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Identificación de virosis en

Solanáceas y Cucurbitáceas
Autor: M.C. Mariana Lorena Lastres Schindler

Los virus y su nomenclatura. Los virus no pueden ser llamados organismos vivos porque no tienen
órganos. Ellos están compuestos básicamente por material genético, que puede ser ADN o ARN, y una
capa proteica que es la que el sistema inmunológico del organismo atacado reconoce para producir
anticuerpos y defenderse. Al no tener órganos, el virus utiliza los puntos de crecimiento o la formación
de nuevos tejidos del hospedero que ataca para reproducirse. Por eso, los síntomas visuales producidos
son notorios, generalmente, en todo tejido nuevo producido después de la infección por el virus, es decir,
en los brotes terminales, y los síntomas no desaparecen después de la infección.

Los virus no pueden ser vistos a simple vista; son tan pequeños que deben ser vistos con el uso de un
microscopio electrónico. Las características anormales que vemos en plantas viróticas son en realidad los
síntomas causados por el virus en el organismo que éste ataca. En muchas ocasiones, los virus causan en
sus víctimas síntomas que ayudan a perpetuar la infección o ayudan al contagio de los vectores. Por
ejemplo, muchos virus causan mosaicos amarillos. El color amarillo es un color atractivo para áfidos,
moscas blancas y thrips. En consecuencia, plantas con esos síntomas serán más atractivas para los
vectores que plantas sanas y, por lo tanto, la probabilidad de que vectores sanos se infecten con los virus
de estas características aumenta. Por eso es importantísimo que las plantas cultivadas que se infectan
tempranamente, y las malezas viróticas de los alrededor de los cultivos sean eliminadas inmediatamente
después de mostrar síntomas y con anticipación (por lo menos 20 días antes) a las siembras,
respectivamente.

Los virus no pueden ser curados y deben ser prevenidos para evitar reducción en rendimiento. El
escalonamiento de los cultivos de cucúrbitas/solanáceas suele incrementar la incidencia de virus con el
paso del tiempo por el movimiento de los virus, por medio de vectores o medios mecánicos, de los cultivos
viejos a los nuevos en áreas aledañas o viento abajo. La presencia de cultivos de dos o más
compañías/productores en una misma zona de siembra puede empeorar las cosas cuando hay descuidos
en el manejo de malezas dentro de los cultivos y en los alrededores, de los vectores dentro del cultivo y
de los rastrojos al finalizar. Por eso, es indispensable concientizar a técnicos, productores y personal que
toma decisiones, y trabajar como equipo dentro del sector productivo.

Los virus difieren uno del otro por su vector, su forma de transmisión, su rango de hospederos y su
estructura molecular. A más grande la partícula de virus, más estable será éste. El virus de plantas de
mayor tamaño molecular conocido es el TMV (Tobacco Mosaic Virus), del grupo de los Tobamovirus,
específico de las solanáceas. A eso se debe que los Tobamovirus, de transmisión mecánica, sean tan
persistentes y estables, pudiendo permanecer en y diseminarse por material en descomposición, suelo,
herramientas, maquinaria, ropa y manipulación.
Los virus tienen vectores específicos. Virus transmitidos por mosca blanca sólo pueden ser transmitidos
por ese vector, los transmitidos por áfidos sólo pueden ser transmitidos por áfidos, los transmitidos por
thrips sólo pueden ser transmitidos por thrips y así sucesivamente; no existe posibilidad de transmisión
cruzada. Por eso, el diagnóstico de los virus en cultivos y malezas es crucial, de lo contrario no sabemos
qué vector es que está transmitiendo la enfermedad en nuestro cultivo.

En el caso particular de los virus de transmisión por mosca blanca y por thrips, el vector suele ser una
especie en particular, por ejemplo, los Begomo o Geminivirus son transmitidos exclusivamente por la
especie Bemisia tabaci. Esto quiere decir que otras especies de moscas blancas, como Trialeurodes
vaporariorum o Trialeurodes variabilis no pueden transmitir los virus que transmite Bemisia tabaci. Lo
mismo es cierto para virus de transmisión por thrips (Tospovirus), donde únicamente ciertas especies de
thrips, como Thrips palmi, T. tabaci o Frankliniella occidentalis son las especies vectoras. En contraste, la
transmisión de Potyvirus o Cucumovirus por áfidos no tiene limitaciones de especies. Básicamente
cualquier especie de áfido puede transmitir ambas familias de virus. Lo que existe son diferencias en la
eficacia de transmisión. Algunas especies, como Aphis gossypii y Myzus persicae son más eficientes en
transmisión de Poty y Cucumovirus que cualquier otra especie de áfido presente en el medio.

