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Daniel 9:24-27

Las 70 Semanas
de Daniel
====UNA PROFECIA -- CUMPLIDA===============

Las 70 Semanas de Daniel 9


606 AC 536 AC
70 Años “70 SEMANAS”
Cautividad “7 smns” “62 semanas” “una semana”

“69 semanas”

Œ ñ Ž ñ  ñ
Sale la orden para El Mesías Príncipe El Príncipe envía un pueblo a destruir
restaurar y edificar viene y se le quita la la ciudad y el santuario con una
Jerusalén. Dan. 9:1- vida. inundación (véase Isa. 8:5-8) y hasta
el fin de las guerras durarán las

ñ
2; 5:30-31; Esd. 1:1
y Sigs. devastaciones.
(Conecte esto con el # 6 abajo).

Se edifica la plaza y el muro
en tiempos angustiosos.
 ñ
El Mesías confirmará un pacto con
muchos por otra semana.

En Mat. 24:15 & Luc. 21:20 Jesús ‘ ñ


afirma que la “abominación Durante la semana hará cesar el
desoladora” de que habló Daniel es la sacrificio y la ofrenda y después con
destrucción de Jerusalén por el la muchedumbre de las
ejército romano. Esto, por supuesto, abominaciones vendrá el desolador.
terminó con los sacrificios de los Mat. 24:15; Luc. 21:20
judíos --- con la destrucción del
Templo.
’ ñ
Luego es derramada la destrucción
sobre el desolador -- “La Caída de
Roma”

www.elancladelevangelio.org
TABLA DE CONTENIDO
La Teoría del Paréntesis (El Misterio de la Iglesia) .............................................................................. 2

La Posición Premilenaria ...................................................................................................................... 2

– El retiro del reino y su substitución por la iglesia en su lugar .......................................................... 2


– La iglesia es una interrupción del programa de Dios para Israel que no está en las profecías del
Antiguo Testamento ........................................................................................................................ 2
– Importancia de los pasajes como Daniel 9: La Teoría de la Abertura ............................................. 4

La Posición Premilenaria Sobre Daniel 9 ............................................................................................. 5

¿Qué enseña la Biblia? — Daniel 9:24-27 ............................................................................................ 6

– Versículo 24: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo ...” ....................................... 7
– El versículo 25 muestra cuándo empieza el primer período de las 7 semanas .................................. 10
– El versículo 25 muestra las primeras dos divisiones en las 69 semanas ........................................... 11
– ¿Qué actividades son profetizadas que ocurrirán durante las 70 semanas? ...................................... 11
– Terminar la prevaricación (v.24) .................................................................................................. 12
– Poner fin al pecado (v.24) ............................................................................................................ 12
– Expiar la iniquidad (v.24) ............................................................................................................ 12
– Traer la justicia perdurable (v.24) ................................................................................................ 13
– Sellar la visión y la profecía (v.24) ............................................................................................... 13
– Ungir al Santo de los santos (v.24) ............................................................................................... 13
– “... desde la salida de la orden ...” (v.25) ...................................................................................... 14
– “... hasta el Mesías Príncipe ...” (v.25) ......................................................................................... 16
– “... habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas ...” (v.25) ....................................................... 16
– Versículo 26 ................................................................................................................................ 16
– “Y después de las sesenta y dos semanas” (v.26) ..................................................................... 16
– “... y el pueblo de un príncipe que ha de venir ...” .................................................................... 16
– “... y su fin será con inundación ...” (v.26) ................................................................................ 17
– Confirmar el Pacto Con Muchos (v.27) .................................................................................... 17
– “Y ... confirmará el pacto” (v.27a) ........................................................................................... 17
– “... por una semana ...” (v.27a) ................................................................................................. 17
– Hará César el Sacrificio (v.27) .................................................................................................. 17
– La Muchedumbre de las Abominaciones ..................................................................................... 18
– La Consumación, y lo que Está Determinado se Derrame Sobre el Desolador (v.27) .................. 19

La Actividad del Príncipe el Mesías........................................................................................................ 20


– El pueblo de un príncipe destruirá el santuario ................................................................................ 20
– Por otra semana confirmará el pacto con muchos ............................................................................ 20
– A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda ............................................................ 21
– Las tres divisiones de las 70 semanas ............................................................................................... 22
– La última semana ............................................................................................................................. 22

Conclusión .............................................................................................................................................. 24

– La iglesia en el Nuevo Testamento ................................................................................................... 24


– El misterio ....................................................................................................................................... 25

Noviembre – 2017
elancladelevangelio@gmail.com -- www.elancladelevangelio.org
445 A.C. “... la orden para restaurar y
EL DECRETO DE ARTAJERJES edificar a Jerusalén ...”


9:25

49 años
7 SEMANAS
396 A.C.

434 años

El “cronómetro” de Dios
62 SEMANAS

detiene el tictac para Israel.



30 D.C. Daniel 9:25-26

Mesías ...”
“El pueblo de un príncipe des- 70 D.C.
Las Setenta Semanas de Daniel

truye la ciudad y el santuario ...”


9:26
“Se quitará la vida al

Jerusalén
La Destrucción de
IGLESIA)
(ERA DE LA
PARENTESIS
El Rapto inicia
DANIEL 9:24-27

El pacto confirmado con los el tictac del


judíos por el Anticristo reloj
9:27

3½ Años
El pacto es violado y se inicia la
La tierra dura-
rá exactamen-
9:27

Gran Tribulación.
(LA POSICIÓN PREMILENARIA)Daniel

7 años

9:27 te 7 años más


LAS SETENTA SEMANAS DE

desde la fecha
1 SEMANA

del Rapto
3½ Años

Anotaciones

SE INICIA EL REINADO DE 1.000 AÑOS


1
2 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones

LA TEORÍA DEL PARENTESIS


(El Misterio de la Iglesia)

I. LA POSICIÓN PREMILENARIA
Acorde a la creencia y predicación de muchos grupos religiosos, Cristo vino
para establecer Su reino en la tierra, pero tuvo que retirar esta oferta. La iglesia es
el resultado. La iglesia es representada como un concepto totalmente nuevo dado
al hombre, no encontrada en el alguna de las profecías del Antiguo Testamento o
de la Escritura. De esta manera, el Premilenarismo se refiere a la era de la iglesia
como un paréntesis, (__________): Una misteriosa abertura que debe correr desde
la primera venida de Cristo a la segunda venida, cuando el reino será establecido.
Notemos algunas de las enseñanzas actuales del Premilenarismo sobre este punto
en sus propios escritos.

A. EL RETIRO DEL REINO Y SU SUBSTITUCIÓN POR LA IGLESIA EN


SU LUGAR.

«Por cuanto la nación le había rechazado, el Señor anuncia la rotura de


todos los nexos naturales por los cuales Él estaba unido con la nación (Mat.
12:46-50).
A partir de este anuncio del Señor con respecto al hecho de que rechazaba
la nación, se puede trazar el movimiento definido del retiro de la oferta del
reino. En las parábolas (Mat. 13:1-50), el Señor reseña el programa del
desarrollo del reino Teocrático durante el período de ausencia del Rey, y
anuncia el comienzo de un programa completamente nuevo, no anunciado,
e inesperado: la iglesia (Mat. 16:13-20). Él prepara a los discípulos para
una larga tardanza en el programa del reino relacionado con Israel (Luc.
19:11-27). Él será reanudado (Mat. 24:27-31), y da a la nación señales que
anunciarán su segunda venida (Mat. 24:4-26). Él prepara a los discípulos
para su ministerio en esta nueva era (Juan 14-16), pero les promete partici-
pación en el reino, a pesar de su tardanza (Mat. 19:28-30; Luc. 22:28-30).
El Señor aun da a los discípulos un cuadro anticipado en miniatura de su
segunda venida a establecer el reino (Mat. 16:27-17:8). De esa manera ve-
mos que el Señor está preparando a los discípulos para el retiro de la oferta
del reino y la institución de un nuevo programa y una nueva era antes que
el programa del reino sea consumado».

Eventos del Porvenir, Pentecost, Pág. 351.

Nótese la frase que dice: «... anuncia el comienzo de un programa completa-


mente nuevo, no anunciado, e inesperado: la iglesia (Mat. 16:13-20). Él prepara
a los discípulos para una larga tardanza en el programa del reino...» La siguiente
cita hará este punto más claro, el cual es que Jesús vino a hacer una cosa, establecer
el reino, pero tuvo que cambiar Sus planes a causa de Su rechazo por los Judíos,
de manera que estableció la iglesia en su lugar.

B. LA IGLESIA ES UNA INTERRUPCIÓN DEL PROGRAMA DE DIOS


PARA ISRAEL QUE NO ESTÁ EN LAS PROFECÍAS DEL ANTIGUO
TESTAMENTO.

«... Todo el programa relacionado con este misterio no fue revelado sino
después del rechazo de Cristo por parte de Israel. Fue después del rechazo
que se narra en Mateo 12:23-24 que el Señor pronunció por primera vez
LA IGLESIA
Y
LA NACION DE ISRAEL
Cuando el Señor retira la oferta del reino a los Judíos les
“ ... anuncia el comienzo de un programa completamente
nuevo, no anunciado, e inesperado: LA IGLESIA”.
EVENTOS DEL PORVENIR, Pentecost, Pág. 351
Las Setenta Semanas de Daniel


ISRAEL RECHAZADO

ISRAEL LA ERA ISRAEL


SELECCIONADO DE LA IGLESIA ACEPTADO

EL PARENTESIS

Anotaciones
3
4 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones una profecía sobre la Iglesia venidera, en Mateo 16:18. Fue después del
rechazo de Cristo en la cruz que la iglesia tuvo sus comienzos, en Hechos
2. Fue después del rechazo final por parte de Israel que Dios llamó a Pablo
para que fuese el Apóstol de los gentiles, mediante el cual este misterio de
la naturaleza de la Iglesia es revelado. La iglesia es manifiestamente una
interrupción del programa de Dios para con Israel, y no entra en existencia
hasta el rechazo del ofrecimiento del Reino por parte de Israel. Debe lógi-
camente concluirse que el mismo programa de misterio debe ser llevado a
conclusión antes que Dios pueda reanudar su trato con la nación de Israel,
como previamente se ha indicado que El lo hará. El programa del misterio,
que era tan distinto desde sus comienzos, ciertamente estará separado en su
conclusión. Este programa debe concluir antes que Dios reanude y culmine
su programa para con Israel».

Eventos del Porvenir, Pentecost, Pág. 155-156.

Nótese nuevamente: «Todo el programa relacionado con este misterio no fue


revelado sino después del rechazo de Cristo por parte de Israel. Fue después del
rechazo que se narra en Mateo 12:23-24 que el Señor pronunció por primera vez
una profecía sobre la venida de la Iglesia en Mateo 16:18 ...»

De esta manera, lo que el Premilenarismo está diciendo es que la iglesia es una


medida de ESCAPATORIA o de RELLENO traída en el último minuto como
resultado de la incredulidad de los Judíos. Lo mencionado dice que la iglesia no
estaba en la mente de Dios desde el principio y que no es parte de la multiforme
sabiduría de Dios como Efesios 3:10-11 dice que lo fue. «Para que la multi-
forme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a
los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito
eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor».

Ahora, el siguiente paso es ir a través del Antiguo Testamento y componerlo


de tal forma como para remover todas las profecías de la iglesia y aun mostrar
que no está allí.

C. IMPORTANCIA DE LOS PASAJES COMO DANIEL 9: LA TEORÍA


DE LA ABERTURA

Daniel 9:24 es uno de los principales pasajes usados para mostrar que esta
abertura o era de la iglesia existe. Primero notemos de nuevo algunas citas Pre-
milenarias acerca de este pasaje.

