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11-11-2018 Política

Monetaria, Fiscal
y Cambiaria
POLITICA MONETARIA

Es una rama de la política económica (es la estrategia que formulan los gobiernos
para conducir la economía de los países) que usa la cantidad de dinero como
variable para controlar y mantener la estabilidad económica, para ello la máxima
autoridad monetaria usa mecanismos como la variación del tipo de interés, y
participa en el mercado de dinero. A través de la política monetaria el Banco central
incide sobre el costo del dinero y la disponibilidad del crédito para todos los sectores
de la economía.

Es un Conjunto de decisiones que toma la autoridad monetaria de cada país,


respecto a la fijación del tipo de interés y el control de la cantidad de dinero en
circulación (oferta monetaria), con el fin de facilitar el crecimiento económico, reducir
el desempleo y alcanzar la estabilidad de precios. Aunque también persigue el
crecimiento económico y el pleno empleo, el objetivo principal de la política
monetaria es la estabilidad de los precios. Se le llama política monetaria a los
cambios en las tasas de interés y en la cantidad de dinero en la economía. Estas
acciones están controladas por el Banco Central. El principal objetivo de la política
monetaria es mantener la inflación bajo control. Para lograr este objetivo, el Banco
Central trata de impedir que la cantidad de dinero se expanda demasiado rápido.

La política monetaria consiste en los cambios en las tasas de interés y en la cantidad


de dinero en la economía. La cantidad de dinero en una economía se determina por
el Banco Central y por el sistema financiero en su conjunto
BANCO CENTRAL

Institución pública cuya finalidad primordial es proponer y aplicar las medidas de


política monetaria y crediticia de un país con el objeto de contribuir al buen
funcionamiento de la economía nacional.

Los objetivos y las metas del Banco Central

El Banco Central conduce la política monetaria del país, lo que significa que ajusta
la cantidad de dinero en circulación. Los objetivos del banco central es tratar de
mantener la inflación bajo control, preservar el valor de la moneda, mantener el
pleno empleo, moderar el ciclo económico, contribuir al logro del crecimiento a largo
plazo y mantener la estabilidad del sistema financiero. El éxito completo en la
búsqueda de estos objetivos es imposible y el objetivo más modesto del Banco
Central es mejorar el desempeño de la economía y acercarse a los objetivos que
lograría un enfoque de “no intervención”. Si dicho Banco Central mejora o no el
desempeño económico es una cuestión en la que hay toda una gama de opiniones.

Las metas de la política monetaria son los objetivos principales del Banco Central.
Su meta principal es mantener la estabilidad del nivel de precios.

Los objetivos más importantes del Banco Central son:

 Combatir la Inflación (velar por la estabilidad de los precios internos)

El control de la inflación se realiza para evitar que el valor de la moneda se deprecie,


ya que esto puede distorsionar el sistema de precios, empobrecer aún más a los
estratos de menores ingresos, generar inestabilidad económica y con esto
perjudicar la inversión.
 Asegurar el normal funcionamiento de los pagos internos

Se refiere a permitir que las personas y empresas tengan los instrumentos


necesarios para realizar sus transacciones. Los instrumentos más usados para
estos fines son el papel moneda (billetes y monedas) y cheques.

 Asegurar el normal funcionamiento de los pagos externos

Esto se entiende por las transacciones que los residentes del país realizan con los
residentes en el exterior. Estas transacciones se reflejan en una cuenta llamada
Balanza de Pagos. El velar por su normal funcionamiento significa evitar crisis en
esta cuenta que de alguna manera interrumpan dichas transacciones.

Tipos de política monetaria

Política Monetaria expansiva

Se aplica cuando existe una baja actividad económica (insuficiencia de Demanda


agregada) y, por lo tanto, hay capacidad productiva sin utilizar, generándose
desempleo (generalmente en épocas de recesión o de crisis). Su objetivo es
estimular la economía, mediante el aumento de la oferta monetaria y la bajada de
los tipos de interés.

Cuando la oferta monetaria (cantidad de dinero en manos del público) no es


suficiente para adquirir todo lo que la economía es capaz de producir, existe
capacidad productiva sin utilizar y, por lo tanto, se produce desempleo.

Para eliminar este desempleo, la autoridad monetaria (banco central) tendrá que
aumentar la oferta monetaria o reducir los tipos de interés.

Aumentar la oferta monetaria: Al aumentar la cantidad de dinero, aumentará la


capacidad de gastos (de las familias) y de inversión (de las empresas), con lo que
aumentará la producción (y la demanda agregada), que influirá positivamente sobre
el empleo.

Reducir los tipos de interés: Al bajar los tipos de interés (dinero más barato),
disminuye el coste de los préstamos y existirá un mayor acceso a ellos. Por
consiguiente, tanto las familias como las empresas tendrán más capacidad para
consumir e invertir, aumentando así la producción y el empleo.

