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EL ARBITRAJE

Arbitraje consiste en una institución con individualidad única, pero compleja y está
integrado por varias partes que conforman un todo, siendo la cláusula
compromisoria, el compromiso, el nombramiento de los árbitros o arbitradores; el
procedimiento arbitral y el laudo de importancia para el mismo.

1. DEFINICION:

El autor Julio Benetti indica el significado etimológico del arbitraje:


“Etimológicamente arbitraje proviene del latín arbiter-itri, que significa el que puede
decidir o hacer una cosa sin dependencia de otros”.

El proceso arbitral consiste en un procedimiento sui géneris, mediante el cual, por


expresa voluntad de las partes, se difiere la solución de conflictos privados
transigibles a un cuerpo igualmente colegiado integrado por árbitros, los que
transitoriamente quedan investidos de jurisdicción para proferir un laudo con la
misma categoría jurídica y los mismos efectos de una sentencia judicial.

El arbitraje, es la solución de conflictos por medio de un tribunal compuesto por


particulares, quienes no tienen la investidura de jueces ni ninguna otra de carácter
oficial, aunque adquieren la primera para efectos de adelantar y fallar el proceso
que se someta a su jurisdicción, desplazando naturalmente a los jueces formales y
ordinarios en el conocimiento de dicha cuestión, los cuales, sin embargo;
conservan jurisdicción y competencia para actuar en otros conflictos distintos de
aquellos que en cada caso se llevan a la justicia arbitral.

Alfonso Calvo define el arbitraje al indicar que en el mismo las partes concurren de
común acuerdo o bien a través de un mandato que estipula el legislador: “Arbitraje
es aquel al que las partes concurren de común acuerdo o por mandato del
legislador y que se verifica ante tribunales especiales, distintos de los establecidos
permanentemente por el Estado, elegidos por los propios interesados o por la
autoridad judicial en subsidio o por un tercero en determinadas ocasiones”.
1
El arbitraje consiste en una jurisdicción que la voluntad de las partes o la ley da a
simples particulares para pronunciarse sobre una o más controversias siempre
que no sean de aquellas que por su naturaleza no puedan someterse al
compromiso.

El arbitraje es un método o técnica por la cual se trata de resolver


extrajudicialmente las diferencias que intercedan en las relaciones entre dos o
más partes, a cuyo fin se acuerda la intervención de un tercero o del tribunal para
que los resuelva.

Jorge Gil Echeverría define el arbitraje e indica que el mismo consiste en un juicio
de conocimiento que deriva de una relación jurídica contractual: “Arbitraje es un
juicio de conocimiento, derivado de una relación jurídica contractual mediante el
cual, cuando hay controversias, entre dos o más personas, empresas o estados,
éstos recurren a personas no vinculadas con el poder judicial sino a particulares, o
a una institución para que los designe, a las que reconocen autoridad y prestigio, a
fin de que después de apreciar los argumentos pruebas y alegatos de las partes
emitan un veredicto conviniendo previamente y en forma libre, a acatar el fallo, con
características y efectos idénticos a una sentencia judicial denominada laudo
arbitral”.

Todas las definiciones anotadas tienen en común que consideran el arbitraje


como una derogación de la jurisdicción hecha por particulares para que los litigios
se tramiten ante tribunales particulares establecidos en forma determinada por la
ley guatemalteca.

LOS PRINCIPIOS QUE REGULAN EL ARBITRAJE SON:

 Voluntariedad: las partes se someten voluntariamente a la decisión de un


tercero.

 Igualdad: las partes deben ser tratadas por igual, con los mismos derechos
y obligaciones.
1
 Audiencia: las partes tiene derecho a exponer sus razonamientos, ya sea
por escrito o de manera presencial.

 Contradicción: las partes, en concreto el demandado, tiene derecho a saber


de qué se le acusa.

 Libertad de configuración del Proceso Arbitral: las partes pueden determinar


el proceso, incluso una vez éste ya haya comenzado, si están de acuerdo.

