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LA La biodiversidad no es exclusiva del medio terrestre, sino que incluye también el acuático.

E incluye a todos los


organismos, desde las bacterias microscópicas que habitan en todos los lugares, hasta los animales y plantas más
grandes y con sistemas más complejos. La biodiversidad de la Tierra es enorme, aunque no se sabe a ciencia cierta
cuántas especies animales y vegetales hay realmente en el mundo, porque existen muchos hábitats, especialmente en
las profundidades marinas, a los que no ha accedido el ser humano.
¿Por qué es tan importante? Porque todas las especies tienen una importante funcióndentro del equilibrio
biológico. Así, la desaparición de una determinada especie en un ecosistema puede acarrear la extinción de otras,
tanto de animales como de plantas. Y como se trata de mantener el equilibrio biológico, tan peligrosa como
la extinción de especies es la introducción de especies en hábitats que no son los suyos, porque pueden convertirse
en especies invasoras y alterar completamente ese ecosistema.
Es normal que los ecosistemas evolucionen con el tiempo. Hoy no habitan en la Tierra las mismas especies que hace
millones de años. Los expertos han calculado que la vida media de una especie en la Tierra es de entre uno y cuatro
millones de años. Pero actualmente el ritmo de disminución de la biodiversidad y de extinción de especies es
mucho mayor de lo que lo ha sido nunca –se habla de que el actual ritmo de extinción es cien veces superior al
ritmo natural-, y en muchos de los factores que han provocado este ritmo mayor se observa la mano del hombre:
cambio climático, alteración en el uso de los suelos, contaminación, sobreexplotación…
La pérdida de la biodiversidad tiene efectos negativos en aspectos como la vulnerabilidad ante desastres naturales,
la seguridad alimentaria o el acceso a agua limpia, o la salud de los seres humanos. Por ejemplo, se ha comprobado
que ante una catástrofe natural –como un terremoto o la erupción de un volcán- los ecosistemas más cuidados se
recuperan mejor. Además, muchas especies no pueden sobrevivir fuera de su hábitat o, si lo hacen pueden
convertirse en especies invasores, con las consecuencias negativas que ello acarrea. Igualmente, la pérdida de
diversidad provoca que las especies que sobreviven se vuelvan más vulnerables frente a plagas y enfermedades.
Para conservar la biodiversidad es básico tener en cuenta todo el ecosistema, protegiendo tanto a las especies
como los hábitats en los que viven. En cuanto a las acciones que podemos realizar en el día a día para implicarnos en
la conservación de la biodiversidad, basta con actuar de forma sostenible. Reciclar, reutilizar aquellos productos que
puedan tener un segundo –o tercer o cuarto…- uso o tener un consumo energético racional son acciones sencillas y
que podemos incorporar a nuestra vida cotidiana. En la sección de Sostenibilidad de Naturarla te hemos contado –
y seguiremos haciéndolo- formas fáciles de vivir de una manera sostenible.
Y es que conservar la biodiversidad equivale a proteger nuestro presente y nuestro futuro.
"La biodiversidad es esencial para el desarrollo de la vida, clave para mantener nuestro bienestar y una oportunidad para la generación de economía y

empleo. Desde la Fundación Biodiversidad trabajamos para su protección desde un enfoque sostenible e integrador."

(Sonia Castañeda, Directora de Fundación Biodiversidad)

La biodiversidad es vida
De bio- (del griego “bios”; vida) y diversidad (del latín “diversitas”; variedad).
La definición más extendida nos la ofrece el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992. Biodiversidad es la variabilidad de organismos vivos de

cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres y marinos y otros sistemas acuáticos, y los complejos ecológicos de los que forman

parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas.

La biodiversidad abarca, por tanto, la enorme variedad de formas mediante las que se organiza la vida. Incluye todas y cada una de las especies que

cohabitan con nosotros en el planeta, sean animales, plantas, virus o bacterias, los espacios o ecosistemas de los que forman parte y los genes que

hacen a cada especie, y dentro de ellas a cada individuo, diferente del resto.

Se diferencian tres niveles, estrechamente relacionados, en la biodiversidad:

Diversidad genética: incluye los componentes del código genético de cada organismo y la variedad de éstos entre individuos dentro de una

población y entre poblaciones de una misma especie.

Diversidad de especies: incluye los seres vivos con características comunes. No obstante, abarca también otros grupos menores, como subespecies

y, también, otros más amplios que agrupan especies como géneros o familias.

La diversidad de espacios: incluye los ecosistemas como núcleo central. Éstos son conjuntos de plantas, hongos, animales, microorganismos… y el

medio físico que los rodea, interactuando como una unidad funcional.

¿Cuáles son los beneficios de contar con una biodiversidad rica?


Nos provee de alimentos, medicamentos, materias primas/recursos y energía para asegurar la supervivencia de humanos, animales y plantas.

Nos garantiza servicios de los que no podríamos prescindir: regulación de la calidad del aire y del clima, la purificación de las aguas, el

control de la erosión y de los desastres naturales, y la polinización, entre otros.

Así que, cuanto más rica es la biodiversidad, más posibilidades de supervivencia tenemos todos los que vivimos en el planeta.

Patrimonio natural
En la Fundación Biodiversidad trabajamos por la biodiversidad y también por el patrimonio natural.

El rico patrimonio natural de nuestro país incluye el conjunto de bienes y recursos de la naturaleza fuente de diversidad biológica y

geológica, que tienen un valor relevante medioambiental, paisajístico, científico o cultural.

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