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Curso
Docente
Darwin Asenjo
Estudiante
TEMA
FE EN LOS NEGOCIOS
SICLO
4
DEITOS CONTRA LA CONFIANZA Y LA BUENA FE EN
LOS NEGOCIOS
CAPITULO I
TIPICIDAD OBJETIVA
Ante una insolvencia, se requiere: previamente la existencia válida de una relación
jurídica obligacional privada, donde encontramos al objeto que es la pretensión (lo
que exige el acreedor); a su vez, el objeto de dicha pretensión, vienen a ser aquí
el objeto material de la acción. En otras palabras, los bienes, sean materiales o
inmateriales, muebles o inmuebles, que integran el patrimonio del deudor, son
objetos materiales de la acción, así como también pueden serlo los derechos
crediticios (exigencia de patrimonialidad). Las meras expectativas no pueden
constituirse objeto material.
Sujeto Activo
Se determina que estamos ante un delito de infracción de deber propio, ya
que sólo puede cometer las conductas de insolvencia fraudulenta el deudor
titular de los bienes o derechos, que es obligado principal en una relación privada
frente a sus acreedores como también, la persona que ha actuado en su nombre
(aquí debemos entender que puede ser su representante de hecho o legal), y el
administrador o liquidador.
Sujeto Pasivo
Son aquellos acreedores cuyo crédito ha sido reconocido por la autoridad
concursal puede tratarse de una persona natural o una persona jurídica, se incluye
a los trabajadores que cuyos créditos laborales pueden verse burlados.
Bien Jurídico Protegido
Lesión al acervo crediticio del sujeto pasivo, también el legítimo interés crediticio
de los acreedores
1. Ocultamiento de bienes;
o pérdidas; y,
Simulación: Se entiende “simular” como imitar, fingir obligaciones para así hacer
creer, a sus acreedores, un activo falso. Esta conducta tiene más grado de
maquinación que la conducta de “ocultación”; es más ingeniosa que ésta que se
limita sólo a desaparecer sus bienes, mientras que aquí se desaparecen los
bienes, pero con una razón viciada. La conducta de simulación es la más
congeniada como fraudulenta. Se simula “cuando se finge; esto es, cuando no
existiendo la deuda, se le aparenta; cuando se llenan las formas para hacerla
aparecer como existente total o parcialmente”. Existen dos tipos de simulación:
Simulación total: se remite a que sus obligaciones sean mayores y afecten a
todos su patrimonio.
Simulación parcial: sólo afecta a una parte de su patrimonio en el
cumplimiento de obligaciones falsas. Con la simulación del pasivo se disimula el
activo.
Adquirir: Significa conseguir, obtener obligaciones para así disminuir sus activos
en perjuicio de los acreedores.
Algunos acreedores no se ven perjudicados, a costa de otros, a diferencia de las otras dos
anteriores modalidades, en la cual todos los acreedores son perjudicados. Uno o varios
acreedores obtienen más ventajas, reduciéndose el crédito que normalmente debían de
obtener los otros acreedores. En otras palabras, se incurre en “un favorecimiento de
acreedores genuino no justificado.
Se distingue, en la ejecución delictiva, dos conductas. La primera conducta consiste en
la realización de actos de disposición patrimonial destinadas a pagar a los acreedores
beneficiados, en donde el deudor va a disponer o tomar de su patrimonio en beneficio de
las deudas que tiene con los acreedores que él considere a pagar. En la segunda
conducta se van a realizar actos generadores de obligaciones que se destinan a pagar a los
acreedores beneficiados. Aquí, el deudor va adquirir o realizar deudas durante el
procedimiento concursal para así obtener más obligaciones para con los acreedores que él a
destinado los beneficios, todo esto en perjuicio de los demás acreedores.
El beneficio que se deriva de estos actos se dirige a uno o varios acreedores. No es
necesario que el deudor entregue las ventajas a los acreedores que él ha estimado
preferentes. Se incurre en error al momento de plantearse la ventaja, beneficiando a
acreedores que él no ha señalado como los preferentes, incluso puede entregar ventajas sin
determinar cuáles de los acreedores son o no los beneficiados. El resultado de estos actos es
que el pago sea pospuesto para el resto de los acreedores, es decir, dar prioridad a ciertos
acreedores en el pago frente a otros. El orden con el cual se paga lo establece
maliciosamente el deudor perjudicando a los demás acreedores en el tiempo del pago,
incluso dejándolos para el final donde quizás el deudor carezca de bienes para afrontar
sus deudas. Por ende, estas dos conductas deben estar dirigidas a favorecer a unos
acreedores frente a otros, con perjuicio cierto de los demás. El beneficio debe estar
dirigido a quien es acreedor, y no a otro, de lo contrario estaríamos hablando de la segunda
modalidad conductual de la insolvencia fraudulenta. Habrá coautoría, si el
deudor se confabula con otro acreedor para lograr el beneficio de aquel y perjudicar a los
demás. En principio, el deudor deberá actuar independientemente del acreedor beneficiado,
quien desconoce su condición de privilegio.
