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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGÍA

CÁTEDRA DE PERIODONCIA II

DOCENTE:

Dra. Yamilia Jijón G.

TEMA:
Periodontitis como manifestación de enfermedades
sistémicas tales como:
Diabetes, pacientes inmunodeprimidos, hipertensión
arterial, obesidad, leucemia, y pacientes tratados con
quimioterapia.

INTEGRANTES

Ibeth Mazacón
José Checa
Lina Herrera
Rachel Núñez
Samantha Kuontay

SEMESTRE Y PARALELO

7/3

PERIODO LECTIVO

2019 – 2020 CI
INDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 3
PERIODONTITIS COMO MANIFESTACIÓN DE ENFERMEDADES SISTÉMICAS .............................. 4
MANIFESTACIONES BUCALES EN LA DIABETES........................................................................ 4
PATÓGENOS BACTERIANOS EN LA DIABETES .......................................................................... 5
ALTERACION DEL COLAGENO EN DIABETES Y SU INCIDENCIA EN LA PERIODONTITIS. ......... 5
Pacientes inmunodeprimidos .................................................................................................... 11
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LA PERIODONTITIS RELACIONADA CON VIH/SIDA ............ 12
ENFERMEDAD PERIODONTAL EN PACIENTES HIPERTENSOS .................................................... 14
OBESIDAD Y ENFERMEDAD PERIODONTAL ............................................................................... 17
ROL DE LA OBESIDAD EN LA INFLAMACIÓN .......................................................................... 18
ASOCIACIÓN ENTRE OBESIDAD Y ENFERMEDAD PERIODONTAL .............................................. 19
Complicaciones orales por la quimioterapia ............................................................................. 20
Manejo odontológico antes y después de la quimioterapia................................................. 21
¿Cómo afecta la quimioterapia a la boca? ............................................................................ 25
¿Qué problemas de la boca causa la quimioterapia? ........................................................... 26
¿Los niños tienen problemas de la boca también? ............................................................... 27
BIBLIOGRAFIA. ............................................................................................................................ 28
INTRODUCCIÓN
Las patologías periodontales incluyen todas las alteraciones de cualquier origen, que
ataquen los tejidos del periodonto. Ellas comprenden la enfermedad gingival, la
enfermedad periodontal y las diversas manifestaciones periodontales de las
enfermedades sistémicas.

La enfermedad periodontal es un trastorno que afecta las estructuras de inserción del


diente y se caracteriza por una exposición bacteriana que puede fomentar una
respuesta destructiva del huésped, lo que lleva a la pérdida de inserción periodontal,
ósea y por último la posible pérdida de los dientes.

Son muchos los trastornos sistémicos que se señalan como factores de riesgo para
alteraciones periodontales. Con toda claridad hay una causa bacteriana esencial y
bacterias específicas (patógenos periodontales) relacionados con la enfermedad
periodontal destructiva.

Evidencias demuestran la relación de las enfermedades periodontales con los problemas


de salud general tales como: cardiopatías coronarias, apoplejía, diabetes, parto, niños
bajo peso, enfermedades respiratorias, etc.
PERIODONTITIS COMO MANIFESTACIÓN DE ENFERMEDADES
SISTÉMICAS

PERIODONTITIS VS DIABETES

La diabetes mellitus es una enfermedad de extremo importante desde el punto de vista


periodontal. Es un trastorno metabólico complejo que se caracteriza por hiperglucemia
crónica dada por una baja de producción de insulina, una mala calidad de la insulina o
una combinación de ambas cosas impide el transporte de glucosa desde el torrente
sanguínea a los tejidos, lo que genera altos niveles de glucosa en sangre y excreción de
azúcar en la orina. En la diabetes también se alteran los lípidos y las proteínas.

Una diabetes no controlada a corto o largo tiempo puede ocasionar enfermedades


micro-vasculares (retinopatías, nefropatías, neuropatías), alteraciones macro-
vasculares (cardiovasculares y cerebrovasculares), mayor propensión a infecciones y
mala cicatrización de heridas.

MANIFESTACIONES BUCALES EN LA DIABETES.


La influencia de la diabetes sobre el periodonto se investigó a fondo, donde presentó
cambios con tendencia al agrandamiento gingival (hiperplasia gingival), pólipos
gingivales sésiles o pediculados (Un pólipo constituye una excrecencia fibrosa situado
en una mucosa. Generalmente benigno, este tipo de tumor puede aparecer en órganos
diversos como el recto, el colon, el útero, la vagina o incluso en las cuerdas vocales.
Aunque sean únicos o múltiples, se dividen en dos categorías: los pólipos sesiles y los
pólipos pediculados. El término sesil" se utiliza para designar un pólipo plano) (SALUD,
s.f.), proliferaciones gingivales polipoides, formación de abscesos, periodontitis y
aflojamiento de dientes.

La periodontitis en la Diabetes tipo I comienza después de los 12 años de edad, su


prevalencia es del 9.8% entre los 13 y 18 años de edad, y se incrementa al 39% en los
jóvenes de 19 años de edad y mayores.

Las características son variables como inflamación gingival intensa, bolsas periodontales
profundas, pérdida ósea rápida y abscesos periodontales en diabéticos con higiene bucal
deficiente.
Los niños con diabetes tipo I, tienden a experimentar mayor destrucción en torno a
primeros molares e incisivos que en otros sectores, pero esta destrucción se generaliza
a mayor edad.

PATÓGENOS BACTERIANOS EN LA DIABETES


El aumento de glucosa en el líquido gingival y la sangre podría cambiar el ambiente de
la microflora e induce a cambios en las bacterias causantes de la enfermedad
periodontal en diabéticos mal controlados.

La flora gingival de diabéticos tipo I con enfermedad periodontal se componen sobre


todo de Capnocytophaga, vibriones anaerobios y especies de actinomices,
Porphyromonas gingivalis, Prevotella intermedia y Actinobacillus
Actinomycetemcomitans, comunes en lesiones periodontales en personas sin diabetes,
se hayan en poca cantidad en quienes tienen diabetes.

ALTERACION DEL COLAGENO EN DIABETES Y SU INCIDENCIA EN LA


PERIODONTITIS.
En diabéticos no controlados hay una alteración de la producción de colágeno, la cual
conlleva a la osteoporosis, afectación del ligamento periodontal destruyéndolo.

