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SEPARACION DE HECHO

CAS. Nº 988-2013 LIMA DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.

Lima, diez de junio de dos mil catorce.

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA:

En discordia; vista la causa número novecientos ochenta y ocho guión dos mil trece, en
Audiencia Pública de la fecha y producida la votación correspondiente de acuerdo a ley,
emite la siguiente sentencia.

MATERIA DEL RECURSO.- Se trata en el presente caso del recurso de casación,


interpuesto por Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez de folios mil diez a mil quince,
contra la sentencia de vista (número seis) de fecha veintinueve de octubre de dos mil
doce, de folios novecientos noventa y ocho a mil tres, expedida por la Primera Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la
apelada (resolución número cincuenta) de fecha dos de abril de dos mil doce, de folios
novecientos treinta y cuatro a novecientos cuarenta, la cual declara fundada en parte la
demanda, sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; en los seguidos por Jorge
Tulio Cosentino Soler contra Fredesvinda Gladys Agrega Rodríguez y el Ministerio
Público.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha


veintidós de agosto de dos mil trece, de folios cuarenta y cinco a cuarenta y siete del
cuadernillo de casación, ha estimado procedente el recurso de casación por las causales
de infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
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material. La recurrente denuncia:

i) Infracción de su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso;


señalando que; a) Cuando el demandante pidió la constatación policial de fecha treinta
de diciembre de dos mil cuatro (sobre retiro voluntario de la casa conyugal) se encontraba
vigente la medida cautelar de suspensión de deber de cohabitación ordenada por el
Décimo Primer Juzgado de Familia, Expediente número 183511-2002, como medida
cautelar, que fue concedida por resolución número uno, de fecha diecisiete de noviembre
de dos mil cuatro, por el período de seis (6) meses, es decir, que el demandante se
aprovechó de tal contingencia para sorprender a la policía y después a las autoridades al
indicar que se alejaba del hogar conyugal por voluntad propia, cuando en realidad existía
un mandato judicial que se lo ordenaba; consecuentemente, la constatación policial no
puede ser tomada en consideración; asimismo, por resolución de fecha diecisiete de
noviembre de dos mil cinco (folio doce) se otorgó nueva medida cautelar al demandante
sobre suspensión de deber de cohabitación, con vigencia hasta el quince de noviembre
de dos mil seis; y, posteriormente, por resolución del cuaderno de violencia familiar, de
fecha seis de noviembre de dos mil seis, se amplió la medida hasta el cinco de noviembre
de dos mil siete; b) La recurrida señala que no obra en autos pruebas que determinen la
existencia de un cónyuge perjudicado con la separación; sin embargo, no se ha
considerado que el perjuicio causado por el actor se encuentra debidamente acreditado,
tal como aparece de la resolución citada en el Proceso número 183513-2005, en el cual
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se otorgaron medidas de protección a favor de la recurrente a fi n de que el demandante


se abstenga de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro su integridad
física, psíquica o moral. Además, se vio precisada a recurrir al amparo constitucional para
que se reconociera su derecho alimentario; y,

ii) Infracción del inciso 12 artículo 333 del Código Civil, refiriendo que con la decisión
del Juzgado computando el tiempo de separación ordenado por los Juzgados de Familia
se estaría colisionando con el elemento subjetivo, que consiste en la interrupción
intencional de la convivencia por la voluntad de no continuar con la cohabitación porque,
en el caso de autos, esa voluntad ha sido impuesta por una autoridad debido a una
problemática familiar, no pudiéndose hacer uso de este mecanismo para disolver el
matrimonio que estaría constituyendo una causal más para el divorcio en sí.

CONSIDERANDO:

Primero.- Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es necesario


hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se aprecia que
de folios cuarenta y uno a cuarenta y nueve Jorge Tulio Cosentino Soler solicita se declare
la disolución del vínculo matrimonial que le une con Fredesvinda Gladys Agreda
Rodríguez, por las causales de imposibilidad de hacer vida en común y de separación de
hecho. Como fundamento de su pretensión sostiene que contrajo matrimonio con fecha
veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y cinco, ante la Municipalidad Distrital
de San Isidro, departamento de Lima, no habiendo procreado hijos.

