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ISINAORI@SCultura y Droga
VISIONARI@S
Cultura y Droga
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creditos
Cultura y Droga
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Indice general
Introducción......................................................................... .7
Principios conceptuales......................................................................... .11
Introduccion a la farmacologia de las sustancias psicoactivas. .......... 13
Historia de las drogas.......................................................................... 27
Cultura y drogas .................................................................................. 39
Economia y politica del narcotrafico .................................................... 57
Planeacion y politicas publicas sobre sustancias psicoactivas de
uso ilicito en Colombia ........................................................................ 79
Conclusiones y recomendaciones ..................................................... 101
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Introducción
La Ley 30 de 1986 o Estatuto Nacional de Estupefacientes, y la Política Nacional
de Reducción de la Demanda de Sustancias Psicoactivas, plantean que las
instituciones de educación superior tienen responsabilidades particulares en la
creación de conocimiento, investigación y formación de personal para enfrentar
los desafíos relacionados con el fenómeno de las drogas.
- Compartir saberes entre academia y actores del nivel local y regional, con el
fin de identificar situaciones y plantear acciones para la disminución del riesgo
por abuso de drogas psicoactivas.
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- Fortalecer las Redes Sociales de Salud Mental y de Prevención de la
Farmacodependencia en el liderazgo de acciones concertadas y articuladas en
el desarrollo del Plan Departamental de Prevención y Control de Drogas.
Estrategía metodológica
Las jornadas pedagógicas, como espacios para compartir y recrear información
y experiencias en torno al fenómeno de las drogas, se desarrollaron en sesión
presencial de 16 horas, en dos días, en cada una de las subregiones del
departamento:
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APUESTA ACADÉMICA
ACADÉMICA:
El conocimiento científico multidisciplinario
como estratégia de prevención
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Dicho modelo se desarrolla con base en programas de acompañamiento
informativo, y si es necesario médico y psicológico. Predominantemente relaciona
consumidores y grupos primarios, y toma como punto de partida el respeto de
las decisiones personales del consumidor acerca de su vida. En este, tanto las
drogas legales como las ilegales tienen riesgo y son una amenaza para la salud.
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1.Principios Conceptuales
• El tema de las drogas (uso, distribución, comercialización y producción), en
un país como Colombia, al igual que en muchos otros, suele convertirse en
un detonador de controversias y ante su presencia se despiertan o activan
susceptibilidades y reacciones de muy diversa índole. No hay consensos
generales alrededor de lo que piensan las diferentes personas, grupos
humanos e instituciones sobre este espinoso tema; lo que predomina, por
el contrario, es la diversidad de puntos de vista sobre la materia.1 Diversidad
de puntos de vista que ponen en evidencia lo complejo de la problemática
y las profundas implicaciones que tiene.
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•
Cultura y Droga
La anterior posición de principio, es una consecuencia de conclusiones como
la siguiente: “Lo que hemos aprendido acerca del consumo de drogas y de
la drogadicción es que un buen trabajo y un entorno estimulante son cruciales
para permitirle a la gente decir no a la droga o por lo menos para controlar
su consumo”2 …, planteamiento que tiene la virtud de colocar el problema
en relación con factores estructurales de una sociedad: trabajo y entorno
estimulante, lo que permite desligarlo de una mirada que pone
exclusivamente sus ojos en un usuario y una sustancia consumida, lo que
significaría un logro en el sentido de entender el tema de forma relacional y
no aisladamente.
“legalización regulada”, Despenalización estricta o política de “liberalización general”. Al respecto ver: Uprimny
Rodrigo. « El desfase entre los que saben y los que hacen: reflexiones sobre el marco jurídico de la política contra
las drogas». Revista Colombiana de Adicciones. No 2, Bogotá-Colombia, octubre de 2003, págs. 53-68
2 NADELMAN, Ethan La manera en que juzgamos a un héroe caído. Revista Elmalpensante. No 25. Bogota-
Colombia: Septiembre-Octubre 2002. pág. 108.
3 A su vez es necesario aclarar que tras la unidad terminológica “Cultura y Droga” se pretende abarcar un
grupo humano de trabajo bastante diverso, heterogéneo y cambiante.
4 Esto es una consecuencia del intento de establecer un pensamiento relacional (multidisciplinar, interdisciplinar
y transdisciplinar) para aproximarse al tema de las drogas. Lo que complica la comprensión de la realidad que se
pretende abordar, pero a su vez, permite avanzar en la integración de variables y factores que desde otros enfoques
se tratan aisladamente. Además cuando en alguna parte sea mencionado algún punto muy someramente es por
que con seguridad en otras partes se encuentra mejor desarrollado.
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2.
y Droga
2.Introducción a la farmacología de
las sustancias psicoactivas
Alejandro Castaño
Sociólogo
Presentación
Este documento ha sido elaborado con el propósito de que sirva o cumpla el
papel de guía para la exposición y posterior discusión, en lo referente al campo
de la aproximación farmacológica, en un proceso de capacitación sobre “Drogas
y Cultura” con agentes preventivos del departamento de Caldas. Para ésta
presentación se recurrirá a fragmentos completos de las obras de algunos
autores, los cuales serán debidamente referenciados al final de las citas, así
como en la bibliografía general. No sobra pues aclarar que las ideas centrales a
partir de las cuales se desarrolla el “ensayo” son de exclusiva propiedad intelectual
de los escritores citados; aquí simplemente se seleccionaron algunos de sus
planteamientos para que se conviertan en el derrotero de un proceso de formación
y construcción de conocimiento alrededor del tema de las drogas. De la mano
de estos autores trataremos, en términos muy generales, de ofrecer una definición
general de las drogas y una clasificación de las sustancias psicoactivas desde
una perspectiva farmacológica.
Definición
“Las cosas que entran en nuestro cuerpo por cualquier vía -oral, epidérmica,
venosa, rectal, intramuscular, subcutánea- pueden ser asimiladas, y convertidas
en materia para nuevas células, aunque pueden también resistir esa asimilación
inmediata. Las que se asimilan de modo inmediato merecen el nombre de
alimentos, pues gracias a ellas renovamos y conservamos nuestra condición
orgánica. Entre las que no se asimilan inmediatamente cabe distinguir dos tipos
básicos: a) aquellas que –como el cobre o la mayoría de los plásticos, por ejemplo-
son expulsadas intactas, sin ejercer ningún efecto sobre la masa corporal o el
estado de ánimo; b) aquellas que provocan una intensa reacción.
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1. Algunos científicos afirman que se ha llegado a determinar que nuestro propio cuerpo, en el fluido
cerebroespinal, sintetiza sustancias con efectos similares (encefalinas, endorfinas, dinorfinas: opioides con
efectos similares) a la morfina y codeína de forma natural, al igual que el resto de los mamíferos. Al
respecto,Jonathan Ott plantea que: “Resumiendo, se descubrió que cerebros mamíferos (y otros) producían de
formanatural su propia «morfina», su propia «droga» analgésico-eufórica, y dos años antes fueron aislados en
cerebros mamíferos los primeros «receptores opiáceos» endógenos (actualmente se conocen al menos tresclases
de receptores opiáceos, para los cuales los endopiáceos son ligadores, siendo los receptores «blancos» para
esas «drogas» naturales), a los que se ligarían tanto endopiáceos y morfina como otrosalcaloides opiáceos. Es
decir, la morfina del opio «funciona» como un analgésico euforizante por que «casa»con nuestros receptores
naturales para nuestra «morfina» natural. Finalmente, poniendo la guinda psicotrópica en el pastel, se descubrió
que la propia morfina ¡era un componente normal del fluido cerebroespinal humano!; y de la leche, tanto
humana como bovina! Así pues, el opio o mejor dicho, suprincipal alcaloide y mayor «principio activo», la
morfina, «funciona» como un embriagante psicotrópicoporque puede insertarse limpiamente en nuestro propio
sistema de analgesia (y quizá incluso euforia). Enrealidad, la euforia que sigue al ejercicio extenuante- el
llamado «subidón de los corredores»- resulta mediadopor endopiáceos que el cuerpo produce para mitigar el
dolor muscular de semejante estrés físico. En unapalabra, el paraíso farmacológico del opio/morfina no puede
ser más natural, y la morfina «funciona»precisamente porque posee una afinidad estructural suficiente con los
endopiáceos naturales (¡siendo idénticaa la morfina auténtica de nuestros cuerpos!) para adecuar sus receptores
naturales en nuestros cerebros. Escomo una «llave» que entra en una «cerradura» abierta de forma natural por
las morfinas de nuestros propioscerebros, una llave para abrir una puerta a lo más profundo de nosotros mismos,
tras la cual yace nuestroparaíso natural de euforia, en el sedante abrazo de Morfeo. Así pues, en toda la
extensión de la palabra, las«caricias enervantes» de la «hurí» opio son paraísos naturales; y de ninguna manera
puede la ebriedad deopio ser considerada un paraíso artificial.
A pesar de que la evidencia no es tan inequívoca, por ser reciente e incompleta, lo mismo podría decirse del
hashish y su mayor principio activo, el TetraHidroCannabinol (THC). En 1988 fue identificado en EstadoUnidos
el «receptor cannabinoide» natural de cerebro. Dos años después, el gen de este receptor fue halladoy clonado
(biosintetizado artificialmente), y en 1992, el endógeno ligador natural [vide supra] de este receptoren el cerebro
fue descubierto y denominado anandamida. Por lo tanto, el THC del hashish/Cannabis sevincula con el receptor
natural de nuestros cerebros debido a una sustancia neuroquímica natural, laanandamida, habiéndose demostrado
su capacidad para duplicar algunos de los efectos conocidos del THC
Aunque el propio THC no haya sido identificado, hasta el momento, como sustancia neuroquímica natural
delos mamíferos, está dentro de lo posible, y no sería más sorprendente que descubrir que los mamíferos pueden
biosintetizar morfina.
Tal como la morfina/opio, también el THC/hashish «funciona» en nosotros como embriagante precisamente
porque también se adecua como una llave a la cerradura de nuestros propios cerebros, abiertos de forma
natural por el «hashish» natural de nuestros propios cerebros, la anandamida; en este caso, abriendo la puerta
a nuestro nirvana más interior, ese fragante jardín de júbilo ante los pies de «perfumado Loto» del Buda. Una
vez más, la neurociencia a demostrado lo intuido y argumentado por Baudelaire, a pesar de sutítulo- que el
paraíso farmacológico del hashish es otro paraíso natural en todos los sentidos; todo menos unparaíso artificial.”
(Ott, Jonathan. PHARMACOPHILIA O LOS PARAÍSOS NATURALES. Editorial PHANTASTICA, Barcelona-
España, 1998. Pp.19-20).
Por otro lado, Fericgla afirma que: “Existen razones estrictamente biológicas que explican la tendencia aconsumir
determinadas substancias por parte de unas u otras personas. Se trata de tendencias preferencialesoriginadas
por las propias carencias y necesidades biológicas del individuo. A titulo ilustrativo, en el CentroMédico de la
Universidad de Georgetown (EE.UU.), en el año 1998 se demostró que existen vínculos significativos entre el
comportamiento adictivo de muchas personas hacia la nicotina y un gen defectuoso queestá relacionado con el
transporte de la dopamina, neurotransmisor estimulante. Eso implica que denostar alos tabacófilos por el
simple hecho de fumar es un acto equivalente a atacar a una persona de piel oscura poreste simple hecho, o
detestar a las mujeres –los misóginos- por serlo. Todo ello depende de combinacionesgenéticas y nada tiene que
ver con la bondad o maldad de una substancia, sexo o color. Es lo mismo quedespreciar al diabético porque
necesita equilibrar sus carencias naturales tomando dosis regulares deinsulina, o al que consume diariamente
extracto de Cynara Scolymus –la amable alcachofa- para fortalecer odesintoxicar su hígado débil.” (Fericgla,
Joseph Maria, “El arduo problema de la terminología”. En: Rev.Cultura y Droga. Año 5. Nº 5. Manizales –
Colombia. Junio 2000. Pp.5-6.). (Pie de página seleccionado por elautor de este texto)“Pero dentro de este tipo
de sustancias es preciso distinguir entre compuestos que afectan somáticamente (como la cortisona, las sulfamidas
o la penicilina) y los que afectan no sólo somática sino también sentimentalmente. Estos últimos –que parecieron
milagrosos a todas las culturas antiguas- son en su mayoría parientes carnales
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Este segundo tipo de cosas comprende las drogas en general, que afectan de
modo notable aunque absorbamos cantidades ínfimas, en comparación con las
cantidades de alimentos ingeridas cada día. Hoy, cuando empiezan a conocerse
los complejos procesos biológicos, la actividad extraordinaria de este tipo de
cosas sugiere que están ligadas a equilibrios básicos en los organismos.