Una de las preguntas importantes que surge para el amilenario es si la


dispensación actual está predicha en el Antiguo Testamento. Ellos cierta-
mente afirman y encuentran las promesas del reino cumplidas en la dispen-
sación actual de la iglesia. Los Premilenarios no siempre han dado una
respuesta clara a la posición amilenaria. Mientras los dispensacionalistas
han considerado la dispensación actual como un paréntesis no esperado y
sin predicción específica en el Antiguo Testamento, algunos premilenarios
han tendido a chocar con una interpretación acomodada en la que partes
de las predicciones del Antiguo Testamento son cumplidas ahora y partes
en el futuro. En algunos casos han concedido tanto a los amilenarios que
para todos los propósitos han renunciado también al premilenarismo. Es
el propósito de la presente investigación demostrar la racionalidad y apoyo
Bíblico del concepto del paréntesis.
The Millenial Kingdom, por John Walvoord, bajo el título «La Era de la
Iglesia como un Paréntesis», Pág. 227

«...la presente dispensación es un paréntesis o un período de tiempo no


predicho por el Antiguo Testamento y por tanto, no cumpliendo o apresurando
el programa de los eventos previstos en el Antiguo Testamento...La pregunta
Las Setenta Semanas de Daniel 5
es si los elementos principales de la iglesia en la dispensación actual que Anotaciones
son revelados como misterios, apoyan o no la conclusión de que la iglesia
es un propósito de Dios separado al de Israel. Deberá ser obvio que esto es
vital para el premilenarismo. Si la iglesia cumple las promesas del Antiguo
Testamento para Israel de un reino de justicia sobre la tierra, los amilenarios
están en lo correcto. Si la iglesia no cumple estas predicciones, y en efecto,
es el cumplimiento de un propósito de Dios no revelado hasta el Nuevo Tes-
tamento, entonces los premilenarios están en lo correcto.
The Millenial Kingdom, Walvoord, Pág. 231.

Aquí, Walvoord presenta la posición representativa de que (1) el Antiguo


Testamento no profetizó con respecto a los eventos del Nuevo Testamento y de
la iglesia, los cuales tenemos ahora. Esto fue más bien, esperando por el reino
Teocrático y reino terrenal de nuestro Señor; (2) que Daniel 9 es un ejemplo de un
pasaje con una abertura o paréntesis que indica nuestra presente era de la iglesia.
Note la siguiente cita de Walvoord que muestra que la iglesia fue pasada por alto
en la profecía del Antiguo Testamento.

Las Setenta Semanas de Daniel para Israel. Uno de los pasajes clásicos
relativos a este problema es Daniel 9:27, definiendo la última semana de
Daniel para el cumplimiento del programa de Israel. Como la unidad de
tiempo generalmente interpretada en las «semanas» o «sietes» es tomada
por un año. Los eruditos conservadores usualmente trazan el cumplimiento
de los primeros sesenta y nueve de años como culminando en la crucifixión
de Cristo, predicha en los términos de que «se quitará la vida al Mesías,
mas no por sí...» (Daniel 9:26). Aun cuando la interpretación más literal de
los primeros sesenta y nueve sietes provee de esta manera un cumplimiento
literal, no puede ser encontrado nada en la historia que provea un cumpli-
miento literal del último siete o de la semana setenta. Ha sido tomado por
muchos que esto indica una postergación del cumplimiento de los últimos
siete años de la profecía al futuro, precediendo a la segunda venida. Si es
así, un paréntesis de tiempo abarcando toda la era actual es indicado.
The Millenial Kingdom, Walvoord, Pág. 227.

Puesto que mucho depende de esta pregunta: «¿Habla el Antiguo Testamento


de la iglesia, y qué significan verdaderamente los pasajes como Daniel 9 que se
suponen excluyen la iglesia?» Giremos nuestro estudio a esta Teoría del Paréntesis.

II. LA POSICIÓN PREMILENARIA SOBRE DANIEL 9


Considere la siguiente declaración hecha por Walvoord en la página 227 del The
Millenial Kingdom y citado en la página 46 de su libro. «Mientras que la mayoría
de la interpretación literal de las primeras 69 semanas es de esta manera propor-
cionada a un cumplimiento literal, nada puede ser encontrado en la historia que
provea un cumplimiento literal del último siete de la semana 70. Ha sido tomado
por muchos, que esto indica una postergación del cumplimiento de los últimos
siete años de la profecía hasta el futuro, precediendo a la segunda venida. Si es
así, es indicado un paréntesis de tiempo envolviendo toda la dispensación actual».

Como notamos en Daniel 9, encontramos que hay tres secciones de tiempo


siendo consideradas en esta profecía. Las primeras dos son bastantes simples,
y solamente cuando ahondamos en la septuagésima semana empezamos a tener
problemas. Concedido, este es un pasaje difícil de la Escritura, y mientras ten-
gamos que trabajar con ahínco para entender su correcto significado, ciertamente
podremos ver que este no enseña lo que los Premilenarios dicen que enseña.

Aquí está la posición premilenaria sobre el pasaje, (siguiente página) en forma


de diagrama:
6 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones

1 SEMANA


El Mesías – Libertador

(7 años)
Daniel
9:27
El Pacto es roto


Se confirma el pacto

TIEMPO DEL
PARENTESIS

D.C. D.C. D.C.


70
Jerusalén es destruida

26 30
La Cruz
Daniel 9:25-26

El Bautismo
62 SEMANAS
(434 años)
LAS SETENTA SEMANAS DE DANIEL

409 A.C.
7 SEMANAS
(49 años)

458 A.C.

Decreto Persa

III. ¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA?

Daniel 9:24-27

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu


24

santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y


expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión
y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
25
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para
restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete
semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el
muro en tiempos angustiosos.
26
Y después de las setenta y dos semanas se quitará la vida al Me-
sías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá
la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin
de la guerra durarán las devastaciones.
27
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad
de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la
muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que
venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre
el desolador.
Las Setenta Semanas de Daniel 7
Versículo 24: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo ...” Anotaciones
Lo que Daniel había estado leyendo era que habían sido determinados “setenta
años” sobre su pueblo. Dios usa eso como un punto de lanzamiento y le dice a
Daniel de otro edicto sobre su pueblo — “¡setenta sietes!”

Hay dos acercamientos básicos a estas “setenta semanas”. Uno es el cronológico


y el otro es el simbólico. Pero en verdad, esto no es totalmente exacto, porque
nadie (a mi conocimiento) sostiene “setenta semanas” literales. En la visión cro-
nológica las “setenta semanas” son figuradas.

La segunda visión sostiene que las “setenta semanas” son simbólicas. Creo que
está segunda visión es la correcta. Entiendo que Dios le está diciendo a Daniel de
“un decreto más”, un decreto final, un decreto que incorporará todos los elementos
necesarios para cumplir todas las promesas y traer a un final al estado (nación) de
Israel bajo Moisés. Hablaremos de esto más tarde.

La visión cronológica se divide en dos campos. Hay la milenial, y la no-milenial.


El Compendio Manual de la Biblia de Henry H. Halley es representativo de la
visión no-milenial (págs. 312-313)1. Lindsey, Walvoord, Culver, Ryrie, Gaebelein,
Ironside y una hueste de otros toman la visión milenial. El Compendio Manual de
la Biblia de Henry H. Halley es representativo de la escuela no-milenial.

La visión no-milenial y cronológica va así. La orden para reedificar la ciudad


empieza con el año 458 A.C., cuando Artajerjes da la aprobación para que Esdras
vaya a Jerusalén (véase Esdras 7:1 y sigs.).

El pasaje dice (Dan. 9:25) que desde la salida de la orden para restaurar y edificar
a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrán 69 semanas (sietes) lo cual, acorde
a esta visión es igual a 483 años. Añada 483 años a 458 A.C. y obtiene el 25-26
D.C. Bastante interesante, esto es alrededor del año que Jesús fue bautizado y
recibió el ungimiento del Espíritu.

Esta visión simple y sencilla puede ser diagramada de esta manera:


“se le quitará
BAUTISMO
DECRETO la vida”
de Cristo

(483 años) 7 años



458 A.C. 69 SEMANAS

“a la mitad de la semana”

El texto también dice (9:27) que a la mitad de la semana (70) él (el Mesías)
hará cesar el sacrificio y la ofrenda (por medio de Su muerte en la cruz). Es bien
sabido que el ministerio terrenal de nuestro Señor duró cerca de 3½ años, así que
una vez más tenemos un acuerdo interesante.

La visión premilenaria es un poco más compleja pero no es difícil de conseguir.


Esta escuela sigue los planteamientos de Sir Robert Anderson y su libro “La Venida
del Príncipe” (págs. 119-129).

1. Empiezan con el año 445 A.C. y el decreto mencionado en el libro de


Nehemías (2:1 y sigs.).

2. Ellos casi llegan a la Cruz (faltando una semana) y tienen al Mesías qui-
tándosele la vida dentro de la plenitud de las 69 semanas (483 años).

3. Tienen al reloj profético detenido con la Cruz después de las 69 semanas


8 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones completas (483 años) y no ha hecho tictac desde entonces.

4. Creen que la última “semana” (7 años) empezará con el rapto de la iglesia


y que estos 7 años constituirán el Período de Tribulación (los últimos 3½
años de la “Gran Tribulación”).

5. El que hará cesar el sacrificio y la ofrenda y que confirmará el pacto es


dicho que es el Anticristo.

Aquí está diagramada la visión milenial:

DECRETO

(483 años) 7 años


 Semana 70

458 A.C. 69 SEMANAS
Era de la Iglesia
(PARENTESIS)
Contra la visión no-milenial y cronológica tengo para decir esto:

1. No hay ninguna prueba de que sea aplicable el principio de “día-igual-a-año”.

2. La visión requiere que las 7 semanas (por tanto, 49 años) sean dedicados a la
culminación de la ciudad y esto indudablemente está en conflicto con el libro
de Nehemías el cual tiene la restauración y edificación de la ciudad terminada
para el año 444 A.C., antes que el 409 A.C. (lo cual demandaría esta visión).

3. No hay prueba positiva de que debiéramos empezar con el decreto involucran-


do a Esdras, especialmente en vista de que Esdras estaba tratando solamente
con el templo (véase Esdras 7). Y además, el decreto para restaurar y edificar
la ciudad fue dado por Ciro (así dicho en Isaías 44:26-28; 45:13). Véase más
sobre esto en la exposición.

4. Las “70 semanas” abarcan la destrucción de Jerusalén por parte de Tito en el


70 D.C. y no hay manera de trabajar en eso cronológicamente. Véase el v.26.

Es verdad, por supuesto, que el principio de “un-día-igual-a-un-año” es operativo


en Números 14:34 y Ezequiel 4:4-6. Pero ¿cómo sabemos que el de “un-día-igual-
a-un-año” es operativo ahí? ¡SE NOS DICE QUE ESTO ES ASI!

Ciertamente no es la regla. Los “400 años” de Génesis 15:13 no trabajan sobre


ese principio. Ni tampoco los “70 años” de Jeremías 25:11. Ni nuevamente lo
hicieron los “65 años” de Isaías 7:8. Obviamente los únicos dos casos ocurriendo
en la Biblia de los que sabemos, de un día equivaliendo a un año, están en Números
14 y Ezequiel 4. Y nuevamente, ¿cómo sabemos que este principio opera aquí?
¡NO ES DICHO QUE ESTA OPERANDO!

Contra la visión premilenial y cronológica tengo para decir:

1. No hay ninguna prueba de que aquí sea aplicable el principio de “un-día-


igual-a-un-año”.

2. Si fuera aplicable, el pre-milenario tendría que renunciar a su hermenéutica


en la que insiste en una literalización estricta de cada profecía. Si el pre-
milenario figuriza aquí, ha abandonado su literalización. Si literaliza aquí
tiene solamente 70 semanas (490 días), no 490 años, con los cuales trabajar.

3. Empezando con el 2° decreto de Artajerjes I Longímano (445 A.C.) involu-


crando a Nehemías es pura suposición. ¿Por qué no empezar con el decreto del
Las Setenta Semanas de Daniel 9
458 A.C.? Mejor aún, ¿por qué no empezar con el mencionado en la profecía Anotaciones
en conexión con el tiempo de Daniel? (Véase Isaías 44:26 y sigs.; 45:13).

