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TEORIAS DE LOS DERECHOS HUMANOS Y FUNDAMENTALES

Los derechos humanos es un tema de interés global en la actualidad, debido al


incremente de los conflictos armados en todos los continentes, y de las violaciones
de denunciadas en todas las esferas de los estamentos institucionales. Es por eso
importante hacer un análisis en torno a las teorías de los derechos humanos y
fundamentales para hacer un contraste de estas teorías y de las incidencias que
estas tienen en la sociedad.

Iusnaturalismo.
Tiene como objetivo basarse en la existencia del Derecho natural,
Este se define como:
El derecho natural es el ordenamiento jurídico que nace y se funda en la
naturaleza humana, no debiendo su origen, por tanto, a la voluntad normativa de
ninguna autoridad, como ocurre con el derecho positivo. Es un conjunto de
preceptos que se imponen al derecho positivo y que éste debe respetar. El
derecho positivo está establecido y sancionado, para cada tiempo y cada
comunidad social, por la voluntad del legislador, que representa la voluntad social;
por lo tanto, se trata de un derecho variable, contingente, mientras que el
derecho natural es un orden jurídico objetivo, no procedente de legislador
alguno, que se impone a los hombres por su propia naturaleza; es objetivo e
inmutable y conocido por la razón. (Enciclopedia jurídica)
Establecía que Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos". Lo que es considerado por juristas como Hans Kelsen una clara
manifestación de la doctrina del iusnaturalismo. (Pérez, L. 2005). Por lo tanto
Desde este punto de vista es una teoría ética basada en un enfoque filosófico, que
discierne sobre los derechos del ser fundamentado en la naturaleza humana.
John Locke, fue uno de los pensadores más influyentes de esta corriente, a partir
de la revolución Inglesa de 1688, hizo parte de las elites protestantes Inglesas,
llegando a ocupar cargos de importancia en el gobierno. Defendió la tolerancia
religiosa hacia todas las sectas protestantes e incluso a las religiones no
cristianas. Defendió los derechos naturales y lucho por elevarlos a la categoría de
principios fundamentales y fin básico de la sociedad. En su obra más importante,
Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690), “sentó los principios básicos del
constitucionalismo liberal, al postular que todo hombre nace dotado de unos
derechos naturales que el Estado tiene como misión proteger:
fundamentalmente, la vida, la libertad y la propiedad”. (Biografías y, 1690). Lockes
sustentó sus ideas en el concepto de propiedad, el cual lo conceptualizó desde
un sentido amplio y un sentido restringido, en sentido amplio, se refiere a un
amplio conjunto de intereses y aspiraciones humanas; más restrictivamente, alude
a los
bienes materiales. Por lo que sustenta que la propiedad es un derecho natural,
la cual se obtiene a través del trabajo. Para Locke, negar el derecho de propiedad
es negar los derechos humanos. Locke afirmó que la propiedad es un derecho
natural y que se deriva del trabajo. Además, dijo que la propiedad precede al
Estado y que éste no puede disponer de la propiedad de los sujetos
arbitrariamente. De acuerdo con Locke, negar el derecho de propiedad es negar
los derechos humanos.
Otros de los pensadores que aporto a la concepción Iusnaturalista fue el filosofo
Aleman Immanuel Kant, este le dio gran importancia a la dignidad del hombre al
extremo de considerar que el sistema de derechos naturales del hombre se deriva
de su dignidad, afirmó que la libertad es fundamento de los derechos humanos y,
al mismo tiempo, el principal de éstos. Kant defendió que: Al margen del reino
de "las cosas que tienen precio", tenemos que pensar el de las que "poseen
una dignidad". Dignidad sería lo que caracteriza a aquello que se eleva por encima
de todo precio, cuyo valor no es relativo, sino absoluto; lo que no puede servir
de medio para ningún fin externo a sí mismo. Según Kant, sólo los hombres, y sólo
precisamente en la medida de que sean sujetos racionales libres, poseen
dignidad. (Meza, sf)

