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Aunque existan uno o más de estos factores, no significa que el bebé nacerá
con un defecto cardíaco. Además, los bebés pueden nacer con defectos
cardíacos aun en ausencia de estos factores. Las familias casi nunca pueden
predecir ni prevenir los defectos cardíacos congénitos. Claro que toda mujer
embarazada debe hacer todo lo posible por asegurar la salud de su bebé, tal
como evitar el alcohol, las drogas y la exposición a la rubéola y las toxinas
ambientales.
Cortocircuitos izquierda derecha. Son aquellas en las que se produce un defecto en las
estructuras cardiacas que separan la circulación sistémica de la pulmonar, produciéndose
el paso de sangre de la primera a la segunda. En este grupo encontramos la comunicación
interauricular, comunicación interventricular y el ductus arterioso persistente, entre otras.
TETRALOGÍA DE FALLOT
La tetralogía de Fallot es una cardiopatía congénita compleja que incluye:
Comunicación interventricular.
Estenosis de la arteria pulmonar.
Acabalgamiento de aorta (la arteria aorta no sale del ventrículo izquierdo,
sino que lo hace por encima de la comunicación interventricular, es decir,
entre el ventrículo derecho y el izquierdo).
Hipertrofia del ventrículo derecho (el ventrículo derecho está engrosado
por aumento de la carga de trabajo).
Causas
La mayoría de las veces, este defecto cardíaco se presenta sin causas claras. Sin
embargo, se puede asociar al consumo excesivo de alcohol durante el embarazo, la
rubeola materna, nutrición deficiente durante la gestación, y el consumo de medicamentos
para controlar las convulsiones y diabetes.
Síntomas
En los niños con esta enfermedad son muy variables. En ocasiones hay pacientes
asintomáticos. La mayoría presentan cianosis desde el nacimiento o la desarrollan antes
de cumplir un año, con disminución de la tolerancia al esfuerzo. Es frecuente encontrar
acropaquias (engrosamiento de extremo de los dedos) y que los niños adopten una
postura típica en cuclillas ('squatting'), porque es en la que ellos están más oxigenados.
Además pueden presentar crisis hipoxémicas (mayor disminución de la oxigenación de la
sangre) ante determinados estímulos como el llanto o el dolor, con aumento severo de la
cianosis, agitación, pérdida de fuerza, síncope y que puede llegar a causar la muerte.
Estos pacientes también pueden tener otras complicaciones como: anemia, endocarditis
infecciosa (infección de las válvulas del corazón), embolismos, problemas de coagulación
e infartos cerebrales.
Diagnóstico
Es muy importante tener un alto índice de sospecha clínica, al valorar a un recién nacido
con un soplo cardiaco y con disminución de oxígeno en la sangre y en ocasiones con
cianosis. La enfermedad se confirma con el ecocardiograma. El cateterismo estaría
indicado en pacientes en los que se vayan a operar (sobre todo para ver si se asocia a
anomalías de las arterias coronarias o de las arterias pulmonares periféricas).
Tratamiento
El tratamiento es, sobre todo, quirúrgico. No obstante, hasta el momento de la cirugía se
debe hacer tratamiento médico, evitando que el niño realice esfuerzos intensos y estados
de agitación. Si el niño presenta una crisis hipoxémica aguda, se le debe colocar en
posición genupectoral (acercar las rodillas al pecho) y debe ser trasladado rápidamente a
un hospital para ofrecerle tratamiento urgente a base de oxígeno y sedación con
barbitúricos o morfina. El tratamiento quirúrgico de corrección total de esta cardiopatía
congénita es el que se recomienda en cuanto se diagnostica al niño, aunque este sea un
bebé, siempre y cuando sea posible (depende mucho de la anatomía de las arterias
pulmonares y del infundíbulo del ventrículo derecho), si se detecta una estenosis muy
severa de la pulmonar es una contraindicación para una corrección total precoz. En la
corrección total se cierra la comunicación interventricular con un parche y se amplía la
salida del ventrículo derecho con otro parche. En los casos en los que no sea posible una
corrección total precoz por presentar una anatomía desfavorable (generalmente por
estenosis muy severa de la pulmonar), se hace una cirugía 'paliativa' para aumentar el flujo
pulmonar con una fístula arterial sistémico- pulmonar (fístula de Blalock-Taussig) en los
recién nacidos y posteriormente una cirugía correctora total unos años más tarde.
