Вы находитесь на странице: 1из 10

PARTIDOS POLÍTICOS

1. DEFINICIÓN:

Los Partidos políticos son organizaciones que se caracterizan por su


singularidad, de base personal y relevancia constitucional, creadas con el fin
de contribuir de una forma democrática a la determinación de la política
nacional y a la formación y orientación de la voluntad de los ciudadanos, así
como a promover su participación en las instituciones representativas
mediante la formulación de programas, la presentación y apoyo de
candidatos en las correspondientes elecciones, y la realización de cualquier
otra actividad necesaria para el cumplimiento de sus fines. Su principal
tendencia es durar y consolidarse, y su finalidad última y legítima es obtener
el poder mediante el apoyo popular manifestado en las urnas.
En un Estado de derecho, los partidos políticos expresan el pluralismo
político, concurren a la formación y expresión de la voluntad popular y son
instrumento fundamental para la participación política.

Su creación y el ejercicio de su actividad serán libres y su estructura interna


y funcionamiento han de ser democráticos.

Un partido político es un elemento fundamental a la hora de hacer y de


organizar la vida política de un país, porque el mismo se encargará de
reclutar candidatos que ocupen oportunamente cargos gubernamentales o
bien escaños legislativos, organizar la labor legislativa, articular y agregar
preferencias y disidencias a los ciudadanos, formar gobiernos, establecer
acuerdos legislativos en orden a promover leyes que resultan fundamentales
para la vida en comunidad, entre las principales cuestiones.
2. EL ROL DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
El rol de los partidos políticos en una democracia es no solo el de participar
en los procesos electorales para acceder al gobierno y conducir el Estado,
sino el de actuar en el marco de los principios y valores que propugna la
democracia, considerando que son vehículos para canalizar las demandas
de la sociedad, teniendo como reglas la tolerancia y el respeto al adversario.

La democracia, por ningún motivo, propugna una guerra de adjetivos para


descalificar al oponente, sino más bien busca la confrontación de ideas,
propuestas y programas para que los ciudadanos y ciudadanas tengan algo
que escoger y decidir con su voto. No se trata de una guerra de enemigos,
sino más bien de una confrontación de adversarios políticos. Los partidos
tienen el legítimo derecho de competir, pero también la responsabilidad de
hacerlo con decencia.

Los partidos están llamados a fortalecer la democracia y a sus instituciones


y no a debilitarlas. No se trata de que participen en política de cualquier
forma, sino de un modo alturado y respetuoso. No se trata de servirse de la
democracia, ni de quedarse en la idea de que solo es un procedimiento para
acceder y ejercer el gobierno. La democracia, ante todo, es un sistema
político y una forma particular de encarar el Estado; en consecuencia, una
forma especial de organización y convivencia social, donde la dignidad, la
libertad, la igualdad y la solidaridad son la esencia.

Si bien es cierto que la política es intensa y apasionada, ella no se debe


quedar ahí. La razón debe acompañarla en todo momento y ser la brújula
que le encamine a no apartarse de los principios que promueve la
democracia.

La democracia tiene reglas que hay que respetar sin demagogia, arribismo ni
oportunismo. No es cierto que en la política “todo vale”. Tratándose de la
democracia, la política es un juego limpio y transparente, donde la injuria y el
escarnio no tienen cabida. Para ser demócrata no solo hay que aparentarlo,
si no hay que serlo de verdad.

En ese sentido, la democracia está en la obligación de estructurar un sistema


de partidos con reglas claras, donde la formación de la militancia y de los
propios líderes se dé con base en valores y prácticas democráticas, donde
se garantice la renovación periódica de la directiva partidaria. Los partidos
deberían ser un faro de proyección cívica y formación ciudadana, donde se
formen los funcionarios del Estado con una sólida ética pública, donde se
asuma una postura vigilante para el respeto de la Constitución y los derechos
fundamentales, donde se piense sobre la grandeza y prosperidad de la
nación, entre otras prioridades.

Sin duda, en el Perú la reforma del sistema de partidos pasa por encarar esta
problemática y por hacer que los grupos existentes se modernicen. Y también
es necesario que se permita abrir paso a la creación de nuevos partidos,
promoviendo e incentivando que los ciudadanos vuelvan a tener interés en la
política y en los partidos.