Iuspositivismo.
Tienen por objetivo establecer que “el único conjunto de normas que tiene
carácter jurídico es el Derecho positivo”. (Ansuátegui, 1997). Por tanto estas tesis
se oponen rotundamente al iusnaturalismo, critican la visión ideal, de los
derechos humanos, que tiene el iusnaturalismo, así como la posición formal del
iuspositivismo, afirmando que las anteriores son excesivamente abstractas
porque y no tienen en cuenta las condiciones económicas y sociales de las
que depende el efectivo disfrute de los derechos.
Una de las primeras fuentes donde se nutren estas teorías es el socialismo, Karl
Marx criticó la noción burguesa de derechos humanos, que describió como
derechos del individuo egoísta y basado en una concepción abstracta de libertad y
emancipación. “Para el filósofo alemán, los derechos humanos burgueses eran un
conjunto de protecciones legales para la defensa de la clase propietaria de los
medios de producción”. (Landman, 2006). Marx afirmó que son las condiciones
materiales las que determinan el alcance real de los derechos humanos, y que
para su realización efectiva es necesario una auténtica emancipación política.
Dualismo
La Teoría dualista de Gregorio Peces-Barba, incorporo algunos elementos del
Iusnaturalismo, sólo los derechos con un fundamento moral son fundamentales,
pero a la vez considera la positivación como requisito necesario para que un
derecho humano lo sea. “Por lo tanto, concibe los derechos como la encrucijada
entre lo jurídico y lo ético; y como traducción normativa de los valores de dignidad,
libertad e igualdad, al tiempo que legitimadores de los poderes públicos”. (Ramos,
2006). A demas postula que para definirlos, o para determinar qué contenidos
normativos corresponde a tal tipo de derechos, deben examinarse dos ámbitos: el
ético y el jurídico.

Utilitarismo
Como doctrina ética, considera su principal objetivo es buscar “la mayor felicidad
para el mayor número como la medida de lo justo y de lo injusto”. (Bentham,
1973). Los utilitaristas parten del rechazo de la idea de derechos humanos como
derechos naturales: especialmente crítico con dicha idea fue Jeremy Bentham,
que calificó como “un sinsentido la afirmación de que existen derechos previos
al Estado”. (Bentham, 1962). Lo anterior lo complementa la afirmación de que
“los derechos, de existir, son un producto social que se justifica desde el
principio de la utilidad”. (Papacchini, 2003)
El fundamento de la teoría utilitarista ha sido criticada porque se cuestiona su
incompatibilidad con la defensa de los derechos humanos, pues la búsqueda del
mayor bien para el mayor número que prescribe el utilitarismo, puede exigir, en
ocasiones, pasar por encima de los derechos, en este sentido los teóricos John
Rawls, James Fishkin, Thomas Nagel y otros han denunciado el uso de este
enfoque para “justificar el uso de violencia contra la población civil y el uso de
armas de destrucción masiva entendidas como un mal menor, la forma más
rápida de obtener la victoria en una guerra y evitar, supuestamente, un mayor
número de muertes”. (Papacchini, 2003). Otra perspectiva del utilitarismo la
presenta Richard Brandt, define el utilitarismo de normas como "un acto es
obligatorio sólo si la aceptación uniforme de una regla correspondiente maximizará
la utilidad esperable". El utilitarismo de normas, por lo tanto, no valora sólo los
efectos de un acto específico, sino los efectos de su generalización. (Papacchini,
2003).
CONCLUSIONES: En la medida que la humanidad avanza, ha sido necesario que
las teorías sobre los derechos humanos también evolucionen, en este mundo
contemporáneo donde la globalización arrasa con innovación en tecnologías y
avances científicos, la teorización de los derechos humanos se hace más
importante, y conocerla, permite establecer cómo ha evolucionado y las
incidencias que ha tenido en la sociedad.
Constitución de 1886
La Constitución de 1886 rigió durante 105 años la vida institucional de Colombia
(con reformas de poca trascendencia algunas, pero otras de gran significación
como las de 1910, 1936, 1945 y 1998), hasta cuando fue derogada íntegramente
por la Asamblea Constituyente de 1991.
La Constitución de 1886 se promulgó el 5 de agosto y con esto la Nación adoptó el
nombre de República de Colombia. Con esta nueva carta magna, escrita durante
el Gobierno de Rafael Núñez, pero que se sancionó con José María Campo en el
poder, quedó abolido el federalismo.

