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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA


“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
VICE-RECTORADO ACADEMICO
ESCUELA DE DERECHO
NÚCLEO: CIUDAD GUAYANA

Facilitador: Elaborado Por:


Abg. Gabriela Simancas Carloy Quijada 15.278.459
Derecho Procesal Civil II Carolina Gómez 11.512.432
Sección: D-4-7 Eduardo Gómez 25.093.482
Julio Hernández 9.948.887
Ylsen Gómez 10.929.947

1
INDICE

Pág.

INTRODUCCION ...................................................................................................................... 1
TEMA 17. INTERDICTO POSESORIO ................................................................................ 2
CLASIFICACION DE LOS INTERDICTOS ......................................................................... 2
CONCEPTO DE INTERDICTO POSESORIO: .................................................................... 2
NATURALEZA JURÍDICA...................................................................................................... 2
INTERDICTO DE AMPARO ................................................................................................... 3
REQUISITOS DE PROCEDENCIA ....................................................................................... 3
CARACTERÍSTICAS DEL INTERDICTO DE AMPARO ................................................... 3
PROCEDIMIENTO DEL INTERDICTO DE AMPARO ....................................................... 4
INTERDICTO DE DESPOJO ................................................................................................. 7
REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA: ......................................................................... 7
CARACTERÍSTICAS DEL INTERDICTO DE DESPOJO ................................................. 7
PROCEDIMIENTO DEL INTERDICTO DE DESPOJO...................................................... 8
DIFERENCIAS ENTRE INTERDICTO DE AMPARO E INTERDICTO DE DESPOJO.
................................................................................................................................................... 11
INTERDICTO DE POSESIÓN HEREDITARIA ................................................................. 12
CONCLUSION ........................................................................................................................ 13
BIBLIOGRAFIA ...................................................................................................................... 14
JURISPRUDENCIA INTERDICTO POSESORIO ............................................................. 15
Sentencia nº RC.000222 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de Casación
Civil de 7 de Abril de 2016.................................................................................................. 15

1
INTRODUCCION

Un interdicto es un procedimiento judicial sumario y de tramitación sencilla,


cuyo objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada persona física
o jurídica frente a otra, de manera provisional. El interdicto también se puede
plantear para el caso de que exista una reclamación por algún daño inminente, cuya
urgencia habrá de quedar justificada.

Asimismo, el interdicto se puede utilizar como protección ante cualquier


agresión o turbación que una persona sufra sobre su pacífica posesión. Esto es,
cabe emplearlo en el caso de ruidos, olores, etc. que impidan a una persona
disfrutar de la posesión de un bien. Esto hace que sea un proceso al que se recurre
en ocasiones para obligar la paralización de obras cercanas o de otras actividades
molestas (salas de fiestas, etc.) para el propietario de un inmueble.

Aguilar Gorrondona (2007), indica que, de acuerdo a la doctrina, la protección


interdictal y la usucapión son los dos efectos más típicos de la posesión. En especial
los interdictos o acciones posesorias constituyen defensas específicas de la
posesión.

Dentro de los interdictos encontramos diferentes clases, como son: Los


interdictos posesorios que a su vez se subdividen en de Amparo y de Despojo y los
Interdictos Prohibitivos que también se subdividen en Interdicto de Obra Nueva y de
Obra Vieja.

1
TEMA 17. INTERDICTO POSESORIO
CLASIFICACION DE LOS INTERDICTOS
INTERDICTOS POSESORIOS
Interdicto de Amparo (Art.782)
Interdicto de Despojo (Art.783)

INTERDICTOS PROHIBITIVOS
Interdicto de Obra Nueva (Art.785)
Interdicto de Obra Vieja – Daño Temido (Art.786)

CONCEPTO DE INTERDICTO POSESORIO:


Francisco BRICE sostiene que esta materia también se conoce como
acciones posesorias, está constituidas por procesos y juicios especiales destinados
a proteger al poseedor contra las molestias, sustracción o amenaza de perjuicios de
daños próximos sobre la cosa que se posee estas acciones protegen la posesión
no la propiedad.

El procesalista Duque Sánchez sostiene que el hecho de la tenencia de la


cosa constituye una presunción del derecho de propiedad y es por ello que se
requiere que para poder intentar la acción la cosa sobre la cual versa el proceso
esté poseída por el querellante.

Humberto Cuenca afirma que el interdicto es una medida cautelar por medio
de la cual el estado dispensa tutela jurídica a la posesión para evitar la alteración
del orden social y que alguien pueda hacerse justicia por sí misma.
En resumen, concluimos que el interdicto es un juicio posesorio, sumario, de
carácter extraordinario, de trámite sencillo y breve en donde se decide sobre la
posesión de la cosa y es por ello que se requiere que el querellante esté en posesión
del objeto del litigio:

NATURALEZA JURÍDICA
En cuanto a la naturaleza jurídica los interdictos nacen en el derecho romano,
posteriormente tuvieron modificaciones a través del derecho canónico, en la
práctica se discute sobre su naturaleza mobiliaria o inmobiliaria, real o personal, la
acción de despojo puede ser mobiliaria o inmobiliaria.

El artículo 783 del código civil admite que la desposesión puede ser sobre
bienes muebles y sobre bienes inmuebles.

Artículo 783 C.C.: Quien haya sido despojado de la posesión, cualquiera


que ella sea, de una cosa mueble o inmueble, puede dentro del año del despojo,
pedir contra el autor de él, aunque
Fuere el propietario, que se le restituya en la posesión.

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El amparo es de naturaleza inmobiliaria tal como lo establece el artículo 782
del código civil, el cual señala que el que se encontrare por más de un año en la
posesión legítima de un inmueble o de una universalidad de muebles puede intentar
la acción, es evidente que el interdicto de amparo es de naturaleza inmobiliarias.

En cuanto al carácter o naturaleza de la acción, si se trata de una acción real


o de una acción personal, la jurisprudencia está dividida, para unos el interdicto de
amparo y de despojo son acciones reales porque se refieren a la cosa, la acción no
se intenta para exigir al querellado el cumplimiento de una obligación, sino que la
acción se intenta para proteger la acción. En cuanto a los interdictos prohibitivos
también la jurisprudencia lo considera acciones reales.

En Venezuela los interdictos son acogidos en el código en el año 1936.

INTERDICTO DE AMPARO
El interdicto de amparo, queja o mantenimiento protege al poseedor contra las
perturbaciones de que puede ser objeto su posesión. Su finalidad, pues, es hacer
cesar dichas perturbaciones para restablecer la situación existente antes de que
éstas ocurrieran.

Está señalado en el código civil en el artículo 782 y en el código de


procedimiento civil en el artículo 786, se refiere concretamente a la perturbación de
que pueda ser objeto el poseedor.

REQUISITOS DE PROCEDENCIA
El que se encontrare por más de un año en la posesión legítima de un
inmueble de un derecho real o de una universalidad de muebles es perturbado en
ella puede dentro del año, a contar desde la perturbación puede pedir que se le
mantenga en dicha posesión, el poseedor precario puede intentar esta accionen
nombre e interés del que posee.

CARACTERÍSTICAS DEL INTERDICTO DE AMPARO


1. Que se trate de posesión legítima (art. 772 c.c.).
a. Continua: cuando el poseedor no ha dejado de ejercer voluntariamente,
de modo sucesivo y constante sus derechos.

b. No interrumpida: cuando ninguna causa extraña lo ha obligado a


abandonarla.

c. Pacífica: que revela las intenciones de poseer.


Que se debe intentar dentro del año.

2. Que se trate de un inmueble, de un derecho real (usufructo, servidumbre, uso),


no se da en la hipoteca porque ésta es accesoria a un crédito principal.

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3. Que se trate de perturbación, la jurisprudencia dice que es todo hecho efectivo,
arbitrado y deliberado, efectuado para desconocer la posesión del querellante
y debe ser contrario a su voluntad.

4. El querellante debe tener una posesión por más de un año


PROCEDIMIENTO DEL INTERDICTO DE AMPARO
Este se encuentra señalado en el artículo 700 del Código de Procedimiento
Civil.
Artículo 700: En el caso del artículo 782 del código civil el interesado demostrará
ante el juez la ocurrencia de la perturbación, y encontrando el juez suficiente la
prueba o pruebas promovidas, decretará el amparo a la posesión del querellante,
practicando todas las medidas y diligencias que aseguren el cumplimiento de su
decreto.

Practicada la destitución o el secuestro, o las medidas que aseguran el amparo,


según el caso, el juez ordenará la citación del querellado, y practicada ésta la causa
quedará abierta a pruebas por diez días. Concluido dicho lapso las partes
presentarán dentro de los tres días siguientes, los alegatos que consideran
convenientes, y el juez, dentro de los ocho días siguientes, dictará la sentencia
definitiva. Esta sentencia será apelable en un solo efecto, pero el tribunal remitirá
al superior el expediente completo de las actuaciones.
El juez será responsable de los daños y perjuicios que cause por su demora en
dictar la sentencia prevista en este artículo.

Supuesto de Procedencia
1º El interdicto de amparo supone una perturbación posesoria consumada sin
que baste una simple tentativa de perturbación posesoria ni el temor fundado
de ella.
Se entiende por perturbación posesoria todo acto voluntario que contradiga
la posesión de otro, con ánimo de querer sustituir por la posesión propia la
que hasta entonces se ejercía y que implique un cambio que impida al
poseedor seguir ejerciendo la posesión tal como la venía ejerciendo.

2º Para que exista perturbación posesoria no es necesario que se cause daño


material o económico1s al poseedor, aunque frecuentemente sucede así. En
todo caso, el resarcimiento de esos daños, cuando los hay, constituye un
pedimento independiente del pedimento de ser mantenido en la posesión y
debe hacerse en juicio diferente.

3º El hecho de que exista perturbación posesoria es independiente de la buena


o mala fe del poseedor y del perturbador.

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4º La perturbación puede ser de derecho (cuando el perturbador pretende hacer
valer un derecho contra el poseedor) o de hecho (cuando el perturbador no
invoca ningún derecho contra el poseedor).

5º La perturbación puede afectar la posesión de toda la cosa o sólo de parte de


ella. En este último caso, las pruebas, defensas y efectos del fallo se limitan
a la posesión de la parte correspondiente.

6º No existe perturbación posesoria cuando la actuación se realiza con el


consentimiento expreso o tácito del poseedor porque una actuación tal no
implica el desconocimiento de la posesión.

Legitimación Activa
1º En principio sólo puede intentar el interdicto el poseedor legítimo ultra anual
(C.C., arto 782, encab.). Si la perturbación recae en un accesorio de un bien,
basta la posesión ultra anual del bien principal. Así si alguien es perturbado
en una edificación muy reciente le bastará haber poseído legítimamente el
suelo por más de un (1) año.

2º Sin embargo, el poseedor precario puede intentar la acción en nombre e


interés del que posee, a quien le es facultativo intervenir en el juicio (C.C.,
art., 782, aparte 1°). Desde luego en este caso la persona para quien posee
el detentador debe ser un poseedor legítimo ultra anual. Aguilar (ob. cit.)
destaca que quien tiene la posesión legítima ultra anual de un derecho real y
la posesión precaria de la cosa puede intentar el interdicto tanto en nombre
e interés propio como en nombre e interés de la persona para quien posee la
cosa.
3º Se exige que la posesión sea ultra anual para evitar que la persona protegida
por el amparo sea a su vez un poseedor expuesto al interdicto de despojo
(que sólo puede intentarse dentro del año siguiente al despojo).
Sin embargo, el último aparte del artículo 782 del Código Civil establece que
“En caso de una posesión (legítima) por menos tiempo, el poseedor no tiene
esta acción sino contra el no poseedor o contra quien lo fuere por un tiempo
más breve”. Pero la Corte Suprema de justicia en 1964 y luego en 1966
consideró que existía una flagrante contradicción entre el primero y el
segundo párrafo del artículo 782 puesto que el primero condiciona el
interdicto de amparo a una posesión ultra anual y el último acepta para su
procedencia una posesión sin sujeción a lapso alguno; que en consecuencia
la Corte debía pronunciarse por una u otra disposición y que por varias
razones optaba por la primera de modo que la regla del último aparte citado
carecía de aplicación.

Legitimación Pasiva
El interdicto debe intentarse contra el autor de la perturbación o sus sucesores a
titulo universal. El hecho de no realizar personalmente los actos perturbatorios, no

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excluye que quien haya encargado a otro la realización de los mismos sea
considerado autor de la perturbación. En caso de comunidad, el comunero poseedor
perturbado puede intentar el interdicto contra el comunero no poseedor que lo
perturbe.

Bienes Protegidos
De acuerdo con la letra de la ley, el interdicto sólo procede cuando se trata de la
posesión de un inmueble, de un derecho real, o de una universalidad de muebles
(C.C., art. 782, encab.). Pero ha de entenderse que el derecho real debe ser
inmobiliario porque sería incomprensible que el legislador negara el interdicto al
poseedor de la cosa mueble uti singulis (rectius al poseedor de la propiedad de una
cosa mueble), y se lo concediera a quien sólo posee un derecho real limitado sobre
la misma.
En cuanto a las universalidades de muebles, señala Aguilar (ob. cit.) que la doctrina
dominante es que la ley comprende tanto a las universalidades de hecho como de
derecho.

Plazo
1º El interdicto debe intentarse dentro del año contado a partir de la fecha de la
perturbación (C.C., art. 782, encab.).
Si la perturbación consistió en varios hechos repetidos y sucesivos, el plazo
comienza a correr desde la fecha del primero de ellos. Si, en cambio, se han
sucedido hechos perturbatorios distintos nacen tantas acciones como
hechos, cada una sujeta a su propio plazo.

2º El plazo señalado es de caducidad.

Pruebas a Cargo del Actor


El querellante tiene la carga de probar:

1° Que es el poseedor legítimo ultra anual o, en su caso, que detenta en nombre


del poseedor legítimo ultra anual.

2º Que existe la perturbación posesoria. Y,

3º Que el demandado es el autor de la perturbación o su causa habiente a título


universal.

Excepciones del Demandado


A su vez el querellado puede oponer:
1º Las excepciones de rito, o sea, cualquier prueba que contradiga las pruebas
que están a cargo del demandante y

2º La caducidad de la acción.

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Efectos
Si el interdicto es declarado con lugar, el Tribunal condena al demandado a cesar
en su perturbación, o sea, a restablecer la situación posesoria en que se encontraba
el actor antes de la perturbación, lo que puede comprender incluso la demolición de
obras efectuadas por el querellado. En cambio, la sentencia no puede pronunciarse
sobre la propiedad o la titularidad de los derechos reales de que se trate ni incluir
condenas a resarcir daños causados.

INTERDICTO DE DESPOJO
Está establecido en el artículo 699 del Código de Procedimiento Civil, está
señalado también en el artículo 783 del Código Civil.

En el caso del artículo 783 del Código Civil, el interesado demostrará al Juez
lo ocurrencia del despojo, y encontrando éste suficiente la prueba o pruebas
promovidas, exigirá el querellante la constitución de una garantía cuyo monto fijará,
para responder de los daños y perjuicios que pueda causar su solicitud en caso de
ser declarada sin lugar, y decretará la restitución de la posesión, dictando y
practicando todas las medidas y diligencias que aseguren el cumplimiento de su
decreto, utilizando la fuerza pública si ello fuere necesario. El juez será
subsidiariamente responsable de la insuficiencia de la garantía.

Sí el querellante manifestare no estar dispuesto a constituir la garantía, el


juez solamente decretará el secuestro de la cosa o derecho objeto de la posesión,
si a su juicio, de las pruebas presentadas se establece una presunción grave a favor
del querellante. Los gastos del depósito serán por cuenta de la parte que en
definitiva resultare condenada en costas.

Artículo 783 C.C.: Quien haya sido despojado de la posesión, cualquiera que
ella sea, de una cosa mueble o inmueble, puede, dentro del año de despojo, pedir
contra el autor de él, aunque fuere el propietario, que se le restituya en la posesión.

REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA:


Este interdicto procede cuando el poseedor haya sido despojado de la posesión,
cualquiera que ella sea, de una cosa mueble o inmueble, la acción debe intentarla
dentro del año de despojo y puede ser interpuesta incluso contra el propietario del
inmueble o del bien mueble.

CARACTERÍSTICAS DEL INTERDICTO DE DESPOJO


a. Que la posesión sea actual, es decir que para el momento de la des-
posesión el querellante se encontrare en posesión de la cosa.

b. Sirve cualquier posesión, no tiene que ser posesión legítima como en el


caso del interdicto de amparo, puede intentarlo el simple detentador
(usufructuario, arrendatario, depositario).
c. Que se trate de un despojo en los términos ya señalados.

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d. Que se trate de una cosa mueble o inmueble.

e. Que se intente dentro del año del despojo, este lapso es un lapso de
caducidad y no un lapso de prescripción.

Legitimados activos: Cualquier poseedor legítimo pasivo, el autor, el


causante del despojo.

PROCEDIMIENTO DEL INTERDICTO DE DESPOJO


El querellante debe presentar al juez competente, que es el de primera
instancia, que tenga plena jurisdicción del lugar donde se encuentre la cosa objeto
del interdicto, una solicitud que debe contener los requisitos de cualquier libelo de
demanda, el querellante debe presentar conjuntamente con la solicitud la prueba
del despojo, esta prueba debe ser contundente y puede utilizarse cualquiera de los
medios probatorios señalados por El Legislador (Ejem. Inspección judicial,
declaración de testigo).

Que se constituya la garantía por el monto fijado por el tribunal para


responder de los daños y perjuicios que se pudiesen causar si se decreta restitución.
El tribunal, cumplidos estos requisitos, dictará el decreto restitutorio.

En caso de que el querellante no pudiese constituir la garantía, el juez puede


acordar la medida de secuestro, siempre y cuando de las pruebas presentadas surja
una presunción a favor del querellante, esto quiere decir que si a juicio del juez no
existe esta presunción no está obligado a decretar el secuestro.

En la sentencia que debe dictar el juez deberá hacer pronunciamiento


expreso sobre la garantía, si lo declara con lugar sobre la extinción de la misma y
en caso de que declare sin lugar el interdicto, ordenará la fijación de los daños y
perjuicios mediante experticia complementaria del fallo y una vez fijados los daños
se procederá como si se tratara de una sentencia pasada con autoridad de cosa
juzgada. El Legislador ha querido subsanar y hacer expedito este procedimiento al
establecer en el artículo 702 la posibilidad de ejecutar la garantía sin necesidad de
interponer la acción correspondiente para ejecutarla.

En cuanto al procedimiento, es el mismo señalado para el interdicto de


amparo (artículo 701 C.P.C.)

Supuesto de Procedencia
1º El interdicto presupone el despojo del poseedor. Ahora bien, por despojo se
entiende el acto de privar a alguien de la posesión o de la simple tenencia de
una cosa contra su voluntad o al menos sin su voluntad, con el ánimo de
sustituirse en esa posesión o tenencia.

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Excluye pues, toda idea de despojo el hecho de que el poseedor o
detentador, voluntariamente, entregue a otra persona su posesión o
tenencia.
Tampoco pueden considerarse despojo aquellos actos en los que no existe
el animus spoliandi, o sea, el conocimiento y la intención de privar a otro de
su posesión o tenencia para sustituirla por la propia posesión o tenencia. Así
no existe despojo cuando alguien ha entrado en la detentación de la cosa en
interés del poseedor o detentador (por ejemplo, con la exclusiva intención de
poner la cosa a salvo de un peligro), si está dispuesto a la correspondiente
restitución. Tampoco hay despojo cuando alguien destruye materialmente la
cosa porque quien así procede no se sustituye en posesión o tenencia
alguna.

2º El despojo puede ser total o parcial según afecte la posesión o detentación


de toda la cosa o de una parte de ella. En ambos casos procede el interdicto;
pero es evidente que en el segundo caso las pruebas y defensas, así como
los efectos del fallo que recaiga se limitan a la parte en cuestión.

Legitimación Activa
El interdicto de despojo puede intentado “Quien haya sido despojado de su
posesión, cualquiera que ella sea” (C.C., art. 783), lo que ha interpretado nuestra
doctrina y jurisprudencia en el sentido de que está legitimado incluso el simple
detentador. Así, a diferencia del interdicto de amparo, la procedencia del interdicto
de despojo no supone posesión legítima ni ninguna antigüedad en la posesión.
En su caso, el coposeedor puede ejercer la acción contra otro coposeedor que prive
a aquél de su coposesión para pasar a ejercer una posesión exclusiva; el comunero
que está poseyendo con exclusión de los demás puede intentar el interdicto contra
sus comuneros si éstos a su vez lo despojan de su posesión, y todo coposeedor
puede ejercer la acción contra el tercero que prive a los coposeedores de su
coposesión.

Legitimación Pasiva
El interdicto de despojo debe intentarse “contra el autor de él aunque fuere el
propietario” (C.C., art. 783). No se requiere que el “spoliator” ejecute personalmente
los actos de despojo, pues bien puede valerse de otras personas que siguiendo sus
instrucciones realicen materialmente dichos actos.
Según la doctrina el interdicto puede intentarse también contra la persona que
instigó a otro a realizarlo, ya que aquélla es también autor -moral- del despojo.
De igual modo puede intentarse el interdicto contra los sucesores a título universal
del autor -material o moral- del despojo, puesto que éstos no pueden rechazar la
acción siendo su posesión la misma que la de su causante. No ocurre lo mismo con
el sucesor a título particular del spoliator.
Aguilar (ob. cit.) resalta que el ejercicio del interdicto, de hecho, queda impedido
cuando se desconoce la identidad del spoliator o de sus sucesores.