3. LA IDEOLOGIA GUIA DE LOS PARTIDOS POLITICOS


Cada partido político detenta una ideología la cual le otorga claridad
conceptual y actuará como una especie de guía en su accionar político, en
tanto la misma se encuentra compuesta por los siguientes elementos:
doctrina (conjunto de creencias que se tomarán como
válidas), teorías (sistematización explicativa, comprensiva y explicativa de la
realidad en la cual entienden), plataforma (agrupación de los principales
problemas políticos, sociales y económicos), programas (los planes para
paliar esos problemas que se identifican en la plataforma)
y consignas (aquellos slogans o lemas característicos del partido y que en
definitivas cuentas serán algo así como su marca registrada y los diferenciará
del resto o de ideas bastante parecidas, pero que cuentan con otros
nombres).
Es habitual que los votantes y asimismo la prensa política identifique a la
ideología con las dos tendencias ideológicas tradicionales e históricas como
son la izquierda, que es aquella que es partidaria de los cambios tanto en la
estructura social como en materia económica y que se opone a la fuerza
conservadora. Y por otra parte la derecha que es quien ejerce la propuesta
conservadora contra la cual se rebela la izquierda.
3.1. CRISIS IDEOLOGICA DE LOS PARTIDOS POLITICOS EN EL PERÚ
Los años ochenta significaron para el Perú además de una época
violenta y peligrosa económicamente, el inicio de una transición
democrática que dejaba atrás autoritarismos y dictaduras militares, el
pueblo peruano fue testigo del resurgimiento de actores políticos que
representaban a las clases populares y sus intereses, es a partir de la
presión de estas organizaciones políticas que en 1979 se logra
convocar una asamblea constituyente que será la encargada de
establecer un sistema democrático – presidencialista , es así que
desde 1980 hasta la actualidad se han realizado elecciones
presidenciales de manera ininterrumpida , sin embargo ¿es la
democracia peruana un sistema definido por su sustancia popular o
una realidad meramente procedimentalista? , esta interrogante cobra
vigencia cuando recordamos la exposición de Touraine acerca de las
tres condiciones mínimas que deben concurrir para la existencia de la
democracia: la limitación del poder del Estado, la existencia de actores
sociales representativos y la conciencia de ciudadanía y de sus
instituciones representativas, que son propiamente políticas, en este
ensayo trataremos las vicisitudes y espejismos de esta
última condición, nos referiremos específicamente a los partidos
políticos y su tan mencionada crisis de representatividad haciendo
énfasis en el elemento ideológico.
3.2. LA DECEPCION Y EL FINAL DE LAS UTOPIAS EN EL PERU

El Perú nunca había sido terreno fértil para el desarrollo de partidos


políticos ni para la implantación de sus proyectos y programas, sus
gobiernos siempre habían estado marcados por autoritarismos y
pocas veces por periodos democráticos , es a partir de los años
ochenta a la actualidad que vivimos en una relativa democracia “una
democracia procedimentalista”.
La transición democrática ocurrida en la década de los ochenta ,
representado en parte por el llamado tercero sistema de partidos
políticos , permitió que los partidos políticos vigentes puedan llegar a
ocupar la administración gubernamental y llevar a cabo sus proyectos
políticos es el caso de acción popular con Belaunde Terry en 1980 y
del partido aprista peruano con Alan García a la cabeza en 1985 , si
bien las dictaduras militares quedaron en el olvido y se estableció una
nueva constitución , la joven democracia peruana tendría que afrontar
los gravesproblemas que agobiaban al país tanto en el orden
económico como en lo social.
El periodo de Belaunde dejaba al país con una crisis económica cada
vez más peligrosa y el nacimiento del grupo terrorista Sendero
Luminoso,el primer gobierno aprista comenzó con un fuerte apoyo
popular gracias a que su discurso y proyecto político tenia una
marcada tendencia hacia cambios estructurales profundos a favor de
las clases menos favorecidas del país sin embargo este fue
disminuyendo en la medida en que el incumplimiento de las promesas,
la corrupción, el recrudecimiento de violencia subversiva por parte de
grupos radicales de izquierda y el fracaso de su modelo económico
se hacían notorios, el partido aprista no había tenido éxito en su
ejercicio de ingeniería social, este hecho marco el inicio de la
decepción y desconfianza de la sociedad peruana en los partidos
políticos como intermediarios de sus intereses , necesidades y
ambiciones.
La hiperinflación al final del periodo aprista , las fracturas ideológicas
y conflictos internos de los partidos políticos especialmente de los de
izquierda y centro izquierda se acentúan con el fracaso del sistema
comunista soviético, la confusión, el desconcierto , la desesperanza
por la falta de alternativas de un nuevo tipo de estado deja al
descubierto la no institucionalidad del sistema político peruano en
gran parte por la desconexión ideológica entre los partidos
tradicionales y los votantes , obedeciendo la primera ley de tendencia
de Sartori , esta poca institucionalidad dio origen a la emergencia de
outsiders (potencialmente populistas) con directivas establecidas en el
consenso de Washington que implementan un nuevo sistema de
tendencia neoliberal.

