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Departamento de Fı́sica
MECÁNICA CUÁNTICA
Universidad de Concepción
Facultad de Ciencias Fı́sicas y Matemáticas
Departamento de Fı́sica
Concepción, Chile.
Primer semestre, 2007
Prefacio
Este apunte se confeccionó a partir de las notas de M. Alid, F. Arévalo, A. Delgado, F. Izaurieta,
C. Paiva, E. Rodriguez, G. Rubilar, O. Valdivia, A. Zapata.
Copyright (c) 2007. Se concede permiso para copiar, distribuir y modificar este documento, excepto
la portada, bajo los términos de la Licencia de Documentación Libre de GNU1 , Versión 1.2.
Albert Einstein.
1
http://curso-sobre.berlios.de/gfdles/gfdles.html
i
ii
Índice general
Prefacio I
1. Introducción 1
1.1. Cuantizando el campo electromagnético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2. Sistemas continuos 3
2.1. Cadena lineal clásica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.1.1. Modelo discreto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.1.2. Ecuaciones de movimiento y solución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2. Lı́mite continuo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2.2.1. Ecuaciones de Euler-Lagrange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.2.2. Formalismo Hamiltoniano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2.3. Cadena Lineal: Modelo continuo (el elástico!) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
2.2.4. Cadena Lineal Cuántica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2.5. Ecuación de movimiento para el operador φ̂(x) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.2.6. Cantidades Importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.3. Modelo continuo con condiciones de borde periódicas: Discretización de los estados de
momentum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.3.1. Cuantización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.3.2. Interpretación: creación y aniquilación de partı́culas . . . . . . . . . . . . . . . 24
2.3.3. Propiedades del vacı́o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2.3.4. Estados de una partı́cula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.3.5. Estados coherentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
iii
4. Interacción del campo electromagnético cuantizado con la materia. 45
4.1. Interacción del campo electromagnético clásico con la materia . . . . . . . . . . . . . . 45
4.1.1. Lagrangeano clásico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
4.1.2. Hamiltoniano clásico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.3. Interacción de una partı́cula no-relativista con el campo electromagnético cuántico 47
4.1.4. Teorı́a de Perturbaciones y regla de oro de Fermi . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
4.2. Absorción de fotones por un electrón: Contribución de primer orden en Ĥ 0 . . . . . . . 49
4.3. Scattering entre fotones y electrones libres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.3.1. Contribución de primer orden en Ĥ 00 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.4. Emisión de radiación por un átomo excitado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
4.5. Absorción de fotones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
4.6. Espectro de radiación de cuerpo negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
4.7. Vida media de un estado excitado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
4.7.1. Reglas de selección para transiciones electricas dipolares . . . . . . . . . . . . . 61
4.8. Vida media del estado 2p con m = 0 del átomo de Hidrógeno respecto a decaimientos
al estado fundamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
4.9. Ancho natural de lı́neas espectrales y auto-energı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.10. Efecto Casimir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
5. El campo de Schrödinger 65
5.1. Teorı́a Clásica de Campos para el Campo de Schrödinger . . . . . . . . . . . . . . . . 65
5.2. Cuantización del Campo de Schrödinger. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
6. La ecuación de Dirac 73
6.1. Cuadricorriente conservada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
6.2. Soluciones de la ecuación de Dirac libre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
6.3. Helicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
6.4. Campo de Dirac interactuando con el campo electromágnético . . . . . . . . . . . . . . 79
6.5. Lı́mite no relativista de la Ecuación de Dirac. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
6.6. Formulación covariante de la Ecuación de Dirac. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
6.6.1. La transformación Ŝ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
6.6.2. Construcción de Ŝ para transformaciones de Lorentz infinitesimales. . . . . . . 84
6.6.3. El Operador Ŝ para transformaciones de Lorentz propias . . . . . . . . . . . . 85
6.6.4. Spinor adjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
6.6.5. Spinores bajo Reflexiones Espaciales: Paridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
6.6.6. Construcción de soluciones de la ecuación libre de Dirac mediante transforma-
ciones de Lorentz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
6.6.7. Covariantes Bilineares de los Spinores de Dirac. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
6.7. Partı́culas de Dirac en campos externos: Ejemplos y problemas . . . . . . . . . . . . . 92
6.8. Densidad Lagrangeana y Tensor de Moméntum-Energı́a de la ecuación libre de Dirac . 92
6.9. Partı́culas de Dirac en campos externos: Ejemplos y problemas . . . . . . . . . . . . . 93
iv
III Apéndice 95
v
vi
Parte I
vii
Capı́tulo 1
Introducción
1
posible fundamentar el supuesto usado por Einstein de que los cuantos del campos electromagnético
(fotones) poseen energı́a ~ω, además de la propiedad (asumida por de Broglie) que los fotones poseen
un impulso h/λ (= ~k). Naturalmente, de la cuantización del campo electromagnético se desprenden
muchos nuevos fenómenos como, por ejemplo, que los correspondientes operadores que describen el
campo electromagnético (en general) no conmutan, por lo que no es posible medirlos simultáneamente
con infinita precisión. En particular, un estado con E~ = ~0 y B~ = ~0 no es permitido. Como consecuencia,
incluso una región sin radiación electromagnética (vacı́o fotónico) posee propiedades no triviales. En
particular, éste posee una energı́a, la energı́a del vacı́o, o energı́a del punto cero.
La teorı́a del campo electromagnético cuantizado, la electrodinámica cuántica (QED) constituye el
más exitoso ejemplo de una teorı́a cuántica de campos. En el formalismo de la QED fue necesario por
primera vez la introducción de operadores que describen la creación (emisión) y destrucción (absorción)
de partı́culas. En forma análoga a QED, posteriormente fue desarrollada la teorı́a del campo electrón-
positrón (campo de Dirac). Los cuantos de este campo describen electrones y sus anti-partı́culas los
positrones, tal como los fotones son los cuantos del campo electromagnético. Actualmente, todas las
teorı́a que describen las interaciones fundamentales conocidas, con excepción de la gravedad, son
teorı́as cuánticas de campos.
2
Capı́tulo 2
Sistemas continuos
En este capı́tulo aprenderemos cómo cuantizar un sistema con un continuo de grados de libertad,
tal como el campo electromagnético. Para tal efecto comenzaremos recordando algunos aspectos de las
formulaciones Lagrangeana y Hamiltoniana de la Mecánica. En particular, estudiaremos un sistema
fı́sico compuesto de un número finito de partı́culas que interactúan por medio de un potencial armónico
y que están restringidas a moverse en una linea recta. Luego, investigaremos las expresiones obtenidas
en este estudio en el lı́mite de un número infinito de partı́culas, para llegar ası́ al concepto de campo.
Consideremos un sistema fı́sico constituido por partı́culas de igual masa que interactúan sólo
con sus primeros vecinos por medio de una fuerza armónica. Este sistema se denomina “Cadena
lineal clásica”. Este sistema puede ser considerado como un modelo (muy) simplificado de un sólido
(unidimensional), donde las masas representan átomos de la red que forman el sólido y los resortes
modelan las interacciones entre los átomos individuales.
En condiciones de equilibrio las partı́culas se encuentran separadas por una distancia ∆xl , donde
l = 1, . . . , N es el ı́ndice que individualiza a cada una de las partı́culas. La fuerza armónica está ca-
racterizada por una constante k. Denotaremos con q l al desplazamiento de la partı́cula l-esima con
respecto a su posición de equilibrio. La energı́a cinética T de este sistema está dada por:
3
N
1X
T = m(q̇ l )2 (t). (2.1)
2
l=1
La energı́a potencial V , que corresponde a la suma de las energı́as potenciales asociadas a cada una
de las fuerzas armónicas, es
1 X n l+1 o2
N
V = k q (t) − q l (t) . (2.2)
2
l=1
L = T −V (2.3)
1
N
X 1
N
X n o2
= m(q̇ l )2 (t) − k q l+1 (t) − q l (t) (2.4)
2 2
l=1 l=1
XN · n o2 ¸
1 l 2 l+1 l
= m(q̇ ) (t) − k q (t) − q (t) . (2.5)
2
l=1
donde hay una ecuación para cada coordenada generalizada (o grado de libertad) q l , con l = 1, 2, . . . , N .
Considerando que para el Lagrangeano de la cadena lineal clásica tenemos
∂L ∂L
= mq̇ l , = k(q l+1 − q l ) − k(q l − q l−1 ) = k(q l+1 − 2q l + q l−1 ), (2.7)
∂ q̇ l ∂q l
4
es decir, una ecuación tipo oscilador armónico para cada κ dado, donde la frecuencia del oscilador es
q
iκ −iκ
√ ¯¯ κ ¯¯
ωκ := g (2 − e − e ) = 2 g ¯sen ¯ . (2.11)
2
Por lo tanto, la solución para Bκ (t) es del tipo
Bκ (t) = Aκ e−iωκ t , (2.12)
de modo que (2.9) toma la forma
q l (t) = Aκ eiκl e−iωκ t . (2.13)
Finalmente, tomando en cuenta que la ecuación (2.8) es lineal en q l y que q l es real, encontramos que
la solución más general de (2.8) es de la forma
Xh i
q l (t) = Aκ eiκl e−iωκ t + A∗κ e−iκl eiωκ t , (2.14)
κ
P
donde κ denota una suma o una integral sobre κ, dependiendo de si existen otras condiciones
adicionales impuestas, como por ejemplo, condiciones de frontera periódicas (cadena circular).
5
2.2.1. Ecuaciones de Euler-Lagrange
La ecuación de movimiento se encuentra fácilmente reemplazando el Lagrangeano dado por la
ecuación (2.18) en la ecuación de movimiento (2.6). En efecto:
" # Ã " #!
δL ∂ X m m m m d ∂ X m m m m
= ∆x Lm (q , q̇ , (∂q) ; t) − ∆x Lm (q , q̇ , (∂q) ; t) (2.20)
δq l ∂q l m dt ∂ q̇ l m
X X µ ¶
m ∂ m m m m d ∂ m m m
= ∆x [Lm (q , q̇ , (∂q) ; t)] − ∆x [Lm (q , q̇ , (∂q) ; t)] (2.21)
m
∂q l m
dt ∂ q̇ l
µ ¶
∂Ll ∂Ll ∂ (∂q)l l−1 ∂Ll−1 ∂ (∂q)
l−1
l d ∂Ll
= ∆xl l + ∆xl + ∆x − ∆x (2.22)
∂q ∂ (∂q)l ∂q l ∂ (∂q)l−1 ∂q l dt ∂ q̇ l
µ ¶ µ ¶ µ ¶
∂Ll ∂Ll 1 l−1 ∂Ll−1 1 l d ∂Ll
= ∆xl l + ∆xl − + ∆x − ∆x (2.23)
∂q ∂ (∂q)l ∆xl ∂ (∂q)l−1 ∆xl−1 dt ∂ q̇ l
" Ã ! µ ¶#
l ∂Ll 1 ∂Ll ∂Ll−1 d ∂Ll
= ∆x − − − . (2.24)
∂q l ∆xl ∂ (∂q)l ∂ (∂q)l−1 dt ∂ q̇ l
Consideremos ahora el lı́mite al continuo. En el caso de la cadena lineal, esto significa hacer tender
la separación entre partı́culas a cero, es decir, ∆xl → 0 y N → ∞. El sistema fı́sico resultante puede
considerarse como un modelo para un .elástico”. En este caso, el ı́ndice discreto l = 1, . . . , N que
identifica cada partı́cula puede ser reemplazado por un ı́ndice continuo x, la posición en equilibrio
de un elemento del elástico. El desplazamiento q l (t) se transforma entonces en una función de x y t,
es decir en un campo, que denotaremos como φ(x, t). En nuestro ejemplo, entonces, φ(x, t) denota el
desplazamiento en el instante t del trozo de elástico que en reposo tiene posición x. En este lı́mite
tendremos que (∂x q l ) → ∂x φ Es claro de (2.24) que la ecuación de movimiento para φ(x, t), en el lı́mite
continuo, es µ ¶ µ ¶
∂L(x, t) ∂ ∂L (x, t) ∂ ∂L(x, t)
− − = 0. (2.25)
∂φ (x, t) ∂x ∂ (∂x φ) ∂t ∂ φ̇(x, t)
Finalmente, de (2.16) vemos que el lagrangiano de nuestro sistema ejemplo es de la forma
Z
L = dx L, (2.26)
6
2.2.2. Formalismo Hamiltoniano
Es posible obtener una formulación Hamiltoniana de sistemas continuos en base a sistemas discretos
en analogı́a a como se hizo en la formulación Lagrangeana.
Por otro lado, el momentum canónico asociado a la coordenada generalizada q l viene dado por
∂L
pl := = mq̇ l , (2.29)
∂ q̇ l
resulta ser
X 1 k X ³ l+1 ´2
H= (pl )2 + q − ql . (2.31)
2m 2
l l
En el caso en que el lagrangeano del sistema discreto es de la forma (2.18), la ecuación anterior
puede escribirse como
∂Ll
pl = ∆xl l , (2.33)
∂ q̇
y el Hamiltoniano:
X ∂L
H = q̇ l − L (2.34)
∂ q̇ l
l
X ∂Ll X
= ∆xl l q̇ l − ∆xl Ll (2.35)
∂ q̇
l l
X µ ¶
∂Ll l
= ∆xl q̇ − Ll . (2.36)
∂ q̇ l
l
7
2.2.3. Cadena Lineal: Modelo continuo (el elástico!)
Si asusimos que nuestro “elástico” tiene extensión infinita (tal como el campo electromagnético
que pretendemos cuantizar más adelante), es decir, x ∈ (−∞, ∞), entonces la solución de (2.28) puede
ser expandida en serie de Fourier de la forma
Z +∞ n o
φ(x, t) = dk Bk (t)eikx + Bk∗ (t)e−ikx . (2.40)
−∞
Para determinar los Bk (t) podemos reemplazar la ecuación (2.40) en (2.28), teniendo en cuenta
que
Z +∞ n o
∂ 2 φ(x, t)
= dk −k 2 Bk (t)eikx + c.c , (2.41)
∂x2 −∞
Z +∞ n o
φ̈(x, t) = dk B̈k (t)eikx + c.c . (2.42)
−∞
Luego, obtenemos
1
B̈k (t) = −k 2 Bk (t), (2.43)
v2
que es una ecuación diferencial tipo oscilador harmónico para Bk (t), cuya solución es de la forma:
Bk (t) = αk e−iωk t + βk e+iωk t , ωk = v|k|, (2.44)
que corresponden a ondas que se propagan con frecuencia ωk . De este modo, la solución es
Z +∞ n o
¡ ¢ ¡ ¢
φ(x, t) = dk αk e−iωk t + βk e+iωk t eikx + αk∗ e+iωk t + βk∗ e−iωk t e−ikx (2.45)
−∞
Z +∞ n³ ´ ³ ´ o
= dk αk eikx + βk∗ e−ikx e−iωk t + αk∗ e−ikx + βk eikx e+iωk t (2.46)
−∞
Z +∞ n³ ´ ³ ´ o
= dk αk eikx + β−k∗
eikx e−iωk t + αk∗ e−ikx + β−k e−ikx e+iωk t (2.47)
−∞
Z +∞ n o
¡ ∗
¢ −iω t ikx
= dk αk + β−k e k e + (αk∗ + β−k ) e+iωk t e−ikx (2.48)
−∞
Z +∞ n o
= dk γk e−iωk t eikx + γk∗ e+iωk t e−ikx (2.49)
−∞
Z +∞ n o
= dk Bk (t)eikx + Bk∗ (t)e−ikx , (2.50)
−∞
donde Bk (t) := γk e−iωk t con las constantes arbitrarias γk := αk∗ + β−k . La densidad de momento
canónico la podemos calcular mediante su definición (A.26):
∂L(x, t)
π(x, t) = (2.51)
∂ φ̇(x, t)
= λφ̇(x, t) (2.52)
Z +∞ n o
= λ dk Ḃk (t)eikx + Ḃk∗ (t)e−ikx (2.53)
−∞
Z +∞ n o
= λ dk −iωk Bk (t)eikx + iωk Bk∗ (t)e−ikx (2.54)
−∞
Z +∞ n o
= iλ dk ωk −Bk (t)eikx + Bk∗ (t)e−ikx . (2.55)
−∞
8
Por lo tanto, el momento canónico total es
Z +∞
Π = dx π(x, t) (2.56)
−∞
Z +∞ · Z n o¸
ikx ∗ −ikx
= dx iλ dk ωk −Bk (t)e + Bk (t)e (2.57)
−∞
Z +∞ ½ µZ +∞ ¶ µZ +∞ ¶¾
ikx ∗ −ikx
= iλ dk ωk −Bk (t) dx e + Bk (t) dx e (2.58)
−∞ −∞ −∞
Z +∞
= iλ dk ωk {−Bk (t) 2πδ(k) + Bk∗ (t) 2πδ(k)} (2.59)
−∞
Z +∞
= 2πiλ dk ωk {−Bk (t) + Bk∗ (t)} δ(k) (2.60)
−∞
= 2πi λω0 {−B0 (t) + B0∗ (t)} (2.61)
= 0. (2.62)
R +∞
En el cálculo anterior, hemos usado −∞ dx e±ikx = 2πδ (k) y ω0 = 0. Por otro lado, evaluamos la
densidad Hamiltoniana:
9
entonces el Hamiltoniano total es
Z
H = dx H(x, t) (2.69)
ZZZ
1 ¡ ¢h 0
= − dx dk dk 0 λωk ωk0 + gkk 0 ei(k+k )x Bk (t)Bk0 (t)
2
0 0 0
i
+e−i(k+k )x Bk∗ (t)Bk∗0 (t) − ei(k−k )x Bk (t)Bk∗0 (t) − e−i(k−k )x Bk∗ (t)Bk0 (t) (2.70)
Z
£ ¡ ¢
= −π dk (λωk ω−k + Y k(−k)) Bk (t)B−k (t) + Bk∗ (t)B−k ∗
(t)
− (λωk ωk + Y kk) (Bk (t)Bk∗ (t) + Bk∗ (t)Bk (t))] (2.71)
Z
£¡ ¢¡ ¢
= −π dk λωk2 − Y k 2 Bk (t)B−k (t) + Bk∗ (t)B−k ∗
(t)
¡ ¢ ¤
− λωk2 + Y k 2 (Bk (t)Bk∗ (t) + Bk∗ (t)Bk (t)) (2.72)
Z
= +4πλ dk ωk2 Bk (t)Bk∗ (t), (2.73)
R +∞ 0
donde hemos usado −∞ dx e±i(k−k )x = 2πδ (k − k 0 ) y λωk2 = Y k 2 .
∂L
px = − ∂x φ (2.74)
∂ φ̇
· Z n o¸ · Z n o¸
ikx ∗ −ikx 0 0 ik0 x ∗ −ik0 x
= − iλ dkωk −Bk (t) e + Bk (t) e i dk k Bk0 (t) e − Bk0 (t) e (2.75)
Z Z n on o
0 0
= λ dkdk 0 ωk k 0 −Bk (t) eikx + Bk∗ (t) e−ikx Bk0 (t) eik x − Bk∗0 (t) e−ik x (2.76)
Z Z n 0 0
= λ dkdk 0 ωk k 0 −Bk Bk0 ei(k+k )x + Bk Bk∗0 ei(k−k )x (2.77)
0 0
o
+Bk∗ Bk0 e−i(k−k )x − Bk∗ Bk∗0 e−i(k+k )x (2.78)
Z Z n 0 0
= −λ dkdk 0 ωk k 0 Bk Bk0 ei(k+k )x − Bk Bk∗0 ei(k−k )x (2.79)
0 0
o
−Bk∗ Bk0 e−i(k−k )x + Bk∗ Bk∗0 e−i(k+k )x , (2.80)
10
de modo que el momentum lineal total es
Z
Px = dx px (2.81)
Z Z Z n 0 0
= −λ dxdkdk 0 ωk k 0 Bk Bk0 ei(k+k )x − Bk Bk∗0 ei(k−k )x
0 0
o
−Bk∗ Bk0 e−i(k−k )x + Bk∗ Bk∗0 e−i(k+k )x (2.82)
Z Z
© ¡ ¢ ¡ ¢
= −2πλ dkdk 0 ωk k 0 Bk Bk0 δ k + k 0 − Bk Bk∗0 δ k − k 0
¡ ¢ ¡ ¢ª
−Bk∗ Bk0 δ k − k 0 + Bk∗ Bk∗0 δ k + k 0 (2.83)
½Z Z
= −2πλ dkωk (−k) Bk B−k − dkωk kBk Bk∗ (2.84)
Z Z ¾
− dkωk kBk∗ Bk + dkωk (−k) Bk∗ B−k ∗
(2.85)
½Z Z ¾
¡ ∗ ∗
¢ ∗ ∗
= 2πλ dkωk k Bk B−k + Bk B−k + dkωk k (Bk Bk + Bk Bk ) (2.86)
Z
= 4πλ dkωk kBk Bk∗ . (2.87)
11
relación de conmutación (2.92) tiende a
h i
φ̂(x, t), π̂(x0 , t) = i~ δ(x − x0 )1̂. (2.93)
h i
φ̂(x, t), φ̂(x0 , t) = 0, (2.94)
£ ¤
π̂(x, t), π̂(x0 , t) = 0. (2.95)
Donde ahora φ̂(x) y π̂(x0 ) son operadores de campo (es decir, un campo de operadores, u operadores
distintos definidos en cada punto del espacio) que actúan sobre un espacio de Hilbert Hφ que, for-
malmente, es un producto infinito y continuo de los espacios de Hilbert Hφ(x) asociados a cada grado
de libertal φ(x) (x fijo) del campo:
Y
Hφ := Hφ(x) = lı́m H{q} . (2.96)
∆xl →0,N →∞
x
Que el lado derecho de (2.92) tiende efectivamente a una delta de Dirac puede verificarse conside-
rando que
Z µ l
¶ X µ l
¶
0 δm 0 m δm
dx lı́m f (x ) = lı́m ∆x f (m)
∆xl →0 ∆xm ∆xl →0
m
∆xm
X
l
= lı́m δm f (m) = lı́m f (l)
∆xl →0 ∆xl →0
m
= f (x), (2.97)
2
R
Definida de modo que δ (3) (~x − ~x0 )f (~x0 ) dV = f (~x) para toda función f (~x).
12
2.2.5. Ecuación de movimiento para el operador φ̂(x)
Si ahora φ̂(x) y π̂(x) son operadores de campo, entonces su dinámica viene dada por la ecuación
de movimiento de Heisenberg (cuadro de Heisenberg!):
˙ ih i
φ̂(x, t) = − φ̂(x, t), Ĥ , (2.103)
~
˙ ih i
π̂(x, t) = − π̂(x, t), Ĥ . (2.104)
~
½ h i2 ¾
R 1 2 Y
En nuestro sistema ejemplo, el hamiltoniano es Ĥ = dx 2λ [π̂(x, t)] + 2 ∂x φ̂(x, t) . Ası́,
(2.103) toma la forma
˙ ih i
φ̂(x, t) = − φ̂(x, t), Ĥ (2.105)
~· ½
i
Z
1 £ ¤2 Y h i2 ¾¸
0 0 0
= − φ̂(x, t), dx π̂(x , t) + ∂x0 φ̂(x , t) (2.106)
~ 2λ 2
Z · i2 ¸
i 0 1 £ 0
¤2 Y h 0
= − dx φ̂(x, t), π̂(x , t) + ∂x0 φ̂(x , t) (2.107)
~ 2λ 2
Z ½ · i2 ¸¾
i 0 1 h £ 0
¤2 i Y h
0
= − dx φ̂(x, t), π̂(x , t) + φ̂(x, t), ∂x0 φ̂(x , t) (2.108)
~ 2λ 2
Z ½ h · i2 ¸¾
i 0 1 £ 0
¤2 i Y h
0
= − dx φ̂(x, t), π̂(x , t) + ∂x0 φ̂(x, t), φ̂(x , t) (2.109)
~ 2λ 2
Z ½ h i¾
i 1 £ ¤2
= − dx0 φ̂(x, t), π̂(x0 , t) (2.110)
~ 2λ
Z n h i h i o
i
= − dx0 π̂(x0 , t) φ̂(x, t), π̂(x0 , t) + φ̂(x, t), π̂(x0 , t) π̂(x0 , t) (2.111)
2~λ
Z
1 © ª
= dx0 π̂(x0 , t)δ(x − x0 ) + δ(x − x0 )π̂(x0 , t) (2.112)
2λ
Z
1
= dx0 π̂(x0 , t)δ(x − x0 ) (2.113)
λ
1
= π̂(x, t). (2.114)
λ
13
Por otro lado, (2.104) implica que
˙ ih i
π̂(x) = − π̂(x), Ĥ (2.115)
~· ½
i
Z
1 £ ¤2 Y h i2 ¾¸
= − π̂(x), dx0 π̂(x0 , t) + ∂x0 φ̂(x0 , t) (2.116)
~ 2λ 2
Z · i2 ¸
i 0 1 £ 0
¤2 Y h 0
= − dx π̂(x), π̂(x , t) + ∂x0 φ̂(x , t) (2.117)
~ 2λ 2
Z · i2 ¸
i 0 Y h 0
= − dx π̂(x), ∂x φ̂(x , t)
0 (2.118)
~ 2
Z · h i2 ¸
iY 0 0
= − dx π̂(x), ∂x0 φ̂(x , t) (2.119)
2~
Z n h i h i o
iY
= − dx0 ∂x0 φ̂(x0 , t) π̂(x), ∂x0 φ̂(x0 , t) + π̂(x), ∂x0 φ̂(x0 , t) ∂x0 φ̂(x0 , t) (2.120)
2~
Z n h i h i o
iY
= − dx0 ∂x0 φ̂(x0 , t)∂x0 π̂(x), φ̂(x0 , t) + ∂x0 π̂(x), φ̂(x0 , t) ∂x0 φ̂(x0 , t) (2.121)
2~
Z n o
Y
= − dx0 ∂x0 φ̂(x0 , t)∂x0 δ(x − x0 ) + ∂x0 δ(x − x0 )∂x0 φ̂(x0 , t) (2.122)
2
Z
= −Y dx0 ∂x0 φ̂(x0 , t)∂x0 δ(x − x0 ) (2.123)
Z
= Y dx0 ∂x20 φ̂(x0 , t)δ(x − x0 ) (2.124)
˙ 1
φ̂(x, t) = π̂(x, t), (2.126)
λ
˙
π̂(x) = Y ∂x2 φ̂(x, t). (2.127)
Derivando (2.126) con respecto al tiempo y usando (2.127) encontramos
¨ 1˙ Y
φ̂(x, t) = π̂(x, t) = ∂x2 φ̂(x, t), (2.128)
λ λ
es decir, el operador de campo φ̂ satisface la misma ecuación de onda que su análogo clásico, ver (2.28).
Como consecuencia, la mismas expansiones clásicas (2.40) y (2.55) son válidas en el caso cuantizado,
sólo que ahora φ y π y por lo tanto Bk (t) y Bk∗ (t) deben ser operadores.
˙
con B̂k (t) = −iωk B̂k (t), ωk = v|k|, que nos dice que nuestro campo está constituido por una super-
posición infinita de ondas planas, cada una para un valor distinto del número de onda k. También se
14
tiene que la densidad de momento conjugado (2.55) se puede escribir como
Z ∞ n o
π̂(x, t) = iλ dk ωk −B̂k (t)eikx + B̂k† (t)e−ikx . (2.130)
−∞
Debido a que los operadores de campo satisfacen las relaciones de conmutación (2.93), los opera-
dores B̂k (t) y B̂k† (t) también satisfacerán relaciones de conmutación no triviales.
Para determinar estas relaciones, escribiremos primero B̂k (t) y B̂k† (t) en función de φ̂(x, t) y π̂(x, t).
En efecto, reescribiendo φ̂(x, t) de la siguiente forma:
Z n ∞ o
φ̂(x, t) = dk B̂k (t)eikx + B̂k† (t)e−ikx (2.131)
Z−∞
∞ Z ∞
= ikx
dk B̂k (t)e + dk B̂k† (t)e−ikx (2.132)
−∞ −∞
Z ∞ Z −∞
†
= dk B̂k (t)eikx + (−dk) B̂−k (t)e−i(−k)x (2.133)
−∞ ∞
Z ∞ Z −∞
†
= dk B̂k (t)eikx − dk B̂−k (t)eikx (2.134)
−∞ ∞
Z ∞ µ Z ∞ ¶
= dk B̂k (t)eikx − − ∗
dk B̂−k (t)eikx (2.135)
Z−∞
∞ Z ∞ −∞
†
= dk B̂k (t)eikx + dk B̂−k (t)eikx (2.136)
−∞ −∞
Z n o
†
= dk B̂k (t)eikx + B̂−k (t)eikx (2.137)
Z n o
†
= dk eikx B̂k (t) + B̂−k (t) , (2.138)
obtenemos:
Z ZZ n o
−ik0 x i(k−k0 )x †
dx e φ̂(x, t) = dk dx e B̂k (t) + B̂−k (t) (2.139)
Z n o
†
= 2π dk B̂k (t) + B̂−k (t) δ(k − k 0 ) (2.140)
n o
†
= 2π B̂k0 (t) + B̂−k 0 (t) . (2.141)
Z
† 1 0
B̂k0 (t) + B̂−k 0 (t) = dx e−ik x φ̂(x, t). (2.142)
2π
15
De igual manera con (2.130):
Z n ∞ o
π̂(x, t) = iλ dk ωk −B̂k (t)eikx + B̂k† (t)e−ikx (2.143)
−∞
Z ∞ Z ∞
= −iλ ikx
dk ωk B̂k (t)e + iλ dk ωk B̂k† (t) e−ikx (2.144)
−∞ −∞
Z ∞ Z −∞
†
= −iλ dk ωk B̂k (t)eikx + iλ (−dk) ω−k B̂−k (t)e−i(−k)x (2.145)
−∞ ∞
Z ∞ Z −∞
†
= −iλ dk ωk B̂k (t)eikx − iλ dk ωk B̂−k (t) eikx (2.146)
−∞ ∞
Z ∞ µ Z ∞ ¶
ikx † ikx
= −iλ dk ωk B̂k (t)e − iλ − dk ωk B̂−k (t)e (2.147)
−∞ −∞
Z ∞ Z ∞
†
= −iλ dk ωk B̂k (t)eikx + iλ dk ωk B̂−k (t) eikx (2.148)
Z −∞ n
−∞
o
†
= iλ dk ωk eikx −B̂k (t) + B̂−k (t) , (2.149)
encontramos
Z ZZ n o
0 0 †
dx e−ik x π̂(x, t) = iλ dk ωk dxei(k−k )x −B̂k (t) + B̂−k (t) (2.150)
Z n o
†
= 2πiλ dk ωk −B̂k (t) + B̂−k (t) δ(k − k 0 ) (2.151)
n o
†
= 2πiλωk0 −B̂k0 (t) + B̂−k 0 (t) . (2.152)
Z
† i 0
B̂ (t) −
k0 B̂−k 0 (t) = dx e−ik x π̂(x, t). (2.153)
2πλωk0
Z µ ¶
1 −ik0 x i
B̂k0 (t) = dx e φ̂(x, t) + π̂(x, t) , (2.154)
4π λωk0
y además
Z µ ¶
1 ik0 x i
B̂k†0 (t) = dx e φ̂(x, t) − π̂(x, t) . (2.155)
4π λωk0
Ası́, la información del sistema que nos proporcionaban φ̂(x, t) y π̂(x, t), está también condensada en
el conjunto de los ∞’s operadores B̂k (t).
