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SUPERIOR EN COLOMBIA
Universidad Surcolombiana
Facultad de Educación
Maestría en Educación
Neiva – Huila
2019
¿Cuál es el potencial transformador de las propuestas realizadas por La Unión Nacional de
Estudiantes de Educación Superior, La Mesa Amplia Nacional Estudiantil y El Encuentro
Latinoamericano Contra el Neoliberalismo por una Universidad Democrática y Popular?
Dentro del análisis que se hace a las diferentes propuestas de mejoramiento que han sido
presentadas por los movimientos estudiantiles convencidos de la necesidad de reestructurar
la educación superior, se define que una de las principales causas de la crisis que vive en la
actualidad la universidad en Colombia está relacionada con su alta desfinanciación, a causa
de una tradicional relación hostil de las políticas económicas estatales hacia esta. Se deja
entrever que no existe en realidad voluntad política de construir desde la educación superior
un proyecto de nación integral con verdaderos principios democráticos que garanticen la
educación superior como un derecho inherente a las personas en aras de un adecuado y
sustentable desarrollo social, económico y político de la nación.
Lo anterior se evidencia dado a que en los tres documentos analizados el común denominador
en las exigencias de los movimientos estudiantiles se relaciona, en primer lugar, con el
reconocimiento de la educación superior como un derecho de las personas la cual debería ser
garantizada en su totalidad por el Estado con el uso de recursos públicos. Aquí surge el
siguiente punto de convergencia entre todos los movimientos estudiantiles el cual gira en
torno al ámbito económico o de financiación de la misma. Y no es por menos; ya que, al
profundizar en el porqué de estas exigencias, se tiene que, para garantizar que la universidad
sea un espacio democrático, autónomo y de desarrollo de pensamiento crítico es necesario
que esta no abandone su función esencial como creadora de conocimiento científico para
convertirse en un ente asfixiado por la autofinanciación, lo que indudablemente la llevaría a
responder en gran medida a las exigencias de un neoliberalismo parasitario.
Con lo anterior, se pretenden en este texto dar una reflexión acerca del potencial
transformador de las propuestas de los movimientos estudiantiles, antes mencionados,
partiendo del análisis de la educación superior como un derecho inherente al ser humano y
la financiación que de esta se debe realizar con dineros públicos que no exijan sacrificio de
su autonomía. Se considera que estos dos puntos de apoyo argumentativo son intrínsicamente
relacionados y que de la implementación de ellos en el sistema de educación superior
nacional depende que exista un avance significativo en la transformación real de la
universidad pública.
1. Propuestas con mayor potencial transformador de la Unión Nacional de Estudiantes de
Educación Superior. (Unees)
Las propuestas de Unees que favorecen la pretensión de este documento en torno a la
financiación de la educación superior son:
Reforma constitucional al sistema general de regalías priorizando la destinación de
recursos para la educación superior.
Esta propuesta pretende que de forma permanente se garantice la destinación de recursos
públicos provenientes del SGR para la financiación de la educación superior pública. Al ser
esta propuesta de carácter constitucional, obligaría siempre al gobierno nacional a cumplir
con su implementación haciendo improbable que intereses de turno o particulares afecten la
destinación de los recursos.
Teniendo en cuenta que, en el último bienio (2017 – 2018), según cifras del DNP, Colombia
tuvo ingresos por regalías de $20.4 billones de pesos, sería un logro importante de esta
propuesta, que se fijara por norma constitucional que un porcentaje anual de estos recursos
se destinara de forma permanente a la educación superior pública, lo que se consolidaría
como un paso significativo para la solución del problema de desfinanciación que actualmente
esta tiene. Por ahora el Estado se ha comprometido a destinar $1.5 billones de estos recursos
para el fortalecimiento de sectores como infraestructura, investigación, ciencia, tecnología e
innovación de las instituciones de educación superior.
Recursos de funcionamiento a la base presupuestal
Los estudiantes en este punto del acuerdo lograron que el Estado se comprometiera a
viabilizar más recursos del IPC a la base presupuestal fijada por la ley 30 de 1992 a las
instituciones de educación superior pública durante al menos los siguientes cuatro años de la
siguiente manera:
Año 2019 Año 2020 Año 2021 Año 2022
IPC + 3.5% IPC + 4.0% IPC + 4.5% IPC + 4.65%
Aunque lo anterior puede resultar ser un “aliciente transitorio” del actual gobierno, pues esto
se fijó solo por los siguientes cuatro años, resulta interesante haber generado un punto de
quiebre presupuestal de estos recursos que habían mantenido un comportamiento similar
desde el año de 1993. La consolidación de este hito presupuestal funcionará como base para
exigencias futuras de los movimientos estudiantiles y sería interesante no dejar perder este
terreno ganado en cuestión de financiación ya que ha sido una costumbre de los gobiernos en
las últimas décadas garantizar solamente lo mínimo necesario, o en este caso lo mínimo
exigible, en cuestión de inversión presupuestal a la educación superior pública.
Cabe finalmente destacar en este aspecto que el actual plan nacional de desarrollo que se
debate en el congreso de la república en su artículo 118 se evidencia que el Estado pretende
cumplir con esta propuesta, lo que genera de entrada, al menos por cuatro años, una variación
en los aportes de los recursos públicos tradicionales.