ENFERMEDADES GINGIVALES MODIFICADAS POR FACTORES


SISTÉMICOS

Se considera que muchas enfermedades y trastornos sistémicos son indicadores o


factores de riesgo en la enfermedad periodontal. La investigación clínica o con base
científica en las últimas décadas ha llevado a un mejor entendimiento y apreciación de
la complejidad y la patogénesis de las enfermedades periodontales. Resulta evidente
que hay una etiología bacteriana esencial y hay bacterias especificas (patógenos
periodontales) relacionados con las enfermedades periodontales destructivas. Sin
embargo, estos patógenos no producen invariablemente la enfermedad con solo su
presencia. Por otra parte, al parecer su ausencia es consistente con la salud periodontal.
En otras palabras, la respuesta inmune individual del huésped a los patógenos
periodontales es muy importante y es probable que explique muchas de las diferencias
en cuanto a la gravedad de la enfermedad que se observan de un individuo a otro.
Además, ciertos trastornos y enfermedades sistémicas alteran los tejidos y la fisiología
del huésped, que puede modificar la integridad de la barrera del huésped y las defensas
del huésped a la infección periodontal, teniendo como resultado una enfermedad más
destructiva. Es importante tomar en cuenta que estos trastornos y enfermedades no
inician la periodontitis, pero pueden predisponer, acelerar o aumentar el progreso.

Estos cambios no siempre están presentes, no son específicos ni patogmónicos


de la diabetes.

La influencia de la diabetes sobre el periodonto se investigó a fondo, donde


presentó cambios con tendencia al agrandamiento gingival (hiperplasia gingival),
pólipos gingivales sésiles o pediculados (Un pólipo constituye una excrecencia
fibrosa situado en una mucosa. Generalmente benigno, este tipo
de tumor puede aparecer en órganos diversos como el recto, el colon, el útero,
la vagina o incluso en las cuerdas vocales. Aunque sean únicos o múltiples, se
dividen en dos categorías: los pólipos sésiles y los pólipos pediculados. El
término sésil" se utiliza para designar un pólipo plano) (SALUD, s.f.),
proliferaciones gingivales polipoides, formación de abscesos, periodontitis y
aflojamiento de dientes.
La periodontitis en la Diabetes tipo I comienza después de los 12 años de edad,
su prevalencia es del 9.8% entre los 13 y 18 años de edad, y se incrementa al
39% en los jóvenes de 19 años de edad y mayores.

Las características son variables como inflamación gingival intensa, bolsas


periodontales profundas, pérdida ósea rápida y abscesos periodontales en
diabéticos con higiene bucal deficiente.

Los niños con diabetes tipo I, tienden a experimentar mayor destrucción en torno
a primeros molares e incisivos que en otros sectores, pero esta destrucción se
generaliza a mayor edad.

PATÓGENOS BACTERIANOS EN LA DIABETES

El aumento de glucosa en el líquido gingival y la sangre podría cambiar el


ambiente de la microflora e induce a cambios en las bacterias causantes de la
enfermedad periodontal en diabéticos mal controlados.
La flora gingival del diabético tipo I con enfermedad periodontal se compone
sobre todo de Capnocytophaga, vibriones anaerobios y especies de actinomices,
Porphyromonas gingivalis, Prevotella intermedia y Actinobacillus
Actinomycetemcomitans, comunes en lesiones periodontales en personas sin
diabetes, se hayan en poca cantidad en quienes tienen diabetes.
TRATAMIENTO
Al tratamiento convencional de la enfermedad periodontal (profilaxis, control de
placa, raspaje y alisado) se deben añadir antibióticos como amoxicilina en dosis
de 2-3 gramos, una hora antes. El nivel de la glicemia debe estar equilibrado en
lo posible y controlar cualquier cuadro infeccioso que pueda interferir en nuestro
tratamiento. (Bascones, 2009)
Para la mayor parte de los procedimientos dentales comunes, el tratamiento de
los pacientes diabéticos bien controlados es similar al de las personas sanas. En
los diabéticos bien controlados con terapia de mantenimiento regular se observó
la conservación de los resultados del tratamiento 5 años después de recibir un
tratamiento combinado quirúrgico y no quirúrgico. Sin embargo, puede haber
resultados de tratamiento menos favorables de la terapia de mantenimiento a
largo plazo en los diabéticos mal controlados, que pueden sucumbir a una
recidiva más rápida de bolsas inicialmente profundas. (Lindhe, Lang, & Thorkild,
Periodontologia Clinica e implantologia Odontologica, 2008)

PERIODONTITIS VS LEUCEMIA

Las enfermedades periodontales tienen como principal factor etiológico a la


biopelícula microbiana acumulada en la superficie dental. Un desequilibrio entre
los microorganismos y los mecanismos de defensa del hospedero provoca el
desarrollo de cambios patológicos en el periodonto, los cuales pueden ser
agravados por diversas causas, entre ellas enfermedades sistémicas, en
particular desórdenes que interfieren con el sistema inmune, las leucemias entre
los más relevantes.

En los comienzos de la leucemia, la encía aparece de color rojizo intenso con el


margen gingival redondeado, luego se produce un aumento de tamaño del
margen y la papila interdental cubre en parte la corona de los dientes, de
consistencia esponjosa, se puede producir la esfacelación de la encía con
exposición ósea y, lo más importante, la gingivorragia persistente ante un
estímulo ligero o en forma espontánea e incluso comenzar después de una
extracción dentaria. Conforme avanza la enfermedad, se deteriora la reacción
del hospedero frente a los microorganismos de la placa y la reacción inflamatoria
de la encía es más pronunciada con la sobre infección bacteriana que se asienta
sobre este tejido dañado, lo que provoca necrosis gingival y formación de
seudomembranas propias de la gingivitis ulceronecrotizante aguda, por otra
parte, las micosis como la candidiasis, zygomicosis y aspergilosis no son
extrañas. Además de la encía, otras zonas de la mucosa bucal pueden estar
afectadas. El lugar de la afección es, por lo general, un área sometida a
traumatismo, como la mucosa cercana a la línea de oclusión o la del paladar,
aparecen en estas zonas aftas, úlceras o abscesos resistentes al tratamiento.

La equímosis de la mucosa bucal es un hallazgo frecuente. En la mucosa se


puede presentar descamación del epitelio, provocada por reacción inadecuada
a la inflamación, conocida como mucositis.

Todos estos cambios producen trastornos sistémicos de comienzo brusco, con


fiebre, postración, debilidad, malestar progresivo, pérdida del apetito, náuseas,
anemia por las hemorragias persistentes, toxemia, septicemia, adenopatías y
pudieran incluso causar la muerte.

