna de las ocurrencias en ese pasaje el v.l. es
chādetvā, “habiendo cubierto.”
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Escapa todos los momentos inoportunos; para él son las


oportunidades especiales. Él que ha puesto una red sobre los templos
del Conquistador le rinde incomparable honor a los Budas.
Nunca deja el pensamiento de la iluminación. Nunca se vuelve
corrupto de morales ni disoluto. Él que ha puesto una red sobre los
templos del Conquistador logra el dharma sin pasión y puro.
El siempre evitará la complexión que favorece el mal. El que ha puesto
una red sobre los templos del Conquistador pasa con distinción por
todo el mundo.
Cuando ha puesto una red sobre los templos del Conquistador, pasa a
tener comida pura. Tendrá magníficos y brillantes ropajes, bien
coloridos y hermosos de mirar.
Él que alegremente, y ansiosamente saca las flores marchitas del
monumento del Conquistador, detestando el discurso malo y duro
ganará el favor del Daśabala, el líder de la caravana.
Se vuelve amigable, limpio de cuerpo, admirado y honrado por la
gente. Su rey no se enoja con el que remueve las flores marchitas de
un templo.
Un Bodhisattva que, establecido en el cuerpo de moralidad, tomará y
tirará desde los templos del Conquistador flores marchitas,
abandonará los caminos incorrectos.
Siempre escapará la pena y el odio. Evitará completamente todas las
pasiones en su cuerpo. Por infinitas kalpas el que ha removido flores
marchitas de un templo, disfrutará la confianza.
Se convierte en un Buda, un líder de Caravana en el mundo,1para ser
honrado por devas de infinito esplendor. Él que removerá flores
marchitas de un templo se vuelve adornado y puro de cuerpo.
Hay un espléndido premio2 para el que ha removido las flores
marchitas de los templos y ha puesto en su lugar las cinco hermosas
flores celestiales, las flores del árbol coral y las flores-trompetas.3
Ni el veneno ni las armas lo asaltan, ni tampoco el fuego. Los
malvados ladrones prevalecen sobre él que remueve las flores
marchitas de los templos.

1
Saha = sahā.
2
Vipāku para vipāka.
3
Pāṭala, Sk. Y en pali pāṭalī, Bignonia suaveolens. Solo dos de los cinco árboles celestiales se nombran aquí.
69

No es fácil relatar el gran mérito ganado por él que, felizmente y


ansiosamente ha tirado1 flores marchitas del monumento del
Conquistador.
Se vuelve alto2y de cuerpo imponente, siempre haciendo los más
nobles actos. La noble y suprema iluminación no está lejos de él que
tira las flores secas del monumento del Conquistador.
Él quien, engendrando un deseo por la iluminación en la más grande
verdad, rocía polvo de sándalo en el Guía, se vuelve siempre digno de
honor en el mundo, y amigable, feliz y glorioso.
Todo el mundo se inclina hacia él como su rey, devas, Nāgas, hombres
y Mahoragas. De hoy en adelante, un héroe, que gobierna los miles de
mundos prósperos por su soberanía.
Aquellos que viven en el mundo bajo su reino residen en conocimiento
sobre la excelente sabiduría. Pasando más allá de todos los pecados,
practican el dharma entre devas y hombres.
Su séquito se vuelve leal, virtuoso, consciente e inteligente. El pasa
por el mundo disfrutando su confianza. Le da alegría a la gente,
porque ese es su deseo.
Su rica voz se vuelve resonante y clara. Al dar sus órdenes es amable
y gentil. Nadie pensaría reinar sobre él.3 Comienza a ser admirado
por la multitud.
Tiene afabilidad, generosidad, beneficencia, y un sentido de bien
común de la gente.4 El que reverentemente se inclinará ante un
monumento del Conquistador no grita ni se enoja.
Ni tampoco cae en el camino de la desolación. Evita las familias
básicas en todo el mundo. Él quien reverentemente saluda a un
monumento del Buda se vuelve rico con abundantes almacenes.
Y cuando él se va del mundo deva se vuelve un señor de devas. Cuando
se convierte en un hombre, él es un rey. Nunca sufre de ninguna
pérdida que reverentemente saluda a un monumento del Buda.

1
El texto tiene choretvā, pero esto no puede ser la lectura correcta. El contexto definitivamente require un
verbo de sentido dado en la traducción, y ni el sentido literal de chorayati no el derivado asumido por Senart
sirve aquí. Por que no puede haber mérito ni en esparcir, ni en poner flores marchitas. Parece necesario, por
lo tanto, leer chardetvā de chardayati, en pali chaḍḍeti, “vomitar.]”
2
Udviddha, comparar con Udvedha, “altura.”
3
Literalmente “nadie engendraría (el deseo de) gobernar sobre él.”
4
Estos son los cuatro sangrahavastūni (en pali sangahavatthūni). En Vol. 1 el cuarto término es
samānasukhaduhkhatā, que es traducido como “ecuanimidad en prosperidad y adversidad.” En la presente
instancia, sin embargo, es samānārthatā, y por lo tanto, idéntico con el cuarto término de los textos Pali.
EL SEGUNDO AVALOKITA SŪTRA

Nunca hablará una palabra irrelevante, sino que siempre da discursos


bien hechos. La gente nunca tiene suficiente1 de su discurso, (sino que
están ansiosos= de escuchar incluso más.
Cuando ha cumplido su tiempo él ve2 al Conquistador. Vivirá en la
ciudad real que está llena de sonidos agradables. Parados en la
columna de Indra con flores en sus manos, él las rociará sobre el
Salvador del mundo.
Él ve al Conquistador en su propia casa, comiendo su comida y
hablando del dharma. Lleno de fe él honra al Conquistador. Tomando
un pocillo se acerca al Guía.
El Conquistador, conociendo sus pensamientos y su noble conducta,
acepta el pocillo para él. En el mundo deva la gloria será de él, y en
el mundo de hombres él será distinguido, sin par y digno de ofrendas.
Sabiendo que el pocillo ha sido aceptado3por el Sugata, está
emocionado y lleno de alegría. Luego mirando hacia el mundo deva,
él forma la siguiente resolución: -
“Que libere a los seres que están pasando por grandes miserias. Que
sea un ojo para el ciego en todo el mundo. Habiendo ganado la luz
que disipe la oscuridad. Que guía a los seres que no han cruzado.
“Que yo en mi estado emancipado4libre a los que no están libres.
Habiendo alcanzado la calma, la noble y suprema iluminación, que
pase sin temor por el mundo completo. Habiendo despertado al
conocimiento, que libere a aquellos en miseria.”5
Consciente de este voto, porque lo que estaba en su corazón era
conocida por él, el Conquistador sonrió, y proclamó “Te convertirás
en un Buda, un Salvador del mundo.”
Así habló el Exaltado, y Viśuddhamati, el monje, y el mundo de devas,
hombres y Asuras estaban emocionados, y regocijados en sus mundos.
Aquí termina el sūtra llamado Avalokita, un suplemento6 del Mahāvastu.

1
Literalmente “están insatisfechos con,” atṛipta (para atṛiptā).
2
Adṛiśāsi.
3
Gṛihīta para gṛihītam.
4
O “sin condición.”
5
Comparar esto con la formula del Mhvu. que expresa la misión del Buda.
6
Parivāra, compara con el uso del mismo término para denotar “el último libro de Vinaya Piṭaka (el
“Accesorio”), el Apéndice, una suerte de resumen e índice de los libros anteriores” (P.E.D.). Solo, en la
presente situación el suplemento es endosado en el medio de la obra.
5

La última derrota de Māra

Cuando el heroico Bodhisattva vino al rio Nairañjanā, entonces Kāla,1


el gran Nāga, comenzó a reflexionar.
“Como,” pensó él, “resuena esta gran tierra como un sartén de metal
Sin duda un gran héroe está a punto de aparecer en el mundo.”
Escuchando a la gran tierra, llena con ruido, resonando, él emergió
de su refugio y miró alrededor de él.
Y mientras el gran Nāga miraba vio al incomparable Hombre
Supremo, como un luego, o como una luz entre las nubes.
El Hombre-león siguió su camino entre las orillas del Nairañjanā, sin
apuro y sin preocupación,2brillante como el fuego sacrificial. Luego
Kāla el Nāga alabó al Señor.
Emocionado y lleno de felicidad adoró al Bodhisattva y dijo estos
versos: -
“Tú eres como los grandes y gloriosos Salvadores del mundo que vi
anteriormente. No tengo duda de eso.
“Por la forma3en que levantas tu pie derecho, mientras escaneas las
regiones de alrededor, Oh Supremo de los Hombres, hoy te
convertirás en el Buda.
“Por la forma en que la tierra resuena como un sartén de metal, no
hay duda, Gran Héroe, que te convertirás en el Buda.
“Por la forma en que mi oscura residencia está llena de luz, hoy te
convertirás en Buda.
“Por la forma en que el cielo está lleno de esplendor, no hay duda,
Gran Héroe, que hoy te convertirás en Buda.
“Por la forma en que tu visión está limpia y clara, Oh Guía, no hay
duda, Gran Héroe, que hoy te convertirás en Buda.

1
Dos de las tres versiones diferentes del episodio de Kāḷa ya han sido dado en el primer y segundo
Avalokita-sūtras. Aquí hay otra versión.
2
Anigha.
3
Yathā.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

“Por la forma en que te quitas tu túnica, y por la forma en que vas al


frío Nairañjanā, hoy te convertirás en un Buda.
“Por la forma en que el Nairañjanā está felizmente cubierto con
flores, no hay duda Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Por la forma en que las flores caen y los devas tiran sus ropajes, y
por la forma en que los árboles se inclinan hacia ti, hoy te convertirás
en un Buda.”

El hijo del mayor rey de la tierra lo apresura a limpiar el arroyo y se


sumerja. Emergiendo se unge a sí mismo y se acerca al asiento de
antiguos Budas.
Renunciado1a esta gran tierra, los cuatro continentes con sus
montañas, como si fueran pasto, el hombre-León ruega un poco de
pasto de Svastika,2para que sentado ahí pueda obtener la noble
iluminación.
Emocionado, Svastika le dio a aquel que es como un disco de oro, un
puñado de pasto como suave algodón, y lo tomó en sus manos que eran
como un algodón suave.
Entonces el Bodhisattva continuó con el valor de un león3 para alcanzar la
inmortalidad insuperable. El continuó como un Nāga, un toro, un cisne, un
zarapito; irresistiblemente valiente; valiente en su nacimiento más noble;
valiente en su mejor nacimiento; valiente en su conocimiento de nacimientos
pasados;4 valiente en nacimiento adecuado;5 valiente en virtud del nacimiento
pasado en el que hizo su promesa; valiente como uno que derrota a sus
enemigos; invenciblemente valiente; valiente como un Gran Hombre; valiente
como uno sin ataduras; valiente porque no le teme a nadie; valiente como un
Benefactor que trae luz; el continuó valientemente para triunfar en el gran
conflicto y agarrar inmortalidad suprema.
Luego mientras el Bodhisattva continuaba así6, alrededor de él desde la
derecha quinientos pájaros vāṇa7, quinientos flamencos, quinientos
zarapientos, quinientos pavos, quinientos faisanes, y quinientas doncellas.

1
Hay una incoherencia aquí en el texto, debido a la laguna o al mal posicionamiento de los versos; quizás el
último es probable, porque el pasaje tiene un poco de relación con p. 401 (texto).
2
Ver p. 126.
3
Siṃhavikrāntaṃ vikrame.
4
Pūrvotpāda.
5
Leyendo yugyotpāda para yugot°.
6
El texto repite todos los detalles.
7
Un pájaro desconocido. La lectura parece correcta aquí y más abajo.
7

Kāḷa, el rey Nāga, vio esto, y cuando lo hubo visto le dijo al Bodhisattva, “Ve,
Gran Recluso, ve, Gran Recluso. El camino por el que vienes, Oh Gran
Recluso, es el camino en el que vino el Gran Recluso Krakucchanda, y
despertó a la incomparable perfecta iluminación. Hoy, Oh Gran Recluso, tu
vienes por el camino, y hoy despertarás a la incomparable y perfecta
iluminación. Por el camino por el que vienes, Oh Gran Recluso, el exaltado
Konākamuni vino y despertó a la incomparable y perfecta iluminación. Tú,
también, Oh Gran Recluso, vienes por el camino, y hoy tú, también,
despertarás a la incomparable y perfecta iluminación. Por el camino que
vienes, Oh Gran Recluso, el exaltado Gran Recluso Kāśyapa vino y despertó
a la incomparable y perfecta iluminación. Tú, también, vienes por el camino,
Oh Gran Recluso, y hoy despertarás a la incomparable y perfecta
iluminación.”
Luego Kāla, el rey Nāga, alabó al Bodhisattva mientras iba al trono bodhi, en
estos versos: -1
Luego cuando Kāla lo hubo visto a aquel que ha vivido en maestría
por miles de kalpas, por miles de koṭis de kalpas, le habló al principal
de los Śākyanos mientras avanzaba.
“Por el camino en que tu vas, Oh Mejor de los bípedos, calmados y
sin miedo, hoy despertarás a la vida que tiende al bien del hombre y
de todos los seres.2
“Tu estás en el gentil camino en el que los Budas anteriores
caminaros. Hoy, Oh Gran Héroe, te convertirás en el Buda.
“El camino andado por el exaltado Buda Krakucchanda, al sabio
llamado Konāka, y el exaltado Buda Kāśyapa, por ese mismo camino
tú andas, Oh Señor.
“Ve por el camino que Krakucchanda, Konākamuni y Kāśyapa fueron.
Oh Héroe, hoy te convertirás en un Buda.
“Por la forma en que sostienes el pasto, por la forma en que se lo
podes a Svastika, por la forma en que te acercas al trono bodhi, hoy
te convertirás en un Buda.

1
La cita no comienza estrictamente en el lugar correcto, porque los versos en si mismos empiezan con un
elogio introductorio.
2
El texto no puede estar correct. Los MSS. leen janikṣayāya, donde, como sugiere Senart, jani puede ser el
pali para jyāni, y el compuesto podría significar entonces “para el fin y la destrucción de (para) todas las
criaturas (sarvasatvāna)” Pero esa expresión es demasiado extranjera para el lenguaje budista, y Senart la
cambia a jinapāramitāye, “por (en) la perfección de un Conquistador,” que deja savasatvāna difícil, si no
imposible, de construir. En esta circunstancia se sugiere que la lectura original era janakāyasyārthāya, “por
el bien de la multitud de hombres.”
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

“El mismo honor te dan a ti, Oh vástago de los Śākyanos, porque los
santos y reverentes devas Śuddhāvāsa aquí le dan honor a los Budas.
“Las mansiones celestiales en todas partes están llenas con esplendor
como en los días de Budas pasados;1 no hay duda, Oh Gran Héroe,
que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que mi visión es clara y sin obstáculo, Oh Guía, no hay duda,
Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puedo que esta tierra resuena como un sartén de metal, no hay duda,
Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que el viento sopla y aun así los árboles no se mueven, y
puesto que los pájaros trinan, hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que la tierra esta completamente cubierta con flores – por
que es el lugar donde se hacen los Budas que se vuelven adornados.
“Puesto que quinientos pájaros vāṇa te saludan de la derecha, no hay
duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que quinientos falcones2lo saludan desde la derecha, no hay
duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que quinientos flamencos te saludan desde la derecha, no hay
duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que quinientos zarapitos te saludan desde la derecha, no hay
duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que quinientos pavos te saludan desde la derecha, no hay
duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.
“Puesto que quinientos jarrones de llenos de agua te saludan desde la
derecha, no hay duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un
Buda.
“Puesto que quinientas doncellas te saludan de la derecha, no hay
duda, Oh Gran Héroe, que hoy te convertirás en un Buda.”

1
Literalmente “como por (Budas) pasados.”
2
Pattri.
9

Con su cara hacia la perfección del Conquistador, se acerca al asiento


de Budas pasados. Y en ese tiempo auspicioso,1la Luz del mundo se
acercó al árbol más noble.

Y Kāla, el rey Nāga, alabó al Bodhisattva cuando alcanzó su trono: -


“Por la forma en que extiendes tu cama con tus gentiles manos,2 y por
la forma en que te sientas con las piernas cruzadas, hoy te convertirás
en un Buda.
“Puesto que como quinientos pájaros vāṇa te saludan desde la
derecha, cerca del rey de los árboles, hoy te convertirás en un Buda.
“Hoy, Oh Héroe entre los hombres, perseguirás el camino de vida
seguido por Budas pasados. Destruirás el ejército de traidores,
caballería, elefantes, carruajes e infantería.
“Puesto que las treinta y dos marcas de un Gran Hombre están en tu
cuerpo, no hay duda de que brillarás3luego de aplastar el ejército de
Māra.
“Hoy, Oh Destructor de la lujuria y la intoxicación, habiendo
erradicado con tu conocimiento los āśravas de tu corazón,4 ganarás la
iluminación, y vendrá el fin de la existencia.5
“Hoy no habrá ningún contrincante6 para ti y el dharma.” Así hablo
Kāla, el gran Nāga, el más noble y mejor de las serpientes, feliz y
reverentemente y dijo, “Hoy te convertirás en un Buda.”
El Bodhisattva lo aprobó7 y dijo, “Incluso así, Oh gran Nāga, incluso así, Oh
gran Nāga, hoy despertaré a la perfecta iluminación”
El Señor de los bípedos, su cuerpo preparado8 con felicidad, le habló
a Kāla y dijo, “Hoy, Oh Kāla, tu palabra se hace verdad. Hoy
alcanzaré la suprema iluminación.

1
Svastikakāle. Senart, sin embargo, sugiere que el significado pueda ser “cuando el vio al Svastika”, pero es
difícil ver por qué este incidente, entre los muchos que marcaron la ocasión del Buda viniendo al árbol bodhi
debiera ser especial.
2
Literalmente “con redes gentiles,” mṛidūhi jālehi. Senart, sin embargo, lo interpreta en referencia al
entrelazar la paja y hacer una cama con eso.
3
El texto tiene el presente virocasi.
4
Literalmente “el corazón āśravas.”
5
Vobhotsyasi.
6
“Uno que hable en contra,” prativaktā.
7
Saṃrāgeti para saṃrādhayati.
8
Parivṛiṃhita.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

“Incluso esta gran tierra no tendrá montañas, la luna caerá del cielo,
antes de que yo falle en conseguirlo. Se feliz, Oh rey de las serpientes.
“El viento parará de soplar1en la cima de Meru, la tierra y el cielo se
derretirán, antes de que uno como yo, que he alcanzado mi trono, falle
en alcanzar la inmortalidad.”
Sentado ahí a través del pie del árbol2 el hizo esta solemne
declaración: -
“Hoy, cuando la noche se acaba, destruiré3 la raíz de toda la
existencia no dejando rastro destrás.”
Cuando Kāla hubo alabado al perfecto Buda con las treinta y dos
marcas, lo saludó desde la derecha y se fue.4
Mientras el Bodhisattva estaba sentado ganó las cinco consciencias,5 es decir,
consciencia del pasado, de la calma, la comodidad, lo imposible, y,
finalmente, la conciencia suprema que él ese día despertaría a la iluminación
perfecta. También dominó las cuatro reglas de gobierno,6 es decir, aquellos
relacionados con la conciliación, el castigo, el desacuerdo y los regalos.
Entonces el malvado Māra voló por el aire donde estaba el árbol bodhi, y
parado en el aire adoró al Bodhisattva con sus manos unidas elevadas. Pero el
Bodhisattva le habló al malvado Māra con estos versos.
“Tú te paras en el aire, emocionado y alerta como el rey de las bestias,
con sus manos unidas en adoración y veneración. Tú aquí veneras a
aquel que es digno de ser adorado.”
[Māra respondió:]
“Mira, soy un señor, el sabio soberano de todas las criaturas, que
conoce la comodidad y la maldad, y entendiendo la causa de ellas en
el mundo.
“Para que tú, Oh glorioso Héroe, tengas buena salud en tus días de
juventud, disfrutes los placeres de hombres y vivan en la casa de tus
padres.
“Vive en el gran, feliz y rica tierra rodeada de mar. Oh Gotama,
gobernador de tu reino, ofreciendo el gran sacrificio,

1
Vidhamati, en pali id., de vidhmā, uso intransitivo,
2
Tiryaṃ va drumavarasya samīpe, “cerca del árbol.”
3
Ūhanāmi, forma pali de ud-han.
4
Estos dos versos no deberían ir aquí; deberían estar al final de la alabanza de Kāla en la página anterior.
5
Este grupo de cinco saṃjñās no parece ser mencionado en los textos pali.
6
Esta frase, como observa Senart, es obviamente una interpolación. Lo compara con Yājñavālkya 1. 345.
11

“El sacrificio del caballo, del hombre, del loto blanco,1 y de la casa
abierta.2 Luego de que hayas hecho estos sacrificios, te convertirás en
un dios inmortal.
“Porque habiendo ofrecido estos sacrificios los devas Trāyastriṃśa y
aquellos de Indra son felices [en el disfrute de los placeres sensuales].3
“Mi amigo, escucha4 y haz lo que te digo, a menos de que quieras
perderte en el futuro al abandonar las alegrías del mundo presente.”
Estos eran los versos que Māra dijo ante el Bodhisattva, y a él
hablando así le respondió el Bodhisattva: -
“Oh tú, inmoral de pensamiento, tú malvado, ¿con que intención has
venido aquí? Tú no eres señor, por lo tanto, tampoco rey, ni Brahmā,
ni Prajāpati.
“Si tu fueras un señor no me suplicarías con tus manos unidas
elevadas. No siento deleite en el nacimiento próspero, ya sea bajo, alto
o malvado. Soy indiferente a ti.5
“No siento deleite en los placeres de la prosperidad, ya sean bajos,
altos o malvados. Soy indiferente a ellos.
“Respecto a aquellas cinco hebras de los placeres sensuales que el
mundo pensaría como buenos, no tengo deleite en ellos. Soy
indiferente a ellos.
“Como un elefante que ha roto una trampa o desgarrado sus ataduras
va donde quiera que desee…6
“Así he roto las ataduras que me ataban a mi casa, y voy camino a
una hermosa ciudad.”7 “Miren al dharma,”
exclamaron aquellos en el cielo, felices.

