Вы находитесь на странице: 1из 363

En la historia del hombre existen tres catarsis que le dieron al ego de la

humanidad. Cada una de estas tres historias surge de un descubrimiento


científico. Aquí están los tres científicos responsables de los golpes.
El primer nos lo da Nicolás Copérnico con la Teoría heliocéntrica; concluida
por el filósofo, astrónomo y matemático polaco, ésta dice que la Tierra gira
alrededor del Sol. Entonces, el hombre ya no es el centro del Universo,
simplemente somos una parte más de todo un sistema mucho más complejo.
El segundo golpe lo recibimos por parte de Darwin y su Teoría de la
Evolución por selección natural; ésta dice que somos un proceso de la evolución
de las especies y venimos de los monos. Entonces el hombre ya no es un ser
especial que fue creado por un acto divino, simplemente es parte de la evolución
natural de las especies. -
El tercer golpe nos lo proporcionó Freud con el descubrimiento del
inconsciente. Para Freud, el inconsciente es una instancia a la cual la conciencia
no tiene acceso, pero que se le revela en una serie de formaciones como los
sueños, los chistes y en los síntomas. Entonces el hombre, en muchas ocasiones,
no maneja los hilos de sus acciones y es el inconsciente quien nos gobierna y
determina –
En resumen, el hombre no es el centro del Universo, no fue creado de manera
especial y no tiene control sobre sus propias acciones. Sin embargo, somos los
únicos seres capaces de ser conscientes de estos hechos y esto nos da la
posibilidad de entendernos mejor como especie para así evolucionar.
AGUA------BACH
VIENTO----MOZART Elegante, suave
FUEGO-----BETOBEEN
TIERRA----- humnanido
PICASSO O RIVERA

Paisaje Zapatista de Diego Rivera

La anécdota que desata la narración de una novela puede ser


mínima, tal vez es sólo una sensación, y recobrar ese instante evoca
una investigación interna que requiera varios libros. Las exposiciones
de arte pueden detonarse con una imagen, que obligue a recuperar
obras y plantear narraciones, este no es el caso de la
exposición Picasso y Rivera: Conversaciones a través del tiempo, en
el Museo del Palacio de Bellas Artes. La historia que supone el motivo
para montar esta exposición es injustificable e insignificante, las obras
de los dos pintores puestas en diálogo o comparación lo evidencian.
La posibilidad de que Hombre apoyado sobre una mesa de Picasso
“copiara” el follaje del Paisaje Zapatista de Diego Rivera, no
demuestra nada, ni a nivel artístico ni a nivel anecdótico. En la
exposición, y finalmente en los hechos incontrovertibles de la
trayectoria de cada artista, es evidente que para Rivera el
acercamiento al cubismo fue un ejercicio de estilo, en sus pinturas se
aprecia la imposición personal de copiar lo que está de moda o
surgiendo como vanguardia para ser de su tiempo.

Hombre apoyado sobre una mesa, Picasso

En las obras de Picasso el cubismo, como su lenguaje personal y su


único camino, está presente antes de que se llame así “cubismo”, el
trazo es geométrico desde sus primeros años, los ángulos de los
rostros y la composición determinaron su obra. La posibilidad de
seguir con esto la tenía Rivera incluso cuando inició sus obras
muralistas en México, y no lo hizo, él nunca fue cubista. Las obras de
caballete que eran piezas más personales, muchas de ellas retratos,
continúan el lenguaje que mantuvo en los muros, no regresó a la
experimentación cubista. La obra de Picasso fue una línea estética
que exploró y perfeccionó hasta su muerte, el paralelismo planteado
por la curaduría no existe. El interés de la exposición está en que a
pesar de que las obras cubistas de Rivera no son brillantes, y muchas
veces están poco logradas, lo que le dejó estudiar a Braque y a
Picasso fue la síntesis en la composición de sus obras, la organización
del plano y los elementos narrativos.
Picasso hizo de ese orden su obra y su búsqueda, por eso no
necesitó de abordar “grandes temas”, la mayoría de sus pinturas son
naturalezas muertas, retratos, escenas con personajes.
El Guernica son rostros y el toro, la tragedia es un sentimiento de
terror que invade la obra, el orden es el prodigio que nos permite verlo.
Lo de introducir sus “reinterpretaciones de sus culturas originarias” fue
una excusa para incorporar más obras, lo vemos en la Suite
Vollard, que carece por completo de esa “reinterpretación” y que
nunca tuvo ese objetivo, colgada con el Popol Vuh, es una necedad
nacionalista, como lo es el resto de la exposición. La curaduría forzó
sus conceptos para imponer la visión actual para curar exposiciones.
Los “significados históricos” que le tratan de aportar al arte
convirtiéndolo en una nueva demagogia, otra vez el lamento del
español robándonos, no le aportan ni a la pintura, ni a Rivera.

AUTOHOMENAJE

La profesión de los artistas VIP es hacer repetidamente lo mismo, y en


cada ocasión cambiar su discurso. Utilizan los mismos elementos,
ideas, posibilidades y según la coyuntura social, el museo o el evento,
sus apologistas inventan un argumento que se adapte y aporte falsa
novedad. Los artistas VIP incapaces de crear, requieren un marco
teórico desproporcionado que sostenga sus obras. El argumento es un
logro de la verborrea, que una vez iniciada no es posible detenerla, se
alimenta a sí misma, crece, se expande, y los apologistas establecen
una competencia discursiva, cada nuevo texto para catálogos o
museos, es más delirante y grandilocuente.
Abraham Cruzvillegas nos ofrece, con generosidad, un libro de casi
600 páginas con textos, entrevistas, fotografías de sus obras y una
bibliografía de la enorme cantidad de material editorial que publicado
alrededor de sus obras realizadas con basura.
“En Autoconstrucciónnos enfrentamos a una acumulación
contradictoria de superficies, texturas y sustancias, que definen un
contradictorio conjunto de estructuras, densidades y espacios” La cita
de Adéle Greeley, se refiere a instalaciones de deshechos tablas de
cimbra, cables, trozos de concreto. Claudio Lomnitz dice que estas
obras representan la verdadera imagen de México y que “Son un
mundo fragmentado de fragmentos con nombres de marca
decolorándose en el óxido o brillando al sol”. La sintaxis no es
requisito en la coherencia argumental.

La mayoría de los comentadores llaman a las reuniones de desechos


“esculturas” que contienen críticas al gobierno y a la sociedad,
otorgándoles un rango de complejidad intelectual que desacredita su
simpleza: “el artista y el espectador pueden relacionarse con la
escultura tanto a través de su presencia figurativa, como de su
determinación metafórica” o uno aún más intelectual “interconexiones
sistémicas entre la experiencia objetal (sic) en los países en
desarrollo”, otro descriptivo “Las singularidades emergen de
contigüidades e innumerables encuentros aleatorios e impredecibles”.
Las fotografías de las obras dejan en ridículo a los textos: el piso de
una habitación cubierto de botellas de cerveza, cables enredados, una
cubeta llena de corcholatas, colgada de un cable atado al destapador,
o las chistosas, un patineta hecha con un tronco de cimbra.

Libro de Abraham Cruzvillegas en su ambiente natural

Los textos son un triunfo del pensamiento mágico, de la negación de la


realidad y la sobrevaloración personal implantada por el optimismo de
la autoayuda, lo que el artista diga y haga es arte, y así hay que
describirlo. El libro es una indispensable herramienta para los
aspirantes a figurar en el arte VIP, en sus páginas está el secreto del
éxito, la fórmula para alcanzar la dicha plena de ser considerado
artista, intelectual, contestatario, complejo, ultramoderno, crítico,
polisémico, que desdeña el virtuosismo. El libro debería ser obligatorio
como manual en las escuelas que forman curadores y artistas VIP, en
el aprenderán cómo ampliar su lenguaje académico laudatorio y
aplicar palabras inexistentes. En el próximo ciclo escolar podrían
inaugurar a nivel nacional la cátedra de “Autohomenaje y consagración
readymade”.
Comentarios:
Hay cada basura de obra y de gente que a eso se dedica... debe haber algo detras
desde lavado de dinero hasta el ultimo delito..EL FRAUDE- hacer pasar por arte lo
que no lo es, hacer creer a ignorantes que seran artistas por el hecho de estudiar
en sus escuelas hacer creer al publico que eso, esa basura es ARTE... defraudar a
nuevos ricos o gente ignrante con ventas millonarias de basura... me recuerda el
cuento del rey desnudo que pasea creyendo tener el vestuario mas exquisito...
ATINADISKO comentario ...felicidades! EL ARTR ES lo que es..el Artista lo es
despues de tener cultura inteligencia excelencia tecnica una vida-un talento- que se
llama por eso, solo pocos lo tienen... y una expresion coherente... no es cualquier
gente y no cualquier cosa es arte..

CIELO
Caspar David Friedrich View of Dresden at full moon

El espacio del paisaje da forma a esa abstracción que define un


estado que va más allá de la inteligencia. Se prolonga vertical
señalando las dimensiones abiertas, infinitas, inconmensurables que
debemos alcanzar. El cielo es espacio, espejo, construcción etérea,
puerta a la expresión inteligible del espíritu. La anatomía del cerebro
no es suficiente para permitir que el espíritu tenga ubicación en
nuestra concepción de nosotros mismos, de nuestra conducta,
presencia, acercamiento con la realidad. Sobrevivir al propio ser nos
pide una capacidad cognitiva que no tiene una función específica,
inservible para la sociedad objetiva, es una sensibilidad silenciosa,
acción pasiva, improductiva y sin embargo esencial. El espíritu en su
inasible metafísica se proyecta en la física tangible y arbitraria del
paisaje.
Caspar David Friedrich, 1809, Monk by the Sea

Obsesionados por nombrar todo lo que decidimos que exista, a lo que


no vemos y a lo que únicamente percibimos, pretendemos que lo
conocemos al llamarlo: espíritu. La ciencia no lo acepta ni como
entelequia, el espíritu en su metáfora impalpable, invisible, tiene en la
existencia su evidencia. La atmósfera inabarcable, oscila, cambia,
evoluciona con los fenómenos meteorológicos que nos reflejan. Las
tormentas de Turner en las que se funden la superficie mesurable y la
bóveda infinita, saturadas de inestabilidades, describe la ingobernable
estancia de Turner dentro de sí, trasladadas en una imagen en el
lienzo.
Joseph Mallord William Turner Snow Storm, Steam Boat off a
Harbour's Mouth

El cielo de Tiepolo, promesa que alcanza con el color, se eleva


sensual, en ingrávida estancia de la teología. Los altares dorados del
Barroco, cielos escultóricos que crecen y se desprenden de la tierra, la
virtud escala jerarquías hasta la pureza sobrenatural. La teología
designa a la superioridad espacial como sitio para la superioridad
espiritual, virtuosa y dogmática, morada que se despliega inalcanzable
y todo lo cubre. El Tenebrismo oscureció al cielo, el interior y el
exterior son una penumbra, la luz señala el designio inevitable. Los
turbios grises cielos del Greco, iluminadas oleadas brotando entre
dudas, fatalismos y augurios; la expresividad de los cuerpos se funde
con las nubes, invadidos por la fuerza de su existencia. Las bóvedas
que desde la Edad Media hasta el Barroco fingieron ser el cielo
exponiendo a la visión del absoluto hasta los más ocultos momentos
de nuestra intimidad, el cielo dejaba el natural cambio de luz poseído
por un instante parmente, observatorio de un testigo incasable.
Marc Chagall, Rain, 1911

Las planicies de José María Velasco, plomizas, limpias que dialogan


con tierras semi áridas, en un ser resignado a su pequeña pasión.
Exultante, heroica, desproporcionada arrogancia que se exhibe en su
soledad, Caspar David Friedrich, invierte el abismo. La infinitud
del espíritu se compara para rendirse, Vermeer lo sitúa en los límites
de una ventana, la cotidianeidad es el escenario de su luz. La noche
llega con Chagall, el espíritu son oscuras memorias y leyendas que
aparecen con el sueño. El arte da imagen a lo innombrable.
José Ma Velasco, Valle de México desde el Cerro de Santa Isabel

Comentariios:
El cielo, un libro abierto, escrito en el lenguaje que sólo el espíritu sabe leer; sin
palabras ni explicación lógica alguna, sólo el sentimiento puro y directo de quien le
contempla con sosiego. Sin duda alguna existe una conexión que nos conecta a lo
infinito. Un bonito e inteligente artículo, con su toque de profundidad además. El
arte, sin duda, nos engrandece y nos permite ver más allá de lo físico

BATE EL LOGOTIPO
Antonio Caro, 1976,

Uno de los recursos más explotados, depredados y compartidos por los artistas
contemporáneos VIP es el plagio y adulteración de logotipos de corporativos.
Desde el de Coca-Cola, que ya no emprende acciones legales porque sería
imposible de perseguir a medio planeta, ahí está Antonio Caro que se consagró
con un simple letrero que constituye su masterpiece, hasta los de productos que
existen únicamente dentro de las fronteras del país en el que vive el artista. Esta
práctica de plagio comenzó en el Pop Art, los artistas endiosaron las marcas
promoviendo el capitalismo y el consumismo como arte, y las plagiaron para
darles, según ellos, un sentido crítico.

Un logo es un trabajo creativo muy difícil, llegar a una imagen que funcione como
un sello contundente y que represente a las múltiples características de un
producto, es un gran reto. Además tiene que ser sencillo, recordable, atractivo y
sobre pasar el tiempo como ha sucedido con el de Coca-Cola. Un logo es un
escudo de armas. Un logo está cargado de información, significa en sí mismo,
esto lo depreda y explota el supuesto artista VIP para darle valor de obra. El logo
para que tenga ese posicionamiento en el público ha recorrido un camino largo
que se suma a su presencia, y además tiene arraigo social, es reconocible.
Ventajas que el artista sin creatividad suma en la supuesta creación de su obra,
una instalación de cualquier cosa queda coronada y concluida si el artista le pone
el logotipo de McDonald’s y además se jacta de hacer una “crítica social al
consumismo y al imperialismo” o el lugar común políticamente correcto que esté
de moda. Es un recurso fácil y tramposo que un artista lo plagie y crea que con
esto puede hacer una obra y además dotarla de discurso. Ahora, un logo es
publicidad y es marca, no es arte, aunque el artista pretenda que robado por él y
puesto en un museo adquiere sentido artístico-social-reflexivo, esto no es así.

El Texas Department of Transportation les ordenó al curador Neville Wakefield y al


artista Richard Phillips, que retiraran de la orilla de la carretera que pasa por el
desierto de Texas en el pueblo de Marfa, una “instalación artística” hecha con la
copia del logotipo de la revista Playboy, el conejo con corbata de moño. Ellos
alegan, como siempre, que es una obra de arte, pero para las autoridades del
condado es un anuncio publicitario colocado sin licencia legal. Al preguntar a los
pobladores respondieron que para ellos eso es publicidad y que la ley no les
permite ponerla sin permiso. Esto sucede porque en medio del desierto el logo
carece del contexto del museo. En los plagios del arte VIP impuestos como arte es
imprescindible que estén protegidos en un espacio acotado, con una cédula que
contenga una explicación, fuera de estas condiciones privilegiadas, un logo es
simplemente un anuncio. La realidad es que aun en el museo mantiene su
presencia como anuncio de una marca comercial, los curadores y artistas imponen
una arbitrariedad retórica, esto no significa que algo pueda ser otra cosa que no
es. Los diseñadores crean estos logos y son tratados como si ellos no tuvieran
talento creativo y se valora como arte cuando el museo lo expone como obra de
otra persona que, obviamente, no tiene la capacidad creativa de hacerlo.

DALÍ ES EL PADRE

Si Dalí tuviera un hijo tendría cuerpo de langosta, piernas de caballo, cabeza de


toro, un brazo largo con un arco de violín y en el otro una garra de águila. Lo
desconocería como padre, lo denunciaría por ser un amante abusivo, que lo
mantiene enjaulado, obligándolo a pintar, a posar y a cantar. Dalí no engendra
hijos, los hijos lo engendran a él, cada noche se lo sacan de un muslo, de la
cabeza, es un padre multiforme, intolerable y mentiroso que sus hijos asesinan y
devoran sin placer, por la necedad de acabar con su estirpe.

La juez, desde la intolerancia legal, decide que es necesario averiguar si Dalí


engendraba hijos como los mamíferos, y que el aspecto de sus descendientes es
vulgarmente común. Las leyes han acudido a la ciencia para investigar si copuló
furtivamente, porque el producto de ese momento de humano aburrimiento exige
saber quién es su padre y con esa vaga información darle sentido a su vida.
Desmitificar es regresar a su naturaleza humana a esos que creíamos sin
sustancia animal. La orden de exhumar un cuerpo, retirarle fragmentos para
analizarlos en un laboratorio, es un juicio con su veredicto implícito: la biografía
que atestigua la única paternidad de objetos y pinturas surrealistas, sin más
descendencia carnal, no significa ante los delirios de grandeza de un ser humano
que cree tener un padre.

La realidad no nos deja escoger a los padres porque no naceríamos, nos


debatiríamos en dudas ante la fatal elección, ante el miedo de cometer un error,
los padres y los hijos son un accidente que aceptamos, nos adaptamos con dolor y
sumisión o con gusto y fortuna. Los genes determinan un parentesco celular, el
parentesco emocional se crea, se fomenta o nunca existe. Buscar una paternidad
tardía es tanto como forzar una elección, el destino que no es biológico es factual,
el padre es el que comparte y convive. El cuerpo de Dalí está recibiendo castigo
por un delito que ya la juez le dictaminó, los restos exhumados son evidencia de
que las leyes que ejercen sobre esta surrealista existencia, se equivocan cuando
tratan de ser justas e igualitarias.

Millones de padres están engendrando hijos ahora mismo, ¿por qué escoger uno
que no dejó más que sus propias ficciones? Elegir a un semental frustrado unido a
una mujer como él, pareja de niños estériles. La ciencia va a dictaminar sus
realidades, experimentado con las arbitrariedades de la evidencia terrenal,
examinando los restos de una suposición, evadiendo que el cadáver del padre
legal de la autonombrada hija yace en su tumba, que su hermano biológico vive y
que su madre aún puede aportar algo más que sus recuerdos. La juez no ordena
que sea exhumado el padre que registró ante un juez a su hija, ordena que se
saque de su tumba a un hombre sin hijos. Lo que el azar decida es irrelevante, la
realidad torció los senderos para alcanzar un destino; la juez, las leyes, la ciencia,
la hija que busca un padre, todos gritan desde sus tribunas: el mito ha
terminado.

SHAKESPEARE, EL CONSPIRADOR

¡Que lo metan a la cárcel! ¡Acúsenlo de conspiración, sedición, intento de asesinato


y complot en contra del Estado! Es extranjero, deben expulsarlo, llevarlo a
Guantánamo, es un peligro social, un desestabilizante del orden. Es la
intemporalidad del arte, en el Central Park de New York el montaje teatral Julio
Cesar de Shakespeare tiene histéricos a los republicanos y los conservadores,
acusan a la compañía de teatro de incitar al asesinato de su bully-presidente. Bastó
que el personaje de Cesar estuviera vestido con un traje azul oscuro, una corbata
roja cubriendo el cinturón del pantalón, pelo amarillo zanahoria (que ya tiene
copyright) y dedujeron que la obra era una conspiración. El drama tiene su réplica
en la realidad, Cesar desea convertirse en dictador, traicionar a la república, que en
términos actuales es la democracia. La consumación de su asesinato es una forma
de salvar al poder de la tiranía. Las democracias contemporáneas han demostrado
su afición a los gobiernos autoritarios que triunfan gracias al voto popular, la
transformación en dictadores es posible desde la legalidad, es una forma de ejercer
el poder que les han otorgado.

La visión de Shakespeare va más lejos que los tendenciosos analistas políticos y


nos dice con su poesía que el poder absoluto antecede a la caída. Los augurios del
arte son tan claros en sus voces que el público partidario de ser gobernados por
totalitarismos señalan paranoicos una “apología a la violencia”. El arte no puede
derrocar gobernantes, nos dice desde su escenario que somos personajes de un
drama que se repite sin que seamos capaces de comprender nuestra torpeza. La
puesta en escena ha perdido todos sus patrocinadores porque los acusan de “haber
ido demasiado lejos”, no es el poder el que abusa o rompe con sus propios
principios, el culpable es el arte. Es el primer acto de flagrante censura al arte que
vivimos en este periodo de la que se anuncia como “la nación más democrática del
planeta”, y no hubo muestras frontales de solidaridad. La gente del desfile de los
gorros rosas, los artistas VIP que se supone son ultra sociales y activistas, los
curadores que montan exposiciones con “misión reflexiva”, todos callados,
contemplando como a una compañía de teatro la persiguen y le retiran los apoyos
por una obra de Shakespeare.

Los tibios columnistas incapaces de señalar el fenómeno de su gobierno, se


quedan pasmados ante la claridad y contundencia de este drama, de sus
personajes, de la verdadera esencia de la traición y la tiranía. El ominoso (el
siniestro,fatal) silencio que rodea al heroísmo de esta troupe, que sigue
representando cada función, explicándonos con las palabras de Bruto, Casio y
César cómo funciona el poder del arte, de su implacable juicio que tiene a la
belleza para mostrar hasta a lo más abyecto. Los artistas VIP deben aprender de
esta compañía de teatro, que sabe encarnar el riesgo de denunciar con talento, sin
las facilonas consignas de los artistas VIP que son el acomodaticio y conveniente
producto del establishment.
¿A DÓNDE SE DIRIGÍA SU RUTA?

Autorretrato con José Gómez Sicre, Police Station


New York , 1968 José Luis Cuevas

No hubo más ruta la que trazó José Gómez Sicre para la trayectoria de José Luis Cuevas. La
obsesiva misión del funcionario de la OEA fue acabar con el Muralismo Mexicano y su influencia en
América Latina. Director de la Pan-American Union of Visual Arts llevó a cabo el proyecto de
unificación del arte y la cultura de América Latina bajo el liderazgo estético e ideológico de Estados
Unidos. El presupuesto que manejaba le permitió inventar y financiar a nivel continental galerías,
bienales, museos, concursos y, por supuesto, artistas; en México el elegido fue Cuevas. En los
documentos de Gómez Sicre depositados en la Benson American Collection en la Universidad de
Austin,Texas, está la relación epistolar entre ellos, con los textos que escribió para que Cuevas
firmara como autor, en la campaña de anulación del Muralismo, el nacionalismo y lo que
estorbara en la unificación estética.

José Luis Cuevas y José Gómez Sicre en el MoMA.


El texto La Cortina de Nopal, contiene la consagraron de Cuevas como “niño terrible y rebelde”,
fue escrito por Gómez Sicre desde Washington y enviado como carta, acto seguido organizó una
gira por Latino América para presentar a Cuevas y sus ideas. El performance incluyó construir con
autoelogios la personalidad de Cuevas, la reiteración de que era genial, que su carrera era
extraordinaria, que era un macho, que había tenido innumerables amantes, un personaje
desproporcionado, que convenció a los que querían creer. ¿Qué sería de la obra y trayectoria de
Cuevas sin su Pigmalión? Sin su performance de genio folletinesco inspirado en Picasso. ¿Era
necesario prestar ese servicio para que su obra existiera? Exposiciones en decenas de museos
extranjeros, publicaciones y entrevistas en medios internacionales, la gestión de Gómez Sicre fue
incansable, un burócrata que cumple sus objetivos. El misterio es por qué utilizó a Cuevas de
vocero y no a otro con más fuerza, con un trabajo más depurado.

Posicionado como “gran dibujante” ejerció un dibujo tímido, pequeño, oculto en la indefinición,
temeroso del formato y la resolución. Variantes de un cubismo mal estructurado, en la
deformación que encubre indecisión. La obra erótica son genitales y manos diminutas, sin placer,
asexual. La leyenda del “niño terrible” es una obra infantilizada, tristemente inacabada, encubierta
en una cortina de líneas, obra para ojos pequeños como los de sus personajes. En su “genialidad”
no hay una obra maestra o un trabajo contundente que defina o represente su trayectoria,
tampoco dejó escuela, o fue influencia estética, al contrario, las órdenes de Gómez Sicre eran
acabar con la enseñanza rígida, con la estructura que hoy ha desencadenado que los estudiantes
salgan de las escuelas de arte sin saber dibujar. El performance de su inventada personalidad es lo
más citado y recordado, no su trabajo, por eso explotó el escándalo, para existir, estar presente.
La genialidad no se proclama, se demuestra, la campaña y su trabajo artístico no fueron
suficientes, ni para sustentarlo, ni para destruir al Muralismo. Gómez Sicre se equivocó de
casting.

OPINION: César Alvarado dijo...

Sra. Lésper:

Efectivamente, Cuevas no era ningún genio (a la manera de Picasso o Max Ernst); eso es seguro.
Pero tampoco era el artista desdeñable que ud. insinúa líneas arriba. Cuevas era, simplemente, un
"buen" artista, de esos que abundaron en América Latina hace 50 o 60 años. ¿Sobrevalorado? Sí.
¿Lleno de poses y mistificación sobre su persona? También, pero eso no lo descalifica como
artista. Al final queda la obra. Sería como menospreciar las obras de Dalí, sólo por las ridículas
payasadas que éste realizaba para llamar la atención.

Lo que no entiendo es por qué ud. busca una confrontación entre "Cuevas vs. los muralistas", etc.,
si a un espectador cualquiera le pueden gustar las obras de ambos. Recuerdo que hace unos 20
años fui a una exposición aquí en Lima de varios maestros latinoamericanos; lo mejor fue, de lejos,
el cuadro de Diego Rivera y el dibujo a tinta de Cuevas. Y lo que ud. dice no es del todo cierto
porque Cuevas siempre sintió aprecio por la obra de Orozco.
Todo, absolutamente todo en el arte es relativo. Así como ud. gusta de la obra de Guayasamín,
aquí hay un crítico (Luis Lama) de la revista "Caretas" que abomina de la obra de este pintor y no
le reconoce ningún mérito, etc. Pero mucho de esto tiene que ver, sospecho, con las (detestables)
ideologías, que no significan nada desde un punto de vista estético.
No creo que ni Cuevas ni Sicre hayan sido tan tontos en querer "anular" el muralismo mexicano,
porque no iban a poder. Estoy seguro de que los murales de Rivera y Cía aún hoy son admirados
por miles de mexicanos y turistas, el buen arte no puede ser víctima de ninguna campaña de
desprestigio, como el presente artículo suyo sobre José Luis Cuevas.

La estética de Cuevas es siniestra, deforme y "feísta" pues porque la realidad latinoamericana es,
en muchos aspectos, bastante desagradable. Era autodidacta, inventó su propio estilo, no le debe
nada a nadie. Eso lo hace más valioso aún. Pero si se trata de hacer un arte agradable al gusto de
la mayoría para eso está Botero, el pintor de los gordos bonachones y felices.

LA CAPILLA DEL HOMBRE, GUAYASAMIN

El arte es más grande que la vida. El génesis y la manifestación del dolor humano
necesitaban un recinto para presenciar y meditar en su rostro. Oswaldo
Guayasamín se fue sin concluir su obra, dejando un presagio de que la tragedia
no terminaría, que la condición del ser humano es padecer su Historia. La Capilla
del Hombre está construida en lo alto de una montaña que domina la vista de
Quito, Ecuador, con una bóveda que proyecta al cielo los cuerpos que danzan su
cíclica muerte, en el contraste del fondo negro, la luz entra señalando su
inalcanzable viaje. La bóveda quedó planteada en boceto y fue concluida después
de la muerte del muralista, a pesar de seguir sus instrucciones no tiene la fuerza
de su trazo.
Guayasamín creó un lenguaje que contuviera todos los rostros, las vidas, las
lágrimas que él evoca en distintos lienzos, una construcción pétrea, imborrable,
densa como la trayectoria de los seres humanos en sus infructuosas batallas. La
Capilla lleva el muralismo, el gran formato, a la proporción épica que le da sentido,
era un recinto para cubrirse de murales de los que únicamente concluyó El Toro y
el Cóndor, pintado sobre placas, narra una portentosa batalla entre la fuerza de la
memoria que se niega a extinguirse, encarnado en el cóndor que habita el espíritu
de los Andes; y la invasión de la Conquista representada en el toro. Guayasamín
no buscaba la literalidad testimonial, escribió la Historia dentro la simbología de
cuerpos míticos, trazados con surcos de líneas gruesas, negras, ubicados sobre el
fondo absoluto de los lienzos.

La Capilla del Hombre es un refugio para meditar, escuchar las voces de las
pinturas, la geometría del dibujo, muestra el dolor y evoca la paz, la plegaria que
dedicamos es a nosotros mismos, a nuestra existencia, la belleza de la
arquitectura circular detiene el tiempo. La obra es esencialmente humana, la
madre que abraza a su hijo, las miradas de terror, los rostros gritando, la
oscuridad negra y roja del fondo, en el torrente de la existencia. La colección en
gran formato la Edad de la Ira es la que se expone en los muros de La Capilla, la
edad que marca al ser universal de Guayasamín no es de la inocencia, es la
guerra interminable, que insaciable de violencia no tiene memoria para sus
crímenes, reiniciándolos en una cadena que une dolor y sangre.
La monumentalidad es una urgencia, la dimensión de lo que representa exige la
proporción que nos enfrenta y nos reduce, contemplamos la lección que
sobrepasa nuestra limitada fuerza. Inspirado por Los Teules de José Clemente
Orozco, pinta Los Torturados, un tríptico de cuerpos rojos, desmembrados,
incapaces de reconstruirse con sus fragmentos, aúllan por todos los que fueron
masacrados. El grito de La Capilla no se termina, la pintura de Guayasamín es
poderosa, geométrica, una composición que fragmenta y sintetiza una voz, la que
debemos escuchar, la que llevamos en la memoria, la que desobedece al olvido y
grita NO.

LOS TORTURADOS GUAYASAMIN, 1976 y 77, 200 por 300, de la Colección


Edad de la Ira

WARHOL Y EL POWER-FAKE
“Andy Warhol es el único genio que conozco con un IQ de 60” dijo Gore Vidal.
Teniendo en cuenta que el más bajo es de 69, Warhol queda a la altura de sus
coleccionistas y sus admiradores. Está de moda lo falso, ya se venía anunciando
desde la peluca de Warhol, ahora su país está gobernado por un presidente que
usa una peluca igual de cutre y con el mismo IQ de 60, cosas del destino. La fama
posa con cuerpos de ficción plastificada moldeados por cirujanos, y
perfeccionados virtualmente en Photoshop.

El Museo Jumex no se queda atrás y realiza una exposición con la Andy Warhol
Art Fundation, que en pose de celebrity, instaló en las salas decenas de
guardaespaldas. Entérense, esta no es una selfie-exhibición, ni es para Instagram-
adictos, el protocolo es fingir que es arte real, caro, para teóricos y expertos en
gastar dinero. La exposición presenta el “lado oscuro de Warhol” ¿Cuál? En esa
obra no hay ni oscuridad ni profundidad, si de algo hizo su carrera fue de la
superficialidad con la que vivió, es obvio que nadie lee sus memorias porque
además de voluminosas son aburridas, ahí pueden conocer la “oscuridad” de las
ideas un grupie, que dictaba por teléfono sus cotidianas naderías en ligues, fiestas
y chismes, hoy sería un twittero más. Se sobreactúan presentándolo como denso,
original y valioso, contradicen la filosofía warholiana que amaba la fama y lo falso,
lo dijo en la histórica travesía de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, en la National
Gallery de Washington en 1963, que si expusieran una copia nadie lo habría
notado.
La obra de Warhol desde su origen carece de autenticidad y originalidad, las
realizó el staff de la Factory que en ocasiones hasta firmaban las obras, él no
hacía, ni decidía, fuera de sus bocetos publicitarios y las pinturas que orinó en
pareja con Basquiat. Los esclavos de la Factory calculaban que produjeron, en el
vergonzoso anonimato, más de 20 mil trabajos, que no han sido catalogados.
La Fundation tiene el monopolio de la obra, vende sus propios warhol’sque
certifican como originales, los cotizan, los ponen en subasta en Christie's,
administran las regalías de la venta de sus obras para hacer miles de productos y
el 5 por ciento lo destina a donaciones para instituciones. Es un gran negocio para
blanquear impuestos. El servicio de autentificación externa fue un cash machine,
hasta que los demandaron por certificar y valuar las cajas de
madera Brillorealizadas después de la muerte de Warhol, falsificaciones
postmortem. En un criterio arbitrario declaraban como falsos otras obras, y
autentificaban a su antojo, lo que les provocó muchos problemas, a ellos que les
gusta ser populares y tener amigos o clientes. LaFundation ya sólo autentifica sus
obras, así que ahora son originales todos los miles y miles de warhol´s que
continúan fabricándose y circulando por el planeta, como las pelucas y las cirugías
plásticas, eso dicen los teóricos del arte VIP y los galeristas.
La autenticidad está demodé, la gente presume el bronceado de spray y las
extensiones, la Fundation debería relajarse, ganar más dinero y publicitar la
autenticidad de las copias en el tiempo de la reproducción mecánica del arte y las
personas, el power-fake ha llegado, gobierna el arte y el mundo.

IDEA Y ARTE
Yoko Ono, Painting for the wind

La idea con fuerza propia, capaz de transformar a la sociedad que planteó Alfred
Fouillée o la idea como puente entre la razón teórica y la razón práctica de Kant
han quedado atrás en el arte VIP. La noción de idea como el modelo inicial para
hacer o crear algo, o formas del pensamiento y directrices de la acción, no existe.
Perpetuador del error del arte conceptual, el arte contemporáneo VIP cifra su
existencia en el slogan de que lo importante de una obra es la idea, no la
realización de esa obra. En el arte una idea debería concluir en una evidencia que
demuestre la validez de esa idea, el artista en el proceso tiene muchas ideas, que
elimina, evoluciona, corrige y están dirigidas a la obra misma.

Yoko Ono, My Mommy Is Beautiful, 2004

En el arte VIP todas las ideas son ocurrencias axiomáticas, completamente


válidas y suficientes para dar existencia a una obra de arte. No existen las ideas
equivocadas, en la afirmación de que lo importante es la idea, no la obra, la
posibilidad de que esa idea sea errónea no existe. Como “arte de las ideas”, no ha
sido capaz de generar ninguna idea trascendental o revolucionaria, que aporte
comprensión de la realidad o la irrealidad, si la idea es más importante que el
objeto ¿por qué la idea no es capaz de demostrar su propia importancia?
Formulan ideas obvias e inmediatas o que ni siquiera pueden ser comunicadas,
que carecen de un puente entre el objeto y la idea; entre la obra y el espectador.

Yoko Ono, Wish Tree for Washington DC

La “idea” requiere de una explicación extra que le aporte sentido o por lo menos
presencia en el contexto de la obra. Si esas ideas no van a ser reflejadas,
comprobadas o manifestadas en un objeto, para qué existe ese objeto o acción,
de esa forma tanto la idea como el objeto son desechables. El ejercicio de separar
a los objetos de las ideas demuestra que esos objetos no se pueden sostener
como arte, ¿qué pasa en el sentido contrario? Despojando a esas ideas de la
parte material que las complementa, las ideas tampoco se soportan como
formulaciones, son incapaces de generar planteamientos complejos, autónomos y
perdurables.
Al tomar las ideas de artistas como Yoko Ono, Bárbara Kruger, Tracy Emin,
Gabriel Orozco, ¿se puede fundar una escuela de pensamiento con esas ideas,
establecer una filosofía con el substrato intelectual que motivó cada uno de sus
objetos? Imposible. Esta corriente inició para desmaterializar al arte, y el caso es
que no lo desmaterializan, al contrario, continúa siendo “algo”, hasta una
habitación vacía es la habitación en sí misma, es el contexto del museo, es la
cédula.
La consecuencia de la desmaterialización es el arte desaparezca, esto lo evitan
girando certificados que le den constancia legal y continuidad a la obra. Lo que
desmaterializaron fue la factura, el objeto material realizado con talento y
responsabilidad creativa, acabaron con la materialidad independiente de una
explicación. El único concepto que maneja, repite y que es el soporte de todas las
obras VIP es que cualquier idea y objeto están validados como arte, nada más.
¡DESCUÉLGALO!

El Señor de la Humildad detalle, S VII

El señor de la humildad, S XVII Anónimo.

De la melancolía pasé a la desesperación y de ahí a la decepción. La


exposición Melancolía en el MUNAL cuelga casi 140 obras con un guión
erróneamente descrito, que hace alarde de una lectura superficial, inmediata y
banal. La arbitrara curaduría responde a que no ven las pinturas, la psicoanalizan;
los núcleos temáticos parecen terapia de grupo. La museografía presa de un
ataque de pánico, cuelga este exceso innecesario en cuartitos y pasillos con nula
visibilidad y agobiante circulación. La cédula del inicio afirma “la iconografía del
melancólico de la cabeza agachada en la mano ha servido para caracterizar el
abatimiento anímico, introspección, contemplación religiosa” y de ahí a colgar y
colgar obras.

El Señor de la meditación, Cristóbal de


Villalpando

La iconografía no es la pose de un personaje, una apariencia “triste” no significa


melancolía, ni que manifieste un sentimiento depresivo. El misticismo del arte
sacro es teología, no es forma, es una construcción visual que “nos hace
partícipes de la naturaleza divina” la búsqueda es que los humanos en nuestra
condición mortal, necia y voluble seamos capaces de comprender la naturaleza
del Infinito. El éxtasis no es melancolía, es ausencia de esta realidad, un
encuentro sobrenatural con un ser Divino, como tampoco la resignación que es el
optimismo sublime, de aquel que se rinde, nada espera y no resiste. La melancolía
es la ociosidad del espíritu burgués, la entrega al egoísmo de un sentimiento;
Spinoza afirmaba que la tristeza es el triunfo del mal sobre el bien.
Ignacio Nieves Beltrán, Complejo sexual mexicano 1955

Decir que la melancolía produce creatividad es distinto que representarla, Proust


aconsejaba la depresión como un detonador para escribir, y ésta no tiene por qué
verse reflejada, eso es evidente en el arte sacro y su estricta guía iconográfica. La
selección nos tortura, si les pareció que el personaje sufre, está muerto o es una
escena con dolor, entonces es para llorar y se cuelga. ¿El voto de silencio es lo
mismo que el mutismo de un desequilibrio mental o emocional? ¿La revelación de
El Sueño de San José fue una depresión? Exponen obras de gran valor con otras
muy mediocres en el afán de ajustar su concepto curatorial en un diálogo inviable
porque el misticismo, justamente, busca distanciarse de los desequilibrios
emocionales, es la prevalencia del espíritu sobre las pasiones. Actualmente no
existen místicos porque les diagnosticarían desordenes de conducta y los
medicarían. El genio de Villalpando apreciado con nivel de autoayuda.

Juan Patricio Morlete Ruiz, Cristo consolado por los ángeles, SVIII

Decenas de obras fatales, la angustia de ver cuadros de Cordelia Urueta, la


sacan de su merecido olvido y le dedican una sala con Tamayo que es una de las
pocas obras melancólicas. Los cuadros de Manuel González Serrano, con uno
basta. Montones de las restauraciones criminales de las obras del Novohispano,
las destrozaron, carecen de valor artístico, son un testimonio de la falta de talento
de los restauradores, no las exhiban más. Al final un horrendo Complejo sexual
mexicano de Nieves Beltrán, nos deja abatidos. La curaduría ya exhibió su estado
de ansiedad montando al mismo tiempo dos exposiciones distintas, ahora
alcancen la felicidad descolgando la tercera parte de las obras.

La Inmaculada, SVII, anónimo


Nicolás Enriquez, La Flagelación, SVIII

INSERVIBLE

Carel Fabritius, El Jilguero

El arte no es progreso y esa es su virtud. El progreso se mide por alcances


económicos, sociales y políticos, es un avance que proyecta poder, elimina al
pasado e invade el futuro. El ritmo del progreso es frenético, devastador, erige su
propio altar para adorarse. El arte utiliza el tiempo en un gesto, una palabra, un
color, en contemplación o en nada. La presión que el arte sufre para ser “actual y
con las preocupaciones de nuestro tiempo” ha desvirtuado su trayecto, lo conduce
a los objetivos redituables del progreso. El arte es y debe ser antiproductivo,
antiprogresista y antiactual. El arte es y debe ser bofetada violenta, contradicción,
reiteración y silencio. El arte es antiprogresista, su principal virtud es el fracaso, el
error, la dilación, la despreocupación con el futuro, la obsesión con el pasado. El
pragmatismo del progreso no existe para el arte, las estadísticas, los índices de
crecimiento, las metas no describen una actividad con una sola búsqueda que tal
vez nunca alcance y que, esa será su virtud.

El optimismo progresista, que exige resultados se fractura ante la obra de arte,


que se concluye en la insatisfacción y la zozobra de lo que no fue. La única
autoridad del arte es el talento, la relación con los materiales, la necesidad de
decir y plasmar un tema que manifieste una remota certeza de la existencia. La
autoridad del poder gobernante es la que determina qué y cómo debe ser el
progreso. La realidad es irrelevante para el arte, el realismo es una ficción que
sucede bajo las condiciones de su lenguaje, en la tiranía individual, imperfecta y
sin consecuencias de una emoción. La realidad es un punto de partida sin reflejo
en el arte, en el momento que sea trasladada desaparecerán su apariencia y su
circunstancia, sometidas a la coherencia de un lenguaje que no quiere diálogo. La
dirección del progreso es lineal, la del arte es un círculo que se escarba de tanto
andar, que conduce a ningún sitio y profundiza en lo que no se ve. Antiproductivo
y sin reivindicaciones, su única causa es la obra misma, y esa puede ser fallida y
esa será su virtud. Las obras de arte apegadas a la actualidad, no son arte, son
voceros de una ideología. La actualidad y la realidad no transitan en la obra, el
arte tiene presente, que es el tiempo de la contemplación y la creación, y tiene una
realidad que nunca sucede. La imitación total y la recopilación de esa actualidad
no es arte, es propaganda, y es incapaz de confrontación crítica.

El arte es antiproductivo, sin consenso, ni empatía, se realiza en soledad desde la


posibilidad del rechazo. Los países no miden sus índices productivos con el arte,
un poema no es una carretera, es un capricho sin consecuencias, si nadie lo lee y
se pierde, entonces, tal vez sea un buen poema. El arte no progresa, permanece
estático, escuchando sus voces, silenciando las imposiciones. El arte es, y debe
ser fracaso social, la antítesis del capital humano, un desperdicio que nos abre a
la noción de belleza, y la belleza no es actual, no es progresista, no es productiva,
es la infinita y grandiosa nada.

LA BARATIJA

Arte post mortem, obra


de Eko, su sitio aquí
Ultrajaron su memoria, convirtieron sus restos en una baratija, y agravando el
insulto, pretendieron usar esa baratija para canjear sus archivos, que contienen el
testimonio de su vida creadora. Esta profanación ubica al arquitecto Luis Barragán
en el plano internacional como comparsa obligado de una “obra de arte hecha de
con restos humanos”, ha dejado de ser un artista, lo redujeron a un despojo que
se manipula como basura. La aportación de Barragán a la arquitectura mundial y a
la identidad mexicana está rebajada en souvenir funerario, depredada entre la
telenovela de una familia y los balbuceos incoherentes de una pseudo artista. La
impunidad con la que atenta esta patología social llamada “arte contemporáneo”,
ha oscurecido la obra del artista y sus problemas más serios: el descuido total de
sus obras arquitectónicas y el gran desprecio que las instituciones
gubernamentales y culturales tienen hacia los artistas y su acervo. El esfuerzo que
hacen para destruir al arte real, desde el aparato académico, los museos, las
instituciones, los teóricos y curadores del arte contemporáneo VIP queda
evidenciado con esta obra, centrando la atención en un anillo que simboliza el
exterminio del concepto de autor, y de la obra de Barragán en particular. El
extremo del cinismo está en el objeto mismo, la supuesta artista tramitó en Suiza
el proceso de hacer un diamante de laboratorio con cenizas, que desde el año
2005 hace la misma empresa Algordanza con las funerarias J. García López y
que despacha en su sucursal de Guadalajara, Jalisco. Las instituciones
gubernamentales y los familiares, reencarnados en los personajes cómplices y
cobardes de los Caprichos de Goya, le patrocinaron el engaño y la mandaron a
pasear a Europa. Es tal la liberalidad de la legislación de las cenizas en Suiza que
se pueden hacer diamantes “simbólicos” con cenizas de árboles, y ya que la
pseudo artista sostiene su “obra” en mentiras, vale la pena preguntarse de qué
está hecho eso que veneran con fetichismo imbécil en las salas del MUAC, velado
por Medina, sepulturero-curador en jefe.

El argumento absurdo de que es un “anillo de compromiso” para regresar los


archivos Barragán a México sólo puede ser creído porque no existe capacidad
crítica frente a las burlas del arte contemporáneo VIP. Las opiniones en masa han
sumado artículos “esclarecedores”, siguiendo el juego a esta violación oportunista,
decía Kurt Schwitters que “todo lo que escupe un artista es arte”, y ante un
escupitajo no hay necesidad de argumentar su validación, es lo que es. La
cobardía acrítica de los alumnos de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, que
no se opusieron a que se exhibiera este objeto, es parte de la complicidad
académica con una falsa expresión artística.

Agradezco públicamente a Federica Zanco y a su Fundación que resguarde estos


archivos lejos de la parentela y de nuestras instituciones, evidentemente ella si
sabe valorar su importancia. Espero que con esto la venta de los servicios
funerarios de J. García López crezca en alianza con el MUAC y que enriquezca
sus exposiciones. En una sala de exposiciones temporales los clientes velarían a
sus familiares convertidos en diamantes, se venden unos 60 al año. El Instituto
de Enfermedades Estéticas de la UNAM entregaría los certificados de
autenticidad. En la sala exposiciones permanentes, la UNAM y el gobierno
adquirirían los planes todo incluido para que inmortalice en diamantes a los
involucrados que autorizaron y apoyaron este esperpento, los coloquen en una
calavera como la de Hirst, resignificados en obras de arte VIP post mortem. La
cédula la escribirá el sepulturero-curador Medina, y debe iniciar citando el slogan
de De Beers, “el insulto es para siempre”.

EL DRAGÓN Y SU FURIA

El Rey Lear, la tragedia de Shakespeare, desata el conflicto cuando el rey


pretende dividir su reino entre sus tres hijas y para decidir les pide que describan
el amor que sienten por él. Las descripciones de Gornelia y Regan, se asemejan a
los Sonetos del escritor, involucran los sentidos, el compromiso, contienen las
virtudes del amar. La más joven, Cordelia se preocupa al verse incapaz de
alcanzar la elocuencia de sus hermanas, aterrada no sabe cómo explicar a su
padre ese amor. Lear le advierte que su parte del reino es la más rica, y le
pregunta “¿Qué puedes decir que merezca un tercio más rico que el de tus
hermanas?” Cordelia afirma: “Nada”, simplemente ofrece consagrar su vida a
amarlo. Encolerizado confunde su sinceridad con un corazón insensible y la
despoja de su herencia, entonces el Conde de Kent trata de calmarlo y Lear
responde “No te interpongas entre el dragón y su furia”.

La descripción de los sentimientos y especialmente la del amor es y ha sido un


reto de la inteligencia y del arte durante millones de años. Hasta ahora, que ya no
es necesario. La poesía, novela, se han obsesionado con iluminar esa oscuridad.
La música, las artes plásticas, la danza, han investigado en la infinita posibilidad
de manifestar el amor. Describir nuestras emociones nos obliga a generar
palabras, metáforas, actitudes, gestos, somos un cúmulo de acciones
encaminadas a exponer lo más sensiblemente posible lo que nos embarga.

Eso sucedió hasta que el marketing, los psicólogos y la mediocridad se


confabularon para posicionar los emoticons y los emojis. Los círculos amarillos
con ojos son ahora la nueva versión de nuestro bagaje emocional, según los
psicólogos, el cerebro cambió con su aparición y ahora con ver estas pegatinas
digitales reaccionamos igual que ante un rostro real, humano. Las nuevas
generaciones pueden sustituir el contacto físico de un rostro, infinito en sus
matices, con la unidimensionalidad de estas pegatinas, y peor, es suficiente para
describir lo que sienten. El dilema que desata la tragedia de Rey Lear se resuelve
hoy en día con un emoji.

Nos merecemos la monstruosa cultura que hemos generado, nos merecemos


estar rodeados de esta zafiedad (vulgaridad, inculturalidad) y además tener un
aparato de “estudiosos” y marketeros que convencen a la población mono
neuronal de que eso son sus emociones y que su cerebro así lo acepta. La gente
que con eso se satisface no necesita la poesía, ni el arte, mucho menos le
interesa saber el dolor que Proust sentía ante las líneas que escribía, esa gente es
del tamaño de un emoji. El cerebro de estas personas no ha evolucionado, al
contrario involucionó, ha reducido drásticamente su vocabulario, su capacidad de
auto observación y análisis, su riesgo ante la sinceridad, su calidad y cualidad de
ser verdaderos, su entrega. La gente ama menos, porque siente menos, no se
involucra en algo esencial: decirlo y asumirlo. Esos merecen tener como pareja un
emoji, vivir con él y morir juntos como una aplicación obsoleta.

HUMANISMO : LA ACADEMIA VIP Y EL TOTALITARISMO


La Academia Francesa fue un baluarte absolutista, los cardenales estrategas,
primero Richelieu y más tarde Mazarino establecieron la institución que regiría los
cánones estéticos de Francia, el reinado de Luis XIV podía controlar hasta la idea
de belleza en el arte. El modelo se expandió en Occidente, y el academismo poco
a poco se convirtió en un término del buen gusto, la rigidez estética y la disciplina
en la educación. La institución imponía sus ideas al margen de las universidades,
y su influencia abarcó todas las artes.

A pesar de las críticas a la autoridad y las reglas que imponía, la formación


rigurosa se estableció como una norma, las discusiones estéticas existían dentro
de la importancia de la maestría y del arte como un hacer relevante y
trascendente. La autoridad de la Academia se fue deteriorando en la medida que
las revoluciones sociales le dieron un escaparate ideológico a la libertad, lo que
fuera en contra del axioma “libertad” estaba equivocado. La degradación de la
educación artística comenzó con el desprecio del término “académico”, exigir el
dominio del dibujo “académico” se vio como esfuerzo obsoleto y castrante para la
creatividad.
El resultado son generaciones completas de pintores que no saben dibujar; lo
mismo sucede con la composición, la obligación de crear un orden en el
planteamiento del lienzo, abstracto o figurativo, es materia desconocida en
muchos pintores desde la sobre valorada Ruptura. La evolución de la Academia y
el academismo es una burla, hoy pertenece completamente al sistema de las
universidades y museos, no existe como un grupo alterno, es el grupo. Desde el
reproche a su imposición estética se ha regresado al mismo punto con una gran
pérdida: no hay una búsqueda de la calidad artística.

La nueva Academia VIP la forman un conjunto de burócratas de la retórica y la


moda, desprecian la formación estricta y el respeto a ciertos cánones estéticos
pero están imponiendo otros: el panfletarismo, el efectismo (falsedad, ficción,
esnobismo), la sobre verbalización de las obras, y el soporte ideológico de toda
expresión que consideren “novedad acorde a nuestro tiempo”. El academismo VIP
es más beligerante (combativo, luchador) y absolutista que el antiguo, todo lo que
esté relacionado con la maestría del objeto artístico es rechazado por anacrónico
(equivocado), disciplinas como el grabado o la escultura son marginadas mientras
llaman arte a cualquier objeto que este sostenido en teorías. El absolutismo
ideológico regresó con el academismo VIP, la diferencia es que lo sublime se
cambió por lo estulto, la belleza por el kitsch, el esfuerzo por el facilismo. Derribar
a las instituciones se ha convertido en una actividad ociosa, sus miembros
destruyen los cimentos, el oportunismo que alberga a la mediocridad para acarrear
el aplauso de la mayoría no es exclusivo de la política, también participa el arte. La
apabullante abundancia de mediocres es la sangre joven que sorben los sedientos
burócratas de la Academia VIP.
EL GRABADO, OBRA TOTAL

Alfred Jones

Las técnicas de las artes plásticas se están perdiendo porque los estudiantes
quieren ser artistas VIP y para eso no necesitan conocimientos. Las soluciones
fáciles han invadido a la gráfica, entre la “expresión personal”, el minimalismo y el
comercialismo las técnicas se limitan al poco talento del ejecutante. El Museo de
San Ildefonso presenta una selección de obra gráfica de la National Gallery de
Washington. Es una exposición valiosa y una oportunidad ahora que el Museo
Nacional de la Estampa monta instalaciones de arte VIP que no expondrían ni en
el lumpen Ex Teresa.
Edward Hopper, Locomotive

La selección inicia en el siglo XVIII con la disciplina de reproducir las pinturas en


estampas para darlas a conocer al gran público; el retrato, las escenas históricas y
cotidianas, impusieron la racionalización de la línea y la monocromía. La escuela
del paisaje con exquisitas obras del siglo XIX de Whistler, Thomas Moran y
William Bradford. La cronología permite ver que la gráfica mantuvo su fuerza
temática, estética y técnica hasta la primera mitad del siglo XX, entre más
modernos, más facilones y superficiales. La dificultad de desarrollar un tema que
le diera sentido al papel impreso con una obra que resumiera estética y
compromiso se perdió por la “libertad expresiva” de gestos insustanciales y sin
permanencia.

The Arc Welders at Night Martin


Lewis

Las composiciones audaces de geometrías con movimientos en negros absolutos,


las secuencias de seres humanos que funden máquina y anatomía, el paisaje
urbano que alcanzó un significado revolucionario, terminó en inútiles
introspecciones, en piezas que son un desperdicio de material. La oportunidad de
crear verdaderas propuestas de gráfica abstracta se diluyó en la repetición de
gestos poco contundentes, desvalorando la técnica y el medio. El oprobio creativo
lo inauguró Warhol con sus plagios seriales y cutres, está representado por uno de
los infinitos falsos que giran por el planeta.
Thomas Moran, Mountain
of the holy cross

Winslow Homer

El vacío ocioso del Pop Art se corona con las obras de gráfica contemporánea
que son “litografías en offset”, esa errónea denominación es parte de la
decadencia de la gráfica. No hay litografía en offset, son técnicas totalmente
distintas, le quieren dar valor artístico a los posters llamándolos litografías. Jenny
Holzer, artista infra VIP, con un letrero de frases de su limitada cabeza, invocando
su filosofía nivel libro de autoayuda; las Guerrilla Girls y su cartelito de statement
falso que les ha dado becas y manutención durante años con su chantaje de ser
cuota feminista de galería y convención; esas obra resumen la mediocre versión
de la gráfica VIP que su ignorancia de la técnica y su pobre imaginación se
protegen en la publicidad y la propaganda. Faltan desnudos y figura femenina,
pero es una selección cargada de obras bellas, de maestría y entrega a una
técnica exigente, difícil y sin embargo frágil, que permite crear obras totales y
contundentes.

VIRGEN DE DOLORES. TRES GUERRAS (Celaya)


La producción artística de Francisco Tresguerras
Los objetivos del presente artículo son, primero, la identificación de las piezas en
que Francisco Tresguerras aborda el tema de la Virgen de los Dolores,
ordenándolas cronológicamente; después distinguiremos los cambios formales en
la representación relacionados con el soporte y la técnica; por último, hablaremos
sobre la figura del artista devoto y cómo la intimidad del tema ha permitido una
libertad compositiva, específicamente en la obra que se encuentra en la capilla de
Nuestra Señora de los Dolores, lecho mortuorio del artista celayense.
La tumba de Tresguerras
Francisco Eduardo Tresguerras (Celaya, 1759-1833) incursionó en diversas
disciplinas artísticas; la iglesia del Carmen, de Celaya, es su obra más conocida.
Dentro de su producción se han identificado varias piezas dedicadas a la figura de
la Virgen de los Dolores. Hay grabados, novenarios, pinturas, retablos y dibujos, e
incluso una capilla mortuoria.
Por supuesto que, en el periodo en que vive el celayense, la devoción por esta
virgen está bastante afianzada y extendida. Entonces, la frecuencia de la imagen
dolorosa en la obra de Tresguerras puede estar supeditada al gusto imperante en
la sociedad y, desde luego, a los encargos. A lo largo de este trabajo iremos
reconociendo cómo es que esta advocación en la obra del abajeño ha tenido la
intención de ser consumida por un público amplio; sin embargo, la Virgen de los
Dolores que se encuentra en su tumba tiene la particularidad de ser una pieza de
consumo personal. En ese sentido, su composición resulta más íntima y original.
La capilla de Nuestra Señora de los Dolores, diseñada por Francisco Tresguerras,
se encuentra ubicada a un costado del convento de San Francisco de Asís, en
Celaya. En este sitio, el artista dio rienda suelta a su imaginación y a sus
habilidades plásticas para dar forma al lugar en donde pensó descansar tras la
muerte.
Este sitio es un cuadrado aproximado de 4.5 metros, que alcanza casi los seis de
alto. La portada de cantera también es obra de Tresguerras. Francisco de la Maza
publicó un inventario, levantado en 1835 por Tomás Vélez y Tresguerras, quien
fuera nieto del arquitecto. En dicho documento se apuntan cerca de trescientos
objetos, como lienzos, espejos, candelabros, porcelanas chinas, vidrios de
Venecia, terciopelos, picheles, estampas, sonetos, chorreaderas, tapetes,
manteles, entre muchos otros adminículos.1 Cabe destacar que un buen número
de estos son obra del propio Tresguerras, como un apostolado, algunos sonetos,
un misal manuscrito, dibujos de las letanías y otros tantos lienzos.

Francisco Tresguerras, Virgen de los Dolores, óleo sobre tela, 2.5 x 3 m, primer
tercio del siglo xix. Mausoleo de San Francisco, Celaya. Fotografía de Rafael
Soldara.
La obra principal de la capilla es el lienzo de la Virgen de los Dolores, colocado al
centro del retablo, con un formato grande de 2.5 metros de largo por tres de alto.
Remata en medio punto y lo en enmarca una elaborada moldura de madera
tallada y dorada. Sobre la pintura el inventario dice: “En el Altar, la Imagen de
Nuestra Señora de los Dolores, pintada al óleo de mano del fundador de dicha
Capilla, como también lo son las demás imágenes que se referirán en este
inventario; tiene este lienso [sic] cuatro varas de largo y tres de ancho, marco de
taya dorado y en los lados y copetes calados y embutidos vidrios finos y
asogados”.2
Los pequeños vidrios son una constante en toda la capilla; enmarcan lienzos,
estampas y dibujos, y son un recurso para dar luz a los objetos, destellos
decorativos que fungen como ahora lo hacen las luces en las imágenes sacras.
Sin embargo, alrededor de la virgen tienen una carga simbólica, ya que aluden a
su pureza, el espejo sin mancha: “Esta integridad de la virginidad Mariana, se
esplica de algun modo por la semejanza de un espejo; pues asi como el sol arroja
sus rayos en él, y por medio del espejo los reflexa de manera, que da luz, pero sin
lesión alguna de él ni menoscabo del sol; asi obro el Santo Espiritu en Maria,
como en un espejo de pureza”.3 El texto anterior corresponde a la explicación de
la figura dos del grabado 17 del libro de las Letanías lauretanas, el de la Mater
inviolata. Entonces, los espejos en la tumba tienen una doble función: decorar y
simbolizar la pureza de María.
Por otro lado, comparando el inventario con el último registro fotográfico del
retablo, podemos apreciar que tanto el color como el tipo de tela de la testera del
retablo fueron sustituidos: el fondo “está entapisado de damasco morado hasta
donde finalisa el lienso y lo demás hasta el banco del altar de terciopelo labrado
del mismo color”.4 El intercambio del damasco morado por un fondo rojo cambia
sustancialmente la apreciación de la obra y el significado de la misma, ya que el
primero se asocia con el viernes de Dolores, dándole además un ambiente
luctuoso y de recogimiento al lugar.
A pesar de la cantidad de objetos que aparecen en el inventario de 1835, es
posible distinguir tres tipos: aquellos cuya función está en relación con la liturgia —
cáliz, hostiarios, recipientes para vino, cíngulo, despabiladeras—; otros de tipo
suntuario, que tienen como función demostrar el prestigio y la posición social a la
que se pertenece —vidrios de Venecia, piedras de cuarzo, tapetes, espejos,
salvillas de “china y otra de talavera”—, y por último, los que afirman el aparato
iconográfico de la capilla —lienzos, esculturas, dibujos, estampas y sonetos—.
Sobre estos últimos, las figuras de Jesús y María son los que con mayor
frecuencia aparecen, así como el dolor y el calvario los temas preponderantes;
llama la atención la disposición en la entrada de la sacristía de las figuras de san
Francisco (arriba), san José (lado izquierdo) y san Eduardo (lado derecho), pues
juntos forman el nombre completo del celayense.
Además de la capilla dedicada a la Virgen de los Dolores, Tresguerras ha
retomado otros soportes y técnicas artísticas para retratar el tema doloroso,
aunque cabe advertir que en estos casos las obras fueron concebidas con el
propósito de ser expuestas o leídas por públicos amplios. En la página siguiente
presentamos una tabla con las obras identificadas que remiten a dicha advocación
mariana.
Francisco de la Maza reprodujo un alzado arquitectónico de un retablo de
Tresguerras del cual no se identifica el año.5 En este dibujo, el abajeño dispuso
una pintura sobre la calle central con la figura de la Virgen de los Dolores. La
cabeza tiene una ligera inclinación hacia su lado derecho y la mirada al cielo en
gesto de arrebato místico. El brazo izquierdo se encuentra abierto, mientras que la
mano derecha posa en su pecho, de donde sale un puñal. El manto cubre la
cabeza y cae en medio del vientre formando una curva. Las entrecalles se dividen
mediante cuatro columnas, cuyos fustes son lisos y de capitel corintio. Ahí se
ubican cuatro pinturas más, dos a cada lado. Sobre el entablamento, dos ángeles
sostienen un medallón en donde se representa un arcángel.
Este dibujo dista en algunos aspectos formales del retablo que se encuentra
dentro de la iglesia del Carmen, de Celaya; primero, porque la imagen central es
una escultura de bulto dentro de una hornacina; luego, aunque ambas conservan
la gestualidad en las manos —una al pecho y la otra abierta—, la escultura
prescinde de la daga y la inclinación de la cabeza es en sentido contrario, es decir,
a la izquierda. Además, la mirada se dirige hacia abajo. Sobre el frontón triangular
entrecortado se encuentra una pintura en la que se representa a María arrodillada;
a su costado, un ángel la rodea con sus alas; frente a ella, Jesús y Juan Bautista
niños, y sobre ellos, Dios padre.
Cronología de las obras de Tresguerras con tema doloroso

Fecha Obra Observaciones

Dibujo arquitectónico del altar de Reproducido por


Sin fecha
la Virgen de los Dolores Francisco de la Maza

Las fechas son las


Retablo de la Virgen de los
de inicio y término de
1802-1807 Dolores, templo del Carmen de
la construcción del
Celaya, Guanajuato
templo

Colección Andrés
Grabado aguafuerte, 140 x 950
1817 Blaisten, Fondo Díaz
mm
de León

Imprenta de
Libro impreso. Novena de María Alexandro Valdés.
1817
Santísima Dolorosa En el Museo
Regional de Celaya

Libro impreso. Los afectos a


1818 María Santísima Dolorosa. Impreso en la oficina
Ensayos para pedirle su de Juan Bautista de
asistencia en la hora terrible de su
muerte. Consideraciones Arizpe. En el Museo
piadosas en la vida. Interesantes Regional de Celaya
verdades que descubren nuestra
miseria

Libro manuscrito que


contiene una
Entre 1801 Partitura dedicada a la Virgen de partitura. Se
y 1825 los Dolores conserva en el
Museo Nacional de
Arte (munal)

Libro impreso. Novena de María


Santisima Dolorosa, en que se
obsequian sus admirables
Impreso en el taller
virtudes y agudísimos Dolores, se
de Teodomiro Ginori.
recuerdan sus grandezas, y
1901 Un ejemplar en la
desagravian sus angustias y
Biblioteca Nacional
Soledad para bien de nuestras
de México
almas, é implorar el patrocinio de
esta Señora, Refugio de
pecadores

La composición arquitectónica no dista sustancialmente de la propuesta en el


dibujo: ambas tienen un solo piso que se divide en tres calles mediante columnas,
una pintura en el ático y comparten algunos elementos. La diferencia radica en la
virgen, no únicamente porque una es pintura y la otra escultura: la primera no
requiere ser representada de cuerpo completo, ya que la atención se centra en la
mirada que dirige al cielo y de ahí la enorme proporción del ático; la segunda tiene
la intención de apelar al espectador: la virgen, con la mirada, expresa todo su
dolor, mientras que la mano abierta nos hace partícipes de él. En contraste, en la
pintura ubicada en la capilla mortuoria, la virgen tiene ambos brazos abiertos; el
hecho de que los retablos sean encargos pudo haber contenido a Tresguerras en
sus preferencias plásticas, ya que no podía haber ambigüedad en la advocación
dolorosa, por ejemplo, que se interpretara como una Virgen de la Piedad, sobre
todo en el caso de la escultura, ya que no cuenta con daga.
Por otro lado, en 1817 se imprimió en el taller de Alejandro Valdés una Novena de
María Santísima Dolorosa escrita por Tresguerras. Estas novenas fueron
frecuentemente publicadas en la época. En 1818 se imprimió un segundo libro de
Tresguerras, esta vez en el taller de Juan Bautista Arizpe, Los afectos a María
Santísima Dolorosa. Ensayos para pedirle su asistencia en la hora terrible de su
muerte. Consideraciones piadosas en la vida. Interesantes verdades que
descubren nuestra miseria. Cabe señalar que estos impresores, junto con Zúñiga
y Ontiveros, fueron los tres únicos talleres que funcionaron en la Ciudad de México
en 1809. No he podido consultar los impresos, pues los tienen expuestos dentro
de vitrinas en el Museo Regional de Celaya; sin embargo, en la ficha técnica del
de 1817 se dice que contiene un grabado. Intuyo, por la fecha de producción, que
es el mismo que hoy conserva de manera suelta la Colección Andrés Blaisten. Es
evidente la similitud entre este grabado y el óleo que se encuentra en la capilla de
Nuestra Señora de los Dolores.
En 1901, se reimprimió en Celaya la Novena de 1817. En ésta se incluye un
pequeño grabado oval de 70 mm de alto por 55 de ancho.6 Me atrevo a decir que
este no es obra de Tresguerras, primero, porque no tiene firma ni fecha, lo que
resulta inusual en la obra del celayense; además, puede verse en la talla del
grabado una línea mucho más abierta y el achurado va en una sola dirección; en
cambio, en los trabajos del abajeño este efecto se utiliza en sentidos
entrecruzados para crear la apariencia de sombreado. Por otro lado, el título de
“Madre Dolorosa” tiene una tipografía propia del siglo xix. Finalmente, podemos
decir que Teodomiro Ginori difícilmente pudo conseguir para su taller el grabado
original a medio siglo de la muerte de Tresguerras, por lo que suena más lógico
que se haya utilizado un grabado de su propia imprenta.
A continuación trataremos en conjunto la pintura de la capilla, el grabado de 1817
y la Novena, por considerar que estas tres piezas son las que mejor se relacionan
y muestran de manera clara la devoción del pintor.
Libro-grabado-pintura
Comparando el grabado y la pintura son evidentes las similitudes que comparten;
el libro de la Novena también arroja una serie de inquietudes que Tresguerras
representó en el óleo. Es por ello que, para dar cuenta de la composición final, nos
valemos del estudio de estas tres piezas en conjunto.
Francisco Tresguerras, Virgen de los Dolores, grabado, 140 x 95 mm, 1817.
Colección Andrés Blaisten, Fondo Díaz de León. Agradezco por este dato del
grabado a Andrea Montiel López.

