Вы находитесь на странице: 1из 9

Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales

INSTITUTO SAN JOSÉ OBRERO


Blanco Encalada 843 – Ciudad Madero

Sociedades originarias
Algunas consideraciones finales sobre su estructura omitida.
Por Profesor Daniel Favieri

Este texto cumple la función de interiorizar sobre ciertas cuestiones que hacen a las grande
civilizaciones y que, en cierta medida, omitimos de trabajar en el aula.

En base al análisis que tanto la arqueología como la Historia nos permitimos esbozar, dejamos
sentadas algunas consideraciones a intercambiar en el aula para un mejor entendimiento de
aquellas grandes sociedades de las que la Historia nos ha contado. Espero que el texto logre ese
objetivo.

El Estado corporativo en Teotihuacán. (Mexicas. Apogeo S III al VII d. C)

Un estado corporativo o estrategia corporativa se basa en un poder compartido entre diferentes


grupos de una sociedad, donde hay restricciones hacia el comportamiento político de aquellos que
detentan el poder, donde existe interdependencia entre subgrupos , un énfasis en las
representaciones colectivas y en el ritual basado en la fertilidad y la renovación de la sociedad y el
cosmos. Las manifestaciones más importantes de la economía política corporativa se
desarrollaron en la cuenca de México, particularmente en Teotihuacán. No hay mención de logros
de individuos y de culto a gobernantes. Se favorecía una estructura gubernamental corporativa.
Los cultos estatales ponen énfasis en principios cosmológicos que relacionan la lluvia, la tierra y
las serpientes con la fertilidad y la renovación de la naturaleza. La estandarización artística e
iconográfica religiosa rechaza una base étnica para la ideología política. La ciudad pudo extender
su control directo a zonas periféricas a través del establecimiento de enclaves de intercambio y
sitios de extracción. El énfasis está en los actos más que en los actores. En los oficios, más que
en quien los detenta. Las representaciones están enfocadas a deidades y no a individuos como
en el resto de Mesoamérica. Esta forma de gobierno podría generar una estabilidad política de
varios siglos. Teotihuacán propone la participación de siete grupos distritales que pudieran haber
participado del co gobierno. Teniendo en cuenta los dos tipos de estructuras palaciegas, la
morada de los gobernantes y sus cortes y los palacios administrativos y de toma de decisiones, no
se ha podido encontrar la primera. La Ciudadela fue en algún tiempo el centro religioso y
administrativo de la ciudad y probablemente la residencia de aquellos que la gobernaban. Dentro
de esta organización, el sacerdocio podía tener injerencia en los rumbos económicos
probablemente de alimentos y materias primas. Algunos creen que los sacerdotes encabezaban el
sistema, otros creen que no.

Teotihuacán como “ciudad cosmopolita”.

Teotihuacán, monopolizador en la explotación de obsidiana, con su ubicación estratégica la


cercanía a las minas de Pachuca, además de la existencia de manantiales, fue un estado que
permitió el establecimiento de enclaves en regiones ricas en materias primas y productos
suntuarios en varias regiones de Mesoamérica, a pesar de que se mantenga cierta discrepancia
en cuanto a su tipo de gobierno. Las relaciones de intercambio a larga distancia, el control de la
1
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
ciudad sobre zonas periféricas mediante enclaves de intercambio y sitios de extracción nos
permiten hablar de una ciudad cosmopolita. (Teotihuacán tenía tres tipos de relaciones externas:
Colonias, Alianzas políticas y Relaciones de intercambio).

Las Ciudades mayas como Estados segmentarios.