Normalmente, no afectan por ser cosas de fuera, sino por parecerse como gotas
de agua a cosas de muy adentro.”1
Para llevar a cabo las funciones vitales que realizan, las células que conforman
el cuerpo humano deben establecer constante comunicación.
“La comunicación entre las células se realiza a través del sistema endocrino y
del sistema neuronal. El mecanismo es básicamente este: ante un determinado
estímulo, el organismo reacciona liberando una serie de sustancias que se llaman
hormonas si las producen las glándulas endocrinas y se liberan en el torrente
sanguíneo, o neurotransmisores, si las produce el cerebro y se liberan a nivel
local dentro del mismo para producir una comunicación entre neuronas. Esto
equivale a decir que losneurotransmisores son las drogas naturales (acetilcolina,
adrenalina, noradrenalina, norepinefrina, melatinina, serotonina, histamina,
dopamina, etc.) que el sistema nervioso necesita para intercambiar información
y ejercer control sobre el resto del cuerpo.”1
Después de ser ingeridas las drogas recorren un camino que las lleva hasta sus
sitios específicos de acción en el cuerpo humano. En el caso de las sustancias
psicoactivas estos sitios de acción se encuentran ubicados en lugares específicos
del sistema nervioso central (SNC). Actúan “interfiriendo” en el trabajo de la
sinapsis o en la comunicación entre las células nerviosas o neuronas, lo cual
hacen ocupando receptores con los que tienen afinidad en términos de geometría
molecular. Esta afinidad entre algunas sustancias psicoactivas y los receptores
celulares deriva de que los neurotransmisores que normalmente ocupan esos
receptores son similares a algunas sustancias psicoactivas.
Hechas las anteriores distinciones se podría afirmar que una droga es una
sustancia de origen animal, vegetal o sintético que ingerimos -en pequeñas
cantidades si se las compara con los alimentos- con un propósito no alimenticio
y que tiene un notable efecto biodinámico en el cuerpo. E incluso se podría
llegar a definirlas de una manera más general diciendo que una droga es
simplemente cualquier sustancia biológicamente activa (cualquier sustancia que
afecta o tiene influencia en las funciones celulares), pero las definiciones tan
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generales terminan en muchos casos pecando de exceso, y de lo aplicables y
abarcantes que resultan caen en el terreno de la indeterminación, por lo que
aquí se sugiere trabajar apartir de la definición más específica.
Al respecto de ésta –la definición más específica-, se podría decir que se trata
de una aproximación a la definición de las drogas mínimamente satisfactoria;
sin embargo, aún resulta estar planteada en términos muy generales y abstractos.
Sin dejar de tenerla como punto de referencia válido y sólido, se hace necesario
trascender ésta definición y dar pasos hacia el entendimiento de las drogas
como elementos dentro de un contexto de relaciones con otros seres y
circunstancias.
Ya que, si bien uno de los objetivos que se persigue con este “ensayo” es el de
plantear claramente que se debe diferenciar entre las drogas perse y su uso por
parte del ser humano u otro animal, lo que interesa, además de definir abstracta
y generalmente las drogas, es tratarlas de entender en relación con quienes las
usan; así, es necesario tener en cuenta siempre que el efecto que éstas producen
o pueden potencialmente desencadenar, depende de varios factores, entre los
cuales se pueden mencionar los siguientes: característica particular de la
sustancia consumida, pureza, dosis, ocasión para la que se emplea, condiciones
de acceso a ese producto y pautas culturales de uso, personalidad del usuario,
estado de ánimo al momento de consumir, entre otros. Elementos variables que
desde una mirada farmacológica suelen ser organizados en tres categorías:
Droga:
2. Malpica, Karina. « ¿Qué es y como actúa una droga psicoactiva?». En: Rev. Cultura y Droga.Año. 8. No 10.
Manizales-Colombia. Enero-diciembre 200., pág. 285. (Materal didáctico seleccionado para el taller Cultura y
Droga, por el sociólogo Jorge Ronderos Valderrama. Directorgrupo de investigación “Cultura y Droga” de la
Universidad de Caldas.
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Farmaco:
y Droga
Sustancia
Demos inicio hablando de la sustancia en sí misma. Lo primero que debemos
determinar es de qué sustancia se trata. En cuanto a las características
particulares de la sustancia consumida es necesario recordar que más arriba se
planteaba la necesidad de diferenciar entre las drogas que sólo afectan
somáticamente (como la cortisona, las sulfamidas, o la penicilina) y aquellas
que no sólo afectan somáticamente sino también sentimentalmente. Las primeras
tienen actividad principalmente a nivel del torrente sanguíneo (no modifican las
funciones celulares, pero a nivel estructural sí actúan), mientras las segundas
se encuentran más específicamente relacionadas, por afinidad o antagonía, con
las sustancias responsables de transportar mensajes en el sistema nervioso
central, conocidas como neurotransmisores. En otras palabras, habría que
diferenciar entre las drogas en general y un grupo muy importante y significativo
de éstas que actúan con cierta especificidad sobre el SNC y que se conocen
regularmente como sustancias psicoactivas. Además de lo anterior, dentro de
las sustancias psicoactivas mismas habría que tratar de establecer de cuál
sustancia se está hablando en concreto, ya que son una familia numerosa y
bastante diversa. Punto sobre el cual se volverá más adelante. Por el momento
recuérdese entonces la necesidad de establecer lo más claramente posible de
qué tipo específico de droga se está hablando y si la sustancia es o no psicoactiva.
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Con frecuencia se ha llegado a reconocer que todas las cosas que entran en
nuestro cuerpo contienen potencialmente veneno, y no hay nada que no lo tenga.
Otro ejemplo que puede resultar esclarecedor con respecto al tema es el del
agua.
¿A quién le resultaría sensato decir que el agua es perjudicial? Seguramente a
nadie. Pero si alguien en este momento se tomara ininterrumpidamente tres o
más litros de este preciado líquido, con seguridad que le daría vómito, mareo,
dolor de cabeza y se le alterarían las percepciones; lo que no pasaría si se
tratara de un sólo vaso de agua.
Individuo
La frontera entre el prejuicio y el beneficio no existe en la droga como tal, sino
en su uso por parte del viviente. En consecuencia, con esta afirmación muchos
han cuestionado que por que existan algunas personas que consumen en exceso
una sustancia embriagante, deba condenarse al propulsor de la ebriedad. Según
Fericgla: “Estar ebrio es disfrutar de un ánimo perturbado, lo cual permite una
renovación del equilibrio psíquico. Y no porque haya algunas personas que
consumen en exceso una substancia embriagante debe condenarse al propulsor
de la ebriedad. Nunca lo haríamos con la copa de vino que tomó Noe para
asentar su humano pie en la Tierra y con la que se emborrachó, aunque haya
personas que se excedan hasta el alcoholismo patológico.”
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Se sugiere explorar la idea de que vivimos en sociedades y ambientes
socioculturales que pueden potenciar en algunos individuos comportamientos y
conductas obsesivo-compulsivas. Y que esa tendencia en el comportamiento
se manifiesta no sólo en el consumo compulsivo de drogas, sino también en el
consumo compulsivo de otros bienes y productos, y ver en qué medida, más
que centrar la atención sólo en la sustancia consumida, hay que hacer énfasis
en el tipo de sociedad, forma de producción y organización, que puede potenciar
el surgimiento en algunos de sus integrantes de este tipo de conductas en relación
con drogas. En una sociedad donde también se puede abusar del juego, del
sexo, de la comida, de la televisión, del internet y del trabajo, sin que tengamos
que reducir el abuso sólo a las drogas. En este sentido se han dado pasos al
aceptar que la adicción1 , la dependencia y el abuso de las drogas están siendo
reconocidos actualmente como fenómenos extremadamente complejos en los
que se conjugan factores de varios tipos:
Variable sociocultural
Terminemos este punto hablando entonces de la variable sociocultural. Con
esto nos referimos a que una droga, dependiendo del momento histórico y del
lugar o territorio al que nos estemos refiriendo, podrá variar de significado
radicalmente, y esto necesariamente estará relacionado con el contexto
sociocultural que en un determinado momento y espacio rodea el consumo de
una sustancia. Es tanto así que, yendo a los extremos, una misma droga puede
ser considerada en un momento por unos grupos humanos como un dios y en
otro momento por otros grupos humanos como un demonio. Tratemos ahora de
ilustrar este punto con algunos ejemplos. El café, una bebida generalmente
3 En este documento se ha establecido una diferencia aparentemente clara y tajante entre las drogas y los
alimentos; sin embargo, hay quienes se han preguntado qué tan legítima podría ser esta diferenciación. Porejemplo,
Jonathan Ott se pregunta: “¿cuál es, en realidad, la diferencia entre un alimento y una droga? ¿Es elalcohol una
droga, por que manifiestamente puede hacer que nos tambaleemos, incluso provocar el estadocomatoso de
anestesia general; o es un alimento, un carbohidrato que nuestro sistema digestivo procesaconvirtiéndolo en
energía para el organismo, agua y dióxido de carbono?¿Es la hoja de coca una droga por contener cocaína que
estimula nuestro sistema nervioso mientras provocaanestesia local en las mejillas y encías, o es un alimento rico
en vitaminas y minerales que hacomplementado la dieta de los indígenas andinos durante siglos? Al parecer es
posible que catalogar unassustancias de alimento y otras de drogas tiene más que ver con las legislaciones,
tradiciones y prejuicios quecon criterios objetivos” ( aunque esta nota complicaría bastante la exposición).
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amarga que se toma hoy en muchas partes del mundo, y que para nosotros que
estamos en una región productora del grano puede ser muy importante y de
gran valor – a pesar de la crisis-, dado el papel jugado por este producto en la
historia y el desarrollo del país, convirtiéndose incluso en un referente identitario
de los colombianos en el exterior (los cafeteros), fue una bebida duramente
condenada durante medio siglo en Rusia y su consumo era considerado un
crimen que se castigaba con tortura y mutilación de las orejas. Y a pesar de tan
severos castigos resultaba frecuente que los usuarios lo bebieran por litros y
entrasen en estados de gran excitación, lo cual hacía pensar a las autoridades
que esa droga creaba un ansia irreprimible. Se trata de un significado muy distinto
para la misma sustancia.
Otro ejemplo, de los más conocidos, hace referencia a la historia del alcohol en
Estados Unidos y su prohibición durante la segunda década del siglo XX. El
alcohol, que hoy encontramos a disposición del público en todas las tiendas y
supermercados, a la par con los alimentos, y que no puede faltar en la mayoría
de fiestas y reuniones familiares en este país, fue prohibido y condenado durante
la segunda década del siglo veinte en los Estados Unidos. (carteles, violencia,
sustancias adulteradas, muertes por estas sustancias y sobredosis). Nosotros
hacemos parte de una cultura “aguardientera” y santificamos el vino, mientras
para los musulmanes el alcohol es una representación del demonio.
Otro ejemplo es el significado tan distinto que tiene para los mamos de la sierra
nevada de Santa Marta el uso cultural de la hoja de coca (la mata) en sus rituales
ancestrales, en comparación con el uso de la cocaína (principio activo) para un
joven que se divierte en una fiesta en las grandes ciudades modernas.
Finalmente, mientras hace unos 5000 años el emperador chino Shen Nung
recomendada la marihuana para el paludismo, el beri-beri, las constipaciones y
los dolores reumáticos, hoy es considerada por muchas personas como la asesina
de la juventud, a pesar de ser una de las más populares y consumidas drogas a
nivel mundial.
4 “..el termino adicción se refiere al consumo compulsivo de sustancias…La APA define la dependencia de sustancias
tóxicas (adicción) como un conjunto de síntomas que indican que elindividuo sigue consumiendo la sustancia a pesar
de problemas importantes relacionados con suconsumo.” “Adicción, por definición, implica dependencia psicológica
y/o fisiológica sin que medie causa médica para ello y sin que la voluntad pueda ponerle freno.”
5 “compulsión en sentido psicológico, significa una tendencia irresistible a realizar un acto sinsentido aparente o
incluso opuesto a los deseos del propio individuo, que se ve obligado a ello por
la angustia que sufre en caso contrario.”
