Pontificia Universidad Javeriana

Estudios de población
Nicolás Camilo Vera
El vicio, de categoría analítica a categoría moral: La demografía como ciencia de la
clasificación humana

El joven Malthus provenía de una familia acomodada en la alta sociedad inglesa,

su padre Daniel Malthus se codeaba con los gentlemen ingleses y compartía tardes
del té y largas caminatas con grandes personajes de renombre como Hume. Dentro
de estas condiciones tan favorables nacería Thomas Robert Malthus en el año de
1766, en la “pequeña y elegante residencia” (Malthus, 2000, pág. 11), cercana a
Dorking. Mathus pasó sus años de juventud influenciado por el gran amigo de su padre
Jean Jacques Rousseau en distintos temas del conocimiento, y concreta sus estudios
en literatura y teología en la Universidad de Jesús College.
Malthus se interesaría por la economía, leyendo a los clásicos ingleses como
Ricardo o Adam Smith, así como por el método científico, basado en los avances de
las ciencias naturales. Tras largas discusiones académicas y esbozos de un trabajo
intelectual a través de publicaciones de ensayos y escritos menores, Malthus publica
su libro: Primer ensayo sobre la población en 1798. Finalmente muere en 1833 tras
una larga vida de reflexión y construcción de conocimiento.
En el Primer ensayo sobre la población, Malthus propone un análisis interesante
sobre el crecimiento de ésta. La población debe aumentar de manera geométrica,
mientras que la producción de alimentos para sostenerla debe hacerlo de manera
aritmética. Dicho de otras palabras, el crecimiento de la población crece mucho más
rápido que lo hace la producción de los alimentos que la puede mantener. Ahora bien,
dentro del análisis que realiza Malthus, es posible evidenciar formulación de
categorías para comprender por qué la población crece como lo hace. Estas
categorías se encuentran bajo la ley natural restrictiva (Malthus, 2000, pág. 69), que
en el hombre causan la miseria y el vicio.
Ahora bien, para Malthus, el vicio es una variable medible en cualquier sociedad
y muestra cómo avanza o retrocede la población. A estas categorías impuestas como
naturales, Malthus responde que una sociedad podrá avanzar siempre y cuando
busque la virtud, comprendía dentro de una moralidad cristiana, a través del trabajo,
la austeridad, el matrimonio precoz y la razón. En este comentario, se propondrá que
la categoría de vicio como categoría analítica da cuenta de su construcción como
categoría moral, dando paso a la configuración de relaciones sociales condicionadas
bajo esta, que se establecen como parte de la naturaleza. En ese sentido, se plantea
a modo de hipótesis que Malthus quiere dar cuenta de una verdad moralizada como
natural, a través del uso de herramientas científicas.
Con esto se quiere llevar a discusión el pale de la demografía como herramienta
metodológica de los Estados para medir en que condiciones están sus poblaciones y
con respecto a esto, conocer dónde es necesario el uso del monopolio de la fuerza,
bien sea a modo de institución, para corregir el comportamiento de la población, con
el fin de servirle a sus intereses.
Malthus utiliza la ley restrictiva como una ley natural que afecta el crecimiento de
la población de manera positiva. Aunque si bien existen restricciones para todas las
clases sociales, las clases sociales más bajas sufrirán de hambrunas, guerras y falta
de trabajo y esto, será lo que Malthus denomine como obstáculo positivo para el
crecimiento desmedido de la población. El vicio es entonces, una categoría analítica
que afecta a todas las clases sociales, aunque lo hace de diferente manera para cada
una de estas. Ahora bien, ¿cómo resolver el problema del vicio y la miseria en las
clases más bajas?
Evidentemente para Malthus las políticas sociales o las denominadas Ley de
pobres del siglo XVI en Inglaterra ocasionaban más miseria que la que pretendían
querer resolver. El problema de estas políticas publicas era que cohercionaban el bien
más preciado del individuo, es decir la libertad y que, era necesario proponer que, en
situaciones adversas, aquellos que quedaran sin trabajo pudieran vivir de sus ahorros,
así como aprender a trabajar y ser disciplinado. Para que la población creciera en sus
justas proporciones, era necesario eliminar o llevar al mínimo a la miseria y el vicio.
Malthus no propone que la miseria y el vicio se acabe, sino que la superior fuerza de
la población sea contenida por estos, para que la población efectiva se pueda
mantener al nivel de los medios de producción de alimentos (Malthus, 2000, pág. 143).
Al designar la miseria y el vicio como elementos que contienen naturalmente a la
población, Malthus también designa a quienes contienen la miseria y el vicio de crecer.
Los pobres serán quienes naturalmente se vean afectados por estas categorías y, el
vicio como categoría de análisis, se mediría según la cantidad de gente de bajos
estratos sociales que hubiera en una población. Malthus ordena una diferenciación
social que debe ser natural y, aunque si bien Malthus esté en contra de las grandes
desigualdades entre campesinos, labradores obreros y terratenientes y capitalistas,
dirá que hay una diferenciación natural y necesaria para que la población crezca y se
mantenga en sus justas medidas.
En ese sentido, la categoría de vicio se construye como categoría moral en tanto
que designa y separa lo que es bueno de lo que no, Malthus postula que el vicio es
natural y contiene el crecimiento poblacional, pero lo hace comparándolo a través de
una ideología cristiana, así como una fuerte corriente política liberal. Es decir que todo
lo que este bajo la idea de la libertad y el orden, así como dentro de un matrimonio,
preferiblemente precoz, y unas reglas de trabajo estrictas, será considerado como
vicio. Malthus ordena simbólicamente al mundo de la población demográfica en cuanto
a lo que es productivo para el avance social y lo que no. Es posible decir, desde Michel
Foucault, que el ordenamiento de la población de Malthus responde a unas formas
específicas de categorizar la realidad, es decir de darle un sentido.
El sentido categórico de Malthus se respalda a través de la naturalidad de su
ordenamiento. Por tanto, su establecimiento será inalterable y sus condiciones deben
de ser siempre universales. Pensar que las desigualdades y la miseria deban ser
cuestiones naturales que afecten a una parte de la sociedad, presenta un dilema ético
para el investigador de hoy en día. Por otra parte, pueden legitimar a un uso de la
demografía por parte del Estado como una herramienta de diferenciación y
clasificación que perpetúe las desigualdades sociales.
A modo de conclusión abierta, es necesario pensar si hemos podido reflexionar
como investigadores sociales, sobre el papel de la demografía como una herramienta
estatal que permite construir categorías a partir de la desigualdad. Es necesario
preguntarnos por el papel de la demografía dentro de la construcción de Estado nación
y su uso, por parte de este, como impulsora de proyectos políticos y económicos.
Bibliografía
Foucault, M. (2010). Las palabras y las cosas, una arqueología de las ciencias humanas. México
D.F.: Siglo XXI editores.

Malthus, R. (2000). Primer ensayo sobre la población. Madrid: Alaianza Editorial.