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PERIODO INCAICO

El municipio en el Perú se origina en las comunidades agrarias Ayllus, en


virtud de dichas formas de organización comenzó a esbozarse la
organización estatal. El sistema de organización entre otros, se basaba en
agrupaciones de familias las cuales podían ser de 500 y hasta 1000 familias
y así sucesivamente, las cuales, se encontraban a cargo de jefes o cabezas
de familias. Dichas agrupaciones se dedicaron a la labranza, pastoreo y
artesanía entre otras actividades que realizaban para atender a sus
necesidades.

El Estado Inca se basó en la relación que existía entre los jefes locales y el
monarca. Los diversos pueblos se encontraban diseminados en el territorio y
tuvieron que vivir aferrados al localismo. Al crearse los caminos y gracias a
la estadística se permitió un mayor control por parte del poder central. De
este modo el Estado de los Incas se basó de un lado en el campesino como
fundamento de la vida económica y del otro, en el funcionario y el guerrero
como fundamento de la vida política.

Los incas concibieron al Estado en su sentido de órgano divisor del trabajo,


frente al cual tiene el individuo deberes ineludibles y exactos pero del cual a
su vez recibe beneficios y privilegios.

PERIODO COLONIAL

Durante la colonia, el municipio establece y desarrolla teniendo como base


el modelo Español. Las autoridades eran designadas por el Virrey y en
algunos casos por el propio Rey de España.

En el Perú, el conquistador Francisco Pizarra, de conformidad con las


prerrogativas que le fueron concebidas por la Real Cédula suscrita en Toledo
el 4 de Mayo de 1534, al fundar la ciudad de Lima, designó su primer cabildo
el 22 de Enero de 1535, nombrando alcaldes y regidores, instalado el primer
cabildo de Lima comenzó su vida institucional caracterizada por ser
democrática y provista de poder suficiente para que dentro de su jurisdicción
ejerciese autoridad.

Establecida la colonia española, primero y fugazmente aparece como


gobernación (Nueva Castilla y Nueva Toledo) a consecuencia de la
capitulación de Toledo el 26 de Junio de 1529. El virreinato -forma más
elevada del dominio Españoles la de más larga duración: 282 años.
Desaparecidos Diego de Almagro y Francisco Pizarro, las gobernaciones
referidas dejan de existir. Surgen en 1569 los corregimientos y los partidos
como sub-unidades político administrativas, pero lateralmente hay una
organización económico-social-religlosa, que son los repartimientos y
encomiendas, sea la población de un determinado valle o lugar encomendada
a los llamados conquistadores para su adoctrinamiento católico y su
inhumana explotación en la vida real. Otra organización eran los obispados,
bajo el control del arzobispo de Lima. De este modo se establecen las
intendencias y las subdelegaclones, en reemplazo de los 47 corregimientos;
se trata de un novedoso régimen divisional, aún así es el más cercano a la
técnica moderna. El abastecimiento de la ciudad era responsabilidad del
funcionario denominado fiel ejecutor que se ocupaba de la provisión de los
artículos alimenticios, control de la higiene de los mismos, de pesa y medidas
y de todo lo concerniente a la recaudación de las rentas municipales.

Por otro lado, los cargos concejales fueron en un comienzo, gratuitos,


obligatorios y electivos, siendo órganos representativos de la ciudad y
determinando una forma espontánea del gobierno representativo. Es a partir
de 1594 en que comienza su decadencia, al comprarse y venderse los
puestos comunales y al intervenir virreyes y gobernantes, transformándose
en organismos burocráticos. No obstante lo ocurrido, la personalidad de la
institución subsiste y en las postrimerías de la colonia recobra su importancia,
convirtiéndose el apoyo del gobierno representativo. En esta situación la
independencia es proclamada en vibrantes reuniones de Cabildo abierto, por
el concurso del pueblo, y los cabildos asumen autoridad pública al producirse
la acefalía del gobierno local.

No se concebía entonces que pudiesen faltar los ayuntamientos, porque


estando encargados a ellos la policía y el ornato de las poblaciones, y otros
asuntos de esta clase, se creía que el público estaría mal servido sin ellos.
Por esto, el reglamento provisorio de 2 de diciembre de 1821 se ocupa de las
municipalidades: Que en su sección sexta señala:

Artículo 1 -. Las Municipalidades subsistirán en las mismas formas que


hasta aquí y serán presididas por el Presidente del departamento.

Artículo 2g. Las elecciones de los miembros del cuerpo municipal


desde el año venidero, se harán popularmente, conforme al
Reglamento que se dará por separado.