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principio una variable extrafarmacológica, juega un papel central como un factor
más que determina los efectos que en nuestro cuerpo y mente tienen aquellas
sustancias que denominamos drogas.
Lewin
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Sus Inebriantía se conocen como analgésicos generales.
Sus Hynoptica son los únicos que se han mantenido tal cual y se conocen
hoy como sedantes.
Sus Excitantia se conocen hoy como estimulantes.
La cocaína en vez de incluirse como Euphorica se debe considerar como
Excitantia o estimulante.
Finalmente el tabaco se ha de considerar en vez de Excitantia o estimulante
como Phantastica, derivado de su uso en el contexto chamánico arcaico en
América.
Clasificación farmacológica
• Ansiólisis
• Sedación
• Somnolencia
• Estupor
• Coma
• Paro cardiorrespiratorio
• Euforia
• Excitación
• Delirio
• Convulsiones
• Coma
• Paro cardiorespiratorio
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estas dos categorías; generalmente se conocen como alucinógenos, aunque
hay algunos entre quienes se considera un concepto peyorativo. Psicodélicos o
psicodislépticos son términos un poco más objetivos, y se refieren a sustancias
que modifican las percepciones sensitivo-sensoriales. Estas producirán cambios
en tres aspectos básicamente: curso y contenido del pensamiento, las
percepciones y el estado de ánimo. O también se dirá que actúan deshaciendo
los bloques de la conciencia, aumentando el umbral de percepción endógena y
exógena. Entre estos tenemos el caso del LSD-25, la mescalina y el peyote, la
ayahuasca, etc.
Clasificación de escohotado
Las drogas del primer tipo proporcionan –o prometen- algún tipo de paz interior,
y abarcan desde una sutil hibernación al plácido embrutecimiento. Las drogas
del segundo tipo proporcionan – o prometen- algún tipo de energía en abstracto,
como un aumento de tensión en los circuitos eléctricos. Las del tercer tipo
proporcionan –o prometen- algún tipo de excursión a zonas no recorridas del
ánimo y la conciencia”
“Cabe hablar de uso colectivo e individual, uso antiguo y uso moderno. Sin
embargo, quizá la forma más sencilla de abarcar el consumo de drogas sea
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distinguir entre empleos festivos, empleos lúdicos o recreativos y empleos
curativos y terapéuticos.
Conclusión
Para terminar, no se podría hacer de otro modo que trayendo a colación cómo
los mismos científicos que se dedican a la tarea de definir y clasificar las drogas
y sustancias psicoactivas, reconocen las dificultades e imprecisiones que esto
acarrea. Clasificar los psicótropos no es una tarea sencilla ni obvia. Cuerpos
químicos totalmente distintos producen efectos muy parejos, y cuerpos afines
en alto grado –los llamados isómeros-, por ejemplo, que son la misma sustancia
con una simetría invertida, producen efectos distintos. El universo de las
sustancias psicoactivas es extremadamente complejo, y por tanto es difícil
presentar una descripción completa de la multitud de compuestos que de una
manera u otra producen algún efecto sobre nuestra mente. Queda esperar que
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las investigaciones en curso arrojen luz sobre estos dilemas de la química y
también sobre los dilemas del derecho y de las ciencias humanas en general.
De manera que los criterios a partir de los cuales se agrupen y clasifiquen desde
diferentes perspectivas las sustancias psicoactivas sean cada vez más nítidos y
claros.
Bibliografía
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ISINAORI@SCultura
3.
y Droga
Introducción
La historia de las drogas es un tema que abarca todo un universo de
conocimientos. Sobre este respecto, me interesa exponer algunas ideas que
creo necesarias para un acercamiento más objetivo sobre este concepto de
historia que, como el de arte, cultura y hasta el mismo droga, conllevan en su
naturaleza comprensiones infortunadas que dificultan un ejercicio
verdaderamente académico, es decir, ecuánime e imparcial. Hablar de historia
siempre implicará preguntarnos de qué historia se habla y por quién es escrita
(es decir, con qué finalidad), pues es claro que la historia es un elemento político
con el cual se pueden reivindicar o encubrir hechos que para un colectivo pueden
ser o no de gran valor. En este sentido, hablar de historia siempre conlleva un
conflicto de orden político, con lo cual se comprenderá que, al relacionarse con
un tema como es el de las drogas, las resultantes implicaciones se acentúan
aún más.
Con las líneas precedentes se hace manifiesto que el texto comprendido en las
siguientes páginas no pretende en ningún momento abarcar todos los hechos
que involucran a las drogas en todo momento histórico ni menos en todo espacio
cultural. En su lugar, lo que se expone a continuación es una exploración
introductoria donde se desarrollarán una serie de ideas que ilustrarán contextos
y argumentaciones, de fácil comprensión para el grupo destinatario..
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El primer apartado de este texto está dedicado a la Prehistoria de las drogas; en
éste se trata de mostrar algunas teorías sobre el papel que juega en la evolución
humana el contacto del hombre con las drogas. Seguidamente, en el apartado
de Sociedades antiguas, se mostrará la presencia de las drogas desde los inicios
de las civilizaciones que involucran a Occidente: allí se encuentran, entre otras,
referencias a Grecia como cuna de algunos conceptos relacionados con drogas
que hoy hacen parte de nuestra cotidianidad. A continuación, en Sociedades
tradicionales americanas, se intenta mostrar a los participantes del taller una
contextualización sobre el importante papel que jugaron las drogas para los
grupos y civilizaciones americanas hasta el momento de la invasión europea.
Por último, en lo que he decidido llamar La sociedad moderna, se exponen las
drogas más consumidas en Occidente luego de los viajes de Colón y hasta el
siglo XIX, donde se muestran los avances en farmacología y química que, junto
con el desarrollo posterior del prohibicionismo, conforman algunos elementos
que ayudarán a ilustrar el contexto actual del fenómeno de las drogas, tema
que, no obstante, será tratado a profundidad en sesiones posteriores del taller.
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entendido que el consumo de plantas psicoactivas ha generado procesos
evolutivos que se asocian al origen de la especie humana, es decir, a ese estadio
de la evolución biológica del hombre que se relaciona con la aparición de
capacidades psicomotrices para crear símbolos, de lo cual resulta el lenguaje y
la cultura (Antón, 2003).
Las plantas como vemos han acompañado a la especie humana desde su infancia
hasta su madurez. Sólo el hombre entre todas las especies cuenta con un
complejo sistema de creencias que le ayudan a comprender su entorno; esto
surge como consecuencia de que las drogas han venido determinando una amplia
variedad de instituciones y de respuestas (Escohotado, 1998, 26); lo que ha
hecho posible una determinada caracterización del mundo por parte de los grupos
que, “desde –hace- cientos de miles de años han venido empleando de modo
ritual y sistemático sustancias psicoactivas” (ídem, 44).
Así las cosas, encontramos que la presencia de las drogas se remonta a tiempos
inmemoriales; milenios de uso terapéutico, lúdico y sacramental, nos llevan a
asegurar que no ha existido ni una sociedad que haya prescindido de su uso,
sin embargo, de lo que no podemos estar seguros es desde cuándo. Hablar de
tiempos inmemoriales en este contexto es afirmar que en todos los pueblos se
encuentra presente la referencia a alguna sustancia psicoactiva (inmensamente
diversas en el mundo) pero escapa a los límites de la memoria el establecer un
momento en el cual se haya dado este contacto.
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donde se presenta la planta del opio ya domesticada, es decir, cultivada o de
forma no silvestre. Sin embargo, es el Asia Menor la verdadera cuna de este
tipo de cultivos (Escohotado, 1998, 77).
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Las sociedades tradicionales americanas
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con la ingestión de sustancias psicoactivas que pueden ser tanto de origen
vegetal, animal o en contextos modernos, sintético. Son utilizados diversas
sustancias proporcionadas por la naturaleza como cortezas de árboles, pieles
de animales o, por ejemplo, la miel de una clase de abejas en Centroamérica
que contiene alto grado de glucosa al punto de ser embriagante.
Los españoles encontraron que los nativos americanos fumaban hojas de tabaco,
y fue cuestión de tiempo para que los europeos aprendieran a consumir esta
droga inhalada, fumada y masticada. Ya para el año 1620, los grandes imperios
de la época habían implementado el cultivo de la planta en gran parte del orbe,
llegando a ser ésta una droga muy consumida sin distinción de posición social
(Courtwright, 2002, 35).
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Sociedad moderna
y Droga
Para la época en que los primeros rasgos de globalización generados tras los
viajes al nuevo mundo, la inquisición católica cristiana y protestante de los siglos
XV, XVI y XVII inmoló en la hoguera a varios cientos de miles de mujeres
inocentes acusadas de brujería (Antón, 2003), gracias a que contaban con
conocimientos sobre las plantas que utilizaban con fines medicinales
generalmente, aunque el uso de algunas plantas como la mandrágora, que
desde entonces se asocia con brujería, no tenía un fin precisamente curativo.
Respecto a las drogas más consumidas en este período de la historia se
considera que la cafeína, el alcohol y, como se mencionó arriba, el tabaco, son
en orden de importancia las drogas más consumidas luego de la invasión
española en las américas y al menos hasta el siglo XIX. Existe la teoría de que
“las palabras más universales del planeta, presentes en casi todas las lenguas,
son los nombres de las cuatro plantas principales que contienen cafeína: café,
mate, cacao y cola”(Courtwright, 2002, 41).
El consumo del café comienza en Etiopía donde se mascaban los granos para
disfrutar de su efecto estimulante. Para finales del siglo XV este producto llega
a La Meca, luego a Estambul lo que facilita su posterior comercialización al
oeste de Europa como droga exótica. Hacia 1640, su consumo era algo
generalizado convirtiéndose en dispositivo de socialización al punto de asegurarse
que su uso en reuniones sociales fuera el detonante de grandes revoluciones
sociales, como la toma de La Bastilla en Francia, lo que no demora en darle
atribuciones a la sustancia de demoníaca o, en términos más seculares para la
época, subversiva (Ídem, 41). Esto dio pie a su consecuente restricción en
algunos lugares, como lo fue el caso de La Rusia zarista donde su consumo (o
sospecha del mismo para las personas con ataques nerviosos) era castigado
con penas de tortura y mutilación (Escohotado, 1998, 275, T II).
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El laicismo apelaba al derecho que decían tener para “explorar otras formas de
consciencia distintas a la del estado de vigilia” (Ídem, 37). Entretanto la oposición
consideraba que era necesario disponer sobre los usos que se puedan hacer de
las drogas, puesto que dicho consumo conduciría a un estado de a-normalidad
que puede ser pensado como peligroso para la estabilidad de la sociedad, es
decir, se asociaba el consumo de drogas con enfermedad, con locura y como tal
es necesario combatirla.
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dependencia o, en términos sociales, adicción por la sustancia les han generado
una enorme cantidad de enemigos que desde campos como la moral logran
transferir su discurso a otros campos como la medicina. Este fenómeno da como
resultado que estas sustancias fueran percibidas a comienzos del siglo XX como
panacea o como maldición para sectores antagónicos de la sociedad. Lewin,
siendo un médico conservador, luego de extraer la mezcalina del peyote afirma
que “es de los fármacos más interesantes” al investigar sobre temas como la
percepción y la emotividad a partir del uso de esta sustancia, luego de
suministrarla a artistas para su inspiración (Escohotado, 1998, 104, T II).
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refugiaban en la discriminación hacia minorías sociales para justificar su cometido,
mientras que las sustancias que no se asociaban con ninguna minoría nunca
pasaron de ser más que simples medicinas.
Posteriormente, la marihuana pasa de ser consumida sólo por las clases bajas
trabajadoras para sumársele consumidores de clases medias y altas en la década
de los 60’s. Jóvenes especialmente universitarios de EU y luego de todo el
mundo, configuran todo un movimiento social asociado con el hippismo y la
revolución intelectual que influyó desde la política hasta la música, la filosofía y
la literatura de la época. Entre tanto, la síntesis del LSD por parte de Albert
Hofmann promueve el reconocimiento de este movimiento como psicodélico.
Estos jóvenes que comienzan consumiendo marihuana se vuelven propensos a
consumir otras drogas como el mismo LSD, cocaína y heroína (Courtwright,
2002, 77-78). Junto con el Acido Lisérgico (LSD), se desarrollaron una inmensa
cantidad de sustancias psicoactivas producidas de forma sintética; dada su
variedad y relativa facilidad de producción, es difícil establecer con precisión
cuántas sustancias y de qué composición química específica son las que están
circulando en este momento en el mundo. En la actualidad, el consumo de
anfetaminas y de otras sustancias, con y sin prescripción psiquiátrica (por ejemplo,
algunas reconocidas como el Valium y el Rohypnol), es realmente alto en
personas de diferentes estratificaciones sociales.
