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UNIDAD DE PRE-GRADO
Ciclo : VIII
Integrantes :
I. Definición
La APA (2014) y la CIE -10 (1994) definen el trastorno disocial como un patrón
repetitivo y persistente de comportamiento disocial, antisocial, agresivo o retador que
tienen en común la violación de las normas sociales del grupo referencia y la violación
de los derechos de las demás, ocasionando daño significativo en el ambiente que le
rodea. Sin embargo la APA y el DSM difieren en algunos aspectos, debido a que el
primero incluye dentro de los criterios de diagnóstico conductas que en el DSM forman
parte de otro trastorno (trastorno negativista desafiante), conducta como rabietas,
provocaciones, los desafíos y la desobediencia persistente.
Este trastorno está presente en niños o adolescente, se observa que pelean con
sus hermanos, desobedecen a sus padres y ocasionan daño a la propiedad de los otros,
estos actos son extremistas, persistentes e inmanejables que va más allá de la
experiencia habitual en comparación al desarrollo normal, de niños y adolescentes que
causan problemas a las personas que se encuentran alrededor de ellos. Por tanto se
define el trastorno disocial como un conjunto de comportamientos que violan las
normas y reglas sociales básicas ocasionando deterioro en el funcionamiento tanto en el
hogar como la escuela. (Simón, 2011; Wicks-Nelson y Allen 1997)
Las personas que presentan este trastorno no suelen darle importancia a los
comportamientos que están teniendo. Por ello se trata de desviaciones más graves que
la simple maldad infantil o rebeldía adolescente.
II. Frecuencia
Los diferentes autores estiman la prevalencia del trastorno disocial como del
negativista desafiante entre un 2-16 % según distintas investigaciones (Larroy,C. y De
la Puente, M., 1998).
Los estudios indican que la prevalencia del trastorno negativista desafiante o del
trastorno disocial es aproximadamente de un 3 % a los 10 años y aumenta al 8-9 % a los
16, es decir, se duplica en la adolescencia. Si se tiene en cuenta el sexo, las
investigaciones indican que estos trastornos son más frecuentes entre los chicos que
entre las chicas, en una proporción de tres a uno aunque las diferencias disminuyen con
la edad. Prácticamente todos los investigadores coinciden en la existencia de un
continuo que va desde la normalidad hasta los trastornos disociales, pasando por los
problemas de conducta propios del desarrollo evolutivo normal del niño, los paterno
filiales, los comportamientos antisociales en la niñez o la adolescencia y el trastorno
negativista desafiante. Los factores que determinarán la presencia y significación de un
trastorno clínico serán la edad, la frecuencia y la intensidad de las conductas. Por
ejemplo, el trastorno negativista desafiante suele iniciarse antes de los 8 años de edad,
se mantiene de forma gradual durante meses o años con conductas leves o poco
frecuentes y posteriormente se produce una mayor frecuencia y generalización desde el
entorno familiar a otros contextos, convirtiéndose en un trastorno del comportamiento.
No obstante, no todos los trastornos negativistas desafiantes se convierten en trastornos
disociales, aunque sí una cierta proporción. En estos casos habrá que tener en cuenta los
factores de riesgo y los factores protectores así como una intervención adecuada cuando
se produzcan los problemas. (García, y colaboradores, 2011).
Por otro lado, los factores de riesgo más importantes según Caseras, et al (2002,
citado por Armas, 2007) son los aspectos genéticos y constitucionales relacionados con
la presencia del trastorno de la familia, anormalidades psicofisiológicas y/o de los
sistemas de neurotransmisión, el género, el temperamento, variables cognitivas,
concurrencia de TDAH y negativismo desafiante, soporte familiar inadecuado, nivel
socioeconómico, y el grupo de iguales.
Patrón de conducta repetitivo y persistente que conlleva la violación de los derechos básicos de
los demás o de las normas sociales básicas apropiadas a la edad del paciente. La duración debe
ser de al menos seis meses, durante los cuales algunos de los siguientes síntomas están presentes
(véanse las subcategorías particulares para los requerimientos en cuanto al número de síntomas).
Nota: los síntomas 11, 13, 15, 16, 20, 21, Y 23 necesitan que se produzcan sólo una vez para
que se cumpla el criterio.
El individuo presenta:
l. Rabietas excepcionalmente frecuentes y graves para la edad y el desarrollo del niño.
2. Frecuentes discusiones con los adultos.
3. Desafíos graves y frecuentes a los requerimientos y órdenes de los adultos.
A menudo hace cosas para molestar a otras personas de forma aparentemente deliberada.
5. Con frecuencia culpa a otros de sus faltas o de su mala conducta.
6. Es quisquilloso y se molesta fácilmente con los demás.
7. A menudo está enfadado o resentido.
8. A menudo es rencoroso y vengativo.
9. Miente con frecuencia y rompe promesas para obtener beneficios y favores o para eludir sus
obligaciones.
10. Inicia con frecuencia peleas físicas (sin incluir peleas con sus hermanos).
11. Ha usado alguna vez un arma que puede causar serios daños físicos a otros (p. ej., bates,
ladrillos, botellas rotas, cuchillos, arma de fuego).
12. A menudo permanece fuera de casa por la noche a pesar de la prohibición paterna (desde
antes de los trece años de edad).