Que, se retiró voluntariamente de la casa conyugal con fecha treinta de diciembre de dos
mil cuatro. Que, después de seis (06) años de convivencia armoniosa surgieron
discrepancias en su matrimonio, las que se han ido agravando hasta el punto de hacer
imposible la vida en común. Que, su esposa, miembro de la Policía Nacional del Perú, se
le enfrentó interponiéndole continuas denuncias policiales por violencia familiar (maltrato
psicológico), acusándole injustamente de no contribuir con la manutención del hogar.
Además, presentaba continuas quejas en su centro de trabajo, el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo, con la finalidad de difundir una imagen negativa de su persona.

Además de las denuncias por violencia familiar, su esposa le demandó por alimentos ante
el Segundo Juzgado de Paz Letrado de Jesús María, la misma que fue declarada
infundada. Que, asimismo el veintisiete de abril de dos mil cuatro le denunció por
garantías personales, las cuales no le fueron concedidas. Que, la terapia de pareja no
podía prosperar por falta de voluntad de ambos cónyuges de mantener el vínculo. Es así
que no le quedó otra alternativa que el retiro de la casa conyugal, lo cual hizo efectivo el
treinta de octubre de dos mil cuatro, ya que resultaba la única forma de no dar más
motivos a las falsas denuncias de la demandada. Que, en el tiempo transcurrido desde
su retiro definitivo de la casa conyugal su salud psicológica se ha restablecido
plenamente, no siendo posible mantener el vínculo matrimonial con la demandada. Que,
por lo expuesto le resulta imposible hacer vida en común con la demandada. Que, con el
acuerdo conciliatorio celebrado ante el Décimo Primer Juzgado de Familia se pretendió
mantener el vínculo matrimonial, sometiéndoles a una terapia de pareja, la cual ha
fracasado, por lo que su matrimonio carece de viabilidad y no tiene objeto mantenerlo. En
todo caso, por estar separados de hecho por más de dos años procede declarar fundada
su pretensión.
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Segundo.- Tramitada la demanda según su naturaleza el juez de la causa, mediante


sentencia (resolución número cincuenta) de fecha dos de abril de dos mil doce, de folios
novecientos treinta y cuatro a novecientos cuarenta, declara fundada en parte la
demanda; en consecuencia, declara disuelto el matrimonio de ambas partes por la causal
de separación de hecho; no fi ja indemnización alguna y declara fenecida la sociedad de
gananciales; infundada por la causal de imposibilidad de hacer vida en común. Como
fundamentos de su decisión sostiene que:

i) Según copias certificadas de folios cuatrocientos sesenta y seis recién el dieciséis de


junio de dos mil ocho, en el principal de alimentos, se estableció suma líquida por
devengados (a cargo del demandante), es decir, con anterioridad al proceso de los autos;
además que según resolución de fecha veinte de julio de dos mil once (folio setecientos
noventa y ocho, cuadernillo de copias remitido) ya se tiene por cancelada la liquidación
de alimentos devengados; habiéndose cumplido con la formalidad establecida por el
artículo 345-A del Código Procesal Civil;

ii) Los elementos probatorios en su conjunto derivados del proceso de violencia familiar,
sumado a la posterior existencia del proceso de alimentos, son elementos que permiten
evidenciar una actitud deliberada de parte de ambos cónyuges de no hacer vida en
común, no teniendo la intención de compartir un mismo destino final en su vida conyugal,
lo que sumado a no haberse reanudado el deber de cohabitación desde el treinta de
diciembre de dos mil cuatro, permiten configurar los aspectos objetivo, subjetivo y
temporal de una separación de hecho, en que no hay hijos menores de edad, por tanto,
no es aplicable lo señalado en el artículo 335 del Código Civil; y,

iii) No puede concederse indemnización respecto de alguno de los cónyuges, máxime


cuando conforme al acta de conciliación del proceso de violencia familiar ninguno de los
dos se excluyó de la problemática allí debatida, sino que ambos evidenciaron una
problemática de maltratos mutuos, al extremo de haberse comprometido ambos a terapia.