16
Ahora estamos en condiciones de calcular los conmutadores deseados. Vamos con el primero:
h i · Z µ ¶ Z µ ¶¸
1 −ikx i 1 0 −ik0 x0 0 i 0
B̂k (t), B̂k0 (t) = dx e φ̂(x) + π̂ , dx e φ̂(x ) + π̂(x ) (2.156)
4π λωk 4π λωk0
ZZ ½h i
1 0 −i(kx+k0 x0 ) 0 i h 0
i
= dx dx e φ̂(x), φ̂(x ) + φ̂(x), π̂(x )
(4π)2 λωk0
h i ¾
i 1 £ ¤
+ π̂(x), φ̂(x0 ) + 2 π̂(x0 ), π̂ (2.157)
λωk λ ωk0 ωk
ZZ ½ ¾
1 0 −i(kx+k0 x0 ) i h 0
i i h 0
i
= dx dx e φ̂(x), π̂(x ) + π̂(x), φ̂(x ) (2.158)
(4π)2 λωk0 λωk
ZZ ½ ¾
1 0 −i(kx+k0 x0 ) i 0 i 0
= dx dx e i~δ(x − x ) − i~δ(x − x ) (2.159)
(4π)2 λωk0 λωk
½ ¾ ZZ
~ 1 1 0 0
= 2 − dx dx0 e−i(kx+k x ) δ(x − x0 ) (2.160)
(4π) λωk λωk0
½ ¾Z
~ 1 1 0
= 2 − dx e−i(k+k )x (2.161)
(4π) λωk λωk 0
½ ¾
~ 1 1 £ 0
¤
= − 2πδ(k + k ) (2.162)
(4π)2 λωk λωk0
½ ¾
~ 1 1
= − (2.163)
8π λω−k0 λωk0
½ ¾
~ 1 1
= − (2.164)
8π λωk0 λωk0
= 0. (2.165)
Calculando el segundo vemos:
h i · Z µ ¶ Z µ ¶ ¸
1 i 1 0 0 i
B̂k (t), B̂k†0 (t) = dx e−ikx φ̂(x) + Π̂ , dx0 eik x φ̂(x0 ) − π̂(x0 ) dx 0
(2.166)
4π λωk 4π λωk0
ZZ ½h i h i
1 0 −i(kx−k0 x0 ) 0 i 0
= dx dx e φ̂(x), φ̂(x ) + π̂(x), φ̂(x )
(4π)2 λωk
¾
1 £ ¤ i £ ¤
+ 2 π̂, π̂(x0 ) + π̂(x0 ), q̂(x) (2.167)
λ ωk0 ωk λωk0
ZZ ½ ¾
1 0 −i(kx−k0 x0 ) i h 0
i i £ 0
¤
= dx dx e π̂, φ̂(x ) + π̂(x ), q̂(x) (2.168)
(4π)2 λωk λωk0
ZZ ½ ¾
1 0 −i(kx−k0 x0 ) i ¡ 0
¢ i ¡ 0
¢
= dx dx e −i~δ(x − x ) + −i~δ(x − x )(2.169)
(4π)2 λωk λωk0
½ ¾ ZZ
~ 1 1 0 0
= 2 + dx dx0 e−i(kx−k x ) δ(x − x0 ) (2.170)
(4π) λωk λωk0
½ ¾Z
~ 1 1 0
= 2 + dx e−i(k−k )x (2.171)
(4π) λωk λωk0
½ ¾
~ 1 1
= + δ(k − k 0 ) (2.172)
8π λωk λωk
~
= δ(k − k 0 ). (2.173)
4πλωk
17
Ahora, podemos definir convenientemente los operadores normalizados
r r Z µ ¶
4πλωk λωk −ikx i
b̂k (t) := B̂k (t) = dx e φ̂(x, t) + π̂(x, t) , (2.174)
~ 4π~ λωk
r r Z µ ¶
† 4πλωk † λωk ikx i
b̂k (t) = B̂k (t) = dx e φ̂(x, t) − π̂(x, t) , (2.175)
~ 4π~ λωk
de manera que
"r r #
h i 4πλωk 4πλωk0 †
b̂k (t), b̂†k0 (t) = B̂k (t), B̂k0 (t) (2.176)
~ ~
√
4πλ ωk ωk0 h i
= B̂k (t), B̂k†0 (t) (2.177)
~
ωk0
= δ(k − k 0 ) (2.178)
ωk
y ası́, h i
b̂k (t), b̂†k0 (t) = δ(k − k 0 ). (2.179)
Resumiendo, las relaciones de conmutación para los nuevos operadores normalizados son:
h i
b̂k (t), b̂†k0 (t) = δ(k − k 0 ), (2.180)
h i h i
b̂k (t), b̂†k0 (t) = b̂†k (t), b̂†k0 (t) = 0, (2.181)
mientras que los operadores de campo φ̂(x, t) y π̂(x, t) se escriben en función de los nuevos operadores
adimensionales b̂k (t) y b̂†k0 (t) como
r Z n o
~ 1
φ̂(x, t) = dk (ωk )− 2 b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx , (2.182)
4πλ
r Z n o
~λ 1
π̂(x, t) = i dk (ωk ) 2 −b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx . (2.183)
4π
18
y
r
Z n o
~ 1
∂x φ̂(x, t) = dk (ωk )− 2 ik b̂k (t) eikx + (−ik) b̂†k (t)e−ikx (2.188)
4πλ
r Z n o
~ 1
= i dk (ωk )− 2 k b̂k (t)eikx − b̂†k (t)e−ikx (2.189)
4πλ
Z ½ ¾
1 ˙2 1 2
Ĥ = dx λφ̂ (x, t) + Y (∂x q̂) (2.190)
2 2
Z "r Z #
1 ~ 1
n o
ikx † −ikx
= dx λ i dk (ωk ) 2 −b̂k (t)e + b̂k (t)e × (2.191)
2 4πλ
"r Z #
~ 1
n 0x 0x
o
0 ik † −ik
i dk (ωk0 ) 2 −b̂k0 (t)e + b̂k0 (t)e (2.192)
4πλ
"r Z #
1 ~ n o
− 12 ikx † −ikx
+ Y i dk (ωk ) k b̂k (t)e − b̂k (t)e × (2.193)
2 4πλ
"r Z #
~ 1
n 0 0
o
†
i dk 0 (ωk0 )− 2 k 0 b̂k0 (t)eik x − b̂k0 (t)e−ik x (2.194)
4πλ
Z · ZZ n on o
~ √ 0 0
= dx − dk dk 0 ωk ωk0 −b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx −b̂k0 (t)eik x + b̂†k0 (t)e−ik x
8π
~Y
ZZ
kk 0 n on o¸
0 ikx † −ikx ik0 x † −ik0 x
− dk dk √ b̂k (t)e − b̂k (t)e b̂k0 (t)e − b̂k0 (t)e (2.195)
8πλ ωk ωk0
ZZZ h√ n
~ 0 0
= − dx dk dk 0 ωk ωk0 b̂k (t)b̂k0 (t)ei(k+k )x − b̂k (t)b̂†k0 (t)ei(k−k )x
8π
0 0
o
−b̂†k (t)b̂k0 (t)e−i(k−k )x + b̂†k (t)b̂†k0 (t)e−i(k+k )x
kk 0 n 0 0 0
+v 2 √ b̂k (t)b̂k0 (t)ei(k+k )x − b̂k (t)b̂†k0 (t)ei(k−k )x − b̂†k (t)b̂k0 (t)e−i(k−k )x
ωk ωk0
0
oi
+b̂†k (t)b̂†k0 (t)e−i(k+k )x (2.196)
ZZ h√ n
~
= − dk dk 0 ωk ωk0 b̂k (t)b̂k0 (t)2πδ(k + k 0 ) − b̂k (t)b̂†k0 (t)2πδ(k − k 0 )
8π
o
−b̂†k (t)b̂k0 (t)2πδ(k − k 0 ) + b̂†k (t)b̂†k0 (t)2πδ(k + k 0 )
kk 0 n
+v 2 √ b̂k (t)b̂k0 (t)2πδ(k + k 0 ) − b̂k (t)b̂†k0 (t)2πδ(k − k 0 ) − b̂†k (t)b̂k0 (t)2πδ(k − k 0 )
ωk ωk0
oi
+b̂†k (t)b̂†k0 (t)2πδ(k + k 0 ) (2.197)
19
ZZ hn√
~ √ √
Ĥ = − dk dk 0 ωk ω−k b̂k (t)b̂−k (t) − ωk ωk b̂k (t)b̂†k (t) − ωk ωk b̂†k (t)b̂k (t)
4
o ½
√ † † k(−k) k2
+ ωk ω−k b̂k (t)b̂−k (t) + v √ 2
b̂k (t)b̂−k (t) − √ b̂k (t)b̂†k (t)
ωk ω−k ωk ωk
¾¸
kk 0 † k(−k) † †
−√ b̂ (t)b̂k (t) + √ b̂ (t)b̂−k (t) (2.198)
ωk ωk k ωk ω−k k
Z h i
~
= dk ωk b̂†k (t)b̂k (t) + b̂k (t)b̂†k (t) . (2.199)
2
En resumen
Z h i
~
Ĥ = dk ωk b̂†k (t)b̂k (t) + b̂k (t)b̂†k (t) , (2.200)
2
que no es más que el hamiltoniano de un sistema formado por la superposición de infinitos osciladores
desacoplados (uno para cada valor de k).
Puesto que nuestros campos son ahora operadores, también las cantidades que definimos en función
de los campos clásicos corresponderán a operadores en el caso cuantizado. En particular, el hamilto-
niano H y el momentum P~ son ahora operadores que dependen los operadores de campo φ̂ y π̂. Sin
ˆ
embargo, al considerar el momentum lineal P~ como operador, P~ , debemos asegurar la hermiticidad
de éste3 . Por otro lado, la aplicación directa de (A.49) suministra un operador π̂ no hermı́tico. Esto es
debido a que los operadores de campo π̂(x, t) y φ̂(x, t) no conmutan. Por lo tanto, debemos construir
un operador densidad de momentum lineal que sea hermı́tico. Definimos:
1n ³ ´ o
p~ˆ(x, t) := − ~ φ̂(x, t) + ∇
π̂(x, t)∇ ~ φ̂(x, t) π̂(x, t) . (2.201)
2
Por supuesto, esta (re-)definición no afecta el lı́mite clásico donde π(x, t) y φ(x, t) conmutan. Por lo
tanto,
Z n ³ ´ o
ˆ 1
P~ = − ~ φ̂(x, t) + ∇
d3 x π̂(x, t)∇ ~ φ̂(x, t) π̂(x, t) (2.202)
2
3
De manera que al hacer una medición, obtengamos eigenvalores reales.
20
Calculemos ahora el operador momentum lineal en función de b̂k y b̂†k :
Z n o
x 1
P̂ = − dx π̂(x, t)∂x φ̂(x, t) + ∂x φ̂(x, t)π̂(x, t) (2.203)
2
Z (" r Z #
1 ~λ 1
n o
= − dx i dk (ωk ) 2 −b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx
2 4π
"r Z #
~ 1
n 0 0
o
× i dk 0 (ωk0 )− 2 k 0 b̂k0 (t)eik x − b̂†k0 (t)e−ik x
4πλ
"r Z #
~ 1
n o
+ i dk (ωk )− 2 k b̂k (t)eikx − b̂†k (t)e−ikx
4πλ
"r Z #)
~λ 1
n 0x 0x
o
0 ik † −ik
× i dk (ωk0 ) 2 −b̂k0 (t)e + b̂k0 (t)e (2.204)
4π
ZZZ ½r
~ ωk 0 n o
= dx dk dk , 0
k −b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx
8π ωk0
n o rω 0 n on o¾
ik0 x † −ik0 x k ikx † −ikx ik0 x † −ik0 x
b̂k0 (t)e − b̂k0 (t)e + k b̂k (t)e − b̂k (t)e −b̂k0 (t)e + b̂k0 (t)e (2.205)
ωk
ZZ ½r ½ Z Z
~ 0 ωk 0 i(k+k0 )x † 0
= dk dk k −b̂k (t)b̂k0 (t) dxe + b̂k (t)b̂k0 (t) dxei(k−k )x
8π ωk0
Z Z ¾
† −i(k−k0 )x † † −i(k+k0 )x
+b̂k (t)b̂k (t) dxe
0 − b̂k (t)b̂k0 (t) dxe
r ½ Z Z
ωk0 i(k+k0 )x † 0
+ k −b̂k (t)b̂k0 (t) dxe + b̂k (t)b̂k0 (t) dxei(k−k )x
ωk
Z Z ¾¾
† −i(k−k0 )x † † −i(k+k0 )x
+b̂k (t)b̂k0 (t) dxe − b̂k (t)b̂k0 (t) dxe (2.206)
ZZ ½r
~ ωk 0 n
= dk dk 0 k −b̂k (t)b̂k0 (t)2πδ(k + k 0 ) + b̂k (t)b̂†k0 (t)2πδ(k − k 0 )
8π ωk0
¡ ¢o
+b̂†k (t)b̂k0 (t)2πδ(k − k 0 ) − b̂†k (t)b̂†k0 (t)2πδ k − (−k 0 )
r
ωk0 n
+ k −b̂k (t)b̂k0 (t)2πδ(k + k 0 ) + b̂k (t)b̂†k0 (t)2πδ(k − k 0 ) + b̂†k (t)b̂k0 (t)2πδ(k − k 0 )
ωk
¡ ¢oo
−b̂†k (t)b̂†k0 (t)2πδ k − (−k 0 ) (2.207)
Z ½½ r r r
~ ωk ωk ωk †
= dk − (−k)b̂k (t)b̂−k (t) + k b̂k (t)b̂†k (t) + k b̂ (t)b̂k (t)
4 ω−k ωk ωk k
r ¾ ½ r r
ωk † † ω−k ωk
− (−k)b̂k (t)b̂−k (t) + − k b̂k (t)b̂−k (t) + k b̂k (t)b̂†k (t)
ω−k ωk ωk
r r ¾¾
ωk † ω−k † †
+ k b̂ (t)b̂k (t) − k b̂ (t)b̂−k (t) (2.208)
ωk k ωk k
Z ½r
~ ωk n o
= dk k b̂k (t)b̂−k (t) + b̂k (t)b̂†k (t) + b̂†k (t)b̂k (t) + b̂†k (t)b̂†−k (t)
4 ωk
r
ωk n o¾
† † † †
+ k −b̂k (t)b̂−k (t) + b̂k (t)b̂k (t) + b̂k (t)b̂k (t) − b̂k (t)b̂−k (t) (2.209)
ωk
Z n o
~
= dkk b̂k (t)b̂†k (t) + b̂†k (t)b̂k (t) (2.210)
2 21
Hemos ası́ cuantizado el campo φ. Vemos que en el caso en que no se imponen condiciones de
borde adicionales para el campo, obtenemos básicamente un sistema descrito por un conjunto continuo
de osciladores harmónicos (uno para cada k). El hecho que el conjunto de osciladores sea continuo
dificulta, sin embargo, la interpretación en función de operadores de creación y destrucción de cuantos
del campo. Esto se realiza más fácilmente imponiendo condiciones de contorno periódicas sobre el
campo, de modo de discretizar sus modos permitidos.
que pueden corresponder al caso en que se imponen valores fijos del campo en las fronteras de la región
donde éste está definido, por ejemplo
(elástico fijo en sus extremos), o al caso en que el campo está definido sobre una región con la topologı́a
de un anillo (elástico unido en sus extremos). En ambos casos es claro que la solución general (2.40)
debe ser reemplazada por una solución de la forma
+∞ n
X o
φ(x, t) = Bk (t)eikx + Bk∗ (t)e−ikx , (2.213)
k=−∞
donde ahora el número de onda k puede adoptar sólo algunos valores permitidos por las condiciones
de borde, a saber,
2π
k = kn = n, n ∈ Z, (2.214)
L
con Bk (t) := γk e−iωk t , ωk = |k|v. Es decir, la imposición de condiciones de contorno periódicas
implica una discretización de los modos del campo. Esta discretización es, sin embargo, de naturaleza
claramente distinta a la discretización “espacial” (el modelo discreto de partı́culas puntuales) sobre
la que hemos basado nuestro lı́mite al continuo.
Nuestra intención es estudiar las consecuencias de esta discretización de modos del campo en la
descripción cuántica del sistema.
Repitiéndo el procedimiento aplicado en la sección 2.2.4, encontramos que el momento canónico
conjugado está dado por
+∞
X n o
π(x, t) = iλ ωk −Bk (t)eikx + Bk∗ (t)e−ikx . (2.215)
k=−∞
22
Por lo tanto, el momento canónico total es, tal como antes, cero:
Z L
Π = dx π(x, t) (2.216)
0
Z L " X n o
#
= dx iλ ωk −Bk (t)eikx + Bk∗ (t)e−ikx (2.217)
0 k
X ½ µZ L ¶ µZ L ¶¾
ikx
= iλ ωk −Bk (t) dx e + Bk∗ (t) −ikx
dx e (2.218)
k 0 0
X
= iλ ωk {−Bk (t) Lδk,0 + Bk∗ (t) Lδk,0 } (2.219)
k
X
= iλL ωk {−Bk (t) + Bk∗ (t)} δk,0 (2.220)
k
= λL ω0 {−B0 (t) + B0∗ (t)} (2.221)
= 0. (2.222)
RL
En el cálculo anterior, hemos usado 0 dx e−ikx = Lδk,0 y ω0 = 0.
2.3.1. Cuantización
Procedemos ahora a cuantizar el sistema, promoviendo los campos a operadores de campo:
Xn o
φ̂(x, t) = B̂k (t)eikx + B̂k† (t)e−ikx , (2.223)
k
X n o
π̂(x, t) = iλ ωk −B̂k (t)eikx + B̂k† (t)e−ikx , (2.224)
k
23
Resumiendo, las relaciones de conmutación para los nuevos operadores son:
h i
b̂k (t), b̂†k0 (t) = δk,k0 , (2.230)
h i h i
b̂k (t), b̂k0 (t) = b̂†k (t), b̂†k0 (t) = 0, (2.231)
mientras que los operadores de campo φ̂(x, t) y π̂(x, t) se escriben en función de los nuevos operadores
adimensionales b̂k (t) y b̂†k0 (t) como5
r n o
~ X 1
φ̂(x, t) = (ωk )− 2 b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx , (2.232)
2λL
k
r n o
~λ X 1
π̂(x, t) = i (ωk ) 2 −b̂k (t)eikx + b̂†k (t)e−ikx . (2.233)
2L
k
Por último, los operadores hamiltoniano (energı́a) y el momentum lineal del campo cuántico quedan
dados por:
~X h † i
Ĥ = ωk b̂k (t)b̂k (t) + b̂k (t)b̂†k (t) , (2.234)
2
k
~X h i
P̂ = k b̂k (t)b̂†k (t) + b̂†k (t)b̂k (t) . (2.235)
2
k
El segundo término de esta suma pareciera hacer diverger al operador momentum lineal, pero en
realidad ésta se anula debido a que el integrando es impar en k y la suma se extiende −∞ a +∞. Por
lo tanto,
X †
P̂ = ~ k b̂k b̂k . (2.238)
k
Definamos un “operador número” asociado a cada modo k (en analogı́a con el caso del oscilador
armónico) como:
N̂k := b̂†k b̂k . (2.239)
5
Note que las expresiones del caso de extensión infinita
q del campo se pueden obtener a partir de las del caso discreto
P L
R 2π
a través de la correspondencia k → 2π
dk, bk → L
b(k).
24
Ası́ tenemos que el Hamiltoniano y el momentum se escriben como:
X 1 X
Ĥ = ~ ωk N̂k + ~ ωk , (2.240)
2
k k
X
P̂ = ~ k N̂k . (2.241)
k
Ahora estamos en condiciones de encontrar, o más bien, de construir los estados cuánticos del siste-
ma. Notemos primero que los operadores definidos satisfacen las siguientes relaciones de conmutación
h i
N̂k , b̂k0 = −δk,k0 b̂k , (2.242)
h i
N̂k , b̂†k0 = δk,k0 b̂†k , (2.243)
de modo que
h i
Ĥ, b̂k = −~ωk b̂k , (2.244)
h i
Ĥ, b̂†k = ~ωk b̂†k , (2.245)
y
h i
P̂ , b̂k = −~k b̂k , (2.246)
h i
P̂ , b̂†k = ~k b̂†k . (2.247)
Análogamente,
³ ´ ³ ´
P̂ b̂k |E, P i = P̂ b̂k |E, P i (2.255)
³h i ´
= P̂ , b̂k + b̂k P̂ |E, P i (2.256)
³ ´
= −~b̂k k |E, P i + b̂k P̂ |E, P i (2.257)
= −~b̂k k |E, P i + b̂k P |E, P i (2.258)
³ ´
= (P − ~k) b̂k |E, P i . (2.259)
25
Del mismo modo puede comprobarse que el estado b̂†k |E, P i tiene eigenvalores de energı́a y momentum
E + ~ωk y P + ~k, respectivamente. Cada operador b̂k y b̂†k es entonces un operador “escalera” (bajada
y subida, respectivamente) del oscilador armónico asociado a cada modo posible, caracterizado por el
número de onda k.
Basándonos en estas propiedades, vemos que el espectro de energı́as y momenta del campo cuánti-
co es discreto. Los correspondientes cuantos de energı́a y momentum son hωk y ~k, para un k dado,
respectivamente. El operador b̂k (cuando se aplica a un estado dado) disminuye la energı́a y el mo-
mentum del estado del campo y es por esto interpretado como un operador de destrucción de un
cuanto de energı́a y momentum del campo (una “partı́cula”). Análogamente, b̂†k aumenta la energı́a y
el momentum del estado del campo y es por esto interpretado como un operador de creación de un
cuanto de energı́a y momentum del campo (una “partı́cula”).
Para que el sistema descrito por el campo cuántico φ̂ sea estable, es necesario que exista un estado
de energı́a mı́nima, que denotaremos por |0i. Ya que b̂k (para cada k), al ser aplicado sobre el estado
fundamental |0i, disminuirı́a en principio su energı́a, contradiciendo la hipótesis que define a este
estado, es necesario que6
b̂k |0i = 0, ∀ k. (2.260)
Este estado fundamental del campo cuántico tiene momentum cero, ya que
P̂ |0i = 0. (2.261)
A partir del estado fundamental |0i es posible construir todo otro estado del campo cuántico. Por
ejemplo,
|0 . . . 1k . . . 0i := b̂†k |0i , (2.263)
P
es un estado del campo con momentum ~k y energı́a E0 + ~ωk (E0 := 12 ~ k ωk es la energı́a del
estado fundamental), que interpretamos como el estado en el que el campo contiene una partı́cula (un
cuanto) de vector de onda k. El estado
es un estado del campo con momentum ~k + ~k 0 y energı́a E0 + ~ωk + ~ωk0 . Note que debido a que los
operadores de creación conmutan entre si, el orden en que estos se aplican sobre el estado fundamental
es irrelevante. Interpretamos este estado como uno conteniendo dos partı́culas, una con vector de onda
k y (simultaneamente) otra con vector de onda k 0 . Como caso particular puede considerarse el caso
en que k = k 0 .
Vemos entonces que podemos definir los estados7
1 ³ ´nk ³ ´nk0
|. . . , nk , . . . , nk0 , . . . i := √ · · · b̂†k · · · b̂†k0 · · · |0i , (2.265)
· · · nk ! · · · nk0 ! · · ·
6
Puesto que esta condición debe ser satisfecha para todo k, una mejor notación para el estado fundamental serı́a
|00 . . . 00i := |0i ⊗ |0i · · · ⊗ |0i, donde cada subestado |0i representa el estado fundamental asociado a cada oscilador
armónico correspondiente a un k dado.
7
Los factores √1 en la definición esta definición asegura, tal como en el caso usual de los estados de un oscilador
nk !
armónico, que los estados serán ortonormales, es decir, ortogonales y de norma uno.
26
que interpretamos como un estado del campo con nk partı́culas cada una con energı́a ~ωk y momentum
~k, nk0 partı́culas con energı́a y momentum ~ωk0 , ~k 0 , etc, ya que
Estos estados son también eigenestados del operador N̂k definido en (2.239), que interpretamos P
como el operador número de partı́culas (cuantos) con vector de onda k. El operador N̂ := k N̂k
corresponde entonces al operador número total de partı́culas. Los estados |. . . , nk , . . . i son llamados
estados de número del campo.
√
b̂†k |. . . , nk , . . . i = nk + 1 |. . . , nk + 1, . . . i , (2.268)
√
b̂k |. . . , nk , . . . i = nk |. . . , nk − 1, . . . i . (2.269)
El estado vacı́o tiene propiedades no triviales. Por ejemplo, el valor medio del campo φ̂(x, t) en el
estado del vacı́o es, como podrı́a esperarse, cero:
"r #
~ X n o
− 12 ikx † −ikx
h0| φ̂ |0i = h0| (ωk ) b̂k e + b̂k e |0i (2.270)
2Lλ
k
r h i
~ X 1
= (ωk )− 2 h0| b̂k |0i eikx + h0| b̂†k |0i e−ikx (2.271)
2Lλ
k
r h i
~ X 1
= (ωk )− 2 h0| 0, · · · , 1k , · · · , 0i e−ikx (2.272)
2Lλ
k
= 0. (2.273)
27
Sin embargo, el valor medio de φ̂2 (x, t) en el vacı́o está dado por
"r #
~ X 1
n o
h0| φ̂2 |0i = h0| (ωk )− 2 b̂k eikx + b̂†k e−ikx (2.274)
2Lλ
k
"r #
~ X n o
− 21 ik0 x † −ik0 x
(ωk0 ) b̂k0 e + b̂k0 e |0i (2.275)
2Lλ 0
k
~ X 1 n 0 0
= √ h0| b̂k b̂k0 |0i ei(k+k )x + h0| b̂k b̂†k0 |0i ei(k−k )x
2Lλ 0 ωk ωk0
kk
0 0
o
+ h0| b̂†k b̂k0 |0i e−i(k−k )x + h0| b̂†k b̂†k0 |0i e−i(k+k )x (2.276)
~ X 1 n ³ ´ 0
o
= √ 0 + h0| δk,k0 + b̂†k0 b̂k |0i ei(k−k )x + 0 + 0 (2.277)
2Lλ 0 ωk ωk0
kk
~ X 1 n o
i(k−k0 )x
= √ δ k,k 0 h0| 0i e + 0 (2.278)
2Lλ 0 ωk ωk0
kk
~ X 1 0
= √ ei(k−k )x δk,k0 (2.279)
2Lλ 0 ωk ωk0
kk
~ X 1
= . (2.280)
2Lλ ωk
k
Por lo tanto, encontramos que la varianza del campo en un punto x, en el estado vacı́o, es propor-
cional a ~ (e.d., es un efecto cuántico) y diverge logarı́tmicamente con la frecuencia. De este modo, la
teorı́a cuántica del campo φ predice que, incluso en el estado fundamental (vacı́o), existe un campo
fluctuante en cada punto, con valor medio nulo y varianza infinita. Recordemos, además, que el estado
vacı́o tiene momentum nulo y energı́a infinita.
Un estado de una partı́cula del campo |1k i := |0, · · · , 0, 1k , 0, · · · , 0i tiene, como vimos anterior-
mente, momentum lineal ~k y energı́a E0 + ~ωk . Podrı́a esperarse que este estado fuera el análogo
cuántico de una onda monocromática de número de onda k. Sin embargo, el valor medio del campo
φ̂(x, t) en este estado es cero:
28
Usamos las relaciones de conmutación (2.230) podemos calcular que
h i
h0| b̂k b̂k0 b̂†k |0i = h0| b̂k b̂k0 , b̂†k |0i + h0| b̂k b̂†k b̂k0 |0i (2.285)
= δk,k0 h0| b̂k |0i + 0 (2.286)
= 0 (2.287)
y además
h i
h0| b̂k b̂†k0 b̂†k |0i = h0| b̂k , b̂†k0 b̂†k |0i + h0| b̂†k0 b̂k b̂†k |0i (2.288)
= δk,k0 h0| b̂†k |0i + h0| b̂†k0 b̂k b̂†k |0i (2.289)
h i
= 0 + h0| b̂†k0 b̂k , b̂†k |0i + h0| b̂†k0 b̂†k b̂k |0i (2.290)
Por lo tanto, obtenemos que el valor medio del campo φ̂(x, t) en el estado de una partı́cula |1k i es
nulo:
h1k | φ̂ |1k i = 0. (2.293)
No es dificil verificar que, en general, una expresión de la forma h0| · · · b̂k · · · b̂†k0 · · · |0i puede ser no
nula sólo si contiene igual número de operadores de creación b̂†k y de destrucción b̂k .
Por lo tanto, los estados cuánticos |ck i análogos a este estado clásico deben ser tales que
X∞
|ck |2 (ck )nk
|ck i = e− 2 √ |nk i . (2.297)
n =0
nk !
k
Los factores aseguran la normalización del estado, e.d., hck | ck i = 1. Podemos comprobar entonces
que el valor medio del campo φ̂ en el estado coherente es de la φclas , donde |ck | es proporcional a la
amplitud de la onda clásica.
29
30
Capı́tulo 3
Después de todo el desarrollo hecho para la cadena lineal, que era un modelo unidimensional
escalar, estamos en (mejores) condiciones de abordar la cuantización del campo electromagnético.
Un primer paso para la cuantización es identificar las variables de campo. Como veremos, en el
caso del campo electromagnético esto no es trivial...
Por último, tenemos las relaciones constitutivas, que contienen la información sobre las propiedades
del medio electromagnético considerado. En el vacı́o, estas son:
→
− −
→
D=E ←→ Di = Ei , (3.5)
→
− −
→
B =H ←→ Bi = Hi . (3.6)
Note que aquı́ hemos escrito las ecuaciones de Maxwell usando el sistema gaussiano de unidades
(c.g.s.), que es el que se presta más convenientemente para nuestros fines.
1
Las leyes de Gauss y la ley de Ampére-Maxwell.
2
Ley de Faraday y Ley de Biot-Savart.