 Confidencialidad: ni las partes, ni el árbitro, ni la corte (si la hubiere) pueden


hacer público lo que conozcan durante el arbitraje, ni el laudo final. Salvo
acuerdo de las partes.

1.2 ÁMBITO DE APLICACIÓN

La Ley de Arbitraje Decreto 67-95 del Congreso de la República de Guatemala,


regula en el Artículo 1: “La presente ley se aplicará al arbitraje nacional y al
internacional, cuando el lugar del arbitraje se encuentre en el territorio nacional,
sin perjuicio de cualquier tratado multilateral o bilateral vigente del cual Guatemala
sea parte. Las normas contenidas en los Artículos 11, 12, 45, 46, 47 y 48 de la
presente ley, se aplicarán aún cuando el lugar del arbitraje se encuentre fuera del
territorio nacional”.

1.3 CLASIFICACIÓN DEL ARBITRAJE

A. ARBITRAJE NACIONAL E INTERNACIONAL


La ley de Arbitraje, Decreto número 67-95 del Congreso de la República de
Guatemala en su Artículo número 1 numeral primero regula:
“La presente ley se aplicará al arbitraje nacional y al internacional, cuando el lugar
del arbitraje se encuentre en el territorio nacional, sin perjuicio de cualquier tratado
multilateral o bilateral vigente del cual Guatemala sea parte”.
1
La disposición anteriormente anotada permite distinguir cuando nos encontramos
frente al arbitraje nacional y cuándo nos encontramos frente al internacional,
debido a que en dicha normativa se fija el ámbito de aplicación.
La ley guatemalteca no cuenta con una definición relativa al arbitraje nacional y a
ella se debe llegar por exclusión, y el arbitraje internacional si puede encontrarse
delimitado, y es regulado por el Artículo número 2 de la ley de Arbitraje, Decreto
número 67-95 del Congreso de la República de Guatemala:

“Arbitraje internacional
1. Un arbitraje es internacional, cuando:
a) Las partes en un acuerdo de arbitraje tienen, al momento de su celebración, sus
domicilios en estados diferentes, o
b) Uno de los lugares está situado fuera del estado en el que las partes tienen sus
domicilios;
i El lugar del arbitraje, si éste se ha determinado en el acuerdo de arbitraje o con
arreglo de acuerdo de arbitraje.
ii El lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la
relación comercial o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga una relación más
estrecha; o
c. Las partes han convenido expresamente en que la cuestión objeto del acuerdo
de arbitraje está relacionada con más de un Estado.
1. Para los efectos del numeral 1) de este Artículo, se entenderá que:
a. Si alguna de las partes tiene más de un domicilio, el domicilio será el que
guarde una relación más estrecha con el acuerdo de arbitraje.
b. Si una parte no tiene ningún domicilio o residencia habitual, se considerará
domiciliada en el lugar donde se encuentre”.
Las dos disposiciones normativas anteriormente anotadas tienen coincidencia con
lo regulado en los Artículos número 34 y 35 de la legislación civil vigente en
nuestra sociedad guatemalteca.
El Código Civil, Decreto ley número 106 del Congreso de la República de
1
Guatemala, en su Artículo número 34 regula:
“Si una persona vive alternativamente o tiene ocupaciones habituales en varios
lugares, se considera domiciliada en cualquiera de ellos; pero si se trata de actos
que tienen relación especial con un lugar determinado, éste será el domicilio de la
persona”.
El Artículo número 35, del Código Civil, Decreto ley número 106 del Congreso de
la República de Guatemala regula:
“La persona que no tiene residencia habitual se considera domiciliada en el lugar
donde su encuentra”.
De conformidad con los criterios generales y las normas de aplicación extendida
en materia societaria, se tiene por extranjera la sociedad constituida en el
extranjero que cuente con su domicilio en dicho país.
Distintas son las consecuencias que surgen cuando existe un arbitraje calificado
como internacional:
a) Si bien es cierto que es aplicable el Decreto 67-95 de la ley de Arbitraje, de
conformidad con el Artículo número 1, ello debe ser sin perjuicio de los tratados
bilaterales o multilaterales que se encuentren vigentes en nuestro país. En dicho
orden de ideas, los tratados cuentan con autoridad para regular la materia en los
casos en los cuales las normas locales no tienen ningún sentido.
b) El arbitraje se realizará en el idioma en el cual convengan las partes y en
aquellos casos en los cuales no haya sido determinado por el Tribunal.
c) En la ley procedimental y en la ley de fondo, la selección de las partes contará
con prelación por sobre la aplicación de la normativa local, salvo en aquellos
eventos en los cuales se extiendan sus efectos más allá del territorio nacional.
“Por lo demás, el Arbitraje Nacional, que sería aquel que por cualquiera de los
extremos vistos no puede clasificar como Internacional, está sujeto al
ordenamiento sustantivo y procedimental del país y no le serían aplicables las
disposiciones de derecho internacional o los tratados o demás instrumentos que
en materia arbitral ha ratificado Guatemala”.
“En general, en el Arbitraje Interno todos los elementos se producen dentro del
mismo Estado y, por ello, la ley que los rige es la de aquel en donde dichos
1
elementos se presentan. El arbitraje interno, visto así, se presenta, como una
alternativa a la jurisdicción del Estado”.

