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INSTITUTO TÉCNICO NACIONAL DE Fecha:

COMERCIO
Profesora: Betty Guerrero
LA NOVELA ESPACIO DE LIBERTAD Suárez
L. Castellana Décimo
Cómo escribir una novela paso a paso
En la vida real, los acontecimientos son imprevisibles y desordenados. En una novela, la
intriga debe también ser imprevisible, pero no debe ser desordenada: para construir una
historia interesante, es necesario estructurarla. La noción de estructura se equipara a la de
composición de un cuadro (un pintor compone, sabe cuáles son los elementos básicos,
cómo se han colocado unos con relación a los otros sobre la tela, conoce la importancia
relativa otorgada a cada uno y el efecto global).
¿Qué pasos habrá que tener en cuenta?
Una vez construida la estructura sobre la que se apoyará tu
historia, llega la hora de juntar una palabra con la siguiente
para escribir la primera versión de tu novela..
Si hemos planeado muy bien los elementos para una novela,
es porque queremos que este primer borrador sea un borrador
que pueda ser tenido en cuenta. Está claro que vas a tener
que pulir mucho tu prosa después de haberlo finalizado y
puede que tus personajes te sugieran algunos cambios en la
estructura o veas que alguna secuencia de escenas no
funciona tan bien como pensaste en un primer momento.
No seas un esclavo de la estructura y modifícala a medida que
lo pida tu historia. Pero utilízala como guía, como una brújula con la que orientarte en medio de la
oscuridad que es el solitario trabajo de escribir.
La forma de iniciar una novela es tan importante que de ello depende la decisión de leerla del
nuevo lector, y muchas personas manifiestan que con frecuencia abandonan la lectura de una obra
cuando ya desde las primeras páginas deja de interesarles.

Sin embargo, no hay fórmulas mágicas que aconsejen empezar a escribir una novela de un modo
o de otro. Puede hacerse, al estilo de la Biblia, comenzando desde los orígenes de la historia que
queremos contar o, por el contrario, resumir de forma subyugante los acontecimientos que
provocaron los hechos que nos proponemos relatar.

La primera forma transmite un orden más natural, pero la segunda suele dar mejores resultados si
conseguimos despertar en el lector la curiosidad por las circunstancias que pudieron ocasionar el
desenlace expuesto. Este último procedimiento es el que utiliza, por ejemplo, García Márquez en
Crónica de una muerte anunciada, obra en la que incluso el título nos adelanta el episodio que se
cuenta en la novela y, sin embargo, atrapa nuestra atención llevados por el interés de descubrir el
desarrollo de las circunstancias que produjeron la muerte del protagonista a que se refiere el autor
ya en el primer párrafo de la obra. Pero este mismo escritor emplea el método de empezar la
narración desde el principio de la historia en Cien años de soledad, lo que probaría que cualquiera
de las dos formas es igualmente válida y cada una de ellas puede alcanzar una fuerza irresistible
en manos de un novelista que maneja la técnica narrativa con maestría admirable.

En muchos casos la narración se plantea a partir de una situación intermedia del argumento y se
despliega avanzando y retrocediendo al arbitrio azaroso de los hechos concretos y la incorporación
controlada de episodios anteriores en el tiempo relacionados de algún modo con lo que en ese
momento se cuenta, por lo que tampoco sería descabellado que el primer párrafo haga referencia
a algún acontecimiento singular producido en el transcurso del conjunto de la trama con el fin de
atraer la atención del lector.

Al margen del método a emplear como arranque de nuestra obra, lo que es cierto en la mayor
parte de los casos es que casi nunca resulta ser el primer párrafo de la novela lo primero que
escribimos cuando nos ponemos a escribirla. Hay escritores, incluso, que al terminar la obra
reescriben no sólo el primer párrafo sino hasta todo el primer capítulo para mejorar su relación con
los siguientes.

Por esta razón no debemos sentirnos comprometidos en exceso en el momento de empezar


escribir hasta el punto que nos dificulte poner en marcha la idea que tengamos. Es preferible
empezar la tarea con la aptitud de quien escribe algo provisional y dejar para más adelante la
decisión de conservar o no como primer párrafo lo primero que escribimos.

Todos sabemos de la importancia de un buen inicio para engancharnos a una novela. A nuestra
mente acuden frases tan conocidas como: "Todas las familias felices se parecen..." de Tolstói, "Al
despertar Gregorio Samsa una mañana..." de Kafka, "Muchos años después, frente al pelotón de
fusilamiento..." de García Márquez, o "En un lugar de la Mancha..." de Cervantes. Todos ellos
míticos, aunque la cotidianidad y la reiteración haya hecho que pierdan parte de su magia original.
El extranjero (1942), de Albert Camus

Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre.
Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.

Moby Dick (1851), de Herman Melville


Llamadme Ismael. Hace años, no importa cuántos exactamente, hallándome con poco o ningún
dinero en el bolsillo y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar
un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de ahuyentar la
melancolía y arreglar la circulación.

Lolita (1955), de Vladimir Nabokov (**)

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua
emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el
borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

Don Quijote. Miguel de Cervantes Saavedra.


"En algún lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que
vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”

Crónica de una muerte anunciada. El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las
5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo

Ensayo sobre la ceguera de José Saramago


Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se
encendiera la señal roja. En el indicador de paso de peatones apareció la silueta del hombre verde.
La gente empezó a cruzar la calle pisando las franjas blancas pintadas en la capa negra del
asfalto, nada hay que se parezca menos a la cebra, pero así llaman a este paso.

