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Virus

de la Viruela

Agente Infeccioso: Virus de la viruela



Referencia cruzada/ sinónimos Poxvirus, Viruela, Vaccinia, Variola
Características Poxviridae, virión de 230 x 400 nm tiene una cubierta compleja y cápside; virus de DNA de doble
cadena.

Riesgos a la salud

Patogenicidad Enfermedad viral de la piel inducida por inoculación para la prevención de la viruela; se presenta como
una lesión con vesículas o pústulas con un área de induración o eritema rodeando la escara o úlcera
en el sitio de la inoculación; puede haber complicaciones mayores como encefalitis, viruela progresiva
(en personas inmunocomprometidas susceptibles), eczema de la viruela -diseminación sistémica o
localizada del virus de la viruela, viruela fetal; como complicaciones menores puede presentarse
viruela generalizada con lesiones múltiples; autoinoculación de las membranas mucosas o de la piel
si está lastimada, salpullido benigno e infecciones secundarias; para quienes presentan eczema o son
personas inmunocomprometidas las complicaciones son serias; la muerte se presenta a menudo
como resultado de encefalitis posterior a la viruela o a viruela progresiva.
Epidemiología Actualmente la vacunación ya no se practica de manera rutinaria, ya que la enfermedad ha sido
erradicada; solo se utiliza en el ejército y en laboratorios.
Hospederos Humanos.
Dosis de infección Las vacunas tienen una potencia de 108 unidades / ml; no se conoce la dosis de infección.
Modo de transmisión El virus de la viruela se transmite por contacto con individuos que han sido vacunados recientemente.
Periodo de incubación Una semana después de la vacunación (cuando aparece la lesión en el sitio de la inoculación), la
viruela se generaliza de 5 a 10 días.
Comunicabilidad Los individuos no vacunados pueden contagiarse.

Diseminación

Reservorio Humanos; se almacena en recipientes se acceso restringido.


Zoonosis Ninguna.
Vectores Ninguno.

Viabilidad

Susceptibilidad a fármacos No tiene.


Susceptibilidad a desinfectantes Susceptible a solución de hipoclorito de sodio al 1%, glutaraldehido al 2%, formaldehido.
Inactivación física El antígeno termolábil se destruye por calor a 60°C, el antígeno termoestable es resistente a 100ºC
(ambos antígenos pueden estar presentes en tejido infectado).
Supervivencia fuera del El virus de la viruela liofilizado conserva su potencia por 18 meses a 4-6º C; puede permanecer estable
hospedero desecado sobre superficies inertes.

La viruela figura entre las enfermedades más devastadoras que jamás hayan existido en la historia de
la humanidad. Alteró dramáticamente el curso de la historia, incluso contribuyendo al declive de
civilizaciones enteras. Se declaró erradicada en 1979 después de un programa de vacunación que está
considerado como una de las victorias más importantes de la medicina moderna.
La viruela es una enfermedad aguda y contagiosa causada por el virus “variola”. Recibe su nombre del
término en Latín que significa “moteado”, haciendo referencia a los bultos y pústulas que aparecen en
el rostro y cuerpo de los afectados. Históricamente el virus ha matado al 30% de las personas que lo
han contraído. Los que han sobrevivido a menudo quedaban ciegos, estériles, y con profundas
cicatrices, o marcas de viruela, en la piel.

Se transfería por contacto directo con los infectados o a través de fluidos corporales, también a través
de objetos contaminados como las camas, y la enfermedad tenía dos variantes. La Viruela mayor, que
era la más común y la más severa y letal. Y la Viruela menor, que causaba una enfermedad menos
agresiva, que era mortal en menos del 1 por ciento de los casos. Las otras formas, menos habituales,
eran: la hemorrágica y la maligna. Ambas causaban irremisiblemente la muerte.

Nos hablan sobre cómo se veían los pacientes hace varios años y la gravedad así como el dolor por el
que pasaban ya que antes no se tenía mucho conocimiento sobre la viruela, Mohamed Amed contrajo
la viruela en la india cuando tenía 31 años, narra cómo se fue agravando los signos y síntomas al
contraer esta enfermedad, con la aparición de pústulas por todo el cuerpo así como la hinchazón y
dolor, después de tres meses logró deshacerse por completo de la viruela y las secuelas gracias a que
su sistema inmune era muy fuerte, sin embargo el virus ataca los órganos internos de sus víctimas en
forma sucesiva, algunos murieron por envenenamiento sanguíneo, ataques cardiacos o hemorragias
pulmonares o intestinales o murieron por infecciones secundarias diseminadas por las pústulas; en esta
fase la muerte llegaba en 3 o 5 días. También la viruela podía devastar grandes poblaciones