En 1990 con apoyo del APRA y gran parte de la izquierda Cambio 90


de Alberto Fujimori despunto y posteriormente triunfó de sobre el
FREDEMO de Mario Vargas Llosa, Fujimori sorprendió llevando acabo
una política económica neoliberal marcando así el final de las
oportunidades para las utopías de un estado y una economía
planificada, a este momento lo podríamos llamar el fin de las
ideologías en el Perú , pues la ideología dura que había caracterizado
a los partidos políticos tradicionales y que decepciono al pueblo
peruano había sido substituida por el pragmatismo político.

En 5 de abril de 1992 entre una crisis económica y un sangriento


enfrentamiento del estado contra sendero luminoso el régimen
fujimorista organizo y llevo a cabo un golpe de estado con apoyo de
las fuerzas armadas y la aprobación de la mayoría de ciudadanos,
siete meses después “Nueva mayoría” alcanza de manera irregular la
mayoría en el congreso constituyente.

Fujimori no solo realiza un ataque a la instituciones estatales como el


parlamento o el poder judicial sino también arremetió contra a los
partidos políticos, y estos en respuesta dejaron de cumplir sus
funciones primordiales y se convirtieron en apéndices del sistema
político.

La persecución sistemática a los remanentes izquierdistas y a todo


aquel que critique el nuevo sistema se convierte enpolítica de estado,
la sociedad peruana se mantenía obnubilada con asistencialismo,
demagogia y populismo, en 1995 Fujimori volvió a alcanzar el sillón
presidencial con un 65% de aprobación.

En el año 2000 Fujimori nuevamente volvería a ser presidente del Perú


y ese mismo año saldrían a la luz los conocidos vladivideos que
desenmascararon y marcaron el fin del régimen fujimorista.

La llegada del Banco Mundial , fondo monetario internacional y de


grandes capitales extranjeros crearon las condiciones para tener un
estado administrador guardián de la economía neoliberal y crearon
una especie de consenso ideológico alrededor de la economía
nacional dejando de lado ya el afán reformador o de cambios
estructurales profundos.

Los partidos políticos tradicionales aun no desaparecen del todo y aun


exaltan sus raíces ideológicas sin embargo no logran representar al
pueblo peruano y por ende tienen poca aceptación en el electorado
una de las causas puede ser la falta de ideologías que no solo se
conecten con el elector y con sus intereses sino que al mismo tiempo
se muestren mas funcionales que el populismo neoliberal.

Frente a la realidad de la ideología de los partidos políticos peruanos


es necesario preguntarse si ¿Es vigente a largo plazo un sistema de
partidos políticos caracterizado por la desideologización?
En este sentido habría que reconocer que la ideología dura parece no
responder a las necesidades e intereses de las masas populares del
Perú, es mas, históricamente los intentos de ingeniería social han
fracasado por lo que es debemos preguntarnos si ¿Es posible que la
transición de ideológica de los partidos políticos a populismo
neoliberal fortaleciera el sistema democrático del Perú?

Sin embargo independientemente de si la ideologización resulte


importante para el fortalecimiento de un sistema democrático debemos
reconocer la urgencia de someter a la dimensión ideológica
(cualquiera sea esta) de los partidos políticos a un proceso de
modernización que permita representar a los peruanos del siglo XXI
por lo que resulta clave respondernos ¿Qué reformas ideológicas
necesitan los partidos políticos para recobrar vigencia,
institucionalidad y representatividad?

4. FINANCIAMIENTO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN LA MIRA

Los partidos políticos se solventan a través del aporte de sus afiliados, pero
como bien sabemos, este dinero en las monstruosas campañas políticas
actuales resulta casi una propina, por lo cual es el dinero de empresas y
capitales privados los que ayudan al mantenimiento de estos, y por supuesto
también al crecimiento que puedan ostentar si es que se encuentran con el
visto bueno y favorable de algún empresario.

En este punto de su financiamiento es en donde se focaliza el máximo


cuestionamiento a un partido político, porque claro, como se sabe que en
realidad el dinero que aportan sus afiliados no alcanza para solventar las
suculentas campañas mediáticas que solemos apreciar de parte de muchos
partidos políticos es que entonces surge la inquietud y la sospecha acerca de
quienes aportan el dinero para que tal o cual partido consigan una enorme
presencia en los medios de comunicación masivo y asimismo en lo que
respecta a la publicidad en las calles de todo el país.