1
Puṇḍarīka.
2
Nirargaḍa.
3
La línea está incompleta. Kāmakānām, con lo que termina, que es obviamente incorrecto, sugiere un
original kāmānām.
4
El texto tiene kruhi, que es inexplicable, y es probablemente una forma contaminada afectada por la
siguiente palabra karohi. Ha sido asumido en la traducción que la palabra original era un tipo de forma de
śru.
5
Te, acc. Dependiente en la noción verbal de anapekṣa. Pero la expresión idéntica en la siguiente estrofa
podría ser traducida como “Soy indiferente a ellos,” es decir te puede ser acc. Pl. de la tercera pers.,
refiriéndose a kāmā.
6
Laguna. El símil de elefante rompiendo sus ataduras también se encuentra en Sn. 29 y Thīg. 301.
7
Varaṃ puram, sc. Nirvana.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

Nuevamente Māra voló por el aire donde estaba el árbol bodhi y se paró en el
cielo. El Bodhisattva le habló a él, “¿Quién eres?” Y Māra respondió: -
“Soy el señor que intoxica1a devas y hombres. A los hermosos2 Suras
y Asuras que viven en mi dominio, aunque atrapados en la jaula del
nacimiento recurrente, son superados por la intoxicación, y,
borrachos de placer, escapan las trampas de la muerte.”
Pero aquel que tenía visión de los dioses mayores, el gran Sabio en su
trono, le respondió a Māra con discurso melodioso. Sus palabras
parecen perfectamente adecuadas para uno3 que está dotado con un
océano de virtud y tiene el tono de voz de un toro del “Hombre-Toro.”
“Eres valiente en tu corazón,” dijo, “si eres un señor sobre ti mismo.
Si eres señor sobre los placeres sensuales, entonces eres
verdaderamente un señor.
“Los hijos de los reyes de hombres están enfermos con amor por las
mujeres. Hombres con diademas de gemas colgante y joyas caen en el
fango.
“Entonces en las espaldas de estos hombres, los grandes señores que
han sucumbido, caen las mujeres inmorales, que, atrapadas en el
impulso de sus deseo, pasión e intoxicación, se ríen; y en ese momento
estas mujeres se vuelven esclavas de Yama.
“Tú que caes bajo la esclavitud de mujeres se jactan de tu soberanía.
Miren como eres engañado. No hay soberanía en él que está afligido
por los deseos sensuales. No hay nada ni habrá nada. De eso estoy
seguro.
“Soy aquel que este día te ha superado en la batalla y en tu poder.
Cuando los soles comiencen a brillar me convertiré en un Buda.
Porque, Oh Oscuro, nadie que se siente en este trono en su última
encarnación falla en convertirse en un Buda.”
Māra dijo, “¿Por qué ruges mientras te sientas cómodamente en este
hermoso árbol? ¿Porque tú aún no ves aquí, con sus miles crestas de
guerra, y hordas armadas de Piśācas, con muchos de Rākṣasa y
muchos Yakṣa, un feliz grupo de cuatro partes, equipado con muchos
aparatos mágicos?”4
El Bodhisattva respondió: -

1
Īśvara madakara.
2
Leyendo °varā para °varo.
3
Literalmente “(discurso,) la perfección de lo adecuado,” (vacanaṃ) ākalpakoṭi.
4
Mantrayantra.
13

Nayutas de koṭis de Māras se juntaron, una junta de héroes capaces,


no movería ni un pelo por ellos, mucho menos por ti, oh Hijo de la
Oscuridad. Vete. ¿Por qué sigues hablando sin propósito?
Māra rechazado así por el Bodhisattva se fue a su propia residencia y le relató
este asunto a su séquito. “Este Bodhisattva, mis amigos,” dijo él, “que está
sentado bajo el árbol bodhi está deseoso de despertar a la suprema y perfecta
iluminación. Debe ser sacado de su trono antes de que la multitud de gente se
vaya de mi dominio.”
Luego su hijo llamado Janīsuta habló y le dijo, “Padre, no lo obstaculices.
Déjalo despertar a la insuperable y suprema iluminación. Supe cómo fue su
concepción, como fue su nacimiento y como dejó su hogar, y como vino al
árbol bodhi y se sentó ahí. Hoy despertará a la insuperable y suprema
iluminación. No hay ser ni grupo de seres capaces de impedir que el
Bodhisattva gane la insuperable y perfecta iluminación.”
Sentado como un león invencible es aquel que se siente al pie del árbol
irradiando todo el mundo. No habrá ningún bien para él que asalta a
un sabio como él.
Él está dotado con la moralidad, la paciencia, la austeridad y ha
alcanzado a el más perfecto de todos los estados. Ese es él con su
bandera levantada, como un elefante, él romperá todas las ataduras.
Considera a este supremo de todos los bípedos. Él brilla como la luna
cuando está llena. ¿Cómo puede tener éxito una idea así? Insensato
es aquel que quiere hacer ese tipo de daño.
Nadie iría a una trinchera de carbón ardiente; nadie tomaría a una
serpiente1 con su mano. El hombre ciego asustado por los perros
detrás de él cae a un pozo escondido.
Así es esta gente que no tiene mucha inteligencia. No tiene nunca un
consejo sabio aquel que tienen ese carácter, quien, sin creer y sin ver,
cae en tal pasto.2
Si tu no escuchas estas palabras ahora, las recordarás cuando te
hayas salido del buen camino y estés vagando por las cuatro regiones
de la tierra como un chacal.
Kāla, su ministro, dijo estos versos: -

1
Āśīviṣa, en pali āsīvisa, de la cual el BSk. es una forma sánscrita. (Ver P.E.D.).
2
Gocara. Quizás debería ser extendido a una parafraseo, “uno cuyo pasto es puro.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

Todos los que sigan este malvado plan, sin sentido o inteligencia, cae
en la locura, como Janīsuta aquí, mi señor, quien, mal aconsejado, da
consejo impropio.
Entonces Māra habiéndose puesto su gran armadura se acercó al Bodhisattva.
Pero fue aplastado por el mero sonido de la toz del Bodhisattva. Nuevamente
Māra se puso su armadura, y se acercó al Bodhisattva al pie del árbol bodhi
con su gran ejército de cuatro partes, incluyendo Kumbhāṇḍas, Yakṣas, y
Rākṣasas. Haciendo que todo suelo por treinta yojanas alrededor vibrara,
montó su carruaje, al que miles de caballos habían sido atados, llevando un
impresionante arco, armamento y escudos, con banderas ondeando, al son de
tambores y trompetas, y atendido por un ejército de terribles bestias que hacían
un terrible sonido. Algunas de estas bestias tenían caras de caballos, otros de
búfalos, otros de asnos, otros de cabras, otros de carneros, otros de ciervo,
otros de león, otros de tigre, otros de pantera, otros de oso, otros de perros,
otros de cerdo, otros de gatos, otros de cuervos, otros de gallos, otros de buitre,
otros de águila. Algunos eran trompas sin cabeza, otros tenían una cabeza,
otros con muchas cabezas, otros con dos cabezas. Algunos no tenían ojos,
otros tenían solo un ojo. Otros no tenían manos, otros no tenían pies. Algunos
no tenían brazos, otros tenían diez brazos. Algunos llevaban cuchillos,
espadas, hachas, otros lanzas, otros picas, otros tridentes, otros rejas, otros
discos,1 otros palos, otros martillos, otros hachas, otros cimitarras, otros
calaveras.2 Algunos tiran fuego desde sus bocas, otros serpientes. Algunos
blanden en el aire ruedas con cuchillas en sus llantas. Algunos iban a pie en
contra del Bodhisattva llevando un elefante, otros llevando un búfalo, otros un
caballo, otros un asno, otros una trompa sin cabeza, otros calaveras, otros una
serpiente, otros leones, otros tigres, otros leopardos, otros osos, otros bueyes,
otros búfalos, otros cabezas de muertos,3 otros cimas de montañas, otros
árboles completos incluyendo las raíces. Algunos hicieron llover desde el
cielo lluvias de brazas calientes, otros lluvias de serpientes, y otros lluvias de
piedras. Algunos fueron hacia el Bodhisattva montados en elefantes, otros en
caballos, otros en toros, otros en búfalos, otros en asnos, otros en bueyes, otros
en ciervos y otros en cerdos. Pero el Bodhisattva no movió ni un pelo o cambio
su corazón.
Luego Māra, en su carruaje llevado por el aire por bueyes y caballos,
conjuró su grupo, incluyendo caballos y elefantes y avanzó al noble
asiento del Bodhisattva.

1
Cakra, “un afilada, circular arma, especialmente aplicada al arma favorita de Viṣṇu.” (M. W.)
2
Karanka, debe ser tomado en su sentido literal, ya que no hay evidencia de que esta palabra fue usada
como un nombre de un tipo de arma.
3
Śirṣakaroṭi, prácticamente sinónimo con karanka. La palabra traducida “llevando,” en este pasaje es
gṛihya, que, si la aplicación fuera a cosas vidas solo puede ser traducida como “guiando.”
15

Montando su carruaje llevado por miles de caballos y llevando un


impresionante arco, dijo este terrible grito, “Mátenlo, mátenlo, rápido
tómenlo.”
Terribles grupos de Rākṣasas, con las características de elefantes,
asnos, caballos y toros, armados con palos corrieron
amenazantemente contra el Bodhisattva.
Algunas serpientes gordas se elevaron desde el suelo y gritaron,
“Mátenlo, agárrenlo” - un terrible grito de desesperación.
Otros tiraron serpientes desde sus bocas, otros fuego, otros veneno.
Hordas de Piśācas llevando elefantes fueron a pie al ataque.
Algunos llevaron1 cimas de montañas mientras atacaban al Sabio.
Otras hordas de Piśācas hicieron llover desde el cielo brazas
calientes.
Otros flotando en el aire blandieron ruedas con cuchillas en sus
llantas. En el cielo hubo un choque de armas que hicieron que un gran
trueno pareciera menos terrible.
Pero el Bodhisattva, dotado con las raíces de la virtud obtenida por muchos
koṭis de kalpas, golpeó tres veces sus cabezas, y tres veces dobló sus rodillas.
Luego golpeó la tierra con su mano derecha, una gema de mano, marcada con
una brillante veta, hermoseada al ser pintada, suave como el algodón al tacto,
y con uñas color cobre. Y la tierra vibró. Profundamente y distintivamente
resuena y hace eco. Igual como un jarrón de metal hecho en Magadha cuando
es golpeado en la cima de una montaña y resuena y hace eco profundamente,
así la tierra fue golpeada por la mano del Bodhisattva.2 Y el ejército de Māra
mientras la tierra temblaba fue superado, destrozado, roto,3 y doblado. Sus
elefantes, caballos y carruajes colapsaron; sus pies, manos y armas colapsaron.
Perdieron su dirección y tomando el camino incorrecto cayeron al rio
Nairañjanā. Algunos cayeron en el lado izquierdo, otros en el derecho, otros
en sus espaldas, otros en sus pies, otros en sus rodillas, otros en sus manos, y
otros en sus caras. Por miedo y terror se gritaron el uno al otro.
Él, el Señor de los bípedos, golpeó la tierra con una mano suave como
el algodón. La tierra con el mar y las rocas se movió. Por él se quebró
el grupo de Namuci.

1
Uggiramāna, en pali uggirati, Sk. Udgurate.
2
El texto repite la descripción de la mano dada arriba.
3
Lujje y pralujje.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

Luego, por el poder del Bodhisattva, Māra dejó el vecindario del árbol
bodhi. Y mientras volaba, muchos caballos y elefantes y guerreros se
hundieron en las orillas del rio llamado Nairañjanā.
Con sus jinetes, carruajes y armamento roto y aplastado, Māra, junto
con los grupos de Rākṣasas, ignorantes de la dirección, cayeron sobre
los bancos de Nairañjanā, y sus armas se perdieron.
Los grupos de demonios, aterrados por el poder mágico, cayeron en
estampida por muchos miles de yojanas. Luego, aunque todavía tenían
miedo y temblaban, (se gritaron el uno al otro), “Tenemos suerte de
estar vivos y libres de peligro.”
Otros de los grupos de demonios lloraron. Mientras tanto los devas
hacían llover flores de coral y de karkārava y emocionados
aclamaban.
La victoria del príncipe.1 En el cielo habían rugidos de tambores y
gritos de “¡hurra!” resonaron en los tres mundos. El claro firmamento
tembló cuando el Maestro ganó la victoria.
Un deva fue al mundo deva y dijo: -
“Ni en miles de años sería posible decir la naturaleza del Verdadero,
Supremo Hombre, que ha ido a las orillas del Nairañjanā. Lo que
relataré es meramente un ejemplo.
“Vi a uno que brilla como el oro de Jāmbūnada, con la radiancia de
una braza de largo,2y con el cuerpo brillante con las marcas de la
excelencia. Viajando solo se fue hacia Nairañjanā y al árbol bodhi.
“Cada vez que ponía su pie, que era como los pétalos del loto, en el
suelo, la tierra temblaba felizmente con un feliz sonido.
“Vi los grupos de Māra reunidos por todos los lugares, miles de koṭis
de Yakṣas. Me causaron miedo y mi corazón tembló. Pero no produjo
nada en él que es la esencia de los seres.
“Incluso en la tierra su verdadera naturaleza no era conocida, pero
alrededor, miles de koṭis de devas proclamaron, “Se convertirá en un
Conquistador,” y con su emoción ondearon sus ropajes.
“Vi mil aves, pavos, flamencos, cucos y gorriones; sus canciones eran
variadas y se fue hacia el Nairañjanā y el trono bodhi.

1
Literalmente, “habló,” “la victoria del príncipe.”
2
Leyendo vyāmaprabha para vyoma° del texto. Comparar con el pali byāmappabha.
17

“Vi un camino hecho por inmortales, que lleva a Nairañjanā y al árbol


bodhi, un camino de incienso, flores y guirnaldas, brillante con brotes
y dulcemente aromatizado.
“Cuando Māra hubo sido superado y su poder completamente roto, el
Bodhisattva, en la primera guardia de la noche, purificó su visión. En
el medio de la noche el que venció a Māra recordó su vida en
existencias previas.
“Cuando el sol se levantó, el Salvador del mundo, él que ha destrozado
la pasión por la existencia, siendo un perfecto maestro de las
condiciones de ser un Buda, alcanzó la noble iluminación a la que
antiguos Budas habían despertado.”
En la última guardia de la noche, en el principio del amanecer, el despertó a
todo lo que el Hombre, el Verdadero Hombre, el Gran Hombre, el hombre
Toro, el Hombre Real, el Hombre Heroico, el Hombre Elefante, el Hombro de
Loto Blanco, el hombre de Loto azul, el Hombre destacado, el Hombre
Terrible, el incomparable Domador de hombres domesticables, el Hombre
Valiente, el Hombre Valiente, el Hombre Solitario, el Hombre Diligente, el
Hombre Ardiente, el Hombre Recluso, el Hombre Resuelto, el Hombre que
vive en la forma correcta, consciente, firme, inteligente, sabio, bueno y celoso,
tiene en todo el tiempo y lugar para saber, entender y completamente
comprender. A todo esto, a la insuperable perfecta iluminación, él despertó
por la visión ganada en un pequeño momento de pensamiento.
Los devas que estaban cerca con guirnaldas en sus manos preguntaron, “¿Y
ahora qué? ¿El corazón del Exaltado está emancipado?” Y el Exaltado,
conociendo en su corazón el pensamiento de estos devas, en esa ocasión es
dio una solemne afirmación que disipó todas las dudas. “Habiendo cortado los
antojos,” dijo él, “Me he librado de corrupción. Los āśravas secos no fluyen.1
El camino de los antojos ha sido cortado, y ya no está ahí. 2 Este es entonces
el fin de la maldad.”

Luego olas de brotes de diversos colores, brillantes y fragantes,


cayeron, desde las manos de los devas, para saludar al rey de los
devas.

2
Chinnaṃ vartmaṃ na vartati. Comparar con S. 4. 54 chinnavaṭuma, donde el Com. Explica vaṭuma como
taṇthā-vaṭuma. Por eso la traducción.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

A él cuya energía no tiene comparación, como el metal,1cuyo gran


esplendor de nacimiento es como una llama, le hacen homenaje; a él,
el honor de devas y hombres, el invencible.
Cuando estas cosas se vuelven manifiestas a un celoso y contemplativo
brāhman, todas las dudas desaparecen,2 puesto que el entiende las
cosas y sus causas.

Esta es (la fórmula de) la elevación de cosas de una causa dada en orden
directo.3
Cuando estas cosas se volvieron manifiestas a un celoso y
contemplativo brāhman, entonces todas sus dudas desaparecieron,
porque él entiende el desmoronamiento de las cosas.

Esta es (la fórmula de) la elevación de las cosas de una causa dad en orden
reverso.4
Māra creó criaturas de mentes malvadas para romper el trono del Exaltado.
Pero cuando el sol salió se derritieron.
En esa ocasión el Exaltado hizo esta solemne afirmación: -
Cuando estas cosas se volvieron manifiestas al celoso y contemplado
brāhman, el grupo de Māra es roto, como es cielo es irradiado por el
sol.5
Y cuando el Exaltado primero alcanzó la iluminación él hizo esta solemne
afirmación: -
Bendita es la maduración de los méritos; el deseo (de los meritorios)
es cumplido. Rápidamente él alcanza la calma perfecta y la liberación
completa.

1
Girisāra.
2
Senart escribe vyapanenti, que el interpreta como vi-apa-eti aparentemente considerando la primera n
como sobrante. Pero es mejor cambiar este verbo a vyapayanti, que correspondería al pali vapayanti (vi-
apa-yā) de la misma estrofa encontrada en V. 1. 2.
3
Anulomo pratītyasamutpāda: Cf. V. 1. 1. Esto es obviamente una interpolación remarcada por un
académico que recordó que en V. la estrofa recienmente citada seguía la afirmación de paṭiccasamuppāda,
pero quien no se dio cuenta que el contexto era diferente.
4
Pratiloma: pratītyasamutpāda: Ver la nota anterior.
5
Esta estrofa como ocurre en V. 1. 2 es levemente diferente – vidhūpayaṃ tiṭṭhati… Mārasenam “el se para
disipando al grupo de Māra.”
19

Los devas de Māra que se paran en frente listos para atacar no pueden
frutar al hombre bueno.
Los cuerpos de los hombres de poco mérito no tienen fuerza. Es fuerte
el que ha logrado la concentración1 y posee mérito.
Si uno que está en el mundo deva, los devas Vaśavartin2, o un ser
humano, desea hacer no lo que no se debe hacer,3entonces nada tiene
éxito para él.
Pero si por otra parte, busca el Nirvana, el inmovible, feliz estado, con
poca dificultad llegará al camino que termina con la maldad.
Entonces el Exaltado dijo, “Verdaderamente es él quien ha sometido el mundo
puede entrar en concentración. Este mundo es atormentado, y el que toma
pacer en contacto con él4 experimenta pasión en sí. Porque los hombres se
convierten en lo que se están intoxicando.5 El mundo se aferra al cambio,6 está
contaminado por el cambio y se deleita en el. Donde hay cambio, hay maldad.
Es entonces, monjes, por el bien del cambio que el Tathāgata entra a la buena
vida. Para todos aquellos que dicen que están en la salida del mundo7 de
convertirse no encontrarán la salida. Así lo declaré. Nuevamente, monjes,
todos los que dicen que hay una liberación en el mundo del cambio no están
libres de ellos. Así lo declaro. La aparición del mal es consecuencia de un
sustrato de existencia.8 Con la destrucción completa de este sustrato, monjes,
no aparece el mal. Miren este ancho mundo, dado a la ignorancia, al cambio,9
no libre de la aparición del cambio. Todos los cambios que aparecen en toda
la existencia son impermanentes, sujetos de maldad. Esta es la verdad vista

1
El texto aquí está bajo sospecha. Podría ser versionado como “lo que es fuerte es la concentración de
aquellos que se concentran (¿ sambhāravatām) y de aquellos que tienen mérito.” Si el texto es correcto
pareceríamos tener un ejemplo único de un adjetivo que significa “él que se concentra,” viz. Sambhāravant.
Pero esa palabra no parece ser conocida. Senart lo pone en su índice, pero no tiene nota. Además el
contexto está relacionado con la fuerza de las personas no en una cualidad abstracta. En estas
circunstancias, es tentado porponer balavāṃ bhoti samādhīṃ samāpadyamāno sapaṇyavān. O quizás,
alguna forma de (sam)bhāvayati puede ser sustituido por samāpadyamāno.
2
Vasavartino = Vaśavartino.
3
Es decir, en “cuerpo, discurso y pensamiento.”
4
El texto aquí no puede estar correcto. Dice “él que cesado de estar en contacto con (sc. el mundo)
experimenta pasión por si mismo.” El sentido requeriría añadir na, “not,” con vedeti. Pero parecería más
simple y más ajustado al contexto cambiar sparśa- uparata en sparśa-abhirata (o avarata), “el que se deleita
en el tacto.”
5
Literalmente “por lo que los hombres se intoxican no hay diferencia.”
6
Bhava.
7
Bhavana. La Srta. I. B. Honer llama la atención del traducir a un paralelo impresionante de este pasaje en
Ud. 33. Los dos pasajes son tan similares que deben venir directamente de la misma fuente. El texto del
Mhvu., también, generamente apoya el cambio que Woodward, en bases de Netti. y de Comy., hace en los
textos UD.
8
Upadhi.
9
Bhūta.
LA ÚLTIMA DERROTA DE MĀRA

por la perfecta sabiduría. Cuando los antojos son destruidos, no hay más
deleite en ellos, y la completa cesación del antojo es Nirvana. No hay más
cambio para aquel que pasa a Nirvana. Māra es superada; la batalla está
ganada; el enemigo vencido, y todos los cambios son trascendentales.

El Exaltado, perfectamente iluminado, ha logrado completamente el objetivo


por el que se había esforzado.1 El malvado Māra, con todo su poder y su grupo,
ha sido vencido, por el mero sonido de su toz, al pie del árbol bodhi. Cuando
él hubo despertado así a la suprema y perfecta iluminación, había hecho rodar
la noble rueda del dharma, y hubo juntado un gran séquito, se quedó en
Rājagṛiha, enseñando a los devas y los hombres, respetado, estimado,
reverenciado, honrado y venerado. Él que ha ganado el mayor honor. Él tenía
los requisitos de los monjes de una túnica, pocillo, cama, asiento y medicinas
para usar en la enfermedad. Ahí, perfecto como un loto en el agua, el alabo a
aquellos que ya poseían mérito para lograr más mérito, consolidó en
maduración a aquellos que ya tenía y confirmó memorias de vidas pasadas en
aquellos que ya las tenían. Compartió mucha ambrosia con hombres y devas,
y permitió que miles de koṭis de seres alcanzaran la inmortalidad. Los levantó
del gran abismo, la malvada situación, de lo salvaje de la ronda de
renacimiento, sin comienzo ni final, en infiernos y así, y los estableció en el
descanso, la alegría, la tranquilidad, la firmeza, la valentía, en Nirvana. El
convirtió2 gente de todas las tierras, la gente en Anga y Magadha, de Vajjī y
Malla, de Kāśi y Kośala, de Kuru y Pañcāla, de Ceti, Vatsā y Matsyā, de
Śūrasena, de Aśvaka y de Avanti. Él era uno que notoriamente era superior3
en conocimiento. Un Sugata, él vive en estados deva,4 en estados brāhmanes,
in estados inmovibles, en estados Āryan, en estados durables. Un Buda, reside
en los estados Buda; un Conquistador, reside en un estado de Conquistador;
un experto, reside los estados de los expertos, y un Omnisciente, reside en los
estados de un Omnisciente. Él ha ganado control sobre sus pensamientos, y
en resumen, el Buda que reside en cualquier estados apropiados a un Exaltado
que él desea.

2
Āvarkayati, comparar con el Pali āvajjeti.
3
Dṛiṣṭaparākrama.
4
Vihāra. Un pasaje comparable con A. 3. 28-9, tiene āyatana para Vihāra.
5

El Kuśa-jātaka1

Cuando los monjes han escuchado esta exposición de como el malvado Māra
con su poder y su grupo había sido derrotado por el Exaltado al pie del árbol
bodhi por el mero sonido de su toz, le dijeron, “Miren, Señor, que maravilloso
del hombre León, de él que ha frenado el orgullo y la rabia. Fue, que por una
mera toz del Exaltado, Māra y la flor de su ejército debieran haber sido
vencidos. Por un solo hombre, que no tenía aliados, pero que tenía un corazón
lleno de amor y era considerado, muchos nayutas de Yakṣas, la flor del
ejército, fueron derrotados por el mero sonido de su toz. Junto con los leones,
tigres, hienas, panteras, y elefantes2 y la flor de su ejército malvado Māra, que
trae la maldad en su tren y está inclinado hacia la injusticia, fue derrotado por
un solo hombre con cara de luna. ¿Cómo fue que la flor de su ejército fue
derrotada por el mero sonido de una toz?”
El Exaltado respondió, “¿Qué es lo maravilloso, monjes, en que Māra, su
poder y su ejército, haya sido derrotado al pie del árbol bodhi, con el mero
sonido de una toz, por el Tathāgata que había ganado la iluminación suprema?
Hubo incluso una ocasión donde el Malvado con la flor de su ejército fue
derrotado por mí con el mero sonido de mi toz cuando era un joven príncipe”
Los monjes preguntaron, “¿Hubo otra ocasión? Señor” El Exaltado respondió,
“Si, monjes.”
Había una vez, monjes, hace mucho tiempo, en la ciudad de Benarés en la
provincia de Kāśi, donde había un rey llamado Subandhu,3 que era correcto,
poderoso y rico, que gobernaba sobre reinos que tenían sesenta mil ciudades,
un reino que era próspero y rico y en el que la fuerza, demandas y el robo
había sido abolido. Era pacífico, bien provisto de comida, libre de calamidades
y problemas, y densamente poblado. Ahora el Rey Subandhu tenía sesenta mil
elefantes con trompas de marfil, casas de oro, adornos de oro, pezuñas de
coral, y hombres que los montaban.4 Él tenía sesenta mil caballos de Sindh,
raudo de pie y cubierto con todo tipo de trampas; sesenta mil carruajes
cubiertos con pieles de león, tigres y leopardos, felizmente apurándose
mientras avanzaban, con banderas volando; sesenta mil vacas en todos el
calor; sesenta mil mujeres con joyas en sus aros, y vestidas con todo tipo de
cosas hermosas; sesenta sillones de oro, plata y marfil; sesenta mil jarrones de
oro y sesenta mil de plata, y sesenta mil tesoros. Tenía abundante riqueza en
1
Este es el pali jātaka No. 531 (J. 5. 278 sgtes.). La versión del Mhvu. difiere considerablemente del pali. Es
mucho más circunstancial y detallada. La versión métrica que sigue al comienzo del Vol. 3 muestra más
parecido con el del pali.
2
El texto tiene dos nombres para ellos, vāraṇa y kuñjara.
3
Desconocido.
4
El texto añade sakhurupravālāni, “con pezuñas como el coral,” que es obviamente por un error del escriba
que re escribió una palabra que ha ocurrido en unas pocas líneas anteriores.
EL KUŚA JĀTAKA

su tesoro, abundantes esclavos hombres y mujeres, sirvientes, ministros, y


oficiales del ejército, y una abundante provisión de motores de guerra.
Ahora en la habitación del Rey Subandhu apareció una gran mata de caña de
azúcar. En medio de esta mata de caña de azúcar apareció una caña más
espléndida que todo el resto, que los superaba en fuerza, color, brillo y follaje.
Cuando el Rey Subandhu vio esto se preguntó, y se embarcó en un mar de
pensamiento. ¿Un augurio de qué es esto?” se preguntó. ¿Es un buen o mal
presagio?” El reunió a los brāhmanes, los sacerdotes y los consejeros reales,
y le habló acerca de eso. “Señores,” dijo, “en mi habitación apareció una gran
mata de caña de azúcar. En medio de la mata había una caña más espléndida
que todo el resto, superando a las otras en color, brillo y follaje. Examínenla,
señor, y evalúen cual es su augurio. ¿Es un buen1 o mal presagio? Ahora hagan
lo que deben hacer.”
Luego los brāhmanes, sacerdotes y consejeros reales examinaron la mata de
caña de azúcar y vieron que era maravillosa, hermosa y agradable de mirar.
Cuando ellos lo habían visto saludaron al Rey Subandhu con gritos de
“¡Victoria al rey”! y le dijeron, “Buena suerte a su majestad. Es un buen
augurio que haya aparecido en tu palacio. De esa mata de caña de azúcar un
joven príncipe saldrá, que sería virtuoso, poderoso, imposible de atacar,
irresistible, invencible, encantador y hermoso en los ojos de devas y hombres.
Que esto sea aceptable para su majestad.”
Los brāhmanes fueron atendidos y entretenidos por el Rey Subandhu con un
exquisito festín de comida sólida y suave, les dio una gran cantidad2 de oro y
se retiraron.
Ahora la mata de caña de azúcar creció día y noche, y luego de un tiempo se
convirtió en una mata alta. Y la caña en el medio creció hasta ser el porte de
un bambú,3 suave, hermoso, de buen tamaño, superando a todas las cañas.
El Rey Subandhu tenía una reina principal, llamada Surucirā, 4 que era
encantadora, hermosa, de noble porte, y que poseía perfecta belleza de
complexión.5 El Rey Subandhu se acostó con la reina principal Surucirā en la
cama real, que estaba cubierta con filas de festones de seda tejida, fragante
con perfumes, cubiertas con guirnaldas y [iluminadas]6 por velas de oro y

1
Lañcaka, correspondiente a kalyāṇa arriba.
2
Utsanga, interpretado por Senart como un “gran número,” luego BR., que cita Lal. Vist. 168, 16. Pero
utsangāṃ kṛitvā parece ser una extraña expresión para “dando un gran número,” y quizás, deberíamos
poner “hizo sus regazos (llenos de) oro” (kiraṇyasuvarṇasya) es decir, “llenó sus regazos de oro.”
3
Velu, Pali veḷu, Sk. Veṇu.
4
Desconocido.
5
Śubhavarṇapukṣalatā, comparar con el pali pokkharatā.
6
Laguna en el texto.
7

plata, mientras los jorobados, enanos, pigmeos, eunucos y los chambelanes


los atendían.
Entonces en la última guardia de la noche, en el atardecer, salió de la caña,
desde el final del tallo,1 un joven niño, que era encantador, hermoso, de porte
noble y que poseía una perfecta belleza de complexión. El joven niño fue
recibido por el Rey Surucirā.
El Rey Subandhu estaba impresionado cuando vio a este joven niño saliendo
de la caña de azúcar. “¡Que maravilla!” dijo. “¿En qué se convertirá el que ha
salido de esta caña de azúcar?” Y el Rey Subandhu hizo unas celebraciones
por el nacimiento del niño que duraron toda la semana. Por siete días
distribuyó entre los reclusos, brāhmanes, los pobres y los vagabundos y el
resto de un gran grupo, bebidas, comida sólida y suave, perfumes, guirnaldas,
ungüentos, ropas, aceite de sésamo, ghee, y otro tipos de bebidas corrían sin
parar. Un tipo de grupo se reunió, y muchos cientos de reyes y muchos cientos
de brāhmanes. Hubo gran regocijo en la casa de Subandhu. Cientos de
instrumentos musicales fueron tocados y hubo cientos de coros. La ciudad
completaba estaba en fête2por toda la semana.
Cuando el Rey Subandhu hubo dignamente celebrado las celebraciones por el
nacimiento del niño por siete días, le habló a los brāhmanes, sacerdotes, y
consejeros reales, y les dijo, “Señores, denle un nombre adecuado al niño.” Y
ellos reflexionaron, “El niño nació de una caña de azúcar, llamémoslo
entonces Ikṣvāku.”3 Se reportaron al rey y le dijeron, “Su majestad, este niño
nació de una caña de azúcar, llamémoslo Ikṣvāku.” El Rey Subandhu estaba
feliz de escuchar el nombre del niño de los brāhmanes, y el nombre le gustó.
Otros también estaban felices de escuchar el nombre del niño.
El Rey Subandhu entretuvo a los brāhmanes con mucha comida sólida y
suave, le dio gran cantidad de oro y les pidió que se fueran.
El Rey Subandhu eligió a cuatro enfermeras competentes que atendieron al
niño. Una de ellas lo ungió4 y le cantó para hacerlo dormir,5 otra lo amamantó,
otro lavó su excremento y orina, y la cuarta lo llevaba en sus brazos. Así
perfectamente fue criado y cuidado por las cuatro enfermeras el Príncipe
Ikṣvāku, como un loto6 en las orillas de una piscina. Como ha sido dicho por
el Exaltado.

