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DISCUSIÓN DE LA NORMA UNE-EN 16646 SOBRE MANTENIMIENTO EN LA GESTIÓN DE LOS

ACTIVOS FÍSICOS

El incremento de la competencia derivada de la creciente globalización, los mayores riesgos


empresariales, la exigencia por parte de los accionistas de la apropiada rentabilidad de sus
inversiones y los numerosos requisitos de seguridad y respeto medioambiental que afectan a los
procesos industriales son algunos de los motivos que impulsan a las empresas a llevar a cabo una
gestión eficiente de sus activos físicos. Dentro de esta gestión, la propia gestión de la función de
Mantenimiento juega un papel importante, aunque no exclusivo.
La norma europea UNE-EN 16646 plantea un entorno de gestión de las actividades de
mantenimiento en el que éstas y el proceso que las coordina y desarrolla están totalmente
alineados con la estrategia de la organización y los demás procesos contemplados en la gestión de
sus activos físicos, enfatizando la importante contribución de una gestión eficiente del
mantenimiento en la generación de valor a partir de los activos físicos.
La norma expone claramente que el sistema de gestión del mantenimiento es una parte del
sistema de gestión de los activos físicos de una organización y la mutua influencia que se ejercen la
función de Mantenimiento y las estrategias, planes y decisiones adoptados por dicha organización,
señalando que los aspectos relacionados con el mantenimiento de un activo físico deberían
tenerse muy en cuenta a la hora de adquirirlo, diseñarlo o explotarlo.
La formulación de un análisis estratégico que tenga en cuenta los condicionantes derivados del
mercado en el que una empresa desarrolla sus actividades, su entorno comunitario o social, la
propia “cultura”, estructura organizativa y estrategia de dicha empresa, así como la tecnología en
uso o potencialmente incorporable al proceso productivo en cuestión generarán una serie de
requisitos a tener en cuenta en la gestión de sus activos físicos. De ahí, surgirá la correspondiente
política de gestión de los activos físicos, estrategias y objetivos que dará lugar al plan de gestión de
los activos físicos y, a partir de éste, se deberán deducir la estrategia, los objetivos y los planes de
gestión del mantenimiento de dichos activos.
Así mismo, la norma estructura el proceso de mantenimiento de forma acorde con un esquema de
mejora continua, contemplando los siguientes subprocesos:
- Establecimiento de objetivos y estrategias de mantenimiento.
- Planificación de las actividades de mantenimiento.
- Gestión y desarrollo de recursos.
- Ejecución de actividades de mantenimiento.
- Seguimiento y mejora continua.
En relación con la contribución del proceso de mantenimiento a la gestión de los activos físicos, se
señalan los siguientes aspectos:
- Aportación de los niveles de fiabilidad, mantenibilidad, disponibilidad y seguridad de los
activos físicos.

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- Determinación del coste del ciclo de vida de los activos, en el que el coste de
mantenimiento tiene un peso específico notable.
- El impacto de las estrategias de mantenimiento (mantenimiento preventivo versus
mantenimiento correctivo) sobre los activos físicos y su rendimiento operativo.
- El impacto de las estrategias y actividades de mantenimiento sobre la política, estrategia y
planes de gestión de los activos en aspectos tales como la capacitación requerida de los
mantenedores, externalización de actividades de mantenimiento, requerimientos de
repuestos y materiales, etc.
Un aspecto muy relevante que considera la norma es la monitorización del desempeño de los
activos físicos con el fin de evitar la carencia de una visión holística de la empresa, superar la visión
(aún muy extendida) que contempla al área de mantenimiento como un centro de costes
exclusivamente (en vez de considerarlo como un centro de beneficios que, además de gastos,
aporta valor por su contribución al logro de los objetivos empresariales), conseguir una asignación
apropiada de los limitados recursos disponibles y reducir la incertidumbre asociada a las
decisiones empresariales. Para ello, se deberá implementar el pertinente cuadro de indicadores de
desempeño específicos. A título de ejemplo, la norma indica los siguientes indicadores de este
tipo:
- Rendimiento o eficiencia de los activos físicos.
- Criticidad de los activos.
- Eficacia de los activos físicos. A este respecto, se menciona el OEE (Overall Equipment
Effectiveness) como producto de la disponibilidad, el ratio de desempeño y el ratio de
calidad.
- El coste total de Confiabilidad (definido como la suma del coste de indisponibilidad, el
coste de sustitución, el coste de mantenimiento y las pérdidas durante el ciclo de vida
del activo físico).
- El coste total del ciclo de vida del activo.
Los indicadores de desempeño mencionados o KPIs (Key Performance Indicators) deberían
complementarse con otros indicadores de tendencia que faciliten la toma de decisiones a largo
plazo (por ejemplo, la vida útil estimada de los activos físicos).
En conclusión, la norma UNE-EN 16646 constituye una buena referencia normativa para el diseño
e implementación de un sistema de gestión de la función de mantenimiento dentro de un enfoque
global de la gestión de los activos físicos de una organización.

Dr. Ing. Antonio José Fernández Pérez


aj_fernandez@telefonica.net

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