A 10 AÑOS DE LA GESTA DEMOCRÁTICA DE LOCUMBA

Hoy es un día especial para muchos de los que apuestan por el cambio en el Perú. Hoy se celebran
10 años de la Gesta Democrática de Locumba y 5 años de la fundación del Partido Nacionalista
Peruano.

Mucho hemos recorrido desde el año 2000. Fue el año final de un proceso de convulsión social y
acumulación de esfuerzos motivados por medidas antidemocráticas, como el autogolpe de 1992,
los crímenes por DDHH, la constitución neoliberal de 1993, los medios de comunicación
comprados, la prensa basura, la demolición de los partidos políticos opositores, el nacimiento de
los congresistas tránsfugas, el tráfico gubernamental de armas y drogas, la entrega de Tiwinza, el
acta de sujeción de la FFAA, la Ley de Interpretación Autentica para re-reelegir a los Fujimori, la
defenestración del TC, el fraude electoral de la ONPE, los Vladivideos, etc.

Uno de esos esfuerzos provino del Sur, de Locumba, donde el Comandante Ollanta Humala lidera
un levantamiento militar y difunde un manifiesto, llamando al retorno del orden democrático y
exigiendo la renuncia de la mafia Fujimontesinista. Declaraciones durante la gesta confirmaban su
posición nacionalista, descalificando que la transición a la democracia sea dirigida por los propios
Fujimori, a propuesta de varios políticos de la época, aliados de los favores de una dictadura. En
esa época, Montesinos había fugado y Fujimori hacía como que lo perseguía. La Gesta de
Locumba, con Ollanta recorriendo parajes de Tacna y Moquegua junto a reservistas que se
sumaban, hizo que las FFAA fueran revaloradas, con generales que se solidarizaban con aquel
comandante, rebelde al sistema corrupto de aquella época.

Mientras nosotros marchábamos por las calles de Lima para solidarizarnos con el perseguido en el
Sur, varios periodistas y políticos que hoy lo niegan, también se solidarizaron y tiempo después,
hasta le ofrecieron entrar en la política para las elecciones del 2001. Prefiriendo seguir en el
Ejército y luego de ser amnistiado, Ollanta emprende estudios de postgrado en ciencias políticas
en la PUCP, llevando después un doctorado en la Sorbona de París cuando ya era agregado militar.
El retorno a inicios del 2005 lo enfrascó en la creación de un partido propio, que enarbole ese
sentimiento patriótico y nacionalista que lo motivó a rebelarse ante el corrupto Fujimori, que
había dejado una constitución y un modelo económico corrupto no modificado por Toledo. Ese
año, la crisis de representatividad de la clase política era una de las peores, justamente por el
desgano en la generación de cambios reales que exigía la población, generándose conflictos
sociales y oposiciones apristas destructivas, mientras nos vendían un Perú de maravillas al igual
que ahora, con crecimiento e indigno chorreo, y sin desarrollo real.

La fundación del Partido Nacionalista Peruano fue entonces el punto culminante de un

compromiso con el Perú, de una motivación por el cambio, basado en el hacer antes que en el
decir. Fue al mismo tiempo, el inicio de una propuesta que recogía lo mejor de los pensadores
progresistas, nacionalistas y socialistas peruanos, fiel al “sin calco ni copia”. Fue la creación de una
propuesta política peruana que, ante las promocionadas bondades de la globalización, criticaba el
sistema neoliberal, los aspectos de pérdida de soberanía política, económica y cultural; y
sobretodo, proponía cambios profundos en la sociedad discriminatoria peruana, con reemplazo de
la constitución fujimorista, refundación de la República, y un orden democrático que refuerce las
instituciones y el papel del Estado, con radicalismo ético ante la corrupción.

Es pues una doble celebración. El proceso de transición a la democracia como bien varios han
afirmado, es inconcluso. A quienes amamos al Perú, su desarrollo y recuperación son primero.

René Galarreta

Perú, viernes 29 de octubre de 2010

(*) Reportaje de la Gesta de Locumba de octubre del 2000 publicado en el diario Liberación