Descifrando la política Maya podemos encontrarnos con autores que plantean distintos tipos de
organización. Uno es el de Estado Segmentario propuesto por Sothall y otro el de entidad política
galáctica propuesto por Tambiah. En este tipo de Estados, los gobernantes reinan no tanto a
través de la coerción, la amenaza de la fuerza armada para imponer su voluntad administrativa,
sino por la autoridad, que aunque concede legitimidad limita el uso de la fuerza. La autoridad se
deriva de la efectividad ritual, personal y carismática del gobernante, debido a que la capacidad de
una burocracia profesional desempeña un papel insignificante en las entidades políticas
segmentarias. El énfasis en la representación y el centralismo ritual de un gobernante sagrado
está relacionado, tanto como en cualquier régimen de coerción bruta, con la inversión masiva de
labor que parecería paradójica en una entidad política segmentaria. El control real en la política se
inclina más hacia la influencia y la hegemonía que hacia el control territorial: La soberanía se
diluye a medida que se incrementa la distancia con respecto a la capital, a pesar de que la
soberanía ritual de los gobernantes puede ser bastante fuerte en las áreas periféricas. Quizás las
guerras hayan servido para el control soberano, pero no hay evidencias claras. (Algunos
monumentos victoriosos). En este tipo de entidades políticas existen tensiones entre el
gobernante y las elites no reales. Administrativa y ritualmente los nobles provinciales duplican los
elementos de poder y es probable que entren en conflicto. Algunos estudiosos prefieren ligar el
concepto de Estado segmentario a linajes segmentarios, se prefiere el punto de vista de que la
segmentación política no necesariamente se basa en sistemas de linajes segmentarios. Existe un
conflicto sobre el tamaño de la elite. Depende de la caracterización pueden existir elites unificadas
o no. Para Claessen Estado segmentario es contradictorio porque representa una configuración
política que carece de funciones atribuidas a los verdaderos Estados. Según Southhall hay un
matrimonio entre producción y estado segmentario. Las entidades políticas mayas se derivan
parcialmente del control de dicha tierra y las cosechas. Este estado segmentario parece estar de
acuerdo con las actividades internas y relaciones externas de las entidades políticas maya
clásicas. Estos modelos ponen el foco en la facción interna y en la piramidalidad, en la centralidad
ritual del gobernante y en la importancia fundamental de sus vínculos personales en vez de
institucionales. Estos paradigmas no tienen éxito al describir el colapso del gobierno carismático o
la convulsión del proceso segmentario.

La guerra en las Ciudades mayas

Los Mayas pasaron a ser conocidos como una de las poblaciones más bélicas del Nuevo Mundo.
Partiendo desde sus gobernantes, los mayas eran dirigidos para realizar incursiones, tomar
prisioneros y hacer sacrificios humanos, hechos que los mantuvieron en constante actividad bélica
desde el 300 DC hasta su colapso en las tierras bajas en el 900. La obsesión de los mayas con
los sacrificios incluyendo los humanos, son los que iniciaron el culto de la guerra. Para sus
ocasiones ceremoniales principales realizaban sacrificios por laceración propia como por sacrificio
de prisioneros. Los actos de sacrificio consistían en humillación pública, tortura, decapitación u
extracción del corazón. La iconografía y los textos nos dejan la evidencia de que el prestigio de las
dinastías gobernantes se daba por el éxito en las batallas y el sacrificio de los prisioneros de
guerra. Podemos deducir que esta era una de las causas fundamentales que llevaban a los mayas
a librar batallas inescrupulosamente. Por otro lado existen algunas teorías que nos llevan a los
planteamientos motivacionales de las guerras libradas por los mayas. Algunas nos hablan de que
el inicio del estado Maya fue el resultado de un surgimiento gradual de gobernantes militares que
combatían por el derecho de la tierra más fértil. Por tal motivo fueron llevados a incrementar la
estratificación social y la concentración del poder y finalmente el surgimiento como un estado
autoritario. Los objetivos económicos, como la apropiación de territorios, fueron las fuerzas
2
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
impulsoras detrás del conflicto. Algunos defectos: Solo un pequeño porcentaje de sitios fue
fortificado o localizado en posiciones defensivas. Los centros mayas muestran patrones
residenciales dispersos en localidades abiertas no defensivas. Algunos detalles definidos como
poco prácticos nos presentan la paradoja de que los mayas era gente deseosa de batallas, pero
que no prestaba mucha atención a una defensa efectiva. Si bien los mayas eran belicosos, surgen
algunos datos que nos muestran que tenían contactos extensivos y pacíficos entre los centros. El
comercio continuo, los matrimonios y alianzas entre elites, la ideología, los cánones estilistas
justificarían este dato y a su vez la escasez de fortificaciones. Algunos jeroglíficos desentrañan
esta teoría, aunque otros nos hablan de la captura de individuos para el sacrificio. Podemos decir
de las guerras mayas que eran eventos sangrientos de tortura y sacrificio, pero no
necesariamente de incremento de territorio. (La captura de un gobernante de Copán no condujo a
la conquista del territorio, sino al florecimiento).
Según Freidel el conflicto maya de inter centro se debe a la guerra en busca de la paz. También
nos dice que la guerra fortaleció el sistema de ciudades estado y mantenían los límites políticos.
La guerra maya reforzó las relaciones de estructura y los efectos de guerra fueron minimizados
por redes de interacción pacífica como el matrimonio real, el intercambio y la ideología
compartida.
La probabilidad indica que la guerra maya no fue tan ritual como dice Freidel, ni expansionista ni
económica. En realidad la guerra maya parece una mezcla de guerras rituales y guerras con
objetivos dinásticos y también directamente económicos. Pero los efectos de las guerras no
rituales eran limitados por la ética o limitaciones políticas. Entre los mayas clásicos de las tierras
bajas fue poco frecuente la conquista y unificación territorial. La falta de expansión demográfica y
territorial niega tales objetivos en los desarrollos bélicos con tales objetivos.
Aparentemente los gobernantes de Dos Pilas cambiaron por completo el sistema bélico de los
mayas y desarrollaron el más grande Estado de conquista. Mientras dos gobernantes extendieron
su poder con una red de alianzas a través de matrimonios reales y actuaron como protectores en
los centros rituales menores otros dos propiciaron una conquista militar y captura de prisioneros
reales de otros centros. Durante la expansión militar conquistaron muchos sitios. (Caso Ceibal y
estados subsidiarios absorbidos por Petexbatun) Al alcanzar Petexbatun su mayor extensión, se
produce el colapso quedando diferentes gobiernos independientes.
A pesar de todo esto, la posibilidad de que los mayas emprendieran la guerra con un probable
impacto económico, los hace menos anómalos de lo que antes parecían. Si las fortificaciones en
las tierras mayas son pocas y distanciadas, se debe a que no aparecieron guerras a grandes
escalas con consecuencias materiales sino que sería muy difícil tomar un centro por sorpresa
rodeados estos por grandes poblaciones rurales y que los guerreros mayas, reclutados entre la
nobleza, no tenían habilidad para sostener un estado de sitio.

