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GUIÓN.

Personajes: Sol, Luna, Pájaro, Semilla, Lluvia, Plántula y Planta.


PRIMER ACTO.
Sol (hablando enérgicamente): ¡Buenos días a todos! La primavera apenas
comienza y mis alrededores ya están llenos de vida y colores, ¡más feliz no podría
estar!
*Se oyen quejidos y voces molestas que retumban hasta el cielo*.
Sol (preocupado, interrumpe su saludo al escuchar una pelea): Pero, ¿qué está
pasando? No es momento de pelear, ¡alégrense, que la primavera está aquí!
(termina la oración con una sonrisa).
Planta (algo molesta ante lo que estaba pasando): Le he intentado explicar a mi
hija, señor sol, pero ella continua sin entender que es por su bien. Señor pájaro,
¡llévesela!
Semilla (molesta, forcejea con el pájaro que la lleva en su pico): Señor Sol
¡ayúdeme! He sido engañada por este charlatán y mi madre no me quiere ayudar.
Pájaro (ignorando los reclamos en su contra continúa su vuelo): ¡Serás
exagerada! Ya te dije que te llevaré a un lugar muy lindo que conozco, repleto con
tierra de la mejor calidad y agua abundante, tal y como lo pediste.
Semilla (alzando la voz y agitándose todo lo que puede): ¡No mientas! Tus
amigos pájaros dijeron que me engañaste sólo para poder comerte mi jugoso
mesocarpio.
Pájaro (mientras comienza a aterrizar): dispuesto estaba a ayudarte, pero si tan
convencida estás de lo que escuchaste, voy a complacerte y haré lo que dices.
*Pájaro suelta la semilla y ésta cae al suelo*.
Sol (sorprendido, trata de ver dónde se encuentra la pequeña semilla):
¡Semillita! ¿estás bien?
Semilla (asustada, comienza a llorar): No me quiero quedar aquí, es un lugar muy
apartado de los demás árboles ¿qué haré, estando tan sola?
Sol (irradiando más calor para que éste alcance a su nueva amiga): No te
preocupes, en el día, yo me encargaré de darte calor y cuidarte, le diré a la Luna
que vele por ti al anochecer, y verás qué bien creces.
Semilla (más calmada, se cubre con la tierra a su alrededor): Gracias, señor
Sol, con esta tierra y sus cuidados, estoy segura que podré convertirme en un
hermoso árbol.
*Al anochecer*.
Sol (camino a retirarse, le cuenta a la Luna lo sucedido): Amiga Luna, antes de
retirarme, me gustaría pedirte un favor.
Luna: Querido Sol, cuéntame tus preocupaciones, pues estoy dispuesta a ayudarte.
Sol (señalando el lugar donde cayó la semilla): ¿Ves ese pequeño montículo de
tierra? Ahí descansa una pequeña semilla, yo la cuidaré todo el día, pero me
gustaría que tú la observaras por las noches, por favor.
Luna (hablando suavemente para tranquilizar al sol): No te agobies más, haré
lo que me pides, entonces, sigue tu camino que yo me encargo de nuestra amiga.
*El Sol le agradece a la Luna y se retira, como todos los días*.

