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Edipo Rey

Personajes Principales

- Edipo: hijo de Yocasta y Layo, noble rey de Tebas que no sabe que vive una
vida incestuosa y que ha matado a su padre biológico.
- Yocasta: madre y esposa de Edipo, viuda de Layo.
- Creonte: hermano de Yocasta, honesto y sincero.
- Tiresias: vidente de Tebas muy sabio, aunque ciego, es quien revela la
verdad a Edipo.

Personajes Secundarios

- Pólibo: rey de Corinto, adopta a Edipo.


- Mérope: madre adoptiva de Edipo.
- Esfinge: monstruo con cabeza de mujer, cuerpo de perro, garras de león,
alas de ave y cola de dragón que atormentaba Tebas.
- Hijos de Edipo: Eteocletes, Polinice, Antígona e Ismene (2 hijos y 2 hijas).
- Mensajero: anciano, sirviente de Pólibo.
- Mensajero 2: Pastor, sirviente de Layo quien entregó a Edipo siendo bebe
al sirviente de Pólibo, quien desenmascara la tragedia.

Resumen

La historia se centra en Tebas, Grecia. La peste se ha desatado sobre Tebas y el


pueblo está muriendo. Con la finalidad de comprender la causa y remedio de tal
tragedia y desgracia, el rey Edipo solicita la ayuda de Creonte, hermano de su
esposa Yocasta.

Creonte es enviado a consultar el oráculo de Delfos (del dios Febo). Creonte al


regresar a Tebas le informa que la peste es el castigo de los dioses por el asesinato
de Layo, el antiguo rey de Tebas a quien Edipo no llegó a conocer. El dios ordena
vengar la muerte de Layo, y a los culpables castigarlos con destierro o asesinato
por asesinato, por lo que hasta que el responsable no expíe sus culpas, la peste
seguirá azotando a la ciudad.

Edipo ordena una investigación y pide al pueblo (cuando habla con el coro) a
entregar al culpable, pero nadie sabe nada. Edipo pregunta a Creonte que por qué
luego de morir el rey Layo nadie averiguaba que sucedió, a lo que Creonte le
responde que debido a la Esfinge.

Lo siguiente no sale en todos los libros. Pero aclara un poco como Edipo llegó a ser rey de Tebas.

Al salir de Delfos Edipo se encuentra con el rey Layo. Layo estaba en camino hacia el Oráculo para
consultarle como librar a Tebas de la Esfinge, un monstruo que asesinaba a sus súbditos cuando no
podía resolver los acertijos que les proponía. Luego de asesinar a Layo, Edipo marcho en dirección a
Tebas y libró a la ciudad de la Esfinge. El acertijo que le dio a Edipo fue el siguiente:

"Adivina este acertijo," le dijo la Esfinge a Edipo, "o encontrarás tu muerte: ¿Cuál es la criatura que en
la mañana camina en cuatro patas, al medio día en dos y en la noche en tres?" Edipo miró a la Esfinge
y le respondió: "El hombre. En su infancia gatea con sus manos y rodillas, que es como tener cuatro
pies. Cuando es un adulto camina en dos pies. Y en el anochecer de su vida, cuando es un anciano,
usa un bastón, lo que equivale a caminar en tres pies."

Edipo al resolver el acertijo logró enfurecer tanto a la Esfinge que ésta se arrojó al océano y se ahogó.
Por esto, Edipo es proclamado Rey de Tebas y contrae matrimonio con Yocasta, sin saber que ésta
era su madre.

Como nadie tiene pista de quienes pueden ser los culpables para poder castigarlos
y así liberar a la ciudad, por consejo de Creonte Edipo busca a un clarividente ciego
llamado Tiresias. Tiresias apenas llega se rehúsa a decirle la verdad y le dice que
lo deje así, que no le conviene saber. Como Tiresias se niega a hablar, Edipo lo
confronta y empieza a sospechar de él y de Creonte, como que están confabulando
en contra de él. Frente a esta acusación Tiresias le hace saber que él es el asesino
de Layo. Edipo no lo cree y acusa a Creonte de ser el asesino y querer quitar su
soberanía. Creonte le dice a Edipo que vaya a Delfos a confirmar el mensaje que el
trajo desde allá y que no quiere la soberanía, está feliz como está. Per Edipo sigue
sin creer y lo sigue acusando.