Se cree que la Viruela se originó en la India o en Egipto hace 3.000 años. Las pruebas más tempranas
de la enfermedad datan del Faraón Egipcio Ramsés V, quien murió en 1157 a.C. Sus restos momificados
muestran marcas de viruela en su piel. Para los hindúes no es una enfermedad, es una diosa, deidad
vengativa adorada y temida llamada “Shitala Devi” que puede traer tanto una muerte terrible como la
muerte de la enfermedad, cada año se realizan peregrinaciones a templos para aplacarla ya que es una
diosa muy respetada, con el paso de los siglos surgieron muchos rituales a esta diosa. Con frecuencia
ataca a los más débiles como los niños.

La enfermedad se extendió luego hacia las rutas del comercio en Asia, África y Europa, llegando
finalmente a las Américas en el siglo XVI. Los indígenas no tenían ninguna inmunidad natural. Y se
estima que un 90 por ciento de las muertes indígenas durante la colonización Europea fue a causa de
enfermedades y no por la conquista militar.

La Viruela contribuyó al declive del Imperio Azteca, en lo que ahora es México, después de la llegada
del virus con los conquistadores Españoles en el 1519. Más de tres millones de Aztecas sucumbieron a
la enfermedad. Gravemente debilitados, los Aztecas fueron vencidos fácilmente. La viruela también
causó la muerte de un Emperador Inca y eliminó gran parte de la población Inca del Oeste de
Sudamérica.
En Europa, se estima que la viruela acabó con 60 millones de personas sólo en el siglo XVIII. Y en el siglo
XX, con unos 300 millones de personas en todo el mundo. Por muchos siglos no se tuvo la cura contra
la viruela, muchas dinastías de continentes caían sin saber cómo atacar a la viruela, sin embargo
comenzaron con un método de tratamiento real que era la prevención antes de que atacara; en China
en el siglo XI a los niños les entregaban costras de viruela para que las colocaran en sus fosas nasales,
al exponer a los más jóvenes los chinos descubrieron la forma de darles una larga vida de inmunidad a
la que la llamaron inoculación

La viruela era endémica en el país y se manifestaba en forma de picos epidémicos periódicos que generaban gran
mortalidad entre los niños. Las zonas más densamente pobladas actuaban como reservorios desde los cuales la
enfermedad se expandía al resto del país. La generalización del uso de la vacuna a partir de las primeras décadas
del siglo XIX modificó tanto la distribución espaciotemporal de las epidemias como su perfil de mortalidad por
edades.

Los doctores se opusieron a la práctica de la inoculación, hasta que una londinense aprendió la práctica que le
enseñó a una anciana para irlo propagando por el mundo, poco a poco se fue entendiendo este proceso hasta
que se descubrió que la viruela vacuna producía síntomas menores y empezaron a experimentar.

La batalla humana contra la viruela comenzó hace 2.000 años. En Asia, una técnica conocida como
“viruelización” se basaba en infectar deliberadamente a la persona, introduciendo con aire a presión,
costras de viruela, por la nariz. Los que recibían este tratamiento, contraían un tipo más benévolo de
viruela y desarrollaban una inmunidad de por vida.

En 1796, se realizó un descubrimiento clave, gracias a un experimento del doctor Inglés Eduard Jenner,
que mostró que la inoculación de una variedad similar de la viruela, que está presente en las vacas,
podría protegernos contra la enfermedad. El descubrimiento de Jenner fue clave para el posterior
programa de vacunación, especialmente crucial ya que no hay ningún tratamiento efectivo para la
viruela.

En 1967, entre 10 y 15 millones de personas contrajeron la viruela, y la Organización Mundial de la


Salud lanzó una campaña mundial de erradicación basada en la vacunación. Gradualmente la
enfermedad se fue concentrando sólo en el Cuerno de África, y el último caso conocido ocurrió en
Somalia en 1977.

Pese a que la Viruela se ha convertido en protagonista tan sólo en los libros de historia, hay una
pequeña posibilidad de que vuelva a amenazarnos como arma biológica. Estos miedos se multiplicaron
en los Estados Unidos después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Pese a que el
riesgo de dicho ataque bioterrorista es muy bajo, los EEUU han acumulado suficientes vacunas para
tratar a todos sus ciudadanos.

• Referencia: http://depa.fquim.unam.mx/bioseguridad/agentes/virus/vir_virue.html

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