39. Se entiende que la sanción penal no va dirigida por el pago que hizo el acreedor
privilegiado, sino por el pago, que con ventaja sobre los demás acreedores, efectúa el
deudor (
111
). Se quebranta el trato igualitario que se debe de tener con los acreedores por la
acción del deudor (
112
), disminuyendo su patrimonio que luego va a ser distribuido por los
demás acreedores. ROY FREYRE establece que “esta falta de lealtad constituye (...) un
atentado contra el principio de la par conditio omnium creditorum en la medida que
significa una disminución en el activo realizable que redunda en perjuicio de los
acreedores discriminados” (
113
).
40. Existencia de connivencia entre el acreedor beneficiado o la persona que
haya actuado en su nombre y el deudor. Esta forma de connivencia se presentaba antes
como un tipo penal autónomo ubicado en el artículo 213º, pero actualmente se tipifica
como un supuesto delictivo de la insolvencia fraudulenta (
114
). La connivencia no es más que el acuerdo dado entre el acreedor o una persona que actúa
en su nombre con el deudor
para fijar las ventajas y así perjudicar a los de más acreedores. Se excluye en la tipificación
las meras tratativas, es necesario que el acuerdo se perfeccione para estar ante una
connivencia.
41. Se presenta también como una etapa previa de la modalidad conductual anterior,
resultando también los acreedores beneficiados sancionados como autores (
). Por ende, el
acreedor de buena fe que resulte beneficiado por las maquinaciones del deudor no incurre
en responsabilidad penal (
116
). Este supuesto no es más que una salvaguarda de
participación necesaria (
117
), que extiende la punibilidad al acreedor, si se da el caso de
existir, durante el procedimiento concursal, un acuerdo para fijar las ventajas para una de
las partes de su acuerdo (se sobreentiende para el acreedor).
42. La connivencia puede ser iniciada por el deudor o acreedor. Puede darse de
manera verbal o escrita, no siendo necesaria la presencia de formalidades especiales
durante el acuerdo. Se debe de establecer como objeto del acuerdo a las ventajas a favor
115del acreedor. Estas ventajas fijadas pueden responder al supuesto anterior a través de
sus
dos formas conductuales. Así, se da el caso de que el deudor se haya comprometido a
disponer su patrimonio al acreedor o contrae obligaciones para con él y así generar las
ventajas.
43. Siguiendo con la lectura del texto penal, el artículo 209º delimita el campo de
actuación del agente delictivo en relación a las dos últimas conductas delictivas. Ya
habíamos señalado que las modalidades de conductas delictivas deben de ejecutarse
durante los procedimientos concursales, pero además para las dos últimas conductas
delictivas se le condiciona a su tipificación siempre y cuando contravengan la
reprogramación de obligaciones que haya sido aprobada por la junta de acreedores. Esto
nos lleva a dividir en dos supuestos a estas dos últimas conductas delictivas: si la junta de
acreedores haya aprobado la reprogramación de obligaciones durante un procedimiento
concursal, se le exige para la tipificación ,a actuación contraria a dicho acuerdo; si la junta
de acreedores no ha aprobado la reprogramación de obligaciones durante el procedimiento
concursal, no se exige dicho elemento antijurídico. Asimismo, se da el caso, si durante el
procedimiento concursal la Comisión encargada declara la liquidación del patrimonio del
deudor, la tipificación de estas dos últimas conductas delictivas dependerá de la
contravención a dicha declaración, si es que se produce; pues de no darse, es necesario su
contravención. 44. De las cuatro modalidades delictivas, el deudor logra la insolvencia
necesaria
(
118
) para perjudicar a los acreedores durante los procedimientos concursales, ya señalados.
Entre las conductas delictivas y la insolvencia debe de existir una relación de causalidad:
las conductas delictivas deben de lograr, por ende, la insolvencia y así reducir las
expectativas de satisfacer las deudas frente a sus acreedores (
119
). Esto es el final
característico que le acuña el nomen de insolvencia fraudulenta.
45. Ahora, esta insolvencia debe ser permanente, y no transitoria, en la cual el
deudor puede recuperarse y cumplir con sus deudas: Esto, en exigencia de un elemento
constitutivo del tipo penal: “la presencia del perjuicio a los acreedores”. Este
elemento es característico de los Delitos Patrimoniales, pero el resultado de la
insolvencia fraudulenta que afecta a la sociedad se va a presenciar con el peligro
concreto del sistema crediticio y no la lesión del derecho de crédito de los
acreedores.
TIPICIDAD OBJETIVA
Sujeto activo
TIPICIDAD SUBJETIVA
El agente busca con conciencia y voluntad (dolo), obtener la declaración
administrativa de la suspensión de exigibilidad de obligaciones del deudor El tipo
subjetivo se agota en la exigencia de dolo, donde el sujeto debe conocer que la
documentación o información falsa que presenta al procedimiento concursal es
idónea para lograr la suspensión de la exigibilidad de las obligaciones.