31
En total, tenemos que las ecuaciones de Maxwell constituyen ocho ecuaciones diferenciales de
primer orden que describen la evolución de los campos.
Que el las ecuaciones de Maxwell sean de primer orden dificulta la descripción lagrangeana del
campo electromagnético, ya que, en general, un lagrangiano que depende de los campos y sus primeras
derivadas suministra ecuaciones de movimiento de segundo orden en los campos. Más precisamente,
no es posible encontrar un lagrangeano dependiendo de E, ~ B ~ y sus primeras derivadas, que implique
las ecuaciones de Maxwell como correspondientes ecuaciones de Euler-Lagrange.
Sin embargo, es posible escribir las ecuaciones de Maxwell como ecuaciones diferenciales de segundo
orden si se introducen los campos auxiliares llamados potenciales electromagnéticos: uno vectorial Ai
y el otro escalar ϕ, tal que satisfagan identicamente las ecuaciones homogéneas (3.3) y (3.4). Esto se
consigue, como es sabido, si
Bi = ²ijk ∂j Ak , (3.7)
1
Ei = −∂i ϕ − ∂t Ai . (3.8)
c
Estas ecuaciones definen los campos eléctrico y magnético en función de los potenciales electro-
magnéticos.
Pero existe un “problemaçon los potenciales introducidos anteriormente: ellos no son únicos. Esto
se puede verificar efectuando siguiente cambio:
Ai → A0i = Ai + ∂i χ, (3.9)
1
ϕ → ϕ0 =ϕ− c ∂t χ, (3.10)
llamado transformación de gauge. Los nuevos A0i y ϕ0 , que dependen de los antiguos y de una función
χ = χ (~x, t), también satisfacen las ecuaciones (3.7) y (3.8), y por lo tanto las ecuaciones de Maxwell
homogeneas.
Por lo tanto, los potenciales poseen información redundante. Esto puede ser un problema grave para
la cuantización, puesto que al trabajar con los potenciales electromagnéticos estamos introduciendo
grados de libertar superfluos en la teorı́a. Por otro lado, la libertad de gauge nos permite escoger
potenciales particulares que sean útiles para simplificar muchos cálculos, sin alterar la fı́sica del sistema.
Usando las ecuaciones constitutivas e introduciendo (3.7) en (3.2), obtenemos:
µ ¶
4π 1 1
²ijk ∂j (²klm ∂l Am ) = ji + ∂t −∂i ϕ − ∂t Ai
c c c
4π 1 1
= ji − ∂t ∂i ϕ − 2 ∂t ∂t Ai . (3.11)
c c c
De este modo, podemos escribir
1 1 4π
(δil δjm − δim δjl ) ∂j ∂l Am + ∂i ∂t ϕ + 2 ∂t2 Ai = ji (3.12)
c c c
1 1 4π
∂j ∂i Aj − ∂j ∂j Ai + ∂i ∂t ϕ + 2 ∂t2 Ai = ji (3.13)
c½ c ¾ c
1 2 1 4π
∂ Ai − ∂j ∂j Ai + ∂i ∂j Aj + ∂t ϕ = ji (3.14)
c2 t c c
µ ¶ ½ ¾
1 2 1 4π
∂ − ∂ ∂
j j A i + ∂i ∂ A
j j + ∂t ϕ = ji (3.15)
c2 t c c
½ ¾
1 4π
¤Ai + ∂i ∂j Aj + ∂t ϕ = ji , (3.16)
c c
32
Por otro lado, (3.8) en (3.1) suministra:
µ ¶
1
∂i −∂i ϕ − ∂t Ai = 4πρ, (3.17)
c
1
∂i ∂i ϕ + ∂i ∂t Ai = −4πρ, (3.18)
c
1
∂i ∂i ϕ + ∂t {∂i Ai } = −4πρ. (3.19)
c
Hemos obtenido ası́ dos ecuaciones diferenciales inhomogéneas de segundo orden, pero que siguen
siendo complicadas de resolver debido a los segundos términos del lado izquierdo. Es ahora donde
podemos hacer uso de la libertad de gauge mencionada. Existen dos gauges comúnmente usados:
Gauge de Lorentz
En este caso, se eligen potenciales que satisfagan3
1
∂j Aj + ∂t ϕ = 0. (3.26)
c
Usando el gauge de Lorentz, las ecuaciones para los potenciales (3.16) y (3.19), se reducen a:
4π
¤Ai = ji , (3.27)
c
y
½ ¾
1 1
∂i ∂i ϕ + ∂t − ∂t ϕ = −4πρ, (3.28)
c c
1
∂i ∂i ϕ − 2 ∂t ∂t ϕ = −4πρ, (3.29)
c
1 2
∂ ϕ − ∂i ∂i ϕ = 4πρ, (3.30)
c2 t
¤ϕ = 4πρ, (3.31)
que son las conocidas ecuaciones de onda inhomogéneas.
3
Esta condición siempre se puede satisfacer aplicando una transformación de Gauge sobre los campos Ai y ϕ. Veamos;
supongamos que partimos de potenciales que no satisfacen el gauge de Lorentz anterior:
1
∂t ϕ 6= 0.
∂ j Aj + (3.20)
c
Ahora, aplicando la transformación de gauge dada por (3.9) y (3.10) donde los nuevos potenciales sı́ satisfacen el gauge
de Lorentz, es decir:
1
0 = ∂j A0j + ∂t ϕ0 (3.21)
c „ «
1 1
= ∂j (Aj + ∂j χ) + ∂t ϕ − ∂t χ (3.22)
c c
1 1
= ∂j Aj + ∂j ∂j χ + ∂t ϕ − 2 ∂t ∂t χ (3.23)
„ «c c
1 2 1
= − ∂t − ∂j ∂j χ + ∂j Aj + ∂t ϕ, (3.24)
c2 c
de modo que
1
¤χ = ∂j Aj + ∂t ϕ, (3.25)
c
lo que nos dice que la función χ debe resolver una ecuación de onda inhomogenea, cuya solución siempre existe (aunque
no es única).
33
Gauge de Coulomb
En este caso, se eligen potenciales que satisfagan4
∂i Ai = 0. (3.36)
Ası́, usando el gauge de Coulomb, obtendremos que las ecuaciones para los potenciales se reducen a
las ecuaciones diferenciales de segundo orden:
1 4π
¤Ai + ∂i ∂t ϕ = ji , (3.37)
c c
∂i ∂i ϕ = −4πρ. (3.38)
De esta forma hemos eliminado el potencial escalar ϕ: los campos Ei y Bi sólo dependen del potencial
vectorial, que será nuestra única variable de campo.
4
De igual manera, esta condición siempre pueder ser satisfecha. Partiendo de potenciales que no satisfacen el gauge
de Coulomb:
∂i Ai 6= 0, (3.32)
y luego aplicando la transformación de Gauge de manera que los nuevos potenciales sı́ satisfagan (3.36), tenemos:
∂i A0i = 0, (3.33)
∂i (Ai + ∂i χ) = 0, (3.34)
¤χ = −∂i Ai , (3.35)
lo que nos dice que resolviendo la ecuación anterior, la función χ siempre existe.
34
donde Ak (t) = Ãk e−iωk t y la suma sobre ~k se extiende sobre todos los valores posibles (3.42), y además
ωk = c|~k| (3.44)
~k · A
~~ = 0, (3.45)
k
2
X
~~ = N~
A ε̌~kσ a~kσ , (3.46)
k k
σ=1
donde hemos introducido un factor (aún no definido) N~k por conveniencia futura, ε̌~k1 y ε̌~k2 son dos
vectores unitarios ortogonales entre si y con el vector de onda ~k = |k|ǩ y donde a~kσ representan las
amplitudes de cada modo. Más aún, es conveniente elegir los vectores ε̌~kσ de modo que, para cada ~k,
³ ´
el trio ε̌~ , ε̌~ , ~k formen una base ortonormal derecha, es decir:
k1 k2
ε̌~kσ · ~k = 0, (3.48)
ε̌~kσ · ε̌~kσ0 = δσσ0 , σ = 1, 2, (3.49)
σ
ε̌(−~k)σ = − (−1) ε̌~kσ , (3.50)
tal como se puede verificar de la figura. En resumen, una solución general de (3.39) y (3.36) puede
escribirse como n o
X ~ ~
~ x, t) =
A(~ Nk ε̌~kσ a~kσ (t)eik·~x + a~∗kσ (t)e−ik·~x , (3.51)
σ,~k
es decir, como una superposición de ondas planas transversales, con dos modos fundamentales indepen-
dientes, uno para cada σ, denominadas polarizaciones. Es por esto que los vectores ε̌~kσ son llamados
vectores de polarización.
Como consecuencia, de (3.40) y (3.41) encontramos:
iX n o
~ x, t) = ~ ~
E(~ Nk ε̌~kσ ωk a~kσ eik·~x − a~∗kσ e−ik·~x , (3.52)
c
σ,~k
X ³ ´n o
~ ~
~ x, t) = i
B(~ Nk ~k × ε̌~kσ a~kσ eik·~x − a~∗kσ e−ik·~x , (3.53)
σ,~k
35
Figura 3.1: Configuración de los vectores ε̌~kσ
de modo que tanto el campo eléctrico como el magnético está constituido por ondas transversales.
X ω2 ³ ´
k 2 3 ∗ ∗
H = N L a a~ + a~ a (3.54)
8πc2 k ~kσ kσ kσ ~kσ
σ,~k
X ω2
P~ = k
N 2 L3 ~k a~∗kσ a~kσ (3.55)
8πc2 k
σ,~k
(3.56)
Fourier, hemos pasamos del espacio cambio de nuestra variable de campo (de A(~ ~ x, t) a En efecto,
ahora los grados de libertad determinan la polarización de la onda y los infinitos valores del vector de
onda
Una densidad Lagrangeana que suministra las ecuaciones de Maxwell para los Ai es:
· ¸
1 1
L= Ȧi Ȧi − (∂i Aj ) (∂i Aj ) , (3.57)
8π c2
donde el campo es sujeto adicionalmente a la condición adicional definida por el gauge de Coulomb,
∂i Ai = 0. (3.58)
1 1
πi (~x, t) = 2
Ȧi = − Ei , (3.59)
4πc 4πc
36
1
H(~x, t) = Ȧi Ȧi − L
4πc2
1 1 1
= 2
Ȧi Ȧi − 2
Ȧi Ȧi + (∂i Aj ) (∂i Aj )
4πc 8πc 8π
1 1
= 2
Ȧi Ȧi + (∂i Aj ) (∂i Aj )
8πc½ 8π ¾
1 1
= Ȧi Ȧi + (∂i Aj ) (∂i Aj ) (3.60)
8π c2
Usando la identidad
que es válida bajo el supuesto que el potencial vectorial satisface el gauge de Coulomb, podemos
escribir
Z ½ ¾
1 1
H = dV Ȧi Ȧi + (∂i Aj ) (∂i Aj )
8π c2
Z ½ ¾
1 1
= dV Ȧi Ȧi + Bi Bi + ∂j (Ak ∂k Aj )
8π c2
Z
1 ©¡ ¢ ª
= dV E 2 + B 2 + ∂j (Ak ∂k Aj )
8π
Z Z
1 ¡ 2 2
¢ 1
= dV E + B + dV ∂j (Ak ∂k Aj )
8π 8π
Z I
1 ¡ ¢ 1
= dV E 2 + B 2 + dSj Ak ∂k Aj
8π V 8π ∂V
Z
1 ¡ ¢
= dV E 2 + B 2 , (3.68)
8π V
H
donde la integral de volumen ∂V dSk Ak ∂k Aj se anula debido a que asumimos el campo se anula
suficientemente rápido en el infinito.
Por otro lado, para el momentum lineal total del sistema, obtenemos:
1
pi (~x, t) = − Ȧ ∂ A
2 j i j
(3.69)
4πc
½³ µ ¶¾
1 ´ 1
= ~ ~
E × B − ∂j Ȧj Ai , (3.70)
4πc i c
37
ya que, en el gauge de Coulomb,
³ ´
E~ ×B~ = ²ijk Ej Bk (3.71)
i
µ ¶
1
= ²ijk − Ȧj (²klm ∂l Am ) (3.72)
c
1
= − ²ijk ²klm Ȧj ∂l Am (3.73)
c
1
= − (δil δjm − δim δjl ) Ȧj ∂l Am (3.74)
c
1 1
= − Ȧj ∂i Aj + Ȧj ∂j Ai (3.75)
c c
1 1 ³ ´ 1
= − Ȧj ∂i Aj + ∂j Ȧj Ai − Ai ∂j Ȧj (3.76)
c c c
1 1 ³ ´ 1
= − Ȧj ∂i Aj + ∂j Ȧj Ai − Ai ∂t (∂j Aj ) (3.77)
c c c
1 1 ³ ´
= − Ȧj ∂i Aj + ∂j Ȧj Ai . (3.78)
c c
Usando (3.70), el momentum lineal total almacenado en el campo electromagnético puede escribirse
como Z
~ 1 ~ × B,
~
P = dV E (3.79)
4πc V
que corresponde al conocido vector de Pointing.
3.2. Cuantización
Dentro del gauge Coulomb y en el vacı́o, donde podemos elegir φ = 0, lo natural serı́a considerar
al potencial vectorial Ai (~x, t) como nuestra variable de campo, de modo que su momento canónico
asociado serı́a
1
πi (~x, t) = − Ei (~x, t). (3.80)
4πc
Para cuantizar el campo EM libre, debemos entonces promover estas variables de campo a operadores
que actúan un espacio Hilbert, y luego conocer sus relaciones de conmutación.
Si consideramos a Ai (~x, t) como los campos independientes, entonces esperarı́amos, de acuerdo al
procedimiento de cuantización canónico, que los operadores de campo Âi (~x, t) y π̂i (~x, t) satisfagan las
relaciones de conmutación canónicas
h i
Âi (~x0 , t), π̂j (~x, t) = i~ δij δ(~x − ~x0 )1̂. (3.81)
Sin embargo, puede comprobarse rápidamente que este conmutador es inconsistente con el gauge de
Coulomb ∂i Âi = 0̂, ya que esta última condición implica
h i h i
∂j0 π̂i (~x, t), Âj (~x0 , t) = π̂i (~x, t), ∂j0 Âj (~x0 , t) = 0, (3.82)
38
Por lo tanto, no podemos usar las relaciones de conmutación canónicas para cuantizar el campo
electromagnético en el gauge de Coulomb.
Un camino para poder cuantizar el campo electromagnético de manera lo más similar posible a la
cuantización canónica, es intentar modificar el lado derecho de (3.81) de modo que las nuevas relaciones
de conmutación para los campos cuánticos sean compatibles con el gauge de Coulomb. No es dificil
verificar5 que la modificación requerida es
h i ½ ¾
0 0 1 1
Âi (~x, t), π̂j (~x , t) = i~ δij δ(~x − ~x ) + ∂i ∂j 1̂ (3.84)
4π |~x − ~x0 |
Debido a que el nuevo término no se anula para ~x 6= ~x0 , la interpretación estandar de la teorı́a
cuántica sugerirı́a que no es posible medir simultáneamente Âi (~x, t) y π̂j (~x0 , t) en puntos distintos del
espacio. Sin embargo, esto no representa necesariamente un problema ya que Âi no es un observable
(los observables son el campo eléctrico y el magnético). Podemos comprobar, por otra parte, que las
nuevas relaciones de conmutación (3.81) implican relaciones de conmutación entre los campos eléctricos
y magnéticos que no presentan este (aparente) problema. En efecto, (3.81) implica
h i
B̂i (~x, t), Êj (~x0 , t) = 4πi~c ²ijk ∂k δ(~x − ~x0 )1̂, (3.85)
de modo que es posible medir simultáneamente el campo eléctrico y magnético en puntos distintos del
espacio. Sin embargo, estos campos no pueden determinarse simultáneamente con infinita precisión
en el mismo punto del espacio. Esto tiene como consecuencia que no puede existir un estado en el que
tanto E~ como B~ sean exactamente cero, lo que se manifiesta en ası́ llamadas, fluctuaciones del vacı́o
del campo electromagnético.
Finalmente, las relaciones
h i
Âi (~x, t), Âj (~x0 , t) = 0, (3.86)
£ ¤
π̂i (~x, t), π̂j (~x0 , t) = 0, (3.87)
Análogamente al caso del campo escalar, puede mostrarse a partir de las relaciones de conmutación
que los campos cuánticos satisfacen las mismas ecuaciones diferenciales que sus análogos clásicos.
Por lo tanto, podemos usar expansiones para los operadores de campo análogas a aquellas del caso
5
Usando ∇2 1
x − ~x0 ).
= −4πδ(~
|xk −x0k |
39
clásico, es decir,
X n o
~ˆ x, t) =
A(~
~ ~
Nk ε̌~kσ â~kσ (t)eik·~x + â~† (t)e−ik·~x , (3.88)
kσ
~k,σ
iX n o
~ˆ x, t) =
E(~
~ ~
Nk ε̌~kσ ωk â~kσ eik·~x − â~† e−ik·~x , (3.89)
c kσ
~k,σ
X ³ ´n o
~ˆ x, t) = i
B(~ Nk ~k × ε̌~kσ
~ ~
â~kσ eik·~x − â~† e−ik·~x , (3.90)
kσ
~k,σ
X ω2 ³ ´
k 2 3 † †
Ĥ = N L â â
~kσ ~kσ + â â
~kσ ~kσ (3.91)
4πc2 k
~k,σ
X ωk ³ ´
ˆ 2 3~ † †
P~ = N L k â â~ + â~ â . (3.92)
4πc2 k ~kσ kσ kσ ~kσ
~k,σ
(3.93)
De estas expresiones podemos obtener las relaciones inversas de los operadores â y ↠en función de
Âi y π̂i :
Z ³ ´
1 ˆ
~ 2 ˆ ~
â~kσ = dV ωk A + 4πc i~π · ε̌~kσ e−ik·~x , (3.94)
2L3 Nk ωk
y, como consecuencia,
Z ³ ´
1 ~ˆ − 4πc2 i~π
ˆ · ε̌~ ei~k·~x
â~† = 3
dV ωk A kσ
(3.95)
kσ 2L Nk ωk
h i 2π~c2
â~kσ , â~† 0 0 = δσσ0 δ~k,~k0 , (3.96)
kσ L3 ωk Nk2
£ ¤
â~kσ , â~k0 σ0 = 0. (3.97)
s
2π~c2
Nk = , (3.98)
L3 ωk
de modo que los operadores â y ↠sean adimensionales y satisfagan relaciones de conmutación tipo
operadores “escalera”del oscilador armónico.
En resumen los campos cuánticos que describen el campo electromagnético en el gauge de Coulomb
40
son:
r
2π~c2 X 1 n o
~ˆ x, t) =
A(~ √ ε̌~ â~ (t)e i~k·~
x
+ â †
(t)e −i~k·~x
, (3.99)
L3 ωk kσ kσ ~kσ
~k,σ
r n o
X 1
~ˆ x, t) = i 2π~
E(~ √ ε̌~ ω k â~kσ e i~k·~x
− â † −i~k·~
e x
, (3.100)
L3 ωk kσ ~kσ
~k,σ
r
2 X 1 ³ ´n o
~ˆ x, t) = i 2π~c
B(~ √ ~k × ε̌~ â~ e i~k·~x
− â † −i~k·~
e x
, (3.101)
L3 ωk kσ kσ ~kσ
~k,σ
~X ³ † ´
Ĥ = ωk â~ â~kσ + â~kσ â~† (3.102)
2 kσ kσ
~k,σ
ˆ ~ X~ ³ † ´
P~ = k â~ â~kσ + â~kσ â~† , (3.103)
2 kσ kσ
~k,σ
(3.104)
El “operador número”, asociado a cada modo (~k, σ) con vector de onda y polarización definidas, se
define como:
N̂~k,σ := â~† â~k,σ , (3.109)
k,σ
41
Consecuentemente, encontramos que los conmutadores del operador número con â~k,σ y â~† son
k,σ
h i
N̂~k,σ , â~k0 ,σ0 = −δk,k0 δσ,σ0 â~k,σ , (3.112)
h i
N̂~k,σ , â~† 0 0 = δk,k0 δσ,σ0 â~† , (3.113)
k ,σ k,σ
de modo que
h i
Ĥ, â~k,σ = −~ωk â~k , (3.114)
h i
Ĥ, â~† = ~ωk â~† , (3.115)
k,σ k,σ
y
h i
P̂ , â~k,σ = −~~k â~k,σ , (3.116)
h i
P̂ , â~† = ~~k â~† . (3.117)
k,σ k,σ
Análogamente al caso escalar, estas propiedades implican que el espectro de energı́as y momenta del
campo electromagnético cuántico es discreto. Los correspondientes cuantos de energı́a y momentun
son hωk y ~~k, para un vector de onda ~k dado, respectivamente. El operador â~k,σ (cuando se aplica a
un estado dado) disminuye la energı́a y el momentum del estado del campo y es por esto interpretado
como un operador de destrucción de un cuanto de energı́a y momentum del campo electromagnético
(un “fotón”). Análogamente, â~† aumenta la energı́a y el momentum del estado del campo y es por
k,σ
esto interpretado como un operador de creación de un cuanto de energı́a y momentum del campo
electromagnético (un “fotón”).
La existencia de un estado de energı́a mı́nima, que denotaremos por |0i, requiere que
Este estado fundamental del campo cuántico tiene momentum cero, P̂ |0i = 0, pero su energı́a es
1 P
infinita, con E0 = 2 ~ ~k,σ ωk .
Un estado de número arbitrario puede entonces escribirse como
¯ E 1
¯
¯. . . , n~k,σ , . . . , n~k0 ,σ0 , . . . := q ···
· · · n~k,σ ! · · · n~k0 ,σ0 ! · · ·
³ ´n~ ³ ´n~ 0 0
× â~† · · · â~† 0 0
k,σ k ,σ
· · · |0i , (3.119)
k,σ k ,σ
con n~k,σ ∈ N, que interpretamos como un estado del campo con n~k,σ fotones cada una con energı́a ~ωk
y momentum ~~k,, n~ 0 0 partı́culas con energı́a y momentum ~ωk0 , ~~k 0 , etc, ya que
k ,σ
¯ E ³ ´
¯
Ĥ ¯. . . , n~k,σ , . . . , n~k0 ,σ0 , . . . = E0 + n~k,σ ~ωk + n~k0 ,σ0 ~ωk0 + · · ·
¯ E
¯
× ¯. . . , n~k,σ , . . . , n~k0 ,σ0 , . . . , (3.120)
¯ E ³ ´
ˆ¯
P~ ¯. . . , n~k,σ , . . . , n~k0 ,σ0 , . . . = n~k,σ ~~k + n~k0 ,σ0 ~k~0 + · · ·
¯ E
¯
× ¯. . . , n~k,σ , . . . , n~k0 ,σ0 , . . . . (3.121)
42
¯ E
¯
La acción de los operadores de creación y destrucción sobre un estado ¯. . . , n~k,σ , . . . de número
del campo viene dada por
¯ E q ¯ E
¯ ¯
â~† ¯. . . , n~k,σ , . . . = n~k,σ + 1 ¯. . . , n~k,σ + 1, . . . , (3.122)
k,σ
¯ E ¯ E
¯ p ¯
â~k,σ ¯. . . , n~k,σ , . . . = n~k,σ ¯. . . , n~k,σ − 1, . . . . (3.123)
Estos estados forman una base ortonormal y completa del espacio de Hilbert asociado a los ope-
~ˆ es decir:
radores N̂~ , Ĥ y P,
kσ
D ¯ E
¯
. . . , n~k1 ,σ1 , . . . , n~k2 ,σ2 , . . . ¯ . . . , n~0k , . . . , n~0k ,... = · · · δn~k ,n~0 δn~k ,n~0 ··· (3.124)
1 ,σ1 2 ,σ2 1 ,σ1 k2 ,σ2 2 ,σ2 k2 ,σ2
X X ¯ ED ¯
¯ ¯
··· ··· · · · ¯. . . , n~k1 ,σ1 , . . . , n~k2 ,σ2 , . . . . . . , n~k1 ,σ1 , . . . , n~k2 ,σ2 , . . . ¯ = 1̂. (3.125)
~k1 σ1 ~k2 σ2
Con esto, hemos completado la cuantización del campo electromagnético libre. El próximo paso es
estudiar las consecuencias de la cuantización y, en particular, la interacción del campo electromagnético
cuántico con la materia.
43
44
Capı́tulo 4
∂L q~
p~ = = m~x˙ + A, (4.2)
˙
∂ ~x c
y las ecuaciones de Lagrange nos dirigen a
µ ¶
¨ ~ 1˙ ~
m~x = q E + ~x × B . (4.3)
c
En efecto, µ ¶
∂L 1
=q ẋj ∂i Aj − ∂i ϕ , (4.4)
∂xi c
d ∂L d ³ q ´
= mẋi + Ai , (4.5)
dt ∂ ẋi dt c
de modo que las ecuaciones de Euler-Lagrange son:
q d ³ q ´
∂i Aj ẋj − q∂i ϕ − mẋi + Ai = 0, (4.6)
c dt c
q q d
∂i Aj ẋj − q∂i ϕ − mẍi − Ai = 0, (4.7)
c c dt
q q d
∂i Aj ẋj − q∂i ϕ − Ai = mẍi , (4.8)
c c dt
45
d ∂
pero dt = ∂t + ẋk ∂k , de modo que obtenemos
q q ∂ q
∂i Aj ẋj − q∂i ϕ − Ai − ẋk ∂k Ai = mẍi , (4.9)
c c ∂t
µ c ¶
q 1∂
(∂i Aj ẋj − ẋk ∂k Ai ) + q −∂i ϕ − Ai = mẍi . (4.10)
c c ∂t
Recordando las expresiones del campo eléctrico y magnético en función de los potenciales:
1 ∂Ai
Ei = −∂i ϕ − , (4.11)
c ∂t
Bi = εijk ∂j Ak , (4.12)
tenemos
q
ẋj (∂i Aj − ∂j Ai ) + qEi = mẍi , (4.13)
c
q
ẋj (δmi δjn − δmj δin ) ∂m An + qEi = mẍi , (4.14)
c
q
ẋj εkij εkmn ∂m An + qEi = mẍi , (4.15)
c
q
εkij ẋj Bk + qEi = mẍi , (4.16)
c
q
εijk ẋj Bk + qEi = mẍi . (4.17)
c
De modo que obtenemos finalmente
µ ¶
1
mẍi = q Ei + εijk ẋj Bk . (4.18)
c
H = p~ · ~x˙ − L. (4.19)
46
Ası́, finalmente obtenemos
H = Hlibre + Hint , (4.27)
1 2
donde Hlibre := 2m p es el hamiltoniano de una partı́cula (no-relativista) libre, y
q 2
Hint = − ~+ q A
p~ · A ~ 2 + qϕ, (4.28)
mc 2mc2
es el hamiltoniano de interacción con el campo electromagnético.
Para la evaluación de los diferentes procesos usaremos teorı́a de perturbaciones (dependiente del
tiempo), tomando como hamiltoniano “modelo” a
Ĥ0 = Ĥlibre + Ĥrad , (4.36)
que ya sabemos
¯ diagonalizar. E Como base del sistema partı́cula + campo consideraremos a estados de
¯
la forma |Ψi ¯· · · n~k,σ · · · . Los hamiltonianos de interacción Ĥ 0 y Ĥ 00 son entonces considerados como
perturbaciones.
47
Es ilustrativo preguntarse cuál es el parámetro adimensional (y pequeño) que usaremos para definir
la serie perturbativa de un proceso dado. Para esto, reescribiremos Ĥ 0 y Ĥ 00 en función de cantidades
adimensionales:
r s à !
1 e 2 X cλ2c p~ˆ n o
0 i~k·~x † −i~k·~ x
Ĥ = − · ε̌~kσ â~kσ e + â~kσ e , (4.37)
mc2 ~c 2πL3 ωk mc
~k,σ
µ 2¶X X µ ¶ n
1 1 e cλ2c ~ ~0
2
Ĥ 00
= 3 √ ε̌~kσ
· ε̌~
k 0 σ 0 â~kσ â~k0 σ0 ei(k+k )·~x
mc 2 ~c 2πL ωk ωk0
~k,σ ~k0 ,σ 0
~ ~0 ~ ~0 ~ ~0
o
+ + â~kσ â~† 0 0 ei(k−k )·~x â~† â~k0 σ0 e−i(k−k )·~x + â~† â~† 0 0 e−i(k+k )·~x . (4.38)
kσ kσ kσ k σ
Aquı́ hemos reemplazado q = e (e < 0 para un electrón). Esta expresión implica que, si medimos
cλ2c h 2π~
momentum en unidades de mc, frecuencia en unidades de 2πL 3 (donde λc := mc = mc es la longitud
de Compton del electrón o, en general, de la partı́cula) y energı́a en unidades de mc2 , entonces la
e2 1
magnitud de la interacción es proporcional a la constante de structura fina α := ~c ≈ 137 , con
0 √ 00
Ĥ ∼ O( α) y Ĥ ∼ O(α). Podemos adoptar a α como el parámetro adimensional (¿ 1) con respecto
al cual calcularemos nuestra expansión perturbativa. Debido a que α ∝ e2 , la serie perturbativa puede
considerarse formalmente en potencias de la carga e, con Ĥ 0 ∼ O(e) y Ĥ 00 ∼ O(e2 ).
con |Ii y |IIi todos los posibles estados intermedios del sistema.