En cuanto al tratamiento periodontal del paciente leucémico, es prioritario el alivio


de las manifestaciones en la encía como abscesos, ulceraciones y
seudomembranas, que pueden ser que causan en el paciente un dolor punzante
constante, la dificultad para la masticación y la alimentación. Es posible que la
eliminación de los factores locales alivie las lesiones periodontales graves
propias de la leucemia. El agrandamiento leucémico es más frecuente en la
leucemia aguda y subaguda, en la crónica es raro; el tratamiento quirúrgico se
justifica en la forma crónica durante las fases de remisión de la enfermedad.

Por otra parte, todos los quimioterapéuticos usados en el tratamiento sistémico


de la leucemia pueden alterar o dañar en distinta medida las mucosas. La
severidad de las complicaciones bucales asociadas con la quimioterapia
depende de las dosis, del tiempo que dure su administración y del estado bucal
anterior a este tratamiento. Las alteraciones más frecuentes son la aparición de
mucositis, xerostomía, infecciones y hemorragias. La mucositis es la inflamación
y ulceración de la mucosa, dolorosa y frecuente, aparece de tres a siete días
después del inicio de la quimioterapia y con una duración de varios días,
caracterizada por el eritema en el paladar blando, mucosa yugal, vientre de la
lengua y piso bucal, seguido de edema, ulceración con posible sangramiento o
exudado. Se debe indicar a los pacientes la supresión de bebidas alcohólicas y
tabaco puesto que causan irritación y sequedad de las mucosas y en cambio
estimular el consumo de una dieta saludable, blanda y no irritante, rica en frutas
frescas, vegetales, huevos, cereales y abundantes líquidos.

Tratamiento:

La prescripción de colutorios de manzanilla tres veces diarias por catorce días,


aporta efectos antinflamatorio, antibacteriano y antimicótico, otra opción eficaz la
constituye el empleo de buchadas de agua bicarbonatada o clorhexidina acuosa
al 0,12 %. Todo enjuagatorio que contenga alcohol o fenol está contraindicado,
pues provoca descamación e irritación de la mucosa. Entre las alternativas de
tratamiento para la mucositis está la aplicación del láser de baja intensidad.

La xerostomía es una complicación también frecuente en la mayoría de los


tratamientos antineoplásicos, los pacientes se quejan de ardor y dolor en la boca,
dificultad para deglutir alimentos secos y para hablar, disminución del gusto y
necesidad de aumentar el consumo de líquidos.

Cuando está asociada con la mucositis, la xerostomía puede llevar a


ulceraciones, lo que intensifica el dolor además de favorecer las infecciones
oportunistas. Como alternativa, el flujo salival podrá ser estimulado por la
ingestión de gomas de mascar sin azúcar. Podrán ser también usados sustitutos
de saliva y sialogogos, paliativos estos que alivian de forma temporal las
molestias. La saliva artificial es un lubricante formulado a partir de enjuagatorios
bucales a base de carboximetilcelulosas, disponibles en forma de gel y spray,
con la finalidad de reducir la tensión superficial, lubricar e hidratar la mucosa
bucal, esto brinda al paciente sensación de confort. Los pacientes con leucemia
necesitan una higiene oral cuidadosa durante los episodios agudos de la
enfermedad o durante el tratamiento con radioterapia y quimioterapia, por lo que
se les concientizará sobre los debidos cuidados respecto a la higiene bucodental
y se promoverá el tratamiento estomatológico básico previo a la quimioterapia.
Una limpieza profesional regular y enjuagues con clorhexidina son muy
beneficiosos. Hay que hacer todos los esfuerzos para tratar cualquier trastorno
periodontal durante las fases de remisión de la enfermedad y estimular un control
inmaculado de la placa durante ese tiempo, lo que reduce el riesgo de
infecciones y hemorragias. Puede ser necesario tratar las sepsis orales y
periodontales con el antibiótico apropiado. El médico del paciente siempre debe
ser consultado antes de llevar a cabo cualquier tratamiento, de forma que se
pueda discutir y acordar una pauta adecuada.

Pacientes inmunodeprimidos
Las patologías bucales en pacientes con infección por virus de la inmunodeficiencia
humana son frecuentes, se agravan y se modifican por diversos factores como la
progresión de la enfermedad, que se traduce en disminución progresiva de los linfocitos
T CD4+, así como el aumento de la cantidad de virus detectables en sangre (carga viral),
lo que predispone a la aparición de otros microorganismos como agentes causales.

En pacientes inmunosuprimidos la periodontitis puede ser causada por


sobreinfecciones; estos gérmenes comúnmente no se encuentran como flora normal y
se presentan cuando el paciente sufre una inmunosupresión importante. Las
condiciones culturales, tanto de alimentación como de higiene, asociadas a la
inmunosupresión causada por el VIH podrían predisponer a una mayor frecuencia de
periodontitis por sobreinfecciones. Por lo anterior, es importante conocer la prevalencia
de esta entidad nosológica, sus diferentes tipos, así como los microorganismos
causantes que nos permitan proporcionar un tratamiento dirigido y específico y mejorar
la salud bucal de este tipo de pacientes. Las manifestaciones orales de la infección por
VIH son un componente fundamental de la progresión de la enfermedad y ocurre en
aproximadamente 30 a 40% de la población de pacientes afectados.1-3 Los factores que
predisponen la expresión de lesiones orales incluyen conteos de CD4 menores de 200
células/mL, una carga viral mayor de 3,000 copias/mL, xerostomía, higiene oral pobre y
el hábito de fumar. (Texar Alfonso Pereyra Nobara, 2010)

En la periodontitis asociada al VIH, en contraste con la periodontitis convencional,


existen bolsas mínimas y puede estar acompañada con signos de la GNA27. Hay, sin
embargo, descripciones de signos clínicos y criterios diagnósticos para la P-VIH:
periodontitis rápidamente progresiva, periodontitis con pérdida de tejido blando y
destrucción del hueso en forma irregular, necrosis del tejido gingival y periodontal con
cráteres y destrucción rápida del aparato de inserción periodontal.

En la primera inspección es difícil diferencial la P-VIH de la Gingivitis Ulcero Necrosante


(GUN). La P-VIH parece GUN superpuesta con una periodontitis grave de evolución
rápida. De hecho, se ha mostrado que la P-VIH es una forma de GUN; sin embargo,
parece que la naturaleza de la evolución rápida de la P-VIH distingue con claridad esta
lesión de la GUN10. Las formas de P-VIH con necrosis del tejido son compatibles con la
enfermedad periodontal designada como periodontitis ulcerativa necrotizante. Cuando
el proceso necrótico progresa más allá de la unión mucogingival, la condición se denota
como estomatitis necrotizante aguda. Otras formas muestran un curso menor
dramático con rasgos de periodontitis del adulto convencional o periodontitis
rápidamente progresiva.