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a nivel mundial. Después del petróleo, a finales del siglo XX este grano es uno
de los productos más comercializados en la economía mundial (ídem, 41).
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4.
4. Cultura y drogas
LUCAS PASSOS ABADIA
SOCIOLOGO
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Consecuentemente se sugiere adoptar una definición doble de cultura, enfocada
por un lado hacia la información que contiene las pautas y normas adecuadas
de conducta en sociedad, y por otro lado, hacia las técnicas de cultivo y desarrollo
social que poseen y aplican las diferentes colectividades. Pero entonces, ¿las
drogas qué? ¿Cuál puede ser la relación y que papel jugarán las drogas en la
cultura?
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Esta información cultural, especialmente en las poblaciones que aún consumen
“abiertamente” drogas, se transmite de forma oral, de generación en generación,
y de forma práctica mediante el consumo concensuado de drogas. De esta
manera se estaría sugiriendo que las drogas (especialmente las de tipo
alucinógeno), y específicamente su consumo colectivo, ayuda a producir y
transmitir una información, que consta de un “entendimiento idiosincrático” acerca
de la lógica propia de los pueblos y es transmitida a cada individuo (Idem).
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conducta individual, y mecanismos de control social; los cuales se activan,
mediada la práctica con drogas, en pro de la autorreflexión social y de la
adaptación al medio ambiente (Fericgla; 1997, Pedro Luz, 2002).
Ahora bien. ¿Qué son los chamanismos, quién es el chaman y cuál es la relación
de las drogas con este fenómeno? Los chamanismos son sistemas de
conocimiento y autoconocimiento y como tal, constituye uno de los caminos
más antiguos hacia el despertar y desarrollo humano (Malpica; 2003). Una de
las características de los chamanismos es el de utilizar métodos y técnicas
arcaicas del éxtasis basadas en el consumo de drogas que se alojan en gran
cantidad de plantas, y a partir de las cuales parecen alcanzarse ciertos objetivos
por vías no lógico-racionales de elaboración del conocimiento (Véase Fericgla
1998). Los chamanismos se refieren a sistemas de prácticas que sirven de
apoyo y guía en la constante búsqueda humana de una realidad con mayor
sentido y trascendencia. Así, los chamanismos se pueden concebir como un
conjunto de técnicas que favorecen el contacto con lo que llamamos
numinoso, sobrenatural, taumatúrgico (prodigio extraordinario). Arrastrando
a quien lo practica a terrenos “oscuros” y misteriosos, de donde puede sacar
conclusiones sobre su propio lugar en el mundo, a nivel individual y social.
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Al mismo tiempo los Chamanismos se proyectan como estrategias concretas
que facilitan la adaptación activa del ser humano a los cambios que se producen
en su entorno y/o que se generan al interior de las comunidades. Así los
chamanismos y las prácticas inherentes a estos sistemas, se erigen como fuentes
de revelación de las respuestas vitales (origen y sentido de la vida, noción de la
muerte, alivio del dolor) y como sistemas de adaptación individual y colectiva,
en pro de la búsqueda del equilibrio físico, psíquico, ecológico y social de las
colectividades (Idem).
Una definición clásica de chaman es la que trae a colación Eliade; para quien
Chaman “es un psicopompo, especialista en el dominio del fuego, del vuelo
mágico y de un trance durante el cual su alma supuestamente abandona el
cuerpo para emprender ascensiones celestes o descensos infernales. Mantiene
relaciones con espíritus a los que domina…comunica con los muertos, los
demonios y los espíritus de la naturaleza, sin por ello convertirse en instrumento
de estos” (Eliade, 1951).
Compatible con esta definición encontramos la expuesta por Peter Furst (1976),
quien sugiere entender por chaman; “el guardián del equilibrio físico y psíquico
del grupo, por el cual intercede en las confrontaciones personales con las fuerzas
sobrenaturales del supermundo y del submundo”. Cualidades desarrolladas a
partir de un entrenamiento, y la experiencia de consumo de drogas a lo largo de
la vida6 .
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ser individuos entrenados en técnicas arcaicas del éxtasis, entre ellas las técnicas
de consumo de drogas (alucinógenas), a partir de las cuales se consolida como
sabedor de los asuntos del mundo material y cotidiano de la vida, así como del
mundo inmaterial, el mundo de lo invisible.
Algunas de las funciones de los chamanes están vinculadas con diversos oficios
sociales, a nivel político, psicológico, religioso o médico. Sin embargo, al interior
de estos ámbitos tan variados de la vida social, se puede resaltar tres de sus
tareas primordiales: una, la de ser una persona que sirve de mediador de la
comunicación que sostienen los seres del “otro” lado o los seres del otro mundo,
con los miembros de la comunidad2 .
Otra función relevante es la de ser una persona que posee habilidades para la
orientación de la experiencia extática, es decir para orientar a las personas de la
colectividad que entran en el delicado transe derivado del consumo de drogas
(Pedro Luz; 2002), y una tercera tarea del chaman, es la de ser un líder reconocido
al interior de su colectividad y ser quien tome la batuta social de su pueblo.
Dejando esto por sentado, ¿cómo encajan las drogas al interior de los
chamanismos y el chaman? Desde las aproximaciones científicas, se puede
sustraer que las drogas cumplen un papel fundamental tanto para los
chamanismos como para el chaman. A la vez que adquiere significados
comprensibles no solo para las colectividades que las usan sino para la mirada
que los investiga.
Por otro lado las drogas permiten y facilitan el desarrollo de las capacidades
para cumplir el oficio del chaman. Oficio que en buena medida depende del uso
y consumo concensuado de drogas por parte de individuos que a nivel social,
terminan por ser reconocidos como sabedores de las técnicas arcaicas del
éxtasis, encargados a su vez de ordenar y orientar la colectividad para asumir el
día a día.
6 Los Chamanes por lo general pasan por un proceso de instrucción que cada cultura posee como manual de
técnicas que se imparte al interior de su colectividad a las personas indicadas o destinadas para desarrollar el
papel de chaman. Este proceso de instrucción se vive a través de una experiencia de crisis, ya sea enfermedad
o maleficio, a través de entrenamiento impartido por otros chamanes de su comunidad y a partir de la práctica
de trance mediada generalmente por consumo de drogas alucinógenas.
7 Esto ocurre por ejemplo entre los pueblos Makuna y los Desana del Amazonas. (Cfr, Dolmatoff 1978. Pedro
Luz 2002)
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NEOCHAMANISMOS:
Entre el mercado de las creencias, y la nueva espiritualidad
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Dejando por sentado esta visión crítica del neochamanismo, y concluyendo este
escrito con elementos un poco más propositivos, podemos tener en cuenta al
neochamanismo como un hecho social que puede ir hacia una dirección diferente
a la del pseudoconocimiento y el mercado de las creencias. Acorde a lo anterior,
los neochamanismos los podemos entender como un fenómeno que “combina
aspectos específicos del chamanismo tradicional, procedentes de diversas
sociedades alrededor del mundo, con un nuevo complejo de prácticas y creencias”
(Doore, 1998).
Como lo señala Alicia Barrabas, para el caso de las nuevas formas de asociación
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religiosa que se tienen aquí en cuenta, la religión y las prácticas religiosas
relacionadas con drogas específicamente de tipo alucinógeno, se consolidan
como un elemento aglutinador, que busca mediante su accionar, el concretar
las expectativas de vida en sociedad. En este contexto, la religión, en especial
las prácticas religiosas con “drogas” (como vehículos de sacralidad) generan
y mantienen estas iglesias, a la vez que facilitan la organización de la vida en
sociedad.
El primer registro que se tiene del consumo de drogas de tipo alucinógeno, por
parte de una iglesia, data de finales del siglo XIX, época en la cual se origina la
IGLESIA NATIVA NORTEAMERICANA. Iglesia para la cual el cactus péyot8 l,
reemplaza y toma el lugar de la Ostia al interior de las prácticas religiosas de la
colectividad. Esta iglesia se desarrolló el interior de pueblos indígenas de
Norteamérica, especialmente los Navajo, y se usó desde un principio como
instrumento de defensa, ante el hombre colono dominante.
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Esta iglesia, comenzó a utilizar raíces de un arbusto llamado “iboga”, (vegetal
contenedor del alcaloide “ibogaina”, sustancia de tipo alucinógeno o enteogénico)
como sacramento religioso12 . Se documenta por algunos autores, que el culto
sincrético del Bwiti, surge como resultado de los contactos con evangelistas
católicos y los misioneros protestantes colonizadores de estos pueblos. A partir
del contacto cultural se desarrollan dinámicas reinterpretativas de los mitos
bíblicos relacionados con Adán y Eva, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento
del bien y del mal, la trinidad cristiana, y el diluvio universal.
En la década de los 30‘s es fundada la iglesia Alto Santo en Río Branco (Acres)
por el maestro Raimundo Ireneau Sierra. En 1945, Daniel Pereira de Matos,
funda la iglesia Barquinha, en el mismo lugar. En la década de los 60´s se forma
la unión del vegetal (UDV) en Porto Velho, a través del maestro José Gabriel de
Costa. En la década de los setenta aparece el centro ecléctico de fuente de luz
universal Raimundo Irineau Serra (CEFLURIS), liderado por el padrino Sebastián
Mota Melo, última iglesia conocida también como Santo Daime14 .
12 Ott J; “Farmacophilia o los paraísos naturales”. Barcelona 1998, Citando a J.W. Fernandez, “Bwiti: An
Ethnography of the religion imagination inAfrica”1982; G. Samorini “The bwiti religion and the spicoactive
plant Tabnernathe Iboga”.1995.
13 Ibid
14 Cfr. Caiuby Labate Beatriz. “A literatura brasileira sobre as religions ayahuasquitas”, en
“O uso ritual da ayahuasca”. II CURA. 2002.
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aditivo, contenedoras de sustancia alucinógena) y es utilizado como vehículo de
sacralidad al interior de éstos movimientos15 .
Por último es vital tener en cuenta que estas iglesias se originan casi al mismo
tiempo y en diferentes partes del mundo a partir de privaciones vividas por los
pueblos, derivadas principalmente de la situación de dominación impuesta por
parte de la sociedad colono dominante. Ante la privación y precariedad que
impone la dominación colonial, estas iglesias responden mediante el consumo
sacralizado de drogas alucinógenas, lo cual a su vez generan nuevos significados
de vida en sociedad y ha resultado la manera más efectiva de resistir y
responder ante los embates culturales.
16 Trabajos como el de Alberto Groisman (1994) y José Jorge de Carvalho (1994); desde enfoques
estructuralistas, particularistas y post estructural, explican y dan a entender como el consumo de sustancias
tipo alucinógeno o enteogénico, generan y activan sistemas simbólicos altamente dialógicos (y reflexivos) que
consolidan la resistencia ante las situaciones precarias de existencia grupal o individual, a la vez que consolidan
un modelode organización de una visión del mundo y una posibilidad motivadora para la vida social.
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MOVIMIENTO CONTRACULTURAL.
Cultura y Droga
DROGAS Y CONTRACULTURA.
principales ejemplos es el famoso “Club del Haschis”17 . Club que termina
consolidándose como una respuesta contestataria al interior de la sociedad de
la época, centrada en debatir los principios y valores civilizatorios y en proponer
una nueva manera de desarrollo social a partir de nuevas formas y valores
sociales, libres de distorsión y manipulación, enfocadas a garantizar el desarrollo
sostenible de la civilización a partir del uso “libre” de “drogas” y el acceso libre a
los estados mentales a los cuales conducen.