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Aun cuando no lo diga la Ley, el interdicto de despojo sólo puede ser intentado
contra quien posea o detente la cosa porque caso contrario el juicio sería inútil ya
que no podría producir su efecto propio que es restituir al actor su posesión o
detentación.

Bienes Protegidos
Textualmente la Ley se refiere a la posesión de muebles o inmuebles. Se discute si
el interdicto es procedente cuando el despojo se refiere a derechos reales. Nuestra
jurisprudencia con muy buen criterio se pronuncia mayoritariamente por la
afirmativa. En dicho sentido sostiene que el despojo de los derechos reales es
posible y que consiste en privar al poseedor de un modo permanente del ejercicio
del derecho; y que el aparente silencio del legislador no es tal porque en la
terminología del Código Civil la palabra “cosas” comprende también a los derechos.

Plazo
La acción debe intentarse dentro del año del despojo, so pena de caducidad.
El plazo se inicia el día de la culminación del acto de despojo, sin que deban tomarse
en cuenta actos previos de perturbación ni los actos dirigidos a producir el despojo
mientras no hayan logrado este efecto.
El plazo, como todo plazo de caducidad, corre aun contra los menores y
entredichos, y no puede ser interrumpido.

Pruebas a Cargo del Actor


El demandante debe probar:
1º Que era poseedor o detentador para el momento mismo en que ocurrió el
despojo.

2º El hecho del despojo.

3º Que el demandado es el autor del despojo o su sucesor a título universal o


su sucesor a título particular conocedor de que su causante era autor del
despojo.

4º Que el demandado posee o detenta la cosa.

5º La identidad entre la cosa de la cual fue despojado el actor y la que posee o


detenta el demandado.

Excepciones del Demandado


El demandado puede oponer:
1º Las excepciones de rito, o sea, cualquier prueba que contradiga las pruebas
que están a cargo del actor, y

2º La caducidad de la acción.

10
Efectos
1º Si el interdicto de despojo es declarado con lugar, la sentencia condena al
demandando a restituir la cosa al actor. No cabe pronunciamiento sobre la
propiedad de la cosa o titularidad de otro derecho, que es materia petitoria y
no posesoria, ni procede la condena al pago de los daños, y perjuicios
causados por el despojo, que es materia de otra acción.
Por otra parte, casación ha mantenido que en la ejecución del interdicto de
despojo no cabe la demolición de las construcciones existentes en el terreno
que se ordena restituir, porque ello equivaldría a declarar a quien las ejecutó
“constructor de mala fe en terreno ajeno” cuando el juicio interdictal sólo
versa sobre posesión.

2º Ahora bien, la restitución de la posesión en caso de despojo no excluye el


ejercicio de las demás acciones posesorias de parte de cualquier poseedor
legítimo (C.C., art. 784).

DIFERENCIAS ENTRE INTERDICTO DE AMPARO E INTERDICTO DE


DESPOJO.
a. En el interdicto de despojo la posesión debe ser actual; en el interdicto de
amparo debe ser anual.

b. El interdicto de amparo versa sobre bienes inmuebles, no procede en el caso


de bienes muebles; el interdicto de despojo procede contra bienes muebles
e inmuebles.

c. En el interdicto de amparo la posesión debe ser legítima; en el interdicto de


despojo sirve cualquier posesión.

d. En cuanto al procedimiento, en el caso del interdicto de despojo, el juez debe


exigir al querellante una garantía.

e. En la sentencia que debe dictarse, en el interdicto de despojo debe haber


pronunciamiento expreso sobre la garantía constituida, bien sea declarado
con lugar o sin lugar el interdicto; en el interdicto de amparo no hay
pronunciamiento sobre este punto por cuanto no se constituyó garantía
alguna.

La diferencia fundamental entre el interdicto de amparo y el interdicto de


despojo se encuentra en las circunstancias de que en este último El Legislador
exige que la persona sea desposeída totalmente del inmueble; en el interdicto de
amparo El Legislador exige solo actos perturbatorios.

11
INTERDICTO DE POSESIÓN HEREDITARIA
Está señalado en el artículo 995 del Código Civil y el artículo 704 del Código
de procedimiento civil.

Artículo 995 C.C.: La posesión de los bienes del de cujus pasa derecho a la
persona del heredero sin necesidad de toma de posesión material.
Si alguno que no fuere heredero tomare posesión de los bienes hereditarios, los
herederos se tendrán por despojados de hecho, y podrán ejercer todas las acciones
que les competan.

Artículo 704 C.P.C.: Cuando el heredero pida la restitución de la posesión


hereditaria o el amparo de ella, comprobará previamente su calidad de heredero, de
un modo directo, el hecho de que las cosas sobre que verse el interdicto las posea
su causante al tiempo de morir, como suyas propias o por algún otro derecho
transmisible al heredero, o que las poseía hasta su muerte quien haya procedido en
el derecho al solicitante; y se procederá como se establece en los artículos
anteriores.

Para que proceda el interdicto a la posesión hereditaria es necesario que se


cumplan dos requisitos:
 Debe demostrar el querellante su calidad de heredero.
 Debe demostrar el querellante y de modo directo, el hecho de que la cosa
objeto del interdicto era poseída por el de cujus o su causante al momento
de su muerte, como suyas propias o por algún otro derecho transmisible al
heredero.
El interdicto a la posesión hereditaria debe cumplir con todos los requisitos
señalados por El Legislador y puede tratarse tanto de un interdicto de amparo como
de un interdicto de despojo

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CONCLUSION

El interdicto es una medida cautelar por medio de la cual el estado dispensa


tutela jurídica a la posesión para evitar la alteración del orden social y que alguien
pueda hacerse justicia por sí misma.

En la actualidad suelen tomarse como sinónimos interdictos y acciones


posesorias, siendo medios jurídicos para hacer valer por vía sumaria, los derechos
del poseedor, que puede ser o no propietario del bien, cabiendo luego en su caso
el proceso ordinario para discutir la titularidad del dominio.

En resumen, concluimos que el interdicto es un juicio posesorio, sumario, de


carácter extraordinario, de trámite sencillo y breve en donde se decide sobre la
posesión de la cosa y es por ello que se requiere que el querellante esté en posesión
del objeto del litigio

13
BIBLIOGRAFIA

Código Civil Venezolano

Código Procesal Civil

Cpc práctico – Código de Procedimiento Esquematizado – Mara José

Rodríguez Fernández – Ediciones Paredes – Caracas – Venezuela- 2012

https://aquisehabladerecho.com/2017/09/30/que-son-interdictos/

https://vlexvenezuela.com/vid/giuseppe-circelli-galle-leopoldo-635090965

http://ubaprocesalciviltres.blogspot.com/2014/04/tema-12-de-los-

interdictos_22.html?m=1

https://es.wikipedia.org/wiki/Interdicto

https://es.wikipedia.org/wiki/Interdictum

14
JURISPRUDENCIA INTERDICTO POSESORIO
Sentencia nº RC.000222 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de Casación
Civil de 7 de Abril de 2016

Fecha de Resolución: 7 de Abril de 2016


Emisor: Sala de Casación Civil
Número de Expediente: 15-494
Ponente: Francisco Velázquez Estévez
Procedimiento: Recurso de Casación

CONTENIDO
SALA DE CASACIÓN CIVIL
Exp. 2015-000494
Magistrado Ponente: F.R.V. ESTÉVEZ

En el juicio por reivindicación y daños y perjuicios, iniciado ante el Juzgado Segundo de


Primera Instancia en lo Civil, M. y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Carabobo, con sede en Puerto Cabello, por el ciudadano GIUSEPPE CIRCELLI GALLE,
representado judicialmente por la profesional del derecho M.R., contra el ciudadano L.M.S.,
representado judicialmente por el abogado J.R.L.; el Juzgado Superior en lo Civil, M. y del
Tránsito de la citada Circunscripción Judicial y sede, conociendo en apelación, dictó
sentencia en fecha 11 de mayo de 2015, mediante la cual declaró: 1) Sin lugar el recurso de
apelación interpuesto por el demandado contra el fallo proferido por el juzgado de cognición
en fecha 31 de marzo de 2014, en la que se declaró con lugar la acción de reivindicación del
bien inmueble objeto de controversia, sin lugar la pretensión de daños y perjuicios, y sin
lugar la reconvención planteada, cuyo motivo estriba en una pretensión sobre prescripción
adquisitiva de la propiedad; 2) Con lugar la reivindicación del bien inmueble objeto de
discusión, en consecuencia, se ordena al accionado la entrega del referido inmueble al
accionante; 3) Sin lugar la prescripción adquisitiva de la propiedad pretendida por el
demandado; 4) Se modifica la sentencia recurrida en los términos expuestos en el presente
fallo; 5) Con expresa condenatoria en costas a la parte recurrente de conformidad con lo
establecido en el artículo 281 del Código de Procedimiento Civil.

Contra la referida decisión de alzada, el abogado J.R.L., apoderado judicial del demandado
anunció recurso de casación, el cual fue admitido y oportunamente formalizado. No hubo
impugnación.

En fecha 7 de enero de 2016, según Acta de Recomposición de la Sala y según Gaceta Oficial
Nro. 40.816 de fecha 23 de diciembre de 2015, se reconstituyó la Sala de Casación Civil,
dada la incorporación de los Magistrados titulares F.R.V.E., V.M.F.G. e Y.D.B.F., quedando
conformada de la siguiente manera: Magistrado P.G.B.V., M.V.F.R.V.E., Magistrada
M.V.G. Estaba, M.V.M.F.G. y Magistrado Y.D.B.F..

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Concluida la sustanciación respectiva, le correspondió la ponencia al M.F.R.V.E., quien con
tal carácter suscribe el presente fallo y en consecuencia pasa a decidirlo en los términos que
a continuación se expresan:

DEFECTO DE ACTIVIDAD

-I-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante delata la infracción del ordinal 4° del artículo 49 y 257 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, así como, el artículo 84 de nuestra ley adjetiva civil,
en concordancia con el ordinal 8° del artículo 32 del Código de Ética del Juez Venezolano,
alegando al respecto, lo siguiente:

…el juez del fallo en impugnación infringió a mi patrocinado la garantía judicial de ser
juzgado por su juez natural en las jurisdicciones ordinarias, o especiales con las garantías
establecidas en la Constitución y en la Ley, derecho este atinente al orden público, con lo
cual conculco (sic) igualmente el debido proceso que le es inherente a mi mandante, siendo
que además la recurrida infringió los Artículos (sic) 84 del Código de Procedimiento Civil
en concordancia con lo que dispone el Artículo (sic) 32 ordinal 8 del Código de ética (sic)
del Juez (sic) venezolano y la Jueza (sic) venezolana, por no haberse inhibido de conocer la
presente causa a pesar de estar en conocimiento de que en su persona existe causal de
inhibición (…) y lo que es peor aun por haber sido recusado en dos (2) oportunidades por la
causales legalmente establecidas en el citado Artículo (sic) 82, ordinales 4° y 15° ejusdem
(sic), incurriendo con tal conducta en quebrantamientos de formas de los actos procesales
que lesionan el orden público, encima de que no observo (sic) el procedimiento legalmente
establecido en los Artículos (sic) 45 y 46 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que consagran
las formas de suplir las faltas absolutas, temporales y accidentales de Tribunales (sic)
Superiores (sic) como en el caso que nos ocupa.

(…Omissis…)

(…) se le solicitó a la alzada que se inhibiera de conocer la presente causa con fundamento
en la causal establecida en el Artículo (sic) 82.15 del Código de Procedimiento Civil toda
vez que el presente juicio igualmente trata sobre la prescripción adquisitiva incoada por vía
reconvencional contra el demandante reconvenido, ciudadano G.C.G., quien acciono (sic)
contra mi mandante por Acción (sic) Reivindicatoria (sic) del inmueble descrito
anteriormente, el cual es el mismo, cuya posesión legitima (sic) fue accionada por mi
prenombrado poderdante por la acción interdictal de amparo a la posesión legitima (sic) del
referido inmueble y del cual conoció y decidió en fecha 27 de Marzo (sic) de 2.007 (sic), por
sentencia definitiva cuando fue juez del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, A., Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado (sic) Carabobo
con sede en Puerto Cabello Estado (sic) Carabobo, y mediante la cual declaro (sic) sin lugar
dicha acción que fuera incoada por mi patrocinado y otros, contra el ciudadano G.C.G., y

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otros, por lo que en tal sentido emitió opinión al declarar que la posesión que ejercía mi
mandante sobre el mismo inmueble, objeto de la presente causa, era ilegitima (sic) y esa es
la única razón legal por la que se pidió inhibirse siendo que por decisión de fecha 14 de mayo
de 2.014 (sic), declaro (sic) absolutamente improponible tal inhibición, negándola en
consecuencia, pero como antes lo indique (sic) con un criterio mediante el cual privilegio el
derecho de no inhibirse frente al de preservar el principio de la transparencia que exige la
noble tarea de impartir justicia…

El recurrente denuncia la infracción del ordinal 4° del artículo 49 y el artículo 257 de la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como, el artículo 84 del Código
de Procedimiento Civil, en concordancia con el ordinal 8° del artículo 32 del Código de Ética
del Juez Venezolano, por cuanto, el ad quem no se inhibió de conocer la presente causa a
sabiendas de que en su persona existe causal de inhibición la cual fue reconocida por él
mismo, ello aunado a que fue recusado en dos oportunidades por las causales legalmente
establecidas en los ordinales 4° y 15° del artículo 82 de nuestra ley adjetiva civil, por lo que,
con tal modo de proceder incurrió en el quebrantamiento de forma de los actos procesales
que lesionan el orden público y el derecho a la defensa.

En tal sentido, esta S. ha establecido que el quebrantamiento de las formas procesales con
menoscabo del derecho de defensa, solo ocurre por actos del tribunal, al conculcar de forma
flagrante el ejercicio a los justiciables el derecho de defensa, el debido proceso y la tutela
judicial efectiva, lo cual dará lugar a la reposición y renovación del acto, por lo que de incurrir
el jurisdicente en indefensión deberá declararse procedente el recurso extraordinario de
casación; no obstante, se debe advertir que en ningún caso se sacrificará la justicia por la
omisión de formalidades no esenciales. (Sentencia N° 335 de fecha 9 de junio de 2015).

Ahora bien, ante lo denunciado, esta M.J. pasa a verificar las actuaciones procesales que
constan en el expediente, a los fines de comprobar la existencia o no del quebrantamiento de
formas sustanciales de los actos que hayan podido causar el menoscabo del derecho de
defensa:

-En fecha 13 de mayo de 2014, el abogado J.R.L., actuando en su carácter de apoderado


judicial del demandado, solicitó al juzgador de alzada inhibirse de conocer la presente causa,
por cuanto la misma versa sobre la prescripción adquisitiva incoada por vía reconvencional
contra el demandante reconvenido.

-En fecha 14 de mayo de 2014, el Juzgado Superior en lo Civil, M. y del Tránsito de la


Circunscripción Judicial del estado Carabobo, declaró: “…Deduce este Tribunal (sic) de lo
expuesto, que la inhibición resulta un deber pero a la vez un derecho intransferible del Juez
(sic); acto procesal privativo del Juez (sic), por lo que resulta absolutamente improponible la
solicitud planteada en la diligencia analizada, negándose en consecuencia la misma Y; ASI
(sic) SE DECIDE…”.

-En fecha 19 de mayo de 2014, el juzgador de alzada determinó, lo siguiente:

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…Visto el contenido del auto de fecha 14 de mayo de 2014 (f. 145) donde este Tribunal (sic)
da respuesta a la solicitud hecha por la parte apelante en el sentido que este Juzgador (sic) se
inhiba y; vista la posterior promoción de la documental que mediante escrito de fecha
15/05/2014 se presenta por ante la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos; este
Despacho (sic) ratifica el contenido del auto que riela al folio 145 negando la solicitud de
inhibición planteada. Asimismo, al no entender el objeto en virtud del cual se promueve la
documental que riela a los folios 148 al 150, toda vez que la solicitud de inhibición planteada
por la parte no abre incidencia alguna; es por lo que este Tribunal (sic) desecha tal probanza
sin que esté obligado hacer mayores comentarios al respecto…

-En fecha 20 de mayo de 2014, el abogado J.R.L., actuando en su carácter de apoderado


judicial del demandado, propuso formal recusación contra el juzgador de alzada con
fundamento en la causal establecida en el artículo 82, ordinal 15° del Código de
Procedimiento Civil.

-En fecha 21 de mayo de 2014, el Juzgado Superior en lo Civil, M. y del Tránsito de la


Circunscripción Judicial del estado Carabobo, declaró inadmisible la recusación planteada,
conforme con el artículo 102 del Código de Procedimiento Civil, al no estar fundada la causa
o motivo legal de las establecidas en el artículo 82 ordinal 15° del Código de Procedimiento
Civil.

-Contra la referida decisión el demandado interpuso recurso de casación.

-En fecha 4 de junio de 2014, el juzgado de alzada estableció: “…Vista la nueva


recusación formulada contra el Juez (sic) Provisorio (sic) de este Juzgado (sic) (…), por el
Abg. JESÚS LEÓN (…), actuando en su carácter de apoderado judicial del ciudadano L.M.,
se ordena abrir el cuaderno de recusación y agregar a dicho cuaderno las actuaciones relativas
a la nueva recusación…”.

-En fecha 12 de junio de 2014, el ad quem decretó:

…En virtud del recurso de casación contra la sentencia dictada por este Tribunal (sic) en
fecha 21/05/2014, que declaró inadmisible la recusación propuesta contra el Juez (sic) de este
Despacho (sic) que se sustancia en el Cuaderno (sic) Separado (sic) de Recusación (sic) (…),
y por cuanto en este Circuito Judicial no existe otro Tribunal (sic) de Alzada (sic), al cual se
le remita el presente expediente a los fines de que se decida la apelación interpuesta, y en
aras de garantizar el debido proceso y el derecho a la defensa de las partes, es por lo que se
ordena suspender la presente causa, hasta tanto la Sala resuelva la incidencia de recusación…

-En fecha 15 de enero de 2015, el juzgador de alzada determinó:

…Recibidas como han sido las resultas de los recursos de casación anunciados y admitidos
contra las decisiones dictadas por esta Alzada (sic) en fechas 21/05/2014 y 09/06/2014, las
cuales fueron declaradas inadmisibles por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de

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Justicia, referidas a las recusaciones formuladas contra el Juez (sic) Provisorio (sic) de este
Tribunal (sic), cesando de esta manera cualquier duda o incertidumbre sobre la capacidad
subjetiva de este Juzgador (sic), es por lo que se ordena dar cumplimiento al auto dictado en
fecha 12/06/2014, reanudándose la presente causa en el lapso de presentación de informes…

Ahora bien, de los eventos procesales constatados por esta S., se evidencia en primer
término que ante la solicitud del demandado en la cual insta al ad quem se inhiba de conocer
la presente la causa, la misma resultó improponible y por vía de consecuencia, fue negada
por el juzgador.

En tal sentido, en segundo término se patentiza que el juzgador de alzada fue recusado
en dos oportunidades, siendo tales recusaciones declaradas inadmisibles por el juzgador, y
contra tales decisiones el accionado ejerció recurso extraordinario de casación, los cuales
fueron declarados inadmisibles por esta Sala de Casación Civil de este Alto Tribunal.

De modo que, esta Sala ante la referida situación acaecida en el caso in comento, no
evidencia el quebrantamiento de las formas sustanciales de los actos, en menoscabo del orden
público procesal y del derecho a la defensa de las partes, siendo que, ante las decisiones
proferidas por esta Sala, se patentiza la capacidad subjetiva del ad quem para el conocimiento
de la presente controversia, siendo que, la misma fue conocida y decidida por su juez natural,
contrario a lo aducido por el formalizante en su delación.

En virtud de lo antes expuesto, esta M.J. declara la improcedencia del ordinal 4° del artículo
49 y el artículo 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como,
el artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el ordinal 8° del
artículo 32 del Código de Ética del Juez Venezolano. Así se decide.