4. Uno no puede conseguir el “se le quitará la vida al Mesías” (i.e. la Cruz) desde
el 445 A.C. Aún después de este cálculo altamente cuestionable, a Robert
Anderson aún le falta la Cruz por cerca de una semana. Esta falta de la cruz
es lo más sobresaliente en vista de lo que Anderson mismo dijo (pág. 22):

“Y la exactitud tan absoluta como lo permite la naturaleza del caso no es


más de lo que los hombres están aquí autorizados a exigir. No puede haber
ningún cálculo suelto en una cronología Divina; y si Dios ha designado
marcar sobre calendarios humanos el cumplimiento de Su propósito como
está predicho en la profecía, el escrutinio más estricto fallará en detectar
el cálculo equivocado o el error”.

Yo había dicho que esto es totalmente cierto. Si Dios tenía la intención de tener
esto marcado en los calendarios humanos en la forma en que se nos está diciendo
que lo hizo, ningún error puede ser encontrado. ¡ESTOS CALCULOS PIERDEN
LA CRUZ POR UNA SEMANA! Y luego, como si la Cruz hubiera sido alcanzada,
los milenaristas proceden.

5. La visión demanda que se le quite la vida al Mesías “DESPUÉS” de las 62


más 7 semanas. Eso es, “DESPUES” de las 69 semanas. La escuela premi-
lenaria lo tiene muerto durante las 69 semanas. Las “69 semanas”, acorde
a esta visión no terminan hasta que se le quite la vida al Mesías. Acorde a
Daniel al Mesías se le quita la vida “DESPUES” de las 69 semanas. ¡Esto
significa que a Cristo se le debe quitar la vida en la semana 70! Los milenarios
afirman que la semana 70 aún no ha llegado.

La visión no cronológica, que creo que es el correcta, se basa en el significado


simbólico bien conocido de los números en la literatura apocalíptica. El número
“7” y sus números y múltiplos asociados hablan de integridad, totalidad, perfec-
ción. Daré algunas ilustraciones de esto en un momento o dos. Si lo que te estoy
diciendo es correcto, entonces Dios le está diciendo a Daniel: “Sí, sé que 70 años
fueron decretados y ahora se han cumplido, pero Daniel, tengo otro decreto. Es
uno que contiene dentro de él el contorno de mi trabajo con respecto a tu nación”.

Cómo llegó el “7”a significar integridad y plenitud, no estoy seguro. Que así
es usado, estoy absolutamente seguro. Tal vez todo comenzó con la semana de la
creación en la que Dios, habiendo realizado toda su obra, descansó en el séptimo
día. De modo que “siete” (un septeto) vino a representar la actividad divina
completada.
Sin embargo, lo llegó a ser, encontramos que el “7” habla muy a menudo de
plenitud y totalidad. En Números 11: 6-30 tenemos a “70” ancianos elegidos para
representar a la gente y en Ezequiel 8:11 tenemos “setenta” ancianos que repre-
sentan la completa corrupción de la nación que debe ser juzgada.

En Zacarías 4 tenemos los “siete” ojos de Dios; en Apocalipsis tenemos las


siete iglesias, cuernos, candelabros, ojos, lámparas, sellos, trompetas, copas, etc.;
en Génesis 4:24 tenemos una venganza completa y total vista como un castigo de
“setenta veces siete”. Véase Ezequiel 39:9,12.

Nuestro Señor habla del perdón que no conoce límites en Mateo 18:21 cuando
dice: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Esto es perdón
en su plenitud y saciedad. Esto es perdón en su perfecto estado.

Dios había hecho promesas a la nación judía y le asegura a Daniel que todo lo
que había prometido se cumpliría. Jerusalén sería reconstruida, tal como lo había
prometido, pero ese no era el final de la historia. La comunidad judía estaba a
10 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones punto de sacudirse. Los setenta septetos (sietes) representan la finalización de la
obra de Dios con respecto a la comunidad judía.

Esta obra, que Dios llevará a cabo con respecto al Israel nacional, por supuesto
tendrá lugar en la historia y, por lo tanto, debe consumir tiempo, pero el “tiempo”
(cronológicamente) no es de lo que hablan los “setenta sietes”. Los números hablan
del estado de las cosas, de las condiciones de las cosas. (Ver los comentarios de
“tiempo, tiempos y medio tiempo” en 7:25 y sobre los “mil años” en Apocalipsis
20). Cuando estas “setenta semanas” hayan “seguido su curso”, Dios habrá termi-
nado por completo Su trabajo con los judíos como comunidad (mosaica).

Creo que todos aceptarán que este es un enfoque razonable, pero ¿se requiere
aquí? No nos es dicho que enfoque simbólico está siendo presentado. Eso es ver-
dad; no en muchas palabras. Pero como no tenemos un sistema cronológico que se
ajuste, no tenemos más alternativa que adoptar un enfoque simbólico. (Recuerde,
incluso aquellos que adoptan el punto de vista cronológico comienzan por figurar.
Consulte los comentarios anteriores sobre esto.) Nadie puede ajustar los elementos
en la visión a 490 días literales o 490 años. Más sobre esto más tarde.

Le pediré que note esto:

“Setenta semanas están determinadas” (v. 24)


“Las desolaciones están determinadas” (v. 26 - LBLA)
“... hasta que venga la consumación, y lo que está determinado ...” (v. 27, cfr.
LBLA).

Se decretaron (o determinaron) “setenta semanas” sobre el pueblo de Daniel y


la ciudad santa (Jerusalén). Hagamos lo que hagamos con las “setenta semanas”,
deben verse como abarcando la desolación y el final. El 70 A.D. está incluido en las
“setenta semanas”. Si esto es cierto, entonces ningún enfoque cronológico (excepto
el premilenial) podrá manejar los elementos de la visión. La visión premilenial es
objetable por otros motivos.

A. El Versículo 25 Muestra Cuándo Empieza El Primer


Período De Las Siete Semanas.
Nótese en el versículo 25, estas primeras siete semanas empezaron con el gran
decreto trascendental y divinamente expedido por Ciro el Grande de retornar y
reconstruir la ciudad de Jerusalén. Los Judíos habían estado en cautividad primero
con los Babilonios y luego con los Medo-Persas, y fue por voluntad de Dios que
Ciro dio el mandato de retornar y reconstruir.

Una de las profecías más asombrosas en el Antiguo Testamento es la profecía


de Israel en Isaías 44 y 45 de que Jerusalén sería reconstruida. Dios llama al
hombre que daría el decreto por nombre - «Ciro». Esta profecía vino algunos 200
años antes de que Ciro aun llegara al trono. Isaías 44:26-27 muestra la toma de
Babilonia y llama a Ciro «mi pastor» [de Dios]. Luego en Isaías 45:13, vemos:

Isaías 45:13
13
Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él
edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones,
dice Jehová de los ejércitos.

Entonces, había dos cosas que Ciro debía hacer, y ellas marcaron el comienzo
de las setenta semanas: (1) Restaurar la ciudad (Jerusalén), y (2) retornar los
cautivos a su hogar. Esto es exactamente lo que le fue dicho a Daniel por el ángel
en Daniel 9:25 - «...desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusa-
lén...» (Véase también el v.24).
Las Setenta Semanas de Daniel 11
B. El Versículo 25 Muestra Las Primeras Dos Divisiones Anotaciones
En Las Setenta y Nueve Semanas.
Edificar Venida del Mesías, el Príncipe
7 62

69

«...de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,


habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas».

Al final de las 69 semanas es la llegada del Príncipe, el Mesías. El término


Mesías es una palabra Hebrea descriptiva significando «el ungido». Jesús fue
presentado a Israel como el ungido en Su bautismo en el Jordán, porque aquí el
Espíritu descendió sobre Él. Como Pedro dijo en Hechos 10:38 - «Cómo Dios
ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret...». De esta manera,
vemos que este día trajo a Israel al Mesías ungido con poder. Jesús hablo de esto
directamente después de su acontecimiento en Lucas 4:16-21, cuando leía de
Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha UNGIDO para dar
buenas nuevas...».

Los términos de esta profecía hacen claro que la expiración de la semana 69


traería el cumplimiento de la más grande de todas las promesas, la manifestación
de Cristo a Israel. Los registros del Nuevo Testamento muestran este evento.
No obstante, ¿con qué propósito había venido? ¿Qué debía llevar a cabo para
la liberación y prosperidad de Su pueblo, Israel? Los Judíos estaban esperando
una era de triunfo sobre todos sus enemigos, una era de gran prosperidad y gloria
nacional, y una era de supremacía de ellos sobre todas las naciones. A la luz de
estas expectativas, la profecía debería parecer muy extraña. Esta sería comple-
tamente irreconciliable con sus esperanzas de lo que el Mesías prometido debía
hacer por ellos. Pero la única cosa dicha de Él fue que se le debía «quitar la vida...
mas no por sí».

Este punto necesita ser hecho más claro. El rechazo de Cristo fue entendido
antes de la fundación del mundo. Dios claramente entendió que el propósito de la
misión de Cristo fue antes de que el mundo fuera creado — vivir y morir. Nada es
dicho con respecto a un reino terrenal en Su primera venida. ¡NADA! Algunos
de los pasajes del Antiguo Testamento que muestran el propósito y la misión de
Cristo de vivir y morir son el Salmo 22 e Isaías 53. El Antiguo Testamento no
sabía nada acerca de un día temporal, de la gloria nacional para Israel y el Mesías.
En lugar de eso lo muestran como el crucificado, el siervo sufriente, muerto por
Su pueblo (Salmo 22, Isaías 53, y Daniel 9).

C. ¿Qué Actividades Son Profetizadas Que Ocurrirán


Durante Las Setenta Semanas?
Esta pregunta desciende hasta la estocada del significado. Durante este período
de tiempo hay diez profecías para ser cumplidas. Cuando podamos mostrar que
ellas se han cumplido, entonces sabremos que la consumación del v.27 ha llegado
y no hay descripción del fin de la actividad mundial, porque ya todo ha ocurrido.

ACTIVIDADES A OCURRIR DURANTE


Las 70 Semanas
1. Terminar la prevaricación.
2. Poner fin al pecado.
12 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones 3. Expiar la iniquidad.
4. Traer la justicia perdurable.
5. Sellar la visión y la profecía.
6. Ungir al Santo de los Santos.
7. Confirmar el pacto con muchos.
8. Hacer cesar el sacrificio.
9. La muchedumbre de las abominaciones.
10. La consumación, y lo que está determinado se derrame
sobre el desolador.
1. Terminar la Prevaricación (v. 24) — Las prevaricaciones de Israel por largo
tiempo habían sido el tema de la palabra de Dios a Israel. Fue a causa de
tales «prevaricaciones» que estuvieron cautivos en Babilonia y Medo-Persia.
En el capítulo 9:11 dice Daniel: «Todo Israel traspasó tu ley apartándose
para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición...».
Pero el ángel le reveló las penosas nuevas de que la medida total de las «pre-
varicaciones» de Israel aun no se habían completado, y que los hijos aun
debían colmar la iniquidad de sus padres. Esto debía traer una «desolación»
más grande que la que había sido anunciada por Nabucodonosor. Porque, el
«término de la prevaricación» podría significar nada menos que el evento
final de la prevaricación — ¡la crucifixión del Hijo de Dios!

El Señor se refirió a esto en Mateo 23:32-35 — «¡Vosotros también llenad


la medida de vuestros padres!...para que venga sobre vosotros toda la sangre
justa que se ha derramado sobre la tierra...». Cuando ellos lo colocaron en
la Cruz, la prevaricación de Israel fue completada (llenada).

Considere la analogía con la promesa de Dios a Abraham. Abraham no


pudo tomar posesión de la tierra prometida en el momento de la promesa
porque «...aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí»
(Génesis 15:16). En Romanos 2:5 vemos donde los Judíos atesoraban o
guardaban ira hasta que finalmente fue desatada sobre ellos. Este fue el
cumplimiento de la maldad acaecida. Cuando Dios vio que la maldad de los
Amorreos había alcanzado su cima, Israel los destruyó conforme a la promesa
hecha a Abraham. Del mismo modo, así fue con los Judíos.