Tercero.- Apelada dicha sentencia la Sala Superior la confirma mediante sentencia de


vista (resolución número seis) de fecha veintinueve de octubre de dos mil doce, de folios
novecientos noventa y ocho a mil tres, el Ad quem sostiene que:

i) Ambas partes coinciden en que el cónyuge se retiró del hogar conyugal con fecha treinta
de diciembre de dos mil cuatro y si bien la demandada alega que dicho alejamiento
responde a un mandato judicial del cuaderno de medida cautelar del proceso de violencia
familiar, ello no enerva que el mandato ha obedecido a una situación conflictiva latente
que atravesaba la pareja, pese a que habían arribado a una conciliación judicial, con fecha
veintiséis de diciembre de dos mil dos; ii) No se encuentra probado que las partes hayan
reanudado su vida conyugal, por lo que se ha configurado la causal demandada, toda vez
que las partes se encuentran separadas por un período superior al plazo de dos (2) años
que establece la norma; iii) A la fecha de presentación de la demanda (cuatro de enero
de dos mil siete) no existía en el proceso de alimentos suma líquida aprobada por
concepto de alimentos, así tampoco en el cuadernillo de asignación anticipada; iv) Recién
con fecha dieciséis de junio de dos mil ocho se aprueba un monto por concepto de
liquidación de pensiones alimenticias devengadas; además que, con fecha veinte de julio
de dos mil once, se expidió resolución estableciendo que el ahora demandante ha
cancelado el monto de la liquidación de pensiones alimenticias devengadas; y, v) En el
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caso de autos no existen pruebas que determinen la existencia de un cónyuge


perjudicado con la separación de hecho.

Cuarto.- Previo a responder los agravios planteados por la recurrente, debemos hacer
énfasis en el contenido jurídico del inciso 12 artículo 333 del Código Civil, configurada
como una causal objetiva, al comprobarse con el solo hecho de la ruptura de la vida en
común en forma permanente, por el tiempo establecido en dicha norma jurídica, es decir,
por un período de dos años en tanto no haya hijos menores de por medio, o cuatro años
cuando los hay, en ese sentido podemos concluir que la causal regulada en dicho
dispositivo es a la vez una de naturaleza objetiva y subjetiva, porque no solo se configura
con la verificación de la separación física permanente y definitiva de los cónyuges, sino
con la intención deliberada de uno o de ambos de no reanudar la vida en común.

Quinto.- Son tres los elementos que distinguen a esta causal en particular: a) El
elemento material; configurado por el mismo hecho de la separación corporal de los
cónyuges (corpus separationis), es decir, por el cese de la cohabitación física, de vida en
común; b) El elemento psicológico; se presenta cuando no existe voluntad alguna en
los cónyuges, sea de ambos o de uno de ellos, para reanudar la comunidad de vida
(animus separationis). Es suficiente que uno de los cónyuges haya abandonado al otro,
o se rehuse volver al hogar, es decir, que tenga la voluntad de separarse para que
proceda su pretensión de divorcio; y, c) El elemento temporal; que está configurado por
la acreditación de un período mínimo de separación entre los cónyuges; dos años si no
existen hijos menores de edad y cuatro años si los hubiere.

Sexto.- De la revisión de autos tenemos, que por escrito de fecha cuatro de enero de dos
mil siete, Jorge Tulio Cosentino Soler pretende la disolución del vínculo matrimonial que
le une a Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez por la causal establecida en el inciso 12
artículo 333 del Código Civil. Adjunta como prueba primordial del inicio de dicha
separación, la constatación policial de fecha treinta de diciembre de dos mil cuatro; y, al
no haber hijos menores de por medio, basta que la separación de hecho de los cónyuges
haya superado los dos años.