El surgimiento de Monte Albán y el rol de la guerra.

Los trabajos sobre las épocas más antiguas de Monte Albán han privilegiado el factor guerra como
catalizador de la evolución social, y olvidado que durante el clásico temprano surgieron muchas
otras ciudades dentro del mosaico cultural mesoamericano.
Tomando en cuenta que la construcción del Estado zapoteco y teotihuacano, se realizó en fechas
para las cuales la densidad poblacional del área aún era relativamente baja, habría que analizar la
trayectoria de cada uno de los componentes sociales en función de los internos y externos y
ponderar la necesidad de una política de conquistas por parte del poder central.
La arqueología devela sobre piedras grabadas del montículo J que según parece son
representaciones de pueblos conquistados. La cabeza invertida con el ojo de muerto puede ser la
representación del rey del lugar conquistado, quizás vestido con los adornos característicos del
dios del lugar.
Para Monte Albán II se emprendieron campañas fuera del valle y se construyen muros defensivos.
La fundación de Monte Albán en una posición estratégica en la cima de un cerro y en el centro del
valle de Oaxaca se dio en un escenario de inestabilidad social y una marcada interacción
conflictiva entre sociedades complejas locales de jefaturas rivales. Esto pudo haber sido el
resultado de decisiones tomadas por líderes agresivos que desembocó en la formación urbana y
estatal de Mesoamérica. Consideraciones políticas y militares deben haber jugado un papel crítico
3
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
en este episodio rápido de profundas transformaciones culturales. El proceso de urbanización nos
lleva a buscar cual fue el proceso de convencimiento para que un gran número de personas se
mudara a este centro de nueva creación.
La ubicación de Monte Albán en el cerro no permitía el desarrollo de la producción agrícola y
desfavorecía el intercambio ni contaba con una fuente natural de agua, pero las consideraciones
políticas y militares podrían haber sido determinantes para esta localización ya que constituía una
genuina fortaleza natural de muros defensivos.
Existían por lo menos tres entidades políticas rivales en cada uno de los ramales del valle de
Oaxaca. Estas entidades predominantemente seculares tenían sus cabeceras en San José
Mogote, Yeguih y San Martín Tilcajete. Los conflictos intergrupales y de violencia militar se
encuentra indicada en la quema, alrededor del 600, de edificios centrales y la representación de
victimas sacrificadas en un monumento de San José Mogote, luego esta cabecera sufrió una
considerable disminución en su población y se produjo un considerable incremento en las
jefaturas rivales.
En vista de esta situación de conflictos bélicos intensificados y al adoptar una crítica estrategia
militar que les permitiera obtener una posición de control sobre sus enemigos, líderes o facciones
de un grupo de la jefatura de Etla pudieron haber tomado la decisión clave de mudarse a una
ubicación montañosa más defendible en el centro del valle y numerosas personas pudieron haber
seguido a sus líderes para refugiarse en el asentamiento de nueva fundación de Monte Albán, una
acción política clave que habría de producir cambios fundamentales en el paisaje político regional
y que precipitarían cambios en el proceso de urbanización con respecto al nuevo centro.
Las diferencias políticas existentes en el Valle no lograron unificarse y crear alianzas que
permitieran la pacificación en torno al nuevo asentamiento. Los conflictos seguían siendo internos
en lugar de focalizarse en los externos. La iconografía mostraba los conflictos militares en tumbas
de danzantes desnudos, mutilados y sacrificados. Recién el Período II el gobierno estatal con
sede en Monte Albán logró vencer a sus rivales y unificar todo el Valle.
Los movimientos expansionistas asimétricos colonizaron zonas vecinas poco habitadas o menos
organizadas y las que se encontraban fuera del valle fueron anexadas por arreglos o conquistas
militares.
Sin embargo, es probable que la guerra, como uno de los elementos de la cultura, haya existido
desde temprano en la evolución de las sociedades complejas, pero se duda que haya sido el
factor primordial para la construcción del estado zapoteca ya que Monte Albán aparentemente no
contaba con la fuerza militar necesaria para obligar a los individuos a trasladarse al nuevo
asentamiento. Es probable que este tipo de convencimiento haya surtido efecto a través del
convencimiento por ideologías, religión o convencimiento generando que los pobladores se
trasladaran y unificaran ya sea por esto o bien por el hecho de encontrarse en un lugar mucho
mejor defendido estratégicamente y defensivamente a pesar de sus limitaciones de producción.

