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De la interpretación sistemática de los artículos 249, 251, 252, 253 y 254, del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, se advierte que la
determinación que niega fijar una contragarantía, a fin de que se levante
una providencia precautoria, no es equiparable a aquellas que el referido
precepto 254 cataloga como irrecurribles, ya que sus efectos son
exactamente los contrarios; de ahí que, no debe declararse irrecurrible, pues
ello implicaría contrariar la voluntad del legislador, que en aras de
mantener un equilibrio procesal entre las partes, otorgó la posibilidad de
que el perjudicado con la providencia precautoria pueda neutralizar sus
efectos a través de una caución suficiente para responder de lo reclamado;
en ese sentido, si no se otorgara la oportunidad de recurrir la determinación
que niega fijar la contragarantía se vulneraría el derecho de defensa del
afectado con la medida.
Del artículo 477 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Nuevo
León, se advierte que el legislador ordinario estableció como regla general la
improcedencia de recurso alguno contra las resoluciones dictadas en
ejecución de sentencia; por otro lado, a fin de respetar la garantía de
audiencia de los acreedores que pudieran aparecer en el certificado de
gravámenes, dispuso como excepción a esa regla la prevista en el artículo
531, fracción II, del mismo ordenamiento legal, a través de la cual otorga a
dichos acreedores el derecho de recurrir a través del recurso de apelación, el
auto que aprueba el remate, para satisfacer su derecho a impugnar actos que
consideren atentatorios de sus intereses en torno al avalúo y la subasta de
los bienes, esto es, les reconoce el derecho humano a un recurso judicial
efectivo. Así, al tratarse de una excepción a la regla general, debe concluirse
que el ejecutado no goza de legitimación para interponer el citado recurso,
ya que conforme a la hermenéutica jurídica, las excepciones a la regla
general deben ser expresas y de aplicación estricta.
Si bien es cierto que del citado precepto se advierte que siempre será
condenado al pago de costas (en ambas instancias) el actor que no obtenga
sentencia favorable en algunas de las prestaciones reclamadas, excepto en
costas y confirme la alzada si apela de ella, sin importar que éstas le hayan
sido o no reconvenidas, también lo es que la imposición de dicha condena es
el resultado de la actuación del recurrente, quien instauró el juicio natural y
al no obtener una sentencia favorable en primera instancia, decidió apelarla,
lo que implica que, conforme a la ley, se le dio la oportunidad de
defenderse. Consecuentemente, el artículo 1.227, fracción IV, del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de México, no viola las garantías de
audiencia y debido proceso, previstas en los artículos 14 y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, por ende, es
innecesario instaurar un nuevo juicio o procedimiento especial para aplicar
la referida condena.
Herrejón.
El hecho de que los padres del menor estén de acuerdo con el régimen de
visitas y convivencias, no es obstáculo para que aquél pueda ejercer su
derecho a conocer y opinar sobre el régimen al que estará sujeto, pues se
trata de un derecho humano que se debe respetar en términos de los
artículos 1o. de la Constitución Federal; 1 a 41 de la Convención sobre los
DERECHO PROCESAL CIVIL - JUNIO 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Nota:
La interpretación lógica del artículo 1803 del Código Civil Federal, conduce
a establecer que el consentimiento es el acuerdo de dos o más voluntades
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