1
Mūladaṇḍa = daṇḍamūla.
2
Satkṛita, “hornado.”
3
Es decir, de ikṣu, “caña de azúcar.” En pali Okkāka. No idéntico, por supuesto, con el Ikṣvāku que era el
progenitor de los Śākyanos.
4
Udvarteti, en pali ubbaṭṭeti. Comparar sk. Udvartana.
5
Supeti, cs. Para supati de svap.
6
El texto nombre los lotos de cuatro colores.
EL KUŚA JĀTAKA

El hombre correcto crece como una higuera en un suelo fértil; pero el


hombre incorrecto se convierte en un enano1 como un árbol plantado
en el camino.
Y así creció el niño. Cuando él era siete y ocho años aprendió a leer, escribir,
cálculo,2 numeración,3 contar con los dedos,4 mnemotécnica,5 montando el
elefante y el caballo, usando arcos y bambús, corriendo, saltando, nadando,
tirando al arco, peleando, cortando, apuñalando, liderando un ejército, y un
rey artesanal. En todos los momentos era resueltamente devoto a la virtud,6
obediente de su madre, respetuoso de los reclusos y los brāhmanes,
educadamente levantándose de su asiento para saludarlos. Tenía gracia y
elegancia. No es tosco ni malhumorado, sino modesto y sociable;7 ni muy
bueno para hablar, sino de conversación agradable. Era amado por el rey, la
reina, las mujeres del palacio, los ministros, todo el ejército,8 los sacerdotes,
los mercantes, la gente del pueblo y del campo, e incluso reyes rivales. El era
querido y encantador. Disfrutaba de una buena salud, y tenía una digestión
perfecta y regular, un calor digestivo ni tan caliente ni tan frio. Estaba
destinado a vivir hasta una avanzada edad, el término de su vida sería ochenta
y cuatro mil años. Como ha sido dicho por el Exaltado,
Todos los seres están destinados a morir, porque la vida tiene a la
muerte como su final. Pasarán de acuerdo a su karma, cosechando el
premio de virtud o de pecado.
Aquellos que cometen actos malvados van al infierno; los virtuosos
van al cielo. Los otros que han cultivado el Camino pasarán a la
liberación mayor, libre de todos los āśravas.

Ahora cuando el Rey Subandhu, luego de gobernar su reino correctamente por


mucho tiempo, cumplió ochenta y cuatro años, él, siendo sujeto a las
condiciones del tiempo, murió. El Príncipe Ikṣvāku lo sucedió en el trono, y
como rey de Benarés y las sesenta mil ciudades de su padre, sofocó la
violencia y derrotó a rivales y enemigos. Estaba libre de problemas, tenía
devotos sujetos, y era poderoso, teniendo un gran ejército y un gran harén de

1
Viruhyati, “crece calvo.”
2
Sankhyā.
3
Gaṇaṇa.
4
Mudrā.
5
Dhārṇā, “aprender de memoria,” ver Miln. 79.
6
Niścitaguṇagṛihīta. Comparar con guṇagṛihya.
7
Sukhasaṃvāsa.
8
Bhaṭabalāgra, “las tropas.”
9

muchas, miles de mujeres. Pero todas ellas no tenían familia; ninguna tuvo ni
un hijo ni una hija.
Luego el Rey Ikṣvāku, después de haber reinado por un tiempo, se embarcó
en un mar de reflexión. “Tengo un reino ancho,” reflexionó, “y un harén
extenso, aun así no tengo un hijo. Temo que me moriré sin tener uno. Entonces
este país será invadido por mis enemigos.” El Rey Ikṣvāku le consultó a su
sacerdote. “¿Cómo puedo tener un hijo?” le preguntó. El sacerdote respondió,
“Su majestad, debes dejar salir1 a las mujeres de tu harem2 tres veces3 en un
periodo de dos semanas, en el octavo, catorceavo y quinceavo día. Entonces
tendrás a un hijo y la familia de Ikṣvāku será extensa.”
Cuando el Rey Ikṣvāku hubo escuchado las palabras del sacerdote, mantuvo a
Alindā, su reina principal, en el palacio, pero dejó salir a todas las otras miles
de mujeres tres veces a la semana. “Vayan,” les dijo, “cada una de ustedes
disfrute con cualquier hombre que quieran.” Entonces, desde la corte del rey
salieron muy felices y coquetas miles de mujeres, vestidas con los mejores
ropajes. Salieron por varias puertas. Algunas charlaron mientras intentaban
seducir, otras se reían, otras fueron persiguiendo hombres. Todos los hombres
estaban encantados y hechizados. Y en la ciudad del Rey Ikṣvāku los hombres
estaban agitados y hechizados por las mujeres del rey.
Luego, un cierto hombre de la familia de Subandhu, relacionado a él por
nacimiento, quien, en su vida como un ser humano, había sido de buen
comportamiento en acto, discurso y pensamiento y había vivido siguiendo el
camino de las diez virtudes, pasó desde el mundo de los hombres y renació
entre los devas de Trāyastriṃśa, como el hijo de un rey llamado Śakra.4
Reflexionando se preguntó a si mismo, “Me pregunto ¿entre qué grupo5 el Rey
Subandhu está viviendo? ¿Está vivo o muerto?” Luego se dio cuenta que el
Rey Subandhu estaba muerto, y que su hijo llamado Ikṣvāku estaba reinado
en su lugar. Vio que este sacerdote había aconsejado un injusto e impropiado
consejo al Rey Ikṣvāku, sugiriéndole que dejara salir a su harén tres veces en
dos semanas para que tuviera descendientes.
Entonces Śakra, el señor de devas, se vistió como un brāhman que era
decrépito, viejo, senil, de edad avanzada, y que había pasado sus años dorados.
Su cuerpo estaba cubierto de arrugas, su cabeza cana, y sus brazos llenos de
pecas. Fue a la puerta del Rey Ikṣvāku y dijo, “Quiero ver a Ikṣvāku.” El
portero fue al palacio y le dijo esto al rey. “Su majestad,” dijo, “hay un

1
Ośiritavya.
2
Strīkāgāra, un error de strīyāgāra.
3
Trikṣutto.
4
Hay muchas alusiones en nuestro texto a la creencia que los hombres buenos podían renacer en la persona
de un dios del viejo panteón.
5
Kāya, sc. “de devas.”
EL KUŚA JĀTAKA

brāhman en la puerta que quiere ver al rey.” Rey Ikṣvāku respondió, “Recibe
al brāhman y déjalo entrar.” Y el portero dejó que el brāhman entrara al
palacio.
Cuando el rey vio al viejo brāhman, se paró y dijo, “Bienvenido, brāhman. Por
favor siéntate, aquí hay un asiento para ti.” El brāhman saludó al rey y entró.
El rey luego le preguntó, “¿De qué tierra vienes, Oh brāhman? ¿Qué buscas?
¿Cuál es tu placer?1 ¿Qué puedo darte?”
El brāhman respondió, “Su majestad, vengo de una lejana tierra porque
escuché de tu noble fama y reputación. Y he escuchado, también, que el Rey
Ikṣvāku tres veces cada dos semanas deja salir a las mujeres de su harén
esperando tener descendientes. Y así, Oh rey, he venido desde esa lejana tierra
para encontrar una mujer. Así que dame una mujer.”
Cuando el rey escuchó las palabras del brāhman estaba feliz y llamó a su
chambelán. “Ven, chambelán,” dijo, “rápidamente muéstrale el harén a este
brāhman. Dale cualquier mujer que el quiera.” El chambelán llevó al brāhman
al harén, al medio de cientos de miles de mujeres, y dijo, “Brāhman, aquí está
el harén del Rey Ikṣvāku. Cualquier mujer que desees puedes tomarla e irte.”
Ahora, de todas las muchas miles de mujeres, aquella que era la esposa
principal del Rey Ikṣvāku, la reina llamada Alindā, y que nunca había salido
del harén, fue la elegida por el brāhman. “Deja que sea mía,” dijo él. Pero la
reina lloró2 y dijo “Este brāhman es lo suficientemente viejo para ser mi
abuelo3 o mi bisabuelo,4 o incluso un ancestro más remoto. El Rey Ikṣvāku es
leal a su voto y no me dejará ir a servir y atender a este brāhman.”
La jorobada que hacía los ropajes de Alindā estaba ahí. La jorobada recriminó
al brāhman y le dijo, “Brāhman, tu eres decrépito, viejo y senil, aún así deseas
a una mujer joven. Ninguna mujer te tocaría ni con la mano ni con el pie. Vete.
¿Qué quieres de la Reina Alindā? El Rey Ikṣvāku no la dejará ir.”
El brāhman le respondió a la jorobada y dijo, “eres una dama vaga, jorobada,
ve a hacer tus ropas. Yo quiero a la Reina Alindā, como ni tu no otras la
quieren.”
La Reina Alindā tenía otra esclava cuya tarea era moler5 polvo para la cara.6
Y ella también encaró al brāhman y le dijo, “Brāhman, eres decrépito, viejo y
senil. Harás que las sábanas tengan tu desagradable olor. La reina no siente

1
Ruccati, pali para *rucyati.
2
Praruṇḍa.
3
Ayyaka, en pali y en BSk.
4
Payyaka, en pali y BSk.
5
Pīṣikā para piṣ.
6
Varṇaka.
11

deseo por ti, ni menor por tocarte.1 Vete. ¿Qué quieres de la Reina Alindā?
Además, el Rey Ikṣvāku no la dejará ir.” Pero el brāhman le respondió a la
esclava. “Eres una vaga. Continúa moliendo el polvo. Yo quiero a la Reina
Alindā como ni tú ni nadie lo hace.”
La Reina Alindā dijo, “Este brāhman no me llevará de ninguna manera.” Ella
lloró muy fuerte. Y mientras la reina lloraba, sus sirvientas, también, lloraban,
así que había un gran ruido de llanto en el harén. El Rey Ikṣvāku, que estaba
en la terraza de arriba, escuchó el fuerte y gran llanto del harén, y le preguntó
a los eunucos y chambelanes, diciendo, “¿Qué es ese ruido de mujeres
llorando que escucho?” Los eunucos y chambelanes le respondieron, “Señor,
la Reina Alindā ha sido elegida por ese brāhman, y él dijo ‘El Rey Ikṣvāku me
ha dado elegir a cualquier mujer que me guste. Así que dejen que esta sea
mia.’ Y así la Reina Alindā está llorando, y mientras ella llora, sus sirvientas
también lloran con ella.”
Cuando el los escuchó entró a su harén y encaró al brāhman. “Eres un
decrépito y viejo hombre,” dijo, “Si deseas comer y beber permanentemente
en el palacio, te dejaré hacerlo. Pero ¿Qué quieres de la Reina Alindā? Elige
a otra mujer.”
El brāhman respondió, “Su majestad, es verdad que soy un decrépito y fuego
y afligido por la toz.2 Cada cierto tiempo me desmayo. Y no tengo la fuerza
para levantarme por mi mismo, y entonces mojo la cama. Así que dámela, y
ella me servirá. Que no pase que mi señor Ikṣvāku, habiéndome concedido la
elección de una mujer, luego retire su palabra. Por que entonces iré y le diré a
la gente que mi señor Ikṣvāku rompa su promesa.”3
El rey respondió, “Oh brāhman, yo no rompo mi promesa. Ni retiro mi palabra
cuando he ofrecido un regalo. Pero tu eres decrépito y viejo, mientras que la
reina es joven y delicada, entonces ella no puede desearte. Mi harén está lleno
de muchas, miles de mujeres. Toma a la mujer que te guste. Complácete con
ella, y ella te atenderá.” Pero el brāhman le respondió y le dijo, “Suficiente, su
majestad. Deja que sea mía quien se para orgullosamente aquí, de cuerpo
perfecto y de mirada temerosa.4 Deja que sea mía la que se para
orgullosamente aquí, de extremidades perfectas, y con ojos como los de una
cierva. Deja que sea mía la que se para orgullosamente aquí, con extremidades
perfectas, bañando su cara con lágrimas. No me hables más a mí, su majestad,
de su harén. Deja que la reina sea mía. Ella se pondrá a mis pies, me atenderá

1
Paraṣṭum = spraṣtum.
2
Kāsanaka, de kāsa, “toser.”
3
Literalmente “acepta pedidos falsamente.”
4
Mandaṃ prekṣati, comparar con el pali mandākṣa, que Halāyudha considera como = “tímido” (ver P.E.D.).
EL KUŚA JĀTAKA

y me servirá. Que mi señor Ikṣvāku no retire su palabra luego de darme a


elegir una mujer, y así como arriba hasta le diré a la gente, etc.”
El rey preguntó y así hasta “Eres decrépito y viejo, etc.” Luego “Aquí está
esta común jorobada, ansiosa de amor, aunque sea solo una esclava. Será tuya.
Tómala donde quieras y ella te atenderá.” Pero la jorobada dijo, “Su majestad,
este brāhman es maloliente y arrugado y cano. Tiene este desagradable olor a
flor, y huele como una cabra. Me suicidaré tomando un veneno, si su majestad
me da a él. O secretamente mataré a este hombre.”
Luego el brāhman dijo:
“Seré enemigo de los jorobados que vivan en la tierra, solo porque
esta jorobada común me quiere matar.
“No hables más, su majestad, de esta jorobada. Deja que la reina sea mía. Ella
me servirá y atenderá. Mi señor, no retires tu palabra luego de que me diste
elegir a una mujer, o iré y le diré a la gente que rompes tus promesas.”
El rey respondió, “Oh brāhman, yo no rompo mis promesas, ni retiro mi
palabra cuando he ofrecido un regalo. Aun así, tú eres un viejo decrépito,
mientras que la reina es tierna y delicada, y no puede desearte. Si fueras joven,
la reina te desearía. Sin embargo, yo no soy un hombre que rompa sus
promesas, así que ve, toma a la Reina Alindā, y llévala a donde quieras.”
Cuando el brāhman escuchó al Rey Ikṣvāku estaba feliz y agradecido. Abrazó
a la Reina Alindā, la llevó a la entrada y cayó sobre ella. Una gran risa se
escuchó entre las miles de mujeres. “La reina ha conseguido a un apuesto
hombre,” dijeron. Pero el brāhman tomó a la reina que lloraba y protestaba de
la mano, la agarró y la acercó y la abrazó una y otra vez. Jadeando y jadeando,
él sostuvo firmemente a la reina que lloraba y estaba genuinamente enferma.1
Muy abatida fue sacada de Rājagṛiha,2 desterrada y desconsolada.
En una pobre aldea fuera de las paredes de la ciudad el brāhman había
construido una loca cabaña, y había puesto pasto y hojas en un tambaleante
sillón y puesto una jarra de agua. En esta cabaña fue obligada a entrar la Reina
Alindā, sus ropajes manchados y arruinados, sus joyas rotas y destrozadas,
como pasó con todas sus marcas de elegancia. Y a ella que nunca había tocado
el piso con sus pies, se le rompieron los zapatos y quedó a pie descalzo.
Luego el brāhman se sentó en la tambaleante cabaña y dijo, “Señora, vístase
adecuadamente.3 Lava mis pies, y luego los suyos. Luego deléiteme. Cuando

1
Leyendo na-ālaya glāyantīm para ālāpena galantī del texto del Senart.
2
La mención de Rājagṛiha aquí es extraña, por que Ikṣvāku era el rey de Benarés.
3
Sunivasta para sunivastra (en pali sunivattha) cuya forma más moderna se encuentra en un MS. y en la
versión métrica en el Vol. 3, p. 6 (texto).
13

este deleitado, seré una ayuda para ti,1 señora. Deléitame con tu perfecta
alegría, señora. Deléitame con conversación, señora. Deléitame con tu
chácara, señora.” Y así la reina pasó toda la noche escuchando sus lamentos,
“Ahora deléitame, deléitame; levántame, ponme en la cama, ponme en la
cama.”
Pero cuando la noche había terminado y el sol había salido, Śakra se paró ante
ella en su propia forma, su cuerpo celestial adornado con brazaletes y aros, y
brillando con belleza sublime. Se convirtió en el rey de los devas, usando finos
y brillantes aros, y cuando emitió su radiancia la cabaña completa se iluminó
con su esplendor. La Reina Alindā, viendo a Śakra, el señor de los devas,
viéndolo en su forma propia estaba intoxicada con pasión, “¿Por qué satisfice
mi placer con él?”
Śakra, el señor de los devas, le ofreció a la Reina Alinda la elección de una
ayuda.
Soy un Śakra, el señor de los devas, el soberano de Trāyastriṃśa. Elige
una ayuda mía, señora, lo que sea que desees en tu corazón.
Entonces la Reina Alindā, elevando sus manos unidas en adoración al Śakra,
señor de los devas, le dijo, “Śakra me ofrece la elección de una ayuda. Mi
respuesta es que elijo la ayuda de un hijo.” Indra le dio una pastilla medicinal,
diciendo, “Mezcla esto en agua y trágalo. Entonces tendrás un hijo, que será
como un león, fuerte, y capaz de aplastar a sus enemigos.” En poder no habrá
nadie igual a él en el mundo. Pero el será feo de complexión o forma, pero tu
no me diste amor.” Y Indra, habiéndole dado este regalo a la Reina Alindā,
hizo que la tambaleante cabaña desapareciera y se volvió a reunir con la
compañía de devas en Trāyastriṃśa.
La Reina Alindā ató la pastilla medicinal en la esquina de su ropa y entró al
palacio, su cuerpo como un loto. “Así,” dijo, “de todas las mujeres del
numeroso harén seré yo la que tendrá un hijo.”
El Rey Ikṣvāku, desde la distancia, vio a la Reina Alindā entrar por el pasillo,
con su cuerpo como un loto. El rey le preguntó a la reina, diciendo, “Tu cuerpo
es como el del loto y tus sentidos serenos. ¿Sentiste placer mientras estabas
recostada por la noche? ¿experimentaste los placeres de la cháchara? ¿O
encontraste a un hombre bueno y noble?” La reina respondió, “Señor, ¿Cómo
pude haber encontrado placer en otra cama, o experimentado los placeres de
la cháchara? Ese hombre era Indra, que ha venido aquí vestido como un
brāhman. Toda la noche la pasó gritando ‘levántame, ponme en la cama
nuevamente.’ Y cuando la noche se estaba convirtiendo en vida, al amanecer,
se sacó su disfraz de brāhman y se paró en su forma como Indra, irradiando

1
Literalmente “yo deleitado (soy) una ayuda para ti.”
EL KUŚA JĀTAKA

todos los cuartos con su radiancia. Me ofreció un regalo, diciendo ‘Elige un


regalo, señora.’
“’Soy Śakra, señor de los devas, soberano de Trāyastriṃśa. Elige un
regalo mío, señora, lo que sea que desees en tu corazón.’
“Por lo tanto, señor, le pedí el regalo de un hijo, diciéndole, ‘Dame un hijo
como regalo.’ Y Śakra me dio la medicina, ordenándome que la pusiera en
agua y la tomara. Entonces tendré un hijo que se sentará en el trono. En su
poder no habrá igual en su mundo. Pero será de complexión fea, por que no le
di a Śakra amor.”
Cuando el rey escuhcó esto se enojó con la reina. “¿Por qué no le diste extasis
como te ordené hacer?” En su enojo le quitó la pastilla a la reina, la molió con
una piedra, la puso en agua y se la dio a sus cuatrocientas noventa y nueve1
jóvenes reinas brāhmanes para que lo bebieran en una hoja de pasto Kuśa.2
Pero la Reina Alindā tomó la pastilla, para que no engendrara a un hijo feo.
La reina les preguntó a las esclavas, diciendo, “¿Qué pasó con la pastilla?”
Las esclavas respondieron, “Su majestad, su pastilla fue tomada por el rey,
que la aplasto y se la dio a su cuatrocientas noventa y nueve jóvenes
brāhmanes para que bebieran.” La reina preguntó, “¿En qué roca fue aplastada
la pastilla?” Una esclava respondió, “En esta roca de acá, su majestad.”
Entonces la Reina Alindā tiró una gota de agua en la roca y bebió un poco con
la punta de su lengua. La reina también concibió, y las quinientas mujeres se
embarazaron.
Las quinientas reinas parieron luego de nueve o diez meses. Cuatrocientos
noventa y nueve príncipes nacieron que eran hermosos, de apariencias nobles,
y dotado con una hermosa complexión. Alindā también tuvo un hijo, pero era
feo, repulsivo, con labios gordos, con cabeza gorda, con pies gordos, con
panza, y negros, del color de un montón de hollín.
Los eunucos y chambelanes le reportaron esto al rey. “Su majestad,” dijeron,
“cuatrocientos noventa y nueve reinas han dado a luz cuatrocientos noventa y
nueve príncipes, que son hermoso y apuestos, pero la Reina Alindā ha dado a
luz que es feo y repulsivo, con labios gordos, cabeza gorda, con pies gordos,
con panza, y negros, del color de un montón de hollín.” Cuando el Rey Ikṣvāku
escuchó esto se enojó muchísimo, y dijo, “Si no le di ninguna pastilla a la reina
para tomar, para prevenir que tuviera un hijo, ¿cómo quedó embarazada?”