El decreto de los “setenta sietes” es llevar a cabo o traer estas cosas. “Ter-
minar la prevaricación” es permitir que la transgresión alcance su máximo
o límite (véase, por ejemplo, Mateo 23:32 y sigs.; 1 Tesalonicenses 2:16).

2. Poner Fin al Pecado (v. 24) — Jesús se convirtió en la ofrenda por el pecado.
El libro de Hebreos está lleno de declaraciones que muestran los resultados
de Su muerte.

Cuando Jesús murió destruyó el poder de Satanás por medio de proveer


el perdón de los pecados (Heb. 2:14-15; Efe. 2:15).

3. Expiar la Iniquidad (v. 24) — Cuando Cristo murió y resucitó, la expiación


por el pecado y la reconciliación para los enemigos de Dios fue completa y
finalmente llevada a cabo. Colosenses 1:12-22 muestra el lugar del reino en
la expiación y reconciliación. El hombre se reencuentra con Dios a través
de Cristo (Col. 1:20-22).

“Poner fin al pecado” y “expiar la iniquidad” parece ser bastante claro.


Vea tales pasajes como Hebreos 10:12; Romanos 5:6-10; 2 Corintios 5:17 y
Las Setenta Semanas de Daniel 13
sigs.; Hebreos 2:17. Anotaciones
4. Traer la Justicia Perdurable (v. 24) — La justicia es el rasgo más sobresa-
liente del Reino de Dios. Mateo 6:33 - «Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas». Romanos
14:17 - «Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz
y gozo en el Espíritu Santo».

A través de Cristo somos hechos justicia de Dios en El (2 Cor. 5:21; Rom.


3:21-31). La vida eterna está asociada con Jesucristo y el Nuevo Pacto, y tam-
bién lo es la justicia perdurable le. Vea 1 Corintios 1:30; Jeremías 23:5-6 etc.

5. Sellar la Visión y la Profecía (v. 24) — Esto atiende a la ceguera espiritual


de Israel. Isaías 6:10 habla de la falta de entendimiento de Israel como la
ceguera que el Señor cita — Mateo 13:14-15. Aquí, esta misma clase de
significado es referida en ambas, en la «visión» y en la «profecía». Eso es,
ambos, el ojo y el oído estaban cerrados, de manera que viendo, no verían,
y oyendo, no escucharían (Isaías 6:10). Cristo cita esto, Mateo 13:14-15 y
Juan 12:39-41; también Pablo, Hechos 28:25-27. De esta manera, el mensaje
no sería oído o visto por aquellos que lo necesitaban.

Dice el hermano Bill H. Reeves en su comentario sobre Daniel:

Al llevar a cabo Dios su plan de redención, por medio de la muerte


de Cristo en la cruz, la profecía referente a ello quedó cumplida, con-
firmada, y acabada; por eso quedó sellada. Ya no tenía propósito de
uso. Véanse Luc. 24:44; Hech. 3:22-26; 1 Ped. 1:10,11. Compárese
Apoc. 10:7. Considérese Mat. 11:13.
Las sectas, que hoy en día reclaman recibir profecías, ignoran esta
gran verdad y mienten a la gente. No hay profetas ni profetisas hoy
en día. No hay necesidad de ellos.
Los premilenaristas, que reclaman que hay profecías todavía no
cumplidas, aplican la referida frase al futuro cuando venga Cristo por
segunda vez, y según ellos establezca su reino.2

“Sellar la visión y la profecía” puede significar traer la plenitud de la


revelación y de esta manera no traer más. Esta plenitud sería, por supuesto,
traída por Jesucristo (Hebreos 1:1-2; Juan 16:13).

Por otro lado, puede hablar de la obra de Dios al endurecer los corazones
de los incrédulos para que no vean. Esta obra de Dios se menciona en Isaías
29:10-11 donde la palabra del Señor (la visión) se vuelve “como las palabras
de un libro sellado”. El endurecimiento de los corazones de los rebeldes
resultó en la crucifixión de nuestro Señor que forjó la redención del mundo
(Romanos 11:7-12).

6. Ungir al Santo de los santos (v. 24). “Ungir al santo de los santos” puede
traducirse como “una persona santísima”, “una cosa santísima” o “un lugar
santísimo”. Si se tratara de “lo más sagrado”, entonces tendríamos a Jesu-
cristo a la vista y la venida del Espíritu Santo en su bautismo (véase Isaías
61:1 ss; Lucas 4:18 ss).

Si se trata de “un lugar santísimo”, tendremos la venida del Espíritu Santo


sobre el nuevo templo, la iglesia de Dios (ver Hechos 2:1 ss, 1 Corintios 3:16;
6:19, Efesios 2:20 ss). A la luz del hecho de que el antiguo santuario (lugar
sagrado) debe ser desolado y llegar a un fin total, creo que este punto de vista
es el correcto. Tiene una conexión más contextual.

En su comentario sobre Daniel, dice el hermano Bill H. Reeves:


14 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones — y ungir al Santo de los santos – Al emplear la “S” mayúscula
(Santo), nuestra versión deja la impresión de que se hace referen-
cia a Cristo, el Santo (Hech. 3:14). La VNC dice, “ungir el
santo de los santos”. La RVA dice, “ungir el lugar santísimo”. La
ASV dice, “ungir el santísimo”. El texto original no lleva artículo
definido (el) delante de la palabra “santo”. Dice literalmente, “ungir
a santo de santísimos”. (La BLA dice: “para ungir el lugar
santísimo”. La palabra “lugar” aparece en letra cursiva para indicar
palabra interpolada).
La referencia puede ser a la persona de Cristo como el
Santo de los santos. En Hech. 10:38 se emplea la frase “ungir” en
conexión con Cristo. Véanse Luc. 4:18; Isa. 61:1 y sig. Su persona
cabe bien en el contexto concerniente a la obra del evangelio según
los planes eternos de Dios. Véase Heb. 1:8,9. Cristo es el centro en
el versículo siguiente. Fue ungido por el Espíritu Santo en su
bautismo (Mat. 3:16,17).
Si la referencia es a un lugar llamado (el) santo de santísimos,
entonces esta parte de la visión dada a Daniel apunta a la obra de
Cristo en el establecimiento de su iglesia, y Heb. 10:19-26 aquí cabe
muy bien, juntamente con los versículos 3,6,12,14.3

Cristo fue ungido (Heb. 1:8-9) y así lo fue Su presente lugar de morada
(Heb. 10:19-22). El «Santo de los santos» se refiere al Mesías. En el Antiguo
Testamento es referido como la comunicación del Espíritu de Dios - 1 Samuel
10:1. Esto es cumplido en Mateo 3:16 a medida que el Espíritu vino sobre
Cristo. Véase Hechos 10:38.

“... desde la salida de la orden ...” (v. 25). Este es el mandato para reconstruir
la ciudad. Si no hubiera habido un intento de hacer un día igual a un año,
nunca habría habido ninguna disputa sobre qué orden (o decreto) era el que
se tenía en mente. Es el decreto de Ciro, por supuesto.

1. Dios había profetizado que Ciro reconstruiría su ciudad.


2. Ciro dio un decreto de esta naturaleza en 539 A.C.
3. Daniel está recibiendo su visión en lo que se refiera al 539 A.C.

¿Puede usted imaginarse a Daniel leyendo a los profetas y aprendiendo


que Dios liberaría a los judíos por mano de Ciro; que a través de Ciro Dios
daría un mandato para reconstruir Jerusalén (Isaías 44:26-28; 45:13) Y JUS-
TAMENTE AHORA EN EL TIEMPO EN QUE DANIEL ESTÁ LEYENDO
A LOS PROFETAS Ciro da una orden: pueden imaginar todo eso y NO creer
que es Ciro quien dio la orden que está bajo consideración?
Anderson ha afirmado (página vi): “Nunca hubo sino un decreto para la
reconstrucción de Jerusalén ... ese decreto fue emitido en el ... 445 A.C”.
Toda la escuela premilenial sigue esto. Ahora esto es difícil de entender a la
luz de Isaías 44:26-28 que dice:
26
... que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá:
Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré; 27 que dice a las pro-
fundidades: Secaos, y tus ríos haré secar; 28 que dice de Ciro: Es mi
pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás
edificada; y al templo: Serás fundado.

Es claro de esto que la posición de Anderson es totalmente insostenible.


Pero para ponerlo fuera de toda duda, Dios se repite en Isaías 45:13 que dice:

Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará


mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice
Jehová de los ejércitos.
Las Setenta Semanas de Daniel 15
¿Y cuándo se dio este decreto? ¡En el 539 A.C.! ¿Y cuándo fue que Daniel Anotaciones
leyó a Jeremías? ¡Aproximadamente en el 539 A.C.! ¿Y qué se decretó en ese
entonces cuando el ángel habló de la orden para reconstruir la ciudad? ¡La
orden de Ciro! ¿Te gustaría ver cómo lidiar con una dificultad sin tener que
lidiar con ella? Entonces, asegúrese de leer los comentarios de J.F. Walvoord
sobre este decreto en Daniel 9:25.

Si se reconoce que el ángel está hablando del decreto que Dios mismo
profetizó de (Ciro), todo el punto de vista cronológico se desmorona. La
teoría de la “Gran Tribulación” se va con él porque se queda sin una “se-
mana”. Al aceptar el decreto del 539 A.C. no se puede llegar a la cruz en
483 años. (Me parece notable que las diferentes escuelas puedan llegar a la
misma conclusión, aunque a partir de decretos con 13 años de diferencia).

¿Por qué Esdras (1:1 ss) no mencionó la ciudad misma en el decreto de


Ciro? ¿Qué pasará si nunca lo sabemos? ¿Eliminaría esto los pasajes de Isaías
44 y 45? Pero ¿la respuesta es difícil de encontrar? Edras era sacerdote y su
verdadera preocupación era el templo, por lo que convenía a sus propósitos
subrayar el aspecto del templo en el decreto de Ciro. Podemos ver en Esdras
7-27 que Esdras estaba especialmente interesado por el templo, porque esto
es de lo que habló con Artajerjes. Lo mismo es cierto de 2 Crónicas 36:22-23
que fue escrito por alguien con énfasis en el templo. (Los judíos dicen que
Esdras escribió 2 Crónicas).

El inicio de las setenta semanas fue con la orden de restaurar y edificar a


Jerusalén que fue dada por Ciro (Esd. 1:1-4; Isa. 44:26-28; 45:13). La semana
69 termina con la venida de Cristo. Estas 69 semanas están divididas en dos
grupos (7 semanas y 62 semanas).

Han sido hechos muchos intentos por fijar fechas exactas con estas pro-
fecías. El más común ha sido referirse a Ez. 4:6 y luego dejar que cada día
represente un año completo de tiempo. Sin embargo, no hay nada en este
contexto que sugiera esta aplicación. En efecto, si hacemos que las 69 se-
manas representen 483 años literales, tenemos un problema para determinar
cuál fecha debería ser dada para el inicio de la orden.

a. La orden de Ciro a Zorobabel fue en el 539 A.C. Pero si esta es cumpli-


da literalmente 490 años después, sería en el 49 A.C., y no llega hasta
el nacimiento de Cristo como tampoco a la destrucción de Jerusalén.

b. La orden de Artajerjes I a Esdras fue en el 458 A.C. Aunque 69 semanas


(483 años) nos traería al 25-26 D.C. y pudiera ajustarse al tiempo en
que Cristo inicia Su ministerio personal, tenemos un problema con las
primeras 7 semanas (49 años), lo cual haría que la restauración final
de Jerusalén se completara en el 409 A.C. Pero sabemos que esto fue
demasiado tarde porque Nehemías retornó alrededor del 444 A.C., y la
restauración total fue completada para el año 432 A.C.

c. La orden de Artajerjes a Nehemías fue en el 445 A.C. Usando esta fecha


como el inicio de las 69 semanas nos traería al 38-39 D.C., lo cual es
demasiado tarde para que se le quite la vida al Mesías, y las 7 semanas
nos traerían al 396 A.C., lo cual es demasiado tarde para la restauración
final de Jerusalén.

