La dorsalgia o "mal de espalda"

Entendemos por dorsalgia el dolor de espalda situado entre la zona lumbar y la

cervical. Esta parte de la columna tiene una convexidad posterior (cifosis), al contrario
de la lumbar y de la cervical.

Podemos distinguir dos tipos de dorsalgia:

• la rígida (en personas mayores y con artrosis)
• la flexible (en espaldas con poca curvatura e insuficiencia ligamento-
musculares).
La dorsalgia se hace crónica cuando los dolores persisten más de tres meses.

En otra clasificación podríamos distinguir la dorsalgia mecánica que se caracteriza por

dolores mas intensos de día y durante las actividades y la dorsalgia inflamatoriaque se
manifiesta con dolores mas importantes al final del día o de noche y disminuyen con los
primeros movimientos de la mañana.

Sus causas son numerosas, les vamos a nombrar las mas frecuentes:
• Por problemas congénitos (malformación vertebral...)
• Por problema estático adquirido, cómo una escoliosis instalada en la
adolescencia, problemas respiratorios, cifosis del adolescente o profesional en el
adulto.
• Por fracturas espontáneas (osteoporosis)
• Por esfuerzos violentos, caídas, golpe directo, fracturas, subluxaciones
• Por factores fisiológicos (descalcificación)
• Por insuficiencia muscular o ligamento-muscular. En este caso la zona dorsal es
bastante flexible pero dolorosa. El dolor aparece al final de la adolescencia, al
inicio de la vida profesional, por malas posturas en el trabajo, por la falta de una
actividad general. También puede aparecer en el embarazo o la lactancia.
• Por sobrepeso
• Por ansiedad y/o estrés
• Por el sedentarismo ( una enfermedad que nos obliga a guardar cama mucho
tiempo, o estar todo el día en la oficina o sentado en el sofá muchas horas
seguidas).

El tratamiento engloba varias disciplinas terapéuticas de forma combinada para

obtener los mejores resultados posibles y acabar con el dolor de forma completa.

En el Instituto de Talasoterapia El Palasiet los tratamientos se centran en :

• La Fisioterapia: relajación de la cintura escapular, reeducación postural (toma
de conciencia), reeducación respiratoria (diafragmática y torácica), musculación
 y tonificación dorsal (para sostener las posturas y buscar la corrección dorsal),
estiramientos manteniendo las posturas.
• Siempre insistiremos en que los ejercicios se traten en extensión dorsal y
buscaremos la apertura de la caja torácica. En la rehabilitación no olvidaremos
de tratar y corregir tanto la zona cervical como lumbar y trataremos de asociar
todas las correcciones para que progresivamente se conviertan en actos
habituales automatizados. En las personas muy mayores que sufren de
dorsalgia constante acompañadas muchas veces de osteoporosis, el tratamiento
de fisioterapia será muy suave, con ligeras movilizaciones y ejercicios de
musculación e insistiremos mucho en la respiración.
• El Masaje y LPG terapéutica: están muy indicado ya que se relizan maniobras
relajantes y decontracturantes desde el cuello y hombros hasta las lumbares,
insistiendo en los paravertebrales y puntos de dolor con presiones y fricciones
más profundas. Ambos buscan la relajación de las tensiones neuro-musculares y
de los ligamentos. Se puede acompañar con movilizaciones pasivas, presiones
y/o vibraciones combinandos con la respiración.
• La Aplicación de calor (infrarrojos, microondas, lodos marinos) es un
complemento habitual en la fase dolorosa, puede ser local (centrada en la parte
de mayor dolor) o general (cuando el dolor se irradia).
• La Talasoterapia es una de nuestras especialidades, utilizando el agua de mar
como elemento terapéutico por su composición única y temperatura (35-
36ºC). Disponemos de numerosas técnicas: ejercicios en piscina de forma
colectiva (aquagym, aquatraining…) o individuales (terapia acuática asistida
con fisioterapeuta) , así cómo duchas, chorros, bañeras de hidromasaje,
vaporarium, jacuzzis, cascadas cervicales, camas y sillas de burbujas,
aplicación terapéutica de lodo marino...., para aliviar el dolor.

Consejos de prevención, es indispensable aplicar los consejos para prevenir la

dorsalgia:
• mantener una postura dorsal correcta
• adaptar los asientos a la sensibilidad de nuestra espalda
• utilizar un colchón firme
• evitar los zapatos con tacones muy altos
• evitar llevar objetos pesados
• practicar de forma regular actividades deportivas suaves (natación, aquagym,
yoga, estiramientos de cadenas musculares...).