B. ARBITRAJE EN DERECHO Y EQUIDAD


El arbitraje en derecho consiste en que los árbitros están obligados a tomar
decisiones en base a las normas de derecho y, en el de equidad los mismos no
tienen la obligación de fallar acorde a las disposiciones normativas.
También son las partes quienes deben escoger en relación a la clase de arbitraje
que se trate, pudiendo ser el mismo en derecho o en equidad. Cuando no existe
una determinación legal específica el arbitraje será en derecho.
No hay diferenciación alguna entre el arbitraje de equidad y el de derecho en lo
relativo a la regulación a la cual se encuentran sometidos. Es claro y determinante
que la diferenciación de fondo entre ambas clases de arbitraje es la forma en la
cual los árbitros se apoyan para proferir el laudo. Nuestro derecho en la sociedad
guatemalteca continúa actualmente dentro de la tendencia de tener como norma
supletoria al derecho y no la equidad.

C. ARBITRAJE INSTITUCIONAL Y AD-HOC

El arbitraje independiente es cualquier procedimiento arbitral existente que se lleva


a cabo frente a una Institución Arbitral con carácter permanente en nuestra
sociedad guatemalteca.
El arbitraje institucional es aquel procedimiento arbitral que se realiza frente a una
Institución Arbitral permanente, o sea, una institución que se encuentra reconocida
legalmente y a la que las partes le pueden encargar de manera libre, acorde a las
normas y reglamentos, la debida administración arbitral y la designación de cada
árbitro.
Para poder claramente distinguir el arbitraje institucional del arbitraje ad-hoc, se
debe buscar en cada uno de los mismos:1
- Cuando el procedimiento es llevado a cabo o no frente a una Institución Arbitral
permanente. O sea, si la institución que se encuentra establecida tiene carácter
temporal, nos encontramos entonces ante un procedimiento ad-hoc y no frente a
un arbitraje institucional en lo que a términos legales corresponde.
- Después de observada la institución, es fundamental que la misma se encuentre
reconocida legalmente, acorde a los parámetros legales. Debido a que dentro de
la misma ley no contamos con un trámite especial para ello y tampoco se le ha
encomendado a una entidad estatal en particular dicho reconocimiento.

“Pareciera ser un binomio inseparable para efectos de catalogar el arbitraje como


institucional, el someterse no sólo a los reglamentos o normas pertinentes en
cuanto al procedimiento arbitral en sí mismo sino también al centro de la facultad
para la designación de los árbitros”.