-II-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante delata la infracción de los artículos 206, 208, 211, 212 y 231, en concordancia
con el artículo 15 eiusdem, artículos 2, 26, 49 ordinal 3° y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, con fundamento en lo siguiente:

…por haber incurrido la sentencia recurrida, en el VICIO DE REPOSICIÓN NO


DECRETADA O PRETERIDA, quebrantando u omitiendo con ello, formas sustanciales de
los actos que menoscaban el derecho de acceso a la justicia; el derecho a la defensa, la
igualdad procesal, el debido proceso, y la tutela judicial efectiva. En efecto, respetables
Magistrados (as) de la Sala de Casación Civil del más alto Tribunal de la República
Bolivariana de Venezuela, es el caso, que en el escrito de informes presentado por ante el
Juzgado (sic) de Alzada (sic), cuya decisión acá se recurre, se le solicitó a esa instancia
superior la reposición de la causa al estado de que hiciera el llamamiento por edicto a los
herederos desconocidos de ambos causantes: a) Los del difunto A.R.M., vendedor en vida
del inmueble en litigio, y b) Los del fallecido L.A.M. (padre), poseedor legitimo (sic) del

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inmueble objeto de la presente controversia, todo ello en atención a los (sic) dispuesto en el
Artículo (sic) 231 del Código de Procedimiento Civil…

(…Omissis…)

…el párrafo de la recurrida anteriormente transcrito no encuentra asidero jurídico al exponer


el juzgador de alzada unos argumentos que constituyen un monumento de las más altas
dimensiones sobre el desconocimiento de lo que dispone el Artículo (sic) 7 del Código de
Procedimiento Civil, conforme al cual: “Los actos procesales se realizaran (sic) en la forma
prevista en este Código (sic) y en las Leyes (sic) especiales…”. Pues bien la forma de realizar
la citación de herederos desconocidos como en el caso que nos ocupa esta prevista en el
Artículo (sic) 231 ejusdem, esto es, mediante edictos, los cuales deberán ser publicados en la
forma igualmente señalada en dicha norma adjetiva civil. Cabe resaltar que de las actas
procesales se desprende el fallecimiento del causante A.R. (sic)M., quien en vida era el
propietario del inmueble en cuestión, y al morir le suceden quienes vendieron al mismo
accionante, por una parte, y por la otra, el fallecimiento del causante L.A.M. (PADRE), quien
poseyó dicho inmueble hasta la fecha de su muerte (07/05/2006), así como la declaración
sucesoral de los herederos conocidos del decujus (sic), tal como se evidencia del acta de
defunción, la cual fue acompañada por el actor reconvenido junto con el libelo de demanda,
de manera que no le quedaba otra alternativa al juzgador a quo (sic) y más aun al ad quem
(sic), advertir tal situación procesal irregular ab initio (sic) y subsanarla mediante la
reposición de la causa al estado de admitir la demanda con el libramiento de las boletas
correspondientes y la orden de comparecencia para el acto de contestación de la demanda no
solo de los herederos conocidos del demandado sino también el llamamiento por edictos para
los sucesores desconocidos de conformidad con el citado Artículo (sic) 231 del Código de
Procedimiento Civil…”.

El recurrente delata que el juzgador de alzada incurrió en el vicio de reposición no


decretada, por cuanto, arguye que en la oportunidad procesal de informes, se solicitó la
reposición de la causa al estado de que se hiciera el llamamiento por edictos a los herederos
conocidos de: “…a) Los del difunto A.R.M., vendedor en vida del inmueble en litigio, y b)
Los del fallecido L.A.M. (padre), poseedor legitimo (sic) del inmueble objeto de la presente
controversia…”.

Ahora bien, esta S. ha dispuesto reiteradamente que el vicio de reposición preterida o no


decretada consiste en retrotraer el proceso a un estado anterior en el que se encuentra en la
oportunidad de su declaratoria, cuya consecuencia directa e inmediata es la nulidad del acto
írrito y de los subsiguientes. Aunado a ello, también se ha dejado establecido que atendiendo
a los principios de celeridad y economía procesal, es indispensable que se justifique la
utilidad de la reposición, es decir, el proceso lógico que permita comprender de qué forma
fue violentado el derecho de defensa de una o ambas partes. (Sentencia N° 15 de fecha 15 de
enero de 2014, expediente N° 2013-476).

20
En tal sentido, esta S. a los efectos de verificar la existencia de la infracción delatada, observa
que el ad quem ante la petición del demandado invocada en su escrito de informes, relativa
a la citación por edictos de posibles herederos desconocidos, determinó en el caso in comento
que entre el demandado reconviniente, el propietario original del bien inmueble -objeto de
controversia- y sus hijos, al ser dicho propietario hermano del padre del accionado, se infiere
que el demandado conozca quiénes son los herederos conocidos de su tío, es decir, sus
primos, por lo que, ante tal situación estimó que se está en presencia de herederos conocidos
por la parte accionada, razón por la cual, consideró absurda dicha petición de citación por
edicto de unos supuestos y posibles herederos desconocidos.

En tal sentido, el juzgador de alzada estableció que de autos se evidencia que los
herederos de A.R.M. (propietario original del bien inmueble), se encuentran perfectamente
identificados, así como, que siendo que para la pretensión de prescripción adquisitiva se
nombró un defensor ad litem para todos aquellos que tengan interés, con las respectivas
publicaciones de edictos, y al constatarse que las partes se encuentran en perfectas y
saludables condiciones de vida, por cuanto, cada una logró realizar distintas defensas durante
el proceso, sin que exista elemento o medio que lo contraríe, es por lo que, estimó que dicha
petición a la citación por edictos de herederos desconocidos resulta improcedente.

Ahora bien, ante lo determinado por el ad quem en su decisión, cabe señalar que,
doctrina reiterada de esta S. tiene establecido que el cumplimiento, libramiento y publicación
de los edictos a los sucesores desconocidos, es de ineludible cumplimiento para casos donde
se impugnen actos realizados en vida por quien al momento del litigio haya fallecido, para
así, de esa forma resguardar con ello a quienes siendo causahabientes de un derecho o de una
obligación reclamada en juicio, pudiesen, sin haber estado a derecho en razón de la ausencia
de citación, resultar condenados o absueltos por la providencia dictada en el proceso al cual
no fueron llamados, todo esto con evidente menoscabo a su derecho de defensa. (Negrillas
de la Sala). Sentencia N° 807 de fecha 9 de noviembre de 2007, expediente N° 05-146.

De manera que, acorde con los criterios ut supra transcritos, esta Sala estima en el caso
in comento que resultaría inútil ordenar reponer la causa al estado en que se cite por edictos
a los herederos desconocidos, por cuanto, el cumplimiento, libramiento y publicación de
dichos edictos, es de ineludible cumplimiento para casos donde se impugnen actos realizados
en vida por quien al momento del litigio haya fallecido, situación esta que no se configura en
la presente causa, por cuanto, no ha fallecido ninguna de las partes involucradas en el juicio,
y existen por demás, evidencias claras de quiénes son los herederos de A.R.M. (propietario
original del bien inmueble), tal y como lo determinó en su fallo el juzgador de alzada.

Esto es así, en virtud de que el juicio de autos se ventila entre personas que deducen su
derecho de propiedad, el demandante, con ocasión de un contrato de compra- venta
adquiriendo de la comunidad sucesoral del anterior propietario registral-, y el demandado
reconviniente, de la posesión legítima que alega haber tenido sobre el inmueble durante más
de 20 años -alegando también la continuidad de la posesión de su causante fallecido-. En
otras palabras, los sujetos procesales no tienen sucesores desconocidos, ya que respecto de
ellos no se ha abierto ninguna sucesión, ni tampoco atañe el presente juicio a los sucesores

21
desconocidos del de cujus que aparecía como propietario anterior a la comunidad sucesoral
que vendió al accionante, ya que la prescripción adquisitiva alegada por el accionado se hace
valer contra quien aparezca como titular del derecho de propiedad en el registro público, no
siendo legitimados pasivos los eventuales sucesores desconocidos integrantes de una
comunidad sucesoral que enajenó el bien. Asimismo, destacamos que tampoco los eventuales
sucesores desconocidos del causante de la posesión invocada por el accionado (ex art. 781
CCV), resultan legitimados a intervenir en el proceso, ya que solo quien tiene la posesión del
bien puede ser demandado en reivindicación y ambas partes admiten que el único poseedor
actual del inmueble es el demandado, quien a su vez, por ese mismo hecho, es el único que
podría esgrimir la prescripción adquisitiva.

Atendiendo los razonamientos expuestos, se concluye que el ad quem no incurrió en el vicio


denunciado de reposición preterida, por tanto, no hubo violación de los preceptos contenidos
en los artículos 206, 208, 211, 212 y 231, en concordancia con el artículo 15 del Código de
Procedimiento Civil, y artículos 2, 26, 49 ordinal 3° y 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Así se decide.

-III-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción de los artículos 206, 208, 211, 212 y 231, en concordancia
con el artículo 15 eiusdem, y artículos 2, 26, 49 ordinal 3° y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, argumentando para ello, lo siguiente:

…En efecto, respetables Magistrados (as) de la Sala de Casación Civil del más alto (sic)
Tribunal de la República Bolivariana de Venezuela, es el caso, que en el escrito de informes
presentado por ante el Juzgado (sic) de Alzada (sic), cuya decisión acá se recurre, se le
solicitó a esa instancia superior la reposición de la causa al estado de que se ordenará (sic) la
notificación de la defensora ad litem designada en el proceso, toda vez que la jueza a quo,
además de que la sentencia a pronunciarse se encontraba fuera del lapso legal para decidirla,
se abocó al conocimiento de la causa en estado de sentencia en virtud de que el tribunal
permaneció por más de dos (2) meses acéfalo sin que ninguna de la partes ni el Juzgado (sic)
pudieran realizar actuaciones, no obstante, omitió acordar notificación de dicha defensora,
desconociendo con tal conducta el criterio establecido a tal efecto por la Sala de Casación
Civil de este Tribunal Supremo de Justicia. De tal forma que en este aspecto también dejo
(sic) de cumplirse esa formalidad esencial a la validez del proceso, por lo que era procedente
la aplicación del Artículo (sic) 206 del Código (sic) Adjetivo (sic) Civil (sic), y en este sentido
fue que se le solicitó a la alzada que acordara tal reposición, no obstante, la recurrida la
declaró improcedente, con la excusa absurda de que quien la solicita se presenta cuestionable
y dudosa la cualidad del apelante para solicitarla, en abierto y flagrante desconocimiento de
que las partes y aún el Juez (sic) de oficio pueden advertir cualquier irregularidad de las
formas procesales en determinado juicio, sugiriendo y aplicando, en el caso del Juez (sic), la
manera de cómo subsanar tales irregularidades, de tal manera pues que en este aspecto, la
recurrida incurrió en el vicio de reposición no decretada en franca violación del debido
proceso, la igualdad procesal, el derecho a la defensa y la tutela judicial efectiva, siendo que

22
contra tales quebrantamientos u omisiones se agotaron todos los recursos encima de que los
mismos lesionan el orden público…

El formalizante denuncia que el ad quem incurrió en el vicio de reposición no decretada, en


razón, que en la oportunidad procesal de informes, se solicitó dicha reposición al estado que
se ordenara la notificación de la defensora ad litem designada en el proceso, por cuanto, dicha
notificación fue omitida por el juzgador.

Ante lo delatado, el juzgador de alzada determinó en el sub iudice, lo siguiente:

…II.2.2.- En cuanto a la falta de notificación del defensor ad litem, al abocarse la Jueza (sic)
de primera instancia, antes de decidir y; sus consecuencias repositorias por esa falta de
notificación: Ciertamente del texto de autos no se desprende tal orden de notificación de
ninguna de las partes, ni del defensor ad litem, de la abocante en estado de sentencia. No
obstante, analizado el expediente se observa que al folio 132, pieza 5, consta la
comparecencia de la Abogada (sic) M.B.F., a los fines de darse por notificada de la sentencia
definitiva recurrida, dictada por la Jueza (sic) de la primera instancia el 31 de marzo de 2014,
sin que planteara tal situación; siendo que por ello la denuncia de omisión de acordarse la
notificación de tal auxiliar de justicia, como alegato específico de la apelación que se decide,
al haberse verificado la notificación de tal auxiliar de justicia de la sentencia proferida, en
nada daña el procedimiento, ni la sentencia pronunciada; por lo que debe desecharse Y; ASI
(sic) SE DECIDE…

De la transcripción parcial, se desprende que el juzgador de alzada estableció en el sub


iudice que ciertamente no se patentiza la orden de notificación de ninguna de las partes, ni
del defensor ad litem, no obstante, en los autos consta la comparecencia de la defensora a los
fines de darse por notificada de la sentencia proferida por el a quo en fecha 31 de marzo de
2014.

En tal sentido, esta S. considera pertinente invocar la diligencia suscrita por la


profesional del derecho M.B.F., la cual es del siguiente tenor:

…En horas de Despacho (sic) del día de hoy Veintidós (22), de Abril (sic) del Año (sic) 2014,
Comparece (sic) por ante este Tribunal (sic) la Abogado (sic) en Ejercicio (sic) MILAGROS
BELLO FERNANDEZ (sic), (…), con el carácter de Defensor (sic) Judicial (sic) de todas
aquellas personas que se crean asistidas del (sic) algún derecho en el inmueble objeto de la
pretensión del procedimiento de Prescripción (sic) Adquisitiva (sic) por vía de Reconvención
(sic). En este acto me doy por NOTIFICADA de la sentencia dictada por este Tribunal (sic)
en fecha 31 de marzo del año 2014…

Ahora bien, esta M.J. ante lo establecido por el juzgador de alzada en su fallo, en
concordancia con la diligencia suscrita por la defensora ad litem, considera que la solicitada
reposición de la causa al estado que se ordenara la notificación de dicha defensora, resultaría
totalmente inútil e ineficaz, -tal y como fue determinado por el juzgador-, por cuanto, si bien

23
dicha notificación no fue ordenada en los autos, la defensora acudió a la instancia a los fines
de darse por notificada de la decisión proferida por el a quo, con lo cual se preservó de este
modo, el equilibrio procesal y el derecho a la defensa de las partes.

En consecuencia, esta S. determina que el ad quem no incurrió en el vicio denunciado de


reposición preterida, en razón, de que no se configuró la violación de los preceptos
contenidos en los artículos 206, 208, 211, 212 y 231, en concordancia con el artículo 15 del
Código de Procedimiento Civil, y artículos 2, 26, 49 ordinal 3° y 257 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela. Así se decide.

-IV-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción del ordinal 3° del artículo 243 eiusdem, con fundamento en
lo siguiente:

…Es el caso que el juzgador ad quem (sic) asumió el conocimiento pleno de la presente causa
por virtud del ejercicio del recurso de apelación por lo que debía conocer nuevamente la
controversia planteada y decidir el fondo de lo debatido, lo cual hizo, pero sin precisar los
argumentos de la parte accionante en reivindicación, ni los de la parte demandada-
reconviniente por prescripción adquisitiva, en el libelo y en la contestación de la demanda,
menos aun los alegatos esgrimidos en la contestación a la reconvención que hicieron, tanto
la parte demandante-reconvenida así como la contestación a la reconvención que hicieron los
ciudadanos Z.R.P.V., M.M.M.P., ARTURO RAMON (sic) MENDOZA ROJAS, Y
N.K.M.R., respectivamente, de igual manera omitió mencionar la promoción de pruebas de
ambas partes y su evacuación, ni si quiera (sic) por iniciativa propia preciso (sic) los
fundamentos de hecho y de derecho a fin de sustentar el dispositivo del fallo al acogerse
íntegramente al criterio expuesto por la jueza a quo, por lo que en consecuencia la recurrida
no hizo una síntesis clara precisa y lacónica de los términos en que quedo (sic) trabada la litis
(…)

.Alega el formalizante que el juez de alzada incurrió en la infracción del ordinal 3° del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, por incurrir en el vicio de falta de síntesis
clara precisa y lacónica, al no precisar los términos en que quedó planteada la controversia.

Sobre la referida infracción del ordinal 3° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil,
esta S. en decisión N° 213, de fecha 16 de junio de 2010, caso: B.C.C. y otros, contra I.G. y
otros, en el expediente N° 10-023, ha establecido lo siguiente:

“…Teniendo presente el alcance del pronunciamiento de la sentencia recurrida antes


transcrito, es preciso señalar, que tanto el vicio denunciado, como la consecuente nulidad,
debe atenderse, teniendo siempre presente y, por norte, la utilidad de la casación en estos
casos, ya que como bien indicó en un reciente fallo la Sala Constitucional de este Alto
Tribunal, se debe verificar que la nulidad de la sentencia cumpla una finalidad útil, aplicando

24
el principio contenido en el artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, que ordena que
en ningún caso se declarará la nulidad si el acto procesal alcanzó el fin al cual está destinado.
(Vid. Sentencia (sic) de fecha 30 de mayo de 2008, caso I.H.B..

(…Omissis…)

Por tanto, no puede concebirse la declaratoria de nulidad de un fallo, por haberse infringido
el citado ordinal 3° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, si la motivación del
fallo permite a las partes conocer las razones que ha tenido el juez para adjudicar los intereses
comprometidos.

En tal sentido, el juzgador de alzada estableció en su fallo, lo siguiente:

…Conoce este Juzgado (sic) Superior (sic) el recurso de apelación interpuesto en fecha 07
de abril de 2014 (f.125, pieza 5 ), por el ciudadano L.A.M.S., a través de apoderado Judicial
(sic) Abogado (sic) J.R.L., mediante la cual impugna la sentencia definitiva dictada por el
Tribunal Segundo de Primera Instancia de este Circuito Judicial, de fecha 31 de Marzo (sic)
de 2014, en la que se declara con lugar la acción de reivindicación del inmueble en disputa,
incoada contra la parte recurrente por el ciudadano G.C.G., representado judicialmente por
la abogada M.R., sin lugar la pretensión actoril de daños y perjuicios y; sin lugar la
reconvención planteada por la parte apelante contra la actora, cuyo motivo estriba en una
pretensión sobre Prescripción (sic) Adquisitiva (sic) de la Propiedad (sic); tramitada la causa
en el Tribunal (sic) de origen, en el expediente GH31-V-2010-000009.

(…Omissis…)

DE LA SENTENCIA RECURRIDA

I.3.- Mediante sentencia definitiva dictada en fecha 31 de Marzo (sic) de 2014, el Tribunal
Segundo de Primera Instancia de este Circuito judicial, en el expediente Nº GH31-V-2009-
000009, declara Con (sic) Lugar (sic) la demanda de Reivindicación (sic), exponiendo entre
otras cosas lo siguiente:

(…Omissis…)

En definitiva, interpreta esta alzada conforme al análisis de los argumentos utilizados en la


recurrida, que la a quo dictamino (sic):

I.3.1.- Que el demandado reconviniente debió acreditar mediante todos los medios
probatorios posibles la continuidad en su posesión, la legitimidad requerida para adquirir por
prescripción, ya que se discute el derecho de propiedad; no comprobando que tuvo durante
el período de veinte (20) años posesionando el inmueble de marras, ni que la posesión
legitima (sic) haya sido pacífica y no interrumpida, tal como se desprende de la querella
interdictal de amparo tramitado por ante ese mismo Tribunal (sic) a quo, según expediente

25
Nº 2008-8020; no encontrándose por ello, concurrentes los requisitos establecidos en el
artículo 777 del Código Civil; quedando de esa forma desechada la defensa de fondo de
prescripción adquisitiva que fuere propuesta por la parte demandada.

I.3.2.- Que el demandante reconvenido probo (sic) ser el propietario del inmueble sobre el
cual se solicitó su reivindicación, lo cual hizo mediante justo título, probando igualmente que
sobre el (sic) ejerce la parte demandada una ocupación ilegítima; ordenándose por ello la
reivindicación del inmueble en disputa.

II

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

(…Omissis…)

II.2.3.- Analizado el acervo probatorio traído a los autos por la parte demandada-
reconviniente, y contrastados con los alegatos específicos en razón de la denuncia de
infracción de ley por silencio de pruebas; este Tribunal (sic) Superior (sic) observa al decidir
el alegato planteado, previamente advierte: Es criterio reiterado de la Sala de Casación Civil
de nuestro Tribunal Supremo de Justicia, el que, resulta necesario para el análisis del vicio
de silencio de pruebas, el que sean constatados dos aspectos relevantes: * el que se haya
indicado el objeto del medio de prueba silenciado, al momento de promoverse y; ** el hecho
de que, si de haber sido apreciada la prueba debidamente, derivaría en una decisión distinta
a la tomada, es decir, que la apreciación sea determinante en el dispositivo del fallo.

