“LA GENERACIÓN NARCISISTA QUE COMPRA LA FELICIDAD”
Por: Ronaldo D. Vega H. y Omar A. Félix M.
INTRODUCCIÓN
En el presente ensayo se hará un análisis del dinero, lo que representa para la
persona, cuál ha sido el impacto social y su relación con la felicidad, cómo es que el consumismo y el narcisismo están ligados, y hacía donde va encaminado este modo de vivir. Lipovetsky (2005) en su libro “La estrategia del vacío” nos habla de narcisismo, en el que en un primer momento se identifica a este personaje tan emblemático que es precisamente Narciso. Hace un breve recorrido histórico de cómo fue evolucionando esta introyección para después establecerse en los sujetos de la posmodernidad, sujetos del consumismo. En este sentido histórico, en la propia vida de las personas pierde sentido, pues ya no se preocupan por el pasado ni por el futuro, viven demasiado en su presente acumulando riquezas para las satisfacciones momentáneas. Si bien el dinero es más allá que un papel o una moneda o dígitos en una tarjeta, adquiere un carácter simbólico para las personas, mueve sus pensamientos y emociones, y hasta se le liga con el concepto de felicidad. La felicidad es un concepto muy subjetivo que la psicología trata de definir, explicar y evaluar. Seligman (2011) relaciona este concepto con vida placentera, relaciones de calidad, éxito y logros. Todo esto está relacionado al poder adquisitivo, las clases sociales se viven más felices unas que otras, de igual manera el cambio de vida que llega a tener una persona para escalar o descender de una clase social a otra llega a afectar en su felicidad. No hay fórmula matemática que determine dinero y cantidad de felicidad, pero si hay una relación directa. Está claro que dinero no es sinónimo de felicidad, pero van muy de la mano en nuestro entorno. Se volvió indispensable nos da una base para estar tranquilo para tener satisfacción; esto llevando a una felicidad momentánea que nos pide volver a estar en esta constante felicidad que nos orilla a una dependencia del dinero. La educación, salud, vivienda, comida y tantas necesidades básicas que no son del todo gratuitas, el tener dinero te hace tener obtención de estas necesidades entre más dinero más fácil adquisición de esto el no contar con esto puede llevarnos a un estado de frustración, mala salud y constantes problemas que nos acerca a la infelicidad en estas ocasiones de pobreza extrema se puede decir que literalmente “el dinero compra la felicidad” porque cumplimos nuestras necesidades básicas. El tener dinero te brinda independencia hacia otros, eso te hace sentir poderoso y la idea de poder hacer las cosas bien y a tu manera, una persona logra estatus con una compra o transacción de dinero, gran parte de las personas dicen que el dinero no da la felicidad pero hacen lo contrario invierten su dinero en pasatiempos, en diversión, invierten en cosas sin sentido, banales, y esto lo vemos en grandes cantidades, estos llenan sus vacíos con objetos, sienten placer al hacer estas compras, piensan que esto le acerca a cumplir sus fantasías que de alguna manera la cultura del consumismo nos inculco; este consumismo no es malo si es que estos lo ven como una manera de vivir o plenitud. Todo esto en lugar de cumplir objetivos que requieren un compromiso o desarrollo personal. Esos objetivos que no tienen que ver con dinero no le dan tanta importancia como los hobbies que se disfrutan, pero están en un lugar secundario porque tienes que trabajar y generar dinero que llega a ser una paradoja es hacer algo que te hace infeliz para poder ser feliz, pero no conocen otra manera para mejorar sus vidas que no sea el dinero así que pasan esta vida trabajando sin descansar en donde el escape más fácil a la que para muchos es la razón de vivir “el ser feliz” es el de tener dinero ya sea por cumplir sus necesidades básicas o por ser un ser narcisista. El consumismo es lo que moldea a la economía actual la necesidad de ser visto de que sientan admiración hacia él porque se busca ser el protagonista, este narcisismo que quiere ver a los demás como inferiores esto promovido por la constante publicidad que nos han brindado los últimos años hace aun más necesaria esta necesidad de consumir para acercarse a esa satisfacción que brinda el dinero. Suscita mucha controversia cuando en un grupo de personas se menciona el tema del dinero, la gente (sea la clase social que sea) entra en una competencia por ver quien tiene más, los bienes representan un estatus que los posiciona por encima o debajo de los demás; hay quienes creen que es de “mala educación” porque se puede llegar a la humillación con los inferiores. Es aquí donde podemos diferenciar que las personas llegan a tener una relación con el dinero como si fuera una “persona”; surgen dos polos en los que criticas el dinero diciendo que no lo necesitas y te vives carente de ello, o eres nadie sin el dinero y te vives necesitado en extremo de él, en ambas la relación resulta conflictiva y se tendrán siempre problemas con el dinero. El segundo caso es más frecuente en la gente como parte de su narcisismo. Una manera correcta de hablar del dinero pudiera ser utilizando la palabra prefiero, prefiero viajar en avión, prefiero pagarse el mejor servicio de salud, prefiero comprar todo lo que le gusta; cuando prefiero no necesito ni dependo del dinero, ni tampoco es irrelevante y se vive sin dinero, el preferir es el justo balance entre ambos.