Química Inorgánica I

Molécula

(Clorofila)

Maestro:

Ramón Armas

Alumnos:

Celaya Rodríguez Jorge

Murrieta Valdez Christopher

Torres Ortiz Alondra

Carrera:

Químico Biólogo Clínico

10-05-2017
Clorofila

Clorofila, pigmento que da el color verde a los vegetales y que se encarga de

absorber la luz necesaria para realizar la fotosíntesis, proceso que transforma
la energía luminosa en energía química. La clorofila absorbe sobre todo la luz
roja, violeta y azul, y refleja la verde. La gran concentración de clorofila en las
hojas y su presencia ocasional en otros tejidos vegetales, como los tallos, tiñen
de verde estas partes de las plantas. En algunas hojas, la clorofila está
enmascarada por otros pigmentos. En otoño, la clorofila de las hojas de los
árboles se descompone, y ocupan su lugar otros pigmentos.

La molécula de clorofila es grande y está formada en su mayor parte por

carbono e hidrógeno; ocupa el centro de la molécula un único átomo de
magnesio rodeado por un grupo de átomos que contienen nitrógeno y se llama
anillo de porfirinas. La estructura recuerda a la del componente activo de la
hemoglobina de la sangre. De este núcleo central parte una larga cadena de
átomos de carbono e hidrógeno que une la molécula de clorofila a la membrana
interna del cloroplasto, el orgánulo celular donde tiene lugar la fotosíntesis.
Cuando la molécula de clorofila absorbe un fotón, sus electrones se excitan y
saltan a un nivel de energía superior, esto inicia en el cloroplasto una compleja
serie de reacciones que dan lugar al almacenamiento de energía en forma de
enlaces químicos.

La clorofila se puede extraer fácilmente mediante solventes orgánicos polares,

como etanol, metanol o acetona, y utilizarse como colorante alimentario.

Desde un punto de vista natural, la clorofila es utilizada como un suplemento

antioxidante, rico en vitaminas, revitalizante y energizante. Los beneficios de la
clorofila son más potentes si se consume en forma de alimentos naturales. Por
ejemplo, el brócoli, el mango, el diente de león o la zanahoria contienen,
además de la clorofila, otros flavonoides y nutrientes que suman o potencian
sus efectos beneficiosos: ácidos grasos esenciales, prebióticos, ácido fólico,
vitamina C, quercetina, rutina, resveratrol, antocianinas, hesperidina, calcio,
magnesio,etc.

Desde un punto de vista de la medicina natural, la clorofila resulta importante

por sus propiedades antioxidantes, vitamínicas, anticancerígenas,
antibacterianas y energizantes.

Existen fundamentalmente dos tipos de clorofila:

Clorofila A (C55H72O5N4Mg): Es el tipo de clorofila más habitual, ya que las

3/4 partes de clorofila verde pertenecen a este tipo. Los higos, tomates,
espinacas y las hojas de stevia son muy ricos en este tipo de clorofila.

Clorofila B (C55H70O6N4Mg): Menos frecuente que la clorofila A. Aparece en

plantas, algas verdes y en otros organismos como algunas cianobacterias (las
cloroxibacterias). La espirulina i el alga kelp son ricas en este tipo de clorofila.
Los otros tipos de clorofila son menos frecuentes, como la clorofila C1 y la
clorofila C2 que aparecen en las algas rojas y algunas algas más primitivas. La
clorofila D es aún más exclusiva, apareciendo en la cianobacteria
(Acaryochloris marina) y una alga marina.

Referencias Bibliográficas

http://www.fq.uh.cu/dpto/qi/ino2/complejos/clorofila.htm

https://fotosintesis605.wikispaces.com/Pigmentos+fotosint%C3%A9ticos

http://milksci.unizar.es/bioquimica/temas/pigmentos/clorofila.html