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Problemática de La Electricidad en Venezuela.

La energía eléctrica se obtiene a través de las centrales eléctricas, que utilizan


la energía del agua, viento, de los combustibles fósiles (gas, carbón y petróleo) y
nucleares. La principal fuente de generación Eléctrica en Venezuela es la
hidroeléctrica donde se utiliza la fuerza del agua como principal medio para
generarla.
Venezuela es un país que puede jactarse de su potencial energético. Tiene
reservas considerables de petróleo, gas natural y carbón, así como el potencial
hidroeléctrico derivado de sus ríos al sur del país, lo cual le facilita obtener la
energía secundaria más importante hoy en día para la sociedad.

Sin embargo, una mala gestión de estos recursos y del sector eléctrico
compromete seriamente la disponibilidad de electricidad en el país. El resultado de
esa mala gestión, iniciada a mediados del año 2002, afloro en el 2008 con tres
fallas graves visibles que dejaron a más del 60 % de la población venezolana sin
el servicio eléctrico.

Cabe recordar que la electricidad no es almacenable, se produce y se


consume, en otras palabras, la capacidad de generación debe estar en
concordancia con la demanda. Dicha capacidad debe ser siempre, por
condiciones de confiabilidad en la prestación de servicio, al menos un 30 %
superior a la capacidad demandada. Cuando esta holgura comienza a disminuir,
se presentan los llamados "apagones" y el racionamiento programado o no. Este
aspecto reseñado con la capacidad de generación es trasladable a
los sistemas troncales de transmisión y a los sistemas de distribución de
electricidad.
Otro aspecto importante ocurre con la planificación del sector el cual debe
prever un horizonte de al menos 20 años. Esto obedece a que desde que se
planifica y entra en operación una central hidroeléctrica transcurren en promedio
10 años; para plantas térmicas de más de 500 MW entre 3 y 5 años, y plantas
nucleares 15 años. Es de señalar que en plantas menores a 500 MW se pierde
la economía de escala y eficiencia energética.

El sector eléctrico venezolano desde el año 2007 ha modificado su estructura al


ser estatizadas las empresas privadas y haber creado la Corporación Eléctrica
Nacional, que engloba las políticas y directrices del sector.

La capacidad total instalada es de 21215 MW, de los cuales el 65 % (13865


MW) son hidroeléctricos y 35 % (7350 MW) son térmicos. Esta distribución de
generación es una debilidad del sistema eléctrico nacional debido a su alta
dependencia de la hidroelectricidad, y por la ubicación de esta generación al sur
del país lo que requiere de largos sistemas troncales de transmisión para llevar la
electricidad hacia el centro y centro-occidente del país, por lo que una falla en
estas instalaciones afecta considerablemente el servicio.

Otra característica negativa del sector eléctrico es que del total generado,
un volumen equivalente a la generación térmica no es facturado o en otras
palabras es considerado como pérdidas, las cuales totalizaron para el año 2005
unos 25403 GWh, equivalente al 24 % del total generado para la misma fecha.

En cuanto a la tarifa eléctrica esta es una de la más barata de Latinoamérica.


El promedio nacional para el año 2005 fue de 64.47 Bs. /KWh (0.03 $/KWh). Las
tarifas no han sido modificadas en los últimos 8 años, situación que ayuda a la
desinversión en el sector.
El actual sistema eléctrico nacional no tiene actualmente la capacidad para
satisfacer la demanda. En otras palabras, el sistema colapso. Existe deficiencia en
la generación, en la transmisión y en la distribución, y todo motivado por
una gerencia ineficiente que en los últimos 10 años no ejecuto
los proyectos programados y necesarios para satisfacer la demanda, la cual creció
en dicho periodo en un 3.3 % interanual.

La crisis ya se mostraba soterradamente en ciertas regiones y ciudades del


país en las cuales se les aplica, desde hace más de año y medio, un
racionamiento o suspensión del servicio que las empresas públicas
(principalmente CADAFE) denominaron "suspensión por trabajos técnicos".