En nuestro caso tenemos que el hamiltoniano de interacción es de la forma
Ĥint = Ĥ 0 + Ĥ 00 . (4.41)
Al reemplazar (4.41) en (4.40), encontramos que la matriz de puede escribirse como:
³ ´ ³ ´
³ ´ X hf | Ĥ 0 + Ĥ 00 |Ii hI| Ĥ 0 + Ĥ 00 |ii
Mfi = hf | Ĥ 0 + Ĥ 00 |ii + (4.42)
Ei − EI
I
³ ´ ³ ´ ³ ´
hf | Ĥ 0 + Ĥ 00 |Ii hI| Ĥ 0 + Ĥ 00 |IIi hII| Ĥ 0 + Ĥ 00 |ii
X
+ + ... (4.43)
(Ei − EI ) (Ei − EII )
I,II
X hf | Ĥ 0 |Ii hI| Ĥ 0 |ii X hf | Ĥ 0 |Ii hI| Ĥ 00 |ii
= hf | Ĥ 0 |ii + hf | Ĥ 00 |ii + + (4.44)
Ei − EI Ei − EI
I I
X hf | Ĥ 00 |Ii hI| Ĥ 0 |ii X hf | Ĥ 00 |Ii hI| Ĥ 00 |ii
+ + + ... (4.45)
Ei − EI Ei − EI
I I
48
qf
qi k
donde |~qi es un estado propio de Ĥlibre de momentum definido ~~q. Tomando en cuenta las condiciones
de borde periodicas (“cuantización en la caja”), estos estados, en la representación coordenada, están
dados por
1 p
~·~
x 1
ψq~ (~x) = √ ei ~ = √ ei~q·~x , (4.48)
L 3 L3
con energı́a:
(~q)2
Eq = . (4.49)
2m
La matriz de transición Mfi en este caso está dada, a primer orden en e, por
Mfi = hf | Ĥ 0 |ii (4.50)
r
e 2π~c2 X ˆ
¯ p~ · ε̌~k0 σ0 n o ¯ ®
~0 ~0
= − 3
h~qf | . . . , n~kσ − 1, . . . ¯ 1/2
â~k0 σ0 eik ·~x + â~† 0 0 e−ik ·~x ¯. . . , n~kσ , . . . |~qi i
mc L ωk0 kσ
~k0 ,σ 0
r (
e 2π~c2 X ¯ ¯ ® p~ˆ · ε̌~k0 σ0 i~k0 ·~x
= − . . . , n ~ − 1, . . . ¯ â~ 0 0 ¯. . . , n~ , . . . h~qf | e |~qi i
mc L3 kσ kσ kσ 1/2
~k0 ,σ 0 ω k 0
)
¯ † ¯ ® p~ˆ · ε̌~k0 σ0 −i~k0 ·~x
+ . . . , n~kσ − 1, . . . ¯ â~ 0 0 ¯. . . , n~kσ , . . . h~qf | 1/2
e |~qi i (4.51)
kσ
ωk0
r ( )
e 2π~c2 X ¯ ¯ ® p~ˆ · ε̌~k0 σ0 i~k0 ·~x
= − . . . , n~kσ − 1, . . . ¯ â~k0 σ0 ¯. . . , n~kσ , . . . δ~k,~k0 δσ,σ0 h~qf | e |~qi i (4.52)
mc L3 ω
1/2
~k ,σ
0 0 k 0
s
e 2π~c2 n ¯ ¯ ®
¯ â~ ¯. . . , n~ , . . . h~qf | p~ˆ · ε̌~ ei~k·~x |~qi i
o
= − . . . , n ~
kσ
− 1, . . . kσ kσ kσ
(4.53)
mc L3 ωk
s
e 2π~c2 n√ ¯
¯
®
ˆ i~k·~ x
o
= − n ~kσ . . . , n ~kσ − 1, . . . . . . , n ~kσ − 1, . . . h~qf | p
~ · ε̌~kσ e |~
q i i (4.54)
mc L3 ωk
s
e 2π~c2 ~ √
= − h~qf | p~ˆ · ε̌~kσ eik·~x |~qi i n~kσ . (4.55)
mc L3 ωk
49
qf kf
qi ki
Figura 4.2: Scattering de fotones con electrones libres. Inicialmente un electrón en el estado |~qi i absorve
un fotón ~ki σi . El resultado del proceso es un fotón emitido ~kf σf y el electrón en el estado |~qf i .
Ef = Ei , (4.62)
2
(~~qf ) ¡ ¢ (~~qi )2
E0 + + ~ωk n~kσ − 1 = E0 + ~ωk n~kσ + , (4.63)
2m 2m
(~~qf )2 (~~qi )2
= ~ωk + . (4.64)
2m 2m
Sin embargo, es fácil mostrar que (4.64) y (4.61) no pueden ser satisfechas simultáneamente. Por lo
tanto, es imposible que un electrón libre (aislado) absorba un fotón. Este resultado es válido también
para ordenes superiores en la teorı́a de perturbaciones.
50
En la práctica es conveniente describir un proceso de scattering por medio de la correspondiente sección
diferencial de scattering
dσ
Note que dΩ tiene unidades de área. La densidad de flujo de probabilidad de fotones incidentes está da-
da por:
n~ki σi
j0,fotones = c, (4.69)
L3
De modo que
¡P ¢
t Scattering
dσ~k,σ = n~k σ
L3
i i
c
2πL3
= |Mfi |2 δ (Ef − Ei ) . (4.70)
~cn~ki σi
Para evaluar la matriz de transición, sólo nos interesan los términos que produzcan procesos del tipo
mostrado en la figura 4.2. Estos términos están presentes a primer orden en Ĥ 00 , mientras que Ĥ 0 sólo
puede contribuir con términos de segundo orden en la serie perturbativa. En consecuencia, a orden e2 ,
la matriz Mfi se reduce a:
El hamiltoniano Ĥ 00 es función de combinaciones del tipo â~kσ â~k0 σ0 , â~kσ â~† 0 0 , â~† â~k0 σ0 , â~† â~† 0 0 ,
kσ kσ kσ k σ
de los operadores de creación y destrucción, los cuales describen procesos de absorción-absorción,
emisión-absorción, absorción-emisión y emisión-emisión, respectivamente. De éstos, sólo los términos
del tipo absorción-emisión (emisión-absorción), representados por diagramas como el de la figura 4.3,
contribuyen al proceso de scattering aquı́ considerado.
51
qf kf
qi
Figura 4.3: Diagrama del término de primer orden en Ĥ 00 .
ki
La condición de conservación de la energı́a impuesta por la delta de Dirac en (4.39) implica que la
52
probabilidad de transición y por tanto la sección diferencial es no nula sólo si:
Ef = Ei , (4.77)
2 2
(~~qf ) (~~qi )
E0 + + ~ωki (n~ki σi − 1) + ~ωkf (n~k σ + 1) = E0 + + ~ωki n~ki σi + ~ωkf n~k σ (4.78)
,
2m f f 2m f f
(~~qf )2 (~~qi )2
+ ~ωkf = + ~ωki . (4.79)
2m 2m
µ ¶µ ¶ ε̌~ · ε̌ r ³ ´
00 e2 2π~c2 ki σi ~
kf σf
hf | Ĥ |ii = 2 √ n~ki σi n~k σ + 1 δq~ +~k ,~qi +~ki . (4.80)
2mc2 L3 ωk ωk0 f f f f
³ ´
El término n~k σ + 1 en la expresión anterior es interpretado como emissión estimulada por los
f f
fotones (~kf σf ) en el estado final. Por lo tanto, el scattering es aumentado si esos fotones en el estado
final ya están presentes. A menudo este no es el caso, de modo que consideraremos n~k σ = 0. En este
f f
subcaso obtenemos que la sección diferencial de scattering es:
¯ ¯2
³ ´ µ ¶2 µ ¶2 ¯¯ε̌~ · ε̌ ¯
¯
8πL3 e2 2π~c2 k i σi ~
k f σf
σ ~kσ =
~c 2mc2 L3 ωki ωkf
à !
2
(~~qf ) (~~qi )2
×δq~ ~ ~ δ + ~ωkf − − ~ωki . (4.85)
f +kf ,~
qi +ki 2m 2m
La sección total de scattering se encuentra sumando sobre todos los estados finales del electrón y
53
del fotón. Por lo tanto:
¯ ¯2
µ ¶2 µ ¶2 X X ¯¯ε̌~ · ε̌ ¯
¯
8πL3 e2 2π~c2 k i σi ~
kf σf
σT =
~c 2mc2 L3 c2 ki kf
~kf ,σf ~
qf
à !
(~~qf )2 (~~qi )2
×δq~ +~k ,~qi +~ki δ + ~ωkf − − ~ωki (4.86)
f f 2m 2m
¯ ¯2
µ ¶ µ ¶ ¯ ¯
8πL3 e2
2
2π~c2
2 ε̌ · ε̌
X ¯ ~ki σi ~k σ ¯ f f
=
~c3 2mc2 L3 ki kf
~kf ,σf
³ ´2
2 ~ ~
~ ~qi + ki − kf (~~qi )2
×δ + ~ωkf − − ~ωki , (4.87)
2m 2m
P
donde hemos considerado que ωk = ck. Pasando al continuo en coordenadas esféricas ( ~k →
f
L3
R 3 L3
R 2
(2π) 3 d k f = (2π) 3 k f dkf dΩ f ), obtenemos
µ ¶2 X Z
e2 kf ¯¯ ¯2
¯
σT = ~c ¯ ε̌~ki σi · ε̌ ¯
mc2 σf
k i
~
kf σf
³ ´2
2 ~ ~
~ ~qi + ki − kf
2
(~~qi )
×δ + c~ (kf − ki ) − dkf dΩf , (4.88)
2m 2m
µ ¶2 X Z
e2 kf ¯¯ ¯2
¯
σT = ~c ¯ε̌~ki σi · ε̌~k σ ¯ δ (c~ (kf − ki )) dkf dΩf (4.89)
mc2 σf
ki f f
µ ¶2 X Z
e2 kf ¯¯ ¯2 1
¯
= ~c ¯ε̌~ki σi · ε̌~k σ ¯ δ (kf − ki ) dkf dΩf (4.90)
mc2 σf
k i f f c~
µ 2 ¶2 X Z
e kf ¯¯ ¯2
¯
= ¯ ε̌ ~ki σi · ε̌ ¯ δ (kf − ki ) dkf dΩf (4.91)
mc2 σf
k i
~kf σf
µ 2 ¶2 Z X ¯ ¯2
e ¯ ¯
= 2 ¯ ε̌~k σ
· ε̌~ ¯ dΩf . (4.92)
mc Ωf σ
i i k σ
f f
f
Suponiendo que los fotones incidentes no tienen una polarización (resultante) privilegiada, debemos
promediar sobre las dos polarizaciones iniciales. Además, sumaremos sobre las polarizaciones finales.
*** explicar + detalladamente ***
Ası́, considerando la siguiente configuración geométrica, ver figura 4.4, encontramos que:
54
Figura 4.4: Geometrı́a del scattering.
2 ½ ¯2 ¾
1 X X ¯¯ ¯2 1 X ¯¯ ¯2 ¯
2 2
¯ ¯ ¯ ¯
¯ε̌~ki σi · ε̌~k σ ¯ = ¯ε̌~ki 1 · ε̌~k σ ¯ + ¯ε̌~ki 2 · ε̌~k σ ¯ (4.93)
2 f f 2 f f f f
σf =1 σi =1 σf =1
½¯ ¯2 ¯ ¯2
1 ¯ ¯ ¯ ¯
= ¯ε̌~ki 1 · ε̌~k 1 ¯ + ¯ε̌~ki 2 · ε̌~k 1 ¯
2 f f
¯ ¯2 ¯ ¯2 ¾
¯ ¯ ¯ ¯
+ ¯ε̌~ki 1 · ε̌~k 2 ¯ + ¯ε̌~ki 2 · ε̌~k 2 ¯ (4.94)
f f
1© ª
= 1 + cos2 ϑ . (4.95)
2
Finalmente, de estos resultados encontramos que la sección diferencial de scattering de fotones con
electrones libres viene dada por:
µ 2 ¶2
dσT 1 e © ª
= 2
1 + cos2 ϑ , (4.96)
dΩf 2 mc
que coincide con la sección transversal de scattering de Thomson.
entonces que
55
Calcularemos la probabilidad de que un átomo emita un fotón, con momentum ~k y polarización σ
bien definidos, al efectuar una transición desde un nivel superior a un nivel inferior inmediatamente
adyacente. Obtendremos el valor de esta probabilidad cálculando la probabilidad de transición por
unidad de tiempo P/t dada por la regla de oro de Fermi, la cual establece que:
P 2π
= |Mfi |2 δ(Ei − Ef ), (4.98)
t ~
donde Ei y Ef son las energı́as asociadas a los niveles involucrados en la transición. Haciendo uso de
Teorı́a de Perturbaciones a primer orden es posible mostrar que el coeficiente Mfi está dado por la
expresión:
Mfi = hf |H 0 |ii, (4.99)
donde los estados inicial y final son |ii y |f i respectivamente.
En nuestro caso estamos interesados en una transición que involucra los estados
donde |ai i y |af i son los estados atómicos inicial y final respectivamente y la notación n~kσ indica
un estado del campo electromagnético con n fotones en el modo (~kσ) y cero fotones en los modos
restantes. En ésta transición el átomo decae desde el nivel |ai i al nivel |af i emitiendo un fotón de
momentum ~k y polarización σ. Hemos considerado que en este proceso el campo, inicialmente con n
fotones en el modo (~kσ), adquiere un nuevo fotón en este modo.
El operador Hamiltoniano relevante en este proceso es:
s
e X 2π~c2 ˆ ³ ´
i~k0 ·~
x † −i~k0 ·~
x
Ĥint = − ~p · ε̌~
kσ0 0 â~
kσ0 0 e + â~k0 σ 0 e . (4.101)
mc L3 ωk0
~k0 σ 0
Ambos términos en la expresión anterior permiten separar las contribuciones provenientes de los
estados atómicos de las originadas en los estados del campo:
~0 ~0
|ˆ · ε̌~k0 σ0 â~k0 σ0 eik ·~x |ii = haf ~p
hf ~p |ˆ · ε̌~k0 σ0 eik ·~x |ai ih(1 + n)~kσ |â~k0 σ0 |n~kσ i, (4.103)
−i~k0 ·~ −i~k0 ·~
|ˆ · ε̌~k0 σ0 â~† 0 0 e
hf ~p x
|ˆ · ε̌~k0 σ0 e
|ii = haf ~p x
|ai ih(1 + n)~kσ |â~† 0 0 |n~kσ i. (4.104)
kσ kσ
1.
√
h(1 + n)~kσ |â~k0 σ0 |n~kσ i = h(1 + n)~kσ |δ~k,~k0 δσσ0 n~kσ |(n − 1)~kσ i (4.105)
√
= δ~k,~k0 δσσ0 n~kσ h(1 + n)~kσ |(n − 1)~kσ i (4.106)
√
= δ~k,~k0 δσσ0 n~kσ δn+1,n−1 (4.107)
= 0 (4.108)
56
2. Análogamente, tenemos
q
h(1 + n)~kσ |â~† 0 0 |n~kσ i = n~kσ + 1δ~k,~k0 δσσ0 . (4.109)
kσ
Los términos en esta expresión que involucran operadores de creación y destrucción pueden ser eva-
luados facilmente, esto es:
57
1.
q
h(n − 1)~kσ |â~k0 σ0 |n~kσ i = h(n − 1)~kσ |δ~k0 ,~k δσ0 ,σ (n)~kσ |(n − 1)~kσ i
√
= δ~k0 ,~k δσ0 ,σ n~kσ h(n − 1)~kσ |(n − 1)~kσ i
√
= δ~k0 ,~k δσ0 ,σ n~kσ (4.115)
2.
q
h(n − 1)~kσ |â~† 0 0 |n~kσ i = δ~k0 ,~k δσ0 ,σ (n − 1)~kσ h(n − 2)~kσ |n~kσ i
kσ
= 0 (4.116)
Considerando que las energı́as inicial y final involucradas en el proceso están dadas por las expresiones
y que
~ ~
|ˆ · ε̌~kσ eik·~x |ai i∗ = hai~p
haf ~p |ˆ · ε̌~kσ e−ik·~x |af i, (4.119)
Transiciones ocurren entre dos estados |ii y |f i, es decir, fotones pueden ser absorbidos o emitidos
del campo de radiación. La tasa de cambio del número de átomos excitados y desexcitados puede ser
descrita con dos ecuaciones diferenciales acopladas
El punto representa la tasa del número total de átomos que realizan una transición por unidad de
tiempo y (P/t)abs/em las probabilidades de absorción/emisión por unidad de tiempo.
58
En equilibrio, Ṅf = Ṅi = 0, de modo que
De aquı́, y usando los resultados de las secciones anteriores para las probabilidades de absorción/emisión
por unidad de tiempo, obtenemos,
Nf (P/t)em nkσ + 1 1
= = =1+ . (4.124)
Ni (P/t)abs nkσ nkσ
Por otro lado, de la ecuación de Boltzmann, tenemos que
Nf exp(−Ef /kT )
= = e(Ei −Ef )/kT = e~ωk /kT , (4.125)
Ni exp(−Ei /kT )
ya que ~ωk = Ei − Ef . Igualando (4.124) con (4.125) y despejando nkσ obtenemos la distribución de
Planck para el número de fotones con estado kσ en equilibrio térmico con los átomos del cuerpo negro:
1
nkσ = . (4.126)
e~ωk /kT −1
A partir de esta distribución, podemos calcular la correspondiente densidad de energı́a almacenada en
el campo de radiación:
ET 1 X 2 X 2 X ~ωk
ρ= = 3 nkσ ~ωk = 3 nkσ ~ωk = 3 . (4.127)
V L
kσ
L
k
L
k
e /kT − 1
~ωk
~ ωk3
u(ωk ) = . (4.130)
c3 π 2 e~ωk /kT − 1
59
µ ¶
1 2π X
= |hf |Ĥ 0 |ii|2 δ(Eaf − Eai + ~ωk ), (4.131)
τ i→f ~
~kσ
expresión en la que la suma considera la emisión de un único fotón con todos los valores posibles de
momentum y polarización. Haciendo uso de la probabilidad por unidad de tiempo para la emisión
espontanea de un fotón con momentum y polarización definidos, obtenemos para el tiempo τ
µ ¶
1 2πe 2 X 1 ~
=( ) |ˆ · ε̌~kσ e−ik·~x |ai i|2 δ(Eaf − Eai + ~ωk ).
|haf ~p (4.132)
τ i→f m L3 ωk
~kσ
Considerando un átomo que se encuentra en el espacio libre, podemos tomar el paso al continuo en la
expresión anterior. Luego
µ ¶ Z
1 2πe 2 L 3 1 X ~
=( ) ( ) d3 k 3 |ˆ · ε̌~kσ e−ik·~x |ai i|2 δ(Eaf − Eai + ~ωk ).
|haf ~p (4.133)
τ i→f m 2π L ωk σ
Podemos escoger los vectores de polarización ε̌~kσ de manera que ε̌~k2 esté en el mismo plano que
~
|ˆ −ik·~x |af i y ε̌~k1 sea perpendicular a ese plano. Eliminamos ası́ la suma sobre la polarización en la
hai~pe
expresión para τ , esto es
µ ¶ Z
1 e 1 1 ~
= ( )2 |ˆ · ε̌~k2 e−ik·~x |ai i|2 δ(Eaf − Eai + ~ωk ).
d3 k |haf ~p (4.134)
τ i→f m 2π ωk
La radiación emitida por átomos tiene tı́picamente energı́as cercanas a ~ω ≈ 10 eV. Como la integral
~
que contiene e−ik·~x se extiende sobre regiones con dimensiones atómicas, entonces
−8
~k · ~x ≈ |k|aBohr = ω aBohr = ~ω aBohr = 10 eV · 0,5 × 10 cm ≈ 2,7 × 10−3 ¿ 1. (4.135)
c ~c 1,97 × 10− 5 eV cm
~
Esto justifica la approximación e−ik·~x = 1 − i~k · ~x − 12 (~k · ~x)2 + · · · ≈ 1 en la integral (4.134), conocida
como aproximación dipolar
µ ¶ Z
1 e 1 1
= ( )2 |ˆ i i|2 δ(Eaf − Eai + ~ωk ).
d3 k |ε̌~k2 · haf ~p|a (4.136)
τ i→f m 2π ωk
|ˆ i i
Usando coordenadas esféricas en las cuales el ángulo ϑ corresponde al ángulo entre el vector haf ~p|a
~
y el vector k obtenemos
µ ¶ Z Z
1 e 21
= ( ) |ˆ i i|2 δ(Eaf − Eai + ~ωk )
dωk ωk |haf ~p|a dϑ sin3 ϑ
τ i→f m c3
4 e2 ωfi2
= |ˆ i i|2 ,
|haf ~p|a (4.137)
3 ~c3
con
1
ωfi := (Eaf − Eai ). (4.138)
~
60
˙ ~
|ˆ i i,
Podemos usar la ecuación de evolución de Heisenberg, para reescribir p̂~ = m~x̂ + qc  en haf ~p|a
obteniendo
˙
|ˆ i i = hai | m~x̂ |af i
haf ~p|a (4.139)
im h i
= − hai | ~x̂, Ĥa |af i (4.140)
~
im ³ ´
= − hai | ~x̂Ĥa − Ĥa ~x̂ |af i (4.141)
~
im h i
= − hai | ~x̂Ĥa |af i − hai | Ĥa ~x̂ |af i (4.142)
~
im h i
= − Eaf hai | ~x̂ |af i − Eai hai | ~x̂ |af i (4.143)
~
im ¡ ¢
= − Eaf − Eai hai | ~x̂ |af i (4.144)
~
= −imωfi hai | ~x̂ |af i . (4.145)
que puede ser comparada con el resultado de electrodinámica clásica para la potencia promedio irra-
diada por una carga e con aceleración ~a (fórmula de Larmor):
4e2 2
hP i = |~a| . (4.150)
3c3
61
4.8. Vida media del estado 2p con m = 0 del átomo de Hidrógeno
respecto a decaimientos al estado fundamental
Para nuestro caso particular, tenemos que:
|ai i = |1si , (4.153)
|af i = |2p, m = 0i , (4.154)
cuyas funciones de onda en coordenadas esféricas están dadas respectivamente por:
1 r
Ψ1s = √ e− a , (4.155)
πa3
1 r −r√
Ψ2p,m=0 = √ e 2a 2 cos θ, (4.156)
8 πa3 a
~2
donde a := me 2 es el radio de Bohr.
Por otro lado, la frecuencia de transición para este caso es
E2p − E1s
ω2p,1s = (4.157)
~µ ¶
1 me4 1
= 1− (4.158)
~ 2~2 4
3e 2
= . (4.159)
8 ~a
De las reglas de selección tenemos que la única componente que contribuye a (4.146) es la compo-
nente z, ya que
p → l = 1, m = 0, (4.160)
s → l = 0, m = 0. (4.161)
Luego, la vida media requerida adopta la forma:
µ ¶
1 4e2 ω2p,1s
3
= |ˆ i i|2
|haf ~x|a (4.162)
τ 2p→1s 3~c3
µ ¶3
4e2 3 e2
= | h1s| r cos θ |2p, m = 0i |2 (4.163)
3~c3 8 ~a
Además, tenemos que
Z
h1s| r cos θ |2p, m = 0i = d3 x Ψ∗1s (r cos θ) Ψ2p,m=0 (4.164)
√ Z h i hr i
2 − ar r
− 2a
= e (r cos θ) e cos θ r2 sin θ drdθdϕ (4.165)
8πa3 a
√ Z ∞ Z π Z 2π
2 3r
= 4
r4 e− 2a cos2 θ sin θ drdθdϕ (4.166)
8πa 0 0 0
√ Z ∞Z π
2 3r
= 4
(2π) r4 e− 2a cos2 θ sin θdrdθ (4.167)
4πa
√ µ ¶ Z 0∞ 0
2 2 3r
= 4
r4 e− 2a dr (4.168)
4a 3 0
µ ¶5
√ 2
= 4 2 a. (4.169)
3
62
Usando este resultado, obtenemos
µ ¶8 µ ¶4 µ ¶8
3 a ~c 3 a
τ2p→1s = 2
= . (4.170)
2 c e 2 cα4
Al evaluar esta expresión, obtenemos
En general en las aplicaciones se consideran solo diferencias de energı́a por lo que no se toma
en cuenta la energı́a infinita del vacı́o. sin embargo existen efectos medibles que involucran la energı́a
infinita del vacı́o. (Casimir dijo que existı́a esa posibilidad y Lifschitz y Fierz investigaron el argumento
en mas detalle). La idea es la siguiente:
Las frecuencias ωn (n reemplaza a ~k, σ) del campo electromagnético depende de la geometrı́a del
volúmen en el cual el campo está confinado. Si la forma geométrica cambia, las frecuencias de los
modos cambia, y por lo tanto la energı́a del vacı́o cambia.
Consideremos una caja rectangular de longitud R y área basal A. Esta caja con paredes conductoras
representa nuestro volúmen de cuantizaciónque determina las frecuencias del campo electromagnético
por medio de su geometrı́a.
Introduciremos una segunda placa a una distancia d con respectoal borde de la caja. Estamos
interesados en la energı́a del sistema dependiendo de la posición de la placa.
Consideraremos además una configuración de referencia en la cual el plato móvil está fijo a una
distancia Rη (por ejemplo η = 2, la placa está al medio de la caja). Consideraremos la diferencia de
energı́a entre estas dos configuraciones (ver figura).
La diferencia de energı́a es:
donde Ei ,(i = I, II, III, IV ) representa la energı́a del vacı́o del campo electromagnético en las
correspondientes regiones mostradas en la figura. Notemos que no hay ningún fotón al interior de las
regiones, sólo se encuentra el campo electromagnético en su estado fundamental. Luego debemos hacer
tender R al infinito pues en la práctica nos interesa solo la separación d de las placas y además al
hacer tender R a infinito, R/η tiende a infinito y por lo tanto la diferencia de energı́a la consideramos
con respecto al infinito (La energı́a es como una energı́a potencial.).
Debido a que la energı́a en cada una de las regiones es infinita , no podemos hacer directamente
la diferencia de energı́as. Para solucionar este problema escribiremos la energı́a del vacı́o como
X1 ³ ω ´
n
Ei = ~ωn exp −λ , (4.174)
n
2 c
63
hay que hacer el cálculo con esta definición de energı́a y después tomar ellı́mite cuando λ tiende cero.
Esta defı́nición hace que la energı́a del vacı́o no diverja y que podamos operar con ella.
La energı́a al interior de una caja de dimensión d × L × L es:
X
U = ~c klmn (d, L, L) exp [−λklmn (d, L, L)] , (4.175)
l,m,n
donde sµ ¶2 ³ mπ ´2 ³ nπ ´2
lπ
klmn = + + . (4.176)
d L L
Utilizando esta última expresión podemos tomar la diferencia de energı́a (4.173). Luego de realizar
un tedioso cálculo y tomar los lı́mites correspondientes se obtiene que la diferencia de energı́a es:
π 2 ~cA
U (d, A) = − ,
720 d3
este resultado muestra que la energı́a es proporcional a d−3 . De este resultado podemos calcular la
fuerza por unidad de área que sienten las placas
µ ¶
∂ U (d, A) ~cπ 2
F =− =− .
∂d A 240d4
Observemos que la fuerza por unidad de área depende solo de constantes universales y de la
separación de las placas. La fuerza es atractiva.
La primera medida del efecto Casimir fue hecha por Abrikosova (1957) y también por Sparnaay
(1958). Los resultados obtenidos por Sparnaay se muestran en el siguiente gráfico.
Lo que muestra un muy buen ajuste con los valores predichos.
64
Capı́tulo 5
El campo de Schrödinger
∂ϕ ~2 2
i~ =− ∂ ϕ + V (x, t)ϕ (5.1)
∂t 2m i
para la función de onda ϕ(x, t) de una partı́cula sujeta a un potencial externo arbitrario V (x, t). En el
contexto de la teorı́a de campos, podrı́amos considerar a la función de onda como un campo complejo
clásico, mientras que a la ec de Schrödinger como la ecuación clásica de campo1 que debe satisfacer
ϕ (xj , t) .
Para poder hacer uso de la maquinaria conocida de la teorı́a de campos, debemos conocer la
densidad Lagrangeana que de origen al campo clásico de Schrödinger dado por la ecuación (5.1).
La densidad Lagrangeana debe ser:
³ ´ ~2
L ψ, ∂i2 , ψ̇ = i~ψ ∗ ψ̇ − (∂i ψ ∗ ) (∂i ψ) − V (x, t)ψ ∗ ψ, (5.2)
2m
1
En analogı́a con la ecuación de ondas clásica para el campo EM, que al ser cuantizada da origen a los fotones.
2
Recordemos que las ecuación de Euler-Lagrange para un campo arbitrario ϕ (~ x, t) está dada por:
„ « „ «
∂L ∂L ∂ ∂L
− ∂i − = 0.
∂ϕ ∂ (∂i ϕ) ∂t ∂ ϕ̇
65
considerando (5.2), obtenemos:
µ ¶ µ ¶
∂L ∂L ∂ ∂L
− ∂i − = 0
∂ψ ∂ (∂i ψ) ∂t ∂ ψ̇
µ ¶
∂ ~2 ∂
(−V (x, t)ψ ∗ ψ) − ∂i − ∂i ψ ∗ − (i~ψ ∗ ) = 0
∂ψ 2m ∂t
~2 2 ∗
−V (x, t)ψ ∗ + ∂ ψ − i~ψ̇ ∗ = 0
2m i
~2 2 ∗
i~ψ̇ ∗ + ∂ ψ − V (x, t)ψ ∗ = 0, (5.3)
2m i
y:
µ ¶ µ ¶
∂L ∂L ∂ ∂L
− ∂i − = 0
∂ψ ∗ ∂ (∂i ψ ∗ ) ∂t ∂ ψ̇ ∗
µ ¶
∂ ³ ∗ ∗
´ ~2
i~ψ ψ̇ − V (x, t)ψ ψ − ∂i − ∂i ψ = 0
∂ψ ∗ 2m
~2 2
i~ψ̇ + ∂ ψ − V (xj , t) ψ = 0 (5.4)
2m i
que son las correspondientes ecuación de Schrödinger (5.1) para los campos ψ(x, t) y ψ ∗ (xj , t) .
Una vez conocida la densidad Lagrangeana, la densidad de momentum conjugado asociada a cada
varible de campo, la calculamos de:
∂L
Π(x, t) = , (5.5)
∂ ψ̇
y:
∂L
Π∗ (x, t) = . (5.6)
∂ ψ̇ ∗
Ası́, de (5.5) y (5.6) obtenemos respectivamente:
y:
Π∗ (x, t) = 0.
Por lo tanto, tenemos sólo dos varibles de campo independientes: ψ(x, t) y Π(x, t) cuyas ecuaciones
de movimiento son respectivamente (5.4) y3 :
i~ 2 i
Π̇ − ∂i Π + V (xj , t) Π = 0
2m ~
Otra cantidad importante en la teorı́a de campos, que se deriva de la Densidad Lagrangeana, es la
Densidad Hamiltoniana:
66
la cual nos permite calcular el Hamiltoniano del campo. En efecto:
Z
H = d3 xH(x, t)
Z ½ 2 ¾
~
= d3 x (∂i ψ ∗ ) (∂i ψ) + V (x, t)ψ ∗ ψ .
2m
Ahora, integrando por partes el primer término del lado derecho, obtenemos finalmente que el
Hamiltoniano del campo es de la forma:
Z ½ ¾
3 ∗ ~2 2
H = d xψ − ∂ + V (x, t) ψ. (5.9)
2m i
son los operadores de densidad Lagrangeana, densidad de momentum conjugado y Hamiltoniano del
campo, respectivamente. El operador:
~2 2
d=− ∂ + V (x, t)
2m i
es llamado operador diferencial de Schrödinger.
