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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL

INFORME DE TRABAJO

“INTRUSIÓN MARINA EN ACUÍFEROS”


(TACNA)

PRESENTADO POR:
Est. Luciana Montoya Maldonado
Est. Dennis Machaca Huanca
Est. Elifelet Llaiqui Chambi

TACNA- PERÚ

2018

1
ÍNDICE GENERAL

ÍNDICE DE FIGURAS………………………………………………………………………………………………………………….….. 3
ÍNDICE DE TABLAS……………………………………………………………………………………………………………………….. 3
INTRODUCCION: ................................................................................................................................. 4
1. OBJETIVOS .................................................................................................................................. 5
2. CAPITULO I: LA INTRUSION MARINA EN ACUÍFEROS ................................................................. 5
2.1. LOS ACUÍFEROS ........................................................................................................... 5
2.2. EL FENÓMENO DE LA INTRUSIÓN MARINA ......................................................... 6
2.3. PARTES DE UNA INTRUSIÓN MARINA ................................................................... 8
2.3.1. Zona de Mezcla o Difusión .................................................................................. 8
2.3.2. Formación de conos ............................................................................................. 8
2.4. ESTUDIO DE LA INTRUSIÓN MARINA ..................................................................... 9
2.5. EFECTOS INDESEABLES DE LA INTRUSION MARINA .................................... 11
2.6. PROTECCIÓN Y CONTROL....................................................................................... 12
2.7. RECUPERACIÓN ......................................................................................................... 13
2.7.1. Redistribución de bombeo existente: ............................................................ 13
2.7.2. La barrera de inyección: .................................................................................... 14
2.7.3. Las barreras impermeables:............................................................................. 14
2.7.4. Disminución y redistribución del bombeo: .................................................. 15
3. CAPITULO II: INTRUCIÓN MARINA EN LA LOCALIDAD DE TACNA ............................................ 16
3.1. ANTECEDENTES ......................................................................................................... 16
3.2. ORIGEN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LA LOCALIDAD ................... 17
3.3. EXPLOTACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS. .......................................... 18
3.4. LA PIEZOMETRÍA ........................................................................................................ 19
3.5. VERIFICACIÓN DEL FENÓMENO DE INTRUSIÓN MARINA. ............................ 19
3.5.1. Verificación a través de las cartas piezométricas ...................................... 19
3.5.2. Verificación a través de la calidad físico-química del agua ..................... 21
3.5.3. Verificación del cálculo de reservas .............................................................. 24
4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ................................................................................... 25
4.1. CONCLUSIONES.......................................................................................................... 25
4.2. RECOMENDACIONES ................................................................................................ 25
5. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................... 26
6. ANEXOS .................................................................................................................................... 27
IRHS 34
2
IRHS 36

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Acuífero multicapa, con diferentes estados de intrusión salina ……………..…………………… 6

Figura 2. Equilibrio agua dulce – agua salada ……………………………………………………………..…………..… 7

Figura 3. Cono de intrusión producido por bombeo puntual en una captación ……………………….… 8

Figura 4. Zona de transición y flujo del agua subterránea en un proceso de intrusión …………….… 9

Figura 5. Posición de equilibrio de la interfase ………………………………………………………………………… 11

Figura 6. Flujo del agua en la zona próxima al contacto con el mar ……………………………………….… 12

Figura 7. Esquema de experiencia piloto de formación de barrera bentonita-cemento ……….…. 15

ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro No. 1. Verificación de la explotación de aguas subterráneas en el valle Caplina ………… 18

Cuadro No. 2. Superficies de acuíferos bajo la influencia del mar a corto plazo …………………..… 20

Cuadro No. 3. Superficies de acuífero bajo la influencia del mar a mediano plazo ………………… 20

Cuadro No. 4. Variación de la conductividad eléctrica del agua subterránea en las áreas
cercanas al litoral ……………………………………………………………………………………………………………………… 21

Cuadro No. 5. Relación cloro/bicarbonato + carbonato …………………………….………………………..… 23

3
INTRODUCCION:

Una consecuencia inmediata del desarrollo demográfico y económico que se ha producido


en las últimas décadas en las zonas costeras, es la necesidad de disponer de recursos
hídricos en cuantía y calidad acordes con las exigencias requeridas para cada uso. Por ello
los acuíferos costeros han adquirido una importancia estratégica como fuente inmediata y
a veces única de estos recursos. Su explotación induce a la aparición del fenómeno de
intrusión marina que en ocasiones ponen en peligro su sostenibilidad. Para evitar su
aparición es necesaria una adecuada planificación y gestión, acciones que no siempre se
han realizado de la manera más correcta. La intrusión marina es un proceso dinámico,
donde el frente de agua salada avanza tierra adentro en los periodos de menor recarga del
acuífero y retrocede hacia el mar cuando la recarga es mayor. Este equilibrio natural puede
verse alterado por la acción humana al modificar la descarga de agua dulce al mar,
fundamentalmente debido a extracciones por bombeos, provocando un descenso de la
superficie piezométrica y en consecuencia la penetración de la cuña de agua marina tierra
adentro, lo que origina un deterioro de la calidad del agua y limita su utilización para cierto
usos; su recuperación suele ser lenta y con un coste económico elevado.

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1. OBJETIVOS

 Tener el concepto, las causas, daños y métodos de recuperación de los acuíferos


que presentan intrusión marina.
 Analizar mediante estudios realizados la situación de los acuíferos localizados en
la localidad de Tacna, ver si estos presentan riesgos para desarrollar estos
fenómenos.

2. CAPITULO I: LA INTRUSION MARINA EN ACUÍFEROS

2.1. LOS ACUÍFEROS

De forma sencilla, se puede definir un acuífero como aquella formación geológica capaz
de almacenar agua y transmitirla, es decir que puede moverse a través del mismo, pero
con la característica particular de que está conectado hidráulicamente con el mar, y en una
mayoría de casos alguno de sus límites puede estar a su vez relacionado hidráulicamente
con otros acuíferos del interior. De esta forma se pueden considerar como el último eslabón
en el ciclo natural del agua, en su variante subterránea, puesto que reciben agua de otros
acuíferos, de aguas superficiales o de lluvia directamente, para devolverla finalmente al
mar.