El enfoque lógico es el de instalar grandes centros de generación, tal como se


hizo en la década de los 60 del Siglo XX, cuando se planifico el desarrollo
hidroeléctrico en Guayana, la construcción de Planta Centro (CADAFE), de Tacoa
(ELECAR) y Ramón Laguna (ENELVEN).

Esta planificación macro y nacional permitió que la población venezolana


disfrutara de la electricidad las 24 horas, y no de una forma parcial como es
característico de la generación distribuida, y que existía en muchas ciudades y
poblaciones de Venezuela para la época. Esta etapa ya superada, es lo que
ofrece el gobierno para paliar la situación a la que nos ha llevado por su
ineficiencia al no ejecutar los proyectos necesarios para absorber el crecimiento
de la demanda y al no efectuar los programas de mantenimiento que requiere un
sistema tan complejo y frágil como es el eléctrico.
Los apagones eléctricos en Venezuela en lo que va de 2019 han sido cinco
cortes de suministro eléctrico a nivel nacional. El primero comenzó el 7 de marzo
de 2019 a las 16:55 hora local (GMT−4) y fue el apagón eléctrico más grande en
la historia de Venezuela. Afectó seriamente al sector eléctrico del país en la
mayoría de sus 23 estados y el Distrito Capital, causando graves problemas en
hospitales, clínicas, industrias, el transporte, servicios de agua y
múltiples saqueos a nivel nacional.

El 12 de marzo, la energía eléctrica regresó en algunas regiones del país,


pero Caracas permaneció solo parcialmente alimentada y las regiones
occidentales cerca de la frontera con Colombia permanecieron a oscuras. Para el
14 de marzo, la energía se había restablecido en gran parte del país, aunque los
cortes de energía persistieron durante varios días después de eso. El 25 de marzo
ocurrió un segundo apagón donde otra vez quedó sin energía la mayor parte del
territorio nacional.

La administración de Nicolás Maduro atribuye los apagones a sabotajes;


expertos y fuentes en la empresa estatal Corpoelec (Corporación Eléctrica
Nacional) los atribuyen a la falta de mantenimiento, la corrupción en el área y a la
inexperiencia en el campo como resultado de la fuga de cerebros por la crisis
migratoria venezolana.

La mayor parte de la energía eléctrica de Venezuela proviene de una de


las represas hidroeléctricas más grandes del mundo, la Central Hidroeléctrica
Simón Bolívar en el embalse de Guri del río Caroní en Estado Bolívar, Venezuela;

Juan Nagel escribió en Foreign Policy en 2016 que los problemas que presenta
la electricidad en Venezuela se debe a la corrupción masiva del gobierno y las
políticas energéticas desastrosas del país. Univisión también informó que los
problemas en el sector energético se debieron a la corrupción y la falta de
mantenimiento e inversión. Un informe de Transparencia Venezuela dijo que el
mantenimiento se abandonó durante veinte años a partir de 1998. La
infraestructura obsoleta empeoró los problemas, y las críticas fueron silenciadas;
un líder sindical de los trabajadores de energía estatales fue arrestado en 2018
por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional(SEBIN) por advertir que un
apagón era probable.

El Presidente Chávez admitió fallas, como la disponibilidad insuficiente, de la


planta de generación termoeléctrica y las limitaciones de la red nacional de
transmisión de energía eléctrica y los sistemas de distribución. Firmo un decreto
en 2010 que declaraba un Estado de Emergencia del Servicio Nacional de
Electricidad. Chávez hizo que Corpoelec acelerara los proyectos y, al evitar el
proceso de licitación pública para los proyectos, autorizó la 'contratación por
adjudicación directa, lo que facilitó la corrupción.

La administración de Chávez distribuyó contratos de millones de dólares sin


licitación que enriquecieron a los altos funcionarios de su gobierno y las obras
nunca se construyeron, según Univisión así mismo The Wall Street
Journal declaró que el gobierno otorgó contratos eléctricos a empresas con poca
experiencia en el sector energético. Se adjudicaron miles de millones de dólares
en contratos para proyectos que nunca se completaron, lo que llevó a
investigaciones internacionales de altos funcionarios del régimen de Chávez hoy
perseguidos por saquear los cofres de la República Bolivariana.
Complicando aún más los asuntos técnicos, la administración de Corpoelec
fue entregada a un general de la Guardia Nacional de Venezuela, Luis Motta
Domínguez, quien ha admitido la falta de experiencia en la industria de la energía.
El reinicio de una red eléctrica envejecida requiere especialistas y equipos que
pueden no estar disponibles en Venezuela, como resultado de una fuga de
cerebros porque miles de trabajadores han abandonado el país, como
consecuencia de los bajos salarios.

