Вы находитесь на странице: 1из 9

1

EL PODER CIUDADANO EN VENEZUELA: EMPORIO DE VALORES,


PRINCIPIOS Y GARANTIAS

María Estefani Briceño Rosales


C. I. N°. 26.387.794
Yonnis Jesús Bastidas Hernández
C. I. N°. 26.884.689

“La integridad es la base Sobre la que todos los otros valores


está construido”.
Brian Tracy

I: Aspectos Preliminares y Constitucionales

A la luz de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en


lo sucesivo abreviada con las siglas CRBV, se denota en su artículo 136 que
“El Poder Público se distribuye en Poder
Municipal, el Poder Estadal y el Poder
Nacional. El Poder Público Nacional se
divide en legislativo, Ejecutivo, Judicial,
Ciudadano y Electoral”.
Como se aprecia en la disposición
constitucional, el Poder Público ahora en
Venezuela comporta una distribución no
muy tradicional. De manera vertical, suele
concebirse en tres grandes ámbitos: (a)
Municipal; (b) Estadal; y, (c) Nacional, tal
como se suele conformar en la mayoría de
los países. Sin embargo, tal como se aprecia, el Poder Público Nacional, se
2

divide o distribuye de manera horizontal en cinco vertientes o ramas, donde se


le suman a las tres tradicionales, las del ciudadano y electoral.
En Venezuela, el Poder Ciudadano nace por la necesidad de que
existiera un conjunto de órganos autónomos e independientes que realce los
principios del nacionalismo, protegiera e hiciera valer los derechos y garantías
de todos los seres humanos, dado que al pasar el tiempo se hace inevitable
un margen de vulnerabilidad de esos privilegios que aunque corresponden
intrínsecamente a la persona física o natural desde su concepción, los cambios
drásticos en la vida política, social, económica y cultural del país conduce en
muchos casos a una transgresión que necesita de su prevención y regulación
para conservar el bienestar individual y colectivo.

II: Orígenes del Poder Ciudadano

Atendiendo a nuestra historia patria -muy bonita, triste, conmovedora y


a su vez emocionante por cierto-
encontramos los orígenes del Poder
Ciudadano en el célebre Discurso de
Angostura, dictado en Angostura, por
nuestro Libertador Simón Bolívar, con
fecha 15 de febrero de 1819, en la entonces
Provincia de Guayana, publicado en el
Correo del Orinoco en los números 19, 20,
21 y 22 desde el 20 de febrero hasta el 13
marzo del mencionado año, donde frente al
contexto existente, recién extinguida la
Primera República, producto de la corrupción, de los desmanes de todo orden,
vicios en el poder, desorden estructural, hizo posible que el Padre de la Patria,
hombre recto, estadista y visionario, mediante un documento histórico leído a
los diputados, reflexionara sobre la situación que se confrontaba y de los
3

posibles correctivos para solventarlos, aun cuando en la realidad “araba en el


mar”, pues de manera lamentable no fue de la total aceptación por parte de
tales congresantes la encomienda moral, por cuestiones que lamentablemente
no se entienden y que hacen presumir muchas inferencias.
En este orden de ideas, sustentado Bolívar en los criterios de grandes
pensadores como lo fueron Charles Louis de
Secondat, barón de Montesquieu
(separación, equilibrio y cooperación de los
poderes), Juan Jacobo Rousseau (contrato
social), entre otros, que encendieron la
“chispa” de la Revolución Francesa,
eliminando el Estado de Policía o Estado
Monárquico, Estado absolutista, donde
solamente en el rey residían -como supuesto
enviado de Dios- las tres grandes funciones
en la acción del poder: legislativo, ejecutivo
y judicial. Frente a la triste realidad, surgió
entonces de manera ferviente la
incorporación de una cuarta instancia, denominada moral en su comienzo,
dirigida a exaltar el imperio de la virtud, de los valores, de los principios
republicanos, y para orientar a los políticos o detentadores del poder a ser
honestos e ilustrados.
Fue después de 180 años, que se vieron cristalizados los anhelos del
Libertador Simón Bolívar. Es precisamente en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela de 1999, (fuente inagotable de valores) donde se
cristaliza, al menos en la parte teórica normativa, las aspiraciones de
Angostura, tal como sucede con el artículo 3, referido a los fines del Estado
Venezolano mediante el accionar de las palancas educación y trabajo; la
justicia de paz, como competencia del municipio; la incorporación de la octava
estrella a la bandera nacional, para incluir a la región de Guayana, basándose
4