Así las cosas, tenemos: En relación a la documental marcada “M”, correspondiente a la copia
simple de Registro (sic) Mercantil (sic) del fondo de comercio denominado “Gran Agencia
Funeraria La Trinidad”, que riela a los folios 165 al 169, pieza 1, al ser promovida en la
contestación la demandada no dijo nada en concreto y directo acerca del objeto de dicha
prueba. Ciertamente que la a quo aún cuando la valora, no expresa criterio definido al
respecto de porque (sic) y para que (sic) la valora. No obstante ello, observa esta segunda
instancia que al vuelto del folio 74, pieza 1, del escrito de contestación a la demanda, solo
menciona con el llamado de “…Cabe destacar… que L.A.M. (Padre), el 11 de junio de 1955
comenzó a incursionar en la actividad comercial de servicios funerarios, a través de la GRAN
AGENCIA FUNERARIA LA TRINIDAD……….” y; en el escrito de promoción de pruebas
(f.2 al 4, pieza 3) solo lo que hace la parte apelante es reproducir los recaudos que fueron
acompañados a la contestación, insertos desde los folios 105 al 411; y con punto y seguido,
destacar especialmente las sentencias que acompaña allí identificadas, en las que se declara
con lugar la acción de amparo interdictal propuesta; (sentencias que por cierto en nada
decretan que la posesión legítima a favor del entonces querellante hoy demandado-
reconviniente, es por mas de veinte años, sobre el inmueble objeto de la controversia, en
virtud que por lógica de la propia naturaleza de la materia solo puede ser decretada en un
juicio de prescripción adquisitiva y nunca en un juicio de Interdicto (sic) de Amparo (sic)
(ver folios131 al 134, y folios 152 al 155; pieza 1). Por otro lado tal medio probatorio, y

26
analizado como fue, exhaustivamente (f.165 al 169, pieza 1) resulta inconducente y tampoco
tiene relevancia o pertinencia con el asunto de marras; pues aún cuando haya sido admitida
e incluso valorada, la valoración que se le hizo interpreta esta Alzada (sic), es sobre la
naturaleza pública del documento, más ello no implica que por ser admitida su contenido
tenga que probar el objeto por el cual se promueve y la pretensión de la reconvención, toda
vez que la discusión no se centra si L.A.M. ejerció desde el 11 de junio de 1955 tal actividad
de servicios funerarios, ni si la entidad mercantil “Gran Agencia Funeraria la Trinidad” existe
desde esa fecha, sino que en ese documento se señale cual (sic) es el inmueble donde
comenzó a funcionar desde esa fecha y que ese inmueble tenga las mismas características y
descripciones del que se disputa, lo cual no es así. Este criterio esta (sic) suficientemente
inferido del hecho que cuando revisamos el documento en cuestión para nada se menciona o
se identifica el inmueble en disputa, sino que solo de el se lee “…La denominación comercial
que le he dado es de Gran Agencia Funeraria “La Trinidad”, i (sic) tendrá como domicilio
esta ciudad de Puerto Cabello, pudiendo en lo sucesivo establecer otras sucursales en el
país…….” (Transcrito del folio 165, pieza 1, de la documental analizada, con negrillas de
este Tribunal (sic) Superior) (sic); de lo que se desprende que de ninguna manera se localiza
o concreta dirección alguna de funcionamiento de tal fondo de comercio, ni que se relacione
con el inmueble cuya prescripción adquisitiva se demanda. Todo lo advertido hace que
debido a la falta de objeto, concreto y directo, sobre tal medio de prueba, que debió hacer la
parte promovente-apelante, aunado a la impertinencia e inutilidad ya señalada, sea
dispensada la a quo de la emisión de otro criterio extra a la valoración sobre dicha documental
ya hecha, deviniendo tal conclusión en la improcedencia de la denuncia de silencio de prueba
alegada al respecto, por la recurrente; probanzas que además desecha esta instancia superior
por inconducente, impertinente, no relevante Y; ASI (sic) SE DECIDE.- (Ver sentencias Nos.
0062, 01119, 0691, de fechas 05 de abril de 2001, 25 de febrero de 2004 y, 22 de enero de
2006, respectivamente, de la Sala de Casación Civil.).

Iguales criterios y argumentos inmediatamente expuestos, encajan en cuanto a la prueba de


informes requerida al Registro Mercantil Tercero y sus resultas; debiendo desecharse por
estas mismas razones tal alegato específico, además de que consta en autos y fue valorada,
dicha documental Y; ASI (sic) SE DECLARA.

En relación a la documental marcada “N”, y la alegación o denuncia de autos, se entiende


que esta (sic) referida a la venta de bienes muebles propios de la actividad del ramo de
servicios funerarios (f.170, pieza 1), que se acompaña a la contestación de la demanda, siendo
que al folio 74 vto., pieza 1, del escrito de contestación a la demanda, según dice la parte
demandada, la acompaña a los fines de “…que surta los efectos legales pertinentes…….”;
observándose en ella la misma falta de señalamiento de objeto de la prueba, que tampoco
clarifica el promoverte (sic) recurrente en el escrito de promoción de pruebas (f.2 al 4, pieza
3) donde solo reproduce los recaudos que fueron acompañados a la contestación, insertos
desde los folios 105 al 411. Además, del contenido de la documental en análisis se infiere
que, trata de una venta de artículos relacionados al ramo funerario, que en nada es de utilidad
y pertinencia para la resolución del asunto planteado en esa primera instancia, ni que el
criterio que se dice silenciado pueda considerarse haya sido influyente en la decisión deseada
por la apelante, distinta a la tomada, en virtud que como ya se dijo el documento de Registro

27
(sic) Mercantil (sic) de tal funeraria no señala que (sic) funciono (sic) en el inmueble en
disputa como se advirtió en el párrafo anterior, ni tampoco se desprende asi (sic) del
contenido de la documental en comento; todo lo cual hace que debido a la falta de objeto,
concreto y directo, sobre tal medio de prueba, que debió hacer la parte promoverte-apelante
(sic), aunado a la impertinencia e inutilidad ya señalada, sea dispensada la a quo de la emisión
de otro criterio extra a la valoración sobre dicha documental ya hecha, deviniendo tal
conclusión en la improcedencia de la denuncia de silencio de prueba alegada al respecto, por
la recurrente Y; ASI (sic) SE DECIDE.- (Ver sentencias Nos. 0062, 01119, 0691, de fechas
05 de abril de 2001, 25 de febrero de 2004 y, 22 de enero de 2006, respectivamente, de la
Sala de Casación Civil.).

En relación a la documental marcada “O”; esta Alzada (sic) al observar el criterio de la a quo
de negarle valor probatorio a dicho medio por no ser ratificada mediante la prueba
testimonial; la releva de emitir consideración probatoria acerca de que hechos concretos
quedan demostrados; por lo que no entiende quien decide, que (sic) otro razonamiento,
criterio o pronunciamiento puede esperarse de una prueba que no fue valorada y; al no
denunciarse otro vicio distinto, queda firme la decisión de la a quo de no valorarla por las
razones expuestas Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

En relación a las documentales marcadas desde la “P1 hasta la “P19”, quiere expresar este
juzgador su sorpresa sobre tal alegato, toda vez que analizada la recurrida se evidencia que
tales probanzas al ser impresiones fotográficas y no haber complementado el apelante, tal
medio promovido en esa oportunidad, con la prueba testimonial en virtud que son
documentos emanados de terceros, se les negó valor probatorio; siendo que por ello, resulta
evidentemente innecesaria la petición de abundamiento de criterios de la a quo al respecto,
tal como se indicó en el particular inmediato supra; e iguales criterios y argumentos
inmediatamente expuestos, encajan en cuanto a la prueba de informes requerida al Centro
Fotográfico Color Printer y sus resultas, debiendo desecharse por estas mismas razones tal
alegato específico Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

Con respecto al llamado Justificativo (sic) de Comprobación (sic) de Hechos (sic) del
21/07/2006, autenticado por ante la Notaría Pública Segunda de Puerto Cabello (f.5 al 8,
pieza 3). Ciertamente del contenido de tal documento al otorgársele valor probatorio por la a
quo, necesariamente debe inferirse que ese valor probatorio dado esta (sic) referido en cuanto
a su contenido y propósito, como tal lo señalaron los solicitantes (L.A., W.A., M.S. y;
C.M.M.R., que no es mas que: un derecho de posesión de quien en vida se hacía llamar como
L.A.M., sobre un inmueble descrito con las características del inmueble en disputa, pero con
el propósito de probar una posesión en un procedimiento interdictal de Amparo (sic), distinto
al de marras; pero que de manera alguna describe una posesión en la antigüedad y años
requerida en la prescripción adquisitiva (de 20 años), desprendiéndose una indefinición al
respeto toda vez que en su contenido nunca se indica desde cuando es la supuesta posesión
que se pretende, de allí su inconducencia e impertinencia cuyo criterio en relación a la
prescripción adquisitiva planteada, se reiterara (sic) de ser necesario, en los sucesivos análisis
de la recurrida.

28
Quedan así modificadas, las argumentaciones y criterios, en relación a las pruebas analizadas
y valoradas en la recurrida, por la a quo; criterios de estas alzada que constituyen
modificaciones a la valoración hecha por la Jueza (sic) de la primera instancia; Y; ASI (sic)
SE DECLARA.-

II.2.4.- En relación al alegato especifico (sic) referido a la Inspección (sic) Judicial (sic)
desechada, se observa: Ciertamente se infiere tanto del contenido del acta levantada al efecto
de la evacuación de la Inspección (sic) Judicial (sic) (f.130 al 132, pieza 4), como de la
recurrida, que la inspección judicial desechada tuvo por objeto un inmueble ubicado en la
calle M.N.° 77; conteniendo en sus particulares evacuados -el 28 de mayo de 2012. folios
130 al 132, pieza 4- constancias sobre dimensiones, linderos y medidas, del inmueble en
cuestión y accesorios, además de especificaciones en las características de la construcción
inspeccionada; que no son materia de un conocimiento de simple de (sic) constatación del
estado de lugares, personas y cosas y, que por el contrario requieren de un conocimiento
pericial. Además, si bien es cierto se puede dejar constancia de la existencia de personas que
se encuentran en el lugar a inspeccionar, al momento de verificarse la misma, nunca podría
dejarse constancia de situaciones pasadas como el tiempo que se encuentra poseyendo. Ahora
bien, la inspección judicial, tal como está estipulado en el artículo 472 del Código de
Procedimiento Civil, es un mecanismo mediante el cual la Jueza (sic) o Juez (sic) actuante,
directamente, a través de sus sentidos, aprecia y deja constancia de personas, cosas,
documentos o situaciones fácticas, que no sean susceptibles de comprobarse por otros medios
y; siendo que de autos se desprende la constatación en la inspección judicial desechada, de
hechos, ya advertidos y, la presentación de un informe técnico de ingenieria (sic) que riela a
los folios 198 al 215, consignada el 1 de junio 2012, donde se deja constancia de hechos y
situaciones que debieron hacerse dejar constar y son materia de otros medios idóneos y
directamente pertinentes, con conocimientos especializados técnicos y periciales - la prueba
de experticia y la de testigos, son las pruebas idóneas para demostrar los hechos fácticos de
la demanda de reivindicación-reconvención-prescripción-adquisitiva y sus requisitos de
procedencia - que desnaturalizan la prueba de inspección judicial evacuada y, toda vez que
en una inspección judicial y mucho menos mediante la orden de presentación de informes de
prácticos puede ordenarse evacuarse como se hizo, sin desmeritarse ni cambiarse la
naturaleza del medio probatorio, tal como ocurrió en autos; es por lo que se ratifica la decisión
de la a quo de desechar la inspección judicial de fecha 28 de mayo de 2012 Y; ASI (sic) SE
DECIDE.-

II.3.- Otro de los alegatos específicos expuestos por la recurrente, lo es la trasgresión del
artículo 243.4 del Código de Procedimiento Civil, contenido en su escrito de informes, en el
particular III, con la denominación VICIOS DE CONTRADICCION (sic) EN LA MOTIVA.
Asevera la parte impugnante que la sentencia confutada contiene una inmotivación por
contradicciones inconciliables, con falta absoluta de fundamentación de la decisión, cuando
la a quo establece que los actos realizados por el demandante los hizo al margen de la
prohibición contenida en la sentencia firme que declara con lugar el amparo interdictal,
declarando sin lugar la pretensión actoril de daños y perjuicios, lo que significa que la
posesión que detenta es legítima y; posteriormente declaro (sic) que no se probó la posesión

29
legítima, declarando sin lugar la prescripción adquisitiva y con lugar la acción
reivindicatoria, a pesar del derecho de poseer la cosa que tiene el apelante.

Quiere ser parco este Juzgador (sic) al establecer que en esta instancia, se ha dado cuenta que
el impugnante profesa demostraciones evidentes de confusión severa, sobre lo que es la
institución del interdicto de amparo y sus efectos y, lo que es una reivindicación y sus efectos;
lo que cree necesario este Tribunal (sic) Superior (sic), solo con fines ilustrativos, tratar de
aclarar. Resulta consabido que la institución del Interdicto (sic) de Amparo (sic) se refiere a
una figura, acción o mecanismo de protección al derecho legal de la posesión; diferenciada
de la acción reivindicatoria que resulta un mecanismo legal tendiente a proteger el derecho
constitucional a la propiedad. Deviene inmediatamente de esa diferencia advertida, que en
tal institución posesoria (Interdicto de Amparo) (sic) y la acción interdictal lo que se discute
es sobre la protección posesoria que reclama el querellante, pero no sobre el derecho a la
posesión; pudiendo reclamar el perdidoso y verdadero poseedor, o propietario,
posteriormente a la sentencia definitiva que recaiga sobre el amparo interdictal (o posesorio),
mediante la Acción (sic) ordinaria correspondiente (acción publiciana, acción reivindicatoria,
acción ordinaria de posesión), para recuperar el reconocimiento de sus derechos y la cosa
objeto de la sentencia; acciones estas que se desprenden de los artículos 706, 709 y, 710, en
concordancia con el artículo 784, y, el artículo 548, todos del Código Civil. De esta
ilustración es que la doctrina y jurisprudencia han, reiterada y consolidadamente establecido,
que las sentencias definitivas y firmes que se dictan en los juicios sobre los Interdictos (sic)
Posesorios (sic) (De Despojo (sic) y de Amparo) (sic) NO PRODUCEN COSA JUZGADA
MATERIAL SINO FORMAL; por lo que tal como lo prescriben los artículos 272 y 274 del
Código de Procedimiento Civil, dicha sentencia lo que impide es que el mismo juez decida
sobre la controversia ya decidida por sentencia definitivamente firme; pero dicha sentencia
no resulta vinculante respecto de un proceso futuro sobre el derecho a poseer, o más aún,
sobre el derecho a la propiedad en el cual están implícitos las facultades para el propietario
de usar, gozar, usufructuar y disponer de la cosa.; Tal alusión breve sobre lo aquí ilustrado,
podemos encontrar en la sentencia confutada, al folio 113, pieza 5.

En el caso de autos, estamos en presencia de un juicio que originalmente trata de una


reivindicación, que por efecto de la reconvención propuesta también deriva en un juicio de
prescripción adquisitiva; en lo que la posesión legitima (sic) que pudo haberse probado en la
tan cacareada y favorecida querella interdictal, no es vinculante en este juicio, ni es de la
misma esencia la posesión legítima que debe probarse. Tanto por efecto de las mencionadas
normas legales, criterios doctrinales (A.G., P.M.A., S.T.L., M.S.E., R.J.D.C., G.K. y
jurisprudenciales diversos; como por las (sic) característica de una u otra posesión, que en el
juicio interdictal solo requiere la posesión que el límite temporal sea poco más de más de un
año, y en la prescripción adquisitiva de veinte (20) años.

Estas notas inmediato supra, que -se repite-, no tienen otro fin que ilustrar básicamente las
instituciones civiles en juego; concluyen que al no tener cosa juzgada material la sentencia
que sobre el interdicto de amparo a la posesión invoca la parte recurrente, tampoco debe
tenerla la posesión legítima declarada en dicha decisión, por lo que al no ser vinculante para
la a quo, pudo discrecionalmente apartarse de esa apreciación o criterios sobre la posesión

30
legítima hecha por jueza distinta, en acción distinta; sin que por ello deba considerarse la
sentencia confutada como inmotivada por esa apreciación y motivación diferente; así como
la declaratoria con o sin lugar de la pretensión de daños, de prescripción adquisitiva o de
reivindicación, concluyendo quien decide, que tal alegato especifico (sic) debe desecharse,
tal como así se hace Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

Refuerza lo establecido con inmediata anterioridad, el criterio vertido en la recurrida por la a


quo al declarar Sin (sic) Lugar (sic) la pretensión de daños, por no haber logrado probar el
demandante que sufrió daños y que estos hayan sido por culpa del demandado, en virtud que
la ocupación de la demandada del inmueble de marras estaba autorizado por la sentencia que
amparo (sic) su posesión; cuestión que para nada significa que haya reconocido la Jueza (sic)
de primer grado la posesión legítima declarada en el interdicto de amparo, sino que la
ocupación del inmueble estaba autorizada por un norma de derecho jurídica, concreta e
individual, como lo es la sentencia definitiva sobre el interdicto de amparo aludida (f.113,
pieza 5).

De igual forma, cuando la Jueza (sic) de la recurrida define la declaratoria Sin (sic) Lugar
(sic) de la prescripción adquisitiva, lo hace por cuanto considero (sic) que la posesión
legitima (sic) alegada por la parte impugnante no fue probada, en virtud que el titulo (sic)
supletorio que como medio probatorio aporto (sic) la recurrente manifestando el ejercicio de
su padre (L.A.M.) de actos posesorios desde el año de 1965 en el inmueble de marras, no le
fue otorgado validez, al no concurrir íntegramente los testigos que intervinieron en el mismo
a ratificarlo (f.117, pieza 5) y, que de las probanzas traídas a los autos, con el objeto de probar
los actos posesorios del difunto padre del reconviniente-recurrente, dichos actos posesorios
lo ejercía el difunto padre del demandado reconviniente, sobre otros bienes inmuebles
distintos al inmueble objeto del presente litigio (f.118, pieza 5) declarando en definitiva sin
lugar dicha pretensión; y como una consecuencia lógica, que al probar la parte demandante
la propiedad del inmueble que pretende reivindicar mediante justo título y; al probar el
demandante que el inmueble está posesionado por él demandado, no probando este la
posesión legítima en el juicio de prescripción adquisitiva, se convierte dicha ocupación del
demandado en reivindicación en ilegitima (sic); solo restándole a este Tribunal (sic) Superior
(sic) a atemperar tal concepto, debiendo entenderse mejor como, habiendo demostrado el
demandante la posesión del demandado en el inmueble en disputa en forma indebida, en
virtud de la resistencia del propietario reivindicante, la demanda de reivindicación debió
prosperar, tal como así lo declaró la a quo Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

II.4.- En cuanto al alegato específico sobre los errores de juzgamiento del fallo apelado en
torno a la prueba de testigos, se observa: Quiere tratar de la mejor manera entender quien
decide, los enrevesados argumentos, por extensos y llamativas suposiciones, que no se
compadecen con lo que está reseñado en los autos; hechas sobre tal alegación específica,
referida sobre los testimonios de los ciudadanos: J.C., F.R. e I.J.P. y, la apreciación de la
jueza de primer grado, sobre los mismos y sus dichos.

Con relación a la deposición del testigo de nombre J.C. (f.174 al 177, pieza 4), la a quo decide
no valorarlo por no merecerle fe. Argumenta la sentenciadora de la primera instancia que tal

31
testigo, aún corroborándose que intervino o sirvió de testigo, tanto en el Título (sic)
Supletorio (sic) evacuado por el ciudadano L.A.M. y; el evacuado por el ciudadano A.R.M.,
(ambos hermanos) y sobre las mismas bienhechurías. Constatando este Juzgador (sic) a los
folios 58 al 64, pieza 3, marcado 2E y, a los folios 15 al 17, marcado C, pieza 3; la
participación como testigo en ambos títulos supletorios y, la contesta a la repregunta Primera
(sic) (f.176, pieza 4): “Diga el testigo si sirvió de testigo al título supletorio evacuado por el
ciudadano ARTURO RAMON (sic) MENDOZA sobre el mismo inmueble objeto del
presente litigio? Respondiendo: “Que yo me acuerde que va”; se infiere de tal conducta un
desdoblamiento del testigo de marras, que por haber intervenido en ambos títulos supletorios,
de ambas partes contendientes, resulta a todas luces un testigo no confiable, que parece no
haber dicho la verdad; por lo que debe desecharse conforme al artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil, tal como lo hizo la a quo, ratificándose tal aserto de la Jueza (sic) de la
primera instancia Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

Con relación a la deposición del testigo que responde al nombre de F.J.R.D.; la Jueza (sic) a
quo dice no valorarlo, por cuanto en sus deposiciones incursionó en contradicciones al
manifestar no conocer a A.R.M. y; manifestando no recordar que hipotecó el inmueble objeto
de esta causa, tal como dice desprenderse del documento marcado 2E, que si (sic) constituyó
hipoteca sobre dicho inmueble. Constata esta Alzada (sic) que a la segunda repregunta hecha
al mencionado testigo, deferida como ¿Diga el testigo si (sic) constituyó hipoteca a su favor
sobre un inmueble propiedad del ciudadano ARTURO RAMON (sic) MENDOZA y que
(sic) es objeto del preste litigio en fecha 03 de noviembre de 1976? Respondió: “No recuerdo”
(f.180, pieza 4); así como constatado igualmente la nota marginal dispuesta en el Título (sic)
Supletorio (sic) que riela al vuelto del folio 59, pieza 3, en la que se deja constancia de la
hipoteca que A.R.M. le otorga a F.J.R.D., testigo; tiene forzosamente que concluir esta
Alzada (sic), que razón tiene la a quo al desechar el testigo y no valorarlo, por cuanto cae en
serias contradicciones, que además no producen confianza de ser verdaderas sus
declaraciones; confirmándose la decisión de la Jueza (sic) de la primera instancia al respecto
Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

Con respecto a las declaraciones del testigo I.J.P. (f.188 y 189, pieza 4), la a quo argumenta
aplicar el artículo 478 del Código de Procedimiento Civil, pero sin embargo no se observa si
lo desecha, lo valora o no. Ciertamente que aquí la jueza de la recurrida obvio (sic)
pronunciarse directamente sobre la desestimación del testigo o su no valoración. No obstante
haber indicado el artículo 478 Ejusdem (sic), nos orienta a pensar, como también lo concluyo
(sic) en sus informes la parte apelante, que la a quo no lo valora o desecha, por haber
entendido interés del testigo en las resultas del juicio, en virtud de la relación laboral entre él
y su promovente. Ahora bien, resulta de igual manera el argumento y precedente judicial
invocado por la recurrente la posibilidad de que en algunos casos estos testigos por el hecho
de ser trabajadores o tener alguna relación con las partes, puedan ser estimados. Pero todo
ello siempre va a depender, tanto de la legislación vigente que así lo permita, como por la
convicción que el Juez (sic) tenga acerca de la credibilidad del testigo. T. pendiente que una
cosa es excluir el testimonio de un testigo, no admitir la prueba, y otra es la de analizarla y
desestimarla por su falta de credibilidad (M.T. (2008) “La Prueba”. Página 64).