Anónimo, Virgen de los Dolores, grabado, 70 x 55 mm. Localizado en la Novena


de María Santísima Dolorosa, 1901. Biblioteca Nacional de México. Sig. R242.8
TRE.m.
En la pintura de la Virgen de los Dolores, que ocupa el lugar principal en la tumba
de Tresguerras, se ve una cueva-sepulcro y, al centro de la composición, la
Dolorosa sentada con los brazos abiertos, los pies entrecruzados y la mirada
dirigida al espectador, con la cabeza inclinada hacia su izquierda. El gesto del
rostro es compungido, aunque el dolor es contenido. Para lograrlo se vale del ceño
ligeramente fruncido y una pequeña arruga que nace de la nariz hacia la boca; el
pintor sombreó los párpados imprimiendo un cierto dramatismo a los ojos y colocó
una daga que atraviesa el seno derecho. La túnica es color azul grisáceo, mientras
que el manto alcanza un azul más intenso. Debajo de este último hay otro manto
de color rosa pálido que sale de la cabeza y atraviesa el pecho. La gama
cromática de la virgen vibra en temperaturas frías, lo cual destaca la figura por
encima del fondo.
Del lado izquierdo de la virgen hay un féretro de piedra acomodado
diagonalmente. A sus pies y en un primer plano, un par de ángeles, uno de ellos
con la mano en la testa en gesto melancólico; de su lado derecho, sobre una
piedra que funge como mesa, se encuentran la corona de espinas y el cáliz
eucarístico sobre un manto blanco. En el tercio superior del lienzo, unos ángeles
parecen emerger de una nube gris, dos de ellos miran a la virgen y los otros dos
hacia el cielo. Detrás del sepulcro se alcanza a ver un terreno amarillo árido y un
cielo azul con ligeras nubes grisáceas. A pesar de que la escena se encuentra
dentro de una gruta, el cuadro es bastante claro y luminoso, las sombras son poco
naturales y el efecto de profundidad solo se logra por el tono oscuro de la pared de
la cueva en contraste con la figura clara de la virgen.
Si comparamos la pintura con el grabado, veremos que la composición ha sido
modificada prescindiendo de algunos elementos; sin embargo, podemos observar
que la virgen conserva la misma postura en ambas: sentada con los pies cruzados
—derecho sobre izquierdo—, los brazos abiertos, la cabeza inclinada al mismo
lado; la túnica y los mantos conservan una disposición semejantes. A pesar de
que el grabado no tiene color, es posible identificar una luz uniforme y poco
naturalista, sombreando ahí donde se quiere imprimir volumen.
En el grabado no se distingue la cueva, pero sí lo rocoso del lugar. El rostro de la
virgen es mucho más apacible y muy joven, casi niña; sobre las piedras, un cáliz
del que emerge una pequeña cruz, y bajo sus pies, la tablilla con el acrónimo inri.
En el ángulo superior derecho un par de angelitos surgen de una nubosidad;
ambos miran a la virgen. En la parte baja una inscripción reza: “Venid a mí todos
los atribulados y Yo os consolaré”. Arriba, la leyenda Vox torturis audita est in terra
nostra (Ya se escucha por toda nuestra tierra el canto de las tórtolas); de ahí que
un pequeño medallón encierre un ave. Tanto la imagen como las inscripciones
aluden, más que al dolor, al alivio que ofrece la virgen: es una invitación a
acercarse a la figura de la Dolorosa como consuelo del alma. La tórtola es la
propia virgen que con su canto anuncia la llegada de la primavera:
Tortolilla amante
Tus justas querellas
Las repite el eco
En la infausta tierra7
La calcografía es de 1817, el mismo año en que la Novena se imprimió, por lo que
intuyo que es la misma que el libro incluye. En los textos preliminares de la obra,
el autor advierte que las revelaciones de la Venerable Sor María de Jesús de
Ágreda han sido fuente de su inspiración. Tresguerras conoció el libro de La
mística Ciudad de Dios, probablemente la edición de 1722-1723 que contiene los
grabados de Jerónimo Nadal, aunque de ellos poco o nada se ha recuperado en la
obra del celayense. Más adelante dice que “los pensamientos de algunos Santos
Padres me dieron luz, y solo el modo ó el barniz es mio”,8 es decir, que conoce los
textos sagrados pero de ellos solo ha tomado los temas, dando por sentado que
tanto su obra pictórica como la escrita es original.
En el libro de Ágreda se narra que, tras llevar a su sepulcro el cuerpo de Cristo,
ángeles y hombres le brindaron consuelo a la virgen, pero ya en su retiro sintió el
dolor de su pérdida: “pidió licencia la Divina Madre, para quedarse sola en la
meditación de los Mysterios de su Hijo Santissimo; y le pidió también saliessen á
prevenir… En la ponderación digna de tan altos, y ocultosSacramentos paso la
gran Señora toda aquella noche llorando, suspirando, alabando, y engrandeciendo
las obras de su Hijo”.9 Para representar a la Virgen de los Dolores, Tresguerras
escogió el momento tras el entierro de Jesús, cuando la virgen se encuentra sola;
pero mientras en el relato de Ágreda este instante de soledad se da en sus
aposentos, el autor decide colocar la escena dentro del sepulcro, con algunos
atributos que nos recuerdan la Pasión.
En el grabado no queda claro si la virgen está dentro de una cueva —como sí
podemos identificarlo en la pintura—; pero al menos, en el texto del novenario, es
posible reconocer por qué Tresguerras escogió sentar a la virgen sobre las rocas:
“Tristísima María desde esa piedra en que estás sentada, y simboliza tu
constancia en el padecer y la dureza de mi corazon, tú convidas á los que viven en
amargura, para que la contrapesen con tus penas, y confiesen que no hay dolor
que iguale á tu dolor… oímos tus tiernos sollozos tus modestos gemidos; miramos
los dos raudales de lágrimas que corren por tus pálidas mejillas, y que estás sóla y
totalmente desamparada”.10
Llama la atención que haya escogido sentar a la virgen con las piernas cruzadas.
De acuerdo con Cuariello, Tresguerras ocupó en sus dibujos esta postura para
representar “la meditación melancólica [que] puede implicar también un acto de
espera o hastío, ante la ausencia del ser amado; es decir, una forma de aludir a su
presencia virtual”;11 incluso sugiere que las rocas acentúan este humor negro.
Como ya lo señalaba Ripa en su Iconología: “Se pintará sentada en un
peñasco”,12para representar esa dureza en el estado de ánimo.
Por otro lado, el gesto de la virgen con los brazos abiertos —y no con las manos
unidas en gesto de rezar o sobre el pecho, como usualmente se le representa—
es otra particularidad de la composición, tanto del grabado como de la pintura. En
ese sentido el texto de la Novena apunta:
Sea Señora, que los brazos
que amorosa me presentas,
reciban á un pecador;
recíbanme, madre tierna
Y haz también que ese cuchillo
que cruel tu pecho atrabiesa,
divida á mi corazón:
porque, Señora, es de piedra.13
Obras novohispanas
El catolicismo permeó todos los sectores sociales en la Nueva España. Los
artífices se declararon abiertamente creyentes. Por ejemplo, en la Maravilla
americana, Miguel Cabrera no sólo escribió lo que se considera el primer tratado
de pintura en estas tierras, sino que toda la argumentación estuvo encaminada a
sustentar la tesis de la existencia del milagro guadalupano en el ayate de Juan
Diego. Sin embargo, cabe advertir el peso del patrocinio en la composición de las
obras novohispanas, ya que texto o imagen tenían una carga propagandística y
evangelizadora.
En el caso que nos atañe, podemos decir que si bien hay un gusto generalizado
de la época por la advocación de la Virgen de los Dolores, también sugerimos que
Tresguerras compartió la devoción a tal grado que realizó obras de uso personal y
genuinas, como la música que escribió en los Ocios literarios, cuyo estribillo reza:
“A María afligida/ Que es un mar de penas/ Rendidos cantemos/ Expresiones
tiernas”.14 Para el abajeño, la Dolorosa es una intercesora del hombre a los ojos
de Dios, consuelo en las postreras horas de la vida: “que por tu medio consigamos
la penitencia final porque nuestras culpas no nos sepulten en el abismo, pues ese
lugar terrible, casa del eterno llanto y de la desesperación no puede ser para los
que se acogen á ti, é interponiendo tus penas procuran en vida no desmerecer tu
patrocinio”.15
Propongo que la obra fue realizada después de 1817, pues el grabado data de esa
fecha; pero además lo ubicaría cerca de 1833, año de la muerte de Tresguerras,
quien seguramente, al pensar en los últimos días de la vida, se dispuso a
configurar el aparato iconográfico de la que sería su última residencia. Su
profunda devoción lo llevó a disponer hasta el más mínimo detalle:
Y allá en mi muerte, Señora,
cuando torpe ya mi lengua
no consiga el invocarte,
tu protección no me niega.
Pues si amante no me miras
en aquella hora postrera,
¡ay desdichado de mí!
mi perdición sería cierta.16
El mausoleo ha sido recientemente restaurado y abierto al público, y los restos de
Tresguerras fueron exhumados; sin embargo, el celayense murió consciente de
que viviría eternamente al lado de la Virgen de los Dolores, quien lo acogería en
su regazo con los brazos abiertos, como si de su propio hijo se tratara.

* Maestra en Historia del Arte, Universidad Nacional Autónoma de México


(unam)/Biblioteca Nacional de México (bnm)
Notas
1 Francisco de la Maza, “La tumba de Tresguerras”, Anales del Instituto de
Investigaciones Estéticas, vol. 5, núm. 19, 1951, pp. 105-118.
2 Ibid., p. 109.
3 Francisco Xavier Dornn, Letanias lauretanas del la Virgen Santissima, mimeo, sp
(se ha conservado la ortografía). La cita corresponde a un libro manuscrito que
Francisco Tresguerras copió del de Francisco Xavier Dornn, Letanias lauretanas
del la Virgen Santissima, por la viuda de Joseph de Orga, Valencia, 1768, del cual
también dibujó los casi cincuenta y ocho grabados de los hermanos Klauber que
contiene la obra original. Este libro lo conserva el Museo de Historia Regional de
Celaya; no cuenta con foliación ni paginación. De acuerdo con Concepción
Amerlinck, el trabajo de Tresguerras tiene una fuerte influencia de los grabados de
los Klauber, quienes difundieron el gusto rococó y barroco que tanto criticó el
celayense; sin embargo, su obra deja ver el empleo de la copia de grabados como
práctica común en los artífices novohispanos. En “Un grabado desconocido de
Francisco Eduardo Tresguerras”, Monumentos Históricos, vol. 4, 1980, pp. 49-52.
4 Francisco de la Maza, “La tumba…”, op. cit ., p. 109.
5La reproducción puede consultarse en Francisco de la Maza, “Dibujos y
proyectos de Tresguerras”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol.
V, núm. 18, 1950, p. 28, http://bit.ly/29Qr6Uf, consultado en febrero de 2016.
6 Francisco Tresguerras, Novena de María Santisima Dolorosa, en que se
obsequian sus admirables virtudes y agudísimos Dolores, se recuerdan sus
grandezas, y desagravian sus angustias y Soledad para bien de nuestras almas, é
implorar el patrocinio de esta Señora, Refugio de pecadores, Imprenta de
Teodomiro Ginori, Celaya, 1901.
7 Francisco Tresguerras, Ocios literarios, 1802-1825, mimeo, p. 52. Este
documento lo conserva el munal; cabe señalar que la bnm resguarda otro
manuscrito conocido también como Ocios literarios, pero es de 1796-1797, cuyo
título en el catálogo aparece como Varias piezas divertidas: en prosa y verso.
8 Francisco Tresguerras, Novena de María…, op. cit., p. 3.
9 Sor María de Jesús de Ágreda, Mystica ciudad de Dios milagro de su
omnipotencia, y abismo de la gracia: historia divina, y vida de la Virgen Madre de
Dios, reyna, y señora nuestra María Santissima, restauradora de la culpa de Eva,
y Medianera de la gracia manifestada en estos ultimos siglos, por Cornelio y la
Viuda de Henrico Verdussen, Amberes, 1722-1723, v. 3, p. 522.
10 Francisco Tresguerras, Novena de María…, op. cit., p. 30.
11Jaime Cuadriello, “Tresguerras, el sueño y la melancolía”, Anales del Instituto de
Investigaciones Estéticas, vol. 20, núm. 73, 1998, p. 107.
12 Ibid., p. 108.
13 Francisco Tresguerras, Novena de María…, op. cit., p. 38.
14 Francisco Tresguerras, Ocios literarios, op. cit., p. 52.
15 Francisco Tresguerras, Novena de María…, op. cit., p. 10.
16 Ibid., p. 39.

SIN MISTERIO
“Sólo a las almas grandes e ilustres se les permite arrogarse privilegios por
encima de la costumbre”, dice Montaigne y cita a Cicerón “Si Sócrates y
Aristipo hicieron algo contra la costumbre que nadie piense que puede hacer lo
mismo; ellos podrán tomarse, en efecto, esa licencia por sus grandes y divinas
cualidades”. La obsesión de descifrar el misterio de la obra de Leonardo Da Vinci
es la necedad de igualar al pintor con el elemental pensamiento actual, como dice
Montaigne “arrogarse ese privilegio”.
La Universidad de Freiburg hizo un estudio, el enésimo, sobre la sonrisa de la
Mona Lisa y afirma que ya descifró el misterio. Su arrogante torpeza conmueve:
para saber si en el retrato esta triste o contenta, montaron la imagen deformando
los labios en más triste y más contenta, y con una encuesta decidieron que estaba
contenta. En este innecesario estudio involucraron científicos y psicólogos, esa
pseudo ciencia inventada por el marketing, generando tesis irrelevantes a la obra.
Las preocupaciones de Leonardo sobre el cerebro y la conducta humana iban
mucho más lejos que la superficialidad con que estos científicos observan la obra.
En esta pintura no hay misterio, hay evidencias: el talento, la sensibilidad y el
lenguaje de un artista logrado por su impecable técnica del esfumato que le
permitía romper con la obligación de crear una definición literal de la realidad. La
vaguedad del esfumato se evapora, disuelve suavemente las fronteras de la forma
para crear veladuras oníricas, evocando los recuerdos difusos de nuestra mente,
es parte del contenido conceptual de la obra. El efecto le permitió a Leonardo
crear un realismo que se depositaba en la imaginación, La Virgen de las Rocas es
completamente fantástica, los paisajes del fondo, la coreografía de las manos, las
proporciones de los cuerpos, el color y la caída de las telas, es un montaje para
satisfacer la imposible probabilidad de la escena.
Esa vaguedad es la psique humana recreada en la Mona Lisa, los psicólogos
actuales, encasillados en el maniqueísmo de triste-feliz, igualan la pintura con un
emoticon o un emoji, reducen a las emociones en una pegatina unidimensional.
No alcanzan a comprender que la naturaleza humana tiene momentos de paz e
indiferencia, de lejanía y ausencia, que no siempre estamos felices o tristes, eso
que lo dejen para las telenovelas y la publicidad. La complejidad del arte dialoga
con el laberinto de nuestra psique, los infinitos matices de nuestro ser no se
constriñen a felicidad o tristeza, nuestro espíritu es un esfumato, que se diluye, se
fuga, y eso lo sabía Leonardo.
La Mona Lisa es el arquetipo de ese estado, es la representación perfecta del no
estar, del instante en que la vida nos sorprende lejos de ella, en que perdemos el
contacto con el entorno para sumergirnos en el filo de la vigilia y el sueño, en la
hondura de nuestro silencio. Las investigaciones de estas obras se remiten a un
fenómeno: no observar la obra, no dejarse llevar por su presencia.
COMENTARIOS:
Me da la impresion de que Avelina Lesper estudia las escrituras védicas, tu
aproximación al análisis de la realidad va más alla de lo que da la filosofia
occidental, bravo por eso, Namaskar, Hare Krishna!!!!!
Ro dijo... "nuestro espíritu es un esfumato". Me encanta esa metáfora.
Aunque sí es cierto que es absolutamente innecesario hacer un enésimo estudio
de la Mona Lisa, a mí en lo personal me llama la atención esa parte de la
antropología que estudia el rostro y el cuerpo, las expresiones y el movimiento
corporal. También es parte de la sicología.
En parte es también lo que hacen los artistas. Dibujar una ceja un poco más
levantada o tensar un poco más la boca cambia mucho la expresión. Igual un actor
levanta la ceja o tensa la boca, y es capaz de cambiar toda la escena. Los
bailarines también tienen mucho cuidado con sus expresiones corporales y cómo
con la música transmiten emociones.
Los artistas se esfuerzan mucho por estudiar estas expresiones y aprender a
plasmarlas, por eso no creo que sea del todo inútil incorporar estudios científicos
al arte. Los artistas parece que también tienen algo de científicos, pero en función
de las emociones. Tienen que saber de geometría, de matemáticas, de anatomía.
Si bailan, hasta deben saber de su propia biología y de lo que su cuerpo aguanta y
es capaz de hacer. Hasta existen evolutivas de por qué nos gustan ciertos
paisajes más que otros
LOS VIRTUOSOS
El arte versa sobre la génesis, dice Aristóteles, el artista produce algo que podría
ser susceptible de ser o de no ser, es decir, existe a partir de su creador, en él
está su principio. El hacer arte es un modo de ser racional, insiste en las Virtudes
Intelectuales en la Ética Nicomáquea. Entonces, la diferencia fundamental está en
algo que es “susceptible de ser o de no ser” la obra no existe si el artista no la
hace, reflexionarla no es suficiente, hay que materializarla, es un objeto que
depende del raciocinio y de la voluntad de hacerlo. El trabajo conlleva la decisión
de que sea arte, no otra cosa, las características de esa obra se dirigen a que el
resultado produzca algo que se sume y le aporte a la realidad.
En Abri Blanchard, Francia, encontraron lo que, hasta ahora, sería el primer dibujo
de la humanidad, un grabado de hace 38 mil años, sobre piedra, realizado con
puntos que representa a un toro. Los científicos afirman que no es arte “como lo
conocemos ahora” que esto es parte de las “actividades sociales” de los individuos
de la prehistoria. El estudio del arte antiguo se está reduciendo a un asunto de
arqueólogos y no de académicos del arte, el pensamiento contemporáneo insiste
en establecer fronteras temporales para validar el pensamiento y la creación
artística, la pintura es “arte tradicional”, el arte prehispánico es arqueología y el
Novohispano y Barroco, son arte histórico, sin presencia e influencia en el arte
actual, es material de enciclopedia, nada más. El dibujo del toro no es “una
actividad social”, es arte, ese dibujo existe por la voluntad de su creador. Esa obra
está ahí, en la piedra porque el artista analizó las formas del toro, las consideró
bellas y susceptibles de ser reproducidas, las sintetizó para que fueran algo
distinto y algo más que el toro mismo, fabricó una herramienta para plasmarlas,
eligió el soporte y la técnica de puntos. Ese proceso intelectual es puro
pensamiento abstracto, y es arte como lo conocemos ahora, es dibujo, una de las
actividades cognitivas más complejas de nuestro cerebro.
El dibujo desde hace 38 mil años no ha cambiado, es una aportación que traslada
el lenguaje a la forma, hay un decir que se separa de los vocablos y los sonidos,
es el artificio de trazar a la realidad, a una historia, una imagen con líneas y
sombras. El artista hizo un dibujo, algo bello para esa piedra, no otra cosa, no un
arma, no una vasija, no algo “útil”, y además nos dice, 38 mil años después, que
observó un toro, y nos deja imaginar que antes lo dibujó en la arena, lo borró y lo
volvió a dibujar hasta que el resultado le parecía que merecía ser inmortalizado en
la piedra. Ese dibujo nos dice que la voluntad de crear es la voz indestructible que
nos preserva en la inmensidad del tiempo, que un dibujo es la consagración de
una inteligencia que se negó a que la belleza del toro desapareciera. El arte es y
debe ser como ese toro dibujado en la piedra, eterno.

XIPE TÓTEC, SANGRE DIVINA

La Tierra es un altar que se alimenta con sangre y corazones humanos, se


fertiliza con sacrificios, de la violenta unión amorosa surgen los seres humanos, el
maíz y la vida. En la inmolación los dioses reencarnan en sus hijos terrenales. En
el ritual del dios Xipe Tótec “nuestro señor el desollado” sucedía un combate con
guerreros cautivos, el “sacrificio gladiatorio”, los vencidos eran desollados y los
personajes importantes vestían con la piel de cada uno de los cuerpos,
poseedores de la imagen del dios. El sacrificio humano era parte de la religión y la
cosmogonía de las culturas prehispánicas, en un contexto filosófico y estético, la
muerte ceremonial daba al cuerpo noción metafísica.
La exposición Xipe Tótec y laregeneración de la vida, en el Museo del Templo
Mayor, es una investigación reveladora sobre el ritual del desollamiento
propiciatorio de la fertilidad. Lo que habita en el Universo habita en la Tierra y en el
cuerpo humano, la representación los atributos divinos era una experiencia carnal
y estética. Los materiales para el arte nacen de la Tierra: barro, piedra, pigmentos,
papel, el artista creador ofrendaba su obra. El cuerpo es un ente religioso, el valor
sagrado del individuo lo hacía propicio a la inmolación. El arte participaba del
ritual, la belleza de los códices, las esculturas y los templos manifestaban una
mística tangible y sensible. Esculpir una piedra del sacrificio, modelar con barro las
capas superpuestas de piel, las plumas, las hojas de zapote blanco materializaban
la adoración más allá del acto ritual. Las esculturas son dos cuerpos, el
sacrificador está cubierto por la fina dermis del desollado, el rostro recibía una
máscara sangrienta, los artistas repetían el sacrificio, ellos mismos desollaban al
barro y a la piedra. Los códices en la obsesión descriptiva de las características de
los dioses, en ubicaciones abstractas, son mapas trazados con elementos
simbólicos que vigilaban la integridad de la ceremonia.
Xipe Tótec fue recreado y mimetizado sin metáforas, con sacrificios, literatura,
escultura, pintura. Durante la ceremonia se prohibía la nixtamalización, la acción
de retirar la cascarilla del grano del maíz. Desollar es como nixtamalizar al
guerrero, despojarlo de su “cascarilla” fertilizaba a la Tierra. No hay dicotomía, el
triunfo es fundirse con el enemigo que propicia la unión con el dios, Xipe es la
eternidad cíclica de lo que nace y muere, el arte perpetuó su voraz apetito.
Nuestros dioses y nuestras raíces.
LEER AL REVÉS
La fórmula infalible para que alguien no lea es decirle que la lectura es buena, al
margen de lo que se lea, y esa recomendación es común que venga de gente que
no lee. La Cámara de la Comunicación, Voz de lasEmpresas invade paradores y
mobiliario urbano con una campaña inútil que sesupone invita a la lectura. Es
realizada por publicistas, un sector profesional inculto y superficial, acostumbrado
a destrozar el lenguaje para hacer campañas, así que tienen la ocurrencia de
escribir incorrectamente la palabra leer, seguramente para “llamar la atención”. La
campaña es una colección de despropósitos, utiliza a “personalidades” que nada
tienen que ver con las áreas del conocimiento que detona la cultura, porque para
su elemental criterio, si venden un refresco venden un libro. La publicidad es
estulta (estúpida e insentata) e ignora muchas cosas: No es lo mismo impulsar la
lectura que el conocimiento, leer no es axiomático, la lectura de baja calidad no
aporta y puede perjudicar, internet está saturado de contenido basura que se lee,
las mesas de novedades de las librerías comerciales tienen ínfima calidad,
dedicarle veinte minutos a esas lecturas es igual que atiborrarse de comida
chatarra. El slogan “lo que importa está en tu cabeza” no conduce a saber algo
más, la cabeza es una parte del cuerpo, y todo el cuerpo es importante, eso se
confirma en los anuncios con las deportistas, ellas cultivan su cuerpo. La
inteligencia es el lugar que procesa la lectura que realizamos gracias al cuerpo.
Los anuncios van desde cartoons que hablan de la “buena onda” hasta uno que
dice que el pediatra debe “recomendar a los padres las lecturas de sus hijos”, para
los publicistas los libros son un objeto extraño que requiere receta médica para ser
adquirido ¿Qué va a recomendar un pediatra? ¿Un manual para tratar la diarrea
infantil? Si los niños y jóvenes leyeran sus libros de texto y las lecturas que les
exige en la escuela, tendrían una cultura aceptable, entonces la recomendación es
que estudien.
Es como la gente que dice “hay que leer de todo” es falso, hay que acercarse
únicamente a lecturas de calidad, por complejas que sean. Los apologistas
(críticos) del boom de internet afirman que nunca se había leído tanto, y es
verdad, la gente ha adquirido una enorme ignorancia gracias a esa lectura masiva
de sitios de chismes, noticias falsas y difamaciones, campañas como la de estos
publicistas incrementan el acceso a la infra lectura. En contra de lo que esta
campaña afirma, y desde mi posición como lectora, les digo a los jóvenes, que si
van a leer libros basura tipo Jordi Rosado, si van a leer fórmulas para la felicidad,
el éxito y el dinero, o narco novela, auto biografías pagadas y luminarias de ese
nivel, es preferible que no pierdan los veinte minutos que los publicistas les piden.
Lean libros complejos, lean poesía, filosofía, a los clásicos en novela y teatro, es
mejor que le dediquen un año a Thomas Mann o a Marcel Proust que cinco
minutos a un libro basura.

EL ARTE DEL ANTOJO


La obra de Gabriel Orozco es perfectamente consecuente con sus limitaciones,
su repetitivo repertorio utiliza lo más elemental que tiene al alcance, el tema de su
obra es el mínimo esfuerzo. La especialización de las tiendas Oxxo es vender en
cada esquina la comida chatarra que enferma de diabetes y obesidad a la
población de México. La especialización de Orozco es tratar de ser simpático con
objetitos e ideas sin complicaciones, su última ocurrencia es fusionarse con los
productos de la tienda Oxxo, haciendo botanas y refrescos conceptuales. Comida
chatarra readymade, sin valor nutricional, es el soporte perfecto para un arte
chatarra readymade sin valor intelectual y estético.
Kusama puso sus bolitas en tiendas Louis Vuitton, Hirst en botas Manolo Blahnik,
Orozco pone las suyas en bolsas de donas y junk food. Cada artista se pega en
donde su fama y su cotización le permiten.
El concepto de la obra de Orozco y el de Oxxo tienen metas de a dos por uno:
selección elemental de comida y obras procesadas de fácil consumo. Las papas
fritas, pasteles empacados, refrescos, son fórmulas “secretas” de ingredientes
químicos, diseñados para un consumo antojadizo que pasivamente se deja
manipular por la publicidad; la “fórmula secreta” de la obra de Orozco es ser un
eterno mingitorio firmado, de ingredientes retóricos, diseñada para coleccionistas
que se dejan engañar por la manipulación publicitaria de los golosos teóricos,
museos y galeristas.
La comida basura ha pervertido a la alimentación de la misma forma en que el
arte VIP, como el de Orozco, ha pervertido el pensamiento artístico, los falsos
argumentos de los nutriólogos que la industria compra para defenderse, son como
los de académicos que divulgan al arte VIP. También coinciden en que la oferta
del artista y de la tienda persigue al impulso irracional: nadie necesita refrescos o
burritos prefabricados, ni pegatinas azules y rojas; es igual de ocioso comer un
alimento artificial creyendo que eso nutre y comprar pegatinas creyendo que eso
es arte.
Las diferencias son: la comida basura está atiborrada de conservadores para
durar años sin descomponerse, es cara y se vende masivamente; las obras de
Orozco caducan dentro de la galería y su impacto en el mercado es marginal,
vende poco y no se cotiza entre los "famosos" del arte VIP internacional. El
mercado de junk food satisface a sus clientes con azúcar, grasa y sal, sus
logotipos de colores están más logrados que los circulitos “artísticos” que no
mejoran el empaque. A nivel readymade la bolsa de papas-mingitorio es un
producto más trabajado que la firma que lo hace “arte”.
Al mimetizarse con esta franquicia y sus marcas muy bien posicionadas, Orozco
evoca el sueño imposible de ser conocido y adictivo en el mundo del arte como
son esos productos basura en la población. Orozco dimensiona su obra
voluntariamente, él mismo clasifica, define y compara su trabajo con productos sin
calidad, que lucran con la ignorancia y la salud de las personas. Nos dice que su
obra es desechable, inflada como una bolsa de papas fritas, dañina para el arte.
CRÍTICA DE ARTE ARTE CONTEMPORÁNEO
EL TRIUNFO DE LA VERDAD

EKO, sitio con su obra aquí

La verdad es el tema medular de la filosofía, en nuestra relación con la realidad y


es esencial en la ética personal y social. ¿Qué es verdad o qué hace a algo
verdadero? En la teoría de la correspondencia, lo que decimos o creemos es
verdad si corresponde con los hechos. El filósofo G.E. Moore en su teoría de la
identidad de la verdad dice que “no hay diferencia entre la verdad y la realidad a la
que corresponde”, son idénticas. En las distintas teorías el lenguaje está
involucrado porque es la forma de manifestar un hecho, aún en las teorías que
niegan las proposiciones.
La actualidad padece una patológica obsesión con negar la realidad, mentir es un
recurso social, político, artístico y económico. El problema ha llegado a tal grado
porque no está condenado, por el contrario, está completamente integrado a la
conducta. La difamación sin reparación en las redes sociales, la propagación de
información y noticias deliberadamente falsas en internet, las decisiones políticas
sostenidas en hechos inexistentes, aunque se señalen, son un sistema para
construir argumentos que justifiquen actos inaceptables y faltos de ética. Mentir es
un arma contra la realidad que alienta una conducta que no responde a la
racionalidad, mentir es parte de la irracionalidad de nuestras emociones, lo que
creemos es más importante que lo real, no importa que no corresponda, creer o
sentir es lo único válido. El racismo carece de argumentos verdaderos, los nazis
inventaron informes científicos falsos para sostener sus teorías de la superioridad
racial.
Los “hechos alternativos” o la “post verdad”, no existen, la búsqueda de la verdad
tiene un compromiso con los hechos o con la realidad, la alternancia abre la
posibilidad a que algo no “sea”, no pueden convivir hechos falsos con verdaderos
o realidad con irrealidad. La sociedad ha llegado al extremo que estamos viviendo
porque se ha tomado con ominosa irresponsabilidad la libertad de expresión en las
redes sociales. Desde la “inocua” actividad de mentir en un selfie hasta la
propagación de calumnias, es cotidianeidad contemporánea asumida, nuestra
sociedad está más cómoda con la mentira, la virtualidad tecnológica encierra
nuestra mirada en una pantalla que muestra un fragmento deformado de lo que
transcurre, decir falsedades en 140 caracteres es un hábito socialmente imitado y
replicado, que se convierte en un éxito entre más veces lo repitan. El éxito de esa
replicación no lo hace verdad, su aprobación es la popularidad, la satisfacción de
la visceralidad de la masa sustituye a la verdad: me das lo que quiero, entonces
para mí es verdadero. La realidad se convierte en un antagonista que entorpece la
unión de la horda alrededor de las ideas que rigen su conducta, entonces debe ser
destruida, pero como la realidad es más potente que sus enemigos, ésta
sobrevive. En eso radica el triunfo de la verdad sobre la mentira, en que la realidad
y los hechos existen, y negarlos no los destruye.
Criticas:
Será que con esta clase de verdad -la versión más conveniente de los hechos y de
mejor aceptación- se ponen los cimientos para destruir al individuo social y libre.
¿Qué nueva especie humana surgirá de esta canalla manipulación?

CRÍTICA DE ARTE HUMANISMO


LA VIOLACIÓN DE MEDUSA
Medusa es una víctima convertida en maldición, no es responsable de su terrible
apariencia y su poder destructor es defensa, su humana vanidad enfureció a
Minerva y la castigó degenerando su belleza. El horror de su mirada rodeada de
serpientes le dió poder hipnótico, mirarla era inevitable, seducía y petrificaba a sus
cautivos. Neptuno la viola atraído por su despreciable naturaleza, el castigo es
ultrajado, sus verdugos la humillan, el sacrificio desde la pureza es sublime, la
violación envilece al mártir. Rubens pintó el rostro y Frans Snyders las serpientes,
su versión es más que realismo, es invención y ciencia, es la obstinación del
Barroco por mitificar a la pintura, hasta alcanzar la inmortalidad que petrifica al
observador, nos expone a la contradicción de perseguir lo que aborrecemos.
La sabiduría anatomista y la dramaturgia hacen a las serpientes y Medusa un solo
ser, un cuerpo con mil vidas y sin muerte.

Medusa es un despojo, la cabellera de serpientes se enrosca histérica, sintiendo la


muerte de su madre, del cuello cercenado brota sangre con gusanos, su
organismo es una masa pútrida que se parasita a sí misma. La sangre brota de los
ojos y la nariz de Medusa, la piel pálida del rostro anguloso y pétreo, que nunca ha
tocado el sol, contrasta con las curvas móviles y los colores brillantes de los
reptiles. Encarna la relación entre las serpientes y la sabiduría, el conocimiento
nos expulsa de la paradisiaca ignorancia, lo que no conocemos no existe, saber
trastoca la realidad y nos convierte en otra persona. Medusa sabe de su obscena
realidad, que su cabellera carcome su cuerpo, que la violación la desterró y es
paria del Infierno, y sabe que mientras su vanidad fue temporal, su ignominia
(vergüenza) es eterna. Medusa piensa, las serpientes son las memorias que se
enroscan, se complejizan, se reproducen, la enferman, la devoran, cautiva en las
entrañas de la Tierra únicamente tiene la compañía de esos reptiles insomnes. El
veneno del pasado no admite cambio, lo perdido somos nosotros, la ponzoña es
alma y sangre. En su prisión no hay espejos, al mirar su reflejo en el escudo de
Perseo, por primera vez es testigo de la execrable consecuencia de su vanidad,
comprende que ella es eso, escucha sus gemidos, se asoma a la oscuridad de sus
fauces, reconstruye cada instante desde que entró al Templo de Minerva y fue
maldecida, se detiene en su desaparecida belleza y paralizada se ofrece una vez
más al verdugo.
En la oscuridad del fondo, dos serpientes se entrelazan copulando, tienen unidas
las cabezas, el coito en la cumbre del espasmo, lujuria mortífera, la cabeza cae
mientras la hembra mata la macho, en la tragedia de lo increado, esos
pensamientos sobrevivirán a su muerte. Perseo la mutila y lo que pareciera un
crimen es un acto de piedad, cercena eso que la ha tenido cautiva, que la tiraniza,
sin el cuerpo la cabeza es un nudo inerte con el rictus del instante fatal.

FANTOCHADAS

Carlos Neve, tinta sobre papel

No me asustan los “monstruos”, me asusta la ignorancia de la curaduría. ¿Desde


cuándo lo bonito es un tema del arte? ¿La anomalía es monstruosa? ¿Cómo
afirman que hay un patrón de lo bello? Y para terminar con el despropósito,
mencionan al miedo, y como lo oscuro es de susto, pintan la sala del museo de
negro y terminan la cédula afirmando que “los dragones no suscitan el miedo de
antaño”. En el Museo de Arte Moderno la exposición Monstrousismos es un
homenaje a los prejuicios y a la torpeza. Sin la más remota noción filosófica y
estética abren el trayecto con la vulgaridad de la fotografía de un luchador de
Lourdes Grobet, y de ahí no paran en su propuesta de creer que con la infra
inteligencia visual, trendy y populista que domina al arte pueden abordar ideas que
no entienden.
Lo kitsch, lo estulto, lo banal, no es monstruoso, no saben la diferencia entre un
cráneo y una calaca; entre un ritual y una fantochada. La curaduría de nivel
Halloween pretende que es son equiparables la “anormalidad” del Mago de
Benjamín Domínguez o la Cabeza de San Juan el Bautista de Tomas Javier de
Peralta, obra del siglo XVIII, con un video ridículo de pedazos de comerciales de
televisión. Ignoran que lo más terrible puede ser seductor, que somos humanos
porque tenemos fascinación por lo que nos golpea visualmente, que somos
adictos a la tragedia, y que en eso también hay belleza. La factura impecable, la
composición, el desarrollo del tema, es lo que aporta belleza a una obra, podemos
ver la escena más terrible, si está magníficamente pintada es bella. Las obras
expuestas en su mayoría son ejemplo de una mala factura, eso no las hace
“bizarras, terribles o monstruosas”, las hace mediocres, y las pocas de valor nada
tienen qué ver con el tema mal planteado de la exposición.

José María Schimill, acuarela

Sin indagar en el abismo se confinan a una interpretación incorrecta que les dé


seguridad, les habría fructificado más hacer un festival de películas de momias. El
verdadero horror es censurado, evaden el simbolismo del mito y lo reducen a los
mediáticos lugares comunes. Es pasmoso que pretendan que el susto en las
películas y la televisión tienen un punto de unión con la monstruosidad, y con la
misma pudibundez abordan el sacrificio, y es de “miedo” que el personaje
deViridiana de la película de Buñuel tenga una cruz con clavos en el pecho.

Lourdes Grobet, fotografía.


El arte no debe contaminarse con el marketing, el cine comercial y los conceptos
preconcebidos, el arte está para abrirnos a ámbitos imposibles en la medianía
social. El tema de esta exposición es la cobardía conceptual y curatorial que no
entró en una idea que siempre ha puesto en peligro la estructura moral de la
sociedad, está curada con la misma mentalidad que acusó a Sade y lo envío al
oprobio. Es un espectáculo para la superficial y simplista sociedad que vivimos,
que no transita ni en las pasiones ni en las aberraciones, que se refugia en el
aburrimiento de ser correcto.
COMENTARIOS:
Roland Barthés: "Las masas corrompidas por una falsa cultura pueden sentir en el
destino que las abruma el peso del drama; se complacen en el despliegue del
drama, e impulsan este sentimiento hasta poner drama en cada uno de los
pequeños incidentes de la vida. Aman en el drama la ocasión de desbordar un
egoísmo que permite apiadarse indefinidamente de las más pequeñas
particularidades de su propia infelicidad, de bordar de patetismo la existencia de
una injusticia superior, lo que aparta muy oportunamente toda responsabilidad.
En este sentido la tragedia se opone al drama; ella es un género aristocrático que
supone una alta comprensión del universo, una claridad profunda sobre la esencia
del hombre. Las tragedias del teatro no han sido posibles sino en países y épocas
en que el público presentaba un carácter eminentemente aristocrático, sea por
rango (siglo XVII), sea por una cultura popular original (entre los griegos del siglo
V). Si el drama (cuyo género decadente fue el melodrama, y uno se aclara por el
otro) procede de la ganga cada vez más desbordante de las desdichas humanas,
frecuentemente en lo que tienen de más pusilánime, la tragedia no es más que un
esfuerzo ardiente de despojar el sufrimiento humano, reducirlo a su esencia
irreductible, apoyarlo -estilizándolo en una forma estética impecable- sobre el
fundamento primero del drama humano, presentado en una desnudez que sólo el
arte puede alcanzar".
http://www.ddooss.org/articulos/otros/Barthes_Roland.htm

AMALTEA dijo...
Esa exposición refleja el espíritu de estos tiempos. Cuando no se sabe, ni se
quiere saber y se confunde la creación con los cromos infantiloides, emerge una
subcultura que se alimenta del basurero publicitario y mediático. Siempre tan
aguda y precisa en tus análisis.

NO ME CUENTES TU VIDA
Eko, Xilografía, para ver más obra de Eko aquí

Las vidas de muchos políticos, empresarios, actores, modelos, no merecen ser


consagradas en un libro y mucho menos ser leídas. Se publican libros de cualquier
cosa, el formato no es axiomático, un texto no adquiere calidad por el hecho de
estar publicado, eso lo vemos en la avalancha de autobiografías y biografías
oportunistas que de las mesas de novedades deberían irse a un incinerador o una
máquina de reciclaje. Es apabullante la vanidad y la arrogancia de estos
personajes de pretender que sus vidas tienen algo de extraordinario que debamos
conocer. En tiempos de elecciones los aspirantes al poder de inmediato
comisionan a un escritor para que de forma anónima o pública les redacte sus
“memorias” y las deforme lo suficiente para que se “oficialice” esa versión de su
vida y borrar la oprobiosa trayectoria que los encumbró. En estas biografías lo
realmente importante es lo que no escriben. No me puedo imaginar quién es el
lector promedio de esos libros, quién puede leer creyendo que esas anécdotas
son verdad, que tiene algún tipo de valor conocerlas y que conserva estos
volúmenes en su biblioteca sin sentirse un perfecto cretino. La posteridad es la
que decide cuál vida merece ser recordada, y en estos libros eso se demuestra,
aparecen y en apenas unos días ya son una vergüenza. Los biografiados se
encargan en vida de contradecir todo lo que inventaron en sus libros y arrastran en
su lodoso descrédito a sus editores, escritores de alquiler, promotores y
reseñistas. La autopromoción que buscan es contraproducente, es una monserga
leer lo que no interesa, es peor que comer lo que no nos gusta, y terminamos el
libro odiando al personaje.
La solución para que la promoción no se trasforme en ignominia es que no
manden hacer biografías y cambien de estrategia publicitaria: ingresen
al showbusiness, de todas formas su meta es tener seguidores, para qué buscan
lectores. Paguen para que grupos musicales les escriban canciones tipo corrido,
eso les funciona muy bien a los narcos. Asóciense con una televisora, vendan los
derechos de imagen para que produzcan una telenovela muy melodramática,
plagada de mentiras lacrimógenas y que el personaje principal sea el susodicho
biografiado. El casting es fundamental, el personaje debe ser encarnado por la
belleza del momento, femenina o masculina, el parecido es lo de menos, porque
se llamaran igual y constantemente nos recordaran de quién es esa vida
extraordinaria. Hagan un concurso del “doble de…” esto genera lealtad de marca,
es inspiracional porque los votantes aspirarán a ser como el candidato o
candidata. Hagan un reality show que demuestre “Cómo alcanzar el éxito que yo
alcancé” o “Mis diez fórmulas para llegar al poder”, los concursantes serán parte
de su equipo electoral. Las opciones son muy variadas y recuerden que lo más
rentable para su imagen es tener su cuenta de Twitter, pueden escribir en 140
caracteres toda su vida, y les aseguro que les van a sobrar palabras.

CRÍTICA DE ARTE LIBROS


TWITTERATOS

Es innecesario estudiar literatura, mucho menos preocuparse por lo elemental en


sintaxis y ortografía, estorba el pensamiento profundo, para ser escritor basta con
abrir una cuenta de Twitter. Marcel Proust dedicó 13 años para escribir En busca
del tiempo perdido y la muerte dejó inconclusa su obra, un twitterazo se publica
cada segundo, y con la recopilación de las ocurrencias cotidianas los autores
publican libros más “acordes con el tiempo que nos tocó vivir”. La literatura tiene
su propio tiempo, leer una novela de miles de páginas exige concentración,
devoción y hasta humildad, pero los lectores “acordes a nuestro tiempo” leen
instantáneamente y así publican sus comentarios que los convierten, a su vez, es
nuevos autores. La cadena interminable confunde a los que se supone son
“autores de carrera” con sus seguidores, el nivel de pensamiento es el mismo.
Lo absurdo es que esos textos se publiquen en papel y que pretendan tener
lectores, la gente que considera lectura el twitterazo del día no va a leer La
Montaña Mágica de Thomas Mann, y por su supuesto, un autor que se entretiene
en twittear y considera a eso “literatura” tampoco pretende o puede escribir La
Montaña Mágica. El binomio perfecto está en el medio mismo y es necio
adulterarlo, justificar esos textos es una traición al formato, decir que
son “indefinibles reflexiones, aforismos, pensamientos, poemas” les quita su
esencia contemporánea, son lo que son: twitterazos.
Darwin investigó el origen de la capacidad del lenguaje, Noam Chomsky afirmó
que teníamos un “órgano del lenguaje que estaba en alguna parte de nuestro
cerebro” esa evolución de nuestro pensamiento abstracto se cree que tomó unos
100 mil años, y es posible que mucho más, la twitteratura con 140 caracteres
destroza la evolución, y arroja un chiste que merece perpetuarse en la letra
impresa. El vocabulario, extensión y contenido de los textos es directamente
proporcional al tamaño de los cerebros que los escriben y los leen, estamos
presenciando la regresión cognitiva a una sociedad estúpida. Los twitteratos
afirman que en las librerías no saben en dónde colocar sus libros o cómo
clasificarlos, suponen que sus ocurrencias son herméticas a la definición, es muy
fácil resolverlo, son miles lo que hacen lo mismo, así que ya pueden dedicar
anaqueles a la twitteratura.
Con el twitter es mucho más fácil ganar elecciones presidenciales, gobernar
países, hacer autores de “poesía y de reflexiones”. La ventaja es que con la
mismo twitterazo promocionan el libro con los lectores indicados, un negocio
redondo. Las recopilaciones twitteras pueden ser más variadas, que impriman los
de los políticos, los artistas y cantantes, insultos de las masas, porque si el
parámetro de su valor está en el número de seguidores, las editoriales deberían
asomarse a lo más abyecto de las redes para seleccionar a sus lanzamientos. La
incontinencia contemporánea nos está saturando de infra libros, con este sistema
es incontable la cantidad de cosas que se pueden publicar cada mes, porque en la
cyberdemocracia todo el mundo considera valiosa su opinión, no importa que sean
onomatopeyas y balbuceos, o “poemas y reflexiones”, merecen ser leídos y
olvidados.
COMENTARIOS:
Debora Spera dijo... Muy bueno el concepto de cyberdemocracia... Patètico
tambièn... Evidentemente hoy no hace falta ni estudiar arte, ni estudiar mùsica, ni
literatura... Sòlo hace falta tener dinero para pagarse publicidad y, màgicamente,
se posee talento!
Anónimo José Miguel Costa dijo...: Muy interesante tu reflexión. Me recuerda a
aquello que dijo Umberto Eco de que en las redes sociales opina hasta el tato. Leí
un chiste según el cual un tipo iba por la calle diciendo a la gente: "Hoy me siento
triste", "He comido lentejas, hmmm... que ricas", "Mari chuchi no me quiere", "Hoy
estoy cansado", "Ayer fuí a patinar con Sole y Jordi"... y la gente lo miraba como
se mira a alguien pasado de vueltas.
Anónimo Olga dijo...: Siempre me ha gustado tú manera de escribir. Pones en mi
hoja en blanco las palabras que a mi no me salen. Genial como defines a un buen
lector o escritor.
Anónimo C. laetus dijo...: Hola, Avelina, estoy de acuerdo contigo en que ahora
cualquiera que cree una cuenta en Twitter puede publicar, pero a diferencia de ti
me parece que eso está bien: es una manera de democratizar el derecho de
expresión. ¿Acaso no siempre ha habido buenos y malos escritores que se
publican? Lo mismo pasa con las redes sociales, hay cuentas de palindromistas,
poetuiteros, comediantes y poetas que son una maravilla. Lo importante en las
redes sociales como en las librerías es saltarse las estanterías de lo que no nos
interesa y sobre todo, reconocer que los tiempos cambian: así como ya no
hablamos latín y la ortografía es algo vivo y revelador sobre la fonética y la
evolución de la lengua, las nuevas generaciones NECESITAN esta inmediatez en
la información, es el reflejo de una nueva realidad. Así que ya no le saques y
sácate un Twitter ;)
Anónimo Ro dijo...: Pero ¿de verdad es un retroceso? Hay una proliferación de
libros estúpidos, pero también hay una proliferación de libros en general, es decir,
que aun sigue existiendo un público que exige calidad en los textos que lee, y no
creo que hayan disminuido (ni en términos absolutos, ni en relativos). Las buenas
librerías eran escasas, y aun son escasas. En mi opinión no creo que haya un
retroceso en la literatura sino que el entretenimiento para la gente más simple
ahora también está presente en los twitts y en los libros. Algunos twitteros son
autores e intelectuales reconocidos, que usan ese medio para llegar a más
personas. Muchos se meten en problemas y son malinterpretados, porque como
dijo Richard Dawkins, es un reto disminuir un pensamiento a unas cuantas
palabras. Para mí es entretenido leer un pensamiento rápido de ellos, que tal vez
luego me lleve a investigar un poco más. Pienso que el problema está en
personas que sobrereaccionan, tanto con demasiado amor como con demasiado
odio a un par de palabras. Por otro lado, con respecto a la cyberdemocracia, hay
algunos que escriben en blogs párrafos y párrafos de sus delirios sin sentido (no
este, obviamente); y son personas que deberían educarse más antes de dar sus
opiniones. Al menos, por eso no creo que todo el problema esté en la longitud, ni
en el medio. De cualquier forma, siempre es un placer leerte. Saludos.
Blogger OdeenR dijo...: Me hiciste sentir en 2010 cuando todo eso era un
hervidero de becas y ridiculeces, jajaja. Gracias Me parece que es como la
industria musical: para poder hacer dinero a partir de todo lo que estaba surgiendo
en las décadas del 70 al 90 se les tuvo que poner nombres y dividir en géneros
hasta el cansancio. Desde ese boom de twitter se logró precisamente nombrar al
ejercicio creativo que cualquiera puede hacer como "Twitteratura" y Voilá! A
vender.
Escribí esto en 2011 sobre el tema: http://www.odeenrocha.com/cursos-para-ser-
famoso/
Blogger AMALTEA dijo...: Retroceso cognitivo acelerado por una tecnología digital
que premia lo inmediato, efímero e insustancial. Estamos presenciando la gran
transformación de la humanidad, el abandono de modo de pensar y adquirir
conocimientos por la llegada de otra forma de aprender. La lectura reflexiva y el
aprendizaje lento será, en pocos años, un arcaísmo, el residuo de una civilización
en vías de extinción. Twitter, vídeos y toda la parafernalia digital es el inicio de una
era. No creo que haya retroceso, la literatura tradicional será una dedicación para
raros y sofisticado. La masa, tal como la entendía Canetti, leerá en pantalla unos
minutos para saltar a otra cosa. Más tontos y más manejables, quizás ese sea el
objetivo final de quienes andan detrás de este invento.

EMOCIONES

Goya, El sueño de la razón. Grabado.

¿Qué hacemos con las emociones? ¿Ocultarlas, fingirlas, drogarlas con


ansiolíticos o dejarnos arrastrar por su anárquico e impredecible apetito? Nos
definen y nos deforman, se apoderan de algo que no les pertenece: el tiempo de
ser y estar. La razón es un gobierno que no siempre rige, Goya lo dijo cruelmente
con su autorretrato aplastado por el sueño, torturado por monstros; y la razón
dormida, distraída, anestesiada o encarcelada por los sentimientos. El arte es
puerta, ventana y caverna, se siente, se vive, desde la creación o la
contemplación, pero la obra sin equilibrio es un capricho de lo que no piensa.
Crear y sentir, es crear y pensar, los recuerdos trágicos de Primo Levy, la gama de
grises del Guernica de Picasso, no existirían sin el dominio de la razón sobre esa
urgencia de que la emoción no se pierda. El reto: el efímero tránsito de una
sensación que debe ser plasmada, explicada y perpetuada en una visión estética
que la traspase y la haga algo más que un hueco de la no razón. La obra no es
posible desde la frialdad de la intelectualización, sin un visceral punto de partida la
obra no palpita y nace muerta. El contraste está en las obras que esgrimen su
valor como descarga sociológica que no aporta a su resolución o a su presencia;
el arte no es el diván de un psiquiatra que soporta la filias y fobias de alguien sin
talento o asunto en la creación. La presencia de la emoción obliga a un
compromiso, el arte como las relaciones, exige de entrega para consumarse.
Mentir en el amor o en el sexo, es como en la creación, únicamente convence al
mentiroso, porque lo que no se siente, no se inventa. El gozo, el dolor, el fastidio,
la selectiva obsesión de la memoria, están presentes en las obras, pero no son la
obra. Lo que perseguimos o no queremos detonan un argumento, son la excusa
que la razón no proporciona y sin embargo controla y desarrolla.

La música creó un lenguaje capaz de transportarnos en su cauda, dejarnos


postrados por lo que tenemos dentro o hacernos vomitar con violencia lo que
ocultábamos, hasta que la sobre intelectualización la redujo al ruido de la
académica mendicidad creativa. La poesía castigada como desahogo de la
mediocridad sensiblera. El espectador de apetitos inmediatos, que si “siente algo”
cree que es arte, un cuartito cubierto con focos o una cubeta de suciedad. Sentir
es virtuoso si nos da luz sobre lo que somos; la razón es un guía paciente, enseña
y conduce, y nos deja saber ser espectadores de lo que vivimos.

SIN PERMISO PARA SENTIR.


Ser feliz es el slogan de la sociedad de consumo. Para alcanzar el estado de
imbecilidad que pide la publicidad hay que saturarse de cosas, comida, y de las
drogas de diseño que recetan los médicos, además de las versiones alternativas
del mercado negro. El éxito engendra alegría, su ausencia germina psicosis. Es
preciso que la realidad copie a la publicidad y se divida en episodios de 30
segundos como los comerciales de la televisión. Sentirse con un ánimo diferente,
vivir la melancolía, esa emoción sublime, es un motivo de vergüenza, es razón
para recurrir a terapia, expulsar y drogar a esa peste negra, evitar que se
manifieste, abra sus fauces y grite. Freud enumera los síntomas como “profundo
dolor, cesación de interés por el mundo exterior, pérdida de la capacidad de amar,
e inhibición de toda actividad”. ¿Quién decidió que debemos mantener todo el
tiempo el interés por el mundo exterior? ¿Por qué debemos estar inmersos en esta
realidad absurda y asfixiante 24 por 7 como su fuéramos una tienda de
conveniencia? ¿Cómo se mide la capacidad de amar? ¿Dibujando florecitas de
colores brillantes como Murakami o amando como personajes de película
americana? ¿Por qué debemos tener la actividad desenfrenada, irracional y
sistemática de las máquinas? ¿Por qué debemos vivir lo mismo? Los síntomas
son una trampa y es implacable la persecución y la estigmatización por sentir algo
que es natural. Ya no podemos ni analizar nuestras emociones, ser testigos de
ellas, nos debemos desprender de lo que sentimos y anestesiarnos con
estímulos.
El arte permite asomarse al abismo de las emociones, para Proust era un
momento para concentrarse en ese lugar del alma y vivirlo; cuando su amigo, el
príncipe Bibiesco se quejaba “sentir eso”, le dijo Proust: “aproveche y escriba unas
páginas sobre lo que le está pasando”. Le pidió enfrentar la emoción y analizarla
con un trabajo creador, razonando cada palabra para describir lo que sentía. El
paisaje posee la virtud de evocar la soledad melancólica, ese silencio que la
meditación consigue alejándonos de todo. En el espacio abierto de las pinturas de
Caspar David Friedrich, la bruma es una emoción que cubre lentamente la vista,
que induce a sentir. La contemplación del arte nos exige estar aquí y ahora, nos
detiene, nos calla, nos da espacio para pensar. Aturdirnos con el ruido cotidiano
impide que presenciemos nuestro ser, el arte es una compañía que detona la
relación con nosotros mismos. El color de los paisajes de Friedrich no es real, no
es testimonial, es un reflejo de lo que él siente, la panorámica proyecta el interior
de sus pensamientos. En su pintura El Soñador el ocaso invade el espacio con
tonos anaranjados, violetas y rosas, un arco define la presencia del que sueña
contemplando el portento, absorto en ese encuentro con él mismo.

Hay melancolía en los paisajes irreales que Leonardo da Vinci pintaba como
fondo de sus obras, en esas montañas azules, los cielos fugaces, y el frío de la
caverna de la Virgen de las Rocas. Las naturalezas muertas de Cezanne, la
humildad de la mesa, la frugalidad de la composición, la sencillez de los
elementos, las peras, un plato de cerezas, sus colores, el mantel arrugado, es
Cezanne y su pintura, nada más, es la soledad del creador.
La obligación de reírse, de darle “ironía a la reflexión”, de saturar de estulticia el
espacio para ser simpáticos e “irreverentes”, tiene estupidizado al arte
contemporáneo VIP, como a la publicidad y a la televisión, son el club de los
optimistas, comparten los mismos códigos, reducen las emociones y las ideas a la
misma simpleza, se ahogan en sus risitas, y piden que los traten con solemnidad
cuando ridiculizan cualquier tema que abordan, “resignificándolo” con sus teorías
que digieren lo que sea como una máquina trituradora de basura. Los que
necesitan ser chistosos que cohabiten en la denigrante ausencia de sentido de la
sociedad de consumo. La melancolía, como emoción sublime, no es evasiva, no
complace a los otros, es un proceso íntimo del individuo que la masa desprecia,
de ese ser que se atreve, como dice Kant, es “entrar en la sombra profunda y
meditativa”. Las emociones grandes que se queden en las grandes obras.

COMENTARIOS:
virginia woolf decía que a veces parecía que la literatura no era más que una
herencia de dolor. Pessoa era bellisimo en sus árboles copudos, pero hubiera
cruzado las manos y vuelto a la corriente, aunque no escribiera nada. pienso que
nada puede valer la plenitud de una vida consumada, aunque concentrarse en un
lugar del alma y vivirlo es plenitud, una plenitud consumada y bella. "la melancolía
no es evasiva"
Sí, es triste, todos quieren estar felices, y además; para siempre...que inhumano
se torna el paisaje contemporáneo..
me hizo revivir la sensación de vitalidad y liberación que tuve la primera vez que
leí "Un mundo feliz".
Creo firmemente que no estamos obligados a estar felices ni alegres todo el
tiempo, y que el arte es la mirada dónde confrontamos nuestras angustias,
miedos, alegrías... Y que esa confrontación define la madurez; distinguíendola de
la visión infantil que a veces tenemos del mundo
La pregunta es más simple, ¿qué tiene que decir el alma del ser humano?
Otr: Creo que haces una lectura errónea de Freud, y no sé si deliberadamente
omites la parte más importante de su teoría del Duelo y la Melancolía, donde
explica que la melancolía es el nombre clínico que se da a un estado patológico, a
una desviación del duelo normal. El duelo es esa sensación de dolor que se
experimenta y que nos hace perder interés en el mundo exterior, pero sólo por un
rato, unos días, de vez en cuando; la melancolía (de nuevo, según la clínica, no
según el lenguaje coloquial) es ese estado donde ese desinterés, ese dolor, esos
sentimientos no desaparecen, no merman, no disminuyen; Freud y la clínica
psicoanalítica no prohíben sentir, lo que buscan, para decirlo sin pelos en la
lengua, es que la persona no cometa suicidio, pero no le niegan a nadie el
derecho a suicidarse o a sentir dolor.

Aquí estás empleando el término "melancolía" con total libertad, como lo han
hehco los poetas a lo largo del tiempo, haciendo que signifique lo que ellos desean
que signifique, y no resulta válido comparar el concepto poético con el concepto
clínico, que debe, obviamente, ceñirse a un estándar, porque si los médicos y
psicólogos y otros profesionales de la salud comenzaran a hablar con un lenguaje
mucho más abierto, entonces no habría comunicación, no nos entenderíamos, y si
en vez de cáncer nos dicen que tenemos una explosión de vitalidad celular,
entonces no vamos a saber qué diablos está pasando ni qué hacer y nos vamos a
morir porque nadie se preocupó por definir "explosión de vitalidad celular", por
estandarizar el concepto, de tal modo que siempre que a alguien se le
diagnostique eso, los médicos sepan cómo hacer frente y cuáles son las
alternativas.
En el caso de Freud y el Psicoanálisis hay otras cosas a tomarse en cuenta. Un
analista no ofrece un diagnóstico, no le entrega unc ertificado a su analizante en el
que le dice: "tiene usted melancolía" o "está usted loco". Son conceptos que se
emplean a novel clínico y teórico, para poder escribir sobre ellos y todos sepan de
qué está hablando el colega cuando describe un caso de melancolía. De otro
modo, se corre el riesgo de que cuando un analista describe a otro que su
paciente tiene melancolía, el que escucha se imagine a una persona que
colecciona cuadros de Durero o que se imagina ser un ángel de la geometría

Otro: siempre que leo a Avelina , me dá mas certezas para seguir pintando . No
voy mucho a la teoria freudiana, o no , solo dejo fluir mi interior en cada obra . Es
muy sencillo , creo que Van Gogh hacia lo mismo , y supongo no perderia tiempo
en autoanalizarse, o escrudiñar a ver si lo que pintaba era una obra de locos, o no
. Gracias Avelina , eres uno de los pocos faros que ilumina esta noche negra , la
de la mediocridad tecnológica .

GUERRILLA GIRLS
La payasada y el panfleto, el colectivo Guerrilla Girls ha creado una industria del
no hacer que le reditúa muchos beneficios. Nulifican la presencia femenina, la voz
directa y valiente que da la cara, y la disfrazan con máscaras de orangutanes, y
según su statement esto es para imitar el “anonimato de los héroes como Batman,
Robin Hood y Wonder Woman” es decir, su idea de justica es continuar con la
imposición falocrática del héroe capitalista y, desde este activismo infantiloide,
denuncian el machismo del sistema del arte. La protesta se reduce a
performances ridículos y una avalancha de letreros.

En la Whitechapel Gallery de Londres exhiben la instalación Is it even worse in


Europe, una sala tapizada de letreros, una mesa con algunos libros, el público son
mujeres en actitud de “todas somos guerrilleras” leyendo y comentando, hay esa
atmosfera de “si no estás con nosotras estás en nuestra contra”. Es muy incómodo
leer de pie en una galería lo que podríamos leer sentados, ésta mínima
información parcial y maniquea cabe en un folleto que al final tiramos a la basura,
es como verse obligado a comprar la revista que leemos en la cola del
supermercado. La consigna de estas artistas sin obra es la baja presencia en el
arte de lo que ellas llaman “diversidad de género”, y con esta única idea han
chantajeando a los museos para que les den espacios a ellas, que explotan su
evidente impotencia de producir arte. Las áreas del conocimiento dejan fuera a
muchas mujeres de mérito, eso hace más incongruente e insultante el activismo
de estas señoras, que careciendo de obra ocupan un sitio que no merecen. Sus
letreros no alcanzan a ser un estudio serio, el más famoso descalifica las pinturas
con desnudos femeninos y “denuncia” que una mujer debe estar desnuda para
entrar al Metropolitan Museum; se olvidan que actualmente desnudarse
“artísticamente” no es una imposición machista, la gran mayoría de las
performanceras feministas entran a los museos contemporáneos porque se
desnudan y lo más relevante de sus “obras” es que utilizan a la pornografía como
lenguaje para explotar el morbo. Marina Abramovic se promociona como sex
symbol en revistas.

En la exposición lo más evidente es que el colectivo con su disfraz minimiza la


lucha por los derechos. Las primeras que reniegan de la “diversidad” son ellas, sus
letreros son iguales a todos los letreros que meten en los museos, da igual el
tema, el sexo, religión o raza del autor. El problema de la falta de diversidad en el
sistema del arte está en las expresiones artísticas uniformadas por el “estilo
contemporáneo”, y el artista que no entra en esa categoría queda excluido del
museo. Las máscaras de orangutanes no las convierten en “héroes anónimos”
como ellas afirman, son una apología de la violencia machista que desaparece la
presencia de la mujer, entre un burka y esta máscara no hay diferencia. En la
lucha por los derechos humanos no funciona el anonimato, porque es un derecho
tener rostro y nombre, que es lo primero que pierde una mujer sometida. El disfraz
es una disciplina del arte VIP, Cindy Sherman es la versión cómica de Lady Gaga,
vivir en un eterno Halloween es parte de su pueril mediocridad, las Guerrilla
podrían elegir otras versiones transformativas, como vestirse de chocolates M&M
y trabajar en la mega tienda para turistas de Times Square, o ya muy feministas
hacerse botargas con forma de bote de limpiadores, ollas, y todo lo que las artista
feministas exponen en sus instalaciones VIP. La Guerrilla Girls son unos bufones
del sistema, su trabajo es ridiculizar a la mujer, caricaturizar un problema, ese es
el negocio del que han vivido por treinta años.

¿COMPRENDER O ACEPTAR?

La frase más repetida del arte contemporáneo VIP es “si no te gusta es que no
entiendes”, cuando afirmamos “esto no es arte” la respuesta es “es arte que no
entiendes” o “el arte ya no se limita a un tipo de objetos” o “esa cuestión ya es
inoperante en nuestro días”. La diferencia entre comprender y aceptar o asumir
algo es enorme. El que comprende no necesariamente tiene que aceptar, se
puede entender algo claramente, discernir una situación y eso no implica que
tengamos que aceptarla como tal, integrarnos a sus condiciones. Lo que el arte
contemporáneo VIP presenta como arte es fácilmente “entendible”, en su
presencia o contenido no hay complejidad o misterio, el rechazo no es falta de
asimilación de lo visto o escuchado, el espectador disiente, se manifiesta contrario
a la aceptación desde el entendido de que eso lo están presentando como arte. Lo
“real” es el término que usamos para designar a lo que materialmente existe, lo
que es, en la contradicción entre lo que vemos y lo que nos dicen que la
obra es entra nuestra negación de aceptar y entonces dicen “es que no
entiendes”.

El arte VIP pretende que aceptemos, no que entendamos, el sometimiento ante lo


preestablecido que impide el diálogo, las cosas no son como son, son como los
gestores VIP dicen que son. Es muy común que en la vida cotidiana se afirma que
hay circunstancias que tenemos que asumir porque no hay opción, porque son
fatales o irreversibles, por ejemplo, una mala decisión gubernamental, contra el
poder se puede muy poco, si el ministro de Hacienda paraliza la economía por una
política persecutoria, no podemos evitarlo. De la misma forma funciona el arte
VIP, los académicos deciden que es arte un video de un tipo que canta en la
bañera, fuera de foco, mal audio, penosa edición, amateurismo grosero,
proclaman que no está en nuestro poder decir “esto no es arte”. Sin embargo si
nos rebelamos ante una política impositiva o por lo menos manifestamos nuestro
malestar le demostramos a la prepotencia del poder que no debe subestimarnos.
Al negarnos a aceptar que las obras VIP son arte le estamos diciendo a la
poderosa academia, los teóricos, docentes universitarios y artistas VIP que no
pueden manipularnos.
Las palabras no son y nunca serán suficientes para distorsionar los hechos, lo
que alguien imagine o crea de su obra no es una obligación para los demás y
mucho menos altera la presencia de la obra. La mediocridad no se sustituye con
lenguaje o preceptos, tampoco se ve transformada por una teoría, porque es una
insuficiencia intelectual. El resultado de la obra depende de las capacidades y
limitaciones del artista, no de las teorías, la receta no genera al arte, el arte en su
creación genera su propio camino. Los espectadores y los artistas no van a tener
arte como resultado de la asimilación de los conceptos VIP, la contemplación y la
creación son experimentación en libertad de ver, pensar y sentir.

LO QUE BUSCAS, NO EXISTE.

Burne-Jones, Roue de la fortune

Seductor, vulnerable o ideal. Sabemos cómo somos desnudos, conocemos la


monotonía de la anatomía, y sin embargo el cuerpo del otro es un enigma,
queremos mirarlo por curiosidad, por asombro o por placer. La presencia de la
desnudez, conocer ese ser en un estado de increíble austeridad, tiene una
implicación forzosa, un sentido que nos arrastra en sus consecuencias: licencioso,
santo o estricta anatomía, el cuerpo es conocimiento. El cuerpo femenino está
representado para la imaginación masculina y en cambio el masculino está
recreado para la imaginación masculina. El desnudo femenino siempre ha sido
evidente y sujeto de limitaciones: no hay santas desnudas, despojarlas del vestido,
es despojarlas de pureza. En cambio el hombre sí tiene el don de un cuerpo
inviolable, la exposición total no solo lo preserva, lo consagra. Esta virtud estética
y moral hace que su representación sea un ideal en el que la virilidad masculina se
desdobla, se multiplica. Es lánguida y frágil, como en la pintura del pre-rafaelista
Edward Burne-Jones, La rueda de la fortuna, un círculo eterno de cuerpos
encadenados: la anatomía es destino.

Théodore Géricault , Academia.

Ángel Zárraga - Ex Voto.


El hombre poderoso, el ideal social llega al extremo de la deformación, Arno
Breker crea el hombre que contenía la estética de la irracional superioridad del
nazismo, la demagogia del cuerpo, esculturas de gigantes que gobernarán al
mundo, súper héroes de espaldas que son muros, piernas que son torres y
contrasta el monumental conjunto con las manos que se abren en una danza.
San Sebastián, el soldado que elige en qué ejército quiere luchar, hace de su
cuerpo el símbolo de su causa, su fe le da valor y lo lleva al martirio, los arqueros
penetran sus flechas en su cuerpo desnudo. Las obras que recrean este
romanticismo místico aspiran a la sensualidad de la entrega, de la disposición al
sacrificio, se ensañan en la plenitud de la belleza imberbe, adolescente: “Me
azotaría hasta hacerme sangrar/ y después de horas y horas de plegarias/ Y
tortura y deleite/ hasta que mi sangre rodeara la lámpara…” invoca extasiado T.S
Eliot en suCanción de amor a san Sebastián. El dolor ejemplar nos pone de
rodillas, Ángel Zárraga no pinta la anécdota, pinta el mito, Sebastián ya es
motivo de adoración, puede recibir una felación o una ofrenda.

Henri Camille Danger - Calamidad

El cuerpo no se pertenece, no controla la propiedad de esta amalgama de


músculos, órganos, fluidos, no tiene gobierno, el tiempo lo manipula, lo somete y
lo destruye. La visión de la edad, la necesaria imperfección en las esculturas de
Jorge Marín, en la pintura de José Antonio Farrera, hombres con el vientre flácido,
las venas colapsadas, son el despojo de la genitalidad que los dominó. En su
tragedia Job y Noé se postran ante un juez sobre humano, ruegan piedad desde
su impotencia, desde sus brazos débiles, sus piernas torpes. El desnudo
masculino conoce los extremos, es mártir, es sexo y es dios. La representación de
este cuerpo en el arte, que en sí mismo contiene los símbolos de la creación y el
poder, cuando es evidente hace de ese falo un amuleto, un ídolo y una
demostración de fuerza; y si lo oculta detrás de paños, de la pose, es el
secretismo que nos hace imaginar el portento.

Ann Louis Girodet - El sueño de Endimión

La visión total del cuerpo es finita, circunscrita, el arte elige el punto de vista,
señala el sentido de la armonía, qué debemos ver de ese todo para que el cuerpo
cargue la simbología que se le impone. Desgenitalizado el cuerpo es erotizado,
toda la piel es sexo, en su brillo, en la visión tersa de su color, en la turgencia de
los músculos se expone la voluptuosidad: deseamos obtener de ese cuerpo lo que
de él se oculta. “No tengo paz, ni puedo hacer la guerra” dice Petrarca, y el cuerpo
no descansa, crece, cambia, envejece, se hiere, condenado por un significado que
le es ajeno, del que nada sabe. Es David, Ícaro, Apolo, Cupido, es el obrero de
Asúnsolo, el dictador de José Clemente Orozco o el linchado de Siqueiros. Carga
con el peso social, metafísico y poético, soporta la invención que el hombre ha
hecho de sí mismo. Y pierde, queda aniquilado ante esta batalla para la que nadie,
ni los hombres ni las mujeres, estamos preparados.
Omar Rodríguez Graham ,
Autorretrato.

Gustave Moreau - Jason.


Jean Cocteau - Casa de salud.