Hipótesis sobre los mochicas y la centralidad política.

Larco concibió a los Mochicas como una sociedad única, unificada y centralizada de los valles de
Moche y Chicama, con una sola capital Las huacas del sol y La Luna y entre ellas el centro urbano
donde la elite omnipotente dominaba toda la costa norte con coerción y convicción, poder militar e
ideología poderosa de liturgia, templos y artefactos ceremoniales. La extensión del Estado creció
continuamente para dominar el sur y el norte hasta que finalmente fue absorbida por una potencia
extranjera. Esto se traducía en la complejidad creciente de las instituciones y el alcance y uso de
tecnologías, además de la irrigación y la metalurgia.
70 años después se comprendió que esto era parcialmente equivocado y que los fenómenos y
uso de tecnologías, los cánones artísticos y materiales y las prácticas rituales, fueron menos
homogéneas de lo que se pensaba. Para Larco una sociedad unificada debió ser el resultado de
un solo proceso de desarrollo siendo los mochicas herederos de la tradición Cupisnique,
civilización formativa de todas las tradiciones producto del intercambio de culturas.
Pero algunas cuestiones culturales, la aparición de cerámica Moche en otros sitios comenzaron a
surgir poco antes de la muerte de Larco, además de las preguntas que se planteaban y que
hacían dudar de estas afirmaciones.
Aparentemente los mochicas evolucionaron de sus ancestros conocidos como Gallinazo, como
4
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
una tradición de elite desprendida de un componente cultural principal. La extensión de campos
agrícolas debido a mejores técnicas de irrigación produjeron una diversificación de las sociedades.
A pesar de que las sociedades posteriores hicieron una irrigación más eficiente, la extensión
original pudo haber creado oportunidades y riquezas nunca antes vistas. Esto habría producido un
mayor enriquecimiento personal. Una nueva elite se habría desarrollado en este ambiente,
creando la oportunidad de diferenciación social además de mayor dependencia de los recursos
culturales. El ceremonialismo, los templos y las ideologías generaban enfatizaban la diferenciación
social y de status. Los Mochicas se desarrollaron bajo estas circunstancias y oportunidades. Es
probable que durante el período temprano Moche, solo las clases altas hayan sido consideradas
Mochicas y el resto Virú o Gallinazo. Pero a medida que pasó el tiempo muchas de las tradiciones,
rituales y artefactos desarrollados por las elites afectaron a los niveles más bajos de la sociedad.
Este proceso no fue el mismo en cada valle o región ni estuvo condicionado a los mismos
factores. Es probable que en algunas regiones, el proceso haya sido motivado o acelerado por la
influencia de lo que estaba sucediendo en otras regiones. Tampoco las sociedades de la costa
norte tuvieron que seguir un este proceso. La tradición Virú no tomó el camino de los mochicas.
Parecen haberse mantenido hasta que los mochicas los incorporaron a su territorio, mediante
conquistas militares. Los procesos que llevaron al surgimiento de los mochicas no parecen haber
tenido un efecto de articular a todas estas regiones bajo una sola autoridad política. Lo más
probable es que cada valle e incluso sectores dentro de un mismo valle, hayan seguido el mismo
camino de desarrollo, sin alcanzar nunca una centralización política. El surgimiento de los
mochicas, habiendo ocurrido en distintos lugares y épocas y sin coordinación política, debería
haber producido el desarrollo de tradiciones completamente independientes, haciendo que cada
proceso sea caso de deriva cultural. (Caso Piura)
Es probable que existieran mecanismos internos que permitieran la diversificación cultural. Los
factores de integración y armonización deben haber sido rituales de poder de las elites que
incorporaron a los gobernantes y a sus cortes en una tradición común que permitió intercambios
sociales, materiales y tecnológicos. Las elites de las tres regiones centrales deben haber estado
conectadas en ases temprana y tardía. Los mochicas se desarrollaron a través de estos procesos
independientemente pero interconectados, interactuando, compartiendo conocimientos y políticas
rituales pero enfrentando diferentes retos y reaccionando de diferente forma. A medida que
aparece más información, el poder mochica muestra más énfasis en la ideología y las relaciones
sociales que en la coerción, el poder militar o centralizaciones y dependencias económicas.