Los Individuos con P-VIH en contraste con aquellos con G-VIH están conscientes de su
estado seropositivo o tienen otras manifestaciones de infección por VIH así como
candidiasis, leucoplasia pilosa, sarcoma de Kaposi. En consecuencia la identificación
temprana de estas lesiones tiene una importancia fundamental para la profesión dental.

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LA PERIODONTITIS RELACIONADA CON VIH/SIDA


Las características clínicas principales de P-VIH son: eritema intenso de la encía insertada
y marginal, necrosis interproximal, ulceración y craterización, pérdida ósea en extremo
rápida, dolor grave y profundo, y hemorragia gingival espontánea. Como la G-VIH, la P-
VIH responde de manera deficiente al tratamiento convencional. Los pacientes
muestran una respuesta ligera al raspado y alisado radicular y técnicas para una mejor
higiene bucal.

A. Color: La encía libre es brillante, rojo oscuro, y en la mayoría de los pacientes el


margen gingival tiene un borde rojo lineal similar al que se observa en G-VIH. En
casos graves no existen bordes distintivos o separación entre la encía libre e
insertada.
B. Necrosis: interproximal, ulceración y craterización. La lesión de P-VIH se inicia
típicamente con cambios en el contorno gingival como son: necrosis
interproximal, ulceración y craterización. A diferencia de la GUNA, la afección de
tejidos blandos no está limitada a la región papilar y margen gingival libre; la
destrucción de este tejido se extiende hasta la encía insertada y mucosa alveolar.
C. Olor: Es posible la presencia ausencia de olor fétido, pero no es de importancia
diagnóstica para la P-VIH. Sin embargo, el olor fétido aparece en la mayor parte
de los casos. No obstante, en contraste con la GUNA no existe correlación
detectable entre la gravedad de la enfermedad y el olor.
D. Hemorragia espontánea nocturna: La hemorragia espontánea o nocturna, o
ambas se reportan con frecuencia. Los pacientes despiertan con coágulo
sanguíneo en la boca, sangre en su almohada y hemorragia excesiva al cepillado
o al pasar seda dental. Al examen clínico inicial se presenta un 25% de los sitios
interproximales con hemorragia espontánea.
E. Dolor grave: El dolor grave es una característica distintiva de P-VIH. Es la queja
principal de muchos pacientes y la razón para que acudan al tratamiento dental.
A diferencias de pacientes con GUNA en los que el dolor se localiza en las encías,
el dolor en P-VIH se describe localizado en los huesos maxilares o como dolor
profundo. Con frecuencia los pacientes reportan que sienten como sí sus dientes
se incrustaran en el hueso maxilar al masticar. Este dolor precede a la lesión
clínicamente obvia de P-VIH. El dolor puede preceder a las lesiones clínicas y
disminuye después de la invasión del hueso alveolar. La causa de este dolor no
está clara pero es probable que sea resultado de la destrucción ósea rápida.
F. Lesiones de encía insertada y mucosa alveolar: Parece que la respuesta
inflamatoria de P-VIH también afecta la encía insertada así como mucosa
vestibular. Las lesiones tienen características clínicas en tejido blando similares
a las que se observan en G-VIH. Por ejemplo, la encía marginal libre tiene una
banda roja distintiva, la mucosa insertada tiene petequias y la mucosa vestibular
también es de color rojo oscuro difuso. Con frecuencia la necrosis de tejido
gingival se extiende hasta la mucosa alveolar.
G. Pérdida ósea rápida: La característica más distintiva de la P-VIH es la rápida
destrucción de inserción periodontal y hueso. En las lesiones de P-VIH se observa
la pérdida de más del 90% de inserción en algunos dientes en cortos períodos
(tres a seis meses) y en muchos casos se requiere exodoncia10. Winkler y cols,
citados por Carranza y cols (1997), mencionan casos en que se perdieron 10 mm
de hueso en tres meses.
H. Localización de lesiones: En los casos graves de P-VIH se dañan todos los dientes
y el periodonto que los rodea; con más frecuencia, afecta varias áreas localizadas
de manera independiente, lo que resulta en islas de periodonto afectado con
gravedad rodeadas de tejido normal. De hecho, es frecuente observar que sólo
una superficie del diente (por ejemplo distal) se afecta con P-VIH, mientras que
la superficie restante lo hace de manera ligera; la razón para esta localización
discreta es desconocida. Por otro lado, todas las regiones de la boca pueden
presentar igual posibilidad de ser afectadas. Una observación importante es que
las lesiones de P-VIH están siempre relacionadas con áreas preexistentes o
coexistentes de G-VIH. Esto sugiere que la G-VIH es la lesión precursora de P-VIH.
I. Profundidad del Saco: La profundidad del saco no es un factor distintivo entre
G-VIH y P-VIH. En esta última, la pérdida de tejido blando periodontal se presenta
tan rápido que no existe formación de bolsa o es muy pequeña. Es un contraste
definitivo con la enfermedad periodontal inflamatoria crónica en la que la
pérdida de inserción precede a la pérdida de los tejidos periodontales de
recubrimiento, lo que provoca la formación de bolsas. (A., 2013)

ENFERMEDAD PERIODONTAL EN PACIENTES HIPERTENSOS


La hipertensión arterial es una enfermedad multifactorial, en la que la herencia y el
medio ambiente van a influir en su desarrollo. Los antecedentes familiares son
trascendentes a medida que la enfermedad puede ser el resultado del efecto aditivo de
los genes que la codifican: entre más genes se heredan, mayores posibilidades de sufrir
hipertensión arterial. El ambiente ejerce su influencia a través de la dieta, el estrés, la
obesidad, el consumo de tabaco, la vida sedentaria. La enfermedad periodontal abarca
un grupo de condiciones patológicas del periodonto consideradas de naturaleza
inflamatoria y causa infecciosa; presentan un componente inmunológico importante y
afecta a toda la humanidad por igual. Las enfermedades gingivales y periodontales están
catalogadas entre las afecciones más comunes del género humano. La prevalencia y
gravedad de periodontopatías varía en función de factores sociales, ambientales,
enfermedades bucales, generales y particularmente de la higiene bucal individual. Este
proyecto consiste en dar a conocer la problemática de enfermedades periodontales en
pacientes hipertensos, si existe esta patología en estos pacientes, cual es las más
frecuente y causa por la que se genera. Por ello, es necesario saber que la hipertensión
arterial es la enfermedad sistémica más frecuente de la población adulta y se define
como el aumento sostenido de la presión arterial por arriba de 140 mm/hg para la
presión sistólica y superior a 90 mm/hg para la diastólica. Metodología: Se consideran
hipertensos aquellas personas con una tensión arterial superior a 120/80; se utilizó
estadística descriptiva y correccional mediante una base de datos y se realizó la
inducción, deducción y análisis. Los resultados obtenidos entre los 113 pacientes que
fueron divididos por grupos etarios existe un alto porcentaje de manifestaciones de
enfermedad periodontal en el grupo femenino, por lo que podemos afirmar que los
medicamentos antihipertensivos están en relación con estas manifestaciones.

