De acuerdo con mi opinión, la corrupción en Latinoamérica es una de las principales

preocupaciones, porque ha afectado la salud de la democracia en la región, ya que ha

tejido una red que integra todo el sistema de gobierno de países desde los entes de menor
jerarquía hasta incluir como si bien se sabe algunos jefes de estado. Puesto si se mira
con perspectiva histórica lo que ha sucedido en las últimas décadas, se choca con un
panorama en el que la mayoría de países que lograron superar dolorosos procesos de
dictaduras depositaron su confianza en el sistema democrático para fortalecer las
instituciones y el imperio de las libertades.

Pero a pesar de que, los electores ponen la esperanza en un jefe de gobierno para ver un
cambio hemos visto que la realidad de quienes han encarnado ese sentir ha estado muy
por debajo de las expectativas, pues han terminado robándose en varios casos el erario
público o vendiendo los intereses colectivos de una nación a intereses particulares.
La corrupción va más a fondo, puesto que se ha convertido en un problema cultural ya que
nuestras sociedades la acogen como parte de la vida cotidiana de las personas. Es algo
que se ve como normal y necesario para agilizar un trámite sencillo o hasta grandes
negocios, y por su puesto cabe destacar que de esto se valen los grandes corruptos para
seguir manteniendo la hegemonía y controlar gobiernos a la cabeza de presidentes
corruptos para desangrar naciones y utilizar el dinero del estado para aumentar sus cuentas
personales.

Como hemos visto el arraigo que ha enjergado la corrupción en las sociedades, a

pesar de la lucha de algunos entes estatales en contra de estos, también cabe
destacar que este problema ha tomado ventaja, porque la misma sociedad lo ha
tomado como base prioritaria para conseguir las cosas sin importar que están
vendiendo la dignidad de la nación solo por migajas mientras que los líderes de la
corrupción se quedan con todo el pastel que representa el erario estatal para su
conveniencia y estos mismos se encargan de elegir presidentes para que los sigan
beneficiando, sabiendo que los jefes de estados son pasajeros en un gobierno y
los que en verdad duran tras el poder que son los que manejan los hilos del estado
que son los grandes corruptos y que siguen lucrándose del desagregare de los
países. Pero cabe destacar que para generar un cabio la lucha contra la corrupción
tiene que tener dos partes. Uno es la justicia, que sea capaz de llevar a fin procesos
ejemplarizantes para la sociedad y que impliquen la recuperación patrimonial.