Creonte y Edipo discuten acaloradamente, hasta que se hace presente Yocasta en


defensa de su hermano Creonte. Edipo habla con Yocasta y le cuenta acerca de
esta conspiración de Creonte y Tiresias. Ya que a través del clarividente se enteró
que él era el asesino de Layo, y que además vive en incesto con su madre, Yocasta.
Edipo, que se tiene por hijo de Pólibo, rey de Corinto, y Mériba de Doria, concluye
que Creonte se ha confabulado con Tiresias para destronarlo.

Yocasta desestima esto ya que no cree que un mortal puede tener real poder de la
adivinatoria y le cuenta sobre lo que mucho tiempo atrás un servidos de Febo le
contó a ella y a su esposo. Con el propósito de disipar las preocupaciones de Edipo,
Yocasta le hace saber que Layo murió en manos de unos bandidos en el cruce de
tres caminos. Asimismo, le anima a no temer de las profecías del oráculo, ya que
en tiempos pasados el oráculo predijo que Layo y ella tendrían un hijo que mataría
a su padre y se desposaría con su madre. Para evitarlo, se deshicieron de la criatura
a los tres días de nacido. Al escuchar esta información, Edipo se inquieta y le
pregunta por los 3 caminos, donde quedan, y como lucía Layo físicamente. Yocasta
le responde, y le cuenta que un servidor de Layo logró escapar en aquel entonces
cuando mataron al rey.

Edipo le cuenta a Yocasta que en su juventud antes de llegar a Tebas, en un


banquete en Corinto le dice un asistente que era un falso hijo de sus padres. Edipo
le pregunta a Pólibo y Mérope quienes lo niegan y le dicen que si es hijo de ellos.
Edipo no lo cree y se va a Delfos a ver a Febo (dios Apolo) donde recibe una profecía
semejante a la que recibió Yocasta con Layo, razón por la cual se exilió de Corinto
para evitar su suerte. Edipo recuerda que en su exilio mató a alguien en el cruce de
tres caminos, pero lo hizo por sí mismo y no en grupo, que era lo que se decía en
el reino (que había sido un grupo de asaltantes). Aun así, comienza a temer que él
sea el asesino de Layo, por lo que envía a pedir por el sirviente que huyó, ya que
este es el único que puede afirmar se fue uno o varios lo que mataron a Layo.
Entonces un anciano mensajero aparece para anunciar que Pólibo (padre de Edipo)
ha muerto y que éste debe ir a tomar su cargo como sucesor. Al escuchar que el no
dio muerte a su padre se tranquiliza y Yocasta lo consuela diciendo que no se
cumplió la profecía que recibió el de joven y que no temiera por tomar a su madre
porque como hombre adulto puede dominarse a sí mismo.

Sin embargo, Edipo y el mensajero de Corintio siguen hablando y Edipo le cuenta


que huyó de Corinto por miedo a lo que le dijo el oráculo de joven (que mataría a su
padre y tomaría a su madre), pero entonces descubre por el anciano que no es hijo
de sangre de Pólibo, ya que el mismo mensajero le explica que lo recibió de un
pastor servidor de Layo cuando era niño con los tobillos amarrados y lo entregó al
rey de Corinto.

Mientras Edipo y el anciano mensaje de Corinto hablan entra Yocasta angustiada


luego de hablar con el pastor que habían mandado a buscar y le dice a Edipo que
no siga investigando que “nunca llegue a saber quién realmente es”. Edipo piensa
que Yocasta dijo eso porque quizás se enteró que él tiene un origen humilde y
Yocasta por orgullo y vergüenza se altera.

Apenas entra el pastor Edipo le pregunta al mensajero si él era quien lo había


entregado de bebe, y el anciano dice que sí. Finalmente, el pastor confiesa que ese
niño se trataba del hijo de Layo, y que este se lo había confiado para que lo matara.
Sin embargo, tuvo piedad de la criatura y lo entregó al mensajero confiado de que
se lo llevaría lejos de allí.

Ante la terrible verdad, Yocasta se suicida. Edipo, consternado al encontrarla


colgada, la baja y decide romper sus ojos con los broches del vestido de Yocasta,
de modo que cuando muera no pueda mirar a sus padres a los ojos en el Hades.
Ciego, le pide a Creonte que cuide de sus hijas y que lo exilie, de modo que Edipo
se condena a vivir para siempre como un extranjero, desprovisto de todo poder,
afecto y consideración.

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