José Chávez Morado - Pescador


RETRATO DE UNA ARTISTA

Right hand of Artemisia Gentileschi, Pierre


Dumonstier II

En el retrato el artista es el espejo, la obra es el reflejo de lo que él ve. La persona


que se mira en un espejo o en un retrato no busca la realidad, los espejos dan una
imagen que nuestra mente trastoca y deforma, omite detalles y se concentra
en los que perseguimos como ideales. Perpetuando la mentira, tenemos la
fortuna de la imposibilidad de aceptar lo que somos, el artista cómplice, ofrece
lo que observa como una puerta a una realidad falsa e inaccesible.
En la exposición French portrait drawings from Clouet to Courbet en el British
Museum, el ojo del artista persigue la forma y la traduce en líneas, como un
astrónomo que traza la ruta ficticia de los astros. El espejo opaco del papel plantea
una irrealidad: la línea. El dibujo es la persona pero no es lo que vemos, y en un
alarde de esencialidad, Pierre Dumonstier II dibuja la mano derecha de Artemisia
Gentileschi y laretrata, no ve el rostro, destina su observación en la herramienta que
los dos comparten y los hace iguales. En el margen superior la llama “Aurora” la
diosa que abre la oscuridad del cielo con sus manos para que entre el amanecer; la
belleza de esas manos no es su apariencia, es su capacidad de crear “maravillas
que envían a los ojos juiciosos al éxtasis, raptures”. Dumonstier rompe con el cliché
de la belleza física como meta del retrato femenino, lo despoja de edad y sexo,
reconoce que él mismo se plasma al recrear las manos de ella. Un retrato y un
autorretrato, un espejo que se multiplica en un juego interminable. Con este dibujo
la sala del museo expone decenas de manos, aunque sean rostros, cuerpos
enteros, son manos dibujando, unas más apasionadas, otras frías y analíticas.
El artista se ve en sus obras y al final muestra esa herramienta compleja que percibe
sensaciones y las trasmite, que exige el entrenamiento constante. El hacer nos
describe, la apariencia, irrelevante por inestable, no alcanza a decir, la voz de
nuestro ser son las acciones. El pincel que Artemisia sostiene, la sombra en la
oquedad de la mano, suspendida en el limbo del papel, dirigiéndose con voluntad
propia, contiene toda la sabiduría de la pintora, sus frustraciones, los inicios que aún
le esperan, las obras que nunca podrá pintar y las que guarda en una biografía que
recuerda y olvida en cada trabajo. El dibujo es la diosa Aurora, la ocultación nos
revela la luz de la verdad de Artemisia, inmortalizar esa mano, retenerla en la acción,
convierte a la condena de Sísifo en el privilegio de la creación.
COMENTARIO: Anónimo Ro dijo... Avelina, estoy enamorada de lo que escribes.
Me recuerda algo que leí por ahí, de que el arte es una metáfora que transforma lo
incómodo en algo tolerable

QUÉ HACEMOS CON EL ARTE. Texto de Avelina Lésper en el Foro Internacional


Aciertos y retos de la difusión cultural y extensión universitaria. Conversatorio
debate “Qué hacemos con el arte”
Qué hacemos con el arte ahora que se ha convertido en un instrumento de la
especulación ideológica y financiera, que obras carentes de valores estéticos,
sin ningún nivel de realización o propuesta, se llaman arte si tienen adherido un
statement político-social o un precio estratosférico. En la gran incongruencia que
sustenta al fraude del arte contemporáneo VIP, obras con intenciones sociales y
pretensiones variadas, que van desde los acontecimientos políticos más
inmediatos, hasta las trastocadas luchas de género, están hermanadas con el
mercado especulativo. El neoliberalismo más descarado pagando el populismo de
obras que se supuestamente hablan en contra de ese sistema, y son utilizadas para
traficar dinero, influencias y alimentar la burocracia de museos e instituciones que
no busca talento, busca obras de proselitismo ideológico, complaciente con las
galerías. Las manifestaciones fundacionales del arte VIP, video, instalación,
performance, a pesar de su hipócrita connotación social, son producto del
colonialismo artístico del capitalismo y como tales trabajan para su promoción.
Qué hacemos con el arte que impulsa el mercado neoliberal, que se burla del talento
y encumbra sus falsos valores, que hace estrellas, que vende como arte a la basura,
a los plagios, a la ocurrencia, y manipula el mercado como un casino. Las
instituciones son parte de este fraude, entregando salas y apoyos a la moda que el
capital les dicte.
Qué hacemos con el arte que padece esta contaminación, que se regodea en sus
discursos, que se ha transformado en una ONG, en pregonero ideológico y que
además es un instrumento financiero del capital de riesgo. Las escuelas,
instituciones, artistas y museos de arte contemporáneo VIP, reniegan de la técnica,
del aprendizaje, la disciplina, el compromiso con el desarrollo de lenguajes y estilos,
y en cambio han organizado una forma de nuevo sindicalismo elitista y excluyente,
en el que lo más importante es el entramado demagógico de sus obras con
intenciones y discursos, porque la presencia estética de la obra es irrelevante frente
a la presencia ideológica. El populismo y el panfletarismo han sustituido a la belleza,
y aunque les cueste oírlo, la belleza es un valor ineludible de la obra de arte, y es
un logro intelectual.
Las obras si tienen la denuncia de moda son arte aunque su realización sea infra
inteligente, obvia, elemental y carente de belleza. Tragedias como los asesinatos
del narcotráfico o Ayotzinapa, soportan un alud de obras penosas en su propuesta,
cargan con el oportunismo de grupos que viven del activismo de ocasión, que se
suben al carro de la desgracia para llamar arte a su mediocridad. Las luchas de
género están representadas por artistas tan mediocres que desprestigian una deuda
que ni el Estado ni la sociedad han reparado. El feminismo se impone como cuota
en los museos, con obras que no salen del lugar común, que humillan al arte y a las
mujeres. La gran mayoría de estos artistas viven de las instituciones, clamando una
falsa independencia, exigen becas y privilegios, conforman un elitismo ideológico
tan excluyente como el elitismo económico.
La gran mayoría es cómplice de esta situación, analicé el temario de la carrera
de Licenciatura en Arte y Patrimonio Cultural, que imparten en esta Universidad de
la Ciudad de México, tiene como materia optativa el taller de artes visuales, carece
de materias realmente prácticas para la gestión, por ejemplo, de museos; el listado
de materias está enfocado a generar la burocracia cultural que vive de las
instituciones, y para hacer discursos que justifiquen la presencia de las obras desde
puntos de vista puramente ideológicos, no artísticos, porque con esos estudios no
pueden ni montar una exposición o una obra de teatro, cómo van a gestionar el
patrimonio cultural sin nociones de Historia del Arte.
Qué hacemos con el arte: decir abiertamente que ni el discurso, ni las intenciones,
ni las grandes sumas de dinero convierten en arte a objetos sin inteligencia, factura
y belleza, que la condición de arte está por encima de intereses ideológicos y
económicos. Dejemos la hipocresía de las buenas intenciones y aceptemos el arte
está padeciendo a sus mercenarios, gente que lo ha convertido en un instrumento
ideológico y económico, que han hecho de su mediocridad un arma, y que son
artistas del chantaje social.
COMENTARIO: Avelina, ahí está el debate, en el contexto que describes.
No hay mal que dure de cien años,así que la mercantilización y el fraude que se
extiende a todas las artes en la actualidad, cesará algún día. Espero que podamos
ver, gracias a personas como tú, empeñadas en desvelar la mentira, un resurgir
de las actividades artísticas guiadas por el hálito del saber, la inspiración y la
competencia

BEYOND CARAVAGGIO

Se puede copiar la forma pero no se puede mentir con el contenido. Las


características estéticas de una obra están sostenidas en su contenido filosófico,
esencial, el cómo hacer está supeditado al qué decir, la exposición Beyond
Caravaggio de la National Gallery en Londres investiga en los artistas
influenciados por la pintura del Caravaggio.
El fenómeno es que la influencia va más allá de su tiempo, y es más profunda que
una aportación estética. La exposición aborda únicamente a los artistas de la
época, pero la trascendencia de Caravaggio está en que trajo a la realidad al
lienzo, la implicó como un principio y la definió como belleza. La santidad se volvió
humana, sucia, mal oliente, la sangre tenía que fluir, el drama explotar, las
emociones del espectador estaban en la dramaturgia de la composición: sentir,
vivir y morir. Humanizar al arte trasformó su concepción, después del Caravaggio
volver a idealizar o fingir es una renuncia, el Neoclasicismo fue un retroceso
filosófico y estético que desnaturalizó a la belleza. El realismo contemporáneo no
existiría sin la sísmica revolución del Caravaggio, el hiperrealismo fotográfico que
se limita a la imitación del ángulo digital y a la frialdad de la pirotecnia son
evasiones de la profundidad, se quedan en la superficialidad de la forma. Las
obras de José de Rivera son las que más claramente comparten la violencia visual
del Tenebrismo con un cuerpo existencial, con fluidos, enfermedades.

En la composición de Caravaggio desparecen los reinos celestiales, la historia


nace de la tierra, inicia en la parte inferior de sus cuadros, la luz nos lleva la
mirada para encontrarnos con nuestra propia conciencia, con la inocultable miseria
de la mortalidad. La cuidadosa puesta en escena es un artificio que sostiene la
recreación de la realidad, la luz es la revelación, nos dice esto existe, así somos,
la fe se sostiene en lo invisible porque lo visible es terrible. La realidad trae a sus
parias y sus mezquindades, ladrones, asesinos, traidores, víctimas, conviven con
la piedad y la compasión, la pintura es capaz de contener a la naturaleza humana,
describirla, y hacerlo con la belleza del claro oscuro, imponiendo a la iluminación
como una guía filosófica. La poesía de la verdad, la responsabilidad del artista
como testigo y denunciante, en la pintura La aprehensión de Cristo, el traidor
sujeta a Cristo, lo besa buscando su mirada, la victima baja las manos rindiéndose
a su destino, detrás de ellos un hombre aúlla horrorizado; el dolor, la trayectoria de
la escena de derecha a izquierda es una narración de la implosión del realismo en
el arte, la humanización acabó con el sueño, solo nos queda entregarnos a este
espejo, aceptar el infausto beso de lo real, de lo que somos y asumir que ahí hay
belleza. El hombre que sostiene la lámpara que revela la traición es Caravaggio,
es un autorretrato que otorga al arte la capacidad de gritar, exhibir, consagrar.
SACIAR

Hans Memling, Still Life with a Jug with Flowers

La contemporaneidad divaga entre qué es arte o aplicar el igualitarismo y premiar a


cualquier cosa con la medalla de “obra de arte”. Es una duda banal que persigue no
definir una respuesta. Lo que queda fuera en esta disyuntiva es la contemplación,
que establece la gran diferencia. Las obras que se acaban en la primera visión y no
tenemos la necesidad de regresar a ellas, porque su presencia es una reducida
muestra de inmediatez, porque carecen de complejidad real o de inexplicable
seducción, no podemos asimilarlas como arte.
Plotonio en su tratado Sobre la belleza, retoma la leyenda de Lince “de cuyos ojos
salían rayos que penetraban las profundidades de la tierra” y afirma que nunca nos
saciamos de contemplar, “contemplando, se contempla siempre más”, porque
somos Intelecto, así en altas, la inteligencia es un ser en sí mismo. La belleza vuelve
incansable a la contemplación, son las obras que nos incitan a encontrar algo más,
a descubrir eso que no habíamos percibido. Los sentidos se unen al raciocinio.
Aristóteles afirmaba que el arte y las palabras poseían una energeia, una fuerza que
penetraba en nuestro intelecto, capaz de generar reacciones y recuerdos en nuestra
mente. Entonces la contemplación es una energía que nos empuja a un acto
intelectual, a percibir, analizar, poseer la obra en nuestra memoria hasta
comprender, es decir atrapar prenhendere, hacer que esa obra ingrese en nuestro
intelecto desde los elementos que tomamos de ella. La insistencia historiográfica de
que la época define la condición de arte no toma en cuenta la capacidad de la obra
de ser contemplada, ese proceso de la inteligencia no está supeditado a condiciones
políticas o sociales momentáneas. La obra que genera esa insaciabilidad de
contemplación, como dice Plotonio, tiene una relación íntima e individual que no
funciona por decreto. La obra que es “muy actual en sus medios y mensaje” y no
provoca sed de contemplar no es arte aunque la época lo ordene. Presenciamos,
escuchamos y leemos demasiadas obras y son pocas las que generan una relación
con nosotros, ese concierto que escuchamos cientos de veces, ese poema que
leemos y repetimos, la cita puntual con un artista en distintos museos, en esa
necesidad de poseer la obra está su trascendencia y su intemporalidad.
La contemplación insaciable es gozo y conocimiento, la obra nos seduce en libertad,
las tendencias de cada época son imposiciones de un grupo, que establece
etiquetas para cada obra. Esas etiquetas, muchas veces son arbitrarias y no pueden
determinar la condición de arte. Si la obra es de género, feminista, política o
realizada con materiales supuestamente actuales y no tiene un acercamiento real
con el individuo, no detona contemplación, es insuficiente para ser considerada arte.
El presente del arte es la contemplación, no la cronología de la obra. Los que
pretenden dictar las tendencias de cada época no pueden decidir sobre nuestra sed
de contemplación, en esa libertad está el arte.
COMENTARIOS:
Enlatado dijo...
Definir cuál es la cualidad del Arte, lo que lo hace Arte, siempre ha sido pasto de la
retórica y de la mala poesía. Y en este breve ensayo, me encuentro con un hallazgo
extraordinario: El Arte ES porque nos lleva, nos arroja al abismo de la
contemplación.
Ha de ser por eso que los neo-filósofos conceptuales, insisten en la “reflexión” como
sustituto del acto intelectual de contemplar. O aquella “audaz y provocadora”
exposición de una artista con los muros vacíos en donde el espectador tuvo que
imaginarse la obra. Allí estamos la multitud embelesada ante la riqueza de nuestra
imaginación que, sin el permiso del texto del curador, la tendríamos metida en una
lata de Manzoni.
...
OTRO
¡Sed de contemplación! ¡Exacto!
Nunca había encontrado las palabras exactas para poder definir mi sentir al
respecto.
Si acaso en las exposiciones, catálogos y museos actuales, lo que encuentro es el
deseo de mirar hacia otro lado, escapar de esa burla (que lleva tanto tiempo), ese
querer verme la cara de estúpido, el escuchar a los supuestos críticos tratando de
explicar, chambónamente, lo que el artista nos está expresando. Cuando el arte
necesita ser explicado, para mí a perdido, absolutamente, toda categoría de arte.
¿Qué deseo puedo tener de contemplar una pila de basura, una plancha derretida,
un conjunto de resortes o una silla de concreto?
Sigo atrapado, tal vez, en la cotidianeidad humana que se seduce frente a
representaciones de lo sublime, a lo que me hace perder por un momento la
respiración y desear poseer eso que considero bello; esa belleza que lastima
porque nunca podrá ser poseída aunque te pertenezca.

NOBELITO

El Premio Nobel de Literatura para Bob Dylan hizo chiquito al premio,


empequeñeció sus fines y es una bofetada a la lectura, a la concentración, al
esfuerzo de adentrarse en la complejidad de la literatura que no busca la
inmediatez. Es un premio facilón para los que no leen, para el populismo de las
redes sociales. La excusa de la Academia de que es un “poeta” no tiene sustento
después de que escritores como T.S. Eliot han recibido ese premio, todo lo que ha
escrito este cantante sumado no alcanza la inteligencia de uno sólo de los poemas
de T. S. Eliot. A nivel musical sucede lo mismo, el discurso y la profundidad de
músicos contemporáneos como Arvo Part o Zbigniew Preisner, ni siquiera hay
nivel para compararlos, esto si se trata de ver el peso del cantante en el arte
actual. Dylan es popular, esa es su mayor virtud, es un rebelde políticamente
correcto, que le canta al Papa, con letras de tarjeta de felicitación. Fácil de oír, no
mete en problemas al sistema, en su elección es fundamental que hace sentir
“inteligentes” a sus fans, es como decirles: “mira sí tienes algo de cultura, lo que
oyes mientras manejas es literatura real”, por eso la exultante alegría de las redes.
Es un signo de nuestros tiempos populistas darle al gusto masivo nivel de cultura y
hasta de arte. El Museo del Estanquillo es un homenaje al coleccionismo de lo
vulgar, del nivel de la inconsistente y sobrevalorada obra de Monsiváis. El corrido
del narco es estudiado y considerado literatura. La condescendencia de ser
“inclusivos” es un afán demagogo que está arrastrando al arte y la cultura a bajar
su nivel de creación, es tal la facilidad de llamar a cualquier estrofa “poema” que la
nueva poesía florece entre la simpleza y el twitterazo.

El Nobel de Literatura también es un reconocimiento a los lectores, a la necesidad


de estudiar y abordar nuevas y complejas formas de desarrollar el pensamiento,
con este premio le dicen a la gente que está bien no leer, que basta comprar un
librillo o un disco de alguien que tiene montado su aparato de marketing como
“canta-autor”. La música popular se premia por las ventas de discos, con fiestas
que organizan las disqueras y canales de videos, esa “distinción” es un
reconocimiento a los miles de fans que llevaron a ese disco a la lista de
superventas. La lectura es lenta, el análisis de una obra literaria, de un poema,
nos involucra con los textos, no hace meditarlos, retomarlos. La música popular es
rápida, analizar una de estas canciones es un ejercicio ocioso, no hay
complejidad, su destino es ser fácil, repetitiva y pegajosa, por eso se venden. Los
lectores son los grandes perdedores con esta selección. El Nobel ha ido de
bajada, tiene décadas disminuyendo su alcance pero esta vez se redujo de tal
forma que el siguiente premio se lo pueden dar cualquier youtuber o a la
twitteratura en masa. Con esto ya sabemos que para la Academia es más
importante ser popular que detonar la lectura.

MÁS OBRA, MÁS NEGOCIO


“Si los romanos iban al Coliseo a ver sangre, los new yorkers van a Phillips para
ver dinero” dice Simon de Pury ex dueño y fundador de la casa de subastas
Phillips de Pury en su libro de memorias The Actioneer, editado por St. Martin’s
Press, New York, 2016. Las subastas y los precios han distorsionado la compra y
venta del arte, lo que se adquiere va más allá de la obra, es valor social, presencia
mediática, sostener una puja es un duelo público por la nominación de millonario.
Simon de Pury con el descaro de un suizo que trafica arte en New York cuenta su
trayectoria con tanta satisfacción que cae en revelaciones que ponen en su sitio el
mercado del arte.
Con la autoridad de un insider da un golpe a los historiadores y académicos del
arte afirmando que el concepto de “arte contemporáneo” lo estableció Christie’s
con las obras creadas desde los años setentas hasta la fecha para vender más, y
que ellos deciden a quiénes deben anunciar como los “grandes maestros
actuales”, no hay un análisis de los valores conceptuales de la obra, es una
decisión comercial, buscan artistas que produzcan mucho y rápido porque entre
más obra, más negocio. Los maestros Impresionistas y anteriores son difíciles de
encontrar, lo poco que hay no da para que sobrevivan las casas de subastas, así
que lanzan a sus propios valores en sinergia con los museos, porque ¡oh
sorpresa! los directivos han sido empleados de los subastadores. Eso coincide con
las últimas subastas de la obra de Basquiat que lo anuncian como “el Van Gogh
contemporáneo”. Destroza el misterio del avaluó de la obra, esa demiurga
resolución que parece exclusiva de un grupo: lo compran si cuesta más de un
millón de dólares. Tal cual, nada de que la trayectoria, el contenido y la implicación
en el arte, es manipulación de lo que significa ser rico y eso es tener un
millón cash. Hace énfasis en lo fácil que es adquirir fama comprando una obra
contemporánea VIP en subasta, y que eso cautiva a los ricos que aspiran ser
conocidos por gastar su dinero. Simon de Pury fue director de Sotheby´s Europa,
trabajó en las casas más importantes de Suiza, está en el centro de venta más
grande del mundo, y tiene su propia casa de subastas Pury de Pury, si habla así
es porque no teme quedar mal con sus clientes, asume que ellos saben que en los
negocios todo es válido, sin embargo el arte tiene un lugar aparte, da prestigio.
El libro está escrito con un tono frívolo, lleno de anécdotas y chismes, con la
agilidad que su coescritor William Stadiem imprime en sus artículos para el Vanity
Fair, no tiene el pretencioso academismo de los libros escritos por curadores y
“expertos”, por esa raza que solemniza una bolsa de papas fritas puesta en un
pedestal. Sin el tono de la denuncia, con la desfachatez del vendedor exitoso,
afirma que la venta de arte contemporáneo es el nuevo casino, la ruleta hace
artistas, las apuestas encumbran nombres, en el precio está el arte.

ORO PURO

Maurizio Cattelan, America , 2016

El Rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba, el arte VIP convierte todo en
arte y también en oro. Imitando a los jeques árabes, sin aportar pero repensando
las raíces escatológicas de toda una corriente artística, el artista VIP Maurizio
Cattelan vendió al Museo Guggenheim un excusado cubierto con oro de 18
quilates. La nueva adquisición, orgullo del capitalismo, de los gastroenterólogos y
del arte, fue instalada por los curadores en un baño, porque la obra es interactiva y
obviamente funciona. El periódico New York Post le dio la portada con su
reportero sentado interactuando con la obra de arte, y narrando con detalle su
experiencia físico-cognitiva. Los curadores y las revistas especializadas se
quejaron de que abordara con tal falta de respeto una obra que es “un homenaje a
la Fountain de Marcel Duchamp y que permite una relación íntima con una obra de
arte”. Es muy discutible que la “brillante” obra de Cattelan sea un homenaje,
porque no mantiene la inutilidad del urinario, pero tienen razón al indignarse, así
que aportaremos algunas ideas curatoriales para romper con la incomprensión del
público y que se convierta en sujeto activo de la obra:
Instalen dentro del baño una biblioteca portátil con los libros de Arthur Danto y
Gilles Deleuze para que lean y aprendan mientras participan en la obra de arte, la
alimentación moderna sin fibra incrementará la concentración del usuario “creando
un vínculo afectivo con el arte”. Impriman papel sanitario con la biografía completa
de Duchamp, el estudio de William Camfield sobre el urinario y los millones de
tesis de las universidades que educan artistas VIP, la transmisión de conocimiento
será sensorial y supra-intelectual.
Realicen un nueva versión del performance de Marina Abramovic, The artist is
present, en el que estuvo sentada en una silla en el MoMA, pero ahora “accionará”
siete horas sobre el dorado trono ergonómico, mientras el público estudia su
propio “mecanismo de percepción”.
Inviten a artistas consagrados a residencias artísticas para que trabajen su
respuesta orgánica ante la obra dorada y que el resultado sea enlatado, como lo
hiciera hace décadas Piero Manzoni, expondrán las latas, las cédulas describirán
las diferencias entre cada contenido y los curadores escribirán un catálogo con
ensayos sobre la simbiosis ontológica entre arte y cuerpo.
La conducta del público es impredecible, cada gesto y reacción es parte de la
obra, documenten las “conversaciones creativas del ser en soledad con el arte”
con una cámara de video grabando cada participación y que Martin Creed edite el
video.
El audio de estas grabaciones será parte de una instalación sonora que
redimensione las reverberaciones que transitan desde la naturaleza física al
artefacto artístico, llevando al público a una atmósfera de cuestionamientos
envolventes.
La obsesión escatológica del arte VIP por fin alcanzó una de sus cumbres, generar
más arte es cuestión de laxantes, el Fluxus se mantiene vigente, el conservador
del Guggenheim garantiza que la obra “nunca se va a tapar”.

EXPLICACIONES Y CÉDULAS
El arte contemporáneo VIP es el arte de las explicaciones, cada gesto, obra u
objeto, lo que el artista haya decidido que es arte, está protegido con una cédula
que niega la evidente contradicción entre lo que vemos o escuchamos. Cuando la
exposición no tiene el “éxito” esperado, los promotores y expertos afirman que fue
porque no había una explicación contundente en las cédulas y folletos, que son
indispensables porque dicen que la mayoría no se ha percatado, ni comprendido
que el arte se trasformó y que ya no es lo que era antes. ¿Antes de qué? De que
el talento haya sido sustituido por la mediocridad, la facilidad y la complacencia.
La contradicción está en que el arte se complejizó en su retórica y la
manifestación como obra de arte se degradó hasta la estulticia. La obra ya no es
el objeto y su evidente corporeidad, es la teoría que lo sustenta como arte. Esa
teoría compleja y moralígena, porque toda obra tiene un substrato social “bueno”,
escrita con la jerga y el entramado teórico que la hacen parecer algo serio, es un
argumento débil e insuficiente. En el Armory de Nueva York se expone la “obra
completa” de ese representante de la infra inteligencia que es Martin Creed,
producto de la marca Young British Artists, creada y promocionada por el
publicista Saatchi. La obra de Creed es un ejemplo de lo que hacen la mayoría de
artistas, acá tenemos a su imitador Gabriel Orozco, que reúne el minimalismo de
la inteligencia con el de la forma. Los críticos dicen que las obras de Creed hablan
de “nuestra necesidad de autodestrucción, limpieza y muerte” y que “empujan a
vivir y comprender el presente” y la obra es un video de una performancera
defecando o una puerta que se abre y se cierra, una habitación llena de globos,
cajas apiladas etc. Hacen referencias históricas del conceptualismo de los años
70’s, aseguran que lleva la “propuesta duchampiana con insólita profundidad”
como si Duchamp hubiera pudiera ser “profundo”, generan mensajes políticos y
una serie de argumentos que justifican esas cosas puestas en un recinto como
objetos artísticos. Entonces si la obra es todo esto ¿por qué lo tiene que decir un
texto y no su misma presencia? ¿Por qué Creed no puede producir un objeto
capaz de existir sin retórica?
No es un asunto de información, el arte VIP es más proselitista que un político en
campaña; tampoco es una novedad, tenemos décadas viendo lo mismo en miles
de museos y galerías, de hecho son los reyes del mercado del arte; tampoco es el
arte de “los jóvenes”, Creed y Orozco, y las súper stars VIP andan en los sesenta
años o más. Es simplemente que la inteligencia y el talento no pueden falsificarse,
estas obras son el resultado del inexcusable vicio social de promover y
comercializar a la mediocridad, así como la comida basura es apoyada por
millones de dólares en publicidad estas obras son publicitadas por universidades,
museos y críticos para venderlas en galerías y subastas. El arte VIP no es el arte
del presente, es el arte de un grupo abusivo de comerciantes y sus prosélitos; el
talento, como siempre, sobrevivirá al fraude.

DIAMANTES, ESTAFADORES Y CENIZAS

Ultraje de la tumba del Arquitecto Luis


Barragán en la Rotonda de los Jaliscienses
Ilustres, México

Sol: No, it's a moissanite. Bad Boy Lincoln: A what-in-ite?


Sol: A moissanite is an artificial diamond, Lincoln. It's Mickey Mouse, mate.
Spurious. Not genuine. And it's worth... fuck-all.
Snatch, the movie.
Lo peor de toda esta trama vulgar es que ni siquiera es un diamante “genuino”, es
una imitación sintética, es un recuerdo fúnebre tacky. Las cenizas del arquitecto
Luis Barragán convertidas en “diamante” es una de las estafas más ridículas de la
Historia del Arte con la participación de los familiares del arquitecto, el Congreso y
las autoridades de Jalisco. El esperpéntico engaño de la artista VIP Jill Magid fue
posible porque tratándose de arte contemporáneo VIP nadie hace preguntas.
Vamos por partes: los diamantes fabricados con cenizas de cadáver no son
“genuinos” como Magid les dijo, son sintéticos y son una costumbre tétrica para
“recordar a los seres queridos”, es un servicio que muchas funerarias ofrecen en
cualquier ciudad de Estados Unidos, la gente puede hacer diamantes con las
cenizas de sus mascotas y hay una gran variedad en venta, de distintos colores,
quilates y los montan en anillos, cadenas o lo que el cliente elija. La artista les hizo
creer que era algo exclusivo, valioso y artístico, ustedes pueden entrar a internet
para consultar precios y estilos en Cremation
Solutionswww.cremationsolutions.com. Magid además les dijo que tenía que viajar
a Suiza a realizar el “complejo proceso” cuando pudo hacerlo en Orlando o en Las
Vegas, y seguramente ahí lo hizo. Es tan fácil fabricar diamantes sintéticos, hasta
se pueden hacer con crema de cacahuate en el horno de microondas, pero aquí
Magid pudo realizar su patraña porque tenía de su lado la frivolidad de la parentela
y los custodios del arte nacional.
Supuestamente este “diamante” era para intercambiarlo por los archivos de
Barragán que posee Federica Zanco en Suiza, ¿Se pueden imaginar que los
suizos intercambien un archivo de 3 millones de dólares por un diamante falso que
en internet cuesta entre 19 mil y 24 mil dólares? Los familiares de Barragán y los
poderes estatales comparsas de esta comedia, violaron la dignidad de un
homenaje al abrir la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, exhumaron el cuerpo,
para que Magid convirtiera a Barragán en un recuerdo mortuorio de una viuda
tacky de Las Vegas. La obra de arte es la farsa, participaron en lo que creen que
es la vanguardia del arte y la “resignificación de un cuerpo en diamante” y a
cambio les entregaron un souvenir barato. ¿Quién financió este circo? ¿Quién le
pagó a Magid para que se riera de su ignorancia? Como en una escena de ópera
bufa “les pidió la mano de Barragán” en las instalaciones del Museo de Arte de
Zapopan en presencia de la directora Viviana Kuri y toda la familia, que además
dicen que lloraron de emoción al ver el anillo.
Afortunadamente los archivos de Barragán están resguardados en Suiza por una
fundación seria, que los mantiene lejos de la ignorancia y el oportunismo de las
autoridades y los familiares, nada más falta que a otra artista se le ocurra hacer
una piñata con ellos y seguramente se los entregarían. Magid eligió los restos de
Barragán porque aquí podía montar esta zarzuela, tiene un montón de proyectos
inconclusos con “diamantes” de cenizas. La galería suiza expone el anillo y el
certificado que especifica el mismo proceso que ofrecen en Cremation Solutions.
Magid proyecta en una de sus obras que al morir la conviertan en un diamante,
ojalá la pongan en una plaquita con las llaves de la Rotonda que diga “abro y saco
lo que me da la gana”.

JULIO GALÀN, EL ADICTO A SENTIR


¿Tener sentimientos nos enseña a sentir? ¿Se puede sentir de una forma
“correcta”? Cómo controlar el hacer y el sentir, el dolor y la ira, la soledad y la
adicción de sentir. La pintura de Julio Galán es la lucha entre el método y el
desbordamiento, su talento obsesionado con el detalle, con el cuidado físico y
amatorio de la pincelada, está perseguido por sus emociones, prolonga la estancia
en sus obras, en la construcción de esa imagen, las carga de elementos, crea una
abigarrada narración, entreteniendo la urgencia paranoica de plasmar las escenas
que lo acorralan, que lo amenazan con desaparecer.

Los secretos siguen escondidos, en la exposición Julio Galán 10 años, en el


Centro de las Artes de Monterrey, habita el Julio más íntimo y emocional. La obra
es el artista, es su cuerpo, su vida, contiene al ser que la creó, el pudor es un
obstáculo para decir, manifestarse y convertirse en la obra. La exposición es una
inmersión en el autorretrato y en la conducta simbólica, en la creación del
arquetipo pictórico que encarna la psique del artista, y que la manifiesta en un
código personal indescifrable. La multiplicidad de la psique transfigurada,
maltratada, expuesta para ser vista siempre, como un ojo sin párpado, en la vigilia
eterna. ¿Qué contemplamos en la obra de Julio? Lo que nos duele, lo que no
decimos y que no queremos olvidar, pintar el ritual del sacrificio, el artista que se
ofrece al altar de nuestra catarsis.
En el autorretrato titulado Mara, el pintor se pinta como un ramo de flores, un
vanitas inspirado en las obras de Jan Brueghel del siglo XVII, denuncia que el
artista experimentaba con su muerte mientras lo pintaba, su cuerpo floral y su vida
se disuelven. Narcisista, frágil, efímero, la posibilidad de permanecer se escapa,
los pétalos caen, su cuerpo se rompe, se castra, las escenas se confunden y el
sentimiento permanece, el frasco de morfina cerrado: olvidar es dejar de sentir,
vivir y morir sin anestesia; la bola de cristal, su silencio es la incertidumbre del
destino. Julio rodea el vanitas con símbolos, juegos, escenas fugaces,
desdibujadas, malos recuerdos, es él encarcelado por sus obsesiones.
Desde el insomnio pinta cisnes, perros, osos, infiernos que invaden al sueño, que
espantan al descanso. La descripción que hace de sí mismo nos orilla a aprender
su lección, a llevar nuestras experiencias al límite para almacenar memorias, para
tener qué decir, para asegurarnos de que estamos vivos; los minutos, sueños,
objetos, son la orgía de la vida. El formato es una colección de penitencias, rompe
el lienzo, lo penetra con listones, le adhiere telas raídas, mariposas, gotas de
cristal que caen en lágrimas y semen, porque aquí hay llanto y gozo, porque si
algo orilló a Julio a pintar fue el peligro de exponerse, vivirse, ser un agent
provocateur, que su pintura lo utilizara y gozar con ella, como una víctima
extasiada por los azotes. El collage es un pretexto estético que prolonga la
naturaleza testimonial de su pintura, pinta a la vida que se sale de control y
encuentra refugio en el lienzo, su fetichismo le exige habitarla con objetos.
Exhibicionista y misterioso, inventa símbolos y disfraces para ocultar sus
secretos, en un alarde de menosprecio para quien mira la obra, impone la
superioridad del creador sin permitirnos conocer el detonante, porque tal vez no lo
hay. Julio como un niño malo, juega solitario, dice mentiras para que lo
castiguemos, dice que sufre para que lo consolemos, y pinta para que lo amemos.
POKEMON CURATOR
Pokemon curator señalando una pokeobra de
arte VIP

La realidad expandida o Augmented Reality, AR, y su materialidad siempre ha sido


el tema del arte contemporáneo VIP: la realidad y sus objetos sacados de su
contexto y “aumentados” con una prolongación ontológica que los convierte en
arte. El indudable valor artístico de un vaso de café tirado en la calle radica en un
estudio de la naturaleza del ser, ¿cuál ser? el del vaso que está “expandido” por
un substrato metafísico. Eso “aumenta” la dificultad de mantener el proceso
creativo que se supone involucra el arte, salir a esta vorágine de imágenes y
objetos para mirar y, peor aún, decidir cuál es el idóneo para convertirlo en arte, es
tan agobiante que los artistas VIP piden becas para soportar la presión.
Les tengo una gran noticia, ha llegado la solución, la tecnología inventó un curador
digital que trabaja como un curador analógico, es una prótesis del cerebro para los
artistas VIP: Pokemon curator, el apppara smartphone que decide qué cosa es
arte. Reúne realidad, arte y virtualidad, todas las vertientes del arte
contemporáneo VIP. Funciona muy fácilmente: el artista se registra como
pokeartista y elige su Pokemon curator y su especialidad, por ejemplo: Pokemon-
basura o Pokemon-desperdicios de construcción, Pokemon-sangre y residuos de
cadáveres, o Pokemon-feminista, la variedad responde a cualquier necesidad
creativa. El artista sigue al Pokemon curator por la locación ambiental del mundo
físico, es decir la calle, y éste le señala la pokeobra de arte, el pokeartista la
atrapa y rápidamente se la adjudica como de su autoría porque miles de artistas
VIP compiten por tener más pokeobras. El app Pokeart está conectado con los
museos VIP más importantes y las casas de subastas que llevan el registro de los
pokeartistas con más pokeobras y les asignan pokecoins que se usan para subir
sus precios y darles exhibiciones. La competencia incluye los gyms que son la
parte violenta, estos son los museos de arte VIP, ahí hay que pelear contra los
otros equipos que quieren exponer sus pokeobras, la masacre está asegurada
porque pueden pelear pokemergentes contra pokeconsagrados, la teoría es
indispensable porque la batalla es en tiempo real y el pokeartista con su Pokemon
curator deben diseñar un ataque pokeretórico que cause mucho daño, todo se
vale, romper las obras de los otros, robárselas y por supuesto borrarlos, acabar
con la muy reñida competencia porque todos son designadores de arte.
Los pokeartistas pueden ir “madurando” durante la batalla y convertirse de
pokemergentes a pokeconsagrados. Si quieren ganar más y expandir su
percepción estética, optarán por un pokecoletivo artístico, pelear en grupo y
acabar con los pokeartistas individuales. Los puntos de ataque incluyen museos
de arte verdadero y disparar virtualmente a las obras para destruirlas, el Pokemon
curator indica la obra y otorga pokecoins cuando está aniquilada, el pokeartista
sube de nivel entre más obras destruya.
Tengan la precaución de llevar una pila extra para su smartphoneporque se agota
muy rápido, recuerden que este curador virtual es una prótesis de su cerebro y
descargada generaría una crisis creativa. La experiencia abre al artista para que
vea su realidad y su entorno, se salga del ostracismo del anonimato y se
“expanda” en el mundo del arte VIP. El público normal se irá acostumbrando a ver
hordas captando con sus smartphones botes de basura, colillas de cigarro, chicles
pegados, y se deslumbrarán ante el proceso creativo de los nuevos valores del
arte.
COMENTARIOS
José Miguel Costa dijo...
Querida Avelina:
En Europa se criminaliza a inmigrantes, se cierran las puertas a miles de personas
que huyen del hambre y de la guerra, en España se reduce el gasto sanitario
dejando desamparada a mucha gente, se vota a los mísmos corruptos, se dan
subvenciones a museos VIP, reducen las pensiones.... Y LA GENTE, EN SU
MAYORÍA, NO SALE A LA CALLE A PROTESTAR. Eso si, los Pokemon son
noticia. El otro día la policía de Barcelona pilló a dos tipos en un túnel de tráfico
elevado buscando Pokemons.

Anónimo Selene dijo...


Maestra Avelina como siempre, usted se adelanta a los hechos. Ante la lentitud y
complejidad interdisciplinaria del “proceso creativo” de los pokeartistas y
pokecurators VIP cuando finalmente regurguitan y evacúan una pokeidea usted ya
la llevó a sus últimas consecuencias. Ahora todo lo que hagan las bienales,
dokumentas y museos VIP del planeta van a estar etiquetados como copias de su
idea. Aunque no creo que eso los intimide y los disuada de hacer la inevitable
avalancha de pokeobras del próximo verano
Selene
FEMINISMO RETRÓGRADO

The No More Cutting

Las ideologías han hecho mucho daño al arte, pero el feminismo artístico además
hace mucho daño a las mujeres. El reduccionista y simplista planteamiento de
género que sustenta sus ideas acorrala a las mujeres en su cuerpo, para el
feminismo, igual que para la pornografía y las falocracias, las mujeres somos
únicamente un cuerpo y peor: una vagina. Las obras, como siempre, son de
protesta y ésta se hace a través del lenguaje burdo e inmediato de la pornografía:
una artista VIP para protestar en contra de las violaciones hace un video donde “le
pide a un tipo que la viole”, si hay consenso no hay violación pero para los
estándares del arte VIP no existe la contradicción; otra artista VIP manifiesta su
indignación con la relación de “abuso y sumisión” entre el coleccionista y el artista
y también hace un video con un “coleccionista que le pagó a ella para tener sexo y
grabarlo como parte de una obra de arte”, el comprador se quedó con una copia
del video y la otra se exhibió en un museo. Los dos videos, que son un par de
ejemplos de los miles de obras VIP que se hacen de este tipo, utilizan el lenguaje
de la pornografía que es justamente un negocio que ha explotado a los seres
humanos desde fechas inmemorables.
The No More Cutting

El arte VIP tiene entre sus canonjías ser incongruente y demagogo, las artistas
VIP están protegidas por un sistema intelectual que las alienta para convertir en
arte su exhibicionismo, les permite cometer el delito, que según ellas, están
denunciando. ¿Cosifican, degradan y humillan a la condición femenina para
defenderla? Un colectivo de arte en Londres hizo mil vaginas de papel para
“concientizar a las mujeres de que se sientan orgullosas de su cuerpo y no
accedan a la mutilación femenina”, en el colmo de la irresponsabilidad otra vez
reducen a las mujeres a ser una vagina y además es ella “la que debe
concientizarse de su cuerpo” las culpan del horror del que son víctimas como si
fuera una decisión voluntaria. Esta obra se hace con subvenciones de ONG’s y
con desmedida demagogia agregan que no se “trata de atacar ni las costumbres ni
las tradiciones de la gente, es para que las mujeres actúen”. Las artistas se limitan
a hacer vaginas de papel en lugar de pedir que ese delito se castigue con prisión,
que existan leyes que se apliquen, y decir abiertamente que hay costumbres y
tradiciones que atentan en contra de los Derechos Humanos y que deben
erradicarse. Con la obra quedan bien con los mutiladores, con el Estado y con las
ONG’s y suman un rubro en su currículo de “mujeres artistas activistas”.
The No More Cutting

Las niñas que sufren esta mutilación están sometidas en todos los aspectos de su
vida, no las dejan estudiar, ni trabajar, las casan con hombres mayores, su
problema no se reduce a una parte del cuerpo, involucra a su existencia atrapada
en un sistema vejatorio que está por encima de las leyes. Las artistas feministas
VIP en su mayoría son un grupo de demagogas cobardes que venden la feminidad
en términos más abusivos que la pornografía.

OXTANKAH
Pectoral encontrado en Oxtankah

El objeto que acompaña al espíritu en el tránsito por el inframundo tampoco


muere, renace y cumple su misión de ser portador de una historia. La muerte era
un misterio, castigo y promesa antes de la objetividad científica y materialista,
paradójicamente desmitificar y explicar a la muerte no ayudó a comprenderla o
asimilarla. Morir y nacer tenían un valor sagrado, el cuerpo estaba animado por
algo más que sus funciones vitales, y esa esencia ignoraba los límites del tiempo,
podía ir a otras estancias metafísicas inalcanzables para la pesada corporeidad.
En el Museo del Templo Mayor se exhibe Oxtankah, un pectoral restaurado por
científicos del INAH que fue encontrado en una tumba en la ciudad de Oxtankah
en la zona maya de Quintana Roo. La pieza está formado por más de mil
quinientas cuentas circulares de concha nácar pulidas, es un pectoral luminoso
que acompañó el cuerpo de un hombre poderoso sepultado con ofrendas. Los
investigadores especulan que el pectoral podría estar inspirado en la piel del pez
xihua, pescarlo era un privilegio porque se consideraba un manjar para personajes
poderosos. La pieza fue encontrada completamente desmembrada, restaurarla fue
revivirla, el objeto regresó al mundo, hizo su intemporal viaje en círculo, el cuerpo
desaparece y el ritual persiste.
Tzompantli en el Museo del Templo Mayor

La muerte es algo más que la vida, es eternidad, un pectoral de concha, una


cubierta blanca matizada, es motivo para morir, el hombre que quería ser pez, tal
vez, planeó su muerte, diseñó su tumba, seleccionó a sus acompañantes, las
cerámicas, el día y la hora los predijo un sacerdote. El trabajo para crear este
pectoral fue largo, minucioso, exprofeso, la muerte esperó paciente a que el joyero
terminara su obra, pescadores de conchas llegaron con su cargamento y el joyero
seleccionó los caracoles, pulió las cuentas, las unió consciente de que final es
dictamen. El hombre quiere ser un pez, nadar entre las acuáticas cuevas del
inframundo Xibalbá y llegar a la inmortalidad en el brillante y ligero cuerpo de un
xihua. ¿Qué se hace mientras tanto? ¿Cómo se vive esperando a la muerte?
¿Cómo se prepara al espíritu? ¿La creación de cada cuenta fue un deber a
cumplir? ¿Qué significaba unir cientos de frágiles círculos para protegerse con
ellos? La muerte es la posibilidad de habitar en la experiencia de otro mundo,
conocer a los dioses, cambiar el enfermo y agotado cuerpo por el de un pez
codiciado, bello.
La impecable restauración fue realizada por Emiliano Melgar y Lourdes Gallardo
es ciencia que recurre a la comprensión de lo humano y nos permite imaginar a
partir de la dimensión de la muerte y la naturaleza en las culturas prehispánicas.
La comparación de las estelas y frescos mayas revelaron que esas cuentas
dispersas eran una joya, un amuleto que vistió con su fuerza el camino a través
del inframundo. La alquimia daba un ánima, un substrato inmaterial a cada piedra,
tronco, planta, animal, la compañía de este ente nos trasmitía su energía. La
realización de la pieza es algo más que la maestría de un joyero, está cargada de
magia, de fe, de la relación del ser humano con una naturaleza que es sagrada, el
material artístico tiene su propia fuerza, el pectoral de concha brillará en la
oscuridad del inframundo Xilbalbá, será el resplandor que eternice al espíritu. El
arte prehispánico es arte religioso, la connotación de cada obra es una estética
sacra, su belleza y simbolismo es parte de la concepción metafísica de existir a
pesar de nuestra efímera corporeidad.

INFRAFILOSOFÍA

Infrafilosofìa, dibujo de Eko

La filosofía se ha quedado sin temas o preocupaciones para generar pensamiento,


especulan en las nimiedades sociales, profundizan en lo superficial ignorando las
grandes cuestiones. La sociología desde hace años está entre las vertientes
dogmáticas que alistan sociólogos en grupos de choque hasta los que también
hacen tesis de la fatuidad. Las universidades imparten cátedras y los ensayistas
filosóficos escriben libros sobre lo que antes estaba condenado al desecho y el
consumo: las series de televisión.
La sociedad de baja escolaridad siempre ha confundido la ficción televisiva con la
realidad, pero que lo hagan los filósofos es un síntoma de la adopción de la
frivolidad para no ver a la realidad. Estudios sobre The Simpsons, los Soprano,
Mad Men, y ahora esta serie de pelucas y disfraces llamada Guerra de Tronos.
Antes las telenovelas reunían a sociedad iletrada, las discutían y las lloraban, y
hoy son estas series las que reúnen a los académicos que tienen la misma actitud
de la adolescente que sueña con casarse con un hombre rico. La ficción televisiva
desde su origen hasta hoy es un negocio que genera entretenimiento para vender
espacios publicitarios, el rating jala anunciantes y consumidores. Los filósofos y
columnistas no lo ven así, se creen que la pantalla contiene las claves de nuestra
existencia, ven las implicaciones de los acontecimientos políticos en sus capítulos,
han encumbrado a sus guionistas en demiurgos que descifran nuestra fatalidad.
Los periódicos hacen reportajes sobre la trama, entrevistan a los actores como si
las experiencias e ideas del personaje fueran del actor, incapaces de separar el
ser ficticio del real y eso que la prensa está para exponer hechos. La parte
supuestamente intelectual de la sociedad está trabajando para los corporativos de
la televisión, son sus nuevos publicistas. Decirle al público que una serie televisiva
contiene valores humanos e intelectuales es una invitación a que absorban ese
pensamiento como algo profundo y comprometedor.
La tendencia inició en las universidades americanas y es explicable porque ellos
son los dueños de este espectáculo, que una productora patrocine una cátedra o
le pague a un autor un ensayo es posible porque el sistema lo permite. La cuestión
es que esa visión se ha implantado hasta el delirio y es ridículo que un programa
de televisión detone un debate desde una óptica acrítica y asumiendo que sus
ideas son una propuesta intelectual. Estas series son parte del imperialismo
ideológico y no lo ven así, se tragan sus ideas y las promueven.
La filosofía analiza los diálogos de la televisión como si estuvieran leyendo a
Platón, inventando significados y predicciones como los tarotistas viendo el futuro
en sus naipes. La frívola ceguera de la filosofía es la que deberían analizar, que
acepten que han caído en la autoayuda, se avergüencen de los libros sobre
Facebook, y dejen de pregonar el negocio de la televisión. Es la infracultura
televisiva engendrando a la infrafilosofía.

COMENTARIOS:
Genial Avelina. Ya tengo que darles a todos aquellos que insisten en que vea
Juego de Tronos. Mi pretexto era que no soy hombre de rutinas y no tengo la
disposición de sentarme frente a la pantalla a la misma hora por el mismo canal.
Ni que fuera misa. Gracias.

3 de julio de 2016, 5:25


Blogger Lorein dijo...
Así es, es la infantilización del pensamiento. Hace como cuatro años todos
pudimos ver que en la anterior Escuela Nacional de Artes Plásticas (hoy Facultad
de Artes y Diseño) se público una Tesis de licenciatura sobre"El mito del héroe en
el personaje de Seiya de los Caballeros del zodiaco". Cómo fue que la Universidad
Nacional Autónoma de México pudo aceptar un trabajo así para conceder un
grado académico sólo se explica porque también es cómplice en esta
infantilización. Se supone que de la universidad se genera nuevo conocimiento útil
a la humanidad. Que utilidad para la humanidad (o la sociedad mexicana)puede
haber en estudiar lo que le ocurre a un personaje de animación japonesa? Es
vergonzoso como la UNAM se presta a ello

DRESS CODE Código de vestimenta.

La moda da la libertad de aniquilar el pudor del ridículo, divertirnos con lo que


mañana nos avergonzará.
La combinación de elementos deEl arte de la indumentaria y la moda en
México que se expone en el Palacio de Iturbide es la arqueología del kitsch neo
nacionalista. La presentan como la relación entre arte y moda y ese es justamente
el mal entendido: que expongan dos cuadros de Diego Rivera, un Anguiano y algo
más no es suficiente para establecer esta relación. La indumentaria indígena y la
obra de Rivera son una muestra aparte que se sale de contexto. La ritualidad,
elegancia y austeridad del corte y los tejidos indígenas poseen una armonía
estética que choca con el ruidoso carnaval del resto de la pasarela.
La muestra permite una experiencia ilustrativa y recreativa: la descripción
cronológica de cómo se gestó el kitsch neo nacionalista. Podemos decir que
tenemos dos etapas de modernidad: la que fundó el exilio español con su
influencia Art Decó y la determinación constructivista de vigencia intemporal; y la
que surgió en los años cincuenta y sesenta que degeneró en desechable. El
recorrido está acompañado con películas, es una tesis de cine y sociología ver los
fragmentos de Tulio Demicheli, Gavaldón o José Luis Ibáñez, telenovelas
filmadas, la “pose” ser ricos en un ángulo de sala, la modernidad peinada con
pelucas de caireles, la Nouvelle Vague la recontextualisamos en Nouvelle Camp,
la radicalidad se viste de poliéster estampado. La falta de talento es un leguaje
cinematográfico que consagra a sus actores y directores.

MITZY

Armando Mafud

En estos años se construye nuestra nueva identidad nacional, y entra lo más fallido de la
moda, la arquitectura y por supuesto el cine, fueron tan modernos que ni cuenta se dieron de
la dirección estética engendrada y que merecía que se cayera a pedazos en el terremoto del
85. De las ruinas construyeron el neo nacionalismo y surgieron los vestidos de crinolina
“inspirados” en los alcatraces de Rivera que desencadenaron la masificada industria tacky de
Pineda Covalín.

La ausencia de fragmentos de telenovelas y del concurso Señorita México es un


terrible vacío conceptual, porque son los escaparates de la moda y de la esencia
nacional, la apoteosis de la pureza de nuestra raza está en las misses vestidas de
concheras, en la venganza de clase de la sirvienta con senos de silicona,
pestañas y uñas postizas como la patrona. El rebozo se convierte en bandera
política que padece la pusilánime percha de sus usuarias, las “primeras damas” se
lo amarran como un estorbo que tiran después de la foto sexenal. Pirámides,
águilas, lentejuelas, mariposas, reconfigurados en el mismo proceso de los tacos
de canasta servidos con guarnición de “espuma de aguacate y jitomate confitado”
o guacamole resignificado. La literatura de Laura Esquivel y Elena Poniatowska,
la pintura y la cocina de Martha Chapa ven cantar y bailar a sus hijos en el extinto
grupo Garibaldi.

Armando Mafud

Pedro Loredo

El neo nacionalismo adquiere su épica en la intelectualidad y los museos de arte


contemporáneo, el ensayo literario se ocupa del futbol y sus autores son
galardonados; la revista Artes de México derrocha cursilería oportunista con los
luchadores AAA; la balacera de la falta de sintaxis, narración y trama de la
“literatura del narco” invade las mesas de novedades. La obra de Betsabeé
Romero, Amorales o Cruz Villegas, le deben más a Mitzy, Pedro Loredo y
Armando Mafud que a Jacques Derrida. Lo que queda de “nuestras raíces” es el
orgullo del populismo reinventado.
Julio Chávez

Pineda Covalín

COMENTARIOS:
Anónimo SobreViviente dijo...
La burguesía exhibe más de lo que cree con el vestuario. Primero usa la ropa que
“cree” que se merece. Eso no es exclusivo de los ricos, todos hacemos un
esfuerzo por distinguirnos del resto de la masa con nuestras prendas, ya que no
estamos dispuestos a llevar nuestras diferencias más allá de lo que dicta el
Sistema. Sólo nos queda la ropa, pero la que dicta el Sistema. En el caso de los
ricos, el Sistema les exige vestirse diferente a nosotros. Aunque el resto de sus
costumbres sean exactamente idénticas. Comemos lo mismo, vemos la misma
basura en la TV y nos revolcamos en la misma cloaca que son las “redes
sociales”. Los autóctonos usaban plumas y piedras para diferenciarse de la masa,
y los ricos de nuestra cultura subdesarrollada se ponen lo que el consumo
determina, el elemento del gusto, no es válido para el Sistema. La categoría reside
en el precio de lo que te pones, comes y cuelgas en tu casa. (Y eso de colgar,
entre los ricos ya no aplica, ahora el piso es el soporte del arte neo burgués). La
aspiración a ser diferente es un despropósito que nos aterroriza. Entonces eso de
distinguirnos y diferenciarnos de los demás, no pasa de ser un slogan vacío de
publicidad. Pero ¿Qué sería de nuestras vidas sin el contenido que nos da la
publicidad?

Blogger Giancarlo P.S. dijo...


Como dijo Wilde, la moda es una forma de fealdad tan intolerable que debemos
cambiarla cada seis meses. Aun así la moda tiene una importancia socio cultural
tan grande que se le confunde con el arte. Yo creo que esta exposición es una
muestra más del sarcasmo con que se trata al arte. Tal vez tenga su valor en ese
campo.

SIN SIGNIFICADO
Saturado de textos, atiborrado de palabras, engordado con pretensiones
semánticas, el arte VIP es un contenedor de significados, lo que sea, cualquier
objeto y gesto están supeditados a “significar” y ese “significar” está constreñido,
con una disciplina sectaria, a ser político, buen rollista, soft-izquierdista que no
incomode al neoliberalismo. El paralelismo es: todo significado político da a la obra
significado de arte, esto es, la condición de arte está supeditada a ser la
depositaria de un slogan, hemos regresado a los regímenes totalitarios que
despreciaban el arte que no fuera un instrumento proselitista. El compromiso
creador no es con el arte, es con la propagación de un “significado”, así la obra es
un significante atado a un significado políticamente aceptable.

Rompamos con esa sumisión, el arte no está obligado a significar, a construir


falsas metáforas para conquistar un valor o ser apreciado, el significado es
una sensación íntima del creador, no más, es un presentimiento, es el primer
latido de la obra. El arte contemporáneo VIP está condenado al significado
porque tiene miedo al silencio, al espacio para que la obra exprese su propia
realidad, se manifieste, requiere la literalidad conceptual para manipular al
espectador, obligarlo a “entender” a asimilar. La necesidad del artista de plasmar
un color, modelar arcilla, trazar una línea, es suficiente para significar, para nacer
y existir como obra. El significado por más social-político y trendy que sea no es
capaz de convertir algo en arte: la presencia del arte es su propio significado,
que es capaz de marcar y alterar el espacio-tiempo, que se manifiesta en la
urgencia expansiva de la creación.
La belleza, la imaginación y la factura han sido sacrificadas para ser sustituidas
por palabrería significativa, tenemos prohibido sentir a la obra; la intuición, la
emoción que nos contagia el color, la textura, los volúmenes, la estancia en la
contemplación es poética silenciosa. La significación limita a la obra, la hace
dependiente, la experiencia estética pierde la libertad de unirse con la sutileza de
la obra, la complicidad del diálogo íntimo queda violada por la asamblea de
conceptos. El artista que parte de un significado externo mata su voz interna, su
instinto con la materia, la forma. La piedra es piedra, el rojo es rojo, lo que el
artista y la materia tienen que decir está dicho en el objeto mismo, la manipulación
significativa es una mentira adosada a la obra.
La obra con la obligación de significar pide permiso para existir, castrada depende
de un salvoconducto teórico, de una justificación frente al espectador, y no es así,
la obra no tiene que justificarse verbalmente, la obra tiene que existir en su libertad
y en su verdad. El significado inicia como un misterio que intriga al artista, y
continúa como un misterio para el espectador que debe adentrarse en la
contemplación para percibirlo, significar no es explicar, no es un panfleto que
mutila el razonamiento.
Los vicios del lenguaje y de los conceptos enferman a la obra, la distorsionan, la
hacen intransitable, no hay estancia posible dentro de algo sobre explicado, no
hay investigación. Las obras que sobreviven, que trascienden como arte, son
más grandes que el significado, más poderosas que los conceptos, son
viscerales, orgánicas, nacen de la profundidad de la psique, de los azares
del espíritu. Las que dependen de la tiranía de las palabras curatoriales, teóricas
y académicas, morirán con esas palabras, desaparecerán en la vergonzosa tumba
de la demagogia.

NINIS
El actual Museo Carrillo Gil se ha convertido en el refugio de los ninis: los
expuestos ni son artistas, ni tienen talento, ni saben curar una exposición. Como ni
hay exposición permanente, el espacio ni de referencia turística sirve, así que sin
las obras que le dan sentido lo llamaremos desde ahora Museo carillo vil.
Las exposiciones montadas son: los ninis BBVA Bancomer, una exposición de un
artista VIP importado de España y otra que usa como “pretexto” el aniversario de
Hieronymus Bosch, el Bosco y su pintura El Jardín de las Delicias.
Becario BBVA Bancomer.

Los ninis BBVA Bancomer pertenecen a un sistema que premia con becas las
escasas posibilidades que tienen para hacer algo con sus vidas y les abre la
puerta al gymboree del arte VIP, aquí no sólo cualquier cosa, ocurrencia, gesto o
vivencia es arte, además la beca se suma a la iniciativa de la Asamblea de
Representantes de la Ciudad de México de dar el 50 por ciento de descuento a los
ninis en el transporte público, beneficio que pueden extender al resto de los
artistas y curadores del museo. El banco invierte sus ganancias en la colección de
obras de un montón de “jóvenes valores” que incluyen una beca para irse de
vacaciones en coche; beca para “estudiar el tiempo de la improductividad” y “qué
es lo que ocurre cuando no ocurre nada” una explicación que describe con un
pleonasmo toda la exposición; en otra obra se “critica a los valores formales del
gigantismo” que incluyó beca para la acción-competencia de comer papas fritas;
en otra más no satisfecho con ser beneficiario del banco reivindica al sistema
financiero con una falsa crítica; y un conjunto de ociosidades recreativas
respaldadas por cédulas en las que los agradecimientos son listas de nombres
que ayudaron o intervinieron en la realización de estas cosas porque los ninis son
incapaces de hacer solos sus elementales objetos, situación que confirma el
catálogo que afirma que es un “modelo artístico a medio camino entre la ciencia, la
academia y la pedagogía”.

Becario BBVA Bancomer.

El artista de España, Eugenio Ampudia, al margen de que en sus obras no hay


gran diferencia con los ninis becarios, una obra es “sustancia pegajosa en el piso”,
la curaduría es tan deficiente que no hay forma de encontrar cédulas, ni un
trayecto lógico, a menos que esto sea parte de la obra o de lo que el artista
“reflexionaba”.
Exposición con el pretexto del Bosco.

La exposición alusiva al Bosco, es sintomática de la falta de comprensión que el


arte VIP tiene con la pintura, los más de 20 artistasy su curador no logran ni
remotamente dimensionar El Jardín de las Delicias. La pretenciosa y fatua idea de
que el nulo manejo del espacio de la curaduría con esa aglomeración de videos,
objetos, textos y sonidos es una “entropía” que puede darnos una referencia o
interpretación de esta pintura, únicamente describe lo desproporcionado y
vanidoso que es el arte VIP con los conceptos que usa, demuestra la
superficialidad en la que se desarrollan y en el momento que abordan la obra del
Bosco, que sí tiene contenido filosófico y estético, ignoran cómo analizarlo y
mucho menos replantearlo. La desesperación curatorial rellenó con textos lo que
los artistas no pudieron decir por su incapacidad de acceder a la complejidad
simbólica, al estado de la belleza de la pintura. Estas personas no saben ver al
Bosco, no les interesa, las obras podrían cargar con otro “pretexto” y daría lo
mismo, hasta la pintura de Manuel Mathar que está muy bien realizada, no tiene
qué hacer ahí, se supone que la acompaña un trabajo sonoro imposible de
detectar.
No es que se hayan quedado cortos, es que están en la indigencia intelectual. Si
quieren hacer homenajes, o lo que sea que el curador haya pretendido, tomen a
sus genios culmen del estilo VIP como Yoko Ono, Jeff Koons y demás luminarias,
eso es lo que está a su alcance mental

DESHUMANIZAR AL SER HUMANO

Caravaggio, David sostiene la cabez de Goliat

El progreso no necesita poesía ni ética, el dinero no se hace con filosofía, se hace


con economistas expertos en crear “servicios financieros”. El gobierno de ministro
japonés Shinzo Abe, coincidiendo con la administración de Obama, han decidido
privilegiar las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y economía para
descartar de los planes de estudios a las carreras de Humanidades. Shizo Abe
afirma que estas carreras “están fuera de la realidad” y la administración Obama
quiere enfocarse al “progreso”.
La contradicción en la desvalorización de las carreras de Humanidades porque no
producen dinero o no implican progreso bruto como la invención de un teléfono
móvil es que todo lo que hacemos está a servicio de los seres humanos y lo
hemos hecho porque valoramos lo que somos gracias al pensamiento Humanista.
Todo conocimiento es humano, desde el tecnológico hasta el filosófico, la
diferencia está en el área que nuestras necesidades buscan satisfacer, si
desechan una parte de este conocimiento nos dejan en la orfandad y frustrados. El
ser humano creó a las artes y a la filosofía porque las necesitaba para
comprenderse a sí mismo. Las primeras acciones de solidaridad y protección entre
los seres humanos que detonaron el progreso sucedieron gracias a la consciencia
de lo que somos. Sin las Humanidades la sociedad caería en un nihilismo tal que
ni el dinero tendría función. Desechando la estructura de pensamiento y obras que
nos dan las razones para ser y reconocernos en nuestra esencia, la existencia del
ser humano perdería sentido y el progreso no tendría motivos para continuar.
¿Para qué la ciencia se esfuerza en salvar una vida si desconocemos el valor de
lo humano? ¿Por qué vamos a crear ciudades más avanzadas si carecemos de la
ética que dirija una convivencia armónica? Constantemente caemos en la
barbarie, las noticias sobre fraudes financieros, terrorismo y narcotráfico son
diarias, sus protagonistas comparten la deshumanización, el desprecio por valores
éticos y el respeto al Otro. En Occidente la separación del conocimiento en aras
de la especialización causó gran daño, en sus orígenes la ciencia y la filosofía
estaban unidas, la investigación de la estructura del Universo era parte de la
pregunta sobre la presencia del ser humano como habitante consciente de su
existencia. La especialización originó la marginación de áreas del conocimiento y
las encasilló para más tarde eliminarlas, si mantuvieran sus lazos no podrían
prescindir de ninguna de ellas.
Con estas reformas las universidades estarán abocadas a educar seres humanos
que sirvan como máquinas, que no tengan preocupaciones que vayan más allá de
generar capital para otros. Marx predijo que el capitalismo terminaría por acabar
con la sociedad, y tiene razón, una sociedad sin ética, sin apreciación por la
belleza, sin la comprensión de sus valores intangibles, se dirige a la aniquilación, a
caer en la violencia y de esto ni Apple, ni los bancos, ni nadie podrá salvarnos.
COMENTARIOS:

SÓLO ARTISTAS PANFLETARIOS Y SAQUEADORES (SAPS)


Yo transporto, SAPS,
2016, Fotografía Aldo
Hinojosa.

Qué desperdicio utilizar el nombre de David Alfaro Siqueiros para presentar


decenas de artistas mediocres. Qué desperdicio invadir el acervo, la casa y el
legado de Siqueiros para montar exposiciones y actividades de ínfima calidad.
Qué desperdicio y qué ofensa llamar muralismo a las agresiones que cometen con
la fachada de la casa de Siqueiros. Qué saqueo malgastar el dinero de los
impuestos y del escaso presupuesto que se asigna a Cultura para mantener a
Taiyana Pimentel en su dictatorial puesto en el museo y en la Tallera, pagar obras
comisionadas de hiperbolizada estulticia y además deteriorar veloz y cínicamente
el legado de Siqueiros. Les estorba el nombre de Siqueiros y lo reducen a unas
siglas que dicen nada “SAPS”, que resignificaremos como: Sólo Artistas
Panfletarios y Saqueadores. Y por si fuera poco, en un homenaje a sus
despropósitos, montan una exposición con materiales de embalaje y los
desperdician alardeando de un concepto congruente con su política de destrucción
de la plástica.
Yo transporto, SAPS, 2016, Fotografía Aldo Hinojosa.

El legado de Siqueiros estaba designado para investigar en la composición


espacial que llevó al virtuosismo en sus murales y ninguna exposición desde el
periodo que registran en 2009 ha estado orientada a esta investigación.
Analicemos la trayectoria del SAPS: han mostrado hamburguesas encimadas,
videos sin sentido, papeles recolectados en la basura, han hecho pedazos la duela
del piso, han ridiculizado al muralismo comparándolo con una pinta de propaganda
electoral o triturándolo en confeti, y literalmente le pagaron a Wilfredo Prieto para
que se orinara en el nombre de Siqueiros. ¿Qué más quieren hacer? ¿Qué otra
cosa le van a permitir a la dictadora Pimentel? ¿Hasta cuándo van a patrocinar y
solapar la impunidad de este destrucción?

Orina y cerveza, Wilfredo Prieto,


SAPS.

La exposición actual Yo transporto, es una instalación hecha con materiales


costosos de embalaje especial para arte que los despilfarra en un montaje que
ignora las posibilidades del material y que no sabe usar el espacio planteando
torpemente el volumen, es una demostración de lo que sucede en este museo, y
con el arte contemporáneo VIP: el contenedor, es decir el museo, es más valioso
que el contenido. Las cédulas se pierden en hilarantes explicaciones en las que ni
el artista ni la curadora se ponen de acuerdo en qué quieren decir, falseando la
información al afirmar que esos embalajes se usan para pinturas o esculturas,
cualquier profesional sabe que las cosas sin valor del arte VIP, obras como una
sartén o un ventilador roto, también se embalan en esas cajas porque ya “son
arte” reiterando que el contenedor valida al contenido.
Deterioro de los murales de Siqueiros en SAPS, Fotografía Aldo Hinojosa.

La directora además utiliza la cédula de la exposición y hasta a los cuidadores del


museo para divulgar que “sus finanzas son muy deterioradas” y en realidad para lo
que hace no necesita dinero, al contrario, deberían indemnizar al público y multar
a cada artista por el descarado saqueo que hacen contra el museo, el erario y el
nombre de Siqueiros usando el espacio para las infra inteligentes cosas que
exponen. La virtud más sobresaliente de esta obra, según Pimentel, es que el
artista la dona y con su venta va a “reconstituir las deterioradas finanzas del
museo”, si ese es el objetivo del SAPS pues ya se tardaron, en vez de seguir
ensuciando el nombre de Siqueiros, y “aludiendo a la construcción ontológica de
conocimientos” hagan otra “intervención espacial” y metan una taquería-gourmet
VIP o lo que la directora crea que “redefine la economía del museo”, con la
ominosa trayectoria que tiene en ese espacio ya es lo único que le hace falta
hacer.

LOS MODERNOS
Ángel Zárraga, La Dádiva.

El mito del progreso es mesiánico y materialista, el liderazgo se hace obsesivo,


encabezar ese movimiento lineal convierte a los “innovadores” en efímeros
dictadores. La superficialidad de la apariencia es el lenguaje de la época. La
exposición titulada Los Modernos enel MUNAL, es un diálogo entre obras
europeas y mexicanas. La nostalgia protagoniza el ambiente, sentimos a la
“actualidad” irremediablemente hundida en el pasado. Las obras en las que el
artista antepone sus preocupaciones a las tendencias de la época, son las que
perduran con la firmeza del que venció a la cauda. Horacio afirma en
la Poética “Renacerán muchos vocablos que ya cayeron y caerán muchos que
ahora están en honor”, los vocablos atados a la moda arrastran a la obra en la
pérdida de vigencia. La época es perecedera, el tiempo elimina lo que hacemos
para que exista, la obra que rompe con su tiempo logra un sitio para sí misma.
Dr Atl, Las Bañistas

Las Bañistas del Doctor Atl, es una obra excepcional porque no representa a su
momento, concentra la obsesión de Atl con la naturaleza del elemento agua, la
piel es agua, el cuerpo desnudo es paisaje; el Desnudo frente a la ventana de
Jean Puy no dialoga porque es una esquemática obra testimonial. La sensual
narración de La Dádiva de Ángel Zárraga, a pesar de manifestar referencias de
estilo en las mujeres, es eterna la pasión mística y carnal de la concupiscente
ambigüedad de Zárraga, y con su impecable técnica es una obra superior a la idea
de ser moderno. En Siqueiros es tan dominante su presencia que la pintura es
toda Siqueiros, él es la obra, es el fenómeno de Picasso, que son más grandes
que el momento, y en Siqueiros está la sabiduría de hacer del material una
extensión de sí mismo, la piroxilina es un ADN. Las obras estrictamente sujetas a
ser producto de la idea de ser moderno quedan en un
recuento hemerográfico. Niobe de Andrè Masson, posee los rasgos que hoy
podemos apreciar en muchos pintores que lo imitan y no saben pintar, estableció
el canon de que sin entender qué hacen pueden fingir que pintan, y que la
apariencia de actualidad es una aportación para la obra y no lo es. La actualidad,
la fugaz carrera contra el tiempo siempre se pierde, por eso no es un valor, un
artista podrá competir contra sus pesadillas y preocupaciones, como la luz o la
composición del color, pero es derrotado si hace de su propio estilo la búsqueda
de ser moderno y peor aún contemporáneo.
La preocupación de integrar a las influencias que consideran actuales distrae de la
finalidad de la obra, hacen del estilo el tema de la obra, lo cual es insuficiente,
entonces saturan los cuadros de referencias y citas, se olvidan de la composición,
porque no hay manera de dar orden cuando se dice nada, el estilo no dice por sí
mismo, su mensaje se reduce a una noción temporal que por la inevitable física,
perderá su aparente actualidad para ser parte del pasado. La obra se manifiesta
inútil para el arte por obstinarse en ser útil para una época. La obra cubista de
Diego Rivera es testimonio biográfico de su trayectoria, lo que hizo a Diego Rivera
autor y artista fue la creación de un lenguaje personal que cumpliera con lo que él
quería decir y esa imposición lo salvó de ser tragado por la temporalidad. La obra
de Bacon se queda suspendida en su infinito continuum porque está habitada por
su psique, la invención de sus planos, la dramaturgia del color, las masas
corporales del toro y del hombre, es la tormenta del artista, para Bacon el tiempo
no existe.

CONSUMO CULTURAL 100% DEDUCIBLE DE IMPUESTOS


Marinus van Reymerswale,The Tax Collectors,oil on panel

El arte y la cultura padecen dos males esenciales que derivan en lo mismo: la


falta de público y los constantes recortes en el presupuesto gubernamental. El
Estado monopoliza el patrocinio, promoción y adquisición de los bienes culturales,
y evidentemente, no puede con esta misión. La “generación de públicos” es un
lugar común para implementar iniciativas que no han funcionado, las salas de los
museos, conciertos y teatros siguen vacías.
Es prioritario generar mercado y se va a conseguir con incentivos fiscales para
que la sociedad civil consuma bienes culturales. El Estado, la comunidad cultural y
el público tendrían que asumir que es más sano generar mercado en lugar de
continuar con el paternalismo de las becas, la discrecionalidad de las
subvenciones y los recortes indiscriminados. Impulsar el consumo es más
fructífero y esto inicia con la anulación de la ley Videgaray que estigmatiza la
compra-venta de arte, para que la adquisición, patrocinio y divulgación cultural
sean 100% deducibles de impuestos. Es un despropósito que por un lado reducen
presupuestos y por otro estigmaticen el consumo de arte, si no hay dinero
entonces alienten a la ciudadanía a que participe invirtiendo económicamente en
la cultura. El paternalismo tiene paralizados, y en muchos casos comprados, a los
“creadores culturales” que no están concentrados en la creación de su obra, se
dedican a tramitar, gestionar, cumplir favores para conseguir subsidios y becas.
Esto ha fomentado un dañino tráfico de favoritismos, opacidad y engrandece el
monumento del gobierno como el gran salvador de la cultura. La cultura tiene que
entrar en una mayoría de edad, ser autosuficiente y verdaderamente
independiente.

Pieter Brueghel the Younger, The Tax Collector, oil on panel 1620-1640

Si una persona compra un libro, un disco, un boleto para un concierto, el cine o el


teatro, patrocina un montaje y por supuesto, adquiere una obra de artes plásticas,
entre muchas cosas, que ese gasto lo deduzca completo de sus impuestos. Esta
iniciativa detonará el consumo, atacará de forma frontal a la piratería, hará que
mucha gente se inscriba en Hacienda, motivará el patrocinio, generará fuentes de
trabajo y capital. El Estado debe cumplir su compromiso de apoyar a la cultura eso
no significa hacerlo todo, hay que motivar a la sociedad civil porque el consumo no
sólo se traduce en dinero, se logra una sociedad culta, pensante y crítica. El
criterio de lo que es apoyado y lo que no, hasta hoy es exclusivo del Estado y del
grupo que está protegido por el Estado, estas decisiones en muchos casos o
están de espaldas al público o despilfarran fortunas en espectáculos populistas. La
sociedad civil decidiría qué apoyar si el consumo y patrocinio se deduce 100% de
impuestos, y la cultura no estaría supeditada a los presupuestos, que son los que
deciden la calidad de las iniciativas culturales. El público se hace partícipe de la
cultura cuando sabe que su consumo le beneficia, es una deformación en la
relación con el público que crea que el Estado le debe “regalar” el acceso a la
cultura.