La gran mayoría de virus que atacan plantas cultivadas son de transmisión por vectores. Los vectores más
comunes son áfidos, moscas blancas, thrips y crisomélidos o tortuguillas (Diabrotica sp. entre otras). Muy
pocos virus de transmisión por vector en cucúrbitas y solanáceas son además de transmisión por semilla.
Sólo el SqMV (Squash Mosaic Virus), de transmisión semi persistente por crisomélidos, tiene esta
característica. Debido a su poca importancia, los virus de transmisión por crisomélidos no serán tratados
a profundidad en este escrito.

Los virus de transmisión mecánica, como los Tobamovirus, suelen ser diseminados por contacto entre
plantas, o manipulación (siembra, estaquillado, encabullado, cosecha), sobre todo por mano de obra
fumadora, estacas, cabuya o pita, manta térmica, herramientas, etc. Estos virus suelen tener transmisión
por semilla debido a la manipulación de la misma en presencia de material infectado (es decir que el virus
permanece externamente en la semilla por manipulación, pero no por transmisión sistémica). Estos virus
son muy comunes en solanáceas, y suelen ser difundidos por fumadores, sin embargo, actualmente la
evidencia de diagnóstico indica que su incidencia suele ser común en otras familias botánicas en
Centroamérica.

Los virus reciben su nombre de las siglas en inglés del primer virus descrito para su tipo. Por ejemplo: los
Potyvirus reciben su nombre del primer virus de su tipo descrito, que fue el Potato Y Virus, los
Begomovirus de Begonia Mosaic Virus, los Tobamovirus de Tobacco Mosaic Virus, los Cucumovirus de
Cucumber Mosaic Virus, y así sucesivamente. Esta es la regla para la nomenclatura de los virus.
Los principales grupos de virus que atacan Solanáceas y Cucúrbitas en nuestro medio son los siguientes:

1. Potyvirus y Cucumovirus transmitidos de manera no persistente por áfidos.


2. Begomo o Geminivirus transmitidos de manera persistente por la mosca blanca Bemisia tabaci.
3. Crinivirus de la Familia Closteroviridae (CYSDV para melón y ToCV para tomate) transmitidos de
manera semi persistente por moscas blancas (Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum).
4. Tospovirus transmitidos de manera persistente por thrips, entre ellos el famoso TSWV (Tomato
Spotted Wilt Virus).
5. Tobamovirus de transmisión mecánica y por semilla, especialmente, pero no exclusivo de
Solanáceas (TMV Tobacco Mosaic Virus).

Las características de los virus antes listados son las siguientes:

Poty y Cucumovirus

1. Generalmente producen mosaicos verdes, ampollas, deformaciones en follaje y fruta, y falta de


red en melones bordados.
2. Los Potyvirus específicos y comunes en cucúrbitas son PRSV, ZYMV y WMV. El CMV es un
Cucumovirus, es decir pertenece a una familia distinta de virus, pero desde el punto de vista de
característica de contagio y manejo se comporta igual que un Potyvirus, por ser de tipo no
persistente.
3. Suelen tener muy amplio rango de hospederos. CMV tiene más de 1000 hospederos alternos,
todos de hojas anchas.
4. Se adquieren y transmiten casi instantáneamente. Toma de segundos a minutos la adquisición y
el contagio.
5. No persisten en el vector. El vector porta el virus de manera externa en el estilete y lo pierde con
picadas consecutivas. Es decir, puede ser limpiado del vector.
6. No son prevenibles con insecticidas (Chess o Pimetrozine, que interfiere con la rigidez del estilete,
es la excepción y puede ser utilizado como una herramienta para prevenir la diseminación de virus,
en general).
Un factor a considerar y que suele pasar
desapercibido en plantaciones de cucúrbitas
para exportación es el hecho de que muy
difícilmente vemos presencia de áfidos en el
cultivo, básicamente por el manejo que éste
recibe. Las siembras siempre tienen protección
insecticida, lo cual implica que todo áfido alado
que llegue y se alimente va a morir en cuestión
de horas, sin haber formado colonias y por lo
tanto pasará desapercibido, excepto si hay
utilización de trampas amarillas pegantes (Figura
1) o si es detectado por muestreo. La transmisión
Figura 1. El uso de trampas de colores es útil para
de Potyvirus es prácticamente instantánea, sólo
monitorear la presencia de insectos vectores de
toma segundos o minutos, y no puede ser
virosis.
prevenida matando al vector infectado una vez
Fuente: Intagri.
que éste ha picado la planta susceptible. En otras
palabras, matar al áfido infectado que ya picó la planta no previene la enfermedad. El resultado es plantas
viróticas sin presencia obvia de áfidos y la tendencia a culpar al vector más comúnmente hallado en el
cultivo: la mosca blanca. Esta situación es gravemente empeorada por presencia cercana de malezas en
los alrededores, y el mantenimiento de áreas con humedad que permiten la proliferación de malezas y
vectores a través del tiempo, por ejemplo: estaciones de bombeo descuidadas, orillas de ríos, acequias
de distribución de agua de riego por gravedad, etc.

Es importantísimo tener esta información en cuenta ya que en el medio melonero/tomatero/chilero


existen especies de áfidos muy comunes, presentes en malezas de los alrededores, que no colonizan los
cultivos, pero si pueden ser vectores importantes de Poty/Cucumovirus en ellos. Ese es el caso del áfido
amarillo, Aphis nerii, común en malezas de la fam. Asclepiadacea que rodean las zonas aledañas a las
meloneras en Honduras y Guatemala. Es sumamente común encontrar a la maleza Asclepiadacea,
Funastrum clausum, entretejida con malezas de la fam. Convolvulácea, como las campanillas, malezas
de la fam. Passifloráceas (Passiflora foetida) y con malezas cucúrbitas como Melothria sp. y Momordica
charantia. Esta condición permite fácilmente la infección de Aphis nerii, presente en la asclepiadácea,
con virus transmisibles a cucúrbitas presentes en las malezas cucurbitáceas.

Características de los Begomo o Geminivirus:

1. Muchos producen mosaicos amarillos, zigzag en las venas, acucharamiento, a veces reducción de
tamaño y deformaciones.
2. Una vez infectada, la mosca blanca permanece infectada de por vida, no puede ser limpiada, pero
el virus no pasa a la siguiente generación a través de los huevos.
3. El rango de hospederos suele ser menor al de los Poty/Cucumovirus. Predominan como
hospederos las familias Euphorbiacea, Malvacea, Solanácea, Cucúrbita, Compuesta o Asterácea y
Leguminosa.
4. Pueden prevenirse con insecticidas, matando al vector dentro del cultivo antes de que éste pueda
adquirir o contagiar la enfermedad.

Características de los Tospovirus:

1. Tienen un patrón de síntomas único, inconfundible, con formas circulares en follaje y frutos que
no se parece en nada a los otros grupos de virus.
2. Los thrips se infectan de por vida, no pueden ser limpiados; sin embargo, no pueden adquirir el
virus en estado adulto. Un thrip para adquirir el virus necesita alimentarse en hospederos viróticos
prácticamente durante toda su etapa inmadura.
3. Los tospovirus pueden tener un amplio rango de hospederos.
4. Recién empiezan a tener importancia en Centroamérica, sobre todo en Guatemala y Costa Rica en
cultivos de solanáceas y cebolla, respectivamente.
5. Se pueden prevenir con insecticidas matando al vector en el cultivo antes de que éste transmita o
adquiera la enfermedad.