1
El texto aquí y en el siguiente párrafo habla de quinientas reinas o señoras que recibieron la bebida. El
número, por supuesto, era cuatrocientos noventa y nueve, y parecería que ekūnā, “uno menos,” ha sido
sacado. Este prefijo encontrado más abajo con el numeral dando el número de la princesa que nació de
ellos, ekūna-pañcaśatāni.
2
Kuśāgreṇa, comparar con el pali kusaggena bhuñjati o pivati, “comer o beber (tan poco como) una hoja de
pasto.”
15

Los eunucos y chambelanes respondieron, “Su majestad, luego de que


aplastaras la medicina en la roca, la reina tiró una gota de agua en la piedra y
con una hoja de pasto Kuśa la bebió con su lengua. Así es como quedó
embarazada la reina.” La reina dijo, “Que el hijo del rey nunca se pare frente
a mí. No deseo ver a tal hijo.”
Pero cuando el rey Ikṣvāku escuchó de la belleza de los cuatrocientos noventa
y nueve príncipes se sintió muy feliz. Se celebraron los nacimientos por siete
días en honor a los hermosos príncipes, pero ninguno en honor al hijo de
Alindā. Distribuyó comida y bebida, comida sólida y suave, ropa, perfumes,
guirnaldas y ungüentos. Aceite de sésamo, ghee, y varios tipos de bebidas
corrían. Cuatro enfermeras fueron asignadas a cada príncipe. Una lo ungía y
le cantaba para dormir; otra lo lavaba, otra lo amantaba, y otra lo llevaba en
sus brazos. Pero no se le dio ninguna enfermera al hijo del rey; las sirvientas
de la Reina Alindā fueron asignadas para él. Así fueron esos príncipes
educados.
El Rey Ikṣvāku les dio a los quinientos príncipes nombres con el nombre de
Kuśa. Uno se llamaba Indrakuśa, otro Brahmakuśa, otro Devakuśa, otro
Riṣikuśa, otro Kusumakuśa, otro Drumakuśa, otro Ratnakuśa, otro Mahākuśa,
otro Hamṣakuśa, otro Kroñcakuśa, otro Mayūrakuśa, y así; a todos se les dio
nombres compuestos de Kuśa. Pero el hijo de la reina Alindā solo se llamó
Kuśa.
Entonces el Rey Ikṣvāku le dio a los cuatrocientos noventa y nueve príncipes
juguetes de varios tipos, pero no le dio ningún regalo a Kuśa, el hijo de la
Reina Alindā. Entoces Kuśa, cuando quería un regalo, tomaba el de sus
hermanos, y cuando se aburría los devolvía. De la misma manera el Rey
Ikṣvāku le dio a los príncipes carruajes de varios tipos para jugar, carruajes
tirados con elefantes, y con caballos. Pero no le dio ningún carruaje a Kuśa.
Cuando Kuśa quería un carruaje, ya sea de caballos o elefantes, tomaba el de
sus hermanos y lo usaba. Luego los devolvía, diciendo, “¿Para qué me los
quedaría?”
Y así crecieron los príncipes. Cuando alcanzaron edades de discreción a la
edad de siete u ocho, les enseñaron a leer, escribir, cálculo, numeración, contar
con los dedos, mnemotécnica, andar en elefantes y caballos en carruajes, el
uso del arco y del bambú, a correr, nadar, tirar el arco, pelear, combatir, cortar,
apuñalar, liderar un ejército en batalla, y todo lo que los príncipes debían
aprender. Pero nadie le enseñó las artes al Príncipe Kuśa. Aún así, por su
propia inteligencia, sabiduría y energía, se volvió más experto que sus
hermanos y el resto de la gente. El príncipe Kuśa era experto en arquería y
superaba a todos los otros en todas las artes.
Luego se le ocurrió al Rey Ikṣvāku: “Probemos a estos quinientos príncipes
para ver cual se convertirá en rey después de mí.” Entonces el Rey Ikṣvāku
EL KUŚA JĀTAKA

mandó a hacer quinientos dulces. Un gran dulce fue puesto en el medio y


cubierto por otros dulces. “Permitiré,” dijo, “que el que tome el dulce más
grande se convierta en rey después de mí.” Cuando el Rey Ikṣvāku preparó la
pila de dulces llamó a los quinientos príncipes y les dijo, “Cuando de tres
aplausos con mis manos1 rápidamente tomen los dulces uno por uno de la
pila.” Los otros príncipes fueron primero, y luego Kuśa. Fue él, de todos sus
hermanos, esforzando ambas manos, fue el que sacó el dulce más grande.
El Rey Ikṣvāku pensó, “Este Príncipe Kuśa se convertirá en rey después de
mí. Pero el es feo, con labios gruesos, con la cabeza gorda, con los pies
gruesos, con panza, y negro, del color de un montón de hollín. Es imposible
de amar y repulsivo de mirar. ¿Quién lo soportará como rey? Así que
probemos a los príncipes nuevamente. Los haré venir a mí a la hora de la cena.
Sabré que el que sea el primero en comer, se convertirá en rey después de mí.”
Entonces el Rey Ikṣvāku, a la hora de la cena, llamó a los quinientos príncipes
y los hizo sentarse. La comida entró. Los otros príncipes esperaron que les
sirvieran la comida, pero el Príncipe Kuśa tomó su comida en el suelo e hizo
un montón de comida en el suelo con la comida que deseara. Tomó los
condimentos para ponerle y comió su comida en el suelo. El Rey Ikṣvāku
reflexionó, “Este Príncipe Kuśa se convertirá en rey después de mí. Será
soberano en la tierra, por que tomó su comida del suelo.”
El Rey Ikṣvāky le preguntó a su sacerdote nuevamente, diciéndole, “Maestro,
¿Cuál de estos príncipes se convertirá en príncipe después de mí?” El
sacerdote respondió, “Su majestad, es el príncipe Kuśa quien será rey después
de ti, mi señor. El tiene las marcas de un rey.”
Cuando el Rey Ikṣvāky escuchó al sacerdote se sintió angustiado. ¿Qué puedo
hacer para que el Príncipe Kuśa no sea rey después de mí? Esconderé grandes
tesoros en lugares secretos en varias partes del palacio. Quien, luego de que
muera, los encuentre, descubra y saque los tesoros se convertirá en rey. Así,
quizás, alguno otro príncipe se convierte en rey.”
El Rey Ikṣvāku entonces enterró un gran tesoro en lugares ocultos en distintas
partes del palacio real sin que nadie lo viera. Cuando ya estaba de avanzada
edad y cerca de su muerte le dio instrucciones a sus ministros, diciéndoles,
“Mis ministros, cualquiera de los quinientos príncipes que descubra los
tesoros y los saquen, será el heredero al trono. Hay un tesoro adentro y otro
afuera. Hay un tesoro que no está ni adentro ni afuera. Hay cuatro tesoros bajo
los cuatro pasillos reales. Hay un tesoro en el agua, y uno en el océano. Hay

1
Mudrā.
17

un tesoro en la unión1 y en las separaciones.2 Hay un tesoro en la punta del


árbol y en la montaña. Hay un tesoro donde sale el sol y donde se esconde.
Donde los devas viven sus vidas felices, ahí también hay un tesoro. Mis
ministros, cualquier príncipe, que encuentre los tesoros sin que se los
muestren, heredará el trono. Y se convertirá en rey.” Luego el Rey Ikṣvāku,
siendo sujeto de las condiciones del tiempo, murió.
Luego de la muerte de su padre, los quinientos príncipes pelearon entre ellos
por el trono, cada uno diciendo, “Soy el rey, YO soy el rey.” Pero, por su
carácter correcto, no se dañaron entre ellos. Luego los ministros les hablaron,
diciendo, “Príncipes, no peleen. Hay instrucciones para ustedes del Rey
Ikṣvāku. Cuando su padre estaba a punto de morir nos dio un mensaje, y quien
entienda su mensaje se convertirá en el rey.”
Los príncipes respondieron, “ministros, dígannos el mensaje dado por nuestro
padre.” Y entonces los ministros relataron a los quinientos príncipes el
mensaje del Rey Ikṣvāku. “. Hay un tesoro adentro” dijeron “y otro afuera.
Hay un tesoro que no está ni adentro ni afuera. Hay cuatro tesoros bajo los
cuatro pasillos reales. Hay un tesoro en el agua, y uno en el océano. Hay un
tesoro en la unión y en las separaciones. Hay un tesoro en la punta del árbol
y en la montaña. Hay un tesoro donde sale el sol y donde se esconde. Donde
los devas viven sus vidas felices, ahí también hay un tesoro. Oh príncipes, este
era el mensaje dejado por su padre. Quien encuentre estos tesoros será el rey.”
Los cuatrocientos noventa y nueve otros príncipes ni conocían ni entendían de
los tesoros mencionados. Pero Kuśa, con su gran inteligencia y poder de
reflexión entendió el asunto claramente. Y dijo, “les explicaré las palabras de
mi padre, buscaré los tesoros que han mencionado. Cuando mi padre dijo que
había un tesoro que estaba adentro se refería a un tesoro que estaba en la puerta
del palacio.” Los ministros buscaron y encontraron el tesoro.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro afuera se refería que hay un tesoro
fuera de la puerta.” El príncipe hizo que este tesoro también lo sacaran.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro que no estaba ni adentro ni afuera,
se refería a que hay un tesoro que está justo en la puerta.” El príncipe hizo que
sacaran ese tesoro también.
“Cuando mi padre dijo que había tesoro bajo los cuatro pasillos reales, se
refería a los tesoros que están bajo las cuatro patas de la cama del Rey Ikṣvāku,
que tiene patas de oro, donde él dormía.” El príncipe hizo que sacaran esos
tesoros.

1
Yojana.
2
Mocana. Estas dos palabras tienen que ser puestas en el sentido general, de otra forma no sería un
acertijo. Sus sentidos especiales se volverá aparentes cuando el acertijo esté resuelto.
EL KUŚA JĀTAKA

“Cuando mi padre dijo que había un tesoro en el agua, se refería a un tesoro


que está en la piscina de loto que está en el parque real de Aśokavaṇikā.” De
ahí también sacaron un tesoro.1
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro en la unión, se refería al tesoro que
está donde los animales fueron unidos al carruaje2 del Rey Ikṣvāku, ya sea de
elefantes, caballos, o grupal.” El príncipe hizo que sacaran ese tesoro.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro en la liberación, se refería al tesoro
donde los animales son atendidos, y liberados3 del carruaje del Rey Ikṣvāku,
ya sea un elefante de carruaje o de caballo.” El príncipe también hizo que
sacaran este tesoro.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro en la punta del árbol se refería a
donde la punta de la sombra del gran árbol cerca de la sala de recepción 4 del
Rey Ikṣvāku cae al amanecer, y donde sus últimas sombras caen al amanecer,
ahí hay también un tesoro.” El príncipe hizo que sacaran los dos tesoros.
“Cuando mi padre dijo que hay un tesoro en la montaña, se refería al que está
bajo la loza de madera donde las pinturas del Rey Ikṣvāku y sus ungüentos
para el baño eran mezclado.” El príncipe hizo que sacaran ese tesoro.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro donde el sol salía, se refería a un
tesoro que estaba donde Ikṣvāku, mi padre, nació de una caña de azúcar.” El
príncipe hizo que sacaran ese tesoro.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro donde va a descansar el sol que
trae la luz, se refería a que hay un tesoro donde murió el Rey Ikṣvāku.” El
príncipe hizo que sacaran ese tesoro.
“Cuando mi padre dijo que había un tesoro donde los devas vivían sus vidas
felices, significaba que había un tesoro donde los quinientos príncipes les
sirvieron comida5” El príncipe hizo que sacaran estos tesoros.
Así todos los tesoros fueron sacados por el Rey Kuśa. Los ministros, los otros
príncipes, los sacerdotes, los tutores reales brahmanes, los oficiales del
ejército, y toda la gente del pueblo y el país se impresionaron por los tesoros.
“Miren,” dijeron, “la gran inteligencia y poder reflexivo del Príncipe Kuśa,
porque todos los tesoros escondidos por el Rey Ikṣvāku, fueron encontrados
por el rey Kuśa. Él será el rey.”

1
Ukkaḍḍhāpita, de ut-kaḍḍh, “sacar.” En otras instancias el verbo es utkhanāpita.
2
Literalmente “donde el carruaje es unido.”
3
Literalmente “donde el carruaje es liberado.”
4
Darśanaśālā.
5
La solución de este acertijo está en el segundo sentido de deva como un título honorífico, ej., un príncipe.
19

Pero los ministros pensaron, “Antes de que el Príncipe Kuśa escuche esto
pongamos otra prueba.” Y les hablaron a los príncipes, diciendo, “Príncipes,
el que sea el primero en adorar a todos los dioses se convertirá en el rey.”
Luego los cuatrocientos noventa y nueve príncipes montaron carruajes de
varios tipos y rápidamente fueron a los templos de los dioses para alabarlos.
Pero el Príncipe Kuśa se acercó al trono dorado, alzó sus manos a los cuatro
cuartos en adoración a los dioses y en honor a los reyes pasados. Luego
reverentemente saludó al trono y lo ascendió.
Luego, de hecho, Kuśa fue reconocido por príncipes, ministros, oficiales de
ejército, y gente de pueblo y campo como el más inteligente y el que debía ser
rey. Fue saludado como rey por las sesenta mil ciudades, la gente del pueblo
y el campo, los ministros reales y los príncipes. Así, fue como el Príncipe Kuśa
ganó el trono.
Cuando el Rey Kuśa hubo ascendido al trono le mostró a su madre, la Reina
Alindā, cada marca de respeto, honor, reverencia, estima y homenaje. Y
cuando hubo gobernado así su reino con justicia por mucho tiempo, él, en
cierta ocasión, le habló a su madre la Reina Alindā, diciendo, “Madre, tráeme
a una esposa para que sea mi reina principal, que sea encantadora y más
hermosa que todas las mujeres.” La Reina Alindā respondió, “Mi hijo, ¿Quién
te dará a una esposa hermosa a ti que eres feo? Te traeré una esposa tan fea
como tú y que no contrastará1 contigo.” El Rey Kuśa dijo, “Madre, si me traes
una esposa fea, no la tocaré. Tráeme una esposa encantadora y hermosa.
Madre, nunca he escuchado ni visto a un rey feo, o cualquier rey, que
encontrara placer en una mujer fea. Así que madre, tráeme a una mujer
hermosa.”
La Reina Alinā respondió y dijo, “Mi hijo, los esposos y esposas viven felices
cuando son iguales en belleza, porque así no sienten celos el uno por el otro.
Una esposa hermosa reprocha a un esposo feo, y un esposo guapo reprocha a
una mujer fea. Mi hijo, te traeré a una mujer adecuada para ti, una que sea fea,
que no te reprochará. Pero el Rey Kuśa dijo, “Mamá, no tendré a una esposa
fea. Tráeme a una mujer que no se parezca a mí.” La Reina Alindā respondió,
“Hijo mío, ¿quién te dará, feo como eres, a una mujer que es hermosa?” El
Rey Kuśa dijo, “Madre, tráeme a una esposa hermosa, y tráela2 desde una
tierra lejana por el precio de oro.”
Entonces la Reina Alindā juntó a los ministros y sacerdotes y les reportó el
problema. “Señores,” dijo, “busquen una esposa para el Rey Kuśa para que
sea la reina principal de todas las muchas, miles de mujeres en la corte del

1
Literalmente “no hará contraste,” ullāsaṃ na kariṣyati. Para este sentido de ullāsa, comparar su uso en
retórica para denotar “dándole prominencia a un sujeto por comparación o oposición.”
2
Leyendo, con Senart, vyapakarṣeṇa para vyayakarmeṇa.
EL KUŚA JĀTAKA

rey.” Entonces los ministros y sacerdotes en obediencia a la reina enviaron


brāhmanes y mensajeros a las ciudades y provincias en todas las direcciones
“Vayan, señores,” dijeron, “encuentren a una doncella que sea apropiada para
el Rey Kuśa, el hijo del Rey Ikṣvāku.”
Ahora, los brāhmanes y mensajeros buscando en las dieciséis provincias1
llegaron a la ciudad llamada Kaṇṇakubja2 en las provincias de Śūrasena.3
Había un rey de los Madrakas,4 llamado Mahendraja, que reinaba. Él tenía una
hija, llamada Sudarśanā, que era encantadora y hermosa; no había nadie como
ella en belleza en todo Jambudvīpa.
Ahora, esta hija del rey, montando un carruaje llevado por cuatro caballos,
justo iba saliendo de la ciudad al parque, en gran esplendor real, magnífica y
con mucha pompa, y atendida por amigos y esclavos. Y aquellos brāhmanes
y mensajeros la vieron y pensaron, “Esta hija de un rey es muy hermosa y
encantadora; es una adecuada reina para el Rey Kuśa.” Al día siguiente, en la
mañana, los brāhmanes y mensajeros, bien vestidos, se pararon en la puerta
del palacio del rey. Cuando el Rey Mahendraka entró en su recepción, los
brāhmanes y mensajeros lo saludaron y se pararon frente a él.
Luego un brāhman,5 habiendo saludado al rey, le dijo, “Su majestad, en
Benarés vive uno llamado Kuśa, el hijo del Rey Ikṣvāku. Él te pide a tu hija
Sudarśanā como su esposa. Ahora el Rey Kuśa es un hombre distinguido, y
gobierna sobre sesenta mil ciudades.”
El Rey Mahendraka pensó para sí mismo, “Las conexiones con tal hombre
deben ser valiosas,” y a los brāhmanes y mensajeros le dijo, “Señores, el Rey
Kuśa ahora se convierte en mi amigo. Le doy a mi hija como esposa.” El
brāhman entonces compró algunos dulces, y habiendo juntado a los otros
brāhmanes, les pidió que eligieran6 algunos. “Amigos,” dijo, “el Rey
Mahendraka aquí ofrece a su hija Sudarśanā como esposa del Rey Kuśa. Así
que amigos, ofrézcanle agua.”7 Y los brāhmanes y mensajeros hicieron lo que

1
Generalmente, “grandes provincias,” mahājanapadā.
2
En pali Kaṇṇakujja, “un distrito en Jambudvīpa. Es mencionado en una lista de lugares por las que pasó en
Buda en su camino desde Verañjā a Bārāṇasī.” (D.P.N.).
3
En pali Sūrasena, o Surasena, “uno de los dieciséis Mahājanapadā, en el sur del país Kuru.” (D.P.N.).
4
O Madras, en pali Madda. Dos o tres otros cuentos palis hablan de alianzas de matrimonio entre esta gente
y la gente de Benarés. (D.P.N.).
5
Es decir, el portavoz.
6
Vāreti, correspondiente al doble causativo vārāpeti de Pali. El causativo vareti, “solicita,” “elige un
matrimonio,” se encuentra en la página anterior. Este método de celebrar el compromiso, era un buen
augurio e influenciaba la próxima felicidad del matrimonio.
7
Udakam. Podemos, quizás, esperar modakam, Mahendraka también es invitado a tomar parte de los
dulces simbólicos del evento. Pero el uso del agua, ej. Poner el agua en las manos de los participantes de un
trato, era reconocido como un símbolo legar de que el trato estaba cerrado.
21

el brāhman les dijo. Luego, le hablaron al Rey Mahendraka y se fueron. A su


debido tiempo llegaron a Benarés.
Los brāhmanes y mensajeros se reportaron a los ministros y sacerdotes.
“Hemos encontrado,” dijeron, “a una doncella que no tiene comparación en
belleza en Jambudvīpa. En la provincia llamada Śūrasena hay una ciudad
llamada Kanyakubja,1 donde un rey de los Madrakas, llamado Mahendraka,
está reinando. Su hija, que se llama Sudarśanā es encantadora y hermosa.”
Cuando los ministros y sacerdotes escucharon esto lo reportaron a la Reina
Alindā, diciendo, “Una doncella ha sido encontrada tan bella que no tiene
comparación en todo Jambudvīpa.”
Cuando la Reina Alindā escuchó esto, estaba feliz y contenta. “Una esposa
que no se parece a mi hijo he encontrado para él,” dijo. Y le comunicó las
noticias2 a su hijo Kuśa. “Mi hijo” dijo, “una doncella ha sido encontrada que
es tan bella que no tiene comparación en todo Jambudvīpa. En la provincia
llamada Śūrasena, hay una ciudad llamada Kanyakubja, donde un rey de los
Madrakas, llamado Mahendraka, está reinando. Su hija, llamada Sudarśanā,
es encantadora y hermosa.”
El Rey Kuśa estaba feliz y contento cuando escuchó las palabras de su madre,
y les habló a sus ministros, consejeros, brāhmanes, sacerdotes y tutores reales,
diciendo, “Señores, en las provincias llamada Śūrasena en la ciudad llamada
Kanyakubja, donde un rey de Madrakas, llamado Mahendraka, reina. Su hija
es llamada Sudarśanā. Vayan y búsquenla por mí.” Así que los ministros y
consejeros, los brāhmanes, sacerdotes, y tutores reales, en obediencia al Rey
Kuśa, equipó un ejército de cuatro divisiones y se fueron con gran esplendor
y magnificencia.
Luego de que se fueron la Reina Alindā pensó: ¿Qué puedo hacer para que
Sudarśanā, la hija de un rey, no sepa como luce el Rey Kuśa?” Y fue esto lo
que ella decidió: “Provéanme con una cámara3 donde el Rey Kuśa se pueda
divertir, disfrutar y entretenerse con su esposa, sin, sin embargo, que ella sepa
como luce el Rey Kuśa.” Y la Reina Alindā preparó una cámara que estaba
enyesada por dentro y por fuera,4 cubierto con festones de tela final, fragante
con incienso, y cubierto con guirnaldas de flores. Aquí el Rey Kuśa puede
divertirse, disfrutar y entretenerse con su esposa.
A su debido tiempo los ministros, consejeros, brāhmanes, sacerdotes y tutores
reales llegaron a la ciudad real de Kanyakubja en la provincia de Śūrasena.
Fueron donde el Rey Mahendraka, lo saludaron, y parados ante él le dijeron,

1
Escrito así aquí.
2
Rocayati para el usual ārocayati, pero la lectura no es segura.
3
Garbhagṛiha.
4
Liptopalipta, comparar con el pali ullitāvalitta, A. 1. 101.
EL KUŚA JĀTAKA

“Su majestad, tu yerno Kuśa pregunta por tu salud y la de tu corte. Él te pide


que le des a su hija Sudarśanā para que sea su esposa, como prometió su
majestad.” El Rey Mahendraka saludó y recibió a los ministros, consejeros,
brāhmanes, sacerdotes, y tutores reales, y les dio regalos y costosas ropas,
adornos y comida. Los ministros y consejeros se quedaron ahí por días, y
luego le hablaron al Rey Mahendraka, diciendo, “Su majestad, hemos venido
desde muy lejos. Denos a la novia,1 y déjenos ir.” Luego el Rey Mahendraka,
con gran esplendor real y magnificencia, y acompañado de gritos de “bravo”
y “hurra” del gran grupo de personas y el sonido de los tambores y las
trompetas, hicieron el rito de entregar a la novia,2 y le dio a su hija Sudarśanā
para que sea la esposa del Rey Kuśa. Y los ministros y sacerdotes hicieron el
rito de tomar a la novia,3 saludaron al Rey Mahendraka y se fueron.
A su debido tiempo llegaron al parque en Benarés. Ahí Sudarśanā, la hija de
un rey, fue llevada con gran honor y pompa a la ciudad de Benarés a la corte
real. Fue donde su suegra, la Reina Alindā, y habiéndose inclinado a sus pies,
se paró frente a ella.4 Cuando la Reina Alindā vio a su nuera se sintió alegre y
feliz.
Ahora en la oscura cámara el Rey Kuśa se sentó deleitándose y disfrutando
con la hija del rey Sudarśanā, con la ayuda de costosos medios de alegría y
placer.5 Pero mientras la hija del rey Sudarśanā estaba divirtiéndose con el
Rey Kuśa en la oscura cámara pensó: “La familia de Ikṣvāku a la que
pertenece el Rey Kuśa,” pensó, “es próspera, rica, en paz, con mucha comida,
y con una mina de piedras preciosas. Pero esta habitación es oscura, y ninguna
luz está prendida. No podemos mirarnos a los ojos. No sé como luce el Rey
Kuśa, ni el Rey Kuśa me conoce6 y como luce la Reina Sudarśanā. No
entiendo la razón7 por la que las lámparas no están prendidas en nuestra
habitación ni de día ni de noche.”
Entonces la Reina Sudarśanā le preguntó al Rey Kuśa privadamente, diciendo,
“Señor, esta familia real es próspera, rica, y con una mina de piedras preciosas,
pero en esta habitación no hay lámparas prendidas ni de día ni de noche.
Vivimos juntos en la oscuridad y no podemos mirarnos a los ojos. No conozco
como luce mi esposo, ni el me conoce a mí. No entiendo la razón por la que
no hay lámparas prendidas en nuestra recamara.” El Rey Kuśa respondió,

1
Literalmente, “deje que ‘la llevada’ termine.”
2
Vivāhadharma.
3
Vivāhadhaarma, pero debería ser āvāhadharma.
4
Pratyusthāsi, una forma inusual de prati ut-sthā, que Senart, sin embargo, piensa no debe borrarse.
5
Mahārahehi upabhogaparibhogehi.
6
Kīdṛiśa me Sudarśanā. Me, aquí e inmediatamente abajo es extrañamente puesto.
7
Antaram, “los obstáculos en contra,” pero como sugiere Senart, la verdadera lectura debería ser kāraṇam.
23

“Señora, yo tampoco sé por que no hay luces prendidas en nuestra habitación,


pero mi madre sabrá, pregúntale.”
Entonces la Reina Sudarśanā, la hija de un rey, al final del día cuando el Rey
Kuśa había salido, se vistió y se puso joyas. Se acercó a la Reina Alindā y se
inclinó a sus pies. Y cuando ella se había inclinado ante su suegra Sudarśanā
dijo, “Dama, esta familia real es próspera, rica y con una mina de piedras
preciosas. Aun así, en nuestra habitación no hay lámparas prendidas ni de día
ni de noche, entonces vivimos juntos en la oscuridad y no podemos vernos a
los ojos. ¿Cuál es la razón por la que no hay lámparas prendidas en nuestra
habitación?” La Reina Alindā, la reina madre, respondió, “Sudarśanā, hija
mía, ustedes dos, esposo y esposa, son de sublime belleza. Nunca he visto a
nadie como ustedes. La idea es que no vean la sublime belleza del otro y se
sientan afligidos. Además, he hecho un pacto con los dioses de que solo
después de un largo tiempo, doce años después de que mi nuera Sudarśana
tenga un hijo o una hija. Esta es la costumbre de la familia.”
Sudarśanā, la hija del rey respondió, “Fue un terrible pacto el que hiciste con
los dioses, en el que no podemos vernos el uno al otro por mucho tiempo.”
Alindā, la reina madre dijo, “¿Qué puedo hacer? Debo mantener el pacto con
los dioses, para que ustedes no vean la belleza del otro y se aflijan.” Así,
entonces, fue convencida Sudarśanā, la hija de un rey, por Alindā, la reina
madre.
Un tiempo después Sudarśanā, la hija del rey, se postró ante su suegra y le
habló diciendo, “Señora, deseo ver a mi marido.” Alindā, la reina madre,
respondió, “Tranquila, hija mía. En el debido tiempo lo verás.” Pero
Sudarśanā le habló a Alindā una y otra vez. “Señora,” dijo, “me gustaría verlo
aunque sea un vez.” Luego este pensamiento se le ocurrió a Alindā, la reina
madre: “Sudarśanā, la hija de un rey, está ansiosa por ver a Kuśa. Si no disipo
su1 curiosidad crecerá mucho.” Entonces ella dijo, “Sudarśanā, mi hija, muy
bien. Mañana te mostraré al Rey Kuśa en su recepción. Una vista del rey ha
sido garantizada a la gente.”
Luego la Reina Alindā le habló al Rey Kuśa, diciendo, “Mi hijo, Sudarśanā
aquí, la hija de un rey está ansiosa de verte. Pero tu eres feo, y tengo miedo de
que cuando te vea su corazón cambiará. Por lo tanto, pretendamos que el más
bello y guapo de estos quinientos príncipes es el rey. Siéntalo en el trono, y el
será señalado a Sudarśanā como el Rey Kuśa. Entonces Sudarśanā creerá que
el Rey Kuśa tiene tal apariencia, y no se decepcionará.”
El Rey Kuśa respondió, “Madre, terminemos con esto.”