No hay prueba satisfactoria en Daniel 9 de que se pretenda (o proponga)


las semanas de años. Parece que no hay forma de ajustar matemáticamente
estos números a los principales eventos de la historia sin mucho tiempo o
poco tiempo, entre cada evento.

Podemos determinar el período de tiempo solamente por los eventos des-


16 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones critos. Los sietes y unidades de sietes son usados a través de las Escrituras
para indicar lo completo, unidad, o finalidad. La mitad de siete es un período
de tiempo corto, incompleto. Si otra interpretación distinta a esta estuviera
pretendida, algo dentro del contexto lo habría sugerido.

“... hasta el Mesías Príncipe ...” (v. 25c). ¡Este es el Cristo! El “ungido”,
el príncipe es el “Mesías” (es decir, el ungido) quien por cierto es Príncipe.
Hay mencionados dos príncipes en esta sección, pero este es el “Ungido”
(el Mesías).

“... habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas ...” (v. 25d). Para las
dificultades lingüísticas en el texto, vea Young y Keil. (Véase también la
interesante discusión de Boutflower (Páginas 168-178) sobre la traducción
LXX de estos versículos y el enfoque liberal de todo el asunto).

Así que desde el decreto de Ciro hasta el Mesías es de 7 + 62 semanas


(por lo tanto, 69 semanas). Nota: ¡no “desde la salida de la orden hasta que
‘se le quita la vida’ al Mesías!” El acto de “quitarle la vida” al Mesías ocurre
“después” de la semana 69, ¡no durante esta!

Ver. 26 – Sería apropiado ver las setenta semanas como descriptiva de un


período de tiempo cumplido a cabalidad el cual culminará con un rotundo final
de la economía judía. No hay lugar para la “Teoría del Paréntesis” ofrecida
por el premilenarismo. Además, uno tiene que usar una fuerte imaginación
y estar buscando una prueba obscura para hacer que este texto enseñe una
“Tribulación de Siete Años” para que este asociada con un “Rapto” y un
“Reinado de Cristo de 1.000 Años” como intentan hacer los premilenarios
con este texto.

Durante la última semana el Cristo debía ser rechazado y crucificado. El


Príncipe enviará un pueblo a destruir la ciudad y el santuario con una inun-
dación (cfr. Isa. 8:5-8). Quizás esto se refiere a los romanos bajo Tito como
el agente de Cristo que destruyó a Jerusalén y el templo. Esta sería la guerra
de las “devastaciones” (Mat. 24:15; Luc. 21:20-22).

“Y después de las sesenta y dos semanas” (v. 26). ¿Cuáles sesenta y


dos semanas? ¡Las 62 semanas siguientes a las siete semanas asignadas a la
reconstrucción de la ciudad! ¿Qué pasará “después” de las 62 semanas (más
siete)? Al Mesías se le debe “quitar la vida” (ver Isaías 53:8). Aquí está el
desglose: 7 semanas para la ciudad; otros 62 semanas “hasta” el Mesías; la
semana 70.
Asignar “siete” semanas a la finalización de la ciudad habla bien de la
actividad de Dios en el cumplimiento de las promesas que hizo anteriormente
sobre la ciudad. Si se acepta la visión cronológica, se necesitan 49 años desde
el decreto para reconstruir hasta la finalización de la ciudad. Si tuviéramos
que comenzar con el 458 A.C. entonces la ciudad no se completaría hasta el
409 A.C. ¡No puedes leer a Nehemías y sacar esto de ello! Vea Nehemías
6:15 y 7:1-2 y 13:6.

Si comienza, como lo hacen los premilenaristas, con el 445 a.C., entonces


debe mantener que la ciudad no se completó hasta el año 396 a.C. Eso nunca
funcionará. Walvoord ve el problema con claridad y habla de la “posibilidad”
de que la basura en la ciudad no haya sido tratada hasta ese momento. ¡Ah
bueno!

“... y el pueblo de un príncipe que ha de venir ...” (v. 26b). Casi todos están
de acuerdo en que estos son los romanos bajo Tito. El milenarista sostiene
que el “pueblo” son los romanos del primer siglo que destruyeron la ciudad
de Jerusalén en el año 70 d. C., pero que el “príncipe” aún no ha aparecido.
Las Setenta Semanas de Daniel 17
¡Sí, creen eso! Nos dicen que hay un príncipe romano que viene (el Anti- Anotaciones
cristo), cuyo pueblo en el primer siglo destruyó Jerusalén; ese príncipe que
viene hará un pacto con los judíos. Sin ser un liberal o un milenarista, no
necesitamos nada más que el significado obvio del pasaje: vendrá un príncipe
romano (Tito) cuyos ejércitos destruirán por completo Jerusalén y el templo.

“... y su fin será con inundación ...” (v. 26c). La ciudad y el santuario caerán
en juicio y desastre en la guerra. No será por accidente, márquelo, sino por
decreto divino. Estas desolaciones están “determinadas”. Se decreta un “final
completo” (versículo 27).

7. Confirmar el Pacto con Muchos (v.27). Es la inclusión de los Gentiles en


el plan de Dios. Después de sacar de los escritos de los varios profetas del
Antiguo Testamento, Pablo concluye en Romanos 9:30-33 que los Gentiles
que «no eran el pueblo», que eran ignorantes de la Ley Mosaica, y no la
siguieron, son AHORA justificados por el Evangelio. El versículo 31 dice
que Israel que siguió las instituciones Levíticas, falló. ¿Por qué? Porque
tropezaron en el Mesías - v.32-33. Esto es exactamente lo que Dios dijo que
ocurriría. «Muchos...los Gentiles».

El pacto es confirmado con muchos (Hch. 10:34; Rom. 9:30) puesto que
los gentiles son también traídos a la fe. Aunque la ley llegó a un final con la
cruz (Col. 2:14-17), hubo un período de inspiración directa de los apóstoles y
profetas del N.T. durante cuyo tiempo el nuevo pacto estaba siendo revelado
y confirmado (Jn. 16:13; Mr. 16:20; Heb. 2:3-4). A la mitad de la semana el
sacrificio y la ofrenda se hace que cese lo cual fue afirmado que no continua
siendo necesario después de la muerte de Cristo (Heb. 9:11-17). Sin embar-
go, la existente ofrenda de sacrificios animales no cesó hasta la destrucción
del templo en el 70 D.C. al momento de la abominación desoladora (Mat.
24:15; Luc. 21:20-22). De esta manera, las setenta semanas empezaron con
la orden de reconstruir a Jerusalén, y terminan con la completa destrucción
de Jerusalén y confirmación del nuevo pacto.

“Y ... confirmará el pacto ...” (v.27a). Los académicos me aseguran que la


expresión habitual para hacer un pacto no se usa aquí. El pasaje, me dicen,
debe traducirse como “hará un pacto firme” o “hará prevalecer un pacto”.

Si se debe presentar como en la Reina-Valera 60, entonces el pacto indu-


dablemente se refiere al Nuevo Pacto de Mateo 26:28 y Jeremías 31:31. Si
se presenta como “él hará un pacto firme” (LBLA), entonces se puede con-
siderar un pacto ya existente, ya sea Abrahamico o Davídico. El resultado es
el mismo. Toda conversación de que “él” es el Anticristo debe considerarse
fuera de lugar hasta que se dé un fundamento adecuado a la visión cronológica.

“... por una semana ...” (v.27a - LBLA). La palabra “por” debe descartarse
porque no hay nada en el original que responda a eso. “Duración” no es el
problema. El problema es que la última semana se convirtió en la semana
trascendental. Es en ella donde ocurrirán las cosas que rompen la mancomuni-
dad (nación) judía. Todos los problemas principales se concentran en esto. Al
Mesías “se le quita la vida” (como ya hemos visto) en la “semana 70” y todo
lo demás resulta de esto. La incorporación de las bendiciones ya está en el
versículo 24 bajo este nuevo pacto como resultado de “quitarle la vida”. “La
destrucción del templo y de la ciudad es el resultado de “quitarle la vida” al
Mesías. El sacrificio y la ofrenda deben cesar en la crucifixión del Mesías. El
pacto se confirma en esta “una semana”. Dado que la “una semana” no tiene
significado temporal, ¡la duración no es el punto de vista o idea!

8. Hará César el Sacrificio (v.27). A Su muerte ninguno podría estar agradando


a Dios por medio de la sangre de toros y machos cabríos, porque existía un
nuevo pacto. Mateo 27:51.
18 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones “... hará cesar el sacrificio y la ofrenda ...” (v.27b). ¿En qué sentido?
¿Significa que los sacrificios no tendrán más importancia ya que el pacto
con el que estaban indisolublemente conectados fue removido (eliminado?
Esto encajará bien en todo el esquema de las cosas que conocemos acerca
de la muerte de Cristo, como se refleja en pasajes como Colosenses 2:14-17
y Efesios 2:14-15. Asegúrese de leer esos pasajes.

Pero podría hacer referencia al cese literal de los sacrificios llevado a cabo
por el holocausto del año 70 d. C. cuando el templo fue destruido permanen-
temente. Los registros sacerdotales se fueron con este y en consecuencia no
ha habido posibilidad de un sacerdocio levítico desde ese momento. Tal vez
ambos puntos están involucrados.

Sería una tontería creer que el castigo de la nación en el año 70 A.D. fue el
punto en el cual el pueblo judío fue rechazado por Dios como una mancomuni-
dad (nación). Ese rechazo de toda la estructura mosaica tuvo lugar en la Cruz
de Cristo cuando se rasgó el velo del templo. Cristo no pudo haber llegado a
ser sumo sacerdote hasta que se quitó el pacto mosaico (véase Hebreos 7:11
y sig), así que sabemos que el pacto mosaico se fue antes del año 70 d.C. ¡ya
que sabemos que Cristo se convirtió en sumo sacerdote antes de 70 A.D.!

9. La Muchedumbre de las Abominaciones (v.27) - Mateo 24:15 — La des-


trucción de Jerusalén.

“Después con la muchedumbre de las abominaciones ...” (v.27c). “Sobre el


ala de abominaciones” (LBLA).

Si debe ser el “ala” de un pájaro, entonces tenemos en el texto una ima-


gen de un buitre (o de alguna otra ave) que habla de las abominaciones que
resultaron en la destrucción de la ciudad. Vea Isaías 8:8b para ver la imagen
de Asiria batiendo sus alas sobre Palestina.

Si se debe entender como el “punto culminante” o “pináculo” de un edificio,


entonces tenemos el pensamiento de la pecaminosidad judía llegando a su
pináculo y el desolador viniendo en juicio a causa de ello. Esto nos recordaría
pasajes como Daniel 8:12 y 23 donde se nos dice que la carrera de Antíoco IV
es, en parte, el resultado de que Israel alcanzó un pico en la iniquidad. Es este
punto culminante en la maldad que es la ocasión de los romanos cabalgando
sobre Jerusalén para destruirla.

En cualquiera de estos dos puntos de vista, el resultado es el mismo. El


punto que se está planteando es este: el juicio es el resultado de que Israel
llenó su copa de iniquidad. Fue de esta manera con respecto a Antíoco y fue
el camino con respecto a los romanos.

Dice el hermano Bill H. Reeves en su comentario sobre Daniel:

— Después con la muchedumbre de las abominaciones – Consi-


deremos estas versiones: “Sobre el ala de abominaciones” (ASV,
BLA); “sobre el ala de las abominaciones” (MOD); “sobre alas
de abominaciones” (RVA).
Dicen las versiones RVR y la NRV, “y en el ala del templo estará
la abominación horrible”, y “Y sobre el ala del templo uno ejecutará
la abominación asoladora”. Así se expresa también la versión Sep-
tuaginta (el Antiguo Testamento en griego).
Dado que Cristo clavó en la cruz la ley de Moisés, confirmando
su nuevo pacto y terminando las ceremonias de la ley de Moisés, era
tiempo de poner fin a la economía o comunidad judaica una vez y
para siempre. Esto sucedió en la destrucción de Jerusalén. Véanse
Mat. 24:15; Mar. 13:14, que emplean la frase “abominación
Las Setenta Semanas de Daniel 19
desoladora”. Compárese Luc. 21:20. Anotaciones
A esto se refiere esta frase de este versículo 27.4

10. La Consumación, y lo que Está Determinado se Derrame Sobre el Deso-


lador (v.27). Al final de la dispensación Judía, eso que Dios ha determinado
o planeado será derramado sobre el desolador (los Judíos). Jesús los llamó
desolados [desierta] en Mateo 23:38.