17 Es de resaltar que si vamos a fijar un principio del movimiento contracultural en occidente, las miradas deben
centrarse en Thomas De Quincey, quien en “Confesiones de un Ingles comedor de opio”, estremece la sociedad
británica en 1822. Las confesiones de De Quincey, se considera una obra literaria de magno calado, a la vez que
el inicio del género literario de las drogas y de lo que hoy se podría llamar como fisiología adictiva (Escohotado
1996, Ott 1998). Por su parte el “Club del Haschis” célebre obra de Tehophilo Gautier, escrita en 1846, no solo
se refiere a una excelsa pieza literaria, sino que hace referencia al club cultural fundado por este autor, en el hotel
Pimodan de Paris, donde se reunían diversos personajes de la época. Balzac, Gerad de Nerval, Baudelaire,
Arthur Rimbaud, Paul Marine Verlaine, Oscar Waild, Edouart Manet, entre otros artistas, humanistas y filósofos,
componían este movimiento que transgrede en su momento (y aún en la actualidad) la norma social, proponiendo
una visión del mundo de la vida construido a partir de nuevos valores. Artistas y genios, establecen una crítica
literaria y filosófica a partir de las reflexiones generadas por el estado de conciencia al cual les conduce las
prácticas con ciertas sustancias-drogas. Así el Laudano, la Absenta, y el Opio, empiezan a ser las musas inspiradoras
de la creación y acción colectiva (Ott, 1998; Roszac, 1981;
Patrick, 1977). Posteriormente a esta primera generación de intelectuales de la contracultura, y al interior del
periodo de entre guerras, surgirá una segunda camada, de la cual resaltan los trabajos elaborados por Walter
Benjamín y Ernest Bloch (con su obra “Hashish”), Alester Crowly (“Cocaina”), Enrrico Malatesta, Aldous Huxley
(con su obra central “Las puertas de la percepción”), Antonin Artaud (y su “Viaje a la tierra de los Tarhaumara”),
quienes se consolidan como autores y científicos que en su momento reivindican las drogas en sociedad y
alientan el brote de oposición activa contra la prohibición, al tiempo que alimentan las bases ideológicas y
prácticas del movimiento contracultural. Una tercera generación que (en parte) aún es vigente, es alentada
principalmente por la aparición en la escena de Timothy Leary (y sus “Políticas del éxtasis”),
Ken Kesey (uno de los pioneros y creadores de Woodstock y la fiesta Rave), los psicólogos Roger Metzner y
Rudolf Alpert, y los sociólogos Alan Guinsberg y Paul Goodman (con su Sociología Visionaria), quienes consolidan
la crítica cultural ante el decadente estado de la civilización Occidental y otorgan a las drogas un status científico,
que las determina y concibe como objetos de estudio y para el estudio. Ver Escotado Antonio (1996), Roszac
(1981).
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propiamente cultural, lo que permite cierta flexibilidad al accionar colectivo, nuevas
formas de expresión y el centrarse en combatir los valores tradicionales que
dan sentido a la sociedad occidental. Sin embargo esta dinámica, altamente
cultural, cambiaría a partir de 1968 hacia una fuerte politización del movimiento
contracultural, esgrimiendo valores y objetivos más claros y menos efímeros
que en el pasado inmediato18 . (Maffi Mario, 1972)
18 En esta época se consolida el movimiento contracultural como un frente sólido del disenso, este cambio
implica el pasar de la política sectorial y reformista al compromiso político sobre bases procedentes sobretodo
de la izquierda: Anarquismo, Wobblies,
Frederick Douglas y Jhon Brown, Malcom X, El Che Guevara, Marx, Lenin, el situacionismo, Rosa Luxemburgo,
Bendit, Mao Tse-Tung, Marcuse, y un largo etcétera alientan y enriquecen las bases de un movimiento social
contracultural, que para ese entonces, empieza a abarcar, infinidad de grupos sin distinción estratégica ni
ideológica. Es entonces cuando el movimiento contracultural se consolida como un todo en conjunto.
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Es importante recalcar el sentido y el papel que en su momento y al interior de la
contracultura adquieren las “drogas”. Ante este aspecto se sugiere considerar
que las “drogas” poseen una relación tanto positiva como negativa con este tipo
de movimiento, en la medida en que por un lado catalizan y modifican los aspectos
propios a las colectividades, actuando como fuentes de nuevos sentidos de acción
social. Y por otro lado han sido la piedra en el zapato de miles de intelectuales
que no han encontrado la salida a los posibles problemas que conlleva el uso
indebido o abuso de drogas.
Tales son las funciones y sentidos adquiridos por las “drogas”, que es posible el
graficar el papel histórico de éstas al interior del movimiento contracultural.
Consecuentemente, en un principio las drogas tendían hacia la ampliación del
mundo de la experimentación literaria. Luego, fungen como instrumento de
liberación e iluminación individual, para después convertirse en real y auténtico
componente social del movimiento contracultural, el cual encuentra nuevos planos
de comunicación y acción a través de las “drogas”. (Roszac, 1981).
No obstante ante esta mirada algo utópica, surge otra algo contradictoria, en la
medida que las drogas se muestran por un lado como liberadoras del individuo
en sociedad, generadoras de cambio del modo de conciencia predominante,
alentadoras del movimiento contracultural, impulsoras de la acción colectiva
contenciosa. Pero por otro lado, y contrario a esta posición, ante el fenómeno
del movimiento contracultural en relación con las drogas surgen visiones que
consideran a éstas sustancias un elemento “quemadero” de generaciones
enteras. En este contexto las drogas se tienen en cuenta como fuentes de viaje
sin retorno, del cual pocos han vuelto y del cual poco o nada se puede extraer
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como resultado. En la actualidad, ésta imagen nefasta y negativa es la que en
últimas adquiere el movimiento contracultural y las drogas en sí. La experiencia
psicodélica a partir de las drogas es absorbida por el estado de cosas dominante,
de manera tal, que el psicodelismo amorfo y alienado, disminuye la conciencia
colectiva mediante fijaciones mercantiles y comerciales (la moda de las drogas).
Se venden modos y estilos de vida que de ser anti-cultural o contracultural,
pasan a integrarse al sistema social de valores predominante, ante el cual
simplemente se guarda un bajo perfil.
Sin embargo quedan algunas preguntas latentes. Acaso, ¿las drogas (no
institucionalizadas) pueden consolidarse como un factor de cambio cultural?.
Obviamente la respuesta no es fácil y la pregunta resulta aún vigente. Por el
momento podemos considerar que, tanto a nivel individual como de movimiento
social contracultural, la respuesta (que en parte se deriva del uso de drogas)
ataca el modo de vida mas no el modo de producción, y de ahí que las conductas
tanto del individuo como de colectividades puedan ser fácilmente
instrumentalizadas, dominadas y sometidas al hegemón contra al cual
supuestamente se combate y contesta. (Francesc Freixa I Santfeliu. 1984).
Anexo a esta inquietud, cabe preguntarse si, ¿acaso son o no las drogas
contestatarias, disidentes y revolucionarias en sí mismas y para los fenómenos
relacionados con Ellas? Al mismo tiempo, faltaría determinar si son o no
“quemaderos” de intelectuales y abismo sin fin, del cual nadie ni nada se
sobrepone. Y por último es vital el cuestionarse como lo hiciera Alain Patrick,
(1977), si acaso ¿Es el uso de una droga lo que vuelve asocial al individuo o la
colectividad?, ó ¿Es el hecho de volverse asocial lo que lleva al uso individual o
colectivo de una droga?
Ante estos interrogantes, pareciera que las influencias y relaciones entre drogas
y movimiento contracultural son recíprocas. Sin embargo se debe tener en cuenta
un aspecto de vital importancia, como lo es el conjunto de circunstancias que
hacen que las sociedades desarrolladas y complejas como las occidentales,
engendren en si misma su contra cultura, la cual nace de su complejidad y de
sus contradicciones internas.
Además es necesario tener en cuenta (como lo sugiere Freixa), que nadie puede
pretender transformar una dinámica social sin una transformación de la base
quela mantiene, y en ese sentido estricto, las drogas en occidente, aún no se
han consolidado siquiera como un pequeño instrumento de cambio. Así, hasta
ahora, el movimiento contracultural intentó e intenta transformar aspectos de la
sociedad occidental, pero quedan sometidos y subordinados al valor que
pretenden contrarrestar.
53
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ISIONARI@S
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Cultura y Droga
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- Luna Luís Eduardo. 2002. “Xamanismo amazônico, ayahuasca,
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- Luz Pedro. “O uso amerindio do Caapi”. En “O uso ritual da Ayahuasca”. Ed
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- Malpica Karina. Tesis virtual. En www.mindsurf.
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- Mircea Eliade. “El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis”. Fondo
de cultura económica. 1975.
- Ott Jonathan. “Pharmacophilia o los paraísos naturales”. Ed Fantástica.
1998.
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ISINAORI@SCultura y Droga
- Ott Jonathan. “The Age of entheogens and The angel¨s Dictionary”, Ed.
Naturals products. 1995.
- Roszak Theodore. “El nacimiento de una contracultura”. Ed Cairos. 1981.
- Strauss Levy. “Antropología Estructural”.
55
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5.
5. Economía y política
del narcotráfico
Claudia Martínez
tTesista de Sociología
INTRODUCCIÓN
El tema de la política y la economía ligados al mundo del narcotráfico es un
debate lleno de preguntas y vacíos informativos, debido en parte a que el
funcionamiento del mundo de lo ilegal se encuentra camuflado dentro de lógica
capitalista y mercantilista que domina los tiempos actuales, a la vez que se
caracteriza por dejar el mínimo número de huellas y registros que permitan
determinar con exactitud sus estructuras y movimientos. Al mismo tiempo, las
decisiones en materia de política mundial se encuentran fuertemente
influenciadas por los intereses del tráfico de estupefacientes y otros productos y
servicios dominados por los grandes monopolios económicos.
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19 Tan estrecha es esta relación que comúnmente estos dos son producto y moneda en un intercambio armas
x droga. De drogas de los países productores por armas de los países consumidores e industrializados.
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y ejercidas fuera del sistema legal, violando con frecuencia las leyes vigentes.
Tales actividades incluyen el contrabando, la prostitución, la venta de mercancías
robadas, varias formas de evasión tributaria, sobornos, etc. Que son comunes
a muchos países no solo de América Latina y que reflejan en parte el
individualismo y la falta de lealtad y de cohesión social.”20
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A principios de los noventa, funcionarios de los gobiernos de Perú y Bolivia
estimaron que el comercio de cocaína produjo 600 millones de dólares al año
para cada país. (la pasta de coca fue en su momento la exportación más grande
del Perú, y en Bolivia las exportaciones de cocaína pudieron exceder el valor
total de todas las exportaciones lícitas).
Existen pues “buenas razones para pensar que si bien las utilidades provenientes
del tráfico de narcóticos generaron un auge económico para algunas regiones
del país, también indujeron importantes efectos negativos tales como inversiones
especulativas y el abaratamiento del contrabando, por ello no es posible
determinar a priori cuál fue el impacto global neto de las actividades ilegales
conectadas al tráfico de droga en el crecimiento económico del país.”22
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sembrar la planta o comercializar la sustancia, se da un estancamiento comercial
tal que se genera un inmediato efecto de miseria, desempleo y desplazamiento
forzado, ya que no queda mucho por hacer en dichos territorios, cuya generalidad
es la marginalidad económica y social dentro del país.
No todas las personas que participan del negocio de la droga obtienen igual
margen de ganancias, ni invierten igual cantidad de tiempo o de trabajo para
materializar sus dividendos, a medida que va transformándose el producto, desde
la siembra de la planta hasta la distribución al detal en los mercados callejeros
son muchos los eslabones, los contactos, las personas que participan del negocio
y progresivamente se hace mayor el valor agregado del producto, incluyendo la
cantidad de corte que se le echa a las pequeñas dosis que se venden
comúnmente en la calle de Colombia, España, Méjico o Estados Unidos. Así
mismo no es igual el impacto de este negocio en Perú, Bolivia y Colombia,
primero porque las extensiones de cultivo no son iguales y segundo porque su
papel dentro del negocio es diferente, especialmente en el caso de Colombia
frente a los otros dos países en consideración.
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1. La calidad de la hoja no es igual en todas partes y dependiendo de la
variedad de la planta, el terreno donde se cultive y hasta las condiciones
climáticas, se obtendrá mayor o menor contenido de la sustancia activa,
la cocaína; por lo tanto el precio de la pasta básica varía de acuerdo a la
zona de donde provenga la coca procesada.
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cotización de por ejemplo un kilo de cocaína, se mantienen siempre altos niveles
de incertidumbre sobre precios y calidades dentro de las organizaciones y
personas que participan de este negocio.
Paraísos físcales
Se debe comenzar para este caso por pasar revisión desde lo micro de esta
cadena bancaria y mencionar la situación que se genera en las instituciones
financieras regionales, ya que las transacciones con dinero en efectivo que se
hacen directamente en las zonas productoras y sus alrededores, aportan capital
monetario directa e indirectamente en el sistema bancario de estas regiones.