Características de los Crinivirus, Fam. Closteroviridae:

1. Son transmitidos por las moscas blancas Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum de manera
semi persistente. El vector mantiene el virus durante aproximadamente 9 días.
2. En cucúrbitas, no causa deformaciones en follaje ni fruta, sino solamente amarillamiento de hojas
medias o maduras y fruta simple o sin brix. Tiene síntomas muy distintos a los causados por todos
los otros grupos de virus. Su manifestación no es en brotes terminales y por ello puede
confundirse con una deficiencia nutricional, excepto por su distribución espacial en campo.
3. Tiene estrecho rango de hospederos. El crinivirus (CYSDV) que se presenta en melones en
Centroamérica y Brasil, ataca básicamente cucúrbitas y no se le conocen otros hospederos
alternos.
4. Suele aparecer tardíamente en melones, alrededor del día 40 después del transplante al haber
limpieza inicial de las malezas de los alrededores. Se puede diseminar muy rápidamente con
cultivo escalonado y poblaciones altas de mosca blanca, sobretodo porque no raleamos plantas
viróticas y éstas tienen coloración amarilla lo que las hace atractivas para el vector y permite
infestación y reinfestación de la población de mosca blanca dentro del cultivo.
5. Se pueden prevenir con insecticidas.
Características de los Tobamovirus, de transmisión mecánica:
1. Los Tobamovirus, son específicos de la familia Solanácea, en teoría; sin embargo, el diagnóstico
actual refleja que cada vez más frecuentemente infectan un amplio rango de hospederos, todos
hojas anchas.
2. Hemos encontrado incidencia en cucúrbitas, sobretodo en cultivos estaquillados o con uso de
manta térmica.
3. Hemos encontrado algunas malezas comunes también infectadas, la mayoría portadoras además
de otros virus comunes en la zona.
4. Son virus muy estables, persisten en herramientas, cabuya, estacas, rastrojos, material en
descomposición.
5. Generalmente son diseminados por fumadores ya que el tabaco utilizado para la elaboración de
cigarrillos puede haber tenido virus y éste se mantiene en las manos del fumador si el fumador no
se desinfecta.
6. La eliminación de plantas viróticas requiere de cuidado especial para evitar la perpetuación del
inóculo en material vegetal en descomposición.

Síntomas típicos de virus en el follaje, indistintamente del tipo de virus causante: los síntomas de virus
son sistémicos y generalmente notorios en brotes terminales, con excepción de los crinivirus de la Fam
Closteroviridae. Puede haber encarrujamiento, deformaciones, mosaicos (verde o amarillo),
ampollamiento, acucharamiento, venas cloróticas o pronunciadas, reducción de tamaño.

Síntomas típicos de virus en la fruta: incluyen deformaciones,


moteado, maduración des uniforme, falta de redecilla en
melones bordados, decoloración, falta de crecimiento,
manchas anilladas (Tospovirus).

Tipos de análisis para detección de virus: esta información es


básica para técnicos y productores ya que permite el acceso
al diagnóstico y la elaboración de listas de hospederos
alternos de virus por zona de producción. En lugares donde
los laboratorios de análisis no están disponibles, el Figura 2. Síntomas comunes de virus
diagnóstico con kits de Agdia es una excelente opción. en fruto de pimiento.
Fuente: Intagri.
• Poty y Cucumovirus: ELISA
• Begomo o geminivirus: PCR
• Tospovirus: ELISA
• Crinivirus Fam Closteroviridae: RT-PCR (transformar ARN a ADN y después PCR)
• Tobamovirus: ELISA
Los virus detectables por ELISA pueden diagnosticarse mediante inmuno strips de Agdia. Las pruebas de
PCR y RT-PCR deben hacerse en laboratorio teniendo primers específicos, por lo que no necesariamente
están disponibles para todos los productores.

Si bien bajo las actuales prácticas de prevención de virus por medio de eliminación de hospederos alternos
de vectores se termina prácticamente por igual con cualquier vector e inóculo de virus,
independientemente de, inclusive el biotipo, como en el caso de mosca blanca Bemisia tabaci, resulta
sumamente útil tener un historial de diagnóstico de virus de los cultivos y de las principales malezas
viróticas de los alrededores, con fotos que identifiquen cada virus y sus síntomas en cada hospedero
encontrado. Nótese que los síntomas de los Tobamovirus no difieren grandemente de los síntomas
causados por otros grupos de virus, sin embargo, el deshacerse inapropiadamente de plantas viróticas
con virus de transmisión mecánica mantiene el inóculo dentro del campo y permite la reinfestación
continua de cultivo y malezas.

Cita correcta de este artículo


Lastres, S.M.L. 2017. Identificación de Virosis en Solanáceas y Cucurbitáceas. Serie Fitosanidad Núm. 101.
Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 7 p.

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