Вы находитесь на странице: 1из 1

SISTEMA INMUNOLÓGICO:

En general, el envejecimiento conlleva una disminución de la respuesta inmunitaria, porque los


ancianos son más vulnerables a las infecciones y la capacidad de éstas es más patógena. Hay
de igual modo, pequeñas alteraciones en el sistema de reconocimiento y regulación de la
inmunidad, con reducción de la capacidad de respuesta frente a antígenos y un incremento de
los fenómenos autoinmunes.

El timo disminuye de peso a lo largo de la vida fijándose en 10 g en los 60 años, cuando en la


juventud alcanza el peso de 35 g, representa una atrofia de esta glándula con el paso del
tiempo, se expresa en una pérdida de tejido linfoide cortical y consiguiente aumento del tejido
conectivo; en la medular disminuye el número de células epiteliales y aumentan los
macrófagos, mastocitos y células plasmáticas, como consecuencia hay una disminución de la
cantidad de hormonas tímicas en sangre periférica.

El resto de órganos relacionados con la inmunidad, como el bazo, los ganglios linfáticos, tejido
linfoide asociado a las mucosas o la médula ósea, no presentan alteraciones evidentes con el
envejecimiento. Los linfocitos T respondedores a antígeno/mitógeno en los ancianos y su
subpoblación LT o CD8 (citotóxicos/supresores), tienen una capacidad de proliferación
disminuida, junto con su citotoxicidad, la producción de interleucina 2 y la respuesta de
hipersensibilidad retardada; sin embargo, la subpoblación LTh o CD4
(inductores/colaboradores) y la sensibilidad a la inhibición por la prostaglandina E2, están
aumentadas.

Asimismo, los anticuerpos que se detectan con mayor frecuencia en la vejez son:
antitiroglobulina, antitiroideos, antiparietales, antigamma Fc (RF) y antinucleares.

Вам также может понравиться