1
Se = asyā.
EL KUŚA JĀTAKA

Ahora de esos príncipes el más hermoso era Kuśadruma. Entonces él, vestido
con hermosas ropas y joyas en la forma en que lo hacen los reyes, fue llevado
al trono en la real1 recepción, bajo la pretensión de que él era el rey. Y todos
los príncipes también se vistieron y lo llevaron al trono. Los ministros,
sacerdotes, oficiales del ejército, ciudadanos, villeros, gente del campo lo
rociaron como los sirvientes de un deva. Cuando su hermano, el Príncipe
Kuśadruma, tomó su trono, el Rey Kuśa tomó una sombrilla y la sostuvo sobre
su lado izquierdo.
Entonces la Reina Alindā, con Sudarśanā su nuera y atendida por cientos de
otras reinas salieron del palacio y se pararon en la venta.2 Alindā, la reina
madre, señaló al Príncipe Kuśadruma mientras se sentaba en el trono a su
nuera. “Sudarśanā, mi hija,” dijo, “ese es tu esposo. Míralo.” Y Sudarśanā,
viendo al Príncipe Kuśadruma sentado en el trono, se regocijó y dijo, “Grande
ha sido mi fortuna ya que tengo a un esposo tan lindo, guapo y hermoso, que
supera a todos en belleza.” Sudarśanā, la hija de un rey, continuó su estudiando
la asamblea hasta que con su percepción de mujer3 vio a un hombre que
llevaba una sombrilla real. Y cuando lo vio su corazón su corazón estaba
asqueado, y se puso triste y angustiada. Le dijo a su suegra, Alindā, la reina
madre, “Señora, el Rey Kuśa es radiante, y el príncipe es bueno y hermoso.
La asamblea real brilla como una asamblea de devas. Pero el hombre que lleva
la sombrilla es imposible de mirar; no es adecuado para un rey que es como el
hijo de un deva. Este hombre que lleva la sombrilla es una monstruosidad, con
labios gruesos, cabeza gruesa, pies gruesos, con panza, y negro, del color de
un montón de hollín. Toda la gloria de la asamblea real se ve arruinada por el
que lleva la sombrilla. ¿No hay nadie en este gran reino que pueda llevar la
sombrilla del rey? Si mi esposo desea complacerme, entonces no permitirá
que el que lleva la sombrilla se pare en su presencia, y encontrará a otro
hombre para llevar la sombrilla.”
La Reina Alindā respondió, “Sudarśanā, hija mía, no hables así. Su forma no
importa. Porque a pesar de que tiene una mala apariencia, sus cualidades
morales son grandes, es virtuoso, verdadero, correcto, meritorio, fuerte, y
capaz de derrotar a los reinos rivales. Es por su poder que ningún enemigo nos
ha dañado en nuestras sesenta mil ciudades, ni nuestras villas ni provincias.
Es por su poder que vivimos cómodamente.” De esta forma fue convencida
Sudarśanā por la Reina Alindā.
Pero Sudarśanā habló privadamente con el Rey Kuśa, “Señor,” le dijo, “¿No
hay nadie en tu reino que pueda llevar la sombrilla? El que lleva la sombrilla

1
Rājakṛitya.
2
Siṃhapañjara, en pali sīhapañjara.
3
Sahasrastrībuddhi, “percepción (igual a) miles de mujeres.”
25

es horrible. Si quieres hacer algo para complacerme, entonces envía1 al que


sostiene la sombrilla y elige a otro hombre.” El rey respondió, “No insultes
así al que lleva la sombrilla ¿Por qué importa su forma? Si un hombre es digno
moralmente, ¿qué importa su forma? El que lleva la sombrilla tiene cualidades
morales de ser inteligente, bueno y fuerte, y por su poder ningún enemigo nos
puede dañar en estas sesenta mil ciudades.” Entonces la Reina Sudarśanā fue
persuadida por el Rey Kuśa también.
Ahora el Rey Kuśa, también, estaba ansioso para ver a su reina, Sudarśanā, y
le habló a su madre, la Reina Alindā. “Madre,” dijo, “deseo ver a la Reina
Sudarśanā.” La Reina Alindā respondió, “Hijo mío, tu eres feo. Si Sudarśanā
se da cuenta que el Rey Kuśa se ve así, seguramente se suicidará de forma
violenta.” El Rey Kuśa dijo, “¿Qué puedo hacer? De alguna forma tengo que
poder ver a Sudarśanā sin que ella lo sepa.” La Reina Alindā respondió, “Hijo
mío, hay una forma. Cuando Sudarśanā, la hija del rey, con otras reinas y todas
las mujeres de la corte, vaya al parque a buscar lotos, entonces tú también,
vestido simplemente, irás al parque, te hundirás en la piscina de loto hasta tú
cuello y te quedarás ahí con tu cabeza escondida por las hijas del loto.
Arreglaré todo para que Sudarśanā baje los escalones de la piscina para buscar
lotos justo donde tú estarás. Porque Sudarśanā adora las flores y las hojas y la
podrás ver como lo deseas.”
Ahora pasó entonces que la florista trajo al palacio algunos lotos que eran muy
fragantes y completamente abiertos, y guirnaldas de varios tipos. Cuando
Sudarśanā vio estos lotos le habló a su suegra, Reina Alindā, diciendo,
“Señora, deseo ver donde crecen los lotos.” Alindā, la reina madre, respondió,
“Muy bien, hija mía, verás el estanque. Vamos.”
La Reina Alindā le informó al Rey Kuśa, diciendo, “Hijo mía, solo para que
sepas, te digo que Sudarśanā, la hija del rey, con las mujeres de la corte, desean
ir a ver los estanques. Si deseas verla, ve al parque, vestido simplemente, y
párate donde Sudarśanā no pueda verte y saber que eres el Rey Kuśa.”
Entonces el Rey Kuśa, en obediencia a su madre, al atardecer fue al parque
vestido con ropas ordinarias, y se sentó esperando a la mujer. Bajo los pasos
de la piscina en el lugar donde había más lotos, y se sentó ahí escondiéndose
entre las hijas de lotos. Entonces todas las mujeres salieron. Como la arboleda
Nandana2 se pone feliz cuando está llena de grupos de Apsarás así este parque
se puso feliz por las mujeres del rey.
Cuando la Reina Sudarśanā vio estos lotos encantadores en el estanque, les
dijo a las otras reinas. “Señoritas, vengan, juntos lotos de los estanques.” Las
reinas respondieron, “Muy bien, su majestad, juntemos lotos.” Entonces la

1
Mellehi.
2
Un parque de devas.
EL KUŚA JĀTAKA

Reina Sudarśanā con las otras reinas bajaron1 los escalones en el lugar donde
el Rey Kuśa estaba, Sudarśana fue primero.2 Estiró su mano para sacar lotos
y estaba a punto de sacarlos cuando de pronto fue abrazada por el Rey Kuśa.
Y la Reina Sudarśanā pensó que había sido atrapada por un demonio de agua.3
Y gritó “¡Ayuda! ¡Ayuda!4 He sido violada,5 y estoy siendo devorada por un
demonio de agua.” Pero todas las mujeres se pararon a un lado por que vieron
que el Rey Kuśa se entraba entreteniendo con su reina, a pesar de que ella
dijera, “¡Ayuda! ¡Ayuda! Estoy siendo devorada por un demonio de agua.”
Cuando la mujer vio al Rey Kuśa había terminado, sus sirvientes se unieron a
la Reina Sudarśanā, y la ofrenda bali6 estaba hecha. “El incensario está
ardiendo,”7 dijeron, “el malvado se ha disipado y se ha ido. ¡Hura! Has sido
liberada del demonio del agua.”
La Reina Sudarśanā con las otras reinas pasaron el resto del día divirtiéndose,
disfrutando y entreteniéndose cerca de los estanques de loto, y en la tarde
volvieron al palacio. La Reina Sudarśanā entró a la habitación del Rey Kuśa.
El rey le dijo, “Mi reina fue al estanque del loto, pero no me trajo ningún loto.
No me amas.” La reina respondió, “Su majestad, ¿Cómo podría haber traído
lotos? Bajé al estanque y estaba a punto de sacar uno cuando fui agarrada por
un demonio de agua, y casi8 fui devorada por él. Pero fui rescatada por las
mujeres de mi corte. Su majestad, el demonio del agua en el estanque de lotos
era exactamente igual al hombre que lleva la sombrilla. Podría pensar que
nacieron de la misma madre.” El Rey Kuśa le dijo, “Mi señora, no debes ir
nuevamente ahí. Yo también casi fui devorado por el demonio.”
Entonces en el tiempo de la cosecha de mango los cultivadores reales de
mango trajeron al palacio mangos de todo tipo. Cuando la Reina Sudarśanā
vio estos variados mangos le habló a su suegra, Alindā la reina madre,
diciendo, “Señora, deseo ver los árboles de mango.” Alindā la reina madre
respondió, “Muy bien, hija mía, los verás. Mañana te llevaré.”
Alindā, la reina madre, reunió a los cultivadores de mango y les dio
instrucciones. “Mañana,” dijo, “Sudarśanā, la hija del rey, con las mujeres de
la corte vendrán a ver los árboles de mango. Por lo tanto, limpien la arboleda,
cubran los troncos de los árboles con tela verde, adornen la arboleda con

1
Okasta.
2
Literalmente, “las otras reinas poniendo a Sudarśanā en frente,” Sudarśanāṃ agrato kṛitvā.
3
Rākṣasa.
4
Avidhā.
5
Praveśitā. Traducido así por la analogía con praviś, “tener relaciones sexuales.”
6
Uno de los cinco grandes sacrificios o ritos disfrutados por Manu. Consiste en tirar las sobras de las
comidas de la mañana o de la tarde, generalmente a la puerta de la casa, como una ofrenta a las deidades
del hogar, pero también, a los espíritus salvajes.
7
La idea es que el incienso estaba ardiendo como un tipo de rito para purificar Sudarśanā luego del contacto
con el supuesto demonio.
8
Manāsmi = manāgasmi.
27

festones de tela brillante, hagan que huela bien con incienso y cúbranla con
montones de flores.”
Los guardianes del parque en obediencia a Alindā la reina madre decoró la
parte del parque donde estaban los árboles de mango.
La Reina Alindā entonces le informó al Rey Kuśa, diciendo, “Hijo mío, para
que sepas, te diré que mañana Sudarśanā, la hija del rey, con las mujeres de la
corte, irán a ver los árboles de mango. Si, como creo que quieres, 1 deseas ver
a Sudarśanā, la hija del rey, entonces ve, simplemente vestido con ropa común,
a los árboles de mango y párate ahí en un lugar donde Sudarśanā no descubra
que eres el Rey Kuśa.” Siguiendo las instrucciones de su madre se fue, vestido
ordinariamente, y se paró bajo el mango más fino de toda la arboleda.
Luego Sudarśanā, atendida por las mujeres de la corte, con gran esplendor real
y magnificencia y llevada en brillantes carruajes reales, se fueron a la
arboleda. Sudarśanā bajó de su carruaje y acompañada por cientos de reinas,
entró a la arboleda. Y en Citraratha en Miśrakāvana, los parques de los devas
de Trāyastriṃśa, los árboles Kovidāra y yātraka están adornados cuando están
rodeados de devas. Así estaba la arboleda cuando se rodeo de las mujeres de
la corte del rey.
Mientras tanto, la Reina Sudarśnā con las otras reinas caminaron por la
arboleda, recolectando mangos, comiendo la fruta y recolectando varias flores.
Fue al medio de la arboleda donde estaba sentado el Rey Kuśa. Entonces el
Rey Kuśa saltó desde abajo del árbol y abrazó a la Reina Sudarśanā cuando
ella estaba mirando hacia otro lado. Ella estaba asustada y horrorizada y pensó
que había sido agarrada por un demonio2 del bosque. Gritó, “Ayuda, ayuda.
He sido violada. Estoy siendo devorada por un demonio del boque.” Pero las
mujeres no corrieron hacia ella y eso. “Rey Kuśa,” dijeron, “se está divirtiendo
con la Reina Sudarśanā en la arboleda. Pero Sudarśanā continuaba diciendo,
‘Ayuda, ayuda. Corran mujeres estoy siendo devorada por el demonio del
bosque’.”
Cuando las mujeres supieron que el Rey Kuśa había terminado, volvieron al
lugar con las manos llenas de flores. Y los cientos de reinas tiraron miles de
flores sobre el Rey Kuśa y gritaron, “Muere demonio, muere.” Entonces el
Rey Kuśa liberó a la Reina Sudarśanā y volvió al palacio. Su séquito se reunió
alrededor de la Reina Sudarśanā e hicieron una ofrenda bali. Luego dijeron,
“el incensario está ardiendo; el malo se disipó. ¡Hurra! Haz escapado viva del
demonio.”

1
Me simplemente en el texto.
2
Piśāca.
EL KUŚA JĀTAKA

Entonces la Reina Sudarśanā con las otras reinas pasaron el día en la arboleda,
divirtiéndose y entreteniéndose como quisieran, y en la tarde volvieron al
palacio. Sudarśanā entró a la habitación del Rey Kuśa. El Rey Kuśa le dijo,
“La reina fue a ver los mangos pero no me trajo ninguna. Ella ya no me ama.”
La reina respondió, “Su majestad ¿Cómo podría haber traído mangos? Había
ido a ver los magos, pero fui atrapada por un demonio en el bosque y casi me
devoró. Pero fui rescatada de sus garras por las mujeres de la corte. Y, su
majestad, el demonio del bosque se parecía mucho al hombre que llevaba la
sombrilla y el demonio en el estanque del loto. Podría pensar que los tres
nacieron de la misma madre; todos se parecen mucho.” El rey dijo, “Mi reina,
no vayas más a la arboleda. Yo también fui casi devorado por el demonio en
el bosque.”
En otra ocasión, nuevamente, la Reina Sudarśana le habló a su suegra, Alindā,
la reina madre, dijo, “Deseo ver las trompas del Rey Kuśa. He escuchado que
las trompas del Rey Kuśa tiene una larga tropa de sesenta mil elefantes.”
Alindā, la reina madre, respondió, “Muy bien, hija mía, irás mañana a ver la
tropa real de elefantes.”
Luego Alindā, la reina madre, le habló al cuidador y le dio instrucciones.
“Mañana,” dijo, “Sudarśanā, la hija del rey, con las mujeres de la corte, irán a
ver los establos de los elefantes del rey. Así que decora a los elefantes y el
establo.” El cuidador, obedeciendo las ordenes de Alindā, la reina madre, hizo
que los sesenta mil elefantes fueran adornados. Fueron cubiertos con redes de
oro, y tenían lindos adornos en sus trompas, mientras sus pezuñas eran como
el coral. El establo de los elefantes fue limpiado y cubierto con miles de flores,
con festones de brillantes colores y fragante con inciensos.
Luego Alindā, la reina madre, le informó al Rey Kuśa, diciendo, “Hijo mío,
para que sepas, te digo que en la mañana Sudarśanā, la hija del rey, con las
mujeres de la corte, irán a ver los establos de los elefantes. Así que ve
simplemente vestido y ponte en un lugar donde Sudarśanā no sepa que es el
Rey Kuśa el que está ahí.”
Entonces, al amanecer el Rey Kuśa, obedeciendo a su madre, fue a los establos
de los elefantes, vestido simplemente como un cuidador de elefantes, y se
sentó cerca de un elefante esperando a Sudarśanā. Luego de un tiempo,
atendida por su suegra, Alindā, y las mujeres de la corte y montada en un
carruaje real, llegó a los establos. Se bajó del carruaje y acompañada por
cientos esclavos entró. Y el Rey Kuśa vestido como un cuidador del elefante
se sentó entre los elefantes contemplando a Sudarśanā.
La Reina Sudarśanā, luego de caminar por los establos con las mujeres de la
corte, estaba volviendo al palacio cuando el Rey Kuśa la golpeó en la espalda
con un pedazo de excremento de elefante. Sus vestimentas reales fueron
arruinadas por ello. La Reina Sudarśana, la hija del rey, le protestó a la reina
29

madre, Alindā, su suegra, diciendo, “Señora, el cuidador del rey debería ser
azotado. ¿Es posible que la esposa principal del Rey Kuśa sea golpeada con
excremento de elefante?” Alindā, la reina madre, respondió, “Déjalo, hija
mía.1 Este cuidador es inviolable. ¿Qué podemos hacer?” De esta manera
Sudarśanā fue tranquilizada por su suegra.
En otra ocasión, nuevamente, Sudarśanā le habló a su suegra Alindā, la reina
madre. “Señora,” dijo, “deseo veo las manadas de caballos del Rey Kuśa.”
Alindā, la reina madre, respondió, “Muy bien, hija mía, irás a ver las manadas
de caballos del Rey Kuśa.”
Luego Alindā, la reina madre, reunió a los mozos y les dio instrucciones.
“Mañana,” dijo, “Sudarśanā, la hija de un rey, con las mujeres de la corte, irán
a ver las manadas reales del caballo. Decoren los sesenta mil caballos y
limpien el establo y cúbranlo con flores.” Los mozos obedeciendo las órdenes
de Alindā la reina madre, decoró a los sesenta mil caballos con todos tipos de
adornos, limpió los establos y lo cubrió con montones de flores.
Luego Alindā, la reina madre, le informó al Rey Kuśa. “Kuśa, hijo mío,” dijo,
“para que sepas, te diré que Sudarśanā, la hija del rey, con las mujeres de la
corte, irán a visitar los establos reales. Si deseas ir a verla, vístete simplemente,
ve a los establos y párate en un lugar en el que Sudarśanā no te vea.” Entonces
el Rey Kuśa obedeciendo a las instrucciones de su madre, al amanecer se vistió
como un mozo, puso paja para los caballos y se sentó para esperar a Sudarśanā.
Mientras tanto Sudarśanā, la hija del rey, junto con su suegra, Alindā, la reina
madre, y todas las mujeres de la corte fueron al establo en palanquines con
joyas. Sudarśanā salió del palanquín y, atendida por cientos de reinas, entró al
establo. Y el Rey Kuśa se paró detrás de los caballos contemplando a la reina
Sudarśanā.
La Reina Sudarśanā, luego de caminar por los establos con otras mujeres,
estaba volvieron al palacio cuando el Rey Kuśa la golpeó con un pedazo de
excremento de caballo en la espalda. Y sus ropajes reales fueron arruinados.
Sudarśanā, la hija del rey, le dijo a su suegra, Alindā, la reina madre, “Señora,
ese mozo debe ser azotado. ¿Es posible que la esposa del Rey Kuśa sea
golpeada por excremento de caballo?” Alindā, la reina madre, respondió,
“Hija mía, olvídalo. Estos mozos son inviolables. ¿Qué podemos hacer?”
Y en otra ocasión Sudarśanā le habló a su suegra, Alindā, la reina madre.
“Señora,” dijo, “deseo ver la colección de carruajes del Rey Kuśa. He
escuchado que el Rey Kuśa tiene una gran colección de sesenta mil carruajes.”

1
Mellehi. Aunque la repetición más abajo tenía marśehi, “olvídalo.”
EL KUŚA JĀTAKA

Alindā, la reina madre, respondió, “Muy bien, mañana irás a ver la colección
de carruajes del Rey Kuśa.”
Entonces Alindā, la reina madre, justó a los cuidadores de los carruajes del
Rey Kuśa y les dio instrucciones. “Mañana,” dijo, “Sudarśanā, la hija del rey,
junto con las mujeres de la corte, irán a ver la colección del Rey Kuśa.” Y los
cuidadores de los carruajes, luego de escuchar las palabras de la reina madre,
al día siguiente1 arreglaron los sesenta mil carruajes, y cubiertos con piel de
león, leopardo y tigre y con tela blanca, se movió con las banderas ondeantes.2
Luego Alindā, la reina madre, informó al Rey Kuśa. “Hijo mío,” dijo, “para
que sepas, te digo que mañana Sudarśanā, la hija del rey, con las mujeres de
la corte, irán a ver la colección real de carruajes. Si deseas verla entonces ve
simplemente vestido y párate en un lugar donde no te vea.”
Sudarśanā, la hija del rey, con Alindā la reina madre y todas las mujeres de la
corte se fueron donde estaban los carruajes en sus carruajes reales. Mientras
tanto, el Rey Kuśa, obedeciendo las órdenes de su madre, fue al amanecer a
donde estaban los carruajes vestido como cuidado, y se sentó esperando a
Sudarśanā.
Sudarśanā, la hija del rey, se bajó de su carruaje y acompañada por cientos de
reinas, entró donde estaban los carruajes. Luego de caminar con las otras
reinas, se estaba yendo de vuelta al palacio cuando el Rey Kuśa la golpeó en
la espalda con excremento fresco de vaca. Sus ropajes reales fueron
arruinados. Sudarśanā, la hija del rey, le dijo a la reina madre Alinda, su
suegra. “Señora, el cuidador debería ser azotado. ¿Es posible que la esposa del
Rey Kuśa sea golpeada con excremento de vaca?” Alindā, la reina madre,
respondió, “Hija mía, olvídalo. Este cuidador es inviolable. Es el guardián de
los carruajes del rey. ¿Qué podemos hacer?” Y Sudarśanā fue tranquilizada
por Alindā, la reina madre.
En otra ocasión un incendió comenzó en el establo de los elefantes, un gran
incendio.3 Miles de cuidadores de elefantes, y un gran grupo de otra gente
corrió a los establos de elefantes a apagar el fuego, pero no fueron capaces de
extinguir las llamas. Todas las mujeres en la corte estaban asustadas y
horrorizadas por miedo al fuego, asustadas de que el palacio real también se
quemara. Todas corrieron lejos del establo y se sentaron para ver quien podía

1
Aparajjukāto del pali aparajju.
2
La traducción de sakhurapravālāni, “con pezuñas de coral,” es omitido. Debe ser obviamente referido a los
miles de caballos, pero como viene en una serie de epítetos que describen los carruajes es imposible
versionar. Su presencia es por la aplicación descuidada de una formula estereotípica a una contexto en el
que no es completamente adecuado.
3
Agnidāha. Dāha, panscrita para dāgha. La forma se usa por todo el pasaje.
31

apagar el incendio.1 El gran grupo trató hasta que se agotaron,2 pero nadie fue
capaz de apagarlo, ni el grupo fue capaz de romper el grueso, grande y ardiente
techo de los establos de elefantes.3
Mientras tanto el Rey Kuśa estaba paseando por la ciudad. Uno de los
ministros fue a reportarle lo que estaba pasando, diciendo, “Su majestad, para
que sepas, te digo que el fuego está ardiendo en los establos reales de los
elefantes. Todas las mujeres de la corte vieron al rey corriendo. Y tan pronto
entró, por su propio esfuerzo el techo ardiente, los lados, y las uniones4 de los
padres, se rompieron en el establo de los elefantes. También cortó con su mano
y con un golpe5 las ataduras de los elefantes que estaban amarrados. Sacó a
los elefantes que habían sido consumidos por el fuego, lanzándolos a un lado,
lejos del peligro del fuego.
Así el incendio del establo fue extinguido instantáneamente por el Rey Kuśa,
y toda la tropa de elefantes fue rescatada del fuego. Incontables miles de
personas fueron testigos de la energía y la valentía del Rey Kuśa, y gritaron
muchas veces “¡bravo!” Las mujeres de la corte fueron testigo de la masculina
valentía del Rey Kuśa, y felices y agradecidas exclamaron, “Miren la fuerza y
valentía del Rey Kuśa.”
Luego una mujer jorobada feliz y agradecida gritaba “Rey, rey,” hacia6 el Rey
Kuśa: -
Sentado en su trono,7fuerte, rico en esplendor y poderoso ilumina todo
el mundo a su alrededor, como la luna en el cielo.
Como Kāmadeva, con los ojos rojos como las aves, brilla; el poderoso
y valiente rey ha rescatado a los elefantes.
El Rey Kuśa estaba feliz con la mujer jorobada y le ofreció una ayuda de su
elección.
Es una buena dama jorobada la que alaba al rey. Te daré cuatro
vestidos de tela de Benarés.