Lo mismo se hizo en las constituciones de 1823,1828 y 1834. Las


municipalidades, aunque sujetas a muchas variaciones, tuvieron existencia
legal por muchos años. En la Constitución de 1839 fueron suprimidas,
dejando solamente los síndicos procuradores; y encargando a un Intendente
de Policía todas las funciones de los ayuntamientos. Los Intendentes de
policía duraron hasta 1853. Por la Ley de 9 de diciembre de ese año se
restablecieron y organizaron las municipalidades; pero envuelto el país en
guerra civil antes de que se pudiera dar cumplimiento a esa ley, fue necesario
que la Constitución de 1856 creara expresamente las municipalidades, desde
entonces han ejercido sus funciones en toda la República. Es así que en sus
artículos señalan:

Artículo 114: Habrá Municipalidades organizadas conforme a la ley en


todos los lugares que esta designe.
Artículo 115. Corresponde a las Municipalidades la administración,
cuidado y fomento de los intereses locales y de los establecimientos
respectivos que se hallen dentro de su territorio; les corresponde
igualmente la formación y conservación del Registro Cívico y del censo
de las poblaciones con arreglo a la ley.

Artículo 116. La elección de los municipios se verificará por los


ciudadanos en ejercicio en la forma que la ley designe; y no podrán ser
elegidos los eclesiásticos ni los empleados que reciben dotación del
Estado.

Artículo 117. La administración de los fondos municipales será de la


competencia exclusiva de las municipalidades, conforme a sus
respectivos reglamentos.

La Constitución de 1856 conservó los ayuntamientos, pero haciendo


esenciales variaciones en su organización.

La Constitución reformada en 1860 señala con respecto a estas


corporaciones lo siguiente:

Artículo 118. Habrá municipalidades en los lugares que designe la ley,


la cual determinará sus funciones, responsabilidades, calidades de sus
miembros y el modo de elegirlos.

El 3 de mayo de 1861 se dictó una ley de municipalidades, a mérito de los


dispuesto en el artículo constitucional que precede; y después se ha dado
nueva organización a esas corporaciones.

La Constitución de 1920, llamada Constitución de Leguía, le destina a las


municipalices los artículos 141 y 142.

Artículo 142. Los Concejos Provinciales son autónomos en el manejo


de los intereses que les están confiando. La creación de arbitrios será
aprobada por el Gobierno.
Es así que por primera vez se consagra la autonomía municipal para las
municipalidades provinciales.

La Constitución de 1933, en los artículos 203 a 206. De ella, el artículo 205


establece que en cada concejo municipal de distrito, y en los que se creen
por acuerdo del Concejo Departamental, las comunidades de indígenas
tendrán un personero designado por ellas en la forma que señale la ley. El
artículo 206 concede autonomía económica y administrativa a los Concejos
Municipales Provinciales.

La Constitución de 1979, en el artículo 256, por primera vez establece la


participación vecinal y en el artículo 257 señala las bases materiales de la
verdadera autonomía municipal. También consagra a nivel constitucional el
urbanismo como la función de las municipalidades. Norman también las
condiciones necesarias que tiene el ciudadano para vivir humana y
sanamente diciendo: lo más importante es que en esta carta política
establece las condiciones naturales que todos tenemos para vivir.

Artículo 123: Todos tienen el derecho de habitar en ambiente


saludable, ecológicamente equilibrado y adecuado para el
desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y la naturaleza.
Todos tienen el deber de conservar dicho ambiente.

La Constitución de 1993 establece que los gobiernos locales tienen


autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su
competencia y también señala que los ciudadanos tienen derecho a participar
en los asuntos públicos mediante referéndum; iniciativa legislativa; remoción
o revocación de autoridades y demanda la rendición de cuentas, en el
gobierno municipal de su jurisdicción. Por principio democrático que
consagra todos tienen derecho de ser elegidos y de elegir libremente a sus
representantes, de acuerdo a las condiciones y procedimientos determinados
por ley la orgánica.
FUNCIÓN MUNICIPAL

La actividad municipal cumple tres funciones muy importantes que son:


función legislativa, función fiscalizadora y función administrativa.

LA FUNCIÓN LEGISLATIVA

Consiste en la capacidad que tiene el concejo municipal para dictar normas


o disposiciones de carácter general, obligatorias en el ámbito de su
jurisdicción del territorio municipal. Dichas normas regulan aspectos
sustantivos de la vida social y económica de la comunidad. Mediante esta
facultad, el concejo dicta ordenanzas, acuerdos del concejo, decretos de
alcaldía y resoluciones de alcaldía; disposiciones jurídicas que norman la,
actividad municipal, para lograr los objetivos y planes e intereses en la
gestión municipal. De esta manera cumple la función legislativa.

a) Ordenanzas.