Considerando la naturaleza de estas formaciones puede hacerse una primera clasificación


básica de acuíferos costeros en dos tipos principales: detríticos y carbonatados. Hay otro
tipo de acuíferos menos frecuente, constituido por plataformas volcánicas, consistentes en
rocas efusivas porosas y permeables con una morfología sensiblemente llana. Entre los
acuíferos detríticos costeros podemos distinguir, atendiendo a su morfología, los
siguientes: deltas, aluviales costeros, llanuras costeras y piedemontes costeros. Todos
ellos están constituidos principalmente por capas alternantes de gravas, arenas, limos y
arcillas, con diferente geometría y continuidad espacial.

Un modelo hidrogeológico habitual en los deltas y aluviales costeros consiste en la


posibilidad de distinción de dos conjuntos acuíferos, uno superior libre y otro inferior
confinado, separados por un paquete arcilloso de media o baja permeabilidad. El espesor
de esta capa arcillosa normalmente disminuye hacia los bordes de la cubeta llegando a
desaparecer, lo que origina el contacto entre ambas formaciones acuíferas.

Por su parte las llanuras detríticas costeras suelen dan lugar a acuíferos multicapa, libres
y/o semi-confinados que yacen, bien sobre materiales de baja permeabilidad que aíslan

5
hidráulicamente el conjunto superior, o bien sobre otras formaciones acuíferas más
competentes (acuíferos carbonatados) de las que reciben un aporte de recursos (Figura.1).
Éstas a menudo afloran hacia el interior a modo de orla montañosa que limita la llanura y
pueden continuar por debajo de la formación detrítica hasta entrar en contacto directo con
el mar.

Esas formaciones carbonatadas, con mayor o menor grado de karstificación, constituyen


otro tipo de acuíferos costeros. Éstos, salvo alguna excepción presentan un relieve
bastante abrupto, lo que limita en muchos casos el desarrollo de una actividad productiva
en su propio ámbito, aunque sí pueden ser fuentes de recursos para zonas situadas en sus
proximidades. Estos acuíferos se encuentran representados en muchas partes del mundo,
y particularmente tenemos importantes ejemplos en el mediterráneo.

Fig. 1. Acuífero multicapa, con diferentes estados de intrusión salina ( Custodio y Llamas,
1983. Modificado)

2.2. EL FENÓMENO DE LA INTRUSIÓN MARINA


En un acuífero costero, existe una relación de equilibrio natural entre el agua subterránea
dulce del acuífero que descarga al mar y el agua salada de origen marino que pugna por
penetrar tierra adentro, y que usualmente lo hace en forma de cuña apoyada en la base
del acuífero dada su mayor densidad (Figura 2). La penetración de esta cuña dependerá
de las características del acuífero: geometría, propiedades hidráulicas (permeabilidad,
nivel piezométrico, etc.) y será función inversa del flujo de agua dulce que a lo largo de la
costa descarga al mar. La intrusión marina es un proceso dinámico, donde el frente de

6
agua salada avanza tierra adentro en los periodos de menor recarga del acuífero y
retrocede hacia el mar cuando la recarga es mayor.

Fig. 2. Equilibrio agua dulce – agua salada.

Este equilibrio natural puede verse alterado por la acción humana al modificar la descarga
de agua dulce al mar, fundamentalmente debido a extracciones por bombeos del acuífero,
provocando un descenso de la superficie piezométrica y en consecuencia la penetración
de la cuña de agua marina tierra adentro. Otras modificaciones del ciclo hidrogeológico,
que alteren las entradas en el acuífero, como por ejemplo la construcción de presas en el
cauce de un río que alimente un acuífero, pueden también alterar el equilibrio agua dulce -
agua salada. Se puede definir, por tanto, la intrusión marina, como el movimiento
permanente o temporal del agua salada tierra adentro, desplazando al agua dulce, como
consecuencia de una disminución del flujo de agua dulce hacia el mar debido a la
intervención humana. Esta intrusión provocará el aumento de la salinidad en las aguas
subterráneas con la consiguiente contaminación del acuífero costero y la limitación de su
aprovechamiento para determinados usos.

Pero esa invasión de agua marina puede producirse de diferentes formas, siendo las más
frecuentes: el avance horizontal de la interfase hacia el interior (general o zonal, según), y
el ascenso vertical en forma de cono de la interfase a favor de pozos o sondeos en los que
tiene lugar un bombeo intensivo (Figura 3).

7
Fig. 3. Cono de intrusión producido por bombeo puntual en una captación. (Morell, 1989).

Existen otros mecanismos de salinización diferentes de la intrusión marina, que pueden


producirse individualmente o acompañar a la intrusión, como la disolución de sales y
lixiviado de minerales, evaporación, mezcla con otras aguas salinizadas procedentes de
pasados procesos de intrusión o presencia de aguas congénitas asociadas a los
sedimentos de origen marino, vertidos industriales, etc.

2.3. PARTES DE UNA INTRUSIÓN MARINA


2.3.1. Zona de Mezcla o Difusión
El agua de mar y el agua dulce no son miscibles, sino que se mezclan en una zona que se
denomina zona de mezcla, de difusión o de transición, y el paso de uno a otro fluido se
hace de forma gradual.

En condiciones naturales se produce un movimiento tridimensional del agua dulce hacia el


mar y puesto que el agua dulce y salada son miscibles, existe una zona de transición
donde, por procesos de difusión, estas aguas se mezclan progresivamente a esta zona se
denomina de mezcla de difusión o de transición.

En la parte de la zona de transición situada al costado del agua dulce, el agua salobre es
arrastrada hacia el mar y por simple efecto de balance de sales, hace que se esté
renovando constantemente.

Al movimiento del agua de mar hacia tierra se le llama “Efecto Nomitsu”.

2.3.2. Formación de conos


En la primera imagen no se está extrayendo, la condición que observamos es el acuífero,
el nivel del mar, y el agua salada que se encuentra bajo el mar, a la vez tenemos la zona
de transición que es la zona de interfase normal en condición inicial.
8
Luego se realiza la extracción como se visualiza en la segunda imagen, siendo esta la fase
intermedia, se extrae caudal, se genera una presión y esta a su vez produce un
levantamiento en el agua dulce y de esta manera se presiona el agua salada para entrar
en contacto en esa zona de interfase y llegar hasta el agua dulce.

A la medida que se extrae más caudal a través de la estructura de pozo, se forma a lo que
se denomina cono de agua salina o cono salino, que se aprecia en la tercera imagen,
Cuando se forman estos conos, la cantidad de agua salada penetra contaminando el
acuífero y el agua que se retira del pozo, teniendo valores altos de cloruro, conductividad
eléctrica, indicando su contaminación. Cuando se bombea agua dulce rápidamente y en
exceso, se reduce la altura de la tabla de agua o nivel de agua subterránea produciendo
un cono de depresión. El agua salada aumenta 12.2metros por cada 0.3metros de
depresión de agua dulce formando un cono de ascensión.