Pronóstico
El pronóstico es malo sin cirugía y mejora claramente a largo plazo tras la cirugía
reparadora. Solo un 6% de los pacientes no operados han llegado a cumplir 30 años, y
solo un 3% han cumplido los 40 años. De los niños operados, con buen resultado, la
mayoría llegan a adultos haciendo una vida relativamente normal. Un pequeño porcentaje
de pacientes pueden tener, después de muchos años, algunas complicaciones como
arritmias o insuficiencia cardiaca por disfunción del miocardio. La complicación evolutiva
más frecuente es el desarrollo pulmonar. Dicha valvulopatía puede ser asintomática, pero
si provoca fatiga o repercusión sobre el ventrículo derecho, está indicada la actuación
sobre la misma mediante sustitución valvular de forma percutánea o quirúrgica, en función
de la anatomía y el riesgo de cada paciente. Además, con el paso del tiempo un pequeño
porcentaje de pacientes pueden presentar arritmias o insuficiencia cardiaca por disfunción
del miocardio.
COMUNICACIÓN INTERAURICULAR
(CIA)
Se trata de un orificio que comunica las dos aurículas, permitiendo el
paso de sangre entre ellas.
Causas
Durante la formación del feto, hay una abertura entre las aurículas izquierda y derecha.
Generalmente, este orificio se cierra al poco tiempo del nacimiento. Si no se cierra
totalmente, el problema se denomina CIA tipo ostium secundum. La CIA tipo ostium
secundum es el tipo más común de CIA. Otros tipos son la CIA tipo ostium primum y la CIA
tipo seno venoso, localizadas en otras zonas del tabique interauricular.
Las CIAs tipo seno venoso se asocian con frecuencia a anomalías en el drenaje venoso
pulmonar, fundamentalmente de las venas pulmonares drenan a la auricula derecha
(territorio pulmonar) en lugar de a la aurícula izquierda (territorio sistémico).
Síntomas
La mayoría son asintomáticas, y se identifican al realizar un ecocardiograma tras la
detección de un soplo cardiaco. Si hay síntomas, suelen ser leves y consisten en
infecciones pulmonares frecuentes, ligera intolerancia al ejercicio y leve retraso del
crecimiento.
Las CIAs grandes pueden dar la cara en la edad adulta, provocando intolerancia al
ejercicio y palpitaciones (provocadas por arritmias). En algunos casos evolucionan
provocando síntomas de insuficiencia cardiaca derecha (intolerancia al ejercicio, retención
de líquidos y piernas y abdomen….). Si existe cianosis indica que, debido a la sobrecarga
derecha, se ha invertido el flujo, pasando a ser desde la circulación pulmonar a la
sistémica.
Diagnóstico
El diagnóstico se sospecha por la clínica y la exploración física. La enfermedad se
confirma con el ecocardiograma.
Pronóstico
Las CIAs pequeñas tienen buen pronóstico y no precisan de tratamiento. Las CIAs
grandes, cuando se realiza un diagnóstico y reparación tempranos, por lo general tienen
un pronóstico excelente. Si se diagnostican tardíamente o si no se reparan, pueden tener
mal pronóstico.
Tratamiento
Cuando la CIA es grande o tiene repercusión sobre la función cardiaca es necesario
cerrarla. El cierre puede realizarse mediante cirugía o mediante dispositivos que se
colocan a través de catéteres mediante punción por la vena femoral.
Las CIAs tipo ostium secundum pueden cerrarse en al menos 3/4 partes de los casos
mediante intervención percutánea. Los otros tipos de CIA requieren operación quirúrgica.
COMUNICACIÓN INTERVENTRICULA
R (CIV)
Los pacientes con comunicación interventricular tienen un orificio que
comunica los dos ventrículos. Es la cardiopatía congénita más frecuente
al nacer.
Existen varios tipos de CIV, según su localización dentro del tabique interventricular: las
CIV membranosas o perimembranosas son las más frecuentes (situadas cerca de la
válvula tricúspide); le siguen en frecuencia las CIV musculares (localizadas en el septo
muscular). Otro tipo de CIV más raras son las CIV subpulmonares y las CIV tipo canal.
