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LA IGLESIA DOMESTICA

Por Tomás S. Moreno

“La crisis que hoy día sufren la mayoría de nuestras iglesias se debe, en mucho, al hecho de haber
transferido la enseñanza de la fe y de la vida cristiana de su lugar esencial, el hogar. Es el hogar, no el
templo, el centro de enseñanza vital de la fe. La Biblia en su conjunto es bien clara al respecto. El templo
sirvió como centro de adoración y alabanza comunal. La fe de la iglesia del primer siglo se desarrolló
básicamente en el seno del hogar” (Sánchez Citina, E. 1984) (1).

Una de las razones del descuido de la tarea familiar (lo que no lo justifica), ha sido el abandonar la familia
su responsabilidad de iglesia orgánica – doméstica. Actualmente “…es un estilo de vida muy acelerado,
producido por el consumismo que se despierta a través de los medios de comunicación. Esto afecta la
salud mental de la familia y provee un diagnóstico muy común: el estrés, la violencia familiar… La falta de
comunicación y el abandono a la que se expone la familia, hacen que cada miembro realice la satisfacción
de su afectividad o la búsqueda de aceptación más allá del núcleo familiar. En el caso del matrimonio este
puede llegar al adulterio. En el caso de los jóvenes, el consumo de alcohol, drogas, pornografía, el
aumento de madres solteras (2), lo que desvirtúa el modelo de familia en su esencia” (2001, CLADE VI
Palabra, Espíritu y Misión, pg. 118).

La familia es atacada en sus valores, y el mayor de ellos es su papel como iglesia doméstica; ella ha
transferido a la Iglesia institucional su responsabilidad familiar de ser objeto y agente de misión,
dejándose a un lado a la familia como el primer centro misionero de vida y fe.

Es un llamado a regresar al principio, así como lo expresó Jeremías (6:16) o Jesucristo a los fariseos al
recordarles que el objetivo de Dios desde el principio ha sido la unión familiar y no su disolución (Mateo
19:1 al 12, en particular el verso 8: “…en el principio no fue así”). Como lo recordamos en CLADE IV, “…de
acuerdo con Génesis 1:28, Dios establece la misión de la familia según su propósito que ésta sea una
institución básica y fundamental para el crecimiento y la multiplicación de la humanidad en su dimensión
individual y colectiva” (2001, Documento, Pg. 122).

ESTO IMPLICA UNA TAREA INTERNA: HACIA Y EN LA FAMILIA.

 Reconocer, explorar, experimentar y vivenciar los principios y valores del reino de Dios, a partir
de la experiencia que genera una relación con Cristo tanto en lo personal como familiar y dentro
de un proceso que favorece el desarrollo personal y familiar (Iglesia doméstica).
 Permitir la presencia de Dios en medio de ella, para ser objeto y sujeto de la acción
transformadora del Espíritu Santo.
 Inicialmente como padres (esposo – esposa) ser los responsables en la formación de los hijos y en
el fortalecimiento de la unidad de todos los integrantes de la familia en amor, igualdad, respeto,
protección y servicio a Dios.
La vida y acción de la Iglesia (Institución) depende de la marcha de la familia. La misión cristiana hacia la
sociedad también depende inicialmente de la iglesia doméstica. Decisiones sobre la fe, moral, profesión…
se han dejado a cargo de las escuelas, medios de comunicación masiva, iglesias o centros religiosos, etc.
Ya no es lo común en el hogar la formación cristiana y ciudadana. Por otro lado, en cuanto a los centros
religiosos, éstos deben servir sobre todo, como puntos de enlace para que las familias se reúnan para
convivir, compartir, instruirse en cuanto al cómo de su tarea como iglesia doméstica.

LA IGLESIA DOMESTICA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Según Edesio S. “La membresía de la iglesia debe ser vista primeramente no a partir de individuos, sino
de las familias que la conforman… antes de hablar de iglesias locales, parroquias, debemos hablar de
iglesias domésticas… El Antiguo Testamento, se enfoca en la familia y es a ella a la que tiene como sujeto
de acción. Deuteronomio 6:4 al 9” (Sánchez, E. 1984, pg. 22). La familia, es usada en el Libro de
Deuteronomio con un instrumento para que la generación receptora hiciera llegar a las próximas el
mensaje de Dios mostrando un proceso doméstico muy particular que de manera magistral se ofrece la
forma “El qué y el cómo”: El sujeto (los padres), el objeto: los hijos; el contenido: “Estas palabras”; el lugar:
El hogar; el tiempo: toda la actividad humana habitual; y los medios: comunicación oral, escrita y práctica.
(Sánchez, E. Pg. 27).

 Recepción de la enseñanza: “…escucha las palabras”. V.4.


 Puesta en práctica de la enseñanza: “Amarás al Señor…”. V.5. Una decisión.
 Apropiación de la enseñanza: “…quedarán en tu memoria”. V.6. Internalizar.
 Transmisión de la enseñanza: “se las inculcarás a tus hijos”. V.7.
 Repaso de la enseñanza: “…hablarás de ellas… las atarás… las escribirás”. V. 7 al 9.