1
Literalmente, “ la quema de elefantes,” hastidāgha.
2
Khijjante = khidyante. Pero sería más simple, quizás, leer svijjante (o -ti) para svid, “persistieron.”
3
Sc., en un intento de prevenir que el fuego se esparciera o salvar a los elefantes. El texto ha sido corregido
a uttaptāni (“quemando” o, quizás uttarāṇi, “partes de arriba”) bahujano para la palabra compuesta
bahujanauttakāni, que como Senart remarca no admite ningún análisis que haga sentido.
4
Leyendo, como sugiere Senart, talakāṇḍakāni por talakaṇṭakāni. Pero no es claro a qué parte del edificio
se refiere.
5
Chaṭacchaṭāya.
6
O quizás, “le graznó,” el verbo siendo saṃrāveti. Posiblemente el uso de este verbo particular debe ser
explicado por la descripción de la voz de la mujer jorobada en el correspondiente Jātaka en Pali,
kujjāgajjitaṃ gajji, “gritando fuerte con la dura voz de una jorobada.” (J. 5. 299.)
7
Leyendo siṃhāsapīṭha para siṃhāsupīḍa.
EL KUŚA JĀTAKA

Ahora cuando Sudarśanā escuchó a la mujer jorobada hablar estar alabanzas


al Kuśa, pensó, “Debe ser al Rey Kuśa a quien esta mujer alaba.” Cuando vio
que el Rey Kuśa tenía esa complexión y forma, fue golpeada en su 1 corazón,
y se puso triste y angustiada. ¡Ay de mí!” dijo, “que mi marido se vea así, feo,
repulsivo, con labios gordos, cabeza gorda, pies gordos, con panza, y negro
como un montón de hollín. No hay diferencias entre él y un ogro.” Y enojada
con la mujer jorobada dijo: -
¿Podemos cortar la lengua de esta mujer con una espada afilada que
canta las alabanzas del rey?
La mujer jorobada quiso tranquilizar a la Reina Sudarśanā con el verso: -
Los reyes pueden amenazarte de prisión o muerte. Así que lo alabo
para salvaguardar mi propia vida.
Cuando la Reina Sudarśanā había visto que el Rey Kuśa era así, feo y horrible,
ya no encontró alegría en la corte del rey que antes había sido tan linda, como
la casa de los devas, y tan llena de cosas buenas. No deseaba comida ni bebida.
“No comeré ni me alimentaré,” dijo. “¿De qué me sirve la vida si tengo que
vivir con un ogro?” Y Sudarśanā, la hija del rey, le habló a su suegra, Alindā
la reina madre, diciendo, “Señora, déjeme libre. Volveré a Kanyakubja, donde
mi padre y madre. Si no me dejas ir me suicidaré.”
Alindā, la reina madre, reflexionó, “Es mejor que esta hija de un rey viva que
muerte.” Entonces le dijo, “Hija mía, ve donde desees.”
Entonces Sudarśanā, la hija del rey, seguida por la mujer jorobada, montó su
carruaje de caballos, se fue de Benarés y comenzó su viaje. A su debido tiempo
llegó a Kanyakubja, donde su madre y padre. Mientras tanto, cuando el Rey
Kuśa entró en su recamara en la noche, no podía encontrar a la Reina
Sudarśanā. Se buscó por todas las partes del palacio, pero no la pudieron
encontrar. Y el Rey Kuśa se inquietó, se entristeció y angustió por no
encontrar a Sudarśanā. Rechazó encontrar otra mujer en su numeroso harén.
Cuando supo que la Reina Sudarśanā, seguida por la jorobada, se había ido al
palacio de su gente, el Rey Kuśa le habló a Alindā su madre, diciendo, “Madre,
yo, también iré a Kanyakubja, a Mahendra,2 el rey de los Madrakas, y mi
suegro, y traeré a la Reina Sudarśanā de vuelta.” Alindā, la reina madre, al
escuchar a Kuśa diciendo que iría a Kanyakubja, se llenó de amor y cariño por
su reino, y se sorprendió, colapsó y cayó al suelo, llena de pena por su hijo.
“Miren,” dijo, “el daño que hice por mi mala suerte.3 Cuando busqué a

1
Se = asyā.
2
Para Mahendraka, aquí.
3
Aho mama mandabhāgyāye anartham, literalmente, “miren el daño de mi infortunio.”
33

Sudarśanā, la hija de Mahendraka, rey de los Madrakas en Kanyakubja y la


traje aquí, no sabía como iban a resultar las cosas para mi hijo, Rey Kuśa.”
Luego Alindā, la reina madre, le habló a su hijo, diciendo, “Hijo mío, eres el
hijo del Rey Ikṣvāku. Has sido criado delicadamente. La gente del país se
alimente solamente de cebada, se viste con ropa de lana, y obtienen solo un
poco de su trabajo diario. ¿Cómo viajarás entre ellos?” el Rey Kuśa respondió,
“Ganaré dinero en el camino bailando, cantando, tocando y por muchas artes
y medios. No te preocupes, madre.”
El Rey Kuśa le habló a su madre y estableció a su hermano Kuśadruma en el
trono, diciéndole, “Mi hermano, gobierna sobre las sesenta mil ciudades, con
las villas y provincias. Estos sesenta mil elefantes, vestidos con adornos,
cubiertos con mallas de oro, y con pezuñas de coral son como tú. Y también
son los sesenta mil caballos, todos corceles de Sindh vestidos con todo tipos
de adornos, y los sesenta mil carruajes cubiertos con pieles de león, tigre,
leopardo y con tela blanca, y moviéndose con el tintineo de las sombrillas, y
banderas. Cuida a este reino hasta que vuelva.” Luego el Rey Kuśa le dio
instrucciones a los ministros, diciendo, “Este joven príncipe, Kuśadruma, será
rey hasta que yo vuelva. Tengan esto en mente, y así gobiernen el reino
correctamente y protejan a los ciudadanos y la gente del campo.”
Luego de haberle dicho esto a sus ministros, poner a su hermano Kuśadruma
en el trono, y haber pedido permiso de su madre, el Rey Kuśa tomó su laúd y
se fue hacia el norte. Ganando dinero por muchos medios mientras iba en
camino donde su suegro en Kanyakubja, llegó en su debido tiempo al distrito
de Kanyakubja. En una cierta villa llegó a una casa, y una vieja mujer le dio
hospedaje en una cabaña. Ahora, en esa villa había un festival, y la anciana le
dijo al Rey Kuśa, “Mi hijo, hay un festival en esta villa. Ve al medio de la
villa, y ahí podrás encontrar algo para comer y bebe. Cuando hayas comido
vuelve.”
El Rey Kuśa obedeciendo a la anciana fue al medio de la villa. Ahí tocó su
laud y cantó unas canciones que todas las personas de la villa aprobiaron. Y
la gente estando complacida le dio un pocillo de leche1 lleno de mucha
comida, un gran jarro de agua2 de arroz, un plato de cuajada y varios
condimentos. El Rey Kuśa llevó toda esta comida a la casa de la mujer.
Cuando la mujer vio la comida estaba feliz. “Porque,” dijo, “el juglar tendrá
una comida acá, y en la mañana se irá. Los restos de la comida me durarán por
dos o tres meses.” Pero mientras él hablaba con la anciana el Rey Kuśa se
comió la mitad de la comida que estaba en el pocillo de leche. La anciana lo
vio. “Ahora,” dijo, “me dará el resto de la comida.” Pero el Rey Kuśa estaba

1
Gopiṭaka. La palabra también se encuentre, aparentemente en este sentido, en Divy. 70.
2
Alinda (v.l. aliṇḍa), que Senart solo puede explicar asumiento que está conectado con alingera, “un
pequeño jarro de agua” (BR.).
EL KUŚA JĀTAKA

hambriento y se comió toda la comida que había en el pocillo; ni un poco


quedó. Luego la anciana pensó, “Ahora que el juglar se ha comido toda la
comida del pocillo, estará satisfecho. No será capaz de comerse los dulces1
que están en la jarra de agua también, y así hará lo suficiente para mí por un
largo tiempo.” Pero el Rey Kuśa estaba hambriento por el viaje, y se comió
todos los dulces, el plato de cuajadas y todos los condimentos. No quedó nada
para la mujer.
La vieja mujer estaba llena de angustia. Gritó “¡Ayuda, ayuda!2 Vengan a
ayudarme. Un ogro en forma humana3 ha venido a mi casa y va a devorarme.”
Pero el Rey Kuśa dijo, “Madre, ¿por qué gritas? ¿Qué estás haciendo? ¿no hay
gente fea en la villa? No te asustes, no llores. Me quedaré aquí en la noche y
mañana me iré.”
Y el Rey Kuśa se levantó rápido en la mañana4 y salió. A su debido tiempo
llegó a Kanyakubja donde entró a la casa de una persona que hacía guirnaldas.
“Me asentaré5 en la casa de este maestro,” dijo, “viviré aquí y me convertiré
en un experto en su oficio.”
Ahora en esa casa se hacían guirnaldas para el cuello, fragante y coronas para
los reyes. Y el Rey Kuśa hizo tales coronas, tan bien hechas, hermosas y tan
bien formadas, que todas las personas que hacían guirnaldas estaban
impresionadas cuando las veían. “Miran,” decían, “que maestro tan fino es,
que artesano tan brillante, que hace tales coronas, que están tan bien hechas,
tan bellas, y tan bien formadas, como nunca hemos visto antes.” Y el Rey
Kuśa escribió su nombre en ellas para que Sudarśanā supiera que era el trabajo
del Rey Kuśa.
Luego estas coronas fueron llevadas al palacio y entregadas a Sudarśanā,
“Mira, Sudarśanā,” dijeron, “estos ramos; que tan bien hechos están, lo lindos,
lo bien hechos y multicolor.” Y Sudarśanā había tomado las más finas coronas
y estaba a punto de ponérselas6 cuando vio el nombre de Kuśa. Pensó para si
misma, “estos son los trabajos del Rey Kuśa. Debe haber venido aquí como
una persona ordinaria.”7 Pero Sudarśanā rechazó las que habían sido hechas
por el Rey Kuśa y seleccionó unas que no estaban tan bien hechas.8 Su madre,

1
Modaka. Arriba, sin embargo, la jarra estaba llena de arroz, odana.
2
Avidhāvidham.
3
Leyendo praveṣṭitakāyo manuṣyarūpena, “su cuerpo investido en forma humana,” para pravesśitakāyo,
etc., “su cuerpo entró.” Al mismo tiempo, es extraño (pero inexplicable), que el pasado participio praveśita
debería aparecer una vez más en tal proximidad con la interjección avidha.
4
Adoptando la conjetura de Senart de pratyūṣaleśakāle para pratyūṣadeśa.°
5
Allīna, pasado participio de ā-līyati, “unirse.”
6
Literalmente, “(diciendo) me las pondré,” ābandhāmi tti.
7
O “en vestidos simples,” prākṛitakena veśena.
8
Prākṛitakāni, “simple, natural o crudo.”
35

sus hermanas y las mujeres de la corte protestaron1 con ella, diciendo,


“Sudarśanā, ¿por qué rechazas estas coronas y eliges las que están mal
hechas?” Ella les respondió, diciendo, “No quiero ninguna de esas. Déjenme
tener estas.” Pero no le reveló su secreto a nadie.
Así el Rey Kuśa no sacó nada de su estadía en la casa del hombre que hacía
guirnaldas. Entonces se fue y se quedó en la casa de un alfarero, donde varias
jarras eran hechas para la familia del rey. Ahí el Rey Kuśa hizo jarras que
estaban tan bien hechas y bien formadas, que todos los alfareros estaban
impresionados con lo que veían. “Miren,” decían, “que maestro es él, que
genial artesano que ha hecho estas jarras que están bien hechas y formadas
como nada de lo que hemos visto antes.” En cada uno de ellos el Rey Kuśa
marcó su nombre, para que Sudarśanā supiera que era el trabajo del Rey Kuśa.
Las jarras fueron llevadas por las esclavas de la corte al palacio y se lo dieron
a Sudarśanā. “Mire, Sudarśanā,” dijeron, “estas jarras; que tan hermosos y fino
son, y que tan bien hechos están. Toma uno que te guste.” Y Sudarśanā estaba
a punto de tomar el más fino y hermoso de los jarros cuando vio el nombre de
Kuśa en eso. Pensó para sí mismo “Este es el trabajo de Kuśa.” Por lo tanto,
lo rechazó y seleccionó otro que estaban mal hechos. Su madre, sus hermanas
y las mujeres de la corte le protestaron, diciendo, “Jarras tan finas como estas
nunca han sido traídas en el palacio. ¿Por qué no eliges estas finas jarras?”
Ella respondió, diciendo, “No quiero esas. Déjenme tener estas.” Pero no le
reveló la razón secreta a nadie.
El Rey Kuśa no sacó ninguna ganancia de su estadía en la casa del alfarero.
Así que se fue y se quedó en la casa del carpintero. Ahí varios tipos de trabajos
de carpintería eran hechos para la casa real, sillas, sofás, bancos, armazones,
escabeles, finos asientos, ayakvas,2platos,3 antakoṭas,4y varios otros artículos
de carpintería. Luego el Rey Kuśa hizo tales trabajos de carpintería, tan bien
hechos y formados, que todos los carpinteros estaban impresionados cuando
los vieron. “Mira,” dijeron, “que fino maestro y brillante artesano es él que
hace trabajos tan buenos y bellos como algo que nunca hemos visto antes.” El
Rey Kuśa escribió su propio nombre en todos como una marca, para que
Sudarśanā supiera que eran trabajos del Rey Kuśa.
Los esclavos de la casa trajeron este trabajo de carpintería al palacio, y los
artículos más hermosos fueron selectos y entregas a Sudarśanā. “Mira,
Sudarśanā,” dijeron, “estos artículos de carpintería; que tan lindos y hermosos
eran. Elige el que te guste.” Y Sudarśanā estaba a punto de elegir la más fina
y encantadora de todas las sillas, sofás, bancos, asientos, ayakvas, antakoṭas,

1
Literalmente, “se le dijo,” vuccati, pass. De vac.
2
O ayyakka, o appakka- un articulo indefinido.
3
O “mesas,” phelaka. Comparar con el Divy. 504, phela (¿) = “mesa.”
4
Indefinidos.
EL KUŚA JĀTAKA

platos y mesas,1 cuando vio el nombre de Kuśa en ellos. Pensó para si misma,
“estos son trabajos de Kuśa.” Así que rechazó estos artículos y eligió unos que
no estaban tan hechos. Su madre, sus hermanas y las mujeres de la corte
protestaron con ella, diciendo, “Sudarśanā, ¿por qué rechazas tales artículos y
seleccionas estos que no son tan buenos?” Ella respondió, diciendo, “No
quiero esos. Déjenme tener eso.” Pero nunca reveló la verdadera razón.
Así el Rey Kuśa no sacó ninguna ganancia de su estadía en la casa del
carpintero. Así que se fue y se quedó en la casa del hombre que lavaba la ropa,2
donde la ropa de las mujeres del palacio, incluyendo la de Sudarśanā, eran
lavadas. Ahora el Rey Kuśa reconoció la ropa de Sudarśanā y la lavó. La
enjuagó muy bien y la lavó y la dejó perfecta, tanto, que el hombre que los
hombres que lavaban estaban impresionados cuando lo vieron. “Mira,”
dijeron, “el fino maestro e inteligente trabajador es este que ha lavado y
limpiado esta ropa tan bien y la hace tan limpia y perfecta, como nunca hemos
visto antes.” El Rey Kuśa escribió su nombre con tinta3 en la ropa como una
marca, para que Sudarśanā supiera que era trabajo de Kuśa.
Estas ropas fueron llevadas por los esclavos al palacio. La ropa que era de las
reinas, y aquellas que pertenecía a las mujeres de la corte fueron llevadas a
ellas. Las mujeres vieron lo limpias, puras y prístinas que estaba la ropa de
Sudarśanā. Se impresionaron y dijeron que la ropa de Sudarśanā, brillante
como estaba, bien lavada, pura y prístina, valía el doble o tripe para4 la ropa
de Sudarśanā. Ella, también, estaba feliz hasta que vio el nombre de Kuśa que
había sido escrito en tinto en la punta de la ropa,5 y supo que era el trabajo de
Kuśa. Después de eso no las quiso más; pero dos de sus sirvientes dijeron,
“Déjenos quedarnos esta ropa.”
Ahora todas las mujeres de la corte les pasaron el dinero para lavar sus propias
ropas a los esclavos. Pero Sudarśanā no estaba dispuesta para lavar la suya.
Su madre, sus hermanas, y sus mujeres en la corte protestaron, diciendo,
“Sudarśanā, viendo que tu ropa está tan bien lavada y limpia y son excelente,6
¿por qué no pagas?” Sudarśanā respondió, “¿Por qué les preocupa? Se le dará
en otro tiempo.” Pero no le reveló el secreto a nadie.
El Rey Kuśa no sacó ninguna ganancia de su estadía en la casa del lavador.
Así que él se fue y se quedó en la casa de un tintorero. En el taller del tintorero
las ropas de las mujeres de la corte del rey, incluyendo aquellas de Sudarśanā,
eran teñidas. Ahí también el rey Kuśa reconoció la ropa de Sudarśanā, y las

1
Phela y phelika.
2
Coḍakandhovaka. Cola, “ropas,” se encuentra en Sánscrito y en pali.
3
Bhallātaka.
4
Leyendo dhovāpaṇika para dhovāpanika. Comparar con rañjāpanika, “pago por teñir”.
5
Leyendo, como sugiere Senart, daśānte para deśante del texto.
6
Lañcaka.
37

tiñó tan bien, con tanto color y variedad de color, que todos los tintoreros
estaban impresionados. “Mira,” dijeron, “que fino maestro e inteligente
artesano es este que tiñe la ropa tan bien y con tanto color, como nunca hemos
visto antes.” El Rey Kuśa escribió su nombre con tinta en toda la ropa como
una marca, para que Sudarśanā pudiera saber que era trabajo de Kuśa.
Luego los esclavos les dieron a las reinas las ropas que les pertenecían, y a las
mujeres de la corte aquellos que pertenecían a ellas. Las mujeres de la corte
estaban impresionadas cuando vieron la ropa de Sudarśanā. Estaban tan bien
teñidas, tan hermosamente y tan brillantemente que pensaron que Sudarśanā
debería pagar doble o triple.1 La ropa fue entregada a Sudarśanā, y cuando las
vio tan bien teñida, tan hermosa y brillante, se puso feliz y agradecida, hasta
que vio el lugar donde el tintorero había puesto en su marca el nombre de
Kuśa. Pensó para sí misma, “Este es el trabajo de Kuśa.” Y no aceptó las ropas,
pero se las ofreció a sus sirvientas.
Las mujeres de la corte pagaron por el teñido de su ropa a sus esclavos, pero
Sudarśanā no estaba dispuesta a pagar. Su madre, sus hermanas, y las mujeres
de la corte protestaron contra ella, diciendo, “Sudarśanā, tu ropa ha sido tan
bien teñida, tan hermosamente y brillantemente que debes pagar el doble o el
triple. Pero te niegas a pagarlo.” Sudarśanā respondió, “¿Por qué les
preocupas? Se le pagará algún día.”
Entonces el Rey Kuśa no saco ninguna ganancia de su estadía en la tintorería.
Así que se fue y se quedó en la casa del hombre que hacía pocillos.2 Ahí por
orden del rey muchos tipos de pocillos para comida y bebida de oro y plata,
con piedras preciosas, se hacían para el uso de la corte. La Reina Kuśa hizo
unos hermosos pocillos para comer y beber, de oro y plata, lleno de piedras
preciosas, que no había ninguna persona que hacía pocillos que podía hacerlos
así. Y cuando las personas que hacían pocillos vieron los pocillos estaban
impresionado. “Miren,” dijeron, “que fino maestro, que inteligente artesano
es él que hace tales pocillos de metales preciosas, como nunca hemos visto
antes.” Y en todos estos el Rey Kuśa escribió su nombre como una marca,
para que Sudarśanā supiera que era trabajo de Kuśa.
Cuando los pocillos de oro y plata estuvieron terminado el maestro los entregó
al Rey Mahendraka. Cuando el último vio los pocillos que habían sido hechos
por el Rey Kuśa, estaba impresionado y concluyó que tales pocillos habían
sido hechos por un maestro experto. El Rey Mahendraka le entregó los
pocillos a los eunucos y chambelanes, diciéndoles, “Vayan a la corte y dejen
que la reina y mi hija Sudarśanā elijan primero los que les gustan, y luego que
se los ofrezcan a las otras reinas y las mujeres de la corte.” Los eunucos y

1
Rañjāpanīya, un variante de rañjāpanika, la forma encontrada en otra parte en esta página, también era
tomada por rañjāpaṇika, que es de hecho la lectura de uno de los MS.
2
Taṭṭakāra, comparar con el pali taṭṭaka, “un pocillo para sostener la comida.”
EL KUŚA JĀTAKA

chambelanes tomaron los pocillos preciosos a los apartamentos de las mujeres


y se los pasaron a la reina. “Su majestad,” dijeron, “estos pocillos preciosos
fueron enviados al rey. Su majestad y su hija Sudarśana deben elegir primero
los que les gusten, entonces los otros deben ser entregado a las reinas y las
mujeres de la corte.”
Su madre, sus hermanas, las mujeres de la corte, los eunucos y chambelanes
le dijeron a Sudarśanā, “Sudarśanā, estos pocillos preciosos para comer y
beber fueron enviados a tu padre. Elige esos que te gusten, luego dales los
otros a las reinas y mujeres de la corte.” Y Sudarśanā estaba a punto de elegir
los mejores, que estaban bien hechos, bien terminados y formados, cuando vio
en ellos los nombres de Kuśa. Pensó para si misma, “Este es el trabajo de
Kuśa.” Así que los rechazó y eligió otros. Su madre, sus hermanas, las mujeres
de la corte, los eunucos y los chambelanes le protestaron, diciendo,
“Sudarśanā, ¿por qué rechazas tan hermosos pocillos, los mejores, y eliges
otros que están tan mal hechos?” Ella respondió, “No quiero esos, déjenme
tener otros.” Pero no le dijo su secreto a nadie.
Entonces el Rey Kuśa no logró nada de su estadía en la casa del hombre que
había pocillos. Así que se fue y se quedó en la casa de un orfebre. Ahí por
orden del rey se hacían varios tipos de adornos como tiaras, sandalias, coronas,
pantallas, encajes, aros, canastas, cuerdas de perlas, espejos, brazaletes,
anillos, cinturones, pantuflas, anillos para manos y pies. Y el Rey Kuśa hizo
tales adornos de oro, tan magníficos, superbos, bien hechos, bien terminados,
refinados, purificados, delicados, flexible, y resplandecientes, que todos los
otros orfebres estaban impresionados cuando lo vieron. “Miren,” decía, “que
maestro el este hombre, que artesano tan inteligente que hace estos adornos
de oro; tan bien hecho, terminado y formado como nada que hayamos visto
antes.” Y en todos ellos el Rey Kuśa escribió su nombre como una marca, para
que Sudarśanā supiera que eran trabajo de Kuśa.
Cuando todos los adornos habían sido terminados por el orfebre fueron
llevados1 al Rey Mahendraka. Y cuando ese rey vio los adornos hechos por el
Rey Kuśa estaba lleno de impresión. “Miren,” dijo, “que bien hechos y
brillantes son estos adornos. Han sido hechos por un experto.” El Rey
Mahendraka se los entregó a los eunucos y chambelanes, diciendo, “Vayan y
denle estos adornos a la reina y a Sudarśanā para que elijan primero, y luego
a las reinas y todas las mujeres de la corte.”
Los eunucos y chambelanes tomaron los adornos de la corte del rey y se lo
pasaron a la reina principal y Sudarśanā. “Su majestad,” dijeron, “estos
adornos dorados han sido enviados al rey. Que tu y tu hija Sudarśanā elija

1
Allīpita, participio de allīpeti o allīpayati, la forma BSk. del causativo de ālīyati, “aferrarse a,”.
39

primero. Después serán entregados a otras reinas y a todas las mujeres de la


corte.”
Sudarśanā estaba a punto de elegir la mejor, la más brillante, la mejor hecha,
cuando vio el nombre de Kuśa. Ella pensó para si misma, “Este es el trabajo
de Kuśa.” Así que lo rechazó y eligió los que estaban mal hechos. Su madre,
sus hermanas, y las mujeres de la corte protestaron diciendo, “Sudarśanā, ¿Por
qué rechazas los mejores adornos y eliges los malos?” Sudarśanā respondió,
“No quiero esos. Déjenme quedarme con los otros.” Pero no reveló el secreto
a nadie.
Entonces el Rey Kuśa no sacó ninguna ganancia de su estadía en el orfebre.
Así que se fue y se quedó en la casa de un joyero. Ahí por orden del rey se
hacían muchas joyas para las mujeres de la corte, como collares de perlas,
gemas, berilio, conchas, piedras, coral rojo, cristal, coral blanco y rubí,
collares de sesenta y cuatro cuerdas,1 aros, redes,2 tiaras, brazaletes, pulsera y
cinturones. El Rey Kuśa los hizo tan bien que todos los joyeros estaban
impresionados. “Miren,” dijeron, “que gran maestro, que increíble artesano es
el que hace tan buenas joyas como nada que hayamos visto antes.” Y en los
artículos el Rey Kuśa escribió su nombre como una marca, para que Sudarśanā
sepa que es el trabajo de Kuśa.
Cuando los adornos fueron terminados por los joyeros se los llevaron al Rey
Mahendraka. Y el rey estaba muy impresionado cuando vio los que estaban
hecho por Kuśa. “Miren,” dijo, “que gran maestro es este.”
El Rey Mahendraka le pasó las joyas a los eunucos y chambelanes. “Vayan,”
dijeron, “y entréguenlos a la reina y Sudarśanā para elegir lo que les gusten
primero, y luego denle las otras reinas y todas las mujeres de la corte.” Y los
eunucos y chambelanes tomaron los adornos a la corte y se los entregaron a la
reina y Sudarśanā. “Su majestad,” dijeron, “estos adornos han sido enviados
por el rey. Que tú y tu hija Sudarśanā seleccionen las que quieran. Luego denle
las que quedan a las otras reinas y las mujeres de la corte.”
Sudarśanā estaba a punto de elegir los mejores adornos cuando vio el nombre
de Kuśa en ellos. Pensó para sí misma, “Esto es trabajo del Kuśa.” Así que lo
rechazó y eligió otras. Su madre, hermanas, mujeres de la corte, eunucos y
chambelanes protestaron, diciendo, “Sudarśanā, ¿por qué rechazas estas joyas
que están bien hechas y eliges la que están malas?” Sudarśanā respondió, “No
las quiero. Déjenme tener esto.” Pero no reveló su secreto a nadie.