La urbanización en Tiwanaku

La hegemonía de Tiwanaku y sus centros satélites dependieron de la administración de un


complejo agrícola de campos elevados combinado con la explotación de recursos lacustres y el
pastoreo. Tiwanaku fue el coordinador de una amplia red de provincias que conectaba las
dispares zonas ecológicas de los Andes del Sur. Las características de urbanización comienzan
con la aseguración del acceso económico a zonas altitudinales ecológicamente definidas. Fue una
estrategia de maximización minimizando los efectos climáticos catastróficos.
Las ventajas competitivas de políticas similares pueden haber sido un factor en el surgimiento del
Estado Inca que manipulaba grupos étnicos completos para su provecho ecológico, económico y
político. Es muy probable que los Tiwanaku cambiaran la escala y formas de integración
proyectando sociedades sur-andinas. (Paqa e Incas)
La calidad visual del núcleo cívico ceremonial de Tiwanaku llevó a algunos investigadores a
equivocarse en la significación de esta ciudad como un centro ceremonial deshabitado, cuando en
realidad es evidente que una población numerosa vivía en Tiwanaku. La organización fue la base
fundamental del proceso urbano. Los barrios residenciales de la ciudad tenían una orientación
cardinal al igual que el núcleo cívico/ceremonial. Esto implica que el concepto de orden urbano
correcto desplegado en el núcleo se extendía a todos los ciudadanos. También han aparecido
talleres artesanales especializados que producían cerámica para fines ceremoniales y utilitarios y
distintos elementos de hueso, adornos y tabletas para ingerir drogas alucinógenas, lana de llama y
herramientas de obsidiana.
Habían tres tipos de estratificación: En la cima guerreros y elites con puestos políticos y religiosos,
clase media artesanal, y en la base de la pirámide social la clase inferior de campesinos, pastores
5
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
y pescadores que proporcionaban el excedente de producción necesaria para sostener el Estado
y las obras públicas. De las fincas productivas, la riqueza en forma agrícola regresaba a la
sociedad urbana y proporcionaba el sustento económico para logros sin paralelo en los campos
artístico, religioso y político. Los ámbitos rural y urbano estuvieron entrelazados durante el
proceso de creación de la civilización. Tal vez lo más perdurable de su ingenio y poderío sea la
manera en que transformó el paisaje para beneficiar a su población.

La discusión sobre el Estado centralizador de Wari.