Recurso de inversión, para el saneamiento de pasivos y el sistema nacional de ciencia,
tecnología e innovación.
En este punto del acuerdo se plantea la necesidad de destinar un recurso del PGN ($1.35
billones) para proyectos de inversión priorizados y el saneamiento de pasivos que tengan las
instituciones de educación superior pública, se determina su inclusión en el PND y los
recursos serán invertidos prolongadamente durante los siguientes cuatro y tres años
respectivamente teniendo en cuenta los estudios, que en ejercicio de su autonomía las
instituciones de educación superior hagan de los déficit que estas presenten en compañía de
la Contraloría General de la Nación, resaltando también que los excedentes que resulten
luego de la inversión programada durante los tres años serán vinculados al presupuesto de
las instituciones de educación pública en la misma vigencia.
Se considera que el valor agregado de esta propuesta gira en torno a la posibilidad de
amortizar algunos pasivos que han venido generando incertidumbre por la falta de
saneamiento de las finanzas de las instituciones de educación superior. Lo anterior debido a
sobre costos de funcionamiento, malos manejos administrativos, corrupción, falta de
planeación en la destinación de los recursos y principalmente al poco interés por parte del
gobierno para apoyar financieramente la universidad pública en la solución eficiente de esta
problemática, pues es evidente que al atar los recursos de la misma al aumento anual del IPC
la condena a vivir una crisis eterna dado a que como se ha demostrado en múltiples estudios
el crecimiento de la universidad pública es exponencial en comparación al aumento de
presupuesto que hace 27 años se fijo en la ley 30 para su financiación, lo que inevitablemente
genera la existencia de un pasivo que según datos del MEN, el SNIES entre otros, para el año
2016 rondaba los $3.2 billones de pesos.
Aunque el déficit actual de las universidades públicas es muy superior a los recursos que se
esperan conseguir con esta propuesta de la Unees, pues se debe entender que probablemente
solo $500.000 millones se destinarán al saneamiento de pasivos, es alentador evidenciar que
el tema se encuentra sobre la mesa de dialogo y se focaliza como una necesidad apremiante
en la salvaguarda de las finanzas de la educación superior pues esta situación ha obligado a
que en su reestructuración de pasivos se destinen cada vez más recursos de funcionamiento
necesarios para el mejoramiento de infraestructura, innovación, ciencia, investigación,
cobertura y demás.
Modificación a los artículos 86 y 87 de la ley 30 de 1992
Una de las propuestas estructurales más ambiciosas en la construcción de una base
presupuestal sólida para la financiación de las instituciones de educación superior pública es
la que pretende la modificación de estos artículos de la ley 30 del 92, pues como ya se ha
evidenciado en comentarios anteriores está regla fiscal resulta anacrónica y altamente
contradictoria para las pretensiones de la universidad pública. Los estudiantes han entendido
a cabalidad la mezquindad y lo nefasto que en las condiciones actuales de la educación
superior resulta la fijación de los recursos anuales de funcionamiento con base en esta ley y
por ello desde ya hace varios años han fijado como uno de los propósitos principales de las
exigencias al Estado la modificación de la misma.
A pesar que en el acta de acuerdo firmado por el Gobierno Nacional y los estudiantes este
punto ocupa un lugar dentro de las exigencias, no se anunció una futura modificación en el
PND de los artículos mencionados de la ley 30, no obstante, el aumento de la base
presupuestal de los próximos cuatro años sobre el IPC. Con lo anterior se debe reconocer una
conquista significativa del movimiento estudiantil y es de esperarse una propuesta alternativa
para la modificación de dichos artículos por parte de todos los actores de la educación
superior pública en cabeza del estudiantado. En este aspecto la pugna no concluye, pues los
estudiantes tienen claro que este punto de la agenda es crucial en el papel transformador de
sus propuestas para la construcción de una estructura sólida de la educación superior pública
en Colombia.
2. Propuestas con mayor potencial transformador de La Mesa Amplia Nacional Estudiantil
(MANE) en cuanto a la financiación de la educación superior pública.
Para el análisis de las implicaciones que tendrían las diferentes propuestas planteadas por la
MANE, es necesario abordar, como en apartes anteriores, la convergencia de ideas que este
movimiento tiene con las propuestas presentadas por la Unees en cuanto a la educación como
derecho de las personas que debe ser garantizado por el Estado con un modelo de financiación
estrictamente público. .
En primer lugar hablaremos de la propuesta de la MANE relacionada con la educación
como un derecho de todas las personas. Al respecto tenemos que:
Para la MANE es necesario que el estado garantice la educación en su conjunto como un
derecho y una condición primordial para el desarrollo nacional. Igualmente, se exige que la
educación mantenga su carácter estrictamente público y por ende sea el Estado colombiano
quien esté en la responsabilidad de garantizar la total financiación de la educación superior
en Colombia en cabeza de la universidad pública. Esta premisa se basa entonces en el rechazo
a cualquier intento por hacer de la educación superior un objetivo de privatización en su
funcionamiento pues se deja claro que no se acepta ninguna intervención de dineros privados
que puedan atentar contra la autonomía en su funcionamiento. Asimismo, la propuesta busca
que al ser la educación un derecho de obligatoriedad en su cumplimiento por el Estado
colombiano, cada ciudadano tenga la oportunidad de acceso a la formación en educación
superior sin ninguna distinción.