Se plantea que la hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo para el desarrollo
de aterosclerosis. Se describe, que se debe a que en los pacientes hipertensos hay
incremento de la permeabilidad endotelial sin cambios en la permeabilidad de la lámina
elástica interna (IEL). (3, 5-7) En los últimos tiempos se viene relacionando, de una
manera más o menos directa, las enfermedades de la cavidad bucal con el padecimiento
de entidades vasculares relacionadas con aterosclerosis, entre ellas la hipertensión
arterial (HTA). Las enfermedades periodontales y las cardiopatías por hipertensión
arterial, son condiciones frecuentes en la población. En la periodontitis, de no recibir un
tratamiento adecuado, los eventos inmunoinflamatorios culminan con la destrucción de
los tejidos de soporte de los dientes; de forma similar, con la enfermedad cardiovascular
hipertensiva el proceso inflamatorio desempeña un papel preponderante en el
desarrollo y ruptura de las placas ateromatosas.

La Hipertensión arterial y la periodontitis La periodontitis a su vez afecta a un 73 por 100


de la población y se ve agravada por el estrés, algo llamativo en la situación económica
actual. Por tanto, cada vez son más los pacientes que reúnen estas dos características
de hipertensos y afectados por periodontitis que requieren tratamiento odontológico.
Se ha estudiado una posible relación entre ambas patologías que, más ahora que nunca,
merece ser analizada y tenida en cuenta en una consulta de Odontología. (Kotchen T,
2011) La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las
arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. La presión arterial
tiene dos componentes: (Kotchen T, 2011) Presión arterial sistólica: corresponde al valor
máximo de la tensión arterial en sístole (cuando el corazón se contrae). Se refiere al
efecto de presión que ejerce la sangre eyectada del corazón sobre la pared de los
vasos.Presión arterial diastólica: corresponde al valor mínimo de la tensión arterial
cuando el corazón está en diástole o entre latidos cardíacos. Se refiere al efecto de
distensibilidad de la pared de las arterias, es decir, el efecto de presión que ejerce la
sangre sobre la pared del vaso. Las lecturas de la presión arterial se miden en milímetros
de mercurio (mmHg). (Kotchen T, 2011) Los valores normales de presión arterial varían
entre 90/60 y 120/80 mmHg. Valores por encima de 140/90 mm de mercurio son
indicativos de hipertensión o presión arterial alta y por debajo de 90/60 son indicativos
de hipotensión o presión arterial baja. Estos valores dependen de la edad (se
incrementan con el envejecimiento) y del sexo (son menores en las mujeres, y en ellas
aparece a mayor edad). (Sánchez, D, 2010) También hay que señalar que estos valores
no son constantes a lo largo del día, sino que presentan una gran variabilidad con los
ritmos circadianos, registrándose los valores más bajos durante el sueño.

La hipertensión arterial generalmente es considerada asintomática, sin embargo hay


ciertos síntomas que son atribuibles a la presión arterial elevada. Entre los cuales
encontramos, palpitaciones, fatiga y mareos. También se considera un síntoma de
presión arterial elevada el dolor de cabeza, sin embargo éste solo se produce en
hipertensión grave (Sánchez, D, 2010). En más del 90% de los casos se considera la causa
de hipertensión desconocida, por lo que se la denomina hipertensión arterial esencial,
primaria o idiopática; y suele aparecer a partir de los 30 años. Se considera que juegan
un papel importante factores hereditarios y ambientales en la elevación de la presión
arterial. Dentro de los factores ambientales se destaca el consumo elevado de sal,
alcohol, tabaquismo, la obesidad, el estrés y sedentarismo. Cuando la hipertensión es
causada por enfermedades orgánicas tales como: causas renales, endocrinológicas,
neurológicas, cardiovasculares o farmacológicas, se la denomina secundaria. La
hipertensión está relacionada con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y
alteración en la función de distintos órganos. (Kumar P, 2010) El 6% de las muertes en
todo el mundo son atribuidas a la HTA. La probabilidad de padecer hipertensión
aumenta con la edad, y entre los individuos de 60 años, la prevalencia es del 65,4%. La
probabilidad de que un individuo de mediana edad o ancianos desarrollarán
hipertensión arterial, en su vida es del 90%. (Kumar P, 2010).
OBESIDAD Y ENFERMEDAD PERIODONTAL
La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial, considerada el desorden
nutricional más común en América y, a su vez, un factor de riesgo para diversas
enfermedades sistémicas. La inflamación crónica tiene una relación multidireccional con
la obesidad y la periodontitis crónica, entre otras enfermedades. Recientemente, se ha
relacionado la enfermedad periodontal con la obesidad y algunos autores sugieren que
la obesidad podría ser un factor de riesgo para periodontitis crónica; sin embargo, esta
asociación no ha sido establecida aún. El mecanismo exacto por el cual ambas
enfermedades están ligadas sigue bajo investigación. Mediante esta revisión se busca
brindar información actual sobre la relación entre ambas enfermedades, además del
posible rol que desempeña la obesidad en la periodontitis crónica, de esta manera, el
periodoncista u odontólogo general pueda educar, concientizar y prevenir a los
pacientes que padecen estas enfermedades sobre la relación de estas, contribuyendo
así con la mejora de su salud (oral y general).

La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial y su etiología


representa una interacción entre genética, metabolismo de la dieta, niveles de actividad
física y consumo de alimentos altamente calóricos, entre otros. Se le considera el
desorden nutricional más común en América, y es un factor de riesgo significativo para
diversas enfermedades sistémicas en la edad adulta como hipertensión, diabetes
mellitus, arteriosclerosis, enfermedades cerebrovasculares, así como cardiovasculares
(CVD); por ello, esta condición sistémica se considera un problema cada vez mayor de
salud pública.

Por otro lado, en la actualidad se sabe que la enfermedad periodontal no es únicamente


un problema de salud oral sino también un problema asociado a la salud sistémica del
paciente, pues diversos estudios han demostrado que la respuesta del huésped a los
patógenos periodontales representa un determinante crucial en la etiopatogenia de la
enfermedad. Se ha relacionado el peso corporal con la enfermedad periodontal en
diferentes estudios y algunos autores sugieren que la obesidad puede ser un factor de
riesgo para periodontitis.