El consumo y la producción cultural tendrían que estar dirigidos a fomentar la


participación. El público no decide por la calidad de un espectáculo o un libro,
decide por el precio o por lo que es gratis, y al “creador cultural” no le interesa el
público porque exponga o no exponga, venda o no venda el libro, lo van a becar,
así ¿cómo quieren generar mercado y público? No tiene sentido subvencionar y
recortar, este círculo vicioso tiene hundida la industria cultural, que literalmente no
existe.

EL HUMILLANTE DÍA DE LA MUJER

Antoine Watteau, Toilette

El día internacional de la mujer es un placebo populista, pretenden que con un día


de eventos, mesas redondas, conferencias, ediciones de libros que nadie lee, se
solucionan las grandes desigualdades que padecemos la mitad del género
humano. Es un día para que los círculos feministas, ONG’s defensores de
derechos desde los cómodos escritorios paraestatales se pongan en circulación y
se platiquen entre ellas, es un vergonzoso premio de consolación, es la fiesta que
reemplaza la molestia de hacer.
Tenemos comisiones de igualdad de género en la cámara de diputados y matar a
la esposa sigue siendo un delito menor en muchos de los estados de este país, y
en cambio el aborto es causa de prisión, la diferencia es que un crimen lo comete
un hombre y del aborto se responsabiliza únicamente a la mujer, aunque la pareja
esté implicada.
El día internacional de la mujer a mi como mujer me humilla, no me da satisfacción
que exista un sólo día al año para recordarnos que la mujer en la construcción
actual de la sociedad continúa sin una integración total que le dé acceso a los
mismos derechos salariales, legales y morales que el hombre. El multiculturalismo
ha fomentado la desigualdad, defendiendo las tradiciones culturales como si estás
tuvieran un valor legal o ético se permite que las leyes tribales continúen haciendo
de la ignorancia y los prejuicios un código social, y en la más grande de las
contradicciones los Derechos Humanos se acaban cuando entra la defensa de las
“tradiciones multiculturales”, y los mismos defensores de los derechos argumentan
que se deben respetar las diferencias y las costumbres. Los crímenes de honor y
la marginación son parte de esas ancestrales costumbres, y son intocables
únicamente por su substrato folclórico, gracias al multiculturalismo la violencia en
contra de las mujeres es parte de la identidad nacional.
Las diferencias no son exclusivas de la pobreza y el folclor, en los corporativos las
mujeres ganan menos que los hombres, un promedio de 24% menos en México,
todas las secretarias son mujeres y los jefes son hombres. La industria del
espectáculo mundial y en Hollywood en particular, los sueldos de las actrices son
menores que los actores, es casi imposible otorgar un proyecto de gran
envergadura para que sea dirigido por una mujer. Invariablemente los ataques a
las mujeres son sexistas, no hay diferencia si esta se dedica a los negocios, a la
política o al show business, el flanco más frágil para insultarla es su género.
Las artistas feministas recurrirán al lugar común de hacer obras con botes de
limpiadores y anuncios publicitarios culpándolos de la anorexia, reduciendo a la
caricatura la situación femenina para no ver el contexto real, y quedando bien con
las instituciones que subvencionan sus obras.
Celebrarán este día con listoncitos rosas, con rebajas en las tiendas, harán mesas
de discusión y las personalidades de siempre pasarán a cobrar su cheque por
participar en todo esto, a pedir subvenciones para editar revistas que se
concentran en decir nada, harán programas con las mujeres de “éxito” mientras el
gobierno intenta hacer negocios con Arabia Saudita aunque en ese reino de la
ignominia las mujeres son literalmente esclavas, y veremos que en nuestro país
México, las niñas de 14 años embarazadas dejan la escuela porque no tienen
acceso a la educación y la salud sexual.
ROJO.

Henri Gervex se inspira en Rolla, un cuento de Musset,

Incita al sacrificio, muerte, cambio, resurrección, entrega, estallido, el rojo desata


el apetito porque nos excita, lo deseamos y exige el precio de tenerlo.
En los retablos góticos el manto de Cristo son cascadas de sangre, heridas que
nunca cicatrizan, la resurrección del dolor cubre al cuerpo para hacer visible el
alma.
Velázquez, que hizo del retrato un espejo, pinta a Inocencio X envuelto en rojo,
manto, trono, piel sanguina, el realismo le recuerda al pontífice que representar a
un dios no lo hace divino. Francisco I toma en sus brazos a Leonardo de Vinci, el
poder pidiendo piedad al arte, el pintor fallece y todo el arte se muere, el lecho
mortuorio que pinta Ingres es rojo, cueva densa de terciopelo, sepulta el misterio,
el cuerpo deja una obra eterna.
Anita Berber se viste de rojo para suicidarse, Otto Dix pinta un altar en el cabello,
el vestido, las uñas, los labios, la ofrenda a sus vicios, la redime en el exceso.
Courbet exacerba la visión del sexo y retrata a una joven que se desnuda mientras
lleva puesto un zapato rojo. Hans Christian Andersen castigó a la lujuria y la
vanidad de Courbet y en su cuento esos zapatos rojos desobedecen a la voluntad,
enviciados en un tortuoso y frenético baile, hasta que un verdugo los mutila, el
muñón queda como memoria y ausencia. El corset rojo tirado en el piso, Henri
Gervex se inspira enRolla, un cuento de Musset, la mujer descansa mientras su
amante la mira antes de envenenarse.
Rubens anuncia el ultraje de Las hijas de Leucipo, el manto rojo entre sus cuerpos
es sostenido por Castor, la violencia de la escena, el movimiento de lucha y orgia,
está dirigida por los cupidos que llevan las riendas de los caballos, el apetito de la
carne es un círculo de insatisfacción.
En los rojos paisajes de Turner el cielo pinta a la tierra, que se prolonga hasta la
pintura de Rothko, un paisaje sin cielo, sin tierra, clima puro que nace de no mirar,
nace de sentir.
El cuerpo dentro de un cuadro rojo, microscopio que lo expande y lo deforma,
Bacon retuerce las extremidades, saca los cerebros, mastica el sexo y lo
abandona en la amorfidad esencial del cuerpo rendido que escupe su sangre en
una muralla.
El Chakra que conecta los genitales con la Tierra es rojo, el calor del sexo se
funde con el de la naturaleza, el gobierno del cuerpo está en ese centro.
Matisse se engolosina y plasma la armonía en una habitación roja, todo en esa
pintura se come: la pared, el mantel de la mesa, las frutas, el vino, es la gula por el
color y el trazo. Tamayo rebana la sandía y se come la pulpa, engolosinado repite
decenas de veces hasta que nos deja hartos y decepcionados, buscando comer
otra cosa que no sea su sandía.
Los muros de Pompeya son rojos, la lava del volcán los dejó intactos, los lamió
para descubrir a qué sabían, cómo conseguían estar ahí, ignorándola, retándola.
Baco consagró la sangre y la transfiguró en vino, las religiones beben sangre, el
vicio y el fanatismo insaciables se dirigen al mismo lugar, comparten caminos, se
encontrarán aunque se odien.
Federico García Lorca tiene un río, llagas, alacrán y tristeza, vio y cantó
demasiado rojo, él como su Juana la Loca, fue “un rojo clavel ensangrentado”.
La libertad, la revolución, la lucha armada, las banderas tiñen de rojo a héroes y
tiranos, un orden muere para que otro surja. José Clemente Orozco pinta un
hombre en llamas, Ícaro incendiado renace en la bóveda de la Historia, eterno rojo
oxido.
EL MOMENTO DEL MIEDO.

“El momento de más miedo es justamente antes de comenzar a escribir, después


de eso las cosas sólo pueden mejorar”, nos dice con optimismo Stephen King,
porque muchas veces las cosas empeoran, ese miedo continúa y paraliza, no hay
una línea que se atreva a ahuyentarlo, una palabra que acabe con el terror. King
es experto en escribir historias en donde los escritores padecen su mediocridad,
se burla de ellos, los encierra con locas que les rompen las piernas por escribir
novelas rosas de supermercado, los hace asesinos, su diversión morbosa es la
incapacidad ajena. En su novela The Shining el personaje Jack Torrance pretende
escribir una obra de teatro, copia miles de veces, maniacamente la misma frase,
“all work and no play makes Jack a dull boy”, se lo dice a él mismo, memoriza su
impotencia. El escritor que se siente mecanógrafo, escribe sin límite, no corrige y
deja todo lo que su cabeza expulsó, sin la distancia para apreciar si eso tiene o no
calidad, es tan mediocre como uno que no puede sacar una línea. Dura realidad.

La película francesa Un Homme ideal, del director Yan Gonzlan, el personaje es


un escritor joven, envía su primera novela a una editorial y le dicen que no les
interesa, obviamente por mala. En su trabajo en una mudanza encuentra el
manuscrito del diario de un soldado de la guerra de Argel, y su esterilidad creativa
lo empuja a plagiarlo. Este texto le regala éxito, fama y premios. La historia es un
homenaje a King, lo citan varias veces y hacen el mismo escarnio con la falta de
oficio. Al entrar en el vértigo de la fama se da cuenta de algo terrible: se puede
plagiar un texto, pero no se puede plagiar a un escritor. No se puede fingir que se
escribe, así que ensaya respuestas de escritores reales, se documenta para
responder en las entrevistas. El fáustico regalo implica como condición ser un
escritor de verdad, el editor le llama para exigirle que cumpla su contrato, escriba
un nuevo libro o que regrese el adelanto.
El joven escritor prefiere plagiar, asesinar, mentir, robar, y además, fingir su propio
suicidio antes que sentarse a escribir. En el momento que se atreve a plasmar su
texto ya la mentira lo tiene asfixiado, así que, como en una novela, decide matar al
personaje, al escritor que nunca fue.
Estas historias significan algo en países con un compromiso serio con la literatura,
que no es nuestro caso. Aquí premian escritores plagiadores, las demandas no
diezman en lo más mínimo su prestigio. Si el joven de la película toma el
manuscrito rechazado, lo postula para la beca de Jóvenes Creadores se la
otorgan y además si se le tapa la vertiente creativa, se la vuelven a dar para
desatorarlo. En la película el joven trabaja en una mudanza, algo inimaginable en
nuestra realidad, ¿cómo un escritor va a trabajar si necesita el tiempo para crear
sus joyas en twitter? La comprometedora gestión que muchos escritores hacen
para que les den becas y premios es preferible que sentarse a escribir y hacerlo
de forma decorosa. El aparato de favores produce la enorme cantidad de libros
ilegibles pagados con becas y la pléyade de escritores con mala fama de ser
talentosos. Siguiendo al escritor paradigmático que es Jack Torrance, deberían
encerrar en un aislado hotel a los escritores, y como parte de la beca y del premio
obligarlos a leer las novelas, ensayos, palíndromos y twitters de todos ellos. Antes
es recomendable que retiren las hachas para que no acaben como en el final
de Shining, poseídos por su falta de talento.
SANGRE Y FAMA

El gran perdedor de la guerra es el ser humano, como idea, concepto filosófico, la


medida de todas las cosas se destroza, la degradación de asesinar al Otro
aniquila la razón de existir. La humanidad no aprende de la tragedia, 60 mil
muertos y heridos dejó hace 200 años la batalla de Waterloo, colinas de
cadáveres de hombres prusianos, ingleses, franceses, polacos, el paisaje de
muerte, la atmósfera asfixiante, densa de pólvora, sangre, llantos, ¿Eso es la
gloria? ¿A quién vencieron? ¿Qué se conmemora? Robert Graves vio en esos
cuerpos hinchados, goteando sangre negra “A certain cure for lust of blood”.
Daniel Maclise pintó un mural comisionado por el príncipe Albert para entonces
celebrar los 15 años de la batalla, el boceto del mural es un dibujo en papel, mide
13 metros por 3 de altura, fue realizado en su totalidad por Maclise entre 1858 y
1859, y se exhibe en la Royal Academy. El dibujo recrea el momento en que
Wellinton y Blücher se dan la mano reconociendo su triunfo sobre Napoleón.
Maclise nos impone una visión deprimente, no hay orgullo, la desolación y el dolor
han vencido, una vez más la violencia se detuvo cuando estaba ahogada de sí
misma. Rompiendo la verdad histórica, el pintor rodea a los generales con una
masa de soldados heridos, jóvenes mutilados, cadáveres.
El horror de la guerra narrado en la austeridad monocromática del dibujo, la
monumentalidad épica, apoteósica (frenetica, aberrante), valiente, desacraliza la
victoria, es la crudeza interminable de las canciones de guerra, “blood and fame”
de Graves. El dibujo y la poesía penetran en las entrañas de la guerra, Maclise en
Waterloo y Graves en la Primera Guerra Mundial, no hay diferencia entre sus
relatos, la venganza es el calor que no se enfría “Walking through trees to cool my
heat and pain”.
Los soldados se ayudan entre ellos, compadecen su miseria sin gloria, están
agotados, desvanecidos, la influencia del neoclasicismo, la composición
renacentista, la luz y sombra del dibujo construyen un relieve, podemos sentir la
fiebre de esos cuerpos.
Es sólo dibujo y es sólo dolor, miseria, arrogancia aniquiladora, no fueron
suficientes 60 mil cadáveres, la victoria sigue pidiendo más. El rostro de
Wellington sombrío de vergüenza y tristeza, no se dirige a Blücher, de reojo ve a
los soldados, escucha el himno triunfal de sus lamentos, su caballo Copenhague
inclina la cabeza, esa devastación será su historia. Los testimonios históricos
afirman que los generales acudieron al encuentro sin compañía, fue decisión de
Maclise incluir este dolor, recordar a esos hombres que por hambre, obligación y
el engaño del patriotismo dejaron la cordura y la vida en el campo de batalla.
No es un final, es una suspensión, el continuum de la composición anticipa la
pesadilla que habitará en los sobrevivientes, en las pérdidas, en las mutilaciones.
Los cuerpos entre cañones, fusiles, espadas, caballos, esa masa de energía
utilizada, desechada, basura amontonada, uniformes que ya no significan, la
Historia recupera dos nombres y el resto, eso que Maclise dibujó, son cenizas,
“blood and fame”.
La obra es heroica, es el llanto de David ante el cadáver de Goliat descrito por
Graves, el dibujo es tan detallado, ensimismado, perfeccionista que representa el
único homenaje real para esos hombres masacrados, es un réquiem para la
humanidad. La guerra es su propia derrota, lo que vemos es el triunfo del dibujo
como obra total, su austera y contundente presencia, la belleza que logra, como a
Wellington, avergonzarnos de nosotros mismos.

COMENTARIO:
Anónimo José Miguel Costa dijo...
Siempre me ha caido especialmente mal Julio César, sumo provocador de la
Guerra de las Galias, tan solo para armarse de un ejercito y defender sus
intereses frente a sus enemigos del Senado. Esta guerra fué provocada con la
excusa de que los helvecios habían solicitado atravesar el limes romano,para
establecerse en otras tierras, aduciendo interesadamente César que era peligroso
eso, y viendo la oportunidad de gloria. La Guerra de las Galias fué un genocidio. Si
César hubiese sido oriental, lo veríamos como Atila, pero como era romano, es un
mito amable. La gloria del vencedor es fascinante. Ay de los vencidos.
ART BASEL MIAMI 2015, SELFIE CRISIS.

Dildo painting

Art Basel Miami 2015 entró en un doble conflicto: el odio a los selfies y su retorno
a la fase fálica, que según Freud, desarrolla el superego. Los galeristas tienen su
ideal de perfección en esas obras y los ponía furiosos que la gente se reía y
actuaba los selfies como en un circo. La frivolidad del público en este circo del
dinero fue consecuente con la frivolidad de las obras, continuaron el chistorete,
dialogaron con la estulticia del concepto. Recorríamos un parque temático con
galácticas de botas plateadas, marcianas tipo Blade Runner, admirando osos
azules y decenas de dildos en pinturas, fotografías de salchichas, esculturas,
dulces. Los artistas con su statement de ser niños envejecidos, se estancaron en
las búsquedas intelectuales que tenían entre los 3 y los 5 años: la obsesión por los
genitales y el juego.

Osos Azules y visitante haciendo cola para el selfie.


Visitante galáctica.

Visitante Blade Runner.

En la galería Sadie Coles HQ de Londres, las dueñas pusieron a la venta el


complejo de Electra de Sarah Lucas, con la obra Eros, un mega-falo que se
convirtió en un selfie-magnet, todo el mundo se fotografiaba enfrente de ese
homenaje a la castración de Sarah Lucas y de sus retro-feministas galeristas
Pauline Daly y Sadie Coles. Con la envidia diagnosticada por Freud ahuyentaban
histéricas al público que posaba de rodillas y con la boca abierta ante la priápica
“escultura”. La palabrería sobre la búsqueda de la reacción y la interacción del
público se desplomó en su disfunción teórica. Demostraron la demagogia del arte
VIP, Sarah Lucas precisamente sobre ésta obra afirma que: “Humor is about
negotiating the contradictions thrown up by convention. To a certain extent humour
and seriousness are interchangeable.” Les reclamé que respetaran la libertad de
expresión y gritonearon aún más, defendieron su obsesión por el padre
persiguiendo a la gente. Su erudición y finura de argumentos frente al debate
artístico fue levantar el dedo y hacer una peineta, la versión readymade portátil de
su dildo teórico ¿Cómo quieren que reaccione el público? Que estudien la
diferencia de proporciones entre la injusta realidad y el arte, o que discutan la
“contraspectiva sexo-feminismo-política”, tal vez podrían reflexionar que es una
metáfora de la capacidad adquisitiva de los coleccionistas de estas cosas. Es la
diferencia entre un museo y una feria, aquí sin cédula, sin el ambiente sacro del
museo, estamos en el Circo de Barnum y como dijera su fundador: siempre habrá
un estúpido que pague un dólar por ver mis patrañas.
Sarah Lucas at Sadie Coles HQ London

Sarah Lucas at Sadie Coles HQ London.


Sarah Lucas at Sadie Coles HQ London.

Pauline Daly galerista corriendo a los visitantes del stand de Sadie Coles HQ.

Pauline Daly galerista corriendo a los visitantes del stand de Sadie Coles HQ.
Pauline Daly y Sadie Coles galeristas corriendo a los visitantes del stand de
Sadie Coles HQ.

Pauline Daly y Sadie Coles galeristas insultan a los visitantes del stand de Sadie
Coles HQ.

Pauline Daly y Sadie Cole galeristas continúan agrediendo a los visitantes del
stand de Sadie Coles HQ, mientras de espaldas la curadora hace una peineta o
flip bird filosófico .
De espaldas la curadora hace una peineta o flip bird filosófico. Detalle.

El gigantismo, tan cercano a la fase fálica, fue otro tema a reflexionar, medicinas
y cápsulas, zapatos, un guante, una camiseta, trastos: big money, big artwork.
En la galería Peter Freeman la instalación de Jimmy Durham, inspirada en la
poética de los cartoons: una roca que aplastaba un coche modelo Spirit de los
90’s, el toque filosófico era la happy face de la piedra. La galerista derramaba
bilis porque la gente no entendía, insistía en que todos éramos unos ignorantes
que no veíamos la profundidad del arte.
Galería Peter Freeman, instalación de Jimmy Durham.

Selfie-magnet en la galería Peter Freeman, instalación de Jimmy Durham,


mientras la galerista observa furiosa.
Selfie-magnet en la galería Peter Freeman, instalación de Jimmy Durham.

Selfie-magnet en la galería Peter Freeman, instalación de Jimmy Durham.

Statement artístico en la galería Peter Freeman de la instalación de Jimmy


Durham.
Selfie-magnet en la galería Peter Freeman, instalación de Jimmy Durham.
Llegó a tal punto la paranoia colectiva de los galeristas que se montaban
enfrente de las obras para impedir el selfie. En los museos los selfies son
“formación de públicos” y aquí como no estamos comprando se desata un
conflicto entre el ego de los visitantes y el superego de los galeristas. La solución
ideal sería que cobraran en el ticket de entrada el derecho a hacerse selfies, así
le sacan dinero a la horda que no tiene la intención de comprar y se repartirían la
ganancia entre las galerías que más fotos contabilicen. Para que esto se facilite
en el floorplan podrían incluir los selfie-magnets y el público no perdería el
tiempo paseando por sus pasillos buscando lo más estúpido. Se olvidan de que
los negocios también son un arte.

Galerista impidiendo el selfie.


Galerista impidiendo el selfie.

Galerista impidiendo el selfie.

ARTE CONTEMPORANEO
Por Samuel Bossini
Desata polémicas y abofetea a comisarios, galeristas, críticos y artistas con sus
artículos y conferencias. Hace un par de años le preguntó a la autora de una
instalación: «¿Consideras que un balde de agua es arte porque agrega un
comentario tuyo a la realidad?» Penosamente, la artista balbuceó bajo las
cámaras de Milenio TV. La temida inquisidora, luego de agradecer sus respuestas
y despedirla, la remató sin pestañear: «Estamos en la época en que la mera
intención hace arte de un balde. Para mí, esto no es arte». La filmación, alzada en
YouTube, se hizo viral de inmediato. Es la archienemiga del «arte contemporáneo
VIP», aclamada y repudiada en el mundo entero, y hoy entrevistada por nuestro
reportero de guerra, Samuel Bossini, en exclusiva para los lectores del
Suplemento Cultural. Ladies & Gentlemen, con ustedes… Avelina Lésper.
Cuando Avelina Lésper habla de las malas artes del mercado, no afecta solo al
ámbito de las artes plásticas, sino también al conjunto de una sociedad que baila
en torno a ese concepto tan abstracto y, a la vez, tan poderoso. Sus
cuestionamientos son, por momentos, duros, pero quizá sea más duro aún lo que
cuestiona. Al comenzar este diálogo, decido abordarla con una pregunta general,
aunque personal también, en tanto que indaga en su búsqueda y su sensibilidad:
de dónde parte ella para hacer el análisis de una obra.
¿De dónde parte Avelina Lésper para hacer el análisis de una obra?
Soy observadora de arte desde la infancia; a los dieciséis años conocía los
grandes museos de México, de Nueva York y de Europa. Ahora la gente antepone
información y conceptos al ver, vivir y estudiar la obra misma. Yo parto del impacto
que la obra tiene en mí. Cuando observé que el discurso de los curadores, críticos
y académicos contradecía la realidad de las obras para designarlas como arte,
decidí decir lo que veo y lo que pienso.
¿Cómo era hace cuarenta años la relación artista / galerías / marchand?
Nos tendríamos que ir más atrás, porque hace cuarenta años ya había
marchantes y galerías vendiendo basura. En las primeras décadas del siglo XX, el
marchand buscaba artistas y los impulsaba y soportaba económicamente porque
sabía que el arte toma tiempo y es difícil y que los artistas talentosos son escasos.
La galería rompía barreras sociales y exponía para dar a conocer formas nuevas
de pensamiento, con riesgo. Ahora, el marchand y la galería solo venden lo que
está de moda y quieren muchas obras porque la calidad no importa y porque
saben que el artista las hace de forma instantánea, que todo es, intelectual o
materialmente, ready made, y que los clientes no ven realmente la obra, que es
una inversión rápida. Son como corredores de bolsa o vendedores de terrenos; no
promocionan arte, especulan con commodities.
¿Cuándo comenzó el mercado a decidir?
Con la fiebre de la especulación financiera, la economía de la trampa y el abuso
capitalista. Los millonarios compran arte para especular. Saatchi dijo que vendió el
tiburón en formol de Hirst en doce millones de dólares al especulador financiero
Steve Cohen; con ese precio lo donó al MET. El precio real no llega ni a la tercera
parte. Cohen fue juzgado por fraude. Es uno de los billonarios coleccionistas más
famosos.
¿Por qué llama usted «arte VIP» al arte actual?
Lo llamo VIP, de video-instalación-performance, porque, como el concepto VIP de
very important person, es esencialmente excluyente. La pintura, el dibujo, la
escultura que hoy se hacen no se consideran arte contemporáneo: los llaman
tradicionales y están marginados de los museos más modernos y de las bienales
de arte. La contemporaneidad se manipula como un valor artístico y no lo es: es
un valor comercial –el último auto, el último vestido–. El arte es intemporal,
sobrevive al tiempo; la moda es efímera, muere todos los días.
¿Los suplementos culturales forman parte del mecanismo del mercado?
Los suplementos y las revistas de arte promueven la especulación y son
cómplices del fraude. Las revistas de arte son parte de un negocio que exalta el
lujo, como las de moda o las de decoración. Han puesto el arte al mismo nivel que
un par de zapatos o un coche.
¿Su opinión sobre las instalaciones?
No son arte ni escultura. Son decoración y basura; no es un adjetivo, es la
realidad: llevan basura, desechos orgánicos, trastos. Y aunque los teóricos las
justifican, la prueba de que no son arte es que fuera del museo pierden su
condición de tal y retoman su valor original: son otra vez trastos, juguetes, sillas
rotas, focos, objetos que no merecen estar en un museo.
¿No podemos esperar hoy nada de la frivolidad, como sí fue posible hacerlo con el
Art Nouveau?
El Art Nouveau no es frívolo: es uno de los estudios más serios de las formas
botánicas en el arte. Frívolas son las exposiciones de selfies, los performances,
las obras de artistas como Marina Abramovic, la cama sucia de Tracy Emin o los
puntos de Hirst. La frivolidad es pretenciosa y fatua, y así es el arte
contemporáneo VIP, vacío e inflado con dinero.
¿Qué opina de la educación artística actual?
Están engañando a los jóvenes. Adiestrándolos para que sean funcionales al
mercado. No desarrollan talento. Los jóvenes creen que salen de la escuela
convertidos en artistas, y no saben dibujar, pintar, trabajar materiales. Aprenden a
producir la verborrea suficiente para justificar que sus fotos del Facebook se
presenten como arte. El arte toma años, exige la vida, es aprendizaje diario. Pero
si matar un animal es arte, ¿quién necesita estudiar? Nadie.
¿Por qué cree usted que no aparecen movimientos artísticos, como en otras
épocas?
¿Para qué crear un movimiento nuevo si encumbrando obras sin valor estético se
gana tanto dinero? ¿Cómo concebir un movimiento que demuestre que lo anterior
es un fraude? Miles de oportunistas que no son artistas pero que se venden como
tales, y de curadores que dominan bienales y museos y ponen obras en todas las
ferias de arte, no van a permitir que se arruine su negocio. ¿Tú crees que alguien
que vende sus orines como arte quiere que esto termine?
¿Se ha dejado de hablar de arte?
Se ha dejado de hacer arte y, en consecuencia, se ha dejado de hablar de arte
porque no hay arte de qué hablar. No hay obras. Se habla de teorías, de filosofía
barata, de panfletos políticos, de dinero. Es consumo caro, rápido y de moda.
¿Cómo puede un pintor vivir de su trabajo sin caer en las trampas del mercado?
El mercado es necesario en el arte. El artista vive de vender su obra. Eso no
equivale a engañar, ni a vender un periódico arrugado como si fuera arte. El pintor
debe concentrarse en pintar con riesgo y dedicación, y en llegar a dominar la
técnica. Como hacer arte es supuestamente tan fácil hoy, y un montón de dulces
es arte, y flagelarse es arte, etcétera, la pintura a veces se hace invisible. Las
escuelas no están enseñando a pintar. Sustituyen las clases de dibujo por clases
de cómo justificar la obra para decir que es arte. Hoy más que nunca la pintura
seria en sus objetivos y disciplina destaca de la masa de mediocres.
¿Qué opina de las grandes casas de subastas que venden cuadros en miles de
millones de dólares?
Hacen un gran daño al arte. Vender un Cézanne en cientos de millones de dólares
deforma el valor de la obra. La gente no ve una hermosa pintura: ve un montón de
dinero. La especulación convierte las obras en acciones, en hipotecas. Es muy
ingenuo pensar que el arte no podía ser pervertido por el dinero. Por dinero está
siendo destruida la naturaleza del planeta, y por dinero se hacen guerras; ¿por
qué no iba a acabar con el arte?
La Brillo Box de Andy Warhol ¿tiene peso y valor como obra de arte?
Warhol es un publicista, no un artista, y su única obra fue su vida social; el resto
es un fraude, una de las grandes mentiras del arte.
¿Qué aportó Duchamp al arte?
Si hay alguien publicitado y sobrestudiado, es Duchamp. Nunca fue un artista. Fue
un plagiario: el urinario no es de su autoría; es de la baronesa Elsa von Freytag-
Loringhoven, y tampoco es autor del texto que lo justifica. Es un gran estafador. Lo
que logró Duchamp fue que la mediocridad tuviera acceso al arte. Impuso que lo
que se diga de la obra importe más que la obra, y que, por milagro de la palabra,
cualquier objeto sea arte. Por eso hoy tenemos banalidades intelectualizadas en
los museos, y por eso los coleccionistas compran un montón de libros rotos en
miles de dólares. Como buen burgués, despreció la mística del trabajo para
ensalzar la ociosidad de la palabrería hueca.
¿Podemos sustraernos al poder del mercado?
Si la manipulación de los precios y de la valoración de las obras de arte es tan
grave, es porque el mercado trafica con objetos que tienen precios subjetivos y
que, por eso, permiten la especulación. Lo que el público debe hacer es no
dejarse llevar por la moda, ni por la apariencia de gran lujo que muestran en las
ferias, ni por la sobre intelectualización de las obras, sino ver las obras desde su
propia necesidad de belleza, desde su sensibilidad. El público debe expresar su
opinión abiertamente. Que el mercado entienda que no engaña a nadie.
El psicoanálisis, ¿sumó una lectura a las artes plásticas?
La retórica que legitima actualmente las obras es una mezcla de todo, de panfleto
político y social, de luchas de género, de psicoanálisis. Cada idea de moda y cada
tema de moda se incorporan a esa retórica y a las obras. Las obras sobre redes
sociales, internet, feminismo, etcétera, son legión. Nunca el arte había sido tan
panfletario, tan saturado de buenas intenciones, tan moralista. Las obras
actualmente son objetos cargados de eslóganes, como los eslóganes de las
oenegés o de los partidos políticos. El arte VIP es, al mismo tiempo que frívolo y
banal, ideologizado. La demagogia de estas obras se ve en que, al mismo tiempo
que muestran esa cara de ideologización, no consisten sino en un capricho del
mercado.
¿Por qué hay diferencias de opinión entre los críticos respecto al valor de una obra
o de un artista?
Eso hoy no sucede. Todos los críticos aplauden y promocionan unánimemente el
arte contemporáneo VIP. Todos le encuentran virtudes. Todos le suman
intenciones. Hoy, la opinión está absolutamente homogenizada; es un
pensamiento completamente alineado, sumiso. No hay pensamiento original, sino
repetición de las mismas ideas. Gracias a eso tienen presencia en los museos, las
ferias de arte, las universidades.
¿Un consejo para un pintor, o para un crítico?
Que no pida consejos, que vea su obra con humildad, con objetividad, y que
nunca piense que ya está hecho como artista, porque el arte se aprende cada día
y con cada obra. Tiene que creer en el fracaso; los artistas que se sienten
infalibles son mediocres y cobardes. En cuanto a los críticos, no me interesa
darles consejos.
Así es Avelina Lésper: frontal, desafiante, clara y dueña de sus palabras. Acertada
o no en su postura –el debate está servido–, esa clase de entereza solo puede
inspirar respeto.

REZAGADOS
Nunca vamos a evolucionar como sociedad si la educación artística continua
siendo un lujo y si seguimos sin tener profesores preparados.
Nunca vamos a evolucionar como sociedad si la educación artística continua
siendo un lujo y si seguimos sin tener profesores preparados, para impartir estas
materias capaces de motivar a los alumnos, para que busquen el arte y puedan
crecer como personas. Es endémica la escasa afluencia en museos, galerías,
conciertos, bibliotecas y no va a mejorar porque desde la educación primaria, el
arte no está contemplado como una materia fundamental. La educación artística
tendría que ser parte del programa de estudios desde la escuela primaria. La
relación con el arte no sólo es para formar artistas, sirve para desarrollar
habilidades cognitivas, como la observación, el análisis, el desarrollo del lenguaje,
la memoria y nuestra relación espacial con el entorno. Es urgente crear un hábito
de los niños y jóvenes de acceder al arte como espectadores, ir a exposiciones,
conciertos y leer libros de calidad. Esto en nuestro país sigue siendo un lujo y un
grave vacío en la educación. A los niños y adolescentes les enseñan “español” o
“literatura”, pero no los acercan a la lectura, a la creación literaria, ni siquiera les
explican la importancia de la ficción en la comprensión de la realidad. Esto es
porque el magisterio no está preparado, porque la mayoría de las escuelas,
estatales o privadas, dan a los alumnos la información mínima requerida. La
educación que acerque a las artes es extra curricular y es una decisión de los
padres, que en la mayoría de las veces está condicionada a su propio nivel
cultural y económico. Esto hace cada vez más desigual a la sociedad. El Estado
parece que no lo entiende o no le interesa, a pesar de la insistencia con la
“reparación del tejido social” y no aceptan que ese tejido se repararía con una
igualdad de oportunidad al aspirar a la educación artística. El candidato del Partido
Laborista inglés, Ed Miliband si lo sabe y él si está actuando sobre esta necesidad
social, en su actual propuesta de crear un programa de acceso para los niños y
jóvenes al arte y la cultura dijo: “si ustedes creen en la justicia social, si ustedes
creen en una sociedad más igualitaria, entonces el acceso al arte y la cultura no
es una opción extra, es esencial”. Y no se trata de gastar más dinero, al contrario,
integrar éstas materias y darles un giro más profundo a las clases de español y
literatura se logra a través del magisterio. Las universidades egresan en áreas
artísticas cientos de alumnos que no tienen trabajo y que podrían estar dando
clases de teatro, pintura, letras, música. Entre los muchos beneficios que esta
decisión generaría es el incremento del consumo de actividades culturales. Esa
recurrencia infructuosa que tienen las instituciones culturales con “formar públicos”
así nada más, sin programas claros, comienza en la educación elemental, en crear
una relación cotidiana con el arte, entender que es parte del conocimiento que no
es un accesorio. El progreso social no es inalcanzable es posible a través de las
humanidades.

DEPRESION
La pedagogía pretende que sin límites los niños van a crecer más felices y cuando
ven que la realidad es distinta, llega la depresión.
El argumento que más han difundido la prensa y la línea aérea Germanwings es
que el piloto que asesinó a los pasajeros y tripulantes estrellando el avión contra
los Alpes, padecía una depresión grave. La tragedia nos ha impresionado
demasiado como para reducir sus causas a una enfermedad y generar un prejuicio
contra el resto de las personas que puedan estar diagnosticadas con depresión.
Millones de personas en el mundo padecen depresión, que además no está
debidamente clasificada, analizada y en muchos casos se diagnostica con
demasiada facilidad. Vivimos en una sociedad que ha sobre valuado a la felicidad
y el éxito, con nula aceptación del fracaso, los errores y las situaciones adversas,
tenemos deformada la conducta y creemos que todo nos debe salir bien, como
nosotros queremos y en el momento que deseamos, si algo resulta distinto la
decepción no posee y no podemos asumir que la realidad no está a nuestro
servicio. Medicarse o tratarse por depresión en muchos casos responde
únicamente a una apreciación errónea de la realidad. Los padres educan a los
niños sin resistencia al rechazo, la pedagogía pretende que sin límites los niños
van a crecer más felices y cuando ven que la realidad es distinta, llega la
depresión. Creer que alguien puede matar a 150 personas porque está deprimido
significa que los seres humanos podemos deshacernos de la ética con la excusa
de nuestra estado emocional. Las emociones no son más importantes que la ética,
si así fuera no podríamos tener ni la más elemental convivencia social porque
seriamos incapaces de diferenciar entre una acción correcta y una incorrecta,
porque las emociones no piensan, reaccionan. Asesinar a esas personas no es
depresión es una perversión criminal, y con la insistencia están creando un
ambiente de criminalización con el resto de la personas que puedan padecer una
depresión. Sentir tristeza, dolor, padecer un luto no debe ser una enfermedad, y
tendíamos que asumir que tenemos emociones y que nuestra misión como seres
racionales es comprenderlas y tratar de vivir con ellas sin que dirijan nuestra
existencia. En este crimen había más odio que tristeza, acabar con la vida de 150
personas, dañar la confianza social en el desempeño de miles de pilotos aviadores
va más allá del suicidio, es desprecio ególatra. Al inicio el fiscal francés dijo que
los suicidas no asesinan, y es cierto, la muerte de este hombre de alguna forma es
una versión individualista de terrorismo, como el fanático que se inmola con un
cinturón explosivo, la diferencia es que uno está engañado por su ego y el otro
está engañado por un dogma. El tema a analizar es si la sociedad actual está
generando no sólo terroristas ideológicos, además está generando terrorismo
individualista, a estos asesinatos les dan explicaciones que permiten clasificar algo
para no aceptar que el carácter no se puede formar sin ética, que la falta de
responsabilidad de nuestras acciones no está enfermando como individuos y
como grupo.

QUE DIFICIL ES VIVIR SIN BELLEZA


Sin la belleza únicamente nos queda asumirnos como tragadores de comida,
depredadores del ambiente, como un estorbo en el planeta.
“En este planeta no existía la belleza”, dice el narrador de la película rusa Qué
difícil es ser un dios del director Aleksei German. La historia sucede en un
agobiante ambiente parecido a una edad media de suciedad, enfermedad,
superstición, violencia y hacinamiento.
En su notable ausencia, entendemos que la belleza es un concepto que va más
lejos de la apariencia, es filosofía, es conducta. La distorsión de este concepto, la
increíble ignorancia que lo remite al aspecto racial o físico, a la oferta de la
publicidad y la sociedad de consumo, ha convertido a la belleza en algo
prescindible y lo más grave, incomprensible.
Aleksei German, literalmente, nos tortura con su película, es un trabajo soportarla,
este efecto es el que nos hace conscientes de la degradación humana que implica
vivir sin belleza.
La híper simplificación del arte comenzó con el rechazo a la creación de obras que
fueran capaces de sublimar la realidad, de llevarla a un plano intelectual y estético
que rompiera con la promiscuidad del pensamiento inmediato. La existencia de la
obra tenía que reducirse a lo más fácil para que una falsa intelectualización,
contraria a la percepción real, la presentara como arte.
La primera dificultad a vencer fue la belleza y la expulsaron del arte, esa
representación capaz de sublimar hasta la más terrible manifestación, se cambió
por la literalidad y la inmediatez. La inteligencia que deja de crear la belleza ya no
es capaz de apreciarla.
Las obras del estilo VIP no son así porque denuncien a nuestra sociedad
banalizada y violenta, son así porque son un producto de esa sociedad. No son
reflejo del problema, son parte del problema. ¿Qué queda del resto de la
sociedad? No podemos disfrazar con retórica a la consecuencia de esta
involución, la sociedad se está brutalizando.
Y no se trata de buscar lo bonito que la sociedad de consumo vende, que es la
estética del estilo VIP. El arte es una síntesis y representación de lo bello, que sin
embargo, puede ser una visión, una narración atroz. La película de German tiene
una iluminación preciosista y el tema es casi intolerable.
La belleza es una abstracción, el primer contacto que tenemos con ella es la
naturaleza, que definimos como bella al separar o abstraer sus elementos: color,
equilibrio, luz, sonidos, formas. La inteligencia con esa abstracción comprende,
replantea y representa esos elementos: crea arte. Este proceso de armonía y
equilibrio se prolonga a la existencia, podemos abstraer el sonido del agua y
meditar con él; podemos abstraer el silencio y estar en ese equilibrio al que
entendemos como belleza. Entonces la belleza tiene en el arte sólo una de sus
manifestaciones, la belleza es conducta, lenguaje, sentimiento, vacío, orden, todo
eso que buscamos, justamente para poder asimilar y vivir la realidad.
Al expulsar a la belleza del arte por la ignorante facilidad que supone una falsa
libertad para crear, caímos en una trampa existencial, perdimos uno de los
avances más valiosos de nuestro pensamiento abstracto, porque la belleza como
abstracción logra la trascendencia. Al ser una idea que nos permite trasformar a la
realidad y tener otra relación con ella, la trascendemos.
El ambiente de la película de German es abyecto, no hay un instante de reposo,
cuando estamos en la realidad, que es como esa película, y escuchamos música,
vemos una escultura, nos abstraernos de la realidad, la trascendemos, somos más
que ella. No hay fuga, hay noción de nuestro ser, nos encontramos fuera de lo que
nos traga, porque nos integramos a esa belleza, la experimentamos, la hacemos
nuestra: el espacio de equilibrio al escuchar a Bach está dentro de nosotros.
Esa experiencia se pierde si vamos a un museo y hay un montón de escombros,
un letrero con una obviedad escrita, unos focos, presenciamos algo más bajo que
la realidad porque carece de su circunstancia, aun con la tesis curatorial no puede
proporcionar la experiencia de trascender.
Sin la belleza únicamente nos queda asumirnos como tragadores de comida,
depredadores del ambiente, como un estorbo en el planeta. Nuestra razón de ser,
para estar aquí en el presente es mantener esa capacidad para habitar, sentir,
vivir y crear belleza.

DEMASIADO ARTE
Gracias al producto que venden las ferias dan la falsa apariencia de ser una
actividad cultural, y no lo son, se puede ver arte verdadero pero básicamente son
un negocio de compra-venta directa.
London Art Fair en Londres y el Armory Show en Nueva York son ferias con una
oferta similar a las del resto del mundo: algo de obra “histórica”, pintura con
calidad variable y numerosas galerías de estilo contemporáneo VIP y sus objetos
con precios ridículos. Cada año se realizan en el planeta casi 170 ferias de arte,
es imposible darles seguimiento a todas. Hasta los mercados más limitados, como
el de México, tienen ferias que fingen ingresar al Primer Mundo. Gracias al
producto que venden las ferias dan la falsa apariencia de ser una actividad
cultural, y no lo son, se puede ver arte verdadero pero básicamente son un
negocio de compra-venta directa. La diferencia con otras ferias, por ejemplo las de
tecnología, es que aquí timar al cliente no solo está permitido, es un aliciente
comercial. Siempre va a existir alguien que crea que ceder al fraude de un grupo
de oportunistas aporta estatus social y que el encanto personal aumenta al sacar
la tarjeta black y pagar por una colección de tapas de botella o de patos de goma.
¿Existe suficiente arte para alimentar a tantas ferias? Por supuesto, el factor
fundamental que ha detonado el boom de las ferias es que hay demasiado arte del
estilo contemporáneo VIP, muchísimo, hay más arte que compradores, museos,
bienales y galerías. Hay mas timadores que timados. Este modelo teórico en el
que un montón de suvenires de la Torre Eiffel amarrados con un cable, pañuelos
colgados de un gancho y demás “genialidades” se pueden exponer como arte ha
provocado una explosión artistas readymade, falso talento, ocurrencias rápidas y
obras instantáneas. Un mercado en apariencia inmenso es un canal de negocio
muy limitado para una oferta ilimitada. Demasiadas obras, poca inteligencia,
escasa osadía y nula belleza. La industria editorial registra grandes pérdidas
porque hay más libros que lectores, teniendo en cuenta que el libro requiere
pensarlo, escribirlo, editarlo e imprimirlo, en cambio estas obras VIP son cualquier
cosa, acción o afirmación. Todo es arte y ese todo carece de espacios de venta
capaces de administrar ese volumen de mercancía. El arte ha dejado de ser
excepcional, ha perdido su exclusividad, es fácil de pensar, hacer y designar. Al
simplificar al extremo el proceso de creación, la producción del arte se sale de
control, va más allá del objeto en serie, es inconmensurable. Es un océano de
obras que son fruto de una multitud de cabezas que en su limitada y engañada
inteligencia aseguran que son artistas y que sus más pueriles gestos son milagros
artísticos. Estadísticamente es imposible que todos consigan su verdadero
objetivo artístico: ser tocados por el dinero. El fin último de estas obras es llegar a
la tarjeta black del comprador, no es el pseudo statement político-social-filosófico
que ostentan, la consagración teórica de la obra se cierra cada vez que alguien
paga por unos letreros grafiteados. Lamentablemente el dinero es lo más limitado
que existe, es de unos cuantos, se agota. Se necesitan más compradores
dispuestos a pagar por unas varas amarradas con un peluche porque cada
segundo surge un nuevo artista contemporáneo VIP, son una horda que no cesa
de multiplicarse. La situación ya es una crisis, las escuelas de arte educan
hornadas que son como pan industrial, iguales, sin propuestas originales, copias
infinitas de un modelo pre hecho de pensamiento; gradúan con honores a
estudiantes que no controlan sus esfínteres uretrales y anales o matan a un
animal. Insisten en que entender el arte es la prerrogativa de una minoría pero la
producción artística es masiva. Han detonado una inmensa nueva clase social de
mediocres con aspiraciones que genera sin dirección objetos e ideas imitables,
sustituibles, reemplazables. El arte verdadero hace mejores a las sociedades, pero
el arte contemporáneo VIP ha difundido la falacia ideológica de que una
producción sin jerarquías de valores sería utópica y se ha convertido en una
distopía, una trampa formidable. El desequilibrio entre la oferta y la demanda ha
impuesto una sobrevivencia darwiniana: Sólo unos cuantos pueden vender eso
que hacen todos. Arbitrariedades como la suerte determinan una carrera porque el
talento no importa, cuando no existe.

ACTIVISMO Y OPORTUNISMO
En muchos casos los activistas de hoy son los acarreados de ayer, se suman a
causas injustas con la prepotencia de la turba, son grupos de choque a sueldo.
Ser un activista está de moda, la palabra misma “activismo” pareciera que tiene
virtudes implícitas. Ser activista, así nada más, sin ni siquiera definir en qué se
milita o qué se defiende, es un título o una tarjeta de presentación, describen a
alguien y dicen “es un activista” y se supone eso que nos detalla el valor de esa
persona.
En el arte pasa lo mismo, basta que a una obra se le ponga la “reflexión” sobre un
asunto social, ecológico o político y adquiere un pase a la exposición y un status
artístico aunque la factura sea abyecta o infra inteligente.
El activismo no es axiomático, no es benévolo en sí mismo, hay racismo, violencia,
causas mercenarias pagadas por intereses políticos y gente manipulada que se
presenta como activista. Los neo nazis, los supremasistas blancos, la gente que
defiende ideas tipo próvida, los ultras, son activistas, y distintos movimientos que
se dicen “sociales” y que en realidad son intereses grupales.
En muchos casos los activistas de hoy son los acarreados de ayer, se suman a
causas injustas con la prepotencia de la turba, son grupos de choque a sueldo.
Será interesante ver hasta qué punto estos activistas tienen un compromiso
verdadero que puedan sostener de forma individual, a título personal, sin la
protección del anonimato, como los famosos y delictivos anarquistas que no saben
qué es el anarquismo pero que un grupo les paga para que hagan sus actos
violentos y hasta los saca de la cárcel.
Imagen: Cuartooscuro
Imagen: Cuartoscuro
Esta posición activista está contaminando la defensa de causas y se ha convertido
en la máscara de intereses que han encontrado una forma políticamente correcta
para manipular a la opinión pública. Funciona en todas las escalas, desde el arte
hasta en los actos de destrucción de bienes como el caso de las líneas de Nazca
en Perú que fue intencionalmente dañada por los activistas de Greenpeace para
exhibir su eslogan.
Las redes sociales, el Twitter, también son terreno de activismo, que en el más
claro ejemplo de acarreo y nula capacidad crítica, se suman sólo porque es
trending topic.
Este activismo no ayuda socialmente, de hecho distorsiona y desprestigia, lo que
significa la participación y la conciencia de justicia. El arte está saturado de
oportunistas sin talento que con una obra activista adquieren prestigio y si
analizamos la obra sucede que hacen escarnio de problemas humanos para ser
cuota en los museos. Explotación de la pobreza, la muerte, el feminismo, la
violencia de género, la ecología son argumentos para hacer una obra amarillista
utilizando los mismos medios que condenan. La causa los hace inmunes a la
crítica, no podemos juzgar algo que tiene una intención social y ¿qué pasa con el
activismo de las masas? Lo mismo, señalar que son grupos pagados y
manipulados es un atentado contra lo políticamente correcto y la opinión pública
asimilada al status.
Ese activismo funciona con dinero, las obras están en el museo o bienales con
grandes patrocinios, los activistas viajan con gastos pagados y no sabemos por
quién. El activismo es una industria, da trabajo a mucha gente y se hace carrera,
hemos visto como gente que comenzó en “la lucha social”, años después, está
integrada como funcionarios o como artistas oficiales.

ARTE Y TERRORISMO
La destrucción del arte es irreparable, esas esculturas que han despedazado no
volverán a existir, acabar con una cultura, con miles de años de creación, es parte
de la extinción de una civilización.
Desde que inició la guerra narco religiosa, racista y económica en el Medio
Oriente, los mercenarios de ISIS o Estado Islámico (EI) se han dedicado a destruir
museos, zonas arqueológicas, santuarios y tumbas, se supone que es parte de su
violenta imposición religiosa. Los asesinos del EI han masacrado miles de
hombres, mujeres y niños que consideran “infieles” y podríamos pensar que las
pérdidas artísticas no son prioritarias en comparación con las vidas humanas, pero
lo más grave es que a las potencias mundiales no les interesa ni los seres
humanos ni el arte.
La destrucción del arte es irreparable, esas esculturas que han despedazado no
volverán a existir, acabar con una cultura, con miles de años de creación, es parte
de la extinción de una civilización, hay muchas formas de asesinar y masacrar y
ésta es una de ellas. El ensañamiento de las decapitaciones y fusilamientos es
paralelo al ataque de la identidad, de lo que nos da comunidad y pertenencia, eso
es de lo mucho que hace el arte. Establecieron la barbarie física, intelectual y
espiritual como forma de ejercer el poder.
Son seres humanos los que hicieron esas obras de arte, es conocimiento que no
merece ser víctima del negocio sangriento de esa guerra. Esta guerra está
sostenida en falsas consignas para encubrir sus verdaderos intereses: el tráfico de
drogas en la gran zona del opio, el tráfico de armas y la reconfiguración de un
territorio para que los sauditas sean los únicos interlocutores válidos.
La destrucción del arte tiene dos caras, una es la propaganda político religiosa que
supuestamente se hace en nombre de un dogma y la otra es el expolio y venta de
piezas. En eBay están en venta las obras, libros incunables, fragmentos y miles de
objetos que han depredado a su paso, es un mercado que se calcula en 300
millones de dólares y que es parte del negocio del EI. Tienen una red de envíos,
coleccionistas y traslados, mientras que los pobladores arriesgan su vida para
proteger sus museos, los terroristas protegen a los compradores que obviamente
son “infieles”, pero como tienen dinero no los decapitan, mejor hacen negocio con
ellos. ¿Hasta dónde las potencias mundiales son cómplices de este gran negocio?
Lo sabremos cuando veamos esas piezas expuestas en los museos, formando
parte de las colecciones privadas.
Al no existir un dueño en particular, porque estas naciones están destruidas, no
hay forma de hacer una reclamación. La Organización de las Naciones Unidadas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) en
su cobarde pasividad y comodidad, declara tesoros intangibles absurdos como los
tacos y los tamales y con este crimen se limita a enviar comunicados. Las obras
recuperadas del expolio nazi denunciaron a los responsables, no hay forma de
encubrir estos crímenes, estas obras serán la memoria de los asesinatos de miles
de niños, mujeres y hombres, no solo están vendiendo arte, están vendiendo la
sangre de decenas de miles de seres. El coleccionista que las adquiera, el museo
que las exponga, serán cómplices de una de las masacres culturales más crueles
de la historia moderna.
LA CALIGRAFIA
La caligrafía es conocimiento, es una herramienta de expresión, es un camino
para ser nosotros mismos y eso está prohibido por el consumismo que explota a la
masa.
Ciudad de México.- La educación está involucionando, en lugar de formar seres
humanos más inteligentes está haciendo adictos a la tecnología. En muchas
escuelas han eliminado la escritura caligráfica cursiva por anticuada y prefieren
que los niños aprendan a usar el teclado. Los gadgets tecnológicos todo el mundo
aprende a manejarlos, la publicidad de la tecnología motiva y empuja para eso, la
escuela tendría que ocupar el vacío que deja el consumismo.
La caligrafía es un arte, la belleza de la forma se une al significado de cada
palabra, las letras adquieren individualidad, la unión del fonema y la forma las
hace elementos únicos. La caligrafía es parte del pensamiento abstracto del ser
humano para crear un lenguaje y codificarlo con signos a los que les otorgó
sonido, unió y separó para que existieran miles de palabras distintas y tuviéramos
la posibilidad de expresar lo que pensamos. Al escribir, el cerebro involucra el
control del movimiento, sensación, piensa en lo que está haciendo, dice y
representa lo que dice. Comprendemos la palabra, su ortografía y su sentido. Los
estudios indican que el cerebro que escribe madura antes y que realiza procesos
cognitivos más complejos que el cerebro que sólo teclea, equivale a aprender a
tocar un instrumento. La forma de la palabra es parte de ella, se fija en la
memoria, si además, hacemos el esfuerzo de que sea legible, bella, armoniosa,
estamos tomando un tiempo para que la apariencia de las palabras signifique. Los
estados de ánimo, el ritmo del pensamiento se ven en la caligrafía, es intimidad,
es cómplice de nuestras ideas.
Imagen: Internet
Imagen: Internet
La fuente del teclado es impersonal, uniforma la voz del que escribe, porque la
forma de la letra es su voz, una voz que podemos ver. ¿De qué le sirve a la
pedagogía que los niños sean menos inteligentes, con menos habilidades, que
tengan dependencia de un gadget para decir lo que piensan y que no desarrollen
una forma de expresar su personalidad? Le sirve para aparentar que es moderna
y que ya no causa traumas infantiles. Esta sociedad odia a la disciplina, está
enganchada al modelo publicitario de la felicidad y se trauma al hacer cualquier
esfuerzo, nos hemos hecho ignorantes, frágiles e inútiles.
En China y Japón la caligrafía es para formar el espíritu, para percibir cómo
transcurre el tiempo mientras se realiza un arte, apreciar el ritmo de la respiración,
el movimiento de la mano, la tinta, el papel, es una meditación. Los Haikus son
bellos en lo que dicen y en su forma, están dibujados, creados para leerse y verse.
El teclado resuelve una parte de la vida cotidiana, inmediata, de cantidad, no de
calidad, por eso no podemos perder un aprendizaje para ser como la tecnología lo
ordena. La caligrafía es conocimiento, es una herramienta de expresión, es un
camino para ser nosotros mismos y eso está prohibido por el consumismo que
explota a la masa. Están educando e impulsando al individuo masificado,
ignorante y dependiente, el consumista ideal.

EL INFIERNO DEL EGO


Controlamos nuestra felicidad pero la libertad la puede convertir en otra cosa, la
mutabilidad de la voluntad es una característica de esa libertad.
La terrible obligación de ser está fuera de nuestro mundo, en otro que no podemos
abarcar, comprender o conocer. La conciencia de nuestros actos es el primer
paso, noción horrible, a partir de ese momento la causa y el efecto nos darán una
guía. Juan Correapintó su extraordinaria obra La expulsión del Paraíso en 1680,
su composición parece inspirada en el Paraíso Perdido de John Milton publicado
en 1667. El drama de esta fábula radica en que Adán y Eva no tienen opción, no
hay posibilidad de hacer una elección correcta en la ignorancia de una realidad
voraz con nuestras fallas. Son seres amorales y su expulsión, como el
príncipe Siddhartha, los inicia en el difícil camino de adquirir una ética personal.
En ese momento entran al primer estado moral, el del miedo, actúan siguiendo la
autoridad de un ser más poderoso.
Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela, 234 x 124 cm.
La composición es idéntica a la descripción de Milton: en un ángulo están Adán y
Eva, vestidos, conscientes de su desnudez, una de las primeras manifestaciones
de la conciencia es la vergüenza. En el poema de Milton la serpiente le habla a
Eva durante un sueño, la irrealidad es el territorio del ego que pide y ofrece
banalidades, por eso no aparece en la pintura, porque el acto de ceder se ha
consumado. La pareja está de rodillas, la tragedia es que apenas saben que su
falta fue seguir la voz del ego, que los despojó de la paz de no desear y
emprenden con dolor su viaje al conocimiento de la realidad y de ellos mismos, el
miedo a ese trayecto espantoso, sin certezas, los hace suplicar un regreso
imposible.
Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela, 234 x 124 cm.
Acervo del Museo Nacional del Virreinato. Detalle.
A un lado están un conejo, que es la lujuria, una ardilla que es la astucia y maldad
del Diablo. El Arcángel Miguel, como en el poema, cumple la misión de
expulsarlos del Paraíso, señala el cielo con la espada de fuego, les reprocha la
dimensión de su falta y les advierte que aunque aspiren al perdón jamás
regresarán a ese Paraíso marcado por un umbral simbólico, translucido, triangular
porque es divino, no es un sitio físico, es la frontera entre la vida espiritual y la vida
material, entre la satisfacción y la insatisfacción.El árbol es símbolo de la
materialidad que crea ataduras, evoca a la vegetación de laNueva España, los
pensadores novohispanos especulaban que el Paraíso recobrado estaba en este
continente, el Diluvio no había castigado sus tierras en las que iniciaría una nueva
era de Adán. El árbol cargado de frutos es hermano del Árbol Florido de los
mexicas, del jardín del palacio donde habitaban los Padres Divinos, germinado de
semillas-corazones, sus ramas sangraron cuando los hijos desobedientes las
cortaron violando su abundancia. Los Padres los expulsaron, condenándolos a
habitar en esta realidad.
Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela, 234 x 124 cm.
Acervo del Museo Nacional del Virreinato. Detalle.
Milton canta: “Happiness in his power left free to will. Left to his own free-will, his
will through free… Yet mutable”. Controlamos nuestra felicidad pero la libertad la
puede convertir en otra cosa, la mutabilidad de la voluntad es una característica de
esa libertad. La abundancia que han perdido Adán y Eva es la de la
satisfacción, ignorando la voz del ego tenemos lo que necesitamos, eso nos
hace verdaderamente libres, porque nos tenemos a nosotros mismos, somos uno.
El trabajo cotidiano que ahora tienen como castigo es saber cuál es la satisfacción
real y el hambre a la que el ego nos condena. Este castigo los empujará al
proceso que da sentido a la existencia: conocerse, saber que son débiles, que
sólo formando su propia ética tendrán una razón de ser, que esa sabiduría los
mantendrá lejos de la tiranía del ego.
Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela, detalle.
OBESOS Y OBSESOS
Es momento de aprender a amar y respetar al cuerpo, de asumir que es nuestra
principal herramienta para vivir de forma plena.
Ciudad de México.- La obesidad es física y espiritual, nuestra psique también se
enferma. Los científicos y médicos están en estado de alarma sobre la epidemia
de obesidad, pero también es una enfermedad de la conducta y de apreciación
social.
Durante décadas en México se ha estigmatizado a la salud, hoy seguimos
criticando a la persona que cuida su alimentación, “de algo te vas a morir”,
“¿nunca te das un gustito?” “todo lo rico engorda” y mil frases que disparan
cuando alguien dice “yo no como esto”. Hacer ejercicio también está mal visto,
años diciendo que la gente que iba al gimnasio era narcisista, que tenían la
cabeza vacía. Al que se cuidaba lo llamaban obsesionado con su salud, ahora
estamos obsesionados por la comida basura.
Ser intelectual es nunca moverse de la silla, fumar y beber, la cantina es el gran
centro de reunión “alternativo” y estamos hablando de gente “culta” que se supone
informada sobre salud.
Siglos de rechazo al cuerpo, de una obsesión por acabarlo, maltratarlo, la gente
cuida más a su coche que a su organismo, de darle al ego lo que pide, toneladas
de azúcar, grasa, comida basura que está de moda, porque dicen “la vida es muy
corta como para privarte de lo que te gusta”.
Los alimentos procesados son símbolo de status, comprar en los supermercados
las mega raciones de comida importada es de gente bien, el dogma de que la
comida mexicana es más sana que el fast food y en realidad son lo mismo,
fritangas, sal y azúcar. Es de “pobres” comer frijoles y tortillas que es lo más sano
que hay.
El ego social se hizo indolente, blofista y consumista. Ese ego insaciable y sordo
está tan gordo que no cabemos en el metro, ni en el transporte público. Las
acciones del gobierno son ridículas e insuficientes, hechas a la medida de la
industria, pero ¿qué vamos hacer con esa percepción errónea que tenemos del
cuerpo y la salud? Hasta los nutriólogos aportan al daño social, le dan por su lado
a la falta de disciplina con su “no hay que estigmatizar ningún alimento” “no hay
alimentos prohibidos” es justamente lo que la industria de la comida basura quiere
oír, ¿quién necesita las dosis de azúcar y harina de Bimbo? O el aceite
hidrogenado de Sabritas y Barcel, el alta fructuosa de los refrescos, nadie los
necesita.
En Estados Unidos ya prohibieron esos aceites y están detrás de la alta fructuosa,
hay una campaña en contra de los azúcares artificiales dietéticos que está
comprobado que engordan tanto como la alta fructuosa. Aquí seguimos sin decir
que esa basura no alimenta y que no se debe consumir porque enferma y hace
adictos.
Que existan lugares como Kidzania y el Museo del Niño pagados por la industria
que está enfermando a la infancia es una aberración y el gobierno y los
nutriólogos son cómplices de ellos. La educación es la verdadera solución, ya
vieron que de “un gustito” se están muriendo, que no es “bello estar gordito” y es
una señal de enfermedad. Es momento de aprender a amar y respetar al cuerpo,
de asumir que es nuestra principal herramienta para vivir de forma plena.

GOYA EN LA NATIONAL GALLERY


La familia del infante don Luis de Borbón, Francisco de
Goya

Goya nunca estuvo satisfecho con su obra, sufría depresiones, el caballete lo


vencía, vivió el paso del muro al lienzo como un abismo imposible. La pintura se
convirtió en una obsesión de él con el formato, con lo que se puede hacer dentro
de un espacio acotado, no era la comisión, el tema o la técnica, era la
comprensión de ese espacio en blanco que debe adquirir otra dimensión, un
sentido distinto al del muro. La National Gallery de Londres titula esta
exposición Goya: The Portraits, es revelador porque el pintor aparece en varias
obras pintando, reafirmando la audacia de Velázquez en Las Meninas que puso en
primer plano a la pintura, el lienzo alberga arte no al modelo, la realidad o el tema.
La pintura es una idea verosímil y autoral, el tema surge a partir de la
interpretación.
Solo Goya 1797, Francisco de Goya

En el cuadro La familia del infante don Luis de Borbón, Goya está presente, es el
creador de la escena: don Luis consulta al oráculo con los naipes a la luz de una
vela mientras peinan a su esposa María Teresa. Lo que el azar vaticinó fue el
destino del pintor, gracias a don Luis más tarde Goya sería el pintor de la corte del
rey. El testimonio que deja es la preocupación de Goya con la iluminación, el
contraste de la penumbra del fondo con la luz tenue que nos revela el rostro de
cada uno de los personajes, es una pintura sobre el arte de generar luz, de crear
una atmósfera irreal que le de verosimilitud a la existencia de unas personas. En
estas obras Goya deja algo más que un registro, dice que ése ser pidió a un pintor
que lo retuviera, no le comisionaron un retrato, depositaron su memoria en manos
de un artista. Ese espacio que Goya domesticó a través de la luz permitió un
escenario abstracto para ese ser, el fondo gris, un páramo cronológico y espacial,
iluminado con la tenue temperatura del cuerpo. Los muebles estorban, la pureza
está en las obras que albergan ese limbo, esa intemporalidad. El pintor nos
comunica de forma cifrada su relación y concepto de cada retratado: la Duquesa
de Alba, vestida de luto por la muerte del Duque de Alba, señala el piso donde
posa la inscripción “Solo Goya 1797” solo ese pintor, solo ese amante.
Retrato de Carlos III, Fracisco de Goya

El retrato de Carlos III es la antítesis del género, no hay valentía o fiereza, nos da
a un cazador flácido como el guante que lleva en la mano, el sabueso duerme en
lugar de estar alerta. El niño Manuel Osorio Manrique de Zúñiga jugando con la
vida del pájaro que levanta un papel con una inscripción, de nuevo el azar define
el desenlace, tres gatos acechantes, esperando la lectura de la sentencia
contenida en ese papel, en la jaula hay más prisioneros; un niño adorable, muñeco
insensible, vestido con un traje rojo es para Goya un pequeño verdugo, es la
crueldad de la ignorancia y el juego. Es evidente que le gustaba más pintar
mujeres que hombres y niños, con ellos es implacable, a veces hasta descuidado,
en cambio con ellas busca la seducción, el vestido delicado, detalla el peinado, el
pecho generoso, se fascina con el pelo largo, el tono de la piel, pareciera que no
quiere que lo olviden, se hace necesario, les da el reflejo que desean de ellas
mismas.
Los humanos somos limitados, predecibles, la pintura es el misterio, la
contradicción entre mostrar y deformar, trasladar a otro lenguaje ¿cómo llegar a lo
esencial, entrar en la revelación emocional sin caer en la obviedad y que la obra
sea el motivo, el centro que atrape la visión? Eso aisló y condenó a Goya, lo dejó
sordo para únicamente ver, para que nada interrumpiera su inmersión a lo más
profundo de su arte.
El niño Manuel Osorio Manrique
de Zúñiga, Francisco de Goya

AI WEIWEI EN LA ROYAL ACADEMY

El desproporcionado homenaje a sí mismo en la exhibición antológica de Ai


Weiwei en la Royal Academy de Londres, es un catálogo de la industria
manufacturera de China. Inaugura una nueva disciplina: el ego-arte, es un ego-
artista VIP, su único tema, objetivo y discurso es él. Weiwei es el prototipo de
artista VIP que no hace sus obras “las piensa”, las cédulas con descaro hacen
énfasis en las “habilidades técnicas y cuidado con el que están realizadas las
piezas” “el artista trabaja estrechamente con los artesanos”, es un Jeff Koons
politizado. Los objetos carecen del más mínimo rasgo autoral, el ego-artista
depende de lo que la industria produce, por ejemplo el tallado en madera o en
mármol, en lugar de mandar hacer un lavamanos pide una cámara de video y le
adjudica su panfleto en el que la causa política es él mismo.

No es un activista de los Derechos Humanos como su publicista afirma, es un


activista de Ai Weiwei, de su privilegio a no pagar impuestos, a construir su
estudio en un terreno agrícola y tomar el aljibe de agua de la zona para hacerlo un
estanque decorativo y falsear historias para sus objetos. China es la fábrica de
casi todo lo que consumimos y sin embargo Weiwei es limitado: decenas de cosas
de mármol, montones de marcos, mapas, porcelana, ensambles con muebles y
bicicletas, son pocas ideas que se replican varias veces.

150 toneladas de varillas de hierro que se supone son restos del terremoto de
Sichuan en mayo del 2008 y denuncian la mala calidad en la construcción de
escuelas del gobierno, dice que las compró clandestinamente, las llevo a su taller
y ahí las enderezaron a mano. La capacidad discursiva del ego-artista está a la
altura de la docilidad del público, el proceso normal de comprar y reciclar en una
sociedad híper industrializada lo vuelve clandestino y político, inventa una
provenance imposible de comprobar que apuntala su propaganda pro-weiwei.
Las coincidencias denuncian algo fundamental: que Weiwei es un “perseguido
político” y “víctima oficial” que cuenta con patrocinadores muy ricos y poderosos
que le financian el estratosférico costo de estas obras y de esta exposición, desde
hacer cada objeto, hasta llevarlos a Londres y montarlos al mismo tiempo que la
visita del primer mandatario chino a Inglaterra para provocar una controversia
artificial. La gran mayoría de estas obras circularon por ferias en versión reducida
(un árbol, cinco bicicletas, etc.) sin gran éxito y hoy son relanzadas con
oportunidad política y un gigantesco aparato publicitario. Los columnistas de todos
periódicos en consenso odiaron al gobierno chino y amaron al ego-artista,
exigieron rechazar los negocios con China porque violaba los Derechos Humanos
¿Para quién trabaja este ego-artista? ¿Quién lo patrocina? La tienda del museo
vendía decenas de suvenires diseñados por él, dedicados al culto a su
personalidad que ni Warhol o el Papa tienen, muñequitos, paraguas con su cara,
bolsas, decenas de objetos con sus slogans. Obsesionado con ser el símbolo que
sustituya la figura de Mao, utiliza las estrategias de propaganda del régimen que él
crítica y las recicla en su publicidad

La exposición es una oda a la hipócrita guerra fría que mantiene el capitalismo


con China: por un lado pagan ONG’s para que la ataquen y por otro lado las
empresas globales son el principal beneficiado de las injustas condiciones
laborales chinas que han permitido acabar con las industrias nacionales, los
gobiernos le ruegan para que invierta capital en sus países y le entregan el
desarrollo de infraestructuras. Weiwei es el títere de la estrategia, con un plus: le
da al público progre y bien pensante la oportunidad de solidarizarse con una causa
fácil y socialmente aceptada de la que todos los países son cómplices.
JUEGOS.

Aleksandra Mir, The Seduction Of Galileo Galilei 2011

Jugamos a matar, jugamos con armas, con comida, con el dinero, con violencia,
con el honor de otras personas, los seres humanos no tenemos límites éticos para
lo que llamamos juego y diversiones. La connotación infantil y creativa del juego lo
ha convertido en un concepto de apreciación positiva, enmascarando verdaderas
perversiones de la conducta. ¿Por qué los seres humanos necesitamos divertirnos
cada momento? ¿Por qué es tan urgente que todo se banalice y se reduzca a un
juego o un chiste?

Desde la infancia, con la fórmula “aprender jugando” que los pedagogos


impusieron, convirtieron a la comida en juguete y ahora derivó en obesidad infantil,
la comida basura se vende como recompensa y diversión, el cinismo es
que Bimbo tenga un Museo del Niño al que deberían llamar museo de la
promoción de la diabetes infantil.
Tom Friedman, Big Big Mac, 2013, styrofoam and paint 2

El juego valida actos deplorables, matar animales y tortúralos se hace por


diversión, eso arranca la risa o el aplauso. La afición a la violencia y a las armas
es porque han dejado su estatus antisocial para ser entretenimiento. En las redes
sociales la gente insulta y difama o sube acciones deleznables porque eso es
“chistoso”. Esta adicción a la diversión fomenta conductas patológicas, y la raíz
está en que nuestro apetito de sensaciones “agradables” es insaciable. Enemigos
de la seriedad, confundimos la alegría con la hilaridad, la vida debe ser un
perpetuo programa de chistes y pastelazos. Para conseguirlo convertimos lo más
grave en divertido y rechazarlo nos estigmatiza “no tienes sentido del humor” “eres
un amargado”. Esta patología hace que la gente golpee y ultraje vagabundos,
el bullying entre los niños y adolescentes, son crímenes que causan risa, que
graban en video para hacer alarde de lo bien que lo pasaron haciéndolo, ni
siquiera lo ocultan.
Florentijn Hofman’s Giant “Rubber Duck”

La diferencia entre la capacidad lúdica y la adicción a la banalización es que una


es creativa y la otra es destructiva, una crece la otra reduce a nada, despoja a
algo de su valor para poder vejarlo, la vida de un animal no merece respeto
porque se “divierten” maltratándolo. En Estados Unidos y en Europa, no dudo que
en México también, la gente está enviando al refugio de animales a los gatos color
negro porque no salen bien en el selfie y abandonan a los perros para no
cuidarlos, los animales son juguetes, y si dejan de entretener se desechan. El
fenómeno está en que la adicción a esta sensación implica superioridad, el que
agrede, se burla o daña tiene autoridad sobre el otro, que es vulnerable, es un
disfraz de la egolatría. La sensación a la que se enganchan es a esa superioridad,
les da el gran poder de someter a otro, de despojarlo de su dignidad. El ego que
pide esto cada vez quiere más porque es insaciable, y es cuando la sociedad se
escandaliza y se pregunta cómo llegó a esa degradación, pues con el camino más
fácil, sin poner límites, dejando que el niño juegue a maltratar un animal, a un
compañero de la escuela, hasta que tenga 20 años y juegue con una pistola.