en un Decreto de Bolívar con fecha 20 de noviembre de 1817; y, el Poder


Moral o Ciudadano, el cual se acentúa la reflexión en el presente escrito.
Con respecto a la denominación de Moral o Ciudadano, según el
pensamiento original del Libertador fue de moral, aunque en nuestra CRBV
(1999) aparezca como Ciudadano. En este orden de ideas, haciendo uso del
elemento histórico, vale decir del Derecho Legislado en la interpretación
jurídica, logramos conocer en el programa titulado “Carta Magna”, trasmitido
por el canal de televisión ANTV, dirigido por el constitucionalista Dr. Hermán
Escarrá, que la denominación de moral fue sustituido por el de ciudadano, en
cumplimiento de una propuesta hecha por la hija del extinto político y jurista
colombiano Jorge Eliecer Gaitán, Sra. Gloria Gaitán, con argumentos que
compartimos, sustentados en lo que pudimos comprender, que todos los
poderes deben estar consustanciados con la moral y sus correspondientes
valores.

III: El Poder Ciudadano en la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela

Sobre el mencionado particular, la CRBV (1999) establece desde el


artículo 273 hasta el 291, las normas fundamentales que lo organizan y le
pautan sus competencias con la incorporación de la Defensoría del Pueblo, el
Ministerio Público y la Contraloría General de la República. Veamos algunos
aspectos resaltantes:
1. El Poder Ciudadano se ejerce a través del Consejo Moral Republicano,
el cual integra a los tres órganos enunciados anteriormente, cuyos
titulares son designados por dicho Consejo, con un presidente o
presidenta quien durará un (1) año en sus funciones, todo en aras de
la fluidez y transparencia en el accionar.
2. Se denota la independencia y autonomía funcional, financiera y
administrativa de tales órganos que componen al Poder Ciudadano,
5

todo por cuestiones naturales, lógicas, pues si dependieran de otra


rama u órgano serían imposibles las acciones en contra, en caso de ser
necesarios, del ente que le entrega los recursos.
3. La Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y la Contraloría General
de la República, como órganos del
Poder Ciudadano, tienen a su cargo, de
manera general “prevenir, investigar y
sancionar los hechos que atenten
contra la ética pública y la moral
administrativa, velar por la buena
gestión y la legalidad en el uso del
patrimonio público, el cumplimiento y la
aplicación del principio de la legalidad
en toda la actividad administrativa del
Estado…”, entendido este último como
la sujeción en todo momento, por parte del detentador del Poder Público
en cualquiera de sus niveles y modalidades a lo que prescribe el
ordenamiento jurídico.
4. El Consejo Moral Republicano, consciente del valor de la educación
como proceso, palanca o resorte fundamental junto al trabajo para
alcanzar los sagrados fines del Estado, promoverá todas las actividades
educativas, de orientación, de estímulo, de conciencia que propicie el
amor a la Patria, las virtudes cívicas y democráticas, el respeto a los
Derechos Humanos, para hacer valer también lo que en el enunciado
Discurso de Angostura se declaró a la “moral y luces como los polos de
una República y a su vez como las primeras necesidades”.

A. La Defensoría del Pueblo


La Defensoría del Pueblo, tiene a su cargo una responsabilidad muy
grande y a la vez gratificante: la promoción, defensa y vigilancia de los
6

derechos y garantías establecidos en la CRBV (1999), en los Tratados


Internacionales en materia de Derechos Humanos. En este orden de
apreciaciones generales, sus atribuciones son: (a) “velar por el efectivo
respeto y garantía de los Derechos Humanos…”: derechos a la vida, salud,
educación, a manifestar pública y pacíficamente, a la vivienda digna, al trabajo,
al libre tránsito… (b) “Velar por el correcto funcionamiento de los servicios
públicos…”, para que, entre otros, el aseo urbano y domiciliario, los
cementerios, el transporte público urbano, los mercados municipales, los
cementerios, el servicios de agua potable y aguas servidas, la electricidad, el
gas doméstico, los parques, las plazas, en cada uno de los municipios
funcionen a cabalidad; para que la educación sea realmente un derecho
humano y un deber social
fundamental, de calidad,
con igualdad de
condiciones y
oportunidades; la
salud,… (c) interponer
las acciones de
inconstitucionalidad,
amparo, habeas corpus,
habeas data, cuando sea procedente, a favor de los administrados, de los que
sufren, de los débiles, de los “invisibles”. (d) velar por los derechos de los
pueblos indígenas, en cuanto a sus usos, costumbres, formas de vida, entre
otros, de modo tal que el contenido de los artículos 9 y desde el 119 al 126 se
cumplan realmente. (e) promover y ejecutar políticas para la difusión y efectiva
protección de los derechos humanos, con el uso de diversas estrategias, entre
las cuales están ahora en Venezuela: las radios comunitarias, las televisoras
comunitarias, privadas y públicas; los murales, las páginas electrónicas, obras
de teatro, de cine, dramatizaciones.
7