El primer reporte de la relación entre obesidad y enfermedad periodontal apareció en


1977, cuando Perlstein y colaboradores encontraron que la reabsorción ósea era mayor
en ratas Zucker obesas comparadas con las no obesas; a partir de ello, se ha llevado a
cabo una serie de estudios para determinar si existe o no una relación entre la obesidad
y la enfermedad periodontal.

ROL DE LA OBESIDAD EN LA INFLAMACIÓN


Según Kaur y cols, el tejido adiposo es tejido conectivo libre compuesto de adipocitos,
pero no sólo es un reservorio pasivo de triglicéridos sino que produce altos niveles de
citoquinas y hormonas que se llaman adipoquinas o adipocitoquinas. Algunas actúan
localmente mientras que otras están en la circulación sistémica y afectan diferentes
partes de nuestro cuerpo.

A continuación, se presenta su rol en la inflamación:

• Leptina y adiponectina (hormonas como proteínas): la leptina regula el consumo y el


gasto de energía, incluyendo el apetito y metabolismo.

Muchos pacientes obesos tienen resistencia a la leptina, ésta puede elevar la presión
arterial y contribuir a ateroesclerosis y enfermedades CVD. La adiponectina, por su
parte, modula el número de procesos metabólicos, incluyendo la regulación de la
glucosa, la presión sanguínea, el catabolismo de los ácidos grasos, y tiene una relación
inversa con marcadores de la inflamación, es decir, es un antiinflamatorio que se ve
reducido en los pacientes con obesidad.

• Citoquinas son proinflamatorias, secretadas por macrófagos del tejido adiposo, y se


ven incrementadas en la enfermedad periodontal (proceso inflamatorio)

• Proteínas asociadas con hemostasis vascular: activador inhibidor plasminógeno 1,


proteína que regula la cascada de coagulación, inhibe la fibrinólisis y la degradación de
la matriz extracelular.

• Incrementados niveles de angiotensina son observados en la obesidad, tiene efecto


vasoconstrictor y contribuye a la hipertensión.
ASOCIACIÓN ENTRE OBESIDAD Y ENFERMEDAD PERIODONTAL
El vínculo entre obesidad y enfermedad periodontal se
debe a substancias bioactivas secretadas por el tejido
adiposo conocidas como adipoquinas. Estas sustancias
tienen un rol en el sistema inmune y en la respuesta del
huésped.

A más tejido adiposo, aumentan los niveles séricos de


adipoquinas (específicamente una llamada resistina) que es asociada con la
periodontitis. En la obesidad hay un estado proinflamatorio donde se ven
incrementadas las producciones de TNF-α, leptina, IL-1 e IL-6 por los adipocitos (ya que
el tejido adiposo es un reservorio de citoquinas inflamatorias); la IL-1 inducirá a los
fibroblastos a aumentar la producción de colagenasas, causando destrucción del tejido
conectivo periodontal y, además, inducirá a los osteoblastos a generar señales químicas
a los osteoclastos para reabsorber estructuras óseas periodontales.

Estudios previos sugieren que la adiponectina tiene propiedades antiinflamatorias, las


cuales actúan como moduladores endógenos de las enfermedades relacionadas con la
obesidad. Debido a que la baja regulación de expresión de genes de adiponectina en el
tejido adiposo afecta directa o indirectamente los niveles de proteína C reactiva, la
elevación del gen de expresión de adiponectina podría ser necesaria para explicar la
relación precisa entre obesidad y enfermedad periodontal.

Por otro lado, Perry y cols. (2012) sugieren que la asociación podría deberse a los Micro
ARNs, los cuales regulan el desarrollo del adipocito y el metabolismo de los lípidos, y
recientemente, se los ha identificado como posibles modificadores de las vías
inflamatorias; Bawadi y cols. (2011) mencionan que la dieta pobre y la baja frecuencia
de actividad física (como parte de un cuadro de obesidad) son indicadores de riesgo para
enfermedad periodontal.

Ellos evaluaron 340 pacientes de Jordania y encontraron que el 30.9% tenían


enfermedad periodontal; de ellos, 17.4% tenían una buena dieta y el 48.1% una dieta
pobre. Adicionalmente, los sujetos con una baja frecuencia de actividad física tuvieron
un OR de 3.8 de tener enfermedad periodontal comparado con los de alta frecuencia de
actividad física. Según Shimazaki y cols. (2010), esta alta frecuencia de actividad física
tiene un efecto antiinflamatorio y un efecto supresivo en la enfermedad periodontal,
pues mejora el fluido sanguíneo periférico, así como de otros marcadores de la
inflamación.

Datos recientes también han demostrado que la obesidad desregula la expresión de los
receptores tipo Toll 2 y 4; reduce significativamente la fosforilación de las proteínas B
quinasas (Akt/PKB) en los macrófagos, y reduce la respuesta inmune causada por P.
gingivalis. El receptor de tipo Toll 2 puede ser un candidato para la participación del
cruce entre la inflamación y las señales metabólicas, debido a que tanto la P. gingivalis
como los ácidos grasos libres pueden activarlo.

Complicaciones orales por la quimioterapia


Sabido que el 40% de los pacientes con cáncer oral que son sometidos a quimioterapia
sufren de alguna complicación oral que regularmente afecta a los tejidos orales, debido
a que los agentes quimioterapéuticos inciden directamente o indirectamente
destruyendo no solo a las células de reproducción y crecimiento rápido (neoplásicas)
sino también a las células normales. Esta es la razón por la que en estos pacientes es
usual observar un epitelio cada vez más delgado y ulcerado porque las células normales
del epitelio que casualmente crecen tan rápido como las células cancerosas son
destruidas. El efecto de los agentes quimioterapéuticos sobre los tejidos óseos produce
mielosupresión (supresión de la médula ósea), es decir, comprometen la actividad
fagocítica, reduce la producción de anticuerpos por linfocitos B, inhibe el desarrollo de
los linfocitos T y bloquea la reacción inflamatoria. Por un lado, el directo efecto de la
quimioterapia sobre los tejidos periodontales son la razón por la cual el manejo dental
y sobretodo periodontal es indispensable, puesto que un epitelio delgado es susceptible
a la entrada de bacterias por infecciones sistémicas.