Por otro lado, postulamos que los operadores de campo deben satisfacer las siguientes relaciones
de conmutación:
h ¡ ¢i ¡ ¢
ψ̂(x, t), Π̂ x0j , t = δ (3) xj − x0j ,
h ¡ ¢i
ψ̂(x, t), Π̂ψ̂ x0j , t = 0,
h ¡ ¢i
π̂(x, t), Π̂ x0j , t = 0,
67
Podemos justificar el reemplazo de las variables de campo clásicas por operadores de campo, que
satisfacen las relaciones de conmutación mostradas; demostrando que las ecuaciónes de movimiento
para los operadores de campo, son las mismas que para sus análogos clásicos. En efecto, sabemos que
la dinámica de los operadores está gobernada por la ecuación de movimento de Heisenberg, por lo
tanto tendremos:
·
ih i
ψ̂ = − ψ̂, Ĥ ,
~
·
ih i
Π̂ = − Π̂, Ĥ .
~
= dψ̂ (xj )
~2 2
= − ∂ ψ̂ + V (x, t)ψ̂
2m i
mientras que ân (t) son los coeficientes de la expansión. Mas tarde, reconoceremos a â†n (t) y ân (t) como
los operadores de creación y destrucción respectivamente.
Al realizar la expansión en serie de Fourier, estamos haciendo un cambio de variables de campo
que nos permite describir el campo en términos de los operadores ân (t) y â†n (t) , reduciendo ası́ los
grados de libertad del sistema. Como ahora tenemos nuevas variables de campo, debemos encontrar
las nuevas relaciones de conmutación. Para esto, es necesario invertir las ecuaciones(5.13) y (5.14), y
68
esto lo logramos
R 3haciendo
¡ i ¢ uso de las relaciones (5.15) y (5.16). En efecto, multiplicando ambos lados
∗
de (5.13) por d xun x :
X Z Z
¡ ¢ ¡ ¢ ¡ ¢
ân (t) d3 xun xi u∗n0 xi = d3 xψ̂(x, t)u∗n0 xi
n
X Z
¡ ¢
ân (t)δ nn0 = d3 xψ̂(x, t)u∗n0 xi
n
Z
¡ ¢
ân0 (t) = d3 xu∗n0 xi ψ̂(x, t),
X Z Z
¡ ¢ ¡ ¢ ¡ ¢
â†n (t) d3 xu∗n xi un0 xi = d3 xun0 xi ψ̂ † (x, t)
n
X Z
¡ ¢
â†n (t)δnn0 = d3 xun0 xi ψ̂ † (x, t)
n
Z
¡ ¢
â†n0 (t) = d3 xun0 xi ψ̂ † (x, t).
Z
¡ ¢ ¡ ¢n ¡ ¢ ¡ ¢ ¡ ¢ o
= d3 xd3 x0 un0 x0i u∗n xi ψ̂ xi , t ψ̂ † x0i , t − ψ̂ † x0i , t ψ̂(x, t)
Z
¡ ¢ ¡ ¢h ¡ ¢ ¡ ¢i
= d3 xd3 x0 un0 x0i u∗n xi ψ̂ xi , t , ψ̂ † x0i , t
Z
¡ ¢ ¡ ¢ ¡ ¢
= d3 xd3 x0 un0 x0i u∗n xi δ (3) xi − x0i
Z
¡ ¢ ¡ ¢
= d3 xun0 xi u∗n xi
= δnn0 . (5.17)
[ân (t), ân0 (t)] = ân (t)ân0 (t) − ân0 (t)ân (t)
Z Z
¡ i¢ ∗ ¡ 0 ¢ ¡ 0 ¢ ¡ ¢ ¡ ¢ ¡ ¢
= 3 3 0 ∗
d xd x un x un0 xi ψ̂(x, t)ψ̂ xi , t − d3 xd3 x0 u∗n0 x0i u∗n xi ψ̂ x0i , t ψ̂(x, t)
Z
¡ ¢ ¡ ¢n ¡ ¢ ¡ ¢ o
= d3 xd3 x0 u∗n xi u∗n0 x0i ψ̂(x, t)ψ̂ x0i , t − ψ̂ x0i , t ψ̂(x, t)
Z
¡ ¢ ¡ ¢h ¡ ¢i
= d3 xd3 x0 u∗n xi u∗n0 x0i ψ̂(x, t), ψ̂ x0i , t
= 0, (5.18)
69
y:
h i
â†n (t), â†n0 (t) = â†n (t)â†n0 (t) − â†n0 (t)â†n (t)
Z Z
¡ i¢ ¡ 0¢ † ¡ 0 ¢ ¡ ¢ ¡ ¢ ¡ ¢
= d xd x un x un0 xi ψ̂ (x, t)ψ̂ xi , t − d3 xd3 x0 un xi un0 x0i ψ̂ † x0i , t ψ̂ † (x, t)
3 3 0 †
Z
¡ ¢ ¡ ¢n ¡ ¢ ¡ ¢ o
= d3 xd3 x0 un xi un0 x0i ψ̂ † (x, t)ψ̂ † x0i , t − ψ̂ † x0i , t ψ̂ † (x, t)
Z
¡ ¢ ¡ ¢h ¡ ¢i
= d3 xd3 x0 un xi un0 x0i ψ̂ † (x, t), ψ̂ † x0i , t
= 0. (5.19)
¡ ¢
Si el sistema no depende explı́citamente
¡ i¢ del tiempo, es decir, el potencial es del tipo V = V xi , es
natural hacer que las funciones un x que ocupamos como base para expadir el operador de campo,
sean las funciones de onda o eigenfunciones de la ecuación estacionaria de Schrödinger:
µ ¶
~2 2
− ∂ + V (xj ) un (xj ) = En un (xj ) ,
2m i
por lo tanto el Hamiltoniano (5.12) en términos de las nuevas variables de campo se puede escribir
como:
Z µ ¶
3 ~2 2
†
Ĥ = d xψ̂ − ∂ + V (xj ) ψ̂
2m i
Z Ã !µ ¶ ÃX !
X ~2 2
3 † ∗
= d x ân (t)un (xj ) − ∂i + V (xj ) ân0 (t)un00 (xj )
n
2m 0
n
XX Z µ 2
¶
† 3 ∗ ~ 2
= ân (t)ân0 (t) d xun (xj ) − ∂ + V (xj ) un0 (xj )
n n0
2m i
XX Z
†
= ân (t)ân (t)En
0 0 d3 xu∗n (xj ) un0 (xj )
n n0
XX
= En0 â†n (t)ân0 (t)δnn0
n n0
X
= En â†n (t)ân (t)
n
X
= ~ ωn N̂n , (5.20)
n
70
Parte II
71
Capı́tulo 6
La ecuación de Dirac
Dado que la ecuación (6.1) es de primer orden en el tiempo, asumiremos que también lo es en las
derivadas espaciales. De esta forma la ecuación (6.4) tiene posibilidades de ser covariante bajo trans-
formaciones de Lorentz, las cuales combinan linealmente las coordenadas espaciotemporales al pasar
de un sistema de referencia inercial a otro.
Como veremos, los coeficientes (aún desconocidos) α̂i no pueden ser simples números. Considera-
remos a los α̂i como matrices de orden N arbitrario. Luego, las soluciones ψ de la ecuación (6.4) serán
vectores columna de orden N , esto es
1
ψ (~x, t)
ψ 2 (~x, t)
ψ(x) = .. . (6.5)
.
ψ N (~x, t)
Llamaremos a dichas soluciones spinores, en alución directa a las soluciones de la ecuación de Pauli.
En notación indicial tenemos ψ σ (x) con σ = 1, . . . , N , de modo que la ecuación (6.4) adopta la forma
∂ψ σ
i~ = Ĥ στ ψ τ . (6.6)
∂t
De esta forma Ĥ στ es una matriz de orden N × N cuyos coeficientes son las derivadas con respecto a
las coordenadas espaciales.
73
A continuación buscaremos condiciones que aseguren que las ondas planas de la forma
i µ i
ψ = ψ0 e− ~ pµ x = ψ0 e− ~ (Et−~p·~x) , (6.7)
sean soluciones de la ecuación (6.4) y además satisfagan la relación relativista entre energı́a y momen-
tum para una partı́cula libre, esto es
E 2 = p~2 c2 + m2 c4 . (6.8)
Para determinar dichas condiciones introducimos en la ecuación (6.4) las ondas planas (6.7), ob-
teniendo h i
Eψ = −cα̂i pi + β̂mc2 ψ. (6.9)
De esta relación vemos que es posible que cada una de las componentes del spinor ψ satisfaga la
relación (6.8), bajo la condición que las matrices α̂i y β̂ satisfagan
Por lo tanto, los valores propios de estas matrices también deben ser reales. Dado que, de acuerdo a
(6.14), tenemos que (α̂i )2 = β̂ 2 = 1̂, se sigue que los respectivos eigenvalores sólo pueden tener los
valores +1 y −1. De las relaciones de anticonmutación (6.11)-(6.13) se sigue que
y, por lo tanto, ³ ´
¡ ¢
T r α̂i = −T r β̂ α̂i β̂ . (6.17)
Utilizando la propiedad cı́clica de la traza, esto es, T r (ABC) = T r (CAB), encontramos que
¡ ¢ ³ ´ ³ ´ ¡ ¢
T r α̂i = −T r β̂ β̂ α̂i = −T r β̂ 2 α̂i = −T r α̂i , (6.18)
74
Entonces, la traza de cada una de las matrices α̂i y β̂ debe ser cero. Dado que la traza de una matriz
es igual a la suma de sus valores propios y puesto que como vimos anteriormente los valores propios
de α̂i y β̂ son ±1, se sigue que cada una de estas matrices debe poseer tantos valores propios positivos
como negativos. Esto implica que las matrices α̂i y β̂ deben, por lo tanto, ser de dimensión par. La
dimensión par más pequeña, N = 2, sólo admite una solución trivial de las condiciones (6.11)-(6.13),
dado que sólo existen tres matrices linealmente independientes de orden N = 2 que anticonmutan
(las matrices de Pauli σ̂ i ). Luego, la dimensión más pequeña para la cual las condiciones (6.11)-(6.13)
pueden ser satisfechos de forma no trivial es N = 4.
Una representación explı́cita de las matrices de Dirac α̂i y β̂ en el caso N = 4 es la siguiente
· ¸ · ¸
0 σ̂ i 1̂ 0
α̂i = , β̂ = , (6.20)
σ̂ i 0 0 −1̂
donde σ̂ i son las matrices de Pauli de 2×2 y 1̂ es la matriz identidad de orden 2. Con la forma explı́cita
de las matrices de Pauli
· ¸ · ¸ · ¸
1 0 1 2 0 −i 3 1 0
σ̂ = , σ̂ = , σ̂ = , (6.21)
1 0 i 0 0 −1
Es directo comprobar, usando la propiedad σ̂ i σ̂ j + σ̂ j σ̂ i = 2δ ij 1̂2 de las matrices de Pauli, que todas las
condiciones (6.11) se satisfacen para estas cuatro matrices. Esta es una representación particular de
las matrices de Dirac. Debemos notar que cualquier set de matrices α̂i 0 y β̂0, construido unitariamente
a partir de las matrices α̂i y β̂ que satisfacen las condiciones (6.11), también satisface las condiciones
(6.11).
~c † i
i~ψ † ∂t ψ = ψ α̂ ∂i ψ + mc2 ψ † β̂ψ. (6.23)
i
Aún más, tomando el conjugado hermı́tico de (6.2) y multiplicando a la derecha por ψ, obtenemos
~c
− i~(∂t ψ † )ψ = − ∂i ψ † α̂i† ψ + mc2 ψ † β̂ † ψ, (6.24)
i
75
o bien, recordando que las matrices de Dirac son hermı́ticas,
~c
− i~(∂t ψ † )ψ = − ∂i ψ † α̂i ψ + mc2 ψ † β̂ψ. (6.25)
i
Sustrayendo (6.25) de (6.23) encontramos
~c
i~∂t (ψ † ψ) = ∂i (ψ † α̂i ψ),
i
o bien,
∂ρ
+ ∂i j i = 0, (6.26)
∂t
con
ρ := ψ † ψ. (6.27)
Ya que ρ es una cantidad definida positiva, intentaremos interpretarla interpretaremos como la densi-
dad de probabilidad. Como consecuencia,
j i := cψ † α̂i ψ, (6.28)
será interpretada como la correspondiente
¡ ¢densidad de corriente de probabilidad.
Aún tenemos que demostrar que cρ, j i forma un 4-vector bajo transformaciones de Lorentz, y que
la ecuación de Dirac es covariante bajo estas transformaciones, antes de aceptarla como una legı́tima
ecuación de onda relativista.
76
Es simple verificar que esta condición es equivalente a
¡ 2 ¢
E − m2 c4 1̂ − c2 (~σ · p~)2 = 0. (6.35)
Usando la identidad ¡ i i¢ ¡ j j ¢
σ̂ A σ̂ B = Ai B i 1̂ + iεijk σ̂ i Aj B k , (6.36)
podemos reescribir las ecuaciones anteriores como
¡ 2 ¢
E − m2 c4 1̂ − c2 p~2 1̂ = 0, (6.37)
es decir,
E = ±Ep =: λEp , λ = ±1, (6.38)
con p
Ep := c p~2 + m2 c2 . (6.39)
De esta forma, hemos recobrado la condición que la relación relativista entre energı́a y momentum
debe ser satisfecha. Además, vemos que la ecuación de Dirac admite dos tipos de soluciones de ondas
planas, distinguidas por el valor de λ. Se denomina a dichas soluciones positivas y negativas.
Volviendo al sistema (6.32)-(6.33), podemos despejar ϕ0 de (6.33), obteniendo
µ ¶
c~σ · p~
χ0 = ϕ0 . (6.40)
mc2 + λEp
con la normalización
U † U = U 1∗ U 1 + U 2∗ U 2 = 1, (6.42)
entonces, la solución general de onda plana para la ecuación de Dirac libre puede ser escrita en la
forma à ! µ ¶
U 1 i
ψpλ (~x, t) = N c~
σ ·~
p √ exp − (+λEp t − p~ · ~x) , (6.43)
mc2 +λEp
U 2π~3 ~
con λ = ±1. La constante N puede fijarse imponiendo la condición de normalización
Z
† ¡ ¢
ψpλ (~x, t)ψp0 λ0 (~x, t)d3 x = δλλ0 δ p~ − p~0 . (6.44)
77
de modo que nuestra solución tiene la forma
s à ! µ ¶
mc2 + λEp U 1 i
ψpλ (~x, t) = c~
σ ·~
p √ exp − (+λEp t − p~ · ~x) . (6.47)
2λEp mc2 +λEp
U 2π~3 ~
Es interesante notar que el espectro de la ecuación de Dirac para la partı́cula libre, como en el caso
de la ecuación de Klein-Gordon, no es acotado. Es decir, tiene energı́as tanto positivas como negativas
que se extienden en ambos sentidos indefinidamente. Existe además un gap en el espectro de energı́a
de valor 2mc2 .
6.3. Helicidad
Las soluciones para la partı́cula libre de la ecuación de Dirac ψpλ (~x, t) presentan degeneración con
respecto del momentum. Para cada valor de λ = ±1, las soluciones ψpλ (~x, t) son funciones propias del
momentum,
p̂i ψpλ (~x, t) = pi ψpλ (~x, t), (6.48)
con p̂i = −p̂i := −i~∂i . Ya que ψ es un spinor de 4 componentes, entonces para cada λ = ±1 existen dos
estados con el mismo momentum. Estos estados degenerados en el momentum pueden ser distinguidos
usando otro número cuántico, que llamaremos helicidad. Primero, definimos el operador “vectorial”
de spin: µ ¶
i ~ i ~ σ̂ i 0
Ŝ := Σ̂ := . (6.49)
2 2 0 σ̂ i
Es fácil verficar que este operador no conmuta con el hamiltoniano de Dirac. Sin embargo,
h i
~ˆ · p~ˆ = 0,
Ĥ, S (6.50)
de modo que Ĥ y S~ˆ · p~ˆ pueden ser diagonalizados en una base común. Lo mismo ocurre para el operador
de helicidad (definido para estados de partı́cula libre):
~ˆ · p~ˆ ~ ˆ p~ˆ
S
Λ̂S := = Σ~ · . (6.51)
|~
p| 2 |~
p|
Este puede ser entendido como la proyección del spin en la dirección del momentum. Por ejemplo, si
tenemos un electrón propagándose en la dirección del eje z, es decir con un vector momentum dado
por
p~ = (0, 0, p) , (6.52)
tenemos que
1 0 0 0
~ ~ 0 −1 0 0
Λ̂S = Σ̂z = , (6.53)
2 2 0 0 1 0
0 0 0 −1
78
y con eigenvalor − ~2 ,
µ ¶ µ ¶
u−1 0
, , (6.55)
0 u−1
donde µ ¶ µ ¶
1 0
u1 := , u−1 := . (6.56)
0 1
Luego, con respecto a la helicidad podemos clasificar las soluciones de la ecuación de Dirac para una
partı́cula libre propagándose en el eje z como
µ ¶
1
0µ ¶
ψpλ,+1/2 = N e ~i (pz−λEp t) , (6.57)
cσ̂z p 1
mc2 +λEp 0
y µ ¶
0
1µ i
ψpλ,−1/2 = N
¶ e ~ (pz−λEp t) .
(6.58)
cσ̂z p 0
mc2 +λEp 1
Podemos verificar que se cumple la siguiente relación de ortonormalidad
Z
† ¡ ¢
ψp,λ,Sz
(~x, t)ψp0 ,λ0 ,Sz0 (~x, t)d3 x = δλλ0 δSz Sz0 δ pz − p0z . (6.59)
e e
p̂µ := i~∂µ → Π̂µ := i~∂µ − Aµ = p̂µ − Aµ . (6.60)
c c
Con esto, la ecuación de Dirac acoplada minimalmente al campo electromagnético adopta la forma
h ³ e ´ i
(i~∂t − eφ) ψ = −cα̂i i~∂i − Ai + β̂mc2 ψ, (6.61)
c
o bien,
h ³ e ´ i
i~∂t ψ = −cα̂i i~∂i − Ai + β̂mc2 + eφ ψ (6.62)
h ic
= Ĥlibre + Ĥint ψ, (6.63)
con
~ˆ · A
Ĥint := eα̂i Ai + eφ = −e α ~ + eφ (6.64)
como hamiltoniano de interacción.
79
6.5. Lı́mite no relativista de la Ecuación de Dirac.
p = ~0):
Consideremos las soluciones para partı́culas en reposo (~
1 0
0 −i mc2 t 1 −i mc2 t
ψ (1) =
0 e
~ , ψ (2) =
0 e
~ , (6.65)
0 0
0 0
0 i mc2 t 0 2
ψ (3) = ~ , ψ (4) = ei mc~ t .
1 e 0 (6.66)
0 1
Las dos primeras funciones corresponden a estados de “energı́a positiva” y los dos últimos a “energı́a
negativa”. Nos concentraremos en los estados de energı́a positiva ψ (1) y ψ (2) . Vemos que en este caso
sólo las dos primeras componentes del spinor de Dirac (en la representación standard) son no nulas.
En general, para los estados con E = +Ep , las primeras dos componentes del spinor de Dirac (e.d.,
ϕ) son mucho mayores que las componentes 3 y 4 (e.d., χ).
Usando µ ¶ µ ¶ µ ¶
ϕ̃ i 0 σ̂ i 1̂ 0
ψ= , α̂ = , β̂ = , (6.67)
χ̃ σ̂ i 0 0 −1̂
podemos escribir la ecuación de Dirac como
µ ¶ µ ¶µ ¶ µ ¶µ ¶ µ ¶
ϕ̃ 0 σ̂ i Π̂i ϕ̃ 2 1̂ 0 ϕ̃ ϕ̃
i~∂t = c + mc + eφ (6.68)
χ̃ σ̂ i Π̂i 0 χ̃ 0 −1̂ χ̃ χ̃
µ i i ¶ µ ¶ µ ¶
σ̂ Π̂ χ̃ ϕ̃ ϕ̃
= c i i + mc2 + eφ . (6.69)
σ̂ Π̂ ϕ̃ −χ̃ χ̃
y por lo tanto,
µ ¶ µ ¶ µ ¶ µ ¶
ϕ σ̂ i Π̂i χ 2 0 ϕ
i~∂t =c − 2mc + eφ . (6.73)
χ σ̂ i Π̂i ϕ χ χ
Consideremos por ahora el segundo término de la igualdad anterior:
80
Si imponemos las condiciones
¯ ¯
¯ ∂χ ¯ ¯ ¯
¯i~ ¯ ¿ ¯mc2 χ¯ (energı́a cinética ¿ energı́a de reposo), (6.75)
¯ ∂t ¯
¯ ¯
|eφ| ¿ ¯mc2 ¯ (energı́a potencial ¿ energı́a de reposo), (6.76)
obtenemos
σ̂ i Π̂i
χ≈ ϕ (6.77)
2mc
Si reemplazamos esto en la ecuación para la primera componente,
obtenemos
1 i i j j
i~∂t ϕ ≈ σ̂ Π̂ σ̂ Π̂ ϕ + eφϕ. (6.79)
2m
Usando las propiedades de las matrices de Pauli, podemos escribir:
³ ´³ ´
σ̂ i Π̂i σ̂ j Π̂j = −Π̂i Π̂i 1̂ + iσ̂ i εijk Π̂j Π̂k (6.80)
³ ´³ ´
~ˆ 2 + iσ̂ i εijk i~∂ j − e Aj i~∂ k − e Ak
=Π (6.81)
c c
³ e i ´2 ³ e e e e ´
i i ijk
= p̂ − A + iσ̂ ε i~i~∂ ∂ − i~∂ j Ak − Aj i~∂ k − Aj Ak
j k
(6.82)
c c c c c
³ e ´2 ³ e e ´
= p̂i − Ai + iσ̂ i εijk − i~∂ j Ak − Aj i~∂ k (6.83)
c c c
³ e i ´2 e i ijk j k
i
= p̂ − A + ~σ̂ ε ∂ A (6.84)
c c
³ e ´2 e
= p̂i − Ai − ~σ̂ i εijk ∂ j Ak (6.85)
c c
³ e i ´2 e i i
i
= p̂ − A − ~σ̂ B . (6.86)
c c
De esta forma, obtenemos que la ecuación que gobierna las componentes de “energı́a positiva”, e.d. el
2-spinor ϕ, en el lı́mite no relativista es:
µ ¶
1 ³ e ~ ´2 e ˆ ~
i~ ∂t ϕ = p~ − A − ~ ~σ · B ϕ + eφϕ. (6.87)
2m c c
Vemos entonces que en el lı́mite no relativista la ecuación de Dirac acoplada minimalmente al campo
electromagnético reproduce la ecuación de Pauli, que describe la interacción de una partı́cula no-
relativista de spı́n 1/2 con un campo electromagnético externo.
~ =cte
AGREGAR CASO B
81
Definiendo las matrices γ µ como
γ 0 := β̂, (6.89)
i i
γ := α̂ , (6.90)
γ µ γ µ + γ µ γ µ = 2η µν 1̂, (6.92)
que puede ser derivada del álgebra de las matrices de Dirac α̂i y β̂. Las matrices γ i (con i = 1, 2, 3)
son unitarias y antihermı́ticas,
¡ i ¢† ¡ i ¢−1 ¡ i ¢†
γ = γ , γ = −γ i , (6.93)
1. Debe haber una regla explı́cita que permita a un observador B calcular su ψ 0 (x0 ) si ψ (x) de un
observador A es dada. Ası́, ψ 0 (x0 ) de B describe el mismo estado fı́sico que ψ(x) de A.
2. De acuerdo al Principio de la Relatividad, el cual establece que todos los sistemas de referencia
inerciales son equivalentes (indistinguibles) y, como consecuencia, las ecuaciones que gobiernan
un sistema fı́sico deben tener la misma forma en todos los sistemas inerciales. En nuestro caso,
esto implica que el 2-spinor ψ 0 (x0 ), en el sistema B, debe ser una solución de una ecuación de
Dirac que tiene la forma ¡ 0µ 0 ¢
i~γ ∂µ − mc ψ 0 (x0 ) = 0. (6.95)
Adicionalmente los γ 0µ deben también tener los mismos valores (constantes) que en el sistema A,
e.d. γ 0µ = γ µ . Este también es un requerimiento del Principio de Relatividad, ya que de otro modo
observadores podrı́an distinguir si se encuentran en los sistemas inerciales A o B. Por lo tanto, en el
sistema inercial B debemos tener:
¡ µ 0 ¢
i~γ ∂µ − mc ψ 0 (x0 ) = 0. (6.96)
6.6.1. La transformación Ŝ
Ahora construiremos explı́citamente la transformación entre ψ(x) y ψ 0 (x0 ). Asumiremos que esta
transformación sea lineal, dado que tanto la ecuación de Dirac como la transformación de Lorentz
x0µ = Λµν xν son lineales. Con esto, consideraremos que existe una matriz (4 × 4) Ŝ(Λ), asociada a
cada transformación de Lorentz Λ, tal que
¡ ¢
ψ 0 (x0 ) = ψ 0 (Λx) = Ŝ(Λ)ψ(x) = Ŝ(â)ψ Λ−1 x0 . (6.97)
82
Considere ahora un nuevo sistema de referencia inertial, C. En este sistema la partı́cula es descrita
por un spinor de Dirac ψ 00 . Si la transformación de Lorentz que relaciona B con C es Λ0 , entonces
ψ 00 = Ŝ(Λ0 )ψ 0 . (6.98)
Comparando (6.100) y (6.99) obtenemos que las matrices de transformación Ŝ deben satisfacer la
siguiente condición:
Ŝ(Λ0 Λ) = Ŝ(Λ0 )Ŝ(Λ). (6.101)
Adicionalmente, es natural requerir que la matrix Ŝ correspondiente a la transformación de Lorentz
trivial (Λµν = δνµ ) sea la matriz identidad (de 4×4), de modo que el spinor de Dirac no sea transformado
en este caso. Esta condición, junto con (6.101) requieren que el conjunto de todas las matrices Ŝ(Λ)
constituya una representación del grupo de Lorentz 1
En particular, si elegimos Λ0 = Λ−1 en (6.101), obtenemos
Ahora impondremos la condición que la ecuación de Dirac sea covariante bajo transformaciones
de Lorentz. A partir de (6.95), (6.97) y (6.102) podemos escribir
Queremos ψ 0 satisfaga la ecuación (6.96), de modo que podemos reemplazar mcψ 0 = i~γ µ ∂µ0 ψ 0 en
(6.105). Con esto, obtenemos
h ³ ´ i
−1
0 = Ŝ i~ Ŝγ Ŝ (Λ ) µ ∂ν − mc ψ 0
µ −1 −1 ν 0
(6.106)
h ³ ´ i
= Ŝ −1 i~ Ŝγ µ Ŝ −1 (Λ−1 )νµ − γ ν ∂ν0 ψ 0 . (6.107)
o equivalentemente,
Ŝ(Λ)γ µ Ŝ −1 (Λ) = (Λ)µν γ ν . (6.109)
1
En rigor, debido a que dos spinores son equivalentes si se diferencian sólo por una fase global, en suficiente que las
matrices Ŝ(Λ) definan una representación proyectiva del grupo de Lorentz, e.d. que satisfagan Ŝ(Λ0 )Ŝ(Λ) = eiϕ Ŝ(Λ0 Λ),
donde eiϕ es una fase arbitraria.
83
Esta es la relación fundamental para determinar el operador Ŝ: encontrar Ŝ significa resolver (6.109).
Una vez que hallamos demostrado que existe una solución Ŝ (Λ) de (6.109) y la hallamos encontrado,
habremos probado la covariancia de la ecuación de Dirac. Podemos ahora especificar más precisamente
la definición de un spinor: en general, una función de onda es llamada un spinor de Lorentz de 4
componentes si transforma de acuerdo a (6.97) por medio de la relación fundamental (6.109).
¡ Usando¢ las leyes de transformación (6.97) y la condición (6.109) es posible verificar que J µ :=
cρ, j i , con ρ y j i definidos en (6.27) y (6.28), transforma efectivamente como un vector bajo trans-
formaciones de Lorentz.
84
6.6.3. El Operador Ŝ para transformaciones de Lorentz propias
A partir de las matrices Ŝ(Λ) correspondientes a transformaciones de Lorentz infinitesimales po-
demos construir las matrices finitas. Para esto, consideramos la composición de N transformaciones
infinitesimales, cada una con parámetros ∆ω µν /N , donde ahora ∆ω µν = −∆ω νµ son 6 parámetros
finitos, y N → ∞. Entonces
· ¸N · ¸
i µν i µν
Ŝ(Λ) = lı́m 1̂ − σ̂µν ∆ω = exp − σ̂µν ∆ω . (6.118)
N →∞ 4N 4
ψ̄ := ψ † γ 0 . (6.120)
Las cuatro componentes de ψ̄ = (ψ̄ 0 , · · · , ψ̄ 4 ) forman el llamado spinor adjunto. Éste transforma, bajo
transformacion es de Lorentz, de acuerdo a
ψ̄ 0 (x0 ) = ψ 0† (x0 )γ 0
h i†
= Ŝψ(x) γ 0
= ψ † (x)Ŝ † γ 0
= ψ † (x)γ 0 Ŝ −1 ,
es decir,
ψ̄ 0 (x0 ) = ψ̄(x)Ŝ −1 . (6.121)
Aqu hemos usado la identidad
γ 0 Ŝ † γ 0 = Ŝ −1 , (6.122)
que puede ser verificada a partir de (6.118).
En este caso, la correspondiente matriz Ŝ que opera sobre un spinor es denotada por P̂ .
De la condición (6.109) obtenemos que P̂ debe satisfacer
P̂ γ λ P̂ −1 = Λµν γ ν , (6.124)
85
que, para µ = 0 implica h i
P̂ , γ 0 = 0 (6.125)
y, para µ = i, n o
P̂ , γ i = 0 (6.126)
P̂ = αγ 0 . (6.127)
Para que P̂ satisfaga la ley de composición es necesario que α = eiϕ , de modo que
Lı́mite No-Relativista.
En general, para un spinor ψ = (ψ (1) , · · · , ψ (4) ) tendremos que
de modo que el spinor ϕ (de “energı́a positiva”) son vectores propios del operador paridad, con
autonvalor (“paridad interna”) +1, opuesta a la de los de “energı́a negativa”.
con ½
+1, para r = 1, 2
εr := (6.135)
−1, para r = 3, 4
y
1 0 0 0
0 1 0 0
ω (1) (0) :=
0 , ω (2) (0) :=
0 , ω (3) (0) :=
1 , ω (4) (0) :=
0 . (6.136)
0 0 0 1
86
Estas cuatro soluciones de la ecuación de Dirac son también estados propios de
1 0 0 0
~ ~ 0 −1 0 0
Ŝz = Σ̂z = , (6.137)
2 2 0 0 1 0
0 0 0 −1
es decir
Σ̂z ψ (r) (x) = ±ψ (r) (x) , (6.138)
donde los eigenvalores +1 son para r = 1, 3 y −1 para r = 2, 4.