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (aumento de la oferta monetaria


y disminución de los tipos de interés), además del aumento de la producción y del
empleo, se generará subida de los precios y, posiblemente, inflación.

Política Monetaria restrictiva

Se aplica cuando la actividad económica es excesiva (exceso de demanda


agregada) y existe, por lo tanto, riesgo de una evasión significativa de la inflación.
Su objetivo es estabilizar los precios mediante la reducción de la oferta económica
y la subida de los tipos de interés.

Cuando existe un exceso de dinero en circulación (sin haberse registrado un


incremento de la producción), existe riesgo de subida de precios (inflación).

Para paliar este riesgo, el gobierno puede contraer la demanda utilizando las
mismas variables que la política monetaria expansiva (oferta monetaria y tipo de
interés), pero en sentido contrario: reducir la oferta monetaria o aumentar los tipos
de interés:

Disminuir la oferta monetaria: El estado, mediante los instrumentos que dispone


puede disminuir la cantidad de dinero en circulación, con lo que reducirá la
capacidad de consumo y de inversión de las familias y las empresas. Con esto se
consigue disminuir la demanda agregada y, por la ley de la oferta y la demanda, una
bajada de los precios (reducción de la inflación).

Aumentar los tipos de interés: Con ello se incrementan los costes de los
préstamos y, por lo tanto, se limita el acceso a obtener dinero (familias y empresas
verán recortadas sus capacidades para consumir e invertir). Esta disminución del
consumo y de la inversión se traducirá en un descenso de la demanda agregada,
de la producción y del nivel general de los precios (reducción de la inflación).

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (disminución de la oferta


monetaria y aumento de los tipos de interés), además de la bajada de los precios,
se generará disminución de la producción y, por consiguiente, disminución del
empleo.
POLITICA FISCAL EN CHILE

Actualmente, varios países utilizan reglas fiscales en sus gobiernos y en el mundo


su aplicación ha aumentado rápidamente: según el Fondo Monetario Internacional,
en 1990 sólo 9 países contaban con una regla fiscal, cifra que aumentó a 96 el año
2015.

La política fiscal es un factor esencial para que un país cuente con una base
macroeconómica sólida y saludable, para esto, es necesaria la existencia de reglas
e instituciones que guíen de alguna manera el gasto fiscal. Sin embargo, sabemos
que contar con una regla no significa que ésta se cumpla, es más, los gobiernos no
siempre la respetan y tampoco hay sanciones por ello, por tanto, mecanismos que
aseguren su cumplimiento son deseables pues le otorgan mayor institucionalidad.

Para muchos países, la necesidad de contar con disciplina fiscal hoy en día es un
hecho indiscutido, el punto es que es un problema difícil de resolver. Las reglas
fiscales deben existir en conjunto con instituciones que las apoyen y estas
instituciones no son suficientes ni absolutamente necesarias, pero son de gran
ayuda. Lo importante es que se logre un sistema de resguardo de la disciplina fiscal
que sea efectivo y eficiente, de modo que se permita a las instituciones aplicar las
reglas con claridad y transparencia.

En nuestro país contamos con una historia bastante favorable en términos fiscales
en relación con otras economías, razón por la que quizás no se han hecho hasta
ahora mayores modificaciones a nuestra regla, Sin embargo, en los últimos años se
ha presenciado un rápido incremento de la deuda bruta del Gobierno Central y un
aumento del déficit efectivo, además de pasar a llevar la meta de balance estructural
establecida por el Ministerio de Hacienda. Esto da pie para replantearse nuestra
regla fiscal, revisarla y modificarla.
En la actualidad en Chile existe una regla de política fiscal desde el año 2001, que
se basa en el concepto de “balance estructural del Gobierno Central Consolidado”.
El término “estructural” busca obtener una mirada de mediano plazo, a diferencia
del análisis tradicional basado principalmente en el balance efectivo. De esta
manera, lo que realiza esta política es estimar los ingresos del Gobierno Central
ajustándolos por el ciclo económico y autorizar de esta manera un incremento del
gasto público consistente con los ingresos más permanentes de la economía.
Dicho de otra forma, la política de Balance Estructural se traduce en ahorros en
tiempos de expansión de la actividad económica, cuando se reciben ingresos
mayores por causa del ciclo, precisamente para poder gastarlos ya sea cuando la
economía se contrae, y los ingresos fiscales caen, o cuando se enfrentan
coyunturas que hacen que las necesidades de gasto aumenten.

La utilización de una regla fiscal en Chile desde el año 2001 ha generado una serie
de beneficios para la economía. Sin embargo, la regla que tenemos es falible. Esto
se ha mostrado en los últimos años, donde ha habido un rápido avance de la Deuda
Bruta aun habiendo cumplido con la meta establecida por el Ministerio de Hacienda,
hasta el año fiscal 2016.