2.4. ESTUDIO DE LA INTRUSIÓN MARINA


El estudio de la intrusión marina se puede abordar de forma simplificada, considerando al
agua salada y al agua dulce como dos fluidos inmiscibles en contacto mediante una
superficie de separación neta o brusca entre las dos aguas (Figura 2). Esta superficie
teórica se denomina interfase. Esta simplificación permite calcular la posición teórica del
contacto agua dulce - agua salada de forma sencilla (Tood, 1960).

Fig. 4. Zona de transición y flujo del agua subterránea en un proceso de intrusión (


Custodio y Llamas,1983. Modificado).

La forma más realista de abordar este estudio es la de considerar el agua dulce y el agua
salada como dos fluidos miscibles, de tal forma que el paso de un fluido a otro se produce
9
a través de una “zona de mezcla” o “zona de transición” (Figura 4). Las características
químicas y físicas de esta zona dependerán del grado de mezcla en cada punto y los
procesos químicos que se produzcan con la matriz del acuífero; la anchura de la zona de
mezcla dependerá de las características hidrodinámicas del medio y de la difusividad y
dispersividad del acuífero, y en función del grado de explotación se producirá un mayor o
menor avance de la interfase. Por tanto podemos considerar la posición de la interfase
como una variable de decisión a tener en cuenta a la hora de gestionar los recursos del
acuífero.

Fueron Ghyben (1889) y Herzberg (1901) los primeros que establecieron una fórmula para
estimar la profundidad de la interfase salina. Para ello consideraban al agua dulce y salada
como dos fluidos de diferente densidad separados por una interfase neta (Figura 5). Para
su cálculo se consideran las siguientes simplificaciones:

a. Existencia de un equilibrio hidrostático entre los fluidos.


b. La superficie de separación entre el agua dulce-salada es plana.
c. No existen gradientes verticales de carga.
d. No existen pérdidas de carga del agua de mar en su avance tierra adentro. Con
estos condicionantes, el equilibrio entre los dos fluidos se produce cuando:

𝛾𝑑 ∗ (𝐻 + 𝑧) = 𝛾𝑠 ∗ 𝑧

Donde:

Yd = densidad del agua dulce (≈1,000 gr/cm3).

Ys = densidad del agua salada (≈1,025 gr/cm3).

H = altura del nivel piezométrico sobre el nivel del mar.

z = profundidad de la interfaz respecto al nivel del mar.

1
𝑧 = ∗ 𝐻
𝑧 =0.025
40 ∗ 𝐻

𝑧 = 40 ∗ 𝐻

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Fig. 5. Posición de equilibrio de la interfase según Ghyben-Herzberg.

2.5. EFECTOS INDESEABLES DE LA INTRUSION MARINA


Entre los efectos indeseables se destacan: áreas del acuífero inutilizadas por elevada
salinidad, abandono de captaciones, necesidad de buscar nuevas áreas de explotación,
ascenso posterior de niveles freáticos con problemas de inundación de sótanos de
edificaciones cercanas a la línea de costa, etc.

En lo posible se debe evitar la ocurrencia de la intrusión salina, ya que la recuperación de


los acuíferos puede ser muy costosa. No obstante, existen diversas metodologías para
lograr la recuperación de las áreas afectadas. Entre estas metodologías se destacan la
construcción de barreras físicas en la línea de costa; implementación de barreras
hidráulicas de inyección; recarga artificial, reducción de los volúmenes de explotación de
agua subterránea; reubicación de los pozos de explotación y depresión de la cuña salina
por bombeo.

Es decir, por cada metro de agua dulce (representados por la superficie piezométrica)
sobre el nivel de mar en un determinado punto, la interfase se sitúa a una profundidad de
40 metros. Este valor es aproximado y varía entre 50 y 33 metros para densidades del agua
de mar comprendidas entre 1,020y 1,030. Esta ley de Ghyben-Herzberg se cumple de
forma más satisfactoria en las zonas alejadas de la costa. En las zonas cercanas a la costa
se obtienen profundidades menores a las reales.
11
Posteriormente Hubbert (1940 y 1953) considera el fenómeno de intrusión desde el punto
de vista dinámico. No considera al flujo horizontal como Ghyben-Herzberg, debido a que
en las proximidades de la costa existe un estrechamiento de la descarga de agua dulce al
mar (morfología de cuña), que produce un incremento de la velocidad y por tanto un
gradiente en cota superior al deducido para el flujo horizontal (Fig.6).

Fig. 6. Flujo del agua en la zona próxima al contacto con el mar (Custodio y Llamas 1983.
Modificado).

2.6. PROTECCIÓN Y CONTROL


El objetivo de la protección de un acuífero costero, al igual que la de cualquier otro acuífero,
es conservarlo como fuente sostenible de recursos hídricos. Pero para su conservación es
necesario un conocimiento previo de su funcionamiento hidrogeológico, así como una
evaluación de sus recursos. Una vez conocido su comportamiento, los procesos de
contaminación que le pueden afectar, y los recursos disponibles, la protección del acuífero
se debe fundamentar en una adecuada planificación de las actividades humanas, una
correcta y eficaz gestión de los recursos, y un control permanente de la calidad del agua y
de las extracciones. Con relación a la planificación, el desarrollo de modelos de uso
conjunto de recursos hídricos se perfila como una herramienta muy útil para el gestor.
Permite la simulación de diferentes escenarios de gestión, de cara a la optimización del
aprovechamiento de los recursos disponibles en el conjunto del sistema hídrico
considerado. Así mismo facilita el análisis de las garantías de abastecimiento a las
diferentes demandas incluidas en el sistema, y permite sacar conclusiones sobre la
sostenibilidad de los esquemas planteados. Como herramientas preventivas, los
planificadores y gestores pueden valerse además de mapas de vulnerabilidad y riesgo de
salinización, que ayudan a la ordenación del territorio y de las actividades antrópicas.