Anteriormente obtuvimos las soluciones de la ecuación de Dirac para la partı́cula libre resolviéndola
directamente. Ahora usaremos un método distinto: aplicaremos una transformación de Lorentz a un
sistema que se mueve con velocidad −v i con respecto al sistema en donde el electrón está en reposo.
Para ello usamos la forma invariante de la solución en el sistema en reposo:
i 2 pµ xµ p0µ x0µ
e− ~ εr mc t = e−iεr ~ = e−iεr ~ , (6.139)
donde
y · ¸
µ E
p = [mc, 0, 0, 0] = , 0, 0, 0 . (6.142)
c
Comenzemos notando que las soluciones para energı́a negativa, y para energı́a positiva, no se mez-
clan bajo transformaciones de Lorentz propias ni bajo reflexiones espaciales. El 4-momentum de una
partı́cula libre es siempre tipo tiempo, e.d. pµ pµ = m2 c2 > 0, de modo que siempre están contenidas
dentro del cono de luz. El 4-momentum de las soluciones con “energı́as positivas”, p0 > 0 está con-
tenido dentro del cono de luz futuro, mientras aquellas con p0 < 0 en el cono de luz pasado. Las
transformaciones de Lorentz propias y la transformación de paridad preservan la orientación de los
cuadrivectores tipo tiempo en los conos de luz futuro y pasado.
Para el caso particular de un boost a lo largo del eje x tenemos
µ ¶
¡ 01 ¢ i 01 µν
Ŝ w = exp − [σ̂µν ] w [I01 ] (6.143)
4
con
0 1 0 0
1 0 0 0
[I01 ]µν =
0
. (6.144)
0 0 0
0 0 0 0
Luego,
µ ¶
¡ 01 ¢ i 01 01
Ŝ w = exp − [σ̂01 ] w [I01 ] (6.145)
2
µ ¶
i 01
= exp − [σ̂01 ] w , (6.146)
2
87
donde el parámetro de la transformación está dado por
³v ´
x
w01 = − arctan = − arctan(β). (6.147)
c
Esto nos conduce a las usuales transformaciones de Lorentz
¡ ¢ 1 ¡ 0 ¢
x00 = cosh(ω 01 ) x0 − x1 tanh w01 = p x + βx1 , (6.148)
1 − β2
¡ ¢ 1 ¡ 1 ¢
x01 = cosh(ω 01 ) x1 − x0 tanh w01 = p x + βx0 (6.149)
1 − β2
y considerando que
i
σ̂01 = (γ0 γ1 − γ1 γ0 ) = iγ0 γ1 = −iγ 0 γ 1 = −iα̂1 , (6.150)
2
y la transformación Ŝ con la forma reducida
µ ¶
¡ 01 ¢ 1 1
Ŝ w = exp − ω α̂ (6.151)
2
ω ω
= cosh 1̂ − senh α̂1 . (6.152)
2 2
Definimos
ω (r) (px ) := Ŝω (r) (0), (6.153)
de modo que
1 0
ω 0
, ω 2 (px ) = cosh ω
1
ω 1 (px ) = cosh
− tanh ,
ω
(6.154)
2 0 2 2
ω
− tanh 2 0
0 − tanh ω2
ω − tanh ω2
, ω 4 (px ) = cosh ω
0
ω 3 (px ) = cosh
.
(6.155)
2 1 2 0
0 1
88
Análogamente, se puede demostrar que para una transformación de Lorentz con boost general,
µ i¶ µ ¶
¡ ¢ p 1 ˆ
Ŝ −v i = Ŝ − = exp − ω α~ · v̌ (6.159)
E 2
cpz cp−
r 1 0 E+mc2 E+mc2
E + mc2
cp+ cpz
0 1 E+mc2
− E+mc 2
= cpz cp− , (6.160)
2
2mc E+mc2 E+mc2
1 0
cp+ cpz
E+mc2
− E+mc2
0 1
con
p± =: px ± ipy . (6.161)
Por lo tanto,
¡ ¢ pµ xµ
ψ r = Ŝ −v i ω r (0)e−iεr ~ . (6.162)
Es un buen ejercicio verificar que esta forma es equivalente a aquella dada por las relaciones (6.47).
Las matrices Γ̂n pueden ser construidas, a partir de las matrices γµ de Dirac, de la siguiente forma
Γ̂S = 1 1 matriz
Γ̂Vµ = γµ 4 matrices
Γ̂Tµν = σ̂µν = σ̂νµ 6 matrices . (6.164)
Γ̂P = iγ0 γ1 γ2 γ3 = γ5 = γ 5 1 matriz
Γ̂A
µ = γ5 γµ 4 matrices
(Γn )2 = ±14×4 .
Γn Γm = −Γm Γn (6.165)
Esta propiedad implica que todas las matrices Γn , excepto ΓS , tienen traza nula.
Γa Γb = fab
n n
Γ , (6.166)
n complejo.
con fab
89
Estas propiedades nos permiten probar la independencia lineal de las matrices Γn , es decir que
X
an Γn = 0 ⇐⇒ an = 0 ∀n. (6.167)
n
Consideremos la expresión X
an Γn = 0 (6.168)
n
y multipliquemosla por la derecha con Γm =
6 Γs . Obtenemos
X
an Γn Γm = 0. (6.169)
n
En el segundo término del lado derecho no aparece la matriz Γs . Luege éste se anula. Además,
T r((Γm )2 ) = T r(±1) = ±4. Luego,
am = 0 ∀m 6= s. (6.172)
En el caso en que multipliquemos por la matriz Γs tenemos
X
as T r((Γs )2 ) + an T r(Γn ) = 0, (6.173)
n6=s
90
tiene el mismo valor en cualquier sistema de referencia. La combinación bilineal ψ̄(x)Γs ψ(x) es por lo
tanto un escalar de Lorentz.
Consideremos ahora la forma bilinear ψ̄(x)γ µ ψ(x). Esta forma en el sistema primado es
ψ̄ 0 (x0 )γ µ ψ 0 (x0 ) = ψ̄(x)Ŝ −1 γ µ Ŝψ(x). (6.179)
Recordando que las transformaciones spinoriales transforman como
Ŝ −1 γ µ Ŝ = aµν γ ν , (6.180)
tenemos que
ψ̄ 0 (x0 )γ µ ψ 0 (x0 ) = ψ̄(x)aµν γ ν ψ(x) = aµν ψ̄(x)γ ν ψ(x). (6.181)
Luego ψ̄(x)γ µ ψ(x) transforma como un vector de Lorentz.
Una forma bilinear un poco más interesante es ψ̄(x)γ5 ψ(x). Esta en el sistema primado es
ψ̄ 0 (x0 )γ5 ψ 0 (x0 ) = ψ̄(x)Ŝ −1 γ5 Ŝψ(x). (6.182)
Para resolver el lado derecho de la expresión anterior basta con hacer uso de las propiedades
[Ŝ, γ5 ] = 0 {P̂ , γ5 } = 0, (6.183)
donde P̂ = eiφ γ 0 es el operador de inversión espacial de los espinores. Ambas expresiones pueden ser
resumidas como
Ŝγ5 = det|a|γ5 Ŝ, (6.184)
expresión que nos permite escribir
ψ̄ 0 (x0 )γ5 ψ 0 (x0 ) = det|a|ψ̄(x)γ5 ψ(x), (6.185)
de modo que la forma bilineal ψ̄(x)γ5 ψ(x) transforma como un pseudoescalar, puesto que el signo de
la trasnformación depende del tipo (propia o impropia) de transformación de Lorentz.
Similarmente, podemos mostrar que la forma bilinear ψ̄(x)γ5 γ µ ψ(x) transforma como un pseudo-
vector. En efecto
ψ̄ 0 (x0 )γ5 γ µ ψ 0 (x0 ) = ψ̄(x)Ŝ −1 γ5 γ µ Ŝψ(x),
= ψ̄(x)det|a|γ5 Ŝ −1 γ µ Ŝψ(x),
= ψ̄(x)det|a|γ5 aµν γ ν ψ(x),
= det|a|aµν ψ̄(x)γ5 γ ν ψ(x). (6.186)
Finalmente, mostraremos que la forma bilineal ψ̄(x)σ̂ µν ψ(x) transforma como un tensor de segundo
rango, esto es
ψ̄ 0 (x0 )σ̂ µν ψ 0 (x0 ) = ψ̄(x)Ŝ −1 σ̂ µν Ŝψ(x),
i
= ψ̄(x)Ŝ −1 (γ µ γ ν − γ ν γ µ )Ŝψ(x),
2
i
= ψ̄(x)Ŝ −1 (γ µ Ŝ Ŝ −1 γ ν − γ ν Ŝ Ŝ −1 γ µ )Ŝψ(x),
2
i
= ψ̄(x)(Ŝ −1 γ µ Ŝ Ŝ −1 γ ν Ŝ − Ŝ −1 γ ν Ŝ Ŝ −1 γ µ Ŝ)ψ(x),
2
i
= ψ̄(x)(aµη γ η aνξ γ ξ − aνξ γ ξ aµη γ η )ψ(x),
2
i
= aµη aνξ ψ̄(x) (γ η γ ξ − γ ξ γ η )ψ(x),
2
= aµη aνξ ψ̄(x)σ̂ ηξ ψ(x). (6.187)
91
6.7. Partı́culas de Dirac en campos externos: Ejemplos y problemas
T µν = i~cψ̄γ µ ∂ν ψ. (6.195)
92
De aquı́ obtenemos la densidad de energı́a T 00 :
· ³ ´ ¸
0 2 i~ 0 0 λ 0
T 0 = mc ψ̄ γ ∂0 − δ 0 γ ∂λ ψ + δ 0 ψ̄ψ ,
mc
· ³ ´ ¸
0 2 i~ 0 λ
T 0 = mc ψ̄ γ ∂0 − γ ∂λ ψ + ψ̄ψ ,
mc
· ¸
0 2 i~
T 0 = mc − ψ̄ (γ · ∇) ψ + ψ̄ψ ,
mc
¡ ¢
en donde hemos usado γ µ = γ 0 , γ . Introduciendo p̂ = −i~∇, nos queda
ya que h ³ ´ i £ ¤
Ĥf ≡ c (α̂ · p̂) + β̂mc2 = β̂ c β̂ α̂ · p̂ + mc2 = γ 0 c (γ · p̂) + mc2 , (6.196)
R
y ψ̄ = ψ † γ 0 . Luego, T 00 d3 x no es más que el valor de expectación del hamiltoniando Ĥf en el estado
ψ. Otra forma de ver esto es partir directamente de (6.195) y hacer
T 00 = i~cψ̄γ 0 ∂0 ψ,
∂ψ
T 00 = ψ̄γ 0 i~ ,
∂t
0 †
T 0 = ψ Ĥf ψ,
en virtud de la ecuación de Schrödinger Ĥf ψ = i~∂ψ/∂t. Aquı́ ocupamos ψ̄γ 0 = ψ † , relación que es
también válida dado que γ 0 γ 0 = 1̂.
La traza T del tensor moméntum-energı́a es
T ≡ T µµ = i~cψ̄γ µ ∂µ ψ
mc
T = i~cψ̄ ψ,
i~
T = mc2 ψ̄ψ. (6.197)
Uno debe notar que esto no es proporcional a la densidad de carga, la cual está dada por
ρ = eψ̄γ 0 ψ = eψ † ψ. (6.198)
93
94
Parte III
Apéndice
95
Apéndice A
El principio de (mı́nima) acción afirma que las configuraciones de campo que efectivamente se realizan,
son tales que la acción S adopta un valor extremo, en relación a otras configuraciones. Esto implica
que si φA es la configuracion de campos que extremiza la acción, entonces S debe ser estacionaria para
toda variación infinitesimal de los campos, que denotaremos por δφA , en torno a φA . Simbólicamente,
Este requerimiento permite entonces deducir las ecuaciones que las configuraciones de campo efectiva-
mente realizadas deben satisfacer. A
A A
¡ A ¢ Notando que la variación δφ induce una variación en la derivada
φµ de la forma δφµ = ∂µ δφ , encontramos que
Z
£ ¤ D
δS = L(φA + δφA , φA A A A
µ + δφµ , Φ) − L(φ , φµ , Φ) d x
ZΩ · ¸
∂L A ∂L ¡ A¢ D
= A
δφ + ∂µ δφ d x
Ω ∂φ ∂φA
µ
Z · µ ¶¸ Z µ ¶
∂L ∂L ∂L A
= δφA A
− ∂µ A
d D
x + ∂µ A
δφ dD x,
Ω ∂φ ∂φ µ Ω ∂φµ
Z · µ ¶¸ I µ ¶
A ∂L ∂L D ∂L A
δS = δφ − ∂µ d x+ δφ dD−1 Σµ . (A.3)
Ω ∂φA ∂φA
µ ∂Ω ∂φA
µ
En la última lı́nea hemos usado el teorema de Gauss para transformar la integral de la divergencia
∂L
de ∂φA
δφA sobre Ω, por la correspondiente integral sobre la frontera ∂Ω.
µ
Por tanto, el principio de acción requiere que
µ ¶
∂L ∂L
− ∂µ = 0, ∀ x ∈ Ω. (A.4)
∂φA ∂φAµ
97
Si consideramos que la variación δφA es arbitraria incluso en ∂Ω, se requiere además que
∂L
nµ = 0 ∀ x ∈ ∂Ω, (A.5)
∂φA
µ
donde nµ es el vector unitario exterior ortogonal a ∂Ω en cada punto, de modo que dD−1 Σµ =
nµ dD−1 Σ.
Si, por el contrario, en la formulación del principio de acción se consideran sólo variaciones de los
campos que se anulen en la frontera, entonces la condición (A.5) no es necesaria.
µ ∂L
πA := . (A.6)
∂φA
µ
De este modo, las ecuaciones (A.4) y (A.5) pueden ser escritas en la forma
∂L µ
− ∂µ πA = 0, ∀ x ∈ Ω, (A.7)
∂φA
⊥
πA =0 ∀ x ∈ ∂Ω, (A.8)
donde πA ⊥ ≡ π µ n es la componente del momento π µ , ortogonal a ∂Ω.
A µ A
Es facil verificar que si las variaciones δφA se transforman covariantemente bajo la acción de algun
grupo de transformaciones, y el lagrangiano L es escalar, entonces (A.4) constituyen un conjunto de
ecuaciones covariantes respecto a dichas transformaciones.
Es útil en este contexto introducir el £concepto
¤ de derivada funcional (la accion S es un funcional
de los campos φA ). Dado un funcional F φA , la derivada funcional puede ser definida por
£ ¤ £ ¤ £ ¤
δF φA (x) F φA (x) + ²δB
A δ(x − y) − F φA (x)
≡ lı́m . (A.9)
δφB (y) ²→0 ²
δφA (x) A δ(x − y). En el
Como consecuencia de esta definición encontramos, en particular, que δφB (x)
= δB
caso del funcional acción que estamos considerando, se encuentra que
µ ¶
δS ∂L ∂L
= − ∂µ , (A.10)
δφA ∂φA ∂φAµ
δS
= 0, ∀ x ∈ Ω. (A.11)
δφA
98
es decir ,
δφA = ξ A (x), (A.13)
tal que
δL = ∂µ F µ , (A.14)
y además como
∂L A ∂L ¡ ¢ ∂L A ∂L A ¡ ¢
δL = A
δφ + A
∂µ δφA = ξ + ξµ , ξµA = ∂µ ξ A , (A.16)
∂φ ∂φµ ∂φA ∂φA
µ
entonces µ ¶
∂L A
δL = ∂µ ξ , (A.18)
∂φA
µ
es decir,
∂L A µ A
∂µ Qµ = 0, Qµ ≡ A
ξ − F µ = πA ξ − F µ. (A.20)
∂φµ
99
Las ecuaciones de movimiento para el campo φA son ahora
µ ¶
∂L ∂L
0 = − ∂µ (A.23)
∂φA ∂(∂µ φA )
µ ¶ µ ¶
∂L ∂ ∂L ∂ ∂L
= − −
∂φA ∂x ∂ (∂x φA ) ∂y ∂ (∂y φA )
µ ¶ µ ¶
∂ ∂L ∂ ∂L
− − (A.24)
∂z ∂ (∂z φA ) ∂t ∂ φ̇A
à ! µ ¶
∂L ~ ∂L ∂ ∂L
= −∇ − (A.25)
∂φA ~ A)
∂(∇φ ∂t ∂ φ̇A
Por otro lado, si los campos φA satisfacen sus ecuaciones de movimiento (A.23), podemos escribir
µ ¶
∂L ∂L ∂L
∂ν L = ∂ν Φ + ∂µ ∂ν φA + ∂µ ∂ν φA (A.30)
∂Φ ∂(∂µ φA ) ∂(∂µ φA )
µ ¶
∂L ∂L
= ∂ν Φ + ∂µ ∂ν φA , (A.31)
∂Φ ∂(∂µ φA )
y de aquı́ llegamos a µ ¶
∂L A µ ∂L
∂µ ∂ν φ − δν L =− ∂ν Φ. (A.32)
∂(∂µ φA ) ∂Φ
Definiendo
∂L
Tνµ := ∂ν φA − δνµ L, (A.33)
∂(∂µ φA )
100
entonces
∂L
∂µ Tνµ = − ∂ν Φ. (A.34)
∂Φ
Por lo tanto, si L no depende de campos externos, e.d., L(φA , ∂µ φA ), o si al menos el campo externo
no depende de alguna coordenada xµ , de modo que ∂µ Φ = 0 (con µ fijo), entonces encontramos
çorrientes convervadas”(una para cada µ):
∂µ Tνµ = 0. (A.35)
Tanto en el caso que los campos externos tengan alguna dirección de simetrı́a, como en el que no hay
ningún campo externo, decimos que el sistema dinámico posee una simetrı́a con respecto a traslaciones
(espaciales y/o temporales). En este caso, una ”densidad de corriente”Tνµ (ν fijo) satisface una .ecuación
~ ~je =
de continuidad.análoga a aquella satisfecha por la 4-densidad de corriente eléctrica (∂µ J µ = ρ̇e +∇·
0).
La corriente conservada relacionada con translaciones temporales es T0µ , que interpretamos como
expresando la conservación de la energı́a del sistema. Descomponiendo (A.35), para ν = 0, podemos
escribir
∂
ρ + ∂i S i = 0, (A.36)
∂t
con
∂L A
ρ(x, t) := T00 = φ̇ − L, (A.37)
∂ φ̇A
∂L
S i = cT0i = φ̇A , (A.38)
∂ (∂i φA )
como la densidad de energı́a (energı́a por unidad de volumen) y la densidad de flujo de energı́a (energı́a
transferida por unidad de tiempo y área), respectivamente. Note que, consistentemente, ρ coincide
con la densidad hamiltoniana definida en (A.27). Note también que los factores c son incluidos de
modo que las cantidades tengan las dimensiones que les corresponden de acuerdo a su interpretación
([L]=[acción]/([volumen][tiempo]), [H]=[energı́a]/[volumen], S i =[energı́a]/([tiempo][área])).
Similarmente, la corriente conservada relacionada con traslaciones espaciales es Tiµ (i fijo!), que
interpretamos como expresando la conservación de la componente i del momentum lineal del sistema.
Esta vez, (A.35) implica que
∂
pi + ∂j Tij = 0, (A.39)
∂t
con
1 ∂L
pi (x, t) := Ti0 = ∂i φA , (A.40)
c ∂ φ̇A
∂L
Tij (x, t) = A
∂i φA − δij L, (A.41)
∂ (∂j φ )
como la densidad de momentum lineal (momentum lineal por unidad de volumen) y la densidad de
flujo de momentum lineal (momentum lineal transferido por unidad de tiempo y área, también llamado
tensor de stress), respectivamente.
Ası́, finalmente hemos encontrado que el momentum lineal total del sistema esta dado por:
Z
Pi (x, t) = d3 x pi (A.42)
Z
∂L
= d3 x ∂i φA (A.43)
∂ φ̇A
Z
= d3 x π A (x, t)∂i φA (x, t), (A.44)
101
que efectivamente es una cantidad conservada. Esta última afirmación se puede demostrar integrando
sobre todo el espacio la ecuación de continuidad. En el caso general, tenemos:
Z Z
0 i 0
∂0 Tν + ∂i Tν = 0 ⇒ ∂0 Tν dV + ∂i Tνi dV = 0, (A.45)
V V
Z I
∂0 Tν0 dV + Tνi dSi = 0, (A.46)
V ∂V
Z I
∂0 Tν0 dV =− Tνi dSi . (A.47)
V ∂V
Para ν = 0, esta última igualdad expresa el balance entre la cantidad de energı́a contenida en el
volumen V y la energı́a que cruza la superficie ∂V por unidad de tiempo. Para ν = i, ésta expresa el
balance entre la componente i del el momentum lineal total del sistema contenido en V y el que cruza
∂V por unidad de tiempo.
Si además Tνi = 0 en ∂V (por ejemplo, en el infinito) encontramos
Z
∂Pν
= 0, Pν ≡ Tν0 dV, (A.48)
∂t V
o, en notación vectorial Z
P~ = − ~ A (x, t).
d3 x π A (x, t)∇φ (A.50)
donde los parámetro infinitesimales εa son constantes (transformación global), si además F µ = εa Faµ ,
entonces ³ ´ ³ ´
µ µ
Qµ ≡ πA εa (Ta )A
Bφ
B
− εa Faµ = εa πA (Ta )A B
B φ − Fa
µ
≡ εa Qµa (A.53)
y
dµ Qµ = εa dµ Qµa = 0 (A.54)
como esto es válido para cualquier εa , obtenemos r corrientes localmente conservadas
µ
dµ Qµa = 0 Qµa ≡ πA (Ta )A B µ
B φ − Fa (A.55)
102
En una teorı́a de gauge en que se tienen campos “de materia” φA y campos “de gauge” ωµa , se
cumplen las siguientes reglas de transformación
φA → φ̃A = φA + εa (Ta )A
Bφ
B
(A.59)
que se compone de la corriente correspondiente a la teorı́a con simetrı́a global (A.55) más un término
aportado por los campos de gauge.
Dados dos puntos en el plano vertical encontrar la trayectoria de tiempo mı́nimo que una partı́cu-
la sigue entre dichos puntos suponiendo que su aceleración es debida a la gravedad.
Encontrar la superficie mı́nima de revolución que pasa por dos puntos dados.
103
Definición de derivada funcional
Usualmente una función y(x) en Fı́sica asume valores reales sobre una variable x cuyos valores
están comprendidos en un intervalo I = [a, b]. Consideremos ahora N puntos en dicho intervalo y
escojamos los puntos xn ∈ I de la forma xn = a + ²b, con N ² = b − a. Podemos ahora representar la
función y(x) por los valores de ésta en los puntos xn , es decir por la función yn = y(xn ) = y(a + ²b).
En el lı́mite N → ∞, o equivalentemente ² → 0, la función yn entrega la misma información que la
función y(x).
Ahora, podemos definir una función F sobre todos los yn , es decir F ({yn }). En el lı́mite N → ∞,
F es una función de y(x). Llamamos a F funcional de y(x) y lo denotamos por F [y]. F es una función
de todos los valores de y(x) en el intervalo [a, b]. Luego, F depende de un número infinito de variables
independientes y su valor es un número.
Un ejemplo simple de funcional es aquel que selecciona £el ¤valor de una función en un punto
determinado, por ejemplo F [y] = y(x = 3), de modo que F y 3 = 27 y F [y = sin(πx)] = 0. Otro
R1
ejemplo simple de funcional es F [y] = 0 y(x)dx, de modo que F depende de la forma completa de la
función y(x). Obviamente, existen funcionales más interesantes. © ª
Veamos qué sucede con F ({yn }) si cambiamos el valor de los yn alrededor del set de valores y 0
. El cambio en F está dado por
X N µ ¶
∂F
dF = dyn . (A.64)
∂yn y0
n=1
donde la y 0 (x) es la función particular y(x) que sirve como punto de partida para el cambio infinitesimal
δy(x), y el factor 1/² ha sido incluido en el término δF/δy(x).
El resultado anterior puede ser interpretado de la siguiente forma: El cambio en F es una suma
de términos proporcionales a los cambios infinitesimales δy(x), cuyas constantes de proporcionalidad
son la derivada funcional δF/δy(x). Para fines prácticos podemos considerar este resultado como la
definición de derivada funcional.
104
Para calcular la derivada funcional comenzamos calculando el cambio dF debido a un cambio infini-
tesimal δy(x) en las variables independientes, esto es
Z 1
F [y + δy] = (y(x) + δy(x))2 dx (A.69)
0
Z 1
= (y(x)2 + 2y(x)δy(x) + δy(x)2 )dx. (A.70)
0
Considerando que tomaremos el lı́mite δy(x) → 0 podemos eliminar el término cuadrático en δy,
obteniendo de esta forma
Z 1 Z 1
F [y + δy] = δy(x)2 dx + 2y(x)δy(x)dx. (A.71)
0 0
δF
= 2y(x). (A.73)
δy(x)
δF
= 2y(x)z(x)3 , (A.75)
δy(x)
δF
= 3y(x)2 z(x)2 . (A.76)
δz(x)
Es posible también que la o las funciones dependan de más de una variable, por ejemplo
Z
F [f (x, y, z)] = dV [f (x, y, z)]3 , (A.77)
V
δF
= 3 [f (x, y, z)]2 (A.78)
δf (x, y, z)
105
Ecuaciones de Euler I
En algunos casos especiales es posible obtener expresiones simples para las derivadas de funcionales
genéricos con dependencias simples. Consideremos por ejemplo el funcional
Z
F [y] = dxL(x, y(x)). (A.79)
ste es una integral simple cuyo integrando es una función de x e y(x). Variando y(x) tenemos
Z Z µ ¶
∂L(x, y)
F [y + δy] = dxL(x, y + δy) = L(x, y) + δy , (A.80)
∂y
donde hemos omitido todos los términos de orden superior a δy. Esto nos conduce a
Z
∂L(x, y)
F [y + δy] − F [y] = δy, (A.81)
∂y
de donde obtenemos que
δF ∂L(x, y(x))
= . (A.82)
δy(x) ∂y(x)
Un caso un tanto más complicado es un funcional de la forma
Z
F [y] = dxL(x, y(x), y 0 (x)), (A.83)
Para poder usar la definición de derivada funcional debemos escribir el último término en función de
la variación δy. Esto puede ser hecho por medio de una integración por partes, es decir,
Z b · ¸b Z b µ ¶
∂L(x, y, y 0 ) 0 ∂L(x, y, y 0 ) d ∂L(x, y, y 0 )
δy dx = δy − dx δy(x). (A.86)
a ∂y 0 ∂y 0 a a dx ∂y 0
106
Asumiendo que el segundo término se anula, obtenemos que la derivada funcional está dada por
µ ¶
δF ∂L(x, y, y 0 ) d ∂L(x, y, y 0 )
= − . (A.89)
δy(x) ∂y dx ∂y 0
stas son las ecuaciones de Euler cuando la derivada funcional se iguala a cero.
Otro conjunto util de ecuaciones tipo Euler es obtenido al considerar un funcional de la forma
Z
F [f (x, y, z)] = dxdydzL(x, y, z, f, fx , fy , fz ), (A.90)
V
donde vemos que la función f depende ahora de tres variables independientes y L depende de las
primeras derivadas de f con respecto a las variables independientes. La variación de la función f nos
lleva a Z
F [f + δf ] = dxdydzL(x, y, z, f + δf, fx + δfx , fy + δfy , fz + δfz ). (A.91)
V
Expandiendo hasta primer orden en las variaciones y las derivadas de las variaciones obtenemos
Z µ ¶
∂L ∂L ∂L ∂L
F [f + δf ] = dxdydz L + δf + δfx + δfy + δfz . (A.92)
V ∂f ∂x ∂y ∂z
Los términos proporcionales a las variaciones δfx , δfy y δfz pueden ser relacionados con la variación
δf por medio de integración por partes, esto es
Z · ¸ Z µ ¶
∂L ∂L ∂ ∂L
dxdydz δfx = δf − dxdydz δf (x, y, z), (A.93)
V ∂x ∂fx ∂V V ∂x ∂fx
Z · ¸ Z µ ¶
∂L ∂L ∂ ∂L
dxdydz δfy = δf − dxdydz δf (x, y, z), (A.94)
V ∂y ∂fy ∂V V ∂y ∂fy
y Z · ¸ Z µ ¶
∂L ∂L ∂ ∂L
dxdydz δfz = δf − dxdydz δf (x, y, z). (A.95)
V ∂z ∂fz ∂V V ∂z ∂fz
Usando las ecuaciones anteriores, el cambio en F debido a la variación en f puede ser escrito como
Z
∂L
F [f + δf ] − F [f ] = dxdydz δf
∂f
·V ¸ Z µ ¶
∂L ∂ ∂L
+ δf − dxdydz δf (x, y, z)
∂fx ∂V V ∂x ∂fx
· ¸ Z µ ¶
∂L ∂ ∂
+ δf − dxdydz δf (x, y, z)
∂fy ∂V V ∂y ∂fy
· ¸ Z µ ¶
∂L ∂ ∂L
+ δf − dxdydz δf (x, y, z). (A.96)
∂fz ∂V V ∂z ∂fz
Agrupando términos obtenemos
Z Z µ ¶
∂L ∂ ∂L
F [f + δf ] − F [f ] = dxdydz δf − dxdydz δf (x, y, z)
∂f ∂x ∂fx
ZV µ ¶V Z µ ¶
∂ ∂ ∂ ∂L
− dxdydz δf (x, y, z) − dxdydz δf (x, y, z)
V ∂y ∂fy V ∂z ∂fz
· ¸ · ¸ · ¸
∂L ∂L ∂L
+ δf + δf + δf .
∂fx ∂V ∂fy ∂V ∂fz ∂V
107
Asumiendo que la variación se anula en la frontera obtenemos finalmente que la derivada funcional de
F está dada por µ ¶ µ ¶ µ ¶
δF ∂L ∂ ∂L ∂ ∂L ∂ ∂L
= − − − . (A.97)
δf ∂f ∂x ∂fx ∂y ∂fy ∂z ∂fz
Ecuaciones de Euler II
En esta sección obtendremos las ecuaciones de Euler por un procedimiento ligeramente distinto.
Nuestro objetivo es minimizar la integral
Z xb
F = L(x, y, y 0 )dx, (A.98)
xa
donde L es una función fija de x, y e y 0 . Los valores de xa , xb , y(xa ) = ya e y(xa ) = ya son dados
(fijos).
Para resolver el problema presentado por la minimización de F usaremos una familia de funciones
y(x, ²). Dicha familia está parametrizada por medio de ² ∈ [0, 1] y sus miembros satisfacen las siguientes
propiedades:
y(xa , ²) = ya y y(xb , ²) = yb para todo valor de ².