Estamos así frente a una regla fiscal que debiera, a todas luces, ser revisada. En
su estructura se tiene que, en contraposición a lo que ocurre en otros países,
nuestra regla no es mandataria, no posee cláusulas de escape y es bastante
compleja, difícil de comprender y de comunicar.
POLÍTICA CAMBIARIA

La política cambiaria atiende el comportamiento de la tasa de cambio de divisas. Es


un tipo de cambio que equilibra el tipo de cambio nominal con el tipo de cambio real,
nace de la implementación de instrumentos y medidas aplicadas por un gobierno,
con el objetivo de regular el tipo de cambio de una moneda.

Sus objetivos son:

- Busca controlar el tipo de cambio ideal de una divisa.


- El manejo de la inflación, las exportaciones y importaciones
- Lo que a la vez redunda en el empleo y el crecimiento económico.

Divisa

No es más que la moneda extranjera respecto a un país referencial.

Tipo de cambio nominal

Es el precio de una moneda en términos de otra.

Tipo de cambio real

Entre las monedas de dos países es un indicador de los precios de una cesta de
bienes y servicios de un país en relación a la de otro país.

¿Qué es tasa de cambio?

Dicha tasa es un indicador que expresa cuantas unidades de una divisa se


necesitan para obtener una unidad de la otra.
El manejo de las divisas es unos de los aspectos más complejos de la economía de
un país, conseguir un tipo de cambio adecuado a la realidad y a las circunstancias
económicas es una compleja y de gran importancia que tiene efectos en los más
diversos aspectos de la vida económica de un país. La implementación de
instrumentos y medidas aplicadas por un gobierno, con el objetivo de regular el tipo
de cambio de una moneda.

La política cambiaria busca controlar el tipo de cambio ideal de una divisa, puesto
que el tipo de cambio tiene efectos directos sobre diversos aspectos de la economía
de un país y en definitiva con el manejo de la inflación la exportación e importaciones
que la vez redunda el empleo y el crecimiento económico

El tipo de cambio de un país refleja su oferta y demanda de divisas, aunque la oferta


proviene básicamente de la importación y los flujos de entradas de capitales, y la
demanda de la necesidad de importar bienes y servicios

Las expectativas sobre el futuro de la balanza de pagos a menudo juegan también


un papel en la determinación de la tasa de cambio del momento. En la mayor parte
de las circunstancias el tipo de cambio también responde a las tasas de inflación
interna por la siguiente razón: un incremento en los precios nacionales superior al
aumento de precios en los socios comerciales torna las exportaciones del país
menos competitivas y sus importaciones más atractivas, Por lo tanto, si los otros
factores no varían esto disminuiría la oferta futura en divisas con relación a la
demanda y por ende hará que este tipo de cambio se deprecie.

En este sentido simple, haciendo abstracción de los flujos de capital, el tipo de


cambio no controlado tendera a moverse con el tiempo en consonancia con el
diferencial entre la inflación interna y la externa, manteniendo así la paridad del
poder adquisitivo entre el país y sus socios comerciales, eta es la tendencia a largo
plazo, pero puede haber variaciones considerables en el corto plazo alrededor de
las tendencias, especialmente en respuesta a las fluctuaciones de los flujos de
capital.

Dado que la depreciación del tipo de cambio encarece las importaciones, los
movimientos del tipo de cambio alimentan adicionalmente la inflación interna. Sin
embargo, los aumentos de la tasa de inflación inducidos por el tipo de cambio
tienden a ser proporcionalmente menores que la depreciación cambiaria misma
(usualmente 50 por ciento a 70 por ciento de la depreciación). Por lo tanto, si la
inflación se puede controlar con políticas fiscales y monetarias apropiadas, los
movimientos del tipo de cambio y la tasa de inflación disminuirán y eventualmente
cesarán, dando como resultado la estabilidad de los precios.

Actualmente, la depreciación que presente la moneda estadounidense afecta


negativamente las economías emergentes o en desarrollo, puesto que se ha
acentuado el déficit comercial, en la medida en que se obtiene menos por las
exportaciones y se hace más económico importar, lo que contribuye a un
desbalance comercial. A la par con la revaluación de la moneda local, se presenta
un incremento importante en los indicies de inflación, lo que es un factor que
adicionalmente afecta la capacidad de consumo interno de un país. El nivel de
consumo depende del nivel de ingresos de la población, y el nivel de ingresos a la
vez depende de las exportaciones, y estas al verse disminuidas por efecto de la
revaluación de la moneda, disminuyen la capacidad de consumo, lo mismo que hace
la inflación al afectar directamente la capacidad adquisitiva del dinero, por lo que se
convierte en un círculo vicioso que exige una correcta política cambiaria
encaminada a corregir las situaciones generadoras de estas dificultades.
La solución a los problemas causados por el tipo de cambio de un país es mucho
más compleja que decidir revaluar o devaluar la moneda, toda vez que el tipo de
cambio depende de muchos factores, y a la vez afecta otros muchos factores que
se interrelacionan constantemente dentro del dinamismo propio de una economía
de mercado, lo que la hace compleja y en muchos casos impredecible.

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