12
Finalmente deberán establecer las medidas y figuras legales y administrativas oportunas
para asegurar el correcto aprovechamiento de los recursos por parte de los usuarios,
mediante normas, concesiones, autorizaciones, restricciones de uso, etc. Como se ha
comentado anteriormente, la explotación de un acuífero costero supone modificar la
situación natural de la interfase agua dulce-agua salada. Por lo tanto, es necesario su
control. Para ello se requiere, por una parte, evaluar con fiabilidad las extracciones que del
mismo se llevan a cabo, si es posible con contadores, y por otra controlar las variaciones
de niveles piezométrico y de la calidad del agua subterránea. Para ello es necesario
disponer de una red de sondeos diseñados y equipados correctamente para el objetivo que
persiguen. Deben tener las características adecuadas de representatividad, ubicación,
profundidad, penetración en el acuífero, distribución de tramos de entubación ranurada, y
aislamientos, etc., para controlar el acuífero que se pretende. El control de la calidad de
agua (conductividad eléctrica) a lo largo de los sondeos que atraviesen la interfase, permite
establecer perfiles que sitúan perfectamente la posición de la zona de mezcla, definen su
amplitud y su evolución temporal.

2.7. RECUPERACIÓN
Existen diferentes metodologías alternativas para inducir el retroceso de la intrusión y la
reocupación del acuífero por parte del agua dulce. Las más frecuentes son: disminución y
redistribución del bombeo, recarga artificial, y barreras de depresión, de inyección o de
impermeabilización, entre otros sistemas.

2.7.1. Redistribución de bombeo existente:


Otra posibilidad de mayor aplicación práctica es la redistribución del bombeo existente. La
concentración de bombeos profundos en zonas cercanas a la costa, provoca la aparición
de fuertes depresiones del nivel piezométrico, en muchos casos por debajo del nivel del
mar, y la ascensión de grandes conos salinos, siendo vías preferenciales de intrusión
marina en el área. Este fenómeno de “upconing” tiene lugar, aunque el volumen bombeado
no sea significativo respecto al total de recursos del acuífero, debido a la concentración de
las extracciones. Al distribuir estos bombeos en otros de menor cuantía y más alejados de
la costa, se puede reducir la intrusión marina sin disminuir el volumen total de agua extraída
del acuífero. Es muy interesante reproducir los efectos de estas redistribuciones en
modelos matemáticos del acuífero para predecir el comportamiento y la evolución de la
intrusión ante la medida correctora. Padilla et al. (1997), simulan en un modelo matemático
la sustitución de la explotación de aguas subterráneas mediante bombeo en pozos, por
una serie de captaciones poco profundas próximas a la línea de costa en el acuífero del
13
Río Verde (Almuñécar, Granada). Los autores concluyen que el avance de la interfase se
puede reducir de manera muy importante, sin modificar los balances totales de agua dulce
del acuífero, con la simple sustitución de las explotaciones actuales por unas captaciones
más someras.

El concepto de “colectores costeros” es el de interceptar el flujo de agua dulce que


descarga al mar necesario para mantener el equilibrio con la interfase, una vez que este
flujo haya cumplido su función de estabilizar la interfase. Estos colectores consistirían en
pozos de bombeos superficiales situados paralelamente y próximos a la costa.

Otro método para combatir el avance de la intrusión es la recarga artificial. El fundamento


de esta técnica consiste en la formación y mantenimiento de una cresta de presión de agua
dulce, adyacente y paralelamente a la costa, a suficiente altura sobre el nivel de mar para
rechazar la entrada de agua marina. Se requiere disponer de agua y con un precio que
haga factible la operación. En la actualidad se utilizan las aguas residuales urbanas una
vez depuradas o aguas superficiales no reguladas que van a parar al mar.

2.7.2. La barrera de inyección:


Es un caso particular de recarga artificial. Consiste en establecer y mantener una recarga
a lo largo de la costa de tal forma que se tenga una elevación del nivel piezométrico superior
al potencial de agua dulce necesario para evitar que el agua marina fluya hacia el interior
del acuífero. En un acuífero libre, la barrera de inyección puede hacerse mediante canales
o zanjas paralelas a la costa. La separación entre los puntos de inyección es una
optimización entre los costes de ejecución y mantenimiento y el mayor consumo de agua
necesaria para mantener el nivel mínimo entre ellos, que es mayor cuanto mayor es la
separación. Esta técnica se ha aplicado por ejemplo en la llanura costera de Los Ángeles
(California) desde los años 60, con la construcción de varias líneas de sondeos de
inyección para mantener una barrera hidráulica contra la intrusión. El agua inyectada era
inicialmente agua residual depurada, pero se ha ido sustituyendo por agua superficial
importada, a la vez que se ha mejorado la eficacia y se han reducido los costes de
operación paulatinamente. Las desventajas de la técnica son el coste de los pozos de
inyección y la cantidad de agua utilizada.

2.7.3. Las barreras impermeables:


En acuíferos relativamente superficiales, la construcción de barreras impermeables como
pantallas de arcillas u otro material de baja permeabilidad, reducen la posibilidad de
intercambio de flujo con el agua de mar. En acuíferos más profundos se puede realizar la
14
barrera mediante la inyección en pozos de bentonita-cemento. La mayor ventaja del
método es la de permitir una explotación intensa del acuífero con bajo riesgo de
salinización, si la impermeabilización ha sido efectiva. La principal desventaja del método
es su elevado coste y la dificultad para conseguir la efectividad en la impermeabilización.
(Fig. 7).

Fig. 7. Esquema de experiencia piloto de formación de barrera bentonita-cemento.

2.7.4. Disminución y redistribución del bombeo:


La disminución del bombeo de extracción de aguas subterráneas producirá una mayor
descarga de agua dulce al mar reduciendo la penetración del frente salino. Es la solución
más inmediata, aunque no siempre es posible, ya que a menudo no se disponen de
recursos alternativos al bombeo. Por otro lado, el proceso de retirada es lento y finalmente
se puede perder el agua no bombeada por descarga al mar. Otra posibilidad de mayor
aplicación práctica es la redistribución del bombeo existente. La concentración de bombeos
profundos en zonas cercanas a la costa, provoca la aparición de fuertes depresiones del
nivel piezométrico, en muchos casos por debajo del nivel del mar, y la ascensión de
grandes conos salinos, siendo vías preferenciales de intrusión marina en el área.

15
3. CAPITULO II: INTRUCIÓN MARINA EN LA LOCALIDAD DE TACNA
3.1. ANTECEDENTES
Los sectores Magollo, La Yarada, Los Palos, Santa Rosa y Hospicio, forman parte de un
sólo acuífero que tiene la forma de abanico, cuya fuente principal de recarga la constituyen
los cauces de los ríos Caplina y Uchusuma y como fuentes secundarias, las quebradas
Viñani, la Garita y Escritos.