A lo largo de los últimos 50 años se ha visto un progreso significativo en los estudios sobre
Los wari, más allá de la investigaci6n acerca de templos y tumbas. Gracias a ello, y a la
construcción de secuencias cronol6gicas interregionales, se permite plantear nuevas cuestiones.
Si se consideran los diversos modelos propuestos para explicar la expansi6n de los rasgos
culturales wari se les puede dividir en tres clases generales: 1) modelos de control político (control
del pueblo) modelos de interacci6n econ6mica (comercio simple entre regiones o alguna medida
de control sobre la explotaci6n de recursos y la producción de bienes) y 3) movimientos religiosos.
Puesto que existen diferentes enfoques al estudio de los wari, dirigidos a distintas c1ases de
datos, a continuación se resumen estos elementos y se mostraran como apoyan a una u otra de
las tres c1ases de modelos propuestos.
La presencia de artefactos wari en una región puede respaldar cualquiera de los modelos.
Por otra parte, la presencia de un sistema de caminos apoyarla el modele político 0 el económico.
La presencia de evidencias tales como los templos en forma de «D», tumbas wari 0 cambios en
los patrones de enterramiento y los depósitos de of red as indican un fuerte elemento religioso e
Ideológico en la expansión wari. La construcción de andenes puede apoyar tanto el modelo
político como el económico. La presencia de grandes estructuras administrativas, con una
población residente y una variedad de funciones, es más acorde con un modelo que enfatiza el
control de la gente, un modelo político. Por último, los cambios en los patrones de asentamiento
local proporcionan otra línea de evidencia. La ubicaci6n de la poblaci6n local para crear una
jerarquía política centralizada respalda el extremo político del espectro, mientras que la ubicaci6n
de gente en zonas con nuevos recursos apoya los modelos político y econ6mico.
Guste o no, cada uno de los datos recogidos puede interpretarse en funci6n de los diferentes
modelos wari. Pero, de este modo, tampoco se han recogido datos en el vacío, sino que siempre
se tienen ideas acerca del posible significado de esos datos y siempre se les utiliza para derivar
Interpretaciones. Una de las contribuciones más importantes del movimiento procesual en
arqueología es el reconocimiento de que no resulta posible coleccionar absolutamente todos los
datos disponibles, de modo que aquellos que se recogen dependen de las ideas que se tienen
cuando se inicia el estudio. El proceso no consiste en recoger un grupo ingente de datos y en
inventar una historia sobre ellos. Al formular una serie de posibles modelos a priori antes de
realizar el trabajo de campo, se puede asegurar que se van a recoger datos que permitan evaluar
estos modelos y, 10 que es mas importante, ser explícitos acerca de la parcialidad y tener en
cuenta de que no se cuenta con todos los datos.
En este trabajo se ha tratado de presentar sus tres clases muy generales de modelos. Sobre
la base de las investigaciones realizadas en Sondondo y Nasca, y tomando en cuenta 10 que se
ha encontrado en otras regiones, todas las evidencias que se tienen apuntan hacia un fuerte
elemento político en la expansi6n wari, asociado con un incremento del control econ6mico y
también con la presencia de un fuerte componente ideol6gico. Lo que está claro es que Wari no
era simplemente un movimiento religioso, ni tampoco puede explicarse como resultado de un
simple comercio local la presencia de elementos culturales wari a 10 largo y ancho de toda la
parte central de los Andes.
Cuando se estudian los Wari en su contexto local en las provincias, se observa que su expansión
fue una expansión política en la que también se incluyeron elementos tanto de la esfera
económica como de la religiosa.