1
O “de cuarenta cuerdas,” ardhahāra, “medios collares.”
2
Leyendo, como sugiere Senar, maṇivākarā para maṇivakkalā del texto.
EL KUŚA JĀTAKA

Así el Rey Kuśa no sacó ningún provecho de su estadía en la casa del joyero.
Así que se fue y que quedó con un hombre que hacía brazaletes. 1 Ahí por
órdenes del rey se hacían adornos y jarras de cascara y marfil para las mujeres
de la corte. Se hacían brazaletes de marfil, cajas para pomadas de ojo,2 cofres
de marfil, cajas de ungüento en fantásticas formas, jarras de marfil, encajes3
de marfil, adornos para los pies4 de marfil, sīṃhakas5, sofás de cascara, jarras
para aceite, perfume y pintura, collares, cinturones, vocakas, palanquines, y
cubiertas. Y el Rey Kuśa hizo muchos artículos y adornos de marfil que eran
bien hechos, bien terminados y formados que todos los trabajadores del marfil
estaban impresionados cuando los vieron. “Mira,” dijeron “que fino maestro
e inteligente artesano es el que hace tales adornos y artículos de marfil como
nunca han sido visto antes.” Y todos los marcó con su nombre como una
marca, para que Sudarśanā supiera que era el trabajo de Kuśa.
Cuando todos los adornos habían sido terminados por los trabajadores como
el rey había ordenado, fueron entregados al Rey Mahendraka. Cuando el rey
vio el excelente, brillante, hábil y supremo trabajo de Kuśa, estaba
impresionado. “Miren,” dijo, “que gran maestro ha hecho esto.” Los príncipes
y ministros observaron los artículos hechos por Kuśa, y cuando los vieron
ellos también estaban impresionados y dijeron que era el trabajo de un experto.
El Rey Mahendraka entregó los adornos y jarros a los eunucos y chambelanes.
“Vayan,” les dijo a ellos, “a los cuartos de las mujeres y dejen que la reina y
Sudarśanā mi hija primero elijan las que les gusta. Luego dejen que las otras
reinas y mujeres de la corte elijan.” Los eunucos y chambelanes tomaron los
adornos y jarras a los cuartos de las mujeres y se los pasaron a la reina. “Su
majestad,” dijeron, “estos adornos y jarras de marfil ha sido enviado por el
rey. Que tú y tu hija Sudarśanā primero elijan. Luego las otras reinas y todas
las mujeres de la corte podrán elegir.”
Cuando Sudarśanā vio los adornos y jarras de marfil vio uno que estaba mejor
hecho, más hermoso y brillante que los otros, y era el trabajo de un fino
maestro. Extendió la mano, y estaba a punto de tomarlo cuando vio en ellos el
nombre de Kuśa. Y pensó para si misma, “Este es el trabajo de Kuśa.” Así que
lo rechazó y eligió uno que no estaba tan bien hecho. Su madre, sus hermanas,
las mujeres, los eunucos y chambelanes protestaron, diciendo, “Sudarśanā,
¿Por qué rechazas estos que están tan bien hechos y eliges estos que están mal

1
Sankhavalayakāra. La secuela muetra, sin embargo, que hacía otro artículos además de brazaletes (o
“anillos,” valaya).
2
Añjanīya.
3
Viheṭhéka, para veṭhaka.
4
Pādamayā.
5
Un artículo desconocido. Posiblemente una alusión a “aros de león,” es decir, un aro muy precioso.
41

hechos?” Sudarśanā respondió, “No quiero ninguno de ellos; déjenme


quedarme con estos.” Pero no le reveló el secreto a nadie.
Así el Rey Kuśa no sacó ninguna ventaja1 de su estadía con el hombre que
hacía trabajos en marfil. Así que se fue a vivir con el trabajador de la máquina.2
Ahí por órdenes del rey varios bastones hechos a máquina3 eran producidos
para las mujeres de la corte. Muchos juguetes eran hechos a máquina, y
abanicos. Abanicos en la forma de hojas de palma4 eran hechas a máquinas,
abanicos con la forma de colas de pavo,5 y sillones con patas hechas a
máquina. Mahāśālikas6 y brazaletes eran hecho a máquina. Muchos pájaros
artificiales7 eran hechos a máquina, como loros, śārikas, cucos, cisnes, pavos,
pájaros carpinteros, patos, morambas,8y faisanes. Las jarras para poner aceite
de sésamo eran hechas a máquina. Muchos tipos de frutas artificiales eran
hechas a máquina, como bhavyas,9 granada, cítricos, fruta del vīrasena,10
uvas, mangos, manzana, higos, manzanas de elefante, coco, fruta de kṣīrika,
del nīpa,11del kadamba,12 y dátiles.13
El Rey Kuśa produjo tales artículos hechos a máquina, tan bien hechos, bien
terminados y formados, que los trabajadores de máquina estaban
impresionados cuando los vieron. “Miren,” dijeron, “que maestro fino, que
inteligente artesano es él que ha hecho estos artículos, tan bien hechos y
formados, como nunca han sido vistos antes.” Y en todos ellos el Rey Kuśa
escribió su nombre como una marca, para que Sudarśanā supiera que eran el
trabajo de Kuśa.
Cuando todos los artículos han sido terminados por los trabajadores de
máquinas, fueron entregados al rey. Y Mahendraka, rey de los Madrakas,
estaba impresionado cuando vio los artículos que han sido hecho por Kuśa.
“Miren,” dijo, “que bien hechos, bien terminados y formados están estas cosas

1
Viśeṣa es aquí usado por artha, que es la palabra usada en esta formula en otra parte.
2
Jantakāra, sic para jantra°. Senart explica que jantra como una forma pancrita de yantra. Los MSS. verían
entre jantra y yantra.
3
Jantramāṣṭa. Māṣṭa es obscuro. Senart sugiere que es “une dérivation pakritisante” de mṛiṣṭa, part. De
mṛij, es decir, “pulido.” Pero en la ausencia de indicación definitiva respecto al mecanismo, es más seguro
escribirlo como “hecho a máquina.”
4
Tālavaṇṭaka. Sk. Tālavṛinta, tālavṛintaka.
5
Morahastaka. En pali morahattha.
6
Un artículo indefinido.
7
No hay palabra correspondiente a esto en el texto, pero su inserción en la traducción es obviamente
necesaria.
8
Una especie desconocida de pájaros, pero muy probablemente relacionado a pavos, mayūra, mora. Senart
sugiere que la verdadera lectura es moraka = “pavos.”
9
Fruta del árbol bhavya.
10
O el āruka, “una planta medicinal que tiene propiedades de enfriar y que crece en el Himalaya.” (M. W.)
11
“El árbol Nauclea Cdamba, una especie de árbol Aśoka” (M.W.).
12
De acuerdo a M.W. lo mismo que lo anterior, pero el P.E.D. lo identifica como un Nauclea cordifolia.
13
¿ kharjaralatika. Comparar con el SK. Kharjūra, el árbol Phoenix sylvestris.
EL KUŚA JĀTAKA

hechas por un fino maestro.” El rey entonces le entregó los artículos a los
eunucos y chambelanes. “Vayan,” les dijo, “lleva estos a los cuartos de las
mujeres, y dáselos primeros a la reina y a mi hija Sudarśanā, y luego a las otras
reinas y las mujeres de la corte.”
Los eunucos y chambelanes llevaron los artículos a los cuartos de las mujeres
y se los entregaron a la reina y a su hija Sudarśanā. “Su majestad,” dijeron,
“estos artículos hechos a máquina han sido enviados por el rey. Que tú y tu
hija Sudarśanā elijan los que les gusten. Luego, las otras reinas y las mujeres
de la corten podrán elegir.” Sudarśanā extendió su mano y estaba a punto de
tomar el que era el más fino de los artículos, bien hecho, bien terminado y
formado, cuando vio el nombre de Kuśa. Pensó para sí misma, “Este es trabajo
de Kuśa.” Así que lo rechazó, y eligió otros artículos que estaban mal hechos.
Su madre, sus hermanas, las mujeres de la corte, los eunucos y chambelanes
protestaron, diciendo, “Sudarśanā, ¿Por qué rechazas las cosas que están bien
hechas, bien terminadas, formadas y son trabajo de un fino maestro y elijes
otros que están mal hechos? ¿Por qué no elijes los más finos?” Sudarśanā
respondió, “No quiero esos. Déjenme elegir estos.” Pero nadie conocía el
secreto de esto.
El Rey Kuśa no obtuvo ninguna ganancia de su estadía en la casa del
trabajador de máquina. Así que se fue y se quedó con un maestro trabajador
en caña.1 Ahí, varios artículos de caña eran hechos para el rey, como abanicos,
abanicos en forma de hoja de palma, sombrillas, receptáculos,2 canastas,
estante de caña,3 poste de caña,4 y portadores de caña.5 Así eran los variados
artículos hechos por orden del rey para las mujeres de la corte. Y el Rey Kuśa,
en compañía de todos los otros trabajadores de caña, hicieron los variados
artículos de caña para las mujeres de la corte de tal forma que ninguno de los
trabajadores de caña podía producirlos.
Cuando todos los artículos de caña habían sido terminados, fueron llevados
donde el rey. Y él los envió a los eunucos y chambelanes para que se los
pasaran a los cuartos de las mujeres, donde fueron primero entregados a la
reina y a Sudarśanā. “Estos,” dijeron, “son enviados por el rey. Seleccionen
los que quieran. Luego las otras reinas y mujeres de la corte podrán decidir.”
La reina eligió la que le gustaba, y luego le dijo a Sudarśanā, “Ahora elige los
artículos de caña que te agraden.” Pero cuando vio lo más finos, los más

1
Literalmente “un maestro de los varuṭas,” varuṭānām mahattaraka. Varuṭa aquí parece ser para varuḍa,
“una casta baja y mezclada (una de las siete casas bajas llamada Antya-ja, cuya ocupación es separar cañas”
(M. W.). Varuṭa en sí mismo denota, “un artesano de una clase particular (puesta entre los Mlecchas o
bárbaros).” (M.W.)
2
¿ Pālaka.
3
¿ vetramañcaka.
4
¿ vetramethika.
5
¿ vetrapeṭhaka. ¿ sic para °peṭaka.
43

supremos, los más exquisitos artículos de caña, que habían sido hechos por el
Rey Kuśa y eran una maravilla para la gente, estaba inscritos con el nombre
de Kuśa, los rechazó y eligió unos que no estaban tan bien hechos. Su madre,
sus hermanas, las mujeres de la corte, los eunucos y chambelanes protestaron,
diciendo, “Sudarśanā, ¿por qué rechazas los mejores artículos de caña y eliges
a otros que están mal hechos?” Ella respondió, “No quiero esos; déjenme
elegir estos.” Pero ellos no sabían la razón secreta por la que ella no elegía
los mejores artículos.
Entonces el Rey Kuśa no sacó ningún provecho de su estadía con el trabajador
de caña. Así que se fue a las cochinas de Mahendraka, rey de los Madrakas,
donde se unió al jefe principal, diciéndole, “Me quedaré aquí y haré cualquier
tarea que me pidas. Soy habilidoso en un trabajo como esto.” El cocinero
principal eligió al Rey Kuśa a su cocina y le dio instrucciones, diciendo,
“Ahora continúa con tu trabajo.” Ahí en las cocinas reales el Rey Kuśa preparó
tales variados tipos de carnes, condimentos, hierbas, y víveres, ya sean ácidos,
salados, astringentes o dulces,1 que los cocineros reales nunca habían sido
cocinados antes. Y en toda su vida Mahendraka, rey de los Madrakas, nunca
habían comido antes.
Cunado Mahendraka, rey de los Madrakas, entró al refectorio,2 no pudo parar
de comer los variados y exquisitos tipos de carne, condimentos, hierbas y
víveres, ya fueran ácidos, salados, astringentes o dulces, que habían sido
cocinado por el Rey Kuśa. El rey estaba impresionado y cuestionó al cocinero
principal, diciendo, “Aquí, dime, ¿qué cocinero cocinó para mí hoy? En toda
mi vida nunca he probado con mi lengua tal sabor.” Y el cocinero principal
respetuosamente le informó al rey, diciendo, “Su majestad, un extraño ha sido
elegido como cocinero de la cochina. Fue él quien cocinó la comida de su
majestad.”
El rey pensó para sí mismo, “Este cocinero habilidoso debe ser recibido en
todas las formas. Debe ser tratado amablemente para que nunca se vaya.” Y
el rey le dio instrucciones al cocinero principal, diciendo, “Aquí, chef,
tráigame al cocinero que preparó mi comida hoy, para que lo puedas ver.” Así
que cuando el rey entró al refectorio el jefe principal le presentó al Rey Kuśa,
diciendo, “Aquí está el cocinero que preparó la comida de su majestad.”
Mahendraka, rey de los Madrakas, vio que el Rey Kuśa, que era feo, repulsivo,
con labios gruesos, con cabeza gruesa, con pies gruesos, con panza, y negro,
del color de un montón de hollín. Viendo esto el rey estaba impresionado.
“¡Ah no!” exclamó, “él es muy hermoso, aunque su exterior es terrible. Tiene

1
Estos seis sabores (rasa) también estaban mencionado en Miln. 56.
2
Bhaktāgra, BSk., en pali bhattagga.
EL KUŚA JĀTAKA

un entendimiento de los sabores y un sentido del gusto muy delicado.”1 Un


sueldo generoso se le entregó. Comida real, sólida y suave, fue puesta ante él,
y cuando se la hubo comido, se le dio bebidas y una guirnalda colgada2
alrededor de su cuello. Y el Rey Mahendraka le dio órdenes, diciendo, “Que
este cocinero tenga acceso libre3 al palacio.” Así que vivió en el palacio real
honrado y estimado. Era quedo por el rey, y querido por, y popular con todas
los príncipes, ministros y oficiales del ejército.
Luego Mahendraka, rey de los Madrakas, le dio instrucciones a los eunucos y
chambelanes, diciéndoles, “Hombres, dejen que este cocinero entre a los
cuartos de las mujeres y que se convierta en un juguete de las mujeres.” Así
que el Rey Kuśa entró atrevidamente al palacio, mientras las mujeres decían,
“Este hombre ha sido dado a nosotras como un juguete.” Y las mujeres
atrevidamente jugaron con él, montaron su espalda,4 y lo hicieron llevarlas en
varias otras formas.5
Sudarśanā de pronto vio al Rey Kuśa siendo montado por las mujeres. Y
cuando lo vio se asustó y alarmó. Estaba molesta y enojada6 con las mujeres,
y las retó, diciendo, “¿Es aceptable que las mujeres hagan que un hombre las
lleve?” Pero las mujeres dijeron, “Sudarśanā, ¿Por qué estas molesta y enojada
con nosotras y por qué nos retas? Si este juguete7 fuera tu esposo, entonces
podrías estar celosa de él.”8 Sudarśanā respondió. “No importa mi celo. El
punto es que no es apropiado que un hombre las lleve. No estaré complacida9
con la mujer que lo monta.”
Ahora cuando Sudarśanā vio al Rey Kuśa en los cuartos de las mujeres se puso
triste y angustiada. Aun asi no se le acercó ni le habló. Pero el Rey Kuśa le
dijo, “¿estás asustada al verme aquí?” Sudarśanā respondió, “¿Por qué has
venido? Es impresionante que no hayas sido visto en el camino, ya sea de
noche o de día, y que no hayas sido asesinado por alguien que te haya
confundido con un demonio del bosque. Vuelve a tú reino y tus espaciosos
pasillos. Diviértete, disfruta y entretente con tu propia gente. ¿Qué harás
aquí?” El Rey Kuśa respondió, “No me iré sin ti. La tierra de la que vengo no
tiene ningún encanto para mí.”

1
Rasāgra. Comparar con el pali rasagga, que, sin embargo, es solo usado en combinación con °aggita y
°aggin.
2
Ālabdha, una forma que sale de una confusión de dos raíces labh y Lamb.
3
Literalmente, “entre con las puertas abiertas,” anāvṛitadvāro… praviśatu.
4
Pṛiṣṭhimaṃ āruhitvā.
5
Literalmente, “en varios (tipos de) llevar,” nānāvāhikāye.
6
Kṣīyati. Comparar con el uso del pali khīyati en el mismo sentido.
7
Vayam.
8
Se īrṣyāyase.
9
Sāta en pali, Sk. Śāta.
45

Sudarśanā dijo: -
¿Qué hare ahora? ¿O por qué seré culpada?1
Mi corazón está acelerado como si hubiera visto un demonio2. ¿Qué
debo hacer? ¿O por qué debo ser culpada? Mi corazón está acelerado
como (el corazón de) un ciervo cuando ve al cazador.
No me culpen, pero de día y de noche devuélvete por el camino en que
viniste. Vuelve a tu propio reino, Kuśa, no deseo ver tu fea cara.
El rey respondió: -
Oh firme señora, hermosa de complexión, con caderas firmes y cintura
delgada, estoy angustiado por amor por ti. No tengo deseo por mi
trono.
Oh señora de pechos bien desarrollados, a pesar de que sé de que
tierra he venido vago afligido por la tierra. Oh señora, de la mirada
suave, estoy loco de amo.
La reina respondió:
Estás loco, porque deseas a una que no te desea. Oh rey, amas a una
que no te ama. Esa no es la marca de un hombre sabio.
Kuśa respondió:
Cuando un hombre gana a una mujer, lo ame o no lo ame, el hombre
alaba su éxito. El que falla es un triste hombre.
La reina dijo:
Puedes satisfacer incluso a mil mujeres en una noche. Pero al amar a
una mujer puedes tener grandes miserias.
El rey respondió: -
No conozco esa miseria, Oh, gloriosa y hermosa señora, con una vida
casta lograda. Serás mi esposa.
La reina dijo: -

1
Garahāmi. Senart considera que esto no tiene buen sentido aquí o en la repetición, y una lectura MS. de la
última, garahayāmi, le sugiere la enmendación a āhvayāmi, “¿a quién debo llamar?” Pero esto deja kasya
sin explicación; requiere un poco de violencia a la sintáxis para hacerlo el objeto directo del verbo. Parecería
mejor retener garahāmi, a pesar del hecho de que se le ha dado una fuerza pasiva. El punto del tema se
vuelve claro cuando en la tercera estrofa Kuśa es urgido a volver a su casa atarjanti, “sin culparme.”
2
Rākṣasa.
EL KUŚA JĀTAKA

No hables de mi vida casta; no vale nada para ti.1 Harás el amor en


algún otro lugar, a una leona o un chachal.
Kuśa respondió: -
No hables eso, Oh señora de finas caderas y cintura delgada. Incluso
los reclusos ganan gran reconocimiento entre nosotros por vivir la
vida casta.
Porque, señora, tu brillas en este mundo por virtud de sus vidas bien
vividas, y renacen en el cielo en Tridaśa, donde disfrutan los placeres
de los sentidos.
Esto te digo, Oh señora de finas caderas y cintura delgada, ningún
otro hombre es tu señor excepto Kuśa el de la voz de león.
La reina respondió: -
Si lo que dicen los profetas es verdad, puedes cortarme en pedazos
antes de que me convierta en tu esposa.2
El rey respondió: -
No deseo cortarte, Oh señora de las finas caderas y delgadas cinturas,
completa como eres te convertirás en mi esposa.
Un gran reino es mío, rico en caballos y hombres, infinito en
extensión, y con abundante ropa y comida.
Pero ahora aquí he venido abandonando3mi trono y reino.
Angustiado por amor por ti, no me importa mi reino.
La reina dijo: -
Mejor cava un hoyo en la roca con la madera del árbol karṇikāra,4 o
atrapar el viento en una red, que desear a uno que no te desea.

1
Ayam te bhavati (para bhavatu del texto) pāpaka, “es malo para ti.”
2
La inconsecuencia de esta frase es obvia. De hecho, nuestro texto se aleja de la tradución representada por
la versión pali. (J. 5. 296.) El primer verso de la estrofa es prácticamente idéntico en ambas versiones, pero la
variante pali de la segunda debe ser considerada como más auténtica. Se lee, “que tú en siete piezas seas
cortadas antes de que te cases con el Rey Kuśa.” Pero a pesar de ti esto no puede ser considerado como una
cita de las palabras del augurio. Sudarśanā, es decir, su contraparte pali, resume el augurio en su propias
palabras – “no serás mi esposo, que me corten (= aunque me corten,) en siete partes.”) Como muestra la
secuela Sudarśanā estaba en real riesgo de cumplir su destino si persistía en rechazar a Kuśa. En la versión
Mhvu, a pesar de la alusión a los augurios en el verso anterior, el cortar en parte es lo que Sudarśanā reta a
Kuśa a hacer, y no el castigo, que los adivinadores creen es probable que pase por su obstinación.
3
Chorayitvā de chorayati, choreti.
4
El texto leer karṇikāṛe ca karṇikām. Senart explica la última palabra como = pali kaṇṇikā, “la izquina del
segundo piso de un palacio,” y asume que el punto es que la madera del árbol karṇikara es inútil para este
47

Tú me deseas, pero yo no te deseo; tú me amas, pero yo no te amo.


Vuelve a tu reino. ¿Por qué te esfuerzas?
El rey respondió: -
Esto no es preocupación para mí, sino que es vivir una vida casta. De
alguna forma u otra, señora, te convertirás en mi esposa.
La reina dijo: -
Que esta vida casta sea considerada como sin valor. Anda y corteja a
una leona, un chacal, o incluso un asno.

Luego Kuśa, el hijo de un rey, el heroico, el invencible en combate,


dado que era un noble y sabio,1 dijo estas palabras: -
Si me voy, Oh señora de las caderas finas y cintura delgada, primero
te atraparé con grilletes. ¿Qué hará la gente?
La reina dijo: -
No debes pecar contra el dharma que una vez tuviste. Con ese dharma
en mente ¿Cómo deseas atraparme?
El rey dijo:
Tengo el poder de atraparte2, Oh señora soberana,3 y hacerte ir donde
sea que quiera. ¿Qué puedes hacer?
Puedo si quiero satisfacer a miles de mujeres en una noche. Pero te he
elegido a ti, Oh soberana señora de los dientes brillantes.
La reina dijo: -
Se, su majestad, que eres fuerte y valiente. Pero eres feo y horrible
también. Eres repulsivo, aunque eres un señor poderoso.

propósito. La línea lee “cavas un hoyo en la roca y tejados de karṇīkāra.” Esto obviamente no tiene sentido,
e incluso si lo tuviera, no presentaría una figura de esfuerzo en vano. Es posible cortar un hoyo en una roca,
con la herramienta correcta. La última parte de la línea ha sido cambiado a “con la madera del árbol k.,” la
implicación obvia es que sería inútil tratar de cortar un hoyo en la roca con una herramienta hecha de
madera.
1
Yaṃ ārūḍhaprajño. El participio ārūḍha, “levantó,” es inusual en este sentido. La lectura correcta, quizás,
es audāra BSk. = udāra. Ahí no hay paralelo al este pasaje en J., pero comparar con el epíteto aplicado a
Kuśa en J. 5. 205, Solārapaññāno, que el Comy. Explica como = uḷārapañño. Los MSS. están seguros.
2
El texto tiene maṇḍayitvā, “adornar,” que, como sugiere Senart, debe haber sido corregido a bandhayitvā,
o quizás, daṇḍayitvā, “castigar.”
3
O Prajāpatī, como un nombre adecuado. Sudarśanā es nombrada así una o dos veces en la versión métrica
al principio de Vol. 3.
EL KUŚA JĀTAKA

Tienes los labios gruesos, la cabeza gorda y panza. No deseo verte.