Esas diversiones son evasiones de nosotros mismos, del vació de la existencia, y


creemos que así adquiere sentido. Diversiones que degradan a la persona
convirtiéndola en un paria de sí mismo.

EL INFIERNO DEL EGO.


Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela

La terrible obligación de ser está fuera de nuestro mundo, en otro que no


podemos abarcar, comprender o conocer. La conciencia de nuestros actos es el
primer paso, noción horrible, a partir de ese momento la causa y el efecto nos
darán una guía. Juan Correa pintó su extraordinaria obra La expulsión del
Paraíso en 1680, su composición parece inspirada en el Paraíso Perdido de John
Milton publicado en 1667. El drama de esta fábula radica en que Adán y Eva no
tienen opción, no hay posibilidad de hacer una elección correcta en la ignorancia
de una realidad voraz con nuestras fallas. Son seres amorales y su expulsión,
como el príncipe Siddhartha, los inicia en el difícil camino de adquirir una ética
personal. En ese momento entran al primer estado moral, el del miedo, actúan
siguiendo la autoridad de un ser más poderoso.

La composición es idéntica a la descripción de Milton: en un ángulo están Adán y


Eva, vestidos, conscientes de su desnudez, una de las primeras manifestaciones
de la conciencia es la vergüenza. En el poema de Milton la serpiente le habla a
Eva durante un sueño, la irrealidad es el territorio del ego que pide y ofrece
banalidades, por eso no aparece en la pintura, porque el acto de ceder se ha
consumado. La pareja está de rodillas, la tragedia es que apenas saben que su
falta fue seguir la voz del ego, que los despojó de la paz de no desear y
emprenden con dolor su viaje al conocimiento de la realidad y de ellos mismos, el
miedo a ese trayecto espantoso, sin certezas, los hace suplicar un regreso
imposible.

A un lado están un conejo, que es la lujuria, una ardilla que es la astucia y maldad
del Diablo. El Arcángel Miguel, como en el poema, cumple la misión de
expulsarlos del Paraíso, señala el cielo con la espada de fuego, les reprocha la
dimensión de su falta y les advierte que aunque aspiren al perdón jamás
regresarán a ese Paraíso marcado por un umbral simbólico, translucido, triangular
porque es divino, no es un sitio físico, es la frontera entre la vida espiritual y la vida
material, entre la satisfacción y la insatisfacción. El árbol es símbolo de la
materialidad que crea ataduras, evoca a la vegetación de la Nueva España, los
pensadores novohispanos especulaban que el Paraíso recobrado estaba en este
continente, el Diluvio no había castigado sus tierras en las que iniciaría una nueva
era de Adán. El árbol cargado de frutos es hermano del Árbol Florido de los
mexicas, del jardín del palacio donde habitaban los Padres Divinos, germinado de
semillas-corazones, sus ramas sangraron cuando los hijos desobedientes las
cortaron violando su abundancia. Los Padres los expulsaron, condenándolos a
habitar en esta realidad.

Milton canta: “Happiness in his power left free to will. Left to his own free-will, his
will through free… Yet mutable”. Controlamos nuestra felicidad pero la libertad la
puede convertir en otra cosa, la mutabilidad de la voluntad es una característica de
esa libertad. La abundancia que han perdido Adán y Eva es la de la satisfacción,
ignorando la voz del ego tenemos lo que necesitamos, eso nos hace
verdaderamente libres, porque nos tenemos a nosotros mismos, somos uno. El
trabajo cotidiano que ahora tienen como castigo es saber cuál es la satisfacción
real y el hambre a la que el ego nos condena. Este castigo los empujará al
proceso que da sentido a la existencia: conocerse, saber que son débiles, que
sólo formando su propia ética tendrán una razón de ser, que esa sabiduría los
mantendrá lejos de la tiranía del ego.

El infierno del ego. COMENTARIO

Me encanta leerte, Avelina. Yo mísmo he aprendido a usar las redes para solo
cultura y asuntos personales necesarios, apenas me gusta chatear con nadie por
messenger ni whatsapp. En mi Facebook (ya veo que no tienes) me dedico a
publicar imágenes de obras de arte y noticias (aparte de alguna obra propia, ya
que el mercado del arte en mi ciudad es muy pequeño e intento esquivar a
galeristas que cobran ciento y la madre por exponer), y mantengo un grupo
dedicado a promocionar el Rock en todos sus géneros (Rokabilly, Metal, etc). La
red me sirve para conocer nuevos artistas, y me ha servido para conocer tus
textos y poder ver "El Milenio Visto por el Arte" y "La poesía vista por el arte", que
en España solo se pueden ver por Youtube. Creo que Internet... pues depende de
como se use. Como los periódicos o la TV, es un reflejo de la sociedad, al menos
de las proyecciones masivas en las cuales esta sociedad se desea ver
proyectada. Creo que la diferencia con Internet y todas sus aplicaciones es que
esta penetra más en la cotidianidad de las gentes (móvil, pc...), y que al estar
disponible las 24 horas del día, sus efectos positivos y negativos se multiplican.
Cada día tomo el tren para ir a la universidad y a trabajar, y veo a muchos
pasajeros embebidos en su mundo de "messenger", y si, en su ego. El móvil ya no
es un teléfono, es un ordenador unipersonal que, mal utilizado hace más densa
nuestra burbuja de ego.

NO FUE UN ERROR

Es muy fácil y abusivo culpar a alguien que no se puede defender. El Museion


Bolzano/Bozen de Milán culpó a la limpiadora del retiro de la instalación de basura
de las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari, dijo que limpió la sala y envío
todo al lugar original y el más apropiado: el vertedero. Analizando cómo trabaja un
museo, la cantidad de personas que están involucradas en un montaje, desde
museógrafos, gente de oficina, curadores, los aristas y hasta galeristas es
imposible una intervención de este tipo. En una galería es distinto, porque es un
recinto particular con sus propios sistemas de seguridad.

El Museion está especializado en arte contemporáneo, esto significa que no es la


primera vez que el personal que trabaja ahí ve un montón de basura, objetos
cotidianos, excrementos, restos de material de construcción y el larguísimo
etcétera que se convierte en arte por la arbitrariedad del discurso y el contexto.
Cuando un museo tiene un evento o coctel se calendariza y el personal sabe que
va a trabajar extra para poner orden, no se encuentra con un tiradero y lo limpia,
repito es un museo no una casa. Especulando con la realidad de los hechos, que
es la infraestructura de una institución pública, lo más factible es que esto sea una
reacción del personal del museo, es decir, un acto de rebelión: la guerrilla del arte.

Es obvio que dentro de los museos VIP el personal está harto de las exposiciones,
en México lo vemos en museos como el Carrillo Gil que los cuidadores se están
durmiendo y se ríen cuando les preguntamos si eso es la obra o es basura. En la
exposición de Gabriel Orozco en el MoMA yo vi que el guardia se reía cada vez
que advertía que la caja de zapatos era una obra y que no la pateáramos; en el
New Museum el público levantaba la obra que era una cáscara de plátano tirada
en el piso y la cuidadora iba enojada a ponerla en su lugar. Es la labor
fundamental de las cédulas, que nos advierten que eso no es basura es una obra.

¿Por qué tendría que ser un error que alguien en protesta limpiara el lugar y
llevara esa basura al vertedero? ¿Por qué un juicio crítico es un acto de
ignorancia? Porque el arte contemporáneo VIP insiste en llamar ignorantes a los
que niegan que eso es arte. En un ataque clasista dicen que fue la limpiadora
como quién dice "es que ella no sabe de arte", pero la limpiadora sí sabe en dónde
trabaja y que ahí es común que expongan basura. Alguien que tiene poder en el
museo y que sabe de arte ordenó que limpiaran esa sala, alguien cansado de ver
banalidades y zafiedades lo hizo para que los curadores y las artistas lo supieran.
Es un juicio crítico impecable, justo y valiente, esa basura no tiene cabida en el
arte. Es terrible que algo que no vale nada, que pierde su condición de arte fuera
del museo, esté haciendo tanto daño a la verdadera creación artística y a la
inteligencia humana. Este acto le dio una lección de realidad al museo, solo la
corrupción del arte VIP permite que esa basura sea llamada arte.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 14:57 23 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE ARTE CONTEMPORÁNEO, CRÍTICA DE ARTE

SÁBADO, 17 DE OCTUBRE DE 2015

JUEGOS.
Aleksandra Mir, The Seduction Of Galileo Galilei 2011

Jugamos a matar, jugamos con armas, con comida, con el dinero, con violencia,
con el honor de otras personas, los seres humanos no tenemos límites éticos para
lo que llamamos juego y diversiones. La connotación infantil y creativa del juego lo
ha convertido en un concepto de apreciación positiva, enmascarando verdaderas
perversiones de la conducta. ¿Por qué los seres humanos necesitamos divertirnos
cada momento? ¿Por qué es tan urgente que todo se banalice y se reduzca a un
juego o un chiste?

Desde la infancia, con la fórmula “aprender jugando” que los pedagogos


impusieron, convirtieron a la comida en juguete y ahora derivó en obesidad infantil,
la comida basura se vende como recompensa y diversión, el cinismo es
que Bimbo tenga un Museo del Niño al que deberían llamar museo de la
promoción de la diabetes infantil.
Tom Friedman, Big Big Mac, 2013, styrofoam and paint 2

El juego valida actos deplorables, matar animales y tortúralos se hace por


diversión, eso arranca la risa o el aplauso. La afición a la violencia y a las armas
es porque han dejado su estatus antisocial para ser entretenimiento. En las redes
sociales la gente insulta y difama o sube acciones deleznables porque eso es
“chistoso”. Esta adicción a la diversión fomenta conductas patológicas, y la raíz
está en que nuestro apetito de sensaciones “agradables” es insaciable. Enemigos
de la seriedad, confundimos la alegría con la hilaridad, la vida debe ser un
perpetuo programa de chistes y pastelazos. Para conseguirlo convertimos lo más
grave en divertido y rechazarlo nos estigmatiza “no tienes sentido del humor” “eres
un amargado”. Esta patología hace que la gente golpee y ultraje vagabundos,
el bullying entre los niños y adolescentes, son crímenes que causan risa, que
graban en video para hacer alarde de lo bien que lo pasaron haciéndolo, ni
siquiera lo ocultan.
Florentijn Hofman’s Giant “Rubber Duck”

La diferencia entre la capacidad lúdica y la adicción a la banalización es que una


es creativa y la otra es destructiva, una crece la otra reduce a nada, despoja a
algo de su valor para poder vejarlo, la vida de un animal no merece respeto
porque se “divierten” maltratándolo. En Estados Unidos y en Europa, no dudo que
en México también, la gente está enviando al refugio de animales a los gatos color
negro porque no salen bien en el selfie y abandonan a los perros para no
cuidarlos, los animales son juguetes, y si dejan de entretener se desechan. El
fenómeno está en que la adicción a esta sensación implica superioridad, el que
agrede, se burla o daña tiene autoridad sobre el otro, que es vulnerable, es un
disfraz de la egolatría. La sensación a la que se enganchan es a esa superioridad,
les da el gran poder de someter a otro, de despojarlo de su dignidad. El ego que
pide esto cada vez quiere más porque es insaciable, y es cuando la sociedad se
escandaliza y se pregunta cómo llegó a esa degradación, pues con el camino más
fácil, sin poner límites, dejando que el niño juegue a maltratar un animal, a un
compañero de la escuela, hasta que tenga 20 años y juegue con una pistola.

Esas diversiones son evasiones de nosotros mismos, del vació de la existencia, y


creemos que así adquiere sentido. Diversiones que degradan a la persona
convirtiéndola en un paria de sí mismo.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 20:13 8 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE HUMANISMO


DOMINGO, 11 DE OCTUBRE DE 2015

EL INFIERNO DEL EGO.

Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela

La terrible obligación de ser está fuera de nuestro mundo, en otro que no


podemos abarcar, comprender o conocer. La conciencia de nuestros actos es el
primer paso, noción horrible, a partir de ese momento la causa y el efecto nos
darán una guía. Juan Correa pintó su extraordinaria obra La expulsión del
Paraíso en 1680, su composición parece inspirada en el Paraíso Perdido de John
Milton publicado en 1667. El drama de esta fábula radica en que Adán y Eva no
tienen opción, no hay posibilidad de hacer una elección correcta en la ignorancia
de una realidad voraz con nuestras fallas. Son seres amorales y su expulsión,
como el príncipe Siddhartha, los inicia en el difícil camino de adquirir una ética
personal. En ese momento entran al primer estado moral, el del miedo, actúan
siguiendo la autoridad de un ser más poderoso.

La composición es idéntica a la descripción de Milton: en un ángulo están Adán y


Eva, vestidos, conscientes de su desnudez, una de las primeras manifestaciones
de la conciencia es la vergüenza. En el poema de Milton la serpiente le habla a
Eva durante un sueño, la irrealidad es el territorio del ego que pide y ofrece
banalidades, por eso no aparece en la pintura, porque el acto de ceder se ha
consumado. La pareja está de rodillas, la tragedia es que apenas saben que su
falta fue seguir la voz del ego, que los despojó de la paz de no desear y
emprenden con dolor su viaje al conocimiento de la realidad y de ellos mismos, el
miedo a ese trayecto espantoso, sin certezas, los hace suplicar un regreso
imposible.

A un lado están un conejo, que es la lujuria, una ardilla que es la astucia y maldad
del Diablo. El Arcángel Miguel, como en el poema, cumple la misión de
expulsarlos del Paraíso, señala el cielo con la espada de fuego, les reprocha la
dimensión de su falta y les advierte que aunque aspiren al perdón jamás
regresarán a ese Paraíso marcado por un umbral simbólico, translucido, triangular
porque es divino, no es un sitio físico, es la frontera entre la vida espiritual y la vida
material, entre la satisfacción y la insatisfacción. El árbol es símbolo de la
materialidad que crea ataduras, evoca a la vegetación de la Nueva España, los
pensadores novohispanos especulaban que el Paraíso recobrado estaba en este
continente, el Diluvio no había castigado sus tierras en las que iniciaría una nueva
era de Adán. El árbol cargado de frutos es hermano del Árbol Florido de los
mexicas, del jardín del palacio donde habitaban los Padres Divinos, germinado de
semillas-corazones, sus ramas sangraron cuando los hijos desobedientes las
cortaron violando su abundancia. Los Padres los expulsaron, condenándolos a
habitar en esta realidad.

Milton canta: “Happiness in his power left free to will. Left to his own free-will, his
will through free… Yet mutable”. Controlamos nuestra felicidad pero la libertad la
puede convertir en otra cosa, la mutabilidad de la voluntad es una característica de
esa libertad. La abundancia que han perdido Adán y Eva es la de la satisfacción,
ignorando la voz del ego tenemos lo que necesitamos, eso nos hace
verdaderamente libres, porque nos tenemos a nosotros mismos, somos uno. El
trabajo cotidiano que ahora tienen como castigo es saber cuál es la satisfacción
real y el hambre a la que el ego nos condena. Este castigo los empujará al
proceso que da sentido a la existencia: conocerse, saber que son débiles, que
sólo formando su propia ética tendrán una razón de ser, que esa sabiduría los
mantendrá lejos de la tiranía del ego.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 14:11 1 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE ARTE, HISTORIA DEL ARTE, HUMANISMO

DOMINGO, 4 DE OCTUBRE DE 2015

FALSIFICAR LA LLAVE.
Van Gogh, The Harvest, 1888 original

“¿Tiene alguien la llave de las puerta del ser, que no tiene puertas, para poder
abrirme con razones la comprensión del mundo?” Pregunta el poeta Fernando
Pessoa, la creación del arte es la búsqueda de esa llave, de esa puerta, de esas
razones. Crear y contemplar arte, una partitura, un dibujo, un poema son una
incursión en la comprensión de la realidad y de nosotros mismos. Esa llave que se
consigue con trabajo, dolor, placer, es única, irrepetible, porque el ser mismo está
implicado.

Las historias de los “grandes falsificadores” y de cómo sus obras entraron como
auténticas en museos y colecciones privadas han ensombrecido y perseguido al
arte. La falsificación del arte es imposible, nadie puede falsificar a un individuo, no
es posible copiar la existencia de una persona. La obra no es una elaboración
superficial meramente técnica que se consigue repitiendo ciertos métodos que
empleó el artista en su realización, la obra de arte es mucho más que un objeto
fabricado con materiales, es la llave de Pessoa. En el plagio literario, el plagiador
es un falso autor y no puede tener acceso al tren de pensamiento del verdadero
autor, ni a sus motivaciones, su bagaje cultural ni su instinto de cómo decir. Los
que se dicen engañados o que aceptan que un falso entre en una colección son
cómplices de una trama fraudulenta. Por ejemplo, es muy raro que no haya
denuncias de obras falsas de Andy Warhol que es el más fácil de copiar porque no
tiene “originales”, es imposible calcular cuánta obra tiene en venta distribuida en el
planeta y aun así lo usan para la especulación económica.
La policía alemana detuvo a un hombre que vendía en 15 millones de euros un
Van Gogh falso, casualmente tenía documentos ilegales del Museo de Van Gogh
que acreditaban a la obra como original ¿Quién puede falsificar la resolución de
Van Gogh de pintar dentro del abismo de su vida, cómo repetir lo que sentía en el
campo, lo que añoraba, su ímpetu volcado en el color y la pincelada que son
sensuales de tan hambrientas y desesperadas? Nadie, no hay ser humano que
pueda hacerlo. La falsificación es fraude y autoengaño, es imposible revivir el
momento emocional de un artista, el impulso o la decisión que hay detrás de pintar
un paisaje o un retrato, los sentimientos ante el modelo, el clima, la vida misma.
Es un gran aprendizaje pintar y dibujar a “la manera de…”, pero no es posible que
el individuo y su circunstancia sean susceptibles de repetirse como si de un
readymade se tratara.

Las personas que publicitan los logros de los falsificadores afirman que un
entrenamiento manual y técnico basta para crear una obra maestra, insisten en
reducir el oficio artístico en un acto mecánico sin implicaciones intelectuales y
emocionales porque están obsesionados en desprestigiar al arte, a la autoría y a
la creación. Renoir al final de sus días tenía artritis reumatoide, pintaba con un
dolor insoportable, al realizar una obra afecta el físico del artista, su peso corporal,
sus respiraciones, su cansancio o su energía, eso ¿cómo lo imitan? Si creemos
que la obra se falsifica con facilidad, entonces la creación es una fábrica inhumana
de objetos en serie hechos al gusto del comprador y del mercado.

El gran beneficio de dar crédito a la falsificación y de hacer creer al público que


nada hay de extraordinario en llegar a una epifanía dentro del trabajo artístico
individual, es que considerar como arte un objeto sin factura es tan válido o más
que una obra realizada por el artista. El objetivo del readymade y del arte VIP es
justamente deshumanizar al arte, despojarlo de sus valores para emparejarlo con
objetos sin valor intelectual o artístico. Dando por auténticos a los falsos todos
ganan: los delincuentes, los coleccionistas que adquieren una obra muy por
debajo del precio real del original, y los artistas y curadores VIP, porque así
alimentan sus teorías de que la factura no es trabajo artístico, que el autor y la
originalidad no existen y que es arte mandar hacer la obra o “apropiársela”. Los
artistas VIP podrán tener la llave de los museos, de la fama, del dinero, pero la
llave de Pessoa, esa es inaccesible para ellos, ese privilegio no lo tendrán nunca.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 18:05 6 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA
ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON
TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE ARTE Y DINERO, HISTORIA DEL ARTE

MARTES, 22 DE SEPTIEMBRE DE 2015

MIEDO A SER UNO SOLO.

José de Ribera, Prometeo.

FOMO, Fear of missing out, es la nueva fobia que inventaron los psicólogos, es el
miedo a estar desconectado, una consecuencia de ser adicto a la red, al teléfono
móvil, y a cada app nueva que ofrece el mercado. Ser las víctimas y convertir el
síndrome de abstinencia en fobia es lo más rentable para la complaciente
psicología. El adicto entra en pánico sin la sustancia que le da una satisfacción
efímera y que despierta más su apetito, porque crea tolerancia. Ahora resulta que
no tener la sustancia es fobia.
Doris Day.

Las características del FOMO, son simples y las reconocemos: ver la pantalla a
cada instante, sin importar si están comiendo, en el cine o manejando. La cantidad
de accidentes por mensajear al volante demuestra que la adicción es más fuerte
que la razón. Los psicólogos dan a las personas causas que los hagan sentir
cómodos con su adicción: es una insatisfacción de las necesidades amorosas o
psicológicas. Dicen que estar conectado es una forma de motivación personal, si
esta falla las personas se deprimen, se desmotivan. La persona cree se siente
“motivada” y que no puede comer sin el móvil a un lado, que debe enviar un
mensaje en ese instante aunque esté manejando o que debe estorbar en la
entrada del metro viendo su pantalla es porque está convencida de que el mundo
debe detenerse para que postee algo que casi seguro es una tontería y si no lo
hace, se siente “deprimida y desmotivada”.

Tendrían que aceptar que el ego es irracional, exige atención, no son necesidades
psicológicas, son caprichos ególatras. La tecnología en muchas de sus
aplicaciones no está dirigida a dar un servicio, está condicionando el ego para que
compremos, y creamos que con eso somos importantes, es una práctica muy
usada en la publicidad. La adicción se genera por una razón fundamental: el ego
odia estar solo. Es una patología moderna el desprestigio de la soledad y el
silencio, tener amigos, ser populares es una misión existencial, la soledad, nos
dicen desde los publicistas hasta los psicólogos, es para los fracasados.
Lucian Freud self portrait.

Asumir que la realidad no nos necesita, que el precio del petróleo o la campaña
presidencial de Hillary Clinton no se van a ver afectados sin nuestro post, nos
desprendería de la red y nos haría más humildes para usar nuestro móvil, más
educados. Es de una arrogancia enorme que no respeten ni los momentos más
íntimos, la gente chatea en los velorios, no pueden esperar. Esa “nueva fobia” es
una de las tantas manifestaciones del ego que encuentra salidas para existir, es
literalmente egoísmo social, no son víctimas de la red, son víctimas de su ego. La
supuesta necesidad de motivación es falsa, porque el ego exige que le ofrezcan
algo a cambio, no sabe de la voluntad o del sentido del deber, es un chantajista,
no hay motivación en las redes sociales, hay vacío espiritual. La motivación es una
coartada para no hacer, para inventar excusas, para exigir antes que dar. Estas
enfermedades modernas es la prevalencia del ego sobre el verdadero ser, es una
crisis de voluntad. Para curarse basta la decisión de estar con nosotros, de asumir
que el único ser que tenemos habita en nuestro propio silencio.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 17:33 14 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA
ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON
TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE HUMANISMO

DOMINGO, 6 DE SEPTIEMBRE DE 2015

EN RUINAS.

Piranesi, Templo de Minerva.

Las ruinas son reflejo del original, las de un monumento hermoso conservan la
belleza en sus fragmentos, las de un edificio fallido son escombros. La Ciudad de
México se convirtió hace 30 años en una gigantesca escombrera que no aprendió
de sus ruinas. La catástrofe del terremoto, que en gran parte fue un juez natural,
implacable y justo, acabó con decenas de horrores arquitectónicos que invadían
las calles: edificios de los años sesentas, setentas y ochentas de vidrio polarizado,
ventanerías de aluminio, masas de concreto sin un sólo acierto estético ni
funcional, fue la orden del destino para darle un sentido más humano y bello a
nuestra ciudad. Evidentemente no la escuchamos, los adefesios faraónicos que
representan la megalomanía de los gobiernos en turno, como la Biblioteca
Vasconcelos, Estela de Luz, las ignorantes remodelaciones del Museo del Chopo
y la Cineteca Nacional, crecieron como una metástasis invencible, necia,
destinada a demostrar la egolatría y la corrupción del dinero que mueve el ladrillo.
Estamos viviendo un total libertinaje en los reglamentos para la construcción y uso
de suelo que se reparten entre funcionarios, arquitectos y empresas que
especulan dejando sembrados edificios de oficinas y habitacionales que
demuestran que el dinero no puede comprar ni belleza ni inteligencia. ¿Qué
sucedió con la arquitectura? ¿Por qué es tan proclive a la prostitución?

Piranesi.

La arquitectura era un arte que hoy es únicamente un negocio vulgar, rechazó su


sentido humanista, su filosofía de crear un entorno para que se desarrolle una
existencia, ignora el valor sacro del espacio como un centro que separa de la
homogeneidad del todo. La arquitectura ya no de ser creación, dejaron de diseñar
para abusar de los materiales y la imitación: vidrio, acero y concreto, para todo y
siempre de la misma forma. Si está de moda un tipo de material lo usan para todo
y ese material es la aportación estética, no la resolución del espacio. Un hospital,
departamentos, centros de oficinas, todo es igual y como en el arte VIP, están los
arquitectos VIP que venden su firma para obras de tal mediocridad que merecen
desaparecer.
La identidad que una ciudad adquiere con sus edificios es parte de la misión de
una obra arquitectónica, el arribismo estético cree que copiando se alcanza
estatus y hacen imitaciones de conceptos que funcionan en otras ciudades del
primer mundo con circunstancias totalmente distintas. El progreso neoliberal
estandariza a la sociedad y si queremos parecer ricos hay que construir réplicas
baratas de rascacielos, de conjuntos de viviendas como suponemos que harían en
el Primer Mundo o en los países ricos. No parecemos ricos, nos vemos ignorantes,
sin proporción del espacio, con edificios que apenas están inaugurados y ya se
ven decadentes, sucios, devaluados. La Ciudad de México padece a sus
habitantes, no la respetamos, la depredamos, la ejercemos con violencia, invadirla
y degradarla es parte de las libertades, pero en ese daño las construcciones son lo
más oprobioso.
Biblioteca Vasconcelos.

No estamos generando acervo urbano, ni memoria, las ciudades son museos que
se habitan. Devastan avenidas, árboles, historia, para dar sitio a lo que consideran
desarrollo. En La Carnaza de Émile Zola, el personaje Saccard es un especulador
inmobiliario, y en una metáfora de la corrupción del ladrillo, con su repentina
riqueza su familia entra en una espiral degenerada, obscena, de apetitos sin
sentido. Es la espiral que vivimos en la ciudad, que ya no es de los habitantes, es
de los constructores, dejan que se desplomen a pedazos edificios novohispanos
mientras dan permisos a toda clase de aberración de vidrio y acero. Qué oportuno
que se caigan los edificios novohispanos y se recalifiquen los terrenos para montar
una torre de “lofts” con muros de cartón o edificios de oficinas que no son peores
que las creaciones de autor. Las obras comisionadas por las instituciones para
pasar a la Historia son reflejo de la moda y del enchufismo, ¿hubo un argumento
estético y funcional coherente para montar un elevador en el Monumento a la
Revolución o dividir en salas absurdas la Biblioteca de México José Vasconcelos?
Hubo dinero, eso está claro, como Saccard que no tenía idea de la belleza pero
sabía cómo ganar un contrato. Vivimos con dolor el terremoto de hace 30 años en
la Ciudad de México, y aun no la reconstruimos y valoramos, la seguimos
torturando con arquitectura, con nuevos escombros.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 17:39 6 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE CRÍTICA DE ARTE

SÁBADO, 22 DE AGOSTO DE 2015

YO, EL PODER.

GASPAR DE CRAYER, FELIPE IV EN ARMADURA DE GALA . Fotografías de


Aldo Hinojosa.

La pintura nos enseña que el retrato de un canalla puede ser arte. Goya pinta al
populista y déspota Fernando VII posando frente al campo de batalla, no le da
valor o dignidad, es un vanidoso con su uniforme al que Napoleón describía como
“estúpido y ruin”. El arte está en los caballos sin jinetes, en el rostro del hombre
que cuida el caballo del efímero monarca y el telón de fondo en gris óptico. La
exposición Yo, el Rey, en el Museo Nacional de Arte sobre “las formas de
representación de la monarquía hispánica en las artes” es injusta e insuficiente.

GASPAR DE CRAYER, FELIPE IV EN ARMADURA DE GALA, detalle.

Están injertados en el recorrido Iturbide con sus folclóricos delirios regios y


Maximiliano del que su familia se deshizo con un oportuno exilio en México. No se
puede hablar de “representación en el arte” sin abordar la peligrosa relación entre
el arte y el poder, sin la dependencia torturada, cómplice e indispensable que
mantuvieron y que nos dejó obras maestras en pinturas, palacios, esculturas,
música. El tema de las obras ya es anecdótico, es información, lo que las hizo
trascender es su valor como arte, admiramos un retrato de Mariana de Austria
porque es de Velázquez, por el fondo siniestro del barroco y las pinceladas
abstractas del encaje. A los artistas le tomó siglos ser respetados como creadores
y hoy esta exposición les regatea su participación fundamental en el mito de la
monarquía. La magnificencia del gobernante estaba en las obras que los
mostraron como héroes, que les daban esa estatura mítica, el poder y la religión
son una invención ideológica y estética.
LUCA GIORDANO, RETRATO DE CARLOS II.

El retrato del rey lo saca de su condición humana, esculturas, bustos, relieves, son
un altar que glorificaba a un hombre que mandaba sobre vidas vulgares de las que
no emanan rayos luminosos. El artista tenía con cada retrato una doble y difícil
misión, inventar a un ser magnifico de un enclenque y enfermizo necio, y hacer un
gran cuadro, una hermosa escultura, porque si la obra no alcanzaba a ser arte, la
consecuencia fatal recaía en la imagen del soberano. Una obra mediocre es un
golpe de Estado, es una guillotina. La exposición no valora que sin esa
representación el rey es invisible para el pueblo, el delicado equilibrio entre la
mitificación y la objetividad. En la noche de Varennes, la absurda huida de Luis
XVI y María Antonieta, los pobladores nunca habían visto en vivo al rey, jamás
habían entrado a Versalles, lo reconocieron por la efigie de las monedas y dieron
la señal de alarma: el rey está abandonando a su reino. Esa era una de las
funciones de estas obras, de los grabados que se hacían a partir de las pinturas, y
es el mismo fin de las imágenes religiosas, darle visibilidad a un ser que vive fuera
de la realidad y de la sociedad. La inclusión del rey en las monedas y más tarde
en los billetes, es la cúspide de la representación: el dinero es poder y a su vez el
poder del gobernante es decidir cuánto vale su dinero, de ahí dimos el paso para
convertirlo en el nuevo dios.
JEAN RAC, FELIPE V, REY DE ESPAÑA

La representación del rey no es una superficialidad, el mito depende


irremediablemente de la obra, la herencia elegía pero el artista erigía. La
configuración de la persona en un lienzo lo sacraliza, ya no es humano, es obra,
es inmortal. Lo podemos ver en Felipe IV pintado por Gaspar de Crayer, la
armadura es un cuerpo dorado, sobrehumano, ornamental. El Felipe V de Jean
Rac, el terciopelo azul de la casaca, inconcebible fuera de esa pintura y la mano
imitando el gesto de la anunciación: sus órdenes son designios. El gran poder y
privilegio que tenía la monarquía era inventar sus virtudes y materializarlas a
través del arte, no necesitaban actuar, ni siquiera gobernar, bastaba posar, el
artista haría lo demás. El gran poder que tuvieron Velázquez, Rac, Crayer fue la
creación de obras maestras que han sobrevivido al juicio de la Historia, el arte
continúa y las monarquías son obsoletas, anacrónicas. El rey muere y el arte
permanece.
JEAN RAC, FELIPE V, REY DE ESPAÑA, detalle.

Actualmente la sociedad protesta porque resulta “costoso” que un gobernante


comisione su retrato a un pintor talentoso, es un reclamo absurdo, gracias a eso
por lo menos nos queda algo valioso del infausto legado de la mayoría de los
gobernantes. El retrato de un rey vale más que su reinado.
Quiero aclarar que el MUNAL, y su curador no me convocaron al evento que
hicieron sobre mi texto Yo, el Poder. Es un acto de cobardía y censura por parte
del MUNAL y su curador porque me despojaron del derecho de réplica. Me
imagino que así de débiles fueron sus argumentos para una exposición mal
montada, sobre saturada de objetos y con una selección de obra arbitraria. Si le
tienen miedo a la crítica, no hagan exposiciones, hagan banquetes que para eso
sirve el MUNAL.

MARIANA DE AUSTRIA, REINA DE ESPAÑA, DIEGO VELÁZQUEZ, detalle.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 15:08 11 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE HISTORIA DEL ARTE, PINTURA


SÁBADO, 8 DE AGOSTO DE 2015

PIRATERÍA DE AUTOR.

Murakami, Vans show

El contexto más redituable para el arte VIP (video-instalación-performance) es la


bolsa, los zapatos, la ropa. El nombre del museo o de la galería se sustituye por el
de la marca: Louis Vuitton, Prada, BMW, que además encumbran el nombre del
artista. Lo fashion es vender el arte como un objeto de lujo no como una obra
intelectual o poética, es el nuevo Rolls Royce. Warhol dijo que los objetos vulgares
son arte y ahora el mercado del lujo resignifica las obras vulgares en iconos de
laneo-pop-culture, los convierte en dinero y moda.
Murakami Vans Shoes

Louis Vuitton le canceló a Murakami un contrato que había durado diez años,
porque le vendió sus monitos infantiloides y happy faces aVans. Es una tragedia
artística porque si los monos de Murakami estampan unos tenis de 1,600 dólares,
se percibe que es un artista costoso, stylish o lo que la retórica VIP crea de él, y si
su “obra” está en unos tenis de Vans de 65 dólares, entonces el caché del artista y
su “significado” caen estrepitosamente al nivel de los tenis de Winnie the Pooh de
la colección Disney. Eso sucede con su obra, expuesta en las galerías más caras
de las ferias de arte o en los muros de Versalles es presentada como arte, pero si
está en una tienda de todo a cien, entonces es desechable y sin ningún valor
intelectual, ontológico o cualquier concepto paranormal que le asigne el curador.
La obra de Murakami es igual a Winnie the Pooh, la decepción para sus
coleccionistas es que decorando sus accesorios de miles de dólares era un prêt-à-
porter o ready to wear de su colección VIP, en cambio ahora su obra y sus
accesorios están devaluados porque estampan tenis para gente que jamás
compra esculturas de manga o comisiona retratos con flores. El arte VIP (video-
instalación-performance) se benefició porque las firmas y sus objetos están muy
bien posicionados, con o sin los colores que le aplicó Murakami, Viutton ha
vendido exitosamente esos accesorios por más de un siglo. Lo que ganan las
firmas es que el concepto de arte tiene un peso cultural, un diseño “artístico” es un
extra que permite subir el precio.
Murakami fake bag.

La plataforma que lanzó definitivamente a Yayoi Kusama también fueLouis


Vuitton, no un museo, una obra o su fulgurante trayectoria. El staff de la firma
replicó los lunares en las tiendas, ropa y accesorios, ella dió el nombre y una idea
elemental. El consuelo que le queda a Murakami es que el verdadero negocio,
como todo el estilo VIP lo sabe, no está en ser original, está en copiar y en la
piratería. Siguiendo las enseñanzas de Walter Benjamin, la reproducción
mecánica del made in China le regresará la gloria y el negocio perdido. El aura
que tan fantasmagórica resulta para el estilo VIP, la resuelve con un precio
accesible, una red de ventas aplastante y dinero que navega en paraísos fiscales.
Los cánones de copiarse a sí mismo y del plagio VIP le permiten asociarse con la
industria de la piratería que ya se apropió de los logos y los diseños, y patentar el
pirata-original, ya no necesita a esos exigentes peleteros que ignoran que en el
estilo VIP no existen los derechos de autor, que el plagio es legalmente fair use y
que si en la etiqueta agrega un texto que hable de que esa bolsa o esos zapatos
son un “cometario crítico a la noción de autoría, al monopolio que ejerce el
neoliberalismo y las nuevas formas de producción, etcétera” escrita por el director
de la Bienal de Venecia, hasta consigue que en la Sala de Turbinas de la Tate
expongan miles de productos con sus diseños y legalizan el mercado negro. Louis
Vuitton paga 15 millones de euros anuales en abogados que se pelean con los
fabricantes piratas, Ebay fue condenada por la Corte Comercial de París a
pagarles 36 millones de euros por daños al vender falsificaciones, ese dinero sería
para Murakami y sus socios.

Con los Murakami pirata-original, el negocio de la falsificación encontraría una


coartada legal para su mercado, bastaría con esgrimir los argumentos de los
abogados de Koons y Richard Prince. Además se haría justica a toda la clientela
que compra piratería, por fin no sentirán que son cómplices un delito o de algo
ilegal. La revolución económica, artística y social sería tal que vender y comprar
un Murakami pirata-original sería un performance, una obra del estilo VIP.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 13:14 3 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE ARTE CONTEMPORÁNEO, ARTE Y DINERO

DOMINGO, 26 DE JULIO DE 2015

PRIMERA BIENAL DEL PAISAJE.

Hernaín Bravo, video instalación

La experiencia que el artista tiene con el paisaje: la contemplación, observación,


reinterpretación y representación es justamente lo que no está en la Primera
Bienal de Paisaje expuesta en el Museo Carrillo Gil. Las obras seleccionadas, las
delirantes cédulas y el concepto que tratan de implantar como paisaje es producto
de una deformación intencional de un género de las artes plásticas. La Naturaleza
la experimentamos todos, vivimos y somos parte de ella, el paisaje condensa ese
entorno, la metrópoli misma está incrustada dentro de la Naturaleza y conforma un
paisaje.
Los jurados VIP de esta Bienal afirman que su selección es la evolución del
paisaje, pero ¿cómo pretenden evolucionar una idea que no han comprendido,
que es más, ni siquiera están capacitados para ver? El paisaje no es información,
no es literalidad, ni panfleto político, y tampoco terreno, el paisaje es invención,
transformación y creación, es producto de las emociones y sensaciones del artista.
La verdad del paisaje no está en la obviedad, está en la metáfora que constituye
una verdad distinta a la inmediatez. El paisaje parte de un exterior, pero se
construye en el interior, es una obra profundamente individualista, meditativa, es la
psique del artista la que ve, la que padece y describe ese lugar.

Pablo Lopez Luz, fotografía.

La selección se divide entre la infección de creer que Google Maps es paisaje, la


degradación en que ha caído la fotografía desde que los artistas VIP tienen un
teléfono con cámara en sus ociosas manos, y un montón de grabaciones con
ruidos y videos que podrían inscribirse en bienales de distintos temas y en todas
encajarían sin problema. El primer lugar es una fotografía aérea de la frontera
entre México y Estados Unidos, es información, lo que la cédula diga sobre las
relaciones entre los dos países enfatiza el valor puramente panfletario de la
imagen. La mención honorífica es una oda a la infantilización del estilo VIP:
alguien “dibuja” sobre el vidrio del microbús lo que él considera que es un “mapa
del paisaje”, y los jurados VIP la seleccionan por su “ironía”. El paisaje no tiene
“mapas”, al margen de que la torpeza del dibujo no es ni un mapa, ni nada
debidamente cartográfico, el paisaje es un punto de vista que se separa de la
cartografía porque está dentro del pintor, de su percepción, no es una guía Roji o
GPS, es abstracción.

Fernando Brito, fotografía.

La otra mención son dos fotografías de cadáveres en despoblado, de esas que


hemos visto en los periódicos y que mis compañeros reporteros gráficos han
hecho desde hace años arriesgando su vida, pero el estilo VIP y su statement no
los considera “artistas”. El tema central y lo que captan estas fotografías no es el
paisaje, son los cadáveres, aquí confunden la escenografía con el sujeto. Entre las
pocas pinturas seleccionadas, Palapa-jacuzzi no es paisaje y es infame, el
problema con la pintura es que es tan exigente y veraz que no hay cédula que la
rescate del oprobio. El paisaje de Carlos Cesar Díaz Castro, es muy logrado y se
ve raro ahí expuesto, le hicieron un honor negándole el premio de adquisición.
Rafael Uriegas, Palapa Jacuzzi, 2014

Estos artistas VIP y jurados VIP se deberían dar de alta como choferes en Uber
para encausar sus inquietudes con el terreno. Las obras centrales de ésta Bienal
son las cédulas y la inyección de tinta, no es de paisaje, no hay paisajes, hay lo
mismo que en cualquier exposición de arte VIP; de hecho si se siguen a la
exposición del piso de arriba titulada LARA, y a todo lo ahí montado le plantan una
cédula de paisaje ya es válido como tal en este criterio VIP. Al estilo VIP le faltan
ideas y le sobra verborrea, entonces ¿para qué distorsionan un género de las
artes plásticas para acomodar sus obras?, si son capaces de inventarse esos
textos para denominar paisaje a unos machetes sobre revistas, invéntense un
título o categoría para sus obras VIP con piedras, ruidos y demás cosas de su ya
gastadísima y muy limitada caja de herramientas “artísticas”. La Bienal de Paisaje
logró lo imposible: reducir la inmensidad espiritual, visual y emocional del paisaje
en un chistorete o un panfleto, y además expulsaron al espectador, a la
contemplación, la belleza y la imaginación.
Olivier Yocupicio, instalación.

Guillermo Alvarez Charvel, Separador de paisaje, 2013, instalación.


Carlos Cesar Diaz Castro, Primeras lluvias, 2014

Alvaro Verduzco, Monólogo, audio en monocanal, 2014

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 15:57 31 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE ARTE CONTEMPORÁNEO


DOMINGO, 19 DE JULIO DE 2015

COPYPASTE.

El uso de la tecnología genera una forma de conocimiento falso o estéril al que la


gente accede sin escepticismo, este desordenado cúmulo de datos, aplicaciones y
contenidos son aceptados como axiomas. La ignorancia se siente cómoda en
internet, hace alarde de su vulgaridad y se jacta de convertirse en viral,
en trending topic, en la más vista, los hits son entidades ideales que se suman
otorgando un valor irrefutable. Personas con nula calidad de información, que son
incapaces de escribir una frase, creen que pertenecen a un grupo privilegiado que
accede a una “esfera del saber” si postean, twittean o suben sus fotos aInstagram.
Esta sensación de falsa exclusividad es efecto de la estratificación social que
impone el consumo de tecnología: el precio del dispositivo móvil es status.
El progreso sustituyó a la felicidad por el consumo, y hoy reemplaza al
conocimiento por el consumo tecnológico, que esto sea dirigido a la masa no es
novedad, que lo tomen dócilmente tampoco, pero que el arte tenga la misma
actitud es parte de la evasión enfermiza que nos domina. El artista VIP Michael
Mandiberg se suma a la legión artística que está haciendo su magna obra con la
impresión en papel de laWikipedia en inglés, otros artistas buscan imprimir todas
las fotos deGoogle images o las de Instagram.
Los argumentos retóricos son que el consumo de internet los define como artistas
contemporáneos y que lograrlo es un record de nuestros días.
Que Instagram o Wikipedia guarden toneladas de contenido no determina la
calidad. La acumulación es la gran ventaja de los formatos digitales, lo mismo en
cantidad de datos que en aprobación, los usuarios tienen un capital en el número
de hits, que son directamente proporcionales al nivel de estulticia, es innegable
que los trending topics o lo más viral es una frase, imagen o video degradante. Al
absorber indiscriminadamente ese contenido para integrarlo en una “obra de arte”
devalúan el concepto de conocimiento y le dan a ese acervo banal una
trascendencia para la que ni siquiera fue pensado, la mayoría de las fotografías
que circulan en la red son basura, Wikipedia hay decenas de miles de entradas
con información sin valor académico. En una obra de arte el significado es el
contenido, en estas obras el significado es la desvaloración del conocimiento para
empoderar el volumen, la misión merece ser llevada a cabo por la inmensa
cantidad de documentos depositados en las plataformas digitales, no por su
relevancia. Internet ha revivido el dogmatismo más primitivo, que otorga total
confianza y es incapaz de generar duda, los artistas VIP no deciden, toman todo y
se convierten en propagandistas de la avalancha de ignorancia que domina en la
red.

El porcentaje de información con calidad que habita en la red es infinitamente


menor al material que entretiene con su estulticia o que manipula a millones de
personas. En lugar de darle permanencia y tangibilidad dejemos que continúe en
la frágil virtualidad que le da la opción de borrarse. No tenemos que preservar las
fotos de los culos de millones de exhibicionistas, ni las consignas políticas
oportunistas, si quieren ser artistas de su tiempo acepten esa inmaterialidad y
déjenlos desaparecer. El arte VIP está en contra de la trascendencia, es efímero
en sus ideas, materiales y propuestas, entonces asuman la obsolescencia de la
corriente digital y entiendan el sentido de sus obras en el bote para desechar
teléfonos móviles que ponen en las tiendas. Apropiarse del contenido de la red,
imprimirlo, llamarlo arte, poesía y demás calificativos publicitarios incentiva el
consumo y la ignorancia de un acceso acrítico a una amalgama de datos que
deben ser analizados con un juicio severo. Después de décadas relacionándonos
con internet a través de los distintos dispositivos que ofrecen y que generan
millones de dólares, aceptemos que la ignorancia vende más que el conocimiento
y que gran parte de lo que suben en la red es para mantener a la masa
consumiendo, entretenida y para que deje de pensar. Al arte VIP le beneficia ésta
insensibilidad y complacencia para seguir expoliando becas y museos, mientras
menos critica sea la sociedad más posibilidades tienen de sobrevivir.

PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 17:48 9 COMENTARIOS ENLACES


A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE ARTE CONTEMPORÁNEO

DOMINGO, 5 DE JULIO DE 2015

ADAPTARNOS A LA MEDIOCRIDAD.

La adicción a la comodidad y al menor esfuerzo contagió al arte y a la literatura.


Está de moda la adaptación de los autores clásicos que llaman “traducciones”
para que el lector contemporáneo, sin tiempo, con un lenguaje mínimo y con
intereses fugaces se aplique a leerlos. Los editores piensan que así van a vender
más libros, porque como siempre en estos casos, se trata de un asunto
pedestremente comercial. La literatura debe ser como fast food, prehecha, sin
complicaciones para que el consumidor saque del paquete algo premasticado y ni
siquiera tenga que triturarlo para digerirlo.

El aniversario del Quijote no es para motivar su lectura, es para que autores que
carecen de la estatura de Cervantes apliquen su estandarizado vocabulario y
trasformen la novela. El contenido de una novela es también el vocabulario, el
estilo para hablar de una época, el autor la pensó así, reflexionó sus frases,
imaginó la anécdota, desarrolló la trama con esas palabras, no con las de Pérez
Reverte o Trapiello. El idioma de Cervantes ya no existe como tal, y eso
justamente es parte del valor de la novela, porque tampoco existe su mundo, ese
Siglo de Oro, esa España poderosa y oscura. Es incongruente que un personaje
hable con un lenguaje “actual “o “traducido” y viva en otra época, para eso, los
autores ya podían convertirlo en zombi o Mad Max, algo más vendedor, para qué
se limitan, se supone que es para un lector moderno.

Si vamos a leer un libro la dificultad es parte de la lectura, el que no quiera hacer


un esfuerzo que no lea, para eso existe twitter, hay toneladas de contenidos
basura en internet, que lean los whatsapp infrainteligentes que se envían como
parte de su comunicación social. En una entrevista Trapiello dice que la gente
sufre, “se abruman y se derrotan con la lectura” del original, entonces que lo
reduzca a 140 caracteres, así nada de dolor. La gente que sufre leyendo que
pague el precio de su acomodaticia ignorancia, se quede con lo que le gusta y viva
sin ejercer sus neuronas.

Entender un libro no es instantáneo, un libro se relee, se estudia, toma tiempo, la


comprensión es paulatina, entender rápido es parte de la cultura banal que se
vende para desecharla. Los editores no se dan cuenta que alguien que no quiere
hacer el esfuerzo de leer no va a cambiar porque le resuman y le traduzcan el libro
del español al español. Leer es la oportunidad de saber muchas cosas, entre ellas
más palabras, aplicarlas, aunque sean del pasado, es conocimiento. Para los
modernizadores de la literatura el contexto histórico y social es un problema, ven
su propia época como un ideal, y el pasado se tiene que adaptar, y ¿quién decide
que el habla de hoy es mejor que la del pasado? Actualmente la gente habla con
monosílabos, no saben explicarse sin groserías y se regodean de la fractura que
viven con el lenguaje, lo de menos es que no lean, de todas formas con suerte
ganan las elecciones para gobernador o se hacen estrellas en la red.
PUBLICADO POR AVELINA LÉSPER EN 18:22 17 COMENTARIOS ENLACES
A ESTA ENTRADA

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICOESCRIBE UN BLOGCOMPARTIR CON


TWITTERCOMPARTIR CON FACEBOOKCOMPARTIR EN PINTEREST

CRÍTICA DE ARTE LIBROS

SÁBADO, 27 DE JUNIO DE 2015

QUÉ DIFÍCIL ES VIVIR SIN BELLEZA.

Qué difícil es ser un dios del director Aleksei German.

“En este planeta no existía la belleza”, dice el narrador de la película rusa Qué
difícil es ser un dios del director Aleksei German. La historia sucede en un
agobiante ambiente parecido a una Edad Media de suciedad, enfermedad,
superstición, violencia, hacinamiento. En su notable ausencia entendemos que la
belleza es un concepto que va más lejos de la apariencia, es filosofía, es
conducta. La distorsión de este concepto, la increíble ignorancia que lo remite al
aspecto racial o físico, a la oferta de la publicidad y la sociedad de consumo, ha
convertido a la belleza en algo prescindible, y lo más grave, incomprensible.
Aleksei German literalmente nos tortura con su película, es un trabajo soportarla,
este efecto es el que nos hace conscientes de la degradación humana que implica
vivir sin belleza.
Qué difícil es ser un dios del director Aleksei German.

La híper simplificación del arte comenzó con el rechazo a la creación de obras que
fueran capaces de sublimar la realidad y llevarla a un plano intelectual y estético
que rompiera con la promiscuidad del pensamiento inmediato. La existencia de la
obra tenía que reducirse a lo más fácil para que una falsa intelectualización,
contraria a la percepción real, la presentara como arte. La primera dificultad a
vencer fue la belleza y la expulsaron del arte, esa representación capaz de
sublimar hasta la más terrible manifestación, se cambió por la literalidad y la
inmediatez. La inteligencia que deja de crear la belleza ya no es capaz de
apreciarla. Las obras del estilo VIP no son así porque denuncien a nuestra
sociedad banalizada y violenta, son así porque son un producto de esa sociedad.
No son reflejo del problema, son parte del problema. ¿Qué queda del resto de la
sociedad? No podemos disfrazar con retórica a la consecuencia de esta
involución, la sociedad se está brutalizando.
Y no se trata de buscar lo bonito que la sociedad de consumo vende y que es la
estética del estilo VIP.
Qué difícil es ser un dios del director Aleksei German.

El arte es una síntesis y representación de lo bello, que sin embargo puede ser
una visión, una narración atroz, la película German tiene una iluminación
preciosista y el tema es casi intolerable. La belleza es una abstracción, el primer
contacto que tenemos con ella es la naturaleza que definimos como bella al
separar o abstraer sus elementos: color, equilibrio, luz, sonidos, formas. La
inteligencia con esa abstracción comprende, replantea y representa esos
elementos: crea arte. Este proceso de armonía y equilibrio se prolonga a la
existencia, podemos abstraer el sonido del agua y meditar con él, podemos
abstraer el silencio y estar en ese equilibrio al que entendemos como belleza.
Entonces la belleza tiene en el arte solo una de sus manifestaciones, la belleza es
conducta, lenguaje, sentimiento, vacío, orden, todo eso que buscamos, justamente
para poder asimilar y vivir la realidad. Al expulsar a la belleza del arte por la
ignorante facilidad que supone una falsa libertad para crear, caímos en una
trampa existencial, perdimos uno de los avances más valiosos de nuestro
pensamiento abstracto, porque la belleza como abstracción logra la trascendencia.
Al ser una idea que nos permite trasformar a la realidad y tener otra relación con
ella, la trascendemos.

El ambiente de la película de German es abyecto, no hay un instante de reposo,


cuando estamos en la realidad, que es como esa película, y escuchamos música,
vemos una escultura, nos abstraernos de la realidad, la trascendemos, somos más
que ella. No hay fuga, hay noción de nuestro ser, nos encontramos fuera de lo que
nos traga, porque nos integramos a esa belleza, la experimentamos, la hacemos
nuestra: el espacio de equilibrio al escuchar a Bach está dentro de nosotros.
Esa experiencia se pierde si vamos a un museo y hay un montón de escombros,
un letrero con una obviedad escrita, unos focos, presenciamos algo más bajo que
la realidad porque carece de su circunstancia, aun con la tesis curatorial no puede
proporcionar la experiencia de trascender. Sin la belleza únicamente nos queda
asumirnos como tragadores de comida, depredadores del ambiente, como un
estorbo en el planeta. Nuestra razón de ser, para estar aquí en el presente es
mantener esa capacidad para habitar, sentir, vivir y crear belleza.

NO FUE UN ERROR

Es muy fácil y abusivo culpar a alguien que no se puede defender. El Museion


Bolzano/Bozen de Milán culpó a la limpiadora del retiro de la instalación de basura
de las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari, dijo que limpió la sala y envío
todo al lugar original y el más apropiado: el vertedero. Analizando cómo trabaja un
museo, la cantidad de personas que están involucradas en un montaje, desde
museógrafos, gente de oficina, curadores, los aristas y hasta galeristas es
imposible una intervención de este tipo. En una galería es distinto, porque es un
recinto particular con sus propios sistemas de seguridad.

El Museion está especializado en arte contemporáneo, esto significa que no es la


primera vez que el personal que trabaja ahí ve un montón de basura, objetos
cotidianos, excrementos, restos de material de construcción y el larguísimo
etcétera que se convierte en arte por la arbitrariedad del discurso y el contexto.
Cuando un museo tiene un evento o coctel se calendariza y el personal sabe que
va a trabajar extra para poner orden, no se encuentra con un tiradero y lo limpia,
repito es un museo no una casa. Especulando con la realidad de los hechos, que
es la infraestructura de una institución pública, lo más factible es que esto sea una
reacción del personal del museo, es decir, un acto de rebelión: la guerrilla del arte.
Es obvio que dentro de los museos VIP el personal está harto de las exposiciones,
en México lo vemos en museos como el Carrillo Gil que los cuidadores se están
durmiendo y se ríen cuando les preguntamos si eso es la obra o es basura. En la
exposición de Gabriel Orozco en el MoMA yo vi que el guardia se reía cada vez
que advertía que la caja de zapatos era una obra y que no la pateáramos; en el
New Museum el público levantaba la obra que era una cáscara de plátano tirada
en el piso y la cuidadora iba enojada a ponerla en su lugar. Es la labor
fundamental de las cédulas, que nos advierten que eso no es basura es una obra.

¿Por qué tendría que ser un error que alguien en protesta limpiara el lugar y
llevara esa basura al vertedero? ¿Por qué un juicio crítico es un acto de
ignorancia? Porque el arte contemporáneo VIP insiste en llamar ignorantes a los
que niegan que eso es arte. En un ataque clasista dicen que fue la limpiadora
como quién dice "es que ella no sabe de arte", pero la limpiadora sí sabe en dónde
trabaja y que ahí es común que expongan basura. Alguien que tiene poder en el
museo y que sabe de arte ordenó que limpiaran esa sala, alguien cansado de ver
banalidades y zafiedades lo hizo para que los curadores y las artistas lo supieran.
Es un juicio crítico impecable, justo y valiente, esa basura no tiene cabida en el
arte. Es terrible que algo que no vale nada, que pierde su condición de arte fuera
del museo, esté haciendo tanto daño a la verdadera creación artística y a la
inteligencia humana. Este acto le dio una lección de realidad al museo, solo la
corrupción del arte VIP permite que esa basura sea llamada arte.

COMENTARIOS:

José Miguel Costa dijo...

Me he enterado hoy, y me gustaría que pudieses, querida Avelina, ver mis


comentarios en cierta comunidad de Facebook, pero comprensiblemente no tienes
cuenta en esta red (debes recibir la leche de insultos y groserias por las cosas que
dices).

Sigue así, Avelina, los que intentamos hacer arte, en mi caso pintando mal que
bien, necesitamos opiniones sinceras y y directas como la tuya ante toda esta
mierda (literalmente) que se instala en museos y salas de exposiciones como
mantra del arte.

30 de octubre de 2015, 16:13

Anónimo José Miguel Costa dijo...


Y por cierto Avelina, aparte de pintar(casi como diletante por causas personales,
con estudios y formación), soy vigilante de seguridad. He trabajado en el Centre
D'arts Santa Mónica de Barcelona, un antiguo convento del siglo XVI destrozado
arquitectónicamente en aras de la modernidad(pusieron un techo de hormigón
tapando totalmente un claustro del siglo XVI, DIOS MÍO!!!), lugar donde se suelen
exponer porquerías de este tipo, y puedo decirte que m opinión y la de los
funcionarios y compañeros de empresa allí destacados era del tipo de las que tu
reflejas.

30 de octubre de 2015, 16:33

Anónimo Anónimo dijo...

Revisando el sitio del dúo https://goldiechiari.wordpress.com/ veo que como


artistas VIP no lo están haciendo nada mal. Entrando a especular le voy a que
esto es marketing guerrilla (y con ayuda del Museo; no es primera vez que
exhiben allí), porque son este tipo de noticias sobre arte las que se viralizan y
compran los mares de aficionados al buying (pero con alto conocimiento estético).

30 de octubre de 2015, 22:41

Pues claro que no fue un error : FUE UN MONTAJE!!!

De qué otra manera podrian esa obra, artista y museo mediocres y desconocidos
convertirse por un dia en noticia mundial, de las que cierran el informativo en una
televisión generalista?

Hace falta el viejo truco de "la limpiadora tiró a la basura la obra" ... para que algún
telespectador despegue el ojo y mire por pura curiosidad qué clase de mierda era
esta vez la "obra" ;D

Pero en este mundo fantasma y mediático, la repercusión mundial que ha


conseguido esa BOBADA de obra ya es un triunfo descomunal. Por eso los
mejores dibujantes y pintores están casi todos en el mundo de la ilustración. La
maquinaria específica del Mundo del Arte -con tanto marketing y curador
interpuesto- repele el talento y solo funciona de manera óptima cuando el producto
de partida es basura.

31 de octubre de 2015, 9:56


Anónimo Anónimo dijo...

Apropósito, el artista VIP Pablo Helguera te escribió esta carta abierta hace unos
meses http://www.cain.mx/C6/11.html

Tomás Pariente Dutor dijo...

A mi también me parece un truco, no es la primera vez que pasa. Economia de la


atención lo llaman.

31 de octubre de 2015, 14:49

Anónimo Miss Tide dijo...

Es verdad, gracias a la economía de la Atención, ahora sé que existen las señoras


Sara Goldschmied y Eleonora Chiari. Es más hasta las gogleé para ver sus
trayectorias y efectivamente trabajan con instalaciones de basura, collage y
performance feminista. Antes del incidente casi no hay menciones de ellas. Hay
que reconocer que los del Museion tuvieron un instante de inspiración. Ahora
vamos a ver el recurso curatorial de la "limpiadora despistada" en la Tate Modern,
el Moma, el New Museum y hasta en Documenta y la Biennale de Venecia.

31 de octubre de 2015, 15:14

Blogger Teófilo Guerrero dijo...

Avelina, ¿y los argumentos?

Luis Adolfo dijo...

La señora de la limpieza es como el niño que vio al rey desnudo. Punto.

1 de noviembre de 2015, 0:07

Eso pensaba yo, la basura es basura, el arte es arte y lo más que se ve ahora es
basura.

Me voy para Altamira o Lascaux...


1 de noviembre de 2015, 11:02

Anónimo Brasas dijo...

Al señor de "los argumentos": Aporte usted alguno, ya que quiere disentir!

Revela un ego desmedido pensar que con media frase sin verbo puede uno rebatir
el artículo de alguien, no le parece? :D

1 de noviembre de 2015, 23:51

Blogger salero dijo...

Ya no es la técnica, sino en el contexto en que uno pone "la obra" a exponerse.


Ahora que a la basura se le considere obra. Gracias por compartir, Avelina.

2 de noviembre de 2015, 11:04

Anónimo José Miguel Costa dijo...

Al señor de "los argumentos" le digo que estoy hasta los cojjj... de vaguedades y
de que se escuden en "¿Que es el arte?" para hacer m... err... porquerías que no
requieren más que textos curatoriales y cosas sencillas de hacer. Comenzando
por mi paisano el difunto Antoni Tàpies,un tío listo que por cocer barro sin factura,
quemas madera o dar brochazos a una tela de saco sin mucho más fué uno de los
adalides de la contemporaneidad artística. Y encima su fundación privada recibe
millonadas del erario público de la Generalitat de Catalunya y del gobierno
español. ¿Argumentos??? Aquí tiene uno contundente. Tàpies= factura básica +
humo vervorreico. La fundación Tàpies de Barcelona se llena cuando invitan a
gente a piscolabis (canapés), cuando llevan a los niños y adolescentes de las
escuelas y poco más. TÀPIES NO COMUNICA. Y es solo un endiosado ejemplo.
JUEGOS.

Aleksandra Mir, The Seduction Of Galileo Galilei 2011

Jugamos a matar, jugamos con armas, con comida, con el dinero, con violencia,
con el honor de otras personas, los seres humanos no tenemos límites éticos para
lo que llamamos juego y diversiones. La connotación infantil y creativa del juego lo
ha convertido en un concepto de apreciación positiva, enmascarando verdaderas
perversiones de la conducta. ¿Por qué los seres humanos necesitamos divertirnos
cada momento? ¿Por qué es tan urgente que todo se banalice y se reduzca a un
juego o un chiste?

Desde la infancia, con la fórmula “aprender jugando” que los pedagogos


impusieron, convirtieron a la comida en juguete y ahora derivó en obesidad infantil,
la comida basura se vende como recompensa y diversión, el cinismo es
que Bimbo tenga un Museo del Niño al que deberían llamar museo de la
promoción de la diabetes infantil.
Tom Friedman, Big Big Mac, 2013, styrofoam and paint 2

El juego valida actos deplorables, matar animales y tortúralos se hace por


diversión, eso arranca la risa o el aplauso. La afición a la violencia y a las armas
es porque han dejado su estatus antisocial para ser entretenimiento. En las redes
sociales la gente insulta y difama o sube acciones deleznables porque eso es
“chistoso”. Esta adicción a la diversión fomenta conductas patológicas, y la raíz
está en que nuestro apetito de sensaciones “agradables” es insaciable. Enemigos
de la seriedad, confundimos la alegría con la hilaridad, la vida debe ser un
perpetuo programa de chistes y pastelazos. Para conseguirlo convertimos lo más
grave en divertido y rechazarlo nos estigmatiza “no tienes sentido del humor” “eres
un amargado”. Esta patología hace que la gente golpee y ultraje vagabundos,
el bullying entre los niños y adolescentes, son crímenes que causan risa, que
graban en video para hacer alarde de lo bien que lo pasaron haciéndolo, ni
siquiera lo ocultan.
Florentijn Hofman’s Giant “Rubber Duck”

La diferencia entre la capacidad lúdica y la adicción a la banalización es que una


es creativa y la otra es destructiva, una crece la otra reduce a nada, despoja a
algo de su valor para poder vejarlo, la vida de un animal no merece respeto
porque se “divierten” maltratándolo. En Estados Unidos y en Europa, no dudo que
en México también, la gente está enviando al refugio de animales a los gatos color
negro porque no salen bien en el selfie y abandonan a los perros para no
cuidarlos, los animales son juguetes, y si dejan de entretener se desechan. El
fenómeno está en que la adicción a esta sensación implica superioridad, el que
agrede, se burla o daña tiene autoridad sobre el otro, que es vulnerable, es un
disfraz de la egolatría. La sensación a la que se enganchan es a esa superioridad,
les da el gran poder de someter a otro, de despojarlo de su dignidad. El ego que
pide esto cada vez quiere más porque es insaciable, y es cuando la sociedad se
escandaliza y se pregunta cómo llegó a esa degradación, pues con el camino más
fácil, sin poner límites, dejando que el niño juegue a maltratar un animal, a un
compañero de la escuela, hasta que tenga 20 años y juegue con una pistola.

Esas diversiones son evasiones de nosotros mismos, del vació de la existencia, y


creemos que así adquiere sentido. Diversiones que degradan a la persona
convirtiéndola en un paria de sí mismo.
EL INFIERNO DEL EGO.

Expulsión del Paraíso. Juan Correa, siglo XVII. Óleo sobre tela
La terrible obligación de ser está fuera de nuestro mundo, en otro que no
podemos abarcar, comprender o conocer. La conciencia de nuestros actos es el
primer paso, noción horrible, a partir de ese momento la causa y el efecto nos
darán una guía. Juan Correa pintó su extraordinaria obra La expulsión del
Paraíso en 1680, su composición parece inspirada en el Paraíso Perdido de John
Milton publicado en 1667. El drama de esta fábula radica en que Adán y Eva no
tienen opción, no hay posibilidad de hacer una elección correcta en la ignorancia
de una realidad voraz con nuestras fallas. Son seres amorales y su expulsión,
como el príncipe Siddhartha, los inicia en el difícil camino de adquirir una ética
personal. En ese momento entran al primer estado moral, el del miedo, actúan
siguiendo la autoridad de un ser más poderoso.

La composición es idéntica a la descripción de Milton: en un ángulo están Adán y


Eva, vestidos, conscientes de su desnudez, una de las primeras manifestaciones
de la conciencia es la vergüenza. En el poema de Milton la serpiente le habla a
Eva durante un sueño, la irrealidad es el territorio del ego que pide y ofrece
banalidades, por eso no aparece en la pintura, porque el acto de ceder se ha
consumado. La pareja está de rodillas, la tragedia es que apenas saben que su
falta fue seguir la voz del ego, que los despojó de la paz de no desear y
emprenden con dolor su viaje al conocimiento de la realidad y de ellos mismos, el
miedo a ese trayecto espantoso, sin certezas, los hace suplicar un regreso
imposible.

A un lado están un conejo, que es la lujuria, una ardilla que es la astucia y maldad
del Diablo. El Arcángel Miguel, como en el poema, cumple la misión de
expulsarlos del Paraíso, señala el cielo con la espada de fuego, les reprocha la
dimensión de su falta y les advierte que aunque aspiren al perdón jamás
regresarán a ese Paraíso marcado por un umbral simbólico, translucido, triangular
porque es divino, no es un sitio físico, es la frontera entre la vida espiritual y la vida
material, entre la satisfacción y la insatisfacción. El árbol es símbolo de la
materialidad que crea ataduras, evoca a la vegetación de la Nueva España, los
pensadores novohispanos especulaban que el Paraíso recobrado estaba en este
continente, el Diluvio no había castigado sus tierras en las que iniciaría una nueva
era de Adán. El árbol cargado de frutos es hermano del Árbol Florido de los
mexicas, del jardín del palacio donde habitaban los Padres Divinos, germinado de
semillas-corazones, sus ramas sangraron cuando los hijos desobedientes las
cortaron violando su abundancia. Los Padres los expulsaron, condenándolos a
habitar en esta realidad.

Milton canta: “Happiness in his power left free to will. Left to his own free-will, his
will through free… Yet mutable”. Controlamos nuestra felicidad pero la libertad la
puede convertir en otra cosa, la mutabilidad de la voluntad es una característica de
esa libertad. La abundancia que han perdido Adán y Eva es la de la satisfacción,
ignorando la voz del ego tenemos lo que necesitamos, eso nos hace
verdaderamente libres, porque nos tenemos a nosotros mismos, somos uno. El
trabajo cotidiano que ahora tienen como castigo es saber cuál es la satisfacción
real y el hambre a la que el ego nos condena. Este castigo los empujará al
proceso que da sentido a la existencia: conocerse, saber que son débiles, que
sólo formando su propia ética tendrán una razón de ser, que esa sabiduría los
mantendrá lejos de la tiranía del ego.

COMENTARIOS:

Anónimo José Miguel Costa dijo...

Me encanta leerte, Avelina. Yo mísmo he aprendido a usar las redes para solo
cultura y asuntos personales necesarios, apenas me gusta chatear con nadie por
messenger ni whatsapp. En mi Facebook (ya veo que no tienes) me dedico a
publicar imágenes de obras de arte y noticias (aparte de alguna obra propia, ya
que el mercado del arte en mi ciudad es muy pequeño e intento esquivar a
galeristas que cobran ciento y la madre por exponer), y mantengo un grupo
dedicado a promocionar el Rock en todos sus géneros (Rokabilly, Metal, etc). La
red me sirve para conocer nuevos artistas, y me ha servido para conocer tus
textos y poder ver "El Milenio Visto por el Arte" y "La poesía vista por el arte", que
en España solo se pueden ver por Youtube. Creo que Internet... pues depende de
como se use. Como los periódicos o la TV, es un reflejo de la sociedad, al menos
de las proyecciones masivas en las cuales esta sociedad se desea ver
proyectada. Creo que la diferencia con Internet y todas sus aplicaciones es que
esta penetra más en la cotidianidad de las gentes (móvil, pc...), y que al estar
disponible las 24 horas del día, sus efectos positivos y negativos se multiplican.
Cada día tomo el tren para ir a la universidad y a trabajar, y veo a muchos
pasajeros embebidos en su mundo de "messenger", y si, en su ego. El móvil ya no
es un teléfono, es un ordenador unipersonal que, mal utilizado hace más densa
nuestra burbuja de ego.

FALSIFICAR LA LLAVE.
Van Gogh, The Harvest, 1888 original

“¿Tiene alguien la llave de las puerta del ser, que no tiene puertas, para poder
abrirme con razones la comprensión del mundo?” Pregunta el poeta Fernando
Pessoa, la creación del arte es la búsqueda de esa llave, de esa puerta, de esas
razones. Crear y contemplar arte, una partitura, un dibujo, un poema son una
incursión en la comprensión de la realidad y de nosotros mismos. Esa llave que se
consigue con trabajo, dolor, placer, es única, irrepetible, porque el ser mismo está
implicado.