Sétimo.- En efecto, teniendo en cuenta las datas de la interposición de la demanda y de


la constatación policial en la que se da cuenta de su retiro del hogar conyugal, el plazo
previsto por ley ha excedido, sin embargo, el elemento volitivo o psicológico que exige
dicha causal, no se ha visto arreglada, por cuanto, el corpus separationis no obedeció al
animus separationis que motivó recurrir al demandante al órgano jurisdiccional, por
cuanto el retiro de la casa conyugal se debió a un mandato judicial ordenado por el
Décimo Primer Juzgado de Familia – Expediente número 183511-2002 por resolución
número uno de fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro, la misma que fue
prorrogada y/o ampliada por resolución número nueve de fecha diecisiete de noviembre
de dos mil cuatro por el plazo de un año y por resolución número catorce de fecha seis
de noviembre de dos mil seis a un año más; por tanto, al no obedecer a su propia voluntad
y encontrándose vigente la medida cautelar de suspensión del deber de cohabitación al
momento de instaurar su demanda, el plazo exigido por el inciso 12 artículo 333 de la
norma sustantiva no se ha cumplido, deviniendo por tanto en improcedente.

Octavo.- Siendo que las consideraciones expuestas configurarían los agravios


procesales que la recurrente denuncia, al haberse afectado de alguna manera, las
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garantías a un debido proceso, y estando a que va directamente relacionada a la causal


material, este Tribunal Supremo, con las facultades que le confiere el artículo 396 del
Código Procesal Civil, actuará en sede instancia para revocar la apelada.

Por estas consideraciones y en aplicación de la parte in fine del primer párrafo del artículo
397 del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto
por Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez de folios mil diez a mil quince, en
consecuencia CASARON la resolución impugnada, en consecuencia, NULA la sentencia
de vista (resolución número seis) de fecha veintinueve de octubre de dos mil doce, de
folios novecientos noventa y ocho a mil tres; y actuando en sede de instancia:
REVOCARON la apelada (resolución número cincuenta) de fecha dos de abril de dos mil
doce, de folios novecientos treinta y cuatro a novecientos cuarenta, la cual declara
fundada en parte la demanda sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho, y
REFORMÁNDOLA declararon improcedente la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Jorge Tulio Cosentino Soler contra Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez
y otro, sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron.

SS. TICONA POSTIGO, VALCÁRCEL SALDAÑA, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA


CELI.

EL VOTO EN MINORÍA DE LOS SEÑORES JUECES SUPREMOS MIRANDA MOLINA


Y CALDERÓN PUERTAS ES COMO SIGUE:

MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto, de fojas mil
diez a mil quince, por Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez, contra la sentencia de vista
de fojas novecientos noventa y ocho a mil tres, de fecha veintinueve de octubre de dos
mil doce, expedida por la Primera Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas novecientos treinta y cuatro
a novecientos cuarenta, de fecha dos de abril de dos mil doce, que declara fundada en
parte la demanda sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; con lo demás que
contiene.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas


cuarenta y cinco a cuarenta y siete del presente cuadernillo, de fecha veintidós de agosto
de dos mil trece, ha estimado procedente el recurso por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho material. La recurrente
denuncia:

A) Infracción de su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso:

a) cuando el demandante pidió la constatación policial de fecha treinta de diciembre de


dos mil cuatro (sobre retiro voluntario de la casa conyugal), se encontraba vigente la
medida cautelar de suspensión de deber de cohabitación ordenada por el Décimo Primer
Juzgado de Familia, Expediente número 183511-2002, como medida cautelar, que fue
concedida por resolución número uno (01) de fecha diecisiete de noviembre de dos mil
cuatro, por el período de seis (06) meses. O sea, que el demandante se aprovechó de tal
contingencia para sorprender a la policía y después a las autoridades, que se alejaba del
hogar conyugal por voluntad propia, cuando en realidad existía un mandato judicial que
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se lo ordenaba; consecuentemente, la constatación policial no puede ser tomada en


consideración.