Además los daños en las glándulas salivares causan xerostomía que afectan aún más las
condiciones de inmunidad periodontal o protectoras de la boca, esto sin contar con la
suma de mialgias orales o neuropatías dentales. Por otro lado los agentes
quimioterapéuticos inciden indirectamente cuando generan mielosupresión y cuando
desaparecen transitoriamente los signos de inflamación por la reducción en el número
de leucocitos, además conducen a leucopenia, neutropenia, trombocitopenia,
plaquetopenia y anemia que también como los efectos directos generan susceptibilidad
a infecciones y a hemorragia a nivel periodontal. Para el caso del cáncer de cavidad oral,
la quimioterapia no es usual, ya que el tratamiento es poco activo sobre el tejido
escamocelular; por consecuencia solo se usa para reducir el volumen del tumor en
neoplasias muy grandes, y esto se hace antes de la cirugía y/o radioterapia. Por lo
anterior en los protocolos de tratamiento del cáncer oral la quimioterapia es usada para
la conservación de órganos o para tratamientos paliativos. En los casos en los que la
quimioterapia se combina con radioterapia es con el fin de potencializar los rayos
ionizantes y controlar la diseminación de células tumorales, siendo más efectivo este
tratamiento combinado para tumores remanentes. También para controlar esta
diseminación se induce a la rápida necrosis del tejido tumoral con electroquimioterapia,
la cual consiste en la inyección de bleomicina intratumoral seguido de un tratamiento
eléctrico de alto voltaje.

La complicación oral más usual además de las infecciones virales, micóticas, bacterianas
y mixtas ocasionadas por la enfermedad periodontal y la mielosupresión a la que ha sido
sometido el paciente con cáncer es la gingivorragia (sangrado gingival ), la cual resulta
por la trombocitopenia generada también por la inmunosupresión. Esta puede ser
espontánea cuando el recuento plaquetario es menor a 20.000.33 La evaluación del
tratamiento pre-quimioterapéutico suele llevarse en cabo en el siguiente orden:
diagnóstico definitivo, historia médica y cuadro hemático, estado de higiene oral junto
con la historia dental y periodontal, estudio radiográfico (panorámica y juego periapical),
test de saliva, cultivos celulares, una relación pronostico versus paliación en estadios
avanzados y un plan de tratamiento.

Manejo odontológico antes y después de la quimioterapia


Es fundamental el manejo odontológico del paciente con cáncer sometido a la
quimioterapia por tanto es de vital importancia que esto se inicie antes y a veces durante
el tratamiento local o sistémico de la neoplasia maligna. El manejo odontológico se hace
también en pacientes con cáncer que van a ser sometidos a procedimientos quirúrgicos,
este manejo consiste en retirar focos sépticos mediante terapia de mantenimiento
periodontal y mejoramiento de la higiene oral.
La quimioterapia los cuidados van también enfocados a evitar el riesgo de infección pero
sobretodo van dirigidos atenuar la inmunosupresión que suscite el paciente. Los agentes
quimioterapéuticos inciden directa o indirectamente causando en el 40% de los casos
complicaciones orales, cuya severidad varía dependiendo del tipo de droga, la
dosificación y la duración de la terapia, por ello, es necesario antes de iniciar la terapia
periodontal que se obtenga del oncólogo la historia detallada del paciente para definir
y anticipar posibles complicaciones, además de una evaluación odontológica pre-
quimioterapia que sea semejante a la de la radioterapia, con la excepción, de que se
descartan el test de saliva y el examen radiográfico. Es así como un ambiente oral
saludable y con una higiene adecuada previenen complicaciones orales acarreadas por
la radioterapia y quimioterapia. En ambos casos es necesario posibilitar las condiciones
de higiene y salud bucal; por ejemplo:

i. es imprescindible que se extraigan dientes con reabsorción ósea severa o


moderada, con bolsas periodontales y con movilidad grado III;
ii. ii. Retirar prótesis desadaptadas que incrementen la reabsorción los
rebordes edéntulos, igualmente es importante eliminar los bordes cortantes
de obturaciones que irriten aún más la mucosa o que interfiera con el
autocuidado del paciente; y
iii. Erradicar la enfermedad periodontal y condiciones patológicas como quistes,
abscesos periapicales y dientes incluidos.

Es posible mejorar la calidad de vida de los pacientes una vez todos estos irritantes
locales antes mencionados dejen de ser fuente de infecciones locales y sistémicas
cuando el sistema inmune se encuentre deprimido. Por estas motivaciones es
necesario que durante la quimioterapia se tenga en cuenta que antes de iniciar
cualquier tratamiento odontológico especialmente quirúrgico se disponga de un
cuadro hemático reciente, esto con la finalidad de suspender cualquier tratamiento
periodontal incluso quirúrgico y endodóntico si el recuento de leucocitos es menor
de 2.000 y el de plaquetas menor de 70.000,39 no obstante, es posible que se
prescinda del tratamiento odontológico en algunos casos de absoluta necesidad
para lo cual es indispensable un cubrimiento antibiótico en el caso de leucopenia y
de transfusión de sangre total o de plaquetas en la plaquetopenia. Es importante
destacar que los pacientes con leucopenia y/o plaquetopenia deben suspender el
cepillado y el uso de la seda dental para evitar producir una infección, y cambiar esta
práctica de autocuidado por el uso de gasas impregnadas de bicarbonato de sodio
disuelto en agua para una adecuada higiene oral. En el caso de la gingivorragia
ocasionada por la trombocitopenia en la quimioterapia, se puede manejar el
sangrado severo con cubetas llenas de Gelfoam (esponja estéril, absorbente y
hemostática), Surgicel (Gasas de celulosa oxidada hemostática) o gasas húmedas con
agua oxigenada, e igualmente que en la plaquetopenia y leucopenia se suspende el
cepillado y se usan gasas húmedas con bicarbonato. En el caso de la mucositis y de
las úlceras orales en mejilla, cerca de carrillos y sobretodo en encía producidas por
la quimioterapia y radioterapia, el tratamiento es principalmente paliativo e incluye
los siguientes pasos de autocuidado que básicamente consisten en mantener la boca
húmeda, limpia y libre de placa a fin de prevenir cualquier infección o complicación
a nivel periodontal:

1. Lavados bucales con una solución de bicarbonato de soda (una cucharadita 5 mg


aproximadamente en medio vaso de agua 100 mililitros aproximadamente) cuatro
veces al día sin deglutirla.

2. En caso de dolor utilizar anestésicos tópicos como xilocaína al 2% en solución


viscosa, es importante advertirle al paciente que no debe utilizar este medicamento
antes de empezar a ingerir alimentos, ya que al deglutir este entra en contacto por
medio de los alimentos con el paladar blando y la epiglotis produciendo asfixia.
También se pueden utilizar combinaciones medicamentosas que producen gran
alivio como el Kaopectate que es una suspensión de caolín y pectina sumamente
purificado y de calidad absorbente con un elixir compuesto de un gel
antihistamínico, proporcionando una capa protectora, y reduciendo la inflamación
respectivamente.