Dado que y(x, ² = 0) minimiza a F (²) y siendo F (²) una función diferenciable y continua de ², podemos
aplicar los métodos del cálculo elemental para obtener el mı́nimo. Una condición necesaria para obtener
el mı́nimo es µ ¶
dF
= 0. (A.100)
d² ²=0
Esta condición nos lleva a Z xb µ ¶
dF ∂L dy ∂L dy 0
= + 0 dx. (A.101)
d² xa ∂y d² ∂y d²
Esta expresión puede ser puesta en la forma
Z xb µ µ ¶¶
dF ∂L dy ∂L d dy
= + 0 dx. (A.102)
d² xa ∂y d² ∂y dx d²
El segundo término puede ser integrado por partes, de modo que obtenemos
Z xb Z xb µ ¶ · ¸
dF ∂L dy dy d ∂L dy ∂L xb
= dx − dx + . (A.103)
d² xa ∂y d² xa d² dx ∂y 0 d² ∂y 0 xa
108
Por lo tanto, obtenemos finalmente:
Z xb Z xb µ ¶
dF ∂L dy dy d ∂L
= dx − dx. (A.105)
d² xa ∂y d² xa d² dx ∂y 0
donde L(t, x(t), x0 (t)) es el Lagrangeano del sistema. Considerando las ecuaciones de Euler antes
deducidas con las equivalencias x → t, y(x) → x(t) e y 0 (x) → x0 (t) obtenemos entonces que la
derivada funcional de la acción está dada por
µ ¶
δS ∂L(t, x(t), x0 (t)) d ∂L(t, x(t), x0 (t))
= − . (A.110)
δx(t) ∂x dt ∂y 0
El principio (de mı́nima acción) de Hamilton establece que las trayectorias fı́sicas son aquellas que
extreman la acción (pueden ser mı́nimos o máximos), es decir aquellas que son soluciones de δS/δx(t)
o,equivalentemente, µ ¶
∂L(t, x(t), x0 (t)) d ∂L(t, x(t), x0 (t))
− = 0. (A.111)
∂x dt ∂x0
Nótese que los extremos de la acción son obtenidos de la misma forma que cuando se extrema una
función. Este conjunto de ecuaciones es conocido como las ecuaciones de Euler-Lagrange. Dado que en
el pricipio variacional de Hamilton las condiciones de frontera x(t1 ) y x(t2 ) están fijas, no es necesario
considerar los términos de frontera en la derivada funcional de la acción.
109
110
Apéndice B
111
Sabemos que
Z ∞
hq̂i = hψ| q̂ |ψi = q |ψ (q)|2 dq, (B.6)
−∞
pero q |ψ (q)|2 es una función antisimétrica que está siendo integrada sobre un intervalo simétrico, y
por lo tanto, su valor es cero.
Por otro lado, para el operador momentum tenemo que
Z ∞
∂
hp̂i = hψ| p̂ |ψi = −i~ dqψ ∗ (q) ψ (q) . (B.7)
−∞ ∂q
q̂
Haciendo el cambio de variable ζ = λ con
r
~
λ= , (B.8)
mω
obtenemos
Z ∞
∂
hp̂i = −i~ dζψ ∗ (ζ) ψ (ζ) . (B.9)
−∞ ∂ζ
Pero
ζ2
∂ e− 2 ∂H (ζ)
ψ (ζ) = + ζψ (ζ) , (B.10)
∂ζ N ∂ζ
donde la función H son los polinomios de Hermite y N es una constante de normalización. La función
de onda ψ (ζ) está relacionada con los polinomios de Hermite mediante
ζ2
ψ (ζ) = H (ζ) e− 2 , (B.11)
∂2
ψ (ζ) − ζ 2 ψ (ζ) = 0, (B.12)
∂ζ 2
de modo que
~2 ∂ 2 m
− 2
ψ (q) + ω 2 q 2 ψ (q) = Eψ (q) . (B.15)
2m ∂q 2
112
Cuando hacemos la sustitución dada por la ecuación (B.8) donde
µ ¶
∂2 ∂ ∂ψ (q)
ψ (q) = (B.16)
∂q 2 ∂q ∂q
µ ¶
∂ ∂ψ ∂ζ
= (B.17)
∂q ∂ζ ∂q
µr ¶
∂ mω ∂ψ
= (B.18)
∂q ~ ∂ζ
r µ ¶µ ¶
mω ∂ ∂ζ ∂ψ
= (B.19)
~ ∂ζ ∂q ∂ζ
r µr ¶µ ¶
mω mω ∂ ∂ψ
= (B.20)
~ ~ ∂ζ ∂ζ
mω ∂ ψ2
= , (B.21)
~ ∂ζ 2
entonces
~ω ∂ 2 ψ (ζ) ~ω 2
− + ζ ψ (ζ) = Eψ (ζ) , (B.22)
2 ∂ζ 2 2
o, equivalentemente, µ ¶
∂ 2 ψ (ζ) 2E 2
+ − ζ ψ (ζ) = 0, (B.23)
∂ζ 2 ~ω
2E
y considerando desplazamientos grandes, e.d., ζ À ~ω ,
∂ 2 ψ (ζ)
− ζ 2 ψ (ζ) = 0. (B.24)
∂ζ 2
La solución de esta ecuación diferencial la asumimos como
ζ2
ψ (ζ) = H (ζ) e− 2 . (B.25)
pero, como los polinomios de Hermite son simétricos o antisimétricos en su argumento, el producto
H (ζ) ∂H(ζ)
∂ζ es siempre antisimétrico. Por lo tanto, la integral se anula. Además, la segunda integral
también se anula por la misma razón que se anulaba la correspondiente a hq̂i .
113
Por lo tanto, podemos decir que por razones de simetrı́a en las integrales se cumple:
Esto tiene sentido ya que en una oscilación completa, el valor medio de la posición debe anularse
al igual que su momentum.
Finalmente, volviendo a las ecuaciones(B.4) y (B.5) tenemos:
2®
p̂ = (∆p̂)2 , (B.31)
2®
q̂ = (∆q̂)2 . (B.32)
Del principio de indeterminación de Heisenberg tenemos que:
~2
(∆p̂)2 (∆q̂)2 ≥ , (B.33)
4
y, puesto que para el estado fundamental es válida la igualdad, de las ecuaciones (B.4) y (B.5) obte-
nemos
2 ® 2 ® ~2
p̂ q̂ = . (B.34)
4
Reemplazando esta última ecuación en la ecuación (B.2) tenemos
1 ~2 m ®
hEi = 2
+ ω 2 q̂ 2 (B.35)
2m 4 hq̂ i 2
2
~ 1 m 2 2®
= + ω q̂ (B.36)
8m hq̂ 2 i 2
®
Ahora, minimizando hEi con respecto a q̂ 2
d hEi
= 0, (B.37)
d hq̂ 2 i
tenemos
~2 1 m
− 2 + ω 2 = 0, (B.38)
8m hq̂ imı́n
2 2
de modo que r
2® ~2 ~
q̂ mı́n = 2 2
= . (B.39)
4m ω 2mω
®
Para terminar, sólo queda reemplazar q̂ 2 mı́n en la ecuación (B.36). Haciendo esto obtendremos
que
~2 1 m ~
hEimı́n = ~
+ ω2 (B.40)
8m 2mω 2 2mω
1
= ~ω. (B.41)
2
que es la energı́a mı́nima posible del oscilador armónico.
114
B.2. Niveles de energı́a y estados cuánticos de energı́a.
Ahora desarrollaremos un método que nos permitirá encontrar; además de los niveles de energı́a,
los estados cuánticos del sistema correspondientes a esas energı́as y nos dará directrices para poder
estudiar sistemas más complicados.
p̂2 m ~2 d2 m
Ĥ = + ω 2 q̂ 2 = − 2
+ ω2q2 , (B.42)
2m 2 2m dq 2
donde utilizamos la regla de cuantización
d
p̂ → −i~ , (B.43)
dq
para el operador de momentum lineal en la representación de coordenadas. Ası́, la ecuación de Schrödin-
ger,
Ĥ |ψi = E |ψi , (B.44)
para el oscilador en esta representación es
115
donde
Ĥ = ~ω N̂ , (B.55)
y µ ¶
1 d2 2
N̂ = − 2 +ζ , (B.56)
2 dζ
es el operador Hamiltoniano en unidades de ~ω, llamado operador de Número.
d2 2
Veamos qué podemos hacer con el término − dζ 2 + ζ . Usando
d
[ζ, ] = −1, (B.57)
dζ
podemos escribir: µ ¶µ ¶
d2 d d
− 2 + ζ2 = − +ζ + ζ̂ + 1, (B.58)
dζ dζ dζ
o, de una manera más conveniente,
µ ¶ µ ¶
1 d 1 d 1
N̂ = √ − +ζ √ +ζ + . (B.59)
2 dζ 2 dζ 2
En efecto:
µ ¶ µ ¶
1 d 1 d 1
N̂ = √ − + ζ̂ √ +ζ + (B.60)
2 dζ 2 dζ 2
1 d 2 1 d 1 d 1 1
= − 2
− ζ+ ζ + ζ2 + (B.61)
2 dζ 2 dζ 2 dζ 2 2
2
µ ¶
1 d 1 d d 1 1
= − + ζ̂ − ζ + ζ2 + (B.62)
2 dζ 2 2 dζ dζ 2 2
1 d 2 1 d 1 1
= − 2
+ [ζ, ] + ζ 2 + (B.63)
2 dζ 2 dζ 2 2
1 d 2 1 1 1
= − 2
− + ζ2 + (B.64)
2 dζ 2 2 2
µ ¶
1 d2
= − 2 + ζ2 . (B.65)
2 dζ
116
donde hemos definido los nuevos operadores
µ ¶
† 1 d
b̂ = √ − +ζ , (B.72)
2 dζ
µ ¶
1 d
b̂ = √ +ζ , (B.73)
2 dζ
y redefinido la energı́a al valor
~
E 0 = E − ω. (B.74)
2
Como se puede ver, hemos encontrado una forma alternativa de escribir la ecuación de Schrödinger
para el oscilador armónico unidimensional en función de los nuevos operadores b̂† y b̂ que tienen
relaciones de conmutación
que corresponden a las relaciones de conmutación bosónicas. Por lo tanto, b̂ y b̂† son operadores de
Bose.
Nos podemos preguntar cómo es el operador Número en función de los operadores b̂† y b̂. Esto
se ve directamente de la ecuación (B.59) ocupando las definiciones dadas por las ecuaciones(B.72) y
(B.73), en efecto:
1
N̂ = b̂† b̂ + . (B.82)
2
Por lo tanto, de la ecuación (B.55) vemos que el Hamiltoniano del oscilador tambien puede ser
escrito como función de estos nuevos operadores:
µ ¶ µ ¶
† 1 † 1
Ĥ = ~ω N̂ = ~ω b̂ b̂ + = ~ω b̂b̂ − . (B.83)
2 2
lo que nos dice que |ψi es un estado cuántico del sistema con energı́a bien definida E.
117
Usaremos el Hamiltoniano dado por la ecuación (B.83). Por lo tanto, es conveniente considerar a
los estados cuánticos |ψi del oscilador, como los eigenestados |ni del operador Número N̂ . Entonces:
donde n = 0, 1, 2, 3, . . . , y
1
En´= En − ~ω. (B.90)
2
Partamos operando con b̂ sobre el estado base |0i . Para este estado tenemos
1
~ω b̂† b̂ |0i = E00 |0i , E00 = E0 − ~ω. (B.91)
2
Esta ecuación nos dice que b̂ |0i es un nuevo eigenvector del Hamiltoniano con eigenvalor E00 − ~ω. Al
aplicar el operador b̂ vemos que obtenemos otro estado con energı́a ~ω veces menor. Pero la suposición
inicial fue que estabamos en el estado de más baja energı́a, por lo tanto para evitar esta contradicción
debe ocurrir que
b̂ |0i = 0, (B.97)
es decir, si el sistema está en el estado fundamental, no puede bajar a un estado de menor energı́a.
Por lo tanto, su energı́a debe ser
E00 = 0, (B.98)
de donde encontramos que:
1
E0 − ~ω = 0, (B.99)
2
es decir,
1
E0 = ~ω. (B.100)
2
sta, como sabemos, es la mı́nima energı́a en la cual se puede encontrar el oscilador armónico unidi-
mensional.
118
Ahora, apliquemos el operador b̂† sobre el estado base:
³ ´
~ω b̂† b̂† b̂ |0i = E0 b̂† |0i (B.101)
³ ´
~ω b̂† b̂b̂† − 1 |0i = E0 b̂† |0i (B.102)
³ ´ ³ ´ ³ ´
† † † †
~ω b̂ b̂ b̂ |0i − ~ω b̂ |0i = E0 b̂ |0i (B.103)
³ ´ ³ ´
~ω b̂† b̂ b̂† |0i = (E0 + ~ω) b̂† |0i (B.104)
~ω b̂† b̂ |1i = E1 |1i . (B.105)
Cualquier estado |ni puede se construido aplicando n veces el operador de creación b̂† sobre el
estado fundamental:
1 ³ † ´n
|ni = √ b̂ |0i , (B.116)
n!
donde el factor √1 es para que los estados |ni sean ortonormales.
n!
119
El espectro de energı́as esta dado por la expresión:
En = E0 + n~ω (B.117)
1
= ~ω + n~ω (B.118)
2 µ ¶
1
= ~ω n + , n = 0, 1, 2, 3, . . . (B.119)
2
es decir, cada vez que se aplica el operador de creación sobre un estado, estamos creando un
quantum de energı́a ~ω.
Demostrar el último punto es fácil. Para demostrar la relación dada por (B.120), aplicamos b̂†
sobre la ecuación (B.116):
1 ³ ´n
b̂† |ni =√ b̂† b̂† |0i (B.123)
n!
p
1 (n + 1)! ³ † ´n+1
= √ p b̂ |0i (B.124)
n! (n + 1)!
r " #
n! (n + 1) 1 ³ ´n+1
= p b̂† |0i (B.125)
n! (n + 1)!
p
= (n + 1) |n + 1i . (B.126)
Luego, si multiplicamos por el bra hn − 1|, podremos encontrar la constante de proporcionalidad cn−1 .
En efecto:
120
pero el lado izquierdo es igual a 1, debido a que {|ni} es una base ortonormal. Por lo tanto,
√
c∗n−1 n = 1, n = 1, 2, . . . . (B.136)
Ya que n es real, tenemos que
1
cn−1 = c∗n−1 = √ , n = 1, 2, . . . , (B.137)
n
con lo que demostramos la segunda relación
1
b̂ |ni = |n − 1i (B.138)
cn−1
√
= n |n − 1i . (B.139)
Demostrar (B.122) es trivial usando (B.120) y (B.121). En efecto:
³ ´ ¡√ ¢
b̂† b̂ |ni = b̂† n |n − 1i (B.140)
√ ³ † ´
= n b̂ |n − 1i (B.141)
√ √
= n n |ni (B.142)
= n |ni . (B.143)
B.4. Problemas.
1. El campo de radiación dentro de un recinto cúbico, que no contiene cargas, es especificado por
el estado µ ¶ ∞
1 2 X cn
|ci = exp − |c| √ |ni (B.144)
2 n!
n=0
donde
c = |c| eiδ (B.145)
es un número complejo cualquiera, y |ni es el estado
h inr (k)
a†r (k)
|nr (k)i = p |0i (B.146)
nr (k)!
em el cual hay n fotones con vector de onda k, y vector de polarización εr (k) presentes, y no
otros. Derive las siguientes propiedades del estado |ci:
121
pero
£ ¤n(k)
[a (k)]m(k) a† (k)
hm|ni = h0| p p |0i
m (k)! n (k)!
1
= √ h0| am a†n |0i
m!n!
y como
√
a |ni =
n |n − 1i
†
√
a |ni = n + 1 |n + 1i
entonces
√
a† |0i = 1 |1i
†2
√ † √ √
a |0i = 1a |1i = 1 2 |2i
..
.
†n
√
a |0i = n! |ni
y de la misma forma,
√
a |ni = n |n − 1i
2 √ √ √
a |ni = na |n − 1i = n n − 1 |n − 2i
..
s.
n!
am |ni = |n − mi , sim ≤ n
(n − m)!
am |ni = 0, sim > n
y entonces,
1 √
hm|ni = √ h0| am n! |ni
m!n!
1
= √ h0| am |ni
m!
s
1 n!
= √ h0| |n − mi
m! (n − m)!
s
1 n!
= √ h0|n − mi
m! (n − m)!
Entonces
n
hm|ni = δm (B.147)
122
Entonces,
³ ´X ∞ X ∞
c∗m cn
hc|ci = exp − |c|2 √ √ hm|ni
m=0 n=0 m! n!
³ ´ X X c∗m cn
∞ ∞
= exp − |c|2 √ √ δm n
m=0 n=0 m! n!
³ ´ X c∗n cn
∞
= exp − |c|2
n!
n=0
³ ´X
∞
|c|n
= exp − |c|2
n!
n=0
³ ´ ³ ´
= exp − |c|2 exp + |c|2
= 1.¥
y
£ † ¤n
a
|ni = √ |0i (B.150)
n!
Primero que nada, sabemos que
√
a |ni = n |n − 1i (B.151)
ası́ que
µ ¶ ∞
1 2 X cn
a |ci = exp − |c| √ a |ni
2 n!
n=0
µ ¶X∞
1 cn √
= exp − |c|2 √ n |n − 1i
2 n!
n=1
pues
a |0i = 0 (B.152)
1
He preferido suprimir el subı́ndice r y la dependencia en k de todas las variables que pone el libro, para hacer la
notación un poco más compacta y agradable.
123
Y ası́,
µ ¶ ∞
1 2 X cn
a |ci = exp − |c| p |n − 1i
2 (n − 1)!
n=1
µ ¶ ∞
1 2 X cn−1
= c exp − |c| p |n − 1i
2 (n − 1)!
n=1
µ ¶ ∞
1 2 X cn
= c exp − |c| √ |ni
2 n!
n=0
= c |ci .¥
N̄ = hc| N |ci
= hc| a† a |ci
N̄ = hc| c∗ c |ci
= |c|2 hc|ci
= |c|2 .¥
Como
h i
a, a† = 1
aa† − a† a = 1
aa† = 1 + a† a
124
entonces
³ ´
(∆N )2 = |c|2 hc| 1 + a† a |ci − |c|4
h i
= |c|2 hc|ci + hc| a† a |ci − |c|4
h i
= |c|2 1 + |c|2 − |c|4
= |c|2 + |c|4 − |c|4
= |c|2 .¥
125
Como el estado |ci sólo contiene fotones con sólo un vector de onda k y un vector εr (k),
y no otros, entonces
r h i
X X ~ωk
~ |ci = hc| i
hc| E εr (k) ar (k) ei(k·~x−ωk t) − a†r (k) e−i(k·~x−ωk t) |ci
r
2V
k
r h i
~ωk
= hc| i εr (k) ar (k) ei(k·~x−ωk t) − a†r (k) e−i(k·~x−ωk t) |ci
2V
ya que los otros estados posibles no están en la cavidad. Entonces,
r h i
~ |ci = i ~ωk εr (k) hc| ar (k) ei(k·~x−ωk t) − a† (k) e−i(k·~x−ωk t) |ci
hc| E r
2V
r h i
~ωk
= i εr (k) hc| ar (k) |ci ei(k·~x−ωk t) − hc| a†r (k) |ci e−i(k·x−ωk t)
2V
r h i
~ωk
= i εr (k) hc| c |ci ei(k·~x−ωk t) − hc| c∗ |ci e−i(k·~x−ωk t)
2V
r h i
~ωk
= i εr (k) cei(k·~x−ωk t) − c∗ e−i(k·x−ωk t)
2V
r h ³ ´∗ i
~ωk
= i εr (k) cei(k·~x−ωk t) − cei(k·~x−ωk t)
2V
Si ahora escribimos
c = |c| eiδ (B.162)
entonces r
~ωk h ³ ´∗ i
~ |ci = i
hc| E εr (k) |c| ei(k·~x−ωk t+δ) − ei(k·~x−ωk t+δ) (B.163)
2V
Como
z = zR + izC
z − z ∗ = zR + izC − zR + izC
= 2izC
entonces,
r
~ |ci = i ~ωk
hc| E εr (k) 2i |c| sin (k · ~x − ωk t)
2V
r
~ωk
= −2 εr (k) |c| sin (k · ~x − ωk t) .¥
2V
f ) La fluctuación cuadrática media del campo eléctrico, ∆E en el estado |ci está dada por
h i2
(∆E)2 = hc| E ~ |ci = ~ωk
~ 2 |ci − hc| E (B.164)
2V
Respuesta: En nuestro caso, sólo nos interesa el campo eléctrico dado por
r h i
~ = i ~ωk εr (k) ar (k) ei(k·~x−ωk t) − a† (k) e−i(k·~x−ωk t)
E (B.165)
r
2V
126
r
~ = i ~ωk h i(k·~x−ωk t) i
E ε ae − a† e−i(k·~x−ωk t)
2V
~2 ~ωk h i(k·~x−ωk t) ih i
E = − ae − a† e−i(k·~x−ωk t) aei(k·~x−ωk t) − a† e−i(k·~x−ωk t)
2V · ¸
~ωk 2 2i(k·~x−ωk t) ³ † ´2 −2i(k·~x−ωk t) † †
= − a e + a e − aa − a a
2V
como
h i
a, a† = 1
aa† − a† a = 1
aa† = 1 + a† a
· ³ ´2 ¸
~ 2 = − ~ωk
E 2 2i(k·~
a e x−ωk t)
+ a†
e −2i(k·~
x−ωk t) † †
− aa − a a
2V
· ³ ´2 ¸
~ωk 2 2i(k·~
x−ωk t) † −2i(k·~
x−ωk t) † †
= − a e + a e −1−a a−a a
2V
· ³ ´2 ¸
~ωk 2 2i(k·~
x−ωk t) † −2i(k·~
x−ωk t) †
= − a e + a e − 1 − 2a a
2V
y entonces,
· ³ ´2 ¸
~ 2 ~ωk 2 2i(k·~
x−ωk t) † −2i(k·~x−ωk t) †
hc| E |ci = − hc| a e + a e − 1 − 2a a |ci
2V
· ³ ´2 ¸
~ωk 2 2i(k·~
x−ωk t) † −2i(k·~
x−ωk t) †
= − hc| a |ci e + hc| a |ci e − hc|ci − 2 hc| a a |ci
2V
~ωk h i
= − hc| cc |ci e2i(k·~x−ωk t) + hc| c∗ c∗ |ci e−2i(k·~x−ωk t) − hc|ci − 2 hc| c∗ c |ci
2V
~ωk h 2 2i(k·~x−ωk t) i
= − c e + (c∗ )2 e−2i(k·~x−ωk t) − 1 − 2 |c|2
2V
~ωk h 2 2iδ 2i(k·~x−ωk t) i
= − |c| e e + |c|2 e−2iδ e−2i(k·~x−ωk t) − 1 − 2 |c|2
2V
~ωk h 2 2i(k·~x−ωk t+δ) i
= − |c| e + |c|2 e−2i(k·~x−ωk t+δ) − 1 − 2 |c|2
2V
~ωk h 2 ³ 2i(k·~x−ωk t+δ) ´ i
= − |c| e + e−2i(k·~x−ωk t+δ) − 1 − 2 |c|2
2V
~ωk h i
= − 2 |c|2 cos 2 (k · ~x − ωk t + δ) − 1 − 2 |c|2
2V
~ωk h ¡ ¢ i
= − 2 |c|2 1 − 2 sin2 (k · ~x − ωk t + δ) − 1 − 2 |c|2
2V
~ωk h 2 2 2 2
i
= − 2 |c| − 4 |c| sin (k · ~x − ωk t + δ) − 1 − 2 |c|
2V
~ωk h i
= − −4 |c|2 sin2 (k · ~x − ωk t + δ) − 1
2V
~ωk h i
= 4 |c|2 sin2 (k · ~x − ωk t + δ) + 1
2V
127
Por otra parte,
r
~ |ci = −2 ~ωk
hc| E εr (k) |c| sin (k · ~x − ωk t)
2V
~ |ci2 = 2 ~ωk 2 2
hc| E |c| sin (k · ~x − ωk t)
V
Ası́ que
h i2
(∆E)2 = hc| E ~ 2 |ci − hc| E ~ |ci
~ωk h i ~ωk 2 2
= 4 |c|2 sin2 (k · ~x − ωk t + δ) + 1 − 2 |c| sin (k · ~x − ωk t)
2V V
~ωk 2 2 ~ωk ~ωk 2 2
= 2 |c| sin (k · ~x − ωk t + δ) + −2 |c| sin (k · ~x − ωk t)
V 2V V
~ωk
=
2V
q
4πλωk0
Finalmente, consideramos el estado ”localizado”|xi := ~ φ̂(x) |0i
"r # "r #
0® 4πλωk † 4πλωk0
x|x = h0| φ̂ (x) φ̂(x) |0i (B.166)
~ ~
"r r #
~ X 4πλωk n o
− 12 † −ikx ikx
= h0| (ωk ) b̂k e + b̂k e
4πλ ~
k
"r r #
~ X 4πλωk0 1
n 0 0 0 0
o
(ωk0 )− 2 b̂k0 eik x + b̂†k0 e−ik x |0i (B.167)
4πλ 0 ~
k
" #" #
Xn † o Xn o
−ikx ikx ik0 x0 † −ik0 x0
= h0| b̂k e + b̂k e b̂k0 e + b̂k0 e |0i (B.168)
k k0
Xn 0 0 0 0
= h0| b̂†k b̂k0 |0i e−ikx+ik x + h0| b̂†k b̂†k0 |0i e−ikx−ik x
kk0
0 0 0 0
o
+ h0| b̂k b̂k0 |0i eikx+ik x + h0| b̂k b̂†k0 |0i eikx−ik x (B.169)
Xn 0 0
= h0| b̂†k |0, . . . , 1k0 , 0, . . . i e−ikx−ik x
kk0
h i 0 0
o
+ h0| δ(k − k 0 ) + b̂†k0 b̂k |0i eikx−ik x (B.170)
Xn 0 0 0 0
= h0| 0, . . . , 1k , 1k0 , 0, . . . i e−ikx−ik x + δ (k − k) h0| 0i eikx−ik x
kk0
0 0
o
+ h0| b̂†k0 b̂k |0i eikx−ik x (B.171)
X 0 0
= eikx−ik x δ(k − k 0 ) (B.172)
kk0
X 0
= ei(x−x )k (B.173)
k
= δ(x − x0 ), (B.174)
128
"r #
4πλωk †
hx| ki = h0| φ̂ (x) b̂†k |0i (B.175)
~
"r r #
~ X 4πλωk0 n o
− 21 † −ik0 x 0
= h0| (ωk0 ) b̂k0 e + b̂k0 eik x b̂†k |0i (B.176)
4πλ 0 ~
k
" #
Xn † † 0 0
o
= h0| b̂k0 b̂k e−ik x + b̂k0 b̂†k eik x |0i (B.177)
k0
Xn 0 0
o
= h0| b̂†k0 b̂†k |0i e−ik x + h0| b̂k0 b̂†k |0i eik x (B.178)
k0
Xn 0
h i 0
o
= h0| b̂†k0 b̂†k |0i e−ik x + h0| b̂†k b̂k0 + δ(k − k 0 ) |0i eik x (B.179)
k0
Xn 0 0 0
o
= h0| b̂†k0 b̂†k |0i e−ik x + h0| b̂†k b̂k0 |0i eik x + h0| δ(k − k 0 ) |0i eik x (B.180)
k0
Xn 0 0
o
= h0| b̂†k0 |0, . . . , 1k , 0, . . . i e−ik x + δ(k − k 0 ) h0| 0i eik x (B.181)
k0
Xn 0 0
o
= h0| 0, . . . , 1k , 1k0 , 0, . . . i e−ik x + δ(k − k 0 ) h0| 0i eik x (B.182)
k0
X 0
= δ(k − k 0 )eik x (B.183)
k0
= eikx . (B.184)
Interpretación
Luego, hacemos el siguiente cambio de variables:
r µ ¶
ωk p̂~kσ
a~kσ = q̂~ + i (B.185)
2~ kσ ωk
r µ ¶
ωk p̂~kσ
a~† = q̂~ − i (B.186)
kσ 2~ kσ ωk
129
de la cual podemos finalmente obtener la relación de conmutación que tanto buscamos (la de nuestras
nuevas variables del campo EM â~kσ y â~† ) simplemente invirtiendo las ecuaciones(B.185), (B.186), y
kσ
luego reemplazandolas en (B.189). En efecto, al invertir las ecuaciones mencionadas obtenemos:
s
~ ³ ´
q̂~kσ = a~kσ + a~† (B.190)
2ωk kσ
r
~ωk ³ ´
p̂~kσ = −i a~kσ − a~† (B.191)
2 kσ
pero, si calculamos
£ ¤
q̂~kσ , q̂~k0 σ0 = 0 (B.195)
"s s #
~ ³ ´ ~ ³ ´
a~kσ + a~† , a~ 0 0 + a~† 0 0 = 0 (B.196)
2ωk kσ 2ωk0 k σ kσ
h i h i
a~kσ , a~† 0 0 = a~k0 σ0 , a~† (B.197)
kσ kσ
encontramos que:
r
i~ ωk0 n h i h io ³ ´
− − a~kσ , a~† 0 0 − a~k0 σ0 , a~† = i~δσσ0 δ (3) ~k − ~k 0 (B.201)
2 ωk kσ kσ
r h i ³ ´
ωk0
i~ a~kσ , a~† 0 0 = i~δσσ0 δ (3) ~k − ~k 0 (B.202)
ωk kσ
h i r ³ ´
ωk
†
a~kσ , a~ 0 0 = δσσ0 δ (3) ~k − ~k 0 (B.203)
kσ ωk0
Como estamos realizando la observación (midiendo) en el mismo punto del espacio de los ~k (de lo
contrario sabemos que los operadores conmutan), el resultado es no nulo solo cuando ~k = ~k 0 , por lo
tanto ωk = ωk0 y: h i ³ ´
a~kσ , a~† 0 0 = δσσ0 δ (3) ~k − ~k 0 (B.204)
kσ
130
Los otros conmutadores son obvios:
£ ¤ h i
a~kσ , a~k0 σ0 = a~† , a~† 0 0 = 0 (B.205)
kσ kσ
Z µ ¶
1 2 1 2
H = ε0 E + B dV
2 V µ0
Z Z Z " ¡ ¢ #
1X ε³0 ωk ωk0 ´ ε̂~kσ³· ε̂~k0 σ0 n on
= − 3 3
d x d k d k Nk Nk0 3 0 ´ a e i~k·~
x
− a ∗ −i~k·~
e x ~0
a~k0 σ0 eik ·~x −
2 0 + µ0 k × ε̂~kσ · ~k × ε̂k0 σ0
1 ~ 0 ~
kσ ~
kσ
σ,σ
Z Z Z " ¡ ¢ #(
1X n³ ´ ε0 ω k ωk 0 ε̂~ · ε̂~ 0 0
kσ ³ k σ ´ ³ ´o a~kσ a~k0 σ0 ei(
= − d3 x d3 k d3 k 0 Nk Nk0 ¡ ¢
2 0 + µ0 1 ~k · ~k 0 ε̂~ · ε̂~ 0 0 − ε̂~ · ~k 0 ε̂~ 0 0 · ~k
σ,σ kσ kσ kσ kσ −a~∗ a~k0 σ0 e−
kσ
" ¡ ¢ # ³
3 XZ Z a~kσ a~k0 σ0 + a~∗
= −
(2π)
d3 k d3 k 0 Nk Nk0 n³ ´ ¡ε0 ωk ωk0 ε̂¢~kσ ·³ε̂~k0 σ0 ´ ³ ´o ³ k
2 + 1 ~k · ~k 0 ε̂~ · ε̂~ 0 0 − ε̂~ · ~k 0 ε̂~ 0 0 · ~k ∗
σ,σ 0 µ0 kσ kσ kσ kσ − a~kσ a~ 0 0 +
kσ
n³ ´³ ´ ¡ ¢ ³ ´o
ε ω 2 ε̂ · ε̂ a a + a∗ a∗ − ε̂ · ε̂ a a ∗ + a∗ a
Z 0 k ~ ~ 0 ~ ~ 0
kσ ³ ~kσ −~kσ´ ~ ~ 0 ~
kσ ~kσ 0 ~kσ kσ~ 0
(2π)3 X n³ kσ − ´kσ
³ kσ −´ 0
³ kσ ´o kσ ³ ´
3 2 1 ~ ~ ~ ~
= − d kNk + µ0 k · −k ε̂~kσ · ε̂−~kσ0 − ε̂~kσ · −k ε̂−~kσ0 · k a~kσ a−~kσ0 + a~ a∗ ~ 0
∗
2 n³ ´¡ ¢ ³ ´³ ´o ³ kσ ´− kσ
σ,σ 0 ~k · ~k ε̂~ · ε̂~ 0 − ε̂~ · ~k ε̂~ 0 · ~k
− µ10 kσ kσ kσ kσ
a ~ a
kσ kσ~
∗ + a∗ a
~ ~ 0
0 kσ kσ
n ³ ´ ³ ´o
Z σ
ε0 ωk2 − (−1) a~kσ a−~kσ0 + a~∗ a∗ ~ 0 − a~kσ a~∗ 0 + a~∗ a~kσ0
(2π)3 X
= − d3 kNk2 n ³ kσ −kσ´ ³ kσ kσ ´o δσσ0
2 k2 σ ∗ a∗ ∗ + a∗ a
σ,σ 0 + µ0 (−1) a a
~kσ −~kσ 0 + a ~kσ −~kσ 0 − a a
~kσ ~kσ 0 ~kσ ~kσ 0
Z n o
(2π) (2ε0 ) X
3
= d3 kNk2 ωk2 a~kσ a~∗kσ + a~∗kσ a~kσ
2 σ
3 X Z µ ¶ n o
(2π) (2ε0 ) ~
= d3 k ωk
2
a a
~kσ ~kσ
∗
+ a ∗
a
~kσ ~kσ
2 σ ε0 (2π)3 2ωk
Z n o
~X
= d3 kωk a~∗kσ a~kσ + a~kσ a~∗kσ
2 σ
2
Otra manera alternativa, hubiese sido reemplazar directamente (??) en las expresiones (3.61) y (??). Pero la que
seguimos aqui es más didáctica.