D. ARBITRAJE VOLUNTARIO Y FORZOSO

El arbitraje voluntario consiste en aquel que se realiza en ejercicio de la voluntad


de las partes y el arbitraje forzoso es aquel al cual se acude mediante la existencia
de una disposición legal imperativa.
Al arbitraje se llega mediante la vía del acuerdo y para los efectos legales el
mismo es aquel mediante el cual las partes deciden someter a arbitraje las
controversias que hayan surgido o bien que puedan surgir entre las mismas en
relación a una relación jurídica determinada, la cual puede ser contractual o no
contractual. Es claro que nos encontramos frente a un arbitraje de carácter
voluntario en cuanto media la determinación de las partes.

1.4 MATERIA OBJETO DE ARBITRAJE:

1) La presente ley se aplicará en todos aquellos casos en que la controversia


verse sobre materias en que las partes
1 tengan libre disposición conforme a
derecho.
2) También se aplicará la presente ley a todos aquellos otros casos en que, por
disposición de otras leyes, se permita el procedimiento arbitral, siempre que el
acuerdo arbitral sea válido conforme esta ley.
3) No podrán ser objeto de arbitraje:
a) Las cuestiones sobre las que haya recaído resolución judicial firme, salvo los
aspectos derivados de su ejecución.
b) Las materias inseparablemente unidas a otras sobre las que las partes no
tengan libre disposición.
c) Cuando la ley lo prohíba expresamente o señale un procedimiento especial para
determinados casos.
4) Quedan excluidos del ámbito de aplicación de la presente ley los arbitrajes
laborales. ARTICULO 3

1.5 REGLAS DE INTERPRETACIÓN:

1) Cuando una disposición de la presente ley, excepto el artículo 36, deje a las
partes la facultad de decidir libremente sobre un asunto, esa facultad entraña la de
autorizar a un tercero, incluida una institución, a que adopte esa decisión.
2) Cuando una disposición de la presente ley se refiera a un acuerdo que las
partes hayan celebrado o que puedan celebrar o cuando, en cualquier otra forma,
se refiera a un acuerdo entre las partes, se entenderán comprendidas en ese
acuerdo todas las disposiciones del reglamento de arbitraje que en él se pudiera
mencionar o incorporar.
3) Cuando una disposición de la presente ley, excepto el inciso a) del artículo 32 y
el inciso a) del párrafo 2) del artículo 41, se refiera a una demanda, se aplicará
también a una reconvención, y cuando se refiera a una contestación, se aplicará
asimismo a la contestación a esa reconvención. ARTICULO 5. Decreto numero 67-
95

2 SEMANA 1
EL ACUERDO DE ARBITRAJE, DEFINICIÓN Y FORMA.
Definición y Forma del Acuerdo de Arbitraje.

DEFINICION

El “Acuerdo de Arbitraje” es un acuerdo por el cual las partes deciden someter a


arbitraje ciertas o todas las controversias que haya o puedan surgir entre ellas,
respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no contractual. El
Acuerdo de Arbitraje podrá adoptar la forma de una cláusula arbitral incluida en un
contrato o la forma de un acuerdo independiente.

FORMA DEL ACUERDO DE ARBITRAJE

1) El acuerdo de arbitraje deberá constar por escrito y podrá adoptar la fórmula de


un "compromiso" o de una "cláusula compromisoria", sin que dicha distinción
tenga consecuencia alguna con respecto a los efectos jurídicos del acuerdo de
arbitraje. Se entenderá que el acuerdo consta por escrito cuando esté consignado
en un documento firmado por las partes o en un intercambio de cartas, telex,
telegramas, telefax, u otros medios de telecomunicación que dejen constancia del
acuerdo, o en un intercambio de escritos de demanda y contestación en los que la
existencia de un acuerdo sea afirmada por una parte sin ser negada por la otra. La
referencia hecha en un contrato a un documento que contiene una cláusula arbitral
constituye acuerdo de arbitraje siempre que el contrato conste por escrito y la
referencia implique que esa cláusula forma parte del contrato.
2) El acuerdo arbitral podrá constar tanto en una cláusula incluida en un contrato,
o en la forma de un acuerdo independiente.
3) Si el acuerdo de arbitraje ha sido incorporado a contratos mediante formularios
o mediante pólizas, dichos contratos deberán incorporar en caracteres
destacados, claros y precisos, la siguiente advertencia: "ESTE CONTRATO
INCLUYE UN ACUERDO DE ARBITRAJE".
ARTICULO 10. La ley de Arbitraje, Decreto número 67-95 del Congreso de la
1
República de Guatemala.
CLAUSULA COMPROMISORIA