En el sector comprendido entre Tacna y Calientes, mediante perforaciones exploratorias,


se ha identificado un acuífero libre, emplazado tanto en depósitos aluviales como también
en los estratos permeables de la Formación Moquegua; su profundidad aún no está
determinada, sin embargo, el piso de este acuífero debe estar constituido por los
sedimentos finos de la Formación Moquegua.

En el sector comprendido entre Tacna y la Garganta de Magollo se han identificado dos


acuíferos, uno emplazado en los materiales aluvionales, teniendo como techo las tobas
rosadas del cuaternario y como piso las tobas de la Formación Huaylillas; y otro emplazado
en los sedimentos permeables de la Formación Moquegua, teniendo como techo las tobas
de la Formación Huaylillas y como piso los sedimentos finos de la Formación Moquegua;
sin embargo, no se conocen sus características hidráulicas.

En el sector Pampas de la Yarada y Hospicio, donde se estaría presentando el fenómeno


de intrusión marina, se tiene en primer lugar un acuífero de grandes dimensiones tanto en
superficie como en profundidad, emplazado en materiales aluviales cuaternarios; en las
pampas de la Yarada se localiza un acuífero libre, pero la parte baja de la pampa de
Hospicio conforma dos acuíferos, un acuífero libre y otro confinado, este último originado
por la presencia de las tobas cuaternarias de consistencia blanda. En segundo lugar, se
estima la presencia de la formación Moquegua por debajo de los depósitos cuaternarios.

En investigaciones recientes, se menciona la presencia de un acuífero confinado, donde


“conjuntamente con los depósitos aluviales y formando capas más o menos extensas se
encuentran depósitos de cenizas volcánicas, localizándose por debajo de éstas un acuífero
confinado".

En la Yarada baja y los Palos se presentan intercalaciones de arenas, gravas, limos y


arcillas, hasta 20 m. de espesor; las arcillas ubicadas por encima de arenas y gravas
limpias, altamente permeables, dan al acuífero condiciones de semi-confinamiento.

16
3.2. ORIGEN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LA LOCALIDAD

a. Las investigaciones de hidrología isotópica, realizadas por el Organismo


Internacional de Energía Atómica (OIEA); indican que la recarga o alimentación al
acuífero del valle de Tacna y Pampas de la Yarada y Hospicio, tienen su origen en
las precipitaciones pluviales de la parte occidental de los Andes; señalan también
que no existe interconexión hidráulica con acuíferos del Altiplano Andino, en razón
de que concentraciones de oxígeno dieciocho (O18) de las aguas superficiales y
del acuífero de la Yarada son de -9,5 a -13,5 por mil; y las aguas superficiales y
subterráneas del Altiplano Andino tienen valores de -15 a -17 por mil.
b. La conclusión de la investigación isotópica resulta reforzada por la investigación
geológica, la cual señala que existe un complejo rocoso de 30 Km. de amplitud y
de gran potencia, enmarcado entre las fallas de Calientes (cabecera de valle) y
Cerro Colorado (Faldas del Volcán Tacora), que separa el acuífero del Altiplano con
el acuífero Caplina, impidiendo una interconexión hidráulica profunda.
c. Queda igualmente descartada una alimentación o recarga a partir de los ríos
Locumba y Sama, las aguas de ambas fuentes tienen una alta concentración de
sólidos disueltos, siendo el valor de la conductividad eléctrica de 3,5 milimhos/cm;
en tanto que la calidad del agua subterránea en la parte norte del acuífero de La
Yarada, es decir en el Asentamiento No. 4, tiene en promedio una conductividad de
1,3 milimhos/cm.
d. Finalmente, en cuanto a una probable alimentación o recarga proveniente de
Quebrada Honda, esta queda minimizada en razón de que la cuenca húmeda de
dicha quebrada es muy pequeña y apenas alcanza los 3 000 m. de altitud, donde
el promedio anual de la precipitación no supera los 150 mm. valor que es consumido
en su mayor proporción por la evapotranspiración, produciéndose una escorrentía
esporádica sólo en años muy húmedos, que termina reteniéndose en las arenas
superficiales.
e. En resumen, la fuente principal de alimentación o recarga al acuífero está
constituida por las débiles escorrentías que se originan en la cuenca del río Caplina,
es decir los ríos Caplina y Uchusuma, así como el transvase desde la cuenca del
río Maure, y en pequeña proporción las quebradas adyacentes; con lo cual quedan
descartadas o minimizadas las hipótesis sobre importantes recargas provenientes
tanto del Altiplano Andino como de los ríos Locumba y Sama.

17
3.3. EXPLOTACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS.

Según los últimos estudios, la explotación actual del acuífero Caplina sería de 102
MMC/año, lo cual ha servido para estimar el valor de la alimentación (recarga) en magnitud
similar; sin embargo, la verificación de campo del control de la explotación (motivo del
presente informe), efectuado entre diciembre de 1997 y enero de 1998, señala una
explotación anual de sólo 53 MMC. Esta gran diferencia, que es del orden del 100%, se
debe a que, en los cálculos anteriores, se ha adoptado el régimen de funcionamiento
clásico de 18 a 24 horas/día en la mayoría de los pozos, lo cual difiere significativamente
del régimen de funcionamiento real obtenido, a partir del registro de consumo de energía
de cada pozo, de donde se determina el funcionamiento en horas/año por pozo.

La verificación de campo ha consistido en medir directamente los caudales de cada pozo


en funcionamiento mediante el uso de una cuba de 100 l y un correntómetro.

En conjunto se ha aforado 90 pozos, de los 106 inventariados, cuya ubicación se presenta


en la Figura 5 del Anexo 1; lo cual representa el total de pozos en actual funcionamiento;
a los pozos restantes se les asignó caudales correspondientes a aforos anteriores. En el
Cuadro No. 1 se presenta el resumen de los cálculos mencionados.

Cuadro No. 1 - Verificación de la explotación de aguas subterráneas en el valle


Caplina - Cuadro resumen Diciembre 1997 - Enero 1998

SECTOR MASA ANUAL m3 X 106

Asentamiento No. 2 2 334 797

Asentamiento No. 3 4 025 677

Asentamiento No. 4 3 044 891

Asentamiento No. 5 Y 6 9 248 799

La Esperanza 7 402 128

Los Olivos 7 011 758

las Palmeras 6 089 074

Los Palos 9 506 690

18
Santa Rosa 221 616

Magollo 2 650 644

Tacna 781 488

Pocollay 769 824

TOTAL 53 087 836

1 685m3/s

Cuadro N°1 F.V.F. Y peralta (1998).