13. Crueldad física con otras personas (p. ej., ata, corta o quema a sus víctimas).
14. Crueldad física con los animales.
15. Destrucción deliberada de la propiedad ajena (diferente a la provocación de incendios).
16. Incendios deliberados con la intención de provocar serios daños.
17. Robos de objetos de un valor significativo sin enfrentarse a la víctima, bien en el hogar o
fuera de él (p. ej., en tiendas, casas ajenas, falsificaciones).
18. Ausencias reiteradas al colegio, que comienzan antes de los trece años;
19. Abandono del hogar al menos en dos ocasiones o en una ocasión durante más de una noche
(a no ser que esté encaminado a evitar abusos físicos o sexuales).
20. Cualquier episodio de delito violento o que implique enfrentamiento con la víctima (p.ej
"tirones", atracos, extorsión).
21. Forzar a otra persona a tener relaciones sexuales.
22. Intimidaciones frecuentes a otras personas (p. ej., infligir dolor o daño deliberados,
incluyendo intimidación persistente, abusos deshonestos o torturas).
23. Allanamiento de morada o del vehículo de otros.
Destrucción de la propiedad
Fraudulencia o robo
(13). a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas,
iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad
(14). se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la
casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un
largo período de tiempo)
(15). suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de los 13 años de
edad
Trastorno disocial, tipo de inicio infantil: se inicia por lo menos una de las
características criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad.
Trastorno disocial, tipo de inicio adolescente: ausencia de cualquier característica
criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad.
Trastorno disocial, de tipo no especificado: no se sabe la edad de inicio.
Especificar la gravedad:
Especificar si:
b. Diagnóstico diferencial
El APA (2002) en el DSM IV-TR indica que aunque los niños con trastorno por
déficit de atención con hiperactividad suelen exhibir un comportamiento hiperactivo e
impulsivo que puede ser perturbador, este comportamiento no viola por sí mismo las
normas sociales propias de la edad y, por lo tanto no suele cumplir los criterios de
trastorno disocial. Cuando se cumplen simultáneamente los criterios de trastorno por
déficit de atención con hiperactividad y de trastorno disocial, deben establecerse ambos
diagnósticos.
- Episodio maníaco
Sarason y Sarason (2006) consideran que de los niños que han sido
diagnosticados con trastorno negativista desafiante solo la minoría desarrollan
posteriormente el trastorno disocial y a diferencia de los niños con trastorno disocial
estos pueden estar atentos a los derechos de los demás y que las conductas negativistas
y desafiantes son ante las figuras de autoridad. Por otro lado, Bisetto, Latorre y Teruel
(2011) señalan que son trastornos independientes.
Con respecto a la edad de aparición, para Vásquez, Feria, Palacios y De la Peña
(2010) el trastorno negativista desafiante a diferencia del trastorno disocial no suele
presentarse después de la adolescencia. Si bien se cumple con los comportamientos
desafiantes pero no cumple los criterios para el diagnóstico de trastorno negativista
desafiante ni de trastorno disocial se realizará el diagnostico de trastorno de
comportamiento perturbador no especificado (APA, 2002).
- Trastorno Adaptativo
El APA (2002) en el DSM IV-TR indica que el diagnóstico de trastorno adaptativo (con
alteración del comportamiento o con alteración mixta de las emociones y el
comportamiento) debe ser tenido en cuenta si los problemas comportamentales
clínicamente significativos que no satisfacen los criterios de otro trastorno específico se
desarrollan en clara asociación con el inicio de un estrés psicosocial.
V. Exámenes
Ficha técnica:
Este cuestionario tiene como autores a María José Parellada Redondo, Javier San
Sebastián, Rosario Martínez Arias Javier Martín y originalmente se publicó en el 2009.
Pretende medir los trastornos del comportamiento en el aula, específicamente el de
atención-impulsividad, el oposicionista, el predisocial y el disocial. Incluye cuatro
escalas: una para niños entre 8 y 11 años, otra para los adolescentes entre 12-17 años y
dos para los adultos con los que interactúan cotidianamente: padres y profesores. Estas
dos últimas se hallan en proceso de construcción, por lo que en la edición revisada solo
se incluyen algunos resultados preliminares. Padres y profesores han de responder en
relación a su hijo o alumno evaluado. 6 La escala para niños de 8 a11 años mide cuatro
factores de primer orden y dos macrofactores de segundo orden. Los primeros son: 1)
Inatención-Impulsividad-Hiperactividad, 2) Disocial, 3) Predisocial y 4)
Oposicionismo-Negativismo-Desafiante. En la escala para adolescentes, 12 a 17 años,
los factores de primer orden son el 1) Disocial, 2) Inatención-Impulsividad, 3)
Predisocial, 4) Psicopatía y 5) Hiperactividad. La versión del cuestionario para el
profesor mide tres factores: 1) Inatención-ImpulsividadHiperactividad, 2)
Oposicionismo-Negativismo Desafiante y 3) Predisocial-Disocial. En la de los padres se
sugiere obtener puntuaciones en los mismos factores que se han aislado en la versión
para profesores
VI. Tratamiento
VII. Referencias
Vásquez, J., Feria, M., Palacios, L., y De la peña, F. (2010). Guía clínica para el
trastorno disocial. México. Recuperado de: http://www.inprf-
cd.gob.mx/guiasclinicas/trastorno_disocial.pdf
VIII. Anexos