CALCETINES CAMEMBER
Bernabé no se lava los pies.
Tiene un aroma que engaña.
Es tan grande su fetidez
que, al sacarse los botines,
de sus sucios clcetines
sale un fuerte olor a queso.
Bernanbé se hace el leso,
dice que nada que ver
y parece no entender
que es peor que un
camember
CÍTRICOS
Cuando huelo
un pomelo,
una lima o un limón,
en mi boca un riachuelo
se convierte en aluvión.
Mi nariz no me había que se infla y que se estira.
advertido
que este cítrico seria tan
ácido.
Y yo asi, tan plácido,
le di un buen mordiscón.
Me titilan las papilas,
se comprimen mis axilas
y me sa un tiritón.
En una proxima ocasión
no seré tan comilón.
CAFÉ
El café de la mañana
Una fragancia traviesa,
Que escala hacia mi pieza,
Como nube perfumada
Que envuelve hasta mi
almohada,
Como un pequeño suplicio
Que para otros es vicio.
Pero hace algunos días
Mientras nadie me veía
Probé la taza prohibida
Y eso que yo creía
No sabia como olía.
EL PASTEL
En el horno de la cocina,
un pastel vaticina
una fiesta vespertina.
Parece que respira,
Su fragancia prometodora
mi ansiosa nariz perfora.
¿Cuándo estrá lista?
Yo ya no resisto.
Aquí me quedaré
hasta la hora del té.
 FIERAS Y ROSAS LA ESCALERA ENCERADA

La nariz me tapé Me caí en la escalera,

cuando a esa jaula me Fue por culpa de la cera
acerqué… Con que lustran la madera.
la de las fieras.
Me quedo en el suelo
Como furiosas panteras Y huelo…
las emanaciones animales
atacaban mis fosas nasales. Pienso en la abeja obrera,
Esa que tanto se esmera
“es cosa de Fabricando la cera
acostrumbrarse…” Que me deja con cojera.
Dijo el león sin alterarse:
“basta con relajarse,
respirar hasta calmarse
y pensar en otra cosa,
por ejemplo, en una rosa.
El efecto es sorprendente:
con el poder de la mente,
la fetidez ni se siente…”

LA ESTACIÓN MI FRAZADA

Esperamos el tren Hecha de lana y amor,

sentados en el andén.
Me marea el olor insistente
de la grasa en los
durmientes.
No me deja hincar el diente
a mi jamón-queso caleinte.
es suave como cariño.
Guarda el secreto olor
de mis lágrimas de niño.
Mi amada frazada
fuerte y delicada.
Mi dulce sosiego.
La que siempre me arrulló.
La que huele como yo.
 PRIMAVERA

Comienza la primavera
después de tanta espera.

Es la fiesta de la nariz,
todo el mundo está feliz.

Salvo mi tía Remigia

que vende flores de estación
y se queja de la alergia
entre estornudo y remezón.