Siguiendo este planteamiento bíblico, desde el Antiguo Testamento encontramos que necesitamos
desarrollar una pastoral familiar o de la familia que mantenga en balance la enseñanza bíblica y las
circunstancias históricas en las que se desenvuelven nuestras familias. Lo que se enseña y en dónde se
enseña. Este modelo no fue muy diferente en la Iglesia del primer siglo como veremos a continuación.

LA IGLESIA DOMESTICA EN EL NUEVO TESTAMENTO

En el mundo antiguo lo que hoy conocemos como familiar nuclear, no era usual tal definición; según
Comiskey, sólo encontramos una palabra que se traduce como familia extendida: “Oikos”. La cultura
normal para la iglesia primitiva se centró en el oikos (hogar o familia extendida), que es la palabra griega
que significa hogar, casa o familia extendida. Dios usó esos vínculos naturales (Oikos) de relaciones para
penetrar en el mundo romano a través de la multiplicación de iglesias de o en las casas (2012. Comiskey,
J.). En el libro de Hechos es presentado como “Oikos” o la iglesia en la casa, lo que le da un sentido más
eclesial en cuanto a fin y desarrollo (3). Un “Oikos” era una esfera de influencia, sistema social primario
compuesto por todos aquellos relacionados entre sí por lazos comunes de familia, trabajo y vecindad.

El “Oikos”, dice Thomas Wolf, era la unidad básica de aquella sociedad, un auténtico círculo de influencia.
Según él, el blanco estratégico de la iglesia primitiva por medio de los “Oikos” fue correcto y la puntería
asombrosa, y esta es la estrategia para el mundo actual (1985. Wolf, T., y otros. Pg. 171,172).
Bajo este planteamiento, la iglesia va a la gente en su contexto, entorno y relaciones cercanas; así mismo,
puede conquistar y penetrar totalmente a la ciudad y a la nación. En su época, tanto para los hebreos
como para los romanos, el hogar representó la unidad y bastión fundamental de la sociedad; ante esto,
la primera iglesia, sencillamente, realizó su misión y pastoral hacia y desde el contexto familiar.

Revisemos un poco de esta realidad en el Nuevo Testamento:

 Cristo hizo uso de algunos hogares para enseñar, sanar a algunas personas, celebrar la primera
cena (Mateo. 8:14-16; 26:18. Marcos 2:1,2).
 Pentecostés sucedió en una casa, y desde allí la primera y poderosa predicación de los apóstoles
(Hechos 2), la primera predicación directa a los gentiles (Hechos 10:24-27), y las primeras iglesias
constituidas por el apóstol Pablo se iniciaron en una casa. La predicación del apóstol era común
en las casas (Hechos 20:20).
 La iglesia primitiva usó y desarrollo mucha de su tarea misional en las casas (Hechos 2:46,47; 5:42).
Una de las razones por la que en el Nuevo Testamento encontramos al hogar como estrategia
misionera y punta de lanza en el trabajo de la Iglesia: “La casa de Jasón (Hechos 17:5), de Tito el
Justo (18:7), de Felipe en Cesarea (21:8), del carcelero de Filipos (16:15,32), de Esteban (1
Corintios 1:16; 16:16). La predicación en Europa se inicia en una casa, la casa de Lidia quien se
bautiza con toda su familia, primera cristiana e iglesia en Europa (Hechos 16:15, 40).
 El apóstol Pablo alquiló una casa en Roma y utilizó su hogar para predicar el evangelio de
Jesucristo y desarrollar su misión allí (Hechos 28:30,31).
 En Corinto, el Jefe de la Sinagoga, Crispo, creyó en el Señor con toda su casa.
 En Colosas, la iglesia en la casa de Ninfas. Colosenses 4:15.

Algunos investigadores comentan que el gran Clemente (6) llegó a conocer de Cristo en el hogar de un tal
Simón, donde el apóstol Pedro tenía una discusión sobre la fe en Cristo, a quien Clemente buscó luego, y
en la casa del apóstol fue instruido acerca de la salvación. El mismo Clemente llega a relatar que Teófilo,
supuestamente, la persona mencionada por Lucas (1:1) convirtió su hermosa casa en una iglesia (1977.
Green, M. Pg.304). Clemente es referido por Pablo en Filipenses 4:3.

M. Green relata que en la historia de la primera iglesia hay referencias de que Celso se quejaba de este
tipo de reuniones, puesto que en los hogares, los tejedores y los zapateros remendones, los lavadores y
los campesinos, a quienes despreciaba profundamente, hacían proselitismo, llevando a Cristo también a
los nobles y muchas familias del imperio (1977. Pg. 200).

Los templos formales no aparecieron sino hasta el 232 DC. , Lo más común como dice Bob Fitts, eran “las
iglesias en las casas” (4) Michael Green nos muestra el tipo de actividades que se hacía en las casas, y en
su opinión, ello hacía posible un intercambio real, permitía discusiones informales entre los participantes,
no existía el aislamiento artificial del predicador con respecto a sus oyentes; su informalidad la hacía una
actividad tranquila y muy familiar (Op sic. p.300). Entre esas actividades se encontraban:

 Reuniones de oración. Hechos 12:12.