131
donde ocupamos explı́citamente que
³ ´ ³ ´ ³ ´¡ ¢ ³ ´³ ´
~k × ε̂~ · ~k 0 × ε̂~ 0 0 = ~k · ~k 0 ε̂~ · ε̂~ 0 0 − ε̂~ · ~k 0 ε̂~ 0 0 · ~k (B.207)
kσ kσ kσ kσ kσ kσ
ω−k = ωk (B.208)
³ ´
ε̂~kσ · ~k = ε̂~kσ · −~k = 0 (B.209)
~k · ~k = k 2 (B.210)
³ ´
~k · −~k = −k 2 (B.211)
ε̂~kσ · ε̂~kσ0 = δσσ0 (B.212)
σ
ε̂~kσ · ε̂−~kσ0 = − (−1) δσσ0 (B.213)
2
k = c2 ωk2 = ε0 µ0 ωk2 (B.214)
y en especial, escogimos
s " #
~ N sm3/2
N−k = Nk = (B.215)
ε0 (2π)3 2ωk C
de manera que la energı́a nos diera de la misma forma que la de un conjunto de osciladores armónicos
tridimensionales desacoplados. Notar que esta elección para Nk también nos asegura que las dimen-
siones de las cantidades fı́sicas en juego sean las correctas.
Ası́, cada modo normal del campo electromagnético, normalizado con (B.215), se comporta como
un oscilador armónico clásico con energı́a ~ωk .
Analogamente, para el momentum lineal obtenemos3 :
Z ³ ´
P~ = ε0 E~ ×B~ dV
V
XZ Z Z n ³ ´o n
~ ~
on
~0 ~0
o
= −ε0 d x d k d3 k 0 Nk Nk0 ωk ε̂~kσ × ~k 0 × ε̂~k0 σ0
3 3
a~kσ eik·~x − a~∗kσ e−ik·~x a~k0 σ0 eik ·~x − a~∗k0 σ0 e−ik ·~x
σ,σ 0
(
XZ Z Z n ¡ ¢ ³ ´o ~ ~0
a~kσ a~k0 σ0 ei(k−(−k ))·~x − a~kσ a~∗ 0 0
= −ε0 3
d x d k 3
d3 k 0 Nk Nk0 ωk ~k 0 ε̂~kσ · ε̂~k0 σ0 − ε̂~k0 σ0 ε̂~kσ · ~k 0 −i(~k−~k0 )·~x
kσ
σ,σ 0
∗
−a~ a~k0 σ0 e + a~ a~ 0 0 e−
∗ ∗
kσ
³ ´ kσ³ k σ ³
X Z Z n ¡ ³ ´o a~ a~ 0 0 + a a ∗ ∗ (3) ~
3 ~
¢
~ kσ kσ ~kσ ~k0 σ 0 δ k− −
= − (2π) ε0 3 3 0 0
d k d k Nk Nk0 ωk k ε̂~kσ · ε̂~k0 σ0 − ε̂~k0 σ0 ε̂~kσ · k 0 ³ ´ ³
− a∗ a~ 0 0 + a~ a∗ δ (3) ~k−
σ,σ 0 ~kσ k σ kσ ~k0 σ 0
³ ´³ ´
XZ ε̂~ · ε̂ ~ 0 a~ a ~ 0 + a∗ a∗
kσ −kσ kσ −kσ ~kσ −~kσ 0
= (2π)3 ε0 d3 kNk2 ωk~k ¡ ¢ ³ ´
+ ε̂~ · ε̂~ 0 a∗ a~ 0 + a~ a∗
σ,σ 0 kσ kσ ~kσ kσ kσ ~kσ 0
XZ µ ¶ n ³ ´ o
3 3 ~ ~k − (−1)σ a~ a ~ 0 + a∗ a∗ ∗ ∗
= (2π) ε0 d k ωk ~ ~ + a~ a~ 0 + a ~ a~ δσσ0
ε0 (2π)3 2ωk kσ −kσ kσ kσ kσ kσ
kσ −kσ 0 0
σ,σ 0
Z n o Z n o
~X X
= d3 k~k a~kσ a~∗kσ + a~∗kσ a~kσ − 2πε0 (−1)σ d3 kNk2 ωk~k a~kσ a−~kσ + a~∗kσ a∗−~kσ
2 σ σ
3
Nuevamente ocupamos las relaciones (B.207)-(B.215).
132
pero analizemos un poco mejor la primera integral del segundo término:
Z
R
d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ = d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ (B.223)
Z ∞
= d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ (B.224)
−∞
Z 0 Z ∞
= d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ + d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ (B.225)
−∞ 0
Z 0 Z −∞ ³ ´
= d 3
kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ + d3 (−k)N−k
2
ω−k −~k a(B.226)
a
−~kσ ~kσ
−∞ 0
Z 0 Z −∞
= d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ + d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ (B.227)
−∞ 0
Z 0 Z 0
= d 3
kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ − d3 kNk2 ωk~ka~kσ a−~kσ (B.228)
−∞ −∞
= 0 (B.229)
R
y análogamente sucede con la segunda integral: d3 kNk2 ωk~ka~∗ a∗ ~
del segundo término. Por lo tanto,
kσ −kσ
el momentum lineal del campo electromagnético es:
Z n o
~X
~
P = d3 k~k a~kσ a~∗kσ + a~∗kσ a~kσ (B.230)
2 σ
que siguiendo con la analogı́a del sistema de osciladores armónicos tridimensionales desacoplados, tiene
la misma forma matemática.
Finalmente, gracias a las relaciones de conmutación encontradas, podemos modificar la forma de
los operadores Hamiltoniano y momentum lineal, de modo que nos sean más útiles en los futuros
cálculos. Entonces:
Z n o
~X
Ĥ = d3 kωk â~† â~kσ + â~kσ â~†
2 σ kσ kσ
Z n h i o
~X
= d3 kωk â~† â~kσ + â~kσ , â~† + â~† â~kσ
2 σ kσ kσ kσ
X Z ½ ¾
1
= ~ d3 kωk â~† â~kσ + δ (3) (0) (B.231)
σ
kσ 2
y de (B.230):
Z n o
→
− ~X
P̂ = d3 k~k â~† â~kσ + â~kσ â~†
2 σ kσ kσ
Z n h i o
~X
= d3 k~k â~† â~kσ + â~kσ , â~† + â~† â~kσ
2 σ kσ kσ kσ
XZ ~ X Z∞
= ~ d k~kâ~† â~kσ + δ (3) (0)
3
d3 k~k
σ
kσ 2 σ −∞
XZ
= ~ d3 k~kâ~† â~kσ (B.232)
kσ
σ
ya que la segunda integral del lado derecho se anula por que el integrando es una función impar
integrada sobre un intervalo simétrico.
133
B.4.1. Estados de Glauber: Estados Coherentes del Campo Electromagnético.
Sabemos que el operador campo eléctrico está determinado por:
s
−
→ ~ XZ n o
3 1
i~k·~
x † −i~k·~
x
Ê = i d k (ωk ) 2 ε̌
~kσ â~kσ (t)e − â~kσ (t)e (B.233)
2ε0 (2π)3 σ
Generalmente el campo¯ electromagnético contiene ® muchos fotones, y está caracterizado por el es-
tado cuántico de n-fotónes ¯. . . , n~kσ , . . . , n~k0 σ0 , . . . . Si sólamente están presentes ¯ los® fotones
¯ correspon- ®
¯ ¯
dientes al modo k y polarización σ, sabemos que el estado cuántico queda como n~kσ = 011 , 012 , . . . , n~kσ , 0~kσ0 , . . . .
−
→
Para determinar el valor ¯clásico del campo ~ calculamos el valor de expectación del operdaor Ê en
E,
®
el estado de polarización ¯n~kσ . En efecto:
"s #
¯−→¯ ® ¯ ~ XZ 1
n
~ ~
o ¯ ®
n~kσ ¯ Ê ¯n~kσ = n~kσ ¯ i 3 d3 k (ωk ) 2 ε̌~kσ â~kσ (t) eik·~x − â~† (t) e−ik·~x ¯n~kσ (B.234)
2ε0 (2π) σ kσ
s
~ XZ 1
n ¯ ¯ ® i~k·~x ¯ † ¯ ® −i~k·~x o
= i d 3
k (ω k ) 2 ε̌
~kσ n ¯ â
~kσ ~kσ
¯n ~kσ e − n ¯ â
~kσ ~kσ
¯ n~kσ e (B.235)
2ε0 (2π)3 σ
s
~ XZ 1
n
√ ¯ ® i~k·~x q ¯ ® −i~k·~x o
= i d 3
k (ω k ) 2 ε̌
~kσ n ~kσ n~kσ
¯ n~kσ − 1 e − n~kσ + 1 n~kσ
¯ n~kσ + 1 e(B.236)
2ε0 (2π)3 σ
= 0 (B.237)
©¯ ®ª
debido a la ortogonalidad de los estados ¯n~kσ . Por otro lado, el valor esperado de la densidad de
energı́a del campo E ~ está dado por:
"s #" s
ε0 ¯−→ → − ¯ ® ε 0 ¯ ~ XZ 1
n
~ † ~
o ~
n~kσ ¯ Ê · Ê † ¯n~kσ = n~kσ ¯ i 3 d3 kε̂~kσ (ωk ) 2 â~kσ (t)eik·~x − â~ (t)e−ik·~x −i
2V 2V 2ε0 (2π) σ kσ 2ε0 (2π
¯ ¯ ® ~ ~
~ XXZ Z
1 1 ¡ ¢ n~kσ ¯ â~kσ â~† 0 0 ¯n~kσ ei(k−k
3 3 0 k σ
= d k d k (ωk ) 2 (ωk0 ) 2 ε̂~kσ · ε̂~k0 σ0 ¯ ¯ ®
4V (2π)3 σ σ0 − n~ ¯ ↠↠¯n~ e−i(~k−
kσ ~kσ ~k0 σ 0 kσ
¯ ¯
X X Z Z h ³ ´i ¯ â~ ↠¯n~
~ 1 1 n ~
= d3 k d3 k 0 (ωk ) 2 (ωk0 ) 2 δσσ0 δ (3) ~k − ~k 0 kσ¯ kσ k σ ¯ kσ®
~0 0
4V (2π)3 σ σ0 − n~ ¯ ↠↠¯n~
kσ ~kσ ~k0 σ 0 kσ
Z ( ¯ ¯ ® ¯ ¯ ® ~
)
~ X
3
n~kσ ¯ â~kσ â~† ¯n~kσ − n~kσ ¯ â~kσ â~kσ ¯n~kσ ei2k·~x
= d kω ¯ kσ ¯ ® ¯ ¯ ®
k ~
4V (2π)3 σ − n~kσ ¯ â~† â~† ¯n~kσ e−i2k·~x + n~kσ ¯ â~† â~kσ ¯n~kσ
kσ kσ kσ
Z ( p ¯ ¯ ® √ ¯ ¯ ®
~ X n ~ + 1 n~
¯ â~
¯ n~ + 1 − n ~ n ~
¯ â~ ¯n~ − 1 ei2
3 kσ kσ ¯ kσ ¯ kσ kσ kσ kσ kσ
¯ ¯
= d kωk p ® ~ √
4V (2π)3 σ − n~kσ + 1 n~kσ ¯ â~† ¯n~kσ + 1 e−i2k·~x + n~kσ n~kσ ¯ â~† ¯n~kσ −
kσ kσ
¡ ¢ ¯ ® q ¡ ¢ ¯ ®
X Z n + 1 n ¯ n~ − n~ n~ − 1 n~ ¯ n~ − 2 ei2~k·~x
~ ~ ~
= d3 kωk qkσ kσ kσ kσ
¯
kσ kσ kσ
¯
4V (2π)3 σ − ¡n + 1¢ ¡n + 2¢ n ¯ n + 2® e−i2~k·~x + n n ¯ n
~kσ ~kσ ~kσ ~kσ ~kσ ~kσ ~kσ
X Z ½ ¾
~ 1
= 3 d3 kωk n~kσ +
2V (2π) σ 2
Estos son resultados sorpresivos ya que el valor esperado del campo eléctrico en un estado de n
fotones es nulo, mientras que la densidad de energı́a es, como era de esperar, igual a la mitad de n
134
fotones cada uno con energı́a ~ωk por unidad de volumen. La otra mitad proviene de la contribución
del campo magnético: 2µ1 0 B 2 . La única manera de entender esto es que los n fotones del campo poseen
fases y que ellas están distribuidas estadı́sticamente, de manera que el promedio sobre las fases del
valor esperado de E ~ se anule. En la construcción de la densidad de energı́a, las fases quedan fuera: la
densidad de energı́a es, en cada punto del espacio-tiempo, un número real y positivo.
Fué Glauber el que resolvió el problema introduciendo nuevos estados del campo electromagnético,
−
→
para los cuales el valor de expectación del operador Ê coincide con el campo eléctrico clásico E. ~ El
precio que se paga es que se introduce una incerteza absoluta en el número de fotones que tiene el
campo, pero esto nos permite definir la fase del campo de manera mas precisa.
Los estados de Glauber, o llamados también estados coherentes, se escogen como los estados base
del operador â~kσ :
¯ ® ¯ ®
â~kσ ¯c~kσ = c~kσ ¯c~kσ (B.245)
¯ ® ¯ ®
donde ¯c~kσ = ¯011 , 012 , . . . , c~kσ , 0~kσ0 , . . . , o sea, el estado de â~kσ donde sólo el eigenvalor de â~kσ no
es nulo.
Estos estados, los podemos escribir ¯ ® en la base de estados del operador número para un modo y
una polorización en particular4 : ¯n~kσ , de la siguiente manera:
∞
X
¯ ® ¯ ® ¯ ¯ ®
¯c~ = ¯n~ n~kσ ¯ ¯c~kσ
kσ kσ
n~kσ =0
∞
X ¯ ®
= cn~ ¯n~kσ (B.246)
kσ
n~kσ =0
donde cn~ son los coeficientes de la expansión, y que todavı́a hay que determinarlos. Para eso, exigimos
kσ
que los coeficientes satisfagan (B.245), es decir:
¯ ® P ¯ ®
â~kσ ¯c~kσ = ∞
n~ =0 cn~kσ â~kσ
¯n~
kσ
(B.247)
kσ
∞
X ¯ ®
= c0 â~kσ |0i + cn~ â~kσ ¯n~kσ
kσ
n~kσ =0
∞
X ¯ ®
= cn~ â~kσ ¯n~kσ
kσ
n~kσ =0
∞
X √ ¯ ®
= cn~ n~kσ ¯n~kσ − 1
kσ
n~kσ =0
¯ ®
ya que â~kσ |0i = 0. Tener en cuenta que en el término que quedó, sólo estan presentes los estados ¯n~kσ
distintos al del vacı́o, es decir, para n~kσ = 1, 2, . . .
Ahora, cambiando n~kσ − 1 → n~kσ de manera que esté presente nuevamente el estado del vacı́o:
¯ ® ∞
X q ¯ ®
â~kσ ¯c~kσ = cn~ +1 n~kσ + 1 ¯n~kσ (B.248)
kσ
n~kσ =0
4
Sólo cambia el número de fotones presentes en ese modo y polarización escogiga.
135
e igualando con (B.245), obtenemos:
¯ ® ∞
X q ¯ ®
c~kσ ¯c~kσ = cn~ +1 n~kσ + 1 ¯n~kσ (B.249)
kσ
n~kσ =0
¯ ®
pero ¯c~kσ está dado por (B.246), entonces:
∞
X ¯ ® ∞
X q ¯ ®
c~kσ cn~ ¯n~kσ = cn~ +1 n~kσ + 1 ¯n~kσ (B.250)
kσ kσ
n~kσ =0 n~kσ =0
136
Elegimos
2
−
|c~kσ |
c0 = e 2 (B.263)
por lo tanto:
2 ∞ ¡ ¢n~
¯ ® |c~ | X c~kσ kσ ¯ ®
¯c~ = e− kσ2 p ¯n~ (B.264)
kσ n~kσ ! kσ
n~kσ =0
De la expansión en estados
¯ de
® número de fotones para un modo y polarización determinada, vemos
claramente que los estados ¯c~kσ no tienen un número definido de fotones.
³ ´m~ ¡ ¢
kσ n
¯ ¯ ® 2
∞
X c~∗ c~kσ ~kσ ¯ ¯ ®
−|c~kσ | kσ
c~kσ ¯ â~kσ ¯c~kσ = e p m~kσ ¯ â~kσ ¯n~kσ (B.265)
n~kσ ,m~kσ =0
m~kσ !n~kσ !
³ ´m~ ¡ ¢
kσ n
2 X∞ c~∗ c~kσ ~kσ √ ¯ ®
−|c~kσ | kσ
= e p n~kσ m~kσ ¯ n~kσ − 1 (B.266)
n~kσ ,m~kσ =0
m~kσ !n~kσ !
³ ´m~ ¡ ¢
kσ n
2 X∞ c~∗ c~kσ ~kσ √
−|c~kσ | kσ
= e p n~kσ δm~kσ ,n~kσ −1 (B.267)
n~kσ ,m~kσ =0
m~kσ !n~kσ !
³ ´m~ ¡ ¢
kσ m +1
2 X
∞ c~∗ c~kσ ~kσ q
−|c~kσ | kσ
= e q ¡ ¢ m~kσ + 1 (B.268)
m~kσ =0 m~kσ ! m~kσ + 1 !
³ ´m~ ¡ ¢
kσ m
2 X
∞ c~∗ c~kσ ~kσ q
−|c~kσ | kσ
= c~kσ e q ¡ ¢ m~kσ + 1 (B.269)
m~kσ =0 m~kσ !m~kσ ! m~kσ + 1
³¯ ¯ ´m~
2 X
∞ ¯c~ ¯2 kσ
−|c~kσ | kσ
= c~kσ e (B.270)
m~kσ !
m~kσ =0
2 2
= c~kσ e−|c~kσ | e|c~kσ | (B.271)
= c~kσ (B.272)
137
mientras que para â~† se tiene:
kσ
³ ´m~ ¡ ¢
kσ n
¯ † ¯ ® 2
∞
X c~∗ c~kσ ~kσ ¯ ¯ ®
−|c~kσ | kσ
c~kσ ¯ â~ ¯c~kσ = e p m~kσ ¯ â~† ¯n~kσ (B.273)
kσ
n~kσ ,m~kσ =0
m~kσ !n~kσ ! kσ
³ ´m~ ¡ ¢
kσ n
2 X∞ c~∗ c~kσ ~kσ q ¯ ®
−|c~kσ | kσ
= e p n~kσ + 1 m~kσ ¯ n~kσ + 1 (B.274)
n~kσ ,m~kσ =0
m~kσ !n~kσ !
³ ´m~ ¡ ¢
kσ n
2 X∞ c~∗ c~kσ ~kσ q
e−|c~kσ |
kσ
= p n~kσ + 1δm~kσ ,n~kσ +1 (B.275)
n~kσ ,m~kσ =0
m~kσ !n~kσ !
³ ´n~ +1 ¡ ¢
kσ n
2 X
∞ c~∗ c~kσ ~kσ q
−|c~kσ | kσ
= e q¡ ¢ n~kσ + 1 (B.276)
n~kσ =0 n~kσ + 1 !n~kσ !
³ ´n~ ¡ ¢
kσ n
2 X
∞ c~∗ c~kσ ~kσ q
∗ −|c~kσ | kσ
= c~kσ e q ¡ ¢ n~kσ + 1 (B.277)
n~kσ =0 n ~kσ ! n ~kσ + 1 n~kσ !
³¯ ¯ ´n~
2 X
∞ ¯c~ ¯2 kσ
∗ −|c~kσ | kσ
= c~kσ e (B.278)
n~kσ !
n~kσ =0
2 2
= c~∗kσ e−|c~kσ | e|c~kσ | (B.279)
= c~∗kσ (B.280)
Ahora, si calculamos el valor esperado de un modo del campo E ~ con polarización fijada en el estado
de Glauber respectivo, obtenemos el resultado esperado:
"s ½
¯− →¯ ® ¯ ~ XZ 1 ³ ´ ³ ´
¯ ¯
c~kσ Ê c~kσ = c~kσ i ¯ d 3
k (ω k )
1
2 ε̌~ a ~ 0 0 δ σσ 0δ
(3) ~
k − ~k 0 ei~k·~x − 1 a~ 0 0 δσσ0 δ (3) ~k − ~k 0
2ε0 (2π)3 σ kσ V kσ V kσ
" s #
¯ i ~ωk n o ¯ ®
i~k·~ −i~k·~
= c~kσ ¯ ε̌ ~ a~ e x
− a ~kσ e x ¯c~
V 2ε0 (2π)3 kσ kσ kσ
s
i ~ωk n ¯ ¯ ® i~k·~x ¯ † ¯ ® −i~k·~x o
= ε̌~ c ¯ â
~kσ ~kσ c~kσ e
¯ − c~kσ ¯ â~ ¯c~kσ e
V 2ε0 (2π)3 kσ kσ
s
2 ~ωk c~ ei~k·~x − c∗ e−i~k·~x ¯ ¯
kσ ~kσ
= − 3 ε̌~kσ , c~kσ = ¯c~kσ ¯ eiθ~kσ
V 2ε0 (2π) 2i
s ( ~ ~
)
2 ¯¯ ¯¯ ~ωk ei(k·~x+θ~kσ ) − e−i(k·~x+θ~kσ )
= − c~ ε̌~
V kσ 2ε0 (2π)3 kσ 2i
s
2 ¯ ¯ ~ωk n o
= − ¯c~kσ ¯ ε̌~ sin ~k · ~x + θ~
V 2ε0 (2π)3 kσ kσ
Esta es la forma de una onda electromagnética clásica, cuya amplitud es dada por |c~kσ | y cuya fase
es determinada por la fase de c~kσ = |c~kσ |eiθ~kσ .
138
¯ ®
Definimos5 la indeterminación del número de fotones en el estado coherente ¯c~kσ , para un modo
y una polarización especı́fica, por:
r
¯³ D E´2 ¯ ®
∆n~kσ = c~kσ ¯ N̂~kσ − N̂~kσ ¯c~
kσ
(B.288)
s µ
¯ D E D E2 ¶ ¯ ®
= ¯ 2
c~kσ N̂~ − 2N̂~kσ N̂~kσ − N̂~kσ ¯c~ (B.289)
kσ kσ
r
¯ ¯ ® ¯ ¯ ®D E D E2 ¯ ®
= c~kσ ¯ N̂~2 ¯c~kσ − 2 c~kσ ¯ N̂~kσ ¯c~kσ N̂~kσ − N̂~kσ c~kσ ¯ c~kσ (B.290)
kσ
rD E D ED E D E2
= N̂~2 − 2 N̂~kσ N̂~kσ − N̂~kσ (B.291)
kσ
rD E D E2 D E2
= N̂~2 − 2 N̂~kσ − N̂~kσ (B.292)
kσ
rD E D E2
= N̂~2 − N̂~kσ (B.293)
kσ
donde:
D E ¯ ¯ ®
N̂~kσ = c~kσ ¯ N̂~kσ ¯c~kσ (B.294)
¯ † ¯ ®
= c~kσ ¯ â~ â~kσ ¯c~kσ (B.295)
³ ¯ kσ ´ ³ ¯ ®´
= c~kσ ¯ â~† â~kσ ¯c~kσ (B.296)
kσ
³ ¯ ®´† ³ ¯ ®´
= â~kσ ¯c~kσ â~kσ ¯c~kσ (B.297)
³ ¯ ®´† ³ ¯ ®´
= c~kσ ¯c~kσ c~kσ ¯c~kσ (B.298)
³ ¯ ´ ³ ¯ ®´
= c~kσ ¯ c~∗ c~kσ ¯c~kσ (B.299)
kσ
¯ ®
= c~∗ c~kσ c~kσ ¯ c~kσ (B.300)
kσ
= |c~kσ |2 (B.301)
Por otro lado:
D E ¯ ¯ ®
N̂~2 = c~kσ ¯ N̂~2 ¯c~kσ (B.302)
kσ kσ
¯ † † ¯ ®
= c~kσ â~ â~ â~kσ â~kσ ¯c~kσ
¯ (B.303)
kσ kσ
¯ ³ ´ ¯ ®
= c~kσ ¯ â~† â~† â~kσ + [â~kσ , â~† ] â~kσ ¯c~kσ (B.304)
kσ kσ kσ
¯ † ³ † ´ ¯ ®
= c~kσ ¯ â~ â~ â~kσ + 1 â~kσ ¯c~kσ (B.305)
kσ kσ
³ ¯ ´³ ¯ ®´ ³ ¯ ´³ ¯ ®´
= c~kσ ¯ â~ â~
† †
â~kσ â~kσ ¯c~kσ + c~kσ ¯ â~† â~kσ ¯c~kσ (B.306)
kσ kσ kσ
¯ ® ¯ ®
= c~∗ c~∗ c~kσ c~kσ c~kσ ¯ c~kσ + c~∗ c~kσ c~kσ ¯ c~kσ (B.307)
kσ kσ kσ
139
por lo tanto:
rD E D E2
∆n~kσ = N̂~2 − N̂~kσ (B.309)
kσ
q
= |c~kσ |4 + |c~kσ |2 − |c~kσ |4 (B.310)
= |c~kσ | (B.311)
rD E
= N̂~kσ (B.312)
∆n~ |c~kσ |
D kσE = (B.313)
N̂~kσ |c~kσ |2
1
= (B.314)
|c~kσ |
la que se hace pequeña a medida que el promedio del número de fotones aumenta en los estados de
Glauber. Entonces, para estados coherentes con muchos fotones presentes, el campo eléctrico cuántico
se comporta como el campo clásico. Los estados coherentes son estados con indeterminación mı́nima,
donde es válido el signo de la igualdad en la relación de incertidumbre de Heisenberg.
140
Apéndice C
Las ecuaciones de Maxwell en el vacı́o adoptan, en este sistema de unidades, la siguiente forma:
1 ~ ~
~ ·E
²0 ∇ ~ = ρ, ~ − ²0 ∂ E = J,
∇×B ~ (C.1)
µ0 ∂t
~
∇ ~ + ∂ B = 0,
~ ×E ~ ·B
∇ ~ = 0. (C.2)
∂t
~
E ~ − ∂A ,
~ = −∇φ ~ =∇
B ~ × A.
~ (C.3)
∂t
³ ´
F~ = q E~ + ~v × B
~ (C.4)
1
c2 = . (C.5)
µ0 ²0
141
En este sistema, las unidades de las diferentes cantidades son:
h i N V
~
E = = , (C.6)
C m
Ns2
[µ0 ] = , (C.7)
C2
h i Ns kg
~
B = = , (C.8)
Cm Cs
C
[²0 ] = , (C.9)
mV
h i N
~ =
A , (C.10)
A
[F ] = N, (C.11)
[φ] = V, (C.12)
m
[c] = (C.13)
s
~
~ ·E
∇ ~ = 4πρ, ∇ ~ − 1 ∂ E = 4π J,
~ ×B ~ (C.14)
c ∂t c
~
~ ×E
∇ ~ + ∂ B = 0, ~ ·B
∇ ~ = 0. (C.15)
∂t
Por otro lado, los potenciales son definidos de modo que
~
E ~ − 1 ∂A ,
~ = −∇φ ~ =∇
B ~ × A.
~ (C.16)
c ∂t
La expresión para la fuerza de Lorentz sobre una carga q es:
µ ¶
F~ = q E~ + ~v × B
~ . (C.17)
c
142