INTRODUCCION. El mensaje de este díía, observa la idea de las siguientes
palabras “PARA PASAR A OTRO NIVEL”. Estamos por terminar otro anñ o maí s Al considerar dichas palabras, he tenido que concluir que bajo el estilo de vida cristiana que muchos de nosotros llevamos, no seraí posible. De ahíí la necesidad de decirle al Senñ or al igual que David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Ahora expondremos ante su presencia “NUESTRA FALTA DE PERDOÒ N”, el
cual deseamos cambiar.
I. EL PERDÓN, UNA PALABRA FÁCIL DE PRONUNCIAR, PERO DIFÍCIL
DE CUMPLIR.
A. Cuantas personas a veces nos ofenden, nos obran mal y
guardamos rencor contra ellos. Y seguimos asíí toda nuestra vida, y a veces muchos mueren sin perdonar ni aun a sus propios hermanos de sangre, hijos y otros familiares por demaí s. B. Uno de los mayores problemas en el cuerpo de Cristo es la falta de perdoí n. 1- La falta de eí ste es una puerta abierta al enemigo para destruir toda nuestra vida integral, es decir, espííritu, alma y cuerpo, o dicho de otra manera, nuestra vida espiritual, emocional y fíísica. 2- Las personas que no perdonan enferman, viven amargadas, y se ven en las calles con las caras largas, con tristeza en sus ojos y de muchas otras maneras, se ven amargadas, es decir, como si la vida les apestara. a) Caminan sin energíía, sus vistas desviadas, como si algo malo pasara en sus vidas. Y lo triste, que la falta de perdoí n lleva a algo maí s profundo, QUE ES LA AMARGURA. C. Observemos la definicioí n de la palabra perdonar.
1. “Perdonar es liberar o dejar ir a una persona que nos ha
ofendido”.
2. “El perdoí n es simplemente tomar la decisioí n personal de
dejar sin castigo a la persona que te ocasionoí un agravio”.
3. La palabra “perdonar” se deriva de los vocablos latinos
1- “per”, que denota “intensidad”;
2- “donarse”, que significa “dar”, y conlleva la idea de
“desprenderse completamente” de algo.
De ahíí que cuando Dios perdona, OLVIDA: “Nunca maí s
me acordareí de sus pecados y de sus iniquidades”. (Heb.8:12).
4. En el original gr. perdonar, sig. varias cosas, por ej.
a) Abandonar, Dejar a un lado, Olvidar, Dejar atraí s, Dejar
en el olvido, Botar, Remitir, Restituir. b) Es soltar a la persona que nos causoí danñ o. Perdonar no es negar la ofensa recibida, No es pretender que el tiempo borre lo ocurrido, Tampoco es ignorar lo que pasoí y tratar de olvidar, o simplemente disculpando al ofensor. c) Esto no es una alternativa, sino un mandato directo del Senñ or. (Mat. 6:14) “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial”. (VRV)“Porque si perdonáis a aquellos que os ofenden, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros”. (Castilian)“"Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes”. (BLS). D. La doctrina bííblica del perdoí n implica que el hombre admite que ha pecado y que ha cometido faltas, por ende, el entiende que es necesario que algo pase en su vida para poder ser restituido. (Mar.1:4).
E. La falta de perdoí n es una ventaja que se le da al enemigo, para
que mantenga cierto control en nuestro interior y en nuestro accionar.
1. La palabra ofensa, en el gr. es de donde sustraemos la
palabra “escaí ndalo”, que sig. “trampa” o “carnada”.
2. Es decir, que cada vez que escandalizamos a alguien u
ofendimos, le tiramos una carnada del enemigo para que se amargue y pierda su bendicioí n.
3. Y si hacemos esto, es mejor que pidamos nosotros perdoí n
a la persona de inmediato o la pasaremos mal, muy mal.
F. Escuche lo que dijo Jesuí s: (Lu.17:1-4).
G. ALGUNOS PENSAMIENTOS SOBRE EL PERDOÓ N:
1. “El perdoí n deberíía ser como un pagareí cancelado, roto en
dos e incinerado, para que nunca maí s pueda usarse en contra de alguien”. (Henry Ward Beecher)
2. “Quien no puede perdonar destruye el puente que tal vez
necesite cruzar en el futuro”. (Larry Bielat)
3. “No corte lo que puede ser desatado”. (Joseph Joubert)
4. “El perdoí n es una decisioí n, no un sentimiento, porque
cuando perdonamos no sentimos maí s la ofensa, no sentimos maí s rencor. Perdona, que perdonando tendraí s en paz tu alma y la tendraí el que te ofendioí ”. (Madre Teresa de Calcuta).
5. La paraí bola de los dos deudores. (Mat.18:21-22)
II. Ahora consideremos: “UNA LECCION DADA POR JESUS, SOBRE EL
PERDON”.