 Tardes de fraternidad. 21:7.
 Servicios de la cena del Señor. 2:46.
 Vigilias nocturnas de oración e instrucción. 20:7.
 Actividades de adoración e instrucción. 16:32.
 Reuniones evangelísticas improvisadas. 10:22.
 Reuniones evangelísticas planeadas. 18:26.
 Reuniones con aquellos que querían conocer más de Cristo. 5:42.
 Instrucción organizada. 28:17. 20:20s.

Lo más importante de este asunto, a diferencia de lo que piensa hoy la iglesia institucional, los cristianos
en la época de los apóstoles reunidos en sus casas, ellos se consideraban “Iglesia”: “las iglesias de Asia les
envían saludos. Aquila y Prisca, junto con la iglesia de su casa, les envían muchos saludos en el Señor” (1
Corintios 16,19).

En su introducción al libro de los Hechos Luis F. García Viana plantea: “Las comunidades cristianas de aquel
tiempo se organizaban como comunidades domésticas. En las casas se desarrollaba la vida comunitaria,
la oración en común, la fracción del pan, la predicación y la catequesis; en ellas se acoge a los misioneros
itinerantes, se presentan a los profetas… La familia de Aquila y Priscila apoya a Pablo en su trabajo; más
tarde ellos presiden una iglesia doméstica. La iglesia doméstica era un marco apropiado para la vida de
esas comunidades nacientes, puesto que se vivía en un ambiente parcialmente hostil, además, fueron un
buen recurso para el discipulado y la vivencia cristiana, en donde la antigua comprensión religiosa fuese
judía o pagana se abría a una nueva comprensión: la existencia en Cristo y en el Espíritu.”. (García, V. L. F.
2013)

Al estudiar con detenimiento Hechos 5, y como lo señalan algunos investigadores, los primeros cristianos
no tenían un templo como tal, por lo que se reunían en los corredores del Templo de Jerusalén y en las
casas. Es acá en donde por primera vez se les llama “Iglesia” (Ekklésía). Hechos 5:11. Y en esas reuniones
domésticas hubo toda la expresión práctica de lo que es una iglesia.

EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA, DESPUÉS DE LOS APOSTOLES:

Voy a referir a alguien que fue un gran promotor de la familia como objeto y agente de misión, iglesia
doméstica entre los años 300 – 400 después de Cristo.

Juan Crisóstomo o Juan de Antioquía, enseñó mucho en sus Homilías sobre la “Iglesia doméstica”. “…La
casa se hace, por lo tanto, iglesia cuando allí se lee y medita la Sagrada Escritura: la lectura de la Biblia es
la mesa espiritual en la casa para nutrir la vida del Espíritu… En el leer la historia de los santos descripta
en la Biblia, se puede vivir junto con estos santos y acoger en casa a Pablo, Pedro,
Juan y todos los otros santos, y al mismo Señor… Junto a la lectura de las Sagradas Escrituras es necesario
también orar juntos: donde algunos se reúnen en la oración y en el canto de los salmos, se puede llamar
a esta reunión verdadera iglesia”. Crisóstomo recomienda la oración y el canto de los salmos
particularmente en la mesa, antes y después del almuerzo: “…la salmodia es una defensa contra las
insidias del demonio y hace posible la presencia de Cristo...” (2018, El Matrimonio, según Juan Crisóstomo.
Ver nota en la referencia). “Regresados a nuestras casas, preparemos dos mesas: una para la comida del
cuerpo, la otra para la comida de la Sagrada Escritura…” Juan Crisóstomo.
Y AHORA, ¿QUE HACEMOS ANTE ESTE PLANTEAMIENTO?

CONCLUSION

La familia como “Iglesia doméstica, pequeña e inmensa Iglesia” es comunidad de fe, de amor y santuario
de vida. Y tiene las funciones de la Iglesia grande: profética, sacerdotal y misional. “Ciertamente se añadía
un valor pastoral, pues si la familia cristiana poseía una naturaleza eclesial, se podría presentar
verdaderamente como una comunidad de gracia y salvación y, por tanto, se pondría de relieve el valor
trascendente –de eternidad– que tiene la vida conyugal vivida de acuerdo con el plan de Dios; a la vez,
gracias a poseer unas notas propias, se podría distinguir de las otras familias no cristianas, sin que esta
distinción llevara consigo separación, alejamiento o incomunicación de las otras familias; al contrario,
quedaría más iluminada su misión evangelizadora en un mundo multirreligioso y, a la vez, secularizado”
(Hernández, E.C. 2007).

“La verdadera iglesia, el Cuerpo de Cristo, es la gente” (2015. STACYT. RINEHART).

Tomás S. Moreno
Iglesia Cristiana Misionera, Caricuao, Caracas.
Novo – CRM Venezuela.
Caracas, 14 de Octubre de 2018.

Este material, es uno de los capítulos del Libro: “Hacia una pastoral familiar integral”, por lo que las notas
bibliográficas están reflejadas en el libro. El autor, se reserva el derecho de reproducción.

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