3. Utilizar como enjuague bucal para la remoción de placa bacteriana clorhexidina y


no enjuagues como Listerine u otros que contengan alcohol, los cuales pueden
irritar. También debe advertirse que debe ser usado esporádicamente, puesto que
existe el riesgo de interrumpir con el crecimiento de flora bacteriana normal y puede
formar tejido degranulación.
4. Deben prohibirse el hábito de fumar y el consumo de alcohol que incrementa el
dolor por irritación en mucosa y encías. Igualmente los alimentos calientes, con
textura gruesa, las especias y los ácidos deben prohibirse, ya que empeoraran la
sensación de dolor.

5. Debe recomendarse al paciente que deben visitar al Odontólogo cada tres meses
para profilaxis, lo cual es importante para retirar la placa bacteriana que produce
enfermedad periodontal y propicia la entrada de virus, bacterias y hongos como la
candida albicans que al removerse dejan úlceras más eritematosas y sangrantes
requiriendo un tratamiento sistémico. En el caso de la xerostomía, la cual genera
susceptibilidad a padecer enfermedad periodontal, es producida tanto por la
radioterapia como por la quimioterapia. La manera de contrarrestarla es mediante
el uso de sustitutos salivares que mantengan humectadas la mucosa y las encías, sin
mencionar que además la disminución del flujo salival afecta el mecanismo de
autolimpieza e inhibe el proceso de remineralización del esmalte. Esta condición de
boca seca promueve la acumulación de placa bacteriana e impide el consumo de
alimentos.

En cuanto a la osteorradionecrosis producida por la extracción de dientes post-


radiación, hay que decir que se deben a los tumores que se localizan cerca del hueso
y que se destruyen junto con los tejidos cercanos no tumorales, este evento celular
produce una exposición ósea que puede ser el resultado de la enfermedad
periodontal facilitando el desarrollo de infecciones con una respuesta lenta a estas
y a los traumas.

Esta complicación está acompañada a su vez de la reducción del flujo de sangre por
la disminución de la vascularidad por edema e hialinización de vasos pequeños, por
lo tanto, se hace necesario tener en cuenta unos criterios para exodoncias pre-
radioterapia, las cuales se realizan solo en casos de:

1. Caries no restaurables.

2. Perdida de antagonistas.

3. Enfermedad periapical activa de origen endoperiodontal.


4. Lesiones periapicales crónicas extensas.

5. Enfermedad periodontal de moderada a severa con bolsas periodontales de 5 mm


o más.

6. Enfermedad periodontal de leve a moderada, con mala higiene oral y limitaciones


físicas y/o cognitivas para la ejecución de esta práctica.

Por último es fundamental mencionar que el manejo de las infecciones secundarias


a otras complicaciones, suelen ser las responsables de aproximadamente el 50% de
las muertes por cáncer. Las principales fuentes de infección son la flora endógena,
el ambiente hospitalario (nosocomial) y la piel, siendo esta la razón por la que se
hace tanto énfasis en erradicar la enfermedad periodontal y fomentar la higiene oral
antes y durante el tratamiento quimioterapéutico y con radioterapia dado que los
tejidos de soporte son la puerta de entrada de las mencionadas complicaciones.

¿Cómo afecta la quimioterapia a la boca?

La quimioterapia es el uso de medicamentos para tratar el cáncer. Estos fármacos


eliminan las células cancerosas, pero también pueden dañar las células normales,
incluyendo las células en la boca. Los efectos secundarios incluyen problemas con sus
dientes y encías; el tejido suave y húmedo de su boca; y las glándulas que producen
saliva (salivales).

Es importante saber qué efectos secundarios en la boca pueden ser graves.

 Los efectos secundarios pueden lastimar y hacer difícil comer, hablar y tragar.

 Usted es más propenso a contraer una infección, que puede ser peligrosa si está
recibiendo tratamiento contra el cáncer.

 Si los efectos secundarios son muy fuertes y no puede continuar con su tratamiento
contra el cáncer. Su médico puede reducir su tratamiento de cáncer o incluso puede
interrumpirlo.
Si los efectos secundarios son malos, no puede continuar con su tratamiento contra el
cáncer. Su médico puede necesitar reducir su tratamiento o incluso puede
interrumpirlo.

¿Qué problemas de la boca causa la quimioterapia?

Usted puede tener ciertos efectos secundarios en la boca por la quimioterapia. Los
problemas dependen de los medicamentos usados para la quimioterapia y de cómo su
cuerpo reacciona a ellos. Usted puede tener estos problemas solamente durante el
tratamiento o por un corto período de tiempo después del tratamiento.

 Dolores en la boca y en las encías

 Sequedad en la boca

 Ardor, descamación o inflamación de la lengua

 Infección

 Alteración en el gusto

¿Por qué debo ver a un dentista?

Usted puede sorprenderse de por qué su dentista es importante en el tratamiento del


cáncer. Si usted va al dentista antes de que comience la quimioterapia, usted puede
ayudar a prevenir graves problemas de la boca. Los efectos secundarios con frecuencia
ocurren porque la boca de una persona no está sana antes de que comience la
quimioterapia. No todos los problemas la boca pueden ser evitados pero entre menos
efectos secundarios usted tenga, entonces, más probable será que usted permanezca
en su plan para el tratamiento del cáncer.

¿Cuándo debo ver un dentista?

Es necesario ver al dentista por lo menos dos semanas antes de comenzar la


quimioterapia. Si usted ya ha iniciado la quimioterapia y no ha ido a ver al dentista, vea
uno tan pronto como le sea posible.
¿Los niños tienen problemas de la boca también?

La quimioterapia causa otros efectos secundarios en los niños, dependiendo de la edad


del niño.

Problemas con los dientes son los más comunes. Los dientes permanentes puede ser
lentos en nacer y pueden ser diferentes a los dientes normales. Los dientes se pueden
caer. El dentista revisará los maxilares de su hijo para cualquier problema de
crecimiento.

Antes de empezar la quimioterapia, lleve a su hijo a un dentista. El dentista revisará


cuidadosamente la boca de su niño y retirará los dientes flojos o aquellos que puedan
soltarse durante el tratamiento. Pregunte al dentista o higienista qué puede hacer para
ayudar a su hijo con el cuidado de la boca.

Recuerde:

 Visite a su dentista antes de que comience su tratamiento para el cáncer

 Cuide su boca durante el tratamiento

 Hable regularmente con su oncólogo y el dentista sobre cualquier problema que tenga
en la boca
BIBLIOGRAFIA.
(Luisiana Aranda Moreno, 2013)

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