3.4. LA PIEZOMETRÍA
Los últimos estudios realizados (5 y 6) señalan descensos generalizados de la piezometría
que van desde 0,08 m/año (Sector Magollo) hasta 0,335 m/año (Sector Asentamientos). A
través del presente trabajo se realizó en Enero de 1998 el control piezométrico en la red
de pozos de observación establecida, cuyos resultados se presentan en el Anexo 2.

Por otro lado, se efectúo la verificación de los descensos del nivel dinámico en un 70% de
los pozos de la Yarada-Hospicio (Anexo 3), notándose que existen pozos cuyo nivel
dinámico ha descendido entre 10 y 20 m. en un período de 20 años; sin embargo, en la
mayoría de los pozos los descensos son más lentos, ubicándose entre 2 y 8 m. en 15 años.

La figura 6, señalan la evolución general de la piezometría en los últimos 20 años. Las


áreas de rojo se encuentran a nivel del mar o por debajo del mar, lo cual está indicando la
susceptibilidad a la intrusión marina, como se verá en el siguiente capítulo.

3.5. VERIFICACIÓN DEL FENÓMENO DE INTRUSIÓN MARINA.


3.5.1. Verificación a través de las cartas piezométricas
En los últimos estudios realizados se reconoce el peligro de intrusión marina en las áreas
cercana al litoral (La Yarada y Los Palos). En el presente informe, utilizando la información
de dichos estudios, se presenta la evolución de este fenómeno a través del tiempo; en tal
sentido se ha coloreado de rojo a las áreas que tienen nivel piezométrico, cero o menos de
cero con respecto al nivel del mar y luego se ha obtenido la extensión involucrada en ha.,
alcanzándose lo siguientes resultados (Cuadro No. 2)

19
Cuadro No. 2 - Superficies de acuíferos bajo la influencia del mar a corto plazo

Altura Piezométrica Superficie

Año (m) ha.

1976 h0 300

1980 h0 400

1985 h0 875

1996 h0 2 170

Asimismo, se ha coloreado de marrón las áreas comprendidas entre 0 y 1 m sobre el


nivel del mar, obteniéndose los siguientes resultados (Cuadro No. 3)

Cuadro No. 3 - Superficies de acuífero bajo la influencia del mar a mediano plazo

Altura Piezométrica Superficie

Año (m) ha.

1976 1>h>0 1,300

1980 1>h>0 1,300

1985 1>h>0 1,850

1988 1>h>0 1,750

1996 1>h>0 1,350

Finalmente, se efectuó el cálculo de las superficies que tienen nivel piezométrico entre cero
y bajo cero, cuando el acuífero está sometido a bombeo, obteniéndose una superficie
aproximada de 10 000 ha.

En términos generales, puede señalarse que, teniendo en cuenta que el acuífero de


Caplina se encuentra sometido al bombeo en un 75% del tiempo, es la situación del nivel
20
piezométrico bajo bombeo la que predomina, ya que en realidad nunca se presenta la
situación de reposo hasta recuperar el nivel estático; en tal sentido, según los resultados
obtenidos, alrededor de 10 000 Ha. de tierras agrícolas de las Pampas de la Yarada y los
Palos se encontrarían en inminente peligro de ser afectadas por el fenómeno de intrusión
marina.

3.5.2. Verificación a través de la calidad físico-química del agua


3.5.2.1. Verificación a través de la conductividad eléctrica (CE)
Con el fin de verificar si el grado de mineralización de las aguas subterráneas en las áreas
cercanas al litoral está aumentando, se ha cartografiado la evolución de la conductividad
eléctrica en dichas áreas, encontrándose los siguientes resultados (Cuadro No. 4).

Cuadro No. 4 - Variación de la conductividad eléctrica del agua subterránea


en las áreas cercanas al litoral

Conductividad Superficie
Eléctrica (CE)
Año involucrada
mS/cm a 25° C
ha

1982 CE > 3.2 480

3.2 > CE > 2.4 820

1992 CE > 3.6 750

3.6 > CE > 2.4 1 800

1996 CE > 3.6 1 325

3.6 > CE > 2.4 2 025

En términos generales, puede afirmarse que la mineralización de las aguas viene


aumentando lentamente, habiéndose producido en sólo 14 años un incremento aproximado
de 1 500 ha en la superficie afectada por conductividades eléctricas entre 2,4 y 3,6 mS/cm
a 25°C.

21
3.5.2.2. Verificación a través del contenido de cloro
Los sectores La Yarada Antigua y Los Palos presentan los mayores contenidos de cloro en
el agua subterránea, habiéndose cartografiado 1 775 hectáreas con contenidos de cloro
entre 14 y 26 ppm. y 1 275 hectáreas con contenidos de cloro mayores a 26 ppm.

El análisis de la contaminación marina aplicando la relación de Revelle, señala que, en el


sector La Yarada los pozos 23-01-01 (6, 36, 38, 39, 48 y 165) y en el sector Los Palos el
pozo 137 presentan aguas altamente contaminadas por cloro.

En efecto, Revelle en 1941 presentó algunos criterios para conocer el agua de mar infiltrada
dentro de los acuíferos de agua dulce; señalando que la relación cloro/bicarbonato +
carbonato (2) permite conocer las variaciones relativas al cloro en el agua subterránea ya
que el ión -HCO3 tiende a ser constante.

− 𝐶𝑙 (𝑚𝑒𝑞)
𝑅=
− 𝐻𝐶𝑂3 + = 𝐶𝑂3 (𝑚𝑒𝑞)

El cloro es el ion dominante en el agua de mar estando presente generalmente en


pequeñas cantidades en el agua subterránea. Asimismo, el bicarbonato (-HCO3) y el
carbonato (=CO3) son los iones negativos más abundantes en las aguas subterráneas y
están presentes en pequeñas cantidades en el agua de mar. Verificando este
comportamiento en las muestras señaladas en los últimos estudios, se tiene los siguientes
resultados (Cuadro No. 5); donde los pozos IRHS 165 del sector La Yarada y el IRHS 137
del sector Los Palos,muestran relaciones cloro/bicarbonato elevadas que indicarían
contaminación de origen marino. En cambio, en los otros pozos, la relación es menor pero
muy superior al promedio señalado por Revelle que es de R = 2,8 (Como referencia se
tiene que para el agua de mar la relación de Revelle señala un valor de 200). En todas
estas muestras existe una contaminación con aguas cargadas de cloro, lo cual sería un
indicio de la contaminación por intrusión marina.