La relación en los territorios limítrofes de Tiwanaku y Wari

Las evidencias sugieren una interrupción en la secuencia Tiwanaku se Moquegua. Desde el punto
6
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
de vista de la cerámica, esto es demostrable por la desaparición de la cerámica negra y la
aparición de los cuencos abiertos en la etapa Chen Chen. Se plantea la hipótesis de que esta
disyunción coincidió con una intrusión del Wari ayacuchano en Moquegua.
En contraste con la evidente explotación económica de largo aliento de los Tiwanaku en
Moquegua, la presencia Wari puede haber sido relativamente corta e improductiva. Cerro Baúl, el
foco de la ocupación Wari es tanto un lugar sagrado como una fortaleza, en la cumbre de una
meseta con cuatro lados escarpados que domina física y visualmente el valle.
La extraordinaria segregación de la cerámica Wari y Tiwanaku en Moquegua, y la casi total
ausencia de poblados Wari tardíos en el valle, sugiere que la interacción entre los dos estados fue
competitiva a lo largo de la frontera en Moquegua. La ubicación altamente defensiva de Cerro
Baúl, en contraposición al carácter abierto de los poblados de las fases Omo y Chen Chen,
sugiere un contraste entre una ocupación militar y un verdadero control demográfico. Con el
colapso del enclave Wari en Cerro Baúl, los colonos altiplánicos de la sociedad Tiwanaku V
volvieron en un número mayor que antes. Este incremento de explotación Tiwanaku en Moquegua
apoya la interpretación de los eventos post-Wari, aunque no debemos negar la presencia mas
temprana de colonos altiplánicos.

Diferencias entre expansión por conquista y expansión por colonización usados para
ambas civilizaciones.

En la expansión por conquista de Wari se buscaba el control político sobre otras regiones o reinos
a fin de canalizar hacia el centro imperial sus excedentes y la explotación de la fuerza de trabajo
local.
Para asegurar sus conquistas y administrarlas debidamente los Wari establecieron, en puntos
estratégicos del territorio imperial, enclaves que oficiaban de centros administrativos y lugares de
captación de recursos provinciales y remisión de los mismos a la metrópoli. Crearon así,
planificada mente, los centros de Viracocha Pampa, en Huamachuco, Vilca Huain, en Huaraz,
Wari Vilca, en Huancayo, Cajamarquilla, en Lima y Pique Llaqta, en Cuzco. Naturalmente, también
construyeron una red que vinculaba dichos sitios entre sí y los comunicaba directamente con la
metrópoli, para permitir el envío de los tributos provinciales, el ir y venir de los comerciantes y en
especial la rápida marcha de los ejércitos conquistadores para así extender su territorio.
Parece que los Wari practicaban una política colonialista centralizada, en que solo interesaba el
beneficio de la metrópoli en función de la máxima explotación de los territorios colonizados o
conquistados. Por ello, sus asentamientos tenían la condición de verdaderos enclaves coloniales
creados para controlar, política y económicamente el territorio en el que se asentaban. Los
Centros Administrativos eran verdaderas "factorías" que focalizaban la actividad comercial de la
región, captaban su producción, la almacenaban y la remitían a la metrópoli ayacuchana, todo ello
dentro de las seguridades del caso. Por eso los Centros se rodeaban de altas murallas
concéntricas y las zonas de habitación dentro de ellos eran cerrados recintos a los que sólo se
podía ingresar escalando los muros desde estrechas callejas, que eran sustituidas, en muchos
casos, por caminos que discurrían por lo alto de los gruesos murallones. Por eso también, los
integrantes de la burocracia administrativa y las guarniciones militares imperiales no se afincaban
en las provincias y regresaban a Wari tan pronto coma cumplían su misión de servicio y en caso
de fallecimiento eran llevados al solar nativo para que los auquis tutelares velaran por ellos, y el
Dios de los Báculos pudiera incorporarlos a su séquito de seres alados. Probablemente esta es
una de las razones por las que en las provincias casi no existen pueblos, palacios y cementerios
Wari y tampoco templos o sitios ceremoniales, no obstante tratarse de gente que practicaba una
religión ecuménica con fuerte sentido proselitista.
En el caso de la expansión por colonización, como el caso de Tiwanaku, se trata de la estrategia
que este Estado realizaba para expandirse evitando la verticalidad directa y realizando una
estrategia de disposiciones de asentamientos colonos que igualmente les asegurara lealtad y
respuestas positivas a todo lo que regía para este Estado en cuanto a leyes y respeto por los
gobernantes. Tiwanaku quería ocupar tierras y establecer colonos a fin de explotar distintos pisos
ecológicos fuera del altiplano. Esto habría sido el eje de control de fuentes de recursos y de la
circulación de estos dentro de un espacio regulado.
7
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
No se sabe con seguridad cuales fueron los medios de estas expansiones en cada caso en
particular, probablemente fue una combinación entre difusión, comercio, movimientos de población
y resultados de conquista.

El impacto tiene la influencia regional de Tiwanaku y Wari en el NOA argentino.