Por resolución de fecha diecisiete de noviembre de dos mil cinco (fojas doce) se otorgó
nueva medida cautelar al demandante sobre suspensión de deber de cohabitación, con
vigencia hasta el quince de noviembre de dos mil seis. Posteriormente, por resolución del
cuaderno de violencia familiar, de fecha seis de noviembre de dos mil seis, se amplió la
medida hasta el cinco de noviembre de dos mil siete. En el Expediente número 183513 –
2006, sobre violencia familiar, el demandante, en su escrito de fecha veintidós de febrero
de dos mil seis, afirmó que el retiro lo efectuó por mandato judicial. b) La recurrida señala
que no obran en autos pruebas que determinen la existencia de un cónyuge perjudicado
con la separación; sin embargo, no se ha considerado que el perjuicio causado por el
actor se encuentra debidamente acreditado, tal como aparece de la resolución citada en
el Proceso número 183513-2006, en el cual se otorgaron medidas de protección a favor
de la recurrente a fi n de que el demandante se abstenga de hostigar, intimidar, amenazar,
dañar o poner en peligro su integridad física, psíquica o moral. Además, se vio precisada
a recurrir al amparo constitucional para que se reconociera su derecho alimentario.

B) Infracción del artículo 333 inciso 12 del Código Civil: con la decisión del juzgado
computando el tiempo de separación ordenado por los juzgados de familia se estaría
colisionando con el elemento subjetivo, que consiste en la interrupción intencional de la
convivencia por la voluntad de no continuar con la cohabitación porque, en el caso de
autos, esa voluntad ha sido impuesta por una autoridad debido a una problemática
familiar, no pudiéndose hacer uso de este mecanismo para disolver el matrimonio que
estaría constituyendo una causal más para el divorcio en sí.-

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es


necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se
advierte que de fojas cuarenta y uno a cuarenta y nueve, Jorge Tulio Cosentino Soler,
solicita se declare la disolución del vínculo matrimonial que le une con Fredesvinda
Gladys Agreda Rodríguez, por las causales de imposibilidad de hacer vida en común y
de separación de hecho. Como fundamento de su pretensión sostiene que contrajo
matrimonio con la demandada el veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y
cinco, ante la Municipalidad Distrital de San Isidro, departamento de Lima, no habiendo
procreado hijos. Que, se retiró voluntariamente de la casa conyugal el treinta de diciembre
de dos mil cuatro. Que, después de seis años de convivencia armoniosa surgieron
discrepancias en su matrimonio, las que se han ido agravando hasta el punto de hacer
imposible la vida en común.

Que, su esposa, miembro de la Policía Nacional del Perú, se le enfrentó interponiéndole


continuas denuncias policiales por violencia familiar (maltrato psicológico), acusándole
injustamente de no contribuir con la manutención del hogar. Además, presentaba
continuas quejas en su centro de trabajo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo, con la finalidad de difundir una imagen negativa de su persona. Además de las
denuncias por violencia familiar, su esposa le demandó por alimentos ante el Segundo
Juzgado de Paz Letrado de Jesús María, la misma que fue declarada infundada. Que, el
día veintisiete de abril de dos mil cuatro, le denunció por garantías personales, las cuales
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no le fueron concedidas. Que, la terapia de pareja no podía prosperar por falta de voluntad
de ambos cónyuges de mantener el vínculo.

Es así que no le quedó otra alternativa que el retiro de la casa conyugal, lo cual hizo
efectivo el treinta de diciembre de dos mil cuatro, ya que resultaba la única forma de no
dar más motivos a las falsas denuncias de la demandada. Que, en el tiempo transcurrido
desde su retiro defi nitivo de la casa conyugal su salud psicológica se ha restablecido
plenamente, no siendo posible mantener el vínculo matrimonial con la demandada. Que,
por lo expuesto le resulta imposible hacer vida en común con la demandada. Que, con el
acuerdo conciliatorio celebrado ante el Décimo Primer Juzgado de Familia se pretendió
mantener el vínculo matrimonial, sometiéndoles a una terapia de pareja, la cual ha
fracasado, por lo que su matrimonio carece de viabilidad y no tiene objeto mantenerlo. En
todo caso, por estar separados de hecho por más de dos años procede declarar fundada
su pretensión.