22
Cuadro No. 5 - Relación cloro/bicarbonato + carbonato según relación de Revelle

Sector La Yarada - Los Palos

POZOS -Cl -HCO3 =CO3 Relación de

IRHS meq/l meq/l meq/l Revelle (R)

23-0 - 0- 34.30 1.82 0.00 18.84


6
26.16 1.14 0.00 22.94
36
23.25 1.25 0.00 18.60
39
47.96 4.54 0.00 10.56
47
38.75 1.82 0.00 21.29
48
58.13 0.00 1.64 35.44
165

137* 55.10 1.36 0.00 40.51

52* 30.58 3.41 0.00 8.96

53* 33.42 2.95 0.00 11.31

3.5.2.3. Verificación a través de la prospección geoeléctrica


Los cortes geoeléctricos A-A' a 1 Km de la línea de playa, C-C' a 7,5 Km. de la línea de
playa y D - D' a 10 Km de la línea de playa indican que los horizontes H2 y H3
corresponderían a la zona de interfase marina.

El horizonte H2, presenta resistividades desde 10,4 a 27,3 ohm-m, lo cual indica baja
resistividad eléctrica, es decir alta conductividad y como consecuencia alta probabilidad de
que se trate de la zona de interfase marina; con potencia variable entre 10 y 100 metros,
aumentando en la medida que avanza tierra adentro.

23
El horizonte H3, con resistividad de 1,7 a 8,6 ohm-m, al igual que en el horizonte anterior,
se cree que estos valores de resistividad corresponden al sector de interfase marina;
potencia de 10 a 200 metros, presenta un ángulo de aproximadamente de 45° hacia tierra
adentro.

En síntesis, la investigación geoeléctrica, establece con cierta aproximación la ubicación y


avance tierra adentro de la interfase marina. Lo cual significa que no se trataría de lentes
contaminados sino de grandes estratos contaminados con agua de mar, ubicados más allá
de 50 metros de profundidad y de distribución irregular.

3.5.3. Verificación del cálculo de reservas


La verificación del cálculo de reservas ha estado orientado a observar la distribución de los
coeficientes de almacenamiento (S), porque éste parámetro tiene influencia directa sobre
la magnitud de las reservas habiéndose preparado una carta donde se muestran los
coeficientes de almacenamientos del orden de 10-3 (ASCOSESA 1980) que dominan gran
parte del área del litoral; por otro lado, en la parte central se presenta coeficientes de
almacenamiento del orden de 10-2. En consecuencia, no se puede generalizar el valor de
S igual a 5 x 10-2 para todo el acuífero y menos aún para efectuar su cálculo global de
reservas, porque resultaría sobre estimado.

Por otro lado, no se ha observado una recuperación definitiva de pozos como lo señalan
los estudios mencionados, lo real es que el nivel piezométrico se encuentra en un descenso
paulatino, así lo demuestra la piezometría y las cartas de hidroisoipsas, así como también
el resultado del balance hídrico con variación de reservas negativas (Cuadro No. 2), que
confirma esta tendencia.

24
4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
4.1. CONCLUSIONES
 Llegamos a la conclusión sobre el tema de acuíferos que la explotación de estos
acuíferos va a crear un cambio en las condiciones de equilibrio natural entre el
agua dulce y salada, y en función de ese grado de explotación se producirá un
mayor o menor avance de la interfase.
 Para lo correspondiente a intrusión marina, puede concluirse que existen todas
las condiciones para que este fenómeno se presente ocupando grandes áreas
de la franja litoral del acuífero del Caplina; sin embargo, su avance es lento; en
consecuencia, la contaminación del agua subterránea por intrusión marina
parece ser aún limitada.
 En el presente trabajo, se ha puesto en evidencia que los cálculos y resultados
expuestos en los últimos estudios, esta información recabada no confirma la
existencia de reservas explotables de 20,50 MMC/Año (650 l/s), como lo señala
los estudios recientes; y que más bien, como lo demuestra el balance hídrico,
el acuífero de Caplina está presentando continuamente una variación de
reservas negativa, lo que mantiene un paulatino descenso de su nivel
piezométrico.

4.2. RECOMENDACIONES
 Se recomienda mantener la veda sobre el incremento de la explotación de
aguas subterráneas en el acuífero de las pampas La Yarada - Hospicio y más
bien gestionar su ampliación a todo el acuífero Caplina.
 Se recomienda no ampliar la explotación del acuífero del valle Caplina; cualquier
explotación adicional localizada en cualquier punto del acuífero, aceleraría a
corto, mediano o largo plazo el fenómeno de intrusión marina.
 Definir un escenario de control en base a puntos de observación, lo cual
permitirá a corto plazo disponer de mayor información para establecer los límites
y avances del fenómeno y programar su manejo.

25
5. BIBLIOGRAFÍA

 Custodio, E. (1981). Evaluación y causas de la contaminación por invasión de agua


marina en los acuíferos de la costa peninsular y en las áreas insulares. Jornadas
sobre análisis y evolución de la contaminación de las aguas subterráneas en
España.. CIHS/AIH-E. Barcelona. 447-503.

 Custodio, E. y Llamas, M.R. (1983). Hidrología Subterránea. Ed. Omega.


Barcelona. 2ª Edición.

 Custodio, E. (1995). La gestión de los acuíferos costeros como fuente de un


recurso importante y estratégico: progreso y futuro. Punto de vista del usuario. En:
Las aguas subterráneas en la Ley de aguas española: un decenio de experiencia.
AIH. Madrid. 239-251.

 Ascosesa, (1980). Estudio hidrogeológico de La Yarada, CORDETACNA, Tacna.

 Grande, J. (1957). Documentación Técnica sin publicar sobre hidrogeología de las


Pampas de Hospicio y La Yarada, Tacna - Perú.

 Manrique, Corpus, 1996. Revisión y Verificación del Estudio Geológico de las


Pampas La Yarada - Hospicio (Tomo II), Tacna – Perú.

 INRENA, 1996. Estudio hidrogeológico de las Pampas de La Yarada y Hospicio


(Primer Informe), Lima – Perú.

 INRENA, 1997. Estudio hidrogeológico de las Pampas de La Yarada y Hospicio


(Segundo Informe), Lima - Perú.

26
6. ANEXOS

Lista de figuras del nexo 1

Fig. 1. Plano de ubicación del área de estudio.


Fig. 2 y 3. Fenómeno de intrusión marina.
Fig. 4. Relación de Ghyben-Herzberg entre agua dulce y agua salina.
Fig. 5. Mapa de ubicación de pozos.
Fig. 6. Hidroisohipsas, año 1976.

