Estos derechos fueron propuestos por primera vez en la Carta de Derechos
de los Estados Unidos, y en Francia por la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en el siglo XIX, y fueron consagrados por primera vez a nivel global por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. El hombre se libera y comienza a reconocer sus Derechos Humanos, en lo individual (Derecho Civiles) y en lo Político (democracia). Se crean las primeras listas de Derechos Humanos denominándolas “Derechos Civiles y Políticos”. Esta primera etapa de reconocimiento de Derechos Humanos tuvo una duración aproximada de 100 años. Ya no las organizaciones religiosas, sino los particulares encuentran en este ámbito un momento oportuno para desarrollarse, el Gobierno se limitó únicamente a ser un “Estado Policía”.[1]
Podemos ubicar a esta generación en la época en que cae el absolutismo
político junto con las monarquías que le daban sustento, cuando ya hacia finales del siglo xviii surge el constitucionalismo clásico. Aquí el hombre empieza a tomar conciencia de que para poder acceder a la convivencia política, conforme a las ideas liberales, debía tener ciertos derechos que le permitieran ejercitar libremente las ideas de la época. En ese entonces, las colonias inglesas se independizan de Inglaterra; por el mismo tiempo surge la Declaración Francesa de los derechos del hombre y del ciudadano.[2]
Como resultado de tales luchas, esas exigencias fueron consagradas como
auténticos derechos y difundidas internacionalmente. Entre éstos descuellan: Toda persona tiene derechos y libertades fundamentales sin distinción de raza, color, idioma, posición social o económica. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica. Los hombres y las mujeres poseen iguales derechos. Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir el número de hijos que desean. Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de sus ideas.
Los Derechos Humanos de Tercera Generación
Es el derecho a un medio ambiente sano y libre de problemas. La tercera
generación de derechos humanos, surgida en la doctrina en los años 1980, son llamados también “derechos de solidaridad”. En términos generales, se refieren al derecho de los pueblos para reclamar ciertas prestaciones de la sociedad internacional. Sólo con la finalidad de dar una idea más exacta de lo que comprende esta tercera generación, mencionaremos algunos: derecho a la paz, derecho a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, derecho a beneficiarse con el patrimonio común de la humanidad, derecho a la comunicación, derecho al desarrollo, etc. Este grupo de derechos fue promovido a partir de la década de los setenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, en un marco de respeto y colaboración mutua entre las distintas naciones de la comunidad internacional.[3]
Entre otros, destacan los relacionados con:
La autodeterminación. La independencia económica y política. La identidad nacional y cultural. La paz. La coexistencia pacífica. El entendimiento y la confianza. La cooperación internacional y regional. La justicia internacional. El uso de los avances de las ciencias y la tecnología.
[1] “Comisión Nacional de los Derechos Humanos.” [Online]. Available:
http://stj.col.gob.mx/dh/descargables/pdf_seccion/historia_2_5_1.pdf. [Accessed: 14-May-2019]. [2] “Capítulo I Los derechos humanos,” 2015. [Online]. Available: http://www.juridicas.unam.mxhttp//biblio.juridicas.unam.mx/bjvLibr ocompletoenhttps://goo.gl/h7l8lP. [Accessed: 14-May-2019]. [3] M. Jaime and B. Corres, “Derechos humanos, generaciones de derechos, derechos de minorías y derechos de los pueblos indígenas; algunas consideraciones generales.”