Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Esclavitud
Primera sociedad antagónica de clases que nació sobre las ruinas de la comuna
primitiva (ver), a consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas, de la
propiedad privada, de la acentuación de la desigualdad económica. Del mismo modo
que la comuna primitiva, la esclavitud existió, en diferentes proporciones, en todos los
pueblos, y se había extendido mucho en Oriente: Egipto, Asiria, Babilonia,
Mesopotamia, India, Transcaucasia (Urartú) y otras regiones. Los esclavos se
contaban por decenas de millares. Sin embargo, en esos países, la esclavitud tenía
sobre todo un carácter doméstico y patriarcal, y los esclavos no constituían la fuerza
productiva esencial. Los campesinos, estrechamente ligados a la comuna y explotados
duramente por un estado despótico, constituían la fuerza productiva principal en el
Oriente antiguo. De igual modo, en la Rusia de antaño, y sobre todo en la época del
principado de Kiev, la esclavitud era doméstica y patriarcal, pero menos desarrollada
que en Oriente. En la Grecia y Roma antiguas es donde la esclavitud alcanza su forma
superior, y donde el esclavo se convierte en la fuerza productiva esencial de la
sociedad, y la esclavitud, en el modo de producción dominante.
Bajo este régimen, los propietarios de esclavos constituyen la clase dominante que
se divide en grupos sociales distintos: grandes terratenientes, propietarios de grandes
talleres, comerciantes, usureros. La segunda clase fundamental es la numerosa clase
de los esclavos. Aparte de estas dos clases esenciales, hay en esta sociedad capas
intermedias de población libre: pequeños propietarios que viven de su trabajo
(artesanos y campesinos) y el lumpen-proletariado que proviene de las capas de
artesanos y campesinos arruinados. Las relaciones de producción tienen por
fundamento la propiedad del amo sobre los medios de producción y sobre el esclavo
que puede vender, comprar y hasta matar. Estas relaciones corresponden a un nivel de
las fuerzas productivas superior al de la comuna primitiva. La ganadería, la
agricultura, los oficios, la división del trabajo entre esas diferentes ramas de la
producción, y el empleo de instrumentos metálicos se han extendido ampliamente. La
producción mercantil se desarrolla.
Régimen esclavista
Régimen esclavista
Feudalismo
Comparadas con las fuerzas productivas del capitalismo, las de la sociedad feudal
aparecen como poco desarrolladas y estancadas, pero en relación a las de la
antigüedad, constituyen un gran paso adelante (perfeccionamiento de la fundición y
del tratamiento del hierro, empleo generalizado del arado y otros instrumentos de
hierro, así como del molino movido por el agua). En determinado grado del desarrollo
de la sociedad feudal, se acentúa netamente la división del trabajo entre la agricultura
y los oficios, mientras la producción artesanal de la ciudad crece con su técnica
manual diferenciada. Finalmente, en el grado superior del feudalismo, surge la
manufactura. Antes de la aparición de la manufactura, las relaciones de producción
feudales correspondían al carácter de las fuerzas de producción cuyo desarrollo
favorecían. Las relaciones de producción feudales podían desempeñar ese papel, ante
todo, gracias a la liberación parcial del productor inmediato. Como no se podía matar
al siervo –aunque se le podía vender y comprar– como éste poseía una explotación y
una familia, se mostraba algo interesado en su trabajo y daba pruebas de cierta
iniciativa necesaria a las nuevas formas productivas. Las relaciones de producción
feudales tienen por fundamento la producción agrícola, mientras que los trabajadores
son los desheredados. Lo que caracteriza también la forma feudal de la propiedad de
los medios de producción, es que el señor feudal es propietario parcial del trabajador
(coerción económica) y los trabajadores (campesinos y artesanos) propietarios de una
parte de los medios de producción, como resultado de su trabajo personal. Las
relaciones de los señores y de los campesinos, clases fundamentales de la sociedad
feudal, y su papel en la producción, derivan de la forma feudal de propiedad. Bajo una
u otra forma, los señores conceden tierras a los campesinos y los obligan a trabajar
para ellos, se apropian de una parte de su trabajo o de sus productos (renta feudal o
tributo). Los campesinos y los artesanos pertenecen, en un sentido amplio de la
palabra, a una misma y única clase de la sociedad feudal, y sus relaciones no son
antagónicas. Bajo el feudalismo, las clases y los grupos sociales constituyen órdenes.
La forma de repartición de los productos depende enteramente de la situación y de las
relaciones de los grupos sociales en la producción. Los comienzos del feudalismo se
caracterizan por el dominio absoluto de la economía natural. Con el desarrollo de los
oficios, la producción mercantil adquiere una importancia cada vez mayor tanto en la
ciudad como en el campo. Aunque la producción mercantil feudal haya preparado
ciertas condiciones para la producción capitalista, no hay que confundirla con la
producción mercantil capitalista.