27
28
29
30
31
ANEXO 2

RED DE CONTROL PIEZOMETRICO

ENERO – 1998

IRHS SECTOR PROF. (m) COTA TERRENO COTA NIVEL FREATICO

NE m.s.n.m. m.

23-01-01-151 Magollo 111.825 197.25 85.425

150 Magollo 25.175 279.52 254.345

177 Magollo 37.950 279.18 241.23

93 Magollo 42.070

157 AS. Nº 5y6 52.530 78.54 26.01

71 Yarada M. 39.575 57.39 17.815

44 Yarada B. 40.675 46.66 5.985

135 Yarada B. 4.165 6.23 2.065

194 Yarada B. 7.245 8.35 1.105

136 Yarada B. 5.460 6.56 1.10

190 Yarada B. 18.850 23.92 5.07

94 Yarada B. 41.13 43.97 2.84

29 Yarada B. 44.28 39.89 4.39

210 Sta. Rosa 61.42 68.78 7.36

79 Sta. Rosa 2.64 2.75 0.11

206 Sta. Rosa 2.32

152 Sta. Rosa 40.55 46.59 6.04

225 Sta. Rosa 19.93

224 Sta. Rosa 22.66

137 Los Palos 4.07 6.02 1.95

169 Los Palos 9.60 13.53 3.93

147 AS. Nº 2 50.515 68.24 17.725

105 AS. Nº 3 67.935 89.98 22.045

32
133 AS. Nº 4 78.795 110.24 31.445

108 AS. Nº 4 64.045 108.71 44.665

104 AS. Nº 4 68.505 95.51 27.005

226 TACNA 47.225

158 VIÑANI 65.980 408.86 324.88

154 MAGOLLO 43.230 382.723 339.493

155 MAGOLLO 19.250 328.512 309.262

38 LOS 22.225 18.154 -4.071


OLIVOS
17 25.245 23.878 -1.367
LOS
166 36.800 42.966 6.166
OLIVOS
7 19.110 19.947 0.837
LOS
5 OLIVOS 29.000 34.940 5.94

58 LOS 31.995 42.421 10.426


OLIVOS

LOS
OLIVOS

LOS
OLIVOS

MANRIQUE, PERALTA & VASQUEZ

33
ANEXO 3

VARIACION DE LOS NIVELES DINAMICOS


ACUIFERO YARADA – HOSPICIO

IRHS PRIMERA MEDICION ULTIMA MEDICION DESCENSO

AÑO PROFUND( AÑO PROFUND( m.


m) m)

23-01-01

2 1981 2.75 1995 6.20 3.45

3 1983 5.98 1995 7.91 1.93

5 1979 32.94 1995 35.61 2.67

7 1979 18.50 1995 27.63 9.13

8 1979 5.50 1995 8.55 3.05

9 1980 7.76 1995 8.00 0.24

10 1981 3.00 1995 9.78 6.78

11 1981 23.80 1995 29.70 5.9

14 1981 27.60 1995 33.80 6.2

16 1979 40.23 1995 60.385 20.155

18 1981 34.10 1998 38.32 4.22

20 1979 38.46 1995 47.09 8.63

21 1979 37.73 1995 43.89 6.16

22 1981 46.30 1995 50.68 4.38

23 1979 40.78 1988 44.59 3.81

24 1979 45.50 1998 48.24 2.74

25 1979 54.76 1988 58.48 3.72

26 1980 43.06 1995 57.92 14.86

27 1979 49.96 1995 64.55 14.59

30 1979 37.95 1998 54.095 16.145

31 1980 30.66 1998 41.760 11.100

34
34 1980 32.46 1995 33.50 1.04

35 1980 22.23 1995 30.50 8.27

36 1981 19.52 1998 27.580 8.06

38 1979 19.70 1995 22.80 3.10

41 1979 5.80 1995 7.92 2.12

43 1981 10.05 1998 11.70 1.65

45 1979 23.83 1998 30.47 6.64

46 1980 28.35 1995 35.70 7.35

48 1979 13.77 1995 14.71 0.94

51 1979 27.70 1995 29.27 1.57

54 1979 17.86 1994 18.40 0.54

56 1981 48.35 1985 56.61 8.26

59 1981 40.80 1995 45.50 4.70

62 1980 45.55 1995 48.30 2.75

68 1974 54.00* 1988 68.89 14.89

69 1974 57.50* 1998 71.00 13.50

35
ANEXO 3 (Continuación)

IRHS PRIMERA MEDICION ULTIMA MEDICION DESCENSO

AÑO PROFUND( AÑO PROFUND( m.


m) m)

81 1982 24.74 1995 27.89 3.15

88 1974 69.00* 1995 83.82 14.82

89 1974 66.00* 1998 86.00 20.00

91 1979 15.31 1988 16.00 0.69

92 1979 6.11 1998 9.80 3.69

94 1979 42.33 1995 46.78 4.48

96 1979 45.58 1995 53.70 8.12

100 1974 59.00 1998 71.99 12.99

101 1974 96.00* 1995 97.10 1.100

102 1974 76.00* 1998 85.26 9.260

103 1974 62.00* 1998 71.985 9.985

105 1974 61.00* 1995 68.97 7.970

106 1974 86.00* 1998 93.295 7.295

107 1974 81.00* 1998 102.355 21.355

108 1974 102.00* 1998 87.55 14.450

112 1974 86.00* 1995 90.32 4.32

115 1974 71.00* 1986 75.07 4.07

117 1974 80.00* 1985 87.84 7.84

120 1974 72.00* 1987 81.15 9.15

121 1980 80.22 1988 92.94 12.72

122 1982 80.10 1987 90.55 10.45

126 1974 80.00* 1988 84.35 4.35

127 1982 69.92 1988 79.06 9.14

128 1980 74.88 1985 82.90 8.02

36
129 1980 63.38 1987 73.00 9.62

130 1980 59.93 1987 71.20 11.27

132 1974 60.00* 1998 64.95 4.095

133 1984 87.62 1995 90.500 2.88

140 1980 55.63 1986 67.350 11.72

143 1982 4.80 1986 5.050 0.25

145 1981 3.86 1998 8.400 4.54

162 1988 26.080 1995 31.830 5.75

165 1981 3.950 1995 13.80 9.85

166 1986 46.690 1998 54.095 7.405

172 1983 18.780 1995 22.360 3.580

215 1983 3.180 1998 8.180 5.000

216 1983 13.170 1995 14.97 1.800

* Pruebas hidrodinámicas correspondientes año 1974.

37

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