Вы находитесь на странице: 1из 4

1.

Rescata elementos importantes de la primera parte: Contextualización y


resaltar las más importantes líneas de acción

a. Contextualizacion de la educación católica:

Según el sentir del episcopado latinoamericano y del caribe reunido en


Aparecida al referirse a la contextualización de la educación católica, existe
una gran preocupación por los cambios de épocas, puesto que, la que nos ha
tocado vivir está plagada de desprecio hacia la dignidad humana y su relación
con el mundo y con Dios. En donde lo más relevantes es lo subjetivo e
individual, sin importar el bien común, solo la satisfacción personal. Se ha
fomentado una cultura de la desvalorización hacia las creencias y costumbres
apartando el comunitarismo, valoración de la familia, apertura a la
trascendencia y solidaridad. Por Todo esto, el ser humano vive inmerso en una
gran crisis de sentido, por lo cual, la Iglesia debe jugar un papel importante, al
acercar al hombre a Dios en todo tiempo y momento. De esta manera, la
fomentación de educación basada en principios cristianos y humanísticos debe
resaltar ante esta cultura globalizada que en muchos casos fomenta el
libertinaje a través de la competitividad y el mercado propiciando "la inclusión
de factores contrarios a la vida, a la familia y a una sana sexualidad". (DA 56-
57)

Por ende, se debe rescatar y fomentar los mejores valores de los jóvenes, su
espíritu religioso; y sobre todo enseñarle los caminos para superar la violencia
y acercarse a la felicidad, adquiriendo aquellas actitudes, virtudes y
costumbres que harán estable el hogar que funden, y que los convertirán en
constructores solidarios de la paz y del futuro de la sociedad. Es decir, el papel
actual de la educación católica no debe centrarse únicamente en la facilitación
de conocimientos, sino en la persona humana de manera integral, puesto que
es esta, la que vive en sociedad, siente y experimenta emociones y
frustraciones.

b. líneas de acción: identificar, revisar y generar estrategias

1. Identificar y describir en la propia realidad escolar (y en su contexto) los


signos y las manifestaciones del cambio de época.

2. Revisar y actualizar el Proyecto Educativo Institucional de la Escuela


Católica a la luz de los retos y desafíos del cambio de época en la propia
realidad, y formular los compromisos que se desprenden del mismo.
3. Generar estrategias para que la comunidad educativa conozca y profundice
el documento de Aparecida y la misión continental a la que nos llaman
nuestros pastores.

2. Puntualizar elementos importantes de: parte 3 Mision Continental


destacando los actores de la educación. (Directivos, docentes, personal
técnico pedagógico, padres de familia, exalumnos)

Cuando se habla de Misión Continental es un llamado para todos y la Escuela


Católica no está al margen de ello, juega un papel importante, puesto que, su
misión es evangelizar en y desde el mundo de la educación, por tal razón todos
sus actores deben asumir con entusiasmo y responsabilidad su rol siendo sujetos
y protagonistas de esta misión continental.

Educador directivo:

Por educador directivo entendemos a quienes ostentan la responsabilidad de


dirigir y gestionar los destinos de la institución, esto es: rector, vicerrector,
directores y miembros de equipos directivos. Por lo tanto, su misión principal es la
de pastorear a ejemplo de Jesús, El buen pastor, quien está pendiente de todos y
no teme dar la vida por sus ovejas. Debe ajustarse a un perfil que contemple
características integrales en el orden de la madurez humana, madurez espiritual y
competencias administrativas y pedagógicas, las cuales, le ayudaran a
desempeñar bien su función. Esta consiste en amar pastoralmente a su escuela,
estar al cuidado de las prácticas religiosas y fomentación de valores y virtudes
cristianas, además, de las propias que amerita el cargo como dirigir, organizar,
planificar y velar por el bien de toda la comunidad educativa.

Educador docente:

Este debe partir de la pedagogía de Jesús reflejada en el encuentro con los


peregrinos de Emaús, quien se debe caracterizar por: la acogida, el
discernimiento, el acompañamiento, el testimonio, es decir, ser comprometido con
los ideales Jesús, maestro de maestros. Por lo tanto, no basta solo estar
actualizado y preparado académicamente sino demostrar su compromiso, su
madurez humana y espiritual para inspirar al resto de la comunidad y acercarlos a
Cristo Salvador.

Personal técnico:

Para la Escuela Católica, todo el personal de la comunidad escolar tanto no


docente como docente y docente directivo, deben cooperar activamente –desde
su rol y funciones específicas– en el proceso formativo de los estudiantes. Es
decir, trabajar en equipo por un fin común y sentirse parte fundamental desde el
lugar que le compete para el buen funcionamiento de la institución. Su trabajo
debe ser acompañado con diversos tipos de capacitación y perfeccionamiento
para volverlos agentes activos en las comunidades educativas.

Estudiantes:

Los estudiantes juegan un papel protagónico en la educación, sin embargo estos


deben ser conducidos de forma autentica, fomentando en ellos valores y el amor a
Dios. La juventud clama por encontrar testimonios de vida, modelos que iluminen
su caminar y esperan que sus procesos formativos les ayuden a descubrir el
sentido de la vida. Frente a este clamor de la juventud, Jesús es respuesta a todas
las demandas juveniles.

Padres de familia:

La familia tiene como modelo el hogar de Nazaret independientemente de sus


variadas conformaciones, no se debe desconocer que, en el seno de ella, la
persona descubre con mayor claridad los motivos y el camino para pertenecer a la
familia de Dios. Por lo tanto, es la primera educadora, sin embargo, La Escuela
debe ser consciente que la realidad socioeconómica y cultural de la familia no está
en su mejor momento y debe apoyar desde su posición al acercamiento de todos
los miembros.

Para educar, y especialmente en el seno de la familia, es necesario que los padres


y los educadores no renuncien a su tarea, no se trata solo de querer mucho a los
hijos y estudiantes, sino de quererlos bien y de querer el bien que favorece su
crecimiento humano y cristiano.

Los exalumnos:

Son los egresados de las escuelas católicas que contienen las riquezas de la
enseñanza y la vivencia de la comunidad escolar en la cual han estudiado. Ellos,
deben ser parte activa de la comunidad educativa, no solo porque colaboran con
ella en muchos proyectos, sino porque contribuyen a mejorar la calidad del trabajo
educativo, al sumar su mirada crítica y sus propuestas de renovación.
Conclusión:

El documento analizado acerca de la misión de la Iglesia Católica en su tarea


evangelizadora, a partir del contacto directo con la educación es muy provechoso
para conocer las líneas de acción de la Iglesia Latinoamericano sobre todo como
educador católico, ya que este, brinda pautas que sirven de apoyo en la tarea
evangelizadora de todos los actores educaciones, puesto que, nuestra principal
misión es la anunciar el Evangelio de Jesucristo, a través de nuestro centro de
enseñanza.

La responsabilidad es grande sin embargo, trabajando en equipo y de manera


comprometida y con un cambio de actitudes y aptitudes se lograran alcanzar los
objetivos evangelizadores, los que nos harán discípulos misioneros de Jesucristo
camino, verdad y vida.

Вам также может понравиться