Los intentos por explicar las continuas fallas en el suministro eléctrico, a pesar
de los miles de millones de dólares gastados, han llevado al desprecio y el ridículo
público en las redes sociales a los personeros del gobierno, en el 2018, Motta
Domínguez dijo en Instagram: ¡Camaradas! En algunos casos, las fallas en el
sistema eléctrico las producen animales tales como: ratas, ratones, culebras,
gatos, ardillas, rabipelados, zamuros, etc., que buscando madriguera, nido o lugar
donde ocultarse, se introducen en equipos del sistema causando la falla. Por su
parte, el presidente Nicolás Maduro afirmo que el mega apagón fue producto de
un sabotaje estadounidense mediante el uso de tecnología avanzada para un
ataque cibernético en la red, sin proporcionar ninguna evidencia.

Con estas interrupciones eléctricas, los sectores más vulnerables de la sociedad


se vieron afectados, además escasez de electricidad, por falta de alimentos,
transporte, servicios médicos, el sistema de distribución de agua también colapso.
Según el ex presidente de Hidrocapital, José María de Viana, los centros de
población más importantes del país no tuvieron suministro de agua durante más
de cuatro días agravando la proliferación de enfermedades.
Al 13 de marzo, se habían registrado aproximadamente 43 fallecimientos. Al
menos 26 fueron el resultado directo de la pérdida prolongada de electricidad,
aunque el doctor Julio Castro aclaró que estos se basaba solamente en los
registros de 40 centros de atención primaria por lo que el número de fallecidos es
totalmente más alto.

La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida


(Codevida) anunció que 15 pacientes en diálisis renal murieron porque estos
servicios no estaban disponibles.

El apagón hizo que el Metro de Caracas se cerrara y que el transporte


público se detuviera, la falta de transporte afectó la capacidad del personal para
llegar a sus puestos de trabajo.

La problemática de la electricidad en Venezuela genera una diversidad de


variables discretas, como el número de apagones que ocurren diariamente,
número de fallecidos por los apagones, cantidad de artefactos eléctricos dañados,
número de trabajadores que no lograron llegar a tiempo a su sitio de trabajo,
número de alumnos que no asistieron a su jornada diaria de clase así como
también genera algunas variables continuas entre ellas: el volumen de agua no
distribuida en la población por causa de los apagones, tiempo requerido para
restablecer el servicio de electricidad, periodo de duración de los apagones,
pérdidas económicas en la industria y el comercio ; además surgen otras
variables, que afectan considerablemente a los diversos sectores de la población
entre ellas: La sustitución del conocimiento y la experticia de los profesionales
venezolanos por la subordinación a una ideología y a un partido político,
la sustitución de la planificación del sector por la improvisación, la anarquía y la
aplicación de políticas energéticas erradas, que han traído como consecuencia
que la crisis ya no sea únicamente una crisis eléctrica sino energética. No hay
combustibles fósiles para las plantas térmicas y se desechó sin ningún estudio
serio que lo avalase el desarrollo del Caroní, la problemática de la generación que
continua abordándose de forma equivocada, los cuellos de botella de los sistemas
de transmisión y distribución que siguen agravándose, la comercialización
deficiente que incide negativamente en la Viabilidad financiera de la empresa, que
ahora pretenden resolver con un aumento de tarifas mal diseñado y que solo
castigará a quienes pagan el servicio, las advertencias hechas por los
trabajadores sustentadas en la falta de equipamiento para realizar sus labores con
seguridad y eficacia las cuales han sido sistemáticamente ignoradas.

Alumno: José Alfredo Peña


C.I: 21.208.804
Ing. Industrial
Estadística Descriptiva.
Profesor: Larry Araujo.

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