Segundo.- Que, tramitada la demanda según su naturaleza el juez de la causa, mediante


sentencia de fojas novecientos treinta y cuatro a novecientos cuarenta, de fecha dos de
abril de dos mil doce, declara fundada en parte la demanda; en consecuencia, declara
disuelto el matrimonio de ambas partes por la causal de separación de hecho; no fi ja
indemnización alguna; declara fenecida la sociedad de gananciales; infundada por la
causal de imposibilidad de hacer vida en común. Como fundamentos de su decisión
sostiene que según copias certificadas de fojas cuatrocientos sesenta y seis recién el
dieciséis de junio de dos mil ocho, en el proceso de alimentos, se estableció suma líquida
por devengados (a cargo del demandante), es decir, con anterioridad al proceso de los
autos; además según resolución de fecha veinte de julio de dos mil once (fojas setecientos
noventa y ocho, cuadernillo de copias remitido) ya se tiene por cancelada la liquidación
de alimentos devengados.

En consecuencia, se ha cumplido con la formalidad establecida por el artículo 345-A del


Código Procesal Civil. Que, los elementos probatorios en su conjunto derivados del
proceso de violencia familiar, sumado a la posterior existencia del proceso de alimentos,
son elementos que permiten evidenciar una actitud deliberada de parte de ambos
cónyuges de no hacer vida en común, no teniendo la intención de compartir un mismo
destino final en su vida conyugal, lo que sumado a no haberse reanudado el deber de
cohabitación desde el treinta de diciembre de dos mil cuatro, permiten configurar los
aspectos objetivo, subjetivo y temporal de una separación de hecho, en la que no hay
hijos menores de edad. Por tanto, no es aplicable lo señalado en el artículo 335 del Código
Civil. Que, no puede concederse indemnización respecto de alguno de los cónyuges,
máxime cuando conforme al Acta de Conciliación del proceso de violencia familiar
ninguno de los dos se excluyó de la problemática allí debatida, sino que ambos
evidenciaron una problemática de maltratos mutuos, al extremo de haberse
comprometido ambos a terapia.

Tercero.- Que, apelada dicha sentencia la Sala Superior la confirma mediante sentencia
de fojas novecientos noventa y ocho a mil tres, de fecha veintinueve de octubre de dos
mil doce. El Ad quem sostiene que ambas partes coinciden en que el cónyuge se retiró
del hogar conyugal el día treinta de diciembre de dos mil cuatro; si bien la demandada
alega que dicho alejamiento responde a un mandato judicial del cuaderno de medida
cautelar del proceso de violencia familiar, ello no enerva que el mandato ha obedecido a
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una situación conflictiva latente que atravesaba la pareja, pese a que habían arribado a
una conciliación judicial, con fecha veintiséis de diciembre de dos mil dos.

No se encuentra probado que las partes hayan reanudado su vida conyugal, por lo que
se ha configurado la causal demandada, toda vez que las partes se encuentran separadas
por un período superior al plazo de dos (02) años que establece la norma. Que, a la fecha
de presentación de la demanda (cuatro de enero de dos mil siete) no existía en el proceso
de alimentos suma líquida alguna aprobada por concepto de alimentos, así tampoco en
el cuadernillo de asignación anticipada. Recién con fecha dieciséis de junio de dos mil
ocho, se aprueba un monto por concepto de liquidación de pensiones alimenticias
devengadas. Además, mediante resolución de fecha veinte de julio de dos mil once, se
expidió resolución estableciendo que el ahora demandante ha cancelado el monto de la
liquidación de pensiones alimenticias devengadas. Que, en el caso de autos no existen
pruebas que determinen la existencia de un cónyuge perjudicado con la separación de
hecho.

Cuarto.- Que, conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de casación ha sido


declarado procedente por las causales de infracción normativa de derecho material e
infracción normativa de derecho procesal, razón por la cual debe absolverse, en principio,
la denuncia de carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por esta
causal deberá verificarse el reenvío, imposibilitando el pronunciamiento respecto a la
causal sustantiva.