32
En el caso in concreto, entiende quien juzga, que la a quo al analizar las deposiciones del
ciudadano I.J.P. e invocar su desestimación, conforme al artículo 478 del Código de
Procedimiento Civil, por tener interés en las resultas, manifestó que lo hacía al declarar el
mencionado ciudadano que no solo actualmente trabajaba para el demandado reconviniente,
sino que desde siempre trabajo (sic) para la Gran Agencia Funeraria La Trinidad; siendo que
tanto de las repuestas a las preguntas tercera y cuarta, así como de las repuestas a las
repreguntas primera, segunda y fundamentalmente la tercera, se desprende como I.J.P.,
mantiene un relación de dependencia única, entiéndase por toda su vida laboral, con el actor
reconviniente, que hace impretermitible la aplicación de la norma contenida en el artículo
478 del Código de Procedimiento Civil, puesto que genera, incluso en esta Alzada (sic), una
inequívoca, incontestable, si se quiere comprensible interés en defender a quien por toda su
vida le ha tendido la mano, dándole trabajo y manutención para el (sic) y su probable familia;
lo que hace nacer la convicción suficiente de que I.J.P. tiene interés en que el demandado-
reconviniente resulte victorioso en el presente asunto; por lo que este Tribunal (sic) de Alzada
(sic) manifiesta su conformidad total, con lo que hizo la a quo, de aplicar el artículo 478
Ejusdem (sic) por tener el testigo de marras interés manifiesto en las resultas del presente
juicio a favor del ciudadano L.A.M.S.; desestimando las declaraciones dadas por dicho
testigo, desechando al propio testigo Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

En todo caso, y sin que lo que de seguidas expone este Tribunal (sic) Superior (sic) como
agregaduría, constituya contradicción al criterio inmediato anteriormente expuesto, que es el
enteramente válido a los efectos del alegato específico aquí analizado y decidido; se puede
apreciar que la a quo, salvo la no explanación exhaustiva de criterio, no incurre en ningún
error de juzgamiento; puesto que las causales por las cuales se desechan los testigos, están
argumentados claramente en la recurrida, y encuadrados en los supuestos legales
comprendidos en las normas estrictamente señaladas para cada uno de ellos. Por supuesto es
de lógica consecuencia que si los testigos se desechan o no se valoran, como en el caso in
concreto, por tener interés, por ser contradictorios o por otros motivos, solo debió la a quo,
como lo hizo, expresar su argumentación y análisis de donde deviene tal decisión de no
valorar o desechar, sin que se le deba exigir que realice un examen exhaustivo de la
declaración de un testigo que fue declarado inhábil, no confiable, o contradictorio;
desprendiéndose de autos que se estableció de manera cristalina el porqué de esa apreciación;
por lo que el alegato específico al respecto No (sic) Debe (sic) Prosperar (sic) Y; ASI (sic)
SE DECIDE.-

III

III.1.- Concluida exhaustivamente el análisis y decisión de los alegatos específicos que


comprende la apelación ejercitada por el demandado-reconviniente; no le queda otra misión
a este Tribunal (sic) Superior (sic) que enfatizar lo siguiente:

En cuanto a la Declaratoria (sic) Sin (sic) Lugar (sic) de la Prescripción (sic) Adquisitiva
(sic) reconvenida; ciertamente confirma esta Superior (sic) Instancia (sic), que la a quo
dictaminó correctamente que tal actor debió probar una posesión legítima desde hace más de
veinte (20) años en el inmueble en disputa, sin que haya habido oposición del propietario y

33
con ánimo de dueño. Esta posesión debió demostrarla a través de actos posesorios que
configuren los elementos de la posesión legitima (sic) (continua, pacifica (sic), pública, con
animo (sic) de dueño, no equivoca); actos estos que la parte demandada reconviniente dice
haber ejercido desde el año de 1955, a través de su padre y, él de manera directa después de
su fallecimiento. Para ello trae un título supletorio (f.15 al 17, pieza 3) al cual no se le otorgo
(sic) validez, al no comparecer el testigo J.C. y no complementarse la prueba con la
testimonial que cumpliría la formalidad esencial de los principios de control y contradicción;
una copia marcada “M” del Registro (sic) Mercantil (sic) de la GRAN AGENCIA
FUNERARIA LA TRINIDAD promovida por la demandada en el escrito de promoción de
pruebas (f.2 al 4, pieza 3) al no señalar objeto, y ser desechada por inconducente e
impertinente, en virtud de no demostrarse que dicha entidad mercantil y el padre del
accionado, ejercitaron su actividad mercantil en el inmueble en concreto que se disputa; así
como las documentales marcadas “N” y “0”, referidas a compra de bienes muebles de la
entidad mercantil referida, y fotografías, y sus correspondientes pruebas de informes, las
cuales no fueron apreciadas al evidentemente ser impertinentes, otras no fueron ratificadas
por testigos, expuestos estos criterios tanto en la valoración de la a quo como en los expuestos
en el punto I.2.3.; copia certificada de la sentencia recaída en el Juicio (sic) de interdicto de
amparo (punto II.3.), en la cual declaro (sic) esta Superior (sic) Instancia (sic) no tener cosa
juzgada (punto I.2). Así como las otras documentales, facturas, declaración de rentas y otras
marcadas, desde la Z3 a la Z9, Z14, Z15, 06901 a 0700; medios probatorios documentales
que no guardan relación ni identidad con la posesión de veinte (20) años que se requiere, ni
tampoco con el inmueble en disputa, ya que las direcciones que aparecen en ellas impresas
no se refieren al inmueble que se pretende prescribir ubicado en la calle M. Nº 77; así como
el justificativo de comprobación de hechos que riela a los folios 5 al 8 pieza III, pruebas éstas
(sic) declaradas inconducentes e impertinentes. Estas apreciaciones y valoraciones sobre la
desestimaciones y desechamientos de estas probanzas, hicieron concluyente que la a quo
declarara sin lugar la reconvención por Prescripción (sic) Adquisitiva (sic), en virtud que no
logró probar el demandado.-reconviniente con el requisito de la continuidad en la posesión
del inmueble que se reivindica, por más de 20 años, además de haberse probado con el juicio
de amparo interdictal y la sentencia promovida, rompe con las características de continuidad,
no equivoca (sic) y pacífica, que es requerida absolutamente concurrente en la posesión
legítima de veinte (20) años para que pueda prosperar la Prescripción (sic) Adquisitiva (sic)
reconvenida, y al no ocurrir así no debió prosperar como lo afirma la recurrida, tal como lo
ratifica este Tribunal (sic) Superior (sic); en consecuencia No (sic) Debe (sic) Prosperar (sic)
la apelación intentada Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

III.2.- En cuanto a la Reconvención (sic) planteada; se ratifica que la Jueza (sic) de la Primera
(sic) Instancia (sic), al apreciar y valorar con pleno valor el Titulo (sic) de Propiedad (sic)
protocolado en el ahora Registro (sic) Público (sic) de Puerto Cabello, bajo el Nº 47, f. 335
al 359, Tomo (sic) 3, del 12 de abril de 2006, probó el actor su propiedad sobre el inmueble
que pretende reivindicar; declarando la a quo que sobre la identidad del inmueble así como
en lo referente a la posesión material que sobre el mismo ejerce la parte demanda (sic), no
existe controversia alguna, al haber sido reconocidas y admitidas tales situaciones por ambas
partes en todo el curso del proceso. Así también se infiere de la recurrida que de los proyectos
de construcción, permisos planos, inspección judicial, le permitieron al querellante demostrar

34
la identidad entre el inmueble pretendido en reivindicación y el señalado bajo posesión del
demandado, aún cuando sobre este asunto no hubo controversia alguna, siendo admitidas por
ambas partes la discusión de sus derechos sobre el mismo inmueble; en consecuencia
declarando la a quo con lugar la demanda de reivindicación, criterio que comparte
plenamente quien aquí juzga, debiendo confirmarse la recurrida y, declarar la improcedencia
de la apelación intentada Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

No habiendo entre ambas decisiones inmediato anteriormente decididas ninguna


contradicción, ni violación del artículo 243.4 del Código de Procedimiento Civil, como pide
sea declarada el apelante Y; ASI (sic) SE DECIDE…

. (Negrillas, mayúsculas y subrayado del texto).

De lo anterior se observa que el ad quem en su decisión, si bien no expone la síntesis


controversial de manera muy sucinta, no obstante, de la motivación aportada se desprende
que la misma permite a las partes que integran la relación subjetiva procesal y, a la
colectividad, conocer cómo quedó establecida la controversia, cómo entendió el juzgador el
asunto sometido a su conocimiento y, cómo fue conferido el derecho discutido, dando de esta
forma acatamiento al principio de exhaustividad que reza que toda sentencia debe bastarse a
sí misma.

De manera que, de la decisión proferida por el juzgador de alzada se patentiza las razones de
hecho y de derecho, que lo llevaron a determinar en el caso in comento que el demandante
demostró su derecho de propiedad, así como, la identidad sobre el bien inmueble que
pretende reivindicar, igualmente, el juzgador profirió con respecto a la reconvención por
prescripción adquisitiva, que el demandado reconviniente no logró demostrar en los autos, la
posesión legítima del inmueble que se reivindica, por lo que, procedió a declarar con lugar
la reivindicación del referido inmueble y, sin lugar la prescripción adquisitiva.

Acorde con las anteriores consideraciones, esta Sala colige que, no se produjo el vicio
delatado y en consecuencia, no hubo violación del ordinal 3° del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, razón por la cual, la presente denuncia resulta improcedente. Así se
decide.

-V-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción de los artículos 12, 15, 243 ordinal 4° eiusdem, y los
artículos 2, 26, 49 ordinal 8° y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, con fundamento en lo siguiente:

…por haber incurrido la sentencia, impugnada a través de este recurso, en el Vicio (sic) de
Inmotivación (sic) por motivación acogida. En efecto, respetables Magistrados, el Juzgador
(sic) de la recurrida no motivo (sic) su decisión toda vez que solo se limitó a transcribir

35
íntegramente el fallo dictado por el Tribunal (sic) que conoció el juicio en la Primera (sic)
instancia y en ese sentido acogió los mismos criterios de la decisión del Juzgado (sic) a quo
con relación a la declaratoria con lugar de la acción reivindicatoria y sin lugar la acción de
daños y perjuicios y sin lugar la Prescripción (sic) Adquisitiva (sic) incoada por vía
reconvencional…

(…Omissis…)

Seguidamente hace un resumen de los alegatos contenidos en el escrito de informes


presentado por el apelante, y finalmente después de transcribir la sentencia del a quo acoge
en su totalidad los criterios establecidos en la misma y concluye con la declaratoria sin lugar
del recurso de apelación; con lugar la reivindicación del inmueble objeto de controversia, sin
lugar la prescripción adquisitiva de la propiedad pretendida por mi patrocinado, con una
presunta modificación de sentencia del a quo sin haber indicado sus propias razones de hecho
y de derecho que justifiquen tal modificación de la recurrida en apelación, y con expresa
condenatoria en costas a la parte demandante. De igual forma se le suma a ello el agravante
de que no aporto (sic) al fallo sus propias razones de hecho y de derecho toda vez que en el
capítulo II de las consideraciones para decidir se acogió a los criterios que en tal sentido hizo
la juzgadora del a quo, al extremo de que dejo (sic) establecido que no hubo ninguna
contradicción entre ambas decisiones, es decir, entre la sentencia apelada y la recurrida, ni
violación del artículo 243.4 del Código de Procedimiento Civil, por lo que en tal sentido
incurrió en el vicio de inmotivación, por no haber expresado en el fallo sus propias razones
de hecho y de derecho y así pido respetuosamente a los magistrados (sic) de la sala (sic) que
declaren procedente la presente denuncia…

Alega el recurrente que el ad quem incurrió en el vicio de motivación acogida, en razón, de


que este no aportó en su decisión sus propias razones de hecho y derecho, sino que por el
contrario, se limitó a acoger los criterios expuestos por el a quo en su fallo.

En tal sentido, esta S. ha determinado que la motivación acogida se presenta en el fallo,


cuando el juez de alzada transcribe y hace suyos los motivos por los cuales el juez de primera
instancia tomó su determinación, y no expresa el juez de alzada motivos propios de hecho y
de derecho como sustento de su sentencia, en conformidad con lo estatuido en el ordinal 4°
del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil. (Sentencia N° 422 de fecha 9 de julio de
2014, caso: Caracas Paper Company, S.A., contra Del Sur Banco Universal, C.A.).

En este orden de ideas, se observa que el juez de primera instancia al fundamentar su decisión
estableció:

“…En el caso de autos, la parte actora reconvenida ejerce su acción bajo el alegato que es
propietario del inmueble que adquirió mediante documento registrado por ante la Oficina
Subalterna del Registro ahora Registro Inmobiliario de la Ciudad de Puerto Cabello, Estado
(sic) Carabobo, bajo el Nº 47, folios 355 al 359, Tomo (sic) 3, de fecha 12 de abril del año
2006.

36
Al habérsele acreditado pleno valor probatorio, se prueba que dicho documento público de
compra venta, cumple con las formalidades necesarias para probar la propiedad en la acción
reivindicatoria. Así se decide.

2) En cuanto al cumplimiento del segundo requisito la posesión material del demandado:


Este punto no es controvertido en la causa, por el contrario es un hecho convenido y alegado
por el demandado reconviniente, tanto así que pretende que por ocupar el inmueble de
marras, le sea acreditada a su favor la prescripción adquisitiva del mismo; razón por la cual
es un hecho exento de prueba. Así se decide.

3) Que la cosa de que se dice propietario el actor es la misma cuya detentación ilegal le
atribuye al demandado (identidad de la cosa):

Al respecto tampoco hay discusión en autos, dado que la parte demandada reconviniente no
rechazó ni negó este hecho, por lo cual no es un punto controvertido en la causa.

Asimismo de los autos se deriva que la parte actora realizó eficazmente la actividad
probatoria destinada a demostrar la identidad del bien inmueble que pretende reivindicar, con
el que supuestamente posee el demandado reconviniente, consignando pruebas como
proyectos de construcción, permisos de construcción y planos, así como de la inspección
realizada por este Tribunal (sic) en fecha 16 de mayo de 2012, lo cual en criterio de este
Tribunal (sic) resulta suficiente para demostrar la relación de identidad entre el inmueble
pretendido en reivindicación y el señalado bajo posesión del demandado. Así se decide.

En este sentido, ha quedado demostrado, de las pruebas consignadas, el derecho de propiedad


que tiene el demandante reconvenido sobre el inmueble objeto del presente juicio, así como
también la posesión del demandado reconviniente en dicho inmueble, con lo cual se
configuran los dos primeros supuestos para la procedencia de la Acción (sic) Reivindicatoria
(sic). Asimismo, quedó demostrada en el iter procesal la existencia de la identidad entre la
cosa sobre la cual se afirma el derecho y la que posee el demandado reconviniente, con lo
cual se cumple el tercer requisito para que prospere la acción. Así se decide.

(…Omissis…)

Ahora bien, el hecho de que las sentencias que declaran con lugar el interdicto de amparo por
perturbación sean valoradas en esta oportunidad para negar los daños y perjuicios alegados,
no es menos cierto que por tratarse de decisiones sobre juicio posesorio, sus efectos pueden
ser modificados o rechazados en otro juicio de naturaleza petitoria, como el que nos ocupa.

(…Omissis…)

Lo antes señalado, se trae a colación, ya que debe revisarse lo alegado por la parte demandada
reconviniente, que en la oportunidad procesal de dar contestación a la demanda, el
demandado rechazó y negó los argumentos esgrimidos por la parte actora; reconviniendo a

37
ésta por prescripción adquisitiva, alegando tener más de 20 años poseyendo el inmueble
objeto de la controversia, promoviendo como una de sus pruebas las sentencias de juicio
interdictal, antes señaladas.

El Código Civil en su artículo 1.952 establece:

La prescripción es un medio para adquirir un derecho o de libertarse de una obligación, por


el tiempo y bajo las demás condiciones determinadas por la Ley (sic)

La prescripción adquisitiva viene a constituir un medio de adquirir derechos reales,


suponiendo la posesión de una cosa y la posibilidad de ejercer sobre ésta actos de dominio
durante un período igual o mayor a veinte años, para el caso de los inmuebles. Constituyendo
precisamente la pretensión del demandado-reconviniente a obtener la declaratoria de
propiedad sobre el inmueble objeto de la presente litis.

(…Omissis…)

En el presente caso, tal como fue señalado anteriormente el demandado fundamentó su


defensa en la posesión desde hace más de 20 años, que tiene en un inmueble constituido por
un terreno con una extensión superficial de TRECE METROS CON CUARENTA Y UN
CENTIMETRO (sic) (13,41 Mts.) de frente, por CUARENTA Y UN METRO CON
OCHENTA CENTIMETROS (sic) (41.80 MTS) de fondo y la Edificación (sic) construida
sobre el mismo, de las siguientes características: Edificación construida de bloques, techo de
platabanda, piso de granito y con fachada revestida de mármol negro, conformando todo un
local de exposición con dos vidrieras, situado en la Calle (sic) M. Nº 77, Jurisdicción (sic) de
la Parroquia Fraternidad, Puerto Cabello, Estado (sic) Carabobo, cuyos linderos son: Norte:
Que es su frente, C.M.; Sur: con Casas que son o fueron de los ciudadanos SECUNDINO
VIEITO y de P.H.; Este: Casa que es o fue de la ciudadana MAGDALENA RUZZO; Oeste:
casa del ciudadano R.R.T., compra que hice a las ciudadanas Z.R.P.V. y M.M. (sic) M.P., y
por lo tanto solicita la procedencia de la prescripción adquisitiva.

(…Omissis…)

El juicio declarativo de prescripción previsto en el Capítulo I del Título III del Código de
Procedimiento Civil, constituye un medio procesal idóneo, para alegar por vía de acción la
declaratoria de propiedad por prescripción adquisitiva según la ley, o la declaración de
cualquier otro derecho real susceptible de prescripción adquisitiva, en el cual por su
especialidad, el legislador además de los presupuestos de procedencia que consagra la ley
sustantiva, estableció en su ley adjetiva presupuestos de admisibilidad de la acción
contenidos en los artículos 690 y 691 del Código de Procedimiento Civil.

De acuerdo con estas normas, debe el peticionante demostrar la posesión legítima mediante
la alegación y prueba de hechos materiales de posesión que demuestre que ha ejercido actos
posesorios, que permitan la prescripción, adicionándole que tal posesión debe ser continua,

38
no interrumpida, pacífica, pública, no equívoca y con intención de tener la cosa como suya
propia.

D. entender que la posesión del inmueble es legítima cuando reúne una serie de requisitos
concurrentes, como son continua, no interrumpida, pacífica, pública, no equívoca y con
intención de tener la cosa como suya propia.

Es decir: 1) CONTINUA, que se ejerce sin intermitencias, sin discontinuidad bastando al


poseedor el goce de la cosa, con la perseverancia de actos regulares y sucesivos; 2) NO
INTERRUMPIDA, cuyo ejercicio es permanente, que no ha cesado ni ha sido suspendida
por causa natural, ni por hechos jurídicos; 3) PACÍFICA, cuando el poseedor no ha sido
inquietado nunca con motivo de la tenencia de la cosa en su posesión ni ha temido serlo; 4)
PÚBLICA, cuando el ejercicio posesorio se ha verificado siempre a la vista de todos, exento
de clandestinidad; 5) NO EQUÍVOCA, cuando constituye la expresión de un derecho que no
permite dudar de quién posee o no; 6) CON ÁNIMO DE DUEÑO, cuando existe la intención
de tener la cosa como propia, no en nombre de otro.

(…Omissis…)

En el presente caso, la parte demandada reconviniente alegó que su causante ejerció actos
posesorios sobre el inmueble objeto de la presente causa desde el año 1965, ahora bien, del
estudio y la valoración de los medios de pruebas aportados al proceso se evidencia un
documento que le acredita a su causante la propiedad de unas bienhechurías (título supletorio)
al cual no se le otorgó validez por no haber sido ratificado en su totalidad por los testigos
firmantes del mismo.

(…Omissis…)

Asimismo de las pruebas traídas a los autos por la parte demandada reconviniente, como son:
facturas de pago de servicio de electricidad numeras Z3 a Z9, declaración de rentas del
causante del demandado reconviniente marcada Z14, que se valoran como documentos
públicos administrativos, así como los documentos públicos acompañados Z15 al Z20
consistentes en ventas de vehículos con reservas de dominio, y los indicios derivados del
block de facturas acompañados 0601 a 0700, se demuestra que la posesión que ejercía el
causante del demandado reconviniente ciudadano L.M. padre, desde el año 1960 era sobre
otros bienes inmuebles, ya que las direcciones que aparecen en los documentos antes citados
son distintas a la Calle (sic) M. Nº 77 , sobre el cual alega tener más de 20 años poseyendo,
por lo que no se llena el requisito de la continuidad en la posesión por más de 20 años, por
parte del demandado reconviniente, dado que la posesión que probó en el juicio interdictal
de amparo por perturbación no abarca la totalidad de 20 años de posesión contínua y no
equívoca sobre el inmueble que nos ocupa. Así se decide.