Veremos que al tiempo de la «consumación» (Daniel 9:27), todo esto


se habrá cumplido y las setenta semanas completadas. Por tanto, no habrá
necesidad de una ABERTURA o una fase de Paréntesis con la iglesia en la
profecía en absoluto.

“... hasta que venga la consumación, y lo que está determinado ...” (v.27d).
Note nuevamente que esto no es accidental. La soberanía de Dios está sonando
de nuevo. Como es con los gentiles, así es con Israel. “¿Habrá algún mal en
la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?” preguntó Amós (3:6).

¿Y qué se determinó (decretó - LBLA) sobre “tu pueblo y tu santa ciudad”


(v.24)? ¡Fueron declaradas “Setenta semanas”! ¿Y qué se determina sobre
Israel y la ciudad y el santuario? ¡Guerra, desolación y un final completo!
Involucrado en las “setenta semanas” está esta completa desolación de la
comunidad israelí construida sobre el pacto mosaico.

Es importante que reconozcamos que las personas aquí en la visión son


israelitas. No nos ayudará el ampliar la imagen. Que Cristo ha forjado la
redención de todos los hombres es algo que nadie desea negar, pero inter-
pretamos mejor el pasaje cuando nos atenemos a lo que se le dice al profeta.
¡Las personas que aquí se tienen en mente son judías!

Permítanme resumir lo que dije en esta sección pequeña y difícil.

1. He afirmado que las “setenta semanas” no deben entenderse cronológi-


camente y como un equivalente para 490 años.

2. He afirmado que las “setenta semanas” hablan de que Dios estaba


elaborando un último y final decreto concerniente a la comunidad de
Israel. Este decreto, una vez cumplido, vería la obra de Dios terminada
con los judíos, como una comunidad mosaica. ¡Completa y eternamente
terminada!

3. He afirmado que esto no solo está en armonía con el uso del número
“7” y sus múltiplos, sino que no hay una posible imagen cronológica
que tenga en cuenta todos los elementos de la visión.

4. He afirmado que las “70 semanas” están divididas en tres: siete, sesenta
y dos y una. El “siete” se relaciona con el cumplimiento de las promesas
de Dios concernientes al regreso de los judíos y la reconstrucción de
Jerusalén y el templo. Las “sesenta y dos” se pasan en silencio y nos
llevan al Mesías.

La última semana está reservada como el punto en el que todas las bendi-
ciones y los juicios se realizan debido a que “se le quita la vida” al Mesías. He
afirmado que al Mesías “se le quita la vida” en la “semana 70” y el resultado
es el logro de la redención y la destrucción de la comunidad del judaísmo
del Antiguo Testamento.
20 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones D. La Actividad Del Príncipe El Mesías
Como hemos visto, Daniel 9:26 muestra que a la mitad de la semana 70 al Me-
sías se le «quitará la vida». Pero hay más para ser hecho en esa última semana.

1. EL PUEBLO DE UN PRÍNCIPE DESTRUIRÁ EL SANTUARIO.

En Mateo 23:37-39, Cristo habla del castigo de Israel por su rechazo - «He
aquí vuestra casa os es dejada desierta». Jerusalén sería destruida y el reino sería
dado a otro (Mateo 21:41). El agente que Cristo iba a usar en esta destrucción eran
los Romanos quienes fueron descritos como el “pueblo de un príncipe”. Véase
la discusión en el Capítulo 8 sobre Mateo 24.

a. ¿Cuándo Harán Ellos Este Acto?

Daniel 9:26 — «...y su fin será con inundación, y hasta el fin de las
guerras durarán las devastaciones». La destrucción de Jerusalén
marca el comienzo de la última semana 70.
b. La Muchedumbre de las Abominaciones.

La muchedumbre de las abominaciones de Daniel 9:27 es referida por


nuestro Señor en Mateo 24:15 como «...la abominación desoladora de que habló
el profeta Daniel...». El contexto de Mateo 24 muestra que Él está aplicando esto
a la destrucción de Jerusalén. Podemos ver como aquellos que quieren que Mateo
24 sea el fin del mundo son agarrados y tienen que hacer que la última semana
sea también el fin del mundo. De esta manera, llegamos a la necesidad de que la
ABERTURA o Paréntesis de la era de la iglesia se extienda hasta el fin.

2. «POR OTRA SEMANA CONFIRMARÁ EL PACTO CON MUCHOS».

El premilenarismo quiere hacer que esto se refiera a un anticristo que hace un


pacto con Israel al final, solamente para romperlo. Pero esto equivoca el punto
totalmente. El pacto es hecho por el Mesías Príncipe. La «otra semana» no se
refiere a la duración del pacto, sino al tiempo cuando fue confirmado; siendo la
confirmación por medio del derramamiento de la sangre de Cristo (Hebreos 9:14-
20). El cumplimiento de este importante rasgo de la profecía provino de la propia
vida de nuestro Señor. Mateo 26:28— «Porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
que por muchos se derrama para remisión de los pecados». En estas palabras
encontramos cosas que concuerdan con la profecía de Daniel:

a. Al que debía confirmar el pacto, Cristo.


b. Al pacto mismo.
c. Lo que «confirmó» el pacto, la sangre.
d. Aquellos que reciben los beneficios del pacto son los «muchos».

La identificación está completa, porque las palabras corresponden perfectamente


con aquellas de la profecía. Por supuesto, este es el Nuevo Pacto de Jeremías
31:31 y Hebreos 8 y 9.

En Mateo 24:15, cuando el Señor usa las palabras “La Abominación desolado-
ra”, está citando la Versión de los Setenta. Esta era una traducción del Antiguo
Testamento del Hebreo al Griego, la cual fue hecha algunos doscientos años antes
de que Cristo viniera. Puesto que nuestro Señor usó parte de esta traducción en
Mateo 24:15, necesitamos examinar el versículo entero así traducido por la LXX
en Daniel 9:27. Aquí está el versículo entero del cual Jesús usó la frases centrales:

“y UNA SEMANA ESTABLECERÁ EL PACTO CON MUCHOS; y en


la mitad de la semana, mi sacrificio y ofrenda será quitada; y sobre
el templo estará la ABOMINACIÓN DESOLADORA; y al final del
Las Setenta Semanas de Daniel 21
tiempo (la era) un fin será puesto a la desolación”. Anotaciones
Nótese que aquí hay una diferencia entre la traducción de los Setenta y la Reina-
Valera (1960). La Reina-Valera tiene “por otra semana” el pacto fue establecido
o confirmado. Pero a medida que leemos la versión de los Setenta, vemos que el
“por” no es traducido. De esta manera, no se infiere que la duración del pacto
está bajo discusión como la indicaría la versión Reina-Valera. En la versión de los
Setenta la inferencia es que fue durante la otra semana que el pacto fue establecido.
Esto es importante porque el Dispensacionalista dice que el anticristo hará un pacto
con Israel el cual es de una semana de duración. Este pacto es un tratado de paz y
no el nuevo pacto de Jer. 31:31 porque solamente será de una duración tan breve,
“otra semana” (o “una semana”). Pero de la lectura de la LXX, encontramos que
es durante la otra semana cuando este pacto es establecido, apuntando el énfasis al
punto del origen o establecimiento como opuesto a la duración. Esto significaría
que el pacto sería el nuevo pacto de Jer. 31:31, porque éste fue establecido cuando
a Él (el Mesías) le fue quitada la vida y cuando hizo que cesara el sacrificio y la
ofrenda. Vemos de esto que la otra semana no era la duración o extensión del
pacto sino más bien la punta señalando cuando fue establecido éste.

Si en algo puede servirle, transcribo en esta parte la traducción de este pasaje


en la Versión Moderna:

“Y dará validez al pacto para con muchos en la semana restante, y


a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda vege-
tal; luego sobre el ala de las abominaciones vendrá el desolador; y
hasta la consumación decretada, se derramará la ira sobre el pueblo
asolado”

3. «A LA MITAD DE LA SEMANA HARÁ CESAR EL SACRIFICIO Y


LA OFRENDA».

a. «A la Mitad de la Semana».

Como la progresión de la última semana, la semana 70, se traslada desde


el tiempo de Su nacimiento hasta la destrucción de Jerusalén, vemos que ocurre
la crucifixión en la mitad de ese último período. Con Su nacimiento en el Punto
0 y la destrucción de Jerusalén en el 70 D.C., Su crucifixión ocurriría en el 33
D.C. haciéndola en la mitad de la última semana. Por supuesto, entendemos el
problema del siglo 6° de Gregorio XIII a medida que no acierta con la fecha exacta
del nacimiento de Cristo. Debería ser fechado el 4 A.C. o 5 A.C., de esta manera
cambiando todo varios años. La cronología rectificada la cual corrige el error del
calendario Gregoriano se leería: Nacimiento, 5 A.C., Muerte, 30 D.C., destrucción
de Jerusalén, 70 D.C. Pero estas fechas no son muy importantes porque Daniel
no está tratando con años en sí mismo, sino con la imagen total de los “postreros
días” a medida que empiezan con la edificación de Jerusalén y la destrucción de
Jerusalén.

b. «Hará Cesar el Sacrificio y la Ofrenda».

Una vez que Cristo murió en la cruz, ofreciéndose a sí mismo como


«sacrificio para siempre por el pecado» (Heb. 10:12), el velo del templo se rasgó
(Mateo 27:51) y el sistema literal de los sacrificios terminó para siempre. El
Antiguo Pacto fue abrogado. Hebreos capítulo 8-9 y 10 muestra el fin de los toros
y machos cabríos, y el comienzo de una nueva dispensación bajo la sangre y Sumo
Sacerdocio de Jesucristo. En Hebreos 10:12 está declarado expresamente que
Cristo quitó los sacrificios de la ley cuando se ofreció a sí mismo como él «una
vez para siempre...sólo sacrificio por los pecados». Luego, «se sentó a la diestra
de Dios». Aquellos sacrificios, por tanto, dejaron de existir en la contemplación
de Dios desde el momento en que Cristo murió.
22 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones Ahora, coloquemos todo esto junto en un diagrama para mostrar lo que abarca
la descripción.

E. LAS TRES DIVISIONES DE LAS 70 SEMANAS

1. Daniel 9 — la primera semana de 7.

1 7 Semanas 2

a. Empieza con el mandamiento de restaurar y edificar Jerusalén.


b. Aunque no nos es dicho exactamente, esto debe haber terminado con la
conclusión de la obra por Esdras y Nehemías.

2. Daniel 9:25 — el segundo grupo de 62.

3 62 Semanas 4,5

a. Nuevamente, la conclusión de la obra por Esdras y Nehemías.


b. La venida del Mesías Príncipe (Daniel 9:25).
c. El total es un grupo de 69.

3. LA ÚLTIMA SEMANA.

pacto
con
muchos
(5 A.C.) (30 A.C.) (70 A.C.)
6 7 8
Nacimiento Se le quita la vida, destrucción
ministerio cesa el de
personal sacrificio Jerusalén

a. Versículo 25 — La última semana empieza cuando la semana 69 termina:


«...hasta el Mesías, el Príncipe» – (Versión Moderna).

¿Quién es el Mesías, “el ungido”? En cuanto a la respuesta, no hay duda,


porque Su ungimiento es un evento sobresaliente en los tres Evangelios: Mat.
3:13-17; Mr. 1:9-11; Luc. 3:21-22. Fue en Su bautismo en el Jordán que nuestro
Señor fue ungido para el ministerio (Hch. 10:37-38).