Feudalismo
Feudalismo
Capitalismo
A fines del siglo XIX, el capitalismo entró en la última etapa de su desarrollo, la del
imperialismo, caracterizada por la dominación de un puñado de monopolistas o de
grupos de monopolistas en la economía y en la política. En virtud de la ley de la
desigualdad del desarrollo político y económico de los países capitalistas en la época
del imperialismo, los fundamentos del capitalismo se quebrantan cada vez más, y los
conflictos y las guerras entre esos países son cada vez más frecuentes, a la vez que la
lucha de la clase obrera y, bajo su dirección, de todos los trabajadores contra la clase
de los capitalistas, reviste una acuidad extrema. La etapa imperialista se halla en
vísperas de la revolución socialista. A partir de la primera guerra mundial, el régimen
capitalista entró en una crisis general debida a la disgregación creciente del sistema
económico capitalista en el mundo entero. La Gran Revolución Socialista de Octubre
inauguró una nueva era en la evolución de la sociedad. El capitalismo dejó de ser el
sistema único y universal en la economía mundial. Ésta se dividió en dos sistemas
económicos diametralmente opuestos: el sistema socialista y el sistema capitalista. La
crisis general del capitalismo tiene por rasgo distintivo la acentuación extrema de
todas las contradicciones de la sociedad capitalista. Se agravan las contradicciones
entre los Estados imperialistas y las colonias o los países dependientes lanzados por la
vía de la liberación nacional, lo cual mina los fundamentos del imperialismo. La
putrefacción del capitalismo se extiende. En la época de su crisis general, el
capitalismo se caracteriza por una subproducción crónica de las empresas, por la
existencia de millones de desocupados. Las crisis económicas son aun más profundas,
más devastadoras, llegando a todas las ramas de la economía. Su duración es cada vez
mayor, mientras se reducen los períodos de reanimación de la actividad sin que éstos
lleguen a causar una expansión general de la economía.
Capitalismo
Capitalismo
(francés capital: principales bienes o suma.) Formación socioeconómica que precede
al socialismo y al comunismo. Se asienta en la propiedad privada de los medios de
producción y la explotación del trabajo asalariado. La finalidad de la producción capitalista y la
fuente de enriquecimiento de los capitalistas es la apropiación de la plusvalía. La principal
contradicción antagónica del capitalismo es la existente entre el carácter social de la
producción y la forma privada de apropiación. Las clases fundamentales del capitalismo son
el proletariado y la burguesía. Entre estas clases se libra una irreconciliable lucha de clases.
El capitalismo atraviesa distintas fases en su desarrollo. La libre competencia, típica de la
primera fase del capitalismo, conduce gradualmente a un elevado desarrollo de las fuerzas
productivas, al perfeccionamiento de la técnica, a la concentración y la socialización de la
producción, a la formación de los monopolios y al imperialismo, fase en la que se forman las
premisas para la revolución socialista. La Gran Revolución Socialista de Octubre (1917) y la
primera guerra mundial (1914-1918) pusieron comienzo a la crisis general del capitalismo.
Actualmente, la esfera de influencia mundial del capitalismo se ha reducido, y éste
experimenta la influencia del sistema socialista mundial. El capitalismo moderno se
caracteriza por un aumento vertiginoso de la concentración e internacionalización de la
producción, la regulación interestatal de la economía capitalista mundial (Mercado Común,
&c.), el crecimiento del complejo industrial-militar, la militarización de la economía, la carrera
de los armamentos, la lucha de los monopolios contra la distensión, el reforzamiento
del capitalismo monopolista de Estado y el ascenso del movimiento democrático. En la
presente etapa se agravan las viejas formas (y surgen nuevas) de las contradicciones dentro
de los Estados capitalistas. Atraviesa dificultades el sistema de regulación estatal-monopolista
de la economía y la política contra las crisis, se agudizan las contradicciones entre los
Estados imperialistas y los países en vías de desarrollo y se profundiza la crisis política,
espiritual e ideológica. Se amplía y perfecciona el sistema de explotación, lo cual se debe a
las nuevas formas de organización capitalista de la producción y a su racionalización. Se
intensifica el proceso de polarización de clase de la sociedad capitalista, aumenta la
diferencia en los ingresos, crece la cantidad numérica y cambia la composición de la clase
obrera, que pasa a ser cada vez más cualificada, aumenta su papel sociopolítico y se
proletarizan la intelectualidad y las capas medias. Surgen nuevos antagonismos sociales. El
capitalismo tiene aún posibilidades de crecimiento económico (una de las reservas es el
aprovechamiento de los adelantos de la revolución científico-técnica), pero las relaciones
capitalistas obstaculizan la utilización del potencial material y espiritual de la sociedad en
provecho de toda la población y hacen necesaria su sustitución por las relaciones de
producción socialistas. El capitalismo es incapaz de dirigir racionalmente el desarrollo social,
lo que refuta los distintos pronósticos sobre la sociedad “postindustrial”, formulados por los
ideólogos burgueses para justificar y preservar el capitalismo.