“Dado que los bancos del país no tienen restricciones para movilizar los recursos
captados entre los diferentes departamentos, las áreas afectadas por el tráfico
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de drogas no se benefician necesariamente con una mayor disponibilidad de
crédito en la región simplemente porque aumenten las captaciones de dinero.
El único beneficio del rápido crecimiento en los depósitos financieros está en
una mayo inversión en infraestructura por parte del sistema financiero en estas
ciudades, lo cual implica unos mejores servicios para la comunidad.”23
Parte del éxito y la expansión a nivel mundial del negocio del narcotráfico, es la
posibilidad y complicidad que ofrece la banca internacional para el lavado de
activos, en especial los países que flexibilizan tanto su legislación y control a los
bancos, que logran establecerse como paraísos fiscales y recaudar miles de
millones de dólares a través del lavado de dólares negros, de cuentas “secretas”
y en general de transacciones poco vigiladas o cuestionadas.
Estas sumas de dinero que se convierten en capital líquido son utilizadas por la
banca internacional (léase FMI, y Banco Mundial) quienes lo “prestan” de vuelta
a las naciones que aumentan su deuda externa y deben someterse a los modelos
político económicos que estos emporios impongan.
Según Fabio castillo en la Coca Nostra, los bancos se pueden clasificar según
tres tipos de acuerdo a la cobertura geográfica de sus funciones:
2. Bancos con licencia global, es decir que pueden funcionar dentro y fuera del
país.
3. Bancos con licencia interna, que cuentan con autorización para funcionar
únicamente dentro del país.
Dependiendo de esta situación, un banco se puede utilizar para uno u otro fin.
Dentro de la cadena del lavado de dólares pueden participar cada uno de estos
tipos de bancos, ya que se facilita disuadir sospechas, fragmentar con facilidad
las cuentas y hacer más imperceptible el rastro de las transacciones.
Algunas de las facilidades que presentan los paraísos fiscales son las siguientes:
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- Muchos de los paraísos fiscales no cobran impuesto por ninguna transacción
realizada dentro de sus fronteras, se benefician pues trabajando el dinero
mientras lo tienen a su favor. A diferencia otros paraísos fiscales cobran altas
comisiones por los riegos que implica el negocio.
- Los bancos reciben el dinero sin hacer muchas preguntas. Se aceptan millones
de dólares en efectivo, transferencias, lingotes, joyas, etc.
- Cambiar el dinero en casinos por ejemplo en las Vegas para registrarlo como
Ganancias Ocasionales.
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- Es común lavar dinero a través de diferentes negocios como loterías y cadenas
de almacenes o supermercados que reportan ventas ficticias o venden sus
productos con mínimos o nulos márgenes de ganancia.
Entre las diferentes estrategias para lavar el dinero y los usos que se le dan a
éste por parte del narcotráfico, se debe concluir que directa o indirectamente
todos los contribuyentes y consumidores de la sociedad nos encontramos
relacionados con el dinero del tráfico de sustancias ilícitas porque la banca
mundial se alimenta de este día a día en parte por la complicidad de muchos de
sus miembros, porque su sistema por defecto o por omisión lo permite y porque
se quiera o no el negocio de las drogas es una empresa multinacional por
excelencia.
- Desde principios de la década del 90 hasta nuestros días, se observa una lenta
pero progresiva disminución de los ingresos del mundo del narcotráfico,
igualmente se evidencian cambios en las estructuras y la concentración
económica y de poder en las organizaciones destinadas a estos fines, los grandes
capos y carteles de la droga de antaño con sus estructuras jerárquicas y
horizontales ya no son funcionales. En la actualidad se documentan redes de
organizaciones más eficientes, con estructuras internas menos centralizadas y
más horizontales y generalmente mas especializadas en oficios específicos
dentro del negocio, es decir, una mayor división del trabajo o asociación por
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especialidades, (productores - camufladores de embarques –transportadores -
lavadores), cada uno de ellos con sus propias redes de contactos, trabajando
con mayor discreción y viviendo con menos ostentaciones. Todo esto en
contraposición de los todopoderosos paisas y caleños capaces de encargarse
por completo de toda la cadena productiva y de distribución, recolectando como
se ha explicado ya, gigantescas sumas de dinero que circularán por encima y
por debajo de las mesas de la banca mundial.
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Muchas de estas zonas representan lugares de expansión de la frontera agrícola,
lo que indica una significativa afluencia de personas en su mayoría de origen
rural, que se desplazan a zonas de colonización en búsqueda de mejorar sus
actuales condiciones de vida.
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En este escenario el narcotráfico además de parecer ser “un mal
necesario” en algunas zonas del país, debido a su alta rentabilidad y falta
de opciones para la población, toma partido del silenciamiento sistemático,
del régimen de terror que se instala alrededor de las actividades delictivas
y del modus operandi tradicional en el manejo de los juegos de intereses
en el país.
“NARCOGUERRILLAS”
Por lo tanto y como anota Molano26 “no es fácil distinguir entre el movimiento de
colonización campesina y el de resistencia armada”. Y aunque en un principio la
guerrilla se quiso oponer al negocio por considerarlo imperialista, rápidamente
se dio cuenta de que no era barrera frente a este y que el rápido crecimiento de
las economías locales ampliaba la base extorsionable y tributaria a su favor.
24 REYES POSADA, Alejandro. “LA Violencia y la Expansión Territorial del Narcotráfico”. En Economía y
Política del Narcotráfico. UNIANDES.
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de cultivos y desplazados por las fumigaciones y los enfrentamientos entre los
diferentes actores armados.
NARCOPARAMILITARES
Esta relación histórica de los grupos insurgentes con el negocio de la droga, fue
encontrando detractores diferentes al gobierno nacional, se trata de lospropios
“narcos” que cansados de ser extorsionados y frente a los abusos por parte de
la guerrilla27 , deciden organizarse para conformar grupos de seguridad privada
y hacerle frente a estos abusos. En 1984 se consolida el movimiento antiguerrillero
con la creación de ACDEGAM (Asociación Campesina de Agricultores y
Ganaderos del Magdalena Medio), esta organización ha funcionado desde
entonces con actividades paramilitares encubiertas Hacia 1986 se fundan
oficialmente los primeros grupos paramilitares impulsados por los grandes capos,
al mismo tiempo que aumenta lapersecución a simpatizantes y colaboradores
de la guerrilla, la Unión Patriótica y los líderes sindicales y campesinos, y la
instalación de batallones en zonas de presencia paramilitar.
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Gran parte de estas actividades eran apoyadas y permitidas por el gobierno
nacional, ya que hasta 1989 existió una ley que autorizaba a las fuerzas armadas
para crear y apoyar grupos de autodefensa.
Los narcos se convierten en una clase emergente que consigue poner las
situaciones legales y militares a su favor. Los nuevos terratenientes se convierten
en centros de organizaciones de grupos paramilitares en contra de las guerrillas
y grupos de izquierda, lo que representa la pervivencia de una tradición de
autodefensa de los intereses por medio de las armas en Colombia. De aquí que
el narcotráfico al lado del paramilitarismo se convierta en una máquina de guerra
financiada por el negocio de las drogas.
Ochoa por parte del M19. A raiz de esto, los narcos crearon el MAS (Muerte a Secuestradores), en 1983.
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los últimos tiempos son los escándalos en los que se ha visto involucrado el
cartel del norte del valle, incluso a nivel interno28 .
En los últimos años, una de las armas más contundentes en la lucha contra “los
carteles del narcotráfico”, es la extinción de dominio, a pesar de las referencias
a la poca eficiencia en los procesos y los altos niveles de corrupción que se
manejan alrededor de sumas y propiedades millonarias, se han logrado arrebatar
a estas organizaciones grandes mordiscos a favor del Estado colombiano.
La marihuana fue la primera droga ilegal que dio lugar a una bonanza económica
en Colombia. Esta planta fue sembrada sin mucho éxito por los españoles para
obtener la fibra del cáñamo, pero llega de nuevo a Colombia a principios del S.
XIX, y su consumo estuvo inicialmente ligado a la clase social baja, trabajadores
y artesanos, pero rápidamente fue incorporándose a los hábitos de artistas e
intelectuales, entre los que se cuenta el poeta Porfirio Barba Jacob. Ya para
esta época se tenían restricciones legales para su comercialización y uso. Hacia
1955 su consumo se populariza entre todas las clases sociales e igualmente se
extiende su cultivo.
28 Valga mencionar que cada vez es menos frecuente o acertado hablar de carteles de la droga específicamente
en el caso colombiano, ya que cuando se habla de cartel se hace referencia a grandes organizaciones
monopólicas.
29 Recuérdese aquella famosa frase: “es mejor una tumba en Colombia que una celda en
Estados Unidos”.
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generaron un rápido aumento de las exportaciones y el continuo crecimiento de
las plantaciones en la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá y la
Guajira; situación que irremediablemente desemboca en el auge económico
con los cambios sociales y culturales que suceden en estas zonas productoras.
La coca en Colombia
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su empleo con fines laborales y productivos, pero se prohibió su uso medicinal
y religioso.
30 LOPEZ RESTREPO, Andrés. “Colombia de la prohibición a la guerra contra las drogas”.En Revista El
Malpensante No. 25.
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4. LAS DROGAS, LA DEMOCRACIA Y LA
SEGURIDAD DE LAS NACIONES3 1
- Percepción de que las drogas son un mal que provienen del exterior.
- El debate sobre las drogas se lleva a un plano ideológico y político por lo que la
solución que se propone es “la guerra contra las drogas”.
Enfoque colombiano:
31 Basado en el documento: “Seguridad y Drogas: Su Significado en las Relaciones entre Colombia y los
Estados Unidos”. Juan Gabriel Tokatlian en Economía y política del narcotráfico. UNIANDES.
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y sociales, de su sangrienta manifestación política, de su incidencia negativa
sobre los procesos de pacificación, de su directa vinculación con la cuestión de
violación de los derechos humanos y de su impacto desfavorable sobre las
posibilidades de una mayor apertura económica”, corren por cuenta de países
como Colombia.
A modo de cierre
Es indudable que el poder obtenido por las redes delincuenciales del narcotráfico
logra desestabilizar los sistemas democráticos actuales, pero en parte esto es
posible porque los gobiernos y las instituciones políticas y económicas han sido
yson complacientes y partícipes de un negocio que mueve billones de dólares al
año alrededor del mundo.
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En perspectiva, aparentemente no se tienen salidas o soluciones concretas para
acabar con el narcotráfico y sus camaleónicas redes. En parte porque los entes
gubernamentales no logran cambiar sus viejas concepciones frente al “problema
de la droga”. En parte también porque este negocio tal cual está planteado
sigue siendo enormemente rentable y sus mecanismos de supervivencia son
inherentes a los modelos de política neoliberal y monetarista que predominan
en la actualidad, entre otras cosas porque paradójicamente el negocio de la
droga se beneficia de la apertura económica.
En cuanto a las armas, pues vale señalar que cada vez el modus operandi de
las organizaciones del narcotráfico es más sofisticado y con menos cabezas
visibles, y la vía de las armas solo agudiza un sinfín de problemáticas y confunde
la guerra contra las drogas con otros conflictos ideológicos.
Bibliografía
REVISTAS:
- REVISTA COLOMBIANA DE ADICCIONES. No. 2 – Legalización de
las Drogas. Bogotá, Octubre de 2003.
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- REVISTA EL MALPENSANTE. No. 25 – La Guerra Contra las
Drogas Promete Acabar con Colombia, ¿Cuáles son las
Alternativas?. Bogotá, Septiembre-octubre de 2000.
INTERNET
- MAMA COCA
- TNI – TRANSNATIONAL INSTITUTE
- EL TIEMPO
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6.
Planeación y políticas públicas
6. sobre sustancias psicoactivas de
uso ilícito en Colombia.
“En los debates de políticas públicas son pocos los que argumentan
francamente
en términos de su propio interés. Todo está cubierto en términos de interés
general”.
Joseph E. Stiglitz. “El malestar en la globalización”.