7. Pedro Páramo, Juan Rulfo.


“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo
dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera..."

¿Cómo escribir una novela paso a paso?

1. Escoge tu género; crimen, horror, romance, lo que tú decidas y si no sabes pues solo comienza
a escribir.

2. Crea el reparto principal; piensa de uno a tres


personajes principales que sean interesantes; escribe una
descripción de cada personaje (describiendo sus
características físicas, personalidad e historia del
personaje); deberán ser muy familiares para ti como tú
mejor amigo, hermano, hermana, mamá o papá; una vez
que hagas esto, tus personajes hablarán por sí mismos y
hasta te pueden sorprender por lo que dicen; cuando esto
sucede, sabrás que tus personajes son interesantes.

3. Planea tu novela corta en un cuaderno o en tu computador; un resumen de los puntos de la


trama (lugares de eventos importantes) pueden ser tan detallados como quieras; puedes hacer
algunas variaciones que pueden mantener la sensación del libro, pero ten cuidado de salirte mucho
de la idea principal.

4. Escoge una época y un lugar para el escenario (por ejemplo Nueve York 1929);
Hazlo tan interesante y llamativo como puedas.

5. Desarrolla la trama; En el cuento corto suele haber una sola trama, un solo acontecimiento
principal. En la novela, sin embargo, hay una trama principal y otras secundarias que pueden servir
para reforzar o complicar la primera; pero también para incidir en la idea general de la novela o
para ayudar a caracterizar personajes.

Busca tramas secundarias que te ayuden a construir un universo de ficción más completo. ¿Dónde
encontrarlas? Por ejemplo, rebuscando en las fichas de personaje y pensando en qué subtramas
te ayudarían a complementar la principal.

piensa en una buena y original historia para involucrar a los personajes; esto se puede
realizar con una “pesca” de historia donde uno de los personajes se encuentra en una
situación sorpresiva (por ejemplo: Naufrago); o quizás algo repentino les suceda a los
personajes o a un miembro de su familia y tienen que lidiar con eso; ten cuidado con las historias
obvias; si tu lector sabe lo que va a suceder antes de leerlo, tal vez estés dibujando ecuaciones
cuadráticas en el papel de baño de un bar de chicas guapas.
 Recuerda, no exageres la historia; las más simples son usualmente las mejores.
 Existen cuatro partes de la historia: Comienzo, conflicto, clímax y la resolución.

 Tú comienzo no debe ser muy largo; solo lo suficiente para presentar a los personajes y la
situación.
 El conflicto es con lo que los personajes tienen que lidiar y resolver.
 Todo esto conduce al clímax de la historia donde las situaciones alcanzan una punto clave de la
historia.
 La resolución ata los cabos sueltos y termina la historia.

6. Planifica el trabajo

Los cuentos cortos permiten una mayor flexibilidad, pero la novela es un trabajo que suele llevar
meses y no está de más tener una hoja de ruta que te ayude a no perderte en el camino.

No se trata de que todo esté preparadísimo antes de escribirlo. Si quieres, puedes dejar cierto
margen para la improvisación, como crear varios finales alternativos para seguir sorprendiéndote
mientras la desarrollas. Pero, por norma general, cuanto más planifiques la novela de antemano,
más sencillo será concluirla.

Los pasos que se sugieren para la planificación, son los siguientes:

1. Idea principal. Intento definir en una o dos frases lo que me gustaría contar con esa historia.
Esto puede cambiar más adelante, pero me ayuda como punto de partida.

2. Resumen breve de la idea.

3. Resumen de las características. Por ejemplo, la época en la que ocurre, el tono, el lugar
donde se desarrolla, etc. En este momento empiezo a darme cuenta de cuánto necesitaré
investigar para la obra.

4. Resumen más largo de la trama principal. Esto puede llevarme al menos un par de semanas,
pero me dedico a ir desarrollando la trama principal en lo que acaban siendo una o dos hojas.
Elaboro una lista con todos los pasos que tendrán que ir sucediendo para llegar desde el principio
hasta los posibles finales (tener varios finales alternativos, además de mantenernos intrigados
mientras la escribimos, nos ayuda a que el final no resulte previsible para el lector) y luego voy
creando el resumen.

5. Personajes y subtramas. A partir del punto cuatro, creo las fichas de personaje, me documento
si es necesario, creo las subtramas y sus resúmenes, etc.

6. Documentación. Una vez que está construida la historia grosso modo, empieza la fase fuerte
de la documentación o investigación (aunque puede que ya haya tenido que recurrir a ella en
alguno de los puntos anteriores)..

7. Estructura. Cuando ya tengo la historia definitiva, paso a la siguiente fase y escribo paso a paso
una lista de los capítulos o escenas que tendrá la historia, resumiendo lo que pasa en cada uno de
ellos con unas dos o tres frases. Nada muy extenso, pero es el momento de decidir qué partes
dejas dentro y qué partes se quedan fuera.

Aunque suena a algo muy cerrado, no lo es en absoluto. Sé que


durante la escritura tendré que alterar algunas de estas escenas
porque no funcionan como pensaba o porque hay una forma mejor
de pensarlo. Esta estructura es solo un borrador, un punto de
partida para orientarme.

8. Primer borrador. Con todo el material en la mano, cuando ya me


siento convencido y creo que funciona, me lanzo a la aventura del
primer borrador. Lo que pasa a partir de ahí, depende de cada
escritor y de cada historia.

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