Los antiguos estados soberanos se convirtieron en departamentos y la libertad


absoluta de prensa se sustituyó por "prensa libre, pero responsable en tiempos de
paz". Con esta nueva Constitución también se mostró voluntad de fortalecer el
bienestar de los trabajadores, sin dejar de lado la fuerte vigilancia alrededor de las
formas asociativas de estos.
A partir de la Constitución de 1886, el presidente obtuvo amplias facultades para
los casos de conmoción interior, de él dependían las autoridades ejecutivas y
administrativos de los nuevos denominados 'departamentos' y tenía la potestad de
suspender las garantías constitucionales, además de expedir decretos legislativos.
También podía, incluso, ordenar la captura y retención de personas contra las que
existiera sospecha de atentar contra el orden público. La relación político-religiosa
se consolidó, acogiendo el deseo del conservatismo y el clero de establecer dentro
de las normas legales que la religión católica era de la Nación, dándole poder para
opinar y actuar sobre diferentes aspectos de la vida nacional.
Muchos expertos coinciden en las grandes limitaciones que esta Constitución
presentaba en lo que tiene que ver con el sistema de derechos individuales. Con
ella, por ejemplo, se restableció la pena de muerte y se le abrió paso a la censura
de la prensa. Aunque concedió a los ciudadanos el derecho a elegir corporaciones
municipales y departamentales, al mismo tiempo restringió el voto para
representantes a quienes tuvieran propiedades, una renta anual específica o
supieran leer y escribir.
Sin embargo, la Constitución de 1886 no solamente significó llevar a la cima del
poder al Partido Conservador, también consolidó los deberes y derechos de los
trabajadores del país. Uno de los artículos eliminó la tradición asociativa de los
gremios, la cual era propia del colonialismo, permitiendo mayor libertad en el
momento de adoptar un oficio y mostrando mayor preocupación por la seguridad
de los empleados.La continuidad de Colombia a nivel constitucional ha sido
evidente, teniendo en cuenta que la carta de 1886 permaneció vigente hasta 1991.
Antes de este período, entre 1830 y 1886, el país contó con seis constituciones.
En 1832, se tendría una carta bajo el régimen presidencialista del Congreso que
nombró como presidente a Francisco de Paula Santander, y con la que se le
otorgaba mayor poder y representación a las provincias.
El nombre del país fue Estado de Nueva Granada, nombre que permaneció hasta
la Constitución de 1853. A esta primera Constitución le seguirían las de 1843,
1853, 1858, 1863 hasta llegar a la mencionada Constitución de 1886.
La Constitución de 1886 tuvo sesenta reformas a lo largo de su vigencia. Algunos
de los cambios establecidos y más importantes de esta Constitución tienen que
ver con:
Se pasó de Estados Unidos de Colombia a la República de Colombia, cambiando
el sistema federal y permitiendo que los estados se convirtieran en departamentos.
Se fortaleció la rama ejecutiva, disminuyendo el poder legislativo.
El período presidencial se extendió a seis años.
Se fortaleció y centralizó el Ejército Nacional.
La religión católica se estableció como elemento esencial del Estado.
Estado social de derecho constitución 1991

Colombia es un Estado Social de Derecho


El artículo 1 establece el tipo de Estado que es Colombia. De manera textual el
artículo reza:
"Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de república
unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales,
democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad
humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general".
Funciones de la Corte Constitucional
Están enumeradas en forma taxativa por el artículo 241 de la Carta política y son,
entre otras:Decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que promuevan los
ciudadanos contra reformas a la constitución, sólo por vicios de procedimiento en
su formación.
Decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que presenten los ciudadanos
contra las leyes, tanto por su contenido material como por vicios en el
procedimiento para su formación.
Decidir definitivamente sobre la constitucionalidad de los decretos legislativos que
dicte el gobierno al amparo de los estados de excepción.
Revisar las decisiones judiciales relacionadas con la acción de tutela y los
derechos constitucionales.
Decidir definitivamente sobre la exequibilidad de los tratados internacionales y las
leyes que los aprueben.
Control de constitucionalidad
Darse su propio reglamento. El control de constitucionalidad es el conjunto de
recursos jurídicos diseñados para verificar la correspondencia entre los actos
emitidos por quienes decretan el poder y la Constitución, anulándolos cuando
aquellos quebranten los principios constitucionales.1 Dicho de otra forma, el
control de constitucionalidad es el conjunto de herramientas jurídicas por el cual,
para asegurar el cumplimiento de las normas constitucionales, se realiza un
procedimiento de revisión de los actos de autoridad, incluyendo normas generales,
y en caso de contradicción con la Constitución se procede a la invalidación de las
normas de rango inferior que no hayan sido hechas en conformidad con aquellas.
El fundamento de este control es el mantenimiento del Principio de Supremacía
Constitucional.

BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
La Corporación definió entonces el bloque de constitucionalidad como aquella
unidad jurídica compuesta “por...normas y principios que, sin aparecer
formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como
parámetros del control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido
normativamente integrados a la Constitución, por diversas vías y por mandato de
la propia Constitución. Son pues verdaderos principios y reglas de valor
constitucional, esto es, son normas situadas en el nivel constitucional, a pesar de
que puedan a veces contener mecanismos de reforma diversos al de las normas
del articulado constitucional strictu sensu.”

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