B. El Ministerio Público
El Ministerio Público, entre otras atribuciones tiene la de (a) garantizar
en los procesos judiciales el respeto a los derechos y garantías
constitucionales, así como a los tratados internacionales suscritos por
Venezuela, para que realmente podamos tener Constitución, pues de lo
contrario sería simplemente “letra muerta”, tal como lo establece
la cláusula o artículo XVI de la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre y del
Ciudadano, del
3 de
noviembre de
1789, cuando
estatuye que
“Una sociedad en que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la
separación de poderes definida, no tiene Constitución”. (b) garantizar la
celeridad y la buena marcha de la administración de justicia, juicio previo y
debido proceso, para que de este modo la justicia, descanse, tal como lo
aseveró nuestro Libertador Simón Bolívar, en la libertad y en la equidad. (c)
ordenar y dirigir las investigaciones penales. (d) intentar las diversas acciones
a que hubiere lugar para hacer efectiva la responsabilidades civil, laboral,
militar, penal, administrativa o disciplinaria en la que hubieren incurrido los
funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones.

C. La Contraloría General de la República


La Contraloría General de la República, es el órgano de control,
vigilancia y fiscalización de los diversos ingresos, gastos, bienes públicos y
bienes nacionales, así como de sus respectivas operaciones.
Dada la naturaleza que enmarca su delicado ejercicio, goza de
autonomía funcional, administrativa y organizativa, orientando su actuación a
las funciones de inspección de los organismos y entidades sujetas al control.
8

Dentro de las atribuciones que le asigna la CRBV (1999) a la Contraloría


General de la República se encuentran las siguientes: (a) tal como lo
expresamos anteriormente, ejerce el control, la vigilancia y la fiscalización de
los ingresos, gastos y bienes públicos, consustanciadas con sus respectivas
operaciones, sin que esto obste en ningún momento para que otros órganos
de los estados de la unión o federados y municipios puedan hacerlo, tal como
sucede con las
Contralorías
Estadales,
Municipales y
las funciones
que cumplen
de manera
adicional a la
de legislar, la Asamblea Nacional a través de la Comisión Permanente de
Contraloría, los Consejos Legislativos Regionales en su respectiva Comisión,
los Concejos Municipales, igualmente en su Comisión que se tenga de
acuerdo a lo que paute el Reglamento Interior y de Debates. (b) controlar la
deuda pública. (c) inspeccionar y fiscalizar los órganos, entidades y personas
jurídicas del sector público sometidos a su control. (d) instar al fiscal de la
República al ejercicio de las acciones judiciales a que hubiere lugar con motivo
de las infracciones y delitos cometidos contra el patrimonio público.

IV: Reflexiones Finales

Para concluir, se hace menester, a los efectos de comprender y valorar


mejor las instituciones que tenemos, hacer uso siempre de la historia, del
Derecho Legislado, pues de lo contrario operará solamente un aprendizaje
memorístico, enciclopedista, repetitivo, sin que exista la comprensión holística
de lo que tenemos; en tal sentido, es uno de los motivos de la interpretación
9

jurídica contar con el elemento histórico en los desentrañamientos, en la


inteligibilidad de la norma.
El Poder Ciudadano no ha nacido en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela para servir solamente de adorno jurídico o literario,
ha nacido por una necesidad y para esas necesidades que tienen que ver con
la transparencia en el accionar público en defensa de los valores del ser
humano tiene que accionar, tal como lo abordamos en cada uno de los órganos
que conforman el Poder Ciudadano.
El Poder Ciudadano conjuga tres órdenes de misiones que le son
fundamentales: la primera, lo constituye como guardián de la ética pública; la
segunda, como guardián de la legalidad; y la tercera, como medio educador.
En los dos primeros órdenes, la CRBV (1999) prescribe
precisas obligaciones de colaboración de la Administración Pública (tanto la
nacional, como la estadal y la municipal), para el mejor cumplimiento de sus
atribuciones. El papel de educador constituye la misión de mayor importancia
para el Poder Ciudadano ya que el Consejo Moral Republicano debe velar por
establecer medidas que promuevan el arraigo patriótico de los ciudadanos a
través del conocimiento y estudio de la Constitución y la implantación de
instituciones y estrategias pedagógicas que estén dirigidas a alimentar
el pensamiento democrático de la sociedad.

Вам также может понравиться