Quinto.- Que, absolviendo la denuncia contenida en el apartado A)a) como se sabe los
elementos de la causal de divorcio por separación de hecho son tres: material, psicológico
y temporal. El elemento material está configurado por el hecho mismo de la separación
corporal de los cónyuges (corpus separationis), es decir, por el cese de la cohabitación
física, de vida en común. El elemento psicológico se presenta cuando no existe voluntad
alguna en los cónyuges, sea de ambos o de uno de ellos, para reanudar la comunidad de
vida. Es suficiente que uno de los cónyuges haya abandonado al otro, o se rehuse volver
al hogar, para que proceda su pretensión de divorcio, sin que obste para ello que el
cónyuge demandado alegue que él, por el contrario, nuca tuvo la voluntad de separarse.
El elemento temporal está configurado por la acreditación de un período mínimo de
separación entre los cónyuges; dos años si no existen hijos menores de edad y cuatro
años si los hubiere.

Sexto.- Que, en el caso de autos todos los elementos mencionados se han configurado.
Si bien es cierto, cuando el demandante pidió la constatación policial de fecha treinta de
diciembre de dos mil cuatro (sobre retiro voluntario de la casa conyugal) se encontraba
vigente la medida cautelar de suspensión de deber de cohabitación ordenada por el
Décimo Primer Juzgado de Familia, Expediente número 183511–2002, e inclusive fue
prorrogada con posterioridad, ello no enerva la existencia de una situación conflictiva de
pareja, siendo inclusive la medida cautelar solicitada (y concedida) una manifestación del
ánimo del cónyuge solicitante de terminar con la obligación de cohabitación. Nótese que,
tal como se ha establecido en las sentencias de mérito, los elementos probatorios
evaluados en el proceso de violencia familiar entre las mismas partes, sumado a la
posterior existencia del proceso de alimentos, son elementos que permiten evidenciar una
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actitud deliberada de parte de ambos cónyuges de no hacer vida en común, no teniendo


la intención de compartir un mismo destino final en su vida conyugal. Por consiguiente, el
primer extremo debe desestimarse.

Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el apartado A) b) en principio cabe


señalar que este extremo tampoco puede prosperar, por cuanto, en rigor de análisis, está
orientado a una nueva valoración de la prueba del proceso, lo cual no procede en sede
casatoria, de acuerdo a lo previsto por la norma del artículo 384 del Código Procesal Civil.
Sin perjuicio de ello, cabe indicar que las instancias de mérito han establecido que no
puede concederse indemnización a ninguno de los cónyuges, pues ninguno de ellos se
excluyó de la problemática de pareja, sino que ambos evidenciaron una problemática de
maltratos mutuos, al extremo de haberse comprometido ambos a terapia.

Octavo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el apartado B) tal como se ha


manifestado antes el elemento psicológico está dado por la no existencia de voluntad de
los cónyuges, sea de ambos o de uno de ellos, para reanudar la comunidad de vida. Es
suficiente que uno de los cónyuges haya abandonado al otro, o se rehuse volver al hogar,
para que proceda su pretensión de divorcio, sin que obste para ello que el cónyuge
demandado alegue que él, por el contrario, nuca tuvo la voluntad de separarse. Por
consiguiente, del análisis de los medios probatorios las instancias de mérito han
establecido que no se encuentra probado en autos que las partes hayan reanudado su
vida conyugal, por lo que se tiene configurada la causal demandada, toda vez, que las
partes se encuentran separadas por un periodo superior al plazo de dos años que
establece la norma para el presente caso; por consiguiente, este extremo tampoco puede
prosperar.

Por las consideraciones expuestas, de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil, NUESTRO VOTO es porque se declare: INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez, de fojas mil diez a mil
quince; por consiguiente, NO SE CASE la sentencia de vista de fojas novecientos noventa
y ocho a mil tres, de fecha veintinueve de octubre de dos mil doce, expedida por la Primera
Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la
sentencia apelada, de fojas novecientos treinta y cuatro a novecientos cuarenta, de fecha
dos de abril de dos mil doce que declara fundada en parte la demanda sobre Divorcio por
Causal de Separación de Hecho; con lo demás que contiene; SE DISPONGA la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por
Jorge Tulio Cosentino Soler contra Fredesvinda Gladys Agreda Rodríguez y otro, sobre
Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y se devuelvan. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo.

SS. MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS.

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