Y lo más importante al respecto de esta cuestión es ¿a cambio de qué?


Entonces surgen las especulaciones que tal partido que es financiado por tal
empresa, obviamente, si llega finalmente al poder, “ayudará”, será
condescendiente y funcional, con sus políticas y decisiones, a esa empresa
o empresario que aportó una gran suma de dinero a su campaña.

El gran desafío de estos tiempos de la política y de los partidos políticos en


general debiera estar en justamente clarificar este punto que a veces resulta
oscuro o velado para la sociedad. Porque de este modo no solamente se verá
beneficiado el juego político en una democracia sino también los votantes
podrán saber si quieren o no apoyar a tal o cual partido dependiendo de quién
es aquel que está detrás financiándolo. Porque como dijimos anteriormente,
en muchos casos, las decisiones políticas de los gobiernos están atadas a
estos intereses o acuerdos preelectorales que realizan con empresas y
grandes empresarios.

LA MORAL

DEFINICION: moral es una palabra de origen latino, que proviene del término moris
(“costumbre”). Se trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas
de una persona o de un grupo social, que funciona como una guía para obrar. Es
decir, la moral orienta acerca de que acciones son correctas (buenas) y cuales son
incorrectas (malas).

Según otra definición, la moral es la suma total del conocimiento que se adquiere
sobre lo más alto y noble, y que una persona respeta en su conducta. Las creencias
sobre la moralidad son generalizadas y codificadas en una cierta cultura o en un
grupo social determinado, por lo que la moral regula el comportamiento de sus
miembros. Por otra parte, la moral suele ser identificada con los principios religiosos
y éticos que una comunidad acuerda respetar.
CONCLUSIONES

1. Como hemos señalado en el Perú en los últimos 30 años ha existido una relativa
democracia prosidementalista, los partidos a lo largo de este periodo han ido
perdiendo su apoyo popular en la medida que han ido desvaneciendo sus ideologías
que los identificaban desde el inicio o su fundación.

2. Durante el periodo de los 90s con el ataque sistemático del régimen en el poder
hacia los partidos políticos y la promoción de la desideologización y la anti política
de la sociedad civil por parte de los medios y la compra de conciencias a los
representantes elegidos contribuyo al desprestigio de la clase política y de dirigentes
sindicales.

3. El desprestigio y la aversión hacia la política oficial ejercida en el sistema de


partidos en el país, ha marcado hondamente en la confianza de sus electores, estos
han buscado en dirigentes elegidos por ellos mismos para ejercer presión directa, a
través de los movimientos sociales y pequeños grupos políticos locales y regionales.
4. Como propuesta teórica para el mejoramiento de la aceptación popular de los
partidos políticos consideramos necesario la reinvención total y sobretodo de la
identidad de los partidos políticos, considerando nuevamente construir una
ideología que tenga en cuenta la realidad social, cultural y económica de todos los
Peruanos o de los grupos menos favorecidos del país donde puedan lograr tener
bases sólidas de apoyo y militantes fieles al partido.
BIBLIOGRAFIA

v Aldo Panfichi (coordinador) “La Ciencia Política en el Perú de Hoy”, el Sistema de


partidos Políticos pág. 98, PUCP, Lima 2009, Departamento de Ciencia Sociales
v CASCAJO CASTRO, José Luis y GARCÍA ÁLVAREZ, Manuel (1994).
Constituciones extranjeras contemporáneas. Madrid: Tecnos

v Duverger, Maurice. 1957. Los Partidos políticos. Fondo de Cultura Económica,


México D.F.

v IDEOLOGIAS POLITICAS: Robert Eccleshall, VicentGeoghegan, Richard Jay y


Rick Wilford.

v Julio Pinto “Introducción a la Ciencia Política”. Capítulo 7: “Los partidos políticos”


de Andrés Malamud. Editorial EUDEBA, 1995

v Luís Aznar - Miguel De Luca (Coordinadores) “Política, Cuestiones y Problemas”.


Capítulo 6: “Partidos políticos y sistemas de partidos” de Luciana Cingolani. Buenos
Aires, Editorial emecé, 2006.
v Robert E. Dowse - John A. Hughes “Sociología Política”. Capítulo 11:
“Organizaciones políticas, I: Partidos”. Madrid, Alianza Editorial, 1975.
..

Вам также может понравиться