Al norte, en el actual altiplano boliviano, una extensa área de interacciones tenía su centro en
Tiwanaku, centro urbano de enormes proporciones situado al sur del lago Titicaca que ejerció una
fuerte influencia sobre los andes meridionales. A su vez Wari también ejercía una enorme
influencia sobre el NOA. Ambos habían iniciado un veloz proceso de expansión. La determinación
más visible de dicha expansión es la expresión artística diseminada y los elementos iconográficos.
Estas expansiones no se superponían. Wari lo hizo por el norte y Tiwanaku por la cuenca de
Titicaca y tierras al sur.
La expansión de Tiwanaku generó una fuerte integración económica que excedió los límites del
territorio formalmente controlado. Impulsó el aumento de producción agrícola y de bienes
suntuarios de acuerdo a las necesidades de la elite dirigente. Alentó un mayor desarrollo de los
circuitos de intercambio. Expansión del consumo de coca, debe haber estado relacionada con ese
desarrollo que, en el norte argentino, vinculó los viejos circuitos caravaneros este y oeste con
otros que se contactaban más al norte.
La altura y las condiciones climáticas impedían el desarrollo de cultivos que requerían mayor calor
y humedad como la coca y el maíz. Por ese motivo la expansión de Tiwanaku estuvo orientada a
la ocupación y control de territorios específicos, especialmente en las yungas y zonas calientes.
Las fuertes influencias de Tiwanaku en las yungas puede vincularse con los grandes proyectos de
colonización agrícola encarados por los dirigentes del altiplano.
Al sur se había formado otra amplia área de interacciones que tuvo su centro de comunidades en
Yavi La Isla ubicadas en el oriente de la puna y el centro de la quebrada de Humahuaca. Yavi
daba acceso a recursos como pastoreo de llamas, alpacas sal y metales, La Isla a producción
agrícola de la quebrada. Pronto ampliaron las interacciones con las yungas cálidas y la llanura
chaqueña. San Pedro de Atacama era un núcleo clave en esos aspectos y sumaba relaciones que
mantenía con comunidades de los valles centrales y costeros situados al occidente como
contactos con el sur del altiplano altamente influenciados por Tiwanaku. Yavi e Isla deben haber
tenido relaciones con el centro de los valles catamarqueños.
Probablemente una de las mayores influencias de Tiwanaku a niveles alucinógenos se daba por el
uso de la coca así como la presencia de cráneos trofeos en las tumbas que sugieren la existencia
de organización religiosa así como tabletas y tubos indican un cambio en la forma del consumo
del cebil.
En el caso de la metalurgia, los metales parecen provenir de Tiwanaku. En el sitio denominado
Doncellas, se supone que por la fuerte influencia de Tiwanaku se contara con colonos o
caravaneros de aquel lugar.

Características características de los señoríos norteños.

Algunos elementos analizados nos dan cuenta de que existieron profundos cambios en la
organización social de las comunidades involucradas. No se trataría de aldeanos sino de
sociedades más complejas, extensas y diferenciadas a las que los especialistas definen como
señoríos o jefaturas. Los intercambios que dirigían esas jefaturas de bienes y productos como
prácticas sociales, rituales, creencias e ideas, representaciones estéticas e iconográficas.
Debieron realizar una importante y complicada relación con jefaturas vecinas a fin de asegurar el
control de sus territorios frente a la fuerte movilidad ocupacional como desplazamientos colonos o
caravaneros, para garantizar el funcionamiento de interacciones mediante alianzas. El hallazgo de
tumbas hablarían de la importancia de estas jefaturas y a su vez las relaciones sociopolíticas y de
guerra. También debieron monopolizar el uso de bienes suntuarios de alto valor simbólico, piezas
de metal y alucinógenos, y la realización de las prácticas rituales que legitimaban la autoridad.
Los cambios en la configuración política y social del actual noroeste argentino produjeron el
nacimiento de estos señoríos o jefaturas.

8
Sociedades Originarias – Algunas consideraciones finales
Bibliografía

SCHREIBER, Katharina. Wari en su contexto local: Nasca y Sondondo. PUCP, boletín de arqueología, 2000.
CASTILLO BUTTER, Luis y UCEDA CASTILLO, Santiago. Los Mochicas de la costa norte del Perú. Pontificia
Universidad Católica del Perú, Lima, 2005.
MANDRINI, Raúl. Hace unos 1300 años… Siglo XXI, Buenos Aires, 2010.

Вам также может понравиться