Síntomas
En general, los síntomas no van a depender de la localización del defecto sino del tamaño
del orifico de la CIV. Cuando la comunicación es pequeña, no suele producir síntomas, si
es grande puede provocar disnea (falta de aire), insuficiencia cardiaca y crecimiento
inadecuado en los primeros meses de vida.
Diagnóstico
El diagnóstico se sospecha por la clínica y la exploración física (se escucha un soplo
cardiaco muy característico). El diagnóstico se confirma con el ecocardiograma, con el que
se podrá visualizar la localización, el número y el tamaño de la CIV.
Pronóstico
La CIV se puede cerrar de forma espontánea hasta en un 40 por ciento de los casos (en
su mayor parte, en los primeros 6 meses de vida).
Tratamiento
El tratamiento depende del tamaño y de si provoca síntomas o tiene repercusiones
cardiacas. La mayoría de las CIV son pequeñas, no provocan síntomas y no precisan
tratamiento; además, muchas tienden a cerrarse con el tiempo y también se hacen más
pequeñas proporcionalmente al aumentar el tamaño del corazón.
Si se trata de una CIV de gran tamaño que ocasiona síntomas en el bebé, además del
tratamiento para la insuficiencia cardiaca, hay que realizar el cierre. El cierre se realiza
mendiante cirugía en la inmensa mayoría de las ocasiones, estando limitada el uso de
dispositivos a casos aislados seleccionados. La intervención suele realizarse durante el
primer año de vida, si bien el momento óptimo de la misma es controvertido y depende del
estado general del bebé, la ganancia ponderal, la gravedad de la insuficiencia cardiaca y el
riesgo de desarrollo de hipertensión pulmonar.
Causas
La CC puede describir muchos problemas diferentes que afectan al corazón. Este es el
tipo de anomalía congénita más común. La CC causa más muertes en el primer año de
vida que cualquier otro defecto de nacimiento.
La CC suele estar dividida en dos tipos: cianótica (coloración azulada producto de una
relativa falta de oxígeno) y no cianótica. Las siguientes listas cubren las CC más comunes:
Cianóticas:
Anomalía de Ebstein
Corazón izquierdo hipoplásico
Atresia pulmonar
Tetralogía de Fallot
Drenaje venoso pulmonar anómalo total
Transposición de los grandes vasos
Atresia tricúspide
Tronco arterial
No cianóticas:
Estenosis aórtica
Válvula aórtica bicúspide
Síndrome de DiGeorge
Síndrome de Down
Síndrome de Marfan
Síndrome de Noonan
Síndrome de Edwards
Trisomía 13
Síndrome de Turner
A menudo, no se puede encontrar ninguna causa para la cardiopatía. Se continúan
haciendo investigaciones acerca de este tipo de cardiopatías. Fármacos como el ácido
retinoico para el acné, sustancias químicas, el alcohol e infecciones (como la rubéola)
durante el embarazo pueden contribuir a algunos problemas cardíacos congénitos.
El azúcar en la sangre mal controlado en las mujeres que tienen diabetes durante el
embarazo también ha estado relacionado con una alta tasa de problemas cardíacos
congénitos.
Síntomas
Los síntomas dependen de la afección. Aunque la CC esta presente al nacer, es posible
que los síntomas no aparezcan inmediatamente.
Algunas CC pueden tratarse solo con medicamentos. Otras necesitan tratamiento con uno
o más procedimientos o cirugías del corazón.
Prevención
Las mujeres que están embarazadas deben recibir un buen cuidado prenatal:
Coméntele a su proveedor de atención médica que está embarazada antes de tomar cualquier
medicamento nuevo.
Procure que le realicen un examen de sangre a comienzos del embarazo para ver si tiene
inmunidad contra la rubéola. Si no tiene inmunidad, evite cualquier exposición posible a esta
enfermedad y hágase vacunar inmediatamente después del parto.
Las mujeres embarazadas que tienen diabetes deben tratar de tener un buen control del nivel
de azúcar en la sangre.
Ciertos genes pueden jugar un papel en las CC. Muchos miembros de la familia
pueden estar afectados. Hable con su proveedor acerca de la realización de asesoría y
pruebas genéticas si tiene antecedentes familiares de CC.