Las historias de los “grandes falsificadores” y de cómo sus obras entraron como
auténticas en museos y colecciones privadas han ensombrecido y perseguido al
arte. La falsificación del arte es imposible, nadie puede falsificar a un individuo, no
es posible copiar la existencia de una persona. La obra no es una elaboración
superficial meramente técnica que se consigue repitiendo ciertos métodos que
empleó el artista en su realización, la obra de arte es mucho más que un objeto
fabricado con materiales, es la llave de Pessoa. En el plagio literario, el plagiador
es un falso autor y no puede tener acceso al tren de pensamiento del verdadero
autor, ni a sus motivaciones, su bagaje cultural ni su instinto de cómo decir. Los
que se dicen engañados o que aceptan que un falso entre en una colección son
cómplices de una trama fraudulenta. Por ejemplo, es muy raro que no haya
denuncias de obras falsas de Andy Warhol que es el más fácil de copiar porque no
tiene “originales”, es imposible calcular cuánta obra tiene en venta distribuida en el
planeta y aun así lo usan para la especulación económica.
La policía alemana detuvo a un hombre que vendía en 15 millones de euros un
Van Gogh falso, casualmente tenía documentos ilegales del Museo de Van Gogh
que acreditaban a la obra como original ¿Quién puede falsificar la resolución de
Van Gogh de pintar dentro del abismo de su vida, cómo repetir lo que sentía en el
campo, lo que añoraba, su ímpetu volcado en el color y la pincelada que son
sensuales de tan hambrientas y desesperadas? Nadie, no hay ser humano que
pueda hacerlo. La falsificación es fraude y autoengaño, es imposible revivir el
momento emocional de un artista, el impulso o la decisión que hay detrás de pintar
un paisaje o un retrato, los sentimientos ante el modelo, el clima, la vida misma.
Es un gran aprendizaje pintar y dibujar a “la manera de…”, pero no es posible que
el individuo y su circunstancia sean susceptibles de repetirse como si de un
readymade se tratara.

Las personas que publicitan los logros de los falsificadores afirman que un
entrenamiento manual y técnico basta para crear una obra maestra, insisten en
reducir el oficio artístico en un acto mecánico sin implicaciones intelectuales y
emocionales porque están obsesionados en desprestigiar al arte, a la autoría y a
la creación. Renoir al final de sus días tenía artritis reumatoide, pintaba con un
dolor insoportable, al realizar una obra afecta el físico del artista, su peso corporal,
sus respiraciones, su cansancio o su energía, eso ¿cómo lo imitan? Si creemos
que la obra se falsifica con facilidad, entonces la creación es una fábrica inhumana
de objetos en serie hechos al gusto del comprador y del mercado.

El gran beneficio de dar crédito a la falsificación y de hacer creer al público que


nada hay de extraordinario en llegar a una epifanía dentro del trabajo artístico
individual, es que considerar como arte un objeto sin factura es tan válido o más
que una obra realizada por el artista. El objetivo del readymade y del arte VIP es
justamente deshumanizar al arte, despojarlo de sus valores para emparejarlo con
objetos sin valor intelectual o artístico. Dando por auténticos a los falsos todos
ganan: los delincuentes, los coleccionistas que adquieren una obra muy por
debajo del precio real del original, y los artistas y curadores VIP, porque así
alimentan sus teorías de que la factura no es trabajo artístico, que el autor y la
originalidad no existen y que es arte mandar hacer la obra o “apropiársela”. Los
artistas VIP podrán tener la llave de los museos, de la fama, del dinero, pero la
llave de Pessoa, esa es inaccesible para ellos, ese privilegio no lo tendrán nunca.

REFLEXIONES SOBRE ARTE CONTEMPORÁNEO. BREVÍSIMO DICCIONARIO


DE UNA IMPOSTURA.
Damien Hirst.

ARTE BURGUÉS. Este es un anti-arte burgués y ocioso que desprecia el trabajo.


Artistas que no trabajan, no estudian, no hacen. Roban, copian, designan, sobre
valúan sus objetos por un capricho de la moda, exaltan el consumismo. Es el gran
elogio a la decadencia del capitalismo.

ARTE CONCEPTUAL O CONTEMPORÁNEO. Las obras que se auto llaman arte


contemporáneo, son conceptuales, porque en todas son las ideas y el discurso el
único peso intelectual que poseen, y es el concepto lo que les da el sentido como
arte. La acepción cronológica al ser siempre inestable es inexacta. Cualquier obra,
-desde el ready-made hasta las que tienen algún tipo de factura- que hace de las
ideas su gran valor real es conceptual. Si una obra despojada de esas ideas
pierde su sentido como arte, entonces no es arte.

ARTE CONTEMPORÁNEO Y OTRAS ARTES. La música, el teatro, la literatura,


la danza, el cine llevan esto de ser contemporáneos con otra perspectiva. Estas
artes requieren de un involucramiento más real de público: tiene que pagar el
boleto para entrar al teatro o la sala de conciertos, sentarse y presenciar durante
una o dos horas una obra y con sus aplausos o abucheos manifiestan su opinión.
Leer un libro exige de concentración y tiempo, el escritor ve cómo los libros se
quedan en la bodega o son un éxito. Los críticos de estas disciplinas son feroces,
el cine aguanta toda clase de análisis y nadie se rasga las vestiduras. En cambio
el arte contemporáneo se ve en cinco minutos y el público se larga. El artista
contemporáneo vive en una burbuja, no tiene contacto con el público, niega la
crítica que no es favorable y si el público no va a la sala es porque no entiende,
nunca porque su obra deje insatisfecho al espectador o porque se perciba como
una farsa. Este anti-arte no es para el público, ni para el museo, es una práctica
endogámica para sus curadores, críticos y artistas.
Jeff Koons.

ARTE QUE NADIE SE ROBA. El criterio del ladrón es el sentido común, la


realidad de que todas las obras son lo que son: una pintura es una pintura, un
dibujo es un dibujo, una lata vacía es una lata vacía, un excusado es un excusado.
Y algo tan real como un robo, tan inmediato, lo pone en evidencia. Nadie se roba
un montón de ropa sucia, unas cajas de cartón. Los nuevos museos no requieren
de alarmas, medidas de seguridad o guardias, y lo que se llegarán a robar, puede
ser reemplazado en un instante y sin la presencia del artista.

ARTE TRADICIONAL Y ARTE CONTEMPORÁNEO. La distinción arte tradicional


y arte contemporáneo es una deformación estética. Los “contemporáneos” tienen
100 años haciendo lo mismo, es tiempo suficiente para crear una tradición. En
cambio la pintura que se hace hoy no detiene su evolución, y sus preocupaciones,
estética y estilos están completamente inmersos en nuestra actualidad. Los
artistas contemporáneos no son modernos, tienen cien años sin evolucionar.

ARTISTA. Todos son artistas y todo lo que el artista designe como arte es arte, es
el estatus actual. Hoy tenemos a la mayor población de artistas de la historia del
arte, por lo tanto ninguno es indispensable.Ser artista contemporáneo es una
moda elitista. Antes querían poner un bar nice, luego ser “diseñadores de imagen”,
después Dj’s y hoy, finalmente, son artistas contemporáneos. La actitud de
arrogancia y de fatuidad de los artistas es justificable: venden sus elementales
ocurrencias y los coleccionistas demuestran su poder adquisitivo con estas
compras caprichosas y exhibicionistas.

ARTISTA, REQUISITO PARA SER. El requisito es no saber hacer las cosas para
hacerlas. No saber hacer arte para ser artista.

ASPIRACIONES. Los artistas quieren ser millonarios y los millonarios quieren ser
artistas. Si declarar que algo es arte te hace artista, aceptarlo, motivarlo y pagar
por eso, también te hace artista. Pagar el precio convierte al coleccionista en un
artífice más del objeto; sin su aprobación y su inversión la obra nunca hubiera
trascendido como arte, así, el comprador forma parte esencial en el montaje de
esta farsa. Comparar algo de valor “teórico” te define como moderno y actual. El
precio en estas obras es su validación real: si es caro entonces es arte.

BASURA. Es la materia prima del arte contemporáneo. El arte de la


pepena. Cualquier cosa que esté en un basurero es susceptible de ser una obra
maestra. Tenemos obras con cajas de cartón, envases de PET, detritus orgánico,
restos animales, latas de refrescos, aparatos eléctricos descompuestos, y un largo
etcétera que se concentra en los tiraderos de cada ciudad. El Arte Povera hizo del
desperdicio un lujo más de la demagogia del capitalismo, lo que es una desgracia
en el tercer mundo en el primero es arte. La sociedad de consumo cansada de
comprar cosas codiciables, codicia lo que desecha, transformado por el poder del
artista. Ante el increíble talento de estos artistas para encontrar basura, propongo
que en los tiraderos impartan seminarios de Gestión Curatorial y Arte, les den
becas para que clasifiquen la basura y además que a los ciudadanos que separen
su basura les den certificados de artistas contemporáneos. Más hace este anti-
arte por el planeta que la ecología.

Klara Liden.

BECA. Los artistas contemporáneos piden becas para recortar periódicos,


recolectar su ropa sucia, hacer fotos fuera de foco de fachadas de McDonald’s,
poner bocinas a un automóvil y recorrer las calles escandalizando con su ruido.
Estas "obras" necesitan el apoyo económico del Estado porque de otra forma les
resulta imposible realizarlas. Estos artistas no crean por la necesidad imperiosa de
su vocación, lo hacen por encargo y por dinero. El Estado, en su perpetua
ignorancia e ineficacia, siente que si apoya estas “manifestaciones artísticas”
cumple su compromiso con el arte. Haría más no apoyando estos despilfarros.

CÉDULA. Son muy importantes, es lo único que le informa al público que el


extintor de incendios no forma parte de la exposición.

CÉLULAS ESPEJO. Éstas crean un proceso cognitivo en el que nos ponemos en


la situación del Otro, sin ellas no existe la imitación, que es fundamental para el
aprendizaje; se activan al ver una acción o cómo se realiza y tratan de
recrearla. Estas neuronas también trabajan cuando tú al ver una obra de supuesto
arte te ubicas en el sentido del creador y piensas que esa obra no requirió de un
talento sobresaliente; analizas rápidamente tus habilidades y comparas lo que tú
sabes hacer con el resultado de la obra y deduces que no tiene rastro de
inteligencia creadora. Al no reconocer inteligencia o emoción en el trabajo, decides
que es algo sin la calidad para poseer el estatus de arte. Al ubicarte en el papel
del artista lo identificas como un estafador que suplanta la verdad del arte por una
mentira. El arte tiene entre sus objetivos ayudarnos a comprender la realidad a
través de la representación y lo hace con la herramienta de las células de espejo:
si eliminan el objetivo de representar, las células no trabajan en ayudarnos a
ordenar nuestra realidad y la existencia. Este anti-arte va en contra de los
procesos de la inteligencia y nos encamina a disminuir habilidades formadas
durante decenas de miles de años. Este arte volverá a la estúpida humanidad.

COMPROMISO. La mayoría de las obras tienen un compromiso social y buenas


intenciones, esto convierte cualquier representación en una evasión al
razonamiento crítico. Si se critican los resultados, entonces se juzgan las
intenciones. La introducción de una moral en el arte hace que las obras, por
abyectas que sean, tengan un aval de fondo: todo es bueno, en el sentido moral
del término.

CONCEPTO. Si lo único que tiene valor en la obra es el concepto, y despojada de


esto pierde su valor, entonces no es arte. El concepto es un enunciado arbitrario
que pretende cambiar la naturaleza de un objeto, sin conseguirlo, exigiendo una
comprensión que no requiere; un objeto es lo que es, nada más.

CRUELDAD. Ejercer la crueldad no tiene que ver con recrearla y eso es patente
en la literatura. Asesinar animales, explotar la muerte de otros, alardear del
racismo no es arte porque, como todo en el arte contemporáneo, no es resultado
ni del talento ni del trabajo del creador o “ideador”. La función de esto es
escandalizar para llamar la atención. En una corrida de toros la crueldad es parte
del espectáculo, pero el torero toma riesgos que no toma ningún artista
contemporáneo. Si Guillermo Vargas Habacuc, que dejó morir de hambre a un
perro, amarrara al curador y al galerista para matarlos de hambre no habría
existido jamás el performance criminal que hizo. Muchos toreros han muerto en el
ruedo, y ¿quién ha muerto haciendo una obra? Nadie. Estas obras tienen una
lógica elemental: si hablan de que dejaron morir de hambre a un perro, entonces
funciona dejar morir de hambre a un perro. Si hablan de que pusieron suásticas,
entonces funciona poner suásticas. Si hablan de un asesinato, entonces funciona
asesinar. Estoy esperando el suicidio colectivo de estos mediocres para que
cierren su ciclo de obras, ya que trabajan con las herramientas de su época.
Adelante, la violencia es la gran herramienta actual para acceder al poder y la
fama.

Song Dong.

CURADOR. El curador es un vendedor, un publicista, un dictador y es, al final, el


verdadero creador de la obra. Las exposiciones no son anunciadas con el nombre
del artista, lo principal es el nombre del curador. El curador vende la idea de su
colectiva, decide qué artistas van en la exposición y con su texto inventa los
valores subjetivos e invisibles de su producto, es decir, los artistas y sus obras.
Estos valores no existen, como los publicistas, miente sobre las características de
su producto. El curador le dicta al artista lo que tiene que hacer, lo que significa y
decide el valor que tiene en la exposición. Cómo todos son artistas, todos debieran
ser curadores, pero no es así. Éstos y los teóricos son los entes pensantes de la
obra. El artista es sustituible, el curador como los dictadores, no lo es. El curador
al dar sentido a la reunión de objetos y llevarlos al recinto expositivo es el artífice
real de la obra. Desháganse de los artistas. Para poner una piedra con una
patineta rota o una tina de aceite quemado en el museo, un curador basta, no se
requiere a nadie más.

ENTENDER. “Si no te gusta es que no entiendes”. Confunden creer con entender.


Cuestionar a la obra es no entender. No piden que se entienda, piden que se crea
que eso es arte. En el momento en que dejen de creer que eso es arte, dejará de
serlo. Si no crees en el milagro, el milagro no existe. Esta actitud elitista: “Tú no
entiendes”, margina al público, lo expulsa de los museos y le quita al artista la
responsabilidad de las consecuencias de la obra. Si el público no ve en la obra lo
que el concepto y el significado dictan es que es ignorante. El artista es infalible,
nunca se equivoca. La sensibilidad del espectador es inoperante, el artista es
intocable.
ESCUELAS DE ARTE. Las escuelas de arte no son necesarias, ser artista es una
actitud que se adquiere como ponerse unos zapatos, y el arte se designa. El arte
no tiene valores de calidad, ni técnicas específicas, entonces tampoco requiere ser
enseñado en una escuela.

HIRST. Producto estrella de los YBA que inventó el publicista Saatchi. Es el


Miguel Ángel del arte contemporáneo. Hombre de negocios, experto en vender
sus desechos (colillas de cigarros, enseres domésticos) a empresarios que
especulan con esto en el mercado del arte. Su calavera de brillantes, “For the love
of God” es uno de los fraudes del mercado del arte más escandaloso. La compró
él mismo con su contador y su galería White Cube. Con esta transacción se
posicionó como el artista más caro: 50 millones de libras esterlinas. Nadie certificó
que los 8,601 diamantes fueran originales. Este mito es apoyado por la crítica, así
como los publicistas halagan cualquier producto de su cliente.

IRONÍA. Esta ironía no es la crítica ácida a la sociedad, es un chistorete


permanente. Con un discurso curatorial del nivel de programa cómico de la
televisión del tercer mundo, las obras hacen un chiste de cualquier banalidad o
tema. Este chiste demuestra la “irreverencia del artista”. Cuestionar “con ironía”,
“ser corrosivo” sustituye la responsabilidad de llevar una denuncia a sus últimas
consecuencias. Para qué ser transgresores si podemos ser simpáticos y
chistosos. Cáscaras de limones chupados, esculturas de sanitarios portátiles,
chicles pegados en la pared, bolsas del mercado amarradas, todo es ironía. Este
chiste es explicado por el curador, asegurándose de que su inteligencia superior
entiende el chiste mejor que el público.

IMAGINAR LA OBRA. Decir que estas obras nos invitan a que imaginemos a
partir de ellas es también un mito. Nos imponen qué es lo que debemos imaginar,
lo ordenan claramente en las cédulas explicativas del curador. ¿Dónde está la
libertad del ejercicio imaginativo si te dictan la reflexión? Instrucciones de obras
imaginarias: la gente mira una pared y se supone que tendría que imaginarse la
obra. ¿Por qué el autor no imaginó la obra y la realizó en vez de dejar ese trabajo
al público? Un escritor no deja el libro en blanco para que te imagines la novela.
Pedir que el público se imagine la obra encubre el vacío que el artista deja ante su
incapacidad de terminar algo.

JUVENTUD. Su nombre oficial es “artistas emergentes”. Ser joven o emergente es


un requisito para estar en exposiciones, es la adicción a lo nuevo del marketing del
arte contemporáneo. Caras nuevas aunque las obras sean iguales. La virtud no es
el talento, es la fecha de nacimiento. Las obras emergentes son de temática
intrascendental, relacionadas con falta de inteligencia, irrelevancia, banalidad y sin
un compromiso un social o estético serio. El arte niñato que no le importa lo que
suceda en el mundo, aunque en la cédula hablen de la “decepción que les causa
esta época” no existe una obra que describa esa decepción o un sentimiento de
rebeldía ante lo que acontece. Estos artistas reflexionan sobre su ropa, la
televisión, las redes sociales; son decorativos, conformistas, consumistas y
políticamente correctos. Son un producto del sistema y trabajan para el
sistema. Estos artistas sin arte son ciegos al hecho de que las grandes obras del
Caravaggio o Lucian Freud también fueron obras de juventud.

MAL GUSTO. Si el buen gusto carece de prestigio en esta época, como carece la
belleza, el que ya tiene un prestigio universal como expresión contemporánea es
el mal gusto. No se trata de acabar con obras terribles, que golpean a la mirada
con la agresividad de la realidad, -ya lo demostró Otto Dix con sus grabados sobre
la Primera Guerra Mundial que tienen la virtud de enfrentar al espectador. Lo que
hacen los artistas contemporáneos es tratar de llamar la atención con rabietas
visuales y chistes monumentales para provocar de forma artificial y pretenciosa.
Objetos que siempre pasaron por kitsch, detestables y desechables hoy son la
apoteosis de las subastas. Los objetos de feria de Koons son llamados esculturas;
los animales en formol de Hirst son reflexiones sobre la existencia; las llantas y
coches de carnaval de Betsabé Romero están en los museos. El mal gusto es el
pase de entrada a la instantánea posteridad de este efímero capricho de la
vulgaridad al que llaman arte contemporáneo.

Song Dong.

MEDIOCRIDAD. Pretender que el talento, la disciplina y la técnica en el arte son


cosas del pasado es tratar de imponer a la mediocridad como signo de distinción
de nuestra época. La llamada “democracia del arte”, “la muerte de la tiranía del
genio” es la dictadura de los mediocres. Hoy existen artistas completos, que
trabajan en su obra, desarrollando e investigando en la constante revolución de la
pintura, la escultura y el grabado, que se ven marginados para que la falta de
talento y la mediocridad tenga “derecho a crear”. El imperio de gente sin obra, que
designan sus orines como arte, se ha apropiado de las galerías y los museos,
amparados por curadores y críticos que lo explican y lo aplauden, convirtiendo al
arte en una trama especulativa, en un negocio vulgar. Son libres de hacer con su
detritus, con la basura que recolectan y con su pose de artistas lo que quieran,
pero rebajar el nivel del arte al capricho de los mediocres es otra cosa.

MUERTE Y CADÁVERES. El robo de cadáveres para obras era un canon en la


Antigüedad. Leonardo pintó cuerpos, Caravaggio en suMuerte de la Virgen la
modelo es el cadáver de una prostituta. Para el Caravaggio el propósito de la obra
no era llevarse un cadáver, su objetivo fue que la imagen de la virgen se viera
muerta, desprotegida, inerme, que los colores de la piel fueran los de un cuerpo
por el que ya no circula la sangre. En el anti-arte y sus pseudo-obras su propósito
es la exhibición morbosa y descarada de algo que afirman es el cadáver de
alguien o la sangre de un crimen. La sangre, el cadáver, es un ready-made que
hace del amarillismo la obra y de las aficiones patológicas el único talento del
artista.

MUSEO. Anunciaron y clamaron hace cien años la muerte del museo y hoy se dan
cuenta que sin este contexto la obra no puede demostrarse como arte. Por eso a
los artistas del anti-arte les urge entrar al museo, porque sólo parasitando el
contexto del museo legitiman sus obras como arte y les dan trascendencia y valor
en el mercado. Fuera del museo estas obras -cadenas de bicicleta, urinarios,
bloques de concreto, agua sucia- no existen, regresan a su situación original de
objetos sin valor y no son arte.

NO OBJETUAL. Derribemos mitos: el arte contemporáneo ni es abstracto, ni es


no-objetual. Si existe algo objetual, concreto, adicto a las referencias cotidianas y
a las formas más costumbristas es este anti-arte, que depende en su totalidad de
objetos prefabricados, que no inventa ni crea. “Objeto encontrado” “objeto
intervenido” “objeto pateado” “objeto recuperado” “objeto reciclado”… decenas de
categorías, una para cada cosa. Es el arte de la pepena que parasita la costumbre
y la familiaridad con el objeto para relacionarse con el espectador. Carece de la
abstracción de la recreación, rémora de las cosas hechas, es el arte del
consumismo y la acumulación. ¿No objetual, no retinal? Entonces no depreden,
hagan, recreen.

OPORTUNISMO. El arte contemporáneo se aprovecha de un problema grave


para, en un acto oportunista, vender una patraña como arte, y sucede la reacción
lógica: criticar a la obra es estar en contra de la supuesta “denuncia”.

PERFORMANCE. El performance es cobarde con el público, no permite la


interacción. Si un espectador le dice algo al artista este se indigna y pide que
saquen del recinto al espectador. Hay una diferencia enorme entre la transgresión
y el exhibicionismo. El performance es la versión politíceme correcta y decente de
lo que hacen en los antros de show porno. En esos antros los actores que se
desnudan, se cagan, masturban etc., aguantan al público, soportan sus insultos y
ni ellos ni ningún cliente consideran que lo que hacen sea arte. Saben que es
exhibicionismo y que explotan la necesidad morbosa de ver un espectáculo
escabroso. Los performanceros sin llegar a lo que se hace en un burlesque o en
un antro XXX se hacen llamar artistas, quieren escenarios cultos y además, exigen
respeto del público y becas estatales.

PROCESO. El proceso de la obra se supone más importante que el resultado.


Vemos obras inconclusas porque esto “abre posibilidades”. Primar el proceso evita
que se haga un análisis de la obra ya que al no estar terminada no podemos emitir
un juicio crítico. Es parte de la irresponsabilidad de este anti-arte. Es evidente que
estas obras no tienen una relación tiempo-calidad, procesos de meses arrojan
obras que en realidad tomó instantes pensarlas y hacerlas. Hacer énfasis en que
el proceso es largo y complicado es para disfrazar la falta de calidad de los pobres
resultados, para hacernos creer que hay un rastro de inteligencia y esfuerzo en
ello. Los resultados y banalidad de las obras contradicen la importancia de su
proceso. Para que esta contradicción no sea puesta en evidencia es el texto
curatorial que explica las intenciones del artista. El proceso es intención. El arte
verdadero no es intención, son hechos.

REFLEXIÓN. La gran bandera de este anti arte es la “reflexión”. Las obras por
banales que sean exigen una reflexión superior a lo que ellas representan en sí
mismas. La reflexión es un proceso que sustituye a la contemplación. La obra, al
no motivar que el público permanezca observándola, impone una terea ajena a
ella misma, impone un pensamiento en el que debemos entretenernos porque la
obra no provoca ideas. Esta reflexión es además parte del significado, debemos
“reflexionar” en lo que significa y esto es una idea que se suma a la obra para
darle un valor intelectual del que carece y que no justifica con su presencia. Dice
Danto “que el artista haga la obra, la filosofía y los teóricos le daremos
significado”. El artista es un ser que no piensa, designa algo como arte y un
teórico le da un peso intelectual. Reflexionemos en eso.

TODOS SON ARTISTAS. La falsa democratización del arte, el “todos son artistas”
se convirtió en una tiranía. El problema es: si todos son artistas y todo es arte, no
hay espectadores; el que mira puede ser creador en ese instante, así, para qué
ver algo que tú como creador potencial puedes hacer y hasta superar. El segundo
problema: al margen de la calidad artística, -que por lo general es nula- no hay
nada que observar porque todo es arte, no hay objetos que requieran de nuestra
dedicación especial para contemplarlos. Desde los temas que abordan, hasta los
materiales que usan, esta totalizadora actitud está dirigida a que la experiencia
estética pierda sentido. La decisión, puramente dogmática, que de que todas las
aptitudes son iguales -y eso le da a cualquiera la capacidad de hacer arte- implica
que no hay nada admirable o valioso en hacer arte, porque se convierte en una
operación común, corriente e intrascendente. Lo que hace innecesario un recinto
tan costoso y pretencioso como un museo. ¿Para qué alojar, exhibir y resguardar
algo que todo el mundo puede hacer? Si todos son artistas y todo es arte, por lo
tanto hasta el último centímetro cuadrado de la realidad es arte y es un museo al
mismo tiempo. Pues afuera con sus obras, a la calle y que dejen los museos para
lo extraordinario.

TRANSUBSTANCIACIÓN. Es una superstición religiosa que afirma que un objeto


puede cambiar de sustancia sin alterar su forma. El objeto es algo más de lo que
representa, es otra cosa. En eso se sostiene el fraude del arte contemporáneo y
sus ideas conceptuales, la figura o sea lo evidente, no cambia, cambia lo que no
vemos, el significado. Los conceptos de los artistas, sus curadores y críticos son
como la publicidad que nos dice virtudes del producto que no son evidentes pero
basta creer en ellas para que existan. La galería, el museo y la iglesia son
incuestionables y todo lo que está dentro es verdadero porque lo ampare una idea
mal redactada incapaz de ser comprobada. En las reseñas de los críticos que
apoyan este anti arte, ante la exposición de adjetivos cuesta enterarse si hablan
de una instalación o una performance, pero de lo que sí nos enteramos es que la
obra es genial, que es transgresora, que invita a la reflexión, que rompe con
esquemas y hace denuncia social y detrás de este edificio retórico está un video
pornográfico de Santiago Sierra o unos espaguetis en una silla. Por ello la duda,
que es el primer rasgo de inteligencia, nunca es bienvenida en la publicidad, la
religión o el arte contemporáneo, porque cuestiona sus verdades fabricadas, y en
este proceso es en el que se derrumban todos los mitos. Estas ideas
supersticiosas han penetrado como la publicidad y por eso las instituciones y
fundaciones creen que apoyar a estas obras es apoyar al arte, restando apoyo al
arte verdadero.

MIEDO A SER UNO SOLO.


José de Ribera, Prometeo.

FOMO, Fear of missing out, es la nueva fobia que inventaron los psicólogos, es el
miedo a estar desconectado, una consecuencia de ser adicto a la red, al teléfono
móvil, y a cada app nueva que ofrece el mercado. Ser las víctimas y convertir el
síndrome de abstinencia en fobia es lo más rentable para la complaciente
psicología. El adicto entra en pánico sin la sustancia que le da una satisfacción
efímera y que despierta más su apetito, porque crea tolerancia. Ahora resulta que
no tener la sustancia es fobia.
Doris Day.

Las características del FOMO, son simples y las reconocemos: ver la pantalla a
cada instante, sin importar si están comiendo, en el cine o manejando. La cantidad
de accidentes por mensajear al volante demuestra que la adicción es más fuerte
que la razón. Los psicólogos dan a las personas causas que los hagan sentir
cómodos con su adicción: es una insatisfacción de las necesidades amorosas o
psicológicas. Dicen que estar conectado es una forma de motivación personal, si
esta falla las personas se deprimen, se desmotivan. La persona cree se siente
“motivada” y que no puede comer sin el móvil a un lado, que debe enviar un
mensaje en ese instante aunque esté manejando o que debe estorbar en la
entrada del metro viendo su pantalla es porque está convencida de que el mundo
debe detenerse para que postee algo que casi seguro es una tontería y si no lo
hace, se siente “deprimida y desmotivada”.

Tendrían que aceptar que el ego es irracional, exige atención, no son necesidades
psicológicas, son caprichos ególatras. La tecnología en muchas de sus
aplicaciones no está dirigida a dar un servicio, está condicionando el ego para que
compremos, y creamos que con eso somos importantes, es una práctica muy
usada en la publicidad. La adicción se genera por una razón fundamental: el ego
odia estar solo. Es una patología moderna el desprestigio de la soledad y el
silencio, tener amigos, ser populares es una misión existencial, la soledad, nos
dicen desde los publicistas hasta los psicólogos, es para los fracasados.
Lucian Freud self portrait.

Asumir que la realidad no nos necesita, que el precio del petróleo o la campaña
presidencial de Hillary Clinton no se van a ver afectados sin nuestro post, nos
desprendería de la red y nos haría más humildes para usar nuestro móvil, más
educados. Es de una arrogancia enorme que no respeten ni los momentos más
íntimos, la gente chatea en los velorios, no pueden esperar. Esa “nueva fobia” es
una de las tantas manifestaciones del ego que encuentra salidas para existir, es
literalmente egoísmo social, no son víctimas de la red, son víctimas de su ego. La
supuesta necesidad de motivación es falsa, porque el ego exige que le ofrezcan
algo a cambio, no sabe de la voluntad o del sentido del deber, es un chantajista,
no hay motivación en las redes sociales, hay vacío espiritual. La motivación es una
coartada para no hacer, para inventar excusas, para exigir antes que dar. Estas
enfermedades modernas es la prevalencia del ego sobre el verdadero ser, es una
crisis de voluntad. Para curarse basta la decisión de estar con nosotros, de asumir
que el único ser que tenemos habita en nuestro propio silencio.
COMENTARIOS:

López Tavera dijo...

Usualmente te leo. Me gusta hacerlo.

Eres polisémica, y tal, tienes

unas posturas bien interesantes, en otras

tengo divergencias, como en todo, trato de ser

escéptico. Pero esto ultimo...

[ me llegó por eso te comento]

<< Para curarse basta

la decisión de estar con nosotros de asumir que el único ser que tenemos habita

en nuestro propio silencio. >>

La cosa es… Llevo tiempo

aprendiendo varias técnicas … no?

Y ahora que estoy más centrado en

una ... Esto reafirma en mi muchas cosas.

Gracias por escribir. Y seguir escribiendo...

... me parece que la mejor medicina es producir.

Me gustas más como poeta... Sin embargo,

seguro le haces falta a todas las artes...

Pensar, decir, hacer... Por ultimo digo

- que nadie deje de

producir el arte que produce-


Un beso !

-Y no soy un robot-

Te dejo este link a ti y a todos tus lectores.

Este lenguaje está bien padre :

http://www.bienaldeartesmediales.cl/12/wp-
content/uploads/2015/09/convocatoriagifanimado1.gif

Anónimo Rodrigo F dijo...

Recuerdo una vez que fui al Castillo de Chapultepec. Al oeste, se podía apreciar la
puesta de sol, pero al este, había un hermoso arcoiris gigante, atravesando el
norte y el sur, imponente y omnipresente por encima de las grandes nubes que
presagiaban una fuerte lluvia. Acto seguido, la mayoría de las personas con
teléfono inteligente empezaron a grabar y tomar fotografías. Es triste que
menospreciemos nuestra capacidad de admirar la belleza, recordarla y describirla
a través de la memoria, de los sentidos y hacer del teléfono un depositario de
nuestra presencia y conciencia antes que nosotros mismos.

Blogger Mariana Azpurua dijo...

Avelina, mi nombre es Mariana Azpurua y vivo en Miami. Tengo esta página de


arte: Creativeye.Reviews en español. Está orientada a informar al público de habla
hispana del mundo de lo que acontence con el arte por estos lados y a los de
habla hispana de acá, de lo que acontence en el mundo del arte en otros lugares.
Me gusta mucho como escribes y estoy totalmente de acuerdo con casi todas tus
opiniones, de hecho estoy escribiendo un libro sobre la gran farsa del arte. Me
encantaría replicar tus artículos si me autorizas. Tengo al rededor de 30,000
entradas mensuales en el sitio desde España y Latinoamerica incluyendo Brasil y
estoy segura que tus artículos atraerán muchas más.

No necesariamente los publicaría en la misma fecha que lo haces tu. De hecho


hay algunos de los viejos que por lo extemporáneo del tema puedo repetir en
cualquier momento. En verdad espero que me lo permitas. Usé este medio para
enviarte este mensaje porque no tengo tu correo electrónico. Un gran saludo y
mis respetos, Mariana
Blogger Avelina Lésper dijo...

MARIANA DEJA UN CORREO PARA QUE ME COMUNIQUE CONTIGO, NO LO


VOY A SUBIR AL SITE. GRACIAS.

EN RUINAS.

Piranesi, Templo de Minerva.

Las ruinas son reflejo del original, las de un monumento hermoso conservan la
belleza en sus fragmentos, las de un edificio fallido son escombros. La Ciudad de
México se convirtió hace 30 años en una gigantesca escombrera que no aprendió
de sus ruinas. La catástrofe del terremoto, que en gran parte fue un juez natural,
implacable y justo, acabó con decenas de horrores arquitectónicos que invadían
las calles: edificios de los años sesentas, setentas y ochentas de vidrio polarizado,
ventanerías de aluminio, masas de concreto sin un sólo acierto estético ni
funcional, fue la orden del destino para darle un sentido más humano y bello a
nuestra ciudad. Evidentemente no la escuchamos, los adefesios faraónicos que
representan la megalomanía de los gobiernos en turno, como la Biblioteca
Vasconcelos, Estela de Luz, las ignorantes remodelaciones del Museo del Chopo
y la Cineteca Nacional, crecieron como una metástasis invencible, necia,
destinada a demostrar la egolatría y la corrupción del dinero que mueve el ladrillo.
Estamos viviendo un total libertinaje en los reglamentos para la construcción y uso
de suelo que se reparten entre funcionarios, arquitectos y empresas que
especulan dejando sembrados edificios de oficinas y habitacionales que
demuestran que el dinero no puede comprar ni belleza ni inteligencia. ¿Qué
sucedió con la arquitectura? ¿Por qué es tan proclive a la prostitución?

Piranesi.

La arquitectura era un arte que hoy es únicamente un negocio vulgar, rechazó su


sentido humanista, su filosofía de crear un entorno para que se desarrolle una
existencia, ignora el valor sacro del espacio como un centro que separa de la
homogeneidad del todo. La arquitectura ya no de ser creación, dejaron de diseñar
para abusar de los materiales y la imitación: vidrio, acero y concreto, para todo y
siempre de la misma forma. Si está de moda un tipo de material lo usan para todo
y ese material es la aportación estética, no la resolución del espacio. Un hospital,
departamentos, centros de oficinas, todo es igual y como en el arte VIP, están los
arquitectos VIP que venden su firma para obras de tal mediocridad que merecen
desaparecer.
La identidad que una ciudad adquiere con sus edificios es parte de la misión de
una obra arquitectónica, el arribismo estético cree que copiando se alcanza
estatus y hacen imitaciones de conceptos que funcionan en otras ciudades del
primer mundo con circunstancias totalmente distintas. El progreso neoliberal
estandariza a la sociedad y si queremos parecer ricos hay que construir réplicas
baratas de rascacielos, de conjuntos de viviendas como suponemos que harían en
el Primer Mundo o en los países ricos. No parecemos ricos, nos vemos ignorantes,
sin proporción del espacio, con edificios que apenas están inaugurados y ya se
ven decadentes, sucios, devaluados. La Ciudad de México padece a sus
habitantes, no la respetamos, la depredamos, la ejercemos con violencia, invadirla
y degradarla es parte de las libertades, pero en ese daño las construcciones son lo
más oprobioso.
Biblioteca Vasconcelos.

No estamos generando acervo urbano, ni memoria, las ciudades son museos que
se habitan. Devastan avenidas, árboles, historia, para dar sitio a lo que consideran
desarrollo. En La Carnaza de Émile Zola, el personaje Saccard es un especulador
inmobiliario, y en una metáfora de la corrupción del ladrillo, con su repentina
riqueza su familia entra en una espiral degenerada, obscena, de apetitos sin
sentido. Es la espiral que vivimos en la ciudad, que ya no es de los habitantes, es
de los constructores, dejan que se desplomen a pedazos edificios novohispanos
mientras dan permisos a toda clase de aberración de vidrio y acero. Qué oportuno
que se caigan los edificios novohispanos y se recalifiquen los terrenos para montar
una torre de “lofts” con muros de cartón o edificios de oficinas que no son peores
que las creaciones de autor. Las obras comisionadas por las instituciones para
pasar a la Historia son reflejo de la moda y del enchufismo, ¿hubo un argumento
estético y funcional coherente para montar un elevador en el Monumento a la
Revolución o dividir en salas absurdas la Biblioteca de México José Vasconcelos?
Hubo dinero, eso está claro, como Saccard que no tenía idea de la belleza pero
sabía cómo ganar un contrato. Vivimos con dolor el terremoto de hace 30 años en
la Ciudad de México, y aun no la reconstruimos y valoramos, la seguimos
torturando con arquitectura, con nuevos escombros.

YO, EL PODER.

GASPAR DE CRAYER, FELIPE IV


EN ARMADURA DE GALA .
Fotografías de Aldo Hinojosa.

La pintura nos enseña que el retrato de un canalla puede ser arte. Goya pinta al
populista y déspota Fernando VII posando frente al campo de batalla, no le da
valor o dignidad, es un vanidoso con su uniforme al que Napoleón describía como
“estúpido y ruin”. El arte está en los caballos sin jinetes, en el rostro del hombre
que cuida el caballo del efímero monarca y el telón de fondo en gris óptico. La
exposición Yo, el Rey, en el Museo Nacional de Arte sobre “las formas de
representación de la monarquía hispánica en las artes” es injusta e insuficiente.
GASPAR DE CRAYER, FELIPE IV EN ARMADURA DE GALA, detalle.

Están injertados en el recorrido Iturbide con sus folclóricos delirios regios y


Maximiliano del que su familia se deshizo con un oportuno exilio en México. No se
puede hablar de “representación en el arte” sin abordar la peligrosa relación entre
el arte y el poder, sin la dependencia torturada, cómplice e indispensable que
mantuvieron y que nos dejó obras maestras en pinturas, palacios, esculturas,
música. El tema de las obras ya es anecdótico, es información, lo que las hizo
trascender es su valor como arte, admiramos un retrato de Mariana de Austria
porque es de Velázquez, por el fondo siniestro del barroco y las pinceladas
abstractas del encaje. A los artistas le tomó siglos ser respetados como creadores
y hoy esta exposición les regatea su participación fundamental en el mito de la
monarquía. La magnificencia del gobernante estaba en las obras que los
mostraron como héroes, que les daban esa estatura mítica, el poder y la religión
son una invención ideológica y estética.
LUCA GIORDANO, RETRATO DE CARLOS II.

El retrato del rey lo saca de su condición humana, esculturas, bustos, relieves, son
un altar que glorificaba a un hombre que mandaba sobre vidas vulgares de las que
no emanan rayos luminosos. El artista tenía con cada retrato una doble y difícil
misión, inventar a un ser magnifico de un enclenque y enfermizo necio, y hacer un
gran cuadro, una hermosa escultura, porque si la obra no alcanzaba a ser arte, la
consecuencia fatal recaía en la imagen del soberano. Una obra mediocre es un
golpe de Estado, es una guillotina. La exposición no valora que sin esa
representación el rey es invisible para el pueblo, el delicado equilibrio entre la
mitificación y la objetividad. En la noche de Varennes, la absurda huida de Luis
XVI y María Antonieta, los pobladores nunca habían visto en vivo al rey, jamás
habían entrado a Versalles, lo reconocieron por la efigie de las monedas y dieron
la señal de alarma: el rey está abandonando a su reino. Esa era una de las
funciones de estas obras, de los grabados que se hacían a partir de las pinturas, y
es el mismo fin de las imágenes religiosas, darle visibilidad a un ser que vive fuera
de la realidad y de la sociedad. La inclusión del rey en las monedas y más tarde
en los billetes, es la cúspide de la representación: el dinero es poder y a su vez el
poder del gobernante es decidir cuánto vale su dinero, de ahí dimos el paso para
convertirlo en el nuevo dios.

JEAN RAC, FELIPE V, REY DE ESPAÑA

La representación del rey no es una superficialidad, el mito depende


irremediablemente de la obra, la herencia elegía pero el artista erigía. La
configuración de la persona en un lienzo lo sacraliza, ya no es humano, es obra,
es inmortal. Lo podemos ver en Felipe IV pintado por Gaspar de Crayer, la
armadura es un cuerpo dorado, sobrehumano, ornamental. El Felipe V de Jean
Rac, el terciopelo azul de la casaca, inconcebible fuera de esa pintura y la mano
imitando el gesto de la anunciación: sus órdenes son designios. El gran poder y
privilegio que tenía la monarquía era inventar sus virtudes y materializarlas a
través del arte, no necesitaban actuar, ni siquiera gobernar, bastaba posar, el
artista haría lo demás. El gran poder que tuvieron Velázquez, Rac, Crayer fue la
creación de obras maestras que han sobrevivido al juicio de la Historia, el arte
continúa y las monarquías son obsoletas, anacrónicas. El rey muere y el arte
permanece.

JEAN RAC, FELIPE V, REY DE ESPAÑA, detalle.

Actualmente la sociedad protesta porque resulta “costoso” que un gobernante


comisione su retrato a un pintor talentoso, es un reclamo absurdo, gracias a eso
por lo menos nos queda algo valioso del infausto legado de la mayoría de los
gobernantes. El retrato de un rey vale más que su reinado.

PIRATERÍA DE AUTOR.

Murakami, Vans show

El contexto más redituable para el arte VIP (video-instalación-performance) es la


bolsa, los zapatos, la ropa. El nombre del museo o de la galería se sustituye por el
de la marca: Louis Vuitton, Prada, BMW, que además encumbran el nombre del
artista. Lo fashion es vender el arte como un objeto de lujo no como una obra
intelectual o poética, es el nuevo Rolls Royce. Warhol dijo que los objetos vulgares
son arte y ahora el mercado del lujo resignifica las obras vulgares en iconos de la
neo-pop-culture, los convierte en dinero y moda.

Murakami Vans Shoes

Louis Vuitton le canceló a Murakami un contrato que había durado diez años,
porque le vendió sus monitos infantiloides y happy faces a Vans. Es una tragedia
artística porque si los monos de Murakami estampan unos tenis de 1,600 dólares,
se percibe que es un artista costoso, stylish o lo que la retórica VIP crea de él, y si
su “obra” está en unos tenis de Vans de 65 dólares, entonces el caché del artista y
su “significado” caen estrepitosamente al nivel de los tenis de Winnie the Pooh de
la colección Disney. Eso sucede con su obra, expuesta en las galerías más caras
de las ferias de arte o en los muros de Versalles es presentada como arte, pero si
está en una tienda de todo a cien, entonces es desechable y sin ningún valor
intelectual, ontológico o cualquier concepto paranormal que le asigne el curador.
La obra de Murakami es igual a Winnie the Pooh, la decepción para sus
coleccionistas es que decorando sus accesorios de miles de dólares era un prêt-à-
porter o ready to wear de su colección VIP, en cambio ahora su obra y sus
accesorios están devaluados porque estampan tenis para gente que jamás
compra esculturas de manga o comisiona retratos con flores. El arte VIP (video-
instalación-performance) se benefició porque las firmas y sus objetos están muy
bien posicionados, con o sin los colores que le aplicó Murakami, Viutton ha
vendido exitosamente esos accesorios por más de un siglo. Lo que ganan las
firmas es que el concepto de arte tiene un peso cultural, un diseño “artístico” es un
extra que permite subir el precio.
Murakami fake bag.

La plataforma que lanzó definitivamente a Yayoi Kusama también fue Louis


Vuitton, no un museo, una obra o su fulgurante trayectoria. El staff de la firma
replicó los lunares en las tiendas, ropa y accesorios, ella dió el nombre y una idea
elemental. El consuelo que le queda a Murakami es que el verdadero negocio,
como todo el estilo VIP lo sabe, no está en ser original, está en copiar y en la
piratería. Siguiendo las enseñanzas de Walter Benjamin, la reproducción
mecánica del made in China le regresará la gloria y el negocio perdido. El aura
que tan fantasmagórica resulta para el estilo VIP, la resuelve con un precio
accesible, una red de ventas aplastante y dinero que navega en paraísos fiscales.
Los cánones de copiarse a sí mismo y del plagio VIP le permiten asociarse con la
industria de la piratería que ya se apropió de los logos y los diseños, y patentar el
pirata-original, ya no necesita a esos exigentes peleteros que ignoran que en el
estilo VIP no existen los derechos de autor, que el plagio es legalmente fair use y
que si en la etiqueta agrega un texto que hable de que esa bolsa o esos zapatos
son un “cometario crítico a la noción de autoría, al monopolio que ejerce el
neoliberalismo y las nuevas formas de producción, etcétera” escrita por el director
de la Bienal de Venecia, hasta consigue que en la Sala de Turbinas de la Tate
expongan miles de productos con sus diseños y legalizan el mercado negro. Louis
Vuitton paga 15 millones de euros anuales en abogados que se pelean con los
fabricantes piratas, Ebay fue condenada por la Corte Comercial de París a
pagarles 36 millones de euros por daños al vender falsificaciones, ese dinero sería
para Murakami y sus socios.

Con los Murakami pirata-original, el negocio de la falsificación encontraría una


coartada legal para su mercado, bastaría con esgrimir los argumentos de los
abogados de Koons y Richard Prince. Además se haría justica a toda la clientela
que compra piratería, por fin no sentirán que son cómplices un delito o de algo
ilegal. La revolución económica, artística y social sería tal que vender y comprar
un Murakami pirata-original sería un performance, una obra del estilo VIP.

PRIMERA BIENAL DEL PAISAJE

La experiencia que el artista tiene con el paisaje: la contemplación, observación,


reinterpretación y representación es justamente lo que no está en la Primera
Bienal de Paisaje expuesta en el Museo Carrillo Gil. Las obras seleccionadas, las
delirantes cédulas y el concepto que tratan de implantar como paisaje es producto
de una deformación intencional de un género de las artes plásticas. La Naturaleza
la experimentamos todos, vivimos y somos parte de ella, el paisaje condensa ese
entorno, la metrópoli misma está incrustada dentro de la Naturaleza y conforma un
paisaje.
Los jurados VIP de esta Bienal afirman que su selección es la evolución del
paisaje, pero ¿cómo pretenden evolucionar una idea que no han comprendido,
que es más, ni siquiera están capacitados para ver? El paisaje no es información,
no es literalidad, ni panfleto político, y tampoco terreno, el paisaje es invención,
transformación y creación, es producto de las emociones y sensaciones del artista.
La verdad del paisaje no está en la obviedad, está en la metáfora que constituye
una verdad distinta a la inmediatez. El paisaje parte de un exterior, pero se
construye en el interior, es una obra profundamente individualista, meditativa, es la
psique del artista la que ve, la que padece y describe ese lugar.
Pablo Lopez Luz, fotografía.

La selección se divide entre la infección de creer que Google Maps es paisaje, la


degradación en que ha caído la fotografía desde que los artistas VIP tienen un
teléfono con cámara en sus ociosas manos, y un montón de grabaciones con
ruidos y videos que podrían inscribirse en bienales de distintos temas y en todas
encajarían sin problema. El primer lugar es una fotografía aérea de la frontera
entre México y Estados Unidos, es información, lo que la cédula diga sobre las
relaciones entre los dos países enfatiza el valor puramente panfletario de la
imagen. La mención honorífica es una oda a la infantilización del estilo VIP:
alguien “dibuja” sobre el vidrio del microbús lo que él considera que es un “mapa
del paisaje”, y los jurados VIP la seleccionan por su “ironía”. El paisaje no tiene
“mapas”, al margen de que la torpeza del dibujo no es ni un mapa, ni nada
debidamente cartográfico, el paisaje es un punto de vista que se separa de la
cartografía porque está dentro del pintor, de su percepción, no es una guía Roji o
GPS, es abstracción.
Fernando Brito, fotografía.

La otra mención son dos fotografías de cadáveres en despoblado, de esas que


hemos visto en los periódicos y que mis compañeros reporteros gráficos han
hecho desde hace años arriesgando su vida, pero el estilo VIP y su statement no
los considera “artistas”. El tema central y lo que captan estas fotografías no es el
paisaje, son los cadáveres, aquí confunden la escenografía con el sujeto. Entre las
pocas pinturas seleccionadas, Palapa-jacuzzi no es paisaje y es infame, el
problema con la pintura es que es tan exigente y veraz que no hay cédula que la
rescate del oprobio. El paisaje de Carlos Cesar Díaz Castro, es muy logrado y se
ve raro ahí expuesto, le hicieron un honor negándole el premio de adquisición.
Rafael Uriegas, Palapa Jacuzzi, 2014

Estos artistas VIP y jurados VIP se deberían dar de alta como choferes en Uber
para encausar sus inquietudes con el terreno. Las obras centrales de ésta Bienal
son las cédulas y la inyección de tinta, no es de paisaje, no hay paisajes, hay lo
mismo que en cualquier exposición de arte VIP; de hecho si se siguen a la
exposición del piso de arriba titulada LARA, y a todo lo ahí montado le plantan una
cédula de paisaje ya es válido como tal en este criterio VIP. Al estilo VIP le faltan
ideas y le sobra verborrea, entonces ¿para qué distorsionan un género de las
artes plásticas para acomodar sus obras?, si son capaces de inventarse esos
textos para denominar paisaje a unos machetes sobre revistas, invéntense un
título o categoría para sus obras VIP con piedras, ruidos y demás cosas de su ya
gastadísima y muy limitada caja de herramientas “artísticas”. La Bienal de Paisaje
logró lo imposible: reducir la inmensidad espiritual, visual y emocional del paisaje
en un chistorete o un panfleto, y además expulsaron al espectador, a la
contemplación, la belleza y la imaginación.
HABITAR EL VACÍO.

Rembrandt, El artista en su estudio 1626-1628

La creación en el arte implica años de trabajo y experimentación, pero también


exige largas horas de soledad con el espacio en blanco en el que la obra no
existe, ese limbo en el que la creación es una palpitación y es nada. Estar en el
vacío de la no acción para poder actuar. El artista pasa mucho tiempo en la factura
de obra, pero también debe cesar el trabajo, pasar tiempo en silencio, con sus
dudas y detenerse a pensar en la obra, en las propuestas que nacen y se
destruyen en el mismo instante. Sin este plazo forzoso la creación se vuelve
mecánica, la producción en serie es un aullido desesperado, actividad necia. La
creación mecanizada es un escapismo que evita detenerse para no poner en
peligro un estado de respuesta fácil: copiarse a sí mismo.

La no acción, el esperar delante de la no obra, meditar sobre lo que se quiere


crear es un estado que se rebaza a sí mismo, es investigación interna que no se
detiene en el cálculo de una idea, el artista se concentra en algo para que eso
estalle, le provoque continuar, y si no lo cautiva o estremece, no es lo que está
buscando. El artista quiere ser seducido y emocionado por su propio trabajo.
Abordar a la creación en la dualidad: con las entrañas y con la razón, con ímpetu y
frialdad. Asimilar, digerir y vomitar, es un proceso orgánico, una secuencia natural
que se traslada a la creación. Es una torpeza pensar que para pintar basta buen
entrenamiento y saber mezclar unos pigmentos, que el dibujo es automático si se
tiene método, la creación es más de lo que vemos, es un lapso de vacío, son
largas horas de meditación. Observar para representar lo visible, silencio para
dimensionar lo invisible. Estar con lo transitorio del paisaje, lo inestable del cuerpo,
lo fugaz de la luz. Saber hacer no es garantía para materializar una obra, la forma
debe superar a la apariencia y manifestar algo que no es evidente, que es
sensación, es indescriptible. La sencillez de una línea que dibuja un espacio está
precedida por miles de líneas, esa seguridad de trazarla dejó atrás muchas dudas
y sin embargo cada línea es diferente, cada una pide tiempo.

Arrepentirse en la realidad es fatalidad y en el arte es oportunidad, porque no hay


certezas, en el arte no existe un ideal, el arte es defecto, el arte está en un
desequilibrio, en un artificio, en la contradicción. La sensación de que es pleno o
perfecto es únicamente porque ya no permite otra intervención, porque está
terminado y llegó a un sitio, porque es absoluto. Pensar en la obra es el camino y
no es la solución, el trayecto anuncia pero no determina. La trampa formidable es
que se puede iniciar una obra después de largas reflexiones, y la realización
cambia este plan, se va a otro lado, y emerge algo inesperado. Terminar la obra a
ciegas, con intuición, sin el mapa trazado, revela que el artista es un medio y no es
la obra, que el arte tampoco es el artista, éste solo deja que se manifieste.

En el Renacimiento el artista dejó de ser un servidor y la obra por encargo y las


comisiones adquirieron estatus autoral. El sutil proceso, el tiempo para pensar,
para construir la obra en el frágil andamio de la mente, se consolidó aun dentro de
las particularidades de una petición, se manifestó como la exigencia del que pone
su inteligencia, talento y emoción, del que se compromete consigo mismo antes
que con el mecenas, el coleccionista o la producción sistemática. Pintar, dibujar,
esculpir con la consciencia de que esas obras no tienen por qué existir si no se les
dota de un sentido, y que darles ese sentido pasa por un estado de quietud, de no
acción. El artista hace, pinta, esculpe, dibuja, se involucra en la realización, no es
una máquina que produce sin pensar, la no creación antecede a la creación. La
pintura que conmueve, el dibujo que se contiene como una realidad impuesta al
papel, es parte de un limbo blanco, de la larga caída de entrar en el ser, liberarse,
carecer de todo. Atarse a lo creado no sirve para crear ahora, antes hay que
generar vacío, extinguirse, las memorias son obstrucciones que no deben
determinar el presente. Esperar, sentir el tiempo, ensimismarse en la soledad.
Habitar el vacío con arcilla, pigmento, lápiz, lienzo.
ANALISIS:

judith ghashghaei dijo...En estos párrafos describes con exactitud poética la visual
atmosfera de este cuadro de Rembrandt; y, ciertamente, ese “generar vacio,
extinguirse” es imprescindible para crear. ( Esta manera casi impresionista de
describir los fenómenos del arte a mi generalmete me resultan pesados, pero a ti,
tan “ Maestra”, no se te alargó ni la inspiración ni la mano… gracias).

28 de enero de 2014, 17:47

Blogger Juan EGO dijo...

La creación no es parte del cuerpo sino del alma y el alma no nos pertenece, nos
habita, somos instrumento de su fuerza y marco de su grandeza.

Blogger AMALTEA dijo...

Ciertamente, Avelina, el acto creativo se parece a un estado de trance; un


momento místico, y como tal, el creador ahonda, casi siempre sin ser consciente,
en el vasto mundo que habita en su interior y de él extrae aquello que luego se
materializa en una obra de su creación. Un proceso alquímico en el que se
transmuta la pulsión creadora, el plomo, en obra que transforma la realidad y a
quienes su obra conmueve; y es entonces cuando se obtiene el oro. Para el
artista, como para el aprendiz de alquimista, el camino no es fácil y deberá
demostrar paciencia, determinación y fuerza si quiere recoger el fruto de la
creación.

Me he tomado la libertad de citar dos frases tuyas en mi blog


(http://todosloslunesalas7.blogspot.com.es/), en la zona "Píldoras con mensaje". e.

30 de enero de 2014, 4:10

Blogger Sergio Daniel Dasseville dijo...

Gracias, me diste animo; hace 4 meses que avanzo y retrocedo con una obra;
mientras pienso en la siguiente que gira en mi mente pero aun no alumbra
Blogger Sergio Daniel Dasseville dijo...

Me diste aliento cuando lo necesitaba; hace cuatro meses que boceto una idea
que no alumbra aun, mientras termino otras obras; sin parar

30 de enero de 2014, 15:06

Blogger JORGE DOMINGUEZ CRUZ dijo...

saludos Avelina hay que ser demaciados creativos en esto,arriesgarse,construir


.imaginar esto le da un realze a una obra y se hace una obra atemporal y
trascendente,. esto es lo maravilloso del arte, una aventura y
exploración,.materializar lo invisible, y asñi ienpirar y hacer soñar alos demás,.
saludos,. muchas gracias por estar aquí con todo tu furia y pasión por esto,.espero
conocerte muy pronto,.

Anónimo dijo...

Contrastemos, he aquí la cita de este mismo ensayo de Lésper: “Observar para


representar lo visible, silencio para dimensionar lo invisible. Estar con lo transitorio
del paisaje, lo inestable del cuerpo, lo fugaz de la luz.” con este fragmento de las
barbaridades iconoclastas de Estrella de Diego: “…odia seguramente la forma de
pintar de los viejos maestros y cree en la copia del natural -por eso mira las
fotografías que ha ido tomando en sus paseos o que otros han hecho, pues
clausurado el Romanticismo la idea de la “originalidad” no tiene ya sentido.” ¿De
qué habla Estrella de Diego?

5 de febrero de 2014, 12:58

Anónimo Anónimo dijo...

Felicidades Avelina, por la entrevista en La Vanguardia. Me gusto mucho tu última


frase: " El arte no nos sacará de la crisis, pero aporta humanidad". Y es eso que
debemos buscar con la creación, dar sentido a la humanidad, alomejor
encontraremos puntos de encuentro con el entorno natural, para dejar de ser una
plaga en la tierra y pasar a ser otra vez parte de la biosfera de esta llamada Tierra.
Saludos desde Barcelona. www.carlesazcon.com

luis blanchard dijo...

El Arte, desde siempre acompaño al hombre, en las buenas y las malas, en la


alegria y el sufrimiento...
Es algo mas alla de lo objetivo, y de lo subjetivo.

El problema actual, es que muchos humanos se autotitulan "artistas",no hay la


sinceridad de decir "pinto porque me gusta", o me relaja, o distrae pintar, el
termino "artista" tomo connotaciones devenidas de Hollywood, "ser famoso",
alcanzar la fama, ser una estrella....Hoy en dia, legiones de facebook-
dependientes, proclaman ser "artista consagrado", como decia una
amiga.....Avelina, en esos parrafos describe perfectamente la vida de un
"artista"....sincero,aquel que vive casi permanentemente en el reino de la duda,
aquel que transita un Camino, que no tiene fin....felizmente. Claro que me senti
identificado, Avelina....

20 de febrero de 2014, 15:48

Anónimo m. luna dijo...

Felicidades Avelina, pertenezco a esos pintores que defienden y coinciden con los
mismos pensamientos que tu.Tengo de contarte que me has sido motivo
inspirador para volver al estudio a trabajar después de unos meses totalmente
desmoralizado por el panorama artístico actual.Leerte ha sido para mi una
bocanada de aire puro que me inyecta energía y ganas. Como he puesto en algún
medio donde he compartido alguna de tus entrevistas ,significas la voz de miles de
artistas que se mantienen callados por miedo a que se les vete dentro de galerías
, ferias e instituciones por decir lo que piensan, esto es una realidad que yo veo en
mis colegas de oficio desde hace años y que he sufrido yo mismo a lo largo de mi
carrera. Una triste realidad oculta para el publico y amantes del arte. Coincido y
creo en lo que expones y piensas , lo que dices, en tu vision del arte
contemporáneo veo mis pensamientos y la coincidencia da hasta miedo. Me
encantaría poder tener una conversación contigo algún día cara a cara, quien
sabe, esta vida nos da sorpresas maravillosas cuando uno no se lo espera.
ESCENOGRAFÍA DEL SUBCONSCIENTE.

Grabado de Piranesi, de la Serie Invenzione, Capric di


Carceri, 1749.

El encierro es físico y mental, es espacial y subjetivo. A uno vamos y al otro lo


llevamos dentro, en los dos habitamos. Este castigo aísla para sumergir en un
estado en el que no existe la autodeterminación. Es infligido por otros o es una
decisión existencial en la que nos enclaustramos. La constante entre el encierro
material o físico y el subjetivo es la experiencia espacio-tiempo. Podemos
determinar cuánto ha durado el castigo y en dónde lo hemos vivido. Las
memorias, pasiones, temores, deseos, son el cautiverio que posee y decide los
actos sin escapatoria, es la claustrofobia cotidiana que vive en el espacio interno
del ser. Esa penitenciaría personal ocupa la vida, el tiempo, exige espacio para
tener forma. Citando a Milton, “Te has convertido (¡oh peor cautiverio!), en tu
propia mazmorra, que tu alma… ahora en verdad prisionera, habita en la
oscuridad del cuerpo”.
La serie de grabados sobre prisiones de Piranesi, Invenzione Capric di Carceri, 15
placas (1749), son obras de ficción, cárceles imaginarias de arquitectura
sofocante. Construcciones fantásticas y eclécticas inspiradas en los dibujos de
Palladio de las ruinas romanas, son una idealización de la monumentalidad del
pasado que se vuelve grotesca, como la enervación que hacemos de lo que
hemos perdido, de lo que se ha ido. Piranesi las llama capricho para advertirnos
que no estamos ante una cárcel real, que esto sucede en su talento y en su
obsesión neurótica por describir ambientes asfixiantes.
Piranesi hizo esta serie de grabados a los 29 años, hoy podría considerarse un
artista emergente .

Estas oscuras prisiones son inexpugnables, vigiladas por gigantescas esculturas


de leones y por mascarones vociferantes. Las cúpulas describen el armazón
craneal que cubre el cerebro, sus protuberancias y pasadizos. El diseño de sus
escaleras, torres y arcos de piedra no tiene salida, es un juego de perspectivas y
oscuros laberintos que no van a ningún sitio, un encierro premeditado para que el
intento de huir sea la última condena. Fortalezas que se tragan a sus pequeños
inquilinos, los someten a sus debilidades. Los pasillos podrían enloquecer al
Minotauro, son una metáfora del horror de verse ensimismado, de dejarse poseer
por el espacio, como nos dejamos gobernar por el dolor, por la enfermedad o el
aburrimiento.

Piranesi al dibujar estos muros de piedra de los que penden cuerdas, cadenas,
grilletes, jugó con el subconsciente, se regodeó con la ansiedad masoquista de
flagelarse, de atarse a lo que no queremos soltar. La voluntad se nulifica en el
confinamiento, para comprobarlo Piranesi no dibuja una celda en particular, se
abre al espacio que contiene miles de calabozos y nos obliga a la confusión entre
el ser y el objeto: el preso es la prisión que lo contiene. El opresivo pánico a estar
en ese lugar, situación, o con nosotros mismos, nace de la especulación de lo qué
podría suceder ahí adentro. Esas bóvedas y columnas que se elevan sobre patios
de tortura, son edificadas por los propios presos, cada quién dicta su condena,
que sin importar lo que dure, siempre será larga.

Al dibujarlos con la precisión de la línea, evoca un testimonio que no existe pero


que reconocemos, sabemos que hemos estado ahí y vivido la pesadez de
nuestros ruinosos conatos de fuga. La insondable construcción de nuestros
pensamientos, apegos, manías, emociones, recuerdos, vicios, circula por esas
galerías subterráneas que entierran vivos a sus habitantes, que los despojan de la
luz de la razón. La pérdida de control está adentro, en la desaforada sucesión de
escaleras, mazmorras, rejas, en las que los presos deambulan y viven sin una
coherencia lógica, sin una consecuencia, es la demencial recreación de nuestros
males que se enroscan y degradan por sí mismos.
Cada grabado de Piranesi está planteado como una geografía interior, espacio-
emoción, trazando con virtuosismo la complicada composición de las secuencias
de puentes infinitos que se bifurcan como nuestras obsesiones. Este contenedor
patológico protege de un exterior que revelaría el cautiverio al que nos auto
sometemos, al que nos entregamos sin poder luchar. Emerger del
enclaustramiento interrumpe la pesadilla, acalla el suplicio, y ¿qué queda?
Regresar a la mazmorra, encontrar motivos para no desprenderse, para vivir como
dice Milton “Preferir ser siervos a ser libres, la cómoda esclavitud más que la
ardua libertad”.
ANALISIS:

Anónimo dijo... Gracias Avelina por este ensayo el cual leí gustosamente mientras
varias ideas recorrieron mis cabeza como serpiente que se come su propia cola.
Veras, primero me hizo pensar en Escher, lo más probable que se inspiró en este
artista, ya lo voy averiguar. Tu texto también me hizo reflexionar en la sociedad
que sobrevivimos, similar, por no decir idéntica, en todos su valores y relaciones al
análisis que haces de las cárceles creadas por Piranesi . Luego, me vino a la
memoria el libro de Castigar y vigilar, de Foucault; libro que leí estando joven y
probablemente quedaron cosas sin entender, razón por lo cual me fui a Wikipedia
para enterarme que el Panóptico fue inicialmente una inspiración Jeremy Bentham
quien nació en 1748 justo un año después que Piranesi crea Invenzione Capric di
Carceri ¡. Chao, feliz semana y nos encontramos en otra oportunidad en este
mismo espacio. Judith G. 11 de agosto de 2013, 20:56

Anónimo Anónimo dijo...

La paradoja de Piranesi son los espacios infinitos que contienen su encierro. Son
más bastos que el exterior que excluyen. Estos grabados son monumentos a la
culpa original, al castigo exaltado en el tenebroso barroco del siglo XVII. Para
nacer con una culpa original decretada por un dios vengador y genocida, apenas
éstos calabozos y mazmorras son capaces de contener esta condena. Piranesi
nos anuncia que perdamos toda esperanza al entrar en sus cárceles. Pero no
entramos a ellas, allí nacemos. Y ése es nuestro destino. El encierro perpetuo que
construye las inmensas bóvedas de Piranesi son, como dice Lésper, el interior del
cráneo donde nuestros pensamientos viven encerrados de por vida. Qué lejos
están del optimismo “trendy” del arte actual. Hoy no tenemos que purgar el pecado
original porque vivimos en la inocencia perpetua, en la rosada luz de una infancia
“nice”. Vivimos en el cielo “fashion” de las buenas intenciones. Y por favor Avelina,
no nos recuerdes a Piranesi, hoy que finalmente logramos imponer buenas
intenciones a la creación. Ya no hay pecados ni tormentos, tenemos Ritalín. Ya no
hay artistas obsesivos y torturados. Afortunadamente los curadores los castraron y
nos han entregado a Cruz Villegas, Abaroa, D Flores, Taboas, Margolles, G
Orozco y puntos suspensivos porque la lista es mucho más larga… 12 de agosto
de 2013, 6:31

Blogger Oval dijo... Este texto es casi tan hermoso como los grabados a los que se
refiere. Es de un vuelo poético que se sumerge en las nubes oscuras de la
filosofía para alzarse sobre ellas y contemplar el sol sin temor a encandilarse. Arte
generando arte. 12 de agosto de 2013, 21:28
Anónimo Uldrada dijo...

La verdad es que las Cárceles es lo mejor de Piranesi, sin ellas sus grabados
pasarían desapercibidos. ¿Quién conoce a Porporatti? Un contemporáneo de
Piranesi. La locura y las obsesiones nos capturan de forma irremediable. Otro
caso: Los Caprichos de Goya, sin ellos Goya sería un pintor olvidado. La lección:
Las locuras, obsesiones y fantasías de los artistas son las que ocupan y nutren
nuestra imaginación. Ése es el camino. 15 de agosto de 2013, 15:35

Anónimo Brasas dijo...

Cierto, es una buena cosa que los artistas tengan imaginación (y la demuestren
con sus obras) ...aunque la época actual los mande a la ilustración y
absurdamente reserve los honores del "Gran Arte" para los burócratas, o bien para
los vendedores de fotos gélidamente reproducidas con cualquier otro material, -
boli bic, óleo, grapas, clavos, etc...- 18 de agosto de 2013, 0:12

Blogger Tomás Pariente Dutor dijo...

Hola. Aunque creo que Uldrada está en lo cierto al considerar que es la obra
diferente dentro de la producción del propio Goya lo que lo hace genial, no se
puede reducir su importancia a los caprichos. Goya hizo las pinturas negras, los
disparates, los desastres de la guerra y la Tauromaquia, aparte de los caprichos;
también pintó algunos cuadros muy sobresalientes, como el de los fusilamientos,
sus aoturretratos, bastantes retratos y pinturas que se pueden relacionar con sus
grabados (Las escenas de aquelarres, brujas, etc) así que los caprichos, sin duda
muy importantes, son una parte de su legado.

Piranesi es genial, aunque la serie de cárceles tiene dos ediciones. En la primera,


que es cuando tenía entre 23 y 27 años, sus cárceles son los mismos temas pero
mucho más Neoclásicos, y se enmarcarían dentro de la corriente de caprichos de
arquitectura propios de la época: Arquitecturas fantasiosas que no existen. Tramas
ordenadas y sombras limpias. Después, cuando tenía 40 años, Piranesi reeditó
esta serie añadiendo a las tramas contraste y variedad en los trazos, una
iluminación mucho más romántica, más dramática, y grabando alguna plancha
más creo. Es esta segunda serie, y no la primera, la que lo ha hecho famoso, al
menos eso es lo que tengo entendido. Hace poco vi en Madrid, y luego en
Barcelona, una exposición retrospectiva de Piranesi muy buena. En el apartado de
las cárceles solo había una de las estampas de la primera serie, realmente mucho
más aburrida, y estaban el resto en su segunda edición completo. Digo esto
porque si no es por esta segunda edición estas carceles de Piranesi no
destacarían más que otros caprichos del mismo autor, y eso que en lo que
respecta al dibujo son muy parecidas. Sería interesante comparar ambas series,
porque aparte de la imaginación del tema y de la motivación inicial, hay otras
motivaciones fruto de 15 años de oficio intensivo e intenso. También pienso que
en las vedutas y en sus trabajos posteriores se podría hacer una selección de
estamapas a un nivel igualmente portentoso por encima del resto de vedutistas de
su época, aunque no soy ningún experto, pero hay que tener en cuenta que
Piranesi grabó más de mil planchas. Algo excepcional si pensamos que era
arquitecto, aunque no hizo más que la reforma de una iglesia. Era un arquitecto
fascinado por la grandiosidad de la Roma clásica que no ejerció de arquitecto, y la
carcel en la que estaba metido quizá se deriva de esto. En sus Vedutas, como en
las de Canaletto, lo que es destacable es su inexactitud en las proporciones,
siempre expresiva y siempre tendente a empequeñecer a las personas y agrandar
las arquitecturas, hasta el punto de hacer parecer la realidad pequeña. A mi me
gusta desde hace mucho y también lo he relacionado con Escher, seguramente
porque provocaron en mi la misma fascinación hacia la paradoja visual y el
laberinto inabarcable. Un saludo. 19 de agosto de 2013, 1:56

Anónimo Uldrada dijo...