Establecido lo anterior, estima esta Sentenciadora (sic), analizar si se da cumplimiento a otros


supuestos requeridos para la Posesión (sic) Legítima (sic) por ser éste requisito indispensable

39
para que pueda prosperar el juicio de Prescripción (sic) Adquisitiva (sic); cual es el que sea
no interrumpida y pacífica, así pues, del análisis de las actas se evidencia que el demandado
reconviniente intentó una querella interdictal de amparo, por ante el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito, A., y Bancario de la Circunscripción
Judicial del Estado (sic) Carabobo, Puerto Cabello, expediente Nº 2008-8020, se entiende
que la querella interdictal de Amparo (sic) procede cuando se configuran actos de
perturbación a la posesión, el demandandado reconviniente en el interdicto afirma que ha
sido amenazado con desalojarlo de la posesión del inmueble; ahora bien, se aprecia que la
referida querella se intentó contra el ciudadano GIUSSEPPE CIRCELLI, precisamente el
demandante reconvenido en el presente juicio, lo que da a entender que sobre el inmueble
existe y ha existido una constante reclamación sobre la posesión. Siendo esto así, no cabe
duda de que la posesión alegada por el demandado reconviniente no cumple con unos de los
atributos para ser considerada legítima, ya que por los hechos expuesto se incumple con el
requerimiento de que la posesión deba ser ininterrumpida y pacífica, ya que han existido
hechos de los cuales se deriva que las partes se han enfrentado por la posesión del inmueble
demandado, Siendo esto así, evidentemente al no ser no interrumpida y pacífica la posesión
no puede ser legítima. Así se decide.

La prescripción adquisitiva no se funda únicamente en la posesión; supone también la


inacción de la persona contra la cual corre, y también su inacción injustificada. Si la
prescripción corre en su contra, se debe a que no ha actuado.

Era necesario entonces, que el demandado reconviniente acreditara a través de todos los
medios probatorios posibles la continuidad en su posesión, es decir, la legitimidad requerida
para adquirir por prescripción, tanto más, cuando a través del presente litigio se discute el
derecho de propiedad sobre el inmueble que posee, lo cual no probó, pues no se constata de
manera certera, para quien decide, que en efecto el demandado reconviniente haya estado en
posesión del inmueble durante el período de veinte años, pues tal como fue señalado
anteriormente los requisitos establecidos en el artículo 772 del Código Civil, deben
encontrarse de manera concurrente; quedando de esta forma entonces, desechada la defensa
de fondo de prescripción adquisitiva, que fuere propuesta por la parte demandada. Así se
decide.

Siendo que el demandante-reconvenido probó ser el propietario del bien inmueble sobre el
cual se solicitó su reivindicación, lo cual hizo mediante justo título como se dijo con
anterioridad y probado que existe un inmueble susceptible de reivindicación el cual es
ocupado ilegítimamente por el demandado-reconviniente, es necesario para esta juzgadora
ordenar su reivindicación y declarar sin lugar la prescripción adquisitiva reclamada por el
demandado-reconviniente por no haberse demostrado los supuestos que conforman la misma.
Así se decide…”.

Ahora bien, ante lo delatado esta M.J. considera pertinente invocar que en la cuarta denuncia
por defecto de actividad, se denunció la infracción del ordinal 3° del artículo 243 del Código
de Procedimiento Civil, por lo que se procedió a la revisión de la decisión recurrida, razón
por la cual, se da por reproducidos los argumentos expuestos en la referida denuncia, en la

40
cual se dejó expresamente establecido que en la decisión recurrida se patentiza las razones
de hecho y de derecho, que llevaron al juzgador de alzada a determinar que en el caso in
comento el demandante demostró su derecho de propiedad, así como, la identidad sobre el
bien inmueble que pretende reivindicar, igualmente, el juzgador profirió con respecto a la
reconvención por prescripción adquisitiva, que el demandado reconviniente no logró
demostrar en los autos, la posesión legítima del inmueble que se reivindica, por lo que,
procedió a declarar con lugar la reivindicación del referido inmueble y, sin lugar la
prescripción adquisitiva.

De modo que, ante lo determinado es evidente que el juzgador de alzada no incurrió en el


vicio de motivación acogida, ya que no se da el supuesto establecido por la doctrina de esta
Sala, siendo que, para que se configure el referido vicio es necesario que el juzgador
transcriba y haga suyo los motivos de hecho y de derecho por los cuales el juez de primer
grado decidió la controversia y que además, no exprese los motivos en los cuales fundamente
su sentencia, lo cual no ocurrió en el sub iudice, por cuanto, como se desprende del extracto
de la sentencia de alzada citado en la resolución de la cuarta denuncia de este capítulo, así
como del extracto de la sentencia de primera instancia supra transcrito, el juzgador de alzada
no copió la sentencia del a quo sino parte del fallo del tribunal superior que conoció en alzada
en la primera oportunidad de la apelación.

Por las consideraciones antes expuestas, esta S. declara improcedente la presente denuncia
por infracción de los artículos 12, 15, 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil, y
los artículos 2, 26, 49 ordinal 8° y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. Así se decide.

-VI-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción de los artículos 12, 15 y 243 ordinal 5° eiusdem, alegando
al respecto lo siguiente:

…el Juez (sic) de alzada incumplió con el deber de atenerse a todo lo alegado en autos,
además el fallo no contiene decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión
deducida y a las excepciones o defensas opuestas, incurriendo con tal conducta en el vicio de
incongruencia negativa…

(…Omissis…)

En efecto, respetables magistrados (sic), en el libelo de la demanda la parte demandante en


reivindicación, en el CAPITULO (sic) III, el que intitulo como “DEL POSEEDOR O
DETENTADOR”, alego (sic) lo siguiente: “…Después de la muerte del Ciudadano (sic)
ARTURO RAMON (sic) MENDOZA, acaecida en fecha 27 de octubre de 1985 este bien
inmueble paso a propiedad de sus Co-herederos (sic) Ciudadanas (sic):
Z.R.P.V.Y.M.M.M.P., quienes en todo momento lo detentaron, en su condición de

41
propietarias, por lo que procedieron a hacer la Declaración (sic) Sucesoral (sic)
correspondiente, la que fue registrada por ante el Registro Inmobiliario de Puerto Cabello, en
fecha 17 de junio del Año (sic) 1992, bajo el N° 5, folios 18 al 21, Protocolo (sic) 4°. En
fecha Doce (12) de Abril (sic) adquiero la propiedad del inmueble por compra que hice a sus
legítimos propietarios, supra identificadas, Ciudadanas (sic) Z.R.P.V.Y.M.M.M.P.,
ARTURO RAMON (sic) MENDOZA ROJAS, N.K.M.R., suficientemente identificados, en
el Capítulo (sic) I, del presente escrito y de lo que se desprende de las documentales que se
anexan marcadas “A” y “B”, respectivamente. Para el momento en que adquiero el inmueble
objeto de la presente acción el mismo estaba en posesión del Ciudadano (sic) L.A.M., (…);
hermano del Ciudadano (sic) ARTURO RAMON (sic) MENDOZA, ya identificado, y este
fallece posteriormente, en fecha 07 de Mayo (sic) del 2006, para la fecha de su deceso, ya mi
persona era el propietario del inmueble objeto de la presente acción; quedando los hijos del
Ciudadano (sic) L.M. (padre), Ciudadanos (sic) L.A.M.S., (…), W.A.M.S., (…), y
C.M.M.R., (…), quienes quedaron en posesión del inmueble y que tenían conocimiento pleno
e incluso desde antes de su compra, mi intención de adquirir el inmueble objeto de la presente
acción…”.

Pues bien, ciudadanos magistrados (sic), este alegato expreso del demandante fue admitido
por mi patrocinado en el escrito de contestación a la demanda por ser pertinente con su
pretensión de Prescripción (sic) Adquisitiva (sic) sobre el inmueble objeto de disputa incoada
por vía reconvencional y por la excepción de fondo que opuso en ese mismo acto, por lo tanto
el juez de la recurrida estaba en la obligación de emitir pronunciamiento al respecto y no lo
hizo, incurriendo con tal conducta en el vicio de incongruencia negativa.

(…Omissis…)

D. resaltar que el vicio delatado fue determinante de los dispositivo del fallo toda vez que la
ausencia de decisión sobre el alegato antes indicado es pertinente con la pretensión de mi
patrocinado, por tratarse de hechos afirmados que guardan estrecha vinculación con la
posesión legítima esgrimida para obtener por usucapión veintenal, la prescripción adquisitiva
de la propiedad sobre el bien inmueble objeto del presente litigio…

. (N. y mayúsculas del texto).

El formalizante delata que el juzgador de alzada incurrió en el vicio de incongruencia


negativa, por cuanto, no emitió el correspondiente pronunciamiento respecto a la defensa
invocada por el demandante en su escrito libelar, relativa a la posesión del bien inmueble
objeto de controversia, por parte de los hijos del ciudadano L.A.M., defensa esta que fue
admitida por el demandado en su escrito de contestación a la demanda.

La Sala ha indicado de forma reiterada que el recurrente solo tiene interés y legitimación
para formular el vicio de incongruencia negativa respecto de los alegatos formulados por él
y no por su contraparte. (caso: 23-21 Oficina Técnica de Construcciones C.A., c/ “Banco
Unión S.A.C.A. y otro), lo cual sería suficiente para desechar la presente delación, sin

42
embargo, como el recurrente señala que tal alegato fue admitido en la contestación de la
demanda por ser pertinente con su pretensión de prescripción adquisitiva y debió ser objeto
de pronunciamiento, la Sala pasa a resolverla.

En tal sentido, esta M.J. observa que el ad quem en su decisión determinó en el caso
in comento, que el demandante al demostrar la propiedad del bien inmueble que pretende
reivindicar mediante justo título, así como, que dicho inmueble está posesionado por el
demandado, quien a su vez no probó los requisitos de la posesión legítima, resulta
procedente en derecho la presente acción por reivindicación.

De manera que, esta Sala ante lo determinado por el ad quem en su fallo, no evidencia
que este incurriera en el delatado vicio de incongruencia negativa, por cuanto, el juzgador
profirió el correspondiente pronunciamiento respecto a la defensa invocada por el
demandante, respecto a la posesión del bien inmueble objeto de controversia, por parte del
demandado, defensa esta que fue admitida por el accionado, solamente que este no logró
demostrar en los autos que dicha posesión fuese legítima.

En consecuencia, al no configurarse el vicio delatado, esta M.J. declara improcedente la


infracción de los artículos 12, 15 y 243 ordinal 5° del Código de Procedimiento Civil. Así se
decide.

-VII-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción del artículo 243 ordinal 4° eiusdem, con fundamento en lo
siguiente:

…por haber incurrido en el vicio de inmotivación por contradicción en la motiva. En efecto,


respetables magistrados (sic), en el folio 229 y vto., de la sentencia acá impugnada por este
recurso, se patentiza el vicio delatado por cuanto el juez de alzada, en un primer momento,
al entrar al análisis del título supletorio incorporado al proceso como medio de prueba de la
posesión legítima que por más de veinte (20) años el causante de mi patrocinado ejerció sobre
el inmueble objeto de disputa, sostiene que no le otorgo (sic) validez a dicho título al no
concurrir íntegramente los testigos que intervinieron en el mismo a ratificarlo, y más adelante
al vuelto del folio 229 al folio 230 de la misma recurrida, procedió al análisis de las
declaraciones de ambos testigos, y ciertamente mi mandante en su escrito de pruebas
promovió ambas testimoniales de los ciudadanos JUAN CORREA Y FRANCISCO JOSE
(sic) RUIZ DIAZ (sic), conforme al artículo 431 ibidem (sic), para que ratificaran en su
contenido y firma el mencionado título supletorio, lo cual hicieron con sus declaraciones
levantadas, en actas insertas en los folios 174, 175, 176, 177, 179 y 180, respectivamente
(pieza N° 4 del expediente), por lo que la recurrida incurrió en el vicio de contradicción en
los motivos al sostener criterios radicalmente opuestos en torno a un mismo punto
relacionado con la evacuación de la prueba testimonial en referencia, y por ende, deja al fallo
huérfano de motivos e incurre en el vicio de inmotivación…

43
El recurrente denuncia que el ad quem incurrió en el vicio de inmotivación por
contradicción en sus motivos, por cuanto, este al analizar el título supletorio incorporado al
proceso como medio de prueba de la posesión legítima que por más de veinte (20) años
ejerció el causante del demandado sobre el bien inmueble objeto de controversia, “no le
otorgó validez a dicha probanza, en razón, de que no concurrieron íntegramente los testigos
que intervinieron en el mismo a ratificarlo”, para luego, proceder al examen de las
testimoniales rendidas por los ciudadanos J.C. y F.J.R.D., los cuales ratificaron en su
contenido y firma el referido título supletorio, incurriendo así en la infracción delatada.

Ahora bien, esta S. observa, que el juez de alzada no desechó el título supletorio referido por
el recurrente “al no concurrir íntegramente los testigos que intervinieron en el mismo a
ratificarlo”, como afirma el formalizante, sino que hizo referencia a las razones dadas por el
juez de primera instancia al declarar que no estaban demostrados los requisitos de la posesión
legítima, para luego realizar -ahora sí, el juez de alzada- el examen de las declaraciones de
los referidos testigos, de lo que se evidencia que no existe tal contradicción lógica en los
fundamentos de hecho y de derecho que hagan inmotivado el fallo. En consecuencia, se
declara improcedente la denuncia. Así se establece.

-VIII-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción de los artículos 12, 15 y 252 eiusdem, así como, los artículos
2, 26, 49 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, argumentando
al respecto lo siguiente:

…el juez de alzada incurrió en quebrantamientos de formas sustanciales de los actos que
menoscaban el derecho de la defensa. En efecto, respetables magistrados (sic), se observa de
las actas procesales que la recurrida fue dictada en fecha 11 de Mayo (sic) de 2015, luego en
fecha 14 de Mayo (sic) de 2015 mediante diligencia realizada por mi patrocinado fue
anunciado formalmente el Recurso (sic) de Casación (sic) contra la misma, siendo que
posteriormente, y sin que la parte favorecida por dicha decisión solicitara aclaratoria o
corrección alguna sobre dicho fallo, el juez superior en fecha 19 de Mayo (sic) de 2015,
emitió nuevo pronunciamiento mediante el cual modifico sustancialmente el dispositivo de
la anterior sentencia definitiva del 11 de Mayo (sic) de 2015, en su particular QUINTO, el
cual es del tenor siguiente: “…Con expresa condenatoria en costas a la parte demandante
conforme a lo contemplado en el artículo 281 del Código de Procedimiento Civil…”.

(…Omissis…)

Cabe resaltar entonces que la corrección y rectificación realizada por la recurrida de su propio
fallo definitivo dictado el 11 de mayo de 2015, desbordó la finalidad perseguida por dicha
figura procesal del artículo 252 del Código de Procedimiento Civil, pues al examinarse los
términos en que ha sido planteada y acordada por decisión del 19 de mayo de 2015, dicho
sea de paso, en forma por demás extemporánea, se puede verificar que emitió un nuevo

44
pronunciamiento sobre lo ya decidido, esto es revocó el contenido del particular QUINTO
de la Dispositiva (sic) emitida en fecha 11 de mayo de 2015, sin que la parte interesada, como
lo es el demandante lo hubiese solicitado, por lo que incurrió en quebrantamiento de formas
sustanciales de los actos que lesionan el orden público…

. (Negrillas del texto).

El formalizante delata que el juzgador de alzada incurrió en el quebrantamiento de formas


sustanciales de los actos que menoscaban el derecho a la defensa, siendo que, el juzgador
procedió a la corrección y rectificación del contenido del particular quinto de la decisión por
él proferida en fecha 11 de mayo de 2015, con lo cual, emitió un pronunciamiento sobre lo
ya decidido, sin que el demandante hubiese solicitado tal corrección.

Ahora bien, esta S. ante lo denunciado observa que el recurrente (demandado) no tiene
legitimidad para delatar tal infracción, por cuanto, la misma no le causa agravio.

Sin embargo, en el caso de que el recurrente tuviese tal legitimidad, esta M.J. observa que la
decisión recurrida proferida en fecha 11 de mayo de 2015, en su parte dispositiva declaró, lo
siguiente:

…PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por el ciudadano L.A.M.S.,


a través de apoderado Judicial Abogado Jesús Rafael León, mediante la cual se impugna la
sentencia definitiva dictada por el Tribunal Segundo de Primera Instancia de este Circuito
Judicial, de fecha 31 de Marzo (sic) de 2014, en la que se declara con lugar la acción de
reivindicación del inmueble en disputa, incoada contra la parte recurrente por el ciudadano
G.C.G., representado judicialmente por la abogada M.R., todos identificados, sin lugar la
pretensión actoril de daños y perjuicios y; sin lugar la reconvención planteada por la parte
apelante contra la actora, cuyo motivo estriba en una pretensión sobre Prescripción (sic)
Adquisitiva (sic) de la Propiedad (sic); tramitada la causa en el Tribunal (sic) de origen, en
el expediente GH31-V-2010-000009.

SEGUNDO: Con lugar la reinvindicación del inmueble…

TERCERO: SIN LUGAR la prescripción adquisitiva de la propiedad pretendida por el


ciudadano L.A.M.S..

CUARTO: SE MODIFICA la sentencia recurrida en los términos expuestos en el presente


fallo.

QUINTO: Con expresa condenatoria en Costas a la parte demandante, conforme lo


contemplado en el artículo 281 del Código de Procedimiento Civil…

45
En tal sentido, el ad quem mediante auto de fecha 19 de mayo de 2015, procedió a declarar:

…Analizadas las actas del expediente, este Tribunal (sic) se percata sobre el error cometido
involuntariamente, en el particular QUINTO de la Dispositiva (sic) contenida en la sentencia
definitiva dictada el 11 de mayo de 2015, la cual riela a los folios 221 al 232, pieza 5; donde
se condena en costas a la parte demandante, en franca contradicción con la motiva de la
decisión y, las normas legales que regulan tal condenatoria…

(…Omissis…)

II.1.- En tal sentido, conforme a las facultades dadas por el Legislador (sic) en el Código de
Procedimiento Civil, en los artículos 14 y 252; así como también en virtud de las reiteradas
y consolidadas interpretaciones y criterios, establecidos tanto por la Sala Constitucional,
como por la Sala de Casación Civil, al respecto de la facultad oficiosa de los jueces en esta
materia, y de la naturaleza y objeto de las rectificaciones, aclaratorias y correcciones a la
dispositiva de las sentencias. En igual virtud, conforme al deber de este Operador (sic) de
justicia de mantener la integridad de la sentencia proferida, de las normas adjetivas civiles
supra señaladas (arts. 274 y 281 Ibídem), de corregir sus errores en función de garantizar el
derechos constitucional a la tutela judicial efectiva, y mantener la integridad de la
Constitución Nacional, conforme al artículo 334 de la Carta Fundamental; procede a corregir
y rectificar la Dispositiva (sic) de la sentencia definitiva dictada por esta Superior (sic)
Instancia (sic) el 11 de mayo de 2015, en su particular QUINTO, y donde se lee “Con expresa
condenatoria en Costas (sic) a la parte demandante...” debe suprimirse y sustituirse; y en su
lugar debe leerse “Con expresa condenatoria en costas a la parte recurrente…”.

III.2.- En definitiva, el particular QUINTO de la Dispositiva (sic) del fallo definitivo dictado
por esta Instancia (sic) Superior (sic) el 11 de mayo de 2015, debe leerse y contener lo
siguiente:

QUINTO: Con expresa condenatoria en Costas (sic) a la parte recurrente, conforme lo


contemplado en el artículo 281 del Código de Procedimiento Civil.

III.3.- Téngase la presente corrección como parte integrante de la Dispositiva (sic) de la


sentencia definitiva dictada el 11 de mayo de 2015, folios 221 al 232, pieza 5…

. (Negrillas del texto).

Ante lo determinado por el juzgador de alzada en el dispositivo de la decisión recurrida,


esta S. no evidencia que en el sub iudice se configurara el quebrantamiento de formas
sustanciales de los actos que menoscaban el derecho a la defensa, en razón, que este ante el
error cometido involuntariamente en su dispositivo, procedió a corregir tal error con el
propósito de preservar el derecho de cada una de las partes, como el derecho constitucional
a la tutela judicial efectiva, razón por la cual, no se desprende que en el presente se configure
tal vicio denunciado.

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De conformidad con lo antes expuesto, la presente denuncia por infracción los artículos 12,
15 y 252 del Código de Procedimiento Civil, así como, los artículos 2, 26, 49 y 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, debe ser declarada por esta Sala
improcedente. Así se decide.