Según Alsina, puede definirse “la cláusula compromisoria como la obligación que
contraen las partes de someter sus diferencias a la decisión de árbitros.
En nuestro medio sobre todo en la práctica Notarial es frecuente el empleo de la
cláusula compromisoria. En las escrituras de la sociedad deben indicar los socios
si someterán sus diferencias a la resolución de Árbitros y en su caso la forma en
que se hará el nombramiento (art. 46 inciso 14 del Código de Notariado Dto.
314del congreso de la república.
Artículo 46. -La escritura constitutiva de sociedad, además de los requisitos
necesarios para la validez del instrumento y de las estipulaciones propias de la
clase a que corresponda, contendrá los siguientes:
14. Si las diferencias que surjan entre los socios deberán ser sometidas o no a la
resolución de árbitros y, en su caso, la forma en que se hará el nombramiento.

COMPROMISO
En relación al compromiso arbitral encontramos normas, en el código civil, que
contiene disposiciones relativas al contrato de compromiso.

CÓDIGO CIVIL DECRETO 106


DEL COMPROMISO
De acuerdo con el código civil, no se puede someter a árbitros los asuntos en que
está prohibido transigir (art. 2172)

ARTICULO 2172.- No se puede someter a árbitros los asuntos en que está


prohibido transigir.

Y los casos en que se da esta prohibición son los siguientes (art. 2158).

1
ARTICULO 2158. Se prohíbe transigir:
1. Sobre el estado civil de las personas;
2. Sobre la validez o nulidad del matrimonio o del divorcio;
3. Sobre la responsabilidad penal en los delitos que dan lugar a procedimiento de
oficio; pero puede transigirse sobre la responsabilidad civil proveniente del delito;
4. Sobre el derecho a ser alimentado; pero no sobre el monto de los alimentos y
sobre alimentos pretéritos; y
5. Sobre lo que se deja por disposición de última voluntad, mientras viva el
testador o donante.

ARTICULO 2173.- El marido no puede sin el consentimiento de la mujer, ni ésta


sin el de aquél, comprometer en árbitros los negocios que afecten bienes
comunes.

ARTICULO 2174.- Los representantes de menores, incapaces y ausentes


necesitan autorización judicial para comprometer en árbitros los asuntos de las
personas que representan.

2177.- En cuanto al modo de proceder en los compromisos y a la extensión y


efectos de éstos, se estará a lo que determina el Código Procesal Civil y Mercantil.

SEMANA 3

COMPOSICION DEL TRIBUNAL ARBITRAL


NÚMERO DE ÁRBITROS.
1) Las partes podrán determinar libremente el número de árbitros.
2) A falta de tal acuerdo, los árbitros serán tres, salvo que el monto en controversia
no exceda de cincuenta mil quetzales (Q. 50, 000,00), en cuyo caso, a falta de
acuerdo, el árbitro será uno. ARTICULO 13.

1
CALIDADES PARA SER ÁRBITROS
1) Pueden ser árbitros las personas individuales que se encuentren, al momento
de su aceptación, en el pleno ejercicio de sus derechos civiles.
2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, la nacionalidad de una persona no
será obstáculo para que actúe como árbitro.
3) No podrán ser nombrados árbitros los miembros del Organismo Judicial.
Tampoco podrán serlo quienes tengan con las partes o con la controversia que se
les somete, alguna de las relaciones que establecen la posibilidad de abstención,
excusa y recusación de un juez. No obstante, si las partes, conociendo dicha
circunstancia, la dispensan expresamente, el laudo no podrá ser impugnado por
tal motivo. ARTICULO 14.

NOMBRAMIENTO DE LOS ÁRBITROS.


1) Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos 4) y 5) del presente artículo, las
partes podrán acordar libremente o someter al reglamento de la entidad
encargada de administrar el arbitraje, el procedimiento para el nombramiento del
árbitro o los árbitros.
2) A falta de tal acuerdo, se deberá proceder de la siguiente manera:
a) En el arbitraje con tres árbitros, cada parte nombrará un árbitro y los dos
árbitros así designados nombrarán al tercero; luego, entre los tres árbitros,
designarán a quien fungirá como Presidente del Tribunal Arbitral, y si no logran
ponerse de acuerdo, ejercerá como Presidente el de mayor edad. Si una parte no
nombra al árbitro dentro de un plazo de quince días del recibo de un requerimiento
de la otra parte para que lo haga, o si los dos árbitros no consiguen ponerse de
acuerdo sobre el tercer árbitro dentro de los quince días siguientes contados
desde su nombramiento, la designación será hecha, a petición de una de las
partes, por el tribunal competente conforme al artículo 9.
b) En el arbitraje con árbitro único, si las partes no consiguen ponerse de acuerdo
sobre la designación del árbitro luego de transcurridos quince días desde que se
hizo el primer requerimiento para ello, éste será nombrado a petición de cualquiera
1
de las partes, por el tribunal competente conforme al artículo 9.
c) Una vez designado un árbitro, éste deberá manifestar por escrito su aceptación
dentro de las dos semanas siguientes a su designación. Vencido dicho plazo, a
falta de manifestación expresa, se tendrá como aceptada tácitamente la
designación. Una vez recaída la aceptación del árbitro único o la del último árbitro,
si el tribunal arbitral estuviere compuesto por más de un árbitro, dicho tribunal
arbitral considerará legalmente constituido.
3) Cuando en un procedimiento de nombramiento convenido por las partes, ya
sea: a) una parte no actúa conforme a lo estipulado en dicho procedimiento. b) las
partes, o los árbitros, no puedan llegar a acuerdo conforme al mencionado
procedimiento. c) un tercero, incluida una institución, no cumpla una función que
se le confiera en dicho procedimiento, entonces, cualquiera de las partes podrá
solicitar al tribunal competente conforme al artículo 9 que adopte las medidas
necesarias, a menos que en el acuerdo sobre el procedimiento de nombramiento
se prevean otros medios para conseguirlo.
4) Toda decisión sobre las cuestiones encomendadas en los párrafos 2) ó 3) del
presente artículo al tribunal competente conforme al artículo 9, será definitiva, y
por consiguiente no cabrá recurso, remedio procesal o impugnación alguna en
contra de dicha decisión. Al nombrar un árbitro, el tribunal tendrá debidamente en
cuenta las condiciones requeridas para un árbitro por el acuerdo entre las partes y
tomará las medidas necesarias para garantizar el nombramiento de un árbitro
independiente e imparcial. En el caso de árbitro único o del tercer árbitro, tendrá
en cuenta asimismo la conveniencia de nombrar un árbitro de nacionalidad distinta
a la de las partes, si el arbitraje fuera internacional. 5) Los árbitros no
representarán los intereses de ninguna de las partes, ejercerán el cargo con
absoluta imparcialidad e independencia. Articulo 15.

MOTIVOS DE RECUSACIÓN.
Motivos de recusación.
1) La persona a quien se comunique su posible nombramiento como árbitro
deberá revelar todas las circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas
1
acerca de su imparcialidad o independencia. El árbitro, desde el momento de su
nombramiento y durante todas las actuaciones arbitrales, revelará sin demora
tales circunstancias a las partes, a menos que ya les hubiera informado de ellas.
2) Un árbitro solo podrá ser recusado, si existen circunstancias que den lugar a
dudas justificadas respecto de su imparcialidad o independencia, o si no posee las
calificaciones convenidas por las partes. Una parte sólo podrá recusar al árbitro
nombrado por ella, o en cuyo nombramiento haya participado, por causas de las
que haya tenido conocimiento después de efectuada la designación. ARTICULO
16.