Así que no te esfuerces.
Estas altas paredes, las torres y los guerreros en elefantes te pararán.
Ellos pelean con espadas, hachas, flechas y cuchillos afilados, y te
tomarán, Oh rey.
Entonces el Rey Kuśa y Sudarśanā se vieron involucrados en una variada pelea
con el otro. Pero nadie más supo que él era realmente el Rey Kuśa. Luego pasó
que los reyes hostiles, que eran poderosos y tenían grandes ejércitos,
escucharon que Mahendraka, rey de los Madrakas, tenía una hija llamada
Sudarśanā, que era encantadora y hermosa. También supieron que había
dejado al Rey Kuśa y había vuelto con su padre. Su esposo, Rey Kuśa, no
encontró favor en sus ojos, por qué, como dijo ella, era feo.
Los siete reinos, por lo tanto, armaron un ejército de cuatro divisiones –
elefantes, caballería, carrocería e infantería, y unieron fuerzas para asegurar a
Sudarśanā. Ahora de estos sietes reinos, él que era el del nacimiento más noble
era el rey llamado Durmati, y era también el más fuerte y el más poderoso de
los siete. Los siete reyes salieron con gran pompa y esplendor y a su debido
tiempo llegaron al parque de Kanyakubja.
Mahendraka, rey de los Madrakas, envió a un mensajero a cada uno de los
siete reyes, diciendo, “Esta hija mía, Sudarśanā, es la esposa del Rey Kuśa, así
que no puedo dársela a otro.” Cuando los siete reyes escucharon esta
afirmación de Mahendraka, rey de los Madrakas, estaban furiosos, 1 y, cada
uno con su propia tropa, entraron a la ciudad de Kanyakubja.
Mahendraka, rey de los Madrakas, entró a la ciudad, cerró las puertas y se
preparó para soportar un asedio.2 Y pensó para sí mismo, “Ahora estoy siendo
asediado por estos siete reyes. Todos son poderosos y no soy igual a ninguno
de ellos en batalla. Si le doy mi hija a uno de ellos, los otros seis reyes estarán
ofendidos. ¿Qué debo hacer entonces?” Furioso el Rey Mahendraka reprochó
a su hija Sudarśanā, diciendo, “¿Por qué te escapas de tu esposo y te escondes
de él aquí? Por que ahora, por culpa tuya, estoy siendo asediado por siete
reyes. Si uno de los siete me ofrece violencia te cortaré en siete partes, y le
daré una parte a cada uno de los siete reyes.”
Cuando Sudarśanā escuchó las palabras de su padre, se puso alarmada,
asustada y angustiada. Se acercó a su madre, diciendo, “Madre, si estos siete

1
La razón de su enojo está más clara en la versión pali, por que se les dice que Sakka (Śakra) había enviado
un mensaje, haciéndose pasar por Mahendraka, a cada rey separadamente, invitándolos a venir y tomar a
Sudarśanā. Fue solo cuando se encontraron ante Kanyakubja se dieron cuenta que todos habían venido en
búsqueda de la misma señora.
2
Literalmente, “se sentó asediado,” oruddha āsati.
49

reyes, peleando con los otros, atacaran, entonces quema mis huesos hasta las
cenizas y recójalos, y hazme un altar.1 A la entrada del templo pondrás una
planta del árbol karṇikāra. Entonces cuando el verano termine y el primer mes
lluvioso llegue, ese árbol florezca con flores y sea tan hermoso como el oro.
Entonces me recordarás, y dirás, ‘así era la belleza de mi querida Sudarśanā’.”
Cuando la reina escuchó las palabras de su hija Sudarśanā, se volvió alerta,
asustada y angustiada. Llorando exclamó, “¿Cómo podré vivir sin mi hija?”
Sudarśanā pensó para sí misma, “Tan valiente, fuerte y corajudo es el Rey
Kuśa que estos siete reyes no pueden darle batalla. Entonces le pediré mi vida
al Rey Kuśa.” Así que Sudarśanā fue donde el Rey Kuśa, le habló
agradablemente acerca de muchas cosas, y luego le dijo, “Su majestad, mi
padre me ha amenazado así. Si, dice él, estos siete reyes le causan algún daño,
entonces me cortará en siete pedazos y le dará una parte a cada uno.” El Rey
Kuśa conversó con Sudarśanā y luego le dijo, “Por amarte te he hecho un gran
daño. ¿Qué me harás a mí?”2
Entonces el Rey Kuśa se sentó y habló con Sudarśanā. Y la charla fue
escuchada por la madre de Sudarśanā, y luego de que lo escuchó también vio
al Rey Kuśa. “¿Quién será él y de donde vendrá? ¿Es un juglar, un vendedor,
un barbero, un caṇḍāla,3 o un pukkasa,4 el que reprueba y amenaza a mi hija?”
Pero Sudarśanā levantó sus manos unidas a su madre y le dijo, “Madre, no
digas eso. Este hombre no es ni un músico, ni un vendedor, ni un esclavo. Él
es el mayor de los cientos de hijos del Rey Ikṣvāku, y se llama Kuśa. No
pienses que es un esclavo.”
Brillando como una cáscara y rodeado por mujeres en esta rica corte
de hombres nobles, y aún así lo consideras un esclavo.
Amueblado con jarras de oro y numeroso con mujeres en esta rica
corte de hombres nobles, y aún así lo consideras un esclavo.
Él tiene sesenta mil ciudades. Prospera y pacífica es esta rica corte de
hombres nobles y aún así lo consideras un esclavo.
Él tiene sesenta mil elefantes con adornos de oro. Con sus
largas5trompas estas poderosas bestias avanzan,

1
Elūka = eḍūka, eḍuka o eḍoka, “un santuario lleno con reliquias.”
2
Esta una interpretación de Senart de un pasaje muy extraño.
3
“El nombre genérico para un hombre de las tribus mestizas más bajas y despreciadas, nacidos de una
madre Śūdra y padre Brāhman” (MW.).
4
“Epíteto de una casta mezclada, la descendencia de un Ni-shada por una madre Śudrā.” (MW.).
5
Leyendo īṣādantā, “teniendo trompas largas como un arado,” para iṣādantā del texto. Para el término ver
referencias en P.E.D., s.v. īsādanta.
EL KUŚA JĀTAKA

Montada por jefes de villa armados con espadas y lanzas. Rica es la


corte de hombres nobles, y aún así lo consideras un esclavo.
Él tiene sesenta mil carruajes, moviéndose con un alegre sonido,
decorado, hecho de metal, bien hecho, cubierto con piel de leopardo,
Y llevados por jefes de villa armado con arcos y armas. Rica es la
corte de hombres noble, y aún así lo consideras un esclavo.
Él tiene sesenta mil caballos, los mejores corceles con adornos de oro
y con trozos de joyas,
Y montados por jefes de villa llevando redes, y armados. Rica es esta
corte de hombres nobles, y aun así me consideras un esclavo.
Veinte mil brāhmanes siempre comen en la mesa del rey, y día y noche
siempre están honrado y estimado. Rica es la corte de hombres nobles,
y aun así lo consideras un esclavo.
Quinientos príncipes viven ahí, todos conocen padre y madre. Rica es
la corte de hombre nobles, y aún así lo consideras un esclavo.
Tiene sesenta mil tesoros, un padre y un abuelo…1 donde el rey y el
señor de hombres llamado Kuśa es. En belleza y energía no hay nadie
igual en el mundo.
La madre de Sudarśanā, la jefa principal, cuando escuchó estas palabras,
estaba feliz de que tenía tal yerno que estaba dotada con tantas cualidades. Y
le relató las palabras de su hija a Mahendraka, rey de los Madrakas. “Su
majestad,” dijo, “para que sepas, te digo que el Rey Kuśa ha venido aquí.”
Pero el rey al escuchar estas palabras de la reina se alarmó y agitó, y sus
cabellos se pararon. Dijo, “Señora, ¿Qué tan loca, que tan demente estás
cuando dices que el Rey Kuśa ha venido? ¿Cómo luce el Rey Kuśa? ¿Dónde
viste al Rey Kuśa?” La reina respondió, “Su majestad, no soy ni loca ni
demente. De verdad, el Rey Kuśa es el que cocina la comida en nuestra cocina,
y es el juguete de las mujeres en tu harén.”
Cuando el rey escuchó esto estaba aún más alarmado, agitado y afligido. Y
dijo, “¿No tengo suficientes problemas con los siete reinos asediándome? Y
ahora hay un problema porque el gran Rey Kuśa ha venido aquí furioso con
Sudarśanā. En su enojo conmigo causará grandes problemas en la ciudad
cuando avance.”2 Y Mahendraka, rey de los Madrakas, alarmado y asustado,
fue a los cuartos de las mujeres. Sostuvo sus manos unidas hacia el Rey Kuśa
y pidió su perdón, diciendo, “Perdóname, su majestad, si te he hecho algún

1
Laguna, que deja la estrofa un poco incoherente.
2
Leyendo vāhyena para avasānena. También Senart.
51

mal.” Pero el Rey Kuśa reconfortó a su suegro, diciendo, “No tengas miedo.
No hay necesidad de pedir mi perdón.”
Luego Mahendraka, rey de los Madrakas, instantáneamente llevó al Rey Kuśa
al baño, y hizo que le cortaran el pelo y la barba los barberos. Fue ungido con
fragantes aceites que valían mil piezas,1 bañado con polvos de baño reales,
frotándolos con ungüentos reales y vestido con prendas reales. Usando
collares de perlas fue llevado al mismo asiento que su suegro y fue
entretenido2 con música tocada en cinco instrumentos musicales.3
Luego se escuchó el fuerte rugido de los ejércitos de los siete reyes. Y el Rey
Kuśa preguntó a su suegro, diciendo, “Su majestad, ¿por qué escucho los
gritos de un gran grupo de hombres?” El rey respondió, “Siete reyes están
entrando a la ciudad por Sudarśanā, y estoy siendo asediado. El grito es de los
ejércitos de los siete reinos.”
El Rey Kuśa consoló a su suegro, diciendo, “No tema, su majestad, me
aseguraré que estos siete reyes se sometan a ti y hagan lo que le pides.” Y el
Rey Kuśa le dio instrucciones a su suegro. “Su majestad,” dijo, “haz que las
orejas de todos los elefantes, caballos, y cuadrúpedos, y de toda la gente
parados con cero,4 para que no escuchen mi rugido de león y mis propias
fuerzas sean debilitadas.”5 Luego el Rey Kuśa escaló a la espalda de un
poderoso elefante y haciendo que abrieran las puertas, salió atendido por un
gran grupo. Dejó salir su rugido de león, y mientras el rugió su rugido de león
los siete reyes con su poder y sus ejércitos se fueron. Fueron capturados vivos,
y con sus ejércitos asegurados detrás de ellos, fueron traídos donde su suegro,
Mahendraka, rey de los Madrakas. Los siete poderosos reyes cayeron a los
pies de Mahendraka, rey de los Madrakas. “Su majestad,” dijeron, “venimos
a ti por refugio y estamos listos para seguir tus órdenes.”
Mahendraka, rey de los Madrakas, le preguntó a su yerno Kuśa, “Hijo mío,
¿Qué deseas que haga con los siete reyes? Lo que me pidas haré.” El Rey Kuśa
respondió, “Su majestad, en tu harén tienes un número de hijas. Es deseable
que todas estén casadas. Ahora estos siete reyes son todos nobles y tienen
grandes fuerzas, riquezas y grandes reinos. Por lo tanto, su majestad, dota6 a
tus siete hijas con miles de piezas de oro y dale una hija a cada rey. Así los
siete reyes se convertirán en tus yernos y serán poderosos partidarios tuyos.
Todos los reyes rivales, viendo que tienes un gran ejército y séquito, serán
sumisos y obedientes a ti, y ningún rey hostil te enfrentará.” Mahendraka, rey

1
Śatapāka… taila. Ver P.E.D. para referencias.
2
Upasthihiyem una forma híbrida pasiva.
3
Pañcāngika tūrya.
4
Madhusikthataka, “un tipo de veneno” (M.W.).
5
Bhajjiṣyati, fut. Pass. De bhañj. Un MS. tiene bhañjiṣyanti.
6
Literalmente, “habiéndola adornado con miles (piezas de) oro,” suvarṇasahasramaṇḍitāṃ kṛitvā.
EL KUŚA JĀTAKA

de los Madrakas, respondió, “Muy bien, hijo mío. Haré como me dices.” Y
Mahendraka, rey de los Madrakas, dotó a cada una de sus siete hijas con mil
piezas de oro, y con gran pompa real y ceremonia le dio una hija a cada rey.
Así hijos y nietros fueron asegurados como aliados.1 Los siete reyes fueron
enviados por Mahendraka, rey de los Madrakas, con gran honor y respeto a
cada uno de sus reinos. “Vayan, mis amigos,” dijo él, “y cada uno que
gobierne en su propio reino.”
Después de que estos reyes se habían ido, el Rey Kuśa se quedó por un tiempo.
Luego le habló a su suegro Mahendraka, rey de los Madrakas, diciendo, “Su
majestad, te anuncio que me voy a devolver a mi tierra.” Mahendraka, rey de
los Madrakas, respondió, “Hijo mío, no vayas. Te debo mi vida, y mi reino
completo fue recatado del peligro por ti´. Soy viejo, de edad avanzada, de gran
edad, y mi juventud está en el pasado. Soy tu padre y tú eres mi hijo. Gobierna
este reino y no te vayas.” El Rey Kuśa dijo, “Su majestad, he estado aquí por
un largo tiempo. Mi reino está poco estable y mi madre está ansiosa. Te
declaro que me voy.” Mahendraka, rey de los Madrakas, respondió, “Es en
contra de mi voluntad que te vas.” El Rey Kuśa dijo, “También es en contra
mi propia voluntad que me iré.”
Luego Mahendraka, rey de los Madrakas, mandó a buscar a su hija Sudarśanā
y le dijo de esto. “Hija mía,” dijo, “tu esposo, Rey Kuśa, es el hombre más
valiente. Tan fuerte y poderoso es él que por él tu y todo el mundo fue salvado
del peligro, y todos los reyes se someten a él. Sudarśanā, mi hija, se digna del
Rey Kuśa, tu esposo. Sírvelo con afecto y honor.” Sudarśanā reverentemente
consintió a la orden de su padre.
Mahendraka, rey de los Madrakas, con gran pompa y ceremonia, le dio su hija
Sudarśanā al Rey Kuśa. Y este, atendido por un ejército de cuatro divisiones,
elefantes, caballería, carruajes e infantería, fue enviado de vuelta a su reino.
“Ve, hijo mío,” dijo Mahendraka, “de vuelta a tu propio reino.”
En su camino de vuelta a su reino el Rey Kuśa se quedó en la arboleda de un
lugar que estaba amueblado con parques, y donde había un gran estanque de
loto. Mientras se estaba bañando en el estanque de lotos el Rey Kuśa vio su
reflejo en el agua y se dio cuenta lo feo, horrible y repulsivo que era. Miró
nuevamente, y viendo lo feo que era su cuerpo se dijo a sí mismo,
“Verdaderamente, hay una buena razón por la que Sudarśanā, hija de
Mahendraka, rey de los Madrakas, desprecia mi feo y repulsivo cuerpo.2
Entonces me destruiré.” Y decidió asesinarse. Pero Śakra, señor de los devas,
en su casa en Trāyastriṃśa, supo que el Rey Kuśa quería matarse. Y Śakra
pensó, “Este Rey Kuśa está en el camino de convertirse en un Bodhisattva que

1
¿ sandhī ca kṛitā putrapautrikā.
2
Samucchraya.
53

le conferirá el bienestar y la felicidad de todos los seres. Pero intenta


asesinarse porque es feo, y entonces no le servirá al mundo.”
Y Śakra, señor de los devas, trayendo con el la gema celestial llamada
jyotirasa1 que estaba en el centro de la celestial cuerda de perlas rojas,
apareció en el cielo y le habló al Rey Kuśa, diciendo, “Su majestad, no pongas
manos violentas en ti mismo. Sino que pone en tu cabeza esta cuerda de perlas
con la gema jyotirasa en él.2 Cuando tengas esto atado en ti no habrá nadie en
todo Jambudvīpa igual a ti en complexión y forma. Si deseas recuperar tu
complexión y forma anterior, entonces esconde esta cuerda de perlas con la
gema jyotirasa en tu ropa, y tu complexión y forma será como antes.”
Luego de que el Rey Kuśa se había bañado en el estanque de loto, ungido con
ungüentos y puesto ropa, se puso la cuerda de perlas en la cabeza. Luego
contempló su cara en el estanque de loto para ver si había alguna diferencia.
Y mientras se contemplaba a sí mismo descubrió que era hermoso y adorable.
En complexión y forma no era como nadie que había visto en Jambudvīpa.
Cuando el Rey Kuśa se vio a si mismo tan exquisitamente hermosa, se volvió
feliz y emocionado. “Nunca más,” dijo, “Sudarśanā, la hija de Mahendraka,
rey de los Madrakas, me despreciará ni nadie más me considerará feo.”
El Rey Kuśa estaba parado en frente de su propia puerta3 y estaba a punto de
entrar cuando fue detenido por los porteros. “¿Quién eres?” preguntaron,
¿Quién quiere entrar al palacio del rey? No sabes que es difícil de entrar al
palacio y el Rey Kuśa es difícil de agradar. Cuídate de no producirte
problemas.” El Rey Kuśa respondió, “Soy tu maestro. Soy el Rey Kuśa.” Los
porteros dijeron, “¿no sabemos como se ve el Rey Kuśa? Sería buena suerte4
si el Rey Kuśa fuera así. Por que nosotros, como todo el reino y la familia de
Ikṣvāku sería bendito con las mejores bendiciones si tuviéramos un rey tan
bello, dotado con tan encantadora y hermosa perfecta complexión y forma.”
El Rey Kuśa pensó para si mismo, “Este hombre no me reconoce.” Y escondió
la cadena de perlas con joyas jyotirasa en su ropa. Luego el potero vio al Rey
Kuśa en su propia forma, y alarmado y asustado, cayó a sus pies. “Su
majestad,” dijo, “no sabíamos que eras el rey.”
El Rey Kuśa entró al palacio y se acertó a la reina. Pero ella también lo paró
y dijo, “¿Quién eres? ¿de donde vienes? ¿cómo es que entras en este palacio
real? ¿No sabes que no es seguro entrar al harén del Rey Kuśa? No entres al

1
Literalmente, “de sabor ligero.” Es mejor dejar el término sin traducir en ausencia de la información
definitiva respecto a la identidad de la gema. Para escribir “la gema mágica” o una expresión similar sería
solo describirla, y en términos vagos, mientras el narrador es conocido como una piedra muy especial que
tenía este nombre.
2
La sintaxis aquí no es clara.
3
Es decir, la puerta de su lugar de residencia temporal. No había llegado a casa ahí.
4
Literalmente, “que sea buena suerte,” bhadraṃ astu.
EL KUŚA JĀTAKA

palacio a menos que quieras encontrar problemas.” El Rey Kuśa respondió,


“Señora, soy tu esposo. Soy el Rey Kuśa.” La reina dijo, “Tu no eres mi
esposo. No eres el Rey Kuśa. ¿acaso no sé como se ve el Rey Kuśa? Sería una
suerte si el Rey Kuśa fuera como tú en complexión y forma, porque entonces
estaría bendita con la mejor de las bendiciones.”
El Rey Kuśa entonces escondió la cadena de perlas con el jyotirasa en su ropa
y retomó su apariencia anterior en complexión y forma. Sudarśanā dijo, “Su
majestad, ¿por qué haces este truco de ilusión?” El Rey Kuśa respondió,
“Señora, este no es un truco de ilusión. Por el contrario, 1 estaba pensando en
suicidarme cuando Śakra, señor de los devas, me dio esta cadena de perlas con
gemas jyotirasa en ella, diciendo, ‘Su majestad, no te mates, ponte esta cadena
de perlas con la gema jyotirasa en tu cabeza, y luego en Jambudvīpa no habrá
nadie igual en complexión y forma. Cuando desees recuperar tu complexión
y forma original, esconde esta cadena de perlas con las joyas jyotirasa en tu
ropa. Entonces tendrás tu apariencia de vuelta.’ Es entonces un favor hecho
por Śakra, señor de los devas.” La Reina Sudarśanā dijo, “Yo, también tengo
un favor concebido por Śakra, señor de los devas, en que haya hecho que te
veas así.” Y la reina añadió, “Su majestad,” dijo, “nunca escondas la cadena
de perlas con la joya jyotirasa. Que esa belleza sublime sea tuya todo el
tiempo. Serás más aceptado por todo el reino y toda la gente” y así el Rey
Kuśa retuvo su complexión y forma, y siguió viviendo como un deva.
Luego los cuatrocientos y noventa y nueve príncipes en Benarés, los ministros
y oficiales escucharon que el Rey Kuśa venía, y fueron todos a encontrarlo. El
Rey Kuśa venía montando un fuerte elefante y acompañado por un ejército de
cuatro divisiones. Ahora los príncipes y oficiales del ejército no reconocieron
al Rey Kuśa, y se preguntaban el uno al otro, diciendo, “¿Quién es este rey
que viene lindo, hermoso, digno, con complexión y forma noble, y montado
en un elefante? No vemos al Rey Kuśa.”
El Rey Kuśa pensó, “No me reconocen.” Así que mientras montaba el elefante
escondió la cadena de perlas con la gema jyotirasa en su mano, y retomó su
complexión anterior.
Los cuatrocientos y noventa y nueve príncipes, los ministros y oficiales de
ejercito al ver al Rey Kuśa en su propia forma estaban alarmados y aterrados.
Cayeron a sus pies y le dijeron, “Su majestad, no sabíamos que era nuestro
rey.” Entonces el Rey Kuśa explicó el tema a sus hermanos, los ministros, y
los oficiales del ejército. “Amigos,” dijo, “Śakra, señor de los devas, me dio
una cadena de perlas con gema jyotirasa, diciendo, ‘amárrala en tu cabeza y
no habrá nadie como tú en complexión y forma’.” Los príncipes, ministros y

1
Api tu.
55

oficiales de ejército le dijeron al rey, “Śakra nos ha concedido un gran favor,


en que haya arreglado la complexión del rey.”
Y así el Rey Kuśa fue a Benarés con gran magnificencia y esplendor real y
con una noble complexión y forma. Entró al palacio real donde saludó a
Alindā, la reina madre, se inclinó a sus pies y se paró frente a ella. Ahora,
Alindā, la reina madre, no lo reconoció. Ella preguntó, “¿Dónde está mi hijo?
¿Dónde esta el Rey Kuśa?” El Rey Kuśa respondió, “Madre, soy tu hijo. Soy
el Rey Kuśa.” Pero la reina madre dijo, “No eres mi hijo. No eres el Rey Kuśa.
Seguramente el Rey Kuśa ha sido asesinado por alguien o está muerto, por
que él no aparece. ¡Ay de mí! Moriré desprotegida porque1 a mi hijo.”
Luego el Rey Kuśa, viendo a su madre lamentándose así, se sacó la cadena de
perlas con la gema jyotirasa y la escondió en su ropa, y recuperó su
complexión y forma antigua. Alindā, la reina madre, estaba feliz cuando vio a
su hijo en su antigua complexión y forma. Le preguntó, “Hijo mío, ¿Cómo es
que has obtenido esta complexión y forma?” El Rey Kuśa respondió, “Madre,
Śakra, el señor de los devas, me dio una cadena de perlas con gemas jyotirasa.
Cuando la ato a mí2 mi complexión y forma se vuelve como la que viste
antes.”3
Alindā, la reina madre, estaba feliz y complacida. Ella dijo, “He visto a mi
hijo con tal nobleza y complexión y forma como siempre he querido.” Y todas
las mujeres de la corte, también, viendo la nobleza del Rey Kuśa de
complexión y forma estaban felices y complacidas.
Así, todas las veces que el Rey Kuśa se ataba la cadena de perlas, que había
sido dada por Śakra, señor de los devas, se convirtió en un deva, y cuando lo
escondía en su mano retomaba su antigua forma. Así el Rey Kuśa gobernó en
Benarés con éxito ilustre y prosperidad, triunfante sobre rivales y enemigos.

Y en esa ocasión el Exaltado recitó el siguiente verso ante las Cuatro


Asambleas4 y el resto de la multitud.
Todos los temas del hombre virtuoso son exitosos como le pasó al Rey
Kuśa que fue reunido con su esposa y su gente.
Puede ser, monjes, que piensen que esta ocasión el rey llamado Kuśa en ese
tiempo y en esa ocasión era alguien más. No deben pensar eso. Porque en ese
tiempo y en esa ocasión yo era el Rey Kuśa. Pueden pensar que en ese tiempo

1
Leyendo yaṃ para yo.
2
Tato me ‘pinaddho etena- La lectura no puede ser correcta, por que el participio no va ni con ekāvalikā ni
con ratnam. Quizás deberíamos leer apinaddhena, instr. Absoluto, que se ajustaría más a la sintaxis.
3
Literalmente “se vuelve así,” edṛiśo saṃvṛitto.
4
Es decir, la asambleas de monjes, monjas, laicos devotos, como en A. 2. 132.
EL KUŚA JĀTAKA

y en esa ocasión Mahendraka, Rey de los Madrakas, era alguien más. No debes
pensar eso, porque era este Śākyano, Mahānāma. Pueden pensar que Alindā,
la madre reina, era alguien más. No debes pensar eso, porque era la Reina
Māyā. Pueden pensar que Sudarśanā era alguien más. No deben pensar eso.
Ella era Yaśodharā aquí. Pueden pensar, monjes, que él que era el jefe de los
siete reyes y se llamaba Durmati era alguien más. No deben pensar eso, porque
era el malvado Māra, y los otros reyes eran su séquito. Luego, también, el
malvado Māra con su séquito fueron destruidos por el ruido de mi toz, igual
como el ha ahora, con su poder y ejército, sido destruido al pie del árbol bodhi
por el sonido de mi toz.
57
EL KUŚA JĀTAKA

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