Вы находитесь на странице: 1из 1

Entre escupitajos y limosnas

Cierto día, en una taberna de Varsovia, entra un sacerdote pidiendo limosna. Un jugador,
al verle, le insulta y le escupe en la cara. El sacerdote saca el pañuelo, se limpia y dice
blandamente: Caballero, esto es para mí, ¿puede darme ahora alguna cosa para los huérfanos
del Niño Jesús? Aquel hombre se sintió vencido y se hizo amigo de quien así le respondía. Al
verle desaparecer por la puerta de la taberna, todos se preguntaban quién podía ser aquel cura
de manteo descolorido, que tenía tal dominio. Era un santo, y se llamaba Clemente María
Hofbauer (1751-1820).
(Gregorio Martínez Almendres)

Вам также может понравиться