A. Jesuí s dijo que “el reino de los cielos es semejante a un
rey que quiso hacer cuentas con sus siervos” y luego pasa a relatar una historia. ¿A queí se parece el reino de los cielos? Se parece a una rendicioí n de cuentas con juicio y castigo que luego se transforma en ruego y perdoí n total.
B. Cuando Jesuí s dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas las demaí s cosas os seraí n anñ adidas”, se referíía a que debemos seguir la conducta que Dios exige a los que entraron en su reino. La conducta que Dios espera de nosotros es que perdonemos a los demaí s porque nosotros hemos sido perdonados por Dios en Cristo Jesuí s.
C. Tengamos en cuenta los siguientes detalles:
1. El escritor Herbert Lockyer, en su libro “Todas las
paraí bolas de la Biblia”, escribe, relacionado a esta paraí bola, lo siguiente: “Como quiera que consideremos la deuda del “siervo malvado”, Los “diez mil talentos” como talentos de plata y seguí n el caí lculo romano, la deuda de este siervo ascenderíía hoy a maí s de OCHENTA MILLONES DE DOÒ LARES”.Y si tomamos los mismos “talentos” seguí n el caí lculo judíío, los “diez mil talentos” equivaldríían a maí s de CIENTO TREINTA MILLONES DE DOÒ LARES. Pero si entendemos que los “talentos” significan talentos de oro, la deuda del siervo llegaríía a maí s de CUATRO MIL QUINIENTOS CINCUENTA MILLONES DE DOÒ LARES. Una cifra colosal.Habieí ndosele perdonado su deuda, eí l debíía haber hecho lo mismo. Pero veamos lo que sucedioí . Uno de sus consiervos le debíía solamente “CIEN DENARIOS”, o sea unos $140, suma que no guardaba ninguna proporcioí n con la enorme deuda que se le habíía perdonado.
D. La paraí bola fue referida con el propoí sito de ensenñ ar al
cristiano a perdonar. El Senñ or perdona generosamente todo. El modelo del perdoí n divino es “setenta veces siete”.
1. Esto habla de nuestra deuda: Un monto impagable.
2. El rey, movido a misericordia, le soltoí y le perdonoí la
deuda.
3. Su deudor le suplicaba su perdoí n, “maí s el no quiso”.
E. Esto alude a la voluntad. Perdonar es una decisioí n. Nunca
vamos a querer o sentir perdonar. El Evangelio no es de sentimientos, es de fe y obediencia.
III. AHORA CONSIDEREMOS: “ALGUNAS CLASES DE PERDON”.
A. El perdoí n BARATO. 1. Es el que dice: -“¡pero síí te perdono! 2. Ofrece el perdoí n ligeramente sin considerar el asunto con la seriedad que merece. 3. No tiene en cuenta el trabajo que le costoí al otro el tener que venir a pedirnos perdoí n. B. El perdoí n DUDOSO. 1. Dice: “No tengo nada que perdonarte”. 2. Minimizando la situacioí n, como si la ofensa recibida no nos hubiese afectado. C. El perdoí n COMERCIAL. 1. “Te perdono pero no lo hagas maí s”. 2. “Te perdono pero si haces tal o cual cosa…”. 3. Esta clase de personas condicionan su perdoí n. 4. Se aprovecha de la situacioí n, 5. Presiona al otro para que satisfaga alguí n capricho. 6. Realiza una especie de chantaje moral. D. El perdoí n EXTORCIONISTA. 1. Utiliza la falta para extorsionar al otro. 2. Recuerda frecuentemente la deuda pendiente, para dominarlo. IV. AHORA CONSIDEREMOS: “EL VERDADERO PERDON”.
A. Es Misericordioso. (Ef.4:32) “Sed entre vosotros
bondadosos y compasivos, y perdonaos unos a otros recordando siempre que también Dios os perdonó a vosotros en Cristo” (Castilian).
1. No es aí spero sino lleno de compasioí n.
a) Esto indica que es motivado por el amor de Dios en
nosotros, solo podemos perdonar impulsados por el amor de Dios. (Rom.5:5) “Y la esperanza no defrauda, sino que ayuda a superar cualquier circunstancia adversa, sabiendo que Dios nos ha llenado con el don del Espíritu Santo y que, por medio de él, ha derramado su amor en nuestro corazón”. (Castilian).
B. Es Completo. (Mat.18:35) “Pues eso mismo hará mi
Padre celestial con aquellos que, entre vosotros, se nieguen a perdonar de corazón a un hermano sus ofensas”. (Castilian).
1. No existe el perdoí n a medias, no sirve perdonar en un
80%. 2. Es un perdoí n sin reservas, total. Considera que todo quedoí completamente solucionado. 3. Es el que restaura las relaciones, las deja 0 Km. CONCLUSIÓN: Apreciados hermanos: para “PASAR A OTRO NIVEL”, en todo lo que respecta a nuestra vida.