Brasas tiene razón, aunque hay pintores que siguen recorriendo esos pasillos de
la locura, los Piranesis de hoy están haciendo escenografías para el cine de
ciencia ficción. Allí todas las psicosis y pesadillas están representadas en
proporciones monumentales (pensemos en Pacific Rim o en las masivas
coreografías escenográficas de World War Z). Con esta opinión me califican de
admirador de la fantasía y de la ciencia ficción, pero nunca como un conocedor del
arte. Sin contar los filtros ideológicos que impiden llevar estas imágenes a un
museo con mayúsculas, porque sostienen que no es arte, que es trabajo por
encargo y por lo tanto no es trabajo autoral entendido como los artistas del
romanticismo: Un mediocre poema acompañado de una sobredosis de arsénico y
pase directo a la inmortalidad. Y no digamos los artistas de hoy, que no son
autores de nada, simplemente “son” artistas. Los vómitos y los orines es el arte de
mi tiempo, el neón y los videos mal hechos es el medio que a mi época le tocó
como medio de expresión. Pero no las construcciones en tercera dimensión del
cine. Eso no, eso es comercialismo vulgar. Pero yo estoy mal, ¿verdad?

Uldrada. 19 de agosto de 2013, 19:00


Anónimo Uldrada dijo...

Tomás Pariente está equivocado. Y sin embargo es indiscutible su afirmación, es


verdad que solamente un virtuoso del dibujo y la perspectiva es capaz de hacer
las cárceles de Piranesi. También es cierto que sin toda la escuela de pintura
romana, Goya hubiera sido incapaz de plasmar los Caprichos, Los Desastres y la
Tauromaquia. De hecho la realidad es que hay mejores dibujantes y virtuosos de
la técnica que Piranesi, Goya e incluso Escher. Remitámonos a Raphael Mengs,
extraordinario retratista, atesorado por museos y admirado por historiadores de
arte. Ante el auto retrato de Mengs en el Hermitage me quedo impactado e
intimidado por el talento y la disciplina del creador total. Pero yo coincido con
Goethe sobre Mengs que “es una lástima que tanta erudición, estuviera asociada
a tanta pobreza de iniciativa e invención”. Como pintor Mengs es muy superior a
Goya, que nunca pudo superar a su maestro, pero Goya y Piranesi habitan mi
cerebro de una manera muy diferente a la de otros artistas. 20 de agosto de 2013,
14:02

Blogger Tomás Pariente Dutor dijo...

A mi me parece muy interesante tu perspectiva Uldrada, los Piranesi de ahora


como escenografos de cine, o también podría ser imagino como los creadores de
los gráficos de videojuegos. En ambos casos la imaginación más sobresaliente
unida a las técnicas propias de cada medio pueden ser un arte que ahora es
prácticamente invisible, en el sentido de que en el arte contemporaneo
institucionalizado se proponen escenografias que al lado de ese tipo de
producciones son balbuceos. Esta invisibilidad parcial, porque por otro lado son -
las películas de ficción y los videojuegos- muy visibles, me hace pensar en otra
invisibilidad. En la crítica al arte contemporaneo conceptual muchas veces se
adopta una postura en la que parece que "El arte contemporaneo" es eso que
criticamos, como si lo hiciesemos desde fuera de él, por ejemplo Avelina en este
blog da esa impresión a veces, pero fuera de ese arte contemporaneo, y más que
nunca, hay creo otro arte contemporaneo que es mucho más invisible debido a
que es una continuación crítica de la tradición visual de occidente realizada en los
medios históricos de la plástica. Creo que en ese ámbito se pueden estar
produciendo escenografías o formas de representación del mundo que continuan
siendo imaginativas y siguen centradas en los miedos y obsesiones profundas que
nos definen como seres humanos.

Volviendo a Piranesi puede ser que esté equivocado, pero en mi ultima visión de
Piranesi me pareció que en sus reconstrucciones arqueologicas hay tambien una
irrealidad espacial y una atmosfera opresiva cercana a las cárceles en muchos
aspectos. Otra cosa que también me impresionó es la obsesión descriptiva y la
exactitud que despliega Piranesi en los trabajos más de índole científica, con esas
láminas sobre pavimentos y estructuras constructivas. Como grabador para mi
esto va unido al tipo de trazo con el que Piranesi graba. Esto seguramente es algo
que en cuanto a técnica lo da el oficio y la época, pero en mi mención anterior al
oficio no me refería al conocimiento estricto de la técnica, sino a la manera
imaginativa de usarla y cómo eso potencia el tema. Para mi eso puede marcar una
diferencia significativa que me hará preferir a un virtuoso sobre un super-virtuoso,
asi que en eso estamos de acuerdo. La próxima vez que vaya al Prado me fijaré
mas en Mengs. 22 de agosto de 2013, 3:24

COPYPASTE.

El uso de la tecnología genera una forma de conocimiento falso o estéril al que la


gente accede sin escepticismo, este desordenado cúmulo de datos, aplicaciones y
contenidos son aceptados como axiomas. La ignorancia se siente cómoda en
internet, hace alarde de su vulgaridad y se jacta de convertirse en viral, en
trending topic, en la más vista, los hits son entidades ideales que se suman
otorgando un valor irrefutable. Personas con nula calidad de información, que son
incapaces de escribir una frase, creen que pertenecen a un grupo privilegiado que
accede a una “esfera del saber” si postean, twittean o suben sus fotos a
Instagram. Esta sensación de falsa exclusividad es efecto de la estratificación
social que impone el consumo de tecnología: el precio del dispositivo móvil es
status.
El progreso sustituyó a la felicidad por el consumo, y hoy reemplaza al
conocimiento por el consumo tecnológico, que esto sea dirigido a la masa no es
novedad, que lo tomen dócilmente tampoco, pero que el arte tenga la misma
actitud es parte de la evasión enfermiza que nos domina. El artista VIP Michael
Mandiberg se suma a la legión artística que está haciendo su magna obra con la
impresión en papel de la Wikipedia en inglés, otros artistas buscan imprimir todas
las fotos de Google images o las de Instagram.
Los argumentos retóricos son que el consumo de internet los define como artistas
contemporáneos y que lograrlo es un record de nuestros días. Que Instagram o
Wikipedia guarden toneladas de contenido no determina la calidad. La
acumulación es la gran ventaja de los formatos digitales, lo mismo en cantidad de
datos que en aprobación, los usuarios tienen un capital en el número de hits, que
son directamente proporcionales al nivel de estulticia, es innegable que los
trending topics o lo más viral es una frase, imagen o video degradante. Al absorber
indiscriminadamente ese contenido para integrarlo en una “obra de arte” devalúan
el concepto de conocimiento y le dan a ese acervo banal una trascendencia para
la que ni siquiera fue pensado, la mayoría de las fotografías que circulan en la red
son basura, Wikipedia hay decenas de miles de entradas con información sin valor
académico. En una obra de arte el significado es el contenido, en estas obras el
significado es la desvaloración del conocimiento para empoderar el volumen, la
misión merece ser llevada a cabo por la inmensa cantidad de documentos
depositados en las plataformas digitales, no por su relevancia. Internet ha revivido
el dogmatismo más primitivo, que otorga total confianza y es incapaz de generar
duda, los artistas VIP no deciden, toman todo y se convierten en propagandistas
de la avalancha de ignorancia que domina en la red.

El porcentaje de información con calidad que habita en la red es infinitamente


menor al material que entretiene con su estulticia o que manipula a millones de
personas. En lugar de darle permanencia y tangibilidad dejemos que continúe en
la frágil virtualidad que le da la opción de borrarse. No tenemos que preservar las
fotos de los culos de millones de exhibicionistas, ni las consignas políticas
oportunistas, si quieren ser artistas de su tiempo acepten esa inmaterialidad y
déjenlos desaparecer. El arte VIP está en contra de la trascendencia, es efímero
en sus ideas, materiales y propuestas, entonces asuman la obsolescencia de la
corriente digital y entiendan el sentido de sus obras en el bote para desechar
teléfonos móviles que ponen en las tiendas. Apropiarse del contenido de la red,
imprimirlo, llamarlo arte, poesía y demás calificativos publicitarios incentiva el
consumo y la ignorancia de un acceso acrítico a una amalgama de datos que
deben ser analizados con un juicio severo. Después de décadas relacionándonos
con internet a través de los distintos dispositivos que ofrecen y que generan
millones de dólares, aceptemos que la ignorancia vende más que el conocimiento
y que gran parte de lo que suben en la red es para mantener a la masa
consumiendo, entretenida y para que deje de pensar. Al arte VIP le beneficia ésta
insensibilidad y complacencia para seguir expoliando becas y museos, mientras
menos critica sea la sociedad más posibilidades tienen de sobrevivir.

EL ERROR EN EL ARTE

Albert camus: la nobleza no siempre obliga; pero la obligación siempre ennoblece.

Yoko Ono, Coathangers (1966)

El siglo XX es el siglo del gran error del arte, de la gran equivocación, el mal
entendido de convertir lo banal e intrascendental en perpetuo, de confundir el
ingenio rápido y fácil en reflexión profunda. Con el inicio del siglo XX comenzó la
etapa más torpe y mediocre de la creación y la visión artística. En 1917 Marcel
Duchamp hizo del sentido del humor la nueva filosofía, de la ocurrencia un
aforismo y de la supuesta falta de la comprensión del público su máxima. Al llamar
a un urinario Fuente, Duchamp inventaba el anti-arte, una pieza destinada a
destruir al arte. Esta invención fue mal interpretada como una osadía estética y los
teóricos y curadores, la instauraron como canon del arte. Este fue el primer error,
afirmar que una obra anti artística, era arte y situarla en el contexto impropio, el
museo.

Aquí el error no se detuvo, con la invención de Duchamp, el ready-made, se


desencadenaron varios malos entendidos. El primero fue no entender el nombre.
En la sociedad de consumo, un ready-made es un objeto que nos libra de pensar,
está listo para usarse, no requiere de ningún esfuerzo de nuestra parte, ni
intelectual ni físico. Si es una sopa, la comes de inmediato, si es aparato, no
necesita que leas las instrucciones, lo usas y ya, listo. Y los ready-made artísticos
son un compendio de contradicciones. A pesar de su simpleza e inmediatez,
requieren de una “gran reflexión”. Primero por parte del artista, que le toma pensar
exhaustivamente entre elegir una botella de plástico o sus zapatos, o revisar el
contenedor de basura de su calle. Y si eso fuera poco, algo que con sólo verlo
tendríamos que asimilar de inmediato las ideas trascendentales, enigmáticas y
profundas del artista, necesita de las explicaciones exhaustivas del curador, sus
interpretaciones y otros desgloses. Se supone que está listo para usarse, no sólo
para evitar el trabajo del artista, que le basta elegir cualquier objeto de su casa y
convertirlo en arte, sino porque está listo para el espectador lo aprecie sin trámites
intelectuales que impidan el acceso a la comprensión de la obra.

De ahí surgió el otro error: creer que si Duchamp eligió un urinario, alguien podía
ahora elegir una silla, un bote de limpiador o lo que sea y también convertirlo una
obra. El ready-made inició y terminó con el primer objeto, nada que lo imitara o
que continuara sobre esta dirección puede ser incluido como obra. Duchamp al
elegir un urinario estaba eligiendo un objeto y esto resume a todos los objetos
existentes, este es el único que puede ser una obra. El resto de montañas de
objetos que han surgido después de este Adán de la invención, son discursos
redundantes, repeticiones inútiles que no aportan algo. Creer que un refrigerador
es diferente que un urinario es carecer de todo entendimiento de la propuesta. Se
trata de que ya “es” un objeto, y para ese término todos los objetos son iguales.
Sumar cosas no hace más grande a la propuesta, la hace repetitiva hasta el
aburrimiento.

De ahí se desencadenó el otro error: creer que esto es arte. Negar la proclama del
anti-arte como destructor del arte y posicionarlo como obra, atribuyéndole
argumentos sublimes a algo que pretendía dinamitar lo sublime del arte.
Siguiente error: al establecer que cualquier cosa puede ser arte y que todo el
mundo puede ser artista surgió la devaluación por repetición, la desvalorización
por exceso. Todo es arte y todos son artistas, luego, esto no tiene una sola
cualidad extraordinaria, entonces no tiene porque existir un museo para exhibir lo
común y corriente. Exigir salas, difusión, precios exorbitantes para algo que
supera con mucho la oferta sobre la demanda es una contradicción profunda.

Lo que llamaron la democratización del arte, el proceso de despojarlo de su “aura”


es un error más. Relacionar la democracia, o sea el hecho de poner algo al
alcance de todos, fue la popularización de la mediocridad. Negar el virtuosismo
para acercar la realización del arte a todas las personas, incluidas las que no
tienen talento creador, no hizo al arte cercano a la gente, lo hizo mediocre.
Conectar masas y poca inteligencia no es un favor ni al arte ni al público.

A esta concatenación de despropósitos se reunió la imposición de esta estética al


adueñarse del término “arte contemporáneo” para denominar a los objetos, y todas
las formas pseudo artísticas que siguen de esta propuesta del ready-made, como
instalaciones, videos, efectos sonoros y performances. Lo que se suponía una
democratización se convirtió en una tiranía, imponiendo que todo lo que implica
virtuosismo, talento, trabajo e investigación no es contemporáneo, porque esto
significa tradición. Este error de sacar del círculo contemporáneo a los artistas que
hacen sus obras, que son pintores o escultores, convirtió a la propuesta
revolucionaria en el status quo, en el arte oficial, y los que antes representaban a
las academias ahora son la transgresión, son los out siders, la verdadera guerrilla
creativa. La revolución del urinario se convirtió en dictadura.

Un sólo objeto y su cadena de errores tiene hundido al arte en la más profunda de


las depresiones, en la idea de que la falta de talento es una virtud y la repetición
sistemática de una idea es una aportación. El siguiente y último error es perpetuar
esto, creer que las teorías que sostienen esta estulticia son leyes, someterse a la
prohibición de disentir y continuar presenciando obras banales y fáciles como si
fueran valiosas. Los grandes errores de la historia se cometieron por cobardía y
por complicidad. Una voz que se levante y diga NO es suficiente para destruir
estos mitos.

COMENTARIOS:

Daniel Pérez dijo...

Así es, Avelina; hay tiempos de florecimiento y tiempos de decadencia. Hace unos
días se me ocurrió hacer el ranking de los diez nombres mayores del arte
contemporáneo, los que creo que van a pasar a la historia del arte como las
grandes figuras de este momento histórico: mi lista incluye a Carlos Alonso,
Avigdor Arikha, Fernando Botero, Lucian Freud, David Hockney, Julio Larraz,
Antonio López García, Odd Nerdrum, Guillermo Roux y Tomás Sánchez. Como a
largo plazo lo que se impone es la racionalidad, el sentido común y el buen gusto
estético, creo que algunos o varios de los nombrados van a ser rescatados como
los grandes de nuestro tiempo, y que los mingitorios y tiburones sólo serán
recordados por los especialistas como un desvarío epocal.

Pregunto: ¿qué nombres incluirías y a cuáles tacharías?

2 de diciembre de 2009, 15:41

valnouveau dijo...

Estoy de acuerdo con tu post, yo siempre tengo el conflicto cuando me preguntan


que para mi que es arte, pues no encuentro una definición que me satisfaga, pues
es tan devaluada la palabra como al mismo tiempo valuada en exceso.

Y el arte efímero es otro tema que colinda a mi punto de vista con el ready made.
saludos!

2 de diciembre de 2009, 21:31

aldo iram dijo...

En cierta manera se puede decir que no hay ningún error o malentendido: esta
atrocidad fue llevada a cabo por gente astuta con toda la intención de obtener un
beneficio; ya sea con fines de lucro, poder, fama y/o todos u otros. Pero sí, estoy
de acuerdo: el error más grande (de nuevo, el único en mi opinión) aquí es del
público/consumidor que no emite su opinión, y si la emite difícilmente lo hace con
fuerza suficiente , y si lo hace difícilmente es capaz de mantenerla por mucho
tiempo. Claro está, el tema no es solamente (sin decirlo de forma derogativa) con
el arte, este silencio forma parte de todos los aspectos en la mayoría de la
ciudadanía.

Gracias por la reflexión, señorita Lesper. Un saludo.

2 de diciembre de 2009, 22:02

aldo iram dijo...

(la palabra que quería era "peyorativo", no "derogativo") :P


2 de diciembre de 2009, 22:04

jansolo dijo...

Saludos Avelina

Yo añadiria a tu articulo que los curadores, críticos y directores de museos han


tenido la excusa perfecta para hacer grandes e increibles metidas de pata, de traer
exposiciones vacuas, sin sentido, caras y mil cosas más, justificandose bajo el
argumento que bien describes.

En nuestras ultimas exposiciones stuckistas es de agradecer a las personas que


te estrechan la mano efusivamente, devolverles la pintura, la escultura... la
capacidad crítica, en definitiva el arte.

2 de diciembre de 2009, 22:29

almadraque dijo...

Ojalá algún día, las emociones salgan de la jaula en la que el arte oficial que
impera actualmente las metió. Todas las épocas padecieron de un arte académico
que impuso sus leyes y a las que muchos artistas sucumbieron con el ánimo de
alcanzar prestigio y dinero de una manera rápida, pero que nunca tuvieron un eco
en las generaciones futuras, esta época no es diferente. La vanidad lo domina
todo, vanidad y especulación, son las fuentes de las que emana toda "propuesta"
artística, ser diferente, Único, estar por encima del resto, es una necesidade
imperiosa para cualquier ego enfermizo, con poca autoestima.El artista realmente
creador, solo conoce de su pasión, única fuente realmente fidedigna para crear
algo que realmente sea capaz de conmover al espectador, ese impulso creador se
tiene o no se tiene, quien lo tiene no se preocupa por ser original ni por convencer
a nadie lo expresa por que no tiene otro remedio, quien no lo tiene no le queda
otro remedio que espacular y convertirse en un feriante vendedor de elixires de la
eterna juventud.

NUNCA MÁIS a la manipulación y a la mentira

3 de diciembre de 2009, 2:54

Anxova dijo...
Estoy de acuerdo. Es curioso, porque creo que muchos hemos llegado a la misma
conclusión, el Hartismo tan sólo reúne a los escépticos que ya había. Muy
interesante tu conclusión: la "boutade" (la palabra gallega es "arroutada") de
Duchamp basta, muchas repeticiones no aumentan su efecto. Lo que me ha
hecho pensar es que en realidad el acto de Duchamp (muy mitificado, por otra
parte) consiste en tomar un objeto. Cualquier objeto. También me ha gustado el
análisis de la palabra ready-made y ver cómo se ha tergiversado su significado
tantas veces.

Respecto a la lista de Daniel: yo mantendría algunos y cambiaría otros, pero es lo


que tienen los gustos, no siempre coinciden. Ahora, creo que sí ocurrirá lo que
vaticinas: muchos de esos nombres quedarán, y respecto a Yoko Ono algún
especialista la recordará, seguro... por ser la viuda de John Lennon.

3 de diciembre de 2009, 3:41

Adolfo Preciado Solíz dijo...

Lo leí y estoy de acuerdo contigo. La vida diaria se desenvuelve en un nivel de


rutinas en las que el intelecto apenas si participa. El arte, y la creación de los
objetos que llamamos, y consideramos, arte, son un escape a la banalidad de la
existencia común. Virginia Woolf identifica a los momentos extraordinarios, y muy
ocasionales, en los que su mente entraba en un estado de “alertness” ; Esto lo
dice en su libro Moments of Being que te recomiendo. Igualmente Doris Lessing,
hablando sobre lo difícil que es escribir su autobiografía, dice que el problema es
que lo verdaderamente significativo de nuestra existencia es muy poco y
recordarlo no es fácil, pues vivimos normalmente en un estado de “piloto
automático”.

Todo esto para decir que tu rabia contra la elevación de lo común al estado de arte
es ridículo es justificada y lo comparto. Hace unos días leí, no me acuerdo en
donde “Art is a fairy tale we choose to believe”. Arte es el fruto más decantado del
intelecto, su esencia. Se cristaliza mediante el estudio, la observación, la
tenacidad y una técnica depurada. Con todo esto, el arte no está en la banalidad
de la vida diaria.

Ya decía yo que Yoko Ono era un fraude.

Saludos
3 de diciembre de 2009, 11:30

Penélope Rivera dijo...

Que buen artículo. Saludos!!

3 de diciembre de 2009, 11:31

Herminia Dosal dijo...

Avelina,

Como siempre, esplendido tu texto

Un abrazo,

Herminia

3 de diciembre de 2009, 11:32

Avelina Lésper dijo...

Daniel: Acerca de tu lista, en lo que coincido contigo es que todos son buenos
pintores, unos me atraen más que otros, pero es innegable la calidad. De tu lista
para la mía incluiría a Lopez, Nerdrum, Larraz, Alonso, Arikha, y añando a
Elizabeth Peyton, Chuck Close, Walton Ford, Rafael Rodríguez, Martha Pacheco,
Jane Ansell, Rustin, Marc Quinn, Gerhard Richter, Michael Borremens, solo por
pensar en algunos pintores, me faltan los escultores que hay grandes ahora
mismo, este no es mi ranking pero si me dices de artistas que tenga presentes,
estos son algunos. Ahora, hay artistas que no están en el circuito de la fama y son
excelentes, a mi me sorprenden varios que me envían su obra a mi blog, por
ejemplo, este entró apenas http://arosemberg.blogspot.com/ lo que es innegable
es que la creación artística va más allá de las modas y que sigue adelante su
trabajo, alejada de las opiniones y pretensiones dominantes, porque hacer arte es
una necesidad vital, es una cuestión de existencia.

3 de diciembre de 2009, 12:01


Dídac LeDídac dijo...

Avelina, siempre leeo tus criticas, y aunque no tenga yo la capacidad de discutir lo


temas, si tengo la de deducir tus excritos. un saludo! :)

3 de diciembre de 2009, 22:01

Señor R dijo...

Excelente análisis :) Pero que nos depara el futuro? Ya sé que eso es imposible
de saber pero te atreverías a hacer una reflexión sobre eso?

Mi opinión personal es que las formas artísticas que fueron mas denostadas, me
referio a las anteriores al S.XX serán las que resurgirán, y de ellas saldrá el arte
del futuro. El sentido común llegará a comprender que es necesario hacer tábula
rasa y buscar el eslabón donde se rompió la cadena para volver a construirla a
partir de ahí. Y seguro que esto llegará a sorprender a muchos de los que, ahora
aún, salvan a "aquella parte del arte del S.XX que lo hacía de buena fé", cuando
en realidad "de aquellos polvos surgen estos lodos"

Saludos.

Saludos.

4 de diciembre de 2009, 0:55

Mario Albarracín dijo...

Como siempre, claro y directo texto.

El error más doloroso es subestimar al público, gran ausente a estas


manifestaciones poco profundas.
Las guerrillas creativas seguiremos resistiendo. Esta burbuja en algún momento
estallará.

4 de diciembre de 2009, 7:42

Anónimo dijo...

Avelina,

Me encanto tu articulo creo que lo que dices es muy cierto el arte ha llegado a
niveles insospechados en cuanto a la falta de verdadero talento.

Sigue asi informandonos con tus maravillosos escritos el verdadero camino del
arte.

Gente como tu nos da esperanza de que el arte puede regresar a ser lo


maravilloso que fue en algun momento.

saludos,

Gustavo Lopez

5 de diciembre de 2009, 15:40

Herodoto dijo...

En este blog an dicho que en 100 o 50 o 30 años, los historiadores van a ver
nuetra época como una de las más pobres y estúpidas de la historia del Arte. Pero
los comisarios, sus artistas visuales emergentes y demás protegidos actúan ocn la
certeza mileranista y supersticiosa de que estamos ante el fin de la historia. Que
ellos son la culminación del arte y después de ellos, nada.

6 de diciembre de 2009, 6:58


Javier Farto dijo...

Hola Avelina.

Una entrada muy aclaradora y sobre una temática en la que ya llevo reflexionado
mucho. Como escritor y crítico literario (aunque con intereses en todas las demás
facetas artísticas) es un tema recurrente para mí. Opino que, en estas "obras" todo
pasa por algo que está fuera de la misma, una especie de acuerdo o conocimiento
previo entre el artista y el espectador que, al final, ante la lógica falta de
comprensión del espectador, el artista trata de "imponer". Además muchas de
ellas, olvidan el tema principal del arte: el hombre y temas relacionados con su
condición (recuerdo el ensayo de La revolución del arte moderno de Hans
Seldmayr).

Yo, personalmente, si que consideraba arte el de Duchamp, pero algo ya final, una
corriente totalmente inimitable y un callejón sin salida.

Leo con mucha frecuencia tu blog y te invito a que te pases por el mío:
http://javierfarto.wordpress.com/

Un saludo,

Javier

7 de diciembre de 2009, 4:50

cien-pesos dijo...

hola avelina; me parece tan bueno tu artículo que lo he incluido completo en mi


blog

espero contar con tu autorización


saludos

8 de diciembre de 2009, 11:47

Avelina Lésper dijo...

Cien-pesos, gracias por subir a tu blog el texto, saludos.

8 de diciembre de 2009, 11:50

guillermo zubieta dijo...

!Maravilloso! Nunca antes nadie dijo nada tan cierto sobre el "arte".

Ahor puedo dormir tranquilo.

Saludos!

14 de diciembre de 2009, 20:58

Christian Cruz dijo...

Pues yo no estoy de acuerdo en muchos de los temas que tratas en este articulo.

Por principio de cuentas, la democratizacion del arte no es, ni mucho menos, un


error: nos ha brindado obras maravillosas, que no hubieran podido ver la luz si
alguien que no puede comprender el arte conceptual de un urinario las hubiera
censado, o hubieran pasado por el filtro de los "cultos". Si el valor artistico de una
obra de Renoir es incalculable, entonces tambien lo es el de unas latas de
excremento.

Pero ya en serio, esa actitud elistista que plasmas en tu texto, nos hubiera vedado
a Borges, a Rulfo y a muchos mas que se atrevieron a crear sin tener fuertes
bases artisticas, gracias este "error" y todo a cambio de liberarnos de muchas
obras basura, que de todas maneras, gracias a que tenemos un criterio, bien
podemos evitar nosotros mismos.

15 de diciembre de 2009, 1:01


Gaboides7 dijo...

Un cordial saludo a todos los seguidores, mercachifles o no, disidentes,


partisanos, doctos y/E medianamente incultos, anxóvicos, artsnóvicos, estoicos
cerrados y/o abiertos, baquetillas y saltHinbanquies de eso que denominan desde
siglos atrás como ARTE, filtrados por el blog de esta hermosa amazona chilanga
de la Cultura (espero no te moleste mi querida Avelina). Recién me inscribí en este
blog, soy un individuo que se autoapodó a si mismo con el nombre verdadero de
Gabriel Gaboides7, 29 de Febrero de 1976, Guadalajara, Jalisco, México, debido a
la mímesis, la síncresis, el derrotero transhistórico, la época de la Cibernética y el
shimeileo (como decimos un buen camarada mío y yo por acá en nuestro rancho
gustoso de importar el caos urbano contemporáneo, lleno de "cómodos"
automóviles que ni caben para comenzar, razón por la cual desde hace ya casi 8
años decidí ser un Quijote de la Bicicleta Binaria, una negra de cuadro masculino y
otra blanca, cuadro femenino, la 1era. ya fue robada por trogloditas, la segunda,
mi única fiel compañera actual) beat.

Bien, luego de mi pequeña presentación, y como apenas sigo el sitio de la


amazona hermosa, me adhiero a la causa MÁS NO AL DEBATE: aunque
clarificamos asuntos referentes al gremio dislocado y/o no de artistas = hartistas y
por el revés igual, todos preferencialmente con Fundamentos Teóricos,
Información vía Intranet y Periódico Casual, Retórica y Chispiriteismo a la más
mejor manera que el Chavo profetizara desde su leal bote epicúreo, les paso un
link del sitio norteamericano al cual pertenezco actualmente:

http://www.artslant.com/global/artists/show/82753-gabriel-gaboides7

No he dado de alta algún blog personal más allá del facefuckbook, mi cuenta de
correo electrónico gaboides7@hotmail.com

no soy ignorante (y si) de los medios virtuales y ejecutivos de la Web, quizás he


sido más bien, baquetilla!

Soy arquitecto, artista y también con "h" en veces algunas, y profesor de


arquitectura irónica, ello es debido a que sobrevivo dándo unas clases fuera de
lugar en escuelas tipo Patito por acá, y lo importante que hay que aprender de ello
es el asunto de la FE: en todos los lugares hay un potencial parecido al Cosmo
que constituía la Esencia de los Caballeros del Zodiaco Medieval y/o Moderno.
Bien nuevamente, publicaré en el sitio de la querida amazona un breve poema que
forma parte de mi vida, de mi reflexión, de mi transcurso... ya que más que discutir
sobre lo que Arte o Bellas Artes son y/o no son, HAY QUE VIVIRLAS, y el oficio
me parece más que nada un pretexto! Lo único que puedo comentar a dicho
respecto es que su Valor Exointrínseco estriba en la Simultaneidad, hace muchos
años comencé aprendiéndolo así, no es como comentaba una de las escribanas:
un asunto de saber primero dicho oficio para luego crear en montones, LO DUDO
MUCHO EN REALIDAD... espero sea de su agrado a todo el público adherido al
blog.

"Detrás del Velo de la Realidad,

los Dictadores del Sentido observan

sin intervenir en los Procesos

de Aquello que dejaron sembrado

entre los Esquicios Ocultos

de los Deseos de las Rocas

por recrear el Sueño del Movimiento…"

(JÚPITER, AMO DE UN SÓLO DÍA)

Gabriel Gaboides7, 18 de Septiembre de 2009, 12:35 am

Gracias Avelina, gracias a todos!

15 de diciembre de 2009, 11:37

Aldo dijo...

Finalmente Duchamp triunfó en su empeño por darle muerte al arte.

25 de diciembre de 2009, 19:02


Aldo dijo...

Excelente tu lúcido y necesario artículo, Avelina, como todos los demás.

Si bien el final no me convence; eso de ´una voz que se levanta para decir NO´:
me suena a "y bueno, es lo que podemos hacer...", pero tampoco veo otra
alternativa.

Gracias por tu lucidez y valentía.

27 de diciembre de 2009, 10:29

Pablo Bruera dijo...

Querida Avelina, ha sido una gran satisfacción encontrarme con tu blog. Entre
tanta tontería y banalidad, tus inteligentes reflexiones son un oasis. Es gratificante
saber que existe otra crítica, que se alzan voces contra el statu quo de la
estupidez y el vacío. Te felicito y agradezco por tu valioso aporte.

Pablo.

13 de mayo de 2010, 14:09

Pablo Bruera dijo...

En este instante el mundo es y para muchos eso

basta. Continúan los daños ecológicos por cuidar los

índices económicos. Los planes de futuro son comprar

o vender acciones de un día para el otro. Las

industrias de armamento contabilizan beneficios, olvidan

contar los muertos. La libertad es disfrutada

por el capital financiero, en menor medida por los

bienes de consumo y negada a millones de personas.

Mano de obra más que barata encerrada en fronteras

sin soberanía. Para estos últimos, siempre son


los últimos, sin acceso a comida y medicamentos este

mundo no parece ser posible.

No podemos detenernos a pensar en eso. No

hay tiempo que perder. Será que intuimos que no

hay futuro y por eso queremos todo al instante.

La tecnología ofrece resultados inmediatos y nos

indispone a esperar, a reflexionar, a contemplar. Pastillas

para dormir o para bailar al ritmo frenético de

sonidos mecánicos. Ampliamos nuestros horizontes

al agregar unos milímetros a la pantalla del móvil. Gimnasia

sin sudor, nuestros músculos son estimulados

por electrodos. Los sentimientos reducidos a iconos

en ordenadores.

Los promotores de un arte “de nuestro tiempo”

pretenden sitio en ese mundo. Las salas de exhibici

ón son pobladas por televisores y ordenadores,

como si los medios justificaran el fin. Largas justificaciones

que hablan por obras mudas, en un mal acto

de ventrílocuos. Ese mundo, no tiene lugar para el

arte, porque no tiene sitio para el espíritu. El arte ha

renunciado a sí mismo. Ha debido adoptar reglas de

juego ajenas. Los resultados están a la vista. Las obras

tienen corta vida, pierden interés una vez vistas, se

consumen como comida rápida y son mucho menos

efectivas e ingeniosas que los spots publicitarios.


Quienes intentamos generar un sitio para lo sensible

trabajamos según principios visuales de armonía,

ritmo y unidad visual en la diversidad. Expresión en la

pintura de ideas más abstractas y esenciales, como

en el ámbito de las relaciones humanas las del respeto,

la solidaridad y la libertad. La forma es contenido.

Los artistas buscamos abrir ventanas a otro mundo.

Un mundo en armonía donde la parte y el todo

son unidad. Un mundo para el espíritu. Un mundo

posible.

Ese mundo existe, siempre ha existido. No puede

ser mesurado, analizado o demostrado por medidas

y razones ajenas a él. Liberemos al espíritu,

valiéndonos de los sentidos antes que de la razón,

para penetrar en ese otro mundo.

Algo de misterioso, de inexplicable para la razón

hay en el arte, la manifestación de lo intangible.

13 de mayo de 2010, 14:12

il.balan dijo...

mmm... pero qué propicio los "errores" que mencionas? qué tuvo que pasar para
que apareciera la figura de duchamp en el mundo del arte? por qué a principios de
siglo y no a mediados, o a finales?

me parece un tanto extremo culpar a duchamp de todo. cuando si alguién se


merece estar en los libros de arte del siglo XX, es él. ya no tanto por sus técnicas
o sus piezas, sino por cambiarnos nuestra manera de enterderlas. ese hombre fue
un genio a tal grado que su inercia sigue.

que a un hombre se le haya ocurrido meter un urinario a un espacio destinado al


arte y nombrarlo como "arte" me parece brillante al cambiar todo el sentido del
espacio y su lectura. brillante de verdad.

en lo que si estoy totalmente de acuerdo es en todos sus imitadores que acabaron


por desgastar el método y sucitarón lo ya dicho.

sin embargo, partiendo de que no soy ningún crítico de arte, ni siquiera un


estudiante que aspire a ser "artista", sino un simple humano que gusta de
cuestionarse el mundo que pisa, me atrevo a decir que todo el llamado "arte" dió
un giro en sus prácticas y medios con la invención de la fotografía. es decir, un
avance resultado de la revolución industrial que dió la posibilidad de poder
"atrapar" el mundo en un instante. el mundo se volvió plano con la invención de la
fotografía (y su posterior evolución hacia el cine) pues practicamente el artista (y
en general cualquier persona) pudo alejarse de aquellos materiales con los que
buscaba su reproducción del mundo. la noción de tiempo también se altero y ni
que decir, la noción del espacio.

con la invención de la fotografía cualquiera pudo hacer un autorretrato o captar el


más maravilloso de los paisajes con sólo un click y algunos conocimientos
tecnológicos básicos.

brincamos de un mundo multisensorial en el cual el papel del artista era su re-


creación a través del oficio, a un mundo plano capaz de poder ser enmarcado y
colgado en la pared de la sala.

el arte dejó de ser asombro como vehiculo de la emoción por la maestría en que
era captada la realidad a través de los ojos y las manos del artista, para volverse
simplemnete en lo que el artista era capaz de ver y "atrapar"... después una vez
que se cansó de ver, comenzó a conceptuar a un grado tal que lo importante ya no
es lo que se pueda ver sólo con los ojos, sino lo que se pueda ver sólo a través del
razonamiento extremo (muchas veces filosófico).

de todo lo anterior, que parezca ingenuo nombrar "arte" sólo a los medios
plásticos como la pintura y la escultura, cuando tal vez lo más sano para nuestros
días sea que hablemos de "artistas" con un lenguaje y medios propios el mundo
que les toco pisar. esto claramente influenciado por la transformación de la
sociedad cada vez más atomizada y en la que todos queremos destacar a costa
de lo que sea. saludos

3 de octubre de 2010, 17:23

Nat Gaete dijo...

Muchas veces me hice la pregunta de si era o no arte una obra expuesta y sobre
expuesta, aplaudida por los críticos, alabada por los medios y que -desde mi
barniz de ignorancia- me parecía una tomadura de pelo hasta para el más humilde
y poco instruido espectador. Otras cuantas veces me sentí bastante snob al
asentir comentarios que daban dicha categoría a creaciones bastantes mediocres.
Encuentro en este post una asertiva opinión sobre el tema en cuestión, pocos
pueden decir abiertamente lo que muchos hemos soslayado en varias
oportunidades: que el arte de nuestros tiempos deslinda con el mal gusto y lo ha
hecho estandarte de la creación actual.

4 de agosto de 2014, 16:30

MURALISMO VISIONARIO.
Los artistas del movimiento muralista del siglo XX decidieron plasmar
preocupaciones sociales en el muro y guiar el compromiso del arte público. Los
murales del New School for Social Research (Nueva York 1930) fueron
emblemáticos, uno de ellos a cargo de José Clemente Orozco, denunciaba el
imperialismo británico en la India, mostraba la Revolución Mexicana y la
Revolución Marxista en Rusia, y en el otro mural Thomas Hart Benton pintó una
narración crítica llamada America Today. Este mural está recuperado y expuesto
actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York. La descripción que hace
Benton de América es tan actual y feroz que el museo se vio obligado a “traducir”
el contenido con un texto que la presenta como “una obra que idealiza una
sociedad que vive la fascinación por las máquinas en un despegue humano y
económico”. La reseña del New York Times, repitiendo la infundada pretensión de
que sólo el arte contemporáneo VIP hace crítica social, lo calificó de curiosidad
histórica.

Benton pinta este mural durante el shock por la Gran Depresión que acabó con el
sueño del progreso y que despertó movimientos de tendencia izquierdista. Benton
militaba en grupos artísticos contestatarios que denunciaron las trágicas
consecuencias de la Gran Depresión, la corrupción y la diferencia abismal de las
clases sociales, que también es descrita con crudeza en la obra monocroma Gods’
Man de Lynd Ward, el artista creador la primera novela gráfica americana. La
América de Benton es la América de hoy, pero el continente entero, una visión que
más tarde inspiraría obras como The Grapes of Wrath de John Steinbeck filmada
por John Ford. El mural contiene ocho secciones pintadas en temple sobre gesso
en lino montado en paneles de madera.

El panel Instruments of Power se concentra en la tecnología, aviones,


locomotoras, la generación de energía, es una composición cinética que se
expande fuera del muro. Lejos de ser una utopía como afirma el MET, la pintura
anuncia la dominación capitalista que controla el progreso a través de los avances
tecnológicos y científicos que dejan relegados a los países subdesarrollados,
como el nuestro.
Deep South denuncia que la esclavitud en el campo sureño continúa, en el primer
plano un campesino negro vacía un costal de algodón en la báscula del capataz.
La modernidad no ha llegado, los negros siguen sometidos a un régimen laboral
inhumano, los patrones blancos controlan la tierra y las cosechas. Traspasamos
estas escenas al campo del resto de América Latina y veremos que después de
Revoluciones, Reformas Agrarias y sistemas clientelares, seguimos en un atraso
social y productivo idéntico al del mural.
Midwest se adentra en la explotación industrial del campo, de los bosques y los
animales de granja; se acaban las cooperativas minoritarias, nace el modelo que
detonó las primeras fortunas americanas, rompió el equilibrio con la sobre
producción y la especulación de precios y productos. Actualmente eso se
mantiene, la industria alimentaria prefiere tirar toneladas de alimentos para
manipular precios y la expoliación de los recursos naturales ésta devastando a la
ecología.
Las secciones Changing West, Coal, Steel, City Building, exponen la idea rectora
del mural: el progreso se sostiene sobre las clases obreras, en los que no pueden
acceder a esa riqueza, ellos construyen los rascacielos, explotan las minas,
trabajan en las fábricas, en ningún panel vemos a los jerarcas del capital, hay
manos, cuerpos que son usados como maquinaria.
El panel final City Activities With Subway es la decadencia ética, los residuos del
progreso. Especuladores de la bolsa de valores, fiestas burguesas con alambiques
de alcohol violando la prohibición, diversiones evasivas, sobornos, las “taxi
dancers” mujeres que cobraban por bailar con los clientes. Es nuestra sociedad
contemporánea: un pequeño grupo de especuladores y banqueros llevan países a
la quiebra, la injerencia imperialista a través las políticas incongruentes hacia las
drogas, y la ignorancia masiva absorta en el entretenimiento digital. El progreso no
es utopía ni ideal humanista, es injusto.

El mural de Benton es un vaticinio crítico que se proyectó como una advertencia


del futuro.
DEMASIADO ARTE.

London Art Fair en Londres y el Armory Show en Nueva York son ferias con una
oferta similar a las del resto del mundo: algo de obra “histórica”, pintura con
calidad variable y numerosas galerías de estilo contemporáneo VIP y sus objetos
con precios ridículos. Cada año se realizan en el planeta casi 170 ferias de arte,
es imposible darles seguimiento a todas. Hasta los mercados más limitados, como
el de México, tienen ferias que fingen ingresar al Primer Mundo. Gracias al
producto que venden las ferias dan la falsa apariencia de ser una actividad
cultural, y no lo son, se puede ver arte verdadero pero básicamente son un
negocio de compra-venta directa. La diferencia con otras ferias, por ejemplo las de
tecnología, es que aquí timar al cliente no solo está permitido, es un aliciente
comercial. Siempre va a existir alguien que crea que ceder al fraude de un grupo
de oportunistas aporta estatus social y que el encanto personal aumenta al sacar
la tarjeta black y pagar por una colección de tapas de botella o de patos de goma.

¿Existe suficiente arte para alimentar a tantas ferias? Por supuesto, el factor
fundamental que ha detonado el boom de las ferias es que hay demasiado arte del
estilo contemporáneo VIP, muchísimo, hay más arte que compradores, museos,
bienales y galerías. Hay mas timadores que timados. Este modelo teórico en el
que un montón de suvenires de la Torre Eiffel amarrados con un cable, pañuelos
colgados de un gancho y demás “genialidades” se pueden exponer como arte ha
provocado una explosión artistas readymade, falso talento, ocurrencias rápidas y
obras instantáneas. Un mercado en apariencia inmenso es un canal de negocio
muy limitado para una oferta ilimitada. Demasiadas obras, poca inteligencia,
escasa osadía y nula belleza.

Joanne Tinker, Please take a seat, Luxury win cages, 2105

La industria editorial registra grandes pérdidas porque hay más libros que
lectores, teniendo en cuenta que el libro requiere pensarlo, escribirlo, editarlo e
imprimirlo, en cambio estas obras VIP son cualquier cosa, acción o afirmación.
Todo es arte y ese todo carece de espacios de venta capaces de administrar ese
volumen de mercancía. El arte ha dejado de ser excepcional, ha perdido su
exclusividad, es fácil de pensar, hacer y designar. Al simplificar al extremo el
proceso de creación, la producción del arte se sale de control, va más allá del
objeto en serie, es inconmensurable. Es un océano de obras que son fruto de una
multitud de cabezas que en su limitada y engañada inteligencia aseguran que son
artistas y que sus más pueriles gestos son milagros artísticos. Estadísticamente es
imposible que todos consigan su verdadero objetivo artístico: ser tocados por el
dinero. El fin último de estas obras es llegar a la tarjeta black del comprador, no es
el pseudo statement político-social-filosófico que ostentan, la consagración teórica
de la obra se cierra cada vez que alguien paga por unos letreros grafiteados.

Joanne Tinker, Please take a seat, Luxury win cages, 2105

Lamentablemente el dinero es lo más limitado que existe, es de unos cuantos, se


agota. Se necesitan más compradores dispuestos a pagar por unas varas
amarradas con un peluche porque cada segundo surge un nuevo
artistacontemporáneo VIP, son una horda que no cesa de multiplicarse. La
situación ya es una crisis, las escuelas de arte educan hornadas que son como
pan industrial, iguales, sin propuestas originales, copias infinitas de un modelo pre
hecho de pensamiento; gradúan con honores a estudiantes que no controlan sus
esfínteres uretrales y anales o matan a un animal.

London Art Fair 2015

Insisten en que entender el arte es la prerrogativa de una minoría pero la


producción artística es masiva. Han detonado una inmensa nueva clase social de
mediocres con aspiraciones que genera sin dirección objetos e ideas imitables,
sustituibles, reemplazables. El arte verdadero hace mejores a las sociedades,
pero el arte contemporáneo VIP ha difundido la falacia ideológica de que una
producción sin jerarquías de valores sería utópica y se ha convertido en una
distopía, una trampa formidable. El desequilibrio entre la oferta y la demanda ha
impuesto una sobrevivencia darwiniana: Sólo unos cuantos pueden vender eso
que hacen todos. Arbitrariedades como la suerte determinan una carrera porque el
talento no importa, cuando no existe.

El arte contemporáneo es una farsa: Avelina Lésper

"La carencia de rigor (en las obras) ha permitido que el vacío de creación, la
ocurrencia, la falta de inteligencia sean los valores de este falso arte, y que
cualquier cosa se muestre en los museos", afirmó Lésper.

Ciudad de México.- Con la finalidad de dar a conocer sus argumentos sobre el por
qué el arte contemporáneo es un "falso arte", la crítica de arte Avelina Lésper
ofreció la conferencia "El Arte Contemporáneo- El dogma incuestionable" en la
Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) en donde fue ovacionada por los
estudiantes.
"La carencia de rigor (en las obras) ha permitido que el vacío de creación, la
ocurrencia, la falta de inteligencia sean los valores de este falso arte, y que
cualquier cosa se muestre en los museos", afirmó Lésper.

Explicó que los Los objetos y valores estéticos que se presentan como arte, son
aceptados, en completa sumisión a los principios que una autoridad que impone.

Lo que ocasiona que cada día se formen sociedades menos inteligentes y


llevándolos a la barbarie. También abordó el tema del Ready Made, sobre el que
expresó que mediante esta corriente "artística", se ha regresado a lo más
elemental e irracional del pensamiento humano, al pensamiento mágico, negando
la realidad. El arte queda reducido a una creencia fantasiosa y su presencia en un
significado. "Necesitamos arte y no creencias".

Asimismo, destacó la figura del "genio", artista con obras insustituible, personajes
que en la actualidad ya no existen. "Hoy con la sobrepoblación de artistas, estos
no son prescindibles y la obra se sustituye por otra, porque carece de
singularidad".

Detalló que la sustitución de artistas se da por la poca calidad de sus trabajos,


"todo lo que el artista realice esta predestinado a ser arte, excremento, filias,
odios, objetos personales, imitaciones, ignorancia, enfermedades, fotos
personales, mensajes de internet, juguetes, etc. Actualmente hacer arte es un
ejercicio ególatra, los performances, los videos, instalaciones están hechos con tal
obviedad que abruma la simpleza creadora, y son piezas que en su inmensa
mayoría apelan al menor esfuerzo, y que su accesibilidad creativa nos dice que es
una realidad, que cualquiera puede hacerlo".

En ese sentido, afirmó que no darle el status al artista que lo merece, ocasiona un
alejamiento del arte a las personas, lo demerita, lo banaliza. "Cada ves que
alguien sin méritos y sin trabajo real excepcional expone, el arte va decreciendo
en su presencia y concepción. Entre más artistas hay, las obras son peores, la
cantidad no está aportando calidad".

"El artista ready made toca todas las áreas, y todas con poca profesionalidad, si
hace video, no alcanza los estándares que piden en el cine o en la publicidad; si
hace obras electrónicas o las manda a hacer, no logra lo que un técnico medio; si
se involucra con sonidos, no llega ni a la experiencia de un Dj. Se asume ya que sí
la obra es de arte contemporáneo, no tiene por que alcanzar el mínimo rango de
calidad en su realización. Los artistas hacen cosas extraordinarias y demuestran
en cada trabajo su condición de creadores, ni Demian Hirst, ni Gabriel Orozco ni
Teresa Margolles, ni la inmensa lista de gente que crece son artistas, y esto no lo
digo yo, lo dicen sus obras", aseveró.
Como consejo a los estudiantes, les indicó que dejen que su obra hable por ellos,
no un curador, no un sistema, no un dogma, "su obra dirá si son o no artistas, y si
hacen este falso arte, se los repito no son artistas".

Lésper aseguró que hoy día, el arte dejó de ser incluyente, por lo que se ha vuelto
en contra de sus propios principios dogmáticos y en caso de que al espectador no
le guste, lo acusa de "ignorante, de estúpido y le dice con gran arrogancia, si no te
gusta es que no entiendes".

"El espectador, para evitar ser llamado ignorante, no puede ni por asomo decir lo
que piensa, para este arte todo público que no es sumiso a sus obras es imbécil,
ignorante y nunca está a la altura de lo expuesto ni de sus artistas, así el
espectador presencia obras que no demuestran inteligencia", denunció.

Finalmente, señaló que el arte contemporáneo es endogámico, elitista; como


vocación segregacionista, realizado para su estructura burocrática, para
complacer a las instituciones y a sus patrocinadores. "Su obsesión pedagógica, su
necesidad de explicar cada obra, cada exposición, su sobre producción de textos
es la implícita acotación del criterio, la negación a la experiencia estética libre,
define, nombra, sobreintelectualiza la obra para sobrevalorarla y para impedir que
la percepción sea ejercida con naturalidad".

La creación es libre, pero la contemplación no lo es. "Estamos ante a dictadura del


más mediocre".

ENTREVISTA: Avelina Lésper: "El arte contemporáneo es un fraude"

La crítica mejicana denuncia la especulación y la burbuja económica, como lo fue


la inmobiliaria, de obras que "carecen de valores estéticos"

No fueron pocos los que se identificaron, hace un par de años, con aquella mujer
de la limpieza de un museo alemán tan celosa de su trabajo que se empleó a
fondo para eliminar unas terribles manchas que había en una de las obras
expuestas. Ni se le ocurrió sospechar que formaban parte vital de la pieza Wenn
es anfängt durch die Decke zu tropen (Cuando empieza a gotear el techo) del
artista Martin Kippenberger, valorada en 800.000 euros. El Museo Ostwald de
Dortmund (cuyas primeras entradas en Google son sobre el suceso, superando a
su web oficial), llegó a afirmar que "estamos intentando aclarar cuanto antes qué
tipo de capacitación tiene el personal de la limpieza". La crítica de arte mejicana
Avelina Lésper diría que esa pobre trabajadora, además de un gran sentido de la
pulcritud, tenía también un gran sentido común. Lésper, colaboradora de
diferentes medios de comunicación latinoamericanos y directora del programa de
televisión El Milenio visto por el Arte, es una de las voces que más suenan
contrarias al arte contemporáneo, cuestionando desde los ready-made (el uso de
objetos comunes como el urinario de Duchamp) a las performances efímeras.

-¿Cómo definiría el arte contemporáneo en una palabra?

-Fraude

-Explíquese…

-Carece de valores estéticos y se sustenta en irrealidades. Por un lado, pretende a


través de la palabra cambiar la realidad de un objeto, lo que es imposible,
otorgándoles características que son invisibles y valores que no son
comprobables. Además, se supone que tenemos que aceptarlos y asimilarlos
como arte. Es como un dogma religioso.

-¿Y por otro lado?

-También es un fraude porque está sostenido nada más que en el mercado, que
es fluctuante y artificial en la mayoría de los casos. Se otorgan a las obras valores
artificiales para que pienses: “si cuesta 90.000 euros es porque debe ser arte”.
Estos precios son una burbuja, como existió la burbuja inmobiliaria.

-¿Y pinchará?

-Se tiene que pinchar. Una torre de papel sanitario de Martin Creed cuesta 90.000
euros. El objeto no es lo importante, sino lo que tú puedes demostrar
económicamente a través de su compra.

-¿Y no pueden comprar Murillo o Picasso?

-No puedes especular con pintura antigua porque hay muy poca. En cambio, este
tipo de obras se realizan en minutos, algunas se hacen en factorías.

-¿No se podría especular con obra actual con valores estéticos?

-El arte toma tiempo. No hay manera de que Antonio López termine un cuadro…
Por una parte, debes esperar a que el pintor o escultor haga sus obras. Por otra, el
arte necesita talento, que el artista tenga algo que mostrar a través de su obra.
Con el arte contemporáneo los artistas no necesitan tener nada.

-¿Puede poner algún ejemplo?


-Cuando Duchamp hizo su ready-made evitó a todos los artistas el proceso
intelectual. Cualquier objeto es arte, el que sea. Bajo este punto de vista,
imagínate la cantidad de obras de arte que tú tienes. Todo tu entorno es factible
de convertirse en arte. No tienes que esperar que ese artista se forme, demuestre
su talento y que acabe aportando algo, lo que es terriblemente difícil. Otro ejemplo
es Santiago Sierra con sus ready-made. Te dice: “Esto es un contenedor de
mierda de la India”. ¡Qué impresionante!

-Como mínimo piensan la definición…

-El crítico Arthur Danton dijo: “dejen que los filósofos pensemos en la obra,
ustedes traigan sus objetos”. Si pones como tema el contenedor de mierda, ya
llegará el comisario que elabore el discurso y te hable de la miseria, de las últimas
castas que recogen la mierda… hay toda una justificación social y moral. Si tú
manifiestas que eso carece de valores estéticos, automáticamente te dicen que
estás en contra del mensaje social. Es un arte chantajista, también. Utiliza este
tipo de discursos para que lo aceptes como arte. Si no lo aceptas, o estás en
contra de él o eres un ignorante.

-La denuncia social se ha ido haciendo a lo largo de la historia del arte…

-Se ha dado, pero no como valor de la obra. Los Fusilamientos del 3 de mayo de
Goya valen por la realización artística, porque su pintura fue trascendental y
profundamente moderna en su momento. Y sigue siendo moderna ahora. Por eso
vale una pintura de Goya, no por el discurso.

-¿Se está confundiendo el arte con el mensaje?

-Ahora el arte solo es mensaje. No hay arte, solo hay panfletos. Estas obras no
pueden existir sin los museos. Las obras, paradójicamente, se ven mejor en el
catálogo que en vivo. Y ya no digamos con los artistas performance, que solo
tienen el registro fotográfico de lo que hacen porque dicen que es efímero, aunque
lo repitan 700 veces. Son obras que solo existen en los catálogos y a través de los
discursos y la teoría que le ponen los comisarios y especialistas en estética. Son
objetos de lujo, una nueva forma de consumo.

-A la mayoría de gente de a pie no le gusta el arte contemporáneo porque le


resulta difícil de entender…

-Es que no hay nada que entender. Es un arte que te exige asimilarlo y no
discutirlo, por eso también es dogmático. Te exige fe, que creas en él, no que lo
comprendas, como las religiones. Quiere someter nuestro intelecto. Todo el
tiempo quien se equivoca es el espectador, el artista y la obra es infalible. Si tú
dices que carece de valores estéticos, de inteligencia, que no te propone ni aporta
nada, entonces te dicen que eres un ignorante.

-¿Quién decide qué es arte?

-Es una decisión arbitraria que se toma entre las instituciones, los museos, las
universidades… Es un arte de la academia. Eso de que es independiente y libre
es mentira.

-¿Está subvencionado?

-Totalmente, no puede vivir sin las subvenciones del Estado. Es un arte


parasitario. La mayoría de los artistas contemporáneos viven del Estado.

-¿El público no pinta nada?

-No. Por eso es demagogia pura que digan que este arte tiene intenciones
sociales y que manifiesta intenciones morales. Rechaza a la gente, que para ellos
es ignorante. Este arte no vive de la gente, vive de las instituciones y la
especulación.

- ¿Podríamos decir que refleja la sociedad actual?

-Es muy diferente reflejar que denunciar. Ellos parasitan la sociedad en la que
viven, la refleja mejor Madoff. Ambos son parte de una misma mentira social que
ha creado el capitalismo a través de la especulación económica. El arte
contemporáneo es parte del fracaso capitalista.

-¿Estamos huérfanos de arte?

-Sí, porque no hay espacio para los artistas que sí están creando. ¿Qué muestra
el Macba aunque esté vacío? En España hay muchos centros de arte
contemporáneo que nacieron a la par que la burbuja inmobiliaria, para que te des
una idea de cómo está el asunto. ¿Qué te puede aportar Jeff Koons que imita
objetos de feria o cualquier ready-made? Ellos han hecho del material la obra.
Ahora para decir guerra ya no tienes que pintar los fusilamientos, ahora escribes la
palabra guerra en un letrero. Eso es no tener pensamiento abstracto. Jamás el
arte se había despojado tanto de las metáforas… El problema es que se está
acabando con una capacidad cognitiva.

-¿Nos quieren tontos?


-Exactamente ¿Y sabes por qué? Eso tiene detrás de sí lo más pedestre que te
puedas imaginar, el dinero. Por eso es también un fracaso del capitalismo. Todo lo
que se ha hecho por dinero en estas dos últimas décadas ha hecho un daño
enorme a la Humanidad. Por dinero se destruyó la economía de Europa, la de
Estados Unidos, tenemos el narcotráfico en América Latina… y por dinero están
destruyendo el arte.

-¿Alguna buena noticia vinculada al arte?

-(Ríe). Pues que nos hemos dado cuenta, no estamos ciegos ante esto. Los que
pintan ahora con maestría y técnica son los contrarrevolucionarios. Y esta
resistencia inteligente y creativa es la que va a alimentar el arte

-¿Estos artistas no son vendibles?

-Claro, pero las galerías necesitan que estén amparados por las instituciones.
Cuando el Reina Sofía dejó de comprar a Arco, Arco se fue a la quiebra.

-El Reina Sofía dejó de comprar a Arco y empezó a exponer Picasso…

-...Y a Goya, para que la gente vaya…

-¿Esto sería el inicio del cambio?

-Exactamente. Llega un momento en que las instituciones van a tener que


escuchar a la población y dejar de trabajar para los intereses privados.

-¿Qué piensa de artistas españoles contemporáneos como Tàpies o Barceló?

-Barceló tiene unos dibujos y unas acuarelas sensacionales. Tàpies está


sobrevalorado. Surgió porque el arte español empezó a verse huérfano de
creadores y fue la oportunidad de encumbrar a un tipo como Tàpies, con un
lenguaje y una creación limitadísima.

-¿Ve mal el arte español?

-Lo del arte español es un fenómeno de análisis. Fue la cúspide del arte mundial,
tuvo creadores que aportaron como nadie y ahora los artistas simplemente no
existen. Y la crítica española está entregada y sumisa al sistema. ¿Cuándo
España se dará cuenta que ha perdido su sitio en el arte?

-No es el único sitio que ha perdido…


-Pero es un factor muy delicado. El arte no nos sacará de la crisis, pero aporta
humanidad. En: La vanguardia febrero 2014

sábado, 7 de febrero de 2015

PURITANAS Y FEMINISTAS.

El cuerpo desnudo sigue avergonzando a los seres humanos. Qué somos y cómo
somos es un motivo de oprobio para los extremos ideológicos: las feministas y los
puritanos religiosos. En Londres el debate nacional fue la decisión del tabloide The
Sun de retirar los desnudos femeninos que desde los años setentas publicaban en
la página 3 ante la presión ejercida por la feroz y mojigata campaña de una
asociación feminista que clamaba por el derecho de la mujer a ser vista como algo
más que un cuerpo. Al mismo tiempo la Royal Academy estrenó la exposición
Rubens and his legacy. Los argumentos en contra de las páginas de modelos
desnudas del tabloide coincidían con las críticas a la exposición de Rubens. En el
periódico The Independent al mismo tiempo dijeron sobre la exposición “son
refinados trabajos de pornografía para el placer del rico patrón en el que la mujer
es el sujeto de dolor y denigración”; y la columnista Alibhali-Brown afirmaba que
las modelos de la página 3 en The Sun eran para “el hombre de las cavernas que
recorre el papel y babea sobre los cuerpos semi desnudos de las modelos”. A
principio del siglo XX las sufragistas inglesas entraban a la National Gallery para
atentar contra las pinturas de desnudos porque según ellas el arte cosificaba al
cuerpo femenino. En este extremo la humillante esclavitud de una mujer que viste
un burka que la oculte en cada centímetro coincide con los ideales del puritanismo
feminista.
Con ese ambiente, ver y gozar de la exposición de Rubens es un acto de libertad,
apreciar la dimensión que cobra la presencia corporal del ser humano cuando el
arte la estudia, la analiza y la recrea para mitificarla. La curaduría mostró la
influencia de Rubens a través de los siglos en distintos artistas dividiendo los
temas en Violencia, Poder, Lujuria, Compasión, Elegancia y Poesía. La estancia
temporal en un cuerpo, padecerlo, poseerlo y ser poseído como símbolo,
encarnación y provocador de la Historia misma. La obra de Rubens es un cuerpo
que se reinventa en cada lienzo, que muta y renace, es una pintura palpitante que
suda, gime, se retuerce de furia, risa, placer y dolor. Lo que Rubens pintó, desde
un paisaje en el bosque, hasta el purgatorio que vomita cuerpos que caen en una
orgía, es la exaltación de la vida, de lo que se transforma y genera sensaciones.
La enseñanza de Rubens, el legado que influenció a generaciones de artistas es
su acercamiento al cuerpo, su descubrimiento de la piel como soporte de la
narrativa de la existencia.

El cuerpo es portador de atributos, valores y sueños, los demuestra, es mito y


cruza triunfante en carruajes jalados por el pueblo, con ángeles que coronan al rey
en el Triunfo de Enrique IV, o es un mártir que soporta la crucifixión con los brazos
dóciles.

La total aceptación de que esa carne con sus protuberancias nos da un lugar
efímero para estar, para transitar por esta realidad y sentirla llega a la apoteosis
con el desnudo voluptuoso, con Angélica dormida, invitando al anciano eremita
que la observa a recostarse al lado de su tibia respiración y soñar con ella; o con
la vulnerabilidad de Venus que tiene frío, y queremos arropar al celestino Cupido
que temblando trata de cubrirse, Rubens juega con el doble sentido de frialdad y
frigidez, para enfatizar que esa escena sucede en la intimidad de Venus la pinta
de espaldas a nosotros, ella gira el rostro avergonzada, rechazando al sátiro Liber
que le ofrece afrodisiacos espárragos y alcachofas. La insaciable representación
de esta innegable condición humana desencadenó que Francois Boucher pintara
Pan y Syrinx la ninfa que será convertida en agua por las ninfas del río, recostada
cómplice con otra ninfa, compartiendo la pureza del sexo que se entrega.

Rubens nos acerca con lo que somos, nos describe el fatalismo de habitar una
materia de la que nos despojamos cíclicamente, dejamos el cuerpo infantil para
tomar el de adulto hasta ver como el desgaste de vivir nos convierte el algo que
nunca esperamos. El puritanismo activista hace proselitismo para que el ser
humano desprecie su propia condición y Rubens responde a esto con una piel
brillante, suave, desbordada, deseosa de que la existencia la devore.

domingo, 1 de marzo de 2015

EL CINISMO DE LA CRUELDAD: HERMANN NITSCH.

Es ominosa la protesta y la sumisión intelectual por la clausura de la exposición de


Hermann Nitsch. La obra de este hombre es un espectáculo gore que se sostiene
en ideas falsas que el “gremio artístico cultural” defiende sin avergonzarse.

Afirman que su performance indaga en la ritualización del sacrificio. Falso. El


sacrificio tenía una razón: la ofrenda era una demostración de fe a una divinidad
para que ésta se mostrara benévola, no era un acto estético o recreativo. Sin esa
intención esta acción se reduce a matar por matar, es la exhibición de las
patologías de una persona. Nitsch y sus supuestas orgías “dionisiacas” son un
invento que carece de bases documentales. No hay ritual puesto que no hay
misión, no existe una fe o religión que sacralice sus descuartizamientos. Las
ofrendas humanas o animales fueron expulsadas de las religiones cuando la
civilización entendió el valor ético de la vida, entonces el sacrificio fue metafísico.
Matar en nombre de un credo o una ideología es criminal. Las atrocidades de
Nitsch son intelectualizadas, incompatibles con la salvaje o primitiva “fe ciega” que
cree e ignora. Cada vez que él ha matado a un animal para jugar con la sangre y
las entrañas, lo hace con la consciencia de que los argumentos teóricos alrededor
de su “ritual” son un disfraz que le permite complacer sus apetitos. Con
premeditación manipula un estilo artístico y pervierte el valor de la libertad creativa
y de expresión como el fanático que esgrime la religión para asesinar, los dos lo
hacen bajo la impunidad de la “libertad de las ideas”.

Es un cinismo descomunal afirmar que está retomando sacrificios cristianos.


Históricamente la crucifixión existió antes de Cristo, siguió existiendo después y
nunca fue un ritual religioso, era una ejecución judicial pública. Las crucifixiones
que hacen cada año en Iztapalapa son performances colectivos con énfasis en un
voluntario que se prepara para personificar al profeta, y la exacerbación del
sufrimiento es un ritual religioso para una divinidad. Las crucifixiones con personas
y cadáveres de animales de Nitsch son la apología y el divertimento de un castigo
que se prohibió por su crueldad. Los académicos tendrían que ser congruentes, si
es que eso es posible, y también aceptar como arte contemporáneo las de
Iztapalapa. Ante la protesta de los defensores de los derechos de los animales,
Nitsch advirtió que él es un “amante de los animales”. Es la eterna demagogia del
estilo contemporáneo VIP. Si denuncian daños ecológicos lo hacen contaminando;
hacen obras feministas reduciendo a la mujer al más inmediato estereotipo y
critican el hambre desperdiciando alimentos. Es el caso de Nitsch y de muchos
artistas VIP que “aman a los animales” y gozan maltratándolos, matándolos o
manipulando sus entrañas. Cualquier persona que respete la vida es incapaz de
utilizar restos mortales para hacer un show con algo que invariablemente significó
dolor. La muerte no se recrea porque la muerte es única.

Clamaron mundialmente que lo “censuraron” y cancelaron su exposición. No hay


censura, hay indignación social. En Nueva York en el 2011 presencié uno de sus
performances y ahí se disciplinó, lo hizo con pintura de colores y esa memorabilia
la vendieron como “obras pictóricas”. En cambio acá trató de aprovecharse porque
no hay ley que detenga la barbarie artística y delincuencial. La tolerancia ante la
impunidad nos ha llevado a la degradación social que padecemos, la indignación
es un gesto de civilidad, de urgencia para tomar consciencia de que la crueldad es
insoportable.

La sangre derramada siempre significa muerte y violencia. El que exhibe esa


sangre hace escarnio del dolor de otro, de su indefensión y su tragedia. Durante
milenios los animales han sido víctimas de los humanos, esa vulnerabilidad,
nobleza y generosidad no merecen el menosprecio del “arte”. La antropocéntrica
arrogancia de Nitsch y su irracional superioridad sitúa a los animales como
indignos de respeto y que tienen la función de soportar los caprichos patológicos
de los seres humanos. Es intolerable que un matadero y su memorabilia sean
llamados arte, y es abyecta la defensa de los “intelectuales” a una “obra”
sociópata.

Museo Jumex cancela exposición de Hermann Nitsch

CODICE INFORMATIVO: http://codiceinformativo.com/2015/02/museo-jumex-


cancela-exposicion-de-hermann-nitsch/

01/02/2015

La retrospectiva del artista austriaco estaba programada para permanecer abierta


del 26 de febrero al 14 de junio de 2015.

Este viernes 30 de enero el Museo Jumex dio a conocer, a través de un boletín de


prensa, la cancelación de la exposición retrospectiva de Hermann Nitsch, misma
que estaba programada para permanecer abierta del 26 de febrero al 14 de junio
de 2015 y hubiese sido la primera exposición individual del artista austriaco en
México.

El comunicado no especifica las causas de la cancelación, si embargo, una


petición emitida a través del sitio Change.org y dirigida al Museo Jumex, la cual
solicitaba que no se llevara a cabo «la exposición de la persona Hermann Nitsch,
por mutilar, degollar, asesinar y al final exhibir los cadáveres de animales
sintientes», alcanzó casi 5,000 simpatizantes; la obra del artista nacido en Viena
ha generado polémica por recurrir al desmembramiento de animales, a actos
sexuales, falsas crucifixiones y otras formas de violencia.

En lugar de la retrospectiva de Nitsch, el Museo Jumex exhibirá Colección Abierta


02, muestra que reúne piezas destacadas de la Colección Jumex de artistas como
Dieter Roth, Hans-Peter Feldmann, Andreas Slominski y Wilfredo Prieto.

EXCELSIOR: http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/03/02/1011093
Censura en el Museo Jumex; el problema también es de los artistas mexicanos

El artista Carlos Amorales reflexiona sobre las implicaciones que tiene la


cancelación de la exposición de Hermann Nitsch en el país

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de marzo.- En las últimas semanas he leído varias


opiniones sobre la cancelación de la exhibición de la obra del artista austriaco
Hermann Nitsch en las que de cierta forma se minimiza al artista austriaco
asociando su obra con la violencia y con la muerte de una manera simplista. Esta
interpretación de su trabajo ha sido el argumento que ha sustentado el rechazo
por una parte de la sociedad, más de cinco mil personas que firmaron una petición
de change.org y después por el Museo Jumex, la institución que organizó la
muestra. Asociar su obra con la muerte y la violencia resulta obvia en la cultura
mexicana porque la sangre de la violencia publicada por la prensa populista
siempre ha generado un morbo que toleramos (o incluso apreciamos) como parte
de los clichés con los que definimos nuestra identidad cultural: la sangre que
circula por los medios masivos de comunicación generando fascinación y miedo,
mucho miedo, sobre todo ahora con la violencia social que sufrimos en el país
desde hace ya casi una década y que se agudizó a partir de lo ocurrido en
Ayotzinapa. Pero la sangre no sólo significa muerte, es también nacimiento y ante
todo es vida. La obra de Nitsch no está relacionada con el momento de violencia
social en el país, aunque hacer esta relación nos parezca la más lógica.

El nacimiento es un momento sangriento, visceral, de miedo y de alegría, de


belleza y de fealdad. El nacimiento está ligado a la sangre que fluye contenida en
nuestro cuerpo mientras vivimos. Al llegar el final algunos mueren cubiertos de
sangre, pero a diferencia del momento del nacimiento, la muerte sangrienta es
excepcional y ocurre generalmente cuando está relacionada con la violencia. Tal
vez sea por esa excepcionalidad en términos generales por lo que el
derramamiento de sangre nos impresiona tanto. Nacimiento, vida y muerte son
valores universales que compartimos con los demás seres vivos; pero el
pensamiento nos diferencia a los humanos. En la sintaxis que organiza el
significado de nuestras ideas, la sangre roja puede significar muerte y violencia,
pero también puede significar el nacimiento y la vida, porque la sangre circula en
nosotros hasta el final.

Hace un año tuve la oportunidad de visitar el museo Hermann Nitsch en Nápoles,


situado en una antigua estación eléctrica en el centro de la ciudad, adecuada para
exhibir la obra del artista por la Fondazione Morra. A pesar de sólo tener un
conocimiento básico de la obra de Nitsch, en su museo descubrí que su extenso
cuerpo de trabajo no sólo incluye los rituales sangrientos que tanto se han
mediatizado en las últimas semanas en México, sino que además hay un lado de
su trabajo enfocado en la botánica y en la materia mineral. En este museo, que
parece un enorme laboratorio, hay instalada una larga tabla de colores naturales.
Esta tabla de colores me llevó a comprender que la obra de Nitsch es una larga
reflexión sobre la percepción de lo natural y la manera profunda en la que los
humanos nos relacionamos con la naturaleza. El museo, que en realidad es una
enorme instalación (Gesamtkunstwerk) que abarca todo el edificio, no sólo parece
un laboratorio científico, si no lo que podría ser el laboratorio de un alquimista.
Pero Nitsch no es un científico ni un alquimista, es un artista y esta diferencia es
importante, porque significa que su interés en la naturaleza y en la cultura no está
ligada al progreso o a la metafísica, sino a la espiritualidad en la materia: al cuerpo
humano, al animal, a las plantas y a la tierra en la que vivimos. La sangre en la
enorme instalación que podemos visitar en su museo fluye como el elemento vital
que cohesiona a los seres y a las cosas en la tierra, incluyendo el nacimiento y la
muerte de los seres que la habitamos, como sucede en nuestro cuerpo. Visitar el
museo Nitsch fue una experiencia profundamente existencial, por esto me resulta
preocupante no poder ver la obra de Nitsch en México. Si existe un arte que
trasciende los valores materialistas que rigen nuestra sociedad contemporánea, lo
necesitamos urgentemente para trascender el cinismo. La obra de Nitsch, cuando
es comprendida, puede ayudarnos a humanizar nuestra sociedad.