-IX-

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el
formalizante delata la infracción del artículo 243 ordinal 4° eiusdem, invocando para ello, lo
siguiente:

…la recurrida confirma la valoración que de dichas pruebas documentales hizo la a quo, en
un primer momento, y luego más adelante sobre ese mismo punto analizado, la recurrida
desecha tales probanzas instrumentales, todo lo cual denota una terrible contradicción en la
forma de motivar el análisis probatorio de dichas documentales marcadas “M” y “N”
acompañadas por la parte demandada-reconviniente en apoyo de su pretensión, encima que
admite que la a quo omite criterio de por qué y para qué la valora, y finalmente la dispensa
de emitir otro criterio valorativo a tales medios probatorios. Por lo que la contradicción es
tan evidente que resulta imposible saber cuáles son las razones de hecho y de derecho que le
mereció a la recurrida para el desechamiento y valoración al mismo tiempo de dicho medios
probatorios, por lo que en conclusión incurre en el vicio de inmotivación por contradicción
en la motiva, y por ende incurre en la infracción del artículo 243.4 del Código de
Procedimiento Civil antes denunciado…

Aprovecho la formulación de esta denuncia para en iguales términos delatar el vicio de


inmotivación en que incurrió la recurrida, porque igualmente el sentenciador de Alzada (sic)
cuando analiza lo que tiene que ver con la Reconvención (sic) planteada…

(…Omissis…)

Obsérvese que lo expresado por la recurrida en el párrafo transcrito, en modo alguno


constituye las razones de hecho y de derecho para el análisis de la reconvención planteada
por lo tanto resulta inadmisible tan ilógico razonamiento en que torno a este tema y no
conforme con ello el ad quem se atrevió a establecer como lo hizo, de que no existe
contradicción entre su decisión y la del a quo, y es por ello que denuncio la infracción por
parte de la recurrida la infracción del artículo 243.4 del Código de Procedimiento Civil…

El formalizante en primer término, denuncia que el juzgador de alzada incurre en el


vicio de inmotivación por contradicción en sus motivos, en razón, de que el análisis y la
valoración otorgada por el juzgador a las documentales marcadas “M” y “N”, las cuales
fueron acompañadas por el demandado reconviniente en apoyo de su pretensión, resulta
contradictoria y carente de las razones de hecho y de derecho.

47
Esta Sala observa, que en relación a la documental marcada “M”, contentiva del registro
mercantil de la firma personal mediante la cual se gestionaría un fondo de comercio bajo la
denominación “Gran Agencia Funeraria La Trinidad”, el ad quem comienza haciendo
referencia a que el juez de primera instancia al valorar la prueba “…no expresa criterio
definido al respecto de porque (sic) y para que (sic) la valora…”, censurando así la decisión
apelada.

En consecuencia, el juzgado de alzada pasa a realizar la valoración de la misma, concluyendo


que es “…inconducente, impertinente, no relevante…”, dado que el documento en cuestión,
no evidencia que el fondo de comercio constituido, opera en el inmueble objeto de la
demanda y el hecho controvertido es la posesión legítima alegada por el demandado, no la
existencia del fondo de comercio.

Asimismo, sobre la documental marcada “N”, el juez ad quem señaló que “…trata de una
venta de de artículos relacionados al ramo funerario, que en nada es de utilidad y pertinencia
para la resolución del asunto planteado…”, por lo que concluye que el juzgado a quo actuó
ajustado a derecho al desestimarla. En este sentido, el ad quem señala que de la referida
documental, tampoco se evidencia que se hayan ejercido actos posesorios sobre el inmueble
objeto del litigio mediante la explotación del fondo de comercio, ya que no permite relacionar
al mismo con el inmueble.

Del análisis anterior, se desprende que las razones de hecho y de derecho dadas por el juez
de alzada al analizar las pruebas referidas por el formalizante, permiten controlar la legalidad
del fallo y saber cuál fue el criterio seguido por el juez sobre las mismas, no configurándose
el vicio de inmotivación denunciado. Se declara improcedente la delación. Así se decide.

En tal sentido, en segundo término el formalizante denuncia que el ad quem incurrió en


el vicio de inmotivación del fallo, por cuanto, el juzgador en su decisión no aportó las razones
de hecho y derecho en el análisis y examen de la reconvención por prescripción adquisitiva.

Ahora bien, a los fines de verificar si el juzgador de alzada incurrió en el vicio acusado, se
hace menester transcribir un extracto parcial de la decisión recurrida, la cual es del siguiente
tenor:

…En cuanto a la Declaratoria (sic) Sin (sic) Lugar (sic) de la Prescripción (sic) Adquisitiva
(sic) reconvenida; ciertamente confirma esta Superior (sic) Instancia (sic), que la a quo
dictaminó correctamente que tal actor debió probar una posesión legítima desde hace más de
veinte (20) años en el inmueble en disputa, sin que haya habido oposición del propietario y
con ánimo de dueño. Esta posesión debió demostrarla a través de actos posesorios que
configuren los elementos de la posesión legitima (sic) (continua, pacifica (sic), pública, con
animo (sic) de dueño, no equivoca) (sic); actos estos que la parte demandada reconviniente
dice haber ejercido desde el año de 1955, a través de su padre y, él de manera directa después
de su fallecimiento. Para ello trae un título supletorio (f.15 al 17, pieza 3) al cual no se le
otorgo (sic) validez, al no comparecer el testigo J.C. y no complementarse la prueba con la

48
testimonial que cumpliría la formalidad esencial de los principios de control y contradicción;
una copia marcada “M” del Registro (sic) Mercantil (sic) de la GRAN AGENCIA
FUNERARIA LA TRINIDAD promovida por la demandada en el escrito de promoción de
pruebas (f.2 al 4, pieza 3) al no señalar objeto, y ser desechada por inconducente e
impertinente, en virtud de no demostrarse que dicha entidad mercantil y el padre del
accionado, ejercitaron su actividad mercantil en el inmueble en concreto que se disputa; así
como las documentales marcadas “N” y “0”, referidas a compra de bienes muebles de la
entidad mercantil referida, y fotografías, y sus correspondientes pruebas de informes, las
cuales no fueron apreciadas al evidentemente ser impertinentes, otras no fueron ratificadas
por testigos, expuestos estos criterios tanto en la valoración de la a quo como en los expuestos
en el punto I.2.3.; copia certificada de la sentencia recaída en el Juicio (sic) de interdicto de
amparo (punto II.3.), en la cual declaro esta Superior (sic) Instancia (sic) no tener cosa
juzgada (punto I.2). Así como las otras documentales, facturas, declaración de rentas y otras
marcadas, desde la Z3 a la Z9, Z14, Z15, 06901 a 0700; medios probatorios documentales
que no guardan relación ni identidad con la posesión de veinte (20) años que se requiere, ni
tampoco con el inmueble en disputa, ya que las direcciones que aparecen en ellas impresas
no se refieren al inmueble que se pretende prescribir ubicado en la calle M. Nº 77; así como
el justificativo de comprobación de hechos que riela a los folios 5 al 8 pieza III, pruebas éstas
(sic) declaradas inconducentes e impertinentes. Estas apreciaciones y valoraciones sobre la
desestimaciones y desechamientos de estas probanzas, hicieron concluyente que la a quo
declarara sin lugar la reconvención por Prescripción (sic) Adquisitiva (sic), en virtud que no
logró probar el demandado.-reconviniente con el requisito de la continuidad en la posesión
del inmueble que se reivindica, por más de 20 años, además de haberse probado con el juicio
de amparo interdictal y la sentencia promovida, rompe con las características de continuidad,
no equivoca (sic) y pacífica, que es requerida absolutamente concurrente en la posesión
legítima de veinte (20) años para que pueda prosperar la Prescripción (sic) Adquisitiva (sic)
reconvenida, y al no ocurrir así no debió prosperar como lo afirma la recurrida, tal como lo
ratifica este Tribunal (sic) Superior (sic) ; en consecuencia No (sic) Debe (sic) Prosperar (sic)
la apelación intentada Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

III.2.- En cuanto a la Reconvención (sic) planteada; se ratifica que la Jueza (sic) de la Primera
(sic) Instancia (sic), al apreciar y valorar con pleno valor el Titulo (sic) de Propiedad (sic)
protocolado en el ahora Registro Público de Puerto Cabello, bajo el Nº 47, f. 335 al 359,
Tomo (sic) 3, del 12 de abril de 2006, probó el actor su propiedad sobre el inmueble que
pretende reivindicar; declarando la a quo que sobre la identidad del inmueble así como en lo
referente a la posesión material que sobre el mismo ejerce la parte demanda (sic), no existe
controversia alguna, al haber sido reconocidas y admitidas tales situaciones por ambas partes
en todo el curso del proceso. Así también se infiere de la recurrida que de los proyectos de
construcción, permisos planos, inspección judicial, le permitieron al querellante demostrar la
identidad entre el inmueble pretendido en reivindicación y el señalado bajo posesión del
demandado, aún cuando sobre este asunto no hubo controversia alguna, siendo admitidas por
ambas partes la discusión de sus derechos sobre el mismo inmueble; en consecuencia
declarando la a quo con lugar la demanda de reivindicación, criterio que comparte
plenamente quien aquí juzga, debiendo confirmarse la recurrida y, declarar la improcedencia
de la apelación intentada Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

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No habiendo entre ambas decisiones inmediato anteriormente decididas ninguna
contradicción, ni violación del artículo 243.4 del Código de Procedimiento Civil, como pide
sea declarada el apelante Y; ASI (sic) SE DECIDE…

. (Negrillas, mayúsculas y subrayado del texto).

De lo anterior se observa que el ad quem en su decisión, con respecto a la reconvención por


prescripción adquisitiva, aportó en su decisión las razones de hecho y de derecho en el
examen de tal pretensión, determinando para ello, que el demandado reconviniente no logró
demostrar en los autos, la posesión legítima del inmueble que se reivindica, por lo que, por
vía de consecuencia, declaró sin lugar la prescripción adquisitiva, razonamiento este que
permite a esta Sala evidenciar la legalidad del fallo recurrido.

Acorde con la anterior consideración, esta M.J. concluye que, no se configura el vicio
delatado y en consecuencia, no hubo infracción del ordinal 4° del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, razón por la cual, la presente denuncia resulta improcedente. Así se
decide.

INFRACCIÓN DE LEY

-I-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante denuncia la infracción por errónea interpretación del artículo 231 eiusdem,
alegando para ello, lo siguiente:

…la citación por edictos de los herederos desconocidos que ordena el artículo 231 del Código
de Procedimiento Civil, en los casos como el que nos ocupa, siempre debe hacerse dada la
imposibilidad del juez de conocer a ciencia cierta, si la información suministrada por el
litigante ha sido ajustada o no a derecho, en cuanto a tales herederos conocidos o máxime
cuando la situación procesal entre ellos es la de un listisconsorcio necesario así lo tiene
establecido la doctrina y la jurisprudencia de esta sala (sic), siendo que el juez de la recurrida
no solo debía establecer, como lo hizo, la existencia de los herederos conocidos, además de
colocar en cabeza del demandante la carga de saber quiénes eran esos herederos
desconocidos, cuando lo cierto es que precisamente si el legislador en el artículo 231 del
Código de Procedimiento Civil los denomina desconocidos, por lo que resulta imperativo el
llamamiento por edictos de tales sucesores, de allí la errónea interpretación de dicha norma
adjetiva civil por parte de la recurrida acerca de su contenido y alcance, por cuanto no
obstante de haber seleccionado dicha norma y haber reconocido su existencia y validez en la
resolución del punto que nos ocupa, equivoco (sic) su interpretación en su alcance general y
abstracto, es decir no le dispenso (sic) el verdadero sentido, haciendo derivar consecuencia
que no concuerdan con su contenido…

(…Omissis…)

50
Obsérvese que la sentencia acá impugnada al interpretar erróneamente el citado artículo 231
del Código de Procedimiento Civil hizo derivar consecuencias que no concuerdan en su
contenido al colocar en cabeza de mi mandante y la de su causante que ambos debían conocer
la existencia de los herederos conocidos dejando entrever que por ello no existían herederos
desconocidos, para el establecimiento de la inexistencia de tales herederos, cuando lo
rigurosamente cierto es que ante los casos como el que nos ocupa es de obligatorio
cumplimiento constatar su existencia a través del llamamiento por edictos conforme lo
dispone dicho artículo 231, siendo que por otra parte, erróneamente asimilo la publicación
de los edictos ordenados por el artículo 692 eiusdem, en el auto de admisión respecto de la
pretensión de prescripción adquisitiva, en cuanto a su contenido y alcance, porque si bien es
cierto que esta norma adjetiva civil exige que el emplazamiento para el juicio a todas aquellas
personas que se crean con derechos sobre el inmueble objeto de prescripción ello no significa
que en ese llamamiento se está ordenando la comparecencia de los herederos desconocidos,
lo único que si asimila esta ultima norma citada es la forma procesal en que se deben publicar
los edictos ordenando que se haga en la forma prevista en el artículo 231 del Código de
Procedimiento Civil, pero es solo una cuestión de forma mas no de contenido como lo
estableció la recurrida haciendo derivar consecuencias que no concuerdan con sus
contenidos, toda vez que resulta por demás erróneo que ambas normas regulen un mismo
supuesto en cuanto en su contenido y alcance, de allí la errónea interpretación de dicha norma
adjetiva civil por parte de la recurrida…

Alega el formalizante que el juez de alzada incurrió en la infracción por errónea


interpretación del artículo 231 del Código de Procedimiento Civil, al establecer que en el
caso in comento las partes tenían conocimiento de la existencia de los herederos conocidos,
razón por la cual, estimó que resultaba absurda tal petición de la citación por edictos de unos
supuestos y posibles herederos desconocidos, contrariando con tal razonamiento lo dispuesto
en la delatada normativa.

La Sala consideró necesario transcribir en extenso la denuncia que antecede, a los efectos de
evidenciar su similitud de fundamentos a la resuelta en el presente escrito de formalización
y que está signada con el numero II, de forma.

Siendo así, en aras de evitar repeticiones inútiles se dan por reproducidos los argumentos que
sirvieron de base para desecharla. En tal sentido, se declara improcedente la infracción por
errónea interpretación del artículo 231 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

-II-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante denuncia la infracción por falta de aplicación de los artículos 12 y 509
eiusdem, con fundamento en lo siguiente:

…por haber incurrido en el vicio de silencio de pruebas. En efecto, respetables magistrados,


el juez de alzada, a pesar de que mí patrocinado en su escrito de promoción de pruebas

51
promovió la testimonial del ciudadano FRANCISCO JOSE (sic) AULAR COLMENARES,
no obstante omitió toda consideración al respecto, por cuanto no la menciono (sic) y menos
aun la analizo (sic) y lo que es peor aún, tampoco la valoro (sic), violando de esta manera las
citadas normas adjetivas civiles 12 y 509 antes señaladas que obligan al juez atenerse a todo
lo probado en autos y, para establecer los hechos, examinar toda cuanta prueba se haya
incorporado al proceso. Cabe destacar que el vicio antes denunciado influyo (sic) de manera
determinante de lo (sic) dispositivo del fallo por cuanto de haber valorado tal prueba
testifical, hubiese concluido que mi mandante ejerció la posesión legitima (sic) sobre el
inmueble en disputa con la consecuencial declaratoria con lugar de la prescripción adquisitiva
incoada por vía reconvencional por mi representado…

El recurrente denuncia que el juzgador de alzada incurrió en la infracción por falta de


aplicación de los artículos 12 y 509 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto, silenció
la testimonial del ciudadano F.J.A.C., es decir, no emitió la correspondiente valoración con
respecto a dicha testimonial, incidiendo así en el vicio de silencio de pruebas.

En relación con el vicio de silencio de pruebas, se tiene que el mismo se configura por
infracción del artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, el cual dispone la obligación
de todos los jueces de analizar y juzgar todas las pruebas aportadas por las partes, aun
aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de convicción,
debiendo siempre expresar cuál fue el criterio del juzgador respecto a ellas. (Sentencia N°
262 de fecha 20 de junio de 2011).

Ahora bien, a los fines de evidenciar o no la infracción delatada, es pertinente invocar lo


establecido por el juzgador de alzada en su decisión, el cual determinó:

…II.4.- En cuanto al alegato específico sobre los errores de juzgamiento del fallo apelado en
torno a la prueba de testigos, se observa: Quiere tratar de la mejor manera entender quien
decide, los enrevesados argumentos, por extensos y llamativas suposiciones, que no se
compadecen con lo que está reseñado en los autos; hechas sobre tal alegación específica,
referida sobre los testimonios de los ciudadanos: J.C., F.R. e I.J.P. y, la apreciación de la
jueza de primer grado, sobre los mismos y sus dichos.

Con relación a la deposición del testigo de nombre J.C. (f.174 al 177, pieza 4), la a quo decide
no valorarlo por no merecerle fe. Argumenta la sentenciadora de la primera instancia que tal
testigo, aún corroborándose que intervino o sirvió de testigo, tanto en el Título (sic)
Supletorio (sic) evacuado por el ciudadano L.A.M. y; el evacuado por el ciudadano A.R.M.,
(ambos hermanos) y sobre las mismas bienhechurías. Constatando este Juzgador (sic) a los
folios 58 al 64, pieza 3, marcado 2E y, a los folios 15 al 17, marcado C, pieza 3; la
participación como testigo en ambos títulos supletorios y, la contesta a la repregunta Primera
(f.176, pieza 4): “Diga el testigo si sirvió de testigo al título supletorio evacuado por el
ciudadano ARTURO RAMON (sic) MENDOZA sobre el mismo inmueble objeto del
presente litigio? Respondiendo: “Que yo me acuerde que va”; se infiere de tal conducta un
desdoblamiento del testigo de marras, que por haber intervenido en ambos títulos supletorios,

52
de ambas partes contendientes, resulta a todas luces un testigo no confiable, que parece no
haber dicho la verdad; por lo que debe desecharse conforme al artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil, tal como lo hizo la a quo, ratificándose tal aserto de la Jueza (sic) de la
primera instancia Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

Con relación a la deposición del testigo que responde al nombre de F.J.R.D.; la Jueza (sic) a
quo dice no valorarlo, por cuanto en sus deposiciones incursionó en contradicciones al
manifestar no conocer a A.R.M. y; manifestando no recordar que hipotecó el inmueble objeto
de esta causa, tal como dice desprenderse del documento marcado 2E, que si constituyó
hipoteca sobre dicho inmueble. Constata esta Alzada (sic) que a la segunda repregunta hecha
al mencionado testigo, deferida como ¿Diga el testigo si constituyó hipoteca a su favor sobre
un inmueble propiedad del ciudadano ARTURO RAMON (sic) MENDOZA y que es objeto
del preste litigio en fecha 03 de noviembre de 1976? R.: “No recuerdo” (f.180, pieza 4); así
como constatado igualmente la nota marginal dispuesta en el Título (sic) Supletorio (sic) que
riela al vuelto del folio 59, pieza 3, en la que se deja constancia de la hipoteca que A.R.M. le
otorga a F.J.R.D., testigo; tiene forzosamente que concluir esta Alzada (sic), que razón tiene
la a quo al desechar el testigo y no valorarlo, por cuanto cae en serias contradicciones, que
además no producen confianza de ser verdaderas sus declaraciones; confirmándose la
decisión de la Jueza (sic) de la primera instancia al respecto Y; ASI (sic) SE DECIDE.-

Con respecto a las declaraciones del testigo I.J.P. (f.188 y 189, pieza 4), la a quo argumenta
aplicar el artículo 478 del Código de Procedimiento Civil, pero sin embargo no se observa si
lo desecha, lo valora o no. Ciertamente que aquí la jueza de la recurrida obvio pronunciarse
directamente sobre la desestimación del testigo o su no valoración. No obstante haber
indicado el artículo 478 Ejusdem (sic), nos orienta a pensar, como también lo concluyo (sic)
en sus informes la parte apelante, que la a quo no lo valora o desecha, por haber entendido
interés del testigo en las resultas del juicio, en virtud de la relación laboral entre él y su
promovente. Ahora bien, resulta de igual manera el argumento y precedente judicial invocado
por la recurrente la posibilidad de que en algunos casos estos testigos por el hecho de ser
trabajadores o tener alguna relación con las partes, puedan ser estimados. Pero todo ello
siempre va a depender, tanto de la legislación vigente que así lo permita, como por la
convicción que el Juez (sic) tenga acerca de la credibilidad del testigo. T. pendiente que una
cosa es excluir el testimonio de un testigo, no admitir la prueba, y otra es la de analizarla y
desestimarla por su falta de credibilidad (M.T.(2008) “La Prueba”. Página 64).

En el caso in concreto, entiende quien juzga, que la a quo al analizar las deposiciones del
ciudadano I.J.P. e invocar su desestimación, conforme al artículo 478 del Código de
Procedimiento Civil, por tener interés en las resultas, manifestó que lo hacía al declarar el
mencionado ciudadano que no solo actualmente trabajaba pare el demandado reconviniente,
sino que desde siempre trabajo para la Gran Agencia Funeraria La Trinidad; siendo que tanto
de las repuestas a las preguntas tercera y cuarta, así como de las repuestas a las repreguntas
primera, segunda y fundamentalmente la tercera, se desprende como I.J.P., mantiene una
relación de dependencia única, entiéndase por toda su vida laboral, con el actor reconviniente,
que hace impretermitible la aplicación de la norma contenida en el artículo 478 del Código
de Procedimiento Civil, puesto que genera, incluso en esta Alzada (sic), una inequívoca,

53
incontestable, si se quiere comprensible interés en defender a quien por toda su vida le ha
tendido la mano, dándole trabajo y manutención para el (sic) y su probable familia; lo que
hace nacer la convicción suficiente de que I.J.P. tiene interés en que el demandado-
reconviniente resulte victorioso en el presente asunto; por lo que este Tribunal (sic) de Alzada
(sic) manifiesta su conformidad total, con lo que hizo la a quo, de aplicar el artículo 478
Ejusdem (sic) por tener el testigo de marras interés manifiesto en las resultas del presente
juicio a favor del ciudadano L.A.M.S.; desestimando las declaraciones dadas por dicho
testigo, desechando al propio testigo Y; ASI (sic) SE DECIDE…

De la transcripción ut supra, la Sala observa que el juzgador de alzada emitió la


correspondiente valoración en relación con la deposición de los testigos J.C., F.J.R.D. e I.J.P..
Sin embargo, no evidencia que el juzgador hubiere pronunciado opinión respecto a la
testimonial del ciudadano F.J.A.C., es decir, no cumplió con el deber de expresar en la
sentencia la operación mental o actividad de percepción que permita conocer a las partes cuál
fue el mérito que tal deposición le mereció, lo cual era su obligación.