Socialismo
Con anterioridad a Marx ya se habían hecho tentativas de crear una teoría socialista.
Pero estas teorías no eran científicas, sino utópicas (ver Socialismo
utópico, Saint-Simon, Owen, Fourier), porque sus autores no entendían el papel
histórico del proletariado, y sus deducciones sobre la transformación socialista las
extraían no del análisis de las leyes sociales objetivas, sino de consideraciones
abstractas sobre la bondad y la conveniencia de la sociedad socialista. Sólo Marx y
Engels crearon la teoría científica del socialismo, y demostraron que la inevitabilidad
del socialismo es dictada por el desarrollo de las contradicciones irreconciliables de la
sociedad capitalista, y que sólo el proletariado en unión con el campesinado derrocará
por medios revolucionarios el poder de los capitalistas y construirá la sociedad
socialista. Lenin desarrolló ulteriormente la teoría del socialismo científico,
demostrando la posibilidad de la victoria de la revolución socialista y de la
construcción del socialismo al principio en unos cuantos e incluso en un solo país
capitalista por separado. Bajo la dirección del Partido Comunista, armado con la
teoría del socialismo científico, el proletariado de Rusia en unión con el campesinado
trabajador llevó a cabo la revolución socialista victoriosa y construyó el socialismo.
Después de la segunda guerra mundial, emprendieron el camino del desarrollo
socialista los pueblos de una serie de países de Europa y Asia. La población de los
estados socialistas supera en la actualidad los 950 millones de personas.
Por cuanto bajo el socialismo ha sido liquidada la propiedad privada, no hay clases
explotadoras y no hay explotación, la sociedad se compone de clases amigas: la clase
obrera, el campesinado koljosiano y la capa intermedia, la intelectualidad.
Paulatinamente, a medida que la sociedad se aproxima al comunismo, se borran las
diferencias substanciales entre las clases obrera y campesina y entre los trabajadores
manuales e intelectuales. Bajo el socialismo el trabajo del hombre, su capacidad
personal determinan su situación en la sociedad. El trabajo, que es obligación y
cuestión de honor para cada ciudadano apto, se convierte en la sociedad socialista en
fuente de desarrollo de todas las aptitudes físicas y espirituales del hombre. El
principio de distribución de acuerdo con el trabajo, vigente bajo el socialismo,
combina correctamente en las condiciones de la primera fase de la sociedad comunista
los intereses personales y sociales de los trabajadores.
Socialismo
Régimen social que surge como resultado de la supresión del modo burgués de
producción y de la instauración de la dictadura del proletariado. Está basado en la
propiedad social sobre los medios de producción, propiedad que presenta dos formas:
estatal (de todo el pueblo) y cooperativo-koljosiana. La propiedad social determina la
inexistencia de clases explotadoras, de la explotación del hombre por el hombre, que
las relaciones entre los trabajadores sean de colaboración amistosa y de ayuda mutua.
Bajo el socialismo, se acaba con toda opresión social y toda desigualdad nacional, con
la oposición entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el trabajo físico
(pese a que todavía se conserva una diferencia esencial). En la sociedad socialista, se
dan dos clases amigas: la clase obrera y los campesinos koljosianos, y también
la intelectualidad. Las diferencias entre esas dos clases, así como también entre ellas
y la intelectualidad, se van borrando gradualmente. Las relaciones de todos los grupos
sociales, unos con otros, se caracterizan por la unidad político-social e ideológica; las
de las naciones socialistas entre sí, por ser relaciones de amistad, colaboración y
fraternal ayuda mutua. Sobre la base de la propiedad social, bajo el socialismo se
desarrolla de manera planificada la economía nacional, lo cual es inaccesible al
capitalismo. El desarrollo y el perfeccionamiento de la producción social sirven para
satisfacer, de manera cada vez más completa, las crecientes necesidades materiales y
culturales del pueblo. La vida de la sociedad socialista se asienta sobre una amplia
democracia; la incorporación de todos los trabajadores a la participación activa en la
dirección de los asuntos estatales. El democratismo socialista garantiza tanto los
derechos sociales –derecho al trabajo, al descanso, a la instrucción y al servicio
médico gratuitos, a disponer de lo necesario en la vejez, igualdad de derechos para la
mujer y el hombre, para los ciudadanos de todas las razas y nacionalidades– así como
las libertades políticas –las libertades de palabra, de prensa y de reunión, el derecho a
elegir y a ser elegido. El socialismo se diferencia de la fase superior del comunismo
por el grado de madurez de todos las aspectos de la vida social. Las fuerzas
productivas, en el régimen socialista, no están aún lo suficientemente desarrolladas
como para asegurar la abundancia de productos: el trabajo no se ha convertido aún en
la primera necesidad vital de todos los miembros de la sociedad. En consecuencia, la
distribución de los bienes materiales se lleva a cabo según el principio: “De cada uno,
según su capacidad; a cada uno, según su trabajo”. El desarrollo del socialismo
conduce, con sujeción a ley, al comunismo. En la U.R.S.S., el socialismo ha vencido
plena y definitivamente, el país ha entrado en el período de la edificación del
comunismo en todo el frente. Actualmente, el socialismo se construye en varios países
de Europa, Asia y América. El sistema mundial del socialismo abarca más de un
tercio de la población del globo terrestre.