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2005 destinó casi 18.500 millones de pesos para lograr su cumplimiento en las
áreas del tratamiento y la prevención, cifra que sumada a los recursos
destinados para la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE)32 durante
los últimos cinco años, asciende a casi 120 mil millones de pesos33. Esta
cantidad exorbitante de dinero utilizada en el país para combatir “el flagelo
de las drogas”, por lo menos merece despertar en la opinión pública un interés
fiscalizador que vele por un buen destino para tanto dinero (con el que sin
duda alguna se mejorarían ostensiblemente algunos de los mayores
problemas que existen: los relacionados con el empleo, la salud o la
educación), de forma que no se dilapide en acciones sin sentido cuyos
resultados contradigan los objetivos propuestos. Para lo que sigue, es
aconsejable entonces que se tenga siempre presente la pregunta por la
adecuación de las políticas que vienen implementando las instituciones de la
sociedad colombiana.
Pero antes de repasar algunas de las medidas concretas con que los diferentes
gobiernos han afrontado el fenómeno del uso de sustancias sicoactivas ilegales
en Colombia, valga la pena un recorrido, a vuelo de pájaro, sobre las principales
estrategias en materia de drogas que ofrece el panorama actual, cuya
implementación implica un uso diferente de las distintas herramientas –represión,
prevención, tratamiento e intervención- empleadas en la política antidrogas34 .
32 La DNE fue creada para asesorar y apoyar al Consejo Nacional de Estupefacientes y al gobierno nacional,
en la formulación de las políticas y programas en materia de lucha contra la producción, tráfico y uso de drogas
que producen dependencia, y en la administración de los bienes objeto de extinción de dominio.
34 Para un análisis más completo de estas estrategias ver el artículo en el que nos hemos basado: Uprimny,
Rodrigo. “El desfase entre los que saben y los que hacen: reflexiones sobre el marco jurídico de la política contra
las drogas”. En: Revista Colombiana de Adicciones. Octubre de 2003. No. 2. pp. 53-68.
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de ciertas sustancias, consideradas dañinas o pecaminosas, pues el Estado
considera que tiene derecho a imponer modelos de virtud, o al menos de salud,
a sus ciudadanos”. Esta estrategia “supone un empleo casi exclusivo de los
instrumentos represivos, por locual, los otros componentes tienen un peso relativo
muy bajo”. Las políticas de Prohibición flexible o “Reducción del daño” consideran
que “es imposible suprimir el consumo, por lo cual sólo puede aspirarse a reducir
los daños asociados a los usos problemáticos, para lo cual plantean que es
necesario despenalizar el consumo de ciertas sustancias, a fin de evitar el
marginamiento de los usuarios. Sin embargo, estas estrategias se mueven dentro
del ámbito prohibicionista y mantienen la criminalización de la producción y de
gran parte de la distribución de estas sustancias”, aunque “disminuyen la
represión, pues establecen algunas formas de despenalización del consumo”,
aumentando las estrategias preventivas, los apoyos terapéuticos y la intervención
comunitaria.
A grandes rasgos, estos son los cuatro principales modelos legales que se han
creado para afrontar el fenómeno del uso de sustancias sicoactivas ilegales. Al
compararlos entre sí salen a la luz semejanzas y profundas divergencias, ventajas
y desventajas, diferentes métodos y, también, diferentes objetivos. Actualmente
es uno de estos modelos el que domina de forma hegemónica el panorama
mundial sobre el asunto. La pregunta obligada es evidente: ¿es éste el modelo
más adecuado?
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1. PRODUCCIÓN35
Cultura y Droga
Estos son sólo algunos de los muchos inconvenientes ligados al cultivo de plantas
perseguidas por el prohibicionismo farmacológico; la lista se podría alargar sin
grandes esfuerzos, pero más que enumerarlos minuciosamente, interesa ver
qué han estado haciendo las instituciones de la sociedad encargadas del
35La mayoría de las ideas expuestas de aquí en adelante han sido tomadas en su núcleo de: Camacho G.,
Álvaro et. al. Las Drogas: Una Guerra Fallida. Tercer Mundo Editores. Bogotá, 1999.
36 “La guerra contra las drogas: otra impostura”. Entrevista de Randy Paige a MiltonFriedman. Rev. El
Malpensante. Año 2000. No.25 pp.14-23.
37 Suhner, Stephan. Resistiendo al olvido. Tendencias recientes del movimiento social y de las organizaciones
campesinas en Colombia. Taurus-UNRISD, 2002. p.133.
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“fenómeno de las drogas” en Colombia. Para ello es necesario considerar las
dos grandes disposiciones adoptadas al respecto: la erradicación de cultivos,
voluntaria o forzosa, hecha desde el aire o manualmente; y la sustitución como
parte y complemento de programas de desarrollo alternativo.
A) ERRADICACIÓN.
Como primera medida, se debe aceptar que hay agudas discrepancias entre los
expertos sobre el tema. Para algunos entre ellos la erradicación debe realizarse
a toda costa, sin importar mucho si se lleva a cabo de forma voluntaria o forzosa,
fumigando desde el aire o arrancando las matas manualmente; otros piensan
en cambio que algunas modalidades de la erradicación son contraproducentes
y resultan más perjudiciales que benéficas. A los primeros se les podría llamar
defensores de la “terapia de choque” (medidas aceleradas y en apariencia
contundentes, con una dosis inicial de dolor inevitable) y a los segundos
“gradualistas” (el problema se debe afrontar paso a paso atendiendo primero
las redes sociales de seguridad y analizando los factores reductores del riesgo).
A pesar de ello, existe un elocuente acuerdo sobre varias inconsistencias y
problemas al adelantar la erradicación, actividad que, básicamente, descansa
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sobre dos supuestos generales, los cuales, evaluados detenidamente,
presentan inconsistencias: según el primero, se considera que el problema está
en la oferta, por lo cual las medidas fuertes deben ir dirigidas a ese eslabón de
la cadena compuesto por los campesinos propietarios de pequeñas parcelas,
quienes producen las hojas de coca o recogen el látex. Si se elimina la producción,
se piensa desde esta perspectiva, no habrá nada qué ofrecer y desaparecerá la
demanda (aunque en economía son muchos los ejemplos de novedosos
productos que salen al mercado y cuya invención está motivada por la creciente
demanda insatisfecha); según el segundo supuesto, los campesinos colaborarán
con la destrucción de este tipo de cultivos en caso de poder reemplazarlos por
otros legales, incluso si ello supone una disminución de los ingresos.
Según cálculos publicados por la DNE38 , por cada hectárea sembrada de coca
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se generan anualmente más de dos toneladas de desperdicios que terminan en
las cuencas de los ríos.
39 Cuando los organismos del gobierno encargados del problema han aceptado parcialmente la veracidad de
las denuncias, han llegado a decir, cínicamente, que las zonas donde se realiza la aspersión tienen una
densidad poblacional muy baja, por lo que el impacto sobre la población es mínima; que los campesinos se
esconden selva adentro tan pronto como escuchan los helicópteros de la policía antinarcóticos y de esta forma
evitan que el herbicida entre en contacto con sus cuerpos; y que la aspersión se realiza puntualmente sólo sobre
cultivos de uso ilícito, sin afectar áreas en pastos, bosques u otros cultivos, pues es una fumigación aérea
controlada y con estrictos parámetros técnicos de aplicación garantizados por una auditoria ambiental
permanente. Sin embargo, estos argumentos desconocen las condiciones reales en que se llevan a cabo las
fumigaciones. Sólo por poner un ejemplo, en regiones donde hay una presencia activa de grupos armados al
margen de la ley, los pilotos de las aeronaves se ven obligados a realizar la aspersión a grandes alturas,
perdiéndose así mucha precisión.
40 Ibíd.
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A) sustitución de cultivos.
Esta es una política que, como lo indica su nombre, consiste en remplazar los
cultivos ilegales por otros legales, con la cual el gobierno intenta frenar los
impactos ecológicos y sociales negativos que se derivan de la siembra de estas
plantas. Se desarrolla como complemento de las campañas de erradicación, y
tiene como finalidad contribuir al desarrollo integral de las zonas afectadas por
los cultivos de uso ilícito, a través de acciones que buscan prevenir el
establecimiento de éstos, al tiempo que establecer las bases para un desarrollo
local y regional, fundamentado en criterios de sostenibilidad y de autonomía
social y económica. Algunos investigadores, frente a los impactos sobre la vida
41 Las drogas: una guerra fallida. Op.cit. pp.14 y 23. La “Guerra contra las drogas” comenzó en 1985. A los
seis años, en 1991, en Colombia existían 37500 hectáreas (ha) de coca; cinco años después, en 1996, la extensión
de los cultivos, según el gobierno nacional, cubría 67200 ha. El pico más alto se presentó en el año 2000,
cuando la cifra llegó a 183000 ha.Después de unos años de descenso en los cultivos, para el año 2004 se censan
80000 ha. A pesar de ello, es claro que después de 20 años de “guerra a las drogas”, el fenómeno de los cultivos
de uso ilícito a tendido en general a incrementarse. Cfr. “COLOMBIA. Censo de cultivos de coca”. Naciones
Unidas. Oficina contra la droga y el delito. Gobierno de Colombia. Junio de 2005. p.7; Las drogas: una
guerra fallida. Op.cit.p.11.
42 Suhner, Stephan. op.cit.
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social en comunidades donde la coca no tiene valor ritual alguno, observan que
la coca “estimula una cultura del enriquecimiento fácil, degenera los valores y
crea un clima de violencia y menosprecio por la vida”42 .
Teniendo en cuenta esta situación, y que los objetivos son precisamente
acabarla, ¿cuáles han sido los problemas con que se han topado las entidades
del gobierno al implementar dicha política? A primera vista salta un hecho
incontrovertible: mientras se erradican matas en un lugar, nacen nuevos
cultivos en otro. Este fenómeno de la mudanza de los cultivos ya lo
mencionamos atrás (el “efecto globo”), y valdría la pena analizarlo
detenidamente porque muestra que todo programa exitoso de sustitución
está destinado a fracasar. ¿Por qué? Hay dos razones básicamente: si los
programas de desarrollo alternativo triunfan en una región y los cultivos de
uso ilícito desaparecen, siempre existirá otra zona dispuesta a satisfacer la
demanda; y “si efectivamente se consigue erradicar una cantidad significativa
del producto en cuestión, sus precios se elevarán, lo que constituye un
aliciente para volver a cultivarlo”43. Persiste, además, el problema de que no
hay cultivos legales que generen ingresos similares a los obtenidos con este
tipo de cultivos, más aun cuando no existen las vías de acceso adecuadas,
centros de acopio, asistencia y capacitación técnicas permanentes y
programas de comercialización que aseguren la salida y el flujo regular de
los productos agrícolas a los mercados principales. Sin estas condiciones
garantizadas, no hay erradicación y sustitución efectivas.
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familias; y el componente ambiental, cuyo objetivo es producir acciones
inmediatas y de largo plazo que permitan afrontar el deterioro ambiental que se
produce en los ecosistemas cuando se desarrollan cultivos de coca y amapola.
A grandes rasgos descrito, hay que decir que este programa, uno de los más
ambiciosos del actual gobierno, presenta nítidamente el cuadro de inconvenientes
que ya se señalaron: numerosos cultivadores de coca y amapola, en muchas de
las regiones focalizadas por el programa, han trasladado sus cultivos a otro
lugar, y muchas regiones que antes no albergaban este tipo de cultivos ahora lo
están haciendo; por otro lado, es evidente, hasta para quienes dirigen localmente
las iniciativas, que el programa no va a lograr los objetivos propuestos sin el
apoyo contundente del gobierno en otros frentes, como en el de la construcción
de mallas viales indispensables para el éxito del programa, o el de las
capacitaciones técnicas permanentes por parte de profesionales. Además, la
cuestión fundamental de la adjudicación legal de los predios por parte del gobierno
a miles de campesinos que poseen sus fincas hace años, sigue sin resolverse,
y este es uno de los escollos que más desalienta la participación masiva y activa
de los habitantes de las regiones escogidas para adelantar el programa. Además,
hay quienes ponen en duda los supuestos beneficios que obtendrán los
campesinos por su participación en los macroproyectos gestionados desde éste
y otros programas. Sobre el tema, un congresista colombiano se refirió al libro
titulado Evaluación de la negociación agropecuaria en el TLC Colombia-Estados
Unidos45 , en el cual los autores, académicos reconocidos que en el pasado se
han desempeñado en altos cargos del gobierno, advierten que el cultivo extensivo
de palma africana (uno de los principales macroproyectos productivos que
impulsa el Programa en varias regiones del país) no tendrá éxito debido a los
efectos que producirá la sustitución por importaciones de soya y de sus derivados.