SEGUNDO ACTO.
Semilla: Han pasado varias semanas desde que llegué a este lugar y con los días
transcurridos mi interior se desarrolla; la tierra me arropa y mis reservas me
alimentan, sin embargo, cada día es más caluroso y la humedad en la tierra se
pierde, necesito agua, pero ¿qué haré para conseguirla?
Luna: pequeña semilla, dime, ¿qué es lo que pasa? Llevas tiempo murmurando y
no has dormido nada, ¿necesitas algo?
Semilla (hablando con voz preocupada): Señora Luna, no quisiera molestarla,
pero tengo un serio problema, temo por mi muerte y ya no sé qué hacer.
Luna (alarmada por aquellas palabras, intenta ayudar a la semilla): ¿¡Pero qué
dices!? Yo misma te he cuidado, y mi amigo Sol ha hecho lo suyo, ¿acaso nos
hemos equivocado en algo?
Semilla: ¡No, no! No es eso, se lo contaré. Los días se vuelven cada vez más
calurosos y la humedad aquí abajo no es suficiente para continuar con mi desarrollo,
necesito agua, pero no puedo hacer nada, sólo esperar.
Luna: ¡Oh, de eso se trata! Tranquila, le diré a las nubes que traigan lluvia para ti,
pero debes resistir, pues para ellas tampoco es fácil hacer llorar al cielo.
Semilla: ¿Haría eso por mí? Muchas gracias, ahora estoy más tranquila.
Luna: Le diré al Sol cuando amanezca, y así ambos podremos ayudarte, ahora
descansa, no debes gastar energías en preocupaciones.
TERCER ACTO.
Sol (desanimado, trata te hablar con la semilla): Semilla, ¿estás ahí? Las nubes
están haciendo de todo para traer lluvia, sólo aguanta un poco más.
Semilla (con voz débil): La primavera está en su mejor punto, pero yo me
deshidrato cada vez más, es triste saber que moriré cuando estoy rodeada de vida.
¡Qué tragedia!
Sol (mirando a todos lados, trata de llamar la atención de la semilla): ¡Mi
querida amiga, al fin es hora! Estoy acompañado de nubes, ¿Sabes lo que significa?
Semilla: Estoy cansada, sólo quiero dormir y…
Lluvia (cayendo desde el cielo, se hace oír): ¿Quién está tan triste que hace llorar
al cielo? Vengo a refrescar a todos, no es momento de lamentos.
Semilla (comienza a reaccionar): Esta sensación… ¿acaso es agua?
Lluvia: así es, anímate, semilla, porque yo estoy aquí; tus amigos me han buscado
por todos lados, así que asegúrate de agradecerles cuando me vaya.
Semilla: ¡Estoy tan feliz! Gracias, ahora podré convertirme por fin en un hermoso
árbol.
Lluvia (despidiéndose, vierte sus últimas gotas): Todo esto es para ti, semilla,
esfuérzate y cumple tus sueños. Mi trabajo aquí ha terminado, adiós.
CUARTO ACTO:
Semilla (mira su ropa): lo que me faltaba, me quedaré sin mi cascarón y moriré
aquí. Amigo Sol, necesito de tu ayuda nuevamente, perdóname por ser tan molesta,
no es mi intención, pero mí… mí endocarpio esta desgarrado, y al parecer pronto
estará destrozado completamente.
Sol: Mi querida amiga semilla, tú no eres una molestia para mí. Y por lo de
endocarpio no te preocupes, al contrario, deberías alegrarte, ¡eso es bueno semilla!,
significa que estas a un paso de convertirte en una hermosa plántula y luego en un
gran árbol.
Semilla (intrigada): ¿es enserio?
Sol: claro, lo he visto muchísimas veces antes con muchísimas semillas como tú,
solo que tú… presiento que serás un caso especial.
Semilla (sonríe tímida): espero que así sea, me pondré cómoda, para aguardar.
Sol (mientras se retira lentamente, dice unas cuantas palabras soñolientas):
ya es tarde, yo debo descansar, pero en caso de que se te ofrezca algo, no dudes
en consultar a la amiga Luna.
Semilla (precipitada contesta): antes de que te vayas, quiero darte las gracias por
conseguir agua para mí y por cuidarme incondicionalmente.
Sol (después de decir las siguientes palabras, se retira): eso es lo que hacen
los amigos, ¿no?
Luna (aparece después de unos minutos de haberse ido el sol): ¡semilla,
semilla!, ya estoy aquí, ¿cómo estás?.
Semilla: bien, muy bien, gracias a ti y al sol, .
Luna: me alegra escuchar eso; ahora solo debes esperar, y utilizar las reservas de
tu embrión para alimentarte y convertirte en una plántula, después una vez que
tengas una radícula, plúmula y tus hojas embrionarias, podrás alimentarte casi como
una planta, se paciente semilla.
QUINTO ACTO:
Sol: después de … días, podre ver a la semilla trasformada en plántula. Semilla o
mejor dicho plántula, quiero verte, ¿en dónde estás?
Plántula (se asoma detrás de una piedra): estoy aquí amigo Sol. No estoy muy
grande, soy pequeña aún.
Sol (asombrado): eres una plántula, has crecido en un abrir y cerrar de ojos.
Afortunadamente las nubes muy pronto empezaran a derramar miles de gotas que
serán de gran ayuda para ti para que pueda transportarse adecuadamente los
nutrientes en el xilema de un futuro tallo.
Plántula (intrigada e incrédula): estas tierras en donde me ha tirado aquel animal,
¿tienen los nutrientes suficientes para que yo me desarrolle?
Sol: eres muy afortunada, deberías agradecer que aquel animal te haya botado en
estas tierras, son muy fértiles y tienen los nutrientes suficientes para que un
duraznal crezca sano y sin deficiencia de nutrientes.
Plántula: eso me alegra, pero este lugar está algo deshabitado.
Sol: de eso tampoco te preocupes, cuando la temporada de lluvia empieze, las
semillas que se encuentran latentes deja del suelo, las cuales fueron esparcidas por
el viento, antes de que llegaras tú, germinaran y este lugar se volverá verde y
hermoso.
Plántula: quizás el viento es más cuidadoso con las semillas.
Sol: lo dudo, cuando se enoja destruye todo.

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