Mediante ordenanzas se crean, modifican, su primen o exoneran, los


arbitrios, tasas, licencias, derechos y contribuciones, dentro de los límites
establecidos por ley.

Las ordenanzas en materia tributaria expedidas por las municipalidades


distritales deben ser ratificadas por las municipalidades de su
circunscripción para su vigencia.

Las ordenanzas de las municipalidades provinciales y distritales, en la


materia de su competencia, son las normas de carácter general de mayor
jerarquía en la estructura normativa municipal, por medio de las cuales
se aprueba la organización interna, la regulación, administración y
supervisión de los servicios públicos y las materias en las que la
municipalidad tiene competencia normativa.

b) Acuerdos.

Los acuerdos son decisiones que toma el concejo, referidas a asuntos


específicos de interés público, vecinal o institucional, que expresan la
voluntad del órgano de gobierno para practicar un determinado acto o
sujetarse a una conducta o norma institucional.

c) Decreto de Alcaldía.

Los decretos de alcaldía establecen normas reglamentarias y de


aplicación de las ordenanzas, sancionan los procedimientos necesarios
para la correcta y eficiente administración municipal y resuelven o regulan
asuntos de orden general y de interés para el vecindario, que no sean de
competencia del concejo municipal.

d) Resoluciones de Alcaldía.

Las resoluciones de alcaldía aprueban y resuelven los asuntos de


carácter administrativo.

FUNCIÓN FISCALIZADORA

Consiste en que el Concejo por imperativo mandato de sus normas debe


supervisar, fiscalizar y recabar las informaciones pertinentes a los
organismos que regulan el control de los servicios municipales. El
cumplimiento de las acciones de la marcha administrativa que tiene bajo su
responsabilidad. El Concejo y los Regidores tienen a cargo las tareas de
fiscalización y vigilancia.

FUNCIÓN ADMINISTRATIVA

Consiste en la dirección y ejecución administrativa de ciertos actos


administrativos tales como: las autorizaciones para programas de obras y
servicios, la creación de empresas municipales, la aceptación de donaciones
y legados, etc., todos estos actos se realizan con la participación y opinión
de una mayoría calificada de regidores.
SERVICIOS PÚBLICOS MUNICIPALES

Servicio público es toda prestación concreta del Estado o de la actividad


privada, que tendiendo a satisfacer necesidades públicas, es realizada
directamente por la Administración pública, o indirectamente por los
particulares, mediante concesión, arriendo o una simple reglamentación
legal, en la que se determinen las condiciones técnicas y económicas en que
debe prestarse, a fin de asegurar su menor costo, efectividad, continuidad y
eficacia. Alcides Greca expresa que: "Servicio público es toda prestación
concreta del Estado o de la actividad privada, que tendiendo a satisfacer
necesidades públicas, es realizada directamente por la administración
pública, o indirectamente por los particulares mediante concesión, arriendo o
una simple reglamentación legal, en la que se determinen las condiciones
económicas y técnicas en que debe prestarse, a fin de asegurar su menor
coste, efectividad, continuidad y eficacia"

El servicio público debe tener por fin satisfacer necesidades públicas, para
cumplir esta finalidad, debe existir una verdadera exigencia de la colectividad
para que el Estado lo tome a su cargo o encomiende su realización a
entidades privadas. Al respecto, Gazcón y Marín señala: "La satisfacción de
necesidades públicas muchas veces es lograda sin organizar servicio,
mediante la imposición a los particulares de deberes positivos o negativos,
por medios de policía en la aceptación jurídica de este término"

Las aglomeraciones urbanas exigen la organización de complicados


sistemas urbanísticos, sanitarios y de transportes, sin los cuales la
convivencia humana resultaría imposible. El municipio interviene con el fin de
establecer regulaciones jurídicas o de asumir directamente la prestación de
algún servicio.

La competencia municipal se limita a los servicios públicos locales, es decir,


los que solo procuran satisfacer las necesidades o los intereses o
simplemente el bienestar de la población del municipio. Como señalamos, los
servicios públicos municipales son realizados directamente por la
administración municipal, o indirectamente por los particulares, mediante
concesión, arriendo o una simple reglamentación legal, en la que se
determinan las condiciones técnicas y económicas en que debe prestarse, a
fin de asegurar su mejor costo, efectividad, continuidad y eficacia.

Rafael Bielsa conceptúa que servicios públicos impropios "son aquellos que
tienen de común con los propios el satisfacer, en forma más o menos
continua, necesidades colectivas, pero no es el Estado quien los presta, ni
los concede, sino quien tan solo los reglamenta. Servicios propios son los
que presta o debe prestar el Estado directamente o por concesionario.

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