Sin embargo, el gobierno y la empresa privada han insistido a los campesinos
para que participen en esta “Alianza estratégica”, en la cual el capital privado de
las multinacionales obrará como cofinanciador de las propuestas que surjan.
Otra cuestión que preocupa es la esencia misma de los proyectos productivos
alternativos que el gobierno, desde la figura de las “alianzas estratégicas”, ofrece
y promueve entre la población campesina. Al respecto anota Suhner que
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deja a los campesinos de las regiones fumigadas otra opción que la de
subyugarse a la aparcería a gran escala para adelantar plantaciones de caucho,
palma y cacao para los latifundistas. Se trata entonces de una contrarreforma
agraria en la que la producción campesina se ve sustituida por el dominio de los
dueños de plantaciones, quienes explotan la fuerza de trabajo de campesinos e
indígenas con nuevas y modernas formas de servidumbre. Es un desarrollo
alternativo que trae más violencia y destrucción del medio ambiente y
enriquecimiento para los empresarios y dueños de capital”46 .
1. DISTRIBUCIÓN
46 Op.cit. p.137.
47 Según un estudio publicado por la fundación “Seguridad y Democracia” en noviembre de 2004, los
recursos destinados para gastos militares para el año 2005 representan el 13% de PIB nacional, y, como lo
dijo el viceministro de defensa Jorge Mario Eastman, habrá un crecimiento sostenido y gradual del presupuesto
militar para los próximos años. Cfr.
www.seguridadydemocracia.org.
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los funcionarios encargados de conducir procesos relacionados con narcotráfico.
Según las consideraciones de la Corte Constitucional, «...el sentido y propósitos
de estas normas únicamente pueden comprenderse a cabalidad si se tienen en
cuenta las graves circunstancias de orden público en medio de las cuales han
sido expedidas, sin olvidar los antecedentes de hecho que han rodeado la
actividad de la administración de justicia en los últimos años...”
La Corte tuvo en cuenta que la regla de la justicia sin rostro era excepcional y
extraordinaria, y que estaba justificada sólo por la especialísima situación que
impedía en ese momento el ejercicio adecuado de la administración de justicia;
además, se reconocía su vigencia temporal y precaria, según lo preveía otro
artículo transitorio del mismo Código de Procedimiento Penal, y el Artículo 205
de la Ley 270 de 1996. Actualmente no tiene vigencia.
B) extinción de dominio.
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Esta medida, que para muchos es necesaria porque asegura que el delincuentn
no llegue a disfrutar los rendimientos económicos de su actividad criminal, ha
encontrado múltiples dificultades: los procedimientos de testaferrato que dificultan
probar que un bien mueble o inmueble es de origen ilícito, es uno de los obstáculos
más frecuentemente utilizados por los traficantes. Además, se presenta el
problema adicional de que en el momento de la acción penal el propietario puede
afirmar que los bienes objeto de extinción fueron adquiridos de buena fe, lo que
se traduce en juicios que pueden durar indefinidamente. Esta dificultad es tan
seria que muchos de los bienes decomisados no han pasado a ser de pleno
dominio estatal, y cuando así se ha hecho numerosas irregularidades se han
presentado sobre su administración: subutilización y adjudicación indebida, son
las irregularidades más frecuentes.
C) extradición de nacionales.
50 “Proyectos de ley para acabar con el narcotráfico y el crimen organizado”. Presidencia de la República.
Ministerio de Justicia y del Derecho. Santafé de Bogotá D.C., julio 20 de 1996. p.79.
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A) aumento de penas.
También hay algunos menos optimistas y más críticos. Para éstos, la punición
no es una solución prioritaria a un problema tan complejo; más aun, en las
actuales condiciones de del sistema carcelario, el castigo, lejos de resolver el
problema, tiende a agravarlo.
1. CONSUMO
Ley 30 de 1986-Política Nacional de Reducción de la Demanda de SPA-
Salud mental-Consumidor y enfermedad-Dosis personal.
A) LEY 30 DE 1986.
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Estatuto Nacional de Estupefacientes, adoptado mediante la ley 30 de 1986. En
dicho estatuto, que se encarga de reglamentar no sólo lo atinente al consumo
sino también a las demás etapas (producción y distribución), los controles creados
para reducir la demanda y prevenir el consumo se encuentran compendiados
en los artículos de los capítulos II y III.
2) Otra crítica, que hasta ahora apenas empieza a surgir, hecha al estatuto y de
la que adolecen igualmente las modificaciones posteriores del mismo, tiene que
ver con la concepción adoptada sobre el consumidor de las sustancias en
cuestión, al que se le contempla no ya como un delincuente sino como un enfermo
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(ambos considerados peligrosos). De esta percepción sobre el consumidor se
deriva un juicio de conducta condescendiente, agresor y dudoso: se cree que
por consumir drogas ilegales se es un enfermo; y a los enfermos habitualmente
se les trata sin tener en cuenta lo que ellos mismos piensan sobre la enfermedad,
su modo de “llevarla”, sus causas y posibles soluciones. “Si se le condena al
encarcelamiento o al confinamiento psiquiátrico –según Althusser-, el criminal
desaparece de la vida social: durante un tiempo definido por la ley en el caso del
encarcelamiento (...); por un tiempo indefinido en el caso del confinamiento
psiquiátrico, con una circunstancia agravante: se le considera privado de su
sano juicio y, en consecuencia, de su libertad de decidir, por lo que el internado
puede perder la personalidad jurídica, delegada por el prefecto a un “tutor” (...),
que posee su firma y actúa en su nombre y lugar ...”53 Las consecuencias que
se producen en un Estado Social de Derecho respetuoso del pluralismo sobre la
libertad individual y la equidad debido a esta manera de pensar el problema y
diseñar las estrategias, que homologa al consumidor con un enfermo, son mucho
más complejas y perjudiciales; su conocimiento profundo implicaría emprender,
entre muchos otros, un análisis de las concepciones mismas de la enfermedad
que se han desarrollado en las sociedades occidentales (altamente imbuidas de
un espíritu antitradicionalista que menoscaba el saber popular), pero es una
tarea que desborda los propósitos inmediatos del texto. Más adelante se abordará
este tema en relación con los argumentos esgrimidos en la discusión sobre la
penalización de la dosis personal. Baste recordar lo contraproducente que resultó
entre la población habituada a una sustancia sicoactiva, en términos de los
propósitos perseguidos, la propaganda aquella que mostraba la degeneración
progresiva de un consumidor: muchos analistas indicaron que lo que esa
publicidad logró fue la consolidación de las conductas asociadas al consumo,
puesto que era evidente que la argüida degeneración no era necesaria y ni
siquiera frecuente, y muchos, consumidores y no consumidores, tuvieron la
oportunidad de comprobarlo. Este impacto no planificado, que hizo pensar a un
sector de la población que las políticas antidrogas erraban en muchos de sus
postulados, que eran sencillamente desacertadas, también ha conducido a
despertar el interés por un grupo poblacional hasta el momento ignorado: los
“consumidores funcionales” de sustancias sicoactivasilegales, cuya ‘normalidad
existencial’ y eficaz articulación social refutan las ideas que asocian consumo
con delincuencia y enfermedad.
53 Althusser, Louis. El porvenir es largo. Ediciones Destino. Colección Áncora y Delfín.Barcelona, 1992.
pp.32-33. Especialmente los capítulos II, XX y XXII.
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actividades asociadas al uso de estas sustancias ha resultado debilitada, y el
número de individuos que participan
en ellas –comerciantes, cultivadores, raspachines, jíbaros, consumidores…- ,
en cambio, ha aumentado, al igual que los costos sociales y económicos de
mantener estas políticas para la población en general.
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colombianos, han tenido alguna vez un trastorno mental, predominantemente
de ansiedad, derivado de la falta de afecto y por el uso de sustancias
psicoactivas”, y se explicaba a continuación que “… las patologías, los
trastornos y las situaciones alteradas de la salud mental descansan en las
condiciones de vida de la población”. Una de las conclusiones del trabajo fue
que se debía considerar que mlos trastornos mentales son enfermedades
crónicas con derecho a tratamiento, y por ello la implementación de las
políticas de salud mental y de reducción del consumo de SPA se vuelve
prioritaria y se incluye en la Circular 18 de 2004. Sin embargo, es necesario
hacer algunos comentarios. A pesar del reconocimiento del carácter social
del problema del “trastorno mental” y de que no hay un consenso sobre
cómo entender este concepto, es marcada la tendencia en las directrices a
explicar este fenómeno por sus consecuencias y no por sus causas: según
el estudio, la falta de afecto y el consumo de SPA producen alteración mental.
Pero, ¿qué causas provocan disminuciones afectivas y consumos
compulsivos?. Y el desempleo, la pobreza, las desigualdades y la inseguridad,
¿cómo inciden en la salud mental de las personas? No parecería tan
aventurado afirmar que la situación de pobreza del 60% de los colombianos,
o la ausencia generalizada de oportunidades para laborar son, juntas o
tomándolas por separado, las causas reales de que muchos jóvenes
experimenten con drogas. Y estos son sólo ejemplos hipotéticos no tan
descabellados. Más aun, existen estudios, sobre variadas temáticas,
orientados en este sentido, cuyos resultados ratifican la relación estrecha
entre fisuras en la estructura social y aumento del consumo de sustancias
psicoactivas. Un caso notable, la crisis de la caficultura en la década de los
noventa en el país, sirvió para demostrar dicha relación: según algunos
especialistas “… la desesperanza y la incertidumbre del futuro de la caficultura
crearon patologías mentales, con el consecuente aumento del alcoholismo y
la farmacodependencia, lo que llevó a ansiedades extremas; de ahí los
suicidios”55 . Además, “las altas tasas de desempleo y el estancamiento de
los salarios aumentaron los índices de drogadicción en las franjas cafeteras.
La inestabilidad generada por la pérdida de un empleo fijo y rentable aumentó
casi en un 50% el consumo de sicoactivos en las regiones rurales y urbanas
de la geografía cafetera…”56 .
54Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud. República
de Colombia. Ministerio de la Protección Social. Bogotá, octubre de 2005.
55Márquez, Mariela. Aculturación de la cultura cafetera –Historia de una crisis-.Ed. Manigraf.
Manizales, 2000. p.16.
56 Ibid.
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c) EL DEBATE SOBRE LA DESPENALIZACIÓN
DEL CONSUMO DE LA DOSIS PERSONAL.
ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA
DESPENALIZACIÓN58 :
57 Según el literal j) del artículo 2o de la Ley 30 de 1986: “Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana
que no exceda de veinte (20) gramos; la de marihuana hachís que no exceda de cinco (5) gramos; de cocaína o
de cualquier sustancia a base de cocaína la que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona la que no exceda
de dos (2) gramos”.
58 Las ideas aquí presentadas se encuentran desarrolladas más ampliamente en: Sentencia No. C-221/94, y en
el salvamento de voto a dicha sentencia.
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- El consumo no puede considerarse un acto indiferente. El drogadicto es un
enfermo y está afectando su entorno social. Por eso el problema de la
drogadicción no puede reducirse de manera tan simplista a un asunto que sólo
tiene que ver con el furo interno. Por el contrario, forzosamente afecta a todo el
entorno social, y en consecuencia el Estado tiene el deber de ayudar, y el enfermo
la obligación de someterse al tratamiento indicado.
Bibliografía
Althusser, Louis. El porvenir es largo. Ediciones Destino. Colección Áncora y
Delfín. Barcelona, 1992.
Camacho G., Álvaro et. al. Las Drogas: Una Guerra Fallida. Tercer Mundo
Editores. Bogotá, 1999.
“COLOMBIA. Censo de cultivos de coca”. Naciones Unidas. Oficina contra la
droga y el delito. Gobierno de Colombia. Junio de 2005.
Documento Guía del Programa Familias Guarda Bosques. Presidencia de la
República de Colombia. Programa Desarrollo Alternativo. Consejería Presidencial
para la Acción Social.
“Familias Guardabosques”. Documento Guía. Presidencia de la República de
Colombia. Programa Desarrollo Alternativo. Consejería Presidencial para la Acción
Social.
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes
territoriales de salud. República de Colombia. Ministerio de la Protección
Social. Bogotá, octubre de 2005.
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Conclusiones y recomendaciones
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Una comunicación más horizontal entre quienes coordinaban las
jornadas y los participantes.
- Auditorios muy participativos y sin temor a expresar opiniones
divergentes y contradictorias.
- La construcción de un ambiente de confianza para abordar una
problemática que desde su enunciación genera controversia.
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