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Un poco de historia
El primero que llamó a la Virgen María con el título de “Auxiliadora” fue San Juan
Crisóstomo, en Constantinopla en el año 345, él dice: “Tú, María, eres auxilio potentísimo
de Dios”.
San Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era
llamada “Auxiliadora de los enfermos”, porque junto a ella se obraban muchas curaciones.
San Juan Damasceno en el año 749 propagó la jaculatoria: “María Auxiliadora, rogad por
nosotros”. Y repite: la virgen es “auxiliadora para evitar males y peligros además auxilia
para conseguir la salvación”.
En el año 1572, el Papa San Pio V, ordenó se agregará a las letanías Lauretanas, en acción
de gracias a la Virgen, por el triunfo de los cristianos en Lepanto, debido al rezo del Santo
Rosario. Ya que toda la comunidad cristiana se sentía amenazada por el ejército
mahometano de 282 barcos y 88 mil soldados.
El 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la virgen de honrarla con
dicho titulo si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la
guerra de los 30 años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y en poco tiempo ya
había más de 70 capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos.
En 1814, el Papa Pio VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día
que volviera a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Ese día fue el
24 de mayo, desde esa fecha, se venera en este día bajo dicha advocación.
A San Juan Bosco, se le apareció desde niño por varias ocasiones y le mandaba a construir
un templo en su honor; en Turín (Italia) en 1863 comienza la construcción con tan solo 40
céntimos, que fue la paga para el constructor. Cinco años más tarde el 9 de junio de 1868,
tuvo lugar a la consagración de la Basílica que lleva por nombre María Auxiliadora.
Además, fundó la comunidad de religiosas Hijas de María Auxiliadora.
Por la señal de la Santa cruz…
Acto de contrición…
Oración para todos los días: María Madre de Dios, que siempre estas para
auxiliarnos escucha nuestras suplicas, y atiende a nuestros clamores que nosotros
tus hijos te dirigimos confiados que los escucharas y los atenderás. Auxílianos de
todo mal y guíanos al encuentro de tu Hijo para así alcanzar la salvación eterna.
Amen.
Primer día: Se hace presente para auxiliar a la humanidad. Gen. 3,15, María será
la nueva Eva; Rom.5,15. Jesús el nuevo Adán.
En este primer día tenemos presente como Dios desde la creación esta con su
criatura y no lo abandona a su surte por el pecado, sino que le brinda una solución
a su desobediencia, aunque también se hace merecedor de una sanción por su mal
cometido. Hay que recordar que Dios no castiga, pero si corrige. No abandona,
pero si da libertad para vivir nuestra vida.
Tener presente que Dios envió a María como nueva Eva, que por su obediencia nos
abrió el camino de la salvación y se dio inicio la plena redención. ¿A quién
queremos seguir, a María en su obediencia o a Eva en su rebeldía?
Jesús nuevo Adán que nos dio la Salvación eterna y nos enseño el camino para
volver al Padre. No quedarnos solo con una advocación, no quedarnos solo con la
Virgen María; completar siempre el misterio de Salvación, que la Virgen María nos
lleve a Jesucristo para el perdón de nuestro pecados y salvación de nuestra alma.
Oración final. María Madre de Dios, bajo esta advocación imploramos tu auxilio y
nos acogemos a ti, para tener firme nuestra fe y no decaer ante las fuerzas del mal
ni desfallecer ante las adversidades que a cada día debemos afrontar. María
auxilio de los cristianos, ruega por nosotros que recurrimos a ti. Amén.