PROCEDIMIENTO DE RECUSACIÓN
Procedimiento de recusación.
1) Las partes podrán acordar libremente el procedimiento de recusación de los
árbitros o remitirse al reglamento de la entidad que administre el arbitraje.
2) A falta de tal acuerdo, la parte que desee recusar a un árbitro enviará al tribunal
arbitral, dentro de los quince días siguientes a aquel en que tenga conocimiento de
la constitución del tribunal arbitral o de cualquiera de las circunstancias
mencionadas en el párrafo 2) del artículo 16, un escrito en el que exponga los
motivos para la recusación. A menos que el árbitro recusado renuncie a su cargo o
que la otra parte acepte la recusación, corresponderá al tribunal arbitral decidir
sobre la procedencia de la recusación, sin la participación del recusado, y por
mayoría absoluta. Toda decisión que tenga que tomar el tribunal arbitral en este
sentido, deberá estar resuelto a más tardar dentro de un plazo de quince días
contados a partir de la fecha en que se presente la recusación. Cuando se designe
un solo árbitro, la recusación se formulará ante el tribunal competente conforme el
Artículo 9.

3) Si no prosperase la recusación incoada con arreglo al procedimiento acordado


por las partes o en los términos del párrafo 2) del presente artículo, la parte
recusante podrá pedir, dentro de los quince días siguientes al recibo de la
notificación de la decisión por la que se rechaza la recusación, al tribunal
1
competente conforme el artículo 9, que decida sobre la procedencia de la
recusación. La decisión a que arribe dicho tribunal será definitiva, y por ende, no
susceptible de recurso, remedio procesal o impugnación alguna. Mientras esa
petición esté pendiente, el tribunal arbitral, incluso el árbitro recusado, podrán
proseguir las actuaciones arbitrales y dictar un laudo. ARTICULO 17.

FALTA O IMPOSIBILIDAD DE EJERCICIO DE LAS FUNCIONES


Falta o imposibilidad de ejercicio de las funciones.
1) Cuando un árbitro se vea impedido de hecho o por disposición legal, para
ejercer sus funciones o por otros motivos no las ejerza dentro de un plazo
razonable, cesará en su cargo si renuncia o si las partes acuerdan su remoción. Si
existe desacuerdo, cualquiera de las partes podrá solicitar al tribunal competente
de conformidad con el artículo 9, que dé por terminado el encargo, decisión que
será definitiva, y por ende, no susceptible de recurso, remedio procesal o
impugnación alguna.
2) Si, conforme a lo dispuesto en el presente artículo o en el párrafo 2) del artículo
17, un árbitro renuncia a su cargo o una de las partes acepta la terminación del
mandato de un árbitro, ello no se considerará como una aceptación de la
procedencia de ninguno de los motivos mencionados en el presente artículo o en
el párrafo 2) del artículo 16. ARTICULO 18.

NOMBRAMIENTO DE UN ÁRBITRO SUSTITUTO.


Nombramiento de un árbitro sustituto. Cuando un árbitro cese en su cargo en
virtud de lo dispuesto en los artículos 17 ó 18, o en los casos de renuncia por
cualquier otro motivo o de remoción por acuerdo de las partes o de expiración de
su mandato por cualquier otra causa, se procederá al nombramiento de un
sustituto conforme al mismo procedimiento por el que se designó al árbitro que se
ha de sustituir. ARTICULO 19.

DERECHO A EXIGIR ANTICIPO DE GASTOS Y HONORARIOS


Derecho a exigir anticipo de gastos y honorarios. Salvo pacto en contrario, la
1
aceptación del cargo confiere a los árbitros, así como a la institución encargada de
la administración del arbitraje, el derecho a exigir de las partes un anticipo de los
fondos que estimen necesarios para atender a las retribuciones de los árbitros, y
los gastos de la administración del arbitraje. Si el pago del anticipo no se efectúa
dentro de los quince días siguientes al requerimiento correspondiente, el tribunal
arbitral podrá ordenar la suspensión o la conclusión del procesamiento de
arbitraje. ARTICULO 20.

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