Diccionario filosófico · 1965:429
Socialismo
(lat. sociales.) Régimen social que surge como resultado de la revolución socialista que
realiza el tránsito del capitalismo al comunismo. El socialismo se basa en la propiedad social
sobre los medios de producción, que determina la ausencia de las clases explotadoras y de la
explotación del hombre por el hombre, así como las relaciones de colaboración camaraderil y
de la ayuda mutua entre los miembros de la sociedad. En el contexto del socialismo se
liquidan toda opresión social, la desigualdad nacional y la contraposición entre la ciudad y el
campo y entre el trabajo intelectual y el manual (aunque se mantienen diferencias
sustanciales entre ellos). En la sociedad socialista existen dos clases amigas –los obreros y
los campesinos–, así como un grupo social: la intelectualidad. Las diferencias entre las clases
y los grupos sociales se van borrando paulatinamente. Las relaciones entre todos los grupos
sociales se definen por la unidad sociopolítica e ideológica, y las relaciones entre las naciones
socialistas, por su amistad, cooperación y ayuda mutua fraterna. Sobre la base de la
propiedad social se realiza el desarrollo proporcional y armónico de la economía nacional y de
toda la sociedad. El fomento de la producción social sirve a la satisfacción cada vez mayor de
las crecientes demandas materiales y culturales del pueblo. La vida social se organiza sobre
la base de una amplia democracia y de la incorporación de los trabajadores a la activa
participación en los asuntos sociales. El democratismo socialista asegura tanto los derechos
sociales (al trabajo, al descanso, a la protección de la salud, a la asistencia económica en la
vejez, a la vivienda, a la instrucción gratuita, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley,
&c.) como las libertades políticas (de palabra, de conciencia, de prensa, de reunión, de mitin y
de desfiles y manifestaciones en la vía pública, de participación en la gestión de los asuntos
estatales y sociales). En el socialismo las fuerzas productivas no se han desarrollado
suficientemente como para asegurar la abundancia de productos, y el trabajo no se ha
convertido aún en la primera necesidad vital de todos los miembros de la sociedad. Por eso
los bienes materiales se distribuyen con arreglo al principio: “de cada cual, según sus
capacidades; a cada cual, según su trabajo”. En la URSS, el socialismo triunfó plena y
definitivamente y se ha construido la sociedad socialista desarrollada, etapa superior de la
primera fase de la formación social comunista. Tal sociedad se edifica también en otros varios
países socialistas. El socialismo maduro en la URSS posee una potente base material y
técnica que aumenta gracias a las realizaciones de la revolución científico-técnica; la
propiedad socialista se eleva a un nivel más alto de socialización; la satisfacción de las
necesidades de los hombres se hace cada vez más plena y estable; la estructura social se
caracteriza por la alianza indestructible de los obreros, los campesinos y la intelectualidad. El
desarrollo de las relaciones sociales y nacionales se ve coronado con la formación de una
nueva comunidad histórica de hombres: el pueblo soviético, que se caracteriza por la
cohesión ideológica y política, el papel rector de la clase obrera y la aglutinación en torno al
PCUS, y el desarrollo del sistema político y de la democracia socialista, por el surgimiento
del Estado de todo el pueblo. La elevación del nivel de instrucción, el desarrollo de la cultura y
la dominación de la concepción científica del mundo y de la ideología marxista-leninista
expresan la riqueza de la vida espiritual. En la sociedad soviética, el socialismo se desarrolla
sobre su propia base; se da término a la reorganización de todas las relaciones sociales;
todas las ventajas, potencias y leyes del socialismo se manifiestan y realizan con la mayor
plenitud e integridad; maduran las condiciones necesarias y empieza la transformación directa
del socialismo en comunismo.