No obstante, esta M.J. considera que tal infracción cometida por el ad quem no es
determinante en el dispositivo del fallo, en razón de que el testimonio del ciudadano F.J.A.C.,
fue promovido a los efectos de ratificar las declaraciones emitidas por él en fecha 21 de julio
de 2006, ante el Notario Público Segundo de Puerto Cabello, contenidas en las documentales
que cursan a los folios 6 y 7 de la tercera pieza del expediente. Estos documentos fueron
valorados por el juez ad quem como “Justificativo de Comprobación de Hechos”,
concluyendo que “…de manera alguna describe una posesión en la antigüedad y años
requerida en la prescripción adquisitiva (de 20 años), desprendiéndose una indefinición al
respecto toda vez que en su contenido nunca se indica desde cuando (sic) es la supuesta
posesión que se pretende, de allí su inconducencia e impertinencia…”.

Del examen de las declaraciones evacuadas por el ciudadano F.J.A.C. ante el Juzgado
de Primera Instancia -que no fueron expresamente valoradas por el ad quem- se aprecia que
versan esencialmente sobre los mismos hechos que hizo constar el testigo ante la Notaría
Pública Segunda de Puerto Cabello en fecha 21 de julio de 2006 -esta sí, valorada por el juez
de alzada-, tales como el conocimiento que tiene del ciudadano demandado L.M., así como
de su padre y hermanos; que el difunto padre del accionante ocupó el inmueble objeto del
juicio; que en el año 2006 la sucesión del de cujus A.M., propietario registral del bien, solicitó
al padre del actor aún en vida, que desocupara el inmueble; que luego fue vendido el mismo
al ciudadano demandante G.C., quien también solicitó la desocupación en junio de 2006.

Lo anterior permite concluir que el haber silenciado la testimonial de marras no fue


determinante del dispositivo, ya que declaraciones del mismo testigo sobre hechos
coincidentes, llegaron a conocimiento del juzgador a través del examen del “Justificativo de
Comprobación de Hechos”, expresando en su motivación la convicción que tal testimonio le
mereció.

54
En consecuencia, esta S. desestima la infracción por falta de aplicación de los artículos
12 y 509 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

-III-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante denuncia la infracción por falta de aplicación de los artículos 12, 507 y 509
eiusdem, con fundamento en lo siguiente:

…por haber incurrido en el vicio de silencio de pruebas al no valorar todos los medios
probatorios incorporados al proceso. En efecto respetables magistrados (sic), en los folios 81
y 82, constan las resultas de la Prueba (sic) de Inspección (sic) Judicial (sic) promovida por
la parte demandante, la cual se llevo a cabo en fecha 16 de mayo de 2012, sobre el inmueble
objeto del presente litigio, siendo que una vez constituido el juez de la causa procedió a
nombrar un practico (sic) fotógrafo para realizar tomas fotográficas al inmueble
inspeccionado quien formalmente juramentado a tal efecto procedió a tomar las fotografías
y rindió su informe al tribunal en el lapso que este le fijo (sic), cuyas resultas fueron
incorporadas a los folios 95 a 111 ambas inclusive, en los cuales rielan insertas las fotografías
tomadas al inmueble en disputa, las cuales revelan las imágenes de algunas carrozas fúnebres,
urnas y otros objetos propios de la explotación de la actividad funeraria que mi mandante
alego ejercer en dicho inmueble, a través del ejercicio individual con la firma personal Gran
Agencia Funeraria La Trinidad. Pues bien esta prueba de inspección judicial no fue
mencionada ni analizada y menos aun valorada por la recurrida incurriendo así en el vicio de
silencio de pruebas por cuanto aun cuando dicho medio probatorio fue promovido por la parte
actora el juez del fallo recurrido estaba en el deber ineludible, no solo de hacer mención de
la misma, sino de establecer cuales (sic) hechos quedaron demostrados con dicha prueba,
además debió analizarla y otorgarle el correspondiente valor probatorio en virtud de la
adquisición probatoria que emerge de la aplicación del principio de la comunidad de la
prueba la cual una vez incorporada al proceso debe analizarse y valorarse
independientemente de quien la haya traído al expediente…

El formalizante denuncia que el juzgador de alzada incurrió en la infracción por falta de


aplicación de los artículos 12, 507 y 509 del Código de Procedimiento Civil, por haber
incurrido en el vicio de silencio de pruebas, al no valorar la prueba de inspección judicial
promovida por el demandante, que fue evacuada en fecha 16 de mayo de 2012, sobre el bien
inmueble objeto de controversia.

Ahora bien, observa la Sala que el juzgador de alzada profirió el correspondiente análisis y
apreciación de la inspección judicial evacuada en fecha 28 de mayo de 2012, la cual fue
desechada por cuanto -a su decir- tal inspección cambió su naturaleza jurídica, razón por la
cual estimó que no puede dársele valor probatorio.

En tal sentido, esta S. no observa que el ad quem en su fallo haya apreciado y valorado la
inspección judicial evacuada en fecha en fecha 16 de mayo de 2012, realizada sobre el bien

55
inmueble objeto de controversia, de la cual a criterio del recurrente se desprende “…rielan
insertas las fotografías tomadas al inmueble en disputa, las cuales revelan las imágenes de
algunas carrozas fúnebres, urnas y otros objetos propios de la explotación de la actividad
funeraria que mi mandante alegó ejercer en dicho inmueble, a través del ejercicio individual
con la firma personal Gran Agencia Funeraria La Trinidad…”, de la cual el juzgador no
emitió el correspondiente análisis.

Sin embargo, si bien esta M.J. evidencia que el ad quem silenció tal probanza, la infracción
no es determinante en el dispositivo del fallo, en virtud de que dicha prueba silenciada no
patentizaría la posesión legítima invocada por el demandado sobre el bien inmueble objeto
de controversia, la cual no fue demostrada en la presente causa y en razón de ello, el juzgador
de alzada procedió a declarar sin lugar la acción por prescripción adquisitiva.

Por consiguiente, ante lo evidenciado esta M.J. desestima la infracción de los artículos
12, 507 y 509 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

-IV-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante denuncia la infracción por falta de aplicación de los artículos 473, 474 y 475
eiusdem, alegando al respecto lo siguiente:

…en relación a la prueba de inspección judicial promovida por la parte demandada, toda vez
que la recurrida desechó la inspección judicial evacuada a instancia del demandado
reconviniente, en fecha 28 de Mayo (sic) de 2.012 (sic) (folios 130 al 132, pieza N° 4), con
la excusa de que en una inspección judicial evacuada como en el presente caso, y mucho
menos mediante la orden de presentación de informes de prácticos puede ordenarse evacuar
como se hizo, sin desmeritarse ni cambiarse la naturaleza del medio probatorio tal como
ocurrió en autos, ratificando la decisión del a quo de desechar la inspección judicial de fecha
28 de Mayo (sic) de 2.012 (sic), y así lo estableció (Vuelto del folio 227 al anverso del folio
228, considerando 11.24, de la recurrida).

(…Omissis…)

Es de resaltar que dicha inspección judicial al incorporarse válidamente a los autos debía ser
analizada por la recurrida, no solo con fundamento en los Artículos (sic) 473, 475, 476 del
Código de Procedimiento Civil, sino también conforme al Artículo (sic) 507 ejusdem, que
contiene las reglas de la sana critica (sic) para valorar este tipo de medio probatorio como lo
es la Inspección (sic) Judicial (sic) los cuales fueron infringidas por la recurrida por falta de
aplicación, lo cual fue determinante de lo dispositivo de la sentencia por cuanto si hubiese
valorado dicha prueba otra hubiese sido la suerte del fallo…

El recurrente denuncia la infracción por falta de aplicación de los artículos 473, 474 y 475
del Código de Procedimiento Civil, “…toda vez que la recurrida desechó la inspección

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judicial evacuada a instancia del demandado (…), con la excusa de que en una inspección
judicial evacuada como en el presente caso, y mucho menos mediante la orden de
presentación de informes de prácticos puede ordenarse evacuar como se hizo, sin
desmeritarse ni cambiarse la naturaleza del medio probatorio…”. De igual modo, arguye el
recurrente con respecto a tal probanza, que la promoción, admisión y evacuación de la misma,
se llevó a cabo dentro de los parámetros de la ley, la cual no fue objetada en la oportunidad
de ser incorporada a las actas del expediente.

Las disposiciones cuya infracción se delata, regulan la tramitación de los actos


relacionados con la prueba de inspección judicial, determinando al respecto las personas
autorizadas a concurrir a tal inspección, como el derecho a hacer observaciones por las partes
y la documentación que se debe presentar para tal acto.

Estas disposiciones fueron debidamente cumplidas por el Juzgado Segundo de Primera


Instancia del Circuito Judicial Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del estado Carabobo, extensión Puerto Cabello al evacuar la prueba de inspección
judicial, ya que de un examen del acta levantada al efecto, se aprecia que en la realización
del acto participó el Juez de la causa, el secretario del tribunal, el práctico designado, los
apoderados de las partes y el ciudadano demandado. Asimismo, el acta cumple con lo
dispuesto en el artículo 189 del Código de Procedimiento Civil, indicándose las
circunstancias de lugar y tiempo en que se realizó la inspección, con la descripción de las
actividades cumplidas y los reconocimientos efectuados. También dejó constancia de la
participación de un práctico a los efectos de realizar reproducciones fotográficas y planos del
lugar, en los términos de los artículos 475 y 502 eiusdem.

Ahora bien, el juez de la recurrida al referirse a la prueba de inspección señalada,


expresó que contiene “…constancias sobre dimensiones, linderos y medidas, del inmueble
en cuestión y accesorios, además de especificaciones en las características de la construcción
inspeccionada; que no son materia de un conocimiento de simple constatación del estado de
lugares, personas y cosas y, que por el contrario requieren de un conocimiento pericial (…)
que desnaturalizan la prueba de inspección judicial evacuada…”. En otras palabras, el juez
de alzada desecha por inconducente la prueba, lo cual cuestiona la parte formalizante.

Observa la Sala que la infracción delatada, se formuló incorrectamente como un vicio


de falta de aplicación de los artículos 473, 474 y 475 del Código de Procedimiento Civil,
cuando debió denunciarse como una infracción de norma jurídica expresa sobre el
establecimiento de la prueba lo cual constituye uno de los supuestos previstos en el artículo
320 del Código de Procedimiento Civil, para controlar los errores de derecho en el
juzgamiento de los hechos.

No obstante, como se encuentra en discusión una posible infracción del derecho a la


prueba -que habría sido ilegalmente desechada del proceso, según criterio del recurrente-, y
vista la estrecha vinculación de este derecho con los principios del derecho a la defensa y

57
tutela judicial efectiva (artículos 26 y 257 de la Carta Magna), la Sala pasa a examinar la
actividad del juzgador a los efectos de constatar si existe tal infracción.

En este sentido, del acta de inspección judicial realizada el 28 de mayo de 2012 por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia del Circuito Judicial Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del estado Carabobo, extensión Puerto Cabello, se
evidencia que dejó constancia sobre hechos como la existencia de bienhechurías construidas
sobre el terreno, el estado físico aparente de las mismas, la existencia de vehículos y otros
bienes muebles, así como la presencia del demandado, quien se identificó como poseedor del
inmueble. Adicionalmente, se realizaron reproducciones fotográficas del sitio y unos planos
realizados por un práctico que acompañó la inspección.

De lo anterior se evidencia que, contrario a lo establecido por el ad quem, no se trajeron


al proceso mediante esta prueba, hechos que solo podrían ser acreditados por expertos con
conocimientos especiales, lo que hace patente que el juzgador no debió desechar la prueba.
Sin embargo, tal infracción no resulta determinante del dispositivo, ya que los hechos que se
constataron a través de la inspección, fueron establecidos por los jueces de instancia con base
en otras pruebas, y no se desprenden elementos de hecho relevantes, distintos a los ya
verificados, que pudieran cambiar la decisión, dado que la posesión actual del inmueble por
parte del demandado no es un hecho controvertido, como tampoco la existencia y estado de
los bienes allí encontrados, y en definitiva, la duración de la posesión así como los atributos
de su legitimidad, no podrían desprenderse de una inspección judicial, lo que hace irrelevante
la infracción cometida en relación a la suerte del proceso.

En virtud de lo anteriormente expuesto, se declara improcedente la denuncia. Así se


decide.

-V-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
el formalizante denuncia la infracción por errónea interpretación de los artículos 395, 433 y
507 eiusdem, con fundamento en lo siguiente:

Pues bien, se observa al folio 227 y su vuelto de la recurrida, que el juez de alzada reconoció
las fotografías promovidas por mi patrocinado junto con la contestación de la demanda,
signadas con las letras desde la “P1” hasta la “P19”, como documentales por medio de las
cuales se demuestra la existencia física del inmueble en disputa y la dirección del mismo,
conteniendo en su interior, objetos propios de la actividad de servicios funerarios que alegó
el demandado como hechos relativos a la posesión legitima (sic) que alega, los cuales fueron
realizados en forma individual, a través del fondo de comercio denominado GRAN
AGENCIA FUNERARIA LA TRINIDAD (firma personal), no obstante, la recurrida por
error de interpretación de las normas anteriormente citadas como infringidas, no le otorgó el
correspondiente merito (sic) probatorio, y por ende, las rechazo (sic), por considerar que por
ser documento emanado de tercero, debía ser complementada con la prueba testimonial,

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cuando lo correcto es, que por tratarse de fotografías tomadas y emanada de una persona
jurídica, como lo es el Centro Fotográfico Color Printer, C.A., su veracidad puede
comprobarse mediante la prueba de requerimientos de informes, la cual fue promovida y
evacuada legalmente con la intermediación del juez de la causa, quien oficio a dicha
compañía (…)”.

El formalizante denuncia la infracción por errónea interpretación de los artículos 395, 433 y
507 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto, el ad quem “…reconoció las fotografías
promovidas por mi patrocinado junto con la contestación de la demanda, signadas con las
letras desde la “P1” hasta la “P19”, como documentales por medio de las cuales se demuestra
la existencia física del inmueble en disputa y la dirección del mismo…”.

No obstante, “…no le otorgó el correspondiente merito (sic) probatorio, y por ende, las
rechazo (sic), por considerar que por ser documento emanado de tercero, debía ser
complementada con la prueba testimonial, cuando lo correcto es, que por tratarse de
fotografías tomadas y emanada de una persona jurídica, como lo es el Centro Fotográfico
Color Printer, C.A., su veracidad puede comprobarse mediante la prueba de requerimientos
de informes, la cual fue promovida y evacuada legalmente con la intermediación del juez de
la causa…".

En tal sentido, la doctrina ha venido explicando que “...la errónea interpretación consiste en
la equivocación (desviación) en que incurre el Juez (sic) al indicar el sentido de la Ley (sic),
es decir, sobre su contenido....” (R.J.D.C.. Obra citada. P.. 343).

Ahora bien, ante las defensas invocadas por el recurrente en la presente denuncia, esta Sala
observa, que este arguye una discrepancia con la valoración otorgada por el juzgador de
alzada a las fotografías promovidas por el demandado junto con su contestación a la
demanda, por lo que, que si este no estaba de acuerdo en la forma como el juzgador valoró
tales fotografías, ha debido plantear su denuncia como un error en la valoración de la prueba,
pero no la infracción por errónea interpretación de los artículos 395, 433 y 507 del Código
de Procedimiento Civil, por lo tanto, se desecha dicha delación. Así se decide.

-VI-

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
en concordancia con el artículo 320 eiusdem, el formalizante denuncia la infracción de los
artículos 12, 478 y 508 ibídem, por haber incurrido en el primer caso de suposición falsa.

El formalizante denuncia en la recurrida la falsa suposición, específicamente el primer caso


previsto en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, al atribuir a instrumentos o
actas del expediente menciones que no contiene; y señala como el hecho falso que el juzgador
de alzada al valorar la testimonial del ciudadano I.J.P., aportó a dicha testimonial menciones
que no contiene tal acta de declaración, por lo que, ante tal situación considera que el juzgador

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incurrió en la infracción por falsa aplicación de los artículo 12, 478 y 508 del Código de
Procedimiento Civil.

Respecto al primer caso de suposición falsa que consiste en atribuir a instrumentos o actas
del expediente menciones que no contiene, esta S. en reiteradas oportunidades, ha señalado
que el mismo tiene lugar “…cuando el juez afirma falsamente, por error de percepción o por
olvido de que la verdad es la meta del proceso, que un documento o acta del expediente
contiene determinadas menciones que le sirven para establecer un hecho, cuando lo cierto es
que esas menciones no existen realmente y han sido creadas por la imaginación o por la mala
fe del juzgador…”. (Vid. sentencia Nº 60, de fecha 18 de febrero de 2008).

Ahora bien, ante lo denunciado esta S. estima pertinente transcribir un extracto parcial de la
decisión recurrida, a los fines de constatar la valoración otorgada por el ad quem a la
testimonial del ciudadano I.J.P., la cual es del siguiente tenor:

…En el caso in concreto, entiende quien juzga, que la a quo al analizar las deposiciones del
ciudadano I.J.P. e invocar se desestimación, conforme al artículo 478 del Código de
Procedimiento Civil, por tener interés en las resultas, manifestó que lo hacía al declarar el
mencionado ciudadano que no solo actualmente trabajaba para el demandado reconviniente,
sino que desde siempre trabajo (sic) para la Gran Agencia Funeraria La Trinidad; siendo que
tanto de las repuestas a las preguntas tercera y cuarta, así como de las repuestas a las
repreguntas primera, segunda y fundamentalmente la tercera, se desprende como I.J.P.,
mantiene un relación de dependencia única, entiéndase por toda su vida laboral, con el actor
reconviniente, que hace impretermitible la aplicación de la norma contenida en el artículo
478 del Código de Procedimiento Civil, puesto que genera, incluso en esta Alzada (sic), una
inequívoca, incontestable, si se quiere comprensible interés en defender a quien por toda su
vida le ha tendido la mano, dándole trabajo y manutención para el (sic) y su probable familia;
lo que hace nacer la convicción suficiente de que I.J.P. tiene interés en que el demandado-
reconviniente resulte victorioso en el presente asunto…

De la precedente transcripción, se evidencia que el juez de alzada respecto a la testimonial


rendida por el ciudadano I.J.P., determinó que dicho testigo tiene interés en que el demandado
reconviniente resulte victorioso en la presente causa, siendo que, tanto de las respuestas a las
preguntas tercera y cuarta, como de las respuestas a las repreguntas primera, segunda y en
especial la tercera, se desprende como dicho testigo mantiene una relación de dependencia
con el accionado reconviniente, razón por la cual, estimó de conformidad con lo establecido
en el artículo 478 del Código de Procedimiento Civil, que tales declaraciones rendidas por
dicho testigo testimonial deben ser desestimadas y, en consecuencia, desechar tal testigo.

Ahora bien, la Sala ante lo determinado por el ad quem en su fallo, como a las defensas
invocadas por el recurrente en la presente denuncia, determina que este objeta las
conclusiones jurídicas del juez, respecto de la valoración otorgada por el juzgador al testigo
promovido por el demandado reconvenido, de la cual concluyó que el testigo tiene interés en

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que el demandado reconviniente resulte victorioso en la presente causa, y por tal motivo,
desestimó tal declaración y desechó el testigo.

De manera que, la anterior consideración hace denotar de la presente denuncia es la


inconformidad del formalizante en la manera como el ad quem valoró la prueba testimonial
rendida por el testigo I.J.P., la cual fue promovida por el demandado reconviniente en el
proceso, lo cual en la doctrina no constituye el vicio de suposición falsa, razón por la cual,
ante tales consideraciones que anteceden esta S., desecha la infracción por del primer caso
de suposición falsa, y en consecuencia, la infracción por falsa aplicación de de los artículos
12, 478 y 508 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

DECISIÓN

En mérito de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de


Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela
y por autoridad de la ley, declara: SIN LUGAR el recurso de casación, anunciado y
formalizado por el demandado reconviniente, contra la sentencia dictada por el Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Carabobo, con sede en Puerto Cabello, de fecha 11 de mayo de 2015.

Se condena al recurrente al pago de las costas procesales.

P., regístrese y remítase el expediente al tribunal de la causa, Juzgado Segundo de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Carabobo, con sede en Puerto Cabello. P. esta remisión al juzgado superior de origen, ya
mencionado.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas, a los siete (7) días del mes de abril de dos mil dieciséis.
Años: 205º de la Independencia y 157º de la Federación.

Presidente de la Sala,
GUILLERMO BLANCO VÁZQUEZ
Vicepresidente-Ponente,
F.R.V.E.
Magistrada,
M.V.G. ESTABA
Magistrada,
VILMA MARÍA FERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Magistrado,
YVÁN DARÍO BASTARDO FLORES
Secretario,
C.W. FUENTES
Exp.: Nº AA20-C-2015-000494

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