Me pregunto entonces cuál es la razón de fondo por la que en México se interpreta


la obra de Nitsch de una manera ilustrativa y superficialmente llana, en la que se le
asocia de una manera simplista con la muerte y con la crueldad hacia los
animales. Sucedió que a partir del comunicado de prensa que emitió el Museo
Jumex anunciando la próxima exposición de Nitsch (se incluía la imagen del artista
ante una de sus instalaciones sangrientas) varias personas buscaron su nombre
en Google y después de mirar las impresionantes imágenes sangrientas en las
que se ven rituales con cuerpos de animales acusaron al artista de ser un hombre
cruel con los animales y exigieron la cancelación de la muestra mediante una
petición de change.org (generada por un activista de los derechos de los
animales). El museo, a pesar de haber comisionado la exhibición y programarla
desde hace dos años, la canceló de último momento, primero, sin dar
explicaciones, y finalmente, presionado por la prensa, publicando una justificación
en la que el museo se autodefine como “sensible” a las necesidades de la
sociedad mexicana por el conflictivo momento social en el que estamos inmersos.
Es risible que un museo justifique la cancelación de una exposición argumentando
que su contenido es demasiado cercano a la realidad, ¿Acaso significa que en el
futuro las exhibiciones del museo estarán alejadas de la realidad? Explicar la
cancelación por razones de sensibilidad social parece una fórmula retórica que
oculta lo que resulta evidente: un museo corporativo que reacciona ante la
potencialidad nociva del escándalo activista, para proteger la imagen de la marca
que le da nombre.

Con motivo de la cancelación, la embajadora de Austria en México expresó que la


obra de Nitsch fue leída erróneamente. ¿A qué se refiere con esto?

Yo creo que una parte del problema radica en la manera en que en México hemos
sido educados para entender y relacionarnos con el arte. En nuestra sociedad
tenemos al muralismo como el canon modernista de su arte. Un movimiento
artístico que surgió tras la Revolución Mexicana pensado y realizado para ilustrar,
desde el punto de vista institucional, las problemáticas de un incipiente Estado
nacionalista. Los pintores muralistas representaron conceptos ideológicos para ser
entendidos por el pueblo de una manera directa, pedagógica, en la que los niveles
visuales fueron reducidos semánticamente a lo que se ve y entiende a primera
vista, sin ambigüedades. Este fue un arte que se hizo con una función social
predeterminada: la educación moral y política de una gran masa inculta, mediante
la articulación de una simbología visualmente narrativa con significado
nacionalista. La enorme importancia que tuvo el muralismo en México es
incuestionable y, tal vez, es debido a ello que nos podemos explicar la poca
trascendencia que tuvo el pensamiento vanguardista en México. El muralismo no
fue un movimiento vanguardista, como tampoco lo fue el realismo socialista en la
Unión Soviética, porque estando al servicio del Estado nunca cuestionó el plano
formal clásico de la representación. En México comúnmente se entiende el arte
como una ilustración ideológica que viene desde arriba hacia abajo, justificada
como educación, pero expresando las políticas institucionales del Estado o, en los
últimos años, de la iniciativa privada.

No obstante las profundas raíces del nacionalismo, desde hace algunas décadas
México se transformó en sintonía con los cambios globales que sucedieron tras la
disolución del bloque socialista. Este cambio se manifestó en el contexto artístico
a partir de los años noventa con la crisis de las instituciones culturales estatales y
con el surgimiento de una nueva generación que comenzó a operar con
independencia de éstas en un nivel local pero, sobre todo, internacional. Este
cambio paradigmático se consolidó en México con la apertura e
institucionalización progresiva de unas cuantas colecciones privadas personales o
corporativas que paulatinamente fueron sustituyendo la autoridad de las
instituciones estatales, al grado que estas últimas se han vuelto semi-
dependientes financiera y discursivamente de las privadas. El discurso artístico
dejó de ser nacionalista para volverse internacional y globalizado (un fenómeno
que no es exclusivamente mexicano) por lo que el arte que se produce
actualmente en México está relacionado con el de otros países o regiones
mundiales. A partir de esa apertura al mundo los artistas contemporáneos
mexicanos hemos sido abiertamente influidos por el legado de las vanguardias
artísticas europeas, norte y sudamericanas del siglo XX, además del pensamiento
crítico que se generó a partir del feminismo y del posmodernismo. Los artistas nos
inspiramos y relacionamos con colegas de otras partes, interesándonos en una
historia del arte que no se limita a la nacional, pero que se despliega en un campo
global. México exporta e importa arte. A pesar de estos cambios pareciera ser que
el punto en el que se centra la comprensión del arte en nuestro país en gran
medida sigue siendo (en cuanto al objeto artístico) desde la lectura reduccionista
del muralismo, sólo que ahora a partir de valores nuevos que ya no son dictados
desde un Estado débil sino desde una iniciativa privada fuerte.

Esta manera “muralista” de entender el arte sigue profundamente arraigada en


nuestra sociedad, continuamos “leyéndolo” como un significante moralista,
ideológico y político. La diferencia es que en la actualidad la masa ya no es
educada con murales, sino con la publicidad ligada al entretenimiento y con la
información que aparece en su muro de Facebook. Ahora la masa consume
cultura y aplica su derecho a escoger entre la oferta, además opina (muchas
veces emocionalmente y sin conocimiento) y ejerce presión mediante el activismo
virtual o real cuando alguna oferta no le resulta ética. Para expresar su
descontento algunos ciudadanos activistas se conforman con poner “me gusta” a
una causa que apoyan, publicar comentarios en las redes sociales o firmar cartas
de presión. Otros pasan a la acción y participan en puestas en escena masivas,
simbólicas, en las que simulan metafóricamente el mensaje político que desean
trasmitir a los medios, como se ve en la imagen central que ilustra este texto. Los
performances de Hermann Nitsch no son ni lo mismo ni lo contrario, son otra cosa
porque no simulan nada y existen en la realidad dentro del contexto de su propia
lógica artística, no son un medio para trasmitir un mensaje. Con presteza el museo
decidió cancelar ante la protesta virtual, probablemente les aterraba el ridículo de
una puesta en escena por activistas “ensangrentados” en la explanada de su
edificio. A pesar del descontento social que ha habido en los últimos meses,
sorprende la falta de discrepancia entre la élite y la masa en este caso: ambas
partes se posicionaron en alianza, otorgando la razón una a la otra bajo una lógica
aparentemente moralista, pero que en el fondo ocurre por la coerción que el
consumidor ejerce sobre el productor.

Hay quien argumenta que siendo una empresa privada, el Museo Jumex está en
su derecho de mostrar (o no) lo que le plazca, que no tiene responsabilidades
sociales por ser una entidad privada. De ser así, el museo tampoco tendría la
responsabilidad de tener salidas de emergencia, o accesos para gente con
discapacidad física o baños públicos, ni siquiera tendrían la responsabilidad de
pagar a sus empleados. Recordemos que una empresa como Jumex, con una
misión que se asume pública y filantrópica en cuanto al coleccionismo de arte
contemporáneo, desplazó en gran medida el rol de las agencias culturales que el
Estado mexicano prácticamente monopolizaba antes del año 2000. Es un logro
innegable la manera como La Colección Jumex, además de coleccionar arte, ha
subvencionado buena parte de la producción artística mexicana (física e
intelectual) de los últimos años. Lo ha hecho de una manera que ha sido benéfica
para el mundo del arte (artistas, curadores, galeristas, críticos de arte,
proveedores, instituciones artísticas nacionales y extranjeras e incluso a otros
coleccionistas), beneficio que además ha trascendido a la sociedad en general, y,
obvio, también a la empresa. De esta manera el Grupo Jumex, a partir de la
colección, luego de la fundación y ahora el museo, se ha adjudicado una
responsabilidad social que por principio debería trascender sus intereses
comerciales básicos en favor de la cultura general de la sociedad en donde existe,
sin confundir una cosa con la otra.

Como las razones sobre la cancelación de la exposición en realidad no han sido


expresadas claramente ni argumentadas por la institución (tampoco debatidas en
un foro publico) el museo provoca que los artistas nos preguntemos los
verdaderos motivos de esta censura. Como he venido argumentando, parece que
el problema no solamente es de índole política, ideológica, moral o estética, sino
que en realidad parece ser un problema mercadológico, básicamente pragmático.
El nombre del museo asocia la marca del jugo con la empresa artística/cultural y
por lo tanto con los contenidos artísticos que se muestran. En el caso discutido
esta asociación de arte y marca pone en peligro al producto mismo que sustenta a
todo lo demás. Seamos realistas: el Museo Jumex, por mas grande que parezca,
es una empresa de élite dentro de la popular megaempresa Grupo Jumex,
productora a gran escala de jugos de fruta, lo que a ojos de su dirección coloca el
museo y a la colección en un plano de relevancia económica secundaria. La
cancelación de esta exposición solamente es justificable desde la lógica
empresarial, que ante todo debe defender la imagen de su producto principal. Esta
lógica mercantil también puede explicar el silencio de los artistas mexicanos sobre
el tema: cada quien está cuidando su producto frente al principal sistema de
mecenazgo artístico del país.

La cancelación de la exposición de Nitsch es una censura. Si los artistas locales


no reaccionamos ante la censura de la exhibición de un colega tan importante
significa que aceptamos que nuestra obra existe en un plano sin historia donde su
valor es tan sólo equivalente a su posicionamiento en el mercado actual. De
aceptarlo tendríamos que asumir como válidas las razones pragmáticas de la
empresa Jumex ante la defensa de su producto y los artistas limitarnos a cuidar el
nuestro. Con esto aceptaríamos que una figura histórica como la de Hermann
Nitsch ya no tiene peso en nuestro mundo comercial y pragmático, donde el arte
se valora como un bien de consumo. Pero recordemos que Hermann Nitsch es un
artista muy importante, de los más importantes en el mundo.

Reducir el valor del arte a un simple intercambio comercial entre producto y dinero
no es aceptable. Pareceré ingenuo, pero creo que el arte tiene un valor espiritual
más importante que el material, donde el intercambio comercial de nuestra obra
artística por dinero con los coleccionistas (a través de un sistema comercial que
involucra a varios agentes) está fundamentado en esa creencia y que ese nivel
básico existe para que el intercambio espiritual continúe y se muestre finalmente
en el museo a la sociedad en general. Atención: como artista profesional no soy ni
tonto ni hipócrita negando la importancia del lado comercial del arte, pero
mantengo que este valor no es el único ni el principal, porque una gran obra de
arte es, pese a todo, invaluable en términos monetarios y sólo se vuelve
trascendente tras el paso de los años, cuando ya se ha convertido en un modelo
para la sociedad con la cual se identifica. Pero si el valor del arte es
principalmente espiritual y no materialista, ¿se puede definir este valor espiritual?
¿Está relacionado el valor de esta espiritualidad a la libertad de expresión, de
fondo y forma, y a la crítica que el artista hace mediante su obra y pensamiento a
los valores sociales, éticos y estéticos de su época? ¿Es la libertad de expresión
la misma para el artista que para el periodista o para el empresario? ¿Se trata de
una libertad de índole política, comercial o está circunscrita al ámbito de la
estética? Que los artistas acepten la censura devalúa el aspecto espiritual de su
propio arte.

Trazaré a grandes rasgos un mapa histórico del arte austriaco a partir de la


modernidad: antes de Nitsch estuvieron Gustav Klimt, Egon Schiele y Oskar
Kokoschka, junto a él estuvieron Günter Brus, Arnulf Rainer, Otto Mühl y Rudolf
Schwarzkogler, no relacionados al accionismo pero contemporáneos fueron Maria
Lassnig, Valie Export y después Franz West. Ahora están Gelitin, Elke Krystufek y
otros mas jóvenes. A través de la obra de estos artistas se percibe un malestar y
una crítica profunda a la idiosincrasia de su sociedad, crítica que posteriormente
se ve reflejada en un nivel ético y estético que se asume socialmente en el
espacio público y privado. Estos son los grandes artistas austriacos y todos, de
diversas maneras y por diversas razones, fueron o son controversiales. Los
artistas de cualquier sociedad critican, sintetizan, reflejan y transforman el mundo
en el que habitan, las obras de algunos trascenderán en la historia debido al
posterior reconocimiento público, aunque al principio fueran difíciles de asimilar.
No obstante la actual aceptación cultural del accionismo vienés en el canon
histórico del arte, ya ha pasado medio siglo y la sociedad ha cambiado, es
interesante leer la siguiente proclamación de Brus y Mühl contextualizada en los
años sesenta:

“… nuestra consolidada democracia, utiliza el arte como válvula de escape, e


intenta sobornar al ‘artista’ vanguardista, rehabilitando sus ideas y expresiones
‘artísticas’ revolucionarias para convertirlas en una forma de arte aceptable por el
Estado. Pero este ‘arte’ no es arte, solo es política creada desde los más altos
estamentos.”

Medio siglo más tarde ni siquiera tenemos una democracia consolidada en


México, sólo una que se simula. Permitir la censura de esta exposición es
asegurar que a los artistas nos callen para siempre. Callarnos ahora significa que
no entendemos nuestros propios intereses: el valor espiritual de nuestra obra, la
libertad de expresión artística.

Yo no estoy de acuerdo con que se haya censurado la exposición de Hermann


Nitsch porque hacer exhibiciones de arte es la función publica primordial de un
museo y creo que la polémica que genera la obra de arte tiene que debatirse en
público a partir de la exhibición misma. La censura de esta exposición marca un
precedente donde en vez de que el museo eduque al público sucede al contrario.
Con esta medida el museo también se autocensura, debilitándose como autoridad
académica, denigrándose hasta parecer un salón de trofeos. Esto no es positivo
para los artistas mexicanos si queremos ser tomados en serio y queremos un
Museo Jumex de primer nivel. Lo peor que podemos hacer en este momento es
comportarnos como si fuéramos avestruces.

Me conmueve el que, a pesar del desdén de una parte del público mexicano y del
museo que originalmente lo invitó, Hermann Nitsch vino la semana pasada a
nuestro país para demostrar que defiende su trabajo ante todo. Es una lección
muy importante sobre la que debemos reflexionar quienes vivimos y trabajamos
aquí. ¿O es que aquí no pasa nada?

Recordando las lecciones de Avelina Lésper sobre el arte.

La exposición temporal a cargo de la XI Bienal Monterrey FEMSA, "65 Visiones del


Arte Contemporáneo", que se encuentra en las salas de exposiciones temporales
del Antiguo Colegio de San Ildefonso me hizo recordar la conferencia "Esto no es
arte" impartida en la ciudad de Zacatecas en noviembre del año pasado, por
Avelina Lésper.

El ver que una de las piezas de arte principales en la exposición es un ropero con
polvo acumulado de hace cuarenta años, no tuvo ningún impacto estético sobre
mí. ¿De verdad un ropero con polvo es una pieza de arte? Ya, en serio, ¿cuando
han transportado la dichosa pieza ni una pizca de polvo se le ha caído? Entre
otras piezas se encontraban un rollo de papel periódico con todos los clasificados
de no sé que fecha a otra, tirada en el piso, puesta en forma de caracol y con la
respectiva advertencia de "No tocar". ¿Eso es arte?

La exposición consta de dos salas, y al terminar puedes deleitarte viendo el


catálogo de la exposición, cómodamente en los balcones de tan bello recinto como
lo es San Ildefonso. Francamente, no me gustó nada la exposición, y no porque la
museografía sea mala, sino porque para mí, las piezas puestas en exposición no
son arte.

Al finalizar el recorrido por el museo, mi acompañante y yo contestamos unas


encuestas sobre el museo, su personal, las exposiciones y lo que hace falta, en
nuestra opinión, para mejorar el lugar. La señorita que aplicaba la encuesta,
trabajadora del museo, se atrevió a decirnos que creía que era de las pocas, junto
con algunos de sus compañeros de trabajo, que creía que muchas de las piezas
expuestas en la exposición son, siendo franca, basura. "Entiendo que es el arte de
los jóvenes, pero la verdad es que o no es arte, o no lo entiendo nada, pero
ustedes son jóvenes y tampoco les gusta, así que creo que no estaba tan perdida
en mis conjeturas".

Una de las defensas del arte contemporáneo al estilo "VIP", como lo define
Avelina Lésper, es que si no te gusta, es porque no lo entiendes y, por tanto, tu
opinión no es válida. El debate sobre lo que es arte y lo que no lo es sigue y
seguirá abierto, así como yo detesté sobremanera esta exposición, que además,
considero que es un desperdicio de espacio y presupuesto para verdaderos
artistas contemporáneos, habrá quien la encuentre maravillosa.

Por último, estimado lector, le reitero la invitación que hace Avelina Lésper, sea
crítico. Sea crítico ante los discursos que nos bombardean hoy en día, sea el
textual, oral, visual o plástico. Atrévase a pensar y a sentir el verdadero arte,
incluyendo el contemporáneo, pero que no lo engañen ni lo hagan sentir estúpido.
Usted es una persona con la capacidad de crear y también de sentir con lo creado,
así que abra sus ojos al verdadero arte y cuestione lo que otros dicen que es o no
arte. Defina usted mismo, aquello que en verdad marca una trascendencia estética
en su persona, más allá de la justificación de la técnica, materiales utilizados o
discursos añadidos a las piezas.

EL PAIS: http://elpais.com/elpais/2015/01/22/estilo/1421919624_526509.html

‘The Sun’ da marcha atrás y vuelve a publicar su página de ‘topless’

Dos días ha durado el "lapso mamario", tal como lo ha definido el propio tabloide,
en un juego de palabras con la expresión "lapso de memoria". Los pechos
desnudos de mujer han vuelto hoy a la página tres del sensacionalista The Sun,
después de haber desaparecido de ella el lunes y el martes, y cuando el
feminismo todavía estaba celebrando la eliminación de este controvertido espacio
que el tabloide inauguró hace 44 años, poco después de que fuera adquirido por el
controvertido magnate de la prensa Rupert Murdoch. "Parece que tenemos que
reanudar el combate", ha declarado al respecto el grupo de presión No More Page
3, que lleva años batallando por la eliminación de lo que considera un
anacronismo sexista.

Con el título de Aclaraciones y correcciones y la imagen de otra mujer con el busto


al descubierto, el tabloide declara: "Después de las recientes informaciones de
prensa, queremos aclarar que esto es la página tres y que esto es una foto de
Nicole, de 22 años, de Bournemouth". "Pedimos disculpas en nombre de los
periodistas de la prensa escrita y las televisiones que han pasado los dos últimos
días hablando y escribiendo sobre nosotros", agrega.

The Times, que pertenece al igual que The Sun al conglomerado de medios de
Rupert Murdoch, avanzó el martes la noticia que este jueves se desmiente. “La
edición del viernes fue la última que llevará la imagen de una glamurosa modelo
con los pechos desnudos en esa página”, aseguró este diario.

Lo cierto es que el tabloide nunca confirmó oficialmente la definitiva desaparición


de la polémica sección. "The Sun no dijo en ningún momento qué iba a suceder en
la página tres″, ha puntualizado a la agencia France Press Dylan Sharpe,
relaciones públicas del diario. Sharpe tuiteó con cautela el martes una obviedad
para no pillarse los dedos: “La página tres de The Sun estará mañana donde
siempre ha estado: entre la dos y la cuatro”.

La ministra de Educación y responsable de Mujer e Igualdad, la conservadora


Nicky Morgan, aseguró que "ya era hora" de que la publicación diese "un paso
pequeño, pero significativo" para mejorar "la imagen que dan los medios de las
mujeres". Incluso el primer ministro británico, el conservador David Cameron, a
través de su portavoz oficial, quiso pronunciarse sobre la página tres, aunque lo
hizo de forma tibia. "El primer ministro siempre ha sostenido que lo que publican
los periódicos es asunto de los periódicos", dijo el portavoz.

Ya el año pasado, Murdoch expresó públicamente, a través de Twitter, sus dudas


acerca de la sección. Afirmó que le parecía anticuada y recabó la opinión de sus
seguidores en la red social. Pero al empresario no le gusta que nadie le diga lo
que debe o no publicar, y menos en un diario como The Sun que, con 2,2 millones
de ejemplares al día, es el de mayor circulación de Reino Unido.

Lo que está claro es que la repercusión de la jugada en términos de movimientos


de lectores iba a ser escrutada con lupa. Una fuente de la redacción del Sun
declaró a The Guardian que el tráfico en la página web del tabloide, donde se
mantuvo la sección de la página tres, fue el martes "considerablemente superior al
de las 24 horas anteriores". Por su parte, su rival en la prensa sensacionalista, el
Daily Star, que ofrece una sección similar desde 1978, quiso aprovechar el tirón el
miércoles ofreciendo a sus lectores un póster en sus páginas centrales con una
selección de las chicas de la página tres del Sun, como ya se las conoce. Unas
chicas que desde hoy, y hasta nuevas noticias, han vuelto a su ubicación original
desprovistas de ropa pero envueltas, como siempre, en la polémica.

IDEAL: http://www.ideal.es/sociedad/201501/20/deja-publicar-foto-topless-
20150120121936-rc.html

'The Sun' deja de publicar la foto del topless femenino en la página 3

El diario popular británico 'The Sun', uno de los más vendidos del país, ha dejado
de publicar su "chica de la página 3" en topless, con lo que puso punto final a una
controvertida tradición de más de cuatro décadas.

'The Times', propiedad como 'The Sun' del magnate de la prensa Rupert Murdoch,
ha indicado que el diario del viernes pasado fue el último en 44 años con una
modelo en topless. "The Sun ya no publicará modelos en topless en la página 3",
indicó 'The Times'.

La costumbre de la chica de la página tres siempre fue muy criticada como sexista
y el propio Murdoch la describió meses atrás como "pasada de moda".

Una petición contra la publicación de esas fotos por The Sun, uno de los diarios
más leídos de Gran Bretaña, recabó más de 217.000 firmas. Los participantes en
esta campaña ("Nunca más página 3") calificaron la noticia de "realmente histórica
y un gran día para el poder ciudadano".

The Times destaca que en la página 3 de la edición del lunes, la maniquí Rosie
Huntington-Whiteley tenía el pecho cubierto con lencería. La edición del martes
muestra fotos de actrices en bikini en una playa de Dubai. Pero un mensaje en la
parte baja de la página invita a los lectores a ir a la edición en línea si desean ver
fotos en topless, lo que indica que éstas han sido desplazadas de la edición
impresa a la electrónica.

44 años de historia

La chica de la página 3 existe en este diario desde 1970, cuando la joven modelo
alemana de 20 años, Stephanie Rahn , se convirtió en la primera de ellas. La
página, que lanzó las carreras de las modelos Samantha Fox en los años 80 y
Katie Price en los 90, ha sido a menudo criticada por sexista y generó por ello esa
campaña "Nunca mas página 3".

La campaña fue creada en 2012 por la actriz Lucy-Anne Holmes con el apoyo de
grupos de defensa de los derechos de la mujer.

'The Sun' daba la imagen de que "básicamente las mujeres están ahí como
decoración" y por ello la supresión de la página 3 "es un paso en la buena
dirección" reaccionó Holmes. "Sexualizar y convertir en objeto a la mujer de esa
manera suponía básicamente decir que lo que realmente importa son nuestros
senos y no nuestros cerebros", añadió. La portavoz de cultura del Partido
Laborista (oposición), Harriet Harman afirmó por su lado que con esta decisión
The Sun estaba "entrando en el siglo 21".

La edición irlandesa de 'The Sun' ya había suprimido la foto de la chica en toples


de la página 3 en 2013, alegando que se trata de una "diferente audiencia" de la
británica.

Un organismo británico de control de publicidad prohibió el año pasado un anuncio


de 'The Sun' que ofrecía la posibilidad de una cita con la modelo de la página 3
como premio en una competición de fútbol virtual. El anuncio fue considerado
"humillante para las mujeres" por la Autoridad sobre normas publicitarias
(Advertising Standards Authority), aunque el diario replicó que ·"obviamente se
trató de un ejercicio humorístico de marketing".

TINIEBLAS.
La luz es evidente cuando está rodeada de tinieblas, el trayecto de la luz sobre la
oscuridad es una forma de representar cómo transcurre el tiempo. La luz no es
estática, se mueve con los instantes, se inicia y se extingue como una prueba de
que el tiempo fluye sin detenerse. El pasado acumula memorias que ya no existen,
el futuro inventa o planea esperanzas que son ficticias. En el barroco las tinieblas
cubrieron la pintura para hacer visible el paso del tiempo, y plantearon con ese
contraste una metáfora de contenido filosófico. En la penumbra está lo
desconocido, es invisible porque lo ignoramos, es la incertidumbre. Lo visible está
iluminado, nos consta su presencia porque damos credibilidad a nuestra
percepción y somos sus testigos.
En la pintura del Caravaggio “Marta y Magdalena” o “Marta y la conversión de
Magdalena” la composición está dividida entre la luz y la penumbra. Marta trata de
convencer a su hermana Magdalena de que renuncie a su vida “pecadora”. No
vemos el rostro de la joven Marta, sus palabras están en las manos con las que
enumera sus razones. Magdalena inclina un poco la cabeza y fija su mirada en el
vacío para escuchar la voz que trastornará su destino. La luz entra del lado de la
fe, cae sobre la espalda de Marta, su pasado, llega hasta el rostro y el cuerpo de
Magdalena que tiene tras de sí la total negrura, el vacío o lo que está por iniciar,
que como tal no existe. Magdalena representa al pecado, las tinieblas la
envuelven porque el exceso nos arroja a lo desconocido, una vez que el deseo
nos posee, fatalmente ignoramos hasta dónde nos llevará perseguir una
satisfacción inalcanzable.

Caravaggio, siguiendo el canon teológico, la pone al lado de un espejo, pero él lo


hace convexo, negro, con un destello de luz sobre el que Magdalena posa un
dedo señalando su propia vanidad; en la otra mano sostiene una flor blanca,
símbolo de pureza en las pinturas de la anunciación, con ese gesto medita qué
elegir entre la contención o la disolución. La opacidad de ese espejo nos recuerda
que la vanidad es un detonador de apetitos, el cuerpo es el instrumento del placer,
el gozo es egoísta, voraz, detrás de cada experiencia deja hambre. La función del
espejo es reflejar ese cuerpo, el ser que lo habita cree reconocerse en él, cada
apetito le exigirá más, lo orillará a buscar lo imposible de encontrar porque la
saciedad no existe. Su forma convexa impide que la imagen se quede en él, la
superficie del espejo rechaza lo que refleja para regresar una deformación, algo
que es irreal, imposible, una ilusión. El espejo es la frontera final de la
composición, Magdalena no puede verse en él, porque el reflejo nunca es realista,
usamos el espejo para tener una visión interesada y falseada, somos incapaces
de aceptar una imagen verdadera de nosotros mismos, en ese sentido, pensarnos
y recrearnos es nuestra primera obra de ficción.
El tiempo pasa con esa luz, ese proceso en el que los argumentos y las
experiencias cruzan por el plano pictórico analizando la metamorfosis de un
personaje en otro ser, en alguien que apenas se está gestando en la obra. Las
escenas pictóricas habitan en el tiempo presente que se detiene, en ese instante
en que algo irreversible o irrepetible está sucediendo.

Lo que hace que la esta pintura del Caravaggio pueda contener ese significado es
la sabia distribución de la composición, el estudio de la luz, la comprensión del
valor de cada uno de los elementos. El contenido de las obras religiosas era muy
restringido, tenían que cumplir con precisión el simbolismo teológico, sin embargo
es el talento del pintor el que es capaz de conseguir que una obra comisionada
supere su propio fin y trascienda como arte. La pintura de Caravaggio, la belleza
de su composición con una escena tan humana logra que el tema de la conversión
religiosa sea un punto de partida para presenciar el instante definitivo de la
transformación humana.

La revelación que provoca el fulgor decisivo que ilumina las tinieblas y descubre la
posibilidad de dirigir la existencia a otro destino, nos da el arrojo de alguien que
está en el tránsito de abandonar lo que sabe de sí misma para elegir el camino
desconocido de volver a ser.
SEGURO PARA OPORTUNISTAS

“Desde que una pedazo de papel es el único documento que esencialmente le da


valor a un trabajo de arte conceptual hemos buscado la forma de proteger las
inversiones de nuestros clientes, en el caso de que le suceda algo a ese
certificado” Afirma Jonathan Crystal vicepresidente de Crystal & Co asesor de
pólizas de seguros que ha diseñado con AIG Private Client Service un producto
que cubre la pérdida del documento que acredita la designación como arte de un
objeto cualquiera. Hace algunos años aseguraron la exposición de cuartos vacíos
del Museo Georges Pompidou, las pólizas “protegieron” los certificados que
decían qué significaba cada cuarto vacío. Tenía que ser una aseguradora y su
criterio completamente realista y anti retórico la que definiera qué son estas obras:
una factura de compra. La galería no vende un objeto, vende un certificado que
describe una obra, afirma que es “auténtica”, quién es el autor y da el instructivo
para rehacer esa ocurrencia. Esta descripción acompañada de la factura es la
legitimación como arte de las obras del estilo contemporáneo VIP, porque dan fe
del precio, y lo más importante, que alguien pagó por eso. Lo vendieron como arte,
entonces es arte.

Obra en la Galería de Luis Adelantado, Zona Maco 2013.

En una ocasión en una feria de arte el galerista Luis Adelantado vendía un montón
de cañas secas, que exponía recargadas en una pared, le pregunté qué era lo que
le entregaba al comprador, me respondió que un certificado que describía las
medidas aproximadas del montón de cañas, y que el precio variaba, si eran más
cañas era más caro. El ingenuo coleccionista tenía que ir a una tienda, comprar
las cañas y colocarlas. La diferencia con el certificado de una obra de arte real, -
una pintura, escultura o grabado-, es que el documento únicamente avala la
autoría, fecha de realización y técnica, obviamente no proporciona las
instrucciones de cómo rehacerla porque esto es literalmente imposible.

Obra de Sol Lewitt.

Existe aquí una flagrante contradicción que traiciona el aparato retórico de las
obras del estilo VIP: Han pugnado por acabar con los conceptos de unicidad,
trabajo artístico autoral, propiedad intelectual y originalidad con objetos sin factura
como el ready-made o tan deficientes y facilones que los puede hacer cualquiera,
la “apropiación” es el canon que solapa la violación de los derechos de autor,
buscan que las obras sean enunciados aplicables de la forma que mejor les
convenga, mandan hacer las obras en talleres o factorías, es incongruente que
generen el papeleo que los legitime como artistas, que autentifique su autoría y
que haga “original” su obra. Este documento demuestra que estas obras no son
una propuesta intelectual, son a tricky business.

Hagamos un ejemplo: “La obra Autodestrucción 2 es original de Abraham


Cruzvillegas, para realizarla tiene que comprar desechos de una demolición,
escombros, piedras, tablas, etc., y distribuirlos en un área de 3 metros cuadrados”.
Estas instrucciones garantizan que un montón de basura tiene un autor y se
convierte en arte si alguien compra ese certificado. Cualquier otra reunión de
basura, aunque sea igual, no es una obra de arte “autentica” porque no tiene ese
papel que vende el galerista. Si el museo o el coleccionista pierden ese certificado
la obra desaparece, el papel es la obra, no las reproducciones que se puedan
hacer de ella. Un coleccionista perdió el certificado de autenticidad de una obra de
Sol Lewitt y éste le negó una copia, le dijo que la obra de arte era el papel con las
instrucciones para hacer el dibujo, no la ejecución de esas instrucciones. Lo
mismo sucede con los estudiantes de arte, los certificados escolares los acreditan
como “artistas”, no su trabajo, resultados o sus obras. Son artistas sin saber qué
es el arte.

El primer certificado de este tipo lo hizo Marcel Duchamp en 1944, cuando ante un
notario inscribió su L.H.O.O.Q como un ready-made “original”, en ese momento se
desplomó su retórica y demostró que era un pequeño burgués que recurrió a un
trámite burocrático para legalizarse como artista y autor de un objeto sin autoría.
Las eruditas compañías aseguradoras podrían vender una póliza que cubriera a
los artistas VIP por los daños y perjuicios de carecer de talento y tener que vivir
del oportunismo académico.

EL ARTE CONTEMPORÁNEO ES UNA FARSA: AVELINA LÉSPER

Con la finalidad de dar a conocer sus argumentos sobre el por qué el arte
contemporáneo es un "falso arte", la crítica de arte Avelina Lésper ofreció la
conferencia "El Arte Contemporáneo- El dogma incuestionable" en la Escuela
Nacional de Artes Plásticas (ENAP) en donde fue ovacionada por los estudiantes.

"La carencia de rigor (en las obras) ha permitido que el vacío de creación, la
ocurrencia, la falta de inteligencia sean los valores de este falso arte, y que
cualquier cosa se muestre en los museos", afirmó Lésper.
Explicó que los Los objetos y valores estéticos que se presentan como arte, son
aceptados, en completa sumisión a los principios que una autoridad que impone.

Lo que ocasiona que cada día se formen sociedades menos inteligentes y


llevándolos a la barbarie. También abordó el tema del Ready Made, sobre el que
expresó que mediante esta corriente "artística", se ha regresado a lo más
elemental e irracional del pensamiento humano, al pensamiento mágico, negando
la realidad. El arte queda reducido a una creencia fantasiosa y su presencia en un
significado. "Necesitamos arte y no creencias".

Asimismo, destacó la figura del "genio", artista con obras insustituible, personajes
que en la actualidad ya no existen. "Hoy con la sobrepoblación de artistas, estos
no son prescindibles y la obra se sustituye por otra, porque carece de
singularidad".

Detalló que la sustitución de artistas se da por la poca calidad de sus trabajos,


"todo lo que el artista realice esta predestinado a ser arte, excremento, filias,
odios, objetos personales, imitaciones, ignorancia, enfermedades, fotos
personales, mensajes de internet, juguetes, etc. Actualmente hacer arte es un
ejercicio ególatra, los performances, los videos, instalaciones están hechos con tal
obviedad que abruma la simpleza creadora, y son piezas que en su inmensa
mayoría apelan al menor esfuerzo, y que su accesibilidad creativa nos dice que es
una realidad, que cualquiera puede hacerlo".

En ese sentido, afirmó que no darle el status al artista que lo merece, ocasiona un
alejamiento del arte a las personas, lo demerita, lo banaliza. "Cada ves que
alguien sin méritos y sin trabajo real excepcional expone, el arte va decreciendo
en su presencia y concepción. Entre más artistas hay, las obras son peores, la
cantidad no está aportando calidad".

"El artista ready made toca todas las áreas, y todas con poca profesionalidad, si
hace video, no alcanza los estándares que piden en el cine o en la publicidad; si
hace obras electrónicas o las manda a hacer, no logra lo que un técnico medio; si
se involucra con sonidos, no llega ni a la experiencia de un Dj. Se asume ya que sí
la obra es de arte contemporáneo, no tiene por que alcanzar el mínimo rango de
calidad en su realización. Los artistas hacen cosas extraordinarias y demuestran
en cada trabajo su condición de creadores, ni Demian Hirst, ni Gabriel Orozco ni
Teresa Margolles, ni la inmensa lista de gente que crece son artistas, y esto no lo
digo yo, lo dicen sus obras", aseveró.

Como consejo a los estudiantes, les indicó que dejen que su obra hable por ellos,
no un curador, no un sistema, no un dogma, "su obra dirá si son o no artistas, y si
hacen este falso arte, se los repito no son artistas".
Lésper aseguró que hoy día, el arte dejó de ser incluyente, por lo que se ha vuelto
en contra de sus propios principios dogmáticos y en caso de que al espectador no
le guste, lo acusa de "ignorante, de estúpido y le dice con gran arrogancia, si no te
gusta es que no entiendes".

"El espectador, para evitar ser llamado ignorante, no puede ni por asomo decir lo
que piensa, para este arte todo público que no es sumiso a sus obras es imbécil,
ignorante y nunca está a la altura de lo expuesto ni de sus artistas, así el
espectador presencia obras que no demuestran inteligencia", denunció.

Finalmente, señaló que el arte contemporáneo es endogámico, elitista; como


vocación segregacionista, realizado para su estructura burocrática, para
complacer a las instituciones y a sus patrocinadores. "Su obsesión pedagógica, su
necesidad de explicar cada obra, cada exposición, su sobre producción de textos
es la implícita acotación del criterio, la negación a la experiencia estética libre,
define, nombra, sobreintelectualiza la obra para sobrevalorarla y para impedir que
la percepción sea ejercida con naturalidad".

La creación es libre, pero la contemplación no lo es. "Estamos ante a dictadura


del más mediocre".

ENTREVISTA:

-¿Cómo definiría el arte contemporáneo en una palabra?

-Fraude

-Explíquese…

-Carece de valores estéticos y se sustenta en irrealidades. Por un lado, pretende a


través de la palabra cambiar la realidad de un objeto, lo que es imposible,
otorgándoles características que son invisibles y valores que no son
comprobables. Además, se supone que tenemos que aceptarlos y asimilarlos
como arte. Es como un dogma religioso.

-¿Y por otro lado?


-También es un fraude porque está sostenido nada más que en el mercado, que
es fluctuante y artificial en la mayoría de los casos. Se otorgan a las obras valores
artificiales para que pienses: “si cuesta 90.000 euros es porque debe ser arte”.
Estos precios son una burbuja, como existió la burbuja inmobiliaria.

-¿Y pinchará?

-Se tiene que pinchar. Una torre de papel sanitario de Martin Creed cuesta 90.000
euros. El objeto no es lo importante, sino lo que tú puedes demostrar
económicamente a través de su compra.

-¿Y no pueden comprar Murillo o Picasso?

-No puedes especular con pintura antigua porque hay muy poca. En cambio, este
tipo de obras se realizan en minutos, algunas se hacen en factorías.

-¿No se podría especular con obra actual con valores estéticos?

-El arte toma tiempo. No hay manera de que Antonio López termine un cuadro…
Por una parte, debes esperar a que el pintor o escultor haga sus obras. Por otra, el
arte necesita talento, que el artista tenga algo que mostrar a través de su obra.
Con el arte contemporáneo los artistas no necesitan tener nada.

-¿Puede poner algún ejemplo?

-Cuando Duchamp hizo su ready-made evitó a todos los artistas el proceso


intelectual. Cualquier objeto es arte, el que sea. Bajo este punto de vista,
imagínate la cantidad de obras de arte que tú tienes. Todo tu entorno es factible
de convertirse en arte. No tienes que esperar que ese artista se forme, demuestre
su talento y que acabe aportando algo, lo que es terriblemente difícil. Otro ejemplo
es Santiago Sierra con sus ready-made. Te dice: “Esto es un contenedor de
mierda de la India”. ¡Qué impresionante!

-Como mínimo piensan la definición…


-El crítico Arthur Danton dijo: “dejen que los filósofos pensemos en la obra,
ustedes traigan sus objetos”. Si pones como tema el contenedor de mierda, ya
llegará el comisario que elabore el discurso y te hable de la miseria, de las últimas
castas que recogen la mierda… hay toda una justificación social y moral. Si tú
manifiestas que eso carece de valores estéticos, automáticamente te dicen que
estás en contra del mensaje social. Es un arte chantajista, también. Utiliza este
tipo de discursos para que lo aceptes como arte. Si no lo aceptas, o estás en
contra de él o eres un ignorante.

-La denuncia social se ha ido haciendo a lo largo de la historia del arte…

-Se ha dado, pero no como valor de la obra. Los Fusilamientos del 3 de mayo de
Goya valen por la realización artística, porque su pintura fue trascendental y
profundamente moderna en su momento. Y sigue siendo moderna ahora. Por eso
vale una pintura de Goya, no por el discurso.

-¿Se está confundiendo el arte con el mensaje?

-Ahora el arte solo es mensaje. No hay arte, solo hay panfletos. Estas obras no
pueden existir sin los museos. Las obras, paradójicamente, se ven mejor en el
catálogo que en vivo. Y ya no digamos con los artistas performance, que solo
tienen el registro fotográfico de lo que hacen porque dicen que es efímero, aunque
lo repitan 700 veces. Son obras que solo existen en los catálogos y a través de los
discursos y la teoría que le ponen los comisarios y especialistas en estética. Son
objetos de lujo, una nueva forma de consumo.

-A la mayoría de gente de a pie no le gusta el arte contemporáneo porque le


resulta difícil de entender…

-Es que no hay nada que entender. Es un arte que te exige asimilarlo y no
discutirlo, por eso también es dogmático. Te exige fe, que creas en él, no que lo
comprendas, como las religiones. Quiere someter nuestro intelecto. Todo el
tiempo quien se equivoca es el espectador, el artista y la obra es infalible. Si tú
dices que carece de valores estéticos, de inteligencia, que no te propone ni aporta
nada, entonces te dicen que eres un ignorante.

-¿Quién decide qué es arte?


-Es una decisión arbitraria que se toma entre las instituciones, los museos, las
universidades… Es un arte de la academia. Eso de que es independiente y libre
es mentira.

-¿Está subvencionado?

-Totalmente, no puede vivir sin las subvenciones del Estado. Es un arte


parasitario. La mayoría de los artistas contemporáneos viven del Estado.

-¿El público no pinta nada?

-No. Por eso es demagogia pura que digan que este arte tiene intenciones
sociales y que manifiesta intenciones morales. Rechaza a la gente, que para ellos
es ignorante. Este arte no vive de la gente, vive de las instituciones y la
especulación.

-¿Podríamos decir que refleja la sociedad actual?

-Es muy diferente reflejar que denunciar. Ellos parasitan la sociedad en la que
viven, la refleja mejor Madoff. Ambos son parte de una misma mentira social que
ha creado el capitalismo a través de la especulación económica. El arte
contemporáneo es parte del fracaso capitalista.

-¿Estamos huérfanos de arte?

-Sí, porque no hay espacio para los artistas que sí están creando. ¿Qué muestra
el Macba aunque esté vacío? En España hay muchos centros de arte
contemporáneo que nacieron a la par que la burbuja inmobiliaria, para que te des
una idea de cómo está el asunto. ¿Qué te puede aportar Jeff Koons que imita
objetos de feria o cualquier ready-made? Ellos han hecho del material la obra.
Ahora para decir guerra ya no tienes que pintar los fusilamientos, ahora escribes la
palabra guerra en un letrero. Eso es no tener pensamiento abstracto. Jamás el
arte se había despojado tanto de las metáforas… El problema es que se está
acabando con una capacidad cognitiva.

-¿Nos quieren tontos?


-Exactamente ¿Y sabes por qué? Eso tiene detrás de sí lo más pedestre que te
puedas imaginar, el dinero. Por eso es también un fracaso del capitalismo. Todo lo
que se ha hecho por dinero en estas dos últimas décadas ha hecho un daño
enorme a la Humanidad. Por dinero se destruyó la economía de Europa, la de
Estados Unidos, tenemos el narcotráfico en América Latina… y por dinero están
destruyendo el arte.

-¿Alguna buena noticia vinculada al arte?

-(Ríe). Pues que nos hemos dado cuenta, no estamos ciegos ante esto. Los que
pintan ahora con maestría y técnica son los contrarrevolucionarios. Y esta
resistencia inteligente y creativa es la que va a alimentar el arte

-¿Estos artistas no son vendibles?

-Claro, pero las galerías necesitan que estén amparados por las instituciones.
Cuando el Reina Sofía dejó de comprar a Arco, Arco se fue a la quiebra.

-El Reina Sofía dejó de comprar a Arco y empezó a exponer Picasso…

-...Y a Goya, para que la gente vaya…

-¿Esto sería el inicio del cambio?

-Exactamente. Llega un momento en que las instituciones van a tener que


escuchar a la población y dejar de trabajar para los intereses privados.

-¿Qué piensa de artistas españoles contemporáneos como Tàpies o Barceló?

-Barceló tiene unos dibujos y unas acuarelas sensacionales. Tàpies está


sobrevalorado. Surgió porque el arte español empezó a verse huérfano de
creadores y fue la oportunidad de encumbrar a un tipo como Tàpies, con un
lenguaje y una creación limitadísima.

-¿Ve mal el arte español?


-Lo del arte español es un fenómeno de análisis. Fue la cúspide del arte mundial,
tuvo creadores que aportaron como nadie y ahora los artistas simplemente no
existen. Y la crítica española está entregada y sumisa al sistema. ¿Cuándo
España se dará cuenta que ha perdido su sitio en el arte?

-No es el único sitio que ha perdido…

-Pero es un factor muy delicado. El arte no nos sacará de la crisis, pero aporta
humanidad.

LAS RELIQUIAS DE CERVANTES.

Adorar a las reliquias es parte del pensamiento mágico, creer que los restos de
alguien famoso, célebre o mítico tienen que ser exhumados para rendirles
homenaje alimenta una fantasía y no hace honor al cadáver. El gobierno
derechista de la Cuidad de Madrid, encabezado por Ana Botella, está obsesionado
en recuperar los huesos de Miguel de Cervantes, enterrado desde hace 400 años
en la antigua iglesia de las Trinitarias, entre un montón de osamentas de las que
carecen de información. No es de extrañar en una cultura ultra católica que erige
templos a las reliquias, igual que la mexicana, y las saca a desfilar entre las
multitudes haciendo del pasado fantástico una tradición de cohesión socio-cultural.
Supongamos que después de este atentado a los restos mortales de los otros
enterrados que están compartiendo la extinción de su materia, encuentran los
fragmentos de la osamenta del escritor ¿Qué van a hacer con ella? ¿La meterán
dentro de un capelo de cristal para que veamos que hasta los autores de obras
inmortales se desintegran en la nada? ¿La exhibirán para demostrar cómo la
trascendencia en el arte no libera de morir como un don nadie? En el delirio por
las cuestiones metafísicas ¿Tratarán de convertirlo en santo y pedirle que desde
su cielo cristiano ilumine a los escritores mediocres? Tal vez el gobierno de
Madrid, aprovechando el empuje publicitario, haga un parque temático, como el
que construyen los creacionistas sobre la Biblia, y pongan los huesos en una urna
con luz neón y cobren una cuota por hacerse un selfie con lo que queda del autor
del Quijote. Podrían integrarlo a las procesiones de Semana Santa con gente
disfrazada ad hoc para la ocasión.

Es tal la urgencia por explotarlo que no dudo que decidan engañar al público y
anuncien que ya lo encontraron aunque no sea cierto. En Francia sucedió con
Juana de Arco, dijeron que encontraron sus huesos y resultó que al hacer las
pruebas científicas, eran de gato. En todo caso, es recomendable que tengan un
stock de huesos por si esos continúan su proceso natural y se hacen polvo, para
que rellenen el capelo.

Es una oportunidad para que los políticos se pongan creativos con este
despropósito publicitario. Lo que sí es seguro es que sacar esos huesos de ahí,
montar este espectáculo penoso no va a invitar a que esos políticos y la gente en
general lea el Quijote, ni va a motivar a que su obra se estudie. Esos huesos, así
en pedazos van a convertir a Cervantes en materia de morbo social, en fenómeno
de circo, va a desatar una curiosidad sin respeto por su obra. Cervantes es sus
personajes, sus palabras, cada página que escribió, si lo admiraran no profanarían
su tumba. Con esta excavación no están generando conocimiento sobre el autor,
están abusando de su celebridad. Están utilizando sus restos como acierto
político, como un punto a favor en una época de elecciones. Es una pena que la
comunidad intelectual de ese país permita que se profane una tumba y se utilice
su osamenta como propaganda.

BLANCO.

El color blanco plantea un inicio, la página, el lienzo, el territorio en donde algo va


a comenzar. La creación hace del blanco símbolo, herramienta, metáfora, tema,
objetivo, espacio. Su presencia señala un vacío que crece hasta el vértigo, es una
invitación que no promete, intimida hasta que esa interrogante se trastorna con un
gesto. Entonces el espacio cede a la invasión y deja de existir, se vuelve
contenedor que recibe el todo, en el que cualquier cosa es posible. Blanco de
materialidad mineral o trampa de los elementos, efecto y anomalía de la
naturaleza, entra en una obra con una pureza pervertible, basta una gota ínfima de
otro tono y deja de existir o nos miente aparentando más fuerza, ente dispuesto a
la metamorfosis y al engaño. Cuando la pintura expresa el blanco nunca es
blanco, es gris, rojo, amarillo, ocre, azul, es una idea, una imagen. Cresta de la ola
de Hokusai, muralla azul que se levanta y avanza para fragmentarse en espuma.
La escultura en blanco es abstracta antes que barroca o minimalista, reduce,
sintetiza, el volumen es forma, la textura es color. Arquitectura que aloja para
destacar, el cubo blanco puede ser tan impactante que denuncia a la obra
insignificante, el lugar que ocupe es un obstáculo injustificable. Sonido, silencio, el
blanco está en la pausa que acentúa o que amarga, angustia que no puede
romperse. Fotografía en blanco y negro, oposición que describe sin la consistencia
de la realidad, dramatiza y mitifica.

El paño que cubre la desnudez de un dios, austeridad intocada, advertencia del


ultraje. Idealización de una nación, el caballo de Zapata, alcatraces, ropa de
manta, Diego Rivera y la pintura histórica exaltada. Nos obliga a estar alertas, es
vulnerable, cuidar de su integridad protege al que lo viste, armadura sensible que
expone, distingue, alardea. Meditar en blanco, aislamiento inconquistable, la
mente no tiene espacio, hay que inventarlo, experimentar la inmutabilidad, la
sabiduría crece en la vacuidad inalterable. El blanco enfría la obra y la hace
cerebral, establece puntos de atención, estados de concentración. Papel, limbo
generoso para la penetración, la línea de dibujo invade, caligrafía de la forma,
huella del trazo ensimismado. Leonardo dibuja la luz del rostro con blanco sobre
blanco. Manifestaciones contradictorias: transparencia, impenetrabilidad, sutileza,
masa, luminosidad, opacidad. El sol se refleja, se recarga y se engrandece
deslumbrante en los vestidos blancos de Sorolla agitados por el viento. Dalí es un
caballo, un cisne, un huevo, nube, retrato de Gala, todo en falso blanco. El
Impresionismo vistió a las mujeres de blanco, incómodas estorban en el paisaje
sin contraste, estatuas de telas arrugadas. El renuente cuadro blanco de Malevich,
reiterativo se funde con

el reto que le vence, ángulo táctil e


invisible.

Velázquez pinta un caballo ensillado, sin jinete, libre del dictado de un necio, la
penumbra barroca es un páramo ocre, la libertad es color. La inocencia
desilusionada del Pierrot de Watteau, su traje lo condena a ser el blanco de los
astutos. La Virgen de Jean Fouquet irreal y voluptuosa ofrece el pezón rosado de
su seno, enmarcada con elementos duros y tersos, un manto de armiño
impecable, níveo, rodeada de perlas redondas. Esencia sacra de las religiones
naturalistas, la montaña nevada es una deidad más sabia que nosotros, templo
impenetrable. Los colores inciden en el subconsciente, forman parte de nuestras
ideas y sensaciones, un reflejo visual del temperamento artístico.

Sea and Fog, paisaje de Peder Balke la nieve es un estado mental, el mar gris y
negro se mete en el carácter, su desolación nos lleva a la creación misma, al
fenómeno de inventar, al frío que emana la soledad de estar con la obra, la
cúspide que espera cubierta de neblina, fantasma flotante, inalcanzable, potente y
eterna, el trayecto que se escala cada día, geografía que con las nevadas y los
deshielos cambia en una narración delirante de un enfermo de aislamiento. El
entorno helado de Balke hace énfasis en el control, en la estadía irrenunciable,
aprender de ese lugar, de su adversidad, sostenerse ante la obra, resistir las
embestidas del blanco, del vacío.

I FEEL NICE, LIKE SUGAR AND SPICE.

Mi vecino toca la guitarra y canta todos los días el repertorio popero de la radio o
el karaoke, nada complicado o que le exija pensar. Es uno de los millones de
ilusos que creen que algún día una disquera va a explotar su nulo talento. Su
constancia es un falso esfuerzo porque no mejora, ya descubrió que “la emoción y
el estilo” son un estado de confort que encubre el escaso dominio de la técnica.
No se escucha, porque esto lo obligaría a asumir qué hace y cómo lo hace, a
ejercer la autocritica, él no quiere aprender a cantar, quiere que lo consideren
cantante.

Entre las mil teorías que la psicología produce para vender libros, terapias y
sistemas de educación, en la década de los ochentas, un periodo especialmente
decadente, inventaron el término “autoestima”, que se convirtió en una vacuna
contra la autocritica, el análisis personal y la visión de la realidad. La autoestima
creció en una industria de speakers, libros, películas, sectas que engordó al ego,
un adicto a que le digan que todo lo que hace está bien, que es perfecto y que
nunca se equivoca. El narcisismo se extrapoló y “quererse mucho” se considera
un valor social. Maestros, padres, tertulianos del coaching empresarial insisten en
que decirle a la gente “eres genial”, “eres maravilloso”, y ese tipo de ficciones que
el ego exige, los potencializa para alcanzar el éxito. No importa que la mediocridad
de mi vecino sea evidente, que sea desafinado y toque mal la guitarra porque su
novia y su mamá le dicen que es “maravilloso”. La autoestima envuelve al
autoengaño, esta sobrevaloración genera satisfacción y placer, parte de su éxito
radica en que es un placebo contra el fantasma de la depresión.

Yoko Ono, Apple.

El boom del estilo VIP coincide con la propagación de la autoestima, la autoayuda


y la industria de feel good. Tenemos tanto miedo al dolor, al fracaso, a la soledad,
entre otras cosas porque están estigmatizados socialmente, que la posibilidad de
hacer arte sin esfuerzo y de que el éxito esté garantizado se propagó como una
nueva religión. Esta conducta de evasión social ha permeado en la creación y la
educación artística, todo lo que hacen los artistas VIP es arte porque vivimos “un
cambio de paradigmas y de percepción” enfatizando que un “alto nivel de
exigencia inhibe a la creatividad”. Es el paraíso recobrado acabar con la disciplina
del arte y que el curador y el académico sean “líderes que aplican metodologías
en procesos de formación” para determinar que un agujero en la pared es arte.
La descomunal autoestima de Sarah Lucas al exponer unos huevos fritos en una
mesa en la Royal Academy, o la manzana en un pedestal de Yoko Ono en el
MoMA, es más grande que el museo, definitivamente las dos deben sentirse
“geniales”. ¿Y cómo no iba a ser? No es una rareza el vecino cantador, se
empecina en su guitarra y en su torpe interpretación pero si decidiera ser artista
VIP lo tendría ganado. El regalo de la autoestima es no conocerse a sí mismo,
invita a quedarse en la acolchonada versión que el ego nos da de nosotros.
Considerar, comprar y hacer obras del estilo VIP es entrar en esta industria-secta,
es pertenecer a un grupo de optimistas ganadores, sentirse exitosos, que habitan
en un mundo perfecto y feliz en donde es posible que una hilera de clavos sea
arte. La crítica es un inútil antagonista, es un anacronismo enfermo buscar en la
obra un camino de conciencia, de investigación de la psique y aceptar que las
expectativas nunca coinciden con la odiosa realidad.

Sarah Lucas

Los speakers que hacen millones de dólares con sus conferencias y libros están
más presentes en la teoría del arte que Heidegger, Bourdieu y Derrida, las
cédulas, los sistemas de montaje y de comisión de obras responden por completo
al lenguaje y metodologías de esta doctrina del autoengaño. No seamos fatalistas,
debemos seguir los dictados psicológicos para ganar autoestima, estar a tono y
aplicarlos al momento de valorar las obras VIP, así no provocaremos frustración:
no ser muy críticos y encontrar su lado positivo contribuye a crear un mundo en
donde todo es fácil, dulce como un cupcake. La vida es corta, el arte efímero, la
habitación repleta de mazorcas en la Bienal de Venecia se pudrirá con todo el
dinero que costó, pero la meta es feel good, drogar al ego.

SEGURO PARA OPORTUNISTAS.

Yoko Ono, Painting for the wind, 1961.

“Desde que una pedazo de papel es el único documento que esencialmente le da


valor a un trabajo de arte conceptual hemos buscado la forma de proteger las
inversiones de nuestros clientes, en el caso de que le suceda algo a ese
certificado” Afirma Jonathan Crystal vicepresidente de Crystal & Co asesor de
pólizas de seguros que ha diseñado con AIG Private Client Service un producto
que cubre la pérdida del documento que acredita la designación como arte de un
objeto cualquiera. Hace algunos años aseguraron la exposición de cuartos vacíos
del Museo Georges Pompidou, las pólizas “protegieron” los certificados que
decían qué significaba cada cuarto vacío. Tenía que ser una aseguradora y su
criterio completamente realista y anti retórico la que definiera qué son estas obras:
una factura de compra. La galería no vende un objeto, vende un certificado que
describe una obra, afirma que es “auténtica”, quién es el autor y da el instructivo
para rehacer esa ocurrencia. Esta descripción acompañada de la factura es la
legitimación como arte de las obras del estilo contemporáneo VIP, porque dan fe
del precio, y lo más importante, que alguien pagó por eso. Lo vendieron como arte,
entonces es arte.

Obra en la Galería de Luis Adelantado, Zona Maco 2013.

En una ocasión en una feria de arte el galerista Luis Adelantado vendía un


montón de cañas secas, que exponía recargadas en una pared, le pregunté qué
era lo que le entregaba al comprador, me respondió que un certificado que
describía las medidas aproximadas del montón de cañas, y que el precio variaba,
si eran más cañas era más caro. El ingenuo coleccionista tenía que ir a una
tienda, comprar las cañas y colocarlas. La diferencia con el certificado de una obra
de arte real, -una pintura, escultura o grabado-, es que el documento únicamente
avala la autoría, fecha de realización y técnica, obviamente no proporciona las
instrucciones de cómo rehacerla porque esto es literalmente imposible.
Obra de Sol Lewitt.

Existe aquí una flagrante contradicción que traiciona el aparato retórico de las
obras del estilo VIP: Han pugnado por acabar con los conceptos de unicidad,
trabajo artístico autoral, propiedad intelectual y originalidad con objetos sin factura
como el ready-made o tan deficientes y facilones que los puede hacer cualquiera,
la “apropiación” es el canon que solapa la violación de los derechos de autor,
buscan que las obras sean enunciados aplicables de la forma que mejor les
convenga, mandan hacer las obras en talleres o factorías, es incongruente que
generen el papeleo que los legitime como artistas, que autentifique su autoría y
que haga “original” su obra. Este documento demuestra que estas obras no son
una propuesta intelectual, son a tricky business.

Hagamos un ejemplo: “La obra Autodestrucción 2 es original de Abraham


Cruzvillegas, para realizarla tiene que comprar desechos de una demolición,
escombros, piedras, tablas, etc., y distribuirlos en un área de 3 metros cuadrados”.
Estas instrucciones garantizan que un montón de basura tiene un autor y se
convierte en arte si alguien compra ese certificado. Cualquier otra reunión de
basura, aunque sea igual, no es una obra de arte “autentica” porque no tiene ese
papel que vende el galerista. Si el museo o el coleccionista pierden ese certificado
la obra desaparece, el papel es la obra, no las reproducciones que se puedan
hacer de ella. Un coleccionista perdió el certificado de autenticidad de una obra de
Sol Lewitt y éste le negó una copia, le dijo que la obra de arte era el papel con las
instrucciones para hacer el dibujo, no la ejecución de esas instrucciones. Lo
mismo sucede con los estudiantes de arte, los certificados escolares los acreditan
como “artistas”, no su trabajo, resultados o sus obras. Son artistas sin saber qué
es el arte.

El primer certificado de este tipo lo hizo Marcel Duchamp en 1944, cuando ante un
notario inscribió su L.H.O.O.Q como un ready-made “original”, en ese momento se
desplomó su retórica y demostró que era un pequeño burgués que recurrió a un
trámite burocrático para legalizarse como artista y autor de un objeto sin autoría.
Las eruditas compañías aseguradoras podrían vender una póliza que cubriera a
los artistas VIP por los daños y perjuicios de carecer de talento y tener que vivir
del oportunismo académico.

ADAPTARNOS A LA MEDIOCRIDAD.

La adicción a la comodidad y al menor esfuerzo contagió al arte y a la literatura.


Está de moda la adaptación de los autores clásicos que llaman “traducciones”
para que el lector contemporáneo, sin tiempo, con un lenguaje mínimo y con
intereses fugaces se aplique a leerlos. Los editores piensan que así van a vender
más libros, porque como siempre en estos casos, se trata de un asunto
pedestremente comercial. La literatura debe ser como fast food, prehecha, sin
complicaciones para que el consumidor saque del paquete algo premasticado y ni
siquiera tenga que triturarlo para digerirlo.

El aniversario del Quijote no es para motivar su lectura, es para que autores que
carecen de la estatura de Cervantes apliquen su estandarizado vocabulario y
trasformen la novela. El contenido de una novela es también el vocabulario, el
estilo para hablar de una época, el autor la pensó así, reflexionó sus frases,
imaginó la anécdota, desarrolló la trama con esas palabras, no con las de Pérez
Reverte o Trapiello. El idioma de Cervantes ya no existe como tal, y eso
justamente es parte del valor de la novela, porque tampoco existe su mundo, ese
Siglo de Oro, esa España poderosa y oscura. Es incongruente que un personaje
hable con un lenguaje “actual “o “traducido” y viva en otra época, para eso, los
autores ya podían convertirlo en zombi o Mad Max, algo más vendedor, para qué
se limitan, se supone que es para un lector moderno.

Si vamos a leer un libro la dificultad es parte de la lectura, el que no quiera hacer


un esfuerzo que no lea, para eso existe twitter, hay toneladas de contenidos
basura en internet, que lean los whatsapp infrainteligentes que se envían como
parte de su comunicación social. En una entrevista Trapiello dice que la gente
sufre, “se abruman y se derrotan con la lectura” del original, entonces que lo
reduzca a 140 caracteres, así nada de dolor. La gente que sufre leyendo que
pague el precio de su acomodaticia ignorancia, se quede con lo que le gusta y viva
sin ejercer sus neuronas.

Entender un libro no es instantáneo, un libro se relee, se estudia, toma tiempo, la


comprensión es paulatina, entender rápido es parte de la cultura banal que se
vende para desecharla. Los editores no se dan cuenta que alguien que no quiere
hacer el esfuerzo de leer no va a cambiar porque le resuman y le traduzcan el libro
del español al español. Leer es la oportunidad de saber muchas cosas, entre ellas
más palabras, aplicarlas, aunque sean del pasado, es conocimiento. Para los
modernizadores de la literatura el contexto histórico y social es un problema, ven
su propia época como un ideal, y el pasado se tiene que adaptar, y ¿quién decide
que el habla de hoy es mejor que la del pasado? Actualmente la gente habla con
monosílabos, no saben explicarse sin groserías y se regodean de la fractura que
viven con el lenguaje, lo de menos es que no lean, de todas formas con suerte
ganan las elecciones para gobernador o se hacen estrellas en la red.
COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

Miguel Lozano llama la atención, válidamente, hacia un matiz que habría que
considerar; cierto. Sin embargo es sólo eso: un matiz, pues visto el texto en su
conjunto, desde lo que se llama "pensamiento complejo" (Edgar Morin) o incluso
"dialéctico", no se puede sino estar de acuerdo con lo que se propone.

Es refrescante (permíteme el adjetivo) visitar tu página y leerte. Gracias por ello..

QUÉ DIFÍCIL ES VIVIR SIN BELLEZA.

Qué difícil es ser un dios del director Aleksei German.

“En este planeta no existía la belleza”, dice el narrador de la película rusa Qué
difícil es ser un dios del director Aleksei German. La historia sucede en un
agobiante ambiente parecido a una Edad Media de suciedad, enfermedad,
superstición, violencia, hacinamiento. En su notable ausencia entendemos que la
belleza es un concepto que va más lejos de la apariencia, es filosofía, es
conducta. La distorsión de este concepto, la increíble ignorancia que lo remite al
aspecto racial o físico, a la oferta de la publicidad y la sociedad de consumo, ha
convertido a la belleza en algo prescindible, y lo más grave, incomprensible.
Aleksei German literalmente nos tortura con su película, es un trabajo soportarla,
este efecto es el que nos hace conscientes de la degradación humana que implica
vivir sin belleza.

Qué difícil es ser un dios del director Aleksei German.

La híper simplificación del arte comenzó con el rechazo a la creación de obras que
fueran capaces de sublimar la realidad y llevarla a un plano intelectual y estético
que rompiera con la promiscuidad del pensamiento inmediato. La existencia de la
obra tenía que reducirse a lo más fácil para que una falsa intelectualización,
contraria a la percepción real, la presentara como arte. La primera dificultad a
vencer fue la belleza y la expulsaron del arte, esa representación capaz de
sublimar hasta la más terrible manifestación, se cambió por la literalidad y la
inmediatez. La inteligencia que deja de crear la belleza ya no es capaz de
apreciarla. Las obras del estilo VIP no son así porque denuncien a nuestra
sociedad banalizada y violenta, son así porque son un producto de esa sociedad.
No son reflejo del problema, son parte del problema. ¿Qué queda del resto de la
sociedad? No podemos disfrazar con retórica a la consecuencia de esta
involución, la sociedad se está brutalizando.
Y no se trata de buscar lo bonito que la sociedad de consumo vende y que es la
estética del estilo VIP.
Qué difícil es ser un dios del director Aleksei German.

El arte es una síntesis y representación de lo bello, que sin embargo puede ser
una visión, una narración atroz, la película German tiene una iluminación
preciosista y el tema es casi intolerable. La belleza es una abstracción, el primer
contacto que tenemos con ella es la naturaleza que definimos como bella al
separar o abstraer sus elementos: color, equilibrio, luz, sonidos, formas. La
inteligencia con esa abstracción comprende, replantea y representa esos
elementos: crea arte. Este proceso de armonía y equilibrio se prolonga a la
existencia, podemos abstraer el sonido del agua y meditar con él, podemos
abstraer el silencio y estar en ese equilibrio al que entendemos como belleza.
Entonces la belleza tiene en el arte solo una de sus manifestaciones, la belleza es
conducta, lenguaje, sentimiento, vacío, orden, todo eso que buscamos, justamente
para poder asimilar y vivir la realidad. Al expulsar a la belleza del arte por la
ignorante facilidad que supone una falsa libertad para crear, caímos en una
trampa existencial, perdimos uno de los avances más valiosos de nuestro
pensamiento abstracto, porque la belleza como abstracción logra la trascendencia.
Al ser una idea que nos permite trasformar a la realidad y tener otra relación con
ella, la trascendemos.

El ambiente de la película de German es abyecto, no hay un instante de reposo,


cuando estamos en la realidad, que es como esa película, y escuchamos música,
vemos una escultura, nos abstraernos de la realidad, la trascendemos, somos más
que ella. No hay fuga, hay noción de nuestro ser, nos encontramos fuera de lo que
nos traga, porque nos integramos a esa belleza, la experimentamos, la hacemos
nuestra: el espacio de equilibrio al escuchar a Bach está dentro de nosotros.

Esa experiencia se pierde si vamos a un museo y hay un montón de escombros,


un letrero con una obviedad escrita, unos focos, presenciamos algo más bajo que
la realidad porque carece de su circunstancia, aun con la tesis curatorial no puede
proporcionar la experiencia de trascender. Sin la belleza únicamente nos queda
asumirnos como tragadores de comida, depredadores del ambiente, como un
estorbo en el planeta. Nuestra razón de ser, para estar aquí en el presente es
mantener esa capacidad para habitar, sentir, vivir y crear belleza.

COMENTARIOS:

Gracias una vez más, Avelina: en este caso por darme a conocer a un cineasta del
cual nada sabía, y en todos los casos por la directa belleza de lo que usted es y
escribe. Sí, la belleza nos pone a salvo: permítame decirle que también usted es
propiciadora. Roberto, desde Buenos Aires. 28 de junio de 2015, 6:48

Anónimo Non Ergo Sum dijo...

Es terrible y a la vez me tranquiliza saberlo: No podemos imaginar más de lo que


somos. Que los museos, curadores y pseudos artistas no sean una anomalía
perversa del arte, si no parte de la degradación de nuestra sociedad. Ilumina saber
que el arte no puede ser más que el reflejo y producto de su circunstancia. Es muy
mala señal que el arte no haga el esfuerzo de superar lo abyecto de la existencia
cotidiana. Por eso los dioses que habitan nuestras supersticiones hoy, son tan
bárbaros y brutales como nosotros mismos. ¿Por qué el arte iba a ser diferente? Y
ése es precisamente lo extraordinario de la belleza y de la creación. La sociedad
que creó las iglesias góticas y el lenguaje simbólico que hoy nos sigue dominando,
era una sociedad inmersa en mierda y lodo hasta las rodillas. ¿Cómo entonces,
fue posible que sus artistas y músicos, poetas y filósofos, lograran crear un
universo ideal, un espacio de equilibrio y belleza sin un ejemplo qué emular ni de
dónde inspirarse? Hoy tenemos toda esa herencia, la muerte va dejando obras
maestras en nuestras manos, la acumulación de siglos de riquezas inigualables.
¿Y que hacemos? Las volamos con dinamita, o las “intervenimos” o las hacemos
“dialogar” con la mediocridad. La mente que no sabe crear belleza, no puede
apreciarla. Gran verdad.
Las escuelas son los centros de propaganda de los dogmas del sistema. Los
institutos y universidades de economía, literatura y arte son los abscesos que
infectan al cuerpo social. Esos son los golpeadores y apologistas de la barbarie.
Como no pueden erradicar la creación de la belleza, concentran todos sus
recursos en exterminar a sus creadores por inanición. Dejándolos fuera de los
espacios que estudian, fomentan y exhiben la belleza. La belleza ha sido proscrita
del mundo oficial, pero persistirá en la marginalidad. Y desde la clandestinidad la
belleza seguirá iluminando nuestra existencia.

30 de junio de 2015, 15:47

Anónimo Anónimo dijo...

Pero la palabra belleza, el concepto de belleza está totalmente distorsionado.


Lésper rescata el concepto filosófico y ético de la belleza, pero habríamos de
cambiar la palabra para volver a entender el concepto. Imposible hacerlo con los
miles de “Salón de Belleza”, “Clínica de Belleza”, “Concurso de Belleza”,
“Tratamientos de Belleza”, “Moda y Belleza” etcétera. Hoy la belleza es algo que te
pones o te haces en la cara. Son las uñas postizas, el pelo teñido, el hotel 5
estrellas, el reloj y el estilo de vida. La palabra belleza, vende. Ése es el problema.

PINTOR PROMOTOR DE LA BELLEZA: John William Godward.

Вам также может понравиться