Hechos 10:37-38
37
Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea,
comenzando desde Galilea, después del bautismo que
predicó Juan:
38
cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a
Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes
y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con él.

No obstante, Su venida fue en Su encarnación, o nacimiento, cuando Dios


se hizo hombre. Ambos, Mateo 2 y Lucas 3 registran esta entrada en la dimensión
tiempo-espacio por Dios. Considere la ironía del plan divino. El Gobernador de
toda la creación debía nacer en un establo, sin embargo los ángeles cantaron Su
llegada; nació y fue colocado en un pesebre como cama, no obstante, una estrella
del cielo marcó el lugar. Esta fue la venida del Mesías, pequeña y desvalida, pero
tan inocente de pecado el día que murió como el día que llegó.
Las Setenta Semanas de Daniel 23
A medida que maduraba y empezaba Su ministerio, enfatizó la significancia Anotaciones
Mesiánica de Su ungimiento. El día de Reposo, regresando a Nazaret de Su bau-
tismo por parte de Juan, Jesús citó de Isaías, “El Espíritu del Señor está sobre mí,
por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres ...” (Luc. 4:16-21).
Cerrando el libro, dice: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.

b. Versículos 26 y 27 — Estos nos muestran que después de las 69 semanas,


eso es, durante la última semana, (1) al Mesías «se le quitará la vida, mas
no por sí» y luego en el v.27 (2) «A la mitad de la semana hará cesar el
sacrificio y la ofrenda». Los términos «quitará...mas no por sí», se refieren
a su crucifixión por parte de Israel. Esta crucifixión tiene un doble efecto
así dado a nosotros en la profecía.

(1) Versículo 27 — El primero es un pacto eterno con muchos. (Nótese


la discusión previa mostrando que la palabra «por» no se refiere a la
duración del pacto, sino al tiempo cuando este fue confirmado o es-
tablecido). Este pacto fue confirmado por medio del derramamiento
de la sangre de Cristo en Su muerte — Hebreos 9:15 y Mateo 26:28.

(2) Versículo 27 — El segundo efecto de Su crucifixión fue para que


cesaran el sacrificio y la ofrenda. La promesa básica del Nuevo
Testamento que Él estableció fue que cuando Él fuera ofrecido como
el «sacrificio perfecto por el pecado para siempre», haría que cesara
el sacrificio anual, mensual y diario (Hebreos 10:10-14). Él era el
«Cordero predestinado desde antes de la fundación del mundo», por
tanto, el velo del templo se rasgó y el sistema Levítico de los sacrifi-
cios llegó a un fin. Hebreos 10:11-12 centra la atención en este punto,
pero verdaderamente este es el tema del escritor de Hebreos en los
capítulos 8,9 y 10.

c. El final de la última semana llega como resultado de las actividades de


la nación de Israel que crucificó al Señor. Mateo 23:32-39 habla de esa
generación de Judíos como llenando la medida de la culpa, tanto como
una gota final de agua hará que un vaso se rebose cuando el líquido cubre
el borde. Nuestro Señor llora sobre Jerusalén y le hace un recuento de las
oportunidades que ellos rechazaron y finalmente condenó oficialmente:
«He aquí vuestra casa os es dejada desierta». De manera que en la porción
concluyente de la profecía hay tres frases que dicen la historia:

(1) Versículo 26 — “El pueblo de un príncipe destruirá la ciudad y el


santuario”. Después de describir lo que sucedería al Mesías, describe
ahora lo que le sucederá a la ciudad. Esto transporta el mismo sabor
profético como en Lucas 19:41,43 donde el Señor llora, porque en Su
ojo mental ve la destrucción.

(2) Versículo 27 — “La muchedumbre de las abominaciones”.

(3) Versículo 27 — “Lo que está determinado será derramado sobre el


pueblo”.

Estas tres fases muestran todo lo que Dios iba a destruir, al final de las 70 semanas,
la misma cosa que Él usó al principio de las 70 semanas, la ciudad de Jerusalén.
Este período de 70 semanas empezaron cuando Jerusalén debía ser restaurada
y edificada al decreto de Ciro y el período terminaría con Su decreto a Tito de
destruirla. ¿Por qué? Simplemente porque Dios había soportado la impiedad y
fariseísmo Judío bastante tiempo para cumplir la promesa a Abraham y producir
al Mesías que ellos crucificaron. En ese último acto, selló el destino de ellos y
acabó con su existencia como nación por medio de usar a los Romanos.
24 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones IV. CONCLUSIÓN
A. La Iglesia en el Antiguo Testamento.

Ha sido nuestro objetivo demostrar aquí que en Dan. 9, no encontramos


un paréntesis entre las 69 semanas y la semana 70. Nos es dicho que este
paréntesis es llenado con el “comienzo de un programa completamente nuevo,
no anunciado, e inesperado: la iglesia”. Hemos buscado establecer que todas
las 70 semanas se cumplieron en el 70 D.C., cuando Jerusalén fue destruida por
los Romanos. No es dejado nada para que se cumpla. También ha sido nuestro
propósito negar que el concepto de la iglesia no es encontrado en el Antiguo Tes-
tamento. La discusión del pacto Abrahámico en el siguiente capítulo se extenderá
sobre el propósito de Dios y el cumplimiento de ese propósito, en la redención
del pecado, antes que en un reinado terrenal del Mesías. Esta es una de las tres
marcas distintivas importantes que lo identifican a uno como Dispensacionalista.

A medida que cerremos esta sección, es correcto que resumamos el lugar de


la iglesia en el Antiguo Testamento. Los dispensacionalistas dicen que la iglesia
no es encontrada en el Antiguo Testamento (véase las citas al principio de este
capítulo), pero los Amilenarios ven la iglesia siendo desplegada en muchas páginas
de las escrituras del Antiguo Testamento. Considere el siguiente silogismo dado
por Jim McGuiggan:

1. Pablo no enseñó nada sino lo que Moisés y los profetas dijeron que
debía pasar.
2. Pero Pablo enseñó el establecimiento y existencia de la iglesia.
3. Por tanto, Moisés y los profetas profetizaron del establecimiento y
existencia de la iglesia.

Por supuesto, comprendemos que no fue revelado todo lo concerniente a la iglesia


en el Antiguo Testamento, pero declarar que esto (la iglesia) era completamente
desconocido es estar absolutamente en error.

Un pasaje importante del Antiguo Testamento que trae los Judíos a Jesús en
esta presente dispensación es Oseas 1:9 - 2:1 y 2:23. Aquí Oseas tiene tres hijos
que son prototipos (o prefiguraciones) del trato de Dios con Israel. Primero es
Jezreel (1:4), que significa “Dios esparcirá Su pueblo”, los Judíos. Segundo está
Lo-ruhama, una hija ((1:6), que significa “No compadecida”. Finalmente, hay otro
hijo con el nombre de Lo-ammi que significa “No pueblo mío”. Los nombres de
estos tres hijos, todos prefiguraron (o anunciaron) la progresiva ira de Dios contra
la nación Judía: (1) Serían esparcidos—Jezreel. (2) No les sería mostrado com-
pasión—Lo-ruhama. (3) No serían su pueblo, serían cortados—Lo-ammi. Esta
es la sentencia y tenebrosidad del pasaje. Pero tal como cada vez que un profeta
desciende duro sobre la cerviz de su pueblo con una venida de juicio, el profeta, a
su vez, siempre sostiene un rayo de esperanza, el capullo y la floración.

En 1:10-2:1, el mejor día que seguirá después del juicio de Israel es mostrado por
un movimiento en los nombres de los hijos que invierte sus significados. Jezreel no
será esparcida sino “congregada”, versículo 11. Lo-ammi se convertirá en Ammi la
cual, por quitarle el negativo “Lo” en Hebreo, se vuelve positivo, de esta manera,
NO pueblo mío se convierte en pueblo mío, y NO compadecida, Lo-ruhama, se
convierte en Ruhama, compadecida. Luego es resumido en 2:23 – “... y diré al
que no era mi pueblo: Tú eres mi pueblo, y él dirá: Tú eres mi Dios” – (Versión
Biblia de las Américas). Los Judíos que fueron esparcidos, a los que no se les
mostró compasión, y que fueron cortados, en un día futuro serían congregados (o
reunidos), se les mostraría compasión (o misericordia), y serían el pueblo de Dios.
Ahora, ¿cuándo vendría ese día para los Judíos?

Pedro y Pablo están listos a afirmar que el día está en la dispensación del Evan-
gelio. En 1 Pedro 2:9-10, Pedro dice a los Cristianos que eran un linaje escogido,
Las Setenta Semanas de Daniel 25
real sacerdocio, nación santa: “que anuncien las virtudes de Dios porque una Anotaciones
vez estuvieron en tinieblas pero ahora están en luz”. Esto es lo que Oseas estaba
diciendo acerca del Judío; fue esparcido, no se le mostró compasión, y no era
pueblo de Dios. Ahora, esto es exactamente lo que es citado por Pedro en el v.10
– “Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de
Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis
alcanzado misericordia”. El Judío tiene un lugar en la comunión con Dios, siendo
ese lugar la iglesia. Por tanto, Oseas antevió la iglesia en el Antiguo Testamento.

En Rom. 9:24 Pablo nos muestra que el Gentil es llamado junto con el Judío
y también cita Oseas 1:10 para mostrar que el Judío tiene ahora un lugar en el
plan de Dios. El “no mi pueblo” en Rom. 9:24-25 son los Judíos, cortados y
esparcidos en Oseas, junto con los Gentiles, y son llamados dentro del un cuerpo
de Ef. 2:15-17 — Cristo y la iglesia. Nuevamente, este fue un “gran misterio”,
pero aún lo fue en el Antiguo Testamento desde el principio. Aún cuando todo
acerca de ella no fue develado, aún estaba muy presente en el plan de Dios y en
la revelación de Dios.

En 1 Tim. 3:16, Pablo usa la expresión “el misterio de la piedad”. Define el


“misterio” como una revelación de 6 enlaces: (1) manifestado en la carne, (2)
vindicado en el Espíritu, (3) visto de los ángeles, (4) predicado a los gentiles, (5)
creído en el mundo, (6) recibido arriba en gloria. ¿Alguna de estas fue revelada
en el Antiguo Testamento? La respuesta es si, porque esto es como nuestro Señor
definió la confianza en la profecía del Antiguo Testamento en Lucas 24:45-47 —
“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y
les dijo: Así está escrito, ya sí fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase
de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento
y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”.
McGuiggan hace estos comentarios sobre este versículo: “Observe que lo que
Jesús dice fue predicho por Moisés y los profetas; Su sufrimiento y resurrección
y la predicación del arrepentimiento y el perdón de los pecados sería predicado
en el nombre de Cristo — a todas las naciones, empezando en Jerusalén. ¿Qué
profetizaron Moisés y los profetas? La predicación en el ancho mundo en el
nombre del Mesías. La predicación en el ancho mundo en el nombre del Mesías
abarcando todas las naciones”.

Ahora regrese al “misterio de la piedad” en 1 Tim. 3:16. De las seis ideas que
estaban incluidas en ese misterio, al menos tres son definidas por el Señor como
contenidas en la profecía del Antiguo Testamento. Primero, “manifestado en
carne” ciertamente está incluido en el sufrimiento de Cristo y Su resurrección la
cual Cristo dice que estaba en Moisés y los profetas. En tercer lugar, “creído en
el mundo” se refiere a lo mismo como predicado en todo el mundo. Mire nueva-
mente al “misterio de la piedad” de Pablo, podemos ver que al menos la mitad de
este fue revelado en el Antiguo Testamento, sin embargo, fue llamado un misterio.

Entendiendo que el término “misterio” no significa una ausencia tal y exclusiva


de las escrituras del Antiguo Testamento, regresemos a Efesios 3:6. El “misterio”
aquí es que el concepto de la iglesia está en el Antiguo Testamento. La definición
inspirada de los dos apóstoles, Pedro y Pablo, prueba que esto es verdad. Por tanto,
podemos ver que el plan de Dios para el Judío no era un reino milenario en la tierra,
sino una relación espiritual, nueva, para el redimido del pecado, llamada la iglesia.

B. EL MISTERIO

Ahora que vemos que la relación del Judío y el Gentil fue antevista en la iglesia
por los profetas del Antiguo Testamento, preguntamos, “¿Cuál es el misterio del
que habla Pablo en la carta a los Efesios?” Ef. 3:4-5 – “leyendo lo cual podéis
entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras
generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres ...”
26 Las Setenta Semanas de Daniel
Anotaciones Primero, necesitamos empezar con la correcta definición del término “misterio”.
Varios pasajes nos muestran que la palabra “misterio” no significa que algo era
“completamente desconocido en el Antiguo Testamento”.

Romanos 11:25 habla del endurecimiento de los Judíos como un “misterio”.


Esto debía ocurrir de manera que los Gentiles pudieran entrar. No obstante, cuan-
do consideramos este “endurecimiento” que él llama misterio, sabemos que esto
fue profetizado en el Antiguo Testamento. No era algo totalmente no revelado o
no proclamado, sino mas bien algo no revelado completa o explícitamente. Sa-
bemos que esto es verdad a medida que examinamos Rom. 11:25 con respecto al
endurecimiento del Judío. En Rom. 11:7-10 vemos que Pablo cita una profecía
del Antiguo Testamento acerca del endurecimiento de Isaías 29:10 y dice que su
discusión en el capítulo 11 es el cumplimiento. Sin embargo, esto es un “miste-
rio”. Sí, aún cuando no fue profetizado todo aspecto de este, fue entendido. La
completa consecuencia de esto no fue percibido, pero fue presentado y discutido
en la profecía del Antiguo Testamento, aunque era aún un “misterio”.

Pablo usa nuevamente el término “misterio” en Efesios 5:31-32 y al hacerlo


así se acerca no sólo al Antiguo Testamento, sino específicamente al segundo
capítulo de Génesis y, citándolo, lo aplica a la iglesia. En la creación del hombre
y la mujer y la relación matrimonial de una carne, Dios estaba prefigurando la
relación espiritual de que los “Gentiles son coherederos con los Judíos”. Esto no
quiere decir que fue exclusiva y totalmente removido de la revelación de Dios.
Esto fue mostrado desde la profecía de Oseas que el Judío sería reunido, se le
mostraría compasión, y se convertiría en pueblo de Dios. La inspiración divina
delimitó estas buenas nuevas para el Judío en la dispensación del Evangelio, no
en un futuro milenario. En otros pasajes del Antiguo Testamento escuchamos del
llamado de los Gentiles a Dios en un futuro día de gracia. Isaías 2:1-4 – “... y
correrán a él todas las naciones”. Luego, Isaías 11:10 ¡NO deja DUDA! Nótese
el versículo 10, “Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará
puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las GENTES; y su habitación
será gloriosa”. Las “gentes”, eso es el pueblo Gentil, vendrá a la raíz de Isaí en
aquel tiempo [o “en aquel día” - Biblia de las Américas]. ¿Cuál es ese día? Pa-
blo en Rom. 15:7-13, mientras está hablando de la salvación de los Gentiles, cita
Isaías 11:10 en el versículo 12 y dice que “ese” día es AHORA. Sin embargo,
esto era un misterio. Algo completamente velado de esta manera ¿nunca es visto
o entendido? ¡No! Sino por otro lado, algo que tuvo que tener una definición del
Nuevo Testamento antes de que pudiera ser entendido y apreciado totalmente. De
esta manera esto era un misterio.

Así concluimos que un misterio no significa un tema completamente descono-


cido al Antiguo Testamento, como insiste el Dispensacionalista que es el caso con
respecto a la ausencia de la iglesia en la escritura del Antiguo Testamento.

Más bien, significa que mientras un tema pudo haber sido revelado y discutido
en la profecía del Antiguo Testamento, toma una definición del Nuevo Testamento
para aclararlo. De esta manera es con el tema de la iglesia. Estaba en la profecía
del Antiguo Testamento, pero fue llamado misterio por Pablo, porque el devela-
miento total aún no había ocurrido.

_____________________________
Anotaciones al Pie

1 – Cap. 9. Las Setenta Semanas

El cautiverio que ya se acercaba a su final había durado 70 años. Aquí el ángel


dice a Daniel que aún faltan “70 semanas” antes de la llegada del Mesías (24).

Las “70 semanas” generalmente se interpretan como 70 semanas de años; 70 ve-


ces 7, o sea 490 años. Es como si el ángel dijera: El cautiverio ha durado 70 años;
Las Setenta Semanas de Daniel 27
el período entre el cautiverio y la venida del Mesías será siete veces este período. Anotaciones
Siete, y los ciclos de 7, a veces tienen un significado simbólico; sin embargo, los
hechos reales de esta profecía son de lo más asombroso. Veamos:

La fecha desde la cual se contaban las 70 semanas era el decreto para la recons-
trucción de Jerusalén (25). Hubo tres decretos emitidos por reyes persas en este
sentido, en 536 A.C., 457 A.C. y 444 A.C. (Véase bajo Esdras). El decreto más
importante fue el de 457 A.C.

Las 70 semanas se subdividieron en 7 semanas, 62, y 1 semana (25). Es difícil


ver la aplicación de las 7 semanas; pero las 69 (incluyéndose las 7) son 483 días, o
sea bajo la teoría del día-año (Ez. 4:6) la que es la interpretación más comúnmente
aceptada, 483 años.

Estos 483 años son el plazo desde el decreto para reedificar a Jerusalén hasta la
venida del Mesías (25). El decreto para reedificar a Jerusalén data, como se dijo
arriba, del 457 A.C. Sumando a 457 A.C. otros 483 años llegamos al 26 D.C., el
mismo año en que Jesús fue bautizado y comenzó Su ministerio público. Es un
cumplimiento admirable de la profecía de Daniel hasta el año exacto.

Además, dentro de 3½ años Jesús fue crucificado. Es decir, “a la mitad de la


semana” “se le quitó la vida al Mesías”, “expió la iniquidad, y trajo la justicia de
los siglos” (24, 26, 27).

Así pues, Daniel profetizó no solamente el tiempo de la aparición del Mesías


sino también la duración de Su ministerio público, y Su muerte en expiación del
pecado humano.

Algunos piensan que la cronología de Dios se suspendió con la muerte de Cristo,


que seguirá así durante la dispersión de Israel, y que la última mitad de la “una se-
mana” pertenece al tiempo del fin.

Henry, H. Halley, Compendio Manual de la Biblia, Casa Bautista de Publicaciones.,


Spanish edition, 1955, Editorial Moody, págs. 312-313.

2 – Bill H. Reeves, Notas Sobre Daniel, pág. 53.


3 – Bill H. Reeves, Ibíd, pág. 54.
4 – Bill H. Reeves, Ibíd, pág. 57.

La copilación de este material la realice de una variedad de fuentes, siendo las


principales:
— The Lion and the Lamb on Planeth Earth, por Rodney Miller.
— The Book of Daniel, por Jim McGuiggan.
— Daniel, A Study Workbook for Teachers and Students, por Rober Harkrider.

JR/29/11/2017
====UNA PROFECIA -- CUMPLIDA===============

Las 70 Semanas de Daniel 9


Las “70 SEMANAS” no son dadas como un número específico, sino que
representan un “tiempo completo” determinado sobre Israel y Jerusalén, y las
cosas mencionadas en el v.24 debían ser llevadas a cabo durante ese período de
tiempo. El diagrama abajo da mas detalles de las “7O SEMANAS” -- siga los
números.
606 AC 536 AC
70 Años “70 SEMANAS”
Cautividad “7 smns” “62 semanas” “una semana”

“69 semanas”

Œ ñ Ž ñ  ñ
Sale la orden para El Mesías Príncipe El Príncipe envía un pueblo a destruir
restaurar y edificar viene y se le quita la la ciudad y el santuario con una
Jerusalén. Dan. 9:1- vida. inundación (véase Isa. 8:5-8) y hasta
el fin de las guerras durarán las

ñ
2; 5:30-31; Esd. 1:1
y Sigs. devastaciones.
(Conecte esto con el # 6 abajo).

Se edifica la plaza y el muro
en tiempos angustiosos.
 ñ
El Mesías confirmará un pacto con
muchos por otra semana.

En Mat. 24:15 & Luc. 21:20 Jesús ‘ ñ


afirma que la “abominación Durante la semana hará cesar el
desoladora” de que habló Daniel es la sacrificio y la ofrenda y después con
destrucción de Jerusalén por el la muchedumbre de las
ejército romano. Esto, por supuesto, abominaciones vendrá el desolador.
terminó con los sacrificios de los Mat. 24:15; Luc. 21:20
judíos --- con la destrucción del
Templo.
’ ñ
Luego es derramada la destrucción
sobre el desolador -- “La Caída de
Roma”
¿Qué Debo Hacer Para Ser Salvo?
El conocimiento del maravilloso plan de Dios de la redención es siempre irresistible pero Dios tuvo la
intención de que participáramos en este plan. Aquí tenemos expuesta la realidad que uno debe entender para
gozar de la salvación que Dios ha estipulado.

I. LOS PASOS HACIA LA SALVACION.

A. Comprender que estoy perdido.


“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
B. Comprender que yo mismo no puedo salvarme.
“Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos”
(Jeremías 10:23).
“No por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:9).
C. Dios, fuera de la gracia, la misericordia y el amor, a provisto un plan de salvación para mí.
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en peca-
dos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Efesios 2:4-5).
D. Cristo fue enviado para ser el Salvador del mundo (incluyéndome a mí).
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
E. El evangelio de Cristo es el poder de Dios para salvar.
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío
primeramente y también al griego” (Romanos 1:16; lea 1 Corintios 1:21).
F. Cristo salva a aquellos que le obedecen.
“Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de
eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:8-9).

II. ¿QUE ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS QUE YO DEBO HACER PARA SER SALVO?

A. Oir la palabra de Dios (el evangelio de Cristo).


“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y
cómo oirán si haber quien les predique?” (Romanos 10:14).
B. Creer (tener fe) en Jesús como el Hijo de Dios.
“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis”
(Juan 8:24).
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
C. Arrepentirme de mis pecados. Arrepentirse es un cambio de mente que lleva a un cambio de conducta.
“Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué hare-
mos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:37-38).
D. Confesar mi fe en Cristo.
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos
10:9-10).
E. Ser bautizado en Cristo.
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16).
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:3-4).
“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gálatas 3:27).

III. LA OBEDIENCIA AL EVANGELIO RESULTA EN ...

A. Perdón (remisión) de los pecados.


“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los peca-
dos, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:37-38).
B. Vida nueva.
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:3-4).
C. Se convierte en siervo de la justicia.
“Pero gracias a Dios, que aunque eráis esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Romanos
6:17-18).
D. Entrada al cuerpo de Cristo.
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y
a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” (1 Corintios 12:13).

“¹⁵Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad


el evangelio a toda criatura. ¹⁶El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado”.
- Marcos 16:15-16.
“³⁵Entonces Felipe, abriendo su boca, y
comenzando desde esta escritura, le anunció el
evangelio de Jesús. ³⁶Y yendo por el camino,
llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí
hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
³⁷Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien
puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que
Jesucristo es el Hijo de Dios. ³⁸Y mandó
parar el carro; y descendieron ambos al agua,
Felipe y el eunuco, y le bautizó.”
-- Hechos 8:35-38.

¿Qué impide que usted sea bautizado para el perdón de sus pecados?
Si necesita asistencia en el cumplimiento de este mandato del Señor Jesús, puede acercarse a una
Iglesia de Cristo en su comunidad, o contactar a las personas que le suministraron este material. O,
en su defecto puede comunicarse con este servidor, Jaime Restrepo M. en Colombia en el Celular:
311 319 9399, o puede escribirme al correo electrónico: jaremova@gmail.